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Ductilidad

La ductilidad es una propiedad que presentan algunos


materiales, como las aleaciones metálicas o materiales
asfálticos, los cuales bajo la acción de una fuerza, pueden deformarse plásticamente de
manera sostenible sin romperse,1 permitiendo obtener alambres o hilos de dicho material. A
los materiales que presentan esta propiedad se les denomina dúctiles. Los materiales no
dúctiles se califican como frágiles. Aunque los materiales dúctiles también pueden llegar a
romperse bajo el esfuerzo adecuado, esta rotura sólo sucede tras producirse grandes
deformaciones.

En otros términos, un material es dúctil cuando la relación entre el alargamiento longitudinal


producido por una tracción y la disminución de la sección transversal es muy elevada.

En el ámbito de la metalurgia se entiende por metal dúctil aquel que sufre grandes
deformaciones antes de romperse, siendo el opuesto al metal frágil, que se rompe sin apenas
deformación. Nótese que la ductilidad es un fenómeno observable sólo en régimen plástico.

No debe confundirse dúctil con blando, ya que la ductilidad es una propiedad que como tal se
manifiesta una vez que el material está soportando una fuerza considerable, suficiente para
producir plastificación. Esto es, mientras la carga sea pequeña, la deformación también lo será
y en general la deformación será elástica y reversible, sin embargo, alcanzado cierto punto el
material cede fluye por plastificación, deformándose en mucha mayor medida de lo que lo
había hecho hasta entonces pero sin llegar a romperse

En un ensayo de tracción, los materiales dúctiles presentan una fase de fluencia caracterizada
por una gran deformación sin apenas incremento de la carga. Desde un punto de vista
tecnológico, al margen de consideraciones económicas, el empleo de materiales dúctiles
presenta ventajas:

En la fabricación: ya que son aptos para los métodos de fabricación por deformación plástica.

En el uso: presentan deformaciones notorias antes de romperse. Por el contrario, el mayor


problema que presentan los materiales frágiles es que se rompen sin previo aviso, mientras
que los materiales dúctiles sufren primero una acusada deformación, conservando aún una
cierta reserva de resistencia, por lo que después será necesario que la fuerza aplicada siga
aumentando para que se provoque la rotura.

La ductilidad de un metal se valora de forma indirecta a través de la resiliencia. La ductilidad es


la propiedad de los metales para formar alambres o hilos de diferentes grosores. Los metales
se caracterizan por su elevada ductilidad, la que se explica porque los átomos de los metales se
disponen de manera tal que es posible que se deslicen unos sobre otros y por eso se pueden
estirar sin romperse.
Compresibilidad
La compresibilidad es una propiedad de la materia a la cual hace
que todos los cuerpos disminuyan el volumen al someterlos a una
presión o compresión determinada manteniendo constantes otros
parámetros.

Compresibilidad en sólidos, líquidos y gases

En general para un sistema estable, la compresibilidad es un número positivo, lo que significa


que cuando se aumenta la presión sobre el sistema, este disminuye su volumen. El caso
contrario se puede observar en sistemas inestables por ejemplo en un sistema químico cuando
la presión inicia una explosión. Los sólidos a nivel molecular son muy difíciles de comprimir, ya
que las moléculas que tienen los sólidos están muy pegadas y existe poco espacio libre entre
ellas como para acercarlas sin que aparezcan fuerzas de repulsión fuertes. Esta situación
contrasta con la de los gases los cuales tienen sus moléculas muy separadas y que en general
son altamente compresibles bajo condiciones de presión y temperatura normales. Los líquidos
bajo condiciones de temperatura y presión normales son también bastante difíciles de
comprimir aunque presenta una pequeña compresibilidad mayor que la de los sólidos.

Compresibilidad en termodinámica

En termodinámica se define la compresibilidad de un sistema termodinámico como el cambio


relativo de volumen frente a una variación de la presión. En principio la magnitud de la
compresibilidad depende de las condiciones bajo las cuales se lleva a cabo la compresión o
descompresión del sistema, por lo que a menos que se especifique el modo en que se lleva a
cabo esa operación la compresibilidad de un valor u otro según las cantidades de calor
intercambiadas con el exterior. Debido a esa dependencia de la compresibilidad de las
condiciones se distingue entre la compresibilidad isoterma y la compresibilidad adiabática.

En un proceso de variación de presión a temperatura constante, el cuerpo habrá


intercambiado una cierta cantidad de calor con el exterior por lo que su energía total, que
puede obtenerse como suma del trabajo realizado sobre el cuerpo y del calor intercambiado
por el mismo no permanecerá constante.

Compresibilidad adiabática

Es una medida de la compresibilidad de un cuerpo o sistema


termodinámico cuando se somete a una transformación
cuasi estática de presión

En un proceso adiabático de variación de presión, el cuerpo


experimentará algún cambio de temperatura. Todos los
fluidos son compresibles, incluyendo los líquidos. Cuando
estos cambios de volumen son demasiado grandes se opta por considerar el flujo como
compresible (que muestran una variación significativa de la densidad como resultado de fluir),
esto sucede cuando la velocidad del flujo es cercano a la velocidad del sonido. Ductilidad
La ductilidad es una propiedad que presentan algunos materiales, como las aleaciones
metálicas o materiales asfálticos, los cuales bajo la acción de una fuerza, pueden deformarse
plásticamente de manera sostenible sin romperse,1 permitiendo obtener alambres o hilos de
dicho material. A los materiales que presentan esta propiedad se les denomina dúctiles. Los
materiales no dúctiles se califican como frágiles. Aunque los materiales dúctiles también
pueden llegar a romperse bajo el esfuerzo adecuado, esta rotura sólo sucede tras producirse
grandes deformaciones.

En otros términos, un material es dúctil cuando la relación entre el alargamiento longitudinal


producido por una tracción y la disminución de la sección transversal es muy elevada.

En el ámbito de la metalurgia se entiende por metal dúctil aquel que sufre grandes
deformaciones antes de romperse, siendo el opuesto al metal frágil, que se rompe sin apenas
deformación. Nótese que la ductilidad es un fenómeno observable sólo en régimen plástico.

No debe confundirse dúctil con blando, ya que la ductilidad es una propiedad que como tal se
manifiesta una vez que el material está soportando una fuerza considerable, suficiente para
producir plastificación. Esto es, mientras la carga sea pequeña, la deformación también lo será
y en general la deformación será elástica y reversible, sin embargo, alcanzado cierto punto el
material cede fluye por plastificación, deformándose en mucha mayor medida de lo que lo
había hecho hasta entonces pero sin llegar a romperse

En un ensayo de tracción, los materiales dúctiles presentan una fase de fluencia caracterizada
por una gran deformación sin apenas incremento de la carga. Desde un punto de vista
tecnológico, al margen de consideraciones económicas, el empleo de materiales dúctiles
presenta ventajas:

En la fabricación: ya que son aptos para los métodos de fabricación por deformación plástica.

En el uso: presentan deformaciones notorias antes de romperse. Por el contrario, el mayor


problema que presentan los materiales frágiles es que se rompen sin previo aviso, mientras
que los materiales dúctiles sufren primero una acusada deformación, conservando aún una
cierta reserva de resistencia, por lo que después será necesario que la fuerza aplicada siga
aumentando para que se provoque la rotura.

La ductilidad de un metal se valora de forma indirecta a través de la resiliencia. La ductilidad es


la propiedad de los metales para formar alambres o hilos de diferentes grosores. Los metales
se caracterizan por su elevada ductilidad, la que se explica porque los átomos de los metales se
disponen de manera tal que es posible que se deslicen unos sobre otros y por eso se pueden
estirar sin romperse.

Compresibilidad
La compresibilidad es una propiedad de la materia a la cual hace que todos los cuerpos
disminuyan el volumen al someterlos a una presión o compresión determinada manteniendo
constantes otros parámetros.

Compresibilidad en sólidos, líquidos y gases

En general para un sistema estable, la compresibilidad es un número positivo, lo que significa


que cuando se aumenta la presión sobre el sistema, este disminuye su volumen. El caso
contrario se puede observar en sistemas inestables por ejemplo en un sistema químico cuando
la presión inicia una explosión. Los sólidos a nivel molecular son muy difíciles de comprimir, ya
que las moléculas que tienen los sólidos están muy pegadas y existe poco espacio libre entre
ellas como para acercarlas sin que aparezcan fuerzas de repulsión fuertes. Esta situación
contrasta con la de los gases los cuales tienen sus moléculas muy separadas y que en general
son altamente compresibles bajo condiciones de presión y temperatura normales. Los líquidos
bajo condiciones de temperatura y presión normales son también bastante difíciles de
comprimir aunque presenta una pequeña compresibilidad mayor que la de los sólidos.

Compresibilidad en termodinámica

En termodinámica se define la compresibilidad de un sistema termodinámico como el cambio


relativo de volumen frente a una variación de la presión. En principio la magnitud de la
compresibilidad depende de las condiciones bajo las cuales se lleva a cabo la compresión o
descompresión del sistema, por lo que a menos que se especifique el modo en que se lleva a
cabo esa operación la compresibilidad de un valor u otro según las cantidades de calor
intercambiadas con el exterior. Debido a esa dependencia de la compresibilidad de las
condiciones se distingue entre la compresibilidad isoterma y la compresibilidad adiabática.

En un proceso de variación de presión a temperatura constante, el cuerpo habrá


intercambiado una cierta cantidad de calor con el exterior por lo que su energía total, que
puede obtenerse como suma del trabajo realizado sobre el cuerpo y del calor intercambiado
por el mismo no permanecerá constante.

Compresibilidad adiabática

Es una medida de la compresibilidad de un cuerpo o sistema termodinámico cuando se somete


a una transformación cuasi estática de presión

En un proceso adiabático de variación de presión, el cuerpo experimentará algún cambio de


temperatura. Todos los fluidos son compresibles, incluyendo los líquidos. Cuando estos
cambios de volumen son demasiado grandes se opta por considerar el flujo como compresible
(que muestran una variación significativa de la densidad como resultado de fluir), esto sucede
cuando la velocidad del flujo es cercano a la velocidad del sonido. Estos cambios suelen
suceder principalmente en los gases ya que para alcanzar estas velocidades de flujo en
líquidos, se precisa de presiones del orden de 1000 atmósferas, en cambio un gas sólo precisa
una relación de presiones de 2:1 para alcanzar velocidades sónicas. La compresibilidad de un
flujo es básicamente una medida en el cambio de la densidad. Los gases son en general muy
compresibles, en cambio, la mayoría de los líquidos tienen una compresibilidad muy baja. Por
ejemplo, una presión de 500 kPa provoca un cambio de densidad en el agua de solamente
0,024% (a temperatura ambiente). En cambio, esta misma presión aplicada al aire provoca un
cambio de densidad de 250%. Por esto normalmente al estudio de los flujos compresibles se le
conoce como dinámica de gases, siendo esta una nueva rama de la mecánica de fluidos, la cual
describe estos flujos.

En un flujo usualmente hay cambios en la presión, asociados con cambios en la velocidad. En


general, estos cambios de presión inducirán a cambios de densidad, los cuales influyen en el
flujo, si estos cambios son importantes los cambios de temperatura presentados son
apreciables. Aunque los cambios de densidad en un flujo pueden ser muy importantes hay una
gran cantidad de situaciones de importancia práctica en los que estos cambios son
despreciables.

El flujo de un fluido compresible se rige por la primera ley de la termodinámica en los balances
de energía y con la segunda ley de la termodinámica, que relaciona la transferencia de calor y
la irreversibilidad con la entropía. El flujo es afectado por efectos cinéticos y dinámicos,
descritos por las leyes de Newton, en un marco de referencia inercial –aquel donde las leyes
de Newton son aplicables-. Además, el flujo cumple con los requerimientos de conservación de
masa. Es sabido que muchas propiedades, tales como la velocidad del fluido en un tubo, no
son uniformes a lo largo de la corriente.

Estos cambios suelen suceder principalmente en los gases ya que para alcanzar estas
velocidades de flujo en líquidos, se precisa de presiones del orden de 1000 atmósferas, en
cambio un gas sólo precisa una relación de presiones de 2:1 para alcanzar velocidades sónicas.
La compresibilidad de un flujo es básicamente una medida en el cambio de la densidad. Los
gases son en general muy compresibles, en cambio, la mayoría de los líquidos tienen una
compresibilidad muy baja. Por ejemplo, una presión de 500 kPa provoca un cambio de
densidad en el agua de solamente 0,024% (a temperatura ambiente). En cambio, esta misma
presión aplicada al aire provoca un cambio de densidad de 250%. Por esto normalmente al
estudio de los flujos compresibles se le conoce como dinámica de gases, siendo esta una nueva
rama de la mecánica de fluidos, la cual describe estos flujos.

En un flujo usualmente hay cambios en la presión, asociados con cambios en la velocidad. En


general, estos cambios de presión inducirán a cambios de densidad, los cuales influyen en el
flujo, si estos cambios son importantes los cambios de temperatura presentados son
apreciables. Aunque los cambios de densidad en un flujo pueden ser muy importantes hay una
gran cantidad de situaciones de importancia práctica en los que estos cambios son
despreciables.

El flujo de un fluido compresible se rige por la primera ley de la termodinámica en los balances
de energía y con la segunda ley de la termodinámica, que relaciona la transferencia de calor y
la irreversibilidad con la entropía. El flujo es afectado por efectos cinéticos y dinámicos,
descritos por las leyes de Newton, en un marco de referencia inercial –aquel donde las leyes
de Newton son aplicables-. Además, el flujo cumple con los requerimientos de conservación de
masa. Es sabido que muchas propiedades, tales como la velocidad del fluido en un tubo, no
son uniformes a lo largo de la corriente.
“AÑO DEL DIALOGO Y LA
RECONCILIACION NACIONAL”

PROPIEDADES PARTICULARES DE LA MATERIA:


-COMPRESIBILIDAD
-DUCTILIDAD

CURSO:
CIENCIA, TEGNOLOGIA Y AMBIENTE

PROFESORA:
GUISELLA QUINTANILLA

INTEGRANTES:
 PAULA MAURICIO FLORES
 BRILLYT GIRÓN BALCAZAR
 GRECIA ALCAS PATIÑO
 BRITHNEY VIERA ARICA
 EMILY TINEO RIVERA
 ANGELA SILVA AGUILAR
 MARITA MENDOZA CASTILLO

GRADO Y SECCIÓN:
1°”D”

-2018-

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