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NÚMERO

12 V O L U M E N 4 • M AYO | A G O S T O 2 0 0 7

TRAYECTORIA MÉDICA • Ejemplo admirable y defensor


de la profesión médica en México
Dr. Héctor Javier Fernández González

CIENCIAS CLÍNICAS • Evaluación del riesgo perioperatorio


ISSN 1665-6237 • Registro Postal. PUBLICACIONES • PP19-0021 • Autorizado por SEPOMEX • Revista indizada en: Imbiomed, Latindex

• Malformaciones congénitas del sistema nervioso central


y manifestaciones cutáneas: una revisión

• Orquidopexia por laparoscopia en el testículo no descendido


Seguimiento a largo plazo

• Caso de tricobezoar gástrico manifestado como


neumoperitoneo en el Hospital San José Tec de Monterrey
Revisión de casuística y literatura

EDUCACIÓN MÉDICA • El médico frente a la educación del paciente

HUMANIDADES MÉDICAS • Desarrollo histórico de la medicina científica


MENSAJE
EDITORIAL

• Dr. Víctor Manuel Uscanga Vicarte1

El fin natural de la Medicina: la salud. Este término, de De esta forma, el Campus de la Salud proyecta el
acuerdo con la Organización Mundial de la Salud en desarrollo de la investigación en áreas básicas, clíni-
su constitución de 1948, fue definido como: “un estado cas y educativas; algunas de estas investigaciones se
de completo bienestar físico, mental y social”, y no so- documentan en su Revista de Divulgación Médico-
lamente la ausencia de afecciones o enfermedades. La Científica “Avances”, la cual aborda temas clínicos,
salud implica, entonces, que todas las necesidades fun- educativos y de humanidades médicas.
damentales de las personas estén cubiertas: afectivas,
sanitarias, nutricionales, sociales y culturales. Los invito a participar con entusiasmo en este vehícu-
lo académico y ser agentes de un cambio positivo en
El Tecnológico de Monterrey con la integración del las necesidades de salud de nuestra sociedad.
Campus de la Salud establece un compromiso de
visión futura ante la sociedad para apoyar el cum-
plimiento de sus necesidades, y emerge como un Correspondencia:
“Centro Académico de Salud”, donde convergen en Dr. Víctor Manuel Uscanga Vicarte
forma multidisciplinaria y en todas sus dimensiones: Email: vuscanga@itesm.mx
la educación, la atención médica, la investigación y
la transferencia del conocimiento.

Es a través de los estudiantes, residentes, profesores,


médicos, investigadores, personal de apoyo clínico
y académico, que dentro del marco de los recintos
Escuela de Medicina, Hospital San José Tec de Mon-
terrey, su Cuerpo Médico y el nuevo Centro de Inno-
vación y Transferencia en Salud (CITES) se realizan
estrategias y actividades diversas en cada uno de es-
tos rubros para poder llevar a cabo el cumplimiento
de estos ideales de salud.

La investigación médica, generadora de conocimien-


to, es una de estas estrategias que nos ayuda a mejo-
rar el estudio, porque nos permite establecer contacto
con la realidad a fin de que la conozcamos mejor.
Constituye un estímulo para la actividad intelectual
creadora. Ayuda a desarrollar una estructura crecien-
te y sólida acerca de la solución de los problemas
relacionados con la salud, permite que la práctica
clínica se estructure en una medicina basada en evi-
dencias, además de que contribuye al progreso de la
lectura crítica.

1 Director de Desarrollo Curricular de Posgrado de la Escuela de Medicina del Tecnológico de Monterrey.

Mensaje Editorial
COMITÉ
EDITORIAL
Cuerpo
Médico
Dirección General Hospital Escuela Centro de del Hospital
San José de Medicina Innovación y Fundación San José
de la Revista
Tec de del Tecnológico Transferencia Santos y De Tec de
Dr. Jorge E. Valdez García Monterrey de Monterrey la Garza Evia Monterrey
en Salud

Director Médico Ejecutivo Director Director Director Directora Presidente


de la Revista General Dr. Martín Dr. Martín Lic. Norma Dr. Manuel
Dr. Pedro Ramos Contreras Ing. Ernesto Hernández Torre Hernández Torre Herrera Ramírez Elizondo Salinas
Dieck Assad
Director Ejecutivo Director Vicepresidente
Director Médico de Pregrado Dr. Felipe
de la Revista:
de Planeación Dr. Ángel N. Flores Rodríguez
Ing. Jorge López Audelo Harp Dr. Javier Valero Cid García
Gómez Presidente
Consejo Editorial Director del Comité
Dr. Francisco G. Lozano Lee Director Médico de Posgrado de Enseñanza
Dr. Ricardo Rodríguez Campos de Operación e Investigación y Educación
Dr. Román González Ruvalcaba Dr. Francisco X. Dr. Antonio Médica Continua
Treviño Garza Dávila Rivas Dr. Horacio
Dr. Carlos Díaz Olachea
González Danés
Dr. Juan Mauro Moreno Guerrero
Dr. Horacio González Danés
Dr. Pedro Méndez Carrillo
Dr. Jorge M. Fernández De la Torre
Dr. Enrique Saldívar Ornelas
Dr. Arturo J. Barahona Iglesias Coordinación Producción y
Dr. Javier Valero Gómez Financiera y Logística corrección editorial
Dr. Francisco X. Treviño Garza Lic. Ma. de los Angeles Lic. Sara González Saldaña
Dr. Manuel Pérez Jiménez Garza Fernández
Dra. Ana Cecilia Rodríguez de Romo Diseño y
Dr. Manuel Ramírez Sánchez Colaborador de corrección editorial
Dr. Francisco Durán Íñiguez Coordinación Financiera Dominio Gráfico
Lic. Lizette Orta Herrera
Editores Asociados
Dr. Carlos A. Cuello García Coordinación
Dr. Rolando Neri Vela de Acervo Científico
Dra. Luz Leticia Elizondo Montemayor Lic. Alejandro Suárez Martínez
Dr. Jesús Ibarra Jiménez
Colaborador
Coordinación de Acervo Científico
de Revisión Editorial Lic. Graciela Medina Aguilar
Dra. María Dolores Vázquez Alemán
Dr. Publio Ayala Garza
Dr. Carlos Zertuche Zuani
Dr. David Aguirre Mar
Dr. Ignacio Cano Muñoz

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AVANCES puede ser consultada a través de Internet en: http://www.itesm.mx/vds/fsge/avances.htm
avances@hsj.com.mx y se encuentra indizada en: http://www.imbiomed.com/ • http://www.latindex.unam.mx/
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Auspiciado por: La revista AVANCES es medio oficial del Hospital San José Tec de Monterrey. Reserva de derechos expedido por el Instituto Nacional del
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medio alguno, incluso electrónico, ni traducida a otros idiomas, sin la autorización escrita de sus editores. www.fsge.org.mx

Comité Editorial
CONTENIDO Trayectoria Médica

6 Ejemplo admirable y defensor de la profesión médica en México


Dr. Héctor Javier Fernández González
Dr. René Ubaldo Villarreal Guerra

Ciencias clínicas

8 Evaluación del riesgo perioperatorio


Dr. Pedro Méndez Carrillo, Lic. Alfredo Sosa González, Dr. Rafael Borbolla Escoboza,
Dr. Christian Garrigoux, Dr. Alfonso Castro Ibarra

17 Malformaciones congénitas del sistema nervioso central


y manifestaciones cutáneas: una revisión
Dr. Enrique Caro Osorio, Dra. Cynthia Mendoza Rodríguez,
Dr. Heriberto Vázquez Flores

24 La cirugía láser en oftalmología

26 Orquidopexia por laparoscopia en el testículo no descendido


Dr. Mario Riquelme Heras, Dr. Arturo Aranda Gracia, Dr. Carlos Rodríguez Ramos,
Mario Riquelme Quintero, Andrés Alonso Gómez Garza

30 Caso de tricobezoar gástrico manifestado como


neumoperitoneo en el Hospital San José Tec de Monterrey
Revisión de casuística y literatura
Dr. Humberto Sánchez Alarcón, Dr. Miguel León Aragón, Dr. Oscar Villegas Cabello,
Dr. José Antonio Díaz Elizondo, Dr. César Antonio Gálvez Hernández

Educación Médica

33 El médico frente a la educación del paciente


Dr. Manuel de la Maza Flores

Humanidades Médicas

35 Desarrollo histórico de la medicina científica


Dr. Jorge E. Valdez García

40 Carta al editor

Contenido
TRAYECTORIA
MÉDICA

Ejemplo admirable y defensor


de la profesión médica
en México

Dr. Héctor
Javier Fernández
González
Colaborador:
• Dr. René Ubaldo Villarreal Guerra1

El Dr. Héctor Javier Fernández González es uno de los


médicos más distinguidos de México, reconocido na-
cionalmente no sólo por ser un excelente cardiólogo, En 1960 regresó a Monterrey donde, inmediatamente,
sino también porque a través de los años ha defendido fue nombrado Profesor Titular de las cátedras de Pro-
y dignificado la profesión médica. pedéutica Médica, Cardiología y Profesor de Clínica en
la Facultad de Medicina y en el Hospital Universitario
El Dr. Fernández González nació en Ciudad Victoria, de la Universidad de Nuevo León, de 1960 a 1969,
Tamaulipas, donde cursó sus estudios básicos; poste- durante ese período fue reconocido como un gran edu-
riormente, se trasladó a Monterrey para continuar con cador y se le designó como Director de la Facultad de
su preparación profesional en la Facultad de Medicina Medicina y del Hospital Universitario de 1966 a 1967;
de la Universidad de Nuevo León, en donde se graduó al terminar sus funciones fue distinguido con el nom-
con Honores en 1955 (primer lugar de su generación). bramiento de Rector de la Universidad de Nuevo León
Realizó estudios de posgrado y se especializó en Me- de octubre de 1967 a noviembre de 1969.
dicina Interna, con subespecialidad en Cardiología en
Saint Louis University, St. Louis Missouri, Estados Uni- En 1969 participó como Consejero Médico y Miembro
dos, de 1955 a 1960. Fundador del Hospital San José Tec de Monterrey, y or-
ganizó y dirigió la Primera Unidad de Terapia Intensiva
Contrajo matrimonio con su paisana Ela Vidal, con que se instaló en México en el Hospital San José Tec de
quien procreó cuatro hijos: Ela Patricia, Héctor, Adria- Monterrey. Al mismo tiempo organizó, fundó y dirigió
na y Mauricio. Él y su esposa son orgullosos abuelos de el Primer Grupo de Médicos Especialistas: “El Centro
seis varones y tres mujeres. de Diagnóstico de Monterrey”, del cual es Presidente
Vitalicio.

1 Médico cirujano del Hospital San José Tec de Monterrey.

6 Trayectoria Médica
Ejemplo admirable y defensor de la profesión médica en México
Dr. Héctor Javier Fernández González

Es Profesor Coordinador del curso de Cardiología de Médico, administrador, educador, investigador, líder,
pregrado en la Escuela de Medicina del Tecnológico de escritor, orador, estadista y consejero, describen por
Monterrey desde el año de 1980. igual a este extraordinario médico. A sus pacientes les
inspira seguridad y confianza, sus alumnos lo conside-
Es Jefe del Servicio de Cardiología del Hospital San José ran un maestro ejemplar y sus amigos nos sentimos or-
Tec de Monterrey a partir del año 1980. gullosos de su amistad y sus logros. Él fue médico de mi
madre, es el médico de mi esposa, de mis hijos y mío,
Es fundador y miembro de múltiples Asociaciones Mé- por lo que le tengo un gran aprecio y admiración.
dicas:
• La Asociación Regiomontana de Cardiología desde
1962.
• Fundador de la Asociación de Medicina Interna del Correspondencia:
Noreste y Segundo Presidente de la misma en 1964. Dr. René Ubaldo Villarreal Guerra
• Fellow of the American Collage of Chest Physicians Email: renevi@prodigy.net.mx
desde el mes de octubre de 1968.
• Miembro de la Asociación de Medicina Interna de
México, Capítulo Monterrey, desde 1969.
• Miembro del Seminario “Ejercicio Actual de la Me-
dicina” División de Posgrado, Facultad de Medicina,
UNAM, desde 1998.
• Fundador del Cuerpo Médico del Hospital San José
Tec de Monterrey, el cual presidió de 1981 a 1983 y
Miembro Emérito a partir del 2003.

Como Presidente de la Federación Nacional de los


Colegios Médicos de México (FENACOME), de 1999
a 2001, participó en una gran cantidad de pláticas y
reuniones en las que se distinguió por ser una gran de-
fensor de la profesión médica.

Cuando no está atendiendo a sus pacientes o tutorando


a sus estudiantes, se dedica a escribir artículos y libros.
Ha sido coautor de siete libros que han sido publicados
por la Secretaría de Salud y la UNAM, y es autor de
más de 40 artículos de diferentes tópicos sobre Cardio-
logía, Historia de la Medicina, Derechos de Médicos,
Derechos de los Pacientes, entre otros.

Él fue recipiendario de la medalla al Mérito Cívico, Pre-


sea Estado de Nuevo León en el área de Medicina en
mayo de 1998.

También es Consejero emérito del Consejo Mexicano


de Medicina Interna desde noviembre de 1980.

El Dr. Héctor Fernández es igualmente experto en su


consulta, en las aulas de la Facultad de Medicina, en
las Salas de Emergencia del Hospital, en la Unidad de
Cuidados Intensivos, en un salón de conferencias en
donde siempre se ha distinguido por su elocuencia, al
igual que en círculos políticos.

Trayectoria Médica 7
CIENCIAS
CLÍNICAS

Evaluación del riesgo perioperatorio


• Dr. Pedro Méndez Carrillo1
• Lic. Alfredo Sosa González2
• Dr. Rafael Borbolla Escoboza3
• Dr. Christian Garrigoux4
• Dr. Alfonso Castro Ibarra5

• Palabras clave: Evaluación preoperatoria, riesgo, del año 2002 en el Hospital San José Tec de Mon-
ASA, PCA. terrey. Se hizo una comparación entre la capacidad
del método para clasificar el estado físico (ASA) y el
Resumen método de clasificación de tres variables: ASA, Ci-
rugía y Anestesia (PCA: Paciente, Cirugía, Anestesia)
La evaluación preoperatoria de un paciente, que será para “predecir” el riesgo al que estuvo sometido cada
intervenido quirúrgicamente, para definir sus necesi- paciente.
dades y establecer el plan anestésico se resume habi-
tualmente mediante la clasificación de la American El análisis estadístico definió la capacidad de predic-
Society of Anesthesiologists (ASA) del estado físico, ción de uno y otro método de clasificación.
que no es útil para predecir el riesgo ni las posibles
complicaciones del procedimiento. Se compararon los resultados, los cuales mostraron
que la capacidad de predicción del riesgo por medio
Este trabajo propone un método que, además de uti- del método PCA duplicó la capacidad de predicción
lizar la clasificación de la ASA, hace una estratifica- de la clasificación ASA (R2 ASA: 179, R2 PCA: 358).
ción del tipo de cirugía y de anestesia, de acuerdo
al grado de invasión y complejidad, para predecir la Introducción
posibilidad de que se presenten complicaciones y
prevenirlas, además de reducir la morbi-mortalidad • Antecedentes
perioperatoria. Un enfermo que es sometido a un procedimiento qui-
rúrgico es sustraído de su medio ambiente natural y
Se revisaron retrospectivamente las complicaciones cotidiano para ser conducido a través de una senda
transoperatorias cardiovasculares, y se analizaron los que transcurre por un período de hospitalización,
expedientes clínicos seleccionados al azar de 188 aunque sea corto, a donde ingresa con un “equipaje”
pacientes intervenidos durante el primer semestre de características físicas y enfermedades de las cuales

1 Director de Anestesiología del Hospital San José Tec de Monterrey y Profesor del Programa de Especialización Médica en Anestesiología,
División de Ciencias de la Salud del Campus Monterrey del Tecnológico de Monterrey.
2 Pasante de Maestría en Estadística Aplicada, División de Electrónica Computación, Información y Comunicaciones
del Campus Monterrey del Tecnológico de Monterrey.
3 Investigador del Centro de Investigación y Extensión, División de Ciencias de la Salud del Campus Monterrey
del Tecnológico de Monterrey.
4 Profesor de Estadística de la Maestría en Estadística, División de Electrónica Computación, Información y Comunicaciones
del Campus Monterrey del Tecnológico de Monterrey.
5 Residente del Programa de Especialización Médica en Anestesiología, División de Ciencias de la Salud
del Campus Monterrey del Tecnológico de Monterrey.

8 Ciencias clínicas
Evaluación del riesgo perioperatorio

no puede deshacerse, para llegar después al momen- para disminuir efectivamente la posibilidad de que se
to de su tratamiento, al cual se somete con plena con- presenten complicaciones trans y postoperatorias, lo
fianza y con la certeza de que será lo suficientemente que redundará indudablemente en la obtención de
seguro y certero como para enviarlo de regreso, ya un mejor resultado del tratamiento al que haya sido
“curado”, a su medio familiar, social y laboral, sin sometido.
ningún problema, aunque se haya visto sometido a
los riesgos que implica dicho tratamiento, los cuales Es inegable que la evaluación del riesgo perioperato-
acepta de buen grado. rio, respecto a la morbilidad y mortalidad periopera-
torias, es tarea indispensable a realizar por el aneste-
Pero hay algo a lo que habitualmente teme el pacien- siólogo con la intención de:1-3
te, y no es necesariamente la cirugía. Le teme a la 1.- Disminuir el riesgo potencial definido.
anestesia a la que será sometido y que él sabe que, al 2.- Modificar el manejo transoperatorio y el cuidado
igual que la cirugía, implica riesgos. Es algo justifica- postoperatorio para minimizar la morbilidad.
do, pues la anestesia es un estado en el que normal- 3.- Proporcionar una información adecuada al propio
mente no estará nunca, pero que es necesaria para paciente.
que el médico y el equipo de salud que lo atenderán
puedan hacerlo sin que implique un sufrimiento para Esta evaluación del riesgo requiere tomar en cuenta
él; además, al término del tratamiento deberá regresar todos los factores contribuyentes al mismo, como son
a su estado normal de conciencia, tarea que también los siguientes:4
está encomendada al anestesiólogo. 1.- La severidad de cualesquiera condiciones patoló-
gicas coexistentes.
Los riesgos que implica la anestesia son reconocidos 2.- La invasividad del procedimiento quirúrgico.
también por los propios anestesiólogos, quienes ha- 3.- La urgencia del mismo.
rán siempre lo necesario para minimizar el riesgo de
que se produzcan las complicaciones potenciales, y, • Importancia
por tanto, disminuir la morbilidad y la mortalidad que Si reconocemos que la anestesia en sí representa un
se encuentran siempre como una amenaza constante, factor más de riesgo perioperatorio en base al grado
a la vera de ese camino que recorre el enfermo. de invasión al paciente en lo que respecta a:
1.- Monitoreo
¿Será posible predecir la posibilidad de que se pre- 2.- Abordaje vascular
senten tales complicaciones? ¿Cuál es el riesgo de 3.- Invasión farmacológica
que se presenten durante y después de la cirugía y 4.- Empleo de técnicas especiales
la anestesia?
Entonces veremos la necesidad de establecer un mé-
Desearíamos tener la capacidad de predecir el grado todo que nos diga, de forma gráfica y de un vistazo, el
de probabilidad de que se presente una complicación riesgo real al que está expuesto un enfermo, toman-
perioperatoria determinada, con la firme intención de do en cuenta los tres factores involucrados: Paciente,
disminuir la morbilidad y aun la mortalidad en nues- Cirugía y Anestesia, y que además nos permita expre-
tros pacientes; y esto requiere que aceptemos que sarlo en una forma numérica.
en el camino que recorre el enfermo para recuperar
su salud enfrentará riesgos que se relacionan con su Este trabajo propone un método de predicción del
estado físico actual y con su cirugía, pero además, riesgo perioperatorio que toma en cuenta los tres fac-
con aquellos riesgos a los que será expuesto por la tores, y que permite asignar al final un valor numéri-
anestesia en sí. co entre 1 y 5, que representa la menor o mayor posi-
bilidad de que el paciente sufra alguna complicación
• Objetivo trans o postoperatoria.
Nuestra propuesta pretende que el médico anestesió-
logo tenga a su disposición una herramienta útil para Material y método
que, en una forma más precisa, esté en condiciones
de establecer el riesgo real y total al que se verá ex- El planteamiento contempla inicialmente establecer
puesto su paciente, para que tenga la oportunidad 5 categorías de evaluación para cada aspecto que ro-
de tomar las medidas preoperatorias más adecuadas dea un procedimiento quirúrgico:

Ciencias clínicas 9
Evaluación del riesgo perioperatorio

Esta será la base para definir el grupo de riesgo don- drogas coadyuvantes (no habituales) ni drogas su-
de se ubicará al paciente. plementarias.

Paciente: Se utiliza la clasificación de la ASA.5,6 A3 Anestesia con monitoreo básico y especial, inva-
sión vascular para control hemodinámico y apor-
P1 Paciente sano a excepción de lo que motiva la te de líquidos, apoyo farmacológico (drogas no
cirugía. anestésicas cardio o vasoactivas), uso de drogas
coadyuvantes no habituales (antagonistas, vg.),
P2 Paciente con enfermedad sistémica, de leve a mo- drogas suplementarias, técnica anestésica combi-
derada. nada.

P3 Paciente con enfermedad sistémica severa. A4 Anestesia similar a A3, con duración mayor a 2
horas, con maniobras especiales, maniobras para
P4 Paciente con enfermedad sistémica severa con intubación difícil, intubación con el paciente des-
amenaza para la vida. pierto, uso de tubo endotraqueal de doble lumen,
ventilación de un solo pulmón, ventilación me-
P5 Paciente moribundo, que no se espera que sobre-
cánica especial, fibrolaringoscopia, colocación
viva sin la cirugía.
de catéter de Swan Ganz, circulación extracor-
pórea, hipotermia, hipotensión inducida, (RCP).
La más reciente publicación de la ASA considera un
estado 6 (P6), que no es aplicable en esta aplicación A5 Técnica anestésica limitada en sus opciones por
de la clasificación, pues se refiere al paciente con el estado crítico del paciente.
muerte cerebral y potencial donador de órganos.
Esto significa que al asignarle a un paciente los pará-
Cirugía: Se clasifica de acuerdo a la extensión y/o metros que corresponderían a su procedimiento, es
gravedad del procedimiento, con una o varias de las decir, los parámetros P, C y A, obtendremos un grupo
características mencionadas en cada grupo. de tres dígitos que irán ya combinados, desde el 1-1-
1 hasta el 5-5-5. Obviamente que 1-1-1 representa
C1 Cirugía menor: extensión mínima, con anestesia a un paciente con un mínimo riesgo potencial trans
local, ambulatoria. y postoperatorio previsto, y que un enfermo con un
riesgo alto, como el caso 5-5-5, por ejemplo, es un
C2 Cirugía mayor simple: sobre un órgano o sistema,
paciente con un riesgo máximo previsto. Por supues-
sin procedimientos agregados.
to, que las diferentes combinaciones de los tres pará-
C3 Cirugía mayor compleja: sobre un órgano o siste- metros planteaban una gran dificultad para su inter-
ma, con otro(s) procedimiento(s) agregado(s) re- pretación, lo cual se estudió exhaustivamente desde
lacionado(s) con el programado, posible sangra- el punto de vista estadístico para definir el método
do relevante, tal vez con algún problema trans- de integración de las tres variables originales, ASA,
quirúrgico que puede ser solucionado. Cirugía y Anestesia, que pudiera expresar el riesgo
potencial real.
C4 Cirugía mayor múltiple: sobre varios órganos o
Para estudiar retrospectivamente la validez del méto-
sistemas, sangrado importante, probables com-
do, si se hubiese aplicado antes de la anestesia y ciru-
plicaciones transoperatorias, requiere preparati-
gía, se revisaron 188 expedientes del archivo clínico
vos especiales.
del Hospital San José Tec de Monterrey, todos per-
C5 Cirugía “de rescate”: peligro de muerte. tenecientes a pacientes intervenidos quirúrgicamente
durante el primer semestre del año 2002. Selecciona-
Anestesia: Se clasifica de acuerdo a la complejidad dos al azar, se definió sexo, edad, peso y talla, y de
del procedimiento, con una o varias de las caracterís- acuerdo a los datos registrados se les asignaron las
ticas mencionadas en cada grupo. categorías correspondientes a su estado físico, tipo
de cirugía y anestesia, según la clasificación anota-
A1 Anestesia local, con o sin sedación/analgesia. da antes. Eran pacientes de diversas especialidades y,
en todos y cada uno de ellos, se buscó la ocurrencia
A2 Anestesia con monitoreo básico, sin invasión vas- de una o varias de las complicaciones definidas en la
cular ni uso de drogas no anestésicas, sin utilizar Tabla 1.

10 Ciencias clínicas
Evaluación del riesgo perioperatorio

A cada una de las complicaciones se le asignaron Se revisó posteriormente la tabla de resultados y, dado
grados de gravedad de 1 a 3, donde el 1 es el grado el gran número de variables obtenidas, se decidió es-
menos serio y 3 el más grave, y se dio a cada uno de tudiar en primer lugar las complicaciones reportadas
estos grados su correspondiente definición y se asignó más frecuentemente, lo que correspondió a las com-
un valor cualitativo o cuantitativo, según correspon- plicaciones transoperatorias cardiovasculares.
diera.

Tabla 1. Complicaciones perioperatorias

Transoperatorias Postoperatorias

1.- Cardiovasculares 1.- Cardiovasculares


Hipertensión arterial Hipotensión
Hipotensión arterial Hipertensión
Arritmias Arritmias
Isquemia miocárdica Isquemia miocárdica
Sangrado Sangrado
Falla cardiaca

2.- Respiratorias 2.- Respiratorias


Hipoxemia Hipoxia
Hipercapnia Hipercapnia
Intubación endotraqueal difícil Extubación tardía
Manejo difícil de vía aérea Compromiso de vía aérea

3.- Renales 3.- Renales


Disminución del volumen urinario Disminución del volumen urinario
Hiperpotasemia Hiperpotasemia
Hipopotasemia Aumento del volumen urinario
Hipopotasemia

4.- Metabólicas 4.- Metabólicas


Trastornos de temperatura Trastornos de temperatura
Hiperglicemia Hiperglicemia
Hipoglicemia Hipoglicemia

5.- Neurológicas 5.- Neurológicas


Depresión respiratoria Depresión respiratoria
Mioneuroplejia Mioneuroplejia
Trastornos de conciencia Trastornos de conciencia

6.- Digestivas 6.- Digestivas


Regurgitación Regurgitación
Vómito Vómito
Distensión abdominal Distensión abdominal

7.- Cicatriciales 7.- Cicatriciales


De la herida De la herida
Tejidos profundos Tejidos profundos

8.- Infecciosas 8.- Infecciosas


Hallazgos y eventos De la herida
Diseminación Respiratorias
De vías urinarias Sepsis

9.- Nutricionales 9.- Nutricionales


Hipoproteinemia Hipoproteinemia
Anemia (por sangrado) Anemia (por sangrado)

Ciencias clínicas 11
Evaluación del riesgo perioperatorio

Estas complicaciones se definieron y clasificaron como una alteración del complejo QRS, que se con-
(como se hizo con todas las demás) de acuerdo a los vierte en una onda negativa única llamada “onda Q”.
siguientes conceptos:
d) Sangrado:
TAd1: Salida de sangre del espacio intravascular hacia
a) Hipertensión / Hipotensión: el extravascular o al exterior, en una cantidad hasta
TAa1: Aumento o disminución de menos de un 20% del 10% del volumen circulante calculado. Puede no
en la presión arterial, respecto a las cifras con las que es ser peligroso ni poner en peligro la vida del paciente,
recibido el paciente en el quirófano, antes de que inicie aun y cuando no se sustituya ni restituya.
su anestesia y cirugía. TAd2: Salida de sangre del espacio intravascular ha-
TAa2: Aumento o disminución de 20 a 30% en la pre- cia el extravascular o al exterior, en una cantidad en-
sión arterial, respecto a las cifras con las que es recibi- tre el 11 y el 20% del volumen circulante calculado.
do el paciente en el quirófano, antes de que inicie su Puede ser peligroso y poner en peligro la vida del pa-
anestesia y cirugía. ciente si no se sustituye o restituye adecuadamente.
TAa3: Aumento o disminución de más de 30% en la TAd3: Salida de sangre del espacio intravascular ha-
presión arterial, respecto a las cifras con las que es re- cia el extravascular o al exterior, en una cantidad
cibido el paciente en el quirófano, antes de que inicie mayor al 20% del volumen circulante calculado. Es
su anestesia y cirugía. peligroso y pone en peligro la vida del paciente si
no se sustituye o restituye adecuada y prontamente
b) Arritmia: (choque hipovolémico).
TAb1: Benigna.- Modificación del ritmo normal car-
diaco (sinusal) que no representa una amenaza para Primeramente se tenían tres variables principales (va-
la vida del paciente y que puede ser revertida espon- riables “de entrada”): ASA, Cirugía y Anestesia, or-
táneamente o con tratamiento médico. Tipos: taqui- dinales y en escala de 1 a 5 de acuerdo al grado de
cardia o bradicardia sinusal, ritmo de unión acelera- riesgo asociado con cada una de ellas. En seguida, al
do y extrasístoles auriculares aisladas. asignar un “grado de importancia” a cada una de las
TAb2: Potencialmente maligna.- Modificación del complicaciones (variables “de salida”), en base a su
ritmo normal cardiaco (sinusal) que representa una trascendencia clínica, se le dio un “peso proporcio-
potencial amenaza para la vida del paciente y que nal” a cada una (todas dentro del grupo de complica-
puede ser revertida espontáneamente o, como sucede ciones cardiovasculares transoperatorias).
generalmente, con tratamiento médico. Tipos: latidos
Los valores asignados fueron
ectópicos ventriculares, taquicardia supraventricular y
a) Isquemia miocárdica 40%
bloqueo AV (Aurículo-Ventricular) de segundo grado.
b) Hipertensión /Hipotensión 30%
TAb3: Letal.- Modificación del ritmo normal cardia-
c) Arritmia 20%
co (sinusal) que representa una amenaza real para la
d) Sangrado 10%
vida del paciente y que debe ser revertida inmedia-
tamente con tratamiento médico. Tipos: fibrilación La suma ponderada de estas cuatro variables se con-
ventricular, taquicardia ventricular, asistolia, bloqueo sideró luego como la definición de la variable que
AV (Aurículo-Ventricular) de tercer grado, frecuencia llamamos “riesgo”, con una escala continua que iba
cardiaca menor a 40 latidos por minuto. de 0 (ausencia de la complicación) a 3.

c) Isquemia miocárdica: Se utilizó el “análisis de factores” para resumir la


TAc1: Isquemia.- Fase inicial de la falta de oxigena- información del grupo de variables “de entrada” y
ción del músculo cardiaco, habitualmente por falta convertirlas en una, normal y continua, que permitió
de irrigación sanguínea, manifestada en el ECG (elec- utilizar una regresión lineal simple entre el factor ob-
trocardiograma) como una inversión de la onda T. tenido (de ASA, Cirugía y Anestesia) y la suma pon-
TAc2: Lesión.- Siguiente fase de la falta de oxigena- derada (riesgo).
ción del músculo cardiaco, habitualmente por falta
de irrigación sanguínea, manifestada en el ECG como Por otra parte, se hizo una regresión lineal entre ASA
un desnivel del segmento ST. y suma ponderada (riesgo) para establecer la com-
TAc3: Necrosis.- Fase final terminal de la falta de oxi- paración entre este resultado y el del análisis con las
genación del músculo cardiaco, habitualmente por tres variables, en lo que respecta a su carácter pre-
falta de irrigación sanguínea, manifestada en el ECG dictivo.

12 Ciencias clínicas
Evaluación del riesgo perioperatorio

Para hacer esto se utilizó la medida de capacidad de tores en ambos casos y las gráficas de tendencia con
predicción llamada “coeficiente de determinación” o el factor correspondiente a las “variables de entrada”
R2, que es la base de comparación en el resultado del en el eje “x” y el riesgo (suma ponderada de las va-
análisis.7 riables de salida o complicaciones encontradas) en el
eje “y”. (Ver Tablas 3 y 4, y Gráficas 1, 2).
Resultados
2.- En base al resultado descrito, se definió una meto-
Consideramos en este punto que se obtuvieron resulta- dología7 que permite clasificar, en una forma rápida y
dos en dos aspectos importantes: práctica, el riesgo perioperatorio al que se enfrenta el
paciente de presentar complicaciones (en este caso,
1.- Se estableció una comparación entre el método ac- cardiovasculares transoperatorias). (Ver Tabla 5).
tualmente utilizado o ASA6 y el propuesto, que contem-
pla tomar en consideración tanto el estado físico del Se trata de una tabla que permite colocar al paciente
paciente (ASA) como el tipo de cirugía y de anestesia, en un grado de predicción de riesgo de acuerdo con
en base al grado de complejidad y/o invasividad del el análisis realizado. Posteriormente, será efectuado
procedimiento. (Ver Tabla 2). un análisis del resto de las complicaciones, que nos
dará el panorama total del riesgo previsto en todos los
Esta tabla nos muestra que la capacidad de predicción pacientes, lo cual en seguida deberá hacerse también
del método con 3 variables duplica a la capacidad de para predecir las complicaciones postoperatorias y
predicción de complicaciones cardiovasculares tran- poder llegar a una tabulación general, donde el factor
soperatorias, al utilizar únicamente la valoración del introducido ahora en el resultado será básicamente la
estado físico (o ASA) de los pacientes. En seguida se anestesia y sus riesgos.
anotan las tablas correspondientes al análisis de fac-

Tabla 2. Comparación de los Coeficientes de Determinación (R2)

Población R2 / Sólo ASA R2 / ASA – CIR- ANEST (PCA)


Total 0.179 0.358
Adultos hombres 0.166 0.385
Adultos mujeres 0.080 0.165
Niños No se pudo encontrar 0.213

Tabla 3. Análisis del Coeficiente de Determinación sólo con el estado físico del paciente

Change Statistics
Adjusted Std. Error of R Square Durbin-
Model R R Square R Square the Estimate Change F Change df1 df2 Sig. F Change Watson
1 .423 .179 .175 3.8407 .179 41.285 1 189 .000 1.664

a. Predictors: (Constant), estado físico del paciente


b. Dependen Variable, Suma ponderada

Tabla 4. Análisis del Coeficiente de Determinación con el Factor PCA

Change Statistics
Adjusted Std. Error of R Square Durbin-
Model R R Square R Square the Estimate Change F Change df1 df2 Sig F Change Watson
1 .508 .358 .354 3.4187 .358 103.530 1 188 .000 1.748

a. Predictors: (Constant), REGR Factor Score 1 for analysis 1


b. Dependen Variable, Suma ponderada

Ciencias clínicas 13
Evaluación del riesgo perioperatorio

Gráfica 1. Incidencia de complicaciones sólo con el estado físico del paciente

30

20

10
Suma ponderada

-10
5 10 15 20 25 30 35 40 45

Estado físico del paciente

Gráfica 2. Incidencia de complicaciones con el Factor PCA

30

20

10
Suma ponderada

-10
-2 -1 0 1 2 3 4
REGR factor score 1 for analysis 1

14 Ciencias clínicas
Evaluación del riesgo perioperatorio

Tabla 5. Tabulador de riesgo transoperatorio cardiovascular Hecho esto, seleccionará la tabla correspondiente al
ASA y cruzará el tipo de cirugía con el de anestesia,
ASA 1 CIR 1 CIR 2 CIR 3 CIR 4 CIR 5 lo que le dará un dígito final, que corresponde al gra-
ANES 1 1 1 1 1 2 do de riesgo, que se definirá de la siguiente manera:
ANES 2 1 1 1 2 3 1.- Riesgo mínimo
2.- Riesgo moderado
ANES 3 1 1 2 3 3
3.- Riesgo alto
ANES 4 2 2 3 3 4 4.- Riesgo muy alto
ANES 5 2 3 3 4 4 5.- Riesgo extremo
(Ver tabla 5).
ASA 2 CIR 1 CIR 2 CIR 3 CIR 4 CIR 5
Esta escala mide lo que llamaremos “riesgo transope-
ANES 1 1 1 1 2 2
ratorio cardiovascular”. La escala va del 1 al 5, don-
ANES 2 1 1 2 2 3 de el 1 corresponde al menor riesgo y el 5 al mayor
ANES 3 1 2 3 3 4 riesgo de presentar complicaciones cardiovasculares
ANES 4 2 3 3 4 4
durante el periodo transanestésico-quirúrgico.

ANES 5 3 3 4 4 5 Discusión

ASA 2 CIR 1 CIR 2 CIR 3 CIR 4 CIR 5 Tomando las tablas anteriores como un resumen de
ANES 1 1 1 2 2 3 la comparación entre los dos métodos estudiados,
ANES 2 1 2 2 3 3
respecto a su capacidad de predecir la morbilidad
cardiovascular transoperatoria, y viendo que la grá-
ANES 3 2 2 3 4 4 fica que tiende a la línea recta entre las variables de-
ANES 4 3 3 4 4 5 pendientes e independientes es la que utiliza la suma
ANES 5 3 4 4 5 5 ponderada de las variables ASA, Cirugía y Anestesia,
consideramos que:
ASA 2 CIR 1 CIR 2 CIR 3 CIR 4 CIR 5
1.- Al utilizar el método propuesto se predice mejor
ANES 1 1 2 2 3 3
la incidencia de complicaciones transoperatorias car-
ANES 2 2 2 3 3 4 diovasculares, que al utilizar únicamente la clasifica-
ANES 3 2 3 3 4 5 ción de la ASA.
ANES 4 3 4 4 5 5
2.- Con el método descrito se puede obtener una es-
ANES 5 4 4 5 5 5 cala específica para cada tipo de complicación de las
descritas antes y evaluar, a partir de las mismas tres
ASA 2 CIR 1 CIR 2 CIR 3 CIR 4 CIR 5 variables, el riesgo transoperatorio y postoperatorio
ANES 1 2 2 3 3 4 implícitos.
ANES 2 2 3 3 4 4
3.- El establecer el riesgo total de un procedimiento
ANES 3 3 3 4 5 5 permitirá al grupo que atiende a un paciente reflexio-
ANES 4 3 4 5 5 5 nar acerca de la posibilidad de disminuir dicho riesgo
ANES 5 4 5 5 5 5 y ubicar al paciente en un grupo de riesgo menor, en
base a cambios factibles en la preparación del pacien-
te, en el plan quirúrgico o en la técnica anestésica.

La Tabla está basada, en primer lugar, en la definición 4.- La utilidad del método está complementada por la
del anestesiólogo sobre el estado físico del paciente, escala de tabulación de riesgo, que es una herramien-
es decir, que defina “su ASA”,6 lo cual lo remitirá en ta fácil de usar y entender.
seguida a clasificar el tipo de cirugía al que será so-
metido y la anestesia que ha planeado, de acuerdo 5.- No se evalúa en ningún momento las técnicas
con las necesidades del paciente y del procedimiento quirúrgica o anestésica propiamente dichas, sino que
a realizar. sólo se toman en cuenta como factores determinantes
de morbilidad perioperatoria.

Ciencias clínicas 15
Evaluación del riesgo perioperatorio

6.- Es de indudable valor el definir el estado físico 7.- En un futuro, ese tabulador estará diseñado para
del paciente y clasificarlo de acuerdo a la escala de definir el riesgo total, ya que integrará las conclusio-
la ASA, lo que se seguirá haciendo después de una nes a las que se haya llegado después de estudiar la
minuciosa valoración preoperatoria, en forma precisa incidencia real de todas las complicaciones periope-
y sin titubeos, de acuerdo a la definición más reciente ratorias.
de cada grupo de pacientes. Esta es la base para es-
tablecer el riesgo perioperatorio con el método PCA
Referencias bibliográficas:
descrito.
1.- Barash, Paul G. y Cols. Clinical Anesthesia. Preoperative
Conclusiones Evaluation. Cap. 2, 559-560. 1992.
2.- Brown, Burnell R. y cols. Clinical Anesthesiology”. Preope-
1.- Evaluar el estado físico de un paciente de acuer- rative Evaluation. Cap. 2, 7-49. 1981.
do con la clasificación de la ASA, es un primer paso 3.- Duke. Secretos de la Anestesia. Evaluación Preanestésica.
Cap. 15, 116-129. 1996.
muy importante para predecir el riesgo perioperatorio 4.- Drips, Echenhoff y Vandam. Introduction to Anesthesia.
al que estará sometido el enfermo, pero por sí solo no Preoperative Evaluation. Cap. 2, 11-19. 1997.
tuvo estadísticamente ningún valor predictivo en la 5.- Miller, Ronald D. Anesthesia. Routine Preoperative Evalua-
población estudiada, de acuerdo con los resultados tion. Vol.1: Cap. 24-25: 791-882. 1994.
obtenidos. 6.- ASA Physical Status Classification System. Extraído del sitio
web: http://www.asahq.org/clinicalinfo.htm
7.- Sosa González Alfredo. Evaluación Preoperatoria del Ries-
2.- Consideramos que al integrar el factor ASA con go de las Complicaciones Transoperatorias Cardiovasculares
el tipo de cirugía y de anestesia, definidos en base en Pacientes de Edad Adulta. Tesis presentada para obtener
al grado de complejidad e invasividad de cada uno el Grado Académico de Maestría en Ciencias con Especiali-
de ellos, puede obtenerse un valor de riesgo perio- dad en Estadística Aplicada. DECIC. Instituto Tecnológico y de
Estudios Superiores de Monterrey. Campus Monterrey. Mayo
peratorio que de un vistazo muestre al médico anes- 2003.
tesiólogo la posibilidad de que el paciente presente 8.- Sabinston, David D. Textbook of Surgery. Anesthesia Risk.
complicaciones, en este caso, transoperatorias y del Cap. 9,155-156. 1981.
sistema cardiovascular, lo que le permitirá, si es posi-
ble, tomar acciones para disminuir el grado de riesgo,
la morbilidad y la mortalidad. Correspondencia:
Dr. Pedro Méndez Carrillo
3.- La revisión del método PCA y de los resultados Email: pemendez@itesm.mx
obtenidos, mediante el análisis de factores y la regre-
sión lineal simple, mostró una tendencia lineal que
denota que a mayor grado de riesgo definido por el
factor resultado de las tres variables, mayor inciden-
cia de las complicaciones estudiadas.

4.- La misma revisión aplicando únicamente la defi-


nición del estado físico o ASA no mostró esa capaci-
dad de relacionarse con las complicaciones.

5.- Es necesario aplicar el método para hacer una re-


visión de las complicaciones de otros tipos, con una
muestra de población más extensa, prospectivamente
y que incluya las fases transoperatoria y postopera-
toria.

6.- Respecto a las complicaciones cardiovasculares


transoperatorias, esto se facilitará utilizando el tabu-
lador de riesgo diseñado para tal efecto, herramienta
que consideramos práctica y de fácil manejo.

16 Ciencias clínicas
Malformaciones congénitas
del sistema nervioso central
y manifestaciones cutáneas:
una revisión
• Dr. Enrique Caro Osorio1 neural. Antes de que se cierre el canal neural, de sus
• Dra. Cynthia Mendoza Rodríguez2 bordes se desprenden células que emigran en direc-
• Dr. Heriberto Vázquez Flores3 ción dorso-lateral formando la denominada cresta
neural. A expensas de estas células se formarán los
• Palabras clave: Mielomenigocele, disrafias, ganglios raquídeos simpáticos, parte de las meninges
craneosinostosis, manifestaciones cutáneas. y los melanocitos que emigran a la piel, esto ocurre
en la décima semana de gestación.2 La piel por su
Resumen parte deriva del ectodermo y mesodermo; del prime-
ro se originan epidermis, folículos pilosos, glándulas
La asociación entre piel y sistema nervioso central sebáceas, sudoríparas y uñas; del mesodermo se for-
(SNC) se origina desde la embriología del ser huma- mará tejido conectivo, músculo piloerector, vasos y
no. La estrecha relación entre ambos sistemas hace células de Langerhans.1,2
que aquellas manifestaciones internas puedan exte-
riorizarse con una expresión cutánea. Existen una se- Los defectos del SNC son las anormalidades congé-
rie de hallazgos dermatológicos que son marcadores nitas más importantes y determinantes para el desa-
importantes dentro de algunas patologías del sistema rrollo de un infante. Aunque la causa precisa de estos
nervioso, en especial aquéllos en donde la única ma- defectos permanece desconocida, la evidencia su-
nifestación de patología interna es una dermatosis. giere que muchos factores que incluyen la radiación,
En el presente artículo se revisan las malformaciones drogas, malnutrición, procesos químicos y genéticos
congénitas más frecuentes del SNC con manifestacio- –como la mutación de la respuesta al folato o las vías
nes cutáneas. dependientes de folato– pueden afectar de manera
negativa al desarrollo del SNC.3 Los defectos que
Introducción aquí se discuten incluyen las disrafias, craneosinos-
tosis, malformación de Arnold Chiari y malformación
La relación tan estrecha entre la piel y el sistema ner- de Dandy-Walker.
vioso central (SNC) se debe a que tienen un origen
en común, ambos sistemas se derivan del ectodermo. Disrafias
El sistema nervioso central emana de la porción dor-
sal media engrosada del ectodermo por delante de Los defectos de cierre del tubo neural en su rafe pos-
la fosita primitiva, la cual es conocida como placa terior están constituidos por una amplia variedad de
neural, que aparece en la tercera semana de gesta- lesiones, que en conjunto se denominan disrafias es-
ción.1 Durante el desarrollo del embrión esta placa se pinales. Entre éstas se encuentra la espina bífida que
deprime y se origina el surco neural, que al proseguir se caracteriza por una falta del cierre de los arcos
la depresión forma el canal neural y, finalmente, al posteriores de las vértebras. Existen diferentes formas
unirse los dos bordes de dicho canal se forma el tubo clínicas como: la espina bífida oculta (apertura en

1 Jefe del Servicio de Neurocirugía, Hospital San José Tec de Monterrey y Escuela de Medicina del Tecnológico de Monterrey.
2 Hospital San José Tec de Monterrey y Escuela de Medicina del Tecnológico de Monterrey.
3 Profesor de Cátedra de Dermatología de la Escuela de Medicina del Tecnológico de Monterrey.

Ciencias clínicas 17
Malformaciones congénitas del sistema nervioso central y manifestaciones cutáneas:
una revisión

una o más de las vértebras de


la columna espinal, sin ningún
daño a la médula espinal), el
lipomeningocele (un error de
fusión de los arcos vertebra-
les con protusión de una bolsa
llena de tejido lipomatoso, y
que puede producir secuelas
neurológicas) y la espina bífida
manifiesta, dentro de la cual se
encuentran el meningocele y
el mielomeningocele.

El mielomeningocele es la mal-
formación más frecuente de
estas disrafias, mientras que la
diastematomielia, que se defi-
ne como una médula espinal
dividida en dos –usualmente
por un segmento de hueso o
cartílago–, es la afección me-
nos frecuente.2 La detección
oportuna de estigmas cutáneos
en estas malformaciones es
importante para el médico de
primer contacto, para así pre-
venir el daño neurológico pro-
gresivo que produce la médula
anclada, la cual consiste en
un filum terminale más corto,
dejando “secuestrado” el cono
medular por debajo de L2-L3;
lo que provoca en cualquier
etapa de la vida molestias y
dolores lumbares, incluso ma-
nifestaciones y daño neuroló-
gico.1 (Ver Figura 1). de los fetos. También hay un aumento de incidencia
en los embarazos de madres insulino dependientes.3
Mielomeningocele Es más frecuente en mujeres, en una proporción de
1.25:1 y en caucásicos. Se asocian al mielomenin-
Es la malformación congénita más grave de la colum- gocele otras malformaciones como: hidrocefalia en
na vertebral y la médula espinal. Corresponde a un el 65-85%, Arnold Chiari tipo II en el 90% de los
defecto en el cierre del tubo neural, los arcos poste- casos, deformidades músculo-esqueléticas con sín-
riores de las vértebras y la piel. Ocurre en 1 a 7 de drome artrogripótico, deformidades de pies, displasia
4 mil nacimientos vivos. La causa es desconocida y de caderas, xifosis y/o escoliosis congénitas y siringo-
multifactorial con factores genéticos, nutricionales y mielia. El diagnóstico prenatal puede detectar hasta
ambientales. Está demostrado que complementando un 90-95% de los casos por medio de ultrasonido. La
la alimentación con ácido fólico, la incidencia dis- determinación de alfa-fetoproteína sérica en mujeres
minuye en un 80%. El riesgo de recurrencia es del 3 de alto riesgo es otro parámetro importante en la de-
a 4% después de tener un hijo afectado, y asciende tección de defectos del tubo neural, y se mide a partir
al 10% después del segundo. La ingesta de valproato de las semanas 15-20 de gestación. La amniocentesis
sódico durante la gestación disminuye los niveles de está indicada en embarazos subsecuentes de mielo-
zinc y producen defectos del tubo neural en el 1-2% meningocele, si el ultrasonido no muestra disrafia.

18 Ciencias clínicas
Malformaciones congénitas del sistema nervioso central y manifestaciones cutáneas:
una revisión

En cuanto a localización, puede ser en cualquier y en cualquier sitio del cuerpo y mucosas; sin em-
lugar del axis neuronal, pero cerca de un 75% se bargo, su asociación con otras dermatosis en región
presenta en la región lumbosacra. Los hallazgos a la lumbosacra es sugerente de patología intrínseca. Es
clínica varían de acuerdo al nivel de la lesión y son por esto que se recomienda la valoración integral con
los siguientes: por debajo de T12 existe una completa apoyo ultrasonográfico en niños menores de 6 meses,
parálisis de todos los músculos de las extremidades y posterior evaluación con resonancia magnética de
inferiores y afecta el control del tronco por los mús- las estructuras adyacentes a la dermatosis.
culos psoas; en L1 hay una debilidad moderada a la
flexión de la cadera y palpable contracción del sar- La detección y tratamiento temprano de malforma-
torio; L2 presenta una flexión marcada de la cadera y ciones del SNC puede prevenir daño neurológico
moderada aducción; L3 posee una aducción normal permanente en estos infantes.6 Las alteraciones en la
de la cadera y casi una extensión normal de la rodi- piel y otros sistemas de los individuos con disrafias
lla; en L4 predomina extensión de la rodilla y parcial han cobrado mayor relevancia en la práctica médica,
dorsiflexión del pie; en L5 se conservan casi todos los de tal manera, que se ha identificado una importante
movimientos de la extremidad inferior, sin la exten- alergia al látex en este tipo de pacientes. Esta aler-
sión del pie, la cual ya está presente en lesiones por gia es una reacción mediada por Inmuno Globulina
debajo de S1 pero con parálisis de los músculos in- E (IgE), que puede manifestarse de forma leve en una
trínsecos del pie. Por debajo de S2 es difícil detectar urticaria, o incluso en formas más severas como ana-
alguna anormalidad en el movimiento de los miem- filaxis sistémica, broncoespasmo y edema laríngeo.
bros inferiores, pero en todos estos casos habrá dis- La prevalencia de reacciones alérgicas se identifica
función de los esfínteres en mayor o menor grado.3 hasta en un 20-30%; sin embargo, en estudios sero-
lógicos la evidencia de hipersensibilidad se identificó
Manifestaciones cutáneas hasta en un 40%. Esta información resulta muy va-
liosa al momento de las intervenciones quirúrgicas y
Los hallazgos cutáneos en las disrafias representan un durante el manejo hospitalario de estos pacientes.7,8
marcador clínico de sospecha muy importante, en es- También, se ha descrito la formación y recurrencia de
pecial en aquellas alteraciones en donde el único sig- quistes dermoides y epidermoides tras la reparación
no clínico es una dermatosis. Se han descrito áreas de de mielomeningocele, con lo que se concluye que
pelo en “parche”, cambios de pigmentación, nevos, lesiones hamartomatosas son comunes dentro de las
excrecencias de piel y hoyuelos cutáneos, también lla- características de la secuencia mielodisplásica.9
mados sinus dermal, y que representan la remanencia
de un cierre incompleto distal del tubo neural que se Defectos craneales y encefálicos
asocia a quistes dermoides intradurales y médula an-
clada.4 La hipertricosis, los hoyuelos y hemangiomas Craneosinostosis
se describen hasta en un 50% de las disrafias. Así, la
diastematomielia se asocia a áreas de hipertricosis, La craneosinostosis se caracteriza por el cierre pre-
mientras que una extensa colección de grasa sub- coz de una o más suturas craneales, lo que produce
cutánea se relaciona a lipomas espinales. Cualquier un crecimiento y desarrollo anormal del cráneo. Se
combinación de estos hallazgos puede estar presente le clasifica en primaria (vera) o secundaria. Ésta úl-
en el mielomeningocele.5 Recientemente, se ha re- tima se presenta como consecuencia de la falta de
portado la coexistencia de nevos gemelos y disrafia desarrollo cerebral, el cual es el estímulo para que
con la presentación inusual de nevos telangiectási- el cráneo se expanda (por ejemplo: microcefalia por
cos y nevos anemicus en la región lumbosacra de un TORSCH-Toxoplasmosis, rubéola, sarampión, cito-
recién nacido pretérmino. El nevos anemicus es una megalovirus, herpes). La craneosinostosis primaria o
dermatosis vascular congénita poco común, clínica- vera agrupa varios tipos que dependen de las suturas
mente consiste en una mácula hipopigmentada bien afectadas y las malformaciones añadidas. Se calcula
circunscrita de márgenes irregulares, rodeada de má- una incidencia de 0.6/1000 nacimientos.10 La etiopa-
culas satélites, que bajo vitropresión la lesión se vuel- togenia involucra una serie de hipótesis: que inicia
ve indistinguible del resto de la piel circundante. El desde el defecto primario de la bóveda, y que plantea
nevos telangiectásico son pequeños vasos sanguíneos que el defecto primario está en la propia sutura de
permanentemente dilatados que pueden ser vénulas, la bóveda craneana, y es la deformidad de la base
capilares o arteriolas. Las telangiectasias pueden ocu- su consecuencia; mientras que otra propuesta sugiere
rrir en piel normal a cualquier edad, en ambos sexos, una presión externa que produce el cierre patológico

Ciencias clínicas 19
Malformaciones congénitas del sistema nervioso central y manifestaciones cutáneas:
una revisión

Figura 2.

Sindrome de Cruzon: Caracterizado por proptosis, implantación baja de oídos y la braquicefalia o turricefalia con el reborde estenosado de las
suturas coronales (flechas).

de alguna sutura durante la etapa fetal. Por otro lado, • Trigonocefalia: Producida por el cierre de la sutu-
se postuló que el defecto primario se debe a cambios ra metópica, la frente es estrecha, triangular con un
en la base del cráneo y a una osificación defectuosa borde palpable y visible. Las órbitas tienen forma
de varios huesos de la base, en los cuales sus formas oval y los ojos poseen hipotelorismo.
o relaciones están afectadas. Esto provoca una altera-
ción de las fuerzas que producen tensión de la base a • Escafocefalia: Se produce por el cierre de la sutu-
la bóveda, lo que da lugar a la sinostosis craneales. ra sagital, el cráneo toma forma alargada en senti-
do anteroposterior con disminución del diámetro
Otra teoría propone que la causa primaria es un cre- biparietal. La frente es ancha en relación con la
cimiento defectuoso del mesénquima, en el cual se región occipital y puede palparse un reborde óseo
forma el hueso; los huesos formados en este tejido a todo lo largo de la sutura sinostosada. Ésta es la
son, por lo tanto, más pequeños que los normales y variedad más frecuente en la mayoría de las series
hacen contacto uno con el otro muy pronto. Por últi- y predomina en un 80% en hombres.
mo, se encuentran los factores hereditarios como en
• Turricefalia o Braquicefalia: Se produce por el
el Síndrome de Crouzon y de Apert.
cierre completo de la sutura coronal, dándole al
cráneo la forma en torre con disminución de su
El diagnóstico se basa en algunos elementos básicos
diámetro anteroposterior y alargado en altura. Se
como la presencia de un cráneo morfológicamente
presenta en el 18% de las sinostosis. Acompaña a
anormal, la ausencia a la palpación de determina-
síndromes como el Crouzon y Apert (ver Figura 2).
da fontanela, por su osificación anticipada y estudio
radiológico simple que evidencia la sutura cerrada. • Plagiocefalia: En este tipo se afecta una hemisu-
Una vez realizado el diagnóstico, la propia dismorfia tura coronal con dismorfia facial por aplanamien-
craneal dará una idea del tipo de craneosinostosis. La to de la frente, y una órbita hipoplásica del lado
Tomografía Axial Computada (TAC) ayuda a demos- afectado y abombamiento frontal compensatorio
trar el contorno del cráneo, puede mostrar engrosa- contralateral.
miento o mayor densidad en el área de la sinostosis
y demostrar hidrocefalia, si está presente, lo cual es • Oxicefalia: Todas las suturas están cerradas. Puede
raro.4,11 ser armónica, cuando se fusionan todas a la vez,
cursando con un cráneo pequeño siempre acom-
Los tipos de sinostosis son los siguientes: pañado de un síndrome de hipertensión endocra-

20 Ciencias clínicas
Malformaciones congénitas del sistema nervioso central y manifestaciones cutáneas:
una revisión

neana y disarmónica cuando las suturas se van Malformación de Arnold-Chiari


cerrando evolutivamente; en este caso la clínica
depende de la sutura que cierre primariamente. Representa una malformación estructural que afecta
el cerebelo, caracterizada por el descenso anormal
El tratamiento de la craneosinostosis primaria es emi- de las amígdalas, vérmix y del bulbo en el conducto
nentemente quirúrgico. Está indicado por la presencia raquídeo por debajo del agujero occipital. Es frecuen-
de hipertensión endocraneana, atrofia del nervio óp- te la platibasia (aplanamiento de la base del cráneo,
tico y retraso del desarrollo psicomotor para permitir que se traduce por un ángulo basal mayor de 143°) y
un crecimiento del cerebro sin restricciones, pero en malformaciones en la unión occipito-cervical.18
la mayoría de los casos es con fines estéticos;4,11,12
ya que estos niños al llegar a la edad preescolar son Se conocen varios tipos:
víctimas de burlas o comentarios que posteriormente
• Malformación de Arnold-Chiari tipo I o del
inciden en el desarrollo psicosocial y los hace tími-
adulto: Desplazamiento de las amígdalas cerebe-
dos e inseguros.
losas por debajo del agujero occipital, que habi-
tualmente no va más allá de C1. Es ligeramente
Existe una variedad considerable de lesiones en la piel
más frecuente en mujeres. Es típica la aparición de
cabelluda, además de las deformidades propias de la
síntomas durante la adolescencia o la edad adulta
craneosinostosis, pero sólo algunas son de particular
y no suele acompañarse de hidrocefalia, los pa-
interés por su significado clínico. La aplasia cutis es
cientes padecen cefalea (69%), recurrente dolor
una de éstas, y se refiere a un defecto caracterizado
cervical, debilidad, desequilibrio de la marcha y
por la falta de epidermis, dermis y a veces tejido celu-
espasticidad progresiva de las extremidades infe-
lar subcutáneo de predominio en piel cabelluda. Las
riores. Los signos más frecuentes son hiperreacti-
lesiones extensas se asocian a defectos subyacentes
vidad refleja de extremidades inferiores, nistagmus
de estructuras óseas del cráneo y duramadre. A la ex-
y ataxia. Puede incluir siringomielia y anormalida-
ploración se observan úlceras que pueden ser punti-
des de las estructuras óseas adyacentes (Platibasia
formes, ovaladas, triangulares o de forma estrellada y
y/o impresión basilar).
están cubiertas de una membrana fina.2,13
• Malformación de Arnold-Chiari tipo II: El des-
La aplasia cutis congénita ocurre, en la mayoría de plazamiento de las amígdalas es mas notorio e
los casos, en la línea media de la región parietal y incluye, además, el tronco encefálico fuera de la
puede estar asociada a craneosinostosis.13 Otra le- base del cráneo, vermis y a veces hasta el cuar-
sión acompañante de defectos en el cráneo óseo es to ventrículo. También puede incluir siringomielia
el quiste dermoide, el cual representa fallas focales e hidrocefalia. Es la malformación más frecuente
en el desarrollo del tejido dérmico sobre las estructu- que acompaña al mielomeningocele (90%). Posee
ras profundas de la piel cabelluda. Puede involucrar dislocación caudal de la médula y se presenta en
cualquier plano del cráneo y pericráneo, se localiza edades tempranas (10% desde la lactancia). Pre-
preferentemente en la línea media, especialmente en sentan a la clínica dificultad para deglutir en un
la fontanela anterior y el puente nasal. A la explora- 69%, periodos de apnea en un 56%, estridor más
ción física se observa una neoformación lisa, de con- común en neonatos debido a paresia del X par.
sistencia firme del color de la piel circundante, puede Además de cuadros frecuentes de vómito, aspira-
adherirse a planos profundos y en ocasiones se infecta ción, debilidad en brazos y nistagmus.
produciendo dolor.14 Recientemente, se ha reportado
que aquellos pacientes con craneosinostosis y síndro- • Los tipos III y IV son herniaciones más severas que
mes agregados presentan una mayor predisposición se acompañan de otras malformaciones cerebrales,
a desarrollar lesiones acneiformes severas en cara y se presentan signos y síntomas desde el nacimiento
tronco, con extensión a extremidades superiores.15 El y, generalmente, se consideran incompatibles con
uso de isotretinoina ha demostrado ser efectivo en la vida por parálisis de los pares craneales bajos y
este tipo de pacientes.16 Otro padecimiento dermato- apnea.
lógico es la acantosis nigricans, caracterizada por hi-
perqueratosis, papilomatosis y pigmentación presen- Cuando se sospecha una malformación de este tipo,
te en axilas, cuello, nuca e ingles; existe evidencia de la resonancia magnética es la técnica de diagnóstico
una señalización anormal del receptor de la tirosina por imagen de elección.19
cinasa en la fisiopatología de esta dermatosis.17

Ciencias clínicas 21
Malformaciones congénitas del sistema nervioso central y manifestaciones cutáneas:
una revisión

Las manifestaciones cutáneas de esta malformación tener defectos cardiovasculares como persistencia
incluyen cutis marmorata en especial en Arnold del conducto arterioso, coartación de la aorta y dex-
Chiari tipo I. Esta dermatosis es una alteración del co- trocardia.4,24
lor de piel que se muestra purpúrica con un patrón de
malla, afecta principalmente zonas extensas de extre- Se han descrito anormalidades cutáneas asociadas
midades inferiores y a veces superiores. Además, se a esta malformación, llama la atención la melanosis
ha descrito asociación con telangiectasias y ulcera- neurocutánea, dermatosis congénita rara en donde se
ciones superficiales de la piel.20 Múltiples lentigines y desarrollan múltiples tumores melanocíticos benig-
nevos azules se asocian a síndromes que comparten nos y malignos de las leptomeninges con numerosos
la característica del Arnold Chiari. También se men- nevos melanocitis congénitos en piel. Se presenta de
cionan reportes aislados con las siguientes dermato- manera muy inusual con tan sólo 10 casos reportados
sis: múltiples hemangiomas, nevos melanocítico con- en la literatura, y el riesgo de progresión a melanoma
génito gigante, facomatosis, pigmento vascular tipo II maligno aumenta exponencialmente en estos pacien-
y leucodermia. En estos pacientes, además, se reporta tes.25 También se reporta la asociación del Dandy-
un incremento en el riesgo de desarrollar melanoma Walker con hemangiomas cutáneos que se presentan
maligno y otros tumores de la cresta neural.20-22 Re- como tumores violáceos cubiertos por telangiectasia
cientemente, se ha sugerido la relación entre anorma- con grandes venas en la periferia, en especial locali-
lidades del SNC, en especial Arnold Chiari con pruri- zados a cara.26
to de origen central, que puede justificar las lesiones
y huellas de tipo rascado encontrados en pacientes Conclusión
con esta patología.23
Es importante notar que en la piel se pueden mani-
Malformación de Dandy-Walker festar indudablemente las alteraciones internas del
organismo, las lesiones presentes, sugerentes de pato-
Se caracteriza por un ensanchamiento quístico del logía interna, deben ser evaluadas no sólo a la clínica
cuarto ventrículo, que se traduce en un espacio anor- sino también con estudios de laboratorio y gabinete.
malmente agrandado en la parte posterior del cere- Aquellos individuos con este tipo de lesiones pueden
belo, que interfiere con el flujo normal del líquido estar asintomáticos y los hallazgos cutáneos ser los
cefalorraquídeo a través de los agujeros de Luschka únicos marcadores de anormalidad, en especial en el
y de Magendie, que comunican al cuarto ventrículo periodo de recién nacido, por lo que se recomienda
con las otras partes del cerebro; además, presenta hi- un examen exhaustivo de la piel y particularmente
poplasia y agenesia del vermis y los hemisferios cere- de la región lumbosacra. El abordaje diagnóstico de
belosos, que secundariamente produce una hidroce- estos niños debe ser multidisciplinario; si no se reco-
falia congénita en un 90% de los casos e hipertensión nocen a tiempo estas malformaciones internas puede
intracraneal. La tríada característica para establecer llegar a existir daño neurológico permanente o inclu-
el diagnóstico: hidrocefalia, ausencia de vermis cere- so retrasar un tratamiento con las deficiencias en la
beloso y quiste de la fosa posterior con comunicación calidad de vida que esto representa.
al cuarto ventrículo. Otras anormalidades incluyen
agenesia del cuerpo calloso en un 17% y un ence-
Referencias bibliográficas:
falocele occipital en un 7% de los casos. La clínica
suele comenzar durante la lactancia por crecimiento 1. Goldman: Cecil Textbook of Medicine, 22nd ed., W. B. Saun-
del cráneo en forma progresiva, el estado general de ders Company. 2004.
los niños puede ser excelente, aunque si el síndrome 2. Arenas R. Atlas Dermatología Diagnóstico y Tratamiento. 3ed.
se deja a su evolución espontánea comienzan con México. McGraw Hill. 2005; 1-17.
3. Behrman: Nelson Textbook of Pediatrics. Congenital Anomalies
síntomas de postración, somnolencia y rechazo a los
of the Central Nervous Sistem. 17th ed., Saunders. 2004, 1983-
alimentos. La progresión de la hidrocefalia provoca 1985.
anomalías en la motilidad ocular. La compresión de 4. Greenberg M. Handbook of Neurosurgery. 5ed. USA. Thieme,
las vías ópticas debido a la dilatación del tercer ven- 2001.
trículo puede dar lugar a una atrofia óptica y la afec- 5. Kaufman BA. Neural tube defects.- Pediatr Clin North Am - 01-
Apr-2004; 51(2): 389-419.
tación del sexto par craneal. La disfunción del tronco
6. Tatli, M. Mansur, Kumral, Abdullah, Duman, Nuray, Ozkan,
encefálico ocasiona dificultades para la succión o la Sebnem & Ozkan, Hasan. An Unusual Cutaneous Lesion as the
alimentación, y puede causar vómitos y aspiración. Presenting Sign of Spinal Dysraphism in a Preterm Infant. Pediatric
Es importante recordar que estos individuos pueden Dermatology. 2004; 21 (6), 664-666.

22 Ciencias clínicas
Malformaciones congénitas del sistema nervioso central y manifestaciones cutáneas:
una revisión

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bifida patients: prevalence and surgical implications. J Pediatr Or-
thop 1993;13:709-12.
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dren with spina bifida. Allergy. 1999; 54 (1), 70-73.
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1994;20(2):160-2.
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Hosp Med- 1 July 2005; 66(7):405-10.
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diatrician’s office. -Pediatr Clin North Am- 1 April 2004; 51(2):
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and acanthosis nigricans. British Journal of Dermatology. 2002;
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spinal anomalies. Teratology 2000;61:165-71.
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diseases causing pruritus. Veterinary Dermatology. 2005 16(3),
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of Neurological Diseases. 2nd ed., Saunders, 2003; 574-576.
25. Mena Cedillos Carlos Alfredo, Valencia Herrera Adriana M.,
Arroyo Pineda Alma Iris, Salgado Jiménez M. Ángeles, Espinoza
Montero Rubén, Martínez Ávalos Armando Bernardo & Perales
Arroyo Antonio. Neurocutaneous Melanosis in Association with
the Dandy–Walker Complex, Complicated by Melanoma: Report
of a Case and Literature Review. Pediatric Dermatology. 2002;
19(3), 237-242.
26. Ross, Gayle, Bekhor, Philip, Su, John & Marks, Michael A
case of phace syndrome. Australasian Journal of Dermatology.
2005; 46(4), 253-256.

Correspondencia:
Dr. Enrique Caro Osorio
Email: ecaro@itesm.mx

Ciencias clínicas 23
Hospital San José Tec de Monterrey
Centro de Diagnóstico
y Tratamiento Láser en Oftalmología

La Cirugía Láser
en Oftalmología
Cirugía Refractiva en el Hospital San José
Tec de Monterrey con Excimer Láser

Los anteojos y los lentes de contacto son


herramientas de corrección visual muy incómodas
y con grandes desventajas para quienes las utilizan.
Gracias a los continuos avances de la tecnología
médica, hoy en día existe un procedimiento para la
corrección de defectos visuales que dura algunos
minutos y es indoloro. Esta técnica moderna,
segura y con mínimos riesgos es la cirugía
refractiva con excimer láser, también conocida
como LASIK.

Esta cirugía se lleva a cabo en un ambiente estéril


donde se aplica un láser que es controlado por
computadora la cual asegura precisión al paciente.
La anestesia utilizada es a base gotas.
Introducción
Un buen candidato a cirugía refractiva con excimer
Hoy en día los avances en la oftalmología láser es una persona mayor de 18 años con
permiten que una gran cantidad de graduación, ya sea de miopía, hipermetropía
procedimientos sean tratados a través de la o astigmatismo estables por lo menos los últimos
utilización de energía láser. Las estructuras doce meses, cuyas córneas estén saludables
oculares asequibles a tratamiento con láser van y sin ningún problema de salud.
desde la retina, el segmento anterior hasta la
córnea. Esto nos permite tratar padecimientos
como retinopatía diabética, maculopatía senil,
glaucoma, opacidades de cápsula posterior, así
como los defectos refractivos como: miopía,
hipermetropía y astigmatismo.

El Hospital San José Tec de Monterrey con el


afán de mantener el liderazgo en el ámbito
medico quirúrgico ha desarrollado el Centro de
Diagnóstico y Tratamiento Láser en Oftalmología,
el cual cuenta con equipamiento técnico y
recurso humano de la más alta calidad para
cumplir con su misión académica y de servicio a Excimer
la comunidad. Láser.
Terapia Fotodinámica
(Láser No térmico)

La maculopatía senil se está convirtiendo


en la principal causa de pérdida visual en
Argón las personas de más de 50 años, la única
Láser. opción aprobada hasta el día de hoy es la
Terapia Fotodinámica que consiste en la
inyección intravenosa de un medicamento
Tratamiento con Argón Láser que se concentra en el tejido lesionado,
posteriormente se dispara un láser no térmico
Los rayos láser utilizan un haz uniforme de luz que lo activa cerrando los vasos sanguíneos
con una longitud de onda determinada los cuales dañados por la degeneración macular senil.
se pueden enfocar con gran precisión en el tejido
ocular enfermo, como las diferentes longitudes
de onda tienen efectos diferentes se utilizan Nd-YAG Láser
para tratar distintos padecimientos.
Este tipo de láser se utiliza en padecimientos
El láser de argón se utiliza para el tratamiento del segmento anterior, generalmente para
del glaucoma, enfermedades del iris y la retina tratar casos de glaucoma agudo en los que
entre otros procedimientos. es necesario restablecer el flujo del humor
acuoso para disminuir la presión ocular.
• Glaucoma También es muy útil en el tratamiento
El tratamiento tradicional incluye gotas y de opacidades posteriores a la cirugía de
píldoras, si este tratamiento no obtiene los catarata con colocación de lente intraocular.
resultados esperados se puede utilizar un láser
de argón antes de recurrir a la cirugía tradicional.
También es útil en caso de un glaucoma agudo.

• Desprendimiento de Retina
Si bien en los casos avanzados de
desprendimiento de retina se requiere cirugía en
las etapas tempranas los oftalmólogos pueden
prevenirlos sellando las lesiones predisponentes
en los casos que lo requieran.

• Diabetes
La diabetes causa la retinopatía diabética, la cual
es la principal causa en nuestro país de pérdida
visual definitiva, es muy frecuente que estos
pacientes tengan vasos sanguíneos que
pierdan fluido dentro del ojo, lo que ocasiona
una disminución de la visión progresiva; con
la utilización del láser de argón resulta posible Nd-YAG Láser.
volver a sellarlos siendo éste hasta el momento,
el único mecanismo con el que se disminuye
el riesgo de pérdida visual severa. INSERCIÓN PAGADA POR UNIDAD DE OFTALMOLOGÍA
DEL HOSPITAL SAN JOSÉ TEC DE MONTERREY
Orquidopexia por laparoscopia
en el testículo no descendido

• Dr. Mario Riquelme Heras1


• Dr. Arturo Aranda Gracia2
• Dr. Carlos Rodríguez Ramos3
• Mario Riquelme Quintero4
• Andrés Alonso Gómez Garza5

Resumen exploración física del área inguinal en la búsqueda


de un testículo no siempre es sencillo, y se requiere
El testículo no descendido se presenta en el 3-5% de que el clínico tenga experiencia en ello, por lo que se
los recién nacidos, lo que constituye una de las prin- necesita interconsultar con el cirujano pediatra siem-
cipales malformaciones congénitas en el varón, y por pre que no pueda ser palpado el testículo.
lo tanto una de las cirugías más frecuentes en el área
pediátrica; de allí la importancia que los criterios de Se considera al testículo no descendido como la mal-
diagnóstico y tratamiento estén bien establecidos con formación significativa más frecuente vista en el va-
la finalidad de conservar la fertilidad, así como la de- rón. Se presenta en el 3-5% de los recién nacidos y en
tección oportuna de neoplasias malignas en este tipo el 0.8% después de los 10 meses de edad. La mayoría
de pacientes. desciende en los primeros tres meses de edad.1

El abordaje laparoscópico en urología pediátrica está El 50% de los testículos no descendidos son del lado
encontrando rápidamente varias aplicaciones; en derecho, un 25% son del lado izquierdo, y hasta el
muchos centros hospitalarios de tercer nivel hasta 25% es bilateral.2 Cuando se presenta en forma bi-
un 90% de las patologías urológicas pediátricas se lateral, y sobre todo asociada a hipospadia, deberá
resuelven por cirugía laparoscópica o de mínima in- de considerarse una urgencia por ser un estado inter-
vasión, y cada vez más se practican procedimientos sexual e iniciar a la brevedad su estudio y manejo.
más complejos.
Los problemas más frecuentes asociados con el tes-
Nuestra experiencia con este abordaje lo iniciamos tículo no descendido: el desarrollo de neoplasias, la
en 1990 y publicamos nuestra primera casuística en subfertilidad, la torsión testicular y la hernia inguinal.3-5
1992. El objetivo de esta presentación es mostrar los
resultados de la orquidopexia por laparoscopia en 73 El testículo no descendido se clasifica en palpable y
pacientes con 81 testículos no descendidos realiza- no palpable. Dentro del grupo palpable se encuentran:
dos por el mismo cirujano y con un seguimiento de el ectópico, el retráctil y el escrotal alto. El que se
más de 7 años. encuentra en canal inguinal y en el anillo inguinal
profundo.
Introducción
En el grupo de no palpable se encuentra el intrabdo-
El testículo no descendido es una patología diagnos- minal y la anorquidia.6 Por último el “Peeping Testis”,
ticada frecuentemente desde el momento del naci- éste en ocasiones es palpable y en ocasiones no, y
miento o en las primeras visitas con el pediatra. La tiene la peculiaridad de que se encuentra abocado
siempre al anillo inguinal profundo.
La edad a la que se recomienda iniciar su tratamiento
1, 2 Cirujano Pediatra, Hospital San José Tec de Monterrey.
3 Anestesiólogo, Hospital San José Tec de Monterrey. es después de los 6 meses y deberá estar completo an-
4, 5 Escuela de Medicina del Tecnológico de Monterrey. tes de los 2 años, y de preferencia al año de edad.7

26 Ciencias clínicas
Orquidopexia por laparoscopia en el testículo no descendido

El abordaje quirúrgico del testículo palpable se rea- con CO2 se coloca un trocar de 5 mm en la cicatriz
liza mediante orquidopexia convencional abierta,8 la umbilical por donde se pasa una lente de 30 grados
cual no está exenta de complicaciones, una de las del mismo diámetro y dos trocares laterales de 2 ó 3
más importantes es la atrofia testicular secundaria mm colocados a nivel de la línea axilar anterior por
a lesión vascular o isquemia por edema o inflama- donde se pasan una pinza y una tijera de la misma
ción. Se reporta un 8% de falla en el tratamiento de medida, posteriormente, se inicia el abordaje del ani-
la criptorquidia en testículos por arriba del escroto, llo inguinal profundo (ver Imagen 1) disecando el de-
de un 10-20% si el testículo está localizado en el ca- ferente y los vasos espermáticos para ganar longitud
nal inguinal, y de hasta un 25% si está situado en el a los mismos; acto seguido, se extrae el testículo y se
abdomen. secciona el gubernaculum (ver Imagen 2), para pos-
teriormente introducir un cuarto trocar de 1 cm por
En relación al tratamiento del testículo no palpable la bolsa escrotal del lado afectado y sacarlo a nivel
se han descrito básicamente cuatro técnicas quirúr- interno de los vasos epigástricos, por donde se des-
gicas: ciende el testículo para finalmente realizar la pexia
1.- Orquidopexia abierta por etapas.9 con técnica habitual. (Ver Imágenes 3 y 4).
2.- Técnica de Fowler - Stephens: que consiste en sec-
cionar los vasos espermáticos conservando la irri-
gación del testículo por la arteria deferencial. Se Imagen 1
puede realizar en una o dos etapas por abordaje
abierto o laparoscópico.10
3.- Autotrasplante testicular: en la que se seccionan los
vasos espermáticos y con microcirugía se anasto-
mosan a los epigástricos.11
4.- Orquidopexia por laparoscopia o de mínima in-
vasión.12

De las técnicas anteriores, la orquidopexia por la-


paroscopia es la de mayor éxito, 88-100%;13 tiene la
ventaja de que se puede disecar en una mayor lon-
gitud los vasos espermáticos, así como el conducto
deferente. El testículo se desciende por un neohiato
realizado hacia la línea media, con lo que se acorta
la distancia entre la cavidad y el escroto.
Testículo palpable en canal.
Material y métodos
Imagen 2
De enero de 2002 a septiembre del 2006 se trataron
73 pacientes con 81 testículos no descendidos diag-
nosticados por el pediatra del paciente y corroborado
clínicamente por el cirujano pediatra. En 8 pacientes
se presentó testículo no descendido bilateral. A la ex-
ploración física, 49 fueron palpables y 32 no palpa-
bles.

La edad a la que se intervinieron varió de los 8 meses


a los 9 años con un promedio de 21.7 meses.

La técnica de orquidopexia por laparoscopia o de


invasión mínima para el testículo no descendido se
inicia colocando al paciente en decúbito dorsal, y
con el cirujano y ayudante en la cabecera del mismo,
con un solo monitor en los pies del paciente. Bajo Sección del gubernaculum testis inguinal
anestesia general y previa insuflación del peritoneo con hernia homolateral.

Ciencias clínicas 27
Orquidopexia por laparoscopia en el testículo no descendido

Imagen 3 Se presentaron 4 complicaciones ( 4.9%): 3 pacientes


presentaron sangrado de los vasos epigástricos duran-
te la colocación del trocar en el escroto, por lo que
requirieron clipar los vasos; uno de ellos sufrió atrofia
debido a la lesión accidental de los vasos espermáti-
cos, todos los demás fueron fijados exitosamente al
saco escrotal.

Cuando se encontró una hernia inguinal homolateral


no se cerró el defecto, sólo se resecaron las membra-
nas del processus vaginalis. En ningún caso se presen-
tó recidiva de la hernia.

Los 81 pacientes han tenido un seguimiento prome-


dio de 38 meses, y 80 de ellos mantienen un buen
tamaño y una correcta posición en el escroto.
Testículo llevado a cavidad.

Imagen 4
Todos los pacientes fueron dados de alta 24 horas des-
pués de operados, excepto 2 de ellos con antecedentes
de hiperreactores pulmonares --un paciente con ante-
cedente de prematurez y broncodisplasia-- que desa-
rrollaron un cuadro respiratorio que retrasó el alta.

Se usaron analgésicos convencionales del tipo de


acetaminofén en supositorios o gotas.

Discusión

El tratamiento del testículo no descendido palpable


alto o no palpable siempre ha sido un gran reto para
el cirujano pediatra; ya que hace sólo una década y
con las técnicas abiertas habituales estos pacientes,
Testículo finalmente descendido hasta el escroto. muchas veces, terminaban en orquidectomía por la
incapacidad de descenderlos hasta el escroto, o bien
Resultados tenían que ser sometidos a varias etapas quirúrgicas
para lograr el descenso final.
El tiempo quirúrgico en ambos grupos fue de 50 mi-
nutos. En el grupo de “palpables” hubo 49 testículos El manejo quirúrgico de la criptorquidia ha sufrido
(60.4%), de ellos, 26 (53%) fueron izquierdos y 23, cambios importantes en los últimos 8 años, lo que ha
permitido mejorar significativamente los resultados y
(47%) derechos; 22 (44.8%) presentaron hernia in-
simplificar el abordaje con la cirugía de mínima in-
guinal homolateral y sólo 4 (8.1%), hernia contrala-
vasión.
teral.
En octubre del 2002 presentamos en la American
Todos pudieron ser descendidos por laparoscopia, a Academy of Pediatrics en Boston Massachussets,
excepción de un caso en el cual el testículo fue ec- Estados Unidos, un trabajo en donde expusimos la
tópico y se localizó por arriba de la aponeurosis del casuística de los primeros 25 casos de testículos no
oblicuo mayor, por lo que fue necesario realizar una descendidos manejados por este método.14 Posterior-
orquidopexia abierta. mente, tres años después, en el congreso de la IPEG
2005 en Venencia, Italia, reportamos una casuística
En el grupo de “no palpables” hubo 32 testículos mayor,15 publicada en este año,16 y en donde demos-
(39.6%); 20 (62.5%) fueron izquierdos y 12 (37.5%), tramos la factibilidad de manejar por laparoscopia no
fueron derechos; 19 (59.37%) presentaron hernia ho- sólo el testículo no palpable, sino también el palpa-
molateral y sólo 3, (9.37%) hernia contralateral; 8 de ble; es así que somos pioneros con este abordaje en
los testículos (25%) fueron “Peeping Testis”. este tipo de patología.

28 Ciencias clínicas
Orquidopexia por laparoscopia en el testículo no descendido

Cada vez salen a la luz mas artículos que tratan la Referencias bibliográficas:
aplicación de la laparoscopia en el manejo de la crip-
1. Berkowitz GS, Lapinski RH, Dolgin SE, Gazella JG, Bodian CA,
torquidia, por lo que actualmente se considera como Holzman IR. Prevalence and natural history of cryptorchidism.
la primera elección en el testículo no palpable, y una Pediatrics 1993;92:44-9.
excelente opción en el manejo del testículo palpable 2. Kogan SJ. Fertility in cryptorchidism. An overview in 1987. Eur
no descendido; pero seguro que en los próximos años J Pediatr 1987;146 (suppl 2):S21-4.
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se considerará al abordaje laparoscópico también
Ann Emerg Med 1984;13:567-569.
como la primera opción en el manejo del testículo 4. McAleer IM, Packer MG, Kaplan GW, Scherz HC, Krous HF,
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in cohort of boys with cryptorchidism. BMJ 1997;314:1507-11
[Published erratum appears in BMJ 1997;315:1129].
La laparoscopia es una excelente técnica no sólo para 6. Cisek LJ, Peters CA, Atala A, Bauer SB, Diamond DA, Retik
el diagnóstico, sino también para el tratamiento del AB. Current findings in diagnostic laparoscopic evaluation of the
testículo no descendido. La orquidopexia por lapa- nonpalpable testis. J Urol 1998;160:1145-50.
roscopia demostró ser un excelente abordaje no sólo 7. Riquelme M. Laparoscopic orchiopexy for the palpable and
nonpalpable undescended testes (submitted). Presented at the
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American Academy of Pediatrics 2002 National Conference and
también para los palpables altos. Es una técnica fá- Exhibition October, 2002, Boston, Massachusetts.
cilmente reproducible para el cirujano pediatra con 8. Koop CE. Technique of herniorraphy and orchiopexy. Birth De-
experiencia en laparoscopia. No existen contraindi- fects Orig Artic Ser 1977;13:293-303.
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results in two stages orchiopexies. J Pediatr Surg 16:631, 1981.
en pacientes de bajo peso, y no se requiere más equi-
10. Bloom DA,Two-step orchiopexy with pelviscopic clip ligation
po del que poseen los hospitales en donde se realizan of spermatic vessels. J Urol 1991;145:1030-1033.
cirugías de mínima invasión. 11. Silber SJ: Microsurgery for the undescended testicle. Urol.Clin
North Am 9:429,1982.
Encontramos una menor incidencia (52%) de un 12. Poppas DP, Lemark GE, Minimberg DT. Laparoscopic orchio-
pexy: Clinical experience and description of technique. J Urol
conducto peritoneo vaginal permeable asociado al
1996 155: 708-711.
testículo no palpable durante la orquidopexia lapa- 13. Lindgren BW et al Laparoscopic orchiopexy; Procedure of
roscópica, en relación a otros artículos publicados choice for the nonpalpable testis? 1998;169 2132-2135.
previamente.15,16 14. Docimo SG Laparoscopic orchiopexy for the high palpable
undesended testis: preliminary experience. J Urol 1995;154:1513-
1515.
Encontramos las siguientes ventajas en el abordaje
15. Riquelme M et all Five years experience in laparoscopic ap-
laparoscópico del testículo no descendido: proach in palpable undescended testis Congreso IPEG Venecia,
Italia. Junio 2005.
1.- Una disección más alta de los vasos espermáticos, 16. Riquelme M et all Laparoscopic Orchiopexy for palpable un-
que evita la tensión al momento de la fijación del descended testes five years experience Journal of Laparoscopic
and Advanced Surgical Techniques. 2006;16 321-324.
testículo.
2.-Una disección cuidadosa y más larga del deferente
hasta la parte inferior de la vejiga.
3.-Diagnóstico y corrección de la hernia contralateral
Correspondencia:
(8%).
Dr. Mario Riquelme
4.-Evita la excesiva disección y corte de grupos mus-
Email: cima_riquelme@hotmail.com
culares del abordaje abierto que ocasiona mayor do-
lor.
5.-Mejores resultados cosméticos.

La aplicación de la laparoscopia para resolver proble-


mas en edad pediátrica es cada vez más amplia y con
claras ventajas (en algunas patologías) con relación a
la cirugía convencional, por lo que se hace indispen-
sable que todo cirujano pediatra tenga entrenamiento
en este campo.

Ciencias clínicas 29
Caso de tricobezoar gástrico
manifestado como neumoperitoneo
en el Hospital San José Tec de Monterrey
Revisión de casuística y literatura

• Dr. Humberto Sánchez Alarcón1 Imagen 1. La fotografía muestra las dimensiones


de la masa palpable
• Dr. Miguel León Aragón2
• Dr. Oscar Villegas Cabello3
• Dr. José Antonio Díaz Elizondo4
• Dr. César Antonio Gálvez Hernández5

Introducción

Se decidió realizar la presentación de un caso clínico,


particularmente raro, consistente en un tricobezoar
gástrico manifestado inicialmente como neumoperi-
toneo. Se hace una revisión de los casos existentes en
este Hospital desde 1990, y además una revisión ex-
haustiva de la literatura médica actual concerniente
a esta patología.

Resumen clínico
Imagen 2. Rx Tele de tórax neumoperitoneo
Se trata de paciente femenino de 18 años de edad
con antecedente de tricotilomanía y tricofagia de va-
rios años de evolución, ingresada a nuestro Hospital
por dolor epi-mesogástrico intenso de 5 días de evo-
lución, acompañado de náusea, vómito y halitosis.
Los hallazgos importantes a la exploración física fue-
ron los siguientes:
• IMC 16.
• Cabeza: áreas aisladas de alopecia.
• Abdomen: distendido, rígido, doloroso, rebote (+),
se palpa masa ovoide de aproximadamente 20 x
15 cm en epi-mesogastrio, semisólida y móvil. (Ver
Imagen 1).

1,2 Cirugía general y laparoscópica, Hospital San José Tec de Monterrey.


3 Cirugía cardiovascular, Hospital San José Tec de Monterrey.
4 Profesor del Programa de Posgrado de Cirugía General de la Escuela de Medicina del Tecnológico de Monterrey
y Cirugía general y laparoscópica, Hospital San José Tec de Monterrey.
5 Residente de Cirugía general, Hospital San José Tec de Monterrey.

30 Ciencias clínicas
Caso de tricobezoar gástrico manifestado como neumoperitoneo
en el Hospital San José Tec de Monterrey. Revisión de casuística y literatura

Debido a los hallazgos encontrados en la exploración Imagen 3. TAC de abdomen


física compatibles con un abdomen quirúrgico y a los
signos evidenciados en las imágenes 2 y 3 se decidió
llevar a la paciente a quirófano para una laparotomía
exploradora. (Ver Imagen 4).

Se encontró una perforación en la cara anterior del


estómago más material gástrico libre en la cavidad
abdominal. Los bordes de la perforación estaban fria-
bles por lo cual se practicó una gastrotomía, abarcán-
dola por completo.

Se encontró un tricobezoar. (Ver Imagen 5).

Evolución

Su evolución postquirúrgica fue favorable. Al cuarto


día postoperatorio se practicó tránsito gastrointesti- Imagen 4. Gastrotomía que muestra tricobezoar en el estómago
nal, resultando normal y se inició vía oral. Al noveno
día postoperatorio fue dada de alta, sin complicacio-
nes aparentes.

Revisión de literatura

“Bezoar” proviene del árabe badzehr, del persa pan-


zehr o del hebreo beluzaar, que significa antídoto o
contraveneno. Se desarrollan después de la ingesta de
material extraño que se acumula en el tracto gastroin-
testinal. Su prevalencia en humanos es baja (0.4% de
las endoscopias).1

Si no son tratados oportunamente, se asocian con


una tasa de mortalidad del 30% cuando se complican
(sangrado, obstrucción o perforación).2
Ocurren más frecuentemente después de cirugías Imagen 5. Tricobezoar gástrico
gástricas que alteran la movilidad o el vaciamiento
gástrico (10-25% de los pacientes con antrectomía).
Casi siempre se originan en el estómago (85-90% ca-
sos).1
Cuadro Clínico: Masa palpable (88%), dolor epigás-
trico (70%), halitosis (70%), náusea y vómito (65%),
saciedad temprana y plenitud abdominal (60%).3

Clasificación:
• Fitobezoar
• Tricobezoar
• Lactobezoar
• Diospirobezoar
• Polibezoar (cuerpos extraños)
• Bolo de comida
• Concreciones (cemento o resinas)
• Medicamentos (sucralfato) Tricobezoar que adquirió la forma del estómago
• “Gummi bear” (gomitas) Dimensiones: 34 x 25 x 12 cm. Peso 1,009 grs.
• Algodón (drogadictos)1

Ciencias clínicas 31
Caso de tricobezoar gástrico manifestado como neumoperitoneo
en el Hospital San José Tec de Monterrey. Revisión de casuística y literatura

Diagnóstico: Revisión de casos en el Hospital San José


• Radiografías Abd (abdominal), Tec de Monterrey desde 1990
SGD (serie gastro-duodenal)
• US, TAC Además de nuestro caso, solamente ha habido otro
• Endoscopia4 caso reportado de tricobezoar.

Tratamiento: Resumen Clínico:


• Disolución enzimática (fitobezoares).- acetilcisteína Paciente femenino de 21 años de edad con historia
de tricotilomanía y tricofagia; ingresada por dolor ab-
(50% éxito), celulasa (83-100%), papaína (67-77%)
dominal más tumoración palpable en cuadrante su-
• Lavado gástrico (solución salina, jugo de piña)
perior derecho diagnosticado mediante endoscopia,
• Agentes procinéticos
no se pudo extraer mediante ésta.7 Se practicó una
• Endoscopia
laparotomía más gastrotomía y se encontró:
• Cirugía5
Dimensiones: medidas 22.5 x 17 x 9 cm. Peso 585 grs.
Tricobezoares Dos semanas después, la paciente desarrolló una obs-
Los tricobezoares ocurren principalmente en niños y trucción intestinal8 (30 cm de la válvula ileocecal). Se
adolescentes con un desorden conductual subyacente. practicó una laparotomía exploradora más enteroto-
El 80% de los pacientes son menores de 30 años, la mía y se encontró otro tricobezoar. Posteriormente, la
mayoría son del sexo femenino.6 paciente se dio de alta al día postoperatorio número
9, sin complicaciones aparentes.
Factores predisponentes:
• Retraso mental Conclusiones
• Sexo femenino
• Desorden conductual subyacente Consideramos importante el compartir con toda la
• Pica comunidad médica las experiencias vividas en cuan-
• Cirugía gástrica previa to al manejo quirúrgico de los tricobezoares, justifi-
• Enfermedad de Crohn cado por su incidencia poco común. Esto contribuirá
• Cáncer estómago/duodeno/páncreas a enriquecer los conocimientos sobre una entidad
• Estasis gástrica (diabetes mellitus, hipotiroidismo, que se puede presentar, raramente, como abdomen
colagenopatías) agudo en un grupo de pacientes con rasgos de perso-
• Drogas (anticolinérgicos, opiáceos) nalidad similares.
• Generalmente historia de tricotilomanía y tricofagia6
Referencias bibliográficas:

Complicaciones: 1. Salena BJ et al; Feldman: Sleisenger and Fordtran´s Gastro-


• Mecánicas.- obstrucción, íleo. intestinal and Liver Disease; 6th edition, Volume I; Saunders;
• Traumáticas.- hemorragia, ulceración, perforación, USA 1998.
2. Chaudhury, S et al; Recurrent Trichobezoar in a case of
peritonitis. Trichotillomania; Indian Journal of Psychiatry; 43:4, 2001.
3. Jaume, Gaya et al; Persimmon bezoars: A successful combined
La incidencia de úlcera péptica concomitante es therapy; Gastrointestinal Endoscopy; Vol. 55:4, April 2002.
del 10%, la perforación ocurre en el 7-10% de los 4. Phillips, Michael et al; Gastric Trichobezoar: Case Report and
casos.4Acompañados de desnutrición, anemia, ente- Literature Review; Mayo Clinic Procedures; July 1998, Vol. 73.
5. Alzein, Mohammad et al; Small bowel obstruction due to
ropatía perdedora de proteínas, ictericia obstructiva, Trichobezoar: Role of upper Endoscopy in Diagnosis; Gastroin-
etc. testinal Endoscopy; 52:6, December 2000.
6. Messinger, Meredith et al; Trichotillomania; Pediatrics in Re-
Pronóstico: view, 20:7, July 1999.
• La recurrencia es del 20%.2 7. Blam ME et al; A new endoscopic technique for the removal
of gastric phytobezoars; Gastrointestinal Endoscopy; 52:3, 404-
8, Sept 2000.
Prevención: 8. Escamilla, C et al; Intestinal Obstruction and Bezoars; Journal
• Énfasis en masticación, dentadura y dieta of the American College of Surgeons; Vol 179:285-288, 1994.
• Intervención psiquiátrica
• Antidepresivos
Correspondencia:
• Procinéticos
Dr. Humberto Sánchez Alarcón
Email: humalar@aol.com

32 Ciencias clínicas
El médico frente a la educación
del paciente
• Dr. Manuel de la Maza Flores1

Para la mayoría de los médicos la educación del pa- La Secretaría de Salud de acuerdo a la NOM-168-
ciente es importante en la atención. SSA1-1998 del expediente clínico nos obliga a señalar
los riesgos y beneficios del Acto Médico autorizado
El médico está acostumbrado a informar el diagnósti- para obtener la firma de “carta de consentimiento bajo
co, tratamiento y la prevención de la enfermedad; el información”, y la Joint Commission of Acreditation of
tipo y la cantidad de información proporcionada varía Health Care Organizations también requiere, para la
entre un médico y otro. Podemos suponer muchas ra- acreditación, que esta información se cumpla basada
zones para esta variación: la información es retenida en la legislación vigente.
muchas veces porque suponemos que el paciente no
tiene la capacidad y el entrenamiento necesario para Una mala educación del paciente se traduce en malos
entender una explicación completa, y que el dar toda resultados, insatisfacción del paciente, incremento en
esta información puede resultar en una mala interpre- los costos de la salud, llamadas innecesarias, incum-
tación y provocar ansiedad; o en otras ocasiones, por- plimiento de las indicaciones del tratamiento, cancela-
que pensamos que otro médico en el equipo de salud ción de citas, eventos adversos de medicamentos y un
lo va ha hacer. mayor número de demandas profesionales.

La información que proporcionamos es la que noso- Las investigaciones al respecto revelan que la informa-
tros, los médicos, pensamos que es necesaria, en vez ción que damos no siempre se traduce en acciones, y
de brindar la que realmente necesita o desea el pa- esto depende de múltiples factores como: la situación
ciente. Existen médicos que sólo diagnostican al pa- particular del paciente; personalidad; sistemas de apo-
ciente sin enfatizar en la educación, argumentan que yo psicológicos, psicosociales, y culturales; nivel de
no tienen el tiempo para hacerlo, que las compañías “rapport” y el confort con el médico; y el grado de cul-
no lo pagan, o que el paciente no lo va a entender, tura en salud. Una educación efectiva debe de identifi-
y no le preguntan si comprendió el diagnóstico y las car estas barreras para implementar las recomendacio-
recomendaciones. Si ven al paciente regresar, asumen nes del tratamiento, el médico debe de ayudar a sus
que siguió las indicaciones, de lo contrario, lo clasifi- pacientes a aclarar los aspectos que son importantes,
can de no cooperador y otros adjetivos. así como a lograr implementar las decisiones terapéu-
ticas apropiadas.
En los últimos años se ha desarrollado un énfasis en
la educación de los pacientes, quienes junto con sus De acuerdo con estudios realizados sobre el apego
familiares buscan activamente información acerca del al tratamiento1 los pacientes usualmente retienen el
diagnóstico y de todos los tratamientos disponibles; 50% de la información que se les brindan debido a las
por lo tanto, la educación del paciente debe de ser malas técnicas de comunicación, o bien a factores de
una parte integral del cuidado que los médicos brin- ansiedad, pasividad y pobre cultura general en salud.
den a sus pacientes. Esta área debe ser incluida en las Las creencias del paciente acerca de los medicamen-
competencias clínicas del currículo de las escuelas de tos influyen profundamente en la forma que los toma.
medicina, sin embargo, no todas reconocen esta nece- Estos mismos estudios revelan que las fuentes de infor-
sidad. La mayor parte de los médicos nunca recibieron mación comúnmente provienen de la familia, amigos,
preparación alguna y muchos requieren de los cono- medios masivos, Internet, y, por último, del médico;2,3
cimientos y las herramientas para la educación del pa- por lo tanto, es importante el conocer las actitudes y
ciente, debido a que ésta no había sido reconocida por creencias del paciente acerca del medicamento pres-
las escuelas de medicina como un elemento necesario crito para aumentar la probabilidad de apego al trata-
en la calidad de la atención. miento.

1 Jefe del Servicio de Neurología, Hospital San José Tec de Monterrey


y Profesor de Cátedra de la Escuela de Medicina del Tecnológico de Monterrey.

Educación médica 33
El médico frente a la educación del paciente

A pesar de que se reconoce que la educación del pa- Entre las reglas para mejorar la comunicación se en-
ciente es una parte importante en el cuidado que brin- cuentran: el permitir que el paciente hable libremente
damos, se asume que el que conoce el texto puede durante la consulta, hacerle preguntas abiertas como
explicarlo y que el paciente lo va ha entender, lo cual “¿hay algo más que desea decir o saber?”, pedirle que
no es cierto. Es necesario aprender y desarrollar las si- explique lo que entendió, escribir las recetas con clari-
guientes habilidades específicas: dad, y evitar el contradecir a otros colegas.
• Establecer un buen “rapport” con el paciente.
• Determinar su capacidad receptiva y habilidad para Las metas mínimas a lograr en la comunicación con
aprender el proceso. el paciente durante una consulta deben ser: extraer la
• Educarlo a la medida de sus necesidades con una información que nos permite obtener un diagnóstico
comunicación clara y efectiva. o las pruebas que son necesarias para determinarlo e
• Identificar y usar apropiadamente fuentes adiciona- informarle de qué está enfermo, su pronóstico, la mo-
les en las que el paciente pueda aprender. dificación de sus actividades y el tratamiento que de-
• Determinar las barreras para implementar las reco- berá de utilizar para aliviar o mejorar sus síntomas y
mendaciones del tratamiento. las alternativas que puedan existir.
• Solucionar junto con el paciente los problemas iden-
tificados. Al final de una consulta el paciente debe de ser capaz
de responder los problemas de salud que tiene y qué
La Academia Americana de Médicos Familiares define debe hacer al respecto; a dónde debe de ir a sus exá-
la cultura en salud como el grado de capacidad que menes, tratamientos y seguimiento; cómo debe tomar
tienen los individuos para obtener, procesar y enten- sus medicamentos, cómo van a responder y cómo sa-
der información básica acerca de la salud y servicios ber si están actuando debidamente o si tienen un efec-
necesarios para llevar a cabo decisiones apropiadas to indeseable; a quién debe de llamar si existe alguna
sobre la salud, y define operativamente la educación duda o preocupación.
del paciente como el proceso de influir en la conducta
del paciente y producir cambios en el conocimiento, La educación del paciente es crítica en nuestro dia-
actitudes y habilidades necesarias para mantener o rio quehacer. Una educación efectiva se basa en el
mejorar la salud. conocimiento de las necesidades de información del
paciente y la habilidad para entender y utilizar la in-
A pesar de que es poco lo que podemos hacer para au- formación; por consiguiente, el tiempo que se invierte
mentar el conocimiento general y habilidad de nues- resulta en un costo-beneficio con mejores resultados y
tros pacientes, existen estrategias que podemos utilizar satisfacción para el paciente y una reducción de ries-
para eliminar el desconocimiento y otras barreras de gos de demanda profesional para los médicos.
comunicación. Es recomendable seguir los siguientes
principios de una educación del paciente efectiva:
Referencias bibliográficas:
• Establecer los principales conceptos que el paciente
debe saber. 1.- Terry PE, Healy Healy ML. The physician role in educating
• Establecer un “rapport” que involucre al paciente. patients. A comparision of mailed versus physician delivered
patient education. J Fam Pract 2000; 49:314-318.
• Evaluar el conocimiento que tiene sobre lo básico de
2.- Budtz S, UIT K. Consulting the internet before visit to the
su enfermedad. general practice. Patient use of internet and other sources of
• Determinar qué es lo que el paciente quiere y nece- health information. Scan Journal of Primary Health Care 2002;
sita conocer sobre su salud. 20:174-176.
• Enfocarse en 3 a 5 mensajes claves. 3- Stevenson F A, Gerret D, Rivers P Wallace G. GP´s recogni-
• Explicar en lenguaje entendible. tion of and response to influences on patients´ medicine tak-
ing: the implications for communication Family Practice 2000;
• Utilizar, de ser posible y conveniente, diversos me-
17:119-123.
dios de información.
• Demostrar su empatía con calidez y brindarle apoyo
emocional.
Correspondencia:
• Reforzar el proceso de enseñanza-aprendizaje según
Dr. Manuel de la Maza Flores
sea necesario.
Email:mdelamaza@itesm.mx
• Involucrar a otros profesionales en el proceso de
educación.
• Evaluar si el paciente entendió la información brin-
dada.

34 Educación médica
Desarrollo histórico
de la Medicina científica
• Dr. Jorge E. Valdez García1

• Palabras clave: Historia de la Medicina, Medicina Podemos pues, entender la Medicina como el conjunto
científica, Medicina racional especulativa, Medicina de actividades destinadas a: mantener sano al ser hu-
empírica basada en creencias. mano, prevenir y tratar sus enfermedades, aliviar el su-
frimiento, además de rehabilitar al enfermo. Entonces,
Resumen en un sentido amplio, el ejercicio de la Medicina es
atender las necesidades sanitarias de las personas.
La Medicina ha sido y es la encargada de atender el
binomio salud-enfermedad en la vida del ser humano. Aun con la definición anterior, si le preguntáramos a
cualquier persona sobre qué es la Medicina, la mayoría
La Medicina científica moderna ha sido consecuencia, de las respuestas indicarían que es una ciencia. Sabe-
no siempre fácil, de su evolución a través de varios mos bien, que la Medicina es más que una ciencia,
periodos. Inició con la Medicina empírica basada en es también una técnica y un arte interpretativo (herme-
creencias que apareció en las sociedades preurbanas néutico), además de un compromiso moral. Esta “defi-
y que prevaleció en las urbanas, principalmente, como nición” como ciencia puede ser explicada por el hecho
medicinas populares. de que la mayoría de los cuestionados han nacido en
una época operante de la llamada “Medicina cientí-
La Medicina científico-especulativa comenzó con la fica”, y en donde han podido experimentar sus muy
aparición del pensamiento racional griego. Siguió su variados y numerosos éxitos individuales y colectivos.
paso a Roma donde fue introducida por médicos es- Esta gran popularidad justifica el que se dedique un
clavos. Más tarde, los médicos del Islam son quienes poco de tiempo a conocer cómo se ha dado este fenó-
recogieron, sistematizaron y trasmitieron el saber grie- meno social que es la Medicina científica.
go antiguo. De manera paralela y consecuente al desa-
rrollo de la Medicina del Islam, la Medicina medieval Contexto histórico-social
occidental cristiana se desarrolló. Le tomó tiempo a la
Medicina conformarse en científico experimental. Les Hemos dicho que Medicina es la manera en que el
corresponde a los médicos del siglo XIX el convertir a hombre y la sociedad enfrentan al fenómeno de la en-
la Medicina en una verdadera ciencia natural. Sin em- fermedad. Con una visión amplia de lo anterior, se de-
bargo, llama la atención que a pesar de todo el progre- ben considerar las diversas formas de Medicina y evitar
so, en los últimos tiempos, se escuche hablar de la cri- sólo tomar en cuenta a la Medicina científica moderna,
sis de la Medicina. Son varios los autores que señalan incluso cuando en nuestra sociedad pareciera ser el
que la crisis se debe al modelo sanitario que se utiliza, modelo hegemónico, aunque bien sabemos que no es
el modelo biomédico que configura nuestra Medicina el único.
científica moderna.
Una simple mirada a nuestra sociedad nos permitirá
Introducción comprobar que existen otras formas de Medicina li-
gadas a la cultura popular, procedentes de diferentes
El binomio salud-enfermedad es una constante a la cual tradiciones, ya sean autóctonas, asiáticas, africanas o
se han tenido que enfrentar todas las sociedades desde incluso europeas. Resulta obvio el alto número de estas
la prehistoria. La Medicina ha sido y es la encargada de formas de medicina, más si tomamos en cuenta no sólo
atender esta constante en la vida del ser humano. las presentes sino aquéllas existentes en la historia de
la humanidad.

1 Director Académico de la Escuela de Medicina del Tecnológico de Monterrey

Humanidades médicas 35
Desarrollo histórico de la Medicina científica

Cada una de estas formas puede les que se interrogaron sobre el ser
estudiarse como lo propone López de las cosas y sobre los principios
Pinero como un conjunto de rela- que constituyen la materia.
ciones o interacciones sociales, es
decir, como un sistema social, o El pensamiento griego logró, de
bien, como un conjunto de pautas manera genial y francamente revo-
de conducta o comportamiento, en- lucionaria, generar la idea de que
tendiéndolas como un sistema cul- el universo en su conjunto y cada
tural. Si aplicamos estos dos puntos una de las cosas, en particular, tie-
de vista, que son complementarios, nen una Phycis que los caracteriza.
las nociones vagas o intuitivas al de- Más tarde los latinos definirán esto
finir la Medicina quedan sustituidas como naturaleza. Sin embargo, lo
por el concepto preciso de sistema más importante fue llegar a pensar
médico, que supone equiparar la que la Phycis está sometida a leyes
Medicina a los demás subsistemas inmutables y comprensibles racio-
resultantes del análisis sociocultu- nalmente, y que puede ser mani-
ral. pulada por el hombre mediante la
techné o arte.
Podríamos clasificar los diferentes
sistemas médicos de acuerdo a di- La Medicina
ferentes criterios. El más general es científico-especulativa
el carácter de sus fundamentos, que
pueden ser las creencias mágicas y En la antigua Grecia existió una tra-
religiosas, el empirirsmo, los sabe- dición de Medicina religiosa ligada
res clásicos o la ciencia moderna. a los templos de Asclepio y culti-
vada por sacerdotes. Pero también
Como las creencias y el empirismo se presentan siem- surgió un cuerpo de médicos-artesanos, independientes
pre asociados, se distinguen tres grandes grupos: del sacerdocio, que se agruparon en las escuelas Cire-
• Los sistemas empíricos basados en creencias ne, Crotona, Cos, Cnido, entre otras. (Ver Figura 1).
• Los racionales clásicos
• La Medicina científica moderna Alrededor del siglo V a. C. esta forma de Medicina arte-
sanal incorporó los principios de la filosofía convirtién-
Los empíricos basados en creencias aparecen en las so- dose en un techné iatriké o arte médico basado en un
ciedades preurbanas y prevalecen en las urbanas, prin- conocimiento científico.
cipalmente, como medicinas populares.
Al incorporar los médicos las teorías especulativas,
Los racionales clásicos proceden de la India, China y propias de los filósofos, convirtieron a la Medicina en
Grecia, desde donde se han extendido a amplias zonas científico-especulativa. Esto significa que el sabio tenía
geográficas. Las medicinas clásicas india y china con- plena confianza en la capacidad de la mente huma-
tinúan siendo hegemónicas en Asia Oriental y algunos na para intuir la esencia de las cosas por medio de la
de sus elementos han sido introducidos a Occidente. observación simple de los fenómenos particulares. Al
La Medicina griega clásica, tras dos milenios de vigen- partir de esas esencias pretendía constituir un conoci-
cia en Europa y el mundo islámico, fue paulatinamente miento universal y necesario que, idealmente, había de
desplazada por la Medicina científica moderna que se ser sistematizado en forma deductiva. No existía la ne-
constituyó, a partir de ella, a través de un complejo pro- cesidad de contrastar experimentalmente las ideas que
ceso dialéctico que inició en el Renacimiento. llegaban a intuirse; les parecía suficiente con que los
conceptos científicos fueran claros, coherentes y razo-
El pensamiento racional en la Grecia antigua nables. El contrastar las ideas con la realidad deberá
esperar todavía algunos siglos.
Es el pueblo griego de la antigüedad el que desarrolló
una nueva manera de pensar y de vivir que ha sido lla- Desarrollo histórico de la Medicina clásica
mado el milagro griego, que dio origen, con sus magní-
ficos logros culturales, a nuestra civilización occiden- Los primeros restos documentales de la Medicina racional
tal. En Grecia aparecen los primeros filósofos raciona- griega se remontan a los comienzos del siglo V a. C. Des-

36 Humanidades médicas
Desarrollo histórico de la Medicina científica

de entonces hasta comienzos de la Galeno (130 – 201 d. C.)


edad moderna, toda la Medicina Médico griego nacido en Pérga-
instruida que se cultivó en Occi- mo que ejerció en Roma y que
dente tuvo su fuente en aquellos llegó a ser la máxima figura del
médicos griegos. Y sus teorías se mundo clásico. Fue autor de 400
mantuvieron con ligeros cambios obras, de las que se conservan
hasta la llegada del Renacimiento. 150, en ellas reunió y sistematizó
todo el saber médico de la anti-
Alcmeon de Crotona güedad. Destacaron también sus
(hacia el año 500 a. C.) aportaciones originales en ana-
Fue un médico “pitagórico”, au- tomía y fisiología basadas en la
tor de los escritos de Medicina teoría humoral y en el principio
“científica” más antiguos que se de la teleología.
conocen. Concibió la enferme-
dad como un desequilibrio entre Decadencia del mundo
cualidades naturales opuestas. En clásico
sus escritos dice: “lo que conser-
va la salud es el desequilibrio de El Imperio Romano de Occidente
las potencias: de lo húmedo y lo desapareció tras las invasiones bár-
seco, de lo frío y lo caliente, de baras en el año 476 d. C, mientras
lo amargo y lo dulce, entre otros. que el Imperio de Oriente (bizan-
Pero el predominio de una de tino) perduró hasta la conquista
ellas es la causa de las enferme- turca en 1453. Para la historia de
dades”. la Medicina fue muy importante
el destierro de los herejes nesto-
Hipócrates de Cos (460 - 379 a. C.) rianos y el cierre de la academia platónica. Los nesto-
Es considerado el padre de la Medicina. Se le atribuyen rianos llevaron consigo importantes libros de ciencia
53 libros médicos, entre ellos el llamado Corpus Hipo- antigua; se asentaron primero en Siria, y de allí fueron
craticum; aunque en realidad fue escrito por varios au- expulsados a Persia. Al ser clausurada la Aca-demia
tores durante mucho tiempo y se recopiló en Alejandría por Justiniano en año 529 d. C, algunos de sus sabios
(ver Figura 2). huyeron hacia donde estaban los nestorianos. Estos
En el Corpus Hipocraticum la Medicina ya es propia- hechos permitieron el paso del conocimiento clásico
mente científico técnica por las siguientes razones: al Imperio Islámico.
1. Se basa en la observación de los fenómenos (su qué
y por qué); 2. Contesta a esas preguntas haciendo refe- Medicina islámica
rencia a la naturaleza de las cosas (Phycis) y a sus leyes; Los islámicos recogieron, sistematizaron y trasmitie-
3. Es consciente de los límites del conocimiento, pero ron el saber griego antiguo. Alcanzaron un gran co-
también de la posibilidad de ampliarlo con la observa- nocimiento de la Medicina clásica, tuvieron mayores
ción y el método. recursos farmacológicos y desarrollaron espléndidos
hospitales.
Paso de la Medicina griega a Roma
Medicina medieval occidental cristiana
La Medicina griega fue introducida por médicos es-
En la Medicina de esta época se distinguen dos perio-
clavos. La Medicina hipocrática se había diversificado
dos:
y escindido en multitud de sectas o escuelas médicas Medicina monástica (desde el siglo VI al XII): en donde
(dogmáticos, herofíleos, erastitráteos, empiricistas, me- se practicó una Medicina centrada en los monasterios.
todistas y pneumaticistas), hasta que Galeno elaboró un Después de una época decadente, los textos clásicos
sistema que sintetizó y superó a estas escuelas. Galeno volvieron a entrar a Europa a través de la escuela de Sa-
quiso edificar una ciencia médica demostrativa sobre lerno y luego por la escuela de traductores de Toledo.
una base lógica y filosófica irrebatible, y la encontró en Medicina escolástica (desde el siglo XII hasta el Re-
la filosofia de Aristóteles. nacimiento): durante este periodo se desarrollaron las
escuelas catedralicias que dan pie a la creación de las

Humanidades médicas 37
Desarrollo histórico de la Medicina científica

universidades. Esto permitió el desarrollo de un saber Conformación de la Medicina científico


muy respetuoso de la tradición clásica, aunque extre- experimental
madamente dialéctico, sistemático y especulativo, co-
nocido como escolástico (ver Figura 3). Ya en la edad contemporánea se encontraban consti-
tuidas las grandes ciencias experimentales. La física pa-
Renacimiento: nuevos valores recía la más desarrollada y era el modelo a seguir. Pero
la situación de la Medicina era la de no haber alcanza-
En esta etapa se produjo un cambio en la valoración do una condición plenamente científica. Los médicos
del ser humano y en la actitud hacia el cuerpo, apare- de esta época tenían como objetivo el convertir a la
cieron nuevos valores: Medicina en una verdadera ciencia natural. De acuer-
• Afirmación de la dignidad del hombre do a Lain Entralgo este objetivo fue perseguido desde
• Valoración positiva del cuerpo humano tres perspectivas metodológicas distintas y sucesivas en
• Exaltación del individualismo su aparición durante el siglo XIX, las cuales fueron la
• Reconocimiento de nuevo ideal humano: el sabio anatomoclínica, la fisiopatológica y la etiopatológica.
universal
Mentalidad anatomoclínica. Proclamaba: “La Medici-
En el ámbito de la Medicina fueron descritas por prime- na ha sido rechazada durante mucho tiempo del seno
ra vez nuevas enfermedades como la sífilis, la difteria, de las ciencias exactas… Será ciencia exacta cuando
entre otras. También se utilizaron medicamentos nue- las observaciones clínicas se hayan correlacionado con
vos, muchos traídos de América. Sin embargo, lo que las lesiones anatómicas”. Este enfoque produjo que se
resalta de este periodo es que se comenzó a rechazar cambiara el concepto de enfermedad, considerando
el sistema galénico clásico, lo que se logró de manera que ésta reside en la lesión.
paulatina. Algunos eventos significativos, aunque no
únicos, que formaron una concatenación de hechos y Mentalidad fisiopatológica. Esta decía: “Sólo la experi-
que pusieron en crisis el paradigma galénico son los mentación combinada con la observación puede hacer
siguientes: los descubrimientos anatómicos hechos por de la patología, lo que ella debe ser, una ciencia exac-
Vesalio, las críticas de Paracelso, la demostración de ta”. Por lo que instalaron laboratorios experimentales al
la circulación sanguínea por Harvey, los hallazgos de lado de los hospitales clínicos. También redefinieron el
los primeros microscopistas. Aparecieron las escuelas concepto de enfermedad, afirmando que ésta era una
Iatromecánicas y Iatroquímicas. alteración funcional.

Sin embargo, a pesar de Mentalidad etiopatológi-


todo esto, la mayoría de ca. Hacia el final del siglo
los médicos seguían sien- XIX, al desarrollarse tanto
do galénicos. Frente a esto la microbiología como la
Thomas Sydenham pro- toxicología se pudo con-
puso limitarse a describir figurar una mentalidad
empíricamente las enfer- enfocada en las causas
medades, clasificarlas en de las enfermedades. Esta
sus especies y encontrar mentalidad entendía la
para ellas tratamientos es-
enfermedad como el re-
pecíficos. Es hacia el siglo
sultado de la acción de
XVIII que los clínicos sen-
tían la necesidad de una un agente externo. Ellos
racionalidad y una guía aseguraban que la enfer-
para la terapéutica, por medad está causada por
lo que buscaron nuevos una infección.
marcos teóricos genera-
les capaces de integrar los Medicina actual
descubrimientos moder-
nos, aunque estos princi- En un inicio las tres men-
pios y sistemas generales talidades competían en-
seguían siendo altamente tre sí. Sin embargo, al pa-
especulativos. sar el tiempo llegaron a

38 Humanidades médicas
Desarrollo histórico de la Medicina científica

complementarse e integrarse. Hoy en día son el núcleo De no hacerse esto, sentencian algunos que la Medici-
de la práctica médica, lo que la hace más científica y le na será, en un futuro no muy lejano, económicamente
proporciona la fortaleza, tan aparente, para la mayoría insostenible, clínicamente confusa, socialmente frus-
de las personas. trante y carente de dirección y propósito coherente.

Al ser concebida la Medicina actual como la síntesis de Bibliografía consultada:


las anteriores mentalidades, se entiende que los trata-
dos actuales de patología describan las enfermedades 1. J. López Piñero, Ma. Luz Terrada. Introducción a la medicina.
haciendo alusión a su etiología, su anatomía patológica Primera edición. Romaya/Valls. Biblioteca de bolsillo, 2000.
2. P. Lain Entralgo. Historia de la Medicina. Primera edición. Mas-
y a su fisiopatología. A últimas fechas esto se ha visto
son, 1997.
enriquecido por la aparición de la biología molecular. 3. M.A. Sánchez González. Historia, teoría y método de la medici-
na: introducción al pensamiento médico. Primera edición Masson,
Sin embargo, éstas son insuficientes para explicar to- 1998.
dos los padecimientos humanos; por lo que en el siglo 4. J. Stucliffe, N Duin. A history of medicine. Second edition.
XX la genética y las ciencias médicas no propiamente Barnes and Noble books, 1992.
5. P. Lain Entralgo. Historia Universal de la Medicina. Masson
biológicas como la sicopatología y la patología social
multimedia, 1998.
han hecho aportes para abarcar de una manera mejor 6. J. Valdez. Brevísima historia de la educación medica. Avances
el fenómeno de salud-enfermedad. 2004;1:37-38.

Crisis de la Medicina actual


Correspondencia:
Llama la atención que a pesar de todo el progreso, a E-mail: jorge.valdez@itesm.mx
últimos tiempos, se escuche hablar en el mundo Occi-
dental de la crisis de la Medicina. Y esto se debe a que
en muchos aspectos existe una alteración. En primer
lugar, los pacientes o usuarios muestran descontento
con la misma; de igual importancia, los profesionales
manifiestan una gran insatisfacción, denuncian que
ha cambiado la relación médico-paciente; además, el
público denuncia la deshumanización de la atención
médica. Se plantean nuevos dilemas éticos. Además, el
gasto sanitario está aumentando a un ritmo superior al
crecimiento económico.

Son varios los autores que señalan que la crisis se debe


al modelo sanitario utilizado, el modelo biomédico que
configura nuestra Medicina científica moderna. Esto se
debe a una definición de enfermedad basada sólo en
parámetros somáticos, dejando de lado las cuestiones
psicosociales.

La propuesta de algunos autores –como Sánchez Gon-


zález– sobre la única forma que tiene la Medicina para
superar su crisis actual es a través de la formulación
de nuevos ideales expresados en cuatro grandes obje-
tivos:

• Prevenir la enfermedad, promover y mantener la


salud.
• Aliviar el dolor y el sufrimiento humano causados por
los padecimientos de origen interno.
• Cuidar y curar a todos los que tienen padecimientos;
cuidar a los que no pueden ser cuidados.
• Evitar la muerte prematura y aspirar a una muerte
en paz.

Humanidades médicas 39
Carta al editor:
En el número 11 de nuestra pasada edición, en la Tra-
yectoria Médica titulada “Dr. Francisco Alaniz Cami-
no: Un luchador activo y experto de la Radioterapia”,
en donde se hace referencia a la familia del Dr. Alaniz
se omitió el nombre de una de sus hijas, Paulina Ala-
niz Uribe, licenciada en Estudios Internacionales.

Presento mis disculpas por esta exclusión.

Atentamente

Dr. Adolfo Isassi Chapa


Jefe del Servicio de Oncología Médica,
Hospital San José Tec de Monterrey.

40 Carta al editor
Información para los Autores Los pies de figura aparecerán escritos a doble espacio, en hoja aparte, con numeración arábiga.
Se explicará cualquier simbología y se mencionarán los métodos de tinción y/o la escala en las
La revista AVANCES es el medio de publicación científica del Hospital San José Tec de Monterrey figuras que lo requieran.
y de la Escuela de Medicina del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey y
auspiciado por la Fundación Santos y De la Garza Evia en Monterrey, Nuevo León, México. REQUISITOS ESPECÍFICOS

La revista AVANCES se publica tres veces al año y solamente recibe manuscritos originales de to- Artículos originales
das las áreas de la Medicina Clínica, la Investigación Básica en Bio-medicina, Educación Médica Resumen
y Humanidades Médicas. Se presentará en un máximo de 2,000 palabras, e indicará el propósito de la investigación, los
procedimientos básicos (selección de la muestra, de los métodos analíticos y observacionales);
Todos los trabajos enviados deberán de apegarse a los formatos que se describen abajo, y serán principales hallazgos (datos concretos y en lo posible su significancia estadística), así como las
sujetos a revisión por expertos y por el Comité Editorial para dictaminar su aceptación. conclusiones relevantes.

La revista AVANCES considerará las contribuciones en las siguientes secciones: Introducción


• Artículos originales Deberá incluir los antecedentes, el planteamiento del problema y el objetivo del estudio en una
• Artículos de revisión redacción libre y continua debidamente sustentada en la bibliografía.
• Casos clínicos
• Casos clínico-patológicos Material y métodos
• Cartas al editor Se señalarán claramente las características de la muestra, los métodos o descripción de procesos
empleados con las referencias pertinentes, en tal forma que la lectura de este capítulo permita a
REQUISITOS COMUNES A TODOS LOS MANUSCRITOS otros investigadores, realizar estudios similares. Los métodos estadísticos empleados, cuando los
Todos los manuscritos se deberán enviar por triplicado, incluyendo tablas y figuras. Los manuscri- hubiere, deberán señalarse claramente con la referencia correspondiente.
tos deberán estar escritos correctamente en lengua española (castellano).
El texto deberá estar escrito a máquina o en impresora, con un tipo de letra no menor a “Times Resultados
New Roman” a 12 picas, a doble espacio, en hojas de papel blanco bond tamaño carta, con Deberá incluir los hallazgos importantes del estudio, comparándolos con las figuras o gráficas
márgenes de cuando menos 25 mm. (1 pulgada), utilizando un solo lado de la hoja y comenzando estrictamente necesarias y que amplíen la información vertida en el texto.
cada una de las secciones en página nueva.
El resumen, el texto, los reconocimientos y agradecimientos, las referencias, tablas, figuras y pies Discusión
de figuras deberán estar en hojas por separado. Deberán de contrastarse los resultados con lo informado en la literatura y con los objetivos e
Se numerarán las páginas en forma consecutiva comenzando con la página frontal, y se colocará hipótesis planteados en el trabajo.
el número en el extremo inferior derecho de cada página.
Todos los manuscritos deberán venir acompañados de una carta del autor principal dirigida al Conclusión
comité editorial de la revista AVANCES, solicitando la revisión y, en su caso, la publicación del Cuando aplique. Deberá formular recomendaciones finales basadas en los resultados del trabajo
manuscrito. de investigación.

PÁGINA FRONTAL Artículos de revisión


Todos los manuscritos deberán contener una la página frontal que tendrá: Estos serán sobre un tema de actualidad o de relevancia médica o educativa, escrita por una
• Título completo del trabajo persona con suficiente dominio del área sobre la cual se realice el artículo.
• Nombre y apellido(s) de cada autor Las secciones y subtítulos serán de acuerdo con el criterio del autor. Su extensión máxima será
• Adscripción: los departamentos institucionales en los cua-les se realizó el trabajo, nombre y de 2,000 palabras.
dirección actual del autor responsable de la correspondencia y al que se le solicitarán los reim- Las figuras y/o ilustraciones deberán ser las estrictamente necesarias, no siendo más de seis, la
presos (corresponding author) bibliografía deberá ser suficiente y adecuada y en la forma antes mencionada. Se recomienda
• Un título corto de no más de 40 caracteres, contando espacios y letras (running title) que el número no sea menor de 50 citas para este tipo de artículos.
• De 3 a 6 palabras clave para facilitar la inclusión en índices internacionales.
Casos clínico-patológicos
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Esta sección tiene el propósito de contribuir al proceso de la educación médica continua. Los
Todas las referencias bibliográficas se presentarán de acuerdo con las indicaciones de la Reunión manuscritos deberán contener la exposición y discusión de un caso clínico relevante y su co-
de Vancouver (Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas. Requisitos uniformes para rrelación con los hallazgos patológicos, imagenológicos o moleculares que fundamenten el
preparar los manuscritos que se proporcionan para publicación en revistas biomédicas. Bol Of diagnóstico final.
Sanit Panam 1989; 107: 422-437). En un máximo de 1,000 palabras se hará la presentación del caso, la historia clínica y los es-
tudios de laboratorio, imagenología y registros eléctricos; la discusión clínica incluyendo el di-
Se indicarán con números arábigos en forma consecutiva y en el orden en que aparecen por agnóstico diferencial; la presentación de los hallazgos macroscópicos, microscópicos y en su
primera vez dentro del texto. caso, bacteriológicos y moleculares que fundamenten el diagnóstico final; la correlación clínico
• En el caso de los artículos publicados en revistas periódicas aparecerán en la forma siguiente: patológica y las referencias bibliográficas así como las lecturas recomendadas. Se podrán incluir
Somolinos-Palencia J. El exilio español y su aportación al estudio de la historia médica mexi- un máximo de cinco ilustraciones (tablas, gráficas y/o fotografías) (se requieren originales) que
cana. Gac Méd Méx 1993;129:95-98. se refieran a los datos clínicos, imagenológicos, de laboratorio y a los resultados del estudio
• Las referencias a libros tendrán el siguiente modelo: anatomopatológico.
Aréchiga H, Somolinos J. Contribuciones mexicanas a la medicina moderna. Fondo de Cultura
Económica. México, 1994. Casos clínicos
• Las referencias a capítulos en libros aparecerán así: Deberán constar de introducción, presentación del caso, discusión, ilustraciones y/o imágenes y
Pasternak RC, Braunwald E. Acute myocardial infarction. En: Harrison’s Principles of Internal bibliografía, con una extensión máxima de 1,000 palabras.
Medicine. Isselbacher KJ, Braunwald E, Wilson JD, Martin JB, Fauci AS, Kasper DL (Eds.) Mc-
Graw-Hill Inc. 12a. Edición New York, 1994, pp 1066-1077. Cartas al editor
Pueden tratar sobre temas relacionados con manuscritos pu-blicados previamente o con temas
TABLAS científicos del ámbito de interés de la revista AVANCES.
Deberán presentarse a doble espacio, numeradas en forma consecutiva con caracteres arábigos Tendrán una extensión de una cuartilla y media como máximo. Se permite una figura o tabla y
en el orden citado dentro del texto, con los títulos en la parte superior y el significado de las abre- no más de 10 referencias bibliográficas.
viaturas, así como las notas explicativas al pie. En caso de tratarse de comentarios sobre algún trabajo pu-blicado, y si el tiempo lo permite, se
buscará enviar la carta al autor de trabajo original para que, en caso de que este lo considere, se
FIGURAS, GRÁFICAS E ILUSTRACIONES pueda publicar, al mismo tiempo, un comentario de este autor.
Deberán ser profesionales y fotografiados en papel adecuado de 127 x 173 mm. (5 x 7 pulgadas).
El tamaño de las letras, números, símbolos, etc. deberán permitir una reducción sin que se pierda Proceso de Publicación
la nitidez. Cada figura deberá estar marcada al reverso con lápiz blando para indicar su número, Se notificará a los autores de la recepción su trabajo y se les comunicará el número interno de
el apellido del primer autor, y con una flecha que señale la parte superior, para facilitar su co- seguimiento del manuscrito.
rrecta orientación. El costo de la publicación de fotografías o cualquier imagen en color será por cuenta del autor.
Las fotografías de medio tono deberán ser de excelente calidad y contrastes adecuados, y se envia- Una vez que los trabajos sean aceptados para su publicación, se le notificará al autor principal.
rán sin ser montadas. No se aceptarán copias en blanco y negro de fotos en color. Sólo podrán Inmediatamente previo a la impresión, se le harán llegar al autor principal copias del formato
aceptarse un máximo de seis fotografías por artículo. Para la publicación de ilustraciones a color, final del trabajo para su corrección. En caso de no recibir corrección alguna, se procederá a su
los autores deberán aceptar el costo que cotice la imprenta. publicación.

Enviar los trabajos a: REVISTA AVANCES | OFICINA EDITORIAL | Hospital San José Tec de Monterrey • Av. Morones Prieto #3000 Pte. • Col. Los Doctores
Monterrey, Nuevo León. México 64710 • Teléfono: (81) 83471010, exts. 6179 y 2577 • e-mail:avances@hsj.com.mx • www.itesm.mx/vid/fsge/avances.htm

Políticas Editoriales 41

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