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TEMA Nº 6

EL ÓRGANO JURISDICCIONAL.

NOCIÓN OBJETIVA Y SUBJETIVA DEL ÓRGANO JURISDICCIONAL.

El ejercicio de la función jurisdiccional que corresponde al Estado tiene que realizarse a


través de ciertos entes a los cuales está confiada por la Constitución y por la ley esa
atribución.

Los entes que obran en nombre del Estado para administrar la justicia que garantiza la
Constitución, son los órganos jurisdiccionales u órganos de la administración de justicia.

Pero del órgano jurisdiccional se puede hablar en dos sentidos: uno objetivo y otro
subjetivo.

En el primer sentido, el órgano es la esfera de poderes y deberes objetivamente


preestablecida por la ley para el ejercicio de la función jurisdiccional. Son así órganos
jurisdiccionales el Tribunal Supremo de Justicia y los demás tribunales que determina la
Ley.

En sentido subjetivo, el órgano es la persona física que obra en nombre del tribunal
para el ejercicio de la función jurisdiccional.

Como el Estado no puede obrar por sí mismo ni los tribunales tampoco, requieren de
personas físicas que actúen por ellos y que encarnen aquellos entes, y estas personas
son los órganos jurisdiccionales subjetivamente considerados. En este sentido, los
jueces son los órganos jurisdiccionales por excelencia.

En el derecho positivo venezolano ambos sentidos del órgano jurisdiccional se usan


indistintamente así, v. gr en el Art. 1 del Código de Procedimiento Civil se dice que "los
jueces tienen la obligación de administrar justicia. . . " (sentido subjetivo).

Ha sido mérito de la doctrina procesal moderna haber puesto de relieve los matices de
esta cuestión y el haber aclarado los diversos sentidos en que puede hablarse del
órgano jurisdiccional.

LA FUNCIÓN JURISDICCIONAL.

Entendemos por función jurisdiccional aquella actividad privativa del Estado que tiene
como finalidad la resolución de controversias jurídicas mediante la declaración de la
voluntad de ley aplicable al caso concreto.

Una de las actividades fundamentales atribuidas al Estado ha sido la de mantener la


paz social, que se logra, principalmente, impidiendo que los individuos hagan valer sus
derechos directamente y con su propia fuerza (autodefensa). Paralela a la prohibición
de la autodefensa marcha la obligación del Estado de hacer respetar, con la
intervención de sus órganos, los derechos de los ciudadanos que no sean observados
voluntariamente por quienes están llamados a ello.

Cada vez que una persona que afirma ser titular de un derecho subjetivo, alega su
inobservancia, crea un conflicto, una controversia con quien, según su afirmación, debe
procurar la satisfacción del interés protegido por la norma. No pudiendo el titular del
derecho constreñir directamente al obligado a la observancia de la obligación, debe

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necesariamente recurrir al Estado para que éste procure la satisfacción omitida. Por ello
consideramos que el fin primordial que persigue el Estado mediante la función
jurisdiccional es la resolución de controversias jurídicas, fin que caracteriza la función
jurisdiccional y la diferencia de las otras funciones del Estado (legislativa y
administrativa).

La controversia jurídica surge cuando la persona que alega ser titular de un derecho lo
hace afirmando: primero, la existencia de una norma abstracta que protege un interés
determinado; segundo, que en su caso los hechos previstos en abstracto por la norma
invocada se han materializado, concretizados; tercero, que en el caso específico el
sujeto pasivo de la relación jurídica no ha cumplido con el precepto contenido en la
norma abstracta. Estas afirmaciones en su conjunto son las que constituyen la
pretensión que es el contenido del libelo de demanda.

Por otra parte el órgano jurisdiccional, para resolver la controversia, deberá verificar si
la norma invocada existe, si efectivamente los hechos alegados por el actor han
ocurrido en la realidad y si pueden ser subsumidos en la norma invocada y, además, si
las defensas del demandado carecen de fundamento.

Debe, en otras palabras, establecer si la voluntad abstracta contenida en la norma se


ha hecho concreta en el caso específico sometido a su conocimiento y ha dado lugar al
nacimiento del derecho subjetivo del cual se dice titular el actor. Es lo que queremos
decir cuando hablamos de "la declaración de la voluntad de ley aplicable al caso
concreto”.

Con el ejercicio de la función jurisdiccional obtiene el Estado dos resultados igualmente


importantes: a) el mantenimiento de la paz social mediante la resolución de la
controversia que se logra con la aplicación del ordenamiento (fin primordial que
persigue el Estado con la función jurisdiccional) y b) la satisfacción del interés del titular
del derecho subjetivo (actor) o la satisfacción del interés del demandado cuando
rechaza la acción (la declaración con lugar de la pretensión o su rechazo son los fines
que persiguen las partes con su intervención en el proceso).

LAS GARANTÍAS JURISDICCIONALES.

Parece estar relacionado con el derecho de accionar de los particulares ante la


jurisdicción civil ordinaria; penal ordinaria; contencioso administrativo; especial, laboral;
fiscal, etcétera. y el derecho de exigir y la obligación de intervenir jueces naturales en la
decisión. (Art. 49 Constitución de la República Bolivariana de Venezuela).

La jurisdicción proporciona ciertos tipos de garantías, con el fin de mantener el respeto


a la ley y en caso de violación de la misma reparar el gravamen inferido.

La doctrina de los tipos de garantías jurisdiccionales ha sido elaborada en base a la


clásica división de las sentencias en fallos declarativos, de condena, constitutivos y
cautelares.

1) Como fuente de las sentencias declarativas, la jurisdicción proporciona una


declaración de certeza del derecho, frente a la incertidumbre de una situación jurídica
existente, sobre el contenido de la norma y su aplicación a los hechos.

2) Como origen de las llamadas sentencias constitutivas, la jurisdicción tiene una


finalidad constitutiva frente a los cambios jurídicos que originan la creación o
modificación de situaciones anteriores.

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3) En las llamadas sentencias de condena, la jurisdicción frente a la obligación de
reparar el derecho de la norma, ordena, mediante las llamadas sentencias de condena,
la restitución que puede ser directa caso en el cual estamos frente a la restitución del
propio derecho violado, o mediante un equivalente, que es la indemnización del daño.

4) En las llamadas sentencias cautelares. la jurisdicción proporciona las medidas


preventivas o cautelares. cuya finalidad es asegurar el cumplimiento del fallo. frente al
riesgo de que la condena se haga ilusoria por imposibilidad para ejecutarla y contra la
eventual insolvencia del obligado o la posibilidad de un daño.

ORGANIZACIÓN JURISDICCIONAL. SISTEMA DE JUSTICIA

Por órganos jurisdiccionales, se entiende la esfera o poderes y deberes objetivamente


preestablecidos por la ley para el ejercicio de la función jurisdiccional

Conforme a lo establecido, en el artículo 253 de la Constitución Bolivariana, la potestad


de administrar justicia emana de los ciudadanos y ciudadanas y es impartido en nombre
de la República y por Autoridad de la Ley.

Esta función de dirimir conflictos intersubjetivos para la composición de los derechos de


los ciudadanos, así como para la imposición de la pena correspondiente cuando es
transgredida la ley, recae en los órganos del Poder Judicial, quienes conocerán de las
causas y asuntos de su competencia, conforme a los procedimientos que determinen
las leyes y teniendo el poder de ejecutar o hacer ejecutar sus sentencias.

El sistema de justicia, tal como lo expresa el artículo en comento, se encuentra


constituido en primer término por el Tribunal Supremo de Justicia, en segundo plano por
los diversos órganos jurisdiccionales que determine la ley, por el Ministerio Público, la
Defensoría del Pueblo, los órganos de investigación penal, auxiliares y funcionarios de
Justicia, el sistema penitenciario, los medios alternativos de justicia, los ciudadanos o
ciudadanas que participan en la administración de justicia, y los profesionales del
derecho autorizados para ejercer.

Así, el artículo 253 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,


expresa:

La potestad de administrar justicia emana de los ciudadanos y ciudadanas y se imparte


en nombre de la República y por autoridad de la Ley.

Corresponde a los órganos del Poder Judicial conocer de las causas y asuntos de su
competencia mediante los procedimientos que determinen las leyes, y ejecutar o hacer
ejecutar sus decisiones.

El sistema de justicia está constituido por el Tribunal Supremo de Justicia, los demás
tribunales que determine la ley, el Ministerio Público, la Defensoría Pública, los órganos
de investigación penal, los o las auxiliares y funcionarios o funcionarías de Justicia, los
ciudadanos o ciudadanas que participan en la administración de justicia conforme a la
ley y los abogados autorizados o autorizadas para el ejercicio.

En estos mismos términos, el artículo 1° de la Ley Orgánica del Poder Judicial, expresa
que el ejercicio de la justicia emana del pueblo y se realiza por los órganos del Poder
Judicial.

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Por su parte, el artículo 60 de la ley en comento, señala que el Poder Judicial se ejerce
por la Corte Suprema de Justicia, hoy Tribunal Supremo de Justicia, los tribunales de
jurisdicción ordinaria y los tribunales de jurisdicción especial, siendo que éstos podrán
ser colegiados y unipersonales, y organizados en circuitos en cada circunscripción.

TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA

Es el máximo representante y exponente del Poder Judicial y tiene como función


primordial controlar, de acuerdo con la Constitución y con las leyes, la
constitucionalidad y legalidad de los actos del poder público.

Como máximo exponente del Poder Judicial, conforme a lo establecido en el artículo


254 de la Constitución Bolivariana, goza de autonomía funcional, financiera y
administrativa.

Se encuentra conformado, tal como lo dispone el artículo 262 de la Constitución, por las
siguientes salas:

• Sala Plena

• Sala Constitucional

• Sala Político-Administrativa

• Sala Electoral

• Sala de Casación Social, a quien le corresponde lo referente a la Casación Agraria,


Laboral y de Menores, actualmente niños, niñas y adolescentes.

• Sala de Casación Penal

• Sala de Casación Civil.

Cada una de las salas se encuentra conformada por cinco (05) magistrados, a
excepción de la constitucional que se encuentra conformada por siete (07); y la sala
Plena que se encuentra integrada por treinta y dos (32) magistrados, que es la
sumatoria de todos los magistrados.

Para ser magistrado, tal como lo dispone el artículo 263 de la Constitución, se requiere
cumplir los siguientes requisitos:

a. Tener nacionalidad venezolana por nacimiento.

b. Ser ciudadano o ciudadana de reconocida honorabilidad.

c. Ser jurista de reconocida competencia, gozar de buena reputación, haber ejercido la


abogacía durante un mínimo de quince (15) años y tener título universitario de
postgrado en materia Jurídica; o haber sido profesor o profesora universitario, en
ciencias jurídicas durante un mínimo de Quince (15) años y tener categoría de profesor
o profesora titular; o ser, o haber sido juez o jueza superior en la especialidad
correspondiente, a la Sala para la cual se postula, con un mínimo de quince (15) años
en el ejercicio de la carrera judicial, y reconocido prestigio en el desempeño de sus
funciones.

d. Cualquier otro que pueda establecerse por ley.

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De igual manera para ser magistrado del tribunal supremo de justicia se deben cumplir
con los requisitos establecidos en el artículo 37 de la Ley Orgánica del Tribunal
Supremo de Justicia (ver gaceta No. 39.522 de fecha 01 de octubre de 2010).

El período de ejercicio de la magistratura, tal como lo dispone el artículo 264 de la


Constitución será único y por doce (12) años, pudiendo ser removidos por la Asamblea
Nacional mediante una mayoría calificada de dos terceras partes de sus integrantes,
previa audiencia concedida al interesado, en caso de faltas graves ya calificadas por el
Poder Ciudadano, en los términos que establezca la ley.

Para la elección de los magistrados podrán postularse los candidatos o candidatas ante
el Comité de Postulaciones Judiciales, bien por iniciativa propia o por organizaciones
vinculadas a la actividad jurídica. El Comité oirá la opinión de la comunidad y efectuará
una preselección para su presentación al Poder Ciudadano, quien efectuará una
segunda preselección que será presentada a la Asamblea Nacional, quien efectuará la
selección definitiva.

Igualmente, los ciudadanos y ciudadanas tienen la potestad de ejercer


fundamentalmente las objeciones a cualquiera de los postulados, ante el Comité de
Postulaciones Judiciales o ante la Asamblea Nacional.

El Comité de Postulaciones, conforme a lo establecido en el artículo 270 de la


Constitución, es un órgano asesor del Poder Judicial, para la selección de candidatos o
candidatas para magistrados o magistradas del Tribunal Supremo de Justicia, así como
de los colegios electorales judiciales para la elección de los jueces y juezas de la
jurisdicción disciplinaria, y estará integrado por miembros o representantes de los
diferentes sectores de la sociedad, tal como lo señala la ley.

Conforme a lo establecido en el artículo 12 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de


Justicia el Tribunal Supremo en Pleno, así como cada una de sus Salas tendrá un
secretario o secretaria y un o una alguacil, quienes deberán cumplir con los requisitos
de ley para el ejercicio de dichos cargos y no estar incursos en las causales de
incompatibilidad que establece esta Ley; y a tenor del artículo 13 los secretarios o
secretarias deben ser mayores de 30 años, abogado y haber ejercido la profesión o
tener carrera dentro del poder judicial durante 10 años.

Igualmente, el Ministerio Público ejercerá sus funciones ante el Tribunal Supremo por
medio del Fiscal General de la República, y con el auxilio de los funcionarios que
determine la ley que rige sus funciones.

En el Tribunal Supremo también existen otros funcionarios como son los funcionarios y
empleados subalternos, auxiliares, profesionales y técnicos, tales como abogados
auxiliares o asistentes, contadores, entre otros.

Cada magistrado tendrá a su disposición dos (02) abogados asistentes, quienes se


encargarán de la búsqueda de doctrina y jurisprudencia que requiere el magistrado, y
atenderán en general al público.

ATRIBUCIONES DEL TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA

Conforme a lo establecido en el artículo 266 de la Constitución, el Tribunal Supremo de


Justicia tiene las siguientes atribuciones:

a. Ejercer la Jurisdicción Constitucional conforme al título VIII de la Constitución,

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b. Declarar si hay o no mérito para el enjuiciamiento del Presidente o Presidenta de la
República o quien haga sus veces y, en caso afirmativo, continuar conociendo de la
causa, previa autorización de la Asamblea Nacional, hasta sentencia definitiva.

c. Declarar si hay o no mérito para el enjuiciamiento del Vicepresidente Ejecutivo o


Vicepresidenta Ejecutiva, de los o las integrantes de la Asamblea Nacional o del propio
Tribunal Supremo de Justicia, de los Ministros o Ministras, del Procurador o
Procuradora General, del Fiscal o la Fiscal General, del Contralor o Contralora General
de la República, del Defensor o Defensora del Pueblo, los Gobernadores o
Gobernadoras, Oficiales, Generales y Almirantes de la Fuerza Armada Nacional y de los
Jefes o Jefas de Misiones Diplomáticas de la República y, en caso afirmativo, remitir los
autos al Fiscal o la Fiscal General de la República o a quien haga de sus veces si fuera
el caso; y si el delito fuere común, continuará conociendo de la causa hasta la sentencia
definitiva.

d. Dirimir controversias administrativas que se susciten entre la República, algún


Estado, Municipio u otro ente Público, cuando la otra parte sea una de esas mismas
entidades, a menos que se trate de controversias entre Municipio de un mismo Estado,
caso en el cual la Ley podrá atribuir su conocimiento a otro Tribunal.

e. Declarar la nulidad total o parcial de los reglamentos y demás actos administrativos


generales o individuales del Ejecutivo Nacional, cuando sean procedentes.

f. Conocer los recursos de interpretación sobre el contenido y alcance de los textos


legales, en los términos contemplados en la ley.

g. Decidir los conflictos de competencia entre tribunales, sean ordinarios o especiales,


cuando no exista otro tribunal superior o común a ellos en el orden jerárquico.

h. Conocer del recurso de casación.

Í, Las demás que le atribuye la ley.

La atribución señalada en el numeral 1° será ejercida por la Sala Constitucional; las


señaladas en los numerales 2° y 3° en Sala Plena; y las contenidas en los ordinales 4°
y 5° en Sala Político-Administrativa. Las demás atribuciones serán ejercidas por las
diversas Salas, conforme lo establezca la Constitución y la ley.

Corresponde, igualmente, al Tribunal Supremo de Justicia conforme a lo establecido en


el artículo 267 de la Constitución, el gobierno y la administración del Poder Judicial, la
inspección y vigilancia de los tribunales de la República y de las defensorías públicas,
correspondiéndole igualmente la elaboración de su presupuesto y la del Poder Judicial.

LA JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL

Con la entrada en vigencia de la Constitución Bolivariana, se crea la Sala Constitucional


del Tribunal Supremo de Justicia, como máximo representante de la jurisdicción
constitucional, quien conforme a lo establecido en el artículo 334 de la nueva ley
fundamental, se encarga de forma exclusiva de declarar la nulidad de las leyes y demás
actos de los órganos que ejercen el Poder Público, dictado en ejecución directa e
inmediata de la Constitución o que tengan rango de ley, (control concentrado de la
constitucionalidad).

La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, como lo señalara en una


decisión que dictara, es una creación de la Constitución de la República Bolivariana de

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Venezuela, un órgano inédito que se encuentra en el seno del Tribunal Supremo de
Justicia, el cual ha sido concebido como instancia jurisdiccional, la cual tiene como
función primordial, la marcada especialización de tutela, tendiente a asegurar la
integridad, supremacía y efectividad de la Constitución, siendo el último intérprete del
texto fundamental, bien actuando como juez de única instancia, o como último
intérprete.

De esta manera, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, tiene a su


cargo velar por la garantía de respeto y acatamiento del orden que la Ley Suprema
establece.

En otra decisión de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, se expresa


que a la misma le corresponde no solo anular los actos de esa naturaleza, sino que
tiene asignada, tanto la interpretación del texto constitucional, con el fin de salvar sus
dificultades o contradicciones, como el hacer valer el principio jurídico-político según el
cual los derechos fundamentales preceden y limitan axiológicamente las
manifestaciones de poder.

En cuanto a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, la Dra. Hildegard


Rondón de Sansó (Hildergard Rondón de Sansó. Análisis de la Constitución
Venezolana de 1999. pág. 275), considera que la Sala Constitucional, no es una simple
Sala sino una Corte Constitucional, que aún cuando se encuentre ubicada físicamente
en la sede del Tribunal Supremo de Justicia, que opera en la máxima esfera
jurisdiccional, sin embargo está por encima de ésta.

La tesis sostenida, tiene su fundamento en que la Sala Constitucional tiene la


competencia exclusiva y excluyente en el control concentrado abstracto de las demás
leyes y actos normativos dictados en ejecución directa e inmediata de la Constitución;
en que sus interpretaciones sobre el alcance y contenidos constitucionales son
vinculantes para todo el orden jurisdiccional, incluso para las demás Salas del Tribunal
Supremo de Justicia; en que sus facultades no están contenidas en la competencia del
Tribunal Supremo de Justicia enumeradas en el artículo 266 de la Constitución, sino
que dicha norma alude a una jurisdicción constitucional distinta a la cual remite, a lo que
agregaríamos, la facultad que tiene de revisar las sentencias definitivamente firmes de
amparo constitucional y de control de la constitucionalidad de normas y leyes jurídicas
dictadas por los Tribunales de la República.

Por tal motivo, concluye la autora en cuestión señalando, que la Constitución no solo
creó una nueva jurisdicción, la constitucional, sino que colocó en la cúspide de la
misma, no al Tribunal Supremo de Justicia, sino la Sala Constitucional.

No obstante a lo anterior, la exposición de motivos de la Constitución de la República


Bolivariana de Venezuela, al referirse a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, señala que las facultades interpretativas otorgadas a la Sala, se encuentra en
consonancia con las características básicas de la justicia constitucional en el derecho
comparado, ya que ellas solo pueden ser ejercidas por un órgano en forma exclusiva,
como lo es la Sala Constitucional, creándose en esta materia, una herramienta
indispensable para que la Sala pueda garantizar la supremacía y efectividad de las
normas constitucionales, tal como lo es el carácter vinculante de sus decisiones a
través de las cuales interprete el contenido o alcance de las normas y principios
constitucionales, las cuales son de obligatorio acatamiento incluso para las demás
Salas de Tribunal Supremo de Justicia, con el objeto de garantizar la uniformidad en la
interpretación y aplicación de la ley fundamental.

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De esta manera, la Sala Constitucional garantizará la supremacía y efectividad de las
normas y principios constitucionales, siendo el máximo y último intérprete de la
Constitución, y velando por su uniforme interpretación y aplicación.

Conforme a lo establecido en el artículo 335 de la Constitución, las interpretaciones que


establezca la Sala Constitucional sobre el contenido o alcance de las normas y
principios constitucionales, son de carácter vinculante, tanto para las otras Salas del
Tribunal Supremo como para los demás tribunales de la República.

Son atribuciones de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia las


siguientes (establecidas en el artículo 25 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de
Justicia - ver gaceta No. 39.522 de fecha 01 de octubre de 2010):

1. Declarar la nulidad total o parcial de las leyes nacionales y demás actos con rango de
ley de la Asamblea Nacional que colidan con esta Constitución.

2. Declarar la nulidad total o parcial de las constituciones y leyes estadales, de las


ordenanzas municipales y demás actos de los cuerpos deliberantes de los estados y
municipios dictados en ejecución directa e inmediata de la Constitución y que colidan
con ella.

3. Declarar la nulidad total o parcial de los actos con rango de ley dictados por el
Ejecutivo Nacional, que colidan con esta Constitución.

4. Declarar la nulidad total o parcial de los actos en ejecución directa e inmediata de


esta Constitución, dictados por cualquier otro órgano estatal en ejercicio del Poder
Público cuando coliden con esta.

5. Verificar, a solicitud del Presidente o Presidenta de la República o de la Asamblea


Nacional, la conformidad con esta Constitución de los tratados internacionales suscritos
por la República, antes de su ratificación.

6. Revisar en todo caso, aun de oficio, la constitucionalidad de los decretos que declare
estados de excepción dictados por el Presidente o Presidenta de la República.

7. Declarar la inconstitucionalidad de las omisiones del Poder Legislativo, Estadal o


Municipal, cuando haya dejado de dictar las normas o medidas indispensables para
garantizar el cumplimiento de esta Constitución, o las haya dictado en forma
incompleta; y establecer el plazo y, de ser necesario, los lineamientos de su corrección.

8. Resolver las colisiones que existan entre diversas disposiciones legales y declarar
cuál debe prevalecer.

9. Dirimir las controversias constitucionales que se susciten entre cualesquiera de los


órganos del Poder Público.

10. Revisar las sentencias definitivamente firmes de amparo constitucional y de control


de constitucionalidad de leyes o normas jurídicas dictadas por los tribunales de la
República, en los términos establecidos por la ley orgánica respectiva.

11. Las demás que establezca la Constitución y la Ley.

Las competencias contempladas en los ordinales 1° al 8° antes señalados, serán


ejercidas por el pleno de la Sala Constitucional, y las restantes, serán ejercidas por las

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secciones, a menos que la Constitución o las leyes establezcan lo contrario, todo ello
sin perjuicio de los asuntos que pudiera asumir el pleno para su decisión.

Las atribuciones antes señaladas corresponden al control concentrado de la


constitucionalidad de las leyes, la cual le compete en forma exclusiva al Tribunal
Supremo de Justicia, ya que existe el control difuso de la constitucionalidad de las leyes
que, conforme a lo establecido en el artículo 334 de la Constitución, 20 del Código de
Procedimiento Civil y 19 del Código Orgánico Procesal Penal, los jueces de la
República desaplicarán los preceptos legales que coliden con la Constitución y
aplicarán éstos con preferencia. Igualmente los Tribunales de la República se
encuentran obligados a aplicar las normas constitucionales y asegurar su integración,
en los procesos en general y en las acciones de amparo constitucional.

Corresponde también a la Sala Constitucional, entre otras circunstancias, la


consideración y aprobación de la constitucionalidad del decreto que declare el estado
de excepción que dicte el Presidente o Presidenta de la República en Consejo de
Ministros, tal como lo dispone el artículo 339 de la Constitución de la República
Bolivariana.

JURISDICCIÓN ORDINARIA EN MATERIA CIVIL Y MERCANTIL

• Tribunales superiores

Son tribunales unipersonales, conformados por un juez, un secretario y un alguacil.


Dentro de sus funciones, conforme a lo dispuesto en el artículo 66 de la Ley Orgánica
del Poder Judicial, encontramos:

I. Generales

a. Dictar acuerdos.

b. Exigir de los jueces de primera instancia cada seis (06) meses, una lista de las
causas pendientes, y promover la más pronta y eficaz administración de justicia. A tales
efectos deberán hacer las reconvenciones que fueren necesarias a los jueces inferiores
e imponer las multas disciplinarias a que hubiere lugar.

c. Conocer en primera instancia de las causas de responsabilidad que por mal


desempeño, de sus funciones se siga a los jueces de primera instancia.

d. Dirimir las cuestiones de competencia que se susciten entre los funcionarios


judiciales, y los conflictos entre éstos y los del orden administrativo, político o militar.

e. Conocer en alzada de las resoluciones que dictare el presidente del tribunal superior
en su carácter de juez de substanciación.

f. Conocer de las quejas por omisión, retardo o denegación de justicia en los juzgados
de la circunscripción, conforme a la ley.

g. Recibir el juramento de los funcionarios que deban prestarlo ante ellas, de acuerdo
con la ley.

h. Dictar su reglamento interno y de policía y el de los demás tribunales de la


circunscripción. Cuando haya varios juzgados superiores, se acordarán para dictarlos.

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i. Conocer de los asuntos a que se refiere el artículo 10 de la Ley de Patronato
Eclesiástico.

j. Practicar el examen que debe rendir el Registrador Principal sobre las materias
relativas al Registro Público.

k. Formar en la primera quincena del mes de enero de cada año, la matrícula de


abogados residentes en su jurisdicción y remitir una copia a la Corte Suprema de
Justicia (hoy Tribunal Supremo de Justicia). En la misma oportunidad le remitirán la lista
de los abogados que hubieren fallecido en su jurisdicción en los años anteriores.

l. Formar la estadística de las causas que cursen ante ella y ante los demás tribunales,
de conformidad con las leyes, reglamentos o instrucciones.

m. Enviar a la Corte Suprema de Justicia (hoy Tribunal Supremo) en el mes de enero de


cada año, un resumen de la doctrina en que hubiere fundado sus decisiones en el año
anterior y de las decisiones de los tribunales de primera instancia.

n. Las atribuciones otorgadas por leyes especiales a las extinguidas cortes supremas.

ñ. Las demás que le señalen las leyes

2. En materia Civil

a. Conocer en apelaciones de las causas e incidencias decididas por los tribunales de


primera instancia en lo civil, así como también en los casos de consultas ordenadas por
la ley, y de tos recursos de hecho.

b. Conocer de las solicitudes sobre legitimación de hijos en conformidad con el Código


Civil.

c. Ejercer las funciones que en materia civil les confieran las leyes nacionales.

Así mismo y de acuerdo con la resolución No. 2009-0006 de fecha 18 de marzo de


2009, emanada del Tribunal Supremo de Justicia, publicada en la gaceta Oficial No.
39.152 de fecha 02 de abril del año 2009, el tribunal superior es competente para
conocer de las apelaciones ejercidas contra las decisiones de los tribunales de
municipio cuando estos conozcan de causas actuando como tribunales de Primera
Instancia, cuando la pretensión haya sido admitida con fecha posterior a la publicación
en gaceta de la referida resolución.

3. En materia mercantil

a. Conocer en apelación de las causas e incidencias por los tribunales de primera


instancia en lo mercantil y de los recursos de hecho.

b. Ejercer las atribuciones que les confieren el Código de Comercio y demás leyes
nacionales.

• Tribunales de primera instancia

En materia civil son tribunales unipersonales, conformados por un solo juez, un


secretario y un Alguacil, y entre sus funciones, conforme a lo preceptuado en el artículo
69 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, encontramos:

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1. En materia civil

a. Conocer en la primera instancia de todas las causas civiles que les atribuya el
Código de Procedimiento Civil.

b. Conocer de los juicios en que la República sea parte, cuyo conocimiento no esté
atribuido a la Corte Suprema de Justicia (hoy Tribunal Supremo de Justicia).

c. Conocer de los procesos fiscales relativos a impuestos nacionales, cuyo


conocimiento no este atribuido por la ley a otro tribunal.

Actualmente y de conformidad con la resolución emanada del Tribunal Supremo de


Justicia No. 2009-0006, de fecha 18 de marzo de 2009, publicada en la gaceta Oficial
No. 39.152 de fecha 02 de abril del año 2009, los tribunales de Primera Instancia
conocerá en segunda y última Instancia de las apelaciones ejercidas contra las
decisiones de los tribunales de Municipio, solo cuando la pretensión contenida en la
demanda haya sido admitida en fecha anterior a la publicación en Gaceta de la referida
resolución.

2. En materia mercantil

a. Conocer de las causas mercantiles que le atribuyan el Código de Comercio.

b. Conocer en segunda y última instancia de las causas e incidencias decididas en


primera instancia por los juzgados de municipio en materia mercantil, así como también
de los recursos de hecho.

c. Transmitir a los juzgados superiores las quejas que reciban contra los funcionarios
inferiores por omisión, retardo o denegación de justicia, o por falta de
cumplimiento de sus deberes, cuando actúen en materia mercantil, a fin de que se siga
el procedimiento legal y se haga efectiva la responsabilidad del caso.

• Juzgados de municipio

Actúan como tribunales unipersonales y es importante señalar que inicialmente sus


atribuciones estaban establecidas en el artículo 70 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial, siendo estas las siguientes:

a. Conocer en primera instancia de las causas civiles y mercantiles cuyos intereses


calculados, según las disposiciones del Código de Procedimiento Civil, no excedan
de tres mil (3.000) unidades tributarias.

b. Ejercer las atribuciones que les confiere la Ley de Registro Público.

c. Conocer en primera instancia de los juicios de quiebra de menor cuantía.

d. Conocer de los juicios de deslinde, de acuerdo con el Código de Procedimiento Civil.

e. Recibir manifestaciones de esponsales y presenciar la celebración de matrimonios.

f. Conocer de interdictos prohibitivos, conforme al Código de Procedimiento Civil.

Sin embargo, de conformidad con lo establecido en la RESOLUCIÓN N° 2009-0006 de


fecha 18 de marzo de 2009, se le atribuyó a los Juzgado de Municipio nuevas
competencias. La resolución antes referida es del tenor siguiente:

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El Tribunal Supremo de Justicia, en ejercicio de las atribuciones conferidas por el
artículo 267 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en
concordancia con las previstas en los artículos 1 y 20 in fine de la Ley Orgánica del
Tribunal Supremo y considerando: Primero: Que la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, en sus artículos 26 y 257 prevén el acceso a los órganos de
administración de justicia como mecanismo que garantiza la tutela judicial efectiva, con
omisión de las formalidades no esenciales al proceso; Segundo: Que los Juzgados de
Primera Instancia con competencia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito en la República
están experimentando un exceso de trabajo como consecuencia, entre otros aspectos,
de la falta de revisión y ajuste de la competencia por la cuantía desde hace muchos
años; por el conocimiento de los asuntos de Familia en los que no intervienen Niños,
Niñas y Adolescentes; como consecuencia de la eliminación de los Juzgados de
Parroquia, lo que incrementó su actuación como Juzgado de Alzada; y, muy
especialmente, como consecuencia del gran número de asuntos de jurisdicción
voluntaria y no contenciosa que les son requeridos, lo cual atenta contra la eficacia
judicial, privando a los justiciables de la obtención de una verdadera tutela judicial
efectiva que impone un Estado social de derecho y de justicia; Tercero: Que los
Juzgados de Municipio, cuya cantidad se incrementó con ocasión de la supresión de los
Juzgados de Parroquia, conocen de un número de asuntos que se han reducido
considerablemente, evidenciándose en la actualidad un claro desequilibrio de la
actividad jurisdiccional que desarrollan respecto a los Juzgados de Primera Instancia;
Cuarto: Que el artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial establece que los
tribunales de jurisdicción ordinaria tendrán competencia en todas las materias, a menos
que le Ley disponga otra cosa, siendo tribunales de jurisdicción ordinaria, conforme al
artículo 61 eiusdem, las Cortes de Apelaciones, los Tribunales Superiores, los Juzgados
de Primera Instancia y los Juzgados de Municipio; Quinto: Que el artículo 11 de la Ley
Orgánica del Consejo de la Judicatura, en sus ordinales 10 y 11, cuyas funciones ejerce
este Tribunal Supremo de Justicia según sentencia N° 1586 del 12 de junio del 2003,
emanada de su Sala Constitucional, dado que el artículo 267 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela reserva al Tribunal Supremo de Justicia, la
dirección, gobierno y administración del Poder Judicial, siendo de su competencia crear
circuitos judiciales, tribunales ordinarios y especiales; suprimir los ya existentes cuando
así se requiera, especializar o no su competencia y convertir los tribunales
unipersonales en colegiados; así como, establecer y modificar la competencia de los
tribunales en razón del territorio y de la cuantía, y la modificación de las cuantías
previstas, en el Código de Procedimiento Civil; Sexto: Que conforme a lo dispuesto en
el artículo 18, segundo aparte, de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, los
recursos que se interpongan ante ésta, han de exceder de la suma de tres mil unidades
tributarias (3.000 U.T.), lo cual ha generado una situación anómala dentro del sistema
procesal venezolano, dado que, tradicionalmente, la cuantía de los Juzgados de
Primera Instancia con competencia en lo Civil y Mercantil era la misma que daba
acceso al recurso de casación civil, lo cual ha dejado de ser así, pues la competencia
por la cuantía de estos últimos se mantiene todavía en una suma que sea superior a
cinco mil bolívares (Bs. 5.000,00); Séptimo: Que según las estadísticas disponibles, los
Juzgados de Primera Instancia con competencia en lo Civil, Mercantil y Tránsito, cuya
ubicación suele estar en las capitales de los estados, agotan buena parte de sus
recursos disponibles atendiendo asuntos de jurisdicción voluntaria o no contenciosa,
tales como inspecciones, notificaciones, evacuación de títulos supletorios, justificativos
de perpetua memoria, títulos supletorios, rectificaciones de actas y partidas, solicitudes
de divorcio o separaciones de cuerpo amigables, entre otros asuntos de semejante
naturaleza. Octavo: Que la gran mayoría de esos asuntos de jurisdicción voluntaria o
no contenciosa, constituyen un importante número de asuntos que afectan a los
justiciables en las distintas zonas del país, quienes a pesar de tener un Juzgado de
Municipio cerca en su localidad, deben trasladarse a las respectivas capitales para su

12
evacuación, lo que afecta la eficiente administración de justicia y dificulta el derecho
constitucional de los justiciables para acceder a la función jurisdiccional; Noveno: Que
resulta impostergable la toma de medidas y ajustes que permitan redistribuir de manera
más eficiente entre los jueces ordinarios la función jurisdiccional, garantizando el mayor
acceso posible de los justiciables a la justicia, asegurando su eficacia y transparencia;
resolvio: Artículo 1.- Se modifican a nivel nacional, las competencias de los Juzgados
para conocer de los asuntos en materia Civil, Mercantil y Tránsito, de la siguiente
manera: a) Los Juzgados de Municipio, categoría C en el escalafón judicial, conocerán
en primera instancia de los asuntos contenciosos cuya cuantía no exceda de tres mil
unidades tributarias (3.000 U.T.). b) Los Juzgados de Primera Instancia, categoría B en
el escalafón judicial, conocerán en primera instancia de los asuntos contenciosos cuya
cuantía exceda las tres mil unidades tributarias (3.000 U.T.). A los efectos de la
determinación de la competencia por la cuantía, en todos los asuntos contenciosos
cuyo valor sea apreciable en dinero, conste o no el valor de la demanda, los justiciables
deberán expresar, además de las sumas en bolívares conforme al Código de
Procedimiento Civil y demás leyes que regulen la materia, su equivalente en unidades
tributarias (U.T.) al momento de la interposición del asunto. Artículo 2.- Se tramitarán
por el procedimiento breve las causas a que se refiere el artículo 881 del Código de
Procedimiento Civil, y cualquier otra que se someta a este procedimiento, cuya cuantía
no exceda de mil quinientas unidades tributarias (1.500 U.T.); asimismo, las cuantías
que aparecen en los artículos 882 y 891 del mismo Código de Procedimiento Civil,
respecto al procedimiento breve, expresadas en bolívares, se fijan en quinientas
unidades tributarias (500 U.T.). Artículo 3.- Los Juzgados de Municipio conocerán de
forma exclusiva y excluyente de todos los asuntos de jurisdicción voluntaria o no
contenciosa en materia civil, mercantil, familia sin que participen niños, niñas y
adolescentes, según las reglas ordinarias de la competencia por el territorio, y en
cualquier otro de semejante naturaleza. En consecuencia, quedan sin efecto las
competencias designadas por textos normativos preconstitucionales. Quedando
incólume las competencias que en materia de violencia contra la mujer tienen atribuida.
Artículo 4.- Las modificaciones aquí establecidas surtirán sus efectos a partir de su
entrada en vigencia y no afectará el conocimiento ni el trámite de los asuntos en curso,
sino tan sólo en los asuntos nuevos que se presenten con posterioridad a su entrada en
vigencia. Artículo 5.- La presente Resolución entrará en vigencia a partir de la fecha de
su publicación en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela. Artículo
6.- Quedan sin efectos las competencias establecidas en el DECRETO PRESIDENCIAL
Nº 1029 de fecha 17 de enero de 1996 y la RESOLUCIÓN DEL CONSEJO DE LA
JUDICATURA Nº 619 de fecha 30 de enero de 1996, así cualquier otra disposición que
se encuentre en contravención con la presente Resolución.

Posteriormente, en fecha 24 de octubre de 2018, La sala Plena del Tribunal Supremo


de Justicia dicto la RESOLUCIÓN Nº 2018-0013, la cual deja sin efecto las
competencias establecidas en la RESOLUCIÓN DE LA SALA PLENA DEL TRIBUNAL
SUPREMO DE JUSTICIA Nº 2009-006 de fecha 18 de marzo de 2009, sólo en lo que
se refiere a las cuantías fijadas, así como cualquier otra disposición que se encuentre
en contravención con la presente Resolución.

La RESOLUCIÓN Nº 2018-0013 es del tenor siguiente:

El Tribunal Supremo de Justicia, en ejercicio de las atribuciones conferidas por


el artículo 267 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en
concordancia con las previstas en los artículos 1 y 2 de la Ley Orgánica del Tribunal
Supremo de Justicia. CONSIDERANDO Que la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, en sus artículos 26 y 257 prevén el acceso a los órganos de
administración de justicia como mecanismo que garantiza la tutela judicial efectiva, con

13
omisión de las formalidades no esenciales al proceso. CONSIDERANDO Que los
Juzgados de Primera Instancia con competencia en lo Civil, Mercantil Tránsito, Bancario
y Marítimo, en la República están experimentando un exceso de trabajo como
consecuencia, entre otros aspectos, de la falta de revisión y ajuste de la competencia
por la cuantía; por el conocimiento de los asuntos de jurisdicción contenciosa, los
cuales resultan ser la mayoría de las acciones que se interponen, lo que incrementó su
actuación; lo cual ha creado un desbalance en las actuaciones de las causas conocidas
por los Tribunales de Municipio y los de Primera Instancia. CONSIDERANDO Que los
Juzgados de Municipio, cuya cantidad se incrementó con ocasión de la supresión de los
Juzgados de Parroquia, conocen de un número de asuntos que se han reducido
considerablemente, evidenciándose en la actualidad un claro desequilibrio de la
actividad jurisdiccional que desarrollan respecto a los Juzgados de Primera Instancia.
CONSIDERANDO Que el artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial establece
que los tribunales de jurisdicción ordinaria tendrán competencia en todas las materias, a
menos que le Ley disponga otra cosa, siendo tribunales de jurisdicción ordinaria,
conforme al artículo 61 eiusdem, las Cortes de Apelaciones, los Tribunales Superiores,
los Juzgados de Primera Instancia y los Juzgados de Municipio y Ejecutores de
Medidas. CONSIDERANDO Que el artículo 267 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela reserva al Tribunal Supremo de Justicia, la dirección,
gobierno y administración del Poder Judicial, siendo de su competencia crear circuitos
judiciales, tribunales ordinarios y especiales; suprimir los ya existentes cuando así se
requiera, especializar o no su competencia y convertir los tribunales unipersonales en
colegiados; así como, establecer y modificar la competencia de los tribunales en razón
del territorio y de la cuantía, y la modificación de las cuantías previstas, en el Código de
Procedimiento Civil, conforme a lo dispuesto en la Sentencia Nro. 1586 del 12 de junio
de 2003 dictada por la Sala Constitucional de este Máximo Tribunal. CONSIDERANDO
Que conforme a la necesidad de la obtención de una verdadera tutela judicial efectiva
que impone un Estado social de derecho y de justicia; resulta imperioso la evaluación
de las cuantías que conocerán los Juzgados en materia Civil, Mercantil, Tránsito,
Bancario y Marítimo, según corresponda, lo cual coadyuvará en un eficiente
administración de justicia, y al mejor acceso a la función jurisdiccional, visto el
importante crecimiento económico de la nación. CONSIDERANDO Que resulta
impostergable la toma de medidas y ajustes que permitan redistribuir de manera más
eficiente entre los jueces ordinarios la función jurisdiccional, garantizando el mayor
acceso posible a una justicia eficaz, transparente, expedita y oportuna. RESUELVE
Artículo 1.- Se modifican a nivel nacional, las competencias de los Juzgados para
conocer de los asuntos en materia Civil, Mercantil, Tránsito, Bancario y Marítimo, según
corresponda, de la siguiente manera: a) Los Juzgados de Municipio y Ejecutores de
Medidas, categoría C en el escalafón judicial, conocerán en primera instancia de los
asuntos contenciosos cuya cuantía no exceda de Quince mil unidades tributarias
(15.000 U.T.). b) Los Juzgados de Primera Instancia, categoría B en el escalafón
judicial, conocerán en primera instancia de los asuntos contenciosos cuya cuantía
exceda los Quince Mil Un unidades tributarias (15.001 U.T.). A los efectos de la
determinación de la competencia por la cuantía, en todos los asuntos contenciosos
cuyo valor sea apreciable en dinero, conste o no el valor de la demanda, los justiciables
deberán expresar, además de las sumas en bolívares conforme al Código de
Procedimiento Civil y demás leyes que regulen la materia, su equivalente en unidades
tributarias (U.T.) al momento de la interposición del asunto. Artículo 2.- Se tramitarán
por el procedimiento breve las causas a que se refiere el artículo 881 del Código de
Procedimiento Civil, y cualquier otra que se someta a este procedimiento, cuya cuantía
no exceda de Siete Mil Quinientas unidades tributarias (7.500 U.T.); asimismo, la
cuantía que aparece en el artículo 882 del mismo Código de Procedimiento Civil,
respecto al procedimiento breve, expresada en bolívares, se fija en Siete Mil
Quinientas unidades tributarias (7.500 U.T.). Artículo 3.- Las modificaciones aquí
establecidas surtirán sus efectos a partir de su entrada en vigencia y no afectará el

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conocimiento ni el trámite de los asuntos en curso, sino tan sólo en los asuntos nuevos
que se presenten con posterioridad a su entrada en vigencia. Artículo 4.- La presente
Resolución entrará en vigencia a partir de la fecha de su publicación en la Gaceta
Oficial de la República Bolivariana de Venezuela. Artículo 5.- Quedan sin efecto las
competencias establecidas en la RESOLUCIÓN DE LA SALA PLENA DEL TRIBUNAL
SUPREMO DE JUSTICIA Nº 2009-006 de fecha 18 de marzo de 2009, sólo en lo que
se refiere a las cuantías fijadas, así como cualquier otra disposición que se encuentre
en contravención con la presente Resolución.

Estos tribunales actualmente usan la denominación de Juzgados de municipio


Ordinarios y ejecutores de medidas de los municipios …”.

Revisar Resoluciones del Tribunal Supremo de Justicia Nº


(http://www.tsj.gob.ve/es/web/tsj/resoluciones).

2009-0006 de fecha 18 de marzo de 2009


2011-0062 de fecha 30 de noviembre de 2011
2013-0006 de fecha 20 de febrero de 2013
2014-0009 de fecha 12 de marzo de 2014
2018-0013 de fecha 24 de octubre de 2018

CLASIFICACION DE LOS ORGANOS JURISDICCIONALES.

Estos órganos jurisdiccionales pueden clasificarse de la siguiente manera;

a. Unipersonales
A. Según la estructura
interna b. Colegiados

a. Único
B. Según su número
b. Diverso

a. Permanentes
C. Según su duración
b. Temporales

a. De primer grado de jurisdicción,


D. Según el grado tribunales de causa o tribunales inferiores.
de jurisdicción
b. Tribunal de segundo grado de jurisdicción,
de segunda instancia o alzada:

a. Ordinarios:
E. Según la medida
de poder que ejercen b. Especiales:

a. Tribunal de la causa:
F. Según el cometido
del tribunal b. Tribunal comisionado:

15
A. Según la estructura interna

a. Unipersonales: Conformados por un juez, un secretario y un alguacil. Ejemplo:


juzgados de municipio, de primera instancia y superiores civiles y mercantiles,
Juzgados de Primera y Superior Bancario.

b. Colegiados: Conformados por dos o más Jueces, un Secretario y un Alguacil.


Ejemplo: Tribunal Supremo de Justicia, Corte Primera de lo Contencioso-Administrativo,
Corte de Apelaciones.

B. Según su número

a. Único: Cuando no existe otro tribunal de un mismo tipo, tal como sucede con el
Tribunal Supremo de Justicia.

b. Diverso: Cuando existen varios tribunales de igual tipo, tal como sucede con los
tribunales de municipio; de primera instancia civil, mercantil y tránsito; salas de juicio de
protección al niño y adolescente; laborales, entre otros.

C. Según su duración

a. Permanentes: Son aquellos que forman parte constante del ordenamiento judicial
creado por la Ley Orgánica del Poder Judicial.

b. Temporales: Son aquellos cuya vigencia o existencia es por períodos, como son los
tribunales penales para el régimen procesal transitorio del circuito judicial penal de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, los tribunales accidentales;
o los extintos Tribunales de veinte causas, así como el extinto Tribunal Bancario en
materia penal.

D. Según el grado de jurisdicción

a. De primer grado de jurisdicción, tribunales de causa o tribunales inferiores.


Son aquellos que conocen en primer grado de Jurisdicción el asunto o controversia
surgidos, como son los casos de los tribunales de municipio o primera instancia.

b. Tribunal de segundo grado de jurisdicción, de segunda instancia o alzada: Son


aquellos que conocen en consulta o apelación de las decisiones dictadas por los
juzgados inferiores.

E. Según la medida de poder que ejercen

a. Ordinarios: Son aquellos entre quienes se encuentra distribuida la jurisdicción en


forma general y pueden conocer de todas las causas, tal como lo es la jurisdicción civil,
quien conforme a lo dispuesto en el artículo 1° del Código de Procedimiento Civil, es
ejercida por la jurisdicción ordinaria. Igualmente, conforme a lo previsto en el artículo 60
de la Ley del Poder Judicial, esta jurisdicción es ejercida por las cortes de apelaciones,
los tribunales superiores, los juzgados de primera instancia y los juzgados de municipio.

b. Especiales: Son aquellos cuya jurisdicción se encuentra limitada a determinada


materia, tal como es el caso de los juzgados del trabajo, de protección al niño y al
adolescente, los contencíosos-administrativos, entre otros.

F. Según el cometido del tribunal

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a. Tribunal de la causa: Es aquel que se encuentra conociendo de la causa y quien
debe decidirla.

b. Tribunal comisionado: Es aquel a quien el tribunal de la causa le encomienda una


función determinada, como puede ser el caso de la evacuación de pruebas, o la
práctica de alguna medida.

EL JUEZ: RÉGIMEN JURÍDICO DE LA CARRERA JUDICIAL.

EL JUEZ. CONCEPTO

La función de administrar justicia es ejercida por los tribunales, quienes se encuentran a


la cabeza del funcionario puesto por el Estado para ejercer esta función, como lo es el
juez.

El juez, como asienta ROMBERG, es el funcionario público investido para ejercer la


función jurisdiccional atribuida por la Constitución y las leyes a los tribunales de la
República.

El juzgador es la persona que en la tierra tiene ese gran compromiso o deber casi
divino de juzgar a sus semejantes, sin poder abdicar de sus pasiones, de sus dolores, y
de sus impulsos de hombre.

SENTÍS MELENDO, señala que el problema de la justicia es más de hombres que de


leyes; que cuando se habla de los buenos jueces o de los buenos fallos, no se debe
hacer referencia a los jueces que prescinden del derecho, o que lo desconocen, sino de
los jueces que saben encontrar dentro de los preceptos del derecho positivo la solución
justa para las controversias.

De esta manera, más que tener buenas leyes, interesa tener buenos jueces, ya que la
selección de éstos es más importante que la formación de aquellos, dado que con
códigos deficientes manejados por jueces competentes y honorables, se puede llegar a
resultados más justos que con códigos perfectamente elaborados, pero cuya aplicación
esté en manos de jueces carentes de las dotes que debe poseer el buen juez.

Sigue señalando el autor en cuestión, que los ingleses han acuñado una frase que
califica al juez, ésta: El juez debe ser un gentleman, un caballero, y si además sabe de
derecho no está de más.

El juez debe vivir en función permanente, ya que es juez hasta cuando descansa,
porque hasta su descanso puede ser interrumpido por el requerimiento del justiciable.

CLASIFICACIÓN DE LOS JUECES

Los jueces pueden clasificarse de la siguiente manera:

a. Titulares: Serán los que hayan sido ganadores del concurso de oposición. .

b. Suplentes: Serán quienes hayan obtenido el segundo y tercer lugar en el referido


concurso de oposición, y quienes suplirán las faltas temporales del juez titular, previa
convocatoria en el orden de su designación, conforme a lo previsto en el artículo 19 de
la Ley de Carrera Judicial.

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c. Conjueces: Son los designados por los tribunales, en los primeros quince días del
mes de enero de cada año, quienes suplirán las faltas temporales o accidentales de los
suplentes, previo el agotamiento de la convocatoria de éstos, tal como lo dispone el
artículo 51 de la Ley Orgánica de Poder Judicial. Al efecto, dicha disposición señala que
los juzgados superiores formarán una lista enumerada de conjueces en número doble
de los integrantes del tribunal y de tres para los tribunales unipersonales, para llenar
las faltas temporales o accidentales de los suplentes. Los conjueces deberán cumplir
los mismos requisitos exigidos por la ley para ser juez, y serán llamados en el orden de
elección que aparecen en la lista.

d. Provisorios: Son aquellos que se encargan del Tribunal por un período


indeterminado. No entran por concurso y no son de carrera, salvo aquellos que son
titulares de otros tribunales, y carecen de estabilidad en sus cargos.

e. Accidentales; Son aquellos jueces que se encargan del Tribunal por un período
determinado. Tal es el caso de los suplentes en caso de vacaciones de los jueces
titulares.

f. Temporales: Son aquellos que suplen las faltas temporales del Juez titular, como es
el caso de suspensión.

g. Itinerantes: Son aquellos nombrados en circunstancias especiales a los fines de


sentenciar las causas que se encuentran en los juzgados, como es el caso de los
jueces itinerantes designados como consecuencia de la entrada en vigencia del Código
Orgánico Procesal Penal.

h. Asociados: Son aquellos que previa designación por las partes, conforme al
procedimiento previsto en los artículos 118 y siguientes del Código de Procedimiento
Civil, se asociarán al juez del tribunal con el objeto de emitir un pronunciamiento.

i. Retasadores: Son aquellos que previa designación de las partes, conforme al


procedimiento de retasa previsto en el artículo 25 y siguientes de la Ley de Abogados,
se asocian al juez del Tribunal, con el objetivo de decidir sobre los honorarios
profesionales sometidos a retasa.

j. Relatores: Son aquellos que colaboran con el juez en la sustanciación y estudio de


las causas e incidencias que dicho funcionario les encargue, tal como lo dispone el
artículo 125 del Código de Procedimiento Civil.

k. De veinte causas: Eran aquellos que previa su designación por el extinto Consejo
de la Judicatura, se constituían en cualquier Juzgado, a los efectos de sentenciar veinte
causas. La existencia de tales jueces fue suprimida, dado que la nueva Ley Orgánica
del Poder Judicial la eliminó.

INGRESO A LA CARRERA JUDICIAL

Conforme a lo previsto en el artículo 255 de la Constitución Bolivariana, el ingreso a la


carrera judicial y el ascenso de los jueces y Juezas se hará mediante concursos de
oposición públicos que aseguren la idoneidad y excelencia de los participantes, quienes
serán seleccionados por jurados de los circuitos judiciales, correspondiéndoles el
nombramiento y juramentación de los jueces y juezas al Tribunal Supremo de Justicia.

La carrera judicial, según lo dispuesto en el artículo 1° de la Ley de Carrera Judicial,


tiene como finalidad asegurar la idoneidad, estabilidad, e independencia de los jueces y

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regular las condiciones para su ingreso, permanencia y terminación en el ejercicio de la
judicatura, así como la determinación de la responsabilidad disciplinaria en que incurran
en el ejercicio de sus funciones.

El artículo 9° ejusdem, dispone por su parte que el escalafón judicial comprenderá tres
categorías:

• Categoría «A», conformada por las cortes de apelaciones y juzgados superiores,


dentro de los cuales también se encuentran los jueces de impuesto sobre la renta, de
inquilinato, de la carrera administrativa, así como las demás jurisdicciones especiales
que se califiquen como jueces de cortes de apelaciones o superiores en las respectivas
leyes.

• Categoría «B», conformados por tribunales de primera instancia, dentro de los cuales
se encuentran los jueces de jurisdicción especial que se califiquen como jueces de esta
categoría por las respectivas leyes.

• Categoría «C», conformados por tribunales de municipio.

Según la ley, específicamente en el artículo 10, para ingresar a la carrera judicial, se


requiere aprobar un concurso de oposición con la mayor calificación y ser declarado
apto en una evaluación neurosiquiátrica, y para participar en dicho concurso se requiere
ser venezolano, abogado, de conducta intachable, mayor de veinticinco años de edad, y
estar en el libre ejercicio de los derechos civiles y políticos, y haber ejercido la profesión
de abogado durante tres años comprobados como mínimo, o haber aprobado curso de
postgrado en materia jurídica.

El ingreso a la carrera judicial se hará por la categoría «C» prevista en el escalafón


judicial; pero también podrá ingresar por las categorías «A» y «B», cuando los
aspirantes sean mayores de treinta años, que se hubiesen distinguido por la
especialidad, sean autores de trabajos jurídicos valiosos o profesores universitarios de
reconocida competencia, o sean abogados con diez años de ejercicio comprobado; o
defensores públicos o fiscales del Ministerio Público con no menos de seis años de
servicio.

En cuanto a la provisión de cargos, conforme a lo dispuesto en los artículos 17 y


siguientes de la ley, se designará Juez Titular del Tribunal al concursante que haya
obtenido la calificación mayor en el concurso de oposición, dentro de la escala de
puntuación comprendida entre un mínimo de las tres cuartas partes del total de puntos
establecidos para el concurso y dicha cantidad de puntos.

Este concurso será público y se notificará con diez días de anticipación, por lo menos, a
la fecha para su celebración, en un diario de circulación regional, indicando el día, hora
y lugar de la realización del mismo. Constará de tres pruebas: una de credenciales y de
méritos; una, escrita de carácter práctico; y una oral de carácter teórico.

No obstante a lo anterior, debe observarse que como consecuencia del Régimen


Transitorio de reestructuración y reorganización de los poderes públicos que decretaran
en el año 1999, la extinta Asamblea Nacional Constituyente, donde originalmente se
creó la Comisión de Emergencia Judicial, que fue suplida por la Comisión de
Funcionamiento y Reestructuración del Poder Judicial, creada por la comisión
coordinadora de la Asamblea Nacional Constituyente, con posterioridad a la entrada en
vigencia de la Constitución Bolivariana, mediante Resolución No 10, de fecha 14 de
febrero del 2000, publicada en la Gaceta Oficial No 36.899, de fecha 24 de febrero del
mismo año, considerando que hasta fuera dictada la ley respectiva la evaluación de los

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jueces y los concursos de oposición para el ingreso y ascenso a la carrera judicial, que
para el período transitorio, en todo lo relativo a los concursos e ingreso a la carrera
judicial, con fundamento en lo previsto en los artículos 146 y 255 de la Constitución
Bolivariana, y en ejecución de los artículos 22 y 25 del Decreto de la Asamblea Nacional
Constituyente de fecha 22 de diciembre de 1999, se aplicarían las normativas que se
expresarán más adelante.

Estas normativas para el ingreso de la carrera judicial y para la elaboración de los


concursos, serían aplicadas por la Comisión de Reestructuración del Poder Judicial, así
como la supervisión y ejecución de las actividades relativas a las evaluaciones de los
jueces, hasta tanto el Tribunal Supremo de Justicia organizara la Dirección Ejecutiva de
la Magistratura, siendo que actualmente y conforme a lo previsto en el artículo 255
Constitucional, la designación y evaluación de los jueces compete al Tribunal Supremo
de Justicias.

De esta manera, la provisión de cargos vacantes de jueces, existentes o por crearse,


conforme a lo previsto en el artículo 13 de la referida resolución, se hará mediante
concursos de oposición abiertos a todos los abogados y siguiendo el escalafón judicial
antes señalado.

Para ingresar a la categoría «C», referidos a juzgados de municipio, se requerirá:

a. Nacionalidad venezolana;

b. Poseer título de abogado expedido por una universidad venezolana, estar inscrito en
el Colegio de Abogados y en el Inpreabogado.

c. De reconocida moralidad.

d. Estar en el libre ejercicio de sus derechos civiles y políticos, asumir el compromiso


de abstenerse de realizar actividades políticas, partidistas, sindicales y gremiales y no
estar afiliado a partidos políticos al tomar posesión del cargo;

e. Tener condiciones físicas y psíquicas adecuadas para garantizar la inmediación del


proceso;

f. Poseer habilidades en la operación de medios informáticos

Para ingresar a la Categoría «B», se requiere además de los antes señalados, los
siguientes;

a. Tener cinco años de actividad profesional o en la docencia universitaria en materia


jurídica o en ambos, o experiencia no menor de dos años en los señalados campos y
título de doctor, maestría o especialización;

b. Autorizar la investigación periódica del patrimonio familiar,

Para ingresar a la categoría «A», aunados a los requisitos antes señalados:

a. Experiencia no menor de diez años en la actividad profesional o en la docencia


universitaria en materia jurídica o en ambos;

b. Título de doctorado, maestría o especialización.

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En cuanto al concurso, éste constará de un examen, la evaluación psíquica y la
evaluación de credenciales.

El examen contendrá tres evaluaciones.

a. Un ejercicio consistente en una prueba escrita sobre temas jurídicos escogidos por el
jurado, de acuerdo con la competencia por la materia del cargo y cargos sometidos a
concurso;

b. Un ejercicio de carácter práctico, consistente en un caso judicial determinado, el cual


después de un período de estudio y de consultas, cada uno elaborará una
sentencia.

c. Un ejercicio oral consistente en la exposición verbal de temas sobre materias


jurídicas propuestas por el jurado y que el concursante seleccionará al azar.

CONDICIONES E INCOMPATIBILIDADES

Conforme a lo dispuesto en la Ley Orgánica del Poder Judicial, el cargo de juez es


permanente e incompatible con el ejercicio de cualquier otro cargo público remunerado,
y con el ejercicio de la abogacía, ni siquiera a título de consulta, salvo los cargos
docentes y de miembros de comisiones codificadoras o revisoras de leyes, ordenanzas
y reglamentos que, según las disposiciones que las rigen, no constituyan destinos
públicos remunerados.

Igualmente, no podrán ser jueces de un mismo tribunal, o de tribunales distintos que


pueda conocer en grado, quienes sean entre sí parientes en línea recta o cónyuges, ni
los colaterales que se hallen dentro del tercer grado de consaguinidad y segundo de
afinidad, ambos inclusive, ni los que estén unidos por lazos de adopción;

tampoco podrán ser secretarios ni alguaciles de un mismo tribunal, quienes estuvieren


ligados por parentesco de los referidos grados, o por adopción, con el juez o jueces que
lo constituyen,

En caso que al momento de hacerse el nombramiento de los jueces se ignorase la


existencia de tos motivos de incompatibilidad, el artículo 30 de la Ley del Poder Judicial,
dispone que se reemplazará al último de los designados, y en caso de haberse
designado al mismo momento, se reemplazará al de menor edad.

Ante esta situación, somos del criterio que por el contrario, quien debe ser reemplazado
de su cargo es el juez de mayor de edad, dado que el joven brindaría conocimientos
más novedosos y frescos, pero no obstante, esta norma crea una verdadera
discriminación hacia los jóvenes

LOS PODERES DEL JUEZ:

Una vez elegido el Juez, éste tiene la plenitud del poder jurisdiccional en cuanto no esté
confiada a otros órganos alguna materia en especial; por ello se dice que el Juez
ordinario es el Juez de la unidad de la jurisdicción o que ejerce la jurisdicción plena.

Los "poderes" ejercidos por el juez en el proceso vienen a constituir la concresión de la


función jurisdiccional, pero este carácter de función pública convierte esos poderes en

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verdaderos deberes, de tal manera que cuando se presenta el supuesto legal el juez
tiene el deber de ejercitar la jurisdicción.

En el ejercicio de la función jurisdiccional, al juez se le atribuyen poderes


jurisdiccionales y poderes procesales.

PODERES JURISDICCIONALES

El fundamental es sentenciar el conflicto. Para sentenciar el juez tiene que considerar


dos aspectos:

LA QUAESTIO JURlS
Nuestro sistema judicial se sustenta en el principio de la legalidad y por lo tanto, al
sentenciar, el juez debe encuadrar su decisión en las normas legales.

Este principio de la legalidad y de las formalidades procesales lo recoge el artículo 7 del


Código de Procedimiento Civil y puede formularse así: El juez no tiene más facultades
que las otorgadas por la ley, sus actos sólo son válidos cuando están fundamentados
en una norma y son ejecutados según lo establecido en la norma.

El principio de la legalidad se expresa en materia penal con el adagio latino Nullum


crimen, nulla poena sine lege; “no hay pena ni delito sin una ley que previamente los
establezca",

Por otra parte el llamado principio finalista, también está consagrado en el articulo 7 del
Código de Procedimiento Civil, según el cual el juez puede suplir el silencio de la ley, en
cuanto a la forma, para obtener el fin perseguido.

LA QUAESTIO FACTI
Para decidir, el juez debe conocer los hechos, porque las previsiones de la norma
jurídica están conectadas a la realización de los supuestos de hecho de la vida real.

Dispone el artículo 254 del Código de Procedimiento Civil que los jueces no pueden
declarar con lugar la demanda sino cuando exista plena prueba de los hechos
alegados, en caso de duda sentenciarán a favor del demandado. No puede suplir
argumentos, no alegados o no probados.

Pero dispone el artículo 12 eiusdem, que el juez puede fundar la decisión en los
conocimientos de hecho que estén comprendidos en la experiencia común o máximas
de experiencia. Estas son aquellos razonamientos lógicos que configuran el
conocimiento normal o general que todo hombre de cultura media tiene del mundo y de
sus cosas en el estado actual de la información, tales como: la inflación afecta el valor
adquisitivo de la moneda; un carro a 100 km. por hora no se detiene en 5 m.; un cuerpo
en el espacio cae; el sol nace por el Este, etcétera.

Son juicios hipotéticos de carácter general de los cuales se desprenden conocimientos


para el hombre de cultura media.

Se diferencian de los hechos notorios previstos en el artículo 506 del Código de


Procedimiento Civil: son hechos conocidos por ciudadanos de nivel medio dentro de un
espacio de tiempo y en un lugar geográfico. Entre nosotros es un hecho notorio que en
Venezuela el 01 de Enero de 2011 se establecieron nuevas normas para la adquisición
de divisas. También el incendio de Tacoa. ¿Dónde ocurrió? En Catia La Mar, no
requiere ser probado.

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Igualmente el 27 de noviembre de 1992 hubo alzamiento militar en Venezuela y para los
caraqueños es un hecho notorio que aviones Mirage pasaron la barrera del sonido y
rompieron los vidrios de algunas edificaciones. También sirve de ejemplo que el 16 de
diciembre de 1999 hubo un deslave del Ávila y causó muerte y destrucción en el estado
Vargas, así como que el día 4 de febrero de 1991 hubo un alzamiento militar en
Venezuela.

Insisto en que los hechos notorios, son distintos a la publicidad, porque no todo hecho
público es notorio, como sí ocurre a la inversa. En cambio las máximas de experiencia
no son hechos, son juicios o valoraciones que hace el juzgador. Así por ejemplo la
inflación, que es un hecho notorio en Venezuela, causa pérdida del poder adquisitivo y
en este sentido, el juez como máxima de experiencia puede deducir los perjuicios que
sufre un acreedor a quien le retardan culposamente el pago de una deuda de valor y,
puede en la sentencia ordenar el correctivo pertinente.

Para precisar las diferencias entre el hecho notorio y las máximas de experiencia, como
bien precisa el profesor Escovar León, es necesario que el hecho notorio forme parte
del litigio por haber sido alegado en la demanda o en la contestación; en cambio las
máximas de experiencia las puede utilizar el juez aunque no hayan sido alegadas por
las partes, porque el juzgador puede fundar su decisión en los conocimientos de hecho
comprendidos en la experiencia común. El juez ha de ser cuidadoso en la utilización de
las máximas de experiencia porque si las infringe, el fallo puede ser anulado en
Casación. (Artículo 313 del C.P.C.)

En principio el juez está ligado a las probanzas de las partes, pero el Código de
Procedimiento Civil da las facultades inquisitorias al juez para demostrar hechos,
conforme a los artículos 401, 514 y 520 eiusdem.

En cuanto a los testigos, no se trata de sustituir la carga de la prueba sino de testigos


promovidos que no hayan declarado o se trate de algún testigo mencionado en el
expediente. Se trata de pruebas promovidas pero no evacuadas por alguna razón, tales
como experticia o inspección judicial.

En relación a la apreciación de los hechos y pruebas, el juez debe valorar y apreciar


todas las pruebas de los hechos.

Pero el Código de Procedimiento Civil en su art. 507 establece, como principio general
para apreciar las pruebas, a la sana crítica a menos que exista una norma de valoración
expresa. Cuando no hay una regla expresa para valorar la prueba se consagra la sana
critica; el juez hace una conclusión razonada en la apreciación de los hechos, siempre
que los elementos de convicción hayan sido traídos en forma legal al expediente.

Según Rengel Romberg, tales poderes son:

1.- Poder para decidir la controversia: Establece el encabezamiento del artículo 10 de la


Ley Orgánica del Poder Judicial, lo siguiente: “Corresponde al Poder Judicial conocer,
salvo las excepciones expresamente establecidas por la ley, de las causas y asuntos
civiles, mercantiles, penales, del trabajo, de menores, militares, políticos,
administrativos y fiscales, cualesquiera que sean las personas que intervengan;
decidirlos definitivamente y ejecutar o hacer ejecutar las sentencias que dictare.”
Consiguientemente, al decidir de fondo el asunto sometido a su conocimiento y decisión
pone fín a la causa.

2.- Poder de apreciación de los hechos y de las pruebas.

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3.- Poder para establecer presunciones hominis: Estas presunciones son las que no
están establecidas por la ley, pero que el Juez puede establecer en los casos en que la
ley admita la prueba testimonial, siempre que sean graves, precisas y concordantes.
(Art. 1399 Código Civil).

4.- El Poder de Ejecutar sus Decisiones: haciendo uso de la fuerza pública, si fuere
necesario, lo cual está consagrado en Venezuela en el artículo 06 de la Ley Orgánica
del Poder Judicial y, en lo civl, en el artículo 21 del Código de Procedimiento Civil.

Salvatore Satta, resume los tres poderes señalados en el poder para decidir la
controversia y afirma que: “De poderes jurisdiccionales se habla, cuando se dice que el
Juez puede condenar, puede declarar relaciones jurídicas, puede realizar
ejecutivamente los derechos, etc. “ (Salvatore Satta. Los Poderes del Juez. Derecho
Procesal Civil. Tr. Santiago Sentis Melendo. Ejea. Buenos Aires. 1971. Tomo I. P. 164)

PODERES PROCESALES.

El juez es el director del proceso y en este sentido el juez puede adoptar las medidas
necesarias para evitar que el proceso se paralice.

De tal manera que puede impulsarlo de oficio y si la causa está paralizada, debe fijar un
lapso no menor de diez días para reanudarla, previa notificación de las partes.

Igualmente, repetimos, la ley faculta al juez civil a tener iniciativas probatorias


inquisitivas previstas en los artículos 401, 514 y 520 eiusdem, y ordenar la evacuación
de algunas pruebas, tales como testigos, experticias e inspecciones judiciales.

El juez como director del proceso puede disponer, cuando lo considere necesario,
reproducciones cinematográficas. En 1993 el extinto Tribunal Superior de Salvaguarda
del Patrimonio Público ordenó filmar y grabar las audiencias del juicio oral en el caso de
los jeeps comprados con la partida secreta del Ministerio de Relaciones Interiores y los
videos fueron medios probatorios para corroborar las declaraciones de los testigos.

Según Sánchez Negrón, son los poderes instrumentales que la Ley concede al Juez
para el ejercicio de su función jurisdiccional, con el propósito de conducir el proceso
hasta su fin, y se pueden clasificar así:

1.- Poder de Dirección y gobierno del proceso; desde el momento de su inicio hasta la
conclusión, pues es del interés público la pronta conclusión del proceso.

El artículo 14 del Código de Procedimiento Civil, establece: “El Juez es el director del
proceso y debe impulsarlo de oficio hasta su conclusión a menos que la causa esté en
suspenso por algún motivo legal. Cuando esté paralizada, el juez debe fijar un término
para su reanudación que no podrá ser menor de diez días después de notificadas las
partes o sus apoderados. “

2.- Poder de Sustanciación o Instrucción: En el ejercicio de este poder el Juez más que
un director del proceso es un contralor del mismo, porque vela que las actuaciones que
dentro de él se desarrollen se cumplan en las condiciones de tiempo y lugar
establecidos en la Ley, y con la observancia de los requisitos y formas que aseguren su
eficacia en el proceso.

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3.- Poder para incitar a la conciliación de las partes. El artículo 257 del Código de
Procedimiento Civil, dispone: “En cualquier estado y grado de la causa, antes de la
sentencia, el Juez podrá excitar a las partes a la conciliación tanto sobre lo principal
como sobre alguna incidencia, aunque ésta sea de procedimiento, exponiéndoles las
razones de conveniencia. “

Este poder no lo puede ejercer el Juez cuando se trate de materias en las cuales esté
prohibida la transacción, según lo tiene establecido el artículo 258 del mismo código.

4.- Poder para dictar autos complementarios de pruebas o para mejor proveer.
Conforme al artículo 401 del Código de Procedimiento Civil, que regula los autos
complementarios de pruebas, puede el Juez de oficio, una vez concluido el lapso
probatorio, ordenar la práctica de las siguientes diligencias: 1º Hacer comparecer a
cualquiera de los litigantes para interrogarlos libremente, sin juramento, sobre algún
hecho que aparezca dudoso u oscuro. 2º Exigir la presentación de algún instrumento de
cuya existencia haya algún dato en el proceso y que se juzgue necesario. 3º La
comparecencia de algún testigo que habiendo sido promovido por alguna de las partes,
sin embargo no rindió oportunamente su declaración, o la de cualquier otro que sin
haber sido promovido por las partes, aparezca mencionado en alguna prueba o en
cualquier acto procesal de las partes. 4º que se practique inspección judicial en algún
lugar y se forme un croquis sobre los puntos que se determinen; o bien se tenga a la
vista un proceso que exista en algún archivo público y se haga certificación de algunas
actas, siempre que en el pleito de que se trate haya alguna mención de tal proceso y
tengan relación el uno con el otro. 5º Que se practique alguna experticia sobre los
puntos que determine el Tribunal, o se amplíe o aclare la que existiere en autos.

De su parte el artículo 514 del Código de Procedimiento Civil, que regula el auto para
mejor proveer, permite al Juez, de oficio, ordenar las mismas actuaciones a que se
refiere el artículo 401, menos la de hacer comparecer a testigos.

5.- Poder para ejecutar lo decidido en sentencias, autos y decretos dictados en ejercicio
de sus atribuciones legales, haciendo uso de la fuerza pública si fuere necesario (ver
artículos 253 constitucional y 21, 528, 537. 572, 591 y 699, entre otros del Código de
Procedimiento Civil)

OTROS PODERES DEL JUEZ

El juez tiene la facultad de llamar a las partes a conciliar la controversia. exponiéndoles


las razones de conveniencia; puede instar a las partes a una conciliación, en cualquier
grado y estado de la causa, antes de la sentencia, según lo dispuesto en el artículo 257
del Código de Procedimiento Civil.

El juez que decidió la causa en primera instancia tiene la función de ejecutar la


sentencia (articulo 523 eiusdem). Esta es la última etapa del procedimiento.

Así lo establece el artículo 21 eiusdem: Los jueces ordinarios son los que ejercen la
jurisdicción en materia civil-mercantil y penal. Conocen en principio todo tipo de causa
civil, mercantil o penal. "Los jueces cumplirán y harán cumplir la sentencia, autos y
decretos haciendo uso de la fuerza pública si fuese necesario".

Finalmente las facultades o poderes disciplinarios del juez, frente a otros jueces; frente
a las partes y frente a funcionarios del tribunal.

Las modernas orientaciones

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Nuestro Código de Procedimiento Civil cónsono con las modernas orientaciones, que le
asignan un papel fundamental al Estado en la administración de justicia, aunque estén
en juego intereses de particulares, adoptó disposiciones que le dan al juez una
intervención más activa en el proceso civil, sin que resulten enervadas las garantías de
libertad del particular. Así el Código de Procedimiento Civil adoptó las normas que
consagran:

1) Una iniciativa inquisitoria del juez en materia de pruebas.

2) El sistema de la sana crítica para formar su convicción junto con el sistema


probatorio tarifado.

3) El juez deja de ser un mero espectador para convertirse en director del proceso, por
ejemplo en el procedimiento por intimación el juez puede ordenar la corrección del libelo
para que cumpla los requisitos legales.

4) Busca un equilibrio entre la falta de autoridad y el exceso. se aspira un adecuado


balance evitando el extremo de la absoluta pasividad del juez y el extremo de una
intervención excesiva.

No obstante se mantienen viejas instituciones del sistema dispositivo, como la


perención, la transacción y el arbitraje o arbitramento en asuntos de interés patrimonial.

EL SECRETARIO. FUNCIONES DEL SECRETARIO.

El secretario es un funcionario judicial que integra el tribunal con carácter permanente,


con las facultades y deberes que le señala la ley, para coadyuvar en la función
jurisdiccional, sin inmiscuirse en la facultad de decisión exclusiva del juez.

Son los depositarios de la fe pública de quienes acuden a los tribunales.

El secretario del tribunal tiene múltiples atribuciones, las cuales están dispersas en
textos distintos pero en Venezuela la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial las
resume en una norma (art. 72 L.O.P.J.). Esas funciones son:

Funciones relacionadas directamente con la función jurisdiccional, tales como:

El secretario actúa con el juez y suscribe los actos, resoluciones y sentencias. Suscribe
también con el juez las recusaciones y declaraciones de testigos. (Art. 104 C.P.C.)

Suscribe con las partes las diligencias que formulen en el expediente; este deber es
una innovación del Código de Procedimiento Civil de 1987 con la idea de
descongestionar al juez de trabajo, porque según el Código derogado las diligencias
también las suscribía el juez. El auto de admisión de la demanda lo suscribe el juez,
conjuntamente con el secretario.

Recibe los escritos de las partes, incluidas las demandas, debiendo anotar la fecha de
presentación y el número de folios y anexos. Igualmente coloca nota de recibo a la
contestación de la demanda. (Art. 340 C.P .C.)

Supervisar las salvadas por enmendaduras o palabras interlineadas; no debe admitir los
escritos de las partes donde no consten los defectos salvados.

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Expedir las copias certificadas solicitadas por las partes de los instrumentos agregados
al expediente y de los actos procesales. (Art. 111 C.P.C.)

Conforme al art. 105 de la reformada Ley de Registro Público (art. 120 del actual),
aplicada por interpretación analógica a las copias certificadas, la doctrina imperante en
el Alto Tribunal establecía:

"La copia de cada página debe ser suscrita individualmente". Y, sobre esto la Sala Civil
dijo en sentencia del 4 de junio de 1987 que el secretario y la persona autorizada para
hacer la copia, es decir el escribiente del tribunal, deberán firmar conjuntamente cada
una de las copias de las páginas cuya certificación se pretende.

Si falta la firma en cada página, no tiene el carácter de copia certificada. Esto es


bastante tedioso para el secretario, pensemos en varios documentos con muchos folios
cada uno.

Por tal razón y como efecto de lo dispuesto en los artículos. 111 y 112 del C.P.C. la Sala
Civil en sentencia N° 372 del 24-4-98 dijo que basta para la validez de la copia
certificada, la simple expedición del secretario, previo decreto del juez y el sello en cada
folio (por aplicación de la Ley de Sellos} sin necesidad de la firma del secretario, ni de
otra persona en cada folio.

Funciones relativas a la organización de la administración de justicia

. Tiene el deber de guardar el sello del tribunal, supervisar el archivo y los expedientes.
(Art. Art. 108 C.P .C )

. El Secretario debe llevar el libro diario del tribunal donde anotará sin espacios en
blanco las actuaciones diarias del tribunal y al final del día debe firmarlo con el juez.
Todas esas menciones hacen fe salvo prueba en contrario y pueden servir de base para
reconstruir un expediente perdido.

. Cumplir con las funciones administrativas propias del tribunal, tales como inventariar y
controlar las existencias de mobiliario, biblioteca del tribunal etcétera.

. Señalar con la tablilla, a primera hora, los días en que no hay despacho o audiencia, y
lo escribe en el libro diario. (Art. 195 C.P.C)

EL ALGUACIL. FUNCIONES DEL ALGUACIL.

Al igual que el secretario, son funcionarios de libre remoción y nombramiento por el


juez, El alguacil es un funcionario permanente del tribunal que coadyuva con el juez y
con el secretario, como subalterno para la administración de justicia,

Atribuciones:
. El alguacil practica las citaciones y notificaciones de las partes.

. Está encargado de cumplir y ejecutar las órdenes del juez y del secretario. (Art, 73
L.O.P.J de 1998.)

. Dentro del recinto del tribunal, el alguacil cumple labores de orden y seguridad, podría
equipararse a labores de policía. (Arts. 116 C.P.C y 524 C.O.P.P.)

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. Su papel es importante en las citaciones: la fecha y hora señaladas por el alguacil en
las boletas hacen fe de la citación.

. En el proceso penal es el encargado de levantar el acta sobre el debate en la


audiencia oral. (Art. 369 C.O.P.P.)

. En el proceso penal el servicio de alguacilazgo permite que indistintamente cualquiera


de los alguaciles realice las labores que la ley le asigna a la oficina de alguacilazgo. Los
alguaciles están a la orden de cualquiera de los tribunales penales en funciones de
control, de juicio y de ejecución.

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