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· Biología de la agresividad
· Hormonas de la inteligencia
Inteligencia
y creatividad
1er trimestre 2003
SUMARIO Enero de 2003
Nº 2
10
Las hormonas de la inteligencia
Pere Berbel
Las hormonas tiroideas desempeñan un papel fundamental en el
desarrollo de la corteza cerebral. Su déficit produce defectos en
la audición y habla, defectos motores y deficiencia mental.
22
Inteligencia y mielina
AXON Aljoscha C. Neubauer
A
¿Por qué unos son más inteligentes que otros?
Todo indica la participación decisiva de ciertas cualidades
especiales de las neuronas cerebrales.
26
Sentimientos de irritación y agresividad
Thomas Hülshoff
Mantener en todo momento la firmeza y dominio de sí mismo
resulta difícil, a menudo. No importa: la irritación y la rabia
también resultan provechosas; sólo hay que saber manejarlas.
32
El arte de comprender lo desconocido
Aljoscha C. Neubauer
Los investigadores están modificando sus puntos de vista sobre
la posibilidad de relacionar el éxito en la vida con el coeficiente
intelectual o con la inteligencia emocional.
48
Paradojas alimentarias de la obesidad
Wolfgang Stroebe
El motor psicológico de nuestro comportamiento alimentario
funciona de forma muy distinta de la que desearíamos. El
conocerlo ahorra muchos fracasos.
56
La mente en la conducción
Manfred Spitzer
La ciencia y la industria buscan comprender los motivos de
nuestra torpeza ante determinadas situaciones de tráfico. Con ello
se propone recortar la cifra de accidentes.
62
Corrección de los errores de razonamiento
Olivier Houdé, Sylvain Moutier, Laure Zago, Nathalie Tzourio-Mazoyer
Se ha obtenido la primera demostración de que los errores de
razonamiento tienen base cerebral: la activación de las áreas
"inadecuadas" induce a errores.
72
El lenguaje de las neuronas
Matthias Bethge y Klaus Pawelzik
¿Cómo consiguen las neuronas transformar en impulsos
eléctricos los estímulos que les llegan desde el exterior?
Poco a poco vamos descifrando el lenguaje críptico del cerebro.
80
De la cartografía del cerebro al robot
Robert-Benjamin Illing
En el progreso de la historia de la investigación cerebral se
confirma que, también aquí, ideas que se consideraban bien
asentadas se sustituyeron por otras más firmes.
SECCIONES
ENCEFALOSCOPIO PUNTO DE MIRA
5 86
El primer año de vida, crucial. Evolución gradual. Cerebro y religión
Reflejos sexuales. Vuelven los gibones. Mente y Pujante en el mundo anglosajón, desconocida en
cerebro en Alejandría. Mundo de ARN. Simplifi- España, la llamada neuroteología, que se ocupa de
cando la complejidad. Técnica y ojo. El vidrio, motor las relaciones entre las reacciones cerebrales y la
de arranque. Ataques epilépticos. Cuique suum . fe en una trascendencia, se introduce aquí a través
Ensayos in vitro e in vivo. de un diálogo entre Ulrich Eibach, profesor de teo-
logía, y Detlef Linke, neurofisiólogo eminente. Lo
que en él se refiere al caso alemán es perfecta-
mente extrapolable a la situación española.
RETROSPECTIVA
8 Los psicofármacos
y el etnocentrismo
SYLLABUS
40
¿Qué es la inteligencia emocional?
Hannelore Weber, de la Universidad Ernst Moritz LIBROS
Arndt de Greifswald, señala los límites de una idea
propuesta hace tiempo y hoy remozada.
92 Filosofía de la biología
De Aristóteles a Chomsky
EDITA
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Evolución gradual
P or culpa de la escasez de restos fósiles no se conocen bien el ori-
gen y evolución de los euprimates –primates que comparten con
los primates modernos importantes rasgos (grandes cerebros, manos
prensiles, convergencia de los ojos para reforzar la visión binocular y
uñas en los dedos). Aparecidos durante la transición del Paleoceno al
Eoceno, hace unos 55 millones de años, los euprimates fueron dife-
renciádose, a lo largo del tiempo, en antropoides y humanoides. El estu-
dio reciente del fósil de Carpolestes simpsoni, un primitivo euprimate
plesiadapiforme, ha sacado a la luz rasgos que antecedieron a los
euprimates, si bien se advierte en él que poseía ya otros caracteres
derivados, propios de euprimates (manos prensiles y uñas). De la inves-
tigación resulta manifiesto que esos grupos procedían de un origen
común y que las manos prensiles precedieron a la convergencia de las
órbitas oculares.
Reflejos sexuales
E l comportamiento sexual del macho comprende una secuencia com-
pleja de acontecimientos fisiológicos que dependen de factores extrín-
secos e intrínsecos: estímulos olfatorios, somatosensoriales y visce-
rales. Aunque es mucho lo que se ignora sobre las vías nerviosas que
transmiten la información somatosensorial y visceral desde los órga-
nos de la reproducción hasta el cerebro, William A. Truitt y Lique M. Coo-
len han dado un paso importante. Han descubierto la existencia de una
pequeña población de neuronas espinotalámicas lumbares de rata que
envían señales, relacionadas con la eyaculación, desde los órganos
de la reproducción hacia el tálamo y hacia los núcleos autonómicos
espinales. La ablación de tales neuronas comporta la interrupción total
del comportamiento eyaculador, si bien permanecían intactos otros com-
ponentes de la excitación sexual. Se espera que tales investigaciones
arrojen luz sobre la fisiología sexual humana y, en particular, sobre el
tratamiento de los trastornos reproductivos del varón.
Gibones
Mundo de ARN
A unque se encargan las proteínas de satisfacer la mayoría de las
exigencias de los organismos en lo concerniente a enzimas y
receptores (componentes funcionales y estructurales), las moléculas
de ARN pueden, en principio, desempeñar también alguna de esas fun-
ciones. Hay un ejemplo claro de esa versatilidad de adaptación en el
caso del ARN mensajero. Esta modalidad de ácido ribonucleico cifra
enzimas que intervienen en la biosíntesis de la vitamina B1, o tiamina;
pues bien, en Escherichia coli, el ARNm puede enlazarse con tiamina
o con su pirofosfato sin necesidad de cofactores proteicos. El complejo
ARNm-efector impide la unión del ribosoma y reduce la expresión
génica. No es, empero, el único ejemplo. El origen evolutivo de tales
“riboconmutadores”, auténticos fósiles moleculares, podría remontarse
a un período anterior a la aparición de las proteínas, el mundo de ARN.
Molécula de ARN
Simplificando la complejidad
D e las figuras desaparecidas el año pasado, la ciencia lamenta la prematura muerte
de Per Bak, padre de la teoría de la criticalidad autoorganizada, modelo crucial
para explicar la física de los sistemas complejos. Arquetipo de éstos son los biológi-
cos. Pensemos en el ojo. Charles Darwin se esforzó en vano por explicar la aparición
del mismo mediante la selección natural, desde unos primitivos fotorreceptores hasta
las órbitas oculares. Tampoco los biólogos que le siguieron han logrado cubrir las eta-
pas presumibles. Hay bastante acuerdo en la conclusión de que no existe ningún grupo
taxonómico de animales emparentados en el que se reflejen los peldaños sucesivos
hasta la formación completa del ojo. Más prometedor se ofrece otro sistema complejo:
la placenta. En el género Poeciliopsis se amparan especies de peces de muy diverso
régimen placentario: con placenta, con placenta parcial, con tejidos precursores de
placenta y aplacentarios. Cualquiera que sea el resultado de la investigación ahora
incoada, parece asegurado que el descubrimiento de ese modelo animal dará mucho
juego a los biólogos evolutivos.
Ataques epilépticos
C on una tasa de incidencia del 1 al 2 por ciento de la población mundial, la epi-
lepsia constituye uno de los trastornos neurológicos más frecuentes. Pone,
además, en constante riesgo la vida del que la sufre. Hay en su origen un estado
de hiperexcitabilidad. Pero, tras la tenaz investigación para descubrir los mecanis-
mos subyacentes bajo los ataques de epilepsia sólo parecía cierto que en su de-
sencadenamiento intervienen los canales iónicos que controlan la excitabilidad celu-
lar y los procesos sinápticos responsables de la comunicación entre neuronas. Un
marco muy general que dejaba sin aclarar las descargas epiléticas. Por fin, Ivan
Cohen y otros han abierto un camino por donde debiera avanzar la investigación:
optaron por estudiar in vitro neuronas de especímenes procedentes de epiléticos
sometidos a tratamiento quirúrgico. Y han descubierto en el subiculum cerebral
descargas síncronas reminiscentes de registros electroencefalográmicos de los pacien-
tes. En una subpoblación de neuronas piramidales de esa área, el impulso GABAérgico
no era inhibidor, sino despolarizador y, por tanto, excitador.
Cuique suum
A partir del diario de laboratorio de Alexander Fleming y otras fuentes, Milton
Wainwright, microbiólogo de la Universidad de Sheffield, ha acabado
con la creencia generalizada de que el descubridor de la penicilina no hizo
nada por aislarla y desarrollar su potencial terapéutico, mérito doble que se
les concede a los bioquímicos oxonienses Howard Florey y Ernst Chain. De
acuerdo con la opinión al uso, Fleming, aunque describió en 1928 los efec-
tos antibióticos del hongo Penicillium notatum, asesino de los cultivos bac-
terianos de sus discos de petri, no supo ir más allá. Wainwright, ahora, rei-
vindica su memoria: muestra los pasos dados por Fleming para crear su
magnum opus sobre la penicilina, de cuya eficacia terapéutica era cons-
ciente antes de 1940, fecha oficial de arranque del prodigioso fármaco.
Alexander Fleming
José María López Piñero Los orÌgenes de la medicina cl·sica lasamhit‚ atribuidas respectivamente a
india son tan difÌciles de reconstruir Susruta, Caraka y Bhela, autores reales
U
na de las m·s graves limitacio- como los de la griega. Sus textos m·s pero convertidos en figuras semilegen-
nes del estudio histÛrico de las antiguos son las grandes colecciones darias, de forma semejante a HipÛcrates
neurociencias es el etnocen- Susrutasamhit‚, Carakasamhit‚ y Bhe- y el Corpus Hippocraticum. Fueron re-
trismo, desenfoque definido por la Real dactadas en torno al siglo I a.C. y enrique-
Academia como ìtendencia emocional cidas y reelaboradas durante los ocho
que hace de la cultura propia el criterio siguientes. Han sido objeto de innume-
exclusivo para interpretar los compor- rables comentarios y sistematizaciones
tamientos de otros grupos, razas o socie- hasta la actualidad, lo mismo que suce-
dadesî. El prejuicio etnocÈntrico conduce diÛ con la ColecciÛn Hipocr·tica y las
b·sicamente a suponer que el ˙nico cono- obras de Galeno durante el milenio de
cimiento v·lido es la ciencia moderna vigencia de la medicina cl·sica griega.
europea, aceptando a lo sumo como El fundamento teÛrico general es la
ìantecedenteî el saber de la Grecia cl·- composiciÛn del universo o macrocosmo
sica, considerada como escenario exclu- por cinco elementos (dh‚tu): Èter o vacÌo,
sivo del ìpaso del pensamiento mÌtico aire, agua, tierra y fuego. Tres de ellos
al lÛgicoî. El car·cter irracional de esta ocupan una posiciÛn primordial en la
perspectiva, consecuencia en buena parte salud y las enfermedades del organismo
de la ideologÌa imperialista, se pone de humano o microcosmo, encarn·ndose el
manifiesto cuando ignora las medicinas aire en el aliento (prana), el fuego en la
cl·sicas india y china, sin tener en cuenta bilis (pitta) y el agua en la flema (kapha).
hechos evidentes, no sÛlo en las neuro- De forma semejante a la medicina cl·-
ciencias, sino en otras ·reas del saber y sica griega, cada una de estas partes tiene
sus aplicaciones tÈcnicas. Por ejemplo, ìcualidadesî especÌficas y se divide en
la importancia de China como ìcuna de cinco ìvariedadesî. Por ejemplo, el pra-
los grandes descubrimientos de la huma- na es seco, frÌo, ligero, claro y crudo. Sus
nidadî (el papel, la pÛlvora, la imprenta,
la br˙jula, la porcelana, la laca, la sus-
pensiÛn que en Occidente llamamos de
Cardano, etc.) o que proceden de la India
1. EL SABIO CHINO SUSRUTA explica
los numerales hoy utilizados universal- la transmisión del paludismo por el
mente, la cirugÌa pl·stica y tambiÈn los mosquito Anopheles. Siglo V antes de
psicof·rmacos. nuestra era.
Pere Berbel se pueden modificar. Si el cerebro se de- desarrollo del sistema nervioso central
sarrolla en un ambiente propicio, se es- (SNC) del feto y del niÒo, que conducen
E
l cerebro humano est· formado timula m·s, gana en complejidad y, como a un retraso intelectual del individuo.
por varias decenas de miles de consecuencia, aumenta su capacidad para
millones de neuronas, organi- procesar la informaciÛn, torn·ndose m·s Hormonas tiroideas
zadas de forma similar, que inteligente. Desde mediados del siglo XX , merced
deberÌan originar, en teorÌa, individuos Aparte del contingente genÈtico, que a los trabajos pioneros de J. T. Eayrs y
con capacidades intelectuales, asimismo, ya crea desigualdad, ødeberÌan tener al A. Querido, entre otros, se conoce la
similares. La experiencia diaria nos nacer todos los cerebros humanos capa- enorme importancia que tienen las hor-
indica, sin embargo, la disparidad de una cidades intelectuales parecidas, si las monas tiroideas para el desarrollo nor-
persona a otra. condiciones de gestaciÛn y desarrollo mal del cerebro.
La variabilidad observada se debe a postnatal fuesen Ûptimas en tÈrminos de Las hormonas tiroideas se sintetizan
que el proceso est· controlado por fac- alimentaciÛn, niveles hormonales, cali- en la gl·ndula tiroides, tras la yodaciÛn
tores genÈticos y ambientales diversos dad de vida, etcÈtera? de la tiroglobulina en respuesta a la hor-
(epigenÈticos), que act˙an antes y des- La verdad es que la desnutriciÛn, el mona estimuladora del tiroides, o TSH.
puÈs del nacimiento. Aunque ambos desequilibrio hormonal, el alcohol, las La forma no activa y circulante es la
influyen en el desarrollo intelectual de drogas, la contaminaciÛn ambiental y el 3,5,3í,5í-tetrayodotironina (llamada tiro-
cada individuo, los factores epigenÈti- estrÈs materno, entre otros factores, pro- xina o T4), que, al llegar a las diferen-
cos son los ˙nicos que, en la actualidad, ducen alteraciones irreversibles en el tes cÈlulas del SNC, sufre diversos pro-
VE
NT
neuroblastos proliferan y, al entrar en la
RI
CU
fase G0 del ciclo celular, se convierten en
OL
neuronas jóvenes, que migran sobre la glía PLACA
PIRAMIDES GLUTAMETERGICAS
CORTICAL
TANGENCIAL ≈20%
GABAERGICAS
RADIAL ≈80%
azules). El 80 % de las neuronas corticales
migran así, diferenciándose en neuronas
piramidales glutamatérgicas excitadoras. El
20 % restante migra desde la eminencia TELENCEFALO
ganglionar medial, situada ventro- ZONA
DIENCEFALO INTERMEDIA
medialmente en el telencéfalo (migración
tangencial), diferenciándose en neuronas MESENCEFALO
de circuito local GABAérgicas inhibitorias METENCEFALO
(flechas rojas). Finalizada la migración, las
áreas corticales maduran, desarrollando un MIENCEFALO NEOCORTEX
ZONA
patrón de conectividad muy específico, SUBVENTRICULAR
como se indica en el esquema de cerebro
adulto. Las hormonas tiroideas (HT) ZONA
VENTRICULAR
controlan la migración, maduración y
conectividad de la neocorteza. VENTRICULO EMINENCIA
GANGLIONAR
MEDIAL
HUMANO 40 DIAS
ratas gestantes normales y experimenta-
6 MESES
les a edades entre E14 y P1. Los resulta-
DEFICIENCIA DE YODO dos presentados aquÌ corresponden a expe-
HIPOTIROIDISMO rimentos en los que se efectuaron tres
CONGENITO
inyecciones consecutivas a E14, E15 y E16
(grupo E14-16) y a E17, E18 y E19 (grupo
9 MESES
E17-19). Para observar el destino final
HT PROGENIE de las cÈlulas ìnacidasî a esas edades, se
procesÛ el tejido a P40, concluido el pro-
HT MATERNA
ceso migrador.
E26 CIERRE NEUROPORO POSTERIOR Lo mismo en las ratas tratadas con me-
thimazole que en las alimentadas con
E35 FORMACION VESICULAS TELENCEFALICAS
dietas pobres en yodo, se observÛ que las
E39 APARICION PRIMORDIO HIPOCAMPO crÌas del grupo E14-16 presentaban cÈlu-
E53 APARICION PLACA CORTICAL las en lugares aberrantes, es decir, impro-
NEOCORTICOGENESIS pios por su edad de ìnacimientoî. En la
rata normal adulta, la mayorÌa de las cÈ-
MIGRACION NEURONAL lulas marcadas a E14-16 se encuentran
MADURACION Y
ORGANIZACION en las capas V y VI. Sin embargo, en las
CORTICAL ratas hipotiroideas y en las nacidas de ratas
EMBRIONARIO FETAL PERINATAL hipotiroxinÈmicas, un 10 % de cÈlulas
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 EDAD (MESES) marcadas estaban en la sustancia blanca
subcortical adyacente a la capa VI, que-
dando ìatrapadasî en una zona impro-
pia. TambiÈn aparecieron alteraciones
RATA en la distribuciÛn radial de cÈlulas mar-
cadas en ratas del grupo E17-19.
HT PROGENIE Aunque ambos modelos ofrecieron
HT MATERNA graves alteraciones en la migraciÛn, el
proceso general de instalaciÛn de den-
NEOCORTICOGENESIS tro afuera no se vio perturbado ni en los
MIGRACION NEURONAL animales hipotiroideos, ni en los naci-
dos en condiciones de hipotiroxinemia
CONEXIONES TALAMO-CORTICALES
materna. La importancia de la T4 materna
CONEXIONES CALLOSAS en dicho proceso se confirma en estu-
MADURACION Y dios que actualmente llevamos a cabo
ORGANIZACION (E. AusÛ y yo mismo) en colaboraciÛn
CORTICAL con R. Lavado Autric, F. Escobar del
EMBRIONARIO PERINATAL Rey y G. Morreale de Escobar, en ratas
0 12 14 16 18 20 0 EDAD (DIAS) gestantes tratadas con antitiroideo entre
E12-E14. Muestran Èstas, de nuevo, alte-
3. ESQUEMAS DONDE SE REPRESENTAN algunos procesos del desarrollo raciones en la migraciÛn celular en su
progenie, similares a las descritas.
ontogenético de la corteza cerebral en humanos y ratas. Las etapas de la gestación se
La presencia de cÈlulas heterotÛpicas
ilustran en los ejes temporales horizontales (en la rata, el eje está truncado, ya que la (literalmente, fuera de lugar) en la sus-
neocorticogénesis ocurre durante la segunda mitad de gestación). Los esquemas de los tancia blanca subcortical refleja una
cerebros humanos, dibujados a escala, señalan su tamaño relativo a las edades indicadas. manifiesta alteraciÛn en la migraciÛn
Los períodos en los que el cerebro es vulnerable a la deficiencia de yodo o al durante la histogÈnesis cortical, corro-
hipotiroidismo congénito se muestran en la parte superior de la figura (flechas borada por la distribuciÛn anormal de
horizontales). Importa advertir que lo mismo en humanos que en la rata la mayor parte cÈlulas en otras capas corticales. Esta
alteraciÛn afecta en total a m·s del 40 %
de la neocorticogénesis (incluyendo la migración celular) está regulada por las
de las cÈlulas corticales.
hormonas tiroideas maternas. Como resultado de una migraciÛn
anormal neuronal, se han observado, en
humanos, heterotopias neuronales en la
ciÛn de BrdU presentan un marcaje muy NeuroetologÌa de la Universidad de sustancia blanca subcortical. Hablamos
intenso: la molÈcula de BrdU no se ìdi- Veracruz, y con G. M. Innocenti, del de un n˙mero importante de alteracio-
luyeî en mitosis sucesivas. Instituto Karolinska de Estocolmo. Con nes relacionadas con el desarrollo de la
Para estudiar la migraciÛn celular, idÈntico fin, hemos experimentado tam- corteza. Se han identificado heteroto-
nuestro grupo (E. AusÛ, M. L. Molina, biÈn con ratas alimentadas con una die- pias en pacientes epilÈpticos, en los sÌn-
J. V. GarcÌa Velasco, M. Camacho, R. A. ta pobre en yodo, en colaboraciÛn con dromes de alcoholismo fetal y de dro-
Lucio y yo mismo) ha trabajado con ratas R. Lavado Autric, M. C. Arufe, F. Escobar gadicciÛn de la madre, en microgiria y
tratadas con methimazole, en colabora- del Rey y G. Morreale de Escobar, de otras enfermedades de origen genÈtico;
ciÛn con P. Pacheco, del Instituto de Madrid. no podemos descartar que se den tam-
VIBRISAS
Hipotiroideo
CORTEZA DE
BARRILES
Hipotiroideo V V V
V
VI
PERE BERBEL Y STUART INGHAM
SUSTANCIA VI VI VI VI
BLANCA
Normal Hipotiroideo
P12 P15 IV IV
5-HTT
P15 P15
NUCLEO
VENTROBASAL
DEL TALAMO
Aljoscha C. Neubauer genes o los factores ambientales? Los pueden diferenciar determinadas perso-
estudios con gemelos y con niÒos adop- nas de particular inteligencia dentro de
E
ntre otros factores distintivos, tados permiten responder en buena un ·rbol genealÛgico; sin embargo, otros
el siglo XX se caracterizÛ por medida a estas preguntas. Genes y fac- estudios llegan a la conclusiÛn opuesta.
la importancia dada a la inves- tores ambientales, dentro y fuera de la
tigaciÛn de la inteligencia. Los familia Èstos, influyen sobre la inteli- La memoria RAM
psicÛlogos pusieron particular empeÒo gencia. En los niÒos y adolescentes la Desde hace m·s de dos decenios, se viene
en definir y medir esta fascinante facul- influencia de la herencia es del 50 % y trabajado en averiguar si los ìcerebros
tad del hombre. Abordaron la estructura la del ambiente algo menor; el resto se inteligentesî pueden procesar informa-
de la inteligencia y su contribuciÛn al atribuye a errores de c·lculo. Conforme ciones con una mayor rapidez, a la manera
Èxito profesional y personal de los indi- aumenta la edad, van dominando los de los ordenadores de ˙ltima generaciÛn.
viduos. Pero quienes investigan el coe- genes de un modo creciente. Las inves- HipÛtesis que hemos comprobado en la
ficiente intelectual øsaben quÈ es la inte- tigaciones realizadas en personas mayo- Universidad de Graz y se ha ratificado
ligencia? A duras penas. Adem·s, habrÌan res de 60 aÒos permiten entrever que el tambiÈn en otros centros. Las personas
de entender tambiÈn cÛmo surge. En este coeficiente intelectual es hereditario en m·s inteligentes pueden captar con mayor
sentido, nuestros conocimientos sobre las aproximadamente un 80 %. celeridad informaciones procedentes del
bases anatÛmicas y fisiolÛgicas de la La b˙squeda individualizada de ìge- mundo exterior, almacenarlas en la
inteligencia resultan p·lidos si se com- nes de inteligenciaî se halla todavÌa en memoria a corto plazo y desde allÌ recu-
paran con los conocimientos adquiridos paÒales. No se ha conseguido todavÌa perarlas; asimismo recuperan con mayor
por los psicÛlogos. identificar siquiera los genes que permi- prontitud conocimientos almacenados
øPor quÈ la inteligencia varÌa de una tan separar las personas en razÛn de su en la memoria a largo plazo. La analo-
persona a otra? øQuÈ importan m·s, los inteligencia. En algunos casos aislados se gÌa con el ordenador puede llevarse toda-
AKG BERLIN
ARTOTHEK
AKG BERLIN
AKG BERLIN
AKG BERLIN
1. INTELIGENCIAS
PRIVILEGIADAS. ¿Tienen los
cerebros de estos científicos
y artistas algo en común
que les haya permitido sus
extraordinarias creaciones
Richard Wagner Albert Einstein Stanley Kubrick intelectuales?
DENDRITAS
SOMA CELULAR
AXON
NUCLEO MIELINA
CELULAR
NODULO DE RANVIER
THOMAS BRAUN
THOMAS BRAUN
(b), las que tienen una inteligencia nor-
DENSIDAD DE SINAPSIS
mal ( a ) y las superdotadas (c ) presen- b
tan perfiles diferentes de poda neural
de las uniones sinápticas a lo largo del
tiempo: las personas más inteligentes a
“limpian” su cerebro con particular
intensidad en la pubertad. Debido a c
ello, sus cerebros, por una parte, con-
sumen en total menos energía y, por
otra, las actividades de la corteza pue- 0,5 1 5 10 15 20 30 40 50 60
den concentrarse mejor en las áreas EDAD EN AÑOS
necesarias.
Thomas Hülshoff denomina celos si persigue la presunta humoresî), teorÌa imperante desde la
øT
posesiÛn de otra persona, por ejemplo, Antig¸edad hasta la Edad Media, se
ienen algo en com˙n el caos del cÛnyuge o de un hermano. Hablamos basaba, por ejemplo, en que los dese-
circulatorio, un polÌtico, de venganza cuando a la irritaciÛn se quilibrios entre los ìhumores corpora-
un televisor que se averÌa suma una mancilla del honor; es decir, lesî explicaban los cuatro temperamen-
y la pisada de excremen- este sentimiento puede ser consecuen- tos b·sicos. El exceso de bilis (del griego
tos de perro? Efectivamente: a todos nos cia directa de la envidia o de los celos. cholÈ) originarÌa accesos violentos y
causan irritaciÛn. Desde una perspec- El tÈrmino rabia designa una emociÛn funestos del temperamento y de la ra-
tiva psicolÛgica, lo mismo sucede cuando explosiva y concentrada; en este caso, bia, como corresponde al temperamento
no logramos un objetivo, no satisface- la irritaciÛn desencadena una reacciÛn colÈrico (vÈase la figura 4). Incluso hoy
mos nuestras necesidades o alguien aten- inmediata y la energÌa acumulada se des- sostenemos que las contrariedades ìnos
ta contra nuestra autoestima. carga en forma de acceso de cÛlera. alteran la bilisî.
La irritaciÛn es una emociÛn hostil, Cuando la rabia y la irritaciÛn se dirigen En la baja Edad Media y en el Rena-
dirigida contra una causa concreta. durante mucho tiempo contra un obje- cimiento se impuso la concepciÛn de que
Mientras que el primer impulso dura sÛlo tivo determinado, se habla de odio. Por la irritaciÛn desatada no sÛlo lleva la
unos segundos, el estado de irritaciÛn se ˙ltimo, la ira vincula la irritaciÛn con la miseria a aquellos contra quienes va diri-
prolonga m·s tiempo, con lo que la emo- confrontaciÛn y la vindicaciÛn intelec- gido este sentimiento, sino tambiÈn al
ciÛn se reaviva una y otra vez. Aunque tuales: de la ìrabia de las vÌctimasî na- encolerizado. De hecho, la ira y la envi-
este estado nos resulte desagradable, la cerÌa la ìira de los justosî. dia se encuentran entre los siete peca-
irritaciÛn en sÌ óen especial, su viven- En todas las culturas se conocen la dos capitales.
ciaó tambiÈn tiene una vertiente divertida. irritaciÛn, la rabia y la ira. La explica- La irritaciÛn y la rabia son emociones
La irritaciÛn es una emociÛn polifa- ciÛn y la valoraciÛn de estos sentimien- muy intensas, vinculadas con fuertes
cÈtica. Cuando entra en juego una po- tos depender·n del contexto cultural. La reacciones corporales. ìSiento una ra-
sesiÛn, recibe el nombre de envidia. Se patologÌa humoral (ìdoctrina de los bia visceralî, decimos a menudo.
THOMAS BRAUN
EL CEREBRO TRINO. El denominado
cerebro trino es un modelo cerebral
CORTEZA CEREBRAL M
simplificado propuesto por Paul D. nto vol ovi
sa mie un
LIMBICO
m tario
n E M A
Maclean. Según este autor, los seres e
SIS T
ien s
P
tos
humanos tienen tres cerebros distintos y
Excitación
RO REPTILIA
REB
Ex nsciente
periencia
NO Sentimientos
relacionados entre sí, pero con estructuras CE
Reflejos Instinto
y características neuroquímicas específicas, Control hormonal
co
que derivan de distintas épocas de su
bla
An Co Estado
ális ex du n
Ha
pasado evolutivo. is d pre cta de ánimo
ec si v
os a
te
y be
n e fi c
io s
metabolismo se adapta a la situaciÛn que
ha suscitado la irritaciÛn. Por otra parte,
el sistema lÌmbico se ocupa de que nues-
tra conducta expresiva se corresponda
con la vivencia emocional: la irritaciÛn
se pone de manifiesto en el timbre de voz
y en los gestos.
3. En el nivel superior de este modelo
simplificado se halla la corteza. En lÌneas
generales, esta parte de nuestro cerebro
gobierna los movimientos voluntarios,
procesa de modo consciente los estÌmu-
los sensitivos y se ocupa de procesos
cognitivos complejos, como el pensa-
miento o el habla. Las emociones cons-
cientes se viven, sobre todo, a travÈs del Lo importante es que la corteza cere-
lÛbulo frontal, regiÛn anterior de la cor- bral nos permite medir y controlar nues- Con todo, la reacciÛn de irritaciÛn no
teza cerebral. No se limitan a estar ins- tras reacciones emocionales. Cuando sigue siempre un circuito neuronal es-
taladas a extramuros de la conciencia, a reaccionamos con irritaciÛn o rabia ante tablecido y rÌgido por las regiones an-
modo de sensaciones imprecisas, sino un insulto, estamos a la merced de nues- tedichas. El cerebro no contiene ìcen-
que podemos dirigir nuestra atenciÛn tro sistema lÌmbico. No obstante, con la tros especiales de la rabiaî, dedicados
hacia ellas, analizarlas y nombrarlas: la ayuda de la corteza cerebral, podemos en exclusiva a este sentimiento. La irri-
irritaciÛn puede mutarse, seg˙n las cir- en ese instante efectuar un an·lisis de taciÛn es fruto de la interacciÛn entre
cunstancias, en celos, envidia, venganza ìcoste y beneficiosî y determinar quÈ estructuras cerebrales totalmente dis-
o frustraciÛn. haremos con esa rabia. tintas que se ocupan de todo lo siguiente:
IRENÄUS EIBL-EIBESFELDT (dibujo); ANDREAS PAUL (fotografía)
FRANS MENTON
tación general asociada con el “éxtasis de la victoria” y el
deseo de revivirlo expliquen la conducta agresiva y com-
bativa surgida del estado inicial de irritación.
En principio, no conviene introducir Quiz·s este proceso haya motivado, culpa. Sin embargo, cuando no sucede
en un mismo saco la irritaciÛn y la con- en ˙ltima instancia, que nuestros senti- tal, la rabia desmesurada puede desem-
ducta agresiva, aunque quiz· los anima- mientos de rabia e irritaciÛn se alejen, bocar en una agresiÛn destructiva y en el
les constituyan una excepciÛn: al no poder al menos en parte, de la agresividad. El empleo de la violencia: las relaciones se
preguntarles por su estado de ·nimo, sÛlo lenguaje humano tambiÈn contribuye a rompen precipitadamente y se inflige
su conducta nos delatar· sus emociones, que las disputas airadas no se materia- daÒo a los dem·s. Los brotes de violen-
admitiendo que existan. La situaciÛn de licen en actos violentos. No obstante, cia sobrevienen, en especial, en situa-
la especie humana es distinta, sobre todo, cuando la irritaciÛn se sigue de una agre- ciones de estrÈs social, por ejemplo, cuan-
gracias a nuestra capacidad para contro- siÛn, puede servir para imponer nuestra do el afectado se siente entre la espada
lar los sentimientos a travÈs de la razÛn: voluntad a los dem·s, adquirir poder o y la pared y cree que sÛlo puede salvar
la irritaciÛn no siempre culmina en una recuperar la autoestima perdida a travÈs su autoestima pasando a la ofensiva.
agresiÛn, ni, a la inversa, a toda agresiÛn de la venganza. Acontece a menudo que los niÒos y ado-
acompaÒa ineludiblemente un senti- lescentes que reaccionan con demasiada
miento de rabia: en la guerra, un piloto ¿Graffiti? ¡No, gracias! agresividad y que apenas controlan su
de bombardero no tiene por quÈ estar irri- Existe una forma especial de rabia que rabia han sufrido una carencia prolongada
tado mientras lleva a cabo su misiÛn. Es sirve para explorar los propios lÌmites: de calor afectivo, apoyo y protecciÛn. La
consciente, sin duda, de los efectos de su los niÒos pequeÒos que atraviesan la fase violencia repetida tambiÈn puede de-
poder mortÌfero, pero no los percibe con de oposiciÛn sistem·tica y los adoles- terminar una conducta agresiva y obs-
una emociÛn inmediata. En cambio, si se centes se sirven de las rabietas para tomar taculizar el establecimiento de nuevas
le exigiese que agrediera a otra persona conciencia de su propia vitalidad y son- relaciones sociales. Es posible que, con
óalgo que, en comparaciÛn, resultarÌa dear al mismo tiempo los lÌmites de sus ello, los afectados intenten, de manera
menos lesivo que arrojar una bombaó, acciones agresivas. Sin embargo, si el inconsciente, evitar nuevas decepciones
seguramente le costarÌa mucho m·s tra- entorno no reacciona de la forma debida, y rupturas de los lazos afectivos.
bajo. Con todo, existe cierta relaciÛn ellos lo interpretan a menudo como una
entre la agresiÛn y la irritaciÛn: un estado debilidad o falta de interÈs, y su rabia y Cómo controlar la irritación
de ·nimo furioso e irritado favorece el agresividad pueden crecer. Si dominamos nuestra irritaciÛn y ra-
comportamiento agresivo. Si nuestro hijo de tres aÒos organiza bia en vez de dejarnos arrastrar por ellas,
Esta disociaciÛn parcial entre la rabia un alboroto en el supermercado porque pueden aparecer otros problemas. Ambos
y la irritaciÛn, por un lado, y la agresiÛn, quiere una chucherÌa o si un muchacho sentimientos activan el sistema nervioso
por el otro, no se da sÛlo entre las per- ìdecoraî la fachada de nuestra casa con simp·tico y ponen al organismo en situa-
sonas. Muchos animales expresan su agre- graffiti, habremos de mostrarles, por su ciÛn de alerta. Si no logramos reprimir
sividad ˙nicamente con gestos de ame- propio beneficio, cu·les son los lÌmites la irritaciÛn ni la rabia, por ejemplo, ante
naza y no llegan a luchar. Aquel que de una conducta aceptable. Quiz· lo que un estrÈs laboral permanente, se ponen
muestra de un modo creÌble su categorÌa suceda es que terminemos manifestando en marcha automatismos nerviosos y
y su disposiciÛn a luchar o a defenderse nuestra propia irritaciÛn: la irritaciÛn al hormonales de consecuencias nefastas:
ahorra energÌa y, desde una perspectiva servicio de la comunicaciÛn. estados crÛnicos de tensiÛn, trastornos
evolutiva, asegura su supervivencia. Para Por regla general, somos capaces de cardiocirculatorios óen especial, hiper-
ello, sin embargo, se precisan mecanismos contener nuestra irritaciÛn, asÌ por temor tensiÛn arterialó y debilitaciÛn del siste-
que transmitan la disposiciÛn a la lucha. a la venganza o a sufrir sentimientos de ma inmunitario.
Bibliografía complementaria
VOM S INN DES Ä RGERS . A NREIZ ZUR
SELBSTBEHAUPTUNG UND SELBSTENTFALTUNG .
V. Kast. Kreuz Verlag; Stuttgart, 1998.
E MOTIONEN . E INE E INFÜHRUNG FÜR
BERATENDE,THERAPEUTISCHE, PÄDAGOGISCHE
UND S OZIALE B ERUFE . T. Hülshoff. UTB
Reinhardt; Munich, 2001.
Aljoscha C. Neubauer tÌficas sobre ella, nos quedarÌamos con la designÛ, en consecuencia, inteligen-
la idea de que se han dado tantas defini- cia ìfluidaî. De ella nos valdrÌamos para
M
illones de telespectadores ciones cuantos individuos se entregaron adquirir un bagaje de conocimientos, la
han visto un programa de a su estudio. La palabra ìinteligenciaî inteligencia cristalizada o ìcristalinaî
Èxito en un canal de la tele- deriva del latÌn intellegere: entender, en expresiÛn de Cattell. En ella se habrÌan
visiÛn alemana dedicado a comprender, conocer. Lo com˙n a sus solidificado, por asÌ decir, las experien-
la inteligencia. Al hilo del mismo óìEl m˙ltiples definiciones, m·s o menos cias de aprendizaje anteriores.
gran Testî es su tÌtuloó, se aprestaron diferentes, es que la inteligencia capa- Esta distinciÛn nos lleva a la pregunta
a determinar su propio coeficiente inte- cita a su poseedor para salir airoso en siguiente: øEs la inteligencia una carac-
lectual (CI). Se trata de un ejemplo entre situaciones que le resultan nuevas o poco terÌstica unitaria y cerrada en sÌ misma?
muchos otros de la importancia que familiares. Adem·s, esa capacidad se øNo serÌa mejor distinguir una serie de
damos hoy a la inteligencia y al CI. Se basa en la captaciÛn mental directa de facultades especÌficas independientes,
considera habitualmente que el CI cons- significaciones y relaciones, sin necesi- sin nada que ver realmente entre sÌ, aun-
tituye un medio probado para valorar dad de un aprendizaje ni de muchas pro- que caigan bajo la misma etiqueta m·s
personas y ordenarlas entre sÌ. Algunos baturas. o menos azarosamente? Todos conoce-
perspicaces estrategas de la publicidad mos individuos con talentos extraordi-
dotan a sus productos de ìCIî, para pon- Inflación de inteligencias narios: øno es evidente en tales casos
derar ìcu·n inteligentesî son. Existen Por otro lado, los tests de inteligencia que no podemos mezclar ìmanzanas con
incluso unas tabletas de chocolate que incluyen frecuentemente preguntas sobre perasî en una sola nociÛn de inteligen-
ostentan el nombre de este concepto, conocimientos aprendidos, por ejemplo, cia general y menos a˙n en un ˙nico CI?
introducido hace m·s de noventa aÒos cuando piden la aclaraciÛn de determi- Los tests de inteligencia suelen incluir
por William Stern (1871-1938), un psi- nados conceptos. Y sin embargo, hay problemas de diversa Ìndole: hallar analo-
cÛlogo norteamericano de origen ale- una diferencia entre la verdadera poten- gÌas de palabras, definir palabras, proble-
m·n (vÈase el recuadro ìCI: El coefi- cia de pensamiento y el saber adquirido. mas de retenciÛn, c·lculos, completar
ciente intelectualî). Raymond B. Cattell (1905-1998), autor series, rotaciones de dados o construc-
Pero, øquÈ es la inteligencia en reali- de esta distinciÛn, consideraba la poten- ciones en el espacio. AsÌ, adem·s del CI
dad? Si contemplamos la historia casi cia de pensamiento una suerte de cinÈ- propiamente dicho, se puede establecer
centenaria de las investigaciones cien- tica mental o capacidad de reordenaciÛn; un ìperfil de inteligenciaî general, que
proporciona informaciÛn sobre las apti- planteamiento g, donde g, del inglÈs ge- rosimilitud de una aptitud mental ge-
tudes en diversos terrenos particulares: neral intelligence, designa la inteligen- neral. De hecho, el planteamiento g ha
comprensiÛn verbal, aptitud de c·lculo, cia general. Arranca esta tendencia de resistido a todos los intentos de refuta-
representaciÛn espacial y capacidad Charles Spearman (1863-1945), psicÛ- ciÛn, a pesar de que sus crÌticos no rega-
retentiva, por ejemplo, son algunos cl·- logo brit·nico. Un argumento en favor tearon esfuerzos en tales intentos.
sicos entre las aptitudes intelectuales del planteamiento g lo ofrece el hecho En consecuencia, a la pregunta sobre
particulares. de que, estadÌsticamente, las aptitudes la estructura de la inteligencia, hoy los
A menudo prosiguen las subdivisio- parciales distintas nunca son del todo psicÛlogos ya no responden con una dis-
nes, para acotar, por ejemplo, la creati- independientes entre sÌ: quien muestra, yuntiva ìo... oî, sino que prefieren la
vidad, rapidez de procesamiento o domi- pongamos por caso, una inteligencia ver- expresiÛn conjuntiva ìtanto... como tam-
nio corporal (inteligencia operacional) bal especial, suele ser diestro tambiÈn biÈnî. Generalmente ven la inteligencia
del sujeto. en otros campos, por ejemplo en el ma- como una jerarquÌa piramidal: en la c˙s-
A lo largo del siglo pasado fue obje- tem·tico. Los llamados idiots savants pide sit˙an la inteligencia general; por
to de intenso debate la posible distinciÛn ópersonas de inteligencia inferior a la debajo una serie de aptitudes genÈricas
de tipos de inteligencia diferentes. A los media, que sin embargo destacan con especiales, y finalmente, si acaso, en un
defensores de la ìinteligencia m˙ltipleî alg˙n talento extraordinarioó suelen ser tercer plano, otras dotes a˙n m·s espe-
se oponÌan los partidarios del llamado excepciones a la regla que admite la ve- cÌficas (vÈase la figura 1). Con todo, no
THOMAS BRAUN
modelo piramidal de la estructura de la
inteligencia sitúa un factor g en el punto
superior y, por debajo, las aptitudes
particulares, en grado creciente de g
determinación.
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hay a˙n unanimidad entre los especia-
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listas sobre el n˙mero y la especie exac-
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tos de las aptitudes en los dos planos
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En 1993 un estudio de John B. Carroll,
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de la Universidad de Carolina del Norte,
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abriÛ nuevas perspectivas para este
modelo piramidal. Este psicÛlogo nor- APTIT
UDES P ICAS
teamericano emprendiÛ una tarea tit·nica. ARTICULARES ESPECIF
ComparÛ entre sÌ 460 encuestas de los
aÒos 1927 al 1987. BasÛ asÌ su metaes-
tudio sobre datos relativos a no menos
de 130.000 personas, una cifra que no Lohhauer, expuesto por Dietrich Dˆrner educaciÛn menos privilegiadas se en-
se repetirÌa en la historia de la investi- y sus colaboradores, de la Universidad cuentran en desventaja en los tests de CI
gaciÛn de la inteligencia. de Bamberg. En una simulaciÛn por orde- cl·sicos. Carecieron de las oportunida-
Con todo, algunos psicÛlogos prefie- nador, el sujeto representa a un alcalde des para adquirir las tÈcnicas necesarias
ren modelos alternativos al piramidal, lo que gobierna la ciudad ficticia de o el saber que se les pide. Para evitar este
que muestra la inseguridad que rodea a Lohhauer. Cuando Èl altera ciertos fac- problema puede recurrirse a tests de
esta lÌnea de investigaciÛn. El modelo tores ópromueve la industria a costa aprendizaje, que deberÌan ser capaces
de estructura de la inteligencia de BerlÌn de la calidad medioambientaló, su deci- de determinar mejor el potencial inte-
(EIB), ideado por Adolf Otto J‰ger, psi- siÛn repercute en otras partes del sis- lectual de una persona.
cÛlogo de la Universidad Libre de Ber- tema, por ejemplo, en el turismo. El fin
lÌn, recuerda la figura de un rombo. De aquÌ lo constituye el mantener en buen ¿Saber es poder?
acuerdo con el mismo, las aptitudes inte- funcionamiento la ciudad a lo largo de Los tests de aprendizaje constan por lo
lectuales parciales se forman siempre un perÌodo simulado de diez aÒos y con- regular de tres partes: un test de inteli-
mediante combinaciÛn de una capaci- tentar a los ciudadanos. Una investiga- gencia cl·sico determina en primer lugar
dad relativa a contenidos (por ejemplo, ciÛn con planteamientos de este tipo la situaciÛn inicial (pretest). En la fase
razonamiento verbal, numÈrico o ima- deberÌa enriquecer y ampliar la investi- siguiente, los examinandos han de apren-
ginativo) con una capacidad operativa gaciÛn cl·sica de la inteligencia, basada der las reglas esenciales para la resolu-
(asÌ, rapidez de procesamiento, memo- en tests de CI. ciÛn de los problemas. Por ˙ltimo, en un
ria, creatividad y capacidad de elabora- Otra crÌtica frecuente que se aplica a segundo test, el llamado postest, se
ciÛn). Para cada una de las aptitudes par- los tests de CI tradicionales, objeta que enfrentan a problemas similares a los del
ciales, los psicÛlogos han desarrollado Èstos sÛlo captan la capacidad intelec- pretest. Con ello, los psicÛlogos miden
tests especÌficos. Pero tambiÈn en el tual moment·nea de una persona, no el cu·nto ha mejorado el rendimiento entre
modelo rombal hay un factor global de potencial de su desarrollo. Los hombres el pretest y el postest. Las personas de
la inteligencia general, que se sit˙a por que han crecido en unas condiciones de inteligencia privilegiada no suelen mejo-
encima de todas esas aptitudes parciales.
Los modelos de inteligencia mencio-
nados hasta aquÌ se fundan sobre todo
en tests de inteligencia cl·sicos. Los crÌ- RAPIDEZ DE g IMAGINATIVO
PROCESAMIENTO C
ticos les reprochan a menudo que apre- O
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ver con la resoluciÛn de problemas rea-
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les. No suele, en efecto, el quehacer dia- CREATIVIDAD O
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rar mucho, pues en el pretest ya sacaron se esforzÛ por establecer una correla- rendimientos, por ejemplo en ajedrez o
resultados por encima de la media. Pero ciÛn directa entre inteligencia y rendi- en matem·ticas, responden mejor a una
en sujetos con menor inteligencia, las mientos en un ·mbito determinado. M·s inteligencia privilegiada o a unos cono-
mejoras sensibles en el postest son indi- recientemente, se ha abordado tambiÈn cimientos especiales.
cativas de un alto potencial de aprendi- la incidencia del saber y la experiencia
zaje. Sin embargo, ignoramos hasta quÈ en el logro de rendimientos mentales Predicción del éxito
punto este tipo de tests puede predecir sobresalientes. Esto constituye el n˙cleo Como era de esperar, las personas de
mejor que los tests al uso el Èxito en la del ìparadigma experto-novatoî, pro- inteligencia privilegiada y los expertos
escuela, la formaciÛn y la profesiÛn. puesto en 1973 por William G. Chase solucionaron problemas especiales mejor
Durante dÈcadas, la corriente princi- (1940-1983) y Herbert A. Simon (1916- que los principiantes (ìnovatosî), es
pal de la investigaciÛn de la inteligencia 2001). Se trata de averiguar si los altos decir, mejor que las personas cuyo cono-
cimiento del ·mbito en cuestiÛn es magro.
Ahora bien, en ciertos casos una buena
experiencia podÌa igualarse a una inte-
ligencia inferior: los expertos menos
Grafología y posos del café inteligentes alcanzaron un grado de ren-
dimiento que no desmerecÌa del logrado
Sólo el éxito es decisivo para la validez de los tests psicológicos. ¿Hasta qué
por los novatos m·s listos. Pero tambiÈn
punto logran predecir los rendimientos en la escuela, formación (profesional), al experto le importa una inteligencia
carrera u oficio? Frank Schmidt, de la Universidad de Iowa, y John Hunter, de elevada: por lo regular, los expertos inte-
la Universidad estatal de Michigan, evaluaron en 1998 un gran número de com- ligentes sacaron los mejores resultados.
paraciones de este tipo. Comprobaron que la inteligencia general de un hom- Parece, pues, que se da una sinergia entre
bre explica entre un veinte y un veinticinco por ciento de su éxito en la escuela, experiencia e inteligencia. Esta ˙ltima,
la formación y la profesión. dicho sea de paso, no sÛlo deberÌa ejer-
Schmidt y Hunter se interesaron especialmente por la bondad de diferentes cer un efecto directo sobre los rendimien-
tests a utilizar en la selección de personal ante una oferta de trabajo. Y halla- tos, sino que ayuda, adem·s, a adquirir
ron que, pese a todas sus limitaciones, los tests de inteligencia, comparados el saber m·s f·cil y prontamente. Pero
con otros procedimientos de selección de personal, resultaban ser los que cuando en un terreno se dispone de
mejor predicen el éxito. Para poder evaluar aún mejor el éxito formativo y amplios conocimientos, apenas se per-
profesional, valdría la pena, no obstante, incorporar otras fuentes de infor- ciben diferencias de rendimiento entre
mación, como pruebas de trabajo o entrevistas. personas m·s o menos inteligentes.
Las agencias de selección realizan también un trabajo apreciable, si no impor- Estos nuevos planteamientos mues-
tan los honorarios. Entre las pruebas que desarrollan no faltan la observación tran que la investigaciÛn de la inteli-
y valoración de los candidatos en su actuación en grupo: en disertaciones gencia se encuentra en un estado de trans-
espontáneas, autopresentaciones o interpretación de roles. Sin embargo, sus formaciÛn. Hoy en dÌa, los psicÛlogos
cuotas de éxito no alcanzan la altura de los tests de inteligencia. definen y miden la inteligencia de un
Finalmente, los análisis grafológicos —estudios de la escritura de una persona—
modo diferente del habitual hace pocos
no aportan ninguna información relevante acerca del éxito profesional futuro.
Lo mismo vale para la astrología. Si alguien elige personal para un empleo o
aÒos. Adem·s, amplÌan sin cesar su
para cursos de formación a partir de análisis grafológicos o astrológicos, igual campo de significaciÛn hacia dominios
podría hacerlo tirando una moneda o leyendo en los posos del café. que ya no tienen mucho que ver con el
pensar, la soluciÛn de problemas o el sa-
ber, los ·mbitos cognitivos tradiciona-
El desarrollo de la creatividad
Todos tenemos el anhelo de ser creativos y ocurrentes.
Pero, ¿cómo puede alcanzarse dicho objetivo?
Heiner Rindermann Las siguientes caracterÌsticas perso- Las mentes creativas muestran con
°S
nales (y sus combinaciones) adquieren frecuencia una curiosidad, motivaciÛn
ea usted creativo! °Nuestro pro- especial relevancia para concebir ideas e interÈs fuera de lo com˙n, elevada
grama intensivo de 2 horas le y productos creativos: flexibilidad y espontaneidad, asÌ como
convertir· en una fuente inago- un pensamiento imaginativo, capaz
table de chispeantes ideas! Propaganda ï Independencia y alejamiento de los de establecer asociaciones, impulsivo
de ese tenor inunda nuestros buzones. convencionalismos: con el fin de obte- y audaz. Estos individuos re˙nen a
Pero hemos de recibirla con tiento. No ner nuevos productos, las personas crea- menudo rasgos extremos de car·cter,
es tan simple estimular la creatividad tivas deben superar los h·bitos tradi- difÌcilmente conjugables, lo que les
personal; casi tan difÌcil como definirla. cionales y las normas sociales que confiere una personalidad compleja.
No existen recetas m·gicas ni f·rmacos determinan cÛmo se debe pensar y obrar. Una investigaciÛn con 56 escritores
milagrosos que potencien la creatividad. ï Autoestima: defender nuevas ideas e norteamericanos vivos mostrÛ en nu-
Si, a pesar de ello, pretendemos averi- imponerlas frente a opiniones contrarias merosos casos la misma combinaciÛn
guar cÛmo desarrollar esta cualidad requiere gran confianza en uno mismo. de psicopatologÌa y autoestima, que
humana, conviene plantearse en primer ï PredisposiciÛn a asumir riesgos: se la observada en Heinrich Heine (1797-
lugar en quÈ se diferencian las personas trata de otra cualidad aÒadida para de- 1856) o en Kurt Tucholsky (1890-
creativas del resto. sarrollar conceptos innovadores. 1935).
PHOTONICA
ExagerarÌamos si recomend·ramos a
quienes anhelan ser creativos sufrir una
psicosis. Abundan, sin embargo, los pro-
gramas que ayudan a estimular la crea-
tividad. El mÈtodo m·s conocido es la
tormenta o descarga de ideas (brain-
storming), desarrollado por el teÛrico de
la publicidad Alex J. Osborn. Consiste
en reunir un grupo de personas (excep-
cionalmente una sola), que deben pro-
ducir en un determinado intervalo de
tiempo el mayor n˙mero de ideas po-
sible, sin importar su calidad. Posterior-
mente, se procede a valorarlas y selec- CREATIVIDAD EN EDAD TEMPRANA.
cionarlas. El estÌmulo de los compaÒeros sores podrÌan, por ejemplo, establecer La creatividad hay que trabajarla: los
y la ausencia de autocensura permiten unidades did·cticas abiertas, en las que rompecabezas y la plastelina son dos de
alcanzar ideas innovadoras. se concediese a los alumnos autonomÌa las múltiples posibilidades para elevar el
En ocasiones se recurre a los deno- para proponer nuevas preguntas, solu- “coeficiente de creatividad “ de los niños.
minados ìviajes de la imaginaciÛnî, prin- ciones o mÈtodos para llegar a ellas.
cipalmente con niÒos, aunque de uso Resulta imprescindible que la socie-
tambiÈn en psicoterapia. Se trata de rom- dad sea tolerante con lo inusitado. La
per con esquemas y modelos de com- ausencia de temor a ser castigados por erro- los profesores no deberÌan limitarse a que
portamiento rÌgidos. Para ello se parte res cometidos, facilita la expresiÛn de los alumnos repitan una y otra vez las lec-
de una pregunta del estilo: øQuÈ pasa- ideas alternativas, la exploraciÛn de nue- ciones aprendidas, sino mostrarles cÛmo
rÌa si sucediera esto o aquello? øQuÈ vos caminos y el desarrollo de nuevos encontrar soluciones por sÌ mismos.
posibilidades se darÌan entonces? productos. Y ello vale para la familia, la En el terreno profesional se deberÌa
Otros mÈtodos similares proponen escuela y la sociedad en su conjunto. animar a los colaboradores a expresar sus
sumergirse en la vida de un personaje del La organizaciÛn personal es otra clave ideas y recompensar las innovaciones.
pasado o de un animal. Se consigue asÌ para la activaciÛn de las facultades crea- Si se dispone de libertad para planificar
reforzar la imaginaciÛn del individuo, tivas. La planificaciÛn detallada del tra- el trabajo, inventar productos y poner en
cualidad ˙til en las m·s variadas situa- bajo y del estudio propicia el pensa- marcha nuevos procesos, se despeja el
ciones. La personalidad no constituye el miento y la actuaciÛn independiente, camino para la creatividad en el seno de
˙nico factor importante para la creativi- abriendo espacios a la creatividad. la empresa. Adem·s, reviste gran impor-
dad. Se precisa, aparte de sabidurÌa, moti- tancia reconocer cualidades especÌficas
vaciÛn y ocurrencia, un entorno estimu- Marionetas y rompecabezas y potenciarlas, asÌ como evitar las estruc-
lante: por una parte, un clima social que Un entorno estimulante es la base para turas muy jerarquizadas.
reconozca la creaciÛn innovadora, la fomentar la curiosidad y la capacidad La alternancia de perÌodos muy acti-
adopte y la valore; por otra, una materia creativa. Los padres deberÌan propor- vos con otros m·s tranquilos, de trabajo
abierta, cambiante, sobre la que se hayan cionar a sus hijos juguetes polivalentes; con ocio, puede fomentar la creatividad.
realizado estudios previos motivantes, y los profesores, realizar preguntas que Las fases de trabajo intenso establecen
que permita aportar ideas nuevas. admitan m·s de una respuesta a sus alum- el capital de sabidurÌa y capacidad nece-
Hasta principios del siglo XX, la crea- nos. Tanto la realizaciÛn de tareas de sario; las fases de descanso o distracciÛn
tividad se consideraba una cualidad es- contenido interesante (acceso a Internet posibilitan la inspiraciÛn.
pecial de genios singulares. Seg˙n esta o a los libros), como la disponibilidad ParadÛjicamente, cierto nivel de rutina
interpretaciÛn, heredada de la tradiciÛn de materiales adecuados (por ejemplo, y una organizaciÛn eficaz tambiÈn pro-
griega, sÛlo ellos desarrollarÌan ideas bri- marionetas o rompecabezas), fomentan pician la creatividad: permiten dedicar
llantes, fulgurantes, como caÌdas del cielo, el trabajo creativo. No menos impor- mayor atenciÛn y tiempo a las activida-
siempre gracias a la inspiraciÛn divina. tante es la figura del mentor, un modelo des innovadoras. A la creatividad se llega
La concepciÛn actual concede una mayor a seguir, con el que se mantiene un con- por el orden.
importancia al hecho de vivir en un tacto personal; tambiÈn se puede tratar
ambiente estimulante y ocuparse de forma de personalidades del pasado conocidas
perseverante e intensiva de una determi- a travÈs de libros, pelÌculas o relatos.
nada disciplina. Por lo tanto, otro mÈtodo Finalmente, los concursos de conoci- HEINER RINDERMANN es colaborador cien-
para desarrollar la creatividad consisti- mientos o creaciÛn convocados por enti- tífico en el Instituto de Psicología de la
rÌa en transformar aquello que nos rodea: dades p˙blicas o privadas pueden gene- Universidad de Magdeburgo.
familia, colegio, trabajo o sociedad. rar una gran motivaciÛn.
øCÛmo deberÌa ser nuestro entorno Naturalmente, el hogar familiar puede Bibliografía complementaria
para que florezca la creatividad? En pri- ayudar en gran medida a desarrollar la K ÖNNEN W IR ZUR E RKLÄRUNG AUSSERGE -
mer lugar, deberÌa garantizar al indivi- creatividad de los niÒos. Los intereses WÖHNLICHER SCHUL-,STUDIEN- UND BERUFSLEIS-
duo libertad y m·rgenes amplios de actua- intelectuales de los padres y una educa- TUNGEN AUF DAS HYPOTHESISCHE KONSTRUKT
ciÛn. Los reglamentos rÌgidos y las rutinas ciÛn no autoritaria contribuyen a ello. Los “KREATIVITÄT”VERZICHTEN? K. A. Keller en
invariables ahogan la creatividad. padres deberÌan alentar a sus hijos y edu- Empirische Pädagogic, volumen 8, número 4,
Debemos, pues, fomentar la libertad de carlos en la independencia. El colegio página 361; 1994.
espÌritu en nuestra sociedad. Los profe- tambiÈn desempeÒa un papel importante:
E
n 1990 Peter Salovey, psicÛlogo Myc: øPodrÌa ilustrarlo con un ejemplo? entiende por ìacertadoî cuando habla-
de la Universidad de Yale, y John Weber: Supongamos que me encuentro mos del comportamiento social, ya que
Mayer, colega suyo en la de New sumido en un estado de tristeza. Lo peor aquÌ nos tenemos que regir por deter-
Hampshire, introdujeron el concepto de serÌa comportarme como si no lo estu- minados criterios, es decir, por normas
ìinteligencia emocionalî. Pero dicha viera. Muy por el contrario: quiz·s y valores.
novedad cientÌfica no trascendiÛ m·s importe m·s comunic·rselo al grupo para
all· de los ·mbitos profesionales hasta que Èste se muestre condescendiente en Myc: En otros tÈrminos, que es la socie-
que, cinco aÒos despuÈs, Daniel Goleman su trato conmigo. La funciÛn b·sica de dad la que establece cu·ndo un com-
abordÛ la cuestiÛn en su libro Coeficiente la inteligencia emocional es la de cana- portamiento es emocionalmente inteli-
emocional - Inteligencia emocional. lizar y utilizar correctamente la infor- gente o no.
maciÛn que nos proporcionan los senti- Weber: M·s o menos. Pensemos en una
Myc: Profesora Weber, øpodrÌa definir mientos. persona extrovertida, que no oculta sus
la inteligencia emocional? sentimientos. En Europa occidental o en
Weber: La expresiÛn remite a una serie Myc: Pero usted en repetidas ocasiones Estados Unidos podrÌa llegar a gozar de
de facultades que de alguna manera tie- ha sido crÌtica con respecto a la inteli- prestigio e incluso disfrutar de la aureo-
nen que ver en su totalidad con los sen- gencia emocional. la de carism·tica. Esa misma persona,
timientos. Una persona emocionalmente Weber: De entrada hay que precisar que en JapÛn, fracasarÌa.
inteligente sabe percibir bien las emo- el concepto no es en absoluto nuevo. Ya
ciones, propias y ajenas. Asimismo, est· se investigÛ hace tiempo, aunque bajo Myc: Parece que no es tan f·cil definir
en condiciones no sÛlo de expresar, sino otras denominaciones, todo lo que hoy el comportamiento emocionalmente inte-
tambiÈn de regular y controlar esos sen- dÌa se propaga con la etiqueta de ìinte- ligente, aplicado al menos a determina-
timientos, especialmente en situaciones ligencia emocionalî. Mi objeciÛn se dos ·mbitos culturales.
problem·ticas. dirige fundamentalmente contra el uso Weber: No lo es. Porque si bien resulta
del tÈrmino ìinteligenciaî. Seg˙n la defi- cierto que, en determinadas situaciones,
Myc: Pero, øno son los sentimientos un niciÛn tradicional, a una persona se le puede haber claras opiniones mayorita-
obst·culo a la hora de solucionar pro- atribuye m·s inteligencia que a otra rias, es justamente en el dÌa a dÌa donde
blemas? cuando es capaz de resolver determina- casi siempre se hace harto difÌcil conci-
Weber: En absoluto. Las emociones sur- das tareas: por ejemplo, reconocer las tar unanimidad respecto a un comporta-
gieron y se desarrollaron en la historia pautas de una serie numÈrica y conti- miento adecuado. Supongamos, por
de la evoluciÛn humana con una funciÛn nuarla correctamente. En casos como ejemplo, que uno estÈ encolerizado con
evidente: para que, en situaciones crÌti- Èste se pueden evidenciar con toda cla- su compaÒero. øQuÈ serÌa preferible:
cas, el hombre supiera reaccionar con ridad los aciertos o equivocaciones. decÌrselo a bote pronto o esperar a que
prontitud y eficacia. Menos f·cil resulta dilucidar quÈ se amaine la tensiÛn? Si le plantea esta pre-
Ana Martín Villalba En contraste con el papel necesario que ciÛn, la EP es el trastorno locomotor pre-
desempeÒa la apoptosis en la formaciÛn dominante, con una incidencia del 1-2 %
D
urante el desarrollo del cerebro del cerebro, en el cerebro adulto acarrea (~120.000 casos en EspaÒa).
inmaduro, y coincidiendo con la consecuencias nefastas. El envejecimiento Pese a ello, se desconocen, en la mayo-
fase de formaciÛn de contactos progresivo de la poblaciÛn en el mundo rÌa de los casos, las causas que provocan
sin·pticos, degeneran y mueren un gran occidental ha llevado a un gran incre- Alzheimer o Parkinson. En cambio, sabe-
contingente de neuronas. Esta muerte mento de las enfermedades degenerati- mos que la enfermedad de Huntington
celular programada, o apoptosis, se de- vas del sistema nervioso. La enfermedad (EH), un trastorno degenerativo menos
be a la disponibilidad limitada de seÒa- de Alzheimer (EA) y la enfermedad de frecuente (1 en 10.000 habitantes; ~4000
les trÛficas provenientes de las cÈlulas Parkinson (EP) constituyen las patolo- casos en EspaÒa), se debe a la mutaciÛn
a inervar. SÛlo sobrevive una pequeÒa gÌas neurodegenerativas m·s frecuentes. del gen huntingtin. Esta mutaciÛn con-
proporciÛn de neuronas, aquella que En la poblaciÛn con edad superior a los siste en la adiciÛn de una o m·s secuen-
recibe suficiente cantidad de seÒales trÛ- 65 aÒos, la EA es la demencia senil con cias de nucleÛtidos ìCAGî, triplete que
ficas; el resto, la gran mayorÌa, muere mayor incidencia y afecta a un 10 % (~5 % codifica el amino·cido glutamina. La
por apoptosis. en EspaÒa). En el mismo rango de pobla- misma mutaciÛn en otros genes provoca
enfermedades menos frecuentes, como
la ataxia espinocerebelosa, la enferme-
1. MECANISMOS MOLECULARES que desencadenan apoptosis o supervivencia celular.
CD95-LIGANDO ICTUS
FACTORES
ACTIVIDAD NEUROTROFICOS
SINAPTICA
CD95
AGREGADOS
POLIGLUTAMINICOS
MOLECULAS
ADAPTADORAS
P/CAF
MITOCONDRIA
CBP
CREB/
CREM
PROTEINAS GENES DE
ESENCIALES SUPERVIVENCIA
CASPASAS EFECTORAS
ANA MARTIN VILLALBA
APOPTOSIS SUPERVIVENCIA
Artistas artificiales
Los ordenadores son muy apreciados por su capacidad analítica.
Pero ya no se les puede considerar meros “artistas” en cálculo;
componen incluso polifonías o pintan cuadros
E
n mayo de 1997 el ordenador artificial pueden: Bach (1685-1750). Harmonet concibe,
ìDeep-Blueî, de la compaÒÌa a partir de una melodÌa monotonal, obte-
IBM, venciÛ al entonces cam- ï componer al estilo de los maestros del nida como entrada, un coral de cuatro
peÛn mundial de ajedrez, Gari Kasparov. Barroco; voces. Melonet puede improvisar varia-
Ello constituyÛ un hito en la historia de ï pintar obras cuya autorÌa bien podrÌa ciones de los temas de una polifonÌa.
la investigaciÛn de la inteligencia arti- ser humana; Wenzel y su grupo han desarrollado
ficial (IA). Pero el culmen de la creaciÛn ï escribir una poesÌa en pocos segundos, para ello, a lo largo de m·s de diez aÒos,
sigue siendo Homo sapiens. La creati- partiendo de unas pocas palabras intro- una combinaciÛn de redes neuronales,
vidad, la conciencia, las emociones o la ducidas al azar por el usuario. sistemas de inteligencia artificial cons-
espiritualidad son coto privado suyo. truidos a imagen y semejanza del cere-
Mas los ordenadores avanzan a gran- Comencemos por el primer apartado. bro humano. Una de sus caracterÌsticas
des pasos en disciplinas como la m˙sica. Los sistemas de IA ìHarmonetî y principales consiste en que, sometidos
Si bien no poseen sentimientos reales o ìMelonetî, desarrollados por el grupo a entrenamiento para resolver ciertas
conocimientos artÌsticos, sus procesa- de Wolfram Wenzel, del departamento cuestiones, se programan a sÌ mismos
Manfred Hiller, Jörg Müller y Daniel tra en estado embrionario. Existen, eso altura, se desplazar· sobre 4 patas y ser·
Germann sÌ, excavadoras que se ayudan de su propulsado por un motor de combustiÛn,
cuchara o se apoyan en ella, sirviÈndose que alimentar· los accionamientos hidr·u-
L
a rueda no estaba presente en la na- de sus ruedas traseras para impulsarse. licos y la aparamenta elÈctrica. Alduro
turaleza hasta que el hombre la in- En colaboraciÛn con el centro de robÛ- deber· transportar una carga de 300 kilo-
ventÛ; permite desplazamientos tica del Instituto PolitÈcnico Federal de gramos, incluyendo una plataforma dotada
m·s veloces y el transporte de cargas Zurich y una compaÒÌa suiza, desarro- de una herramienta; por ejemplo, una
pesadas, pero fracasa en terrenos abrup- llamos un aparato dotado de patas hidr·u- pinza, un taladro o una pala excavadora.
tos. Cuanto m·s inclinada e irregular es licas, denominado roboTRAC. Este con- Las extremidades de Alduro imitan el
la superficie, m·s favorable resulta la cepto representÛ el punto de partida para funcionamiento de las humanas: la arti-
variante natural del movimiento: andar. un vehÌculo autÛnomo andante de nom- culaciÛn de la cadera permite rotaciones
Hasta la fecha, el desarrollo de robots bre Alduro (Anthropomorphically Legged en tres direcciones, la de la rodilla sÛlo en
caminantes para la construcciÛn en pen- and Wheeled Duisburg Robot). una. Unos accionamientos hidr·ulicos
dientes empinadas, explotaciones fores- Nuestro robot, de aproximadamente lineales ejercen la funciÛn de m˙sculos,
tales y labores de desescombro se encuen- 1,4 toneladas de peso y varios metros de tomando en consideraciÛn que los movi-
mientos lineales de sus cilindros hidr·u-
licos deben transformarse en la rotaciÛn
de las articulaciones. Simular la rodilla
no entraÒa gran dificultad; basta con dis-
poner un cilindro entre muslo y pierna
y una bisagra a modo de articulaciÛn. El
movimiento de la cadera requiere de un
mecanismo m·s complejo, capaz incluso
de cambiar trayectorias de fuerzas. En
definitiva, se trata de que cada una de
las patas (similares a las piernas del hom-
bre) se desplace hacia arriba y hacia el
Wolfgang Stroebe En los paÌses desarrollados, adelgazar peso pasÛ de un 40 por ciento hasta incluir
øQ
se ha convertido en deporte nacional. la mitad de la poblaciÛn.
uiÈn no ha conocido la No hay dÌa en que las revistas no ofrez- Pese a la extensiÛn del problema, tal
frustraciÛn ante el reflejo can una nueva y milagrosa dieta. vez sean pocos los que conozcan las defi-
del propio cuerpo en el ParadÛjicamente, el sobrepeso y la obe- niciones exactas de sobrepeso y obesi-
espejo? Cuando se acer- sidad no han dejado de aumentar. En dad. En el ser humano, los valores nor-
ca el verano, la preocupaciÛn por la figura 1985, el 15,1 por ciento de los varones males del peso guardan una estrecha
se torna obsesiva. Hay que adelgazar, nos y el 16,5 por ciento de las mujeres eran, relaciÛn con la altura. A tal efecto se cal-
proponemos. Las recomendaciones de los en Alemania, obesos. Cinco aÒos despuÈs cula el Ìndice de masa corporal (IMC)
dietistas dictan la confecciÛn de la lista subÌan al 17,2 por ciento y el 19,3 por como cociente del peso en kilogramos y
de la compra, en la que ya no caben los ciento, respectivamente. En EE.UU. la del cuadrado de la estatura en metros.
dulces. Conviene saber, sin embargo, que proporciÛn de obesos pasÛ del 14,5 de A este par·metro se le denomina Indice
los planes de adelgazamiento son ope- 1980 al 22,5 por ciento de 1991. La pro- Quetelet, en memoria de su descubridor
raciones estadÌsticamente poco renta- porciÛn de los que ìsÛloî tenÌan sobre- en 1869, Lambert Adolphe Quetelet (1796-
bles, en cuyo fracaso desempeÒa un papel
principal la psicologÌa del comportamien-
to alimentario. La investigaciÛn reciente
demuestra que, al intentar controlar nues-
1. LASTIMA DE SALCHICHA. Si lo primero que se le pasa por la cabeza ante la
tro comportamiento alimentario mediante contemplación de esta jugosa salchicha de Frankfurt es “Esto no debería ni probarlo!”, el
tÈcnicas y dietas equivocadas, sÛlo con- lector tiene una orientación errónea desde el punto de vista nutricional. Las razones se
seguimos engordar m·s. le ofrecen en el artículo.
2,20
2,10 300
TASA DE MORTALIDAD
1,90
IMC=20 200
ALTURA (METROS)
1,80
IMC=25
150
1,70
IMC=30
1,60 100
RIESGO RIESGO RIESGO
BAJO MEDIO ELEVADO
1,50 50
OBESIDAD
1,40
0
15 20 25 30 35 40
1,30
INDICE DE MASA CORPORAL (Kg/m2)
THOMAS BRAUN
1,20
50 60 70 80 90 100
PESO (Kg) Kilos poco saludables. Estadísticamente, las personas obe-
sas corren mayor riesgo de mortalidad. El gráfico muestra
Gordos, delgados y el resto. El índice de masa corporal la relación entre los distintos grupos de pesos (según el
(IMC) es una medida de la masa de grasa corporal. Se cal- IMC) y la mortalidad de la población general. La informa-
cula como cociente entre el peso corporal en kilos y el cua- ción fue recogida por las compañías de seguros de EE.UU.
drado de la altura en metros. La Organización Mundial de entre sus clientes a la firma del contrato, a los que se so-
la Salud establece que las personas de peso normal deben licitaba talla y peso, y puesta en relación con la edad fi-
tener un índice de masa corporal entre 18,5 y 25 kg/m 2. nalmente alcanzada. El porcentaje es relativo a la mortali-
Otras normas lo fijan entre 20 y 24 kg/m 2. Sin embargo, dad de la población general para los distintos grupos de
también es muy importante la distribución de la grasa, algo edad, de forma que un valor de 200 implica que se doble
que no recoge el IMC. el riesgo de muerte.
1874). Los valores de peso considera- pÛlizas en este tipo de informaciÛn, lo cortas y radicales, tan extendido entre
dos ideales se deducen del IMC asociado cierto es que sÛlo muestran un lado de las personas obesas, conduce a una ali-
a una menor tasa de mortalidad. Seg˙n la verdad. Los estudios confirman que mentaciÛn poco variada que influye en
los criterios propuestos por la Orga- tambiÈn un peso por debajo del ideal el aumento del riesgo. Cabe atribuir culpa
nizaciÛn Mundial de la Salud (OMS), el comporta una menor esperanza de vida. tambiÈn al consumo de medicamentos y
peso normal es el asociado a un IMC Por otra parte, en personas de edad avan- a las oscilaciones en el peso, el denomi-
entre 18,5 y 25 kg/m2. Los valores que zada se consideran aceptables valores nado efecto yoyÛ.
se sit˙en entre los 25 y los 30 kg/m2 indi- de IMC superiores en dos o tres uni- No sÛlo se trata de la salud. La obesi-
can sobrepeso. Cuando se superan los dades, sin que se asocien a mayor mor- dad repercute en los usos sociales. En
30 kg/m2 se habla de obesidad. [El lec- talidad. particular si hablamos de la mujer.
tor interesado puede calcular su Ìndice Dista de estar claramente establecido Estudios realizados en EE.UU. han obser-
de masa corporal con ayuda del diagrama que el riesgo adicional atribuido a la obe- vado que las mujeres con sobrepeso tie-
que aparece en el recuadro ìEl Ìndice de sidad guarde una vinculaciÛn directa con nen muchas m·s dificultades para con-
masa corporalî.] el exceso de peso y no con otros facto- traer matrimonio. A los varones y mujeres
El exceso de peso en cualquiera de sus res relacionados con la misma. Los obe- con un IMC elevado les cuesta m·s
formas es poco saludable y acorta la sos se mueven en promedio bastante encontrar trabajo; los que lo consiguen,
esperanza de vida. Las enfermedades menos que los que gozan de un peso nor- suelen estar peor remunerados.
cardiovasculares, el ictus y la diabetes mal. Se ha observado que, si realizan A la vista de las consecuencias nega-
se ensaÒan de forma m·s acusada en largos paseos diarios, pueden aumentar tivas del sobrepeso y la obesidad, se
este grupo de la poblaciÛn. Si bien las su esperanza de vida. Se sospecha tam- entiende la generalizaciÛn del deseo de
propias compaÒÌas de seguros basan sus biÈn que el patrÛn de dietas reiteradas, perder peso. Una encuesta telefÛnica
HAMBRE SACIEDAD
dores normales, porque durante años han despreciado las
señales de alerta de su organismo —el hambre sobre todo—
LIMITE IMPUESTO POR LA DIETA y han dejado de ser sensibles a las mismas.
CINETEXT
una relaciÛn directa con el Ìndice de masa
corporal. En un ensayo aleatorio reali-
zado en Utrecht con estudiantes, el
ochenta y cinco por ciento de los parti-
cipantes obesos se evidenciaron como
comedores contenidos. SÛlo el quince
por ciento eran comedores normales.
Herman ha integrado, junto con Janet
Polivy, el constructo de contenciÛn o
comedimiento en el modelo del lÌmite
en el comportamiento alimentario. Seg˙n
el mismo, los comedores contenidos fijan
lÌmites para regular la ingesta de ali-
mentos. Con ayuda de unas normas inten-
tan determinar quÈ y cu·nto comen y
beben.
CONSUMO MEDIO
para regular el comportamiento alimentario de los partici- BAJO
pantes. Se hizo creer a los individuos que el objetivo del
estudio estribaba en valorar dos tipos de helado, uno rico 200
en contenido calórico, el otro pobre. 186,0
Se influyó sobre su capacidad de control de forma selec-
tiva. A un grupo de participantes se les permitió que se 154,6
concentraran plenamente en la supuesta prueba degusta- 150
THOMAS BRAUN
tiva, mientras que a otros se les distrajo durante la realiza-
ción del cometido propuesto. De acuerdo con las expecta-
tivas, los comedores contenidos restringían su consumo del
helado supuestamente más rico en calorías, siempre y cuando 100
SIN DISTRACCION CON DISTRACCION
estuvieran concentrados. Sometidos a distracción, por el
contrario, el consumo aumentaba de manera considerable.
impulsar ingestas exageradas de ali- sobre el sabor de distintas variedades de Por otro lado, el sobrepeso no debe-
mento. SerÌa el caso de los comedores helado. AcontinuaciÛn se les solicitÛ que rÌa plantearse ˙nicamente desde el punto
contenidos que no se encuentran en una pusieran por escrito lo que les habÌa pasado de vista de la ingesta de calorÌas, sino
fase de dieta y que, en otras palabras, co- por la cabeza mientras realizaban la tambiÈn desde la Ûptica de su consumo.
merÌan m·s porque en realidad querrÌan prueba. Su habilidad en la cata intere- No se trata de ponerse a correr ahora
comer menos. saba menos que los pensamientos rela- mismo, pero utilizar menos el coche y
Da cuenta de esta contradicciÛn la teo- cionados con el control de las calorÌas caminar asegura una reducciÛn de peso.
rÌa de los ìprocesos paradÛjicosî, publi- (ìcuidado con el helado, que engordaî). Sobre todo hay que ser cauto en las expec-
cada en 1994 por Daniel Wegner, hoy en Se confirmaron las expectativas al com- tativas. La combinaciÛn de una alimen-
la Universidad de Harvard. La adopciÛn probar que este tipo de pensamientos era taciÛn pobre en grasas y el ejercicio fÌ-
de determinadas actitudes contradice la m·s frecuente entre comedores comedi- sico ayuda a combatir la obesidad, aunque
intenciÛn original y aboca al individuo dos, especialmente si en ese momento se no la elimina. La ventaja radica en que es
a la situaciÛn que pretendÌa evitar. Weg- afanaban por perder peso. posible reducir los riesgos para la salud
ner y sus colaboradores comprobaron la A˙n m·s, estos ˙ltimos comÌan menos asociados a la obesidad.
influencia de estos procesos paradÛjicos cuantos m·s pensamientos de control El entorno tambiÈn puede inducir un
sobre el pensamiento y el comporta- expresaban, en tanto que los otros come- cambio de actitud hacia una alimentaciÛn
miento en numerosos estudios. Obser- dores contenidos ingerÌan incluso m·s m·s sana. El hecho de que los padres
varon que un sujeto sÛlo era capaz de helado. Los casos estudiados demues- obesos suelan tener hijos obesos no es
reprimir determinados pensamientos o tran que una voluntad de adelgazamiento sÛlo una cuestiÛn hereditaria, sino tam-
tendencias comportamentales, si se con- mantenida de forma crÛnica sin una biÈn de los h·bitos alimentarios que se
centraba en ese preciso cometido. En motivaciÛn aguda por controlar el con- transmiten a los niÒos. La obesidad in-
cuanto se le distraÌa, actuaba de forma sumo alimentario conduce a una ingesta fantil puede combatirse mediante una
totalmente contraria. Seg˙n Wegner, el excesiva. Una variante de este ensayo alimentaciÛn sana en el seno del entorno
Èxito de nuestros esfuerzos por contro- (vÈase el recuadro ìAumento de peso familiar. Es el punto de partida crucial
larnos depende, sobre todo, de las habi- por distracciÛnî) proporcionÛ resulta- para el desarrollo posterior del individuo.
lidades cognitivas invertidas. dos similares.
Durante los ensayos descritos, Wegner øQuÈ han de hacer los obesos? El autor,
obligaba a que los individuos invirtie- lejos de recomendar que coman menos,
ran sus habilidades cognitivas en otros aconseja que coman de forma distinta.
cometidos. El origen de la disminuciÛn En lugar de reducir las calorÌas, deberÌan WOLFGANG STROEBE es catedrático de
de la capacidad cognitiva tambiÈn puede esforzarse por reducir parte de las gra- psicología social en la Universidad de Utrecht.
radicar en una motivaciÛn mermada. sas de su alimentaciÛn. Aun cuando al
SerÌa el caso de los comedores conteni- principio les cueste apreciar la comida Bibliografía complementaria
dos que no est·n en fase de dieta. baja en grasas, pronto la encontrar·n L EHRBUCH DER G ESUNDHEITSPSYCHOLOGIE .
Las primeras observaciones sobre la sabrosa. (La experiencia lo demuestra.) E IN S OZIALPSYCHOLOGISCHER A NSATZ .
apariciÛn de procesos paradÛjicos en tales Entonces resultar· superflua la necesi- W. Stroebe, M. Stroebe. Verlag Dietmar
condiciones se realizaron en un estudio dad de controlar constantemente las calo- Klotz; Eschborn, 1998.
en el que los participantes debÌan opinar rÌas durante la comida.
Manfred Spitzer aportar luminosidad a esas vÌas obscu- mayor luminosidad se conducÌa m·s
ras. Por fortuna para nosotros, hubo un r·pido, lo que elevÛ el riesgo de acci-
S
eg˙n las estadÌsticas, alrededor planteamiento cientÌfico de la instala- dente. Este inesperado efecto colateral
del 38 por ciento de los acciden- ciÛn de los reflectores. En cada caso, se sÛlo puede entenderse desde la psicolo-
tes de tr·fico se producen por- escogieron dos carreteras similares; a una gÌa del conductor: la vivencia subjetiva
que el conductor se distrajo o se de ellas, se la dotaba de los reflectores, de visibilidad superior evoca una cal-
durmiÛ. La cifra sube al 50 por ciento y se esperÛ a ver los resultados. La cifra zada segura y, con ello, la sensaciÛn de
cuando no discerniÛ correctamente la de accidentes hablaba con elocuencia, que podemos correr m·s, con todo lo que
din·mica del tr·fico, no atendiÛ a las pero no en el sentido imaginado: las vÌas ello entraÒa.
condiciones clim·ticas o no supo medir iluminadas con reflectores registraban En el ejemplo que exponemos a con-
un adelantamiento. øA quÈ se deben tales m·s accidentes. tinuaciÛn se hace patente tambiÈn que
comportamientos errados en determina- øQuÈ habÌa pasado? Como mostraron el conductor deberÌa desconfiar de sus
das situaciones? øCÛmo prevenirlos? an·lisis posteriores, en las carreteras con capacidades perceptivas. Cada otoÒo nos
En su investigaciÛn sobre el com-
portamiento del conductor los psicÛlo-
gos han abordado el problema de forma
general. En esa lÌnea, se han esforzado
por caracterizar el talante especÌfico de
los ìconductores-accidenteî arquetÌpi-
cos. Sin Èxito. Cierto es que hay grupos
de riesgo; por ejemplo, los jÛvenes reciÈn
salidos de la autoescuela. Pero no se ha
avanzado mucho m·s en la personali-
zaciÛn.
En cambio, se han cosechado unos
resultados sorprendentes a travÈs de un
estudio muy sencillo realizado por psi-
cÛlogos escandinavos. En Suecia y
Noruega las noches son largas y los cre-
p˙sculos se demoran. Se trata de paÌses
que, al propio tiempo, conceden una aten-
ciÛn especial a la seguridad vial. En ese
marco, las autoridades competentes
empezaron a proteger, con reflectores
laterales, carreteras secundarias que, por
el terreno escabroso, presentan un tra-
zado muy sinuoso. Se proponÌan, pues,
REAL (Km/h)
VELOCIDAD
120
80 Km/h
80
48 Km/h
40
DESPEJADO NUBLADO
CALINOSO
CONDICIONES METEOROLOGICAS
DAIMLERCHRYSLER
ción temporal y espacial, vale la pena combinar los méto-
dos de TRMf y de PRS. A través de pruebas en el simula-
dor de conducción y el escáner nos es dado conocer qué
sectores en el cerebro se activan o desactivan en determi-
nadas situaciones; después, pueden incorporarse los estu- LLENO DE CABLES. A través de las mediciones de las señales
dios de PRS tanto en el simulador como en situaciones rea-
de EEG mientras ocurren situaciones de conducción reales, se
les de conducción “en la calle”. Los resultados de este tipo
de pruebas permitirán conjuntar nuevos sistemas de asis- pueden complementar y comprobar en el vehículo los
tencia con la forma de operar del cerebro. resultados adquiridos con el tomógrafo.
presiÛn debido al tr·fico en ese momento. nal muestran que el pensamiento oral dos no resuelven el problema. Por el con-
Si el peligro acecha, el copiloto opta por entorpece la actividad de las zonas cere- trario: quien sostiene un telÈfono mÛvil
callarse, no asÌ el interlocutor telefÛ- brales que son responsables de la per- en la mano es al menos consciente de que
nico, que desconoce la situaciÛn. cepciÛn visual. A pesar de que este resul- sÛlo tiene una mano en el volante; es
Los experimentos realizados con tomo- tado, a primera vista, apunta en una decir, que debido a la llamada por telÈ-
grafÌa de resonancia magnÈtica funcio- direcciÛn parecida a la del modelo gene- fono est· incapacitado de una mano y con-
ral de recursos cognitivos limitados, deja ducir·, por lo tanto, con mayor precau-
en claro que los aparatos telefÛnicos de ciÛn. En consecuencia, los riegos de
manos libres actualmente recomenda- accidente mientras se hacen llamadas
5. VIAJE VIRTUAL a través de Hamburgo. con aparatos de manos libres serÌan m·s
altos que sin Èstos.
La incorporaciÛn creciente de tÈcni-
cas de informaciÛn en el automÛvil (pri-
mero radio, despuÈs telÈfono y pronto
Internet) plantea problemas de saturaciÛn
de estÌmulos. Por atractivo que resulte
poder conversar con el ordenador de a
bordo en viajes rutinarios, los sistemas
de asistencia del futuro no deberÌan sobre-
cargar al conductor con informaciÛn
innecesaria. En ese punto pueden ser ˙ti-
les tambiÈn los datos obtenidos de nues-
tras investigaciones cerebrales. Demos-
tramos, hace un par de aÒos, que las
mujeres activan zonas cerebrales dis-
tintas de las puestas en funcionamiento
por los varones, cuando ìnaveganî en un
laberinto. Una misma tarea, pues, se eje-
cuta de un modo diferente de acuerdo con
el gÈnero; por el laberinto las mujeres
se orientan de un modo preferentemente
oral, mientras que los varones lo hacen
de una forma espacio-visual.
MANFRED SPITZER
Bibliografía complementaria
S PEED P ERCEPTION F OGS U P A S V ISIBILITY
DROPS. R. J. Snowden et al., en Nature, vol.
392, pág. 450; 1998.
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T HE N EURAL C ORRELATES OF D RIVING .
H. Walter et al., en Neuroreport, vol. 12,
pág. 1763; 2001.
formales m·s tarde. La clave del de- templaba una autÈntica realidad cere-
Olivier Houdé, Sylvain Moutier, sarrollo y del funcionamiento cognitivos bral en correspondencia con el estadio
Laure Zago, Nathalie Tzourio-Mazoyer reside entonces en la coordinaciÛn lÛgica de las operaciones formales, el hecho es
de las informaciones. que carecÌa de mÈtodos de obtenciÛn de
S
abemos, desde AristÛteles, que la Si bien Piaget, psicÛlogo por profe- im·genes para poderla observar. Se vio,
esencia del razonamiento huma- siÛn, pero biÛlogo de formaciÛn, con- pues, limitado al estudio experimental
no es el logos, nociÛn que denota de los mecanismos psicolÛgicos de las
tanto a la razÛn (lÛgica) como operaciones lÛgicas.
al lenguaje. Pero ya en el siglo XVII, RenÈ En contraposiciÛn con Piaget, la psi-
Descartes nos hizo ver, en su Discurso cologÌa cognitiva del razonamiento de-
del MÈtodo, que tambiÈn el hombre ha mostrÛ, en el perÌodo de 1960 a 1980, que,
de aprender a reorientar su intelecto, a en determinadas situaciones, adolescen-
reconducir sus errores de razonamiento tes y adultos óindividuos lÛgicos, seg˙n
hacia el pensamiento lÛgico. Piagetó incurrÌan sistem·ticamente en
Seg˙n Jean Piaget (1896-1960), estu- errores de deducciÛn, denominados ses-
dioso de la psicologÌa infantil en la gos de razonamiento, tal como Descartes
Universidad de Ginebra, el pensamiento habÌa anticipado ya.
lÛgico o formal, tambiÈn llamado hipo- En consecuencia, un problema impor-
tÈtico-deductivo, se instala hacia los 14 tante de las neurociencias cognitivas, de
o 15 aÒos, en la adolescencia. Piaget se la psicologÌa del desarrollo y de las cien-
esforzÛ en demostrar que la lÛgica cons- cias de la educaciÛn, consiste en el estu-
tituye la forma Ûptima de la adaptaciÛn dio de los fundamentos cerebrales de los
biolÛgica, construida por etapas sucesi-
vas, desde el cerebro del neonato hasta
1. EN LOS DISTINTOS EXPERIMENTOS errores o de los sesgos de razonamiento,
amÈn de los mecanismos que permiten
realizados por los autores sobre sujetos
el del adolescente; etapas que van desde reconducir al intelecto hacia el pensa-
las adaptaciones sensorialess y motri- voluntarios se utilizó un ordenador. Se miento lÛgico. Para este tipo de estudios
ces elementales hasta las adaptaciones pide seleccionar las formas y los colores se utiliza el procedimiento del aprendi-
cognitivas, concretas en un principio, que responden a “reglas deductivas”. zaje experimental: una especie de ìpeda-
EN LOS TESTS DE APRENDIZAJE, el sujeto ha de elegir entre cuatro la regla:“Si hay una A en una de las caras de una carta, entonces hay
cartas, a las que ha de dar la vuelta para comprobar la aplicación de un 3 en la otra”. Antes del aprendizaje, casi todos los sujetos yerran.
( supuesto c ). En la explicación lógica se expone de forma muy car de manera autónoma la solución correcta de la tarea de
“fría” cómo se ha de reflexionar para superar esta prueba ( b 1). selección de tarjetas. Acaban teniendo éxito mediante los
En el otro método de aprendizaje ( c 1), el “profesor” no se con- dos procedimientos ( b 2 y c 2). Ahora bien, ¿son equivalen-
tenta con esta enseñanza fría, sino que proporciona también tes? No, porque en la segunda etapa de la experiencia, se
“consejos de inhibición”, advierte al “alumno” en los casos repite el test con la tarea inicial (hacer falsa la regla: “Si no
en que corre el riesgo de dejarse engañar por sus percep- hay a la izquierda un cuadrado rojo, entonces ha de haber
ciones e introduce una dimensión emotiva en su enseñanza, un círculo amarillo a la derecha”) y se constata que el método
dimensión que no figura en el método precedente. de explicación estrictamente lógica fracasa ( b 3), mientras que
El procedimiento termina cuando los sujetos adquieren el el método de inhibición de los sesgos de razonamiento pro-
criterio de aprendizaje, es decir, cuando son capaces de expli- porciona resultados netamente superiores ( c 3).
b1 b2 b3
c1 c2 c3
PARA MEJORAR LOS RESULTADOS de los sujetos se utiliza, ora el gos de razonamiento (c1 a c3). Este segundo método, en el que el sujeto
aprendizaje lógico (b1 a b3), ora el aprendizaje de la inhibición de los ses- es advertido de los posibles errores de razonamiento, es más eficaz.
CORTEZA PREFRONTAL
VENTROMEDIA DERECHA
En consecuencia, somos de la opiniÛn
de que la activaciÛn de la porciÛn pos-
terior de las circunvoluciones tempora-
les media y superior izquierdas (el ·rea miento perceptivo del espacio, cuando perceptiva, en m·s del 90 por ciento de
de Wernicke) y de la circunvoluciÛn resulta necesario distinguir la derecha de los ensayos los sujetos dan la respuesta
angular izquierda corresponden a la lec- la izquierda. Dado que la regla lÛgica lÛgica. La comparaciÛn de las regiones
tura en silencio de la regla. No obstante, alude a estas nociones, no es sorprendente del cerebro que experimentan mayor
a resultas de esta lectura, el sujeto se fija la activaciÛn de estas ·reas. Como se activaciÛn, cuando el participante ha
demasiado en las palabras que evocan ver·, el tratamiento lÛgico de estas mis- aprendido a inhibir el sesgo de empare-
formas coloreadas (el cuadrado rojo y el mas relaciones activa, tras el aprendizaje, jamiento, con las previas al aprendizaje,
cÌrculo amarillo, por ejemplo), de suerte otras regiones del cerebro. revela, en individuos sometidos a idÈn-
que estas regiones del cerebro resultan Numerosos elementos indican que, en ticas tareas, la activaciÛn de una nueva
m·s activas antes del entrenamiento que una tarea de lÛgica deductiva, nuestro red neuronal prefrontal. Con mayor deta-
tras Èl. Este resultado reviste especial cerebro opera, espont·neamente, de la lle, las regiones activadas corresponden
interÈs, pues Evans habÌa formulado la forma m·s econÛmica; es decir, poniendo a zonas heteromodales (donde son varios
hipÛtesis de que cuando, en la vida a su servicio una red situada en su parte los sentidos tratados) y a zonas para-
corriente, examinamos un texto leÌdo posterior, implicada en la percepciÛn de lÌmbicas, asociadas a las emociones.
nos fijamos, ante una negaciÛn, en la las palabras, las formas y el espacio, con Cada componente neuroanatÛmico de la
proposiciÛn que es negada: de las pro- preferencia a la activaciÛn de las regio- red activada puede quedar asociado a
hibiciones retenemos sÛlo la cosa que se nes prefrontales. Ello explica por quÈ una componente psicolÛgica de los meca-
ha de evitar (no tomar la primera a la dere- podemos cometer errores, y estar al mis- nismos utilizados cuando se aprende a
cha) o el objeto que no est· disponible mo tiempo convencidos de responder de inhibir el sesgo de emparejamiento per-
(ya no queda helado de vainilla). un modo correcto. Existe, pues, una rea- ceptivo y se mejora el acceso a la res-
De igual modo, el ·rea visual V4 lidad biolÛgica de la ìirracionalidadî, puesta lÛgica.
situada sobre la vÌa ventral, especÌfica- pero, en este caso, tal funcionamiento Vemos asÌ que, a la derecha, la cor-
mente implicada en la percepciÛn de for- econÛmico, a menudo eficaz, se halla teza prefrontal ventromedia y el cÌngulo
mas coloreadas, se encontrarÌa activada inadaptado, porque se trata de una tarea anterior se hallan implicados en las rela-
por una ìfocalizaciÛn visualî sobre las de lÛgica deductiva y no de un empare- ciones entre emociÛn y razonamiento,
dos formas, lo que desembocarÌa en su jamiento perceptivo. cuando se cobra conciencia de los erro-
selecciÛn sistem·tica y errÛnea (nos fija- res cometidos y cuando se manifiestan
mos en las dos formas y los dos colores, Corrección de los errores conflictos entre las respuestas posibles
olvidando la instrucciÛn transmitida por En nuestros experimentos hemos regis- (en este caso, el error de emparejamiento
la regla lÛgica). Se suma a lo anterior la trado im·genes del cerebro mediante la resultante de un conflicto entre la per-
participaciÛn de las regiones occipito- c·mara de positrones, antes y despuÈs cepciÛn y la lÛgica). Volveremos sobre
parietales de la vÌa dorsal, conocidas por del aprendizaje. Ahora bien, tras el apren- este punto al analizar los resultados de
el papel que desempeÒan en el trata- dizaje de la inhibiciÛn de la estrategia otra experiencia descrita m·s adelante.
AREA DE BROCA
CINGULO
ANTERIOR
CIRCUNVOLUCION AREA DE WERNICKE TALAMO
OCCIPITAL MEDIA CORTEZA
PERIESTRIADA
Respecto a las dos primeras cuestio- en Journal of Cognitive Neuroscience, vol. 12,
nes hemos comprobado que, en ciertos págs. 721-728, 2000.
casos, el cerebro busca espont·neamente ACCESS TO DEDUCTIVE LOGIC DEPENDS ON A
la economÌa, reclutando, por ejemplo, una R IGHT V ENTROMEDIAL P REFRONTAL A REA
red neuronal anclada en la percepciÛn, DEVOTED TO EMOTION AND FEELING. Olivier
lo que demuestra la materialidad de los Houdé et al., en Neuroimage, vol. 14, págs.
sesgos de razonamiento. La tÈcnica de 1486-1492; 2001.
formaciÛn de im·genes ha permitido en CERVEAU ET PSYCHOLOGIE. Olivier Houdé,
este caso comprender el modo en que el Bernard Mazoyer y Nathalie Tzourio-
cerebro humano, pese a todo su refina- Mazoyer. PUF, 2002.
miento, puede incurrir en errores de
Matthias Bethge y Klaus Pawelzik seÒales que, por regla general, tienen respuesta a un estÌmulo pueden ser simi-
como resultado una conducta adecuada. lares o completamente diferentes de un
E
l cielo del crep˙sculo, el canto A finales del siglo XIX se estableciÛ momento a otro.
de un p·jaro o el aroma de una que los componentes elementales del Para reducir al mÌnimo la influencia
rosa nos parecen tan evidentes, cerebro eran las neuronas. Sigue, sin de todos esos factores los neurÛlogos
que no solemos preguntarnos embargo, abierta la cuestiÛn en torno al concentran su atenciÛn en ·reas cere-
si tales percepciones se corresponden mecanismo en cuya virtud se generan, a brales cuya actividad se corresponda lo
con la realidad. En sentido estricto, los partir de procesos biofÌsicos cerebrales, m·s directamente posible con los estÌ-
sonidos, los colores, los sabores o los aro- los fenÛmenos psicolÛgicos que conlleva mulos aplicados en los experimentos; se
mas se generan en nuestro cerebro. Los el acto de la percepciÛn. øQuÈ procesos pretende que el sistema nervioso no sufra
estÌmulos fÌsicos procedentes del entor- son esenciales en cada neurona y cu·les alteraciones durante su curso.
no óroces en nuestra piel, ondas so- irrelevantes? øA quÈ da lugar la acti- Una neurona recibe seÒales aferentes
noras, ondas electromagnÈticas o mo- vidad conjunta de grupos restringidos procedentes del sistema radicular de sus
lÈculas arom·ticasó llegan a nuestros de neuronas y quÈ es lo que origina el dendritas. Luego, el soma celular las
Ûrganos de los sentidos y a los recepto- estÌmulo de ·reas enteras del cerebro? integra y las transmite, constituidas en
res sensoriales distribuidos por el cuer- En otras palabras, øquÈ idioma habla el seÒal eferente, al axÛn; llegan a Èste a
po. Se traducen en seÒales nerviosas. A cerebro? travÈs de la protuberancia axonal (saliente
ese proceso traductor se le denomina Un procedimiento tÌpico en este ·mbi- del que parte el axÛn). En su extremo,
codificaciÛn. to de la ciencia consiste en estimular el axÛn se ramifica y establece, a su vez,
En efecto, el flujo de ondas electro- sensorialmente un animal y medir la ìres- conexiÛn con otras neuronas.
magnÈticas lo convierte nuestro cerebro puestaî observada en una determinada
en la percepciÛn de una flor azul. Pero cÈlula nerviosa. Pero las neuronas se El olor excitante de la rosa
lo que percibimos como una flor en- hallan en permanente actividad, inclu- La transmisiÛn de la seÒal en el interior
cierra bastante m·s informaciÛn de la so en ausencia de estÌmulos exteriores; de la neurona procede mediante la pro-
que sabemos distinguir. Carecemos de por ejemplo, durante el sueÒo. Este tr·- pagaciÛn de cambios de potencial a lo
los receptores apropiados para captar fico interno de seÒales transforma sin largo de la membrana celular, dotada de
muchos estÌmulos fÌsicos. Adem·s, en la cesar el estado en que se encuentra el cere- carga elÈctrica. Si una seÒal elÈctrica
codificaciÛn no se procesan todos los bro. Por consiguiente, las mismas se- supera un determinado valor en la pro-
detalles, cuando no se pierden en el proce- Òales aferentes en momentos diferentes tuberancia axonal la membrana reac-
so de transmisiÛn. No obstante todo ello, nunca inciden sobre el mismo sistema. ciona desencadenando un ìpotencial de
a partir de las informaciones que en con- El estado de vigilia, la atenciÛn y las ex- acciÛnî. Por tal se entiende un impulso
diciones normales le llegan el cerebro periencias anteriores modifican la con- que atraviesa el axÛn; en una corta frac-
consigue construir una imagen ˙til del ducta de las neuronas. En breve, los fenÛ- ciÛn de segundo, cambia el potencial de
mundo que nos rodea. Y Èl mismo genera menos neuronales observados en membrana de manera caracterÌstica.
MEMORIA, PENSAMIENTO,
intervalo de estudio se divide en nume-
rosos subintervalos, muy cortos; tras
m˙ltiples repeticiones, se calcula la cuan-
PSIQUE, ETC.
tÌa media de espigas por intervalo. Como
resultado se obtiene el histograma pe-
riestimular temporal (PSTH, en su si-
gla inglesa).
Si esta detallada representaciÛn ofre-
ciera mayor informaciÛn que el n˙mero
escueto de potenciales de acciÛn por uni-
dad de tiempo, dispondrÌamos de un
mÈtodo para obtener datos m·s exactos
2. REACCION EN CADENA. En el inicio de las vías nerviosas están las células sobre los estÌmulos desencadenantes. En
1987, Lance Optican y Barry Richmond,
sensoriales; así, las del ojo o el oído. Estas células nerviosas especializadas transforman la del Instituto Nacional de la Salud en
información que les llega desde el exterior —la luz o las ondas sonoras— en impulsos Bethesda, confirmaron la hipÛtesis. Mos-
nerviosos eléctricos. Luego, la información se transmite, de forma escalonada, de un traron a un gato diversos modelos aje-
grupo de neuronas a otro. drezados. Bas·ndose en el PSTH de una
neurona de la corteza visual del felino,
identificaron el estÌmulo visual presen-
nosos con una orientaciÛn determinada, corteza cerebral. Por tanto, las posiciones tado, lo que hubiera sido punto menos
rayos que incidÌan en un ·rea circuns- y las orientaciones de los estÌmulos visua- que imposible de haberse fundado exclu-
crita del campo visual, el denominado les pueden dibujarse en la superficie de la sivamente en el n˙mero total de espigas.
campo receptor, y seguÌan cierta direc- corteza cerebral, cartografiarse. Las neuro-
ciÛn. nas situadas en una misma columna per- La imagen de la estación
En el marco de estos ensayos midie- pendicular a la superficie corporal, en las de telégrafos
ron el cociente de respuesta de las neu- llamadas columnas corticales, reaccio- Hay diversas caracterÌsticas de las ac-
ronas corticales ante estÌmulos experi- nan ante estÌmulos similares. Por este des- tividades neuronales que pueden en-
mentales. PartÌan del supuesto de que la cubrimiento Hubel y Wiesel recibieron cerrar informaciÛn sobre un estÌmulo.
informaciÛn esencial radica en el n˙mero el premio Nobel en 1981. El problema est· en distinguir las carac-
de potenciales de acciÛn por unidad de PodrÌa levantarse un mapa similar en terÌsticas esenciales. øProporciona el
tiempo. El cociente se calcula contando la corteza motora que planifica y dirige momento en que aparecen las espigas
el n˙mero de potenciales de acciÛn a lo los movimientos del cuerpo. Es la ìparte m·s informaciÛn que su puro n˙mero?
largo de un intervalo de tiempo sufi- emisoraî del cerebro. TambiÈn allÌ, las Importa, adem·s, saber entre cu·ntos
cientemente prolongado y dividiendo actividades neuronales vecinas estimu- componentes del estÌmulo puede discri-
por la duraciÛn de dicho intervalo. lan grupos musculares prÛximos. Si se minar una neurona.
A Hubel y Wiesel debemos otro ha- mide la actividad de las neuronas de es- En la teorÌa de la informaciÛn propues-
llazgo interesante: las neuronas que res- tas ·reas motoras, se comprueba que el ta en 1948 por Claude Shannon encon-
ponden a posiciones y orientaciones si- n˙mero de potenciales de acciÛn por uni- tramos ideas valiosas para abordar ese
milares ocupan lugares prÛximos en la dad de tiempo se corresponde con di- tipo de cuestiones. La teorÌa de Shannon
versos par·metros motores. En otras pa- descansa sobre tres pivotes: emisor, re-
labras: el ritmo de excitaciÛn de estas ceptor y canal de informaciÛn entre am-
ESTIMULO REACCION neuronas codifica los movimientos. bos. Para su interacciÛn se acude a la ima-
DE LA CELULA Para que la medida del cociente de res- gen de una lÌnea telegr·fica. A travÈs del
puesta resulte operativa, hemos de con- canal el emisor envÌa secuencias de seÒa-
siderar una ventana temporal de un se- les (la noticia) tomadas de una reserva
gundo al menos; de lo contrario, el valor preexistente (el ìalfabetoî).
THOMAS BRAUN A PARTIR DE DAVID H. HUBEL
POTENCIAL DE
CELULAR
MEMBRANA
DE ACCION
(MILIVOLT)
tiene un potencial eléctrico negativo SOMA
0
POTENCIAL
de unos 70 milivolt, como conse- CELULAR DE REPOSO
cuencia de la distribución asimétrica -70 a -70
THOMAS BRAUN
es proporcional a la intensidad de la
corriente iónica). Se produce entonces AXON
una brusca caída del potencial de reposo,
para volver luego a la situación de par-
tida. A este pulso de tensión se le de-
nomina potencial de acción o, sencillamente, espiga. plamiento eléctrico directo, sino una transmisión electro-
Cuando se elicita una espiga, se propaga del soma celular, química de la señal. En el momento en que una espiga alcanza
continúa por el axón y éste, a través de sinapsis, establece la hendidura, desde el lado presináptico se liberan neuro-
contacto con las fibras dendríticas de otras neuronas. En transmisores; se trata de sustancias que, al actuar de men-
las sinapsis químicas hay una hendidura; este hiato aísla al sajeros, abren determinados canales iónicos en la parte post-
axón de la neurona presináptica, de la dendrita de la “neu- sináptica, cambiando así el potencial de membrana de la
rona postsináptica”. No se produce en las sinapsis un aco- neurona postsináptica.
calcularse por mÈtodos matem·ticos, mediante ellos es de 1 bit. Configura la no 0. Cuantos m·s intervalos parciales
depende exclusivamente de la frecuen- unidad de medida de la informaciÛn. En se dispongan para la codificaciÛn, tan-
cia relativa con que se presentan las se- el concepto de informaciÛn propuesto tos m·s estÌmulos podrÌan distinguirse
Òales. por Shannon resulta irrelevante quÈ es en teorÌa.
En este contexto, una seÒal rara tiene lo que el emisor y el receptor piensen
m·s valor informativo para el receptor sobre la noticia transmitida entre ambos, El ojo de la mosca
que una seÒal reiterada. Para entender es decir, quÈ ìsignificadoî pueda tener Si nos interesa podemos calcular tam-
de un modo intuitivo quÈ expresa la teo- el mensaje. Podemos, pues, aplicar la biÈn cu·nta informaciÛn contenida en la
rÌa de la informaciÛn, imaginemos que teorÌa de la informaciÛn a nuestro pro- seÒal que llega a la neurona (quÈ parte
nos hallamos a la espera de un telegrama pÛsito: podemos hablar de la informa- del estÌmulo) se recupera en la respuesta
de un amigo donde se anuncia el dÌa de ciÛn que transmite una neurona a pesar que Èsta emite, en la ìnoticiaî que da. En
su visita. Por desgracia, la palabra se ha de que, en principio, carezca de sentido teorÌa de la informaciÛn esta magnitud
deformado mucho durante la transmi- la cuestiÛn de quÈ es lo que esta neuro- recibe el nombre de transinformaciÛn.
siÛn y sÛlo se ha salvado una letra legi- na ìsabeî o ìpiensa al respectoî. A partir de las frecuencias relativas con
ble. øQuÈ letra tendrÌa la m·xima infor- No est· ni mucho menos claro quÈ que se presenta un estÌmulo asociado a
maciÛn para nosotros, una ëEí o una ëJí? deba entenderse por signo en el caso de una seÒal portadora de informaciÛn puede
øCu·ntos dÌas de la semana incluyen en una neurona. Nos movemos en un terre- estimarse la probabilidad de que estÈn
su nombre una ëJí?: sÛlo uno, el jueves; no especulativo y, en principio, dividi- vinculados. En la pr·ctica tales proba-
øcu·ntos una ëEí?: cinco. mos el intervalo de tiempo que nos inte- bilidades pueden calcularse sÛlo de forma
El alfabeto m·s sencillo que cabe sos- resa en muchos intervalos parciales en aproximada; para mayor exactitud se
pechar consta de dos signos; se ejem- los que se presenta a lo sumo una espi- necesitarÌa un n˙mero astronÛmico de
plifica en el cÛdigo binario, de 0 y 1. Su- ga. Decimos que la neurona emite el ensayos.
poniendo que ambos signos se transmiten signo 1 cuando en este intervalo parcial Existe, sin embargo, un mÈtodo bas-
con exactitud e idÈntica frecuencia, la aparece una espiga; en caso contrario, tante sencillo de determinar la informa-
informaciÛn que puede vehicularse decimos que la neurona emite el sig- ciÛn mÌnima de que puede ser portadora
20
los que está sintonizada, admitiendo muy pocas desviaciones. Sirve de estímulo un foco
luminoso de orientación variable. El óptimo de la curva de sintonía se sitúa en los
15
90 grados; desviaciones de este valor provocan frecuencias de impulsos mucho menores.
RESPUESTA
10
5 que para ese tipo celular habÌa un modelo temporal de unos dos milisegundos. Se
preferido de estÌmulo, que admitÌa una trata de un mÈtodo de reconstrucciÛn sin
0 determinaciÛn matem·tica: cada espiga suficiente finura; por ello, en la mayo-
se asociaba al estÌmulo precedente y que- rÌa de los casos sus resultados suponen
30o 60o 90o 120o 150o
daba identificada mediante un algoritmo una infravaloraciÛn. No obstante, ofrece
ORIENTACION DEL ESTIMULO de c·lculo del curso medio de los estÌmu- la ventaja de aportar datos bastante fia-
los. Bialek y su equipo tomaron este cur- bles. Con un mÈtodo directo para medir
so medio como patrÛn. Basados en Èl, la transinformaciÛn basado en las fre-
reconstruyeron, retrospectivamente y cuencias relativas de las secuencias de
una neurona. Planteemos el problema con bastante aproximaciÛn, la secuen- espigas se llega a la conclusiÛn de que,
desde otra perspectiva: busquemos el cia entera de los estÌmulos presentados. tras el estÌmulo, la neurona H1 habÌa
grado de precisiÛn con que puede recons- El mÈtodo funcionÛ. De lo que se des- procesado 81 bit de informaciÛn por
truirse el estÌmulo a partir del conoci- prende que tambiÈn en el momento en segundo.
miento de los potenciales de acciÛn. Tal que se presenta la espiga se est· trasmi- Ahora bien, si los impulsos se codifi-
fue el planteamiento de Bill Bialek y sus tiendo, al menos, cierta informaciÛn caran sÛlo a travÈs de la frecuencia de
colegas, de Princeton, que les dio un sobre el estÌmulo. A partir de la calidad respuestas de una neurona nada m·s, la
Ûptimo rendimiento, incluso aplicado a de la reconstrucciÛn Bialek cifrÛ incluso transmisiÛn de la informaciÛn encon-
estÌmulos din·micamente variables. la informaciÛn transmitida por la neu- trarÌa pronto un lÌmite insuperable: los
Bialek y su grupo estudiaron las res- rona: cuantos menos fallos tiene la estÌmulos que cambiaran con celeridad
puestas de las neuronas H1 del sistema reconstrucciÛn tanta m·s informaciÛn no podrÌan transmitirse en las debidas
visual de una mosca ante cuyos ojos se hay. Para la neurona H1 de la mosca se condiciones, por la sencilla razÛn de que,
movÌa una estructura enrejada. PartÌan calculÛ una transinformaciÛn de al menos despuÈs de cada espiga, la neurona nece-
de una simplificaciÛn conceptual, la de 64 bit por segundo con un desarrollo sita una pausa de recuperaciÛn. En otras
palabras, la cadencia de las espigas no
puede traspasar cierto lÌmite. Si los es-
5. LUZ EN EL EXTERIOR: MANCHAS LUMINOSAS EN EL INTERIOR. Un pigmento tÌmulos experimentan cambios muy r·-
pidos, la neurona debe codificarlos me-
sensible a los cambios de tensión pone de relieve las preferencias que en cada caso
diante las pocas espigas que se suceden
muestra una neurona de la corteza visual primaria ante una determinada orientación en un breve intervalo temporal, lo que
del estímulo luminoso. Si se presenta un foco luminoso con una orientación dada (a la comporta, adem·s, una merma impor-
izquierda en la figura), el pigmento de la correspondiente célula eléctricamente estimulada tante de precisiÛn. A todo ello hay que
cambia de color. Todas las regiones corticales que reaccionan ante determinadas aÒadir que ante un mismo estÌmulo la res-
orientaciones del estímulo adquieren el mismo color. La técnica fue desarrollada por puesta de una neurona, sobre todo si per-
Larry Cohen, de la Universidad de Yale, y más tarde aplicada a la corteza cerebral por
tenece a la corteza, puede variar mucho.
Vistas asÌ las cosas, las diferencias
Gary Blasdel, de la Universidad de Pittsburgh.
graduales en la cadencia de excitaciÛn
de una neurona no parecen apropiadas
para codificar unos estÌmulos cambian-
tes. Aparece un panorama radicalmente
distinto si la informaciÛn esencial no
est· codificada por la respuesta de una
neurona, sino por un grupo de ellas.
HZ
FRECUENCIA DE IMPULSOS
0
200 c
HZ 20
0
100 d 50
HZ
THOMAS BRAUN
0 e 00001001100010001000010100001010110000000001100011
0 100 200 300 400 500
TIEMPO (MILISEGUNDOS) 0 TIEMPO (SEGUNDOS) 1
ble, aun cuando fracase alguna que otra t·lamo. Lo mismo que en el experimento experimentos demostraron con nitidez
neurona en particular. de Bialek con la mosca, se registraron que podÌan codificarse patrones com-
Verdad es que tales poblaciones de aquÌ los estÌmulos preferidos por una plejos de estÌmulos en la sucesiÛn tem-
neuronas constituyen algo todavÌa por neurona concreta. Mediante superposi- poral de los potenciales de acciÛn de un
descubrir. Pero, como ya advirtieron ciones no sÛlo reconstruyeron el curso grupo de neuronas.
Hubel y Wiesel, y representaron en sus de los estÌmulos a la entrada de una neu- Con estos mismos mÈtodos o simila-
mapas de la corteza, en muchas regio- rona determinada ócomo Bialekó, sino res, Miguel Nicolelis y colaboradores,
nes corticales las neuronas vecinas pre- tambiÈn las respuestas del grupo entero de la Universidad Duke en Durhan, han
sentan respuestas redundantes. Las pre- a la secuencia fÌlmica completa. Estos conseguido recientemente predecir los
ferencias de las neuronas corticales
vecinas por los estÌmulos no cambian de
una forma brusca, sino de un modo pau-
latino. Las neuronas situadas en la misma
columna cortical muestran preferencia
por estÌmulos casi idÈnticos. En conse-
cuencia, estas neuronas resultan parti-
cularmente apropiadas para crear cÛdi-
gos colectivos.
Parece ser que en los cÛdigos colec-
tivos el patrÛn de espigas desempeÒa
tambiÈn un papel importante. Yang Dan
y sus colaboradores, de la Universidad
de California en Berkeley, demostraron
que el mÈtodo utilizado por Bialek podÌa
aplicarse a poblaciones de neuronas.
Presentaron a un gato unas secuencias
de pelÌcula y observaron las respuestas de
espigas emitidas por la regiÛn visual del
300
DE SEÑALES –0,1
200 –0,15 –0,10 –0,05 0 0,05 0,10 la seÒal ha de atravesar muchas fases de
100 TIEMPO (SEGUNDOS) procesamiento; aunque sÛlo fuera por
0
razones cronolÛgicas, cada neurona sÛlo
–100
–200
puede contribuir con unas pocas espigas
–300 en esta cadena de seÒales.
–400 øQuÈ cÛdigo neuronal serÌa el Ûptimo
0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5
TIEMPO (SEGUNDOS)
para cumplir tal objetivo, de suerte que
resultaran mÌnimos los errores de recons-
trucciÛn? Los c·lculos que nosotros
hemos realizado para cuantificar estos
errores, siguiendo diversas estrategias de
movimientos de los brazos de un mono vector de poblaciÛn. Este vector se corres- codificaciÛn, nos demuestran que en gru-
a partir de la actividad nerviosa de- pondÌa bien con la posiciÛn real de los pos grandes de neuronas no conviene
sarrollada en su corteza cerebral moto- ojos. Para comprobar si el mÈtodo segui- codificar las distintas caracterÌsticas
ra. Lograron incluso dirigir, a travÈs de do sacaba a la luz aspectos esenciales bas·ndose en diferencias graduales de
Internet, los movimientos de un brazo del cÛdigo neuronal, paralizaron tempo- frecuencia de impulsos. La aducida ven-
robot. ralmente una parte de las neuronas. taja de que asÌ aumentarÌa la cantidad
Otro experimento sobre codificaciÛn Apoyados en el nuevo vector de pobla- de frecuencias para una neurona con-
colectiva, del que se sacaron valiosas ciÛn calculado pudieron predecir las con- creta no importa tanto como la insegu-
enseÒanzas, fue el realizado, hace m·s secuencias de la supresiÛn de este grupo ridad de que dichas frecuencias se corres-
de diez aÒos, por Choongkil Lee, Bill de neuronas sobre el movimiento ocu- pondieran con las respuestas en espigas
Rohrer y David Sparks, de la Universidad lar. de las neuronas.
de Alabama en Birmingham. Reconstru- Adem·s de las propiedades de los cÛdi- Un error de reconstrucciÛn particu-
yeron los movimientos oculares de un gos estudiados, con los mÈtodos de la larmente grave se presenta en las codi-
mono a partir de la actividad de un grupo teorÌa de la informaciÛn se pueden obte- ficaciones colectivas en las que se uti-
de neuronas motoras del Colliculus supe- ner otros resultados. Permiten deducir liza como seÒal la frecuencia total de
rior del techo del cerebro medio. Bas·n- cÛdigos neuronales teÛricos y abordar- espigas de una poblaciÛn de neuronas.
dose en el valor medio de las posiciones los desde la Ûptica de la evoluciÛn bio- SerÌa mucho mejor, concluimos noso-
oculares preferidas por cada neurona, lÛgica. Entre las muchas codificaciones tros, un cÛdigo en el que cada neurona
medido por su actividad, calcularon el en principio posibles, la evoluciÛn ha ido dispusiera de sÛlo dos estados alterna-
ESTIMULO
ello pueden diferenciarse cuatro orientaciones del estímulo:
horizontal, vertical y las dos diagonales. 1 1 0 0 1 1 0 1 0 1 0 1
Si se dispone de varios intervalos ( c, d ) aumentan las posi- 1 0 1 0 1 1 0 1 0
bilidades de codificación. Con tres intervalos las posibili- 1 1 0
dades máximas serían de 8 = 23.
Con el código ( c ) pueden distinguirse las orientaciones del 1 1 1 1 1 1 1 0 0 1 0 0
estímulo luminoso a partir del número de espigas. 1 0 1 0 1 1
En el código (d ) se aplica un criterio discriminante distinto:
1 1 0
se trata ahora del momento de la primera espiga. Hablamos,
THOMAS BRAUN
pues, de un código de latencia. Lo mismo en el código de 1 1 1
frecuencias que en el código de latencia puede reconocerse CODIGO a b c d e
si hay redundancia, fenómeno que se da cuando patrones
tivos: el de m·xima y el de mÌnima fre- informaciÛn posible. Antes bien, de lo intervienen el estado de vigilia y la aten-
cuencia de excitaciÛn. que se trata es de reducir a lo esencial ciÛn, las emociones y los objetivos del
Hay en la corteza cerebral muchas la informaciÛn disponible que sirva para momento, sin olvidar el flujo constante
neuronas que parecen actuar seg˙n este tomar decisiones. de recuerdos. CÛmo se organiza ese
principio. Descargan impulsos cuyos Recurramos a un ejemplo: decidir si mundo interior en las distintas escalas
potenciales de acciÛn se suceden velo- 51 17 es m·s que 24 37. AquÌ toda temporales que van desde un segundo
ces. Sin embargo, la mera existencia de la informaciÛn necesaria para hallar la hasta toda la vida y cÛmo act˙a en cada
estas neuronas no es una demostraciÛn soluciÛn est· contenida en el plantea- caso sobre el procesamiento de la infor-
suficiente. Si, bas·ndose en muchos ensa- miento. Para poder utilizar esta infor- maciÛn es el tema central de la neuro-
yos, se determina la frecuencia de las res- maciÛn en la soluciÛn al problema lo biologÌa de sistemas. Para entender ple-
puestas se ve que, incluso en estas neu- primero que hay que hacer es reformu- namente el cÛdigo neuronal óìel
ronas, aparecen emisiones de impulsos lar las expresiones del planteamiento. Al lenguaje del cerebroîó los investiga-
que varÌan constantemente seg˙n las final, en lugar de los numerosos bits que dores del futuro habr·n de conocer pri-
caracterÌsticas de los estÌmulos. exige la codificaciÛn del problema, apa- mero cÛmo habla el cerebro consigo
rece un solo bit: la respuesta ìnoî. mismo.
Para funcionar hay que codificar El gran n˙mero de pasos intermedios
Investigaciones recientes, tanto propias que hay que dar exige complicados c·lcu-
como de otros grupos, indican que las los en cuya realizaciÛn hay muchas pro-
codificaciones comprobadas en las neu- babilidades de que se deslice alg˙n pe-
ronas no son siempre las Ûptimas si se queÒo error que conduzca a resultados MATTHIAS BETHGE y KLAUS PAWELZIK
las compara con las permitidas de acuer- falsos. La eficiencia en la codificaciÛn son investigadores del Instituto de Física
do con la teorÌa de la informaciÛn. Una neuronal se traduce en un criterio para Teórica de la Universidad de Bremen.
razÛn podrÌa ser la siguiente: para que la elecciÛn de una ìnotaciÛnî concreta,
un organismo pueda sobrevivir han de es decir, en la elecciÛn de una repre- Bibliografía complementaria
procesarse correctamente importantes sentaciÛn de la informaciÛn relevante THE RELATIONSHIP BETWEEN NEURONAL CODES
informaciones que le faculten para tomar que evite errores de transcripciÛn. AND C ORTICAL O RGANIZATION . B. J. Rich-
decisiones. Desde el punto de vista teÛ- Por lo que respecta al cerebro consi- mond y T. J. Gawne, en Neuronal Ensembles:
rico, eso significa que transportar la derado en su conjunto, sabemos que la Strategies for Recording and Decoding. Dirigido
mayor cantidad posible de informaciÛn conducta de muchos animales, del hom- por H. B. Eichenbaum y J. L. Davis. Wiley-
con el mÌnimo gasto no es el ˙nico obje- bre en particular, no puede reducirse a Liss; Nueva York, 1988.
tivo de una codificaciÛn. El fin del pro- una serie de actos reflejos, sin referen- T HEORETICAL N EUROSCIENCE . P. Dayan y
cesamiento cerebral de la informaciÛn cia alguna al funcionamiento del cere- L. F. Abott. The MIT Press, 2001.
neuronal no es transportar la m·xima bro. Entre muchas otras influencias,
Robert-Benjamin Illing Willis iniciaron una serie larga de esfuer- y Magendie, que afirma que las raÌces
zos dirigidos a resolver la cuestiÛn sobre posteriores de los nervios raquÌdeos son
E
l pensamiento del hombre va la relaciÛn entre regiÛn cerebral y fun- sensitivas y las anteriores son motoras.
unido inseparablemente a su ciÛn especÌfica del organismo. TambiÈn Pierre Flourens (1794-1867),
cerebro. Lo han puesto de relie- Emanuel Swedenborg (1688-1772), otro fisiÛlogo francÈs, se ocupÛ de la
ve, desde hace siglos, numero- anatomista sueco, sostenÌa que la pro- organizaciÛn del sistema nervioso. Con
sas observaciones realizadas en enfermos pia corteza cerebral, de apariencia uni- tal objeto, experimentÛ con el cerebro
y heridos. Pero, øquÈ es exactamente lo forme, debÌa de estar constituida por dejado al descubierto de un perro vivo.
que capacita a ese Ûrgano para llevar a campos que cumplÌan distintas funcio- La estimulaciÛn mec·nica de la parte
cabo su funciÛn? øSe trata de alg˙n tipo nes. øCÛmo, si no, podrÌan diferenciarse posterior del cerebro expuesto desenca-
de peculiaridad de las neuronas o radica los diversos aspectos de nuestro pensa- denaba contracciones musculares. En
el pensamiento en la forma en la que el miento, de los cuales Swedenborg hacÌa cambio, la estimulaciÛn del cerebro ante-
cerebro est· organizado y en cÛmo sus responsable a la corteza cerebral? Desde rior no provocaba ninguna reacciÛn visi-
cÈlulas ìhablanî entre sÌ? entonces, los investigadores dejaron de ble. De cuya observaciÛn Flourens creyÛ
Debemos a Thomas Willis (1621-1675) considerar el cerebro una masa homo- poder concluir que el cerebro posterior
el primer intento de clasificar las regio- gÈnea para verlo como un mosaico de dis- era motor y el anterior sensitivo.
nes cerebrales seg˙n sus funciones. En tintos Ûrganos o cuasiÛrganos unidos Tuvo que pasar medio siglo antes de
su obra, que ejerciÛ un gran influjo, el mediante fibras nerviosas. que Eduard Hitzig (1838-1897) y Theo-
mÈdico inglÈs considerÛ que las circun- dor Fritsch (1838-1897) investigaran con
voluciones cerebrales eran la sede de la ¿Cómo se cartografía un cerebro? mayor detenimiento, en BerlÌn, esa caren-
memoria y, a su vez, la ìsustancia blancaî Los primeros intentos de una divisiÛn del cia de reacciÛn en la excitaciÛn del cere-
del interior del cerebro la sede de la ima- sistema nervioso llevaron implÌcita la bro anterior. Con ese propÛsito, estimu-
ginaciÛn. A una regiÛn del interior del pregunta de si habÌa determinadas par- laron elÈctricamente la corteza cerebral
cerebro óel llamado cuerpo estriadoó tes dedicadas a la percepciÛn y otras al de gatos. Cuando excitaban los dos ter-
le incumbÌan, seg˙n Willis, la percep- movimiento; es decir, si unas partes eran cios corticales posteriores, no se produ-
ciÛn y el movimiento, mientras que al exclusivamente sensitivas y otras exclu- cÌa de hecho ning˙n tipo de efecto; pero
cerebelo y a las regiones adyacentes les sivamente motoras. Sin previo acuerdo, una estimulaciÛn del cerebro frontal de-
competÌa el gobierno de todas las fun- Charles Bell (1774-1842), un anatomista sencadenaba movimientos en las extre-
ciones involuntarias del sistema ner- escocÈs, y FranÁois Magendie (1783- midades situadas en el lado contrario al
vioso. Con el tiempo se hizo evidente que 1855), fisiÛlogo francÈs, descubrieron la sitio excitado. Si rebajaban la intensidad
esa ordenaciÛn era en parte engaÒosa y ley de las raÌces de la mÈdula espinal. del estÌmulo, podÌan incluso causar la
en parte inexacta. Pero los trabajos de En su honor se la denomina ley de Bell contracciÛn selectiva de grupos muscu-
AKG BERLIN
A FUERZA BRUTA
Esta “craneotomía con escoplo y martillo
llevada a cabo por un médico medieval”
se ha tomado de un manuscrito inglés del
siglo XIII. Afortunadamente, han aparecido
de entonces acá métodos más sutiles para
la investigación del cerebro y la curación
de sus enfermedades.
lares independientes pertenecientes a Dax, un mÈdico rural, seg˙n la cual los figuraban a partir de las cÈlulas (vÈase
esas extremidades. Para confirmar sus pacientes con pÈrdida de la capacidad del el recuadro ìEl mapa del pensamientoî).
resultados, extirparon los campos corti- lenguaje óes decir, con afasiaó solÌan Ganaba, pues, terreno la idea de la estre-
cales que habÌan venido estimulando. presentar lesionada una regiÛn muy pre- cha vinculaciÛn entre estructura y fun-
Comprobaron asÌ que, tras dicha opera- cisa de la mitad izquierda del cerebro. ciÛn cerebral.
ciÛn, los animales apenas podÌan mover Dicha ·rea recibirÌa, desde entonces, el Un decisivo paso adelante lo dio, a
el miembro en cuestiÛn. nombre de ìregiÛn de Brocaî. mediados del siglo XX, Wilder Penfield
Resultaba, mientras tanto, cada vez Poco despuÈs, se certificÛ tambiÈn la (1891-1976). Se propuso este neuroci-
m·s evidente que a las distintas regio- heterogeneidad anatÛmica de la corteza. rujano canadiense precisar la funciÛn de
nes corticales les incumbÌan diferentes Korbinian Brodmann (1868-1918), neu- distintos campos cerebrales en pacien-
tareas. El neurÛlogo francÈs Paul Broca rÛlogo y anatomista alem·n, distinguiÛ tes que habÌan de someterse a una inter-
(1824-1880) corroboraba una observa- las diferentes regiones de la corteza cere- venciÛn, a fin de orientarse mejor durante
ciÛn realizada con anterioridad por Marc bral en razÛn de la forma en que se con- la operaciÛn quir˙rgica cerebral. Para
O. SPECK
ESTE MAPA DE LA CORTEZA DE UN CEREBRO HUMANO MIENTRAS SE UTILIZA LA MEMORIA DE TRABAJO
en perspectiva lateral ( la izquierda es lo anterior ) se basa están activos dos campos de la corteza cerebral ( en negro ).
en las investigaciones de Korbinian Brodmann, realizadas en Las personas que participaban en el ensayo tenían que apre-
1909. Los campos numerados se diferencian en su arqui- tar un botón cada vez que, en una serie de letras, aparecía
tectura tisular, lo que indica una estructura peculiar de la de nuevo la letra que se había ya presentado en la secuen-
red nerviosa allí. cia en penúltimo lugar. Al mismo tiempo, los experimenta-
dores medían la actividad cerebral de los probandos mediante
una resonancia magnética nuclear funcional.
ello, con los pacientes despiertos, esti- cerebral. Los mapas que hoy se encuen- John von Neumann (1903-1957), fÌsico
mulÛ elÈctricamente en distintos luga- tran a nuestra disposiciÛn han alcanzado y matem·tico, asimilÛ los potenciales
res la corteza, puesta al descubierto, y ya una extraordinaria complejidad. Por de acciÛn a seÒales digitales. DemostrÛ
tomÛ nota de sus percepciones. Depen- citar un ejemplo, el ·rea de la corteza que que toda m·quina con un comportamiento
diendo del lugar donde se producÌa la elabora los estÌmulos visuales en los hasta cierto punto complejo tenÌa que
excitaciÛn, los sujetos describÌan, por monos rhesus, abarca m·s de treinta cam- poseer un registro o una memoria. Por
ejemplo, rel·mpagos luminosos o rui- pos diferenciados, que sepamos; en el su lado, Warren McCulloch (1898-1969)
dos indefinibles. Algunas veces realiza- caso del hombre es probable que se supere y otros mostraron que ciertas neuronas,
ban movimientos bruscos e involunta- esa cifra. agrupadas, ejecutaban operaciones lÛgi-
rios de determinados m˙sculos, por Del conocimiento asÌ adquirido sur- cas a la manera en que procedÌa una cal-
ejemplo de un dedo. giÛ una nueva perspectiva en la consi- culadora.
Pero cuando Penfield estimulÛ regio- deraciÛn del cerebro. Se abriÛ camino la
nes corticales especÌficas durante el idea de un flujo de informaciÛn a travÈs El hombre, una caja negra
sueÒo, los pacientes informaron de la del sistema nervioso, en el que interve- A finales del siglo XIX, Sigmund Exner
apariciÛn de complejos cuadros de re- nÌan, de forma acorde, neuronas esti- (1846-1926), fisiÛlogo austrÌaco, pro-
cuerdos. Tras una excitaciÛn de esta muladoras e inhibidoras. Se asimilÛ el puso una idea audaz: la arquitectura or-
Ìndole, explicaba cierta mujer: ìHe oÌdo cerebro a un aparato que recibÌa seÒa- ganizativa de un conjunto de neuronas
algo, pero no sÈ lo que esî. DespuÈs de les, las elaboraba, registraba recuerdos podrÌa determinar su funciÛn. Trans-
la estimulaciÛn repetida y sin previo de ellas y respondÌa, a su vez, con otras currieron, sin embargo, varios decenios
aviso del mismo lugar, agregÛ ella: ìOh, seÒales. A partir de esa concepciÛn, la antes de que alguien se decidiera lle-
sÌ, creo que oÌ a una madre llamar a su cibernÈtica óciencia de la regulaciÛn y varla a la pr·ctica. Karl Steinbuch, de la
pequeÒo. Me parece que esto pasÛ hace el gobierno de las m·quinas y los orga- Universidad de Karlsruhe, proyectÛ, al-
algunos aÒos. Era alguien del vecinda- nismosó construyÛ una primera infraes- rededor de 1960, una memoria asocia-
rio en el que yo vivÌaî. Si Penfield esti- tructura teÛrica, cuyos cimientos habÌa tiva artificial, la primera red neuronal.
mulaba otra zona, suscitaba recuerdos puesto el matem·tico Norbert Wiener Se trataba de la ìLernmatrixî (ìmatriz
diferentes: ìSÌ, he oÌdo voces, por alg˙n (1894-1964) en el decenio de los cua- did·cticaî).
sitio rÌo abajo; una voz masculina y otra renta. Para ilustrar este nuevo plantea- Pese a que los ordenadores no se com-
femenina... Creo que he visto el rÌoî. miento de la funciÛn cerebral, se eligiÛ ponen de cÈlulas nerviosas sino de mate-
Gracias a este tipo de experimentos se un modelo que acababa de aparecer por rial electrÛnico, se revelaron como un
pudo acotar con exactitud las funciones entonces, desarrollado a partir de las cal- modelo muy fructÌfero del funciona-
de los distintos campos de la corteza culadoras: el ordenador. miento cerebral. Adem·s, en ˙ltima ins-
damente del enfoque metafÌsico y del cuerpo podría expresar, en principio, todas
fisicalismo. De ahÌ que no hablara nunca las cualidades emocionales humanas.
frutaremos de unas capacidades que ahora cupaciones tales quedan totalmente al mecanicistas para resaltar con vigor cre-
no podemos ni sospecharî. øFuturibles margen del funcionalismo. Adem·s, la ciente el papel de la conciencia, es decir,
con base real o pura fantasÌa cientÌfica? crÌtica contra los presupuestos de esta del observador.
Al escepticismo que suscitan los pro- corriente se ha ido intensificando a lo La neurobiologÌa ha ahondado en el
nÛsticos de tal Ìndole hay que aÒadir en largo de los ˙ltimos decenios; crece el campo de las molÈculas y de sus reac-
este caso una circunstancia nada desde- n˙mero de cientÌficos que se distancian ciones quÌmicas. Pero casi todos los
Òable: el modelo que constituye su de ella, habida cuenta de que las activi- modelos moleculares de las funciones
infraestructura óel ordenadoró se ha dades superiores del cerebro son, seg˙n nerviosas propuestos siguen fieles al
mostrado insuficiente. recientes trabajos, difÌcilmente separa- mundo de ideas de la fÌsica cl·sica. Ahora
bles del tejido nervioso y de sus propie- bien, øpor quÈ deberÌa basarse la forma
Una ojeada en el cerebro dades. Por otro lado, el ordenador tam- del funcionamiento del cerebro en la
Merced a las modernas tÈcnicas de for- poco ha pasado de ser algo m·s que una fÌsica del siglo XIX? Cabe que en el futuro
maciÛn de im·genes, como la tomogra- met·fora apropiada tan sÛlo para deter- la situaciÛn cambie. Tal vez no tarden
fÌa por emisiÛn de positrones (TEP) o la minados aspectos del funcionamiento en introducirse la fÌsica y la quÌmica
resonancia magnÈtica nuclear funcional cerebral. cu·nticas en la neurobiologÌa y, con ellas,
(RMNf), los investigadores est·n per- Se muestra aquÌ, gracias a la historia todos sus hechos paradÛjicos, hipÛtesis
fectamente capacitados para ìmirar el de la investigaciÛn cerebral, un motivo de y percepciones desconcertantes.
cerebroî de los sujetos de ensayo que han reflexiÛn: una y otra vez los estudiosos se
dado su consentimiento informado para han visto forzados a relativizar, cuando
tal fin. Determinadas percepciones, emo- no a desechar por entero, conceptos que ROBERT-BENJAMIN ILLING, catedrático de
ciones o actividades intelectivas espe- predecesores suyos habÌan elaborado neurobiología y biofísica en la Universidad
cÌficas ótales como ver, hablar o perci- mediante cuidadosas observaciones y de Friburgo, comparte sus tareas docentes
biró van asociadas a actividad neuronal minuciosos experimentos y que parecÌan con el estudio de la historia de la ciencia.
en zonas del cerebro muy precisas. Di- sÛlidamente contrastados. øQuÈ ideas,
chos correlatos neuronales de la expe- perspectivas y modelos ocupar·n el lugar Bibliografía complementaria
riencia consciente confirman y amplÌan de los actualmente en boga?
FOUNDATIONS OF THE NEURON DOCTRINE.
la teorÌa de la localizaciÛn, que, con el De unos decenios a esta parte, se apre-
G. M.Shepherd. Oxford University Press,
tiempo, se habÌa ido quedando en un dis- cia una evoluciÛn contradictoria entre las
Oxford, 1991.
creto segundo plano. La lista de los corre- ciencias de la vida, por un lado, y la fÌ-
latos encontrados hasta ahora es larga y, sica, por otro. En un comienzo los biÛlo- DAS G EHIRN - O RGAN DER S EELE ? Z UR
a buen seguro, aumentar· de un modo gos no cuestionaban la naturaleza inde- I DEENGESCHICHTE DER N EUROBIOLOGIE .
considerable en el futuro. pendiente del alma y la conciencia. Pero Dirigido por E. Florey, O. Breidbach.
Nuevas investigaciones de este tipo han la biologÌa moderna tiende a explicarlo Akademie Verlag, Berlín, 1993.
vuelto a centrar el interÈs en la relaciÛn todo desde bases mecanicistas y mo- O RIGINS OF N EUROSCIENCES . S. Finger.
entre cuerpo y alma o, con otros tÈrmi- leculares. Simult·neamente, la fÌsica se Oxford: Oxford University Press, 1994.
nos, entre cerebro y conciencia. Preo- ha ido alejando poco a poco de las ideas
Diálogo coordinado por medicina, causÛ un profundo revuelo al aceptar que la conversiÛn de san Pablo
Katja Gaschler y Carsten Könneker volver a contraponer la materia del cere- fue quiz· sÛlo un caso de epilepsia.
bro a ìunî espÌritu. Y no hay m·s que Eibach: Hay que admitir que sufrÌa algo
Myc: Profesor Eibach, øhay respuesta seguir las discusiones de ˙ltima hora por asÌ como ataques epilÈpticos, aunque
teolÛgica a la pregunta por la ubicaciÛn ejemplo sobre el hardware y el software este fenÛmeno no sea decisivo en abso-
de Dios? de los ordenadores para advertir la pre- luto. Incluso si aclar·semos la cuestiÛn
Eibach: Es absurdo asignar a Dios un sencia emergente del viejo dualismo. de lo que le sucedÌa a san Pablo en el
determinado ìdomicilioî, verificable por aspecto neurofisiolÛgico, de ninguna
medios cientÌfico-naturales. TendrÌa Myc: øInsin˙a que usted es dualista? manera tendrÌamos la clave de la reali-
mucho m·s sentido preguntarse por el Linke: De ninguna manera. En nuestros dad oculta tras esos fenÛmenos y del
modo en que Dios se nos manifiesta. dÌas, la investigaciÛn cerebral parte del contenido de sus vivencias. Estoy fir-
supuesto de que la explicaciÛn para los memente convencido de que un neuro-
Myc: øY cÛmo se nos manifiesta? fenÛmenos psÌquicos es armonizable con teÛlogo moderno habrÌa encontrado alg˙n
Eibach: ìEl espÌritu de Dios le da tes- la aplicada a los de Ìndole neurobiolÛ- detalle fisiolÛgicamente significativo en
timonio a nuestro espÌritu de que no- gica. Y no por ello tengo que ser en modo el cerebro del apÛstol. Pero eso no bas-
sotros somos hijos de Diosî, seg˙n el alguno un monista materialista que tarÌa.
apÛstol Pablo. Lo que quiere decir que observa todos los episodios espirituales
Dios se manifiesta en el ìinteriorî del exclusivamente como el resultado de Myc: Ese puede ser un argumento irre-
hombre, aunque el modo y el lugar posi- procesos biolÛgicos. batible. Siguiendo en esa lÌnea se podrÌa
bles de esta manifestaciÛn sean muy admitir en todo tipo de experiencia reli-
diversos. El encuentro con Dios se puede Myc: øPuede ser m·s explÌcito? giosa la existencia de la correspondiente
consumar y reflejar en dimensiones sen- Linke: En el supuesto de que el espÌritu y especial actividad cerebral. Pero dicha
soriales y corporales, es decir, en el plano y la materia fueran lo mismo, el cerebro actividad coincidente con la experien-
de los sentimientos o incluso mediante podrÌa tambiÈn ser puro espÌritu. Y en cia religiosa no da por sÌ misma res-
fenÛmenos ext·ticos cuando acontece ese punto sÌ que tendrÌa que reservarme puesta a la cuestiÛn de si vivimos en un
algo realmente excepcional. Pero este el juicio. mundo dualista o en uno sÛlo explica-
encuentro tambiÈn puede darse en el ble con criterios neurolÛgicos. øCu·l es
plano cognitivo. En unos casos y en otros Myc: Pero da la impresiÛn de que la su opiniÛn a este respecto, profesor
serÌan lÛgicamente muy distintos los mayorÌa de los neurocientÌficos son mate- Linke?
correlatos cerebrales, neurolÛgicos, de rialistas confesos. Algunos neuroteÛlo- Linke: Temo no poder contradecir en
las personas afectadas. gos norteamericanos llegan incluso a absoluto al profesor Eibach. Partiendo
decir que un gran n˙mero de fundado- de procesos cerebrales, que son expli-
Myc: Profesor Linke, øtiene sentido para res de religiones, de santos óy en gene- cables desde un punto de vista cientÌfico-
un neurofisiÛlogo hablar de ìespÌrituî? ral los hombres con vivencias religio- natural, no se puede excluir en pura lÛgica
Linke: Se incluya o no en la ciencia, sasó debieron ser epilÈpticos. y de manera irrefutable la existencia de
conviene saber que nos encontramos Eibach: Si se me permite una breve obje- una realidad superior.
inmersos en una larga tradiciÛn en la que ciÛn yo aportarÌa aquÌ la ya cl·sica teo- Eibach: Quisiera aportar un ejemplo que
la idea de espÌritu ha desempeÒado un rÌa de que el encuentro de san Pablo con quiz· nos ilustre algo m·s esta cuestiÛn:
papel principal. No olvidemos que el Cristo resucitado a las puertas de la experiencia de la proximidad de la
tr·nsito a la investigaciÛn cerebral se Damasco fue tan sÛlo un ataque de epi- muerte. No cabe ninguna duda de que en
produce bajo la enorme influencia de lepsia. El propio apÛstol habla de una esas circunstancias se producen deter-
este concepto. Basta con citar a Descartes. ìestaca en la carneî, una dolencia que minados cambios fisiolÛgicos cerebra-
padecÌa y de la que en todo caso no sabe- les. Nadie puede realmente diferenciar
Myc: Pero eso es historia. mos nada en concreto. si las ìvisionesî descritas por las per-
Linke: Sin duda, pero hace tan sÛlo sonas ìresucitadasî remiten a un autÈn-
veinte aÒos que John Eccles, neurofi- Myc: De sus palabras deducimos que tico encuentro con la realidad trascen-
siÛlogo australiano y premio Nobel de usted no pondrÌa ninguna objeciÛn a dente o si en dichos casos se trata
Christian W. Eurich y Stefan Wilke cisa en el cerebro no viene determina- la corteza visual reciben informaciones
da genÈticamente: se van conforman- Ûpticas sobre su entorno. De manera an·-
C
uando tomamos una fotografÌa, do de un modo gradual en el curso del loga, las cÈlulas nerviosas artificiales de
los rayos de luz procedentes de desarrollo. Ello implica que los mapas la red neuronal recibir·n estÌmulos de
direcciones similares arriban a puedan adaptarse a las cambiantes exi- entrada de un campo visual virtual (vÈase
puntos anejos de la pelÌcula fotogr·fica. gencias del entorno. Durante este pro- el diagrama a). Cada una de estas neuro-
En el proceso de la visiÛn humana, una ceso, las cÈlulas nerviosas no varÌan su nas reacciona, al igual que su correspon-
capa de cÈlulas nerviosas situadas en la posiciÛn en el seno del tejido cerebral, diente natural, de forma particularmente
retina ocular transmite informaciones a pero sÌ modifican sus conexiones con intensa ante estÌmulos provenientes de
la corteza visual del cerebro. Si dos de otras neuronas. una parte dada del campo de visiÛn.
dichas neuronas colindan, ser·n res- En contraste con otros tipos de apren- En los albores del proceso de apren-
ponsables de zonas vecinas del campo dizaje, estas adaptaciones transcurren dizaje no existe todavÌa un mapa de carac-
visual. Los neurÛlogos denominan mapa de forma totalmente inconsciente, como terÌsticas: los modelos de neuronas se
de caracterÌsticas a la representaciÛn reacciÛn a estÌmulos que llegan al cere- hallan distribuidos aleatoria y desorde-
correcta de estas relaciones. bro desde el exterior. Cabe destacar, ade- nadamente. Las neuronas colindantes
La posiciÛn relativa espacial de las m·s, que las neuronas no reciben infor- reaccionan por ello, de forma preferente,
informaciones captadas en la retina per- maciÛn sobre el Èxito de su aprendizaje: ante direcciones espaciales completa-
manece inalterada una vez alcanzan la todo un reto para los teÛricos que tratan mente distintas. Para poder comprender
corteza cerebral. Muchas de las regio- de representar este proceso con ayuda de mejor el mecanismo de aprendizaje de
nes que procesan estÌmulos visuales pre- modelos de redes neuronales. los mapas autoorganizativos, se recurre
sentan mapas de caracterÌsticas, distor- a un ardid: preparar una ilustraciÛn del
sionados a menudo respecto de la imagen Talento organizativo artificial campo visual artificial del mapa y repre-
percibida en un principio. El centro del El neurÛlogo finlandÈs Teuvo Kohonen, sentar simbÛlicamente cada cÈlula ner-
campo visual importa sobremanera para de la Universidad de Helsinki, ideÛ para viosa en aquella posiciÛn que le provo-
la vista y est· representado consecuen- ello en 1982 los denominados mapas que una reacciÛn m·s intensa. Dichas
temente por numerosas neuronas; por autoorganizativos (Soms, del inglÈs ìSelf- representaciones de las redes de Kohonen
ello requiere un espacio mayor en el cere- Organizing Mapsî). Las tambiÈn lla- suelen incluir lÌneas de uniÛn entre las
bro que la periferia. Mas no sÛlo halla- madas redes de Kohonen son redes neu- neuronas fÌsicamente colindantes.
mos mapas de caracterÌsticas en el sis- ronales compuestas por una sola capa de De la longitud y disposiciÛn de estos
tema visual; los hay tambiÈn en otras modelos matem·ticos simples de cÈlu- segmentos se puede inferir, en cada
partes de la corteza cerebral, como las las nerviosas. momento, el estado de la red y, por lo
que procesan las percepciones t·ctiles. øCÛmo describir un mapa de caracte- tanto, del proceso de aprendizaje. En un
øCÛmo se forman estos mapas? Los rÌsticas visual sirviÈndose de una red de principio, cuando el mapa de caracte-
neurÛlogos opinan que su estructura pre- Kohonen? Las neuronas de la retina y de rÌsticas no se ha formado, las neuronas
C
on muchos altibajos, y desde los culiar. ble atenciÛn en Sobre la generaciÛn y
primeros ensayos de Xirau en el En efecto, aunque se ocupa de la filo- corrupciÛn, MeteorologÌa IV y Sobre el
primer tercio del siglo pasado, no sofÌa de la ciencia en los AnalÌticos, sobre cielo III-IV. Sin necesidad de un agente
acaba de forjarse en espaÒol una filoso- todo los posteriores, donde el modelo de motor, estos ìelementosî se mueven
fÌa de la biologÌa digna de tal nombre. referencia es la matem·tica, aborda la naturalmente: la tierra y los objetos
Baste fijarse en el reciente Diccionario filosofÌa de la biologÌa en el libro pri- tÈrreos caen hacia el centro del cosmos;
de LÛgica y FilosofÌa de la Ciencia, con mero del tratado Sobre las partes de los el aire tiende, por naturaleza, a elevarse.
todas las concesiones obligadas que una animales, porque la especulaciÛn debe Pero nuestro biÛlogo presta mayor aten-
obra de semejante Ìndole impone. CiÒ·- arrancar de la ciencia empÌrica y Èsta ciÛn a las naturalezas compuestas de los
monos a las cuestiones relacionadas en articularse en aquÈlla. [Los principios de seres vivos (animales y plantas), donde
sentido estricto con la biologÌa. Se ad- filosofÌa de la biologÌa establecidos en los elementos se amasan para constituir
vierte un esfuerzo por incluir voces óes- ese primer libro los aplica en el resto de tejidos y Ûrganos, que se hallan organi-
pecie, taxÛnó centrales en la especula- la obra.] Aparece, adem·s, una contra- zados para cumplir funciones muy dife-
ciÛn filosÛfica, pero adolece de omisiones dicciÛn aparente, a propÛsito de la demos- rentes. En su gÈnesis y desenvolvimiento
de rango no menor: origen de la vida, fun- traciÛn y la divisiÛn, entre lo argumen- existe una sorprendente coordinaciÛn en
ciÛn biolÛgica u hominizaciÛn. tado en aquellos escritos lÛgicos y estos la construcciÛn y en los movimientos de
Las propias voces recogidas reciben, zoolÛgicos. CreÌase, hace escasos dece- un animal, que no pueden reducirse a las
con frecuencia excesiva, un tratamiento nios, que los AnalÌticos posteriores apor- capacidades naturales de los cuatro ele-
apresurado y confuso. Apresurada es la taban un modelo austero, formal y deduc- mentos. Presentan, adem·s, una propie-
descripciÛn de la especie biolÛgica, limi- tivo de prueba explicativa, mientras que dad ˙nica, la de prolongarse a sÌ mismos,
tada a la de la poblaciÛn de organismos los tratados biolÛgicos serÌan una amal- tema al que consagrar· los cinco libros
con cruzamiento fÈrtil, sin mencionar gama de exploraciones informales y apro- de su tratado Sobre la generaciÛn de los
otros enfoques, biolÛgicos tambiÈn, asÌ ximadas. De entonces ac·, los trabajos animales.
E
l conocido gesto de AristÛteles, el marca sobre la cera. Seg˙n esto, en prin- AristÛteles se fundar· en esta con-
filÛsofo que dirige la mano hacia cipio la sensaciÛn es an·loga a cualquier cepciÛn de la sensibilidad para explicar
la Tierra, seg˙n le pintÛ Rafael, proceso natural en el que un paciente m·s adelante la actividad intelectual y
expresa gr·ficamente su concepciÛn del recibe por la acciÛn de un agente una afec- el pensamiento. Aunque admite la nece-
saber como un proceso ascendente, que ciÛn que lo altera o modifica. Ahora bien, sidad de una potencia activa del enten-
se inicia en la percepciÛn sensible, pasa la sensaciÛn no es una pasiÛn cualquiera, der (un ìentendimiento agenteî), que
por la memoria, se consolida en forma pues muchos cuerpos sufren pasivamente compara a una luz que ilumina los obje-
de experiencia y, desde Èsta, produce una alteraciÛn y sin embargo no tienen tos, b·sicamente sostiene que entender
finalmente el arte y la ciencia. ninguna percepciÛn. Entonces, øquÈ es tambiÈn consiste en padecer cierto in-
Hay en este proceso, seg˙n su teorÌa, lo particular de esa afecciÛn, que pro- flujo, bajo la acciÛn de lo inteligible. De
a la vez una unificaciÛn de lo m˙ltiple y duce en el ser viviente el fenÛmeno del ahÌ deduce que el entendimiento ha de
una detenciÛn de lo fugaz e inestable, conocimiento? øQuÈ diferencia hay entre ser una potencia capaz de recibir todas las
que se dan en cada uno de los pasos su- sufrir una afectaciÛn fÌsica (un cuerpo formas óya que es capaz de entenderlo
cesivos. Para ilustrarlo, AristÛteles lo se calienta por acciÛn del fuego) y expe- todoó y para ello debe ser de suyo mera
compara a un ejÈrcito en desbandada, en rimentar un hecho psÌquico de percep- potencia, libre de toda forma en acto,
el que si un soldado se detiene, otro se ciÛn (el animal percibe el calor)? øSe como un papel en blanco en el que no
detiene junto a Èl, y luego otro, hasta que puede definir fÌsicamente tal diferencia? hay nada escrito.
se recompone el orden total. AsÌ, dice, a AristÛteles cree hacerlo al decir que en Para ser capaz de una funciÛn asÌ, hay
partir del flujo de sensaciones en el alma, la sensaciÛn se trata de una recepciÛn de que concederle al entendimiento algu-
se forma un concepto universal estable una forma sin la materia. nas caracterÌsticas muy especiales.
ópor ejemplo, la nociÛn de animal. Por un lado, eso implica, para Èl, que AristÛteles dir· que es impasible, a la vez
Aunque AristÛteles procura en todo la capacidad sensitiva en los Ûrganos de que receptivo de las especies, que es
caso explicar los hechos psÌquicos me- los sentidos debe radicar en una ade- separable, que ìno se mezcla con el cuer-
diante el concepto de movimiento ólo cuada proporciÛn de sus elementos mate- poî, es inmaterial y no tiene Ûrgano ólo
que da a su psicologÌa un car·cter neta- riales. Por otro lado, se sigue que la per- cual lo distingue ya por completo de la
mente fÌsicoó, su mÈtodo no se reduce cepciÛn consiste en tener el mismo ser sensaciÛn.
a hallar sÛlo el substrato material y TambiÈn en el entender, como en
observable de los fenÛmenos o a la sensaciÛn, el cognoscente se iden-
descubrir el mecanismo de los mis- tifica con la cosa conocida, y por
mos. Para el filÛsofo griego no habrÌa ello llega AristÛteles a afirmar que
comprensiÛn autÈntica si en la cien- ìel alma es en cierto modo todas las
cia no se alcanzara a expresar tam- cosasî, es decir, viene a tener el ser
biÈn la naturaleza o esencia de cada de todas las dem·s cosas. Ello se
cosa. Por esta razÛn, en su tratado comprende si conocer algo es poseer
Acerca del alma, no sÛlo se intere- su forma en el alma, y la forma es
sa, por ejemplo, por el funcionamien- lo que hace ser a cada cosa lo que
to de los sentidos y sus Ûrganos cor- es. Conocer, pues, seg˙n el Estagi-
porales, sino que intenta tambiÈn rita, es en cierto modo ser la misma
captar quÈ comporta en sÌ mismo el cosa conocida, aunque de un modo
hecho de percibir. peculiar, no estrictamente fÌsico, es
La comprensiÛn de la percepciÛn decir, de un modo menos ligado a
sensible ser· la llave para la com- la materia y m·s fundado en la con-
prensiÛn del conocimiento en gene- sistencia intrÌnseca de la forma.
ral. Para ello, AristÛteles observa
que la sensaciÛn es algo pasivo y
receptivo: implica que el sentido sea ANTONIO PREVOSTI MONCLÚS,
afectado por el objeto. Con esto, el profesor titular de Filosofía y estudio-
objeto comunica al sentido su forma so de Aristóteles, imparte Filosofía de
sensible, que de este modo se hace la Naturaleza en la Universidad de
presente en el alma. La compara- Barcelona.