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¿A QUIÉN DEBEMOS AMAR?

Mateo 10:34-39
(Introducción)

Introducción:

Mateo 10:28 “Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed
más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno”.

- Aquel que puede destruir tanto nuestro cuerpo como nuestra alma en el infierno y a quien
debemos temer es Dios.

 Nehemías, siglos antes, cuando los enemigos del pueblo de Dios querían perturbar la obra de
Dios en ellos con amenazas de destrucción, le recuerda al pueblo a quién realmente debían temer:

Nehemías 4:14 No temáis delante de ellos; acordaos del Señor, grande y temible.

 Sin lugar a dudas hay gente poderosa,


 Pero hay un solo Todopoderoso: Dios.
 Él es digno de ser temido.

- La pregunta es:

¿Por qué es Dios digno de tal dignidad?

- La respuesta que el Señor Jesucristo les da es:

 Los hombres pueden causarles a ustedes sufrimientos, incluso los pueden matar, pero no pueden
hacer nada más.
 Pero Dios, Él puede concluir las vidas de ustedes cuando quiera, pero además de eso, tiene el
poder para atormentarlos a ustedes eternamente en el infierno.
 Mientras que ningún hombre, por más poderoso e influyente que sea puede atormentarlos
eternamente.

Cualquier tormento que hombre alguno pueda causarles es temporal.


La ira de Dios en el infierno es eterna, no se apaga jamás.
Dios es digno de ser temido.

- Es importante aclarar aquí en este punto que, si un hombre acaba con la vida de otro, esto
no significa que este último murió antes de lo presupuestado por Dios.

 Todo lo contrario, si bien un hombre asesina a otro, es solo porque Dios hasta ese día tenía el
sostener la vida a tal hombre.
 Sin embargo, no es Dios el asesino, sino el asesino, y será juzgado y condenado por Dios por
dicho homicidio.

- El apóstol Pedro que era uno de los Doce que estaban escuchando este discurso del Señor,
más adelante se dio cuenta que iba a morir a manos de sus perseguidores: los hombres lo
iban a matar por anunciar el evangelio.
 Su muerte fue anunciada por Jesús
 Pero aquí, en Mateo 10, él iba a encontrar consuelo y fortaleza para ese momento.

- En el evangelio de Juan, Jesús anuncia la muerte de Pedro:

Juan 21:18-19 De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; mas
cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras. Esto dijo, dando
a entender con qué muerte había de glorificar a Dios

 Jesús estaba anunciando la muerte de Pedro y la forma de dicha muerte porque esos eran los
días de vida que Dios había determinado para Pedro.
 Pero no solamente había determinado Dios el día de la muerte de Pedro, sino también la manera
de morir.

- Dice la Escritura:

1 Samuel 2:6 Jehová mata, y Él da vida

 Esto es verdad respecto a toda criatura, fue verdad respecto a Pedro y es verdad respecto a
nosotros.
 Nuestra vida y destino eterno penden de la mano de Dios. Dios es digno de ser temido.
 Esto fue cierto también respecto a la muerte de nuestro Señor.
 De allí que la Escritura diga en Apocalipsis que el Cordero, refiriéndose a Jesús, fue inmolado
antes que el mundo fuese.

- ¿Por qué la Escritura hace esta afirmación?

 Porque Dios así lo había determinado antes de crear todo.


 No solo el día de la muerte de su Hijo, sino la forma en que su Hijo moriría.

Hechos 4:27-28 Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien
ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel, para hacer cuanto tu mano y tu
consejo había antes determinado que sucediera.

 Herodes, Poncio Pilato, los gentiles y el pueblo de Israel son responsables de su maldad
 Y darán cuenta al Señor por ella.
 Pero esto sucedió porque así Dios lo determinó antes de crear el mundo.
 Fue Dios quien determinó el día de la muerte de Pedro y la manera en que Pedro moriría,
 Y fue Dios quien determinó el día de la muerte de su Hijo y la manera en que su Hijo moriría.

- Lo mismo es verdad respecto a cada uno de nosotros.

 Nuestra vida es sostenida por la mano de Dios.


 Él mata y da vida.
 Él es digno de ser temido.
 Nuestra vida, y la de nuestros seres queridos penden de la mano de Dios.
 No hay riquezas que puedan comprar un segundo de vida; cada segundo de nuestra vida es un
regalo de Dios.
 A cada uno de nosotros se nos fue dada la cantidad exacta de los segundos que pisaríamos esta
tierra, eso ya fue determinado por Dios y no son más ni menos de los que Él ya dispuso para
nosotros y para nuestros seres queridos.

“DIOS ES DIGNO DE SER


TEMIDO”
- En la porción de la Escritura que tenemos delante de nosotros el día de hoy el Señor
Jesucristo les va a enseñar a sus discípulos A QUIÉN DEBEN AMAR.

Mateo 10:34-39 No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer
paz, sino espada. [35] Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su
padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; [36] y los enemigos del
hombre serán los de su casa. [37] El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno
de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; [38] y el que no toma su
cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. [39] El que halla su vida, la perderá; y el que
pierde su vida por causa de mí, la hallará.

- Ubiquémonos rápidamente en el contexto.

 El capítulo 10 de Mateo es el segundo discurso de nuestro Señor que encontramos en este


evangelio, el primer discurso que nos proporcionó el evangelista fue el famoso Sermón del Monte.
 Todo el capítulo 10 de Mateo contiene el llamado a los Doce apóstoles y las directrices a ellos.
 Después de llamarlos y decirnos quiénes son estos apóstoles el discurso arranca de la siguiente
manera:

Mateo 10:5 A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: …

- Estas instrucciones se extienden hasta el versículo 42, es decir hasta el final del capítulo
10.

 Una de las primeras cosas que Jesús les dice es que los envía como ovejas en medio de lobos
 Versículos más adelante, les advierte que los van a aborrecer por ser seguidores de Él y que los
van a perseguir.

- Como he venido recalcando a lo largo de los últimos sermones, dicha persecución ellos
no la esperaban porque se suponía que estaban con el Mesías esperado, el tan anhelado
Rey prometido que los libertaría de manos de sus enemigos físicos.

 Por lo tanto, esta advertencia de persecuciones y azotes les tuvo que caer como baldado de agua
fría
 Y de allí entonces la sección en este discurso sobre a quién ellos debían temer.

- Cuando se estuvieran enfrentando a la persecución y a la amenaza de muerte debían


recordar que si mucho lo que los hombres podían hacer con ellos era matarlos y ya, pero
lo maravilloso era que incluso la muerte la podían afrontar con gozo y esperanza porque Él
los estaría esperando para entrar al gozo eterno.

 Aunque Esteban no fue uno de los Doce apóstoles, experimentó esto que he mencionado, porque
la persecución no fue algo reservado exclusivamente para los apóstoles de Cristo, sino para todos
aquellos que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús.

Hechos 7:54-60 Oyendo estas cosas, se enfurecían en sus corazones, y crujían los dientes contra
él. [55] Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús
que estaba a la diestra de Dios, [56] y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a
la diestra de Dios. [57] Entonces ellos, dando grandes voces, se taparon los oídos, y arremetieron a una
contra él. [58] Y echándole fuera de la ciudad, le apedrearon; y los testigos pusieron sus ropas a los pies
de un joven que se llamaba Saulo. [59] Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús,
recibe mi espíritu. [60] Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado.
Y habiendo dicho esto, durmió.

 Allí tenemos al primer mártir de la iglesia del Nuevo Testamento.


 Esteban, un hombre lleno del Espíritu Santo que temió más a Dios que a los hombres.
 Él fue el primero en experimentar en la iglesia primitiva que los hombres solo podían si mucho
darle muerte y no más; acabar con su cuerpo, pero hasta ahí.
 Temía más a Dios que a los hombres.
 Por eso, aunque murió lapidado, murió llenó de gozo viendo la gloria de Dios en la faz de
Jesucristo.
 Una de las muertes más maravillosas sin lugar a dudas ha sido la de este joven llamado Esteban.

- Por lo general, cuando se les pregunta a las personas cómo quisieran morir responden que
acostados en una cama tranquilos y durmiendo sin que se den cuenta.

 Pero, por lo general, las personas experimentan la muerte con gran ansiedad, temor e
incertidumbre.
 A nadie se le ocurriría morir lapidado como una muerte deseable, sin embargo, creo yo que morir
lapidado, como Esteban, es más que deseable.
 No por el hecho de la lapidación, eso nos convertiría en masoquistas,
 Sino por el hecho de morir con los ojos abiertos saboreando la gloria de Dios en Cristo reinando.

¿Dónde estaba Dios cuando Esteban, un cristiano descrito por la Escritura como un
hombre de buen testimonio, lleno del Espíritu Santo y sabio, moría apedreado?

¿Dónde estaba su Buen Pastor, ese que había prometido estar todos los días con sus
discípulos hasta el fin del mundo?

 Estaba a la diestra del Padre, reinando en gloria, reinando como el único Soberano.
 El Soberano que había dispuesto la muerte de su siervo ese día, a esa hora y bajo lapidación.
 Y le concedió en el umbral de su muerte verle gobernando a la diestra del Padre.
 Esteban tuvo más temor de Dios que de los hombres; los hombres acabaron con su cuerpo.
 Pero su espíritu fue recibido en gloria por su Salvador.

- Además de advertirles las persecuciones que se les vendrían y a quién debían temer,
El Señor les enseña a quién deben amar.

 Entramos entonces así a la última parte del segundo discurso de Jesús en el evangelio de Mateo,
el discurso apostólico.

- Tengamos presente, y soy insistente en esto para que tengamos la idea clara en nuestra
mente mientras se exponen los sermones que vienen de aquí en adelante, que el Señor les
va a enseñar a quién deben amar.

 Ellos deben amarlo a Él por encima de sus seres más queridos, porque Él es digno de ser amado
sobre todas las cosas.
 Él es digno de ser temido. Él es digno de ser amado.
 Él es digno de ser temido por encima de cualquier hombre, por más poderoso que sea. Él es digno
 Él es digno de ser amado por encima de cualquier ser cercano a nosotros,
 Incluso por encima de nuestros padres, nuestros conyugues y nuestros hijos.

- Es posible que uno de los mayores amores, afectos, que experimente un hombre sobre
esta tierra sea el amor, el afecto, los sentimientos por sus hijos.

 Los que somos padres sabemos que son afectos profundos, cálidos, al punto de dar nuestra vida
por ellos sin dudarlo.
 Pues bueno, lo que Jesús enseña aquí es que Él debe ser amado con un amor más profundo que
el amor por nuestros hijos, porque Él es digno de un amor supremo.
Desarrollo del Tema:

Mateo 10:34 No penséis que he venido para…

- Al enseñarles sobre a quién deben amar lo primero que hace el Señor es corregir los
pensamientos de sus discípulos.

 Él quiere que ellos tengan un conocimiento correcto sobre su venida.


 Jesús les dice: “Corrijan sus pensamientos sobre mí y lo que he venido a hacer”.

- La razón por la cual lo primero que hace Jesús es corregir el pensamiento de sus discípulos
es porque sin un conocimiento correcto sobre Él, y un correcto conocimiento del hombre,
no puede existir un amor genuino por Él.

 No se puede amar a Jesús sobre todas las cosas sin:


+ Un conocimiento cierto de Él
+ Un conocimiento cierto respecto a nosotros.

- ¿Específicamente qué parecería ser lo que sus discípulos pensaban sobre Jesús?

 Por las palabras del Señor podemos deducir que ellos pensaban que Él traería paz.

Mateo 10:34 No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer
paz, sino espada.

- Primera pregunta:

 ¿Por qué los apóstoles en ese momento de la historia, antes del derramamiento del Espíritu
Santo, pensaban que Jesús había venido a traer paz a la tierra?

- Segunda pregunta:

 ¿Por qué Jesús corrige el pensamiento de ellos?

- Tercera pregunta:

 ¿Qué significa que Jesús vino a traer espada?

Empecemos respondiendo la primera pregunta:

- ¿Por qué pensaron que Jesús había venido a traer paz a la tierra?

 El pensamiento generalizado de los judíos y por lo tanto el de los discípulos era que, al llegar el
Mesías, este traería paz.
 Este pensamiento no era inventado por ellos.
 La Escritura se los confirmaba:
Isaías 9:4-7 Porque tú quebraste su pesado yugo, y la vara de su hombro, y el cetro de su opresor, como en
el día de Madián. [5] Porque todo calzado que lleva el guerrero en el tumulto de la batalla, y todo manto
revolcado en sangre, serán quemados, pasto del fuego. [6] Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado,
y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno,
Príncipe de Paz. [7] Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su
reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová
de los ejércitos hará esto. (Este es solo uno de varios textos que nos hablan de la paz que traería el Mesías).

 Así que, la primera pregunta


 Se puede responder así:

Porque ese era el pensamiento judío de la época


y estaba apoyado por las Escrituras.

- Pero, si estaba apoyado por las Escrituras que cuando el Mesías viniera traería paz,
entonces ¿por qué Jesús les corrige este pensamiento? ¿Por qué si el advenimiento del
Mesías traería paz, cómo es que Jesús, el Mesías, ahora les dice que no viene a traer paz
sino espada?

 Para poder entender esta corrección y su aparente contradicción es necesario responder la


tercera pregunta:

- ¿Qué significa que Jesús vino a traer espada?

Mateo 10:34-36 No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz,
sino espada. [35] Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija
contra su madre, y a la nuera contra su suegra; [36] y los enemigos del hombre serán los de su
casa.

 Que traiga espada tiene un significado sencillo y entendible.


 Significa que vino a poner disensión.
 La palabra griega que se utiliza aquí para disensión tiene el sentido de dividir, de causar una
separación.

- Algo está claro, cuando Jesús dice que vino a traer espada de ninguna manera está
diciendo que viene a armar a sus discípulos o que apoya el que sus seguidores usen de
armas para defender la fe, o que el traer espada tenga un sentido al estilo islam donde los
que profesan dicha religión están dispuestos a matar por su creencia.

 Él en el Sermón del Monte: Bienaventurados los mansos…


 También les dijo: bienaventurados los pacificadores…

- La primera carta de Pedro nos enseña que debemos seguir las pisadas de Cristo, quien
cuando le maldecían no respondía con maldición, cuando padecía no amenazaba.

 Y en esa misma carta el apóstol dice que nosotros los cristianos debemos estar siempre
preparados para presentar defensa con mansedumbre ante todo aquel que demande una
respuesta de nuestra esperanza.

- El mismo apóstol Pedro cuando Jesús fue apresado intentó defenderlo sacando su espada
y cortándole la oreja a Malco, el siervo del sumo sacerdote,

 A lo que Jesús le ordena que guarde su espada


 Y le dice que los que a espada matan, a espada morirán
 Acto seguido, toma la oreja de Malco, uno de sus captores, la pone en su lugar y lo sana
milagrosamente.

- Que haya venido a traer espada significa que vino a traer división:

 A poner en desacuerdo al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra
su suegra; y los enemigos del hombre serán los de su casa.

 Cuando el Señor Jesús les explica qué significa que vino a traer espada lo que está haciendo es
citando al profeta Miqueas.
 Al citar al profeta Miqueas no solo los discípulos sino el resto de lectores van a trasladar sus
mentes al contexto de Miqueas y entender por qué había dicho que no paz sino espada vino a
traer.

Miqueas 7:1-6 ¡Ay de mí! porque estoy como cuando han recogido los frutos del verano, como cuando han
rebuscado después de la vendimia, y no queda racimo para comer; mi alma deseó los primeros
frutos. [2] Faltó el misericordioso de la tierra, y ninguno hay recto entre los hombres; todos acechan por
sangre; cada cual arma red a su hermano. [3] Para completar la maldad con sus manos, el príncipe
demanda, y el juez juzga por recompensa; y el grande habla el antojo de su alma, y lo confirman. [4] El
mejor de ellos es como el espino; el más recto, como zarzal; el día de tu castigo viene, el que anunciaron tus
atalayas; ahora será su confusión. [5] No creáis en amigo, ni confiéis en príncipe; de la que duerme a tu
lado cuídate, no abras tu boca. [6] Porque el hijo deshonra al padre, la hija se levanta contra la madre, la
nuera contra su suegra, y los enemigos del hombre son los de su casa.

- Miqueas escribió en el contexto de un pueblo malvado, el pueblo de Dios, un pueblo


impenitente. Un pueblo que ante el llamado de Dios por medio de los profetas no se
arrepintió.

 Se obstinaron en seguir desobedeciendo a Dios.


 No es que el Señor no haya venido a traer paz.
 Cuando el Hijo de Dios se encarna, los ángeles alababan a Dios y decían:

Lucas 2:14 ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!

- Pero los discípulos tenían que aprender que ellos salían a anunciar el evangelio no a un
pueblo que esperara al Mesías de las Escrituras,

 Sino a un Mesías que ellos mismos se habían diseñado en su cabeza.


 Un Mesías rebajado.

- ¿Por qué este pueblo malvado pensaba que el Mesías les traería paz si eran obstinados en
rechazar a Dios?

 La respuesta más sencilla es que no se conocían,


 Tenían un concepto muy alto de sí mismos,
 No se percibían como pecadores merecedores de la ira de Dios,
 Y pensaban que Dios les aceptaría simplemente por ser de una nación.
 No se conocían a ellos y tampoco conocían la justicia y santidad de Dios.
 Su Mesías era objeto de su imaginación condimentado por pedazos de la Escritura.

- Los discípulos habían sido comisionados por Jesús para ir a anunciar el evangelio a un
pueblo que se jactaba de ser hijos de Abraham, hijos de Dios.

 Mira la respuesta que les da Jesús ante este pensamiento errado que tenia el pueblo

Juan 8:39-44 “Nuestro padre es Abraham (exclamaron ellos). Jesús les dijo: Si fueseis hijos de Abraham, las
obras de Abraham haríais. Pero ahora procuráis matarme a mí, hombre que os he hablado la verdad, la cual
he oído de Dios; no hizo esto Abraham. Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Entonces le dijeron:
Nosotros no somos nacidos de fornicación; un padre tenemos, que es Dios. Jesús entonces les dijo: Si
vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido. Vosotros sois
de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer”

 Aquí hay unas personas que no tienen ningún reparo en afirmar que son hijos de Dios.

¿Y por qué razón hacían dicha afirmación?

 Porque eran descendientes de Abraham.


 Pertenecían a la etnia de Israel.

- Sin embargo, dos cosas desconocían:

1. Desconocían su naturaleza. Pensando que eran hijos de Dios realmente eran hijos del diablo.
Desconocían que eran esclavos del pecado, no lo querían admitir. Buscaban saciar sus
apetitos carnales. No tenían un entendimiento correcto de ellos mismos.

2. Desconocían a Dios. Tenían un concepto muy bajo de la justicia y santidad de Dios. Pensaron
que Dios se contentaba con que ellos pertenecieran a una estirpe étnica.

- Los discípulos tenían que comprender que salían a anunciar el evangelio a un pueblo que
se jactaba de ser estudioso de Moisés, los fieles intérpretes de las Escrituras,

 Pero a los cuales Jesús dice, nuevamente en el evangelio de Juan:

Juan 39-47 “Escudriñad las Escrituras (ustedes escudriñan las Escrituras); porque a vosotros os parece que
en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que
tengáis vida. Gloria de los hombres no recibo. Más yo os conozco, que no tenéis amor de Dios en vosotros.
Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís… Porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí,
porque de mí escribió él. Pero si no creéis a sus escritos, ¿cómo creeréis a mis palabras?”

 Una vez más tenemos un pueblo que decía: “Somos bíblicos” mientras elevaban su Biblia; la leían,
la estudiaban, como si Dios fuera sorprendido con dicho estudio.

 Pero desconocían que carecían de amor hacia Dios, desconocían que realmente eran unos
incrédulos porque por más religión que profesaran, rechazar a Jesús, que es de quien hablan las
Escrituras de principio a fin, es rechazar el testimonio bíblico, es rechazar a Dios.

 Este pueblo pensaba que era un pueblo creyente, pero desconocían que eran unos incrédulos.

 Estaban convencidos de tener vida eterna, pero desconocían el destino eterno terrible que les
esperaba.

- Los discípulos tenían que comprender que salían a anunciar el evangelio a un pueblo que
se jactaba de honrar a los profetas,

 Pero en realidad eran parte de un pueblo del cual Jesús dice:

Mateo 23:29-33 “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque edificáis los sepulcros de los
profetas, y adornáis los monumentos de los justos, [30] y decís: Si hubiésemos vivido en los días de
nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en la sangre de los profetas. [31] Así que dais
testimonio contra vosotros mismos, de que sois hijos de aquellos que mataron a los
profetas. [32] ¡Vosotros también llenad la medida de vuestros padres! [33] ¡Serpientes, generación de
víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del infierno?”

 Estos hombres pensaban que si hubieran vivido en los días de los profetas ellos se hubieran
arrepentido ante sus mensajes, pero desconocían que al igual que sus padres ellos también le
hubieran dado muerte.

 Que esto es ciertísimo queda evidenciado en el hecho de que mataron al Hijo de Dios.
Desconocían su maldad.

- A este pueblo los discípulos eran enviados.

 El Mesías vino a traer paz, pero no paz a costa del arrepentimiento.


 Y el mensaje que ellos llevaban en nombre de Cristo y que invitaba a volverse a Dios
arrepintiéndose de sus pecados y confiando solo en Aquel que Dios había provisto para la
redención de su pueblo, iba a ser rechazado, incluso por sus propias familias.

 Ellos eran enviados a un pueblo, como dice Miqueas:

“Faltó el misericordioso de la tierra, y ninguno hay recto entre los hombres”.

 Eso incluía a sus seres amados.

- Jesús provoca la división porque el hombre en su estado natural, no importa cuánta


religión profese, rechaza a Cristo, rechaza el camino de la salvación por gracia solamente.

Dice Carson:
“No quiere decir que aquellos que se conviertan en discípulos suyos se pondrán en contra de sus
familiares, sino que cuando [Jesús] gane para sí a hombres y a mujeres, sus familias se volverán contra
ellos. Como éste es el efecto inevitable de su misión, y él lo sabe, entonces puede decir que, en cierto
sentido, ha venido a producir tal efecto”.

Y otro comentarista bíblico observa:


“La paz que Jesús trajo en su primera venida consiste en una relación restaurada con Dios y,
paradójicamente, al traer esta paz, el conflicto es inevitable, porque no será aceptada por todos”.

- Muchas personas dicen que aman a Jesús.

 ¿Realmente lo aman?

Ellos dicen que sí.

 Pero diles que Él envía a las personas al infierno.


 Diles que aquellos que aman a sus seres queridos por encima de Él no son dignos de Él.
 En un instante saltarán escandalizados diciendo que ese no es el Jesús en el que ellos creen.
 Pero eso es lo que la Biblia nos enseña de Jesús.
 Por lo tanto, al Jesús que ellos aman es una caricatura que se han inventado en su cabeza.

- A las personas que somos enviados, incluyendo nuestras familias,

 Lastimosamente poseen un concepto errado sobre sí mismo, no se creen merecedores de la ira


de Dios, piensan que Dios les aceptará bajo el lema: “Dios es bueno y a nadie castiga, y menos
eternamente”.
 A ellos es a quienes hemos sido enviados.

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