Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
TIEMPO DE DIFICULTADES
Sábado 1º de junio
LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Mateo 7:5; Efesios 1:7; Filipenses
2:4-8; Efesios 4:26, 27; Santiago 1:19, 20; Colosenses 3:19; Mateo 7:12.
PARA MEMORIZAR:
“Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo” (Efe. 4:26).
H
asta las mejores familias pasan por momentos de lucha, de conflicto.
Es solo una de las realidades de la vida en un mundo caído. Hay cosas
sencillas, como a quién le toca sacar la basura, si tu hija adolescente
terminó su tarea escolar o si tu hijo hizo sus quehaceres. Son cuestiones
molestas pero relativamente menores, que en general pueden resolverse con
un mínimo de trastorno. Pero hay otros problemas que pueden amenazar
con alterar la vida familiar. Los suegros que con su abuso y manipulación
amenazan con destruir el matrimonio de una mujer y su salud; el padre con
una enfermedad mental que abusa de sus hijos; el hijo que deja atrás toda
su educación religiosa para entregarse a un estilo de vida promiscuo; o la
hija que se vuelve drogadicta.
En el Nuevo Testamento, en reiteradas ocasiones se nos dice que de-
bemos amarnos unos a otros (Juan 13:34; Rom. 12:10); vivir en paz y armonía
unos con otros (Rom. 15:5; Heb. 12:14); ser pacientes, amables y tiernos entre
nosotros (1 Cor. 13:4); considerar a los demás como mejores que nosotros (Fil.
2:3); y ser tolerantes unos con otros (Efe. 4:2). Por supuesto, todo esto es más
fácil decirlo que hacerlo, incluso con nuestros propios familiares. En esta
lección, veremos algunas formas de ayudar a apaciguar los momentos de
dificultades, especialmente en la familia.
68
Domingo 2 de junio | Lección 10
LOS CONFLICTOS
Lee Mateo 7:5 y Proverbios 19:11. ¿Qué dos principios importantes pue-
den ayudarnos a evitar conflictos con los demás?
Haz memoria de algunos conflictos del pasado que ahora te parezcan absurdos
e insignificantes. ¿Qué puedes extraer de esas experiencias que podría ayudar a
evitar, al menos en lo que a ti respecta, que vuelva a suceder algo similar?
69
Lección 10 | Lunes 3 de junio
Lee Efesios 1:7. ¿Qué principio concluyente se encuentra aquí que debe
formar parte de cualquier matrimonio?
Debes aceptar que estás casado con un pecador, con un ser que ha sufrido
cierto grado de daño emocional, físico y espiritual. Acostúmbrate a esto.
Acepta los defectos de tu cónyuge. Resuelve esto con oración. Quizá tengas
que convivir con esos defectos; pero no debes obsesionarte con ellos; si no,
te arruinarán por completo. Un Dios santo y perfecto, por medio de Cristo,
nos acepta tal como somos. Tú, que difícilmente seas santo y perfecto, debes
hacer lo mismo con tu cónyuge.
70
Martes 4 de junio | Lección 10
Lee Efesios 4:26 y 27; y Eclesiastés 7:9. ¿Cómo podemos equilibrar nues-
tra comprensión del enojo como una emoción y del enojo como un pecado?
¿Cuál es la diferencia?
¿Qué dice Santiago 1:19 y 20 que debemos aplicar todo el tiempo posible,
pero especialmente cuando tratamos con miembros de la familia cuyas
acciones, actitudes y palabras nos hacen encolerizar?
Si estás enojado por algo, en lugar de dejarlo flotar como una nube oscura
sobre tu vida, conviértelo en algo positivo. Ora por los que te lastiman y te
maltratan, perdónalos y conviértete en una bendición para ellos. Proba-
blemente no sea fácil al principio, pero cuando tomes la decisión y la sigas
Dios se encargará del resto.
A veces, la raíz de la ira proviene de las características de los hogares en
los que crecimos. Las personas enojadas a menudo provienen de familias
enojadas, porque aprenden de sus modelos y siguen el mismo comporta-
miento en su vida, y finalmente se lo transmiten a sus hijos. A veces la ira
puede ser el resultado de necesidades no satisfechas o de los celos, como fue
el caso de Caín, que lo condujo al asesinato de su hermano.
Quizá tengas una buena razón para estar enojado, pero no la utilices
como excusa para seguir así. No niegues el motivo real ni trates de justifi-
carlo. Más bien, pídele a Dios que te ayude a resolverlo en forma positiva.
El apóstol Pablo nos da un buen consejo: “No seas vencido de lo malo, sino
vence con el bien el mal” (Rom. 12:21).
Todos tenemos cosas que nos hacen enojar, incluso hasta el punto que nos duelen.
Y, en algunos casos, probablemente tengamos motivos reales para estar enojados.
La pregunta es: ¿Cómo hacer, mediante el poder de Dios, para impedir que ese
enojo nos haga sentir miserables a nosotros mismos y a los que nos rodean?
71
Lección 10 | Miércoles 5 de junio
Es lamentable que algunas culturas toleren el abuso hacia las mujeres. ¿Por qué
ningún cristiano debería caer en ese tipo de comportamiento, independientemen-
te de lo que su cultura permita?
72
Jueves 6 de junio | Lección 10
PERDÓN Y PAZ
“Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros,
así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas”
(Mat. 7:12). Piensa en todas las formas en que necesitas aplicar este principio
en tu vida, dentro y fuera de la familia, y a continuación anota cuáles son
esas ocasiones y decide, con fe, cómo puedes lograrlo.
El hecho de pensar en todo lo que necesitas para ser perdonado ¿de qué manera
te ayuda a aprender a perdonar a los demás?
73
Lección 10 | Viernes 7 de junio
74