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Hacer jabón transparente
Una receta para entender el proceso
Ahora la cosa ha cambiado mucho, pero cuando yo quise aprender a hacer el
jabón de glicerina no encontré prácticamente nada sobre ello en internet.
Entonces conocí a un amigo (Luis Tavecchio) que me brindó su receta a partir de
la cual surgieron mis posteriores experimentos.
Voy a poner esa receta como punto de partida aunque luego he estado viendo, en
libros fundamentalmente, otras posibilidades.
Nociones teoricas
Sin poder ahondar mucho en el tema voy a intentar explicar el principio de la
transparencia. En condiciones normales el jabón suele cristalizar de forma
amorfa, es decir, desordenadamente. Es la disposición de este tipo de cristales la
que proporciona opacidad al jabón. Hay otras formas de cristalización que
producen un resultado transparente y esas son las que nos interesan.
También hay que tener en cuenta los ingredientes de carga. Se denomina carga a
aquellos elementos que sirven para dar mayor rendimiento al aceite y esto
quiere decir que, con la misma cantidad de aceite, sale mayor cantidad de
jabón. Algunos elementos de carga, como el almidón, el talco, la arcilla, etc.,
producen también opacidad pero algunos como el azúcar o la sosa pesada
(carbonato sódico hidratado) no solo no producen opacidad sino que favorecen la
transparencia. Teniendo esto en cuenta se comprenderá mejor para qué sirven
los ingredientes de la fórmula de la que vamos a partir.
Preparación previa
La realización de este jabón requiere un poco más de experiencia por parte de
quién lo hace. Por ello es conveniente haberse iniciado antes en la elaboración
de jabón en frío y en el proceso en caliente. Además el uso de disolventes (como
el alcohol) entraña peligros adicionales.
No es recomendable la elaboración de este jabón por parte de menores y por
supuesto no me hago responsable del mal uso que le deis a esta información. En
cualquier caso dadle siempre un repasito a las normas básicas de seguridad.
Revisado el 13/09/18
Una vez que todo está bien homogéneo se mete en el horno o baño maría (entre
80 y 90ºC) durante 2 horas para conseguir la saponificación total de las grasas.
Ésta se verificará mediante la prueba de pH, bien con fenolftaleina, con tiras o
con la lengua.
Cuando esté completada la saponificación se añadirá, a una temperatura de
60ºC, el jarabe previamente realizado con el azúcar y el agua, hasta su completa
homogenización, lo que da al jabón un aspecto y consistencia más plásticos.
Por último, hay que añadir (evitando los vapores y lejos de cualquier llama) poco
a poco el alcohol. Esto hace que la masa se vuelva completamente transparente
y muy, muy líquida. Casi como agua, que nadie se preocupe. Yo a veces uso la
batidora a velocidad muy lenta para completar la mezcla.
El resultado hay que colarlo por los posibles restos de jabón no disuelto y
verterlo en un molde a ser posible que se pueda tapar dejándolo reposar hasta
que se enfríe completamente. Ya debe de estar realizada nuestra base de
glicerina.
Las variaciones que ofrece la receta son infinitas, como no. Pero hay que
destacar la existencia del Propilenglicol y Dipropilenglicol como disolventes a
sustituir parte de alcohol o la glicerina y el sorbitol que también produce más
transparencia.
También la sal común en cantidad muy moderada produce más dureza lo que
permite la utilización de otros aceites.
Revisado el 13/09/18
Por otra parte, las redes de hoy en día nos permiten disponer casi de cualquier
ingrediente pero a precios muy dispares. Desde este apartado podrás acceder a
información sobre los ingredientes necesarios para la elaboración de jabones.
Si por ejemplo tenemos una sosa de la que sabemos que es del 90%, tendremos
que añadir la diferencia a nuestra fórmula, o sea, poner un 10% más de sosa de
la que indica la fórmula.
Contenedores de álcalis
El bote que la contiene también es importante. Aunque ahora la normativa
española exige que el recipiente reúna unas características de seguridad, todavía
podemos encontrar en el mercado sosa en bolsas o en cartón. Muy poco
recomendables ambas, no sólo porque es peligroso almacenarlas así, sino
también porque al contacto con el aire, la sosa se degrada. Por lo que llevo
viendo años en el foro de mendrulandia, atribuyo la mayoría de los fallos en los
jabones a la calidad de la sosa cáustica. Es por esto que considero muy
importante dar con una buena marca y mantenernos con ella.
Actualizado el 05/09/18
Las propiedades del sebo, salvando las diferencias, son equivalentes a la manteca
de cacao ya que proporciona sobre todo dureza y cremosidad en la espuma.
Produce jabones duros y blancos y se suele utilizar entre un 20 y un 40%. En
algunos lugares el jabón se realiza con sebo y aceite de coco al 50%.
La manteca es otra cosa. También se obtiene de la grasa animal pero
normalmente del cerdo. Su tacto es más untuoso y recuerda al aceite de palma
pero tiene un olor bastante fuerte. Los jabones realizados con manteca son
blancos, duros y bastante duraderos. Limpian bastante bien las manchas de la
ropa y resultan suaves para la piel. A efectos prácticos también se parece
bastante al aceite de palma por lo que no produce mucha espuma pero endurece
más que ella. Se usa hasta un 40%.
Para obtener tanto una como otra, tienen bastante trabajo, haciéndose desde los
despojos, pero a mí me parece que merece la pena probarlo ya que, como digo,
producen jabones muy buenos.
Existen obviamente otras grasas animales como las grasas de pato o de pollo.
Proporcionan características al jabón similares a la manteca. Cada una con sus
peculilaridades en función de su composición.
Suelen ser los aceites que contienen más cantidad de ácidos linoleico y linolénico
y estos deben de ser muy emolientes. Además contienen cantidades mayores o
menores de ácido gadoleico, que los hace regenerativos, y vitaminas y
oligoelementos que los hacen nutritivos de la piel. Son aceites muy caros e
inestables por lo que hay que apoyarlos siempre con vitamina E en una cantidad
aproximada del 5% de su peso. Esta vitamina es un potente antioxidante que
evita su enranciamiento.
El uso de estos aceites en el sobreengrasado de los jabones hace que sean más
suaves y beneficiosos para la piel. Entrañan cierto riesgo del enranciamiento de
los jabones por lo que hay que usarlos en pequeña cantidad.
Algunos aceites de ejemplo
Aceite de rosa mosqueta, que por su fama de regenerador de cicatrices y
antiarrugas es el más solicitado. Es uno de los más inestables.
Aceite de borago, es mucho menos conocido que el aceite de rosa mosqueta y
por eso un poco menos caro pero su composición es muy parecida y su efecto
también. Se utiliza también para tratamiento de pieles muy delicadas porque
proporciona elasticidad.
Aceite de argán. Seguimos con los aceites prohibitivos en cuanto a su precio. El
efecto es similar al de lo otros dos pero en este caso contiene menor cantidad de
linólénico por lo que es un poco más estable. Tiene un olor profundo como de
fruto seco un poco rancio.
El aceite de jojoba no es un aceite propiamente dicho. Es más bien como una
cera líquida. Tienen propiedades emolientes y humectantes y proporciona brillo
en las composiciones para el cabello.
Aceites como el de germen de trigo, semilla de uva, nuez o incluso el girasol son
alternativas más baratas a estos aceites ya que su composición es similar. En
estos casos también hay que usar la vitamina E.
Voy a nombrar una serie de esenciales en algunos casos por ser de la tierra y en
otros por considerarlos indispensables. Hay muchísimos por lo que voy a hacer
una selección de unos pocos nada más. Para el uso de estos hay que tener buen
olfato e imaginación.... ...o un buen libro de combinaciones.
Coloreando el jabón
Tipos de colorante para jabones
Pues que hay principalmente dos tipos: líquidos y en polvo. Y de estos últimos
también hay dos tipos: hidrosolubles y liposolubles, lo que significa que se
mezclan o bien en agua o en aceite.
Los que se mezclan en aceite se pueden agregar al jabón desde un principio, por
que así con el movimiento y eso, se disuelven mejor. Los hidrosolubles hay que
mezclarlos previamente con agua y se suelen añadir después de la traza. Si
además queremos separar parte del jabón para colorearlo de otra manera, pues
se lo añadimos una vez separado.
Los líquidos suelen utilizarse para los jabones de glicerina u otros cosméticos.
Para los jabones en frío suelen ir mejor los liposolubles que vienen en polvos.
Por otro lado, jabones realizados con grasas más blancas producen jabones más
blancos y éstos son más fáciles de colorear.
La calidad es importante
Los colorantes, no obstante, deben de ser siempre de grado cosmético. De nada
sirve gastar tiempo y dinero en hacer jabones si luego le vamos a poner cualquier
ingrediente de origen y calidad dudosos.
Tanto los lipo como los hidrosolubles se pueden disolver en alcohol de 96º. Al
principio la mezcla es estable pero al cabo de un rato el colorante se deposita en
el fondo. Se agita un poco en el momento de su uso y está perfectamente
utilizable. Así incluso se pueden mezclar para conseguir colores intermedios.
Como decía arriba, los aceites utilizados para la elaboración del jabón también
pueden darle color, así el de cáñamo proporciona un verde intenso, el aceite de
zanahorias, el de rosa mosqueta o el de germen de trigo proporcionan distintos
grados de naranja, el de oliva desde amarillos a verdosos que al final quedan más
o menos marfil, y el coco, palmiste, sebo, manteca y karité producen jabones
muy blancos que pueden resultar idóneos para ser coloreados.
Los colores naturales de origen vegetal como la clorofila o algas (para el verde),
la cúrcuma (amarillo), el pimentón (rojo anaranjado), etc, son menos estables en
el jabón y con el tiempo acaban perdiéndose. El caramelo, cacao o el café (para
los marrones) son más estables.
Antioxidantes hay muchos y actúan de diferente manera, pero para los aceites en
cosmética, se usa mucho los tocoferoles o vitamina E. Estos se asocian a las
insaturaciones impidiendo que lo hagan otros compuestos. Su efecto puede ser
potenciado por la vitamina C (ácido ascórbico) que también es un antioxidante al
igual que los carotenoides.
En general, una vez secado el jabón, que esté envuelto de modo que quede
aislado del aire prolongará su durabilidad, más si está en un lugar seco, fresco y
oscuro.
Técnicas complementarias para hacer
jabones
Firulillos en jabones Calcular recetas de jabón Formular fragancias para
jabón Medir pH del jabón DWCP Lavado del jabón con salPreparación del
sebo
Este es el apartado más heterogéneo donde cabe casi de todo. Son técnicas
complementarias a los procesos de elaboración. No son conceptos
fundamentales pero si dan una mayor visión de la elaboración de jabones y sus
posibilidades.
Técnicas
Técnica de la percha
Tutorial Secret Swirl
Remolinos movidos
Diagonal Swirl Tutorial
Técnicas
Los dos valores están dentro del margen establecido pero por ser el valor INS
bajo el jabón saldrá más blando y suave. El valor de IY es un poco alto, se acerca
demasiado al límite establecido por lo que la adición de un poco de vit E lo
protegerá del enranciamiento.
Como otro ejemplo vamos al otro extremo quitando el girasol y añadiendo esa
cantidad de coco:
coco (20%), palma (30%) y oliva (50%)
Los dos valores están otra vez dentro del margen establecido pero, por ser el
valor INS un poco más alto, el jabón saldrá más duro y limpiador. El valor de IY es
más bajo que antes. Ya no se se acerca al límite establecido por lo que la adición
de vit E ya no es necesaria. Sólo probando ambas recetas sabremos cual se ajusta
más a nuestros gustos y necesidades.
Por lo que la cantidad de sosa será 131.6 gramos (que dejamos en 131)
Revisado el 08/09/18
También como con la música, los acordes pueden transmitir sensaciones. Así la
tonalidad musical de menor suele evocar pena o nostalgia, la de mayor alegría,
la disminuida incertidumbre. Pues con los aromas ocurre algo parecido sólo que
no está tan pautado como la música, al menos que yo sepa. Las notas también
pueden potenciarse o anularse unas a otras.
Realizadas con notas armónicas altas, medias y bajas, las fragancias deben ser
estables y no precisar ningún tipo de fijador artificial, aunque los hay. Además
de las mencionadas como notas bajas, como fijadores naturales hay que destacar
la tintura de benjuí, el bálsamo de Perú y la raíz de lirio. Una fragancia
elemental es la de rosa realizada con:
La lejía cuanto más concentrada más peligrosa, más quema por lo tanto
cuidado. Hay que trabajar muy rápido para lo que hay que tener todo muy bien
preparado de antemano y muy bien organizadito.
La temperatura de partida de los ingredientes es directamente proporcional a la
posibilidad de fracaso. Es decir que hay que esperar que aceites y lejía estén
fríos para empezar a mezclarlos.
Y esto no está arriba pero cuidarse de ingredientes que aceleren mucho la
traza y batir poco o nada con la batidora si usas ese tipo de ingredientes.
Más o menos es eso. Por todo lo dicho es un proceso que requiere un poco más de
cuidado y experiencia que otros mencionados. Sobre todo por que la mezcla esté
bien realizada para que el jabón llegue a reaccionar completamente.
Revisado el 13/09/18
Vídeo recomendado
Lavado con sal
Jugando con los jabones
Esto, más que como cualquier otra cosa, empezó como un experimento. No es
muy rentable como práctica habitual aunque cada vez se le están viendo más
aplicaciones.
Partimos de la base de que los jabones diluidos en agua son coloides y que como
tales, tienen unas características y comportamiento particulares. Las sales
repercuten directamente en los jabones como se explica en Sales y sus efectos
en el jabón.
De ese modo se puede usar sal para conseguir una separación en dos fases,
quedando abajo la fase acuosa con la sal, y la glicerina diluida en ella, y sobre
ésta, la fase jabonosa con los elementos no solubles en agua salada. Esto no
tiene nada de nuevo, industrialmente siempre se ha hecho así denominando a la
capa inferior sublejía.
La otra opción es hacer esto sin agua. El rendimiento es mayor pero hay que
cuidar que no se nos queme la grasa lo que se traduciría en un sebo más oscuro y
oloroso. Hay que hacerlo a fuego muy lento y sin dejar de removerlo.
Este sebo ya nos serviría para hacer el jabón pero, para mi gusto, aun tiene
bastante olor y posiblemente algo de color. Ahora se trata de depurarlo o
purificarlo para quitar, entre otras cosas, los ácidos grasos libres que propician la
ranciedad. Eso nos permitirá guardarlo por más tiempo.
Una vez frío, tendremos un sebo de primera que producirá unos jabones de gran
calidad.
Revisado el 13/09/18
Herramientas para la elaboración de
jabones
Utensilios Moldes para jabones Sellos para jabones Cortadores de
jabones Calc v4
Aquí se pretende dar una noción general sobre esta parte, a menudo tan poco
comentada, que son las herramientas.
Las batidoras pequeñitas que se venden para hacer espuma en la leche funcionan
muy bien para remover colorantes o las arcillas. Tambien tienen su utilidad en la
elaboración de cremas.
Las espátulas o 'cosas' para remover
Para remover el jabón se pueden utilizar varios artilugios. Para mi, lo ideal es de
acero inoxidable. Tengo un par de cucharas dedicadas a eso exclusivamente.
También se pueden utilizar espátulas de silicona, pero si se usan de plástico, hay
que estar seguro de que es un plástico apto par ello. Tiene que aguantar la
causticidad. También se utilizan palos de madera pero, en mi experiencia, la
sosa se los acaba comiendo y los restillos acabarán en el jabón. Para remover las
esencias a veces uso un palillo de esos chinos.
Lo más importante es que, si es un molde con forma, debe ser más blando que el
propio jabón. Si no, resulta prácticamente imposible sacarlo. Pero vayamos por
partes.
Con los jabones en frío los moldes de plástico suelen crear vacío con las paredes
del jabón y éste tiene que estar suficientemente duro para que no se rompa. Los
jabones de glicerina no suelen provocar ningún problema con estos moldes.
Moldes rígidos
Para lotes grades que después se van a cortar en pastillas, lo ideal es un molde
rígido que vaya forrado. Ese forro puede ser de papel de horno, de láminas de
teflón, de goma eva o de plástico de forrar libros. En ese caso, el jabón sale sin
ningún problema del molde. También si el lote es grande, si se va a dejar en el
molde durante algún tiempo y este es de plástico, no necesitaría forro ya que al
endurecer se podría sacar del molde sin dificultad. La adición de un poco de sal
al jabón (menos de un 1% del total del peso) facilita el desmoldado siempre.
Moldes flexibles
Existe toda una gama de moldes artísticos para hacer jabón de glicerina que en
muchos casos no sirven para los jabones procesados en frío. Además, algunos
materiales como el látex, se deterioran por la causticidad del jabón recién
mezclado.
Los moldes de silicona ofrecen una buena alternativa a los demás ya que es un
material que soporta bien la causticidad y además es extremadamente flexible.
Existe toda una gama para repostería que se puede adaptar sin dificultad a
nuestros fines jaboneros.
Moldes reciclados
Por último, los moldes reciclados son una alternativa muy barata y variada. Se
trata simplemente de encontrar entre todos los envoltorios de los productos que
consumimos, algunos que se adecuen a la forma que nos guste. Siguiendo las
indicaciones anteriores nos pueden servir perfectamente. Así el fondo de una
botella de agua mineral, el recipiente de un queso de burgos, el tapón del bote
de nata o cualquier otro nos producirá jabones con formas variadas en
interesantes.
En ocasiones, para facilitar la operación de sacarlo, meto en el congelador el
jabón, luego mojo el molde por fuera con agua calentita y así lo consigo.
También un poco de sal facilita el desmoldado, como ya he dicho, pero hay que
tener cuidado porque con solo un poquito más el jabón se corta.
Entre los materiales de las tiendas para hacer jabones hay todo tipo de artilugios
para cortar los jabones de barra, unos más y otros menos sofisticados. Hay que
facilitarse las cosas y proveerse de uno que se ajuste a las necesidades de la
propia producción.
https://youtu.be/VliyLkpTHkU
Revisado el 13/09/18
Nueva calculadora de Mendrulandia
Ay, la resistencia al cambio.
Dicho esto, aprovecho para contar algo que puede parecer muy obvio pero que
para algunos no lo es tanto. Hablamos de que los aceites están constituidos por
diferentes porcentajes de ácidos grasos. Lo que diferencia a un ácido graso de
otro es sobre todo su tamaño y el número de insaturaciones (ricino aparte).
Centrándonos en eso del tamaño, lo que hace que un aceite tenga un índice
de saponificación u otro es eso, la longitud de sus cadenas. Así un aceite como es
el de coco, que tiene gran porcentaje de ácidos grasos de cadena corta, necesita
más cantidad de moléculas de álcali para formar las correspondientes de jabón.
Y ciertas propiedades como las burbujas o la limpieza están directamente, si no
exclusivamente, relacionadas con este hecho. Es decir, sostengo que un jabón de
coco limpia más porque en el mismo peso, respecto a otros aceites, hay más
moléculas. Y lo mismo con las burbujas.
Aceites duros y dureza del jabón no es equivalente
Volviendo a lo anterior, otro error común es el de los aceites duros. Se tiende a
pensar que los aceites duros, que son aquellos que permanecen sólidos a
temperatura ambiente, son los que producen más dureza en el jabón.
Personalmente no estoy de acuerdo con eso. Los aceites que permanecen duros a
temperatura ambiente son aquellos que tienen un alto porcentaje de ácido
esteárico o de ácido palmítico. El aceite de coco, sin tenerlos, también
permanece sólido por debajo de 25ºC, sin embargo, como he dicho antes, no
produce gran dureza. La dureza depende del porcentaje de saturados pero
también de la longitud de sus cadenas. Por lo tanto aceites con alto contenido de
oleico producen jabones más duros que el de coco.
Así que como las características de un jabón ahora se miden de otro modo, no se
puede pretender que los resultados que ofrezca sean los mismos. Como he dicho
anteriormente, implica aprender a leerlos, acostumbrarse a los nuevos. Lo único
que sigue siendo igual es que los valores óptimos están establecidos en 50, que
un valor por encima significa un exceso y uno por debajo, un defecto.
En esto hay que hacer la salvedad de los aditivos. Por si todo este tema no fuera
lo suficientemente engorroso, hay que añadir que las cualidades de los aditivos
se miden de forma diferente que en los aceites. Las propiedades de los aditivos
se cuantifican de -100 hasta 100, considerando que el 0 no actúa sobre el jabón.
El agua en el jabón no se contempla en los resultados. De modo que todas las
consideraciones son sobre el jabón ya seco. Las cargas tampoco, se considera el
jabón puro.
Respecto al tema del sobreengrasado he tenido que hacer una aproximación
sobre cómo afecta el exceso de aceite sobre cada uno de los parámetros
contemplados. En algunos casos positivamente, en otros de forma negativa. No
deja de ser una aproximación matemática a un hecho no tan fácilmente
cuantificable. Como estos parámetros dependen de los ácidos grasos
constituyentes, está también directamente relacionado con ellos.
En constante evolución
Hay una cuestión, que es más orientativa que otra cosa, que es las influencias del
cambio de álcali y de sus mezclas respecto a los pronósticos. Había que
cuantificar de algún modo algo que es fácilmente observable pero difícilmente
calculable, de modo que he hecho una aproximación muy personal susceptible de
ser cambiada más adelante.
Tabla de saponificación
Una tabla de valores para dominarlos a todos
La tabla de saponificación es necesaria para hacer los cálculos para la
elaboración del jabón. Se ofrecen dos valores SAP para dos tipos de álcali en
función de si se quiere obtener jabones sólidos o líquidos. El valor
del yodo determina la tendencia al enranciamiento y el valor INS nos aproxima a
las características finales de un jabón realizado con esa grasa.
Grasa sap NaOH sap KOH yodo INS
Ácido Esteárico 0,134 0,188 0 188
Ácido Mirístico 0,165 0,232 0 232
Ácido oleico 0,135 0,190 86 104
Ácido Palmítico 0,148 0,208 0 208
Aguacate 0,138 0,193 86 107
Aguacate, manteca de 0,138 0,193 61 132
Albaricoque 0,136 0,191 103 88
Algodón semillas 0,138 0,194 111 83
Almendras 0,136 0,191 92 99
Argán 0,137 0,192 100 92
Arroz 0,138 0,193 103 90
Avellana 0,136 0,191 89 102
Babasú 0,169 0,237 18 219
Baobab 0,138 0,194 75 119
Bayas de laurel 0,152 0,213 75 138
Borago 0,137 0,192 153 39
Cacahuetes 0,135 0,190 92 98
Cacao, manteca de 0,138 0,194 39 155
Café tostado (aceite) 0,140 0,197 77 120
Calabaza semillas de 0,137 0,192 112 80
Caléndula 0,136 0,191 99 92
Camelia 0,137 0,192 79 113
Camelina Seed 0,137 0,192 171 21
Cáñamo 0,137 0,192 167 25
Cártamo (Alto oleico) 0,136 0,191 92 99
Cártamo 0,137 0,192 144 48
Cera de Abeja 0,067 0,094 0 140
Cera de Carnaúba 0,059 0,083 0 120
Cerdo, manteca de 0,140 0,196 60 136
Cereza 0,137 0,192 115 77
Coco Fraccionado 0,251 0,352 0 352
Coco 0,177 0,248 9 239
Colofonia 0,115 0,161 5 80
Colza (Canola) 0,135 0,190 116 74
Comino negro (Nigela) 0,138 0,193 123 70
Copoazú, manteca de 0,135 0,189 40 149
Coroba (semilla) 0,168 0,235 19 216
Crisco 0,138 0,194 102 92
Emú 0,138 0,194 73 121
Estearina 0,140 0,197 1 196
Germen de Trigo 0,138 0,193 133 60
Girasol (alto oleico) 0,135 0,190 81 109
Girasol 0,136 0,191 133 58
Illipe, manteca de 0,137 0,192 33 159
Jojoba 0,092 0,129 4 43
Karité, manteca de 0,135 0,190 52 138
Kokum, manteca de 0,135 0,190 37 153
Kukui 0,137 0,192 165 27
Lanolina 0,076 0,106 23 129
Linaza 0,137 0,192 177 15
Macadamia 0,139 0,195 77 118
Maíz 0,143 0,201 103 98
Mango 0,135 0,190 58 132
Mango, manteca de 0,135 0,190 48 142
Manteca vegetal
(margarina) 0,139 0,195 98 97
Maracuyá 0,137 0,192 140 52
Marula 0,137 0,192 68 124
Melocotón (hueso) 0,136 0,191 98 93
Mostaza 0,124 0,174 110 64
Mowrah, manteca de 0,138 0,193 56 137
Murumuru, manteca de 0,170 0,238 9 229
Neem 0,138 0,193 62 131
Nuez del Brasil 0,138 0,193 94 99
Nuez 0,137 0,192 146 46
Oliva Hueso (Orujo) 0,137 0,192 82 110
Oliva Reciclado 0,137 0,192 81 111
Oliva Virgen 0,137 0,192 78 114
Onagra 0,137 0,192 163 29
Pacana 0,136 0,191 112 79
Palma (Oleina) 0,140 0,197 57 140
Palma 0,141 0,198 53 145
Palmiste o hueso de
palma 0,169 0,237 19 218
Pato, grasa de 0,139 0,195 80 115
Pepino (semilla) 0,138 0,193 112 81
Pepita de Uva 0,137 0,192 136 56
Pistacho 0,137 0,192 97 95
Pollo, grasa de 0,139 0,195 81 114
Ricino 0,130 0,182 86 96
Rosa Mosqueta 0,137 0,192 175 17
Sacha Inchi 0,138 0,193 187 6
Sal, manteca de 0,134 0,188 40 148
Sebo de Buey 0,139 0,195 43 152
Sebo de Cordero 0,140 0,196 41 155
Sebo de Vaca 0,141 0,198 42 156
Semilla de Amapola 0,137 0,192 141 51
Semillas 0,136 0,191 99 92
Sésamo 0,136 0,191 108 83
Soja hidrogenado 0,137 0,192 75 117
Soja 0,137 0,192 132 60
(Valores analíticos medios)
Dudas frecuentes
Dado que es una duda común, quisiera explicar que la tabla de saponificación es
una aproximación, ya que cada lote de grasa puede variar. Que los valores que
aquí se exponen son los valores medios. Otra cosa que suele ocurrir es que
podemos encontrar tablas para KOH o para NaOH, lo que nos puede confundir a
la hora de calcular el álcali. Aquí aparecen los dos valores. La relación entre
ambos es de 1,4025. Es decir que 1000gr de NaOH equivalen a 1402,5gr de KOH.
Para más detalles se puede consultar la ayuda de la calculadora de
saponificación.
Selecciona la forma
del molde
0
Introduce aquí el alto: cms
0
Introduce aquí el ancho: cms
0
Introduce aquí el largo: cms
borrar
Conversión de densidad en grados Baumé a
concentración
Pl = Ca * F
Ca = Cmp + Cmo + ...
Entonces:
Cmp = Coste de materias primas. Es la suma de los costes de los aceites, mas la
sosa, mas el agua, mas los aditivos como colorantes, texturas, extractos, aceites
esenciales, etc.
Cmo = Coste mano de obra. Es la inversión en tiempo y esfuerzo que haces para
fabricar los jabones. Viene dado por el producto de lo que cuesta una hora
trabajada y el tiempo que inviertes en hacer una unidad de jabón.
Ca = Es el Coste de adquisición total para fabricar la unidad de medida de jabón,
que para todo este alboroto, siempre hablaremos de un kilo. Este coste aún no
incluye el factor de beneficio o ganancias.
Pl = Es el Precio de lista sugerido, también conocido como precio máximo al
público, representa el valor máximo de venta que podrás manejar y aquí ya
incluye tus ganancias o beneficios.
F = Factor de beneficio, es la proporción que estimas conveniente aumentar
como ganancia una vez que conoces el Coste de adquisición.
Los pasos de la hoja de cálculo de costes y precio de venta
Como te decía, tomaremos como unidad de medida un kilo de jabón, primero
debes calcular (puedes apoyarte en la Calculadora de Mendru) la receta de tu
jabón, que cantidad de cada aceite necesitas, sosa, agua y aditivos, y calcular
para cada uno de ellos su costo individual para finalmente sumarlos. Todo esto
viene dado por los pasos 1 y 2 de la calculadora de precios. Hasta aquí tienes
el Coste de materias primas: Cmp.
Lo siguiente es calcular los costes directos en los pasos 3, 4 y 5, como el factor
de eficiencia. Que significa el porcentaje neto que se aprovecha de la masa
jabonosa que preparas. Recuerda que todo proceso tiene perdidas. Parte del
peso original se pierde al quedarse embarrado en las paredes del traste donde
bates, otra parte en las aspas de la batidora, otra en los moldes e incluso se
pierde peso al curarse, ya que el jabón pierde un poco de agua por evaporación.
El coste de la mano de obra, que es el resultado de multiplicar el coste de una
hora de trabajo por la cantidad de horas que necesitas trabajar para hacer un
kilo de jabón, y finalmente, en el paso 5 están los 'otros gastos directos', que se
refieren a todos aquellos gastos adicionales que afecten directamente tu
producción, como la energía eléctrica, el empaquetado, etiquetas, que sé yo,
eso te corresponde a ti decirlo...
En el paso 6 se calcula el Coste de adquisición, que integra los valores
anteriores. Ahora solo falta adicionar una política de precios para poder generar
tu lista de precios. La Política de precios (paso 7) se refiere algo así como a unas
reglas que gobernarán tus precios finales. Por ejemplo, puedes decir que nunca
vas a vender por debajo de 1.5 veces lo que te cuesta adquirir el jabón, es decir,
tu política de precio mínimo será el 150% del Coste de adquisición. De igual
forma, el precio de lista, te sugiere un precio por mayoreo y un precio a
distribuidores. Este último es muy importante, ya que es lo suficientemente bajo
del precio de lista como para que el distribuidor consiga beneficios y
suficientemente arriba del precio mínimo para que tus beneficios no se vean muy
sacrificados. Todos estos resultados, que son los más interesantes están en
el paso 8.
Finalmente, el paso 9 te permite reescalar la formula, esto resulta útil cuando
deseas hacer una cantidad mayor de jabón sin modificar la formula. Sólo
introduces la cantidad (en kilos) de jabón que deseas y listo, la calculadora hará
el resto.
Si quieres conservar alguna memoria de las características finales de tu jabón,
tienes el paso 10, en el cual puedes guardar inclusive la formula directamente
del modulo de 'exportar' de la antigua Calculadora de Mendru y, si te apetece,
compartirla...
Espero sea de tu utilidad y encuentres placer en utilizarla, al igual que beneficio.
0
Concentración: %
0
Sosa cáustica: gr
0
Potasa cáustica: %
https://www.mendrulandia.es/utilidades_jabones/alcalc_calculo_de_lejias
Cremas y emulsiones
Porque no todo va a ser jabonear
Introducción a las cremas tipos de emulsiones Fases de una
crema Ingredientes para cremas Elaboración de una cremaFormulación de
una crema
Aprendiendo a hacer cremas
En esta sección se abordan varios aspectos a tener en cuenta a la hora de
elaborar una crema o emulsión con fines cosméticos.
Tipos de emulsión
Fases
Un tipo especial, un poco aparte, son las gomas. Las gomas son sustancias
vegetales de muy distinta naturaleza, como la goma arábica o de acacia, de
naturaleza resinosa; la goma guar, derivada de granos de fabáceas, al igual que
el polvo de arrurruz; la goma xantana, que son polisacáridos fermentados por
bacterias; o el agar-agar, que es un derivado de algas.
Bien, ya lo tenemos claro. Ahora, hay que saber para qué tipo de piel va dirigida
¿Grasa, mixta, seca? En cuanto lo sepamos, elegiremos las distintas fases —
acuosa, oleosa, tercera fase— que más nos convengan para esa piel.
Ahora pasaremos a la textura. ¿Qué buscamos, una textura bien compacta o una
leche fluida y ligera? Elegiremos entonces el emulgente a utilizar y en qué
proporción, al igual que los co-emulsionantes, si se desea (consultar al proveedor
dosis, tipo de crema, etc). Bien, ahora que lo tenemos claro y sabemos qué
queremos hacer, pasemos a la elaboración:
Utensilios para la elaboración de cremas
Prepararemos todos nuestros ingredientes, para tenerlos a mano, así como
los utensilios a utilizar:
Recipientes resistentes al calor para fundir al baño maría.
Cazuelas con agua caliente para el baño maría, o bien microondas (hay
que tener mucho cuidado y calentar en tandas de no más de 10-15 seg.
Un batidor pequeño —si hacemos poca cantidad— o una batidora de mano.
Una báscula de precisión hasta 0,1g, para pesar con exactitud nuestros
ingredientes. En su defecto se pueden usar cucharas medidoras y/o
jeringas (sin la aguja) para cantidades pequeñas de líquidos.
Un termómetro hasta 100ºC, si se tiene.
Un bol con agua fría y hielo, para finalizar la emulsión.
Elaboración II
(continuación)
Una vez que tenemos nuestras fases calentadas, se pasa el contenido de una a la
otra, según el tipo de emulsión, es decir, si es una emulsión O/W, el aceite se
vierte sobre el agua, si es W/O, se procede a la inversa, y comenzamos a batir
enérgicamente durante un rato. Cuando vemos que las fases se están mezclando
bien y se forma un color blanco lechoso, pasamos la emulsión a un baño maría
frío y seguimos batiendo enérgicamente. El frío ayudará a estabilizar la emulsión
y a que tome cuerpo.
2.- Método en frío: hay algunos emulgentes que pueden realizar emulsiones en
frío, o bien calentando poco (unos 40ºC), así como las gomas xantana y guar, que
dan texturas de gel. Este método se reserva para la realización de geles, o bien
cremas en las que queremos añadir ingredientes delicados que podrían
deteriorarse con el calor. La elaboración es algo más compleja y se recomienda
tener algo de experiencia en hacer emulsiones.
Por regla general, el porcentaje de fase oleosa no se cambia, sino que se irá
ajustando la fase acuosa. ¿Por qué?, porque algunos de los aditivos tienen base
acuosa: glicerina, miel, leche, extractos glicerinados y alcohólicos, etc. Por lo
tanto, una vez determinadas las cantidades de aditivos a utilizar, se descontarán
de la fase acuosa, o lo que es lo mismo, la fase acuosa se dejará para el final y se
pondrá la cantidad suficiente para (el famoso «c.s.p.» que encontramos en
muchas preparaciones) llegar al 100%. También hay que contar con el emulgente
y con el conservante. Veamos un ejemplo más gráfico:
Total = 46,6%
100% - 46,6% = 53,4%, que constituye la fase acuosa.
Veamos otro ejemplo gráfico: Vamos a formular una crema hidratante facial para
piel acnéica.
Total = 37,1%
100% - 37,1% = 62,9% fase acuosa.
Pasamos la mezcla a un bol de agua fría y seguimos batiendo hasta que tome
cuerpo y se enfríe. En ese momento vamos añadiendo nuestro activo cosmético —
removemos para homogeneizar—, la arcilla —ídem—, los aa.ee. —ídem—, y el
conservante. Homogeneizamos bien, y ya está.
Tras 24h de reposo para que se fije, tenemos nuestra crema lista para usar.
Videos
Tutoriales de hacer jabón
Tutoriales calculadora
Técnicas
Vinagre de aclarado
Videos relacionados con la elaboración de jabón
En este apartado eestán incluidos algunos videotutoriales tanto de la elaboración
de jabón, como del uso de la calculadora, como videos varios.
Sobre estas líneas puedes encontrar los enlaces disponibles. Poniendo el cursor
encima, o pulsación larga en dispositivos táctiles, aparencen los videos de cada
subapartado.
https://www.mendrulandia.es/videos