Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
12 V O L U M E N 4 • M AYO | A G O S T O 2 0 0 7
El fin natural de la Medicina: la salud. Este término, de De esta forma, el Campus de la Salud proyecta el
acuerdo con la Organización Mundial de la Salud en desarrollo de la investigación en áreas básicas, clíni-
su constitución de 1948, fue definido como: “un estado cas y educativas; algunas de estas investigaciones se
de completo bienestar físico, mental y social”, y no so- documentan en su Revista de Divulgación Médico-
lamente la ausencia de afecciones o enfermedades. La Científica “Avances”, la cual aborda temas clínicos,
salud implica, entonces, que todas las necesidades fun- educativos y de humanidades médicas.
damentales de las personas estén cubiertas: afectivas,
sanitarias, nutricionales, sociales y culturales. Los invito a participar con entusiasmo en este vehícu-
lo académico y ser agentes de un cambio positivo en
El Tecnológico de Monterrey con la integración del las necesidades de salud de nuestra sociedad.
Campus de la Salud establece un compromiso de
visión futura ante la sociedad para apoyar el cum-
plimiento de sus necesidades, y emerge como un Correspondencia:
“Centro Académico de Salud”, donde convergen en Dr. Víctor Manuel Uscanga Vicarte
forma multidisciplinaria y en todas sus dimensiones: Email: vuscanga@itesm.mx
la educación, la atención médica, la investigación y
la transferencia del conocimiento.
Mensaje Editorial
COMITÉ
EDITORIAL
Cuerpo
Médico
Dirección General Hospital Escuela Centro de del Hospital
San José de Medicina Innovación y Fundación San José
de la Revista
Tec de del Tecnológico Transferencia Santos y De Tec de
Dr. Jorge E. Valdez García Monterrey de Monterrey la Garza Evia Monterrey
en Salud
Contacto:
AVANCES puede ser consultada a través de Internet en: http://www.itesm.mx/vds/fsge/avances.htm
avances@hsj.com.mx y se encuentra indizada en: http://www.imbiomed.com/ • http://www.latindex.unam.mx/
www.fsge.org.mx
Auspiciado por: La revista AVANCES es medio oficial del Hospital San José Tec de Monterrey. Reserva de derechos expedido por el Instituto Nacional del
Derecho de Autor No. 04-2003-040912075900-102. Certificado de Licitud de Título y Certificado de Licitud de Contenido de la Comisión
Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas (SEGOB) en trámite. Autorizada por SEPOMEX como PUBLICACIONES. Registro Postal
PP19-0021. El contenido de los artículos firmados es responsabilidad de sus autores. Todos los derechos están reservados de acuerdo a la
Convención Latinoamericana y la Convención Internacional de Derechos de Autor. Ninguna parte de esta revista podrá ser reproducida por
medio alguno, incluso electrónico, ni traducida a otros idiomas, sin la autorización escrita de sus editores. www.fsge.org.mx
Comité Editorial
CONTENIDO Trayectoria Médica
Ciencias clínicas
Educación Médica
Humanidades Médicas
40 Carta al editor
Contenido
TRAYECTORIA
MÉDICA
Dr. Héctor
Javier Fernández
González
Colaborador:
• Dr. René Ubaldo Villarreal Guerra1
6 Trayectoria Médica
Ejemplo admirable y defensor de la profesión médica en México
Dr. Héctor Javier Fernández González
Es Profesor Coordinador del curso de Cardiología de Médico, administrador, educador, investigador, líder,
pregrado en la Escuela de Medicina del Tecnológico de escritor, orador, estadista y consejero, describen por
Monterrey desde el año de 1980. igual a este extraordinario médico. A sus pacientes les
inspira seguridad y confianza, sus alumnos lo conside-
Es Jefe del Servicio de Cardiología del Hospital San José ran un maestro ejemplar y sus amigos nos sentimos or-
Tec de Monterrey a partir del año 1980. gullosos de su amistad y sus logros. Él fue médico de mi
madre, es el médico de mi esposa, de mis hijos y mío,
Es fundador y miembro de múltiples Asociaciones Mé- por lo que le tengo un gran aprecio y admiración.
dicas:
• La Asociación Regiomontana de Cardiología desde
1962.
• Fundador de la Asociación de Medicina Interna del Correspondencia:
Noreste y Segundo Presidente de la misma en 1964. Dr. René Ubaldo Villarreal Guerra
• Fellow of the American Collage of Chest Physicians Email: renevi@prodigy.net.mx
desde el mes de octubre de 1968.
• Miembro de la Asociación de Medicina Interna de
México, Capítulo Monterrey, desde 1969.
• Miembro del Seminario “Ejercicio Actual de la Me-
dicina” División de Posgrado, Facultad de Medicina,
UNAM, desde 1998.
• Fundador del Cuerpo Médico del Hospital San José
Tec de Monterrey, el cual presidió de 1981 a 1983 y
Miembro Emérito a partir del 2003.
Trayectoria Médica 7
CIENCIAS
CLÍNICAS
• Palabras clave: Evaluación preoperatoria, riesgo, del año 2002 en el Hospital San José Tec de Mon-
ASA, PCA. terrey. Se hizo una comparación entre la capacidad
del método para clasificar el estado físico (ASA) y el
Resumen método de clasificación de tres variables: ASA, Ci-
rugía y Anestesia (PCA: Paciente, Cirugía, Anestesia)
La evaluación preoperatoria de un paciente, que será para “predecir” el riesgo al que estuvo sometido cada
intervenido quirúrgicamente, para definir sus necesi- paciente.
dades y establecer el plan anestésico se resume habi-
tualmente mediante la clasificación de la American El análisis estadístico definió la capacidad de predic-
Society of Anesthesiologists (ASA) del estado físico, ción de uno y otro método de clasificación.
que no es útil para predecir el riesgo ni las posibles
complicaciones del procedimiento. Se compararon los resultados, los cuales mostraron
que la capacidad de predicción del riesgo por medio
Este trabajo propone un método que, además de uti- del método PCA duplicó la capacidad de predicción
lizar la clasificación de la ASA, hace una estratifica- de la clasificación ASA (R2 ASA: 179, R2 PCA: 358).
ción del tipo de cirugía y de anestesia, de acuerdo
al grado de invasión y complejidad, para predecir la Introducción
posibilidad de que se presenten complicaciones y
prevenirlas, además de reducir la morbi-mortalidad • Antecedentes
perioperatoria. Un enfermo que es sometido a un procedimiento qui-
rúrgico es sustraído de su medio ambiente natural y
Se revisaron retrospectivamente las complicaciones cotidiano para ser conducido a través de una senda
transoperatorias cardiovasculares, y se analizaron los que transcurre por un período de hospitalización,
expedientes clínicos seleccionados al azar de 188 aunque sea corto, a donde ingresa con un “equipaje”
pacientes intervenidos durante el primer semestre de características físicas y enfermedades de las cuales
1 Director de Anestesiología del Hospital San José Tec de Monterrey y Profesor del Programa de Especialización Médica en Anestesiología,
División de Ciencias de la Salud del Campus Monterrey del Tecnológico de Monterrey.
2 Pasante de Maestría en Estadística Aplicada, División de Electrónica Computación, Información y Comunicaciones
del Campus Monterrey del Tecnológico de Monterrey.
3 Investigador del Centro de Investigación y Extensión, División de Ciencias de la Salud del Campus Monterrey
del Tecnológico de Monterrey.
4 Profesor de Estadística de la Maestría en Estadística, División de Electrónica Computación, Información y Comunicaciones
del Campus Monterrey del Tecnológico de Monterrey.
5 Residente del Programa de Especialización Médica en Anestesiología, División de Ciencias de la Salud
del Campus Monterrey del Tecnológico de Monterrey.
8 Ciencias clínicas
Evaluación del riesgo perioperatorio
no puede deshacerse, para llegar después al momen- para disminuir efectivamente la posibilidad de que se
to de su tratamiento, al cual se somete con plena con- presenten complicaciones trans y postoperatorias, lo
fianza y con la certeza de que será lo suficientemente que redundará indudablemente en la obtención de
seguro y certero como para enviarlo de regreso, ya un mejor resultado del tratamiento al que haya sido
“curado”, a su medio familiar, social y laboral, sin sometido.
ningún problema, aunque se haya visto sometido a
los riesgos que implica dicho tratamiento, los cuales Es inegable que la evaluación del riesgo perioperato-
acepta de buen grado. rio, respecto a la morbilidad y mortalidad periopera-
torias, es tarea indispensable a realizar por el aneste-
Pero hay algo a lo que habitualmente teme el pacien- siólogo con la intención de:1-3
te, y no es necesariamente la cirugía. Le teme a la 1.- Disminuir el riesgo potencial definido.
anestesia a la que será sometido y que él sabe que, al 2.- Modificar el manejo transoperatorio y el cuidado
igual que la cirugía, implica riesgos. Es algo justifica- postoperatorio para minimizar la morbilidad.
do, pues la anestesia es un estado en el que normal- 3.- Proporcionar una información adecuada al propio
mente no estará nunca, pero que es necesaria para paciente.
que el médico y el equipo de salud que lo atenderán
puedan hacerlo sin que implique un sufrimiento para Esta evaluación del riesgo requiere tomar en cuenta
él; además, al término del tratamiento deberá regresar todos los factores contribuyentes al mismo, como son
a su estado normal de conciencia, tarea que también los siguientes:4
está encomendada al anestesiólogo. 1.- La severidad de cualesquiera condiciones patoló-
gicas coexistentes.
Los riesgos que implica la anestesia son reconocidos 2.- La invasividad del procedimiento quirúrgico.
también por los propios anestesiólogos, quienes ha- 3.- La urgencia del mismo.
rán siempre lo necesario para minimizar el riesgo de
que se produzcan las complicaciones potenciales, y, • Importancia
por tanto, disminuir la morbilidad y la mortalidad que Si reconocemos que la anestesia en sí representa un
se encuentran siempre como una amenaza constante, factor más de riesgo perioperatorio en base al grado
a la vera de ese camino que recorre el enfermo. de invasión al paciente en lo que respecta a:
1.- Monitoreo
¿Será posible predecir la posibilidad de que se pre- 2.- Abordaje vascular
senten tales complicaciones? ¿Cuál es el riesgo de 3.- Invasión farmacológica
que se presenten durante y después de la cirugía y 4.- Empleo de técnicas especiales
la anestesia?
Entonces veremos la necesidad de establecer un mé-
Desearíamos tener la capacidad de predecir el grado todo que nos diga, de forma gráfica y de un vistazo, el
de probabilidad de que se presente una complicación riesgo real al que está expuesto un enfermo, toman-
perioperatoria determinada, con la firme intención de do en cuenta los tres factores involucrados: Paciente,
disminuir la morbilidad y aun la mortalidad en nues- Cirugía y Anestesia, y que además nos permita expre-
tros pacientes; y esto requiere que aceptemos que sarlo en una forma numérica.
en el camino que recorre el enfermo para recuperar
su salud enfrentará riesgos que se relacionan con su Este trabajo propone un método de predicción del
estado físico actual y con su cirugía, pero además, riesgo perioperatorio que toma en cuenta los tres fac-
con aquellos riesgos a los que será expuesto por la tores, y que permite asignar al final un valor numéri-
anestesia en sí. co entre 1 y 5, que representa la menor o mayor posi-
bilidad de que el paciente sufra alguna complicación
• Objetivo trans o postoperatoria.
Nuestra propuesta pretende que el médico anestesió-
logo tenga a su disposición una herramienta útil para Material y método
que, en una forma más precisa, esté en condiciones
de establecer el riesgo real y total al que se verá ex- El planteamiento contempla inicialmente establecer
puesto su paciente, para que tenga la oportunidad 5 categorías de evaluación para cada aspecto que ro-
de tomar las medidas preoperatorias más adecuadas dea un procedimiento quirúrgico:
Ciencias clínicas 9
Evaluación del riesgo perioperatorio
Esta será la base para definir el grupo de riesgo don- drogas coadyuvantes (no habituales) ni drogas su-
de se ubicará al paciente. plementarias.
Paciente: Se utiliza la clasificación de la ASA.5,6 A3 Anestesia con monitoreo básico y especial, inva-
sión vascular para control hemodinámico y apor-
P1 Paciente sano a excepción de lo que motiva la te de líquidos, apoyo farmacológico (drogas no
cirugía. anestésicas cardio o vasoactivas), uso de drogas
coadyuvantes no habituales (antagonistas, vg.),
P2 Paciente con enfermedad sistémica, de leve a mo- drogas suplementarias, técnica anestésica combi-
derada. nada.
P3 Paciente con enfermedad sistémica severa. A4 Anestesia similar a A3, con duración mayor a 2
horas, con maniobras especiales, maniobras para
P4 Paciente con enfermedad sistémica severa con intubación difícil, intubación con el paciente des-
amenaza para la vida. pierto, uso de tubo endotraqueal de doble lumen,
ventilación de un solo pulmón, ventilación me-
P5 Paciente moribundo, que no se espera que sobre-
cánica especial, fibrolaringoscopia, colocación
viva sin la cirugía.
de catéter de Swan Ganz, circulación extracor-
pórea, hipotermia, hipotensión inducida, (RCP).
La más reciente publicación de la ASA considera un
estado 6 (P6), que no es aplicable en esta aplicación A5 Técnica anestésica limitada en sus opciones por
de la clasificación, pues se refiere al paciente con el estado crítico del paciente.
muerte cerebral y potencial donador de órganos.
Esto significa que al asignarle a un paciente los pará-
Cirugía: Se clasifica de acuerdo a la extensión y/o metros que corresponderían a su procedimiento, es
gravedad del procedimiento, con una o varias de las decir, los parámetros P, C y A, obtendremos un grupo
características mencionadas en cada grupo. de tres dígitos que irán ya combinados, desde el 1-1-
1 hasta el 5-5-5. Obviamente que 1-1-1 representa
C1 Cirugía menor: extensión mínima, con anestesia a un paciente con un mínimo riesgo potencial trans
local, ambulatoria. y postoperatorio previsto, y que un enfermo con un
riesgo alto, como el caso 5-5-5, por ejemplo, es un
C2 Cirugía mayor simple: sobre un órgano o sistema,
paciente con un riesgo máximo previsto. Por supues-
sin procedimientos agregados.
to, que las diferentes combinaciones de los tres pará-
C3 Cirugía mayor compleja: sobre un órgano o siste- metros planteaban una gran dificultad para su inter-
ma, con otro(s) procedimiento(s) agregado(s) re- pretación, lo cual se estudió exhaustivamente desde
lacionado(s) con el programado, posible sangra- el punto de vista estadístico para definir el método
do relevante, tal vez con algún problema trans- de integración de las tres variables originales, ASA,
quirúrgico que puede ser solucionado. Cirugía y Anestesia, que pudiera expresar el riesgo
potencial real.
C4 Cirugía mayor múltiple: sobre varios órganos o
Para estudiar retrospectivamente la validez del méto-
sistemas, sangrado importante, probables com-
do, si se hubiese aplicado antes de la anestesia y ciru-
plicaciones transoperatorias, requiere preparati-
gía, se revisaron 188 expedientes del archivo clínico
vos especiales.
del Hospital San José Tec de Monterrey, todos per-
C5 Cirugía “de rescate”: peligro de muerte. tenecientes a pacientes intervenidos quirúrgicamente
durante el primer semestre del año 2002. Selecciona-
Anestesia: Se clasifica de acuerdo a la complejidad dos al azar, se definió sexo, edad, peso y talla, y de
del procedimiento, con una o varias de las caracterís- acuerdo a los datos registrados se les asignaron las
ticas mencionadas en cada grupo. categorías correspondientes a su estado físico, tipo
de cirugía y anestesia, según la clasificación anota-
A1 Anestesia local, con o sin sedación/analgesia. da antes. Eran pacientes de diversas especialidades y,
en todos y cada uno de ellos, se buscó la ocurrencia
A2 Anestesia con monitoreo básico, sin invasión vas- de una o varias de las complicaciones definidas en la
cular ni uso de drogas no anestésicas, sin utilizar Tabla 1.
10 Ciencias clínicas
Evaluación del riesgo perioperatorio
A cada una de las complicaciones se le asignaron Se revisó posteriormente la tabla de resultados y, dado
grados de gravedad de 1 a 3, donde el 1 es el grado el gran número de variables obtenidas, se decidió es-
menos serio y 3 el más grave, y se dio a cada uno de tudiar en primer lugar las complicaciones reportadas
estos grados su correspondiente definición y se asignó más frecuentemente, lo que correspondió a las com-
un valor cualitativo o cuantitativo, según correspon- plicaciones transoperatorias cardiovasculares.
diera.
Transoperatorias Postoperatorias
Ciencias clínicas 11
Evaluación del riesgo perioperatorio
Estas complicaciones se definieron y clasificaron como una alteración del complejo QRS, que se con-
(como se hizo con todas las demás) de acuerdo a los vierte en una onda negativa única llamada “onda Q”.
siguientes conceptos:
d) Sangrado:
TAd1: Salida de sangre del espacio intravascular hacia
a) Hipertensión / Hipotensión: el extravascular o al exterior, en una cantidad hasta
TAa1: Aumento o disminución de menos de un 20% del 10% del volumen circulante calculado. Puede no
en la presión arterial, respecto a las cifras con las que es ser peligroso ni poner en peligro la vida del paciente,
recibido el paciente en el quirófano, antes de que inicie aun y cuando no se sustituya ni restituya.
su anestesia y cirugía. TAd2: Salida de sangre del espacio intravascular ha-
TAa2: Aumento o disminución de 20 a 30% en la pre- cia el extravascular o al exterior, en una cantidad en-
sión arterial, respecto a las cifras con las que es recibi- tre el 11 y el 20% del volumen circulante calculado.
do el paciente en el quirófano, antes de que inicie su Puede ser peligroso y poner en peligro la vida del pa-
anestesia y cirugía. ciente si no se sustituye o restituye adecuadamente.
TAa3: Aumento o disminución de más de 30% en la TAd3: Salida de sangre del espacio intravascular ha-
presión arterial, respecto a las cifras con las que es re- cia el extravascular o al exterior, en una cantidad
cibido el paciente en el quirófano, antes de que inicie mayor al 20% del volumen circulante calculado. Es
su anestesia y cirugía. peligroso y pone en peligro la vida del paciente si
no se sustituye o restituye adecuada y prontamente
b) Arritmia: (choque hipovolémico).
TAb1: Benigna.- Modificación del ritmo normal car-
diaco (sinusal) que no representa una amenaza para Primeramente se tenían tres variables principales (va-
la vida del paciente y que puede ser revertida espon- riables “de entrada”): ASA, Cirugía y Anestesia, or-
táneamente o con tratamiento médico. Tipos: taqui- dinales y en escala de 1 a 5 de acuerdo al grado de
cardia o bradicardia sinusal, ritmo de unión acelera- riesgo asociado con cada una de ellas. En seguida, al
do y extrasístoles auriculares aisladas. asignar un “grado de importancia” a cada una de las
TAb2: Potencialmente maligna.- Modificación del complicaciones (variables “de salida”), en base a su
ritmo normal cardiaco (sinusal) que representa una trascendencia clínica, se le dio un “peso proporcio-
potencial amenaza para la vida del paciente y que nal” a cada una (todas dentro del grupo de complica-
puede ser revertida espontáneamente o, como sucede ciones cardiovasculares transoperatorias).
generalmente, con tratamiento médico. Tipos: latidos
Los valores asignados fueron
ectópicos ventriculares, taquicardia supraventricular y
a) Isquemia miocárdica 40%
bloqueo AV (Aurículo-Ventricular) de segundo grado.
b) Hipertensión /Hipotensión 30%
TAb3: Letal.- Modificación del ritmo normal cardia-
c) Arritmia 20%
co (sinusal) que representa una amenaza real para la
d) Sangrado 10%
vida del paciente y que debe ser revertida inmedia-
tamente con tratamiento médico. Tipos: fibrilación La suma ponderada de estas cuatro variables se con-
ventricular, taquicardia ventricular, asistolia, bloqueo sideró luego como la definición de la variable que
AV (Aurículo-Ventricular) de tercer grado, frecuencia llamamos “riesgo”, con una escala continua que iba
cardiaca menor a 40 latidos por minuto. de 0 (ausencia de la complicación) a 3.
12 Ciencias clínicas
Evaluación del riesgo perioperatorio
Para hacer esto se utilizó la medida de capacidad de tores en ambos casos y las gráficas de tendencia con
predicción llamada “coeficiente de determinación” o el factor correspondiente a las “variables de entrada”
R2, que es la base de comparación en el resultado del en el eje “x” y el riesgo (suma ponderada de las va-
análisis.7 riables de salida o complicaciones encontradas) en el
eje “y”. (Ver Tablas 3 y 4, y Gráficas 1, 2).
Resultados
2.- En base al resultado descrito, se definió una meto-
Consideramos en este punto que se obtuvieron resulta- dología7 que permite clasificar, en una forma rápida y
dos en dos aspectos importantes: práctica, el riesgo perioperatorio al que se enfrenta el
paciente de presentar complicaciones (en este caso,
1.- Se estableció una comparación entre el método ac- cardiovasculares transoperatorias). (Ver Tabla 5).
tualmente utilizado o ASA6 y el propuesto, que contem-
pla tomar en consideración tanto el estado físico del Se trata de una tabla que permite colocar al paciente
paciente (ASA) como el tipo de cirugía y de anestesia, en un grado de predicción de riesgo de acuerdo con
en base al grado de complejidad y/o invasividad del el análisis realizado. Posteriormente, será efectuado
procedimiento. (Ver Tabla 2). un análisis del resto de las complicaciones, que nos
dará el panorama total del riesgo previsto en todos los
Esta tabla nos muestra que la capacidad de predicción pacientes, lo cual en seguida deberá hacerse también
del método con 3 variables duplica a la capacidad de para predecir las complicaciones postoperatorias y
predicción de complicaciones cardiovasculares tran- poder llegar a una tabulación general, donde el factor
soperatorias, al utilizar únicamente la valoración del introducido ahora en el resultado será básicamente la
estado físico (o ASA) de los pacientes. En seguida se anestesia y sus riesgos.
anotan las tablas correspondientes al análisis de fac-
Tabla 3. Análisis del Coeficiente de Determinación sólo con el estado físico del paciente
Change Statistics
Adjusted Std. Error of R Square Durbin-
Model R R Square R Square the Estimate Change F Change df1 df2 Sig. F Change Watson
1 .423 .179 .175 3.8407 .179 41.285 1 189 .000 1.664
Change Statistics
Adjusted Std. Error of R Square Durbin-
Model R R Square R Square the Estimate Change F Change df1 df2 Sig F Change Watson
1 .508 .358 .354 3.4187 .358 103.530 1 188 .000 1.748
Ciencias clínicas 13
Evaluación del riesgo perioperatorio
30
20
10
Suma ponderada
-10
5 10 15 20 25 30 35 40 45
30
20
10
Suma ponderada
-10
-2 -1 0 1 2 3 4
REGR factor score 1 for analysis 1
14 Ciencias clínicas
Evaluación del riesgo perioperatorio
Tabla 5. Tabulador de riesgo transoperatorio cardiovascular Hecho esto, seleccionará la tabla correspondiente al
ASA y cruzará el tipo de cirugía con el de anestesia,
ASA 1 CIR 1 CIR 2 CIR 3 CIR 4 CIR 5 lo que le dará un dígito final, que corresponde al gra-
ANES 1 1 1 1 1 2 do de riesgo, que se definirá de la siguiente manera:
ANES 2 1 1 1 2 3 1.- Riesgo mínimo
2.- Riesgo moderado
ANES 3 1 1 2 3 3
3.- Riesgo alto
ANES 4 2 2 3 3 4 4.- Riesgo muy alto
ANES 5 2 3 3 4 4 5.- Riesgo extremo
(Ver tabla 5).
ASA 2 CIR 1 CIR 2 CIR 3 CIR 4 CIR 5
Esta escala mide lo que llamaremos “riesgo transope-
ANES 1 1 1 1 2 2
ratorio cardiovascular”. La escala va del 1 al 5, don-
ANES 2 1 1 2 2 3 de el 1 corresponde al menor riesgo y el 5 al mayor
ANES 3 1 2 3 3 4 riesgo de presentar complicaciones cardiovasculares
ANES 4 2 3 3 4 4
durante el periodo transanestésico-quirúrgico.
ANES 5 3 3 4 4 5 Discusión
ASA 2 CIR 1 CIR 2 CIR 3 CIR 4 CIR 5 Tomando las tablas anteriores como un resumen de
ANES 1 1 1 2 2 3 la comparación entre los dos métodos estudiados,
ANES 2 1 2 2 3 3
respecto a su capacidad de predecir la morbilidad
cardiovascular transoperatoria, y viendo que la grá-
ANES 3 2 2 3 4 4 fica que tiende a la línea recta entre las variables de-
ANES 4 3 3 4 4 5 pendientes e independientes es la que utiliza la suma
ANES 5 3 4 4 5 5 ponderada de las variables ASA, Cirugía y Anestesia,
consideramos que:
ASA 2 CIR 1 CIR 2 CIR 3 CIR 4 CIR 5
1.- Al utilizar el método propuesto se predice mejor
ANES 1 1 2 2 3 3
la incidencia de complicaciones transoperatorias car-
ANES 2 2 2 3 3 4 diovasculares, que al utilizar únicamente la clasifica-
ANES 3 2 3 3 4 5 ción de la ASA.
ANES 4 3 4 4 5 5
2.- Con el método descrito se puede obtener una es-
ANES 5 4 4 5 5 5 cala específica para cada tipo de complicación de las
descritas antes y evaluar, a partir de las mismas tres
ASA 2 CIR 1 CIR 2 CIR 3 CIR 4 CIR 5 variables, el riesgo transoperatorio y postoperatorio
ANES 1 2 2 3 3 4 implícitos.
ANES 2 2 3 3 4 4
3.- El establecer el riesgo total de un procedimiento
ANES 3 3 3 4 5 5 permitirá al grupo que atiende a un paciente reflexio-
ANES 4 3 4 5 5 5 nar acerca de la posibilidad de disminuir dicho riesgo
ANES 5 4 5 5 5 5 y ubicar al paciente en un grupo de riesgo menor, en
base a cambios factibles en la preparación del pacien-
te, en el plan quirúrgico o en la técnica anestésica.
La Tabla está basada, en primer lugar, en la definición 4.- La utilidad del método está complementada por la
del anestesiólogo sobre el estado físico del paciente, escala de tabulación de riesgo, que es una herramien-
es decir, que defina “su ASA”,6 lo cual lo remitirá en ta fácil de usar y entender.
seguida a clasificar el tipo de cirugía al que será so-
metido y la anestesia que ha planeado, de acuerdo 5.- No se evalúa en ningún momento las técnicas
con las necesidades del paciente y del procedimiento quirúrgica o anestésica propiamente dichas, sino que
a realizar. sólo se toman en cuenta como factores determinantes
de morbilidad perioperatoria.
Ciencias clínicas 15
Evaluación del riesgo perioperatorio
6.- Es de indudable valor el definir el estado físico 7.- En un futuro, ese tabulador estará diseñado para
del paciente y clasificarlo de acuerdo a la escala de definir el riesgo total, ya que integrará las conclusio-
la ASA, lo que se seguirá haciendo después de una nes a las que se haya llegado después de estudiar la
minuciosa valoración preoperatoria, en forma precisa incidencia real de todas las complicaciones periope-
y sin titubeos, de acuerdo a la definición más reciente ratorias.
de cada grupo de pacientes. Esta es la base para es-
tablecer el riesgo perioperatorio con el método PCA
Referencias bibliográficas:
descrito.
1.- Barash, Paul G. y Cols. Clinical Anesthesia. Preoperative
Conclusiones Evaluation. Cap. 2, 559-560. 1992.
2.- Brown, Burnell R. y cols. Clinical Anesthesiology”. Preope-
1.- Evaluar el estado físico de un paciente de acuer- rative Evaluation. Cap. 2, 7-49. 1981.
do con la clasificación de la ASA, es un primer paso 3.- Duke. Secretos de la Anestesia. Evaluación Preanestésica.
Cap. 15, 116-129. 1996.
muy importante para predecir el riesgo perioperatorio 4.- Drips, Echenhoff y Vandam. Introduction to Anesthesia.
al que estará sometido el enfermo, pero por sí solo no Preoperative Evaluation. Cap. 2, 11-19. 1997.
tuvo estadísticamente ningún valor predictivo en la 5.- Miller, Ronald D. Anesthesia. Routine Preoperative Evalua-
población estudiada, de acuerdo con los resultados tion. Vol.1: Cap. 24-25: 791-882. 1994.
obtenidos. 6.- ASA Physical Status Classification System. Extraído del sitio
web: http://www.asahq.org/clinicalinfo.htm
7.- Sosa González Alfredo. Evaluación Preoperatoria del Ries-
2.- Consideramos que al integrar el factor ASA con go de las Complicaciones Transoperatorias Cardiovasculares
el tipo de cirugía y de anestesia, definidos en base en Pacientes de Edad Adulta. Tesis presentada para obtener
al grado de complejidad e invasividad de cada uno el Grado Académico de Maestría en Ciencias con Especiali-
de ellos, puede obtenerse un valor de riesgo perio- dad en Estadística Aplicada. DECIC. Instituto Tecnológico y de
Estudios Superiores de Monterrey. Campus Monterrey. Mayo
peratorio que de un vistazo muestre al médico anes- 2003.
tesiólogo la posibilidad de que el paciente presente 8.- Sabinston, David D. Textbook of Surgery. Anesthesia Risk.
complicaciones, en este caso, transoperatorias y del Cap. 9,155-156. 1981.
sistema cardiovascular, lo que le permitirá, si es posi-
ble, tomar acciones para disminuir el grado de riesgo,
la morbilidad y la mortalidad. Correspondencia:
Dr. Pedro Méndez Carrillo
3.- La revisión del método PCA y de los resultados Email: pemendez@itesm.mx
obtenidos, mediante el análisis de factores y la regre-
sión lineal simple, mostró una tendencia lineal que
denota que a mayor grado de riesgo definido por el
factor resultado de las tres variables, mayor inciden-
cia de las complicaciones estudiadas.
16 Ciencias clínicas
Malformaciones congénitas
del sistema nervioso central
y manifestaciones cutáneas:
una revisión
• Dr. Enrique Caro Osorio1 neural. Antes de que se cierre el canal neural, de sus
• Dra. Cynthia Mendoza Rodríguez2 bordes se desprenden células que emigran en direc-
• Dr. Heriberto Vázquez Flores3 ción dorso-lateral formando la denominada cresta
neural. A expensas de estas células se formarán los
• Palabras clave: Mielomenigocele, disrafias, ganglios raquídeos simpáticos, parte de las meninges
craneosinostosis, manifestaciones cutáneas. y los melanocitos que emigran a la piel, esto ocurre
en la décima semana de gestación.2 La piel por su
Resumen parte deriva del ectodermo y mesodermo; del prime-
ro se originan epidermis, folículos pilosos, glándulas
La asociación entre piel y sistema nervioso central sebáceas, sudoríparas y uñas; del mesodermo se for-
(SNC) se origina desde la embriología del ser huma- mará tejido conectivo, músculo piloerector, vasos y
no. La estrecha relación entre ambos sistemas hace células de Langerhans.1,2
que aquellas manifestaciones internas puedan exte-
riorizarse con una expresión cutánea. Existen una se- Los defectos del SNC son las anormalidades congé-
rie de hallazgos dermatológicos que son marcadores nitas más importantes y determinantes para el desa-
importantes dentro de algunas patologías del sistema rrollo de un infante. Aunque la causa precisa de estos
nervioso, en especial aquéllos en donde la única ma- defectos permanece desconocida, la evidencia su-
nifestación de patología interna es una dermatosis. giere que muchos factores que incluyen la radiación,
En el presente artículo se revisan las malformaciones drogas, malnutrición, procesos químicos y genéticos
congénitas más frecuentes del SNC con manifestacio- –como la mutación de la respuesta al folato o las vías
nes cutáneas. dependientes de folato– pueden afectar de manera
negativa al desarrollo del SNC.3 Los defectos que
Introducción aquí se discuten incluyen las disrafias, craneosinos-
tosis, malformación de Arnold Chiari y malformación
La relación tan estrecha entre la piel y el sistema ner- de Dandy-Walker.
vioso central (SNC) se debe a que tienen un origen
en común, ambos sistemas se derivan del ectodermo. Disrafias
El sistema nervioso central emana de la porción dor-
sal media engrosada del ectodermo por delante de Los defectos de cierre del tubo neural en su rafe pos-
la fosita primitiva, la cual es conocida como placa terior están constituidos por una amplia variedad de
neural, que aparece en la tercera semana de gesta- lesiones, que en conjunto se denominan disrafias es-
ción.1 Durante el desarrollo del embrión esta placa se pinales. Entre éstas se encuentra la espina bífida que
deprime y se origina el surco neural, que al proseguir se caracteriza por una falta del cierre de los arcos
la depresión forma el canal neural y, finalmente, al posteriores de las vértebras. Existen diferentes formas
unirse los dos bordes de dicho canal se forma el tubo clínicas como: la espina bífida oculta (apertura en
1 Jefe del Servicio de Neurocirugía, Hospital San José Tec de Monterrey y Escuela de Medicina del Tecnológico de Monterrey.
2 Hospital San José Tec de Monterrey y Escuela de Medicina del Tecnológico de Monterrey.
3 Profesor de Cátedra de Dermatología de la Escuela de Medicina del Tecnológico de Monterrey.
Ciencias clínicas 17
Malformaciones congénitas del sistema nervioso central y manifestaciones cutáneas:
una revisión
El mielomeningocele es la mal-
formación más frecuente de
estas disrafias, mientras que la
diastematomielia, que se defi-
ne como una médula espinal
dividida en dos –usualmente
por un segmento de hueso o
cartílago–, es la afección me-
nos frecuente.2 La detección
oportuna de estigmas cutáneos
en estas malformaciones es
importante para el médico de
primer contacto, para así pre-
venir el daño neurológico pro-
gresivo que produce la médula
anclada, la cual consiste en
un filum terminale más corto,
dejando “secuestrado” el cono
medular por debajo de L2-L3;
lo que provoca en cualquier
etapa de la vida molestias y
dolores lumbares, incluso ma-
nifestaciones y daño neuroló-
gico.1 (Ver Figura 1). de los fetos. También hay un aumento de incidencia
en los embarazos de madres insulino dependientes.3
Mielomeningocele Es más frecuente en mujeres, en una proporción de
1.25:1 y en caucásicos. Se asocian al mielomenin-
Es la malformación congénita más grave de la colum- gocele otras malformaciones como: hidrocefalia en
na vertebral y la médula espinal. Corresponde a un el 65-85%, Arnold Chiari tipo II en el 90% de los
defecto en el cierre del tubo neural, los arcos poste- casos, deformidades músculo-esqueléticas con sín-
riores de las vértebras y la piel. Ocurre en 1 a 7 de drome artrogripótico, deformidades de pies, displasia
4 mil nacimientos vivos. La causa es desconocida y de caderas, xifosis y/o escoliosis congénitas y siringo-
multifactorial con factores genéticos, nutricionales y mielia. El diagnóstico prenatal puede detectar hasta
ambientales. Está demostrado que complementando un 90-95% de los casos por medio de ultrasonido. La
la alimentación con ácido fólico, la incidencia dis- determinación de alfa-fetoproteína sérica en mujeres
minuye en un 80%. El riesgo de recurrencia es del 3 de alto riesgo es otro parámetro importante en la de-
a 4% después de tener un hijo afectado, y asciende tección de defectos del tubo neural, y se mide a partir
al 10% después del segundo. La ingesta de valproato de las semanas 15-20 de gestación. La amniocentesis
sódico durante la gestación disminuye los niveles de está indicada en embarazos subsecuentes de mielo-
zinc y producen defectos del tubo neural en el 1-2% meningocele, si el ultrasonido no muestra disrafia.
18 Ciencias clínicas
Malformaciones congénitas del sistema nervioso central y manifestaciones cutáneas:
una revisión
En cuanto a localización, puede ser en cualquier y en cualquier sitio del cuerpo y mucosas; sin em-
lugar del axis neuronal, pero cerca de un 75% se bargo, su asociación con otras dermatosis en región
presenta en la región lumbosacra. Los hallazgos a la lumbosacra es sugerente de patología intrínseca. Es
clínica varían de acuerdo al nivel de la lesión y son por esto que se recomienda la valoración integral con
los siguientes: por debajo de T12 existe una completa apoyo ultrasonográfico en niños menores de 6 meses,
parálisis de todos los músculos de las extremidades y posterior evaluación con resonancia magnética de
inferiores y afecta el control del tronco por los mús- las estructuras adyacentes a la dermatosis.
culos psoas; en L1 hay una debilidad moderada a la
flexión de la cadera y palpable contracción del sar- La detección y tratamiento temprano de malforma-
torio; L2 presenta una flexión marcada de la cadera y ciones del SNC puede prevenir daño neurológico
moderada aducción; L3 posee una aducción normal permanente en estos infantes.6 Las alteraciones en la
de la cadera y casi una extensión normal de la rodi- piel y otros sistemas de los individuos con disrafias
lla; en L4 predomina extensión de la rodilla y parcial han cobrado mayor relevancia en la práctica médica,
dorsiflexión del pie; en L5 se conservan casi todos los de tal manera, que se ha identificado una importante
movimientos de la extremidad inferior, sin la exten- alergia al látex en este tipo de pacientes. Esta aler-
sión del pie, la cual ya está presente en lesiones por gia es una reacción mediada por Inmuno Globulina
debajo de S1 pero con parálisis de los músculos in- E (IgE), que puede manifestarse de forma leve en una
trínsecos del pie. Por debajo de S2 es difícil detectar urticaria, o incluso en formas más severas como ana-
alguna anormalidad en el movimiento de los miem- filaxis sistémica, broncoespasmo y edema laríngeo.
bros inferiores, pero en todos estos casos habrá dis- La prevalencia de reacciones alérgicas se identifica
función de los esfínteres en mayor o menor grado.3 hasta en un 20-30%; sin embargo, en estudios sero-
lógicos la evidencia de hipersensibilidad se identificó
Manifestaciones cutáneas hasta en un 40%. Esta información resulta muy va-
liosa al momento de las intervenciones quirúrgicas y
Los hallazgos cutáneos en las disrafias representan un durante el manejo hospitalario de estos pacientes.7,8
marcador clínico de sospecha muy importante, en es- También, se ha descrito la formación y recurrencia de
pecial en aquellas alteraciones en donde el único sig- quistes dermoides y epidermoides tras la reparación
no clínico es una dermatosis. Se han descrito áreas de de mielomeningocele, con lo que se concluye que
pelo en “parche”, cambios de pigmentación, nevos, lesiones hamartomatosas son comunes dentro de las
excrecencias de piel y hoyuelos cutáneos, también lla- características de la secuencia mielodisplásica.9
mados sinus dermal, y que representan la remanencia
de un cierre incompleto distal del tubo neural que se Defectos craneales y encefálicos
asocia a quistes dermoides intradurales y médula an-
clada.4 La hipertricosis, los hoyuelos y hemangiomas Craneosinostosis
se describen hasta en un 50% de las disrafias. Así, la
diastematomielia se asocia a áreas de hipertricosis, La craneosinostosis se caracteriza por el cierre pre-
mientras que una extensa colección de grasa sub- coz de una o más suturas craneales, lo que produce
cutánea se relaciona a lipomas espinales. Cualquier un crecimiento y desarrollo anormal del cráneo. Se
combinación de estos hallazgos puede estar presente le clasifica en primaria (vera) o secundaria. Ésta úl-
en el mielomeningocele.5 Recientemente, se ha re- tima se presenta como consecuencia de la falta de
portado la coexistencia de nevos gemelos y disrafia desarrollo cerebral, el cual es el estímulo para que
con la presentación inusual de nevos telangiectási- el cráneo se expanda (por ejemplo: microcefalia por
cos y nevos anemicus en la región lumbosacra de un TORSCH-Toxoplasmosis, rubéola, sarampión, cito-
recién nacido pretérmino. El nevos anemicus es una megalovirus, herpes). La craneosinostosis primaria o
dermatosis vascular congénita poco común, clínica- vera agrupa varios tipos que dependen de las suturas
mente consiste en una mácula hipopigmentada bien afectadas y las malformaciones añadidas. Se calcula
circunscrita de márgenes irregulares, rodeada de má- una incidencia de 0.6/1000 nacimientos.10 La etiopa-
culas satélites, que bajo vitropresión la lesión se vuel- togenia involucra una serie de hipótesis: que inicia
ve indistinguible del resto de la piel circundante. El desde el defecto primario de la bóveda, y que plantea
nevos telangiectásico son pequeños vasos sanguíneos que el defecto primario está en la propia sutura de
permanentemente dilatados que pueden ser vénulas, la bóveda craneana, y es la deformidad de la base
capilares o arteriolas. Las telangiectasias pueden ocu- su consecuencia; mientras que otra propuesta sugiere
rrir en piel normal a cualquier edad, en ambos sexos, una presión externa que produce el cierre patológico
Ciencias clínicas 19
Malformaciones congénitas del sistema nervioso central y manifestaciones cutáneas:
una revisión
Figura 2.
Sindrome de Cruzon: Caracterizado por proptosis, implantación baja de oídos y la braquicefalia o turricefalia con el reborde estenosado de las
suturas coronales (flechas).
de alguna sutura durante la etapa fetal. Por otro lado, • Trigonocefalia: Producida por el cierre de la sutu-
se postuló que el defecto primario se debe a cambios ra metópica, la frente es estrecha, triangular con un
en la base del cráneo y a una osificación defectuosa borde palpable y visible. Las órbitas tienen forma
de varios huesos de la base, en los cuales sus formas oval y los ojos poseen hipotelorismo.
o relaciones están afectadas. Esto provoca una altera-
ción de las fuerzas que producen tensión de la base a • Escafocefalia: Se produce por el cierre de la sutu-
la bóveda, lo que da lugar a la sinostosis craneales. ra sagital, el cráneo toma forma alargada en senti-
do anteroposterior con disminución del diámetro
Otra teoría propone que la causa primaria es un cre- biparietal. La frente es ancha en relación con la
cimiento defectuoso del mesénquima, en el cual se región occipital y puede palparse un reborde óseo
forma el hueso; los huesos formados en este tejido a todo lo largo de la sutura sinostosada. Ésta es la
son, por lo tanto, más pequeños que los normales y variedad más frecuente en la mayoría de las series
hacen contacto uno con el otro muy pronto. Por últi- y predomina en un 80% en hombres.
mo, se encuentran los factores hereditarios como en
• Turricefalia o Braquicefalia: Se produce por el
el Síndrome de Crouzon y de Apert.
cierre completo de la sutura coronal, dándole al
cráneo la forma en torre con disminución de su
El diagnóstico se basa en algunos elementos básicos
diámetro anteroposterior y alargado en altura. Se
como la presencia de un cráneo morfológicamente
presenta en el 18% de las sinostosis. Acompaña a
anormal, la ausencia a la palpación de determina-
síndromes como el Crouzon y Apert (ver Figura 2).
da fontanela, por su osificación anticipada y estudio
radiológico simple que evidencia la sutura cerrada. • Plagiocefalia: En este tipo se afecta una hemisu-
Una vez realizado el diagnóstico, la propia dismorfia tura coronal con dismorfia facial por aplanamien-
craneal dará una idea del tipo de craneosinostosis. La to de la frente, y una órbita hipoplásica del lado
Tomografía Axial Computada (TAC) ayuda a demos- afectado y abombamiento frontal compensatorio
trar el contorno del cráneo, puede mostrar engrosa- contralateral.
miento o mayor densidad en el área de la sinostosis
y demostrar hidrocefalia, si está presente, lo cual es • Oxicefalia: Todas las suturas están cerradas. Puede
raro.4,11 ser armónica, cuando se fusionan todas a la vez,
cursando con un cráneo pequeño siempre acom-
Los tipos de sinostosis son los siguientes: pañado de un síndrome de hipertensión endocra-
20 Ciencias clínicas
Malformaciones congénitas del sistema nervioso central y manifestaciones cutáneas:
una revisión
Ciencias clínicas 21
Malformaciones congénitas del sistema nervioso central y manifestaciones cutáneas:
una revisión
Las manifestaciones cutáneas de esta malformación tener defectos cardiovasculares como persistencia
incluyen cutis marmorata en especial en Arnold del conducto arterioso, coartación de la aorta y dex-
Chiari tipo I. Esta dermatosis es una alteración del co- trocardia.4,24
lor de piel que se muestra purpúrica con un patrón de
malla, afecta principalmente zonas extensas de extre- Se han descrito anormalidades cutáneas asociadas
midades inferiores y a veces superiores. Además, se a esta malformación, llama la atención la melanosis
ha descrito asociación con telangiectasias y ulcera- neurocutánea, dermatosis congénita rara en donde se
ciones superficiales de la piel.20 Múltiples lentigines y desarrollan múltiples tumores melanocíticos benig-
nevos azules se asocian a síndromes que comparten nos y malignos de las leptomeninges con numerosos
la característica del Arnold Chiari. También se men- nevos melanocitis congénitos en piel. Se presenta de
cionan reportes aislados con las siguientes dermato- manera muy inusual con tan sólo 10 casos reportados
sis: múltiples hemangiomas, nevos melanocítico con- en la literatura, y el riesgo de progresión a melanoma
génito gigante, facomatosis, pigmento vascular tipo II maligno aumenta exponencialmente en estos pacien-
y leucodermia. En estos pacientes, además, se reporta tes.25 También se reporta la asociación del Dandy-
un incremento en el riesgo de desarrollar melanoma Walker con hemangiomas cutáneos que se presentan
maligno y otros tumores de la cresta neural.20-22 Re- como tumores violáceos cubiertos por telangiectasia
cientemente, se ha sugerido la relación entre anorma- con grandes venas en la periferia, en especial locali-
lidades del SNC, en especial Arnold Chiari con pruri- zados a cara.26
to de origen central, que puede justificar las lesiones
y huellas de tipo rascado encontrados en pacientes Conclusión
con esta patología.23
Es importante notar que en la piel se pueden mani-
Malformación de Dandy-Walker festar indudablemente las alteraciones internas del
organismo, las lesiones presentes, sugerentes de pato-
Se caracteriza por un ensanchamiento quístico del logía interna, deben ser evaluadas no sólo a la clínica
cuarto ventrículo, que se traduce en un espacio anor- sino también con estudios de laboratorio y gabinete.
malmente agrandado en la parte posterior del cere- Aquellos individuos con este tipo de lesiones pueden
belo, que interfiere con el flujo normal del líquido estar asintomáticos y los hallazgos cutáneos ser los
cefalorraquídeo a través de los agujeros de Luschka únicos marcadores de anormalidad, en especial en el
y de Magendie, que comunican al cuarto ventrículo periodo de recién nacido, por lo que se recomienda
con las otras partes del cerebro; además, presenta hi- un examen exhaustivo de la piel y particularmente
poplasia y agenesia del vermis y los hemisferios cere- de la región lumbosacra. El abordaje diagnóstico de
belosos, que secundariamente produce una hidroce- estos niños debe ser multidisciplinario; si no se reco-
falia congénita en un 90% de los casos e hipertensión nocen a tiempo estas malformaciones internas puede
intracraneal. La tríada característica para establecer llegar a existir daño neurológico permanente o inclu-
el diagnóstico: hidrocefalia, ausencia de vermis cere- so retrasar un tratamiento con las deficiencias en la
beloso y quiste de la fosa posterior con comunicación calidad de vida que esto representa.
al cuarto ventrículo. Otras anormalidades incluyen
agenesia del cuerpo calloso en un 17% y un ence-
Referencias bibliográficas:
falocele occipital en un 7% de los casos. La clínica
suele comenzar durante la lactancia por crecimiento 1. Goldman: Cecil Textbook of Medicine, 22nd ed., W. B. Saun-
del cráneo en forma progresiva, el estado general de ders Company. 2004.
los niños puede ser excelente, aunque si el síndrome 2. Arenas R. Atlas Dermatología Diagnóstico y Tratamiento. 3ed.
se deja a su evolución espontánea comienzan con México. McGraw Hill. 2005; 1-17.
3. Behrman: Nelson Textbook of Pediatrics. Congenital Anomalies
síntomas de postración, somnolencia y rechazo a los
of the Central Nervous Sistem. 17th ed., Saunders. 2004, 1983-
alimentos. La progresión de la hidrocefalia provoca 1985.
anomalías en la motilidad ocular. La compresión de 4. Greenberg M. Handbook of Neurosurgery. 5ed. USA. Thieme,
las vías ópticas debido a la dilatación del tercer ven- 2001.
trículo puede dar lugar a una atrofia óptica y la afec- 5. Kaufman BA. Neural tube defects.- Pediatr Clin North Am - 01-
Apr-2004; 51(2): 389-419.
tación del sexto par craneal. La disfunción del tronco
6. Tatli, M. Mansur, Kumral, Abdullah, Duman, Nuray, Ozkan,
encefálico ocasiona dificultades para la succión o la Sebnem & Ozkan, Hasan. An Unusual Cutaneous Lesion as the
alimentación, y puede causar vómitos y aspiración. Presenting Sign of Spinal Dysraphism in a Preterm Infant. Pediatric
Es importante recordar que estos individuos pueden Dermatology. 2004; 21 (6), 664-666.
22 Ciencias clínicas
Malformaciones congénitas del sistema nervioso central y manifestaciones cutáneas:
una revisión
7. Tosi LL, Slater JE, Shaer C, Mostello LA. Latex allergy in spina
bifida patients: prevalence and surgical implications. J Pediatr Or-
thop 1993;13:709-12.
8. Kattan, H, Harfi, Ha & Tipirneni, P. Latex allergy in Saudi chil-
dren with spina bifida. Allergy. 1999; 54 (1), 70-73.
9. Storrs BB. Are dermoid and epidermoid tumors preventable
complications of myelomeningocele repair? Pediatr Neurosurg.
1994;20(2):160-2.
10. Ridgway EB. Skull deformities. -Pediatr Clin North Am- 1
April 2004; 51(2): 359-87.
11. Woolley EJ. Management of craniofacial abnormalities. -
Hosp Med- 1 July 2005; 66(7):405-10.
12. Beals SP. Form and function in craniofacial deformities.
-Semin. Pediatr. Neurol.- 1 December 2004; 11(4): 238-42.
13. Piatt JH Jr. Recognizing neurosurgical conditions in the pe-
diatrician’s office. -Pediatr Clin North Am- 1 April 2004; 51(2):
237-70.
14. MacGregor FB, Geddes NK. Nasal dermoids: the significance
of a midline punctum. Arch Dis Child 1993;68(3):418-9.
15. Benjamin LT, Trowers AB, Schachner LA. Successful acne
management in Apert syndrome twins. Pediatr Dermatol. 2005
Nov-Dec;22(6):561-5.
16. Gilaberte, Montserrat, Puig, Lluis & Alomar, Agustín Isotreti-
noin Treatment of Acne in a Patient with Apert Syndrome. Pedi-
atric Dermatology. 2003; 20 (5), 443-446.
17. Torley, D., Bellus, G.A. & Munro, C.S. Genes, growth factors
and acanthosis nigricans. British Journal of Dermatology. 2002;
147 (6), 1096-1101.
18. Tubbs RS. Chiari I malformation and neurofibromatosis type
1. -Pediatr Neurol- 1 April 2004; 30(4): 278-80.
19. Reimao R. Frontal foramina, Chiari II malformation, and hy-
drocephalus in a female. -Pediatr Neurol- 1 October 2003; 29(4):
341-4.
20. Tubbs RS. Cutaneous manifestations and the Chiari I malfor-
mation. -Pediatr Neurol- 1 September 2003; 29(3): 250-2.
21. Frieden IJ, Williams ML, Barkovich AJ. Giant congenital mela-
nocytic neviBrain magnetic resonance findings in neurologically
asymptomatic children. J Am Acad Dermatol 1994;31:423-9.
22. Nye JS, Hayes EA, Amendola M. Myelocystocele-cloacal
exstrophy in a pedigree with mitochondrial 12S rRNA mutation,
aminoglycoside-induced deafness, pigmentary disturbances, and
spinal anomalies. Teratology 2000;61:165-71.
23. Gnirs, Kirsten & Prelaud, Pascal. Cutaneous manifestations
of neurological diseases: review of neuro-pathophysiology and
diseases causing pruritus. Veterinary Dermatology. 2005 16(3),
137-146.
24. Goetz: Textbook of Clinical Neurology. Etiological Categories
of Neurological Diseases. 2nd ed., Saunders, 2003; 574-576.
25. Mena Cedillos Carlos Alfredo, Valencia Herrera Adriana M.,
Arroyo Pineda Alma Iris, Salgado Jiménez M. Ángeles, Espinoza
Montero Rubén, Martínez Ávalos Armando Bernardo & Perales
Arroyo Antonio. Neurocutaneous Melanosis in Association with
the Dandy–Walker Complex, Complicated by Melanoma: Report
of a Case and Literature Review. Pediatric Dermatology. 2002;
19(3), 237-242.
26. Ross, Gayle, Bekhor, Philip, Su, John & Marks, Michael A
case of phace syndrome. Australasian Journal of Dermatology.
2005; 46(4), 253-256.
Correspondencia:
Dr. Enrique Caro Osorio
Email: ecaro@itesm.mx
Ciencias clínicas 23
Hospital San José Tec de Monterrey
Centro de Diagnóstico
y Tratamiento Láser en Oftalmología
La Cirugía Láser
en Oftalmología
Cirugía Refractiva en el Hospital San José
Tec de Monterrey con Excimer Láser
• Desprendimiento de Retina
Si bien en los casos avanzados de
desprendimiento de retina se requiere cirugía en
las etapas tempranas los oftalmólogos pueden
prevenirlos sellando las lesiones predisponentes
en los casos que lo requieran.
• Diabetes
La diabetes causa la retinopatía diabética, la cual
es la principal causa en nuestro país de pérdida
visual definitiva, es muy frecuente que estos
pacientes tengan vasos sanguíneos que
pierdan fluido dentro del ojo, lo que ocasiona
una disminución de la visión progresiva; con
la utilización del láser de argón resulta posible Nd-YAG Láser.
volver a sellarlos siendo éste hasta el momento,
el único mecanismo con el que se disminuye
el riesgo de pérdida visual severa. INSERCIÓN PAGADA POR UNIDAD DE OFTALMOLOGÍA
DEL HOSPITAL SAN JOSÉ TEC DE MONTERREY
Orquidopexia por laparoscopia
en el testículo no descendido
El abordaje laparoscópico en urología pediátrica está El 50% de los testículos no descendidos son del lado
encontrando rápidamente varias aplicaciones; en derecho, un 25% son del lado izquierdo, y hasta el
muchos centros hospitalarios de tercer nivel hasta 25% es bilateral.2 Cuando se presenta en forma bi-
un 90% de las patologías urológicas pediátricas se lateral, y sobre todo asociada a hipospadia, deberá
resuelven por cirugía laparoscópica o de mínima in- de considerarse una urgencia por ser un estado inter-
vasión, y cada vez más se practican procedimientos sexual e iniciar a la brevedad su estudio y manejo.
más complejos.
Los problemas más frecuentes asociados con el tes-
Nuestra experiencia con este abordaje lo iniciamos tículo no descendido: el desarrollo de neoplasias, la
en 1990 y publicamos nuestra primera casuística en subfertilidad, la torsión testicular y la hernia inguinal.3-5
1992. El objetivo de esta presentación es mostrar los
resultados de la orquidopexia por laparoscopia en 73 El testículo no descendido se clasifica en palpable y
pacientes con 81 testículos no descendidos realiza- no palpable. Dentro del grupo palpable se encuentran:
dos por el mismo cirujano y con un seguimiento de el ectópico, el retráctil y el escrotal alto. El que se
más de 7 años. encuentra en canal inguinal y en el anillo inguinal
profundo.
Introducción
En el grupo de no palpable se encuentra el intrabdo-
El testículo no descendido es una patología diagnos- minal y la anorquidia.6 Por último el “Peeping Testis”,
ticada frecuentemente desde el momento del naci- éste en ocasiones es palpable y en ocasiones no, y
miento o en las primeras visitas con el pediatra. La tiene la peculiaridad de que se encuentra abocado
siempre al anillo inguinal profundo.
La edad a la que se recomienda iniciar su tratamiento
1, 2 Cirujano Pediatra, Hospital San José Tec de Monterrey.
3 Anestesiólogo, Hospital San José Tec de Monterrey. es después de los 6 meses y deberá estar completo an-
4, 5 Escuela de Medicina del Tecnológico de Monterrey. tes de los 2 años, y de preferencia al año de edad.7
26 Ciencias clínicas
Orquidopexia por laparoscopia en el testículo no descendido
El abordaje quirúrgico del testículo palpable se rea- con CO2 se coloca un trocar de 5 mm en la cicatriz
liza mediante orquidopexia convencional abierta,8 la umbilical por donde se pasa una lente de 30 grados
cual no está exenta de complicaciones, una de las del mismo diámetro y dos trocares laterales de 2 ó 3
más importantes es la atrofia testicular secundaria mm colocados a nivel de la línea axilar anterior por
a lesión vascular o isquemia por edema o inflama- donde se pasan una pinza y una tijera de la misma
ción. Se reporta un 8% de falla en el tratamiento de medida, posteriormente, se inicia el abordaje del ani-
la criptorquidia en testículos por arriba del escroto, llo inguinal profundo (ver Imagen 1) disecando el de-
de un 10-20% si el testículo está localizado en el ca- ferente y los vasos espermáticos para ganar longitud
nal inguinal, y de hasta un 25% si está situado en el a los mismos; acto seguido, se extrae el testículo y se
abdomen. secciona el gubernaculum (ver Imagen 2), para pos-
teriormente introducir un cuarto trocar de 1 cm por
En relación al tratamiento del testículo no palpable la bolsa escrotal del lado afectado y sacarlo a nivel
se han descrito básicamente cuatro técnicas quirúr- interno de los vasos epigástricos, por donde se des-
gicas: ciende el testículo para finalmente realizar la pexia
1.- Orquidopexia abierta por etapas.9 con técnica habitual. (Ver Imágenes 3 y 4).
2.- Técnica de Fowler - Stephens: que consiste en sec-
cionar los vasos espermáticos conservando la irri-
gación del testículo por la arteria deferencial. Se Imagen 1
puede realizar en una o dos etapas por abordaje
abierto o laparoscópico.10
3.- Autotrasplante testicular: en la que se seccionan los
vasos espermáticos y con microcirugía se anasto-
mosan a los epigástricos.11
4.- Orquidopexia por laparoscopia o de mínima in-
vasión.12
Ciencias clínicas 27
Orquidopexia por laparoscopia en el testículo no descendido
Imagen 4
Todos los pacientes fueron dados de alta 24 horas des-
pués de operados, excepto 2 de ellos con antecedentes
de hiperreactores pulmonares --un paciente con ante-
cedente de prematurez y broncodisplasia-- que desa-
rrollaron un cuadro respiratorio que retrasó el alta.
Discusión
28 Ciencias clínicas
Orquidopexia por laparoscopia en el testículo no descendido
Cada vez salen a la luz mas artículos que tratan la Referencias bibliográficas:
aplicación de la laparoscopia en el manejo de la crip-
1. Berkowitz GS, Lapinski RH, Dolgin SE, Gazella JG, Bodian CA,
torquidia, por lo que actualmente se considera como Holzman IR. Prevalence and natural history of cryptorchidism.
la primera elección en el testículo no palpable, y una Pediatrics 1993;92:44-9.
excelente opción en el manejo del testículo palpable 2. Kogan SJ. Fertility in cryptorchidism. An overview in 1987. Eur
no descendido; pero seguro que en los próximos años J Pediatr 1987;146 (suppl 2):S21-4.
3. Schultz KE, Walker J. Testicular torsion in undescended testes.
se considerará al abordaje laparoscópico también
Ann Emerg Med 1984;13:567-569.
como la primera opción en el manejo del testículo 4. McAleer IM, Packer MG, Kaplan GW, Scherz HC, Krous HF,
palpable no descendido. Billman GF. Fertility index analysis in cryptorchidism. J Urol
1995;153:1255.
Conclusión 5. Swerdlow AJ, Higgins CD, Pike MC. Risk of testicular cancer
in cohort of boys with cryptorchidism. BMJ 1997;314:1507-11
[Published erratum appears in BMJ 1997;315:1129].
La laparoscopia es una excelente técnica no sólo para 6. Cisek LJ, Peters CA, Atala A, Bauer SB, Diamond DA, Retik
el diagnóstico, sino también para el tratamiento del AB. Current findings in diagnostic laparoscopic evaluation of the
testículo no descendido. La orquidopexia por lapa- nonpalpable testis. J Urol 1998;160:1145-50.
roscopia demostró ser un excelente abordaje no sólo 7. Riquelme M. Laparoscopic orchiopexy for the palpable and
nonpalpable undescended testes (submitted). Presented at the
para los testículos no palpables intrabdominales, sino
American Academy of Pediatrics 2002 National Conference and
también para los palpables altos. Es una técnica fá- Exhibition October, 2002, Boston, Massachusetts.
cilmente reproducible para el cirujano pediatra con 8. Koop CE. Technique of herniorraphy and orchiopexy. Birth De-
experiencia en laparoscopia. No existen contraindi- fects Orig Artic Ser 1977;13:293-303.
caciones descritas, ya que puede ser empleada aun 9. Kiesewetter WB, Mammen K Kalyglou M : The rationale and
results in two stages orchiopexies. J Pediatr Surg 16:631, 1981.
en pacientes de bajo peso, y no se requiere más equi-
10. Bloom DA,Two-step orchiopexy with pelviscopic clip ligation
po del que poseen los hospitales en donde se realizan of spermatic vessels. J Urol 1991;145:1030-1033.
cirugías de mínima invasión. 11. Silber SJ: Microsurgery for the undescended testicle. Urol.Clin
North Am 9:429,1982.
Encontramos una menor incidencia (52%) de un 12. Poppas DP, Lemark GE, Minimberg DT. Laparoscopic orchio-
pexy: Clinical experience and description of technique. J Urol
conducto peritoneo vaginal permeable asociado al
1996 155: 708-711.
testículo no palpable durante la orquidopexia lapa- 13. Lindgren BW et al Laparoscopic orchiopexy; Procedure of
roscópica, en relación a otros artículos publicados choice for the nonpalpable testis? 1998;169 2132-2135.
previamente.15,16 14. Docimo SG Laparoscopic orchiopexy for the high palpable
undesended testis: preliminary experience. J Urol 1995;154:1513-
1515.
Encontramos las siguientes ventajas en el abordaje
15. Riquelme M et all Five years experience in laparoscopic ap-
laparoscópico del testículo no descendido: proach in palpable undescended testis Congreso IPEG Venecia,
Italia. Junio 2005.
1.- Una disección más alta de los vasos espermáticos, 16. Riquelme M et all Laparoscopic Orchiopexy for palpable un-
que evita la tensión al momento de la fijación del descended testes five years experience Journal of Laparoscopic
and Advanced Surgical Techniques. 2006;16 321-324.
testículo.
2.-Una disección cuidadosa y más larga del deferente
hasta la parte inferior de la vejiga.
3.-Diagnóstico y corrección de la hernia contralateral
Correspondencia:
(8%).
Dr. Mario Riquelme
4.-Evita la excesiva disección y corte de grupos mus-
Email: cima_riquelme@hotmail.com
culares del abordaje abierto que ocasiona mayor do-
lor.
5.-Mejores resultados cosméticos.
Ciencias clínicas 29
Caso de tricobezoar gástrico
manifestado como neumoperitoneo
en el Hospital San José Tec de Monterrey
Revisión de casuística y literatura
Introducción
Resumen clínico
Imagen 2. Rx Tele de tórax neumoperitoneo
Se trata de paciente femenino de 18 años de edad
con antecedente de tricotilomanía y tricofagia de va-
rios años de evolución, ingresada a nuestro Hospital
por dolor epi-mesogástrico intenso de 5 días de evo-
lución, acompañado de náusea, vómito y halitosis.
Los hallazgos importantes a la exploración física fue-
ron los siguientes:
• IMC 16.
• Cabeza: áreas aisladas de alopecia.
• Abdomen: distendido, rígido, doloroso, rebote (+),
se palpa masa ovoide de aproximadamente 20 x
15 cm en epi-mesogastrio, semisólida y móvil. (Ver
Imagen 1).
30 Ciencias clínicas
Caso de tricobezoar gástrico manifestado como neumoperitoneo
en el Hospital San José Tec de Monterrey. Revisión de casuística y literatura
Evolución
Revisión de literatura
Clasificación:
• Fitobezoar
• Tricobezoar
• Lactobezoar
• Diospirobezoar
• Polibezoar (cuerpos extraños)
• Bolo de comida
• Concreciones (cemento o resinas)
• Medicamentos (sucralfato) Tricobezoar que adquirió la forma del estómago
• “Gummi bear” (gomitas) Dimensiones: 34 x 25 x 12 cm. Peso 1,009 grs.
• Algodón (drogadictos)1
Ciencias clínicas 31
Caso de tricobezoar gástrico manifestado como neumoperitoneo
en el Hospital San José Tec de Monterrey. Revisión de casuística y literatura
32 Ciencias clínicas
El médico frente a la educación
del paciente
• Dr. Manuel de la Maza Flores1
Para la mayoría de los médicos la educación del pa- La Secretaría de Salud de acuerdo a la NOM-168-
ciente es importante en la atención. SSA1-1998 del expediente clínico nos obliga a señalar
los riesgos y beneficios del Acto Médico autorizado
El médico está acostumbrado a informar el diagnósti- para obtener la firma de “carta de consentimiento bajo
co, tratamiento y la prevención de la enfermedad; el información”, y la Joint Commission of Acreditation of
tipo y la cantidad de información proporcionada varía Health Care Organizations también requiere, para la
entre un médico y otro. Podemos suponer muchas ra- acreditación, que esta información se cumpla basada
zones para esta variación: la información es retenida en la legislación vigente.
muchas veces porque suponemos que el paciente no
tiene la capacidad y el entrenamiento necesario para Una mala educación del paciente se traduce en malos
entender una explicación completa, y que el dar toda resultados, insatisfacción del paciente, incremento en
esta información puede resultar en una mala interpre- los costos de la salud, llamadas innecesarias, incum-
tación y provocar ansiedad; o en otras ocasiones, por- plimiento de las indicaciones del tratamiento, cancela-
que pensamos que otro médico en el equipo de salud ción de citas, eventos adversos de medicamentos y un
lo va ha hacer. mayor número de demandas profesionales.
La información que proporcionamos es la que noso- Las investigaciones al respecto revelan que la informa-
tros, los médicos, pensamos que es necesaria, en vez ción que damos no siempre se traduce en acciones, y
de brindar la que realmente necesita o desea el pa- esto depende de múltiples factores como: la situación
ciente. Existen médicos que sólo diagnostican al pa- particular del paciente; personalidad; sistemas de apo-
ciente sin enfatizar en la educación, argumentan que yo psicológicos, psicosociales, y culturales; nivel de
no tienen el tiempo para hacerlo, que las compañías “rapport” y el confort con el médico; y el grado de cul-
no lo pagan, o que el paciente no lo va a entender, tura en salud. Una educación efectiva debe de identifi-
y no le preguntan si comprendió el diagnóstico y las car estas barreras para implementar las recomendacio-
recomendaciones. Si ven al paciente regresar, asumen nes del tratamiento, el médico debe de ayudar a sus
que siguió las indicaciones, de lo contrario, lo clasifi- pacientes a aclarar los aspectos que son importantes,
can de no cooperador y otros adjetivos. así como a lograr implementar las decisiones terapéu-
ticas apropiadas.
En los últimos años se ha desarrollado un énfasis en
la educación de los pacientes, quienes junto con sus De acuerdo con estudios realizados sobre el apego
familiares buscan activamente información acerca del al tratamiento1 los pacientes usualmente retienen el
diagnóstico y de todos los tratamientos disponibles; 50% de la información que se les brindan debido a las
por lo tanto, la educación del paciente debe de ser malas técnicas de comunicación, o bien a factores de
una parte integral del cuidado que los médicos brin- ansiedad, pasividad y pobre cultura general en salud.
den a sus pacientes. Esta área debe ser incluida en las Las creencias del paciente acerca de los medicamen-
competencias clínicas del currículo de las escuelas de tos influyen profundamente en la forma que los toma.
medicina, sin embargo, no todas reconocen esta nece- Estos mismos estudios revelan que las fuentes de infor-
sidad. La mayor parte de los médicos nunca recibieron mación comúnmente provienen de la familia, amigos,
preparación alguna y muchos requieren de los cono- medios masivos, Internet, y, por último, del médico;2,3
cimientos y las herramientas para la educación del pa- por lo tanto, es importante el conocer las actitudes y
ciente, debido a que ésta no había sido reconocida por creencias del paciente acerca del medicamento pres-
las escuelas de medicina como un elemento necesario crito para aumentar la probabilidad de apego al trata-
en la calidad de la atención. miento.
Educación médica 33
El médico frente a la educación del paciente
A pesar de que se reconoce que la educación del pa- Entre las reglas para mejorar la comunicación se en-
ciente es una parte importante en el cuidado que brin- cuentran: el permitir que el paciente hable libremente
damos, se asume que el que conoce el texto puede durante la consulta, hacerle preguntas abiertas como
explicarlo y que el paciente lo va ha entender, lo cual “¿hay algo más que desea decir o saber?”, pedirle que
no es cierto. Es necesario aprender y desarrollar las si- explique lo que entendió, escribir las recetas con clari-
guientes habilidades específicas: dad, y evitar el contradecir a otros colegas.
• Establecer un buen “rapport” con el paciente.
• Determinar su capacidad receptiva y habilidad para Las metas mínimas a lograr en la comunicación con
aprender el proceso. el paciente durante una consulta deben ser: extraer la
• Educarlo a la medida de sus necesidades con una información que nos permite obtener un diagnóstico
comunicación clara y efectiva. o las pruebas que son necesarias para determinarlo e
• Identificar y usar apropiadamente fuentes adiciona- informarle de qué está enfermo, su pronóstico, la mo-
les en las que el paciente pueda aprender. dificación de sus actividades y el tratamiento que de-
• Determinar las barreras para implementar las reco- berá de utilizar para aliviar o mejorar sus síntomas y
mendaciones del tratamiento. las alternativas que puedan existir.
• Solucionar junto con el paciente los problemas iden-
tificados. Al final de una consulta el paciente debe de ser capaz
de responder los problemas de salud que tiene y qué
La Academia Americana de Médicos Familiares define debe hacer al respecto; a dónde debe de ir a sus exá-
la cultura en salud como el grado de capacidad que menes, tratamientos y seguimiento; cómo debe tomar
tienen los individuos para obtener, procesar y enten- sus medicamentos, cómo van a responder y cómo sa-
der información básica acerca de la salud y servicios ber si están actuando debidamente o si tienen un efec-
necesarios para llevar a cabo decisiones apropiadas to indeseable; a quién debe de llamar si existe alguna
sobre la salud, y define operativamente la educación duda o preocupación.
del paciente como el proceso de influir en la conducta
del paciente y producir cambios en el conocimiento, La educación del paciente es crítica en nuestro dia-
actitudes y habilidades necesarias para mantener o rio quehacer. Una educación efectiva se basa en el
mejorar la salud. conocimiento de las necesidades de información del
paciente y la habilidad para entender y utilizar la in-
A pesar de que es poco lo que podemos hacer para au- formación; por consiguiente, el tiempo que se invierte
mentar el conocimiento general y habilidad de nues- resulta en un costo-beneficio con mejores resultados y
tros pacientes, existen estrategias que podemos utilizar satisfacción para el paciente y una reducción de ries-
para eliminar el desconocimiento y otras barreras de gos de demanda profesional para los médicos.
comunicación. Es recomendable seguir los siguientes
principios de una educación del paciente efectiva:
Referencias bibliográficas:
• Establecer los principales conceptos que el paciente
debe saber. 1.- Terry PE, Healy Healy ML. The physician role in educating
• Establecer un “rapport” que involucre al paciente. patients. A comparision of mailed versus physician delivered
patient education. J Fam Pract 2000; 49:314-318.
• Evaluar el conocimiento que tiene sobre lo básico de
2.- Budtz S, UIT K. Consulting the internet before visit to the
su enfermedad. general practice. Patient use of internet and other sources of
• Determinar qué es lo que el paciente quiere y nece- health information. Scan Journal of Primary Health Care 2002;
sita conocer sobre su salud. 20:174-176.
• Enfocarse en 3 a 5 mensajes claves. 3- Stevenson F A, Gerret D, Rivers P Wallace G. GP´s recogni-
• Explicar en lenguaje entendible. tion of and response to influences on patients´ medicine tak-
ing: the implications for communication Family Practice 2000;
• Utilizar, de ser posible y conveniente, diversos me-
17:119-123.
dios de información.
• Demostrar su empatía con calidez y brindarle apoyo
emocional.
Correspondencia:
• Reforzar el proceso de enseñanza-aprendizaje según
Dr. Manuel de la Maza Flores
sea necesario.
Email:mdelamaza@itesm.mx
• Involucrar a otros profesionales en el proceso de
educación.
• Evaluar si el paciente entendió la información brin-
dada.
34 Educación médica
Desarrollo histórico
de la Medicina científica
• Dr. Jorge E. Valdez García1
• Palabras clave: Historia de la Medicina, Medicina Podemos pues, entender la Medicina como el conjunto
científica, Medicina racional especulativa, Medicina de actividades destinadas a: mantener sano al ser hu-
empírica basada en creencias. mano, prevenir y tratar sus enfermedades, aliviar el su-
frimiento, además de rehabilitar al enfermo. Entonces,
Resumen en un sentido amplio, el ejercicio de la Medicina es
atender las necesidades sanitarias de las personas.
La Medicina ha sido y es la encargada de atender el
binomio salud-enfermedad en la vida del ser humano. Aun con la definición anterior, si le preguntáramos a
cualquier persona sobre qué es la Medicina, la mayoría
La Medicina científica moderna ha sido consecuencia, de las respuestas indicarían que es una ciencia. Sabe-
no siempre fácil, de su evolución a través de varios mos bien, que la Medicina es más que una ciencia,
periodos. Inició con la Medicina empírica basada en es también una técnica y un arte interpretativo (herme-
creencias que apareció en las sociedades preurbanas néutico), además de un compromiso moral. Esta “defi-
y que prevaleció en las urbanas, principalmente, como nición” como ciencia puede ser explicada por el hecho
medicinas populares. de que la mayoría de los cuestionados han nacido en
una época operante de la llamada “Medicina cientí-
La Medicina científico-especulativa comenzó con la fica”, y en donde han podido experimentar sus muy
aparición del pensamiento racional griego. Siguió su variados y numerosos éxitos individuales y colectivos.
paso a Roma donde fue introducida por médicos es- Esta gran popularidad justifica el que se dedique un
clavos. Más tarde, los médicos del Islam son quienes poco de tiempo a conocer cómo se ha dado este fenó-
recogieron, sistematizaron y trasmitieron el saber grie- meno social que es la Medicina científica.
go antiguo. De manera paralela y consecuente al desa-
rrollo de la Medicina del Islam, la Medicina medieval Contexto histórico-social
occidental cristiana se desarrolló. Le tomó tiempo a la
Medicina conformarse en científico experimental. Les Hemos dicho que Medicina es la manera en que el
corresponde a los médicos del siglo XIX el convertir a hombre y la sociedad enfrentan al fenómeno de la en-
la Medicina en una verdadera ciencia natural. Sin em- fermedad. Con una visión amplia de lo anterior, se de-
bargo, llama la atención que a pesar de todo el progre- ben considerar las diversas formas de Medicina y evitar
so, en los últimos tiempos, se escuche hablar de la cri- sólo tomar en cuenta a la Medicina científica moderna,
sis de la Medicina. Son varios los autores que señalan incluso cuando en nuestra sociedad pareciera ser el
que la crisis se debe al modelo sanitario que se utiliza, modelo hegemónico, aunque bien sabemos que no es
el modelo biomédico que configura nuestra Medicina el único.
científica moderna.
Una simple mirada a nuestra sociedad nos permitirá
Introducción comprobar que existen otras formas de Medicina li-
gadas a la cultura popular, procedentes de diferentes
El binomio salud-enfermedad es una constante a la cual tradiciones, ya sean autóctonas, asiáticas, africanas o
se han tenido que enfrentar todas las sociedades desde incluso europeas. Resulta obvio el alto número de estas
la prehistoria. La Medicina ha sido y es la encargada de formas de medicina, más si tomamos en cuenta no sólo
atender esta constante en la vida del ser humano. las presentes sino aquéllas existentes en la historia de
la humanidad.
Humanidades médicas 35
Desarrollo histórico de la Medicina científica
Cada una de estas formas puede les que se interrogaron sobre el ser
estudiarse como lo propone López de las cosas y sobre los principios
Pinero como un conjunto de rela- que constituyen la materia.
ciones o interacciones sociales, es
decir, como un sistema social, o El pensamiento griego logró, de
bien, como un conjunto de pautas manera genial y francamente revo-
de conducta o comportamiento, en- lucionaria, generar la idea de que
tendiéndolas como un sistema cul- el universo en su conjunto y cada
tural. Si aplicamos estos dos puntos una de las cosas, en particular, tie-
de vista, que son complementarios, nen una Phycis que los caracteriza.
las nociones vagas o intuitivas al de- Más tarde los latinos definirán esto
finir la Medicina quedan sustituidas como naturaleza. Sin embargo, lo
por el concepto preciso de sistema más importante fue llegar a pensar
médico, que supone equiparar la que la Phycis está sometida a leyes
Medicina a los demás subsistemas inmutables y comprensibles racio-
resultantes del análisis sociocultu- nalmente, y que puede ser mani-
ral. pulada por el hombre mediante la
techné o arte.
Podríamos clasificar los diferentes
sistemas médicos de acuerdo a di- La Medicina
ferentes criterios. El más general es científico-especulativa
el carácter de sus fundamentos, que
pueden ser las creencias mágicas y En la antigua Grecia existió una tra-
religiosas, el empirirsmo, los sabe- dición de Medicina religiosa ligada
res clásicos o la ciencia moderna. a los templos de Asclepio y culti-
vada por sacerdotes. Pero también
Como las creencias y el empirismo se presentan siem- surgió un cuerpo de médicos-artesanos, independientes
pre asociados, se distinguen tres grandes grupos: del sacerdocio, que se agruparon en las escuelas Cire-
• Los sistemas empíricos basados en creencias ne, Crotona, Cos, Cnido, entre otras. (Ver Figura 1).
• Los racionales clásicos
• La Medicina científica moderna Alrededor del siglo V a. C. esta forma de Medicina arte-
sanal incorporó los principios de la filosofía convirtién-
Los empíricos basados en creencias aparecen en las so- dose en un techné iatriké o arte médico basado en un
ciedades preurbanas y prevalecen en las urbanas, prin- conocimiento científico.
cipalmente, como medicinas populares.
Al incorporar los médicos las teorías especulativas,
Los racionales clásicos proceden de la India, China y propias de los filósofos, convirtieron a la Medicina en
Grecia, desde donde se han extendido a amplias zonas científico-especulativa. Esto significa que el sabio tenía
geográficas. Las medicinas clásicas india y china con- plena confianza en la capacidad de la mente huma-
tinúan siendo hegemónicas en Asia Oriental y algunos na para intuir la esencia de las cosas por medio de la
de sus elementos han sido introducidos a Occidente. observación simple de los fenómenos particulares. Al
La Medicina griega clásica, tras dos milenios de vigen- partir de esas esencias pretendía constituir un conoci-
cia en Europa y el mundo islámico, fue paulatinamente miento universal y necesario que, idealmente, había de
desplazada por la Medicina científica moderna que se ser sistematizado en forma deductiva. No existía la ne-
constituyó, a partir de ella, a través de un complejo pro- cesidad de contrastar experimentalmente las ideas que
ceso dialéctico que inició en el Renacimiento. llegaban a intuirse; les parecía suficiente con que los
conceptos científicos fueran claros, coherentes y razo-
El pensamiento racional en la Grecia antigua nables. El contrastar las ideas con la realidad deberá
esperar todavía algunos siglos.
Es el pueblo griego de la antigüedad el que desarrolló
una nueva manera de pensar y de vivir que ha sido lla- Desarrollo histórico de la Medicina clásica
mado el milagro griego, que dio origen, con sus magní-
ficos logros culturales, a nuestra civilización occiden- Los primeros restos documentales de la Medicina racional
tal. En Grecia aparecen los primeros filósofos raciona- griega se remontan a los comienzos del siglo V a. C. Des-
36 Humanidades médicas
Desarrollo histórico de la Medicina científica
Humanidades médicas 37
Desarrollo histórico de la Medicina científica
38 Humanidades médicas
Desarrollo histórico de la Medicina científica
complementarse e integrarse. Hoy en día son el núcleo De no hacerse esto, sentencian algunos que la Medici-
de la práctica médica, lo que la hace más científica y le na será, en un futuro no muy lejano, económicamente
proporciona la fortaleza, tan aparente, para la mayoría insostenible, clínicamente confusa, socialmente frus-
de las personas. trante y carente de dirección y propósito coherente.
Humanidades médicas 39
Carta al editor:
En el número 11 de nuestra pasada edición, en la Tra-
yectoria Médica titulada “Dr. Francisco Alaniz Cami-
no: Un luchador activo y experto de la Radioterapia”,
en donde se hace referencia a la familia del Dr. Alaniz
se omitió el nombre de una de sus hijas, Paulina Ala-
niz Uribe, licenciada en Estudios Internacionales.
Atentamente
40 Carta al editor
Información para los Autores Los pies de figura aparecerán escritos a doble espacio, en hoja aparte, con numeración arábiga.
Se explicará cualquier simbología y se mencionarán los métodos de tinción y/o la escala en las
La revista AVANCES es el medio de publicación científica del Hospital San José Tec de Monterrey figuras que lo requieran.
y de la Escuela de Medicina del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey y
auspiciado por la Fundación Santos y De la Garza Evia en Monterrey, Nuevo León, México. REQUISITOS ESPECÍFICOS
La revista AVANCES se publica tres veces al año y solamente recibe manuscritos originales de to- Artículos originales
das las áreas de la Medicina Clínica, la Investigación Básica en Bio-medicina, Educación Médica Resumen
y Humanidades Médicas. Se presentará en un máximo de 2,000 palabras, e indicará el propósito de la investigación, los
procedimientos básicos (selección de la muestra, de los métodos analíticos y observacionales);
Todos los trabajos enviados deberán de apegarse a los formatos que se describen abajo, y serán principales hallazgos (datos concretos y en lo posible su significancia estadística), así como las
sujetos a revisión por expertos y por el Comité Editorial para dictaminar su aceptación. conclusiones relevantes.
Enviar los trabajos a: REVISTA AVANCES | OFICINA EDITORIAL | Hospital San José Tec de Monterrey • Av. Morones Prieto #3000 Pte. • Col. Los Doctores
Monterrey, Nuevo León. México 64710 • Teléfono: (81) 83471010, exts. 6179 y 2577 • e-mail:avances@hsj.com.mx • www.itesm.mx/vid/fsge/avances.htm
Políticas Editoriales 41