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EL ÓRGANO JURISDICCIONAL.
Los entes que obran en nombre del Estado para administrar la justicia que garantiza la
Constitución, son los órganos jurisdiccionales u órganos de la administración de justicia.
Pero del órgano jurisdiccional se puede hablar en dos sentidos: uno objetivo y otro
subjetivo.
En sentido subjetivo, el órgano es la persona física que obra en nombre del tribunal
para el ejercicio de la función jurisdiccional.
Como el Estado no puede obrar por sí mismo ni los tribunales tampoco, requieren de
personas físicas que actúen por ellos y que encarnen aquellos entes, y estas personas
son los órganos jurisdiccionales subjetivamente considerados. En este sentido, los
jueces son los órganos jurisdiccionales por excelencia.
Ha sido mérito de la doctrina procesal moderna haber puesto de relieve los matices de
esta cuestión y el haber aclarado los diversos sentidos en que puede hablarse del
órgano jurisdiccional.
LA FUNCIÓN JURISDICCIONAL.
Entendemos por función jurisdiccional aquella actividad privativa del Estado que tiene
como finalidad la resolución de controversias jurídicas mediante la declaración de la
voluntad de ley aplicable al caso concreto.
Cada vez que una persona que afirma ser titular de un derecho subjetivo, alega su
inobservancia, crea un conflicto, una controversia con quien, según su afirmación, debe
procurar la satisfacción del interés protegido por la norma. No pudiendo el titular del
derecho constreñir directamente al obligado a la observancia de la obligación, debe
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necesariamente recurrir al Estado para que éste procure la satisfacción omitida. Por ello
consideramos que el fin primordial que persigue el Estado mediante la función
jurisdiccional es la resolución de controversias jurídicas, fin que caracteriza la función
jurisdiccional y la diferencia de las otras funciones del Estado (legislativa y
administrativa).
La controversia jurídica surge cuando la persona que alega ser titular de un derecho lo
hace afirmando: primero, la existencia de una norma abstracta que protege un interés
determinado; segundo, que en su caso los hechos previstos en abstracto por la norma
invocada se han materializado, concretizados; tercero, que en el caso específico el
sujeto pasivo de la relación jurídica no ha cumplido con el precepto contenido en la
norma abstracta. Estas afirmaciones en su conjunto son las que constituyen la
pretensión que es el contenido del libelo de demanda.
Por otra parte el órgano jurisdiccional, para resolver la controversia, deberá verificar si
la norma invocada existe, si efectivamente los hechos alegados por el actor han
ocurrido en la realidad y si pueden ser subsumidos en la norma invocada y, además, si
las defensas del demandado carecen de fundamento.
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3) En las llamadas sentencias de condena, la jurisdicción frente a la obligación de
reparar el derecho de la norma, ordena, mediante las llamadas sentencias de condena,
la restitución que puede ser directa caso en el cual estamos frente a la restitución del
propio derecho violado, o mediante un equivalente, que es la indemnización del daño.
Corresponde a los órganos del Poder Judicial conocer de las causas y asuntos de su
competencia mediante los procedimientos que determinen las leyes, y ejecutar o hacer
ejecutar sus decisiones.
El sistema de justicia está constituido por el Tribunal Supremo de Justicia, los demás
tribunales que determine la ley, el Ministerio Público, la Defensoría Pública, los órganos
de investigación penal, los o las auxiliares y funcionarios o funcionarías de Justicia, los
ciudadanos o ciudadanas que participan en la administración de justicia conforme a la
ley y los abogados autorizados o autorizadas para el ejercicio.
En estos mismos términos, el artículo 1° de la Ley Orgánica del Poder Judicial, expresa
que el ejercicio de la justicia emana del pueblo y se realiza por los órganos del Poder
Judicial.
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Por su parte, el artículo 60 de la ley en comento, señala que el Poder Judicial se ejerce
por la Corte Suprema de Justicia, hoy Tribunal Supremo de Justicia, los tribunales de
jurisdicción ordinaria y los tribunales de jurisdicción especial, siendo que éstos podrán
ser colegiados y unipersonales, y organizados en circuitos en cada circunscripción.
Se encuentra conformado, tal como lo dispone el artículo 262 de la Constitución, por las
siguientes salas:
• Sala Plena
• Sala Constitucional
• Sala Político-Administrativa
• Sala Electoral
Cada una de las salas se encuentra conformada por cinco (05) magistrados, a
excepción de la constitucional que se encuentra conformada por siete (07); y la sala
Plena que se encuentra integrada por treinta y dos (32) magistrados, que es la
sumatoria de todos los magistrados.
Para ser magistrado, tal como lo dispone el artículo 263 de la Constitución, se requiere
cumplir los siguientes requisitos:
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De igual manera para ser magistrado del tribunal supremo de justicia se deben cumplir
con los requisitos establecidos en el artículo 37 de la Ley Orgánica del Tribunal
Supremo de Justicia (ver gaceta No. 39.522 de fecha 01 de octubre de 2010).
Para la elección de los magistrados podrán postularse los candidatos o candidatas ante
el Comité de Postulaciones Judiciales, bien por iniciativa propia o por organizaciones
vinculadas a la actividad jurídica. El Comité oirá la opinión de la comunidad y efectuará
una preselección para su presentación al Poder Ciudadano, quien efectuará una
segunda preselección que será presentada a la Asamblea Nacional, quien efectuará la
selección definitiva.
Igualmente, el Ministerio Público ejercerá sus funciones ante el Tribunal Supremo por
medio del Fiscal General de la República, y con el auxilio de los funcionarios que
determine la ley que rige sus funciones.
En el Tribunal Supremo también existen otros funcionarios como son los funcionarios y
empleados subalternos, auxiliares, profesionales y técnicos, tales como abogados
auxiliares o asistentes, contadores, entre otros.
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b. Declarar si hay o no mérito para el enjuiciamiento del Presidente o Presidenta de la
República o quien haga sus veces y, en caso afirmativo, continuar conociendo de la
causa, previa autorización de la Asamblea Nacional, hasta sentencia definitiva.
LA JURISDICCIÓN CONSTITUCIONAL
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Venezuela, un órgano inédito que se encuentra en el seno del Tribunal Supremo de
Justicia, el cual ha sido concebido como instancia jurisdiccional, la cual tiene como
función primordial, la marcada especialización de tutela, tendiente a asegurar la
integridad, supremacía y efectividad de la Constitución, siendo el último intérprete del
texto fundamental, bien actuando como juez de única instancia, o como último
intérprete.
Por tal motivo, concluye la autora en cuestión señalando, que la Constitución no solo
creó una nueva jurisdicción, la constitucional, sino que colocó en la cúspide de la
misma, no al Tribunal Supremo de Justicia, sino la Sala Constitucional.
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De esta manera, la Sala Constitucional garantizará la supremacía y efectividad de las
normas y principios constitucionales, siendo el máximo y último intérprete de la
Constitución, y velando por su uniforme interpretación y aplicación.
1. Declarar la nulidad total o parcial de las leyes nacionales y demás actos con rango de
ley de la Asamblea Nacional que colidan con esta Constitución.
3. Declarar la nulidad total o parcial de los actos con rango de ley dictados por el
Ejecutivo Nacional, que colidan con esta Constitución.
6. Revisar en todo caso, aun de oficio, la constitucionalidad de los decretos que declare
estados de excepción dictados por el Presidente o Presidenta de la República.
8. Resolver las colisiones que existan entre diversas disposiciones legales y declarar
cuál debe prevalecer.
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secciones, a menos que la Constitución o las leyes establezcan lo contrario, todo ello
sin perjuicio de los asuntos que pudiera asumir el pleno para su decisión.
• Tribunales superiores
I. Generales
a. Dictar acuerdos.
b. Exigir de los jueces de primera instancia cada seis (06) meses, una lista de las
causas pendientes, y promover la más pronta y eficaz administración de justicia. A tales
efectos deberán hacer las reconvenciones que fueren necesarias a los jueces inferiores
e imponer las multas disciplinarias a que hubiere lugar.
e. Conocer en alzada de las resoluciones que dictare el presidente del tribunal superior
en su carácter de juez de substanciación.
f. Conocer de las quejas por omisión, retardo o denegación de justicia en los juzgados
de la circunscripción, conforme a la ley.
g. Recibir el juramento de los funcionarios que deban prestarlo ante ellas, de acuerdo
con la ley.
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i. Conocer de los asuntos a que se refiere el artículo 10 de la Ley de Patronato
Eclesiástico.
j. Practicar el examen que debe rendir el Registrador Principal sobre las materias
relativas al Registro Público.
l. Formar la estadística de las causas que cursen ante ella y ante los demás tribunales,
de conformidad con las leyes, reglamentos o instrucciones.
n. Las atribuciones otorgadas por leyes especiales a las extinguidas cortes supremas.
2. En materia Civil
c. Ejercer las funciones que en materia civil les confieran las leyes nacionales.
3. En materia mercantil
b. Ejercer las atribuciones que les confieren el Código de Comercio y demás leyes
nacionales.
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1. En materia civil
a. Conocer en la primera instancia de todas las causas civiles que les atribuya el
Código de Procedimiento Civil.
b. Conocer de los juicios en que la República sea parte, cuyo conocimiento no esté
atribuido a la Corte Suprema de Justicia (hoy Tribunal Supremo de Justicia).
2. En materia mercantil
c. Transmitir a los juzgados superiores las quejas que reciban contra los funcionarios
inferiores por omisión, retardo o denegación de justicia, o por falta de
cumplimiento de sus deberes, cuando actúen en materia mercantil, a fin de que se siga
el procedimiento legal y se haga efectiva la responsabilidad del caso.
• Juzgados de municipio
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El Tribunal Supremo de Justicia, en ejercicio de las atribuciones conferidas por el
artículo 267 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en
concordancia con las previstas en los artículos 1 y 20 in fine de la Ley Orgánica del
Tribunal Supremo y considerando: Primero: Que la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, en sus artículos 26 y 257 prevén el acceso a los órganos de
administración de justicia como mecanismo que garantiza la tutela judicial efectiva, con
omisión de las formalidades no esenciales al proceso; Segundo: Que los Juzgados de
Primera Instancia con competencia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito en la República
están experimentando un exceso de trabajo como consecuencia, entre otros aspectos,
de la falta de revisión y ajuste de la competencia por la cuantía desde hace muchos
años; por el conocimiento de los asuntos de Familia en los que no intervienen Niños,
Niñas y Adolescentes; como consecuencia de la eliminación de los Juzgados de
Parroquia, lo que incrementó su actuación como Juzgado de Alzada; y, muy
especialmente, como consecuencia del gran número de asuntos de jurisdicción
voluntaria y no contenciosa que les son requeridos, lo cual atenta contra la eficacia
judicial, privando a los justiciables de la obtención de una verdadera tutela judicial
efectiva que impone un Estado social de derecho y de justicia; Tercero: Que los
Juzgados de Municipio, cuya cantidad se incrementó con ocasión de la supresión de los
Juzgados de Parroquia, conocen de un número de asuntos que se han reducido
considerablemente, evidenciándose en la actualidad un claro desequilibrio de la
actividad jurisdiccional que desarrollan respecto a los Juzgados de Primera Instancia;
Cuarto: Que el artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial establece que los
tribunales de jurisdicción ordinaria tendrán competencia en todas las materias, a menos
que le Ley disponga otra cosa, siendo tribunales de jurisdicción ordinaria, conforme al
artículo 61 eiusdem, las Cortes de Apelaciones, los Tribunales Superiores, los Juzgados
de Primera Instancia y los Juzgados de Municipio; Quinto: Que el artículo 11 de la Ley
Orgánica del Consejo de la Judicatura, en sus ordinales 10 y 11, cuyas funciones ejerce
este Tribunal Supremo de Justicia según sentencia N° 1586 del 12 de junio del 2003,
emanada de su Sala Constitucional, dado que el artículo 267 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela reserva al Tribunal Supremo de Justicia, la
dirección, gobierno y administración del Poder Judicial, siendo de su competencia crear
circuitos judiciales, tribunales ordinarios y especiales; suprimir los ya existentes cuando
así se requiera, especializar o no su competencia y convertir los tribunales
unipersonales en colegiados; así como, establecer y modificar la competencia de los
tribunales en razón del territorio y de la cuantía, y la modificación de las cuantías
previstas, en el Código de Procedimiento Civil; Sexto: Que conforme a lo dispuesto en
el artículo 18, segundo aparte, de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, los
recursos que se interpongan ante ésta, han de exceder de la suma de tres mil unidades
tributarias (3.000 U.T.), lo cual ha generado una situación anómala dentro del sistema
procesal venezolano, dado que, tradicionalmente, la cuantía de los Juzgados de
Primera Instancia con competencia en lo Civil y Mercantil era la misma que daba
acceso al recurso de casación civil, lo cual ha dejado de ser así, pues la competencia
por la cuantía de estos últimos se mantiene todavía en una suma que sea superior a
cinco mil bolívares (Bs. 5.000,00); Séptimo: Que según las estadísticas disponibles, los
Juzgados de Primera Instancia con competencia en lo Civil, Mercantil y Tránsito, cuya
ubicación suele estar en las capitales de los estados, agotan buena parte de sus
recursos disponibles atendiendo asuntos de jurisdicción voluntaria o no contenciosa,
tales como inspecciones, notificaciones, evacuación de títulos supletorios, justificativos
de perpetua memoria, títulos supletorios, rectificaciones de actas y partidas, solicitudes
de divorcio o separaciones de cuerpo amigables, entre otros asuntos de semejante
naturaleza. Octavo: Que la gran mayoría de esos asuntos de jurisdicción voluntaria o
no contenciosa, constituyen un importante número de asuntos que afectan a los
justiciables en las distintas zonas del país, quienes a pesar de tener un Juzgado de
Municipio cerca en su localidad, deben trasladarse a las respectivas capitales para su
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evacuación, lo que afecta la eficiente administración de justicia y dificulta el derecho
constitucional de los justiciables para acceder a la función jurisdiccional; Noveno: Que
resulta impostergable la toma de medidas y ajustes que permitan redistribuir de manera
más eficiente entre los jueces ordinarios la función jurisdiccional, garantizando el mayor
acceso posible de los justiciables a la justicia, asegurando su eficacia y transparencia;
resolvio: Artículo 1.- Se modifican a nivel nacional, las competencias de los Juzgados
para conocer de los asuntos en materia Civil, Mercantil y Tránsito, de la siguiente
manera: a) Los Juzgados de Municipio, categoría C en el escalafón judicial, conocerán
en primera instancia de los asuntos contenciosos cuya cuantía no exceda de tres mil
unidades tributarias (3.000 U.T.). b) Los Juzgados de Primera Instancia, categoría B en
el escalafón judicial, conocerán en primera instancia de los asuntos contenciosos cuya
cuantía exceda las tres mil unidades tributarias (3.000 U.T.). A los efectos de la
determinación de la competencia por la cuantía, en todos los asuntos contenciosos
cuyo valor sea apreciable en dinero, conste o no el valor de la demanda, los justiciables
deberán expresar, además de las sumas en bolívares conforme al Código de
Procedimiento Civil y demás leyes que regulen la materia, su equivalente en unidades
tributarias (U.T.) al momento de la interposición del asunto. Artículo 2.- Se tramitarán
por el procedimiento breve las causas a que se refiere el artículo 881 del Código de
Procedimiento Civil, y cualquier otra que se someta a este procedimiento, cuya cuantía
no exceda de mil quinientas unidades tributarias (1.500 U.T.); asimismo, las cuantías
que aparecen en los artículos 882 y 891 del mismo Código de Procedimiento Civil,
respecto al procedimiento breve, expresadas en bolívares, se fijan en quinientas
unidades tributarias (500 U.T.). Artículo 3.- Los Juzgados de Municipio conocerán de
forma exclusiva y excluyente de todos los asuntos de jurisdicción voluntaria o no
contenciosa en materia civil, mercantil, familia sin que participen niños, niñas y
adolescentes, según las reglas ordinarias de la competencia por el territorio, y en
cualquier otro de semejante naturaleza. En consecuencia, quedan sin efecto las
competencias designadas por textos normativos preconstitucionales. Quedando
incólume las competencias que en materia de violencia contra la mujer tienen atribuida.
Artículo 4.- Las modificaciones aquí establecidas surtirán sus efectos a partir de su
entrada en vigencia y no afectará el conocimiento ni el trámite de los asuntos en curso,
sino tan sólo en los asuntos nuevos que se presenten con posterioridad a su entrada en
vigencia. Artículo 5.- La presente Resolución entrará en vigencia a partir de la fecha de
su publicación en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela. Artículo
6.- Quedan sin efectos las competencias establecidas en el DECRETO PRESIDENCIAL
Nº 1029 de fecha 17 de enero de 1996 y la RESOLUCIÓN DEL CONSEJO DE LA
JUDICATURA Nº 619 de fecha 30 de enero de 1996, así cualquier otra disposición que
se encuentre en contravención con la presente Resolución.
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omisión de las formalidades no esenciales al proceso. CONSIDERANDO Que los
Juzgados de Primera Instancia con competencia en lo Civil, Mercantil Tránsito, Bancario
y Marítimo, en la República están experimentando un exceso de trabajo como
consecuencia, entre otros aspectos, de la falta de revisión y ajuste de la competencia
por la cuantía; por el conocimiento de los asuntos de jurisdicción contenciosa, los
cuales resultan ser la mayoría de las acciones que se interponen, lo que incrementó su
actuación; lo cual ha creado un desbalance en las actuaciones de las causas conocidas
por los Tribunales de Municipio y los de Primera Instancia. CONSIDERANDO Que los
Juzgados de Municipio, cuya cantidad se incrementó con ocasión de la supresión de los
Juzgados de Parroquia, conocen de un número de asuntos que se han reducido
considerablemente, evidenciándose en la actualidad un claro desequilibrio de la
actividad jurisdiccional que desarrollan respecto a los Juzgados de Primera Instancia.
CONSIDERANDO Que el artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial establece
que los tribunales de jurisdicción ordinaria tendrán competencia en todas las materias, a
menos que le Ley disponga otra cosa, siendo tribunales de jurisdicción ordinaria,
conforme al artículo 61 eiusdem, las Cortes de Apelaciones, los Tribunales Superiores,
los Juzgados de Primera Instancia y los Juzgados de Municipio y Ejecutores de
Medidas. CONSIDERANDO Que el artículo 267 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela reserva al Tribunal Supremo de Justicia, la dirección,
gobierno y administración del Poder Judicial, siendo de su competencia crear circuitos
judiciales, tribunales ordinarios y especiales; suprimir los ya existentes cuando así se
requiera, especializar o no su competencia y convertir los tribunales unipersonales en
colegiados; así como, establecer y modificar la competencia de los tribunales en razón
del territorio y de la cuantía, y la modificación de las cuantías previstas, en el Código de
Procedimiento Civil, conforme a lo dispuesto en la Sentencia Nro. 1586 del 12 de junio
de 2003 dictada por la Sala Constitucional de este Máximo Tribunal. CONSIDERANDO
Que conforme a la necesidad de la obtención de una verdadera tutela judicial efectiva
que impone un Estado social de derecho y de justicia; resulta imperioso la evaluación
de las cuantías que conocerán los Juzgados en materia Civil, Mercantil, Tránsito,
Bancario y Marítimo, según corresponda, lo cual coadyuvará en un eficiente
administración de justicia, y al mejor acceso a la función jurisdiccional, visto el
importante crecimiento económico de la nación. CONSIDERANDO Que resulta
impostergable la toma de medidas y ajustes que permitan redistribuir de manera más
eficiente entre los jueces ordinarios la función jurisdiccional, garantizando el mayor
acceso posible a una justicia eficaz, transparente, expedita y oportuna. RESUELVE
Artículo 1.- Se modifican a nivel nacional, las competencias de los Juzgados para
conocer de los asuntos en materia Civil, Mercantil, Tránsito, Bancario y Marítimo, según
corresponda, de la siguiente manera: a) Los Juzgados de Municipio y Ejecutores de
Medidas, categoría C en el escalafón judicial, conocerán en primera instancia de los
asuntos contenciosos cuya cuantía no exceda de Quince mil unidades tributarias
(15.000 U.T.). b) Los Juzgados de Primera Instancia, categoría B en el escalafón
judicial, conocerán en primera instancia de los asuntos contenciosos cuya cuantía
exceda los Quince Mil Un unidades tributarias (15.001 U.T.). A los efectos de la
determinación de la competencia por la cuantía, en todos los asuntos contenciosos
cuyo valor sea apreciable en dinero, conste o no el valor de la demanda, los justiciables
deberán expresar, además de las sumas en bolívares conforme al Código de
Procedimiento Civil y demás leyes que regulen la materia, su equivalente en unidades
tributarias (U.T.) al momento de la interposición del asunto. Artículo 2.- Se tramitarán
por el procedimiento breve las causas a que se refiere el artículo 881 del Código de
Procedimiento Civil, y cualquier otra que se someta a este procedimiento, cuya cuantía
no exceda de Siete Mil Quinientas unidades tributarias (7.500 U.T.); asimismo, la
cuantía que aparece en el artículo 882 del mismo Código de Procedimiento Civil,
respecto al procedimiento breve, expresada en bolívares, se fija en Siete Mil
Quinientas unidades tributarias (7.500 U.T.). Artículo 3.- Las modificaciones aquí
establecidas surtirán sus efectos a partir de su entrada en vigencia y no afectará el
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conocimiento ni el trámite de los asuntos en curso, sino tan sólo en los asuntos nuevos
que se presenten con posterioridad a su entrada en vigencia. Artículo 4.- La presente
Resolución entrará en vigencia a partir de la fecha de su publicación en la Gaceta
Oficial de la República Bolivariana de Venezuela. Artículo 5.- Quedan sin efecto las
competencias establecidas en la RESOLUCIÓN DE LA SALA PLENA DEL TRIBUNAL
SUPREMO DE JUSTICIA Nº 2009-006 de fecha 18 de marzo de 2009, sólo en lo que
se refiere a las cuantías fijadas, así como cualquier otra disposición que se encuentre
en contravención con la presente Resolución.
a. Unipersonales
A. Según la estructura
interna b. Colegiados
a. Único
B. Según su número
b. Diverso
a. Permanentes
C. Según su duración
b. Temporales
a. Ordinarios:
E. Según la medida
de poder que ejercen b. Especiales:
a. Tribunal de la causa:
F. Según el cometido
del tribunal b. Tribunal comisionado:
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A. Según la estructura interna
B. Según su número
a. Único: Cuando no existe otro tribunal de un mismo tipo, tal como sucede con el
Tribunal Supremo de Justicia.
b. Diverso: Cuando existen varios tribunales de igual tipo, tal como sucede con los
tribunales de municipio; de primera instancia civil, mercantil y tránsito; salas de juicio de
protección al niño y adolescente; laborales, entre otros.
C. Según su duración
a. Permanentes: Son aquellos que forman parte constante del ordenamiento judicial
creado por la Ley Orgánica del Poder Judicial.
b. Temporales: Son aquellos cuya vigencia o existencia es por períodos, como son los
tribunales penales para el régimen procesal transitorio del circuito judicial penal de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, los tribunales accidentales;
o los extintos Tribunales de veinte causas, así como el extinto Tribunal Bancario en
materia penal.
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a. Tribunal de la causa: Es aquel que se encuentra conociendo de la causa y quien
debe decidirla.
EL JUEZ. CONCEPTO
El juzgador es la persona que en la tierra tiene ese gran compromiso o deber casi
divino de juzgar a sus semejantes, sin poder abdicar de sus pasiones, de sus dolores, y
de sus impulsos de hombre.
De esta manera, más que tener buenas leyes, interesa tener buenos jueces, ya que la
selección de éstos es más importante que la formación de aquellos, dado que con
códigos deficientes manejados por jueces competentes y honorables, se puede llegar a
resultados más justos que con códigos perfectamente elaborados, pero cuya aplicación
esté en manos de jueces carentes de las dotes que debe poseer el buen juez.
Sigue señalando el autor en cuestión, que los ingleses han acuñado una frase que
califica al juez, ésta: El juez debe ser un gentleman, un caballero, y si además sabe de
derecho no está de más.
El juez debe vivir en función permanente, ya que es juez hasta cuando descansa,
porque hasta su descanso puede ser interrumpido por el requerimiento del justiciable.
a. Titulares: Serán los que hayan sido ganadores del concurso de oposición. .
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c. Conjueces: Son los designados por los tribunales, en los primeros quince días del
mes de enero de cada año, quienes suplirán las faltas temporales o accidentales de los
suplentes, previo el agotamiento de la convocatoria de éstos, tal como lo dispone el
artículo 51 de la Ley Orgánica de Poder Judicial. Al efecto, dicha disposición señala que
los juzgados superiores formarán una lista enumerada de conjueces en número doble
de los integrantes del tribunal y de tres para los tribunales unipersonales, para llenar
las faltas temporales o accidentales de los suplentes. Los conjueces deberán cumplir
los mismos requisitos exigidos por la ley para ser juez, y serán llamados en el orden de
elección que aparecen en la lista.
e. Accidentales; Son aquellos jueces que se encargan del Tribunal por un período
determinado. Tal es el caso de los suplentes en caso de vacaciones de los jueces
titulares.
f. Temporales: Son aquellos que suplen las faltas temporales del Juez titular, como es
el caso de suspensión.
h. Asociados: Son aquellos que previa designación por las partes, conforme al
procedimiento previsto en los artículos 118 y siguientes del Código de Procedimiento
Civil, se asociarán al juez del tribunal con el objeto de emitir un pronunciamiento.
k. De veinte causas: Eran aquellos que previa su designación por el extinto Consejo
de la Judicatura, se constituían en cualquier Juzgado, a los efectos de sentenciar veinte
causas. La existencia de tales jueces fue suprimida, dado que la nueva Ley Orgánica
del Poder Judicial la eliminó.
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regular las condiciones para su ingreso, permanencia y terminación en el ejercicio de la
judicatura, así como la determinación de la responsabilidad disciplinaria en que incurran
en el ejercicio de sus funciones.
El artículo 9° ejusdem, dispone por su parte que el escalafón judicial comprenderá tres
categorías:
• Categoría «B», conformados por tribunales de primera instancia, dentro de los cuales
se encuentran los jueces de jurisdicción especial que se califiquen como jueces de esta
categoría por las respectivas leyes.
Este concurso será público y se notificará con diez días de anticipación, por lo menos, a
la fecha para su celebración, en un diario de circulación regional, indicando el día, hora
y lugar de la realización del mismo. Constará de tres pruebas: una de credenciales y de
méritos; una, escrita de carácter práctico; y una oral de carácter teórico.
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jueces y los concursos de oposición para el ingreso y ascenso a la carrera judicial, que
para el período transitorio, en todo lo relativo a los concursos e ingreso a la carrera
judicial, con fundamento en lo previsto en los artículos 146 y 255 de la Constitución
Bolivariana, y en ejecución de los artículos 22 y 25 del Decreto de la Asamblea Nacional
Constituyente de fecha 22 de diciembre de 1999, se aplicarían las normativas que se
expresarán más adelante.
a. Nacionalidad venezolana;
b. Poseer título de abogado expedido por una universidad venezolana, estar inscrito en
el Colegio de Abogados y en el Inpreabogado.
c. De reconocida moralidad.
Para ingresar a la Categoría «B», se requiere además de los antes señalados, los
siguientes;
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En cuanto al concurso, éste constará de un examen, la evaluación psíquica y la
evaluación de credenciales.
a. Un ejercicio consistente en una prueba escrita sobre temas jurídicos escogidos por el
jurado, de acuerdo con la competencia por la materia del cargo y cargos sometidos a
concurso;
CONDICIONES E INCOMPATIBILIDADES
Ante esta situación, somos del criterio que por el contrario, quien debe ser reemplazado
de su cargo es el juez de mayor de edad, dado que el joven brindaría conocimientos
más novedosos y frescos, pero no obstante, esta norma crea una verdadera
discriminación hacia los jóvenes
Una vez elegido el Juez, éste tiene la plenitud del poder jurisdiccional en cuanto no esté
confiada a otros órganos alguna materia en especial; por ello se dice que el Juez
ordinario es el Juez de la unidad de la jurisdicción o que ejerce la jurisdicción plena.
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verdaderos deberes, de tal manera que cuando se presenta el supuesto legal el juez
tiene el deber de ejercitar la jurisdicción.
PODERES JURISDICCIONALES
LA QUAESTIO JURlS
Nuestro sistema judicial se sustenta en el principio de la legalidad y por lo tanto, al
sentenciar, el juez debe encuadrar su decisión en las normas legales.
Por otra parte el llamado principio finalista, también está consagrado en el articulo 7 del
Código de Procedimiento Civil, según el cual el juez puede suplir el silencio de la ley, en
cuanto a la forma, para obtener el fin perseguido.
LA QUAESTIO FACTI
Para decidir, el juez debe conocer los hechos, porque las previsiones de la norma
jurídica están conectadas a la realización de los supuestos de hecho de la vida real.
Dispone el artículo 254 del Código de Procedimiento Civil que los jueces no pueden
declarar con lugar la demanda sino cuando exista plena prueba de los hechos
alegados, en caso de duda sentenciarán a favor del demandado. No puede suplir
argumentos, no alegados o no probados.
Pero dispone el artículo 12 eiusdem, que el juez puede fundar la decisión en los
conocimientos de hecho que estén comprendidos en la experiencia común o máximas
de experiencia. Estas son aquellos razonamientos lógicos que configuran el
conocimiento normal o general que todo hombre de cultura media tiene del mundo y de
sus cosas en el estado actual de la información, tales como: la inflación afecta el valor
adquisitivo de la moneda; un carro a 100 km. por hora no se detiene en 5 m.; un cuerpo
en el espacio cae; el sol nace por el Este, etcétera.
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Igualmente el 27 de noviembre de 1992 hubo alzamiento militar en Venezuela y para los
caraqueños es un hecho notorio que aviones Mirage pasaron la barrera del sonido y
rompieron los vidrios de algunas edificaciones. También sirve de ejemplo que el 16 de
diciembre de 1999 hubo un deslave del Ávila y causó muerte y destrucción en el estado
Vargas, así como que el día 4 de febrero de 1991 hubo un alzamiento militar en
Venezuela.
Insisto en que los hechos notorios, son distintos a la publicidad, porque no todo hecho
público es notorio, como sí ocurre a la inversa. En cambio las máximas de experiencia
no son hechos, son juicios o valoraciones que hace el juzgador. Así por ejemplo la
inflación, que es un hecho notorio en Venezuela, causa pérdida del poder adquisitivo y
en este sentido, el juez como máxima de experiencia puede deducir los perjuicios que
sufre un acreedor a quien le retardan culposamente el pago de una deuda de valor y,
puede en la sentencia ordenar el correctivo pertinente.
Para precisar las diferencias entre el hecho notorio y las máximas de experiencia, como
bien precisa el profesor Escovar León, es necesario que el hecho notorio forme parte
del litigio por haber sido alegado en la demanda o en la contestación; en cambio las
máximas de experiencia las puede utilizar el juez aunque no hayan sido alegadas por
las partes, porque el juzgador puede fundar su decisión en los conocimientos de hecho
comprendidos en la experiencia común. El juez ha de ser cuidadoso en la utilización de
las máximas de experiencia porque si las infringe, el fallo puede ser anulado en
Casación. (Artículo 313 del C.P.C.)
En principio el juez está ligado a las probanzas de las partes, pero el Código de
Procedimiento Civil da las facultades inquisitorias al juez para demostrar hechos,
conforme a los artículos 401, 514 y 520 eiusdem.
Pero el Código de Procedimiento Civil en su art. 507 establece, como principio general
para apreciar las pruebas, a la sana crítica a menos que exista una norma de valoración
expresa. Cuando no hay una regla expresa para valorar la prueba se consagra la sana
critica; el juez hace una conclusión razonada en la apreciación de los hechos, siempre
que los elementos de convicción hayan sido traídos en forma legal al expediente.
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3.- Poder para establecer presunciones hominis: Estas presunciones son las que no
están establecidas por la ley, pero que el Juez puede establecer en los casos en que la
ley admita la prueba testimonial, siempre que sean graves, precisas y concordantes.
(Art. 1399 Código Civil).
4.- El Poder de Ejecutar sus Decisiones: haciendo uso de la fuerza pública, si fuere
necesario, lo cual está consagrado en Venezuela en el artículo 06 de la Ley Orgánica
del Poder Judicial y, en lo civl, en el artículo 21 del Código de Procedimiento Civil.
Salvatore Satta, resume los tres poderes señalados en el poder para decidir la
controversia y afirma que: “De poderes jurisdiccionales se habla, cuando se dice que el
Juez puede condenar, puede declarar relaciones jurídicas, puede realizar
ejecutivamente los derechos, etc. “ (Salvatore Satta. Los Poderes del Juez. Derecho
Procesal Civil. Tr. Santiago Sentis Melendo. Ejea. Buenos Aires. 1971. Tomo I. P. 164)
PODERES PROCESALES.
El juez es el director del proceso y en este sentido el juez puede adoptar las medidas
necesarias para evitar que el proceso se paralice.
De tal manera que puede impulsarlo de oficio y si la causa está paralizada, debe fijar un
lapso no menor de diez días para reanudarla, previa notificación de las partes.
El juez como director del proceso puede disponer, cuando lo considere necesario,
reproducciones cinematográficas. En 1993 el extinto Tribunal Superior de Salvaguarda
del Patrimonio Público ordenó filmar y grabar las audiencias del juicio oral en el caso de
los jeeps comprados con la partida secreta del Ministerio de Relaciones Interiores y los
videos fueron medios probatorios para corroborar las declaraciones de los testigos.
Según Sánchez Negrón, son los poderes instrumentales que la Ley concede al Juez
para el ejercicio de su función jurisdiccional, con el propósito de conducir el proceso
hasta su fin, y se pueden clasificar así:
1.- Poder de Dirección y gobierno del proceso; desde el momento de su inicio hasta la
conclusión, pues es del interés público la pronta conclusión del proceso.
El artículo 14 del Código de Procedimiento Civil, establece: “El Juez es el director del
proceso y debe impulsarlo de oficio hasta su conclusión a menos que la causa esté en
suspenso por algún motivo legal. Cuando esté paralizada, el juez debe fijar un término
para su reanudación que no podrá ser menor de diez días después de notificadas las
partes o sus apoderados. “
2.- Poder de Sustanciación o Instrucción: En el ejercicio de este poder el Juez más que
un director del proceso es un contralor del mismo, porque vela que las actuaciones que
dentro de él se desarrollen se cumplan en las condiciones de tiempo y lugar
establecidos en la Ley, y con la observancia de los requisitos y formas que aseguren su
eficacia en el proceso.
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3.- Poder para incitar a la conciliación de las partes. El artículo 257 del Código de
Procedimiento Civil, dispone: “En cualquier estado y grado de la causa, antes de la
sentencia, el Juez podrá excitar a las partes a la conciliación tanto sobre lo principal
como sobre alguna incidencia, aunque ésta sea de procedimiento, exponiéndoles las
razones de conveniencia. “
Este poder no lo puede ejercer el Juez cuando se trate de materias en las cuales esté
prohibida la transacción, según lo tiene establecido el artículo 258 del mismo código.
4.- Poder para dictar autos complementarios de pruebas o para mejor proveer.
Conforme al artículo 401 del Código de Procedimiento Civil, que regula los autos
complementarios de pruebas, puede el Juez de oficio, una vez concluido el lapso
probatorio, ordenar la práctica de las siguientes diligencias: 1º Hacer comparecer a
cualquiera de los litigantes para interrogarlos libremente, sin juramento, sobre algún
hecho que aparezca dudoso u oscuro. 2º Exigir la presentación de algún instrumento de
cuya existencia haya algún dato en el proceso y que se juzgue necesario. 3º La
comparecencia de algún testigo que habiendo sido promovido por alguna de las partes,
sin embargo no rindió oportunamente su declaración, o la de cualquier otro que sin
haber sido promovido por las partes, aparezca mencionado en alguna prueba o en
cualquier acto procesal de las partes. 4º que se practique inspección judicial en algún
lugar y se forme un croquis sobre los puntos que se determinen; o bien se tenga a la
vista un proceso que exista en algún archivo público y se haga certificación de algunas
actas, siempre que en el pleito de que se trate haya alguna mención de tal proceso y
tengan relación el uno con el otro. 5º Que se practique alguna experticia sobre los
puntos que determine el Tribunal, o se amplíe o aclare la que existiere en autos.
De su parte el artículo 514 del Código de Procedimiento Civil, que regula el auto para
mejor proveer, permite al Juez, de oficio, ordenar las mismas actuaciones a que se
refiere el artículo 401, menos la de hacer comparecer a testigos.
5.- Poder para ejecutar lo decidido en sentencias, autos y decretos dictados en ejercicio
de sus atribuciones legales, haciendo uso de la fuerza pública si fuere necesario (ver
artículos 253 constitucional y 21, 528, 537. 572, 591 y 699, entre otros del Código de
Procedimiento Civil)
Así lo establece el artículo 21 eiusdem: Los jueces ordinarios son los que ejercen la
jurisdicción en materia civil-mercantil y penal. Conocen en principio todo tipo de causa
civil, mercantil o penal. "Los jueces cumplirán y harán cumplir la sentencia, autos y
decretos haciendo uso de la fuerza pública si fuese necesario".
Finalmente las facultades o poderes disciplinarios del juez, frente a otros jueces; frente
a las partes y frente a funcionarios del tribunal.
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Nuestro Código de Procedimiento Civil cónsono con las modernas orientaciones, que le
asignan un papel fundamental al Estado en la administración de justicia, aunque estén
en juego intereses de particulares, adoptó disposiciones que le dan al juez una
intervención más activa en el proceso civil, sin que resulten enervadas las garantías de
libertad del particular. Así el Código de Procedimiento Civil adoptó las normas que
consagran:
3) El juez deja de ser un mero espectador para convertirse en director del proceso, por
ejemplo en el procedimiento por intimación el juez puede ordenar la corrección del libelo
para que cumpla los requisitos legales.
El secretario del tribunal tiene múltiples atribuciones, las cuales están dispersas en
textos distintos pero en Venezuela la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial las
resume en una norma (art. 72 L.O.P.J.). Esas funciones son:
El secretario actúa con el juez y suscribe los actos, resoluciones y sentencias. Suscribe
también con el juez las recusaciones y declaraciones de testigos. (Art. 104 C.P.C.)
Suscribe con las partes las diligencias que formulen en el expediente; este deber es
una innovación del Código de Procedimiento Civil de 1987 con la idea de
descongestionar al juez de trabajo, porque según el Código derogado las diligencias
también las suscribía el juez. El auto de admisión de la demanda lo suscribe el juez,
conjuntamente con el secretario.
Recibe los escritos de las partes, incluidas las demandas, debiendo anotar la fecha de
presentación y el número de folios y anexos. Igualmente coloca nota de recibo a la
contestación de la demanda. (Art. 340 C.P .C.)
Supervisar las salvadas por enmendaduras o palabras interlineadas; no debe admitir los
escritos de las partes donde no consten los defectos salvados.
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Expedir las copias certificadas solicitadas por las partes de los instrumentos agregados
al expediente y de los actos procesales. (Art. 111 C.P.C.)
Conforme al art. 105 de la reformada Ley de Registro Público (art. 120 del actual),
aplicada por interpretación analógica a las copias certificadas, la doctrina imperante en
el Alto Tribunal establecía:
"La copia de cada página debe ser suscrita individualmente". Y, sobre esto la Sala Civil
dijo en sentencia del 4 de junio de 1987 que el secretario y la persona autorizada para
hacer la copia, es decir el escribiente del tribunal, deberán firmar conjuntamente cada
una de las copias de las páginas cuya certificación se pretende.
Por tal razón y como efecto de lo dispuesto en los artículos. 111 y 112 del C.P.C. la Sala
Civil en sentencia N° 372 del 24-4-98 dijo que basta para la validez de la copia
certificada, la simple expedición del secretario, previo decreto del juez y el sello en cada
folio (por aplicación de la Ley de Sellos} sin necesidad de la firma del secretario, ni de
otra persona en cada folio.
. Tiene el deber de guardar el sello del tribunal, supervisar el archivo y los expedientes.
(Art. Art. 108 C.P .C )
. El Secretario debe llevar el libro diario del tribunal donde anotará sin espacios en
blanco las actuaciones diarias del tribunal y al final del día debe firmarlo con el juez.
Todas esas menciones hacen fe salvo prueba en contrario y pueden servir de base para
reconstruir un expediente perdido.
. Cumplir con las funciones administrativas propias del tribunal, tales como inventariar y
controlar las existencias de mobiliario, biblioteca del tribunal etcétera.
. Señalar con la tablilla, a primera hora, los días en que no hay despacho o audiencia, y
lo escribe en el libro diario. (Art. 195 C.P.C)
Atribuciones:
. El alguacil practica las citaciones y notificaciones de las partes.
. Está encargado de cumplir y ejecutar las órdenes del juez y del secretario. (Art, 73
L.O.P.J de 1998.)
. Dentro del recinto del tribunal, el alguacil cumple labores de orden y seguridad, podría
equipararse a labores de policía. (Arts. 116 C.P.C y 524 C.O.P.P.)
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. Su papel es importante en las citaciones: la fecha y hora señaladas por el alguacil en
las boletas hacen fe de la citación.
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