En el 2016, más de 41 millones de niños menores de 5 años en todo el
mundo tenían sobrepeso o eran obesos. Los bebes y los niños, normalmente, responden a las señales de hambre y llenura, por lo cual, no consumen más calorías de las que su cuerpo necesitan; sin embargo, en el siglo XXI nuestro estilo de vida y opciones de alimento han provocado un quiebre en vida saludable de los infantes, ya que los alimentos ricos en calorías y azúcar son más atractivos para el paladar; los niños consumen estos alimentos y no realizan las actividades físicas necesarias para deshacerse de la grasa adquirida de más, y son estos mismo niños los que en una vida adulta sufren de enfermedades como diabetes, cardiovasculares o simplemente se sienten rechazados por la sociedad por no tener una figura “ideal”.