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Si bien es cierto que durante el largo mandato presidencial del general Díaz, consecuencia de
sus sucesivas reelecciones, México logró un importante desarrollo económico, el beneficio fue
sólo para unos cuantos, en su mayoría empresarios extranjeros y familias acomodadas
simpatizantes de las ideas políticas del gobierno de Díaz.
La clase trabajadora, a pesar del auge económico, nunca vio una mejora en su calidad de
vida, muy al contrario, fueron explotados en los trabajos que realizaban en fábricas o
haciendas, y remunerados con sueldos extremadamente bajos, que no satisfacían ni siquiera
las necesidades más esenciales para vivir.
Los indígenas serían otro sector poblacional que durante el porfiriato vería afectados sus
derechos, siendo despojados de tierras comunales mediante decretos que beneficiaban
el latifundismo. Así los capitales nacionales y extranjeros se hicieron de grandes extensiones
de tierra en las que irónicamente muchos indígenas trabajaban.
El porfiriato fue un periodo de claroscuro, o en palabras sencillas, desigualdades
extremadamente marcadas entre las clases sociales vulnerables y la clase acomodada.
Otro aspecto que detonó el crecimiento económico fue el de la pacificación del país, hecho
logrado mediante la persecución sin tregua de bandoleros, además de reprimir cualquier
descontento social mediante el uso de la fuerza. A este periodo de estabilidad social en
México se le dio el nombre de paz porfiriana, y permitió al país estabilidad política y progreso
económico.
Otro motor del crecimiento fue la ampliación de la red ferroviaria que comunicó a poblaciones
muy importantes por su producción minera y agropecuaria.
Las principales naciones que invirtieron en México durante el gobierno de Porfirio Díaz fueron
Inglaterra, Francia y los Estados Unidos de América. Todo este progreso se vio frenado por la
recesión económica que afectó al mundo entre 1907 y 1908, provocando un aumento en el ya
existente descontento social.
Cultura y sociedad
La literatura fue el campo cultural que más avances tuvo en el Porfiriato. En 1849, Francisco
Zarco fundó el Liceo Miguel Hidalgo, que formó a poetas y escritores durante el resto del siglo
XIX en México. Los egresados de esta institución se vieron influenciados por el Romanticismo.
Al restaurarse la república, en 1867 el escritor Ignacio Manuel Altamirano fundó las
llamadas "Veladas Literarias", grupos de escritores mexicanos con la misma visión literaria.
Entre este grupo se contaban Guillermo Prieto, Manuel Payno, Ignacio Ramírez, Vicente Riva
Palacio, Luis G. Urbina, Juan de Dios Peza y Justo Sierra. Hacia fines de 1869 los miembros
de las Veladas Literarias fundaron la revista "El Renacimiento", que publicó textos literarios de
diferentes grupos del país, con ideología política distinta. Trató temas relacionados con
doctrinas y aportes culturales, las diferentes tendencias de la cultura nacional en cuanto a
aspectos literarios, artísticos, históricos y arqueológicos.7 Arte y cultura en el Porfiriato El
escritor guerrerense Ignacio Manuel Altamirano y Costilla creó grupos de estudio relacionados
a la investigación de la Historia de México, las Lenguas de México, pero asimismo fue
impulsor del estudio de la cultura universal. Fue también diplomático, y en estos cargos
desempeñó la labor de promover culturalmente al país en las potencias extranjeras.
Fue cónsul de México en Barcelona y Marsella y a fines de 1892 se le comisionó como
embajador en Italia. Murió el 13 de febrero de 1893 en San Remo, Italia. La influencia de
Altamirano se evidenció en el nacionalismo, cuya principal expresión fueron las novelas de
corte campirano. Escritores de esta escuela fueron Manuel M. Flores, José Cuéllar y José
López Portillo y Rojas.8
Poco después surgió en México el modernismo, que abandonó el orgullo nacionalista para
recibir la influencia francesa. Esta teoría fue fundada por el poeta nicaragüense Rubén Darío y
proponía una reacción contra lo establecido por las costumbres literarias, y declaraba la
libertad del artista sobre la base de ciertas reglas, inclinándose así hacia el sentimentalismo.
La corriente modernista cambió ciertas reglas en el verso y la narrativa, haciendo uso de
metáforas. Los escritores modernistas de México fueron Luis G, Urbina y Amado Nervo.9
Como consecuencia de la filosofía positivista en México, se dio gran importancia al estudio de
la historia. El gobierno de Díaz necesitaba lograr la unión nacional, debido a que aún existían
grupos conservadores en la sociedad mexicana. Por ello, el Ministerio de Instrucción Pública,
dirigido por Justo Sierra usó la historia patria como un medio para lograr la unidad nacional.
Se dio importancia especial a la Segunda Intervención Francesa en México, a la vez que se
abandonó el antihispanismo presente en México desde la Independencia.10
En 1887, Díaz inauguró la exhibición de monolitos prehispánicos en el Museo Nacional, donde
también fue mostrada al público una réplica de la Piedra del Sol o Calendario Azteca.
En 1908 el museo fue dividido en dos secciones: Museo Nacional de Historia Natural y Museo
de Arqueología. Hacia principios de 1901, Justo Sierra creó los departamentos
de etnografía y arqueología. Tres años después, en 1904 durante la Exposición Universal de
San Luis —1904— se presentó la Escuela Mexicana de Arqueología, Historia y Etnografía,
que presentó ante el mundo las principales muestras de la cultura prehispánica.11
José María Velasco fue un paisajista mexicano que nació en 1840, y se graduó
como pintor en 1861, de la Academia de Bellas Artes de San Carlos. Estudió
asimismo zoología, botánica, física y anatomía. Sus obras principales consistieron en retratar
el Valle de México y también pintó a personajes de la sociedad
mexicana, haciendas, volcanes, y sembradíos. Una serie de sus trabajos fue dedicado a
plasmar los paisajes provinciales de Oaxaca, como la catedral y los templos prehispánicos,
como Monte Albán y Mitla. Otras pinturas de Velasco fueron dedicadas a Teotihuacan y a
la Villa de Guadalupe.12
Durante la época una forma de teatro popular, que con el muralismo, llegó a ser una de las
expresiones más destacadas del nacionalismo cultural fue el llamado el género chico
mexicano, el teatro, fue asociado con el estallido de la Revolución Mexicana. Debido a que el
año 1911 marca un nuevo periodo en su desarrollo, éste se formó en el año 1880 cuando en
México se introdujo una nueva forma de producción del género. Los factores sociales y
económicos de la época, la nueva costumbre de vender el teatro llevó a la masificación y
comercialización del mismo, lo cual provocó la convergencia de dos tradiciones teatrales, el
género chico español y el teatro popular mexicano, que constituyen los verdaderos orígenes
del género chico mexicano.
En el último cuarto del siglo XlX, se aprecian 2 espacios socio-culturales donde se
desarrollaban las actividades teatrales de la ciudad de México. El espacio dominante
perteneciente al "teatro culto", destinado a las clases medias y altas de la sociedad. Por otro
lado, se descubre una cultura popular en la que se desarrollan actividades escénicas,
diversiones de la clase trabajadora.13
El avance de la instrucción pública fue favorecido por el positivismo, y por su representante
mexicano Gabino Barreda. Durante el Porfiriato se sentaron las bases de la educación pública,
que siempre fue respaldada por los intelectuales de índole liberal. En 1868, todavía durante el
gobierno de Juárez, se promulgó la Ley de Instrucción Pública, que no fue aceptada por la
Iglesia Católica. Joaquín Baranda, ministro de Instrucción Pública, desarrolló una campaña de
conciliación con la Iglesia, y aplicó a la educación el aspecto positivista, sin dejar de lado
el humanismo. Se buscaba que todos los alumnos tuvieran acceso a la educación básica, pero
para ello se tuvo que enfrentar a caciques y hacendados, además de la falta de vías de
comunicación en las zonas rurales. La instrucción primaria superior se estableció en 1889 y
tuvo por objeto crear un vínculo entre la enseñanza elemental y la preparatoria.
En 1891 fue promulgada la Ley Reglamentaria de Educación, que estableció la educación
como laica, gratuita y obligatoria. Asimismo fueron instituidos los llamados Comités de
Vigilancia. Para que los padres y tutores cumplieran con la obligación constitucional de
mandar a sus hijos o pupilos a la escuela. Baranda fundó más de doscientas escuelas para
maestros, que una vez egresados se dirigieron a enseñar a las ciudades del país. Sin
embargo, en las zonas rurales la falta de desarrollo social provocó un rezago educativo.14
Durante las fiestas del Centenario de la Independencia de México, Justo Sierra presentó ante
el Congreso de la Unión, una iniciativa para crear la Universidad Nacional de México, como
dependencia agregada al Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. La ley fue
promulgada el 26 de mayo, y el primer rector universitario fue Joaquín Eguía Lis, durante los
años de 1910 a 1913. Las escuelas de Medicina, Ingeniería y Jurisprudencia habían
funcionado separadas durante más de cuarenta años, pero con esta ley se reunían todas,
junto con la Escuela Nacional Preparatoria, en la Universidad Nacional de México. Pocos años
después de culminar la Independencia, fue suprimida la Real y Pontificia Universidad de
México, ya que había sido considerada un símbolo del Virreinato de Nueva España, como una
muestra de desprecio ante la cultura española. Años después se intentó restaurar la
institución, pero las guerras civiles y las confrontaciones políticas lo impidieron.
Hubo varios grupos sociales contra su gobierno pero el que más destaca es el de los
"magonistas" un pequeño grupo de "bandidos" guiados supuestamente por los intereses
personales de los hermanos Flores Magón, sin embargo ellos se llamaban a sí mismos
"liberales" y después "anarquistas". Tiempo después historiadores usaron el término
"magonismo" para identificar el movimiento influido por el pensamiento de los Flores Magón y
otros colaboradores del periódico Regeneración como Librado Rivera, Anselmo L. Figueroa y
Práxedis G. Guerrero. A principios del siglo XXI, organizaciones sociales e indígenas en
México reivindican la tradición de lucha magonista.15