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André no aprueban nuestro matrimonio». Pero insistió: «Nos casaremos». La


suerte dé Marie-José Tinchant después de su matrimonio y sus subsiguientes
actividades en la resistencia belga contra los nazis se convirtieron así en un
dramático epílogo de la odisea familiar2.
Este libro es un experimento que puede describirse como microhistoria
en movimiento. Tiene como base la convicción de que el estudio de un lugar
o acontecimiento cuidadosamente escogido, visto desde una perspectiva muy
cercana a los hechos, puede revelar una dinámica que no resulta visible a través
del lente más conocido de la región o la nación. En este caso, hemos seguido
una cadena de acontecimientos interrelacionados, definidos a partir del itine-
rario de una familia. Por supuesto, no hay nada «micro» en el mundo atlántico
del siglo XIX, pero incluso en ese gran cuadro, prestar cuidadosa atención a lo
particular puede dar lugar al más profundo de los análisis.
No pretendemos afirmar que la familia Vincent/Tinchant sea típica o
representativa. Nuestra investigación se ajustó a los avatares de una familia y a
un patrón de actividad que no preveíamos. Comenzamos con un conjunto de
pistas y acertijos interpretativos sumamente específicos que nacieron de un 1,
descubrimiento casual en los archivos cubanos. Ellos nos condujeron al centro
del problema de la libertad y de los fenómenos de la raza, el racismo y el anti- «ROSALIE, NEGRA DE LA NACIÓN POULARD»
rracismo, La historia de esta familia se convirtió en una narrativa de opciones
individuales y colectivas, constrefiidas por la esclavitud, la guerra y las jerarquías
sociales. A pesar de esas limitaciones, los miembros de la familia se abrieron
paso con discernimiento e ingenio a lo largo de la era de la emancipación, cuyos
pormenores se hacen más visibles al seguir sus huellas zigzagueantes. Sus vidas
se caracterizaron por un continuo desplazamiento de personas y documentos
por el Caribe, el Golfo de México y el Atlántico. De ahí que los capítulos que
siguen por lo general comiencen con una llegada y terminen con una partida,
lo que refleja distintas etapas de esta odisea. Además, por lo general, a cada
paso del camino, alguien tomó papel y lápiz, o hizo que otros los tomaran, lo
que dio origen a un archivo del movimiento y la memoria. '

Véase «Wedding�Day Bid to Stop a Marriage», Daily Express (Londres), 10 de abril


de 1937, 13; y «Fled ro Wed Secredy in London», Daily Mail (Londres), 9 de abril de
1937, 11.

PAPELES DE LIBERTAD
­­­­­­­­­­­­ ­·­·­­­­­­­­­­­­ .

de nation Poulard», a lo que se aludía era, por tanto, a que era originaria de
Senegambia. El rastro documental que vincula a Édouard Tinchant con esa
mujer llamada Rosalie está compuesto por dos escritos, ambos confeccionados
en medio de una contienda y más tarde depositados en manos de funcionarios
locales a fin de asegurar un estatus precario.
Para demostrar que tenía derecho a adoptar el apellido de su padre a
pesar de haber nacido fuera del matrimonio, Élisabeth Dieudonné, la madre
de Édouard Tinchant, se dirigió a un notario público de Nueva Orleans en,
1835 con una copia de su certificado de bautismo. Según el documento, había
CUANDO AL ESCRIBIRLE al general Máximo Gómez en 1899 Édouard Tinchant nacido en 1799 en la colonia de Saint­Dorningue, en medio de la Revolución
se describía como un «descendiente de haitianos», vinculaba su historia a la era haitiana. La madre de Élisabeth era una mujer de color libre de nombre Marie
en la que sus padres experimentaron la onda expansiva de tres grandes revo­ Francoise, conocida como Rosalie. En el acto del bautismo, un francés llamado
luciones: las que dieron origen a los Estados Unidos de América, la República Michel Vincent reconoció ser el padre de Élisabeth. Tras examinar el documento,
francesa y la nación de Haití. Cuando se refería a sí mismo como un «hijo de el notario de Nueva Orleans autorizó a Élisabeth a adoptar el apellido Vincent,
África», apuntaba con más precisión al lugar que ocuparan sus antepasados y como era la práctica usual, guardó una copia del certificado en el volumen
en el Caribe, entre aquellos cuyo estatus era el de esclavos o el de un precario de escrituras notariales correspondientes a ese año3. /

equilibrio entre la esclavitud y la libertad1• Los nombres de Michel Vincent y Rosalie aparecen por segunda vez
Para cieno número de los africanos y las africanas traídos como cauti­ en unos documentos dejados en depósito en 1804 a funcionarios franceses en
vos al Caribe, esas no habían sido las primeras revoluciones con las que habían Santiago de Cuba. No habían huido a Cuba como resultado del levantamiento
topado. En el valle del río Senegal, en la región del África Occidental llamada de esclavos ocurrido en la llanura norte de Saint­Domingue en L79 l, sino para
Fuuta Tooro, un sector de la élite clerical islámica encabezó un movimiento escapar de la guerra en que se vio envuelto el país en 1802, cuando Napoleón
que derrocó a la aristocracia guerrera a mediados de la década de 1770 y oblig¿ Bonaparte envió una fuerza expedicionaria francesa para intentar dar al traste
a debatir públicamente la cuestión de la legitimidad de vender a otros musul­ con el poderío de los generales negros y mulatos que gobernaban la colonia en
manes como esclavos a los europeos. El almamy (o imán) que gobernó en Fuut� nombre de Francia, el más descollante de los cuales era Toussaint Louverture ...
Tooro después de esa revolución obligó a los franceses a firmar un tratado en Michel y Rosalie llevaron con ellos en su huida un doc1:1�p._t,9 de libertad que Í
el que se comprometían a dejar de incluir a los súbditos del almamy en ese co­ la identificaba con más precisión como «Marie Frari�cise, <lite R��Jie, négresse !
mercio. No obstante, vecinos y rivales que se negaban a acatar la autoridad del de nation Poulard», esto es, Mari� Francoise, conocida como Rosalie, negra a,t'
almamy siguieron realizando incursiones en su territorio y capturando hombres la nación Poulard. Tomados en conjunto, esos documentos confirman que
y mujeres para venderlos con el fin de deportados a.las Américas2• Rosalie, la abuela de Édouard Tinchant, era una sobreviviente del cautiverio,
Los franceses llamaban «foules» o, «paules» a los habitantes de Fuuta la esclavización y la ruta del esclavo de África Occidental al Caribe4•
Tooro y a otros hablantes del idioma pulaar, términos que en las Américas a
menudo pasaron a ser el de «Poulard». Cuando a una joven esclavizada en la El certificado de bautismo aparece transcrito en «Rectificacion de noms d' épouse Tinchanc
colonia francesa de Saint­Domingue se la designaba como «Rosalie, négresse dans son contrat de mariage», 16 de noviembr� de 1835, escritura 672, 1835, notario
Théodore Seghers, New Orleans Notarial Archives Research Center (NONARC).
El documento de manumisión, redactado en Les Abricots, Saint­Dorningue, en mayo de
Empleó la frase «hijo de África» en Édouard Tinchanr, Communiqué, La Tribune de la 1803, aparece transcrito en «Enregisrrement de liberté par. de Marie Francoise», 26 Vent6se,
Nouoelle-Orléans, 21 de julio de 1864. año XJI [17 de marzo de 1804), folios 25v, 26r, actes, déclarations & dép6ts divers, 1 O
Véase David Robinson, «The Islamic Revolution. of Fuca Toro», International journal of Pluvióse, año XJI [31 de enero de 1804], 10 vendémiaire, año xm [2 de octubre de 1804),
African Historical Studies 8 (1975): 185­221. document 3, série 6, supplément Sainc­Domingue (a partir de ahora SUPSDOM, siguiendo

PAPELES DE LIBERTAD «ROSALIE, NEGRA DE LA NACIÓN POULARD»


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La expresión «de la nación Poulard» es sugerente, pero no geográfica o Saint­Méry hablaba con entusiasmo de unos cautivos a los que se refería en
cronológicamente precisa. Cuando los capitanes de barcos realizaban sus compras general como «senegaleses», con lo que evocaba tanto el puerto de San Luis
en la costa de Senegambia, rara vez identificaban a los cautivos con precisión. El de Senegal como, más genéricamente, el valle del río Senegal. Eran, escribía, ,
comprador y el vendedor en un puerto del África Occidental solían caracterizar esclavos «superiores, inteligentes, buenos, fieles, incluso amantes, agradecidos.j
el intercambio de cautivos por mercancías con una frase genérica como «captifs excelentes sir;ientes dornésticoss".
jeunes pieces d'Inde sans aucun <léfaut» (cautivos jóvenes piezas de India sin,\ Moreau de Saint­Méry identificaba a un conjunto de cautivos cerca­
ningún defecto). Pieza de India era una unidad de medida equivalente al valor) namente relacionados con el término «poulard», palabra que consideraba una
de cambio de una pieza de tela estampada de la India, qüe era el precio de un/, deformación popular del sustantivo «foule». El término «foule», derivado del
cautivo varón saludable entre las edades de quince y treinta y cinco años. L°'f1 vernáculo «pullo» (plural «fulbe»), lo empleaban comerciantes, funcionarios
nombres y las afiliaciones étnicas individuales por lo general no se registraba"i'i'5. y exploradores de habla francesa para referirse a un pueblo, muchos de cuyos
Era a la llegada a las Antillas que los capitanes de barco comenzaban a miembros eran pastores de ganado, quesolían vivir en el valle medio del río
pregonar las «nacionalidades» de los que se proponían vender. Por ejemplo, el Senegal. Moreau, por ejemplo, distinguía a los foules de los uolof (el término
navío La Valeur zarpó del puerto francés de Nantes el 22 de junio de.1786 con que empleaba e�a «yoloífes»), quienes dominaban la porción baja del valle y
destino a San Luis de Senegal, donde cargó en febrero unos setenta y cuatro buena parte del área costera e interior más al sur8•
cautivos. Dos meses más tarde, Affiches Américaines describía el cargamento de Aunque en teoría se derivaban de los lugares de origen, esas designa­
La Valeur, puesto en venta en el puerto de Cap­Francais, Saint­Domingue, como ciones reflejaban también las creencias convencionales de los esclavistas acerca
«un atractivo cargamento de negros de las naciones Uolof, Poulard y Bambara»6 de la apariencia de los cautivos. Moreau y otros creían que los poulards eran,
En algunos casos, esos marcadores «nacionales» no eran más que una por lo general, altos, delgados y «cobrizos­". Los etnógrafos e historiadores han
indicación convencional y aproximada de los puertos donde atracaban los bar­ r, adoptado un uso más amplio de los términos modernos «peul», «fulani» y «ful­
cos de cautivos. Por ejemplo, la palabra «senegal» se empleaba a menudo para'1 be», para distinguir entre muchas poblaciones ahora muy dispersas que hablan
referirse genéricamente a las personas compradas en el puerto de San Luis de ,O variantes del idioma pulaar. Los estudiosos evitan, por lo general, la atribución
Senegal, cerca de la desembocadura del río Senegal. Pero en muchos casos, los/ al grupo de atributos culturales atemporales y características físicas específicas,
vendedores utilizaban categorías que no solo atribuían un lugar de adquisición, y se concentran, por el contrario, en la variabilidad lingüística, cultural y eco­
sino un lugar de origen, al designar a las personas haciendo referencia a una nómica de quienes migraron en distintos momentos, y en las transformaciones
región, los hablantes de un idioma o una entidad política. Ese sistema de desig­ que tuvieron lugar gracias a sus contactos con otros grupos 1°.
nación tenía como base una geografía europea de África flexible y hasta cierto
punto imaginaria que les asignaba características específicas a ciertos grupos Médéric Louis Élie Moreau de Saint­Méry, Description topographique, physique, civíle,
que, a su vez, se asociaban con lugares vagamente definidos. Los capitanes de politique et historique de la partie franfaise de l'isle Saint-Domingue, vols. 2 (Filadelfia: por
barco.y los comerciantes a menudo apelaban a esas asociaciones para describir el autor, 1797), 1:26, 27.
a los africanos en términos que evocaban imágenes favorables de habilidades, «Les Foules, appellés vulgairement Paules ou Poulards, voisins des Sénégalais et des Yoloffes,
robustez, fuerza, belleza o docilidad. Por ejemplo, el jurista criollo Moreau de rnais plus intérieurement placés». Moreau de Saint­Méry, Description topographique, 1:27.
Moreau de Saint­Méry describe el color de­los poulards como «rojizo» (rougedtre) (Descrip-
tion topographique, 1:27). Ya en el siglo XVII, Alonso de Sandoval había declarado que «Los
la convención de signaturas, p. e. 6suPSDOMl3), Dépór des papiers publics des colonies Fulos demas deseo, se conocen por la color, que es blanquisca, y amulatada, aunque peros
· (DPPC), Archives nacionales d'outre­rner, Aix­en­Provence (ANOM). muchos son negros y acezados». Alonso de Sandoval, Naturaleza, policía sagrada í profana,
Esa es la frase que aparece, por ejemplo, en el documento titulado «Saisie Dixon, 31 January costumbres i ritos, disciplina i catechismo evangelico de todos Etiopes (Sevilla: Francisco de
1806», en caja 2, Fonds (o Sous­Série) 4Z2, Archives nacionales du Sénégal (ANs). Lira Impresor, 1627), libro 1, cap. 16.
10
El texto dice: «avec une belle cargajson denegres de nations Yolof, Poulard, et Bambara». Citado Aunque poulard no es un sinónimo exacto de peul, término más conocido, véase Roger
en Jean Metras, Répertoire des expéditíons négrieres franraises au XVII! siécle, vol. 1 : Nantes, ed. Borre, Jean Bourrais y Jean Schrnitz, eds., Figures peules (París: Éditions Karthala, 1999);
Serge Daget (París: Sociéré francaise d'histoire d'ourre­rner, 1978), 676 (entrada 1192). y Oumar Kane, La premiere hégémonie peule: le Fuuta Tooro de Koli Tengella Almaami a

«ROSALIE, NEGRA DE LA NACIÓN POULARD»


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Pero los comerciantes y plantadores del siglo XVIII que les asignaban la isla de San Luis de Senegal vivían en c�nflicto permanente con el nuevo
«naciones» a los integrantes de los cargamentos humanos que intentaban ven­ régimen del valle medio, cuyas políticas obstaculizaban la deportación de cau­
der o comprar rara vez se detenían en esas sutilezas. En Saint­Domingue, la tivos musulmanes como parte de la trata atlántica. A la Francia y la Inglaterra
designación de «poulard» parece, sencillamente, haber tenido una connotación metropolitanas habían llegado noticias de que los poules tenían una entidad
positiva, al ser el apelativo de un grupo en el que se suponía que los hombres política dirigida por un hombre llamado el almamy que se arrogaba el derecho
eran diestros en el manejo de animales y las mujeres se caracterizaban por su de impedir el paso de tratantes de esclavos por su territorio. Tras entrevistar a
belleza y habilidades domésticas. Por supuesto, para los designados de esa ma­ un botánico francés que había viajado por la región, Thomas Clarkson, el
nera, el término podía también corresponderse con un cierto grado de historia activista inglés contra la esclavitud, escribió un trabajo laudatorio sobre lo que
e idioma compartidos!'. consideraba las decididas acciones del almamy contra el comercio de esclavos,
Aunque una proporción significativa de los cautivos en los primeros a las que comparaba con las vacilaciones de los gobernantes europeos13•
años del comercio con Saint­Domingue provenía de Senegambia, hacia fines M. Saugnier, un aventurero francés que abandonó su vida de tendero
del siglo XVIII la mayoría venía de regiones más al sur de África. Incluso entre para probar suerte como comerciante en África, hizo un recuento meticuloso de
quienes procedían de Senegambia, los hombres y las mujeres denominados su viaje por el curso del río Senegal en 1785: era casi un reclamo para quienes
poulards se vieron superados en número por otros a quienes se designaba como quisieran seguir sus pasos. Afirmaba que la nación de los poules se extendía
bambaras, senegaleses, sosos y mandingas. La relativa rareza de la designación desde más abajo del poblado de Podor hasta Matam, una aldea fortificada que
«poulard» hace probable que cuando distintas variantes de la frase «Rosalie de ocupaban poules y saltinguets río arriba. Saugnier les ofrecía a sus lectores una
nation Poulard» se utilizara en documentos provenientes del distrito de Jérémie acerba descripción, reflejo de su fracaso como tratante de esclavos debido a la
en Saint­Domingue para identificar a una mujer ralativamente joven, todas se falta de cooperación de sus líderes, especialmente el clérigo llamado Abdulkaadir
hayan referido a la misma persona
12• Kan: «Aunque la nación poule vive en una de las zonas más hermosas de África,
La designación «de la nación Poulard» fue reforzada por la propia Rosalie. es una nación miserable ... La gobierna un jefe de su religión ­una mezcla
Autodesignarse miembro de la nación Poulard hacia fines del siglo XVIII puede lamentable de islamismo y paganismo­llamado el alrnarny»!",
haber sido un acto políticamente significativo. Los franceses que controlaban Abdulkaadir Kan era un líder musulmán muy culto que se había sumado
a un movimiento que denunciaba la laxa religiosidad y la presencia constante
de incursiones esclavistas que capturaban incluso a los dependientes de los
Abdul (París: Éditions Karthala, 2004), 40­53, 90­91. Sobre la información que se puede clérigos más respetados. Después de vencer en lo que posteriormente se llama­
extraer de la etnonimia, véase Michael Gomez, Exchanging Our Country Marks (Chapel ría la Rebelión de los Toorobe, Abdulkaadir Kan adoptó el título de almamy
Hill: University ofNorth Carolina Press, 1998), caps. 1 y 3. No obstante, Megan Vaughan
y gobernó la zona llamada Fuuta Tooro, que se extendía por varios cientos de
advierte que no se puede confiar en que esos términos «nos revelen una "raíz" cultural o
étnica; más bien nos revelan un proceso». Megan Vaughan, Creating the Creole Island:
kilómetros a lo largo del río en la estrecha franja de tierras fértiles de sus dos
Slavery in Eighteenth-Century Mauritius (Durham, NC: Duke University Press, 2005), 114. riberas". Los súbditos del almamy por lo general hablaban o aprendían a hablar
1l Les agradecemos a Boubacar Barry, Mamadou Diouf, Martín Klein, David Robinson,
Mamoudou Sy, Ibrahima Thioub y Rudolph Ware sus análisis de las afiliaciones que pueden
designarse con el término «poulard». 13
Thomas Clarkson, Letters on the Slaue-Trade, and the State of the Natives in Those Parts of
12 Véase J[acques]. Ho [ udaille], «Les esclaves dans la zone d' occupation anglaise de Saint­Do­
A.frica, Whích are Contiguous to Fort St. Louis and Gorée (Londres: impreso y distribuido
mingue en 1796», Population 26 (enero­febrero de 1971): 152­157. Houdaille solo encontró por James Phillips, 1791), 31­33, 80­81.
48 esclavos designados como poulards en un grupo de 3296 inventariados, mientras que a 14
M. Saugnier, Relation de plusieurs voyages a la cóte d'Afrique, a Maroc, au Sénégal a Gorée,
314 se les llamaba bambaras, y a 121 senegaleses. Véase también G. Debien, J. Houdaille y
R. Richard, «Les origines des esclaves des Antillcs», Bulletin de l1nstitut[rancais de l'Afrique
a Galam, etc. (París: Gueffier jeune, 1791), escribe sobre «les paules». Véase 203­209.
15
noire (publicado en los volúmenes 23, 25, 26, 27 y 29 de la serie B, entre 1961 y 1967); Véase Robinson, «Islamic Revolution ofFuta Toro»; Robinson, «Abdul Qadir and Shaykh
y David Geggus, «Sex Ratio, Age and Ethnicity in the Atlantic Slave Trade: Data from Umar: A ContinuingTradition oflslamic Leadership in Fura Toro», lnternationaljournal
French Shipping and Plantation Records», Journal ofA.frican History 30 (1989): 23­44. of A.frican Historical Studies, 6 (1973): 286­303; y Rudolph T. Ware, III, The Walking

PAPELES DE LIBERTAD «ROSALIE, NEGRA DE LA NACIÓN POULARD»


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el idioma pulaar, y quienes no eran musulmanes se convertían al islam. Para los en busca de presos para vendérselos a los europeos en San Luis, Gorea u otros
comerciantes y administradores franceses de la isla de San Luis, esas personas lugares. Si no eran rescatados a tiempo, las mujeres y los hombres de habla
­de quienes dependían para obtener suministros de alimentos y paso seguro pulaar que se encontraban entre esos cautivos terminaban formando parte
por el río­ pasaron a ser los «Negres paules du pays de Toro» (negros poulards comercio de esclavos a larga distancia18•
de la zona de Tooro), o simplemente los poules16. El tratante Saugnier les brindaba a sus lectores franceses la descripción
Históricamente, los habitantes del valle medio habían participado en de una secuencia de sucesos que podía conducir a dicho cautiverio. Al describir
incursiones y batallas en las que hacían prisioneros, que podían ser rescatados a quienes llamaba saltinguets, el autor escribía:
por sus comunidades de origen o vendidos como esclavos al comercio interno,
al transahariano o al atlántico. El almamy introdujo una nueva política, basada Los dirige un príncipe que por derecho de nacimiento debió haber sido
en una lectura más rigurosa del Corán, y prohibió la venta de hermanos mu­ i el rey de los paules; pero los sacerdotes que lo despojaron del cargo lo
sulmanes al comercio atlántico. Aunque en su reinado se siguió practicando la(I expulsaron de sus tierras. Este príncipe es valiente, realiza frecuentes
esclavitud interna, en 1785 pudo imponerle a Francia un tratado que le prohibígl incursiones en los territorios de los paules .y les vende sus cautivos a sus
adquirir cautivos en sus dominios. El control por parte del almamy de un tramo vecinos moros, quienes los llevan a [San Luis de] Senegal19•
clave del río le permitía revisar los convoyes, y no aceptaba que los cautivos a
los que consideraba sus súbditos fueran vendidos a los comerciantes de la isla En efecto, la protección del almamy solo era efectiva donde y cuando
de San Luis, quienes aprovisionaban a los esclavistas europeos. Dadas las difi­ podía imponer su voluntad, y había muchos competidores deseosos de pasar
cultades de la navegación en el río y la vulnerabilidad de los convoyes durante por encima de sus escrúpulos sobre la venta de los suyos a la trata atlántica.
la larga travesía, los tratantes no tenían más remedio que acatar la prohibición 17• La designación de Rosalie, una africana esclavizada en Saint­Dornin.l
hablab4
Tras el ascenso al poder de Abdulkaadir Kan, los habitantes de Fuuta gue, como «de la nación Poulard», casi de seguro quería decir que
Tooro corrieron menos peligro de verse trasladados a las Américas como es­ ­o había hablado en otros tiempos­ la lengua pulaar. Probablemente sigj
clavos. Pero había varias maneras de terminar en cautiverio, incluso durante nificaba también que había sido capturada en el valle del río Senegal o en sus
el período de vigencia del tratado entre el almamy y los franceses. Las derrotas proximidades, lo que incluía a Fuuta Tooro, a pesar de la protección formal
en el curso de las guerras de expansión del almamy dejaban cautivos en manos que brindaba el almamy Abdulkaadir Kan. También puede haber apuntado a
de sus vecinos; sus rivales no vacilaban en realizar incursiones en su territorio; cierta experiencia con documentos escritos. Aunque la región era víctima de
y el propio almamy podía utilizar las ventas como un medio para mantener disturbios provocados por conflictos armados, los seguidores del almamy en
el control interno. Bandas armadas de diversos tipos incursionaban en Fuuta Fuuta Tooro le daban un gran valor a la enseñanza, la lengua y la escritura. Era

Qur'an: Islamic Education, Embodied Knowledge, and History in West Africa ( Chapel Hill:
University ofNorth Carolina Press, 2014), cap. l. 18
Kane, La Premiere Hégémonie, 273. La presencia de hablantes de pulaar más allá de los
16
La primera cita es de un documento relativo al asesinato de un comerciante en el comercio dominios del almamy Abdulkaadir Kan complica el panorama. Resulta difícil saber si el
fluvial, 7 de agosto de 1806, escritura 1694, caja 2, Fonds 4Z2, ANS. El término «paules» almamy se negaba a permitir el paso de esos individuos como cautivos. Algunos hablan­
aparece con frecuencia en los mapas de fines del siglo XVIII, entre ellos el confeccionado tes de pulaar provenientes de la zona de Galam, ubicada río arriba, podían también ser
para Thomas Clarkson alrededor de 1789­1790 po� M. de Villeneuve y conservado en los embarcados por otras rutas al norte o al sur del río.
Clarkson Papers, William R. Clements Library, University of Michigan, Ann Arbor. 19
Saugnier añadía que «siempre son comprados, a pesar del tratado con el almamy de abste­
17
Robinson, «Islamic Revolurion» y «Abdul Qadir», Las cuestiones teológicas subyacentes nerse de comprar a alguien de su nación, sin duda porque se cree que el tratado solo se
de la interpretación coránica sobre la esclavitud son excepcionalmente complejas. Véase aplica cuando se entra en sus territorios con un convoy para ir río arriba hacia Galarn».
Rudolph T. Ware III, «Slavery in Islamic Africa, 1400­1800», en The Cambridge World Véase Saugnier, Relation, 266. Sobre los saltinguet, véase Abdoulaye Barhily, Les Portes de
History of Slavery, vol. 3, eds. David Eltis y Stanley Engerman (Cambridge: Cambridge l'or: le royaume de Galam (Sénégal) de l'ere musulmane au temps des négriers (VIII-XVIII siecle)
University Press, 2011): 47­80. (París: Éditions LHarmattan, 1989).

PAPELES DE LIBERTAD «ROSALIE, NEGRA DE LA NACIÓN POULARD»


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'una creencia ampliamente compartida que versos escritos preparados como San Luis de Senegal era un enclave típicamente atlántico: una isla es­
amuletos tenían un poder protector", trecha a lo largo de la costa de África Occidental en la que convivían funcio­
Además, Michel Vincent, el francés con el que había vivido por años y narios, comerciantes, marinos, trabajadores y cautivos bajo un frágil dominio
con el que había tenido varios hijos, escribió la expresión «de la nación Poulard» colonial francés. El lugar era, a la vez, perfecto y precario, porque la isla estaba
junto al nombre de Rosalie en fecha tan tardía como 1803. El propósito del situada en el río Senegal, a unos dieciocho kilómetros de la desembocadura,
documento en cuestión no era aumentar su valor monetario, sino identificarla con las tierras de los maures (los moros) al norte, Kajor y las de los uolofs al
con todo detalle a fin de ratificar su estatus de libre. Es posible que el término sur, Waalo al este, y Fu uta Tooro y Galam a distancia navegable río arriba. Los
«poulard» fuera reconocido por sus vecinos y que ella misma se sintiera orgullosa portugueses llegaron a la desembocadura del río Senegal a mediados del siglo
de él. Algunas personas habrían sabido que la vinculaba a una nación cuyo líder XV y en 1659, un agente francés de la Compagnie du Cap­Vert et du Sénégal,
trataba de impedir que sus súbditos fueran víctimas de la trata atlántica, y cuyos construyó un fuerte en la isla23•
habitantes rescataban a los cautivos cada vez que podían. Por otro lado·, nation La ubicación estratégica de San Luis a menudo tentaba a otras poten­
poulard era también una categoría impuesta por los comerciantes de esclavos, cias europeas rivales a disputarla. Deseosos de tener acceso al río, los ingleses
y formaba parte del lenguaje con el que probablemente se le designara al ser tomaron el pueblo y lo mantuvieron en su­poder durante varios meses 'en
vendida por primera vez en la colonia21• 1693, y después por varios años a partir de 1758. Aunque el control real de
La edad de Rosalie, que aparece en un acta de venta posterior, parece la población heterogénea y el variado comercio de la pequeña isla no necesa­
indicar que había nacido aproximadamente en 1767, lo que significaría que riamente se ajustaba a las declaraciones formales de soberanía proclamadas en
era muy joven durante la rebelión de Fuuta Tooro. Su traslado a las Américas Europa, el Tratado de París de 1763 les confirió la autoridad sobre la región a
posiblemente se produjo en la década de 1780 o muy al inicio de la de 1790. los ingleses. Durante el período de la ocupación inglesa de la isla, los habitants
Lo más probable es que su puerto de embarque haya sido San Luis de Senegal, locales, por lo general mestizos, gozaron en la práctica de un nivel sustancial
donde los tratantes llevaban cautivos del río Senegal y del comercio en el .interior de autonomía. Un tratado posterior firmado en 1783 le devolvió la colonia el
y los enviaban de allí a las colonias caribeñas de Francia y a otros lugares. En�Ía· dominio francés, pero los habitants deseaban conservar la libertad de acción
década de 1780, los barcos franc�ses trasladaron a muchos cautivos del Afrid que habían adquirido, incluido un importante papel en elcomercio fluvial. No
Occidental al Caribe, pero tras la gran revuelta de esclavos que se produjo en) obstante, buena parte del valle medio del río Senegal estaba ya bajo la autoridad
la región norte de la colonia en 1791, la mayoría de los tratantes de esclavos del almamy Abdulkaadir Kan, lo que hacía que el acceso al comercio estuviera
no se atrevió a desembarcar en Saint­Domingue22. .,.­J sujeto, en lo fundamental, a negociaciones24•

20 Sobre la enseñanza en Senegambia, véase Ware, Wálking Qur'an. Véase también Abbé
David Boilat, Esquisses sénégalaises (1853; reimp. París: Éditions Karthala, 1984), 384­386, escalas subsiguientes en Corea y en la desembocadura del río Gambia, por lo que no resulta
388­413. Boilatsubraya el gran número de escuelas del país y el alto nivel de alfabetización imposible que fuera originaria de una región más al sur llamada Fuuta Jalan.
en árab� (390­391). 23
Sobre el período temprano véase Abdoulaye Ly, La Compagnie áu Sénégal (París: Édicions
21
Para referirse a los residentes de Fuuca Tooro, Boilat emplea el término «toucouleur», deri­ Karthala, 1�93), 281­292. Para el período posterior, véase Ibrahima Thioub, «Cesclavage
vado del más antiguo de «tekrur», y escribe sobre ellos: «No aceptan que uno de los suyos a Sainr­Louis du Sénégal au xvnr­xrx" siecle», Jahrbuch 2008/2009 (Wissenschafcskolleg
sea esclavizado, y si eso sucede, hacen cualquier sacrificio para pagar el rescate». Boilat, zu Berlín, 2010): 334­356.
Esquisses, 394. 24
Abdoul Hadir Ardara, Saint-Louis de Sénégal d'hier a aujourd'hui (Brinon­su­Sauldre:
22
En «Affranchissement de la négresse Rosalie par Marrhonne», 2 de diciembre de 1795, Grandvaux, 2004), 9­11; James F. Searing, West African S!avery and At!antic Commerce:
notario Dobignies, exp. 9­218, Jérémie Papers, Special Colleccions, Universicy ofFlorida the Senegal River Va/ley, 1700-1860 (Cambridge: Cambridge University Press, 1993). Las
George A. Smathers Libraries, Gainesville, se dice que Rosalie tiene «aproximadamente negociaciones entre los franceses y el almamy aparecen en la correspondencia del goberna­
veintiocho años». Su descripción como poulard durante un tiempo tan prolongado refleja dor Franc;:ois Blanchot. Véase «Registre et correspondance du commandant du Sénégal, 28
el etnónimo empleado por los franceses; de ahí la inferencia de que probablemente fue December 1789, 2 March 1793­8 November 1808», Fonds 3Bl, ANS; y Mamadou Diouf,
trasladada de San Luis en un barco francés. Pero algunas embarcaciones hacían múltiples Le Kajoor au XIX siecle: pouvoir ceddo et conquéte colonia/e (París: Éditions Karchala, 1990).

. PAPELES DE LIBERTAD «ROSALIE, NEGRA DE LA NACIÓN POULARD,,


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En los años siguientes, convoyes de botes y barcazas, en su mayoría per­ descendientes. Los registros notariales de San Luis contienen numerosos con­
tenecientes a los habitants, viajaron río arriba a una serie de puestos comerciales tratos y transacciones legalizados en francés a favor de mujeres cuyos nombres
(escales) a lo largo de las riberas del río, para intercambiar telas, papel, alcohol revelan su ascendencia africana y mestiza. El número total de franceses en la
isla era pequeño y la mayoría trabajaba directamente para el gobierno colo­ 1
y otras mercancías por marfil, goma arábiga, mijo y cautivos. De junio a sep­
tiembre, en la pleamar, el río era navegable hasta el territorio de Galam, en los nial. No obstante, algunas actividades comerciales estaban reservadas para/1
actuales Mali y Mauritania, además de Senegal. En los puestos comerciales a los representantes de la Compagnie du Sénégal, que contaba con reconoci­]
lo largo de su curso, los comerciantes vendían esclavos traídos de lugares in­ miento oficial27. ­

cluso más lejanos. Una vez finalizados los intercambios, el convoy emprendía Muchos residentes de San Luis tenían esclavos a su servicio, y por lo ge­
el regreso río abajo con mercancías y cautivos. Pero según el tratado firmado neral los mantenían totalmente separados de los cautivos destinados a la trata
atlántica. El trabajo de esos hombres y mujeres esclavizados ­cuyo número
por Francia en 1785, los representantes del almamy de Fuuta Tooro tenían
derecho a inspeccionar a los pasajeros y a liberar a quienes consideraran ilegal­ se calcula en unos 2000­ se utilizaba en la isla para la producción doméstica,
mente esclavizados25. el transporte o las tareas del hogar, aunque los esclavos también podían alqui­
El momento de la llegada del convoy a San Luis, al regreso del viaje, era larse para obtener ingresos a corto plazo. Los esclavos que contaban con una
una ocasión importante. Las familias se volvían a reunir, se pagaban las deudas, calificación, ¿onocidos como laptots, les resultaban esenciales a los convoyes
se informaban los decesos, se vendían los prisioneros. A lo largo del año, los anuales que remontaban el río, que en buena medida estaban en poder de los
residentes de San Luis habían pedido préstamos que a menudo prometían pagar habitants de la isla, quienes operaban bajo la protección de la Cornpagnie du
con piezas de India al regreso del convoy. Ahora era el momento de arreglar Sénégal. La riqueza expresada en la posesión de personas era en San Luis, como
. las cuentas. Cuando alguien no podía pagar sus deudas, se iniciaba un proce­ en todo el resto de la costa del África Occidental, un elemento fundamental de
so legal ante el grejfe, la oficina del secretario (greffier), considerado el «único estatus, así como una fuente de ingresos y trabajo28•
funcionario judicial» de la isla. Para los cautivos, ese era el momento en que Los dueños de esclavos de San Luis también eran capaces de adaptar los
pasaban a la esclavitud doméstica en la isla, a los depósitos temporales donde procedimientos franceses a los añejos ideales oesteafricanos de caridad, pro­
tección y relaciones patrono­cliente. La affeanchissement (manumisión) legal y¡
esperaban la llegada de la estación del comercio atlántico, o directamente a los
barcos que esperaban frente a la costa26• formal de cautivos favorecidos, registrada por el escribano oficial, se convirtió]
San Luis de Senegal no era un simple punto de embarque y desembar­ en un acto de caridad frecuente y muy visible, especialmente común entre lasl
que, sino que contaba desde hacía largo tiempo con una compleja sociedad mujeres. A solicitud de ellas, el escribano a menudo incluía el requisito de que
isleña: era un clásico puesto comercial del África Occidental, pero también un el beneficiario de la libertad así concedida reconociera a su antigua ama como
sitio de encuentro e intercambio. Un reducido número de hombres europeos, su «benefactora». Por ejemplo, la affeanchissementde un muchacho de trece años
llamado Bouccari­Sarnba por una mujer designada como Signare Cornba­Poule
que por lo general vivían en uniones consensuales con mujeres locales llama­
das signares, había establecido desde muy temprana fecha redes de relaciones a
fin de comerciar con bienes y personas del continente. A fines del siglo XVIII,
buena parte del comercio de la isla estaba en manos de las signares y sus
27
Para una visión panorámica, véase Michael David Marcson, «European­African Interaction
in the Precolonial Period: Saint Louis, Senegal, 1758­1854» (tesis para obtener el grado de
doctor, Princeton University, 1976).
25
Saugnier, Relation, 287­300 .. Sobre Galam y las mercancías para comerciar llevadas allí,
véase Barhily, Les Portes de l'or. Para una descripción de un viaje río arriba en la década 28
Consúltese Searing, West African Slavery. Para estimados del número de esclaves de case,
de 1780, véase Antoine Edme Pruneau de Pommegorge, Description de la Nigritie (París: véase Silvain Meinrad de Colbéry, Fragmens d'un voyagefaitpendant les années 1785, 1786,
Maradan, 1789). et 1787, vol. 2 (París: Treuttel et Würtz, 1802), 328­363. Sobre un fenómeno paralelo en
26 Para las diversas transacciones que tenían lugar a la llegada de un convoy, véanse los docu­ la ciudad porcuaria de Lagos, más al sur, véase Kristin Mann, Slavery and tbe Birth of an
mentos en cajas 1 y 2, Fonds 4z2, ANS. African City: Lagos, 1760-1900 (Bloomington: Indiana University Press, 2007), cap. 2.

«ROSALIE, NEGRA DE LA NACIÓN POULARD»


PAPELES DE LIBERTAD ·
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En cuanto a los destinados al comercio atlántico, a diferencia de Timac ,
da la impresión de ser un asunto de familia extendida, estructurado en el papel sus el despojo que se' procedía a hacer de sus nombres era la señal de ¡/ ­,
y hijos,
menos) las normas de la práctica escritural frances�
29•

para cumplir (más O ruptura con sus vidas anteriores. Ni siquiera se cumplía la formalidad de rea­ ¡
A las complejidades en torno al comercio atlántico hay que añadir que
[izar un bautizo colectivo y darles nuevos nombres. Cuando la mujer que más
las transacciones que involucraban a cautivos vendidos en el mercado local tarde se llamaría Rosalie cayó en manos de uno de los tratantes de San Luis,
volátiles, dado que los líderes de ." entidade_s po­
podían ser políticamente sin dudas no quedó registrada por escrito como una persona, sino como una
líticas aledañas del continente africano tenían principios e intereses en ¡ueg�
mercancía calculada en piezas de India32•
en los sucesos de la isla. En un episodio de ese tipo, un cautivo propiedad de}\
Los registros que llevaban los escribanos oficiales de San Luis a fines del
damel de Cayor llegó a San Luis, se embonachó y «se vendió» en el mercad20
siglo XVIII e inicios del XIX contienen muchos rastros de los comerciantes fran­
Presumiblemente, se embolsó el precio de la venta, y ocasionó una protesta
ceses y los habitants locales que reunían cautivos para vendérselos a los tratantes
del damel. En un intento por poner fin a esas «autoventas» de cautivos, el go­
del comercio atlántico. Uno de los más conspicuos era un habitantde nombre
bernador francés Blanchot ordenó que las ventas solo ·
se podrían realizar con
· d 30
.rano Paul Bénis, a veces llamado Monsieur Paul, que compraba y vendía esclavos
la supervisión del maitre de tangue, un interme d autoriza o .
esclavos de San Luis por lo general mantenían una y goma arábiga para la Compagie y otros clientes. Se ve su rastro en blanco y
Los propietarios de
negro en los contratos y escrituras de venta que han llegado a nuestros días:
estricta separación entre los esclaves de case o esclaves de tapade (esclavos do­
compraba tierras y edificaciones, hacía préstamos y lidiaba con europeos que
mésticos) que se proponían­ mantener en esa condición y los que estaban en7
iban y venían de la isla. También armaba embarcaciones para el viaje río arriba
tránsito destinados al comercio atlántico. A los esclavos domésticos a menudoj
a Galam y albergaba a los captifi sin nombre en sus inmuebles de San Luis'".
se les re�onocían nombres y familias. Por ejemplo, al disponer de la herenóá­­'
de_ su Cuando llegaba la temporada del cruce del Atlántico, los barcos dedi­
de Marianne Fleury, los peritos hicieron una relación de los cautivos
agrup.�dos en �
f mzlles cados a la riesgosa empresa de buscar ganancias en el comercio con el África
propiedad en la que estos aparecían con sus nombres y
Occidental llegaban de Nantes, La Rochelle, Filadelfia y otros puertos del Atlán­
­como Timac, marino, cincuenta y cinco años, y sus dos hijos de qumce Y
tico. Al inicio, los navíos se quedaban frente a la costa, de cara al intimidante
trece años, uno carpintero y el otro albañil­ a las que no se separaba (al me­
obst�nte, rompiente, mientras los capitanes decidían cuál era la mejor manera de realizar
nos en los papeles) en el curso de la adjudicación de la herencia. No
la maniobra. En ocasiones permanecían del otro lado del banco de arena que
la amenaza de inclusión en el comercio atlántico pendía incluso sobre qmenes1
vivían en el seno de las familias, y los documentos del grejfe confirman que losJ protegía a la isla y transportaban a las personas y el cargamento desde y hacia
individuos acusados de cometer un delito podían perder su estatus protegiddf los barcos en largas piraguas tripuladas por remeros africanos. Una estrategia
Américas31• alternativa consistía en que el barco tratara de seguir el canal para remontar el
y ser vendidos a un tratante que partiera hacia las
banco. Este era un proceso angustioso que se describe vívidamente en las decla­
raciones realizadas por capitanes que sobrevivían al fracaso de esa maniobra'",
29 Véase Affranchissement, 22 de febrero de 1789, caja 1, Fonds 4z2, AN�. Para un ejemplo de
manumisión colectiva de esclavos africanos por un proptetano mesnzo, véase la escntura
de la viuda Thévenot, escritura 430, caja l , Fonds 4z2, ANS. Le agradecemos a Mamadou
Diouf sus sugerencias relativas a la interpretación de esos documentos. 32
Por tanto, resulta improbable que el bautizo que declaraba que el nombre de pila de Rosa­
30 El análisis del caso del cautivo del dame! está en la orden 111, folio 27 r, fechado el 14 lie era Marie Francoise tuviera lugar en fecha tan temprana como la que corresponde a su
corresp_ondenc1a e,ntre el
Frimaire, año XI [5 de diciembre de1802], del registro de la paso por San Luís. No obstante, algunos musulmanes libres de San Luis se convirtieron.
gobernador Blanchot y
el alcalde de San Luis, en Fonds 3B :Ns.
1, Copias de esas ordenes Véase «Affranchissement par la S. Louise Couvat négresse chrétienne de la captive Marie
se enviaban al Ministere de la Marine et des Colonies en Pans, y la misma orden aparece Dimbalaye», 22 de septiembre de 1789, escritura 467, caja 1, Fonds 4z2, ANS.
oque ,du retom du
en las páginas 29­30 del «Livre d' ordres depuis le mois de mai 1792, �� 33
Varios documentos sobre Paul Bénis se conservan en la caja 1, Fonds 4z2, ANS. Véase también
en chef du Sénégal», registre 30, sous­sene 6, sene C, ANOM.
citoyen Blanchot, commandant Saugnier, Relation, 176, para una descripción de Bénis como un extonelero (tonnelier) de
31 Véase «Les arbitres appellés par les héritiers de Marianne Fleury ... », en exp. «Minutes & la Compagnie en Gorea, trasplantado a San Luis.
autres acres du Greffe an 14», caja 2, Fonds 4z2, ANS. Thioub, «Lesclavage», subraya el 34
Varias de ellas se conservan en la caja 2, Fonds 4z2, ANS.
la amenaza de ser vendido al comercio atlántico. ·
papel que desempeñaba

«ROSALÍE, NEGRA DE LA NACIÓN POULARD»


PAPELES DE LIBERTAD
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Hasta los capitanes capaces que llevaban pilotos experimentados a bordo se salió de su ruta y dio contra los rompientes». No tenían más remedio que
corrían un gran riesgo al cruzar el banco. Si una embarcación cargada tenía un tratar de abrirse paso hacia «aguas tranquilas, hacia la costa africana», mientras
calado de, digamos, nueve pies, y la profundidad 'del agua sobre el banco ese «parte de la tripulación y muchos de los esclavos se dedicaban a desfondar los
día era solo de ocho, primero había que transbordar parte del cargamento a barriles de agua en la bodega y arrojar sal por la borda para aligerar la embar­
un bote alquilado en el pueblo, con el riesgo de que sufriera daños. Entonces cación, a la vez que bornbeaban­".
llegaba el momento de izar las velas, aumentar la velocidad y tratar de cruzar Ahora el capitán tenía que hacer un rápido cálculo de las ganancias,
el banco. Si el viento era demasiado débil y la corriente demasiado fuerte, re­ las prioridades y las vidas. Mientras el barco lanzaba un pedido de auxilio, la
sultaba sencillamente imposible avanzar. Si los cálculos eran erróneos y la ma­ embarcación del práctico se llevó a dieciséis o veinte esclavos al «bergantín de
Nueva York anclado a 2 millas por encima del banco». Cuando la barcaza del
rejada demasiado grande, todos oían el terrible crujido del casco al dar contra
la arena. Encallado en el banco a fines de julio de 1804, el capitán de la goleta gobernador fue en ayuda.de los tripulantes que permanecían en el barco, el ca­
sueca Speculation (nombre muy apropiado) vio cómo los «nativos de tierra fir- pitán comenzó a desembarcar a esclavos, al médico y a los pasajeros en el barco
me» se reunían para contemplar su indefensa embarcación. A la pérdida de su del práctico y otra embarcación pequeña. Pero cuando esos botes empezaron
abordaje35• a remontar el río fueron atacados por «nativos» de tierra firme, y «los botes se
cargamento por el embate de las olas se añadía ahora el riesgo de un
Los cautivos como Rosalie, transportados hacia las Américas, vivían vieron obligados a acercarse al bergantín para que sus cañones los cubrieran y
variaciones del .rnismo drama a la inversa. Una descripción especialmente ví­ evitar ser capturados por los africanos, pero como se aproximaron demasiado
vida es la de un viaje realizado por el bergantín Fly, cuyo puerto de origen era a los rompientes, ambos barcos se llenaron de agua y se voltearon ... Y varios
Filadelfia. A su llegada, el Fly hizo un cruce sumamente dificultoso del banco esclavos se ahogaron».
de arena de San Luis, pero atracó sin haber sufrido daños frente al «pueblo de Entonces las cosas empeoraron: «Nos dimos cuenta de que la embarcación
la isla de Senegal y echó amarras en el muelle de Mr. Valentin» el 3 de abril de estaba tan dañada que estábamos obligados a cortar el trinquete para evitar que
1805. Ocho semanas después, el Fly estaba listo para emprender el viaje de re­ se hiciera pedazos». Las olas rompían sobre la cubierta tanto en la proa como
en la popa. «Sacamos a todos los esclavos varones a cubierta y nos dedicamos a
greso por el Atlántico. A las 7:00 a.m. del 4 de junio subió a bordo un piloto,
desatracó y «navegó a vela río abajo; a las 11 [:00 a.m.] llegó junto al barco de quitarles los grílletes, mientras disparábamos a intervalos los grandes cañones
la guardia a unas 6 millas de Senegal. .. el sobrecargo llegó al costado del barco y las armas de menor calibre durante la noche para impedir que los africanos
con un bote de esclavos». Permanecieron cinco días en ese lugar y cargaron nos abordaran». El cálculo final fue desolador: soltaron amarras «y dejamos
«millo para los esclavos». Después el Fly navegó a vela río abajo y tiró el ancla al primer oficial y a 7 marineros y 13 esclavos varones a bordo». Entonces, al
unas dos millas antes de llegar al banco". mediodía, «el bote del barco de la guardia ya mencionado llegó a bordo por
El piloto y el primer oficial sondearon la profundidad del agua sobre 2dª vez y se llevó al Primer Oficial y al resto de la tripulación con algún equi­
el banco y marcaron el canal con boyas. Pero cuando el bergantín comenzó el paje». Esos fueron los últimos que desembarcaron. Los « 13 esclavos varones»,
cruce, el viento cambió repentinamente y «tiró del noroeste y viró las velas». que pueden o no haber seguido encadenados, aparentemente fueron dejados a
Estaban metidos' en problemas. «El barco, que ya había entrado en el banco, bordo hasta que el barco se hizo pedazos. En su declaración, el capitán infor­
maba que de los setenta esclavos originalmente llevados a bordo del Fly, solo
veinticuatro sobrevivieron38.
El viaje de Rosalie puede haberse realizado en un navío francés o bri­
35 La historia del naufragio está tomada de la transcripción del diario de navegación del Specu-
lation y de las­ declaracione\ del capitán, conservadas en el expediente titulado « 1804» en tánico; no tenemos manera de conocer su nombre. Pero sí sabemos que toda
la caja 2, Fonds 4z2, ANS. , partida de un barco desde San Luis les planteaba numerosos retos al capitán y
36 El bergantín partió del muelle de Mr. Crousleatt en Filadelfia el 1 O de diciembre de 1804
e hizo una escala en Praia, Cabo Verde, para aprovisionarse de agua. Véase el documento 37 Ibíd.
n.º 856 (antes n.º 985), «Prorest cap' stewars», y el rotulado como «n.º 966, Rapport capt.
38
steward», en el expediente titulado «1805», ambos en la caja 3, Fonds 4z2, ÁNS. · Ibíd.

PAPELES DE LIBERTAD «ROSALIE, NEGRA DE LA NACIÓN POULARD»


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la tripulación, y múltiples terrores a los cautivos: de coerción, de abandonar a combatían con los marineros en la proa. Las mujeres se habían puesto

otros o ser abandonados, de las gigantescas olas, del peligro de ahogarse. Ade­ de acuerdo con los hombres con ayuda de los niños que trabajaban en

más, resulta posible inferir algunas de las circunstancias del viaje de Rosalie la cocina, a quienes habían exhortado a cumplir esa tarea.

examinando los documentos de otros barcos que navegaron a las islas azucareras
de Francia desde el puerto de San Luis en la década de 178039. Tras escuchar ese recuento, el capitán informó: «Actuamos contra �as
L'Amitié, por ejemplo, partió de La Rochelle con destino a San Luis (al mujeres igual que contra los hombres». Tres semanas después de ese drama Be
que sus documentos se refieren simplemente como Senegal) a fines de 1786. complots y castigos, L'Amitié llegó a Puerto Príncipe y los 206 cautivos sob're­
vivientes fueron vendidos41•
Llegó a San Luis en enero de 1787 y el capitán invirtió tres meses en la adqui­
sición de 224 cautivos, muchos de ellos de Monsieur Paul [Bénis], el tratante Es muy probable que, como L'Amitié, el barco que llevaba a Rosalie
residente en el lugar. La imagen del embarque es vívida: los esclavos eran enca­ tocara tierra primero en Puerto Príncipe u otro de los puertos importantes de
denados con «fers et rnenottes» (grilletes y cadenas) y llevados a bordo de uno Saint­Domingue. La bahía de J érémie, donde Ros ali e finalmente terminaría, no
en uno. Se les subió a cubierta esa noche para comer y allí se les sometió a una ofrecía una buena protección contra el mar y recibía pocos barcos procedentes
demostración de fuerza: «hicimos a la vez 12 disparos de fusiles de pedernal directamente de Francia. La continua expansión de la producción cafetalera de
la región garantizaba un mercado de trabajadores esclavizados, pero los pocos
y tres de trabucos» para que los cautivos supieran que en caso de una revuelta
«seríamos capaces de defendernos». L'Amitié costeó en dirección al sur hasta esclavistas transatlánticos que desembarcaron en esos años en Jérémie por lo
Gorea para embarcar otros cincuenta y dos cautivos, y después se hizo a la vela general llevaban cargamentos de cautivos procedentes del África Central, sobre
hacia Saint­Domingue el 10 de abril de 178740. todo de Angola. De ahí que la mayoría de los habitantes de Senegambia que
Pero la demostración de fuerza sobre cubierta que se ejecutó en San llegaron a ese distrito aislado de la península sur quizá fueran transportados en
Luis no surtió el efecto deseado. El 4 de mayo la tripulación descubrió que embarcaciones más pequeñas como parte del comercio costero42•
los cautivos organizaban un complot, o por lo menos eso fue lo que los cuar­ La reconstrucción del probable itinerario atlántico de Rosalie nos pro­
tel maestres negros (negres quartiers maítres) le dijeron al capitán. El motivo porciona algunas pistas acerca del conocimiento que trajo consigo a su perío­
fundamental de la revuelta eran las aflicciones causadas por las cadenas, y se do de cautiverio en el Caribe. Es posible, aunque poco probable, que hubiera
decía que los prisioneros planeaban amenazar de muerte a la tripulación si no recibido algunos rudimentos de lectura y escritura. Aun si no había asistido a
se las quitaban. Traídos a cubierta de uno en uno para castigarlos, los. cautivos la escuela, no habría desconocido la importancia de la escritura. Los corner­s
varones terminaron por denunciar el nombre del cabecilla, quien, después de ciantes de San Luis que enviaban barcos río arriba en busca de esclavos sabían
que lo azotaran, describió el supuesto complot, en el que estaban implicados que debían llevar papel, una mercancía muy demandada, porque se utilizaba
mucho en las comunidades que encontraban a lo largo del camino.". ·­
mujeres y niños:

Nos confesó que las mujeres aprovecharían el momento de la comida,


cuando los oficiales no estaban en cubierta, para rebelarse, y que entre 41
Ibíd., 372­373. Como señalan algunos historiadores, cada defunción a bordo exponía a los
ellas matarían a todos los blancos del alcázar, mientras los hombres demás cautivos al espectáculo de la muerte sin un funeral apropiado, de un alma desgajada
de sus antepasados y sus descendientes. Véase Stephanie Smallwood, Saltwater Slavery: A
Míddle Passagefrom Africa to American Díaspora ( Cambridge, MA: Harvard University Press,
2007).
39 Sobre el barco de esclavos como prisión y lugar de terror véase Marcus Rediker, The Slave
42
Shíp: A Human Hístory (Nueva York: Viking Press, 2007). Sobre un viaje francés en un En Mettas, Répertoíre, aparece información detallada sobre viajes.
período anterior, véase Robert Harms, The Dílígent: A Voyage through the Worlds ofthe Slave
43
Véase, por ejemplo, la referencia al papel en la relación de un cargamento «État des
Trade (Nueva York: Basic Books, 2002). marchandises livrées par la C'" du Sénégal au Sr Mandeau pour une livraison attendue de
40
Jean Mettas, Répertoíre des expéditions négríeres franraíses au XVIIJ' siecle, vol. 2, Ports autre 25 captifs a remettre a M. Paul Benis lors de la prochaine descente de Galam», 25 de julio
que Nantes, ed. Serge Daget (París: Société francaise d'histoire d'ourrc­mer, 1978), 372. de 1788, caja 1, Fonds 4z2, ANS. ·

PAPELES DE LIBERTAD «ROSALIE, NEGRA DE LA NACIÓN POULARD»


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En el papel no solo se recogía información crucial para los que se de­


dicaban al comercio o a los estudios formales; empleado de otra forma podía
servir como la base de un talismán o un amuleto que brindara protección en
tiempos difíciles. Algunas décadas después, el padre David Boilat plasmó sus
impresiones de los pueblos de habla pulaar de la región de Senegambia (inclui­
dos los llamados «toucouleur») y sus costumbres. Una de las acuarelas pintadas­,
por Boilat es la imagen de una joven viuda que busca protección tras la muerte
escri9­­e,)
\
de su esposo. Está sentada junto a un marabout (un hombre santo) que
con tinta en un papel para fabricarle un amuleto44•
Las palabras podían proteger o esclavizar. La joven que pronto pasaría
a ser conocida por el nombre de Rosalie puede o no haber visto los documen­
tos intercambiados entre el capitán del barco y el comerciante que la había
mantenido en cautiverio antes de su venta en el almacén o en el muelle de San/,,,,. 1
Luis. Pero fuera como fuese, el conocimiento de que la escritura confiere poder \

1 \,

puede haberla acompañado al iniciar el viaje con el que dejaba atrás todos sus )
derechos como miembro de la nación Poulard y se encaminaba a una sociedact/'
colonial en la que sería registrada como una propiedad. 2
«ROSALIE ... MI ESCLAVA»

44 Boilat, Esquisses, Atlas, grabado n." 20 titulado «Thierno Grand Marabout», o, en otras
ediciones, «Hornme et Femme Toucoulaure. Marabouc faisanc un Grigri».

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