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Nº 2/2003

6,5€

· Lenguaje de las neuronas

· Biología de la agresividad

· Depuración cerebral de los errores

· Hormonas de la inteligencia

Inteligencia
y creatividad
1er trimestre 2003
SUMARIO Enero de 2003
Nº 2

10
Las hormonas de la inteligencia
Pere Berbel
Las hormonas tiroideas desempeñan un papel fundamental en el
desarrollo de la corteza cerebral. Su déficit produce defectos en
la audición y habla, defectos motores y deficiencia mental.

22
Inteligencia y mielina
AXON Aljoscha C. Neubauer
A
¿Por qué unos son más inteligentes que otros?
Todo indica la participación decisiva de ciertas cualidades
especiales de las neuronas cerebrales.

26
Sentimientos de irritación y agresividad
Thomas Hülshoff
Mantener en todo momento la firmeza y dominio de sí mismo
resulta difícil, a menudo. No importa: la irritación y la rabia
también resultan provechosas; sólo hay que saber manejarlas.

32
El arte de comprender lo desconocido
Aljoscha C. Neubauer
Los investigadores están modificando sus puntos de vista sobre
la posibilidad de relacionar el éxito en la vida con el coeficiente
intelectual o con la inteligencia emocional.

48
Paradojas alimentarias de la obesidad
Wolfgang Stroebe
El motor psicológico de nuestro comportamiento alimentario
funciona de forma muy distinta de la que desearíamos. El
conocerlo ahorra muchos fracasos.

56
La mente en la conducción
Manfred Spitzer
La ciencia y la industria buscan comprender los motivos de
nuestra torpeza ante determinadas situaciones de tráfico. Con ello
se propone recortar la cifra de accidentes.
62
Corrección de los errores de razonamiento
Olivier Houdé, Sylvain Moutier, Laure Zago, Nathalie Tzourio-Mazoyer
Se ha obtenido la primera demostración de que los errores de
razonamiento tienen base cerebral: la activación de las áreas
"inadecuadas" induce a errores.

72
El lenguaje de las neuronas
Matthias Bethge y Klaus Pawelzik
¿Cómo consiguen las neuronas transformar en impulsos
eléctricos los estímulos que les llegan desde el exterior?
Poco a poco vamos descifrando el lenguaje críptico del cerebro.

80
De la cartografía del cerebro al robot
Robert-Benjamin Illing
En el progreso de la historia de la investigación cerebral se
confirma que, también aquí, ideas que se consideraban bien
asentadas se sustituyeron por otras más firmes.

SECCIONES
ENCEFALOSCOPIO PUNTO DE MIRA

5 86
El primer año de vida, crucial. Evolución gradual. Cerebro y religión
Reflejos sexuales. Vuelven los gibones. Mente y Pujante en el mundo anglosajón, desconocida en
cerebro en Alejandría. Mundo de ARN. Simplifi- España, la llamada neuroteología, que se ocupa de
cando la complejidad. Técnica y ojo. El vidrio, motor las relaciones entre las reacciones cerebrales y la
de arranque. Ataques epilépticos. Cuique suum . fe en una trascendencia, se introduce aquí a través
Ensayos in vitro e in vivo. de un diálogo entre Ulrich Eibach, profesor de teo-
logía, y Detlef Linke, neurofisiólogo eminente. Lo
que en él se refiere al caso alemán es perfecta-
mente extrapolable a la situación española.
RETROSPECTIVA

8 Los psicofármacos
y el etnocentrismo
SYLLABUS

90 Redes neuronales autónomas


Con el fin de comprender la manera en que el cere-
bro procesa la informacion, los biólogos se sirven
ENTREVISTA de determinados modelos de redes neuronales.

40
¿Qué es la inteligencia emocional?
Hannelore Weber, de la Universidad Ernst Moritz LIBROS
Arndt de Greifswald, señala los límites de una idea
propuesta hace tiempo y hoy remozada.
92 Filosofía de la biología
De Aristóteles a Chomsky

MENTE, CEREBRO Y SOCIEDAD ENSAYO FILOSÓFICO

42 Neurodegeneración cerebral. Artistas artificiales.


Alduro, el robot caminante. 96 Sensación y conocimiento
en Aristóteles
DIRECTOR GENERAL COLABORADORES DE ESTE NUMERO
JosÈ M.™ Valderas Gallardo ASESORAMIENTO Y TRADUCCI”N:
DIRECTORA FINANCIERA
FRANCESC ASENSI: Inteligencia y mielina y El lenguaje de las neu-
Pilar Bronchal Garfella
ronas; IGNACIO NAVASCU…S: Sentimientos de irritaciÛn y agresivi-
EDICIONES dad; ANTONIO PREVOSTI MONCL⁄S: El arte de comprender lo desco-
Juan Pedro Campos GÛmez nocido; JUAN AYUSO: Entrevista y Punto de mira; DAVID BARBERO:
øExiste una relaciÛn entre creatividad e inteligencia?, El desarro-
PRODUCCI”N
llo de la creatividad, Artistas artificiales y Alduro, el robot cami-
M.a Cruz Iglesias CapÛn
nante y Syllabus; CARMINA FUSTER: Paradojas alimentarias de la
Bernat Peso Infante obesidad; STEFAN POHL: La mente en la conducciÛn; LUIS BOU:
SECRETARÕA CorrecciÛn de los errores de razonamiento; ANGEL GONZ¡LEZ DE
PurificaciÛn Mayoral MartÌnez PABLO: De la cartografÌa del cerebro al robot.
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ENCEFALOSCOPIO
El primer año de vida, crucial
E n los humanos, las regiones del lóbulo frontal del cerebro que se
hallan asociadas con la retención y recuperación de los recuer-
dos inician su maduración en el curso del último cuarto del primer
año de vida. Dicho de otro modo, antes del octavo mes, el niño ten-
drá dificultades en almacenar recuerdos y recuperarlos tras un largo
intervalo temporal. Conor Liston y Jerome Kagan, de la Universidad
de Harvard, han observado que, cuando los niños han cumplido los
13 meses, son incapaces de rememorar una secuencia de actos eje-
cutados ante ellos, mientras que sí podían, cumplidos los 21 meses,
rehacer los actos realizados en su presencia a los 17 meses. A tra-
vés de estos ensayos llegan a la conclusión de que la memoria a
largo plazo aumenta en el segundo año de vida, coincidiendo con la
maduración del lóbulo frontal.

Evolución gradual
P or culpa de la escasez de restos fósiles no se conocen bien el ori-
gen y evolución de los euprimates –primates que comparten con
los primates modernos importantes rasgos (grandes cerebros, manos
prensiles, convergencia de los ojos para reforzar la visión binocular y
uñas en los dedos). Aparecidos durante la transición del Paleoceno al
Eoceno, hace unos 55 millones de años, los euprimates fueron dife-
renciádose, a lo largo del tiempo, en antropoides y humanoides. El estu-
dio reciente del fósil de Carpolestes simpsoni, un primitivo euprimate
plesiadapiforme, ha sacado a la luz rasgos que antecedieron a los
euprimates, si bien se advierte en él que poseía ya otros caracteres
derivados, propios de euprimates (manos prensiles y uñas). De la inves-
tigación resulta manifiesto que esos grupos procedían de un origen
común y que las manos prensiles precedieron a la convergencia de las
órbitas oculares.

Reconstrucción de Carpolestes simpsoni, según Jonathan L.


Bloch y Doug M. Boyer (Science, 298: 1607)

Reflejos sexuales
E l comportamiento sexual del macho comprende una secuencia com-
pleja de acontecimientos fisiológicos que dependen de factores extrín-
secos e intrínsecos: estímulos olfatorios, somatosensoriales y visce-
rales. Aunque es mucho lo que se ignora sobre las vías nerviosas que
transmiten la información somatosensorial y visceral desde los órga-
nos de la reproducción hasta el cerebro, William A. Truitt y Lique M. Coo-
len han dado un paso importante. Han descubierto la existencia de una
pequeña población de neuronas espinotalámicas lumbares de rata que
envían señales, relacionadas con la eyaculación, desde los órganos
de la reproducción hacia el tálamo y hacia los núcleos autonómicos
espinales. La ablación de tales neuronas comporta la interrupción total
del comportamiento eyaculador, si bien permanecían intactos otros com-
ponentes de la excitación sexual. Se espera que tales investigaciones
arrojen luz sobre la fisiología sexual humana y, en particular, sobre el
tratamiento de los trastornos reproductivos del varón.

Mente y cerebro 02/2003 5


Vuelven los gibones
D esde los años sesenta no se tenía noticia directa de los gibones de cresta negra, Nomascus
nasutus nasutus. Se daban por extinguidos. Sin embargo, en septiembre de 2002, una expe-
dición dirigida por el primatólogo suizo Thomas Geissmann se encontró con un grupo de 26 indi-
viduos en el norte de Vietnam. De acuerdo con las primeras observaciones, la población per-
mitiría la supervivencia de la especie. En cualquier caso, la protección de su hábitat, reducido
a 2500 hectáreas a causa de la deforestación, y las medidas que deben emprenderse para impe-
dir la captura de estos primates, cuyos huesos son muy apreciados por la medicina tradicional,
resultan indispensables para mantener su pervivencia.

Gibones

Mente y cerebro en Alejandría


E nsordecidos a menudo por el ruido de los números se nos escapa la
importancia de la señal. Sabemos que la nueva Biblioteca de Alejandría
ha costado 120 millones de euros, que se tardará años en rellenar los estan-
tes. Pero no hemos caído en la cuenta de que fue allí donde Euclides escri-
bió los Elementos, Eratóstenes estimó la circunferencia de la Tierra con un
error de sólo 140 kilómetros y donde Hiparco calculó la longitud del año. Allí
también Herón identificó el cerebro con el órgano de la inteligencia, privi-
legio reservado hasta entonces para el corazón.

Estatua de Toth, diosa egipcia protectora de los escribas.

Mundo de ARN
A unque se encargan las proteínas de satisfacer la mayoría de las
exigencias de los organismos en lo concerniente a enzimas y
receptores (componentes funcionales y estructurales), las moléculas
de ARN pueden, en principio, desempeñar también alguna de esas fun-
ciones. Hay un ejemplo claro de esa versatilidad de adaptación en el
caso del ARN mensajero. Esta modalidad de ácido ribonucleico cifra
enzimas que intervienen en la biosíntesis de la vitamina B1, o tiamina;
pues bien, en Escherichia coli, el ARNm puede enlazarse con tiamina
o con su pirofosfato sin necesidad de cofactores proteicos. El complejo
ARNm-efector impide la unión del ribosoma y reduce la expresión
génica. No es, empero, el único ejemplo. El origen evolutivo de tales
“riboconmutadores”, auténticos fósiles moleculares, podría remontarse
a un período anterior a la aparición de las proteínas, el mundo de ARN.

Molécula de ARN

Simplificando la complejidad
D e las figuras desaparecidas el año pasado, la ciencia lamenta la prematura muerte
de Per Bak, padre de la teoría de la criticalidad autoorganizada, modelo crucial
para explicar la física de los sistemas complejos. Arquetipo de éstos son los biológi-
cos. Pensemos en el ojo. Charles Darwin se esforzó en vano por explicar la aparición
del mismo mediante la selección natural, desde unos primitivos fotorreceptores hasta
las órbitas oculares. Tampoco los biólogos que le siguieron han logrado cubrir las eta-
pas presumibles. Hay bastante acuerdo en la conclusión de que no existe ningún grupo
taxonómico de animales emparentados en el que se reflejen los peldaños sucesivos
hasta la formación completa del ojo. Más prometedor se ofrece otro sistema complejo:
la placenta. En el género Poeciliopsis se amparan especies de peces de muy diverso
régimen placentario: con placenta, con placenta parcial, con tejidos precursores de
placenta y aplacentarios. Cualquiera que sea el resultado de la investigación ahora
incoada, parece asegurado que el descubrimiento de ese modelo animal dará mucho
juego a los biólogos evolutivos.

Per Bak (1947-2002)

6 Mente y cerebro 02/2003


Técnica y ojo
L os progresos de la ciencia han ido indisolublemente unidos al refi-
namiento de las técnicas de observación que ayudan a la vista a ir
más allá de su capacidad perceptiva. Lo mismo en el microcosmos (con
la microscopía electrónica de barrido, por ejemplo) que en el macro-
cosmos (cítense los grandes telescopios). Ha sido un proceso lento,
aunque firme. En 1666, Isaac Newton horada el misterio del arco iris y
del espectro de longitudes de onda en el visible; pero habrá que espe-
rar al siglo XX para descubrir el alcance del espectro electromagnético
y sus aplicaciones. Con todo, el ojo humano es capaz de distinguir más
de 350.000 matices de color.
Arco iris

El vidrio, motor de arranque


A lgunos autores van más allá y no sólo asocian capacidad
de aumento de la visión a avance científico, sino que con-
sideran el vidrio fundamento de la ciencia occidental. Apoyan
dental del vidrio a una civilización oriental de la porcelana. Nos
dejemos o no seducir por generalizaciones tan ambiciosas, sí
parece manifiesta la importancia del vidrio en el despegue de
su tesis en la comparación con lo ocurrido en otras culturas, la ciencia en Europa; por citar un ejemplo, los matraces y alam-
que permanecieron estancadas hasta que no introdujeron la biques de los alquimistas prepararon el advenimiento de la
nueva invención. Contraponen incluso una civilización occi- química, los experimentos de Torricelli y la bomba de aire.

Ataques epilépticos
C on una tasa de incidencia del 1 al 2 por ciento de la población mundial, la epi-
lepsia constituye uno de los trastornos neurológicos más frecuentes. Pone,
además, en constante riesgo la vida del que la sufre. Hay en su origen un estado
de hiperexcitabilidad. Pero, tras la tenaz investigación para descubrir los mecanis-
mos subyacentes bajo los ataques de epilepsia sólo parecía cierto que en su de-
sencadenamiento intervienen los canales iónicos que controlan la excitabilidad celu-
lar y los procesos sinápticos responsables de la comunicación entre neuronas. Un
marco muy general que dejaba sin aclarar las descargas epiléticas. Por fin, Ivan
Cohen y otros han abierto un camino por donde debiera avanzar la investigación:
optaron por estudiar in vitro neuronas de especímenes procedentes de epiléticos
sometidos a tratamiento quirúrgico. Y han descubierto en el subiculum cerebral
descargas síncronas reminiscentes de registros electroencefalográmicos de los pacien-
tes. En una subpoblación de neuronas piramidales de esa área, el impulso GABAérgico
no era inhibidor, sino despolarizador y, por tanto, excitador.

Julio César, escribió Plutarco, sufría ataques epilépticos.

Cuique suum
A partir del diario de laboratorio de Alexander Fleming y otras fuentes, Milton
Wainwright, microbiólogo de la Universidad de Sheffield, ha acabado
con la creencia generalizada de que el descubridor de la penicilina no hizo
nada por aislarla y desarrollar su potencial terapéutico, mérito doble que se
les concede a los bioquímicos oxonienses Howard Florey y Ernst Chain. De
acuerdo con la opinión al uso, Fleming, aunque describió en 1928 los efec-
tos antibióticos del hongo Penicillium notatum, asesino de los cultivos bac-
terianos de sus discos de petri, no supo ir más allá. Wainwright, ahora, rei-
vindica su memoria: muestra los pasos dados por Fleming para crear su
magnum opus sobre la penicilina, de cuya eficacia terapéutica era cons-
ciente antes de 1940, fecha oficial de arranque del prodigioso fármaco.

Alexander Fleming

Ensayos in vitro e in vivo


N o podemos confundir el deseo con la realidad. Por ejem-
plo, a propósito de la experimentación animal. Proponen
algunos sustituir las pruebas con animales por ensayos in vitro
gar los mecanismos moleculares y celulares del comportamiento,
nos es obligado utilizar animales para comprobar las altera-
ciones inducidas por fármacos en la ansiedad y actividad moto-
cuando se trata de comprobar la toxicidad de un medicamento. ra, entre otros parámetros.No existen métodos de tubo de ensayo
Aunque podamos recurrir a los métodos in vitro para investi- fiables para medir la neurotoxicidad de una sustancia química.

Mente y cerebro 02/2003 7


RETROSPECTIVA
Los psicofármacos
y el etnocentrismo
La reserpina y la medicina clásica india

José María López Piñero Los orÌgenes de la medicina cl·sica lasamhit‚ atribuidas respectivamente a
india son tan difÌciles de reconstruir Susruta, Caraka y Bhela, autores reales

U
na de las m·s graves limitacio- como los de la griega. Sus textos m·s pero convertidos en figuras semilegen-
nes del estudio histÛrico de las antiguos son las grandes colecciones darias, de forma semejante a HipÛcrates
neurociencias es el etnocen- Susrutasamhit‚, Carakasamhit‚ y Bhe- y el Corpus Hippocraticum. Fueron re-
trismo, desenfoque definido por la Real dactadas en torno al siglo I a.C. y enrique-
Academia como ìtendencia emocional cidas y reelaboradas durante los ocho
que hace de la cultura propia el criterio siguientes. Han sido objeto de innume-
exclusivo para interpretar los compor- rables comentarios y sistematizaciones
tamientos de otros grupos, razas o socie- hasta la actualidad, lo mismo que suce-
dadesî. El prejuicio etnocÈntrico conduce diÛ con la ColecciÛn Hipocr·tica y las
b·sicamente a suponer que el ˙nico cono- obras de Galeno durante el milenio de
cimiento v·lido es la ciencia moderna vigencia de la medicina cl·sica griega.
europea, aceptando a lo sumo como El fundamento teÛrico general es la
ìantecedenteî el saber de la Grecia cl·- composiciÛn del universo o macrocosmo
sica, considerada como escenario exclu- por cinco elementos (dh‚tu): Èter o vacÌo,
sivo del ìpaso del pensamiento mÌtico aire, agua, tierra y fuego. Tres de ellos
al lÛgicoî. El car·cter irracional de esta ocupan una posiciÛn primordial en la
perspectiva, consecuencia en buena parte salud y las enfermedades del organismo
de la ideologÌa imperialista, se pone de humano o microcosmo, encarn·ndose el
manifiesto cuando ignora las medicinas aire en el aliento (prana), el fuego en la
cl·sicas india y china, sin tener en cuenta bilis (pitta) y el agua en la flema (kapha).
hechos evidentes, no sÛlo en las neuro- De forma semejante a la medicina cl·-
ciencias, sino en otras ·reas del saber y sica griega, cada una de estas partes tiene
sus aplicaciones tÈcnicas. Por ejemplo, ìcualidadesî especÌficas y se divide en
la importancia de China como ìcuna de cinco ìvariedadesî. Por ejemplo, el pra-
los grandes descubrimientos de la huma- na es seco, frÌo, ligero, claro y crudo. Sus
nidadî (el papel, la pÛlvora, la imprenta,
la br˙jula, la porcelana, la laca, la sus-
pensiÛn que en Occidente llamamos de
Cardano, etc.) o que proceden de la India
1. EL SABIO CHINO SUSRUTA explica
los numerales hoy utilizados universal- la transmisión del paludismo por el
mente, la cirugÌa pl·stica y tambiÈn los mosquito Anopheles. Siglo V antes de
psicof·rmacos. nuestra era.

8 Mente y cerebro 02/2003


ìvariedadesî residen en diferentes zonas modelos de bisturÌ, pinzas, sondas, cau- a travÈs de numerosas reediciones y tra-
som·ticas y son fuentes de las funcio- terios, etc., asÌ como de espÈculos vagi- ducciones, pasÛ inadvertido hasta media-
nes org·nicas. Hay, adem·s, siete ele- nales y rectales y de otoscopios muy dos del siglo XX. El libro de Orta fue ori-
mentos org·nicos secundarios, parecidos parecidos a los modernos. Entre las inter- ginalmente impreso en la India colonial
a las que llamaban los griegos ìpartes venciones figuran laparotomÌas en las del imperio portuguÈs: Coloquios dos
similaresî: jugo org·nico o quilo, san- que la sutura intestinal se hace con fibras simples, e drogas e cousas mediÁinais
gre, carne, grasa, hueso, mÈdula y esper- vegetales o fascÌculos de tendones seme- da India (1563). TenÌa planteamientos
ma. La anatomÌa est· basada en la ins- jantes al catgut. Las m·s notables son las de vanguardia dentro de la historia natu-
pecciÛn de cad·veres humanos, aunque de cirugÌa pl·stica, cuya asimilaciÛn por ral y la farmacoterapia renacentistas, aun-
sin utilizar escalpelos para disecarlos. Las la medicina europea se iniciÛ en el que carece de ilustraciones. El de Acosta,
enfermedades dependen del desequilibrio Renacimiento, aunque no se consiguiÛ en Burgos, cuando Felipe II era el dueÒo
o predominio relativo de los elementos, hasta el siglo XIX. de los dos imperios ibÈricos: Tractado
que los convierte en dosha (elementos La farmacoterapia utiliza principal- de las drogas y medicinas de las Indias
alterados). Sus principales causas son mente plantas medicinales. Su intro- Orientales con sus plantas debuxadas al
factores ambientales, dietÈticos y de ducciÛn en Europa se ha producido a lo vivo ... En el cual se verifica mucho de
gÈnero de vida. largo de m·s de dos milenios. Ya hay algu- lo que escribiÛ el Doctor GarcÌa de Orta
En las coincidencias doctrinales en- nas en la Materia medica de DioscÛrides (1578). Entre las ìplantas debuxadas al
tre las medicinas cl·sicas india y griega (siglo I), gran tratado sobre el tema de vivoî que Acosta ìvio ocularmenteî, se
ópor ejemplo, las relativas a los ele- la Antig¸edad helenÌstica. Las princi- encuentra la serpentaria. En 1931, los
mentos y las partes som·ticasó ha resul- pales vÌas posteriores fueron, durante la mÈdicos hind˙es Ganeth Sen y Katrick
tado imposible aclarar lo que procede de Edad Media, Bizancio y las traduccio- Chandra Bose publicaron, en la India
una hipotÈtica raÌz com˙n aria, de prÈs- nes de obras mÈdicas isl·micas y, desde colonial del imperio brit·nico, un artÌcu-
tamos en ambos sentidos y de desarro- el Renacimiento, los estudios que efec- lo en inglÈs sobre la aplicaciÛn de la
llos independientes, paralelos. Hay datos tuaron in situ mÈdicos de las colonias Rauwolfia al tratamiento de las enfer-
indiscutibles acerca de la influencia de europeas de la India, comenzando por los medades mentales y la hipertensiÛn. Dos
la cl·sica india en textos griegos como portugueses Garcia da Orta (1563) y aÒos m·s tarde, apareciÛ el trabajo The
el tratado hipocr·tico Sobre las vento- CristÛbal de Acosta (1578), a los que si- pharmacological action of an alkaloid
sidades y el Timeo de PlatÛn. Por otro guieron sobre todo neerlandeses y bri- obtained from Rauwolfia serpentina,
lado, han existido sociedades mixtas que t·nicos. Algunas no se han introducido de Ram Nath Chopra, J. C. Gupta y B. Muk-
han servido de puentes en todos los as- hasta fechas muy recientes. herjee, donde expusieron la comproba-
pectos de la actividad humana, desde el La m·s importante es la serpentaria ciÛn experimental de los efectos sedan-
econÛmico hasta el cientÌfico. Basta (Rauwolfia serpentina (L.) Kurz), cuyo tes e hipotensores de la reserpina.
recordar la Bactriana como paÌs greco- empleo terapÈutico en la medicina cl·- En suma, la serpentaria no sÛlo ìpro-
indio. Fue sucesivamente satrapÌa persa, sica india fue recogido por da Orta y cedeî de la medicina cl·sica india, sino
conquistada por Alejandro Magno, parte Acosta. Sin embargo, a pesar de la amplia que la demostraciÛn experimental rigu-
del reino selÈucida, invadida por los difusiÛn europea que tuvieron sus obras, rosa de los efectos terapÈuticos de la
hunos e incorporada al imperio isl·mico. reserpina fue realizada en 1933 por mÈdi-
Estaba situada en el norte del actual cos hind˙es. Una multinacional farma-
Afganist·n y su capital, Bactria, no sÛlo cÈutica suiza ìdescubriÛî el trabajo de
fue un importante n˙cleo comercial de Chopra, Gupta y Mukherjee veinte aÒos
la ìruta de la sedaî, sino un centro de despuÈs de su publicaciÛn. Los escasos
integraciÛn de elementos culturales. Todo mÈdicos occidentales que tienen noticia
esto procuran olvidarlo los medios de de todo esto suelen referirse apresu-
comunicaciÛn actuales que, en las con- radamente a la ìmedicina localî o, como
tinuas noticias sobre esta zona y las veci- m·ximo, relegarlos a los ìantecedentes
nas, hablan siempre de ìtribusî. histÛricosî de los autores europeos que
La observaciÛn clÌnica y la epide- se enteraron con dos dÈcadas de retardo.
miolÛgica est·n notablemente desarro- Para la arrogancia irracional que supone
lladas en la medicina cl·sica india. que las ˙nicas aportaciones v·lidas son
Muchos siglos antes que la moderna ha las euroamericanas significa una humi-
descrito, por ejemplo, la diferencia pre- llaciÛn reconocer los atrasos propios.
cisa entre tumor y absceso, la foruncu- Quiz·s es adecuado terminar recor-
losis y la orina azucarada en la diabetes dando el considerable desarrollo de la
sacarina y los mosquitos del gÈnero psicoterapia en la medicina cl·sica india,
Anopheles como vehÌculos del palu- especialmente en comparaciÛn con el
dismo. La cirugÌa tiene tambiÈn un ele- casi nulo de la europea hasta el siglo XIX.
vado nivel. En el Susrutasamhit‚ el ins- Los mÈtodos de sugestiÛn hipnÛtica y
trumental est· integrado por diversos vigil y, sobre todo, los de autodominio
fueron interpretados durante largo tiempo
por los colonizadores como algo ìmara-
2. RAUWOLFIA TRIFOLIATA, villoso y m·gicoî, en la lÌnea de los que
llamaron ìfakiresî. Con este ridÌculo se
subarbusto de medio metro cuya raíz volvieron las tornas del etnocentrismo:
era especialmente apreciada en desde la perspectiva india, los ìsalvajesî
la farmacoterapia hindú. ignorantes fueron los mÈdicos europeos.

Mente y cerebro 02/2003 9


Las hormonas
de la inteligencia
Las hormonas tiroideas desempeñan un papel fundamental en el desarrollo
de la corteza cerebral. Su déficit produce defectos en la audición y habla,
defectos motores y deficiencia mental, entre otras alteraciones neurológicas graves

Pere Berbel se pueden modificar. Si el cerebro se de- desarrollo del sistema nervioso central
sarrolla en un ambiente propicio, se es- (SNC) del feto y del niÒo, que conducen

E
l cerebro humano est· formado timula m·s, gana en complejidad y, como a un retraso intelectual del individuo.
por varias decenas de miles de consecuencia, aumenta su capacidad para
millones de neuronas, organi- procesar la informaciÛn, torn·ndose m·s Hormonas tiroideas
zadas de forma similar, que inteligente. Desde mediados del siglo XX , merced
deberÌan originar, en teorÌa, individuos Aparte del contingente genÈtico, que a los trabajos pioneros de J. T. Eayrs y
con capacidades intelectuales, asimismo, ya crea desigualdad, ødeberÌan tener al A. Querido, entre otros, se conoce la
similares. La experiencia diaria nos nacer todos los cerebros humanos capa- enorme importancia que tienen las hor-
indica, sin embargo, la disparidad de una cidades intelectuales parecidas, si las monas tiroideas para el desarrollo nor-
persona a otra. condiciones de gestaciÛn y desarrollo mal del cerebro.
La variabilidad observada se debe a postnatal fuesen Ûptimas en tÈrminos de Las hormonas tiroideas se sintetizan
que el proceso est· controlado por fac- alimentaciÛn, niveles hormonales, cali- en la gl·ndula tiroides, tras la yodaciÛn
tores genÈticos y ambientales diversos dad de vida, etcÈtera? de la tiroglobulina en respuesta a la hor-
(epigenÈticos), que act˙an antes y des- La verdad es que la desnutriciÛn, el mona estimuladora del tiroides, o TSH.
puÈs del nacimiento. Aunque ambos desequilibrio hormonal, el alcohol, las La forma no activa y circulante es la
influyen en el desarrollo intelectual de drogas, la contaminaciÛn ambiental y el 3,5,3í,5í-tetrayodotironina (llamada tiro-
cada individuo, los factores epigenÈti- estrÈs materno, entre otros factores, pro- xina o T4), que, al llegar a las diferen-
cos son los ˙nicos que, en la actualidad, ducen alteraciones irreversibles en el tes cÈlulas del SNC, sufre diversos pro-

10 Mente y cerebro 02/2003


1. PRIMER CASO DE MIXEDEMA
INFANTIL publicado en España en 1882
por Amalio Gimeno. Extraído del
Manual de las Enfermedades del Tiroides de
Gregorio Marañón. (Editorial Manuel
Marín; Barcelona, 1929.)

Mente y cerebro 02/2003 11


cesos de desyodaciÛn catalizados por nismo tiene su origen en una deficiencia gÈnito. En uno de estos estudios, V. J. Pop
enzimas diferentes. de yodo que puede, o no, estar asociada y colegas, del Departamento de Ciencias
AsÌ, por acciÛn de la yodotironina- con una lesiÛn de la gl·ndula tiroides. Sociales y de la Conducta de la Universi-
desyodasa tipo II, la tiroxina se trans- El grado del daÒo producido en el SNC dad neerlandesa de Tilburg, han encon-
forma en la 3,5,3í-triyodotironina (T3), depende del momento en que se inicia trado que una de cada dos mujeres con
que es la forma hormonal m·s activa; por la deficiencia de hormona tiroidea y de valores de T4 libre durante el primer
ejemplo, en los astrocitos y tanicitos. si Èsta va acompaÒada o no de una lesiÛn trimestre de gestaciÛn por debajo del
Otra enzima, la yodotironina-desyodasa de la gl·ndula tiroides fetal. El mayor percentil 10 de los valores normales (o
tipo III, transforma la T4 y la T3 en me- daÒo se produce cuando, durante la ges- sea, en total una de cada 20 embaraza-
tabolitos inactivos; con ello se regula la taciÛn, las hormonas tiroideas maternas das) tuvieron hijos con un Ìndice de de-
concentraciÛn final de T3 que se requiere (fundamentalmente T4) no se transfieren sarrollo significativamente por debajo de
especÌficamente en las diferentes estruc- al feto en las cantidades adecuadas y, la media. En ning˙n caso observaron un
turas del cerebro y en cada momento del adem·s, tampoco las produce la gl·ndula hipotiroidismo clÌnico o subclÌnico en la
desarrollo. En las cÈlulas diana óneu- tiroides del feto. En humanos, el perÌo- madre o en el reciÈn nacido.
ronas y oligodendrocitosó, la T3 se une do m·s crÌtico corresponde a la primera Reviste m·xima importancia el diag-
a receptores nucleares, mitocondriales mitad de gestaciÛn (en el que la gl·n- nÛstico precoz de la falta de T4 en el feto.
o ambos, controlando la expresiÛn del dula tiroides fetal a˙n no se ha desarro- La prevenciÛn del daÒo acusado requiere
gen asociado. llado y el feto depende enteramente de correcciÛn del hipotiroidismo antes del
J. Bernal, del Instituto de Investiga- las hormonas tiroideas maternas), ya que inicio de la funciÛn tiroidea fetal (hacia
ciones BiomÈdicas Alberto Sols del en ese perÌodo empiezan a desarrollar- la segunda mitad del perÌodo de gesta-
CSIC-UAM en Madrid, acaba de publi- se muchas estructuras del SNC como la ciÛn). Su correcciÛn en fases m·s tardÌas
car una revisiÛn de todos los genes cono- corteza cerebral. Lo detallaremos m·s no logra reparar el daÒo causado durante
cidos que son regulados por hormonas adelante. la gestaciÛn porque las consecuencias
tiroideas. Aunque en la actualidad se Una deficiencia severa de yodo durante ya se han hecho irreversibles.
conoce un n˙mero importante de genes la gestaciÛn, que comporta una dismi- El papel central desempeÒado por las
nucleares y mitocondriales controlados nuciÛn de la transferencia de hormonas hormonas tiroideas en la regulaciÛn de
por T3 en el SNC, su n˙mero crece cons- tiroideas maternas, puede causar un cua- genes del desarrollo explica que la irre-
tantemente. dro completo de cretinismo neurolÛgico. versibilidad e importancia del daÒo de-
En su revisiÛn, Bernal expone su patrÛn Se caracteriza por alteraciones neurolÛ- pender·n del momento en que falle dicho
de expresiÛn espacio-temporal, asÌ como gicas graves: defectos en la audiciÛn y control. AsÌ, el retraso, la prolongaciÛn,
su posible implicaciÛn en distintas enfer- habla, alteraciones sensoriales y moto- la sobreexpresiÛn o expresiÛn deficiente
medades neurolÛgicas relacionadas con ras, crisis epilÈpticas y deficiencia men- de esos genes puede producir cambios
el hipotiroidismo. De este trabajo se de- tal, entre otras. en la organizaciÛn y maduraciÛn del
duce que las hormonas tiroideas son un Si, adem·s, se acompaÒa por una lesiÛn SNC, que repercuten en su funciÛn. Por
factor epigenÈtico clave para controlar de la gl·ndula tiroidea del feto o neo- eso, el an·lisis de las alteraciones mor-
el desarrollo y organizaciÛn del cerebro. nato aparece el cretinismo mixto. AquÌ, folÛgicas causadas por la deficiencia de
a las lesiones neurolÛgicas del cretinismo hormonas tiroideas durante el desarro-
Hipotiroidismo neurolÛgico se superponen las caracte- llo temprano es capital; puede aportar
La deficiencia de hormonas tiroideas du- rÌsticas clÌnicas del hipotiroideo sin tra- datos necesarios para entender las enfer-
rante el desarrollo puede causar el hi- tar (hipotiroidismo clÌnico). medades neurolÛgicas relacionadas con
potiroidismo congÈnito (tambiÈn mal disfunciones tiroideas. Este es el tema
llamado cretinismo espor·dico) y el cre- Hipotiroxinemia principal de nuestro trabajo.
tinismo (endÈmico), patologÌas que afec- En trabajos de Gabriela Morreale de Es-
tan a muchos seres humanos. Seg˙n datos cobar, F. Escobar del Rey y M. J. Obre- Etapas críticas
recientes de la OrganizaciÛn Mundial de gÛn, del Instituto de Investigaciones del desarrollo del cerebro
la Salud, la deficiencia de yodo, cuya con- BiomÈdicas Alberto Sols del CSIC-UAM El desarrollo del SNC de los vertebrados,
secuencia inmediata es una secreciÛn in- en Madrid, se resalta el papel fundamen- que conduce a la formaciÛn del cerebro,
suficiente de T4, afecta aproximada- tal que tienen las hormonas tiroideas es un proceso extremadamente complejo.
mente a un sexto de la poblaciÛn mundial maternas en el desarrollo del feto. En par- No hay otro Ûrgano con similar grado de
y es, despuÈs del hambre extrema, la ticular, el estudio de la hipotiroxinemia complicaciÛn. En las fases iniciales de di-
causa m·s frecuente y prevenible de daÒo materna por deficiencia de yodo adquiere cho proceso encontramos la inducciÛn de
cerebral que va desde el cuadro com- un interÈs creciente, pues en dicha con- la placa neural y su transformaciÛn en el
pleto del cretinismo a un retraso mental diciÛn los niveles de T4 o de T4 ìlibreî tubo neural. Consta Èste de una cavidad
menos dram·tico, del que adolecen todos maternos son bajos y la madre no pre- (origen de los ventrÌculos cerebrales) y
los que sufren deficiencia de yodo. senta un cuadro de hipotiroidismo clÌ- una pared o neuroepitelio. De la porciÛn
Se han descrito tres formas de creti- nico; en efecto, los niveles circulantes m·s anterior del tubo neural se forman
nismo: el mixedematoso, el neurolÛgico de T3 son normales y pueden serlo tam- tres vesÌculas primarias, que correspon-
y el mixto (neurolÛgico-mixedematoso). biÈn los de la TSH. den al prosencÈfalo (cerebro anterior),
La etiologÌa de estas enfermedades difiere Diversos trabajos epidemiolÛgicos mesencÈfalo (cerebro medio) y rombo-
mucho de unos casos a otros. El hipotiroi- recientes realizados en los PaÌses Bajos encÈfalo (cerebro posterior).
dismo congÈnito se debe principalmente y los EE.UU. han sacada a la luz que el Subsecuentemente, el prosencÈfalo da
a agÈnesis, disgÈnesis o a lesiones de la deterioro del SNC en los niÒos causado lugar al telencÈfalo (rostral) y al dien-
gl·ndula tiroides; tambiÈn a alteraciones por hipotiroxinemia materna temprana cÈfalo (caudal). Del romboencÈfalo se
enzim·ticas en el feto o en el niÒo, cuando puede ser 150-200 veces m·s frecuente originan parte del metencÈfalo (rostral)
no a ambas causas. Por su parte, el creti- que el causado por el hipotiroidismo con- y el mielencÈfalo (caudal). Mientras

12 Mente y cerebro 02/2003


El sistema hormonal tiroideo
La hormona estimuladora del tiroides, tirotrofina o TSH, La T4 llega a los órganos diana donde las células, mediante
secretada por algunas células de la adenohipófisis, induce la intervención de las desyodasas, transforman la T4 en T3
la síntesis en el tiroides y la liberación en sangre de hor- por pérdida de un átomo de yodo. En el sistema nervioso
monas tiroideas (principalmente tiroxina o T4). La secre- central, esta función la realiza la yodotironina-desyodasa
ción de TSH viene promovida por la acción de la hormona tipo II (localizada en astrocitos y tanicitos). La T3, a su vez,
liberadora de tirotrofina o TRH; se inhibe cuando los nive- se transfiere a sus células diana —principalmente, neuro-
les de hormonas tiroideas (T3 y T4) en sangre son altos nas y oligodendrocitos—, donde regula la expresión de genes
(retroalimentación negativa). nucleares y mitocondriales específicos.
PERE BERBEL Y STUART INGHAM

Mente y cerebro 02/2003 13


2. REPRESENTACION ESQUEMATICA ZONA
DE UN CORTE CORONAL de una vesícula MARGINAL
telencefálica embrionaria y de un cerebro
adulto. Durante la neocorticogénesis, los
HT

VE
NT
neuroblastos proliferan y, al entrar en la

RI
CU
fase G0 del ciclo celular, se convierten en

OL
neuronas jóvenes, que migran sobre la glía PLACA

PIRAMIDES GLUTAMETERGICAS
CORTICAL

NEURONAS CIRCUITO LOCAL


radial (migración radial) desde la zona
ventricular hasta la placa cortical (flechas

TANGENCIAL ≈20%

GABAERGICAS
RADIAL ≈80%
azules). El 80 % de las neuronas corticales
migran así, diferenciándose en neuronas
piramidales glutamatérgicas excitadoras. El
20 % restante migra desde la eminencia TELENCEFALO
ganglionar medial, situada ventro- ZONA
DIENCEFALO INTERMEDIA
medialmente en el telencéfalo (migración
tangencial), diferenciándose en neuronas MESENCEFALO
de circuito local GABAérgicas inhibitorias METENCEFALO
(flechas rojas). Finalizada la migración, las
áreas corticales maduran, desarrollando un MIENCEFALO NEOCORTEX
ZONA
patrón de conectividad muy específico, SUBVENTRICULAR
como se indica en el esquema de cerebro
adulto. Las hormonas tiroideas (HT) ZONA
VENTRICULAR
controlan la migración, maduración y
conectividad de la neocorteza. VENTRICULO EMINENCIA
GANGLIONAR
MEDIAL

tanto, las cÈlulas del neuroepitelio pro-


liferan; de un modo gradual se diferen- teza y, por tanto, el tipo de conexiones
cian en neuronas y cÈlulas gliales. Al que establecer·.
cesar de dividirse, las neuronas jÛvenes Aunque el proceso no termine aquÌ,
derivadas del neuroepitelio telencef·- las ·reas corticales, dotadas cada una de
lico migran sobre la glÌa radial, desde la funciones bien definidas, desarrollan un
zona ventricular hasta la placa cortical patrÛn de conectividad muy especÌfico. que el sistema funcione. En breve, las
(migraciÛn radial). Se cree que un 80 % Estas ·reas reciben aferencias y envÌan neuronas deben poder transmitir impul-
de las neuronas integrantes de la corteza eferencias fuera de la corteza (conexio- sos nerviosos precisos para dar respuestas
cerebral adulta migran radialmente, es nes subcorticales), establecen conexio- motoras adecuadas a estÌmulos senso-
decir, perpendicularmente a la superfi- nes entre neuronas de su misma ·rea cor- riales concretos.
cie ventricular; en su mayorÌa, son neu- tical (conexiones intrÌnsecas) y entre sus En razÛn de su funciÛn, las ·reas corti-
ronas piramidales glutamatÈrgicas exci- neuronas propias con las de ·reas dis- cales se dividen en sensoriales primarias
tadoras. El 20 % restante proviene de la tintas aunque relacionadas (conexiones y secundarias, motoras, asociativas, etcÈ-
eminencia ganglionar medial, situada en asociativas), ya sea en el mismo hemis- tera. Para abordar el estudio de la orga-
la zona ventromedial del telencÈfalo y ferio (conexiones asociativas ipsilate- nizaciÛn funcional de dichas ·reas la
migra tangencialmente (es decir, para- rales) o en el hemisferio opuesto (cone- investigaciÛn se vale de tÈcnicas electro-
lelamente a la superficie ventricular), xiones asociativas contralaterales). A las fisiolÛgicas, que combinan topologÌa
originando neuronas de circuito local conexiones entre hemisferios se las llama con funciÛn y registran potenciales evo-
GABAÈrgicas inhibidoras (GABA sig- tambiÈn comisurales, porque se esta- cados.
nifica ·cido gammaamino butÌrico.) blecen a travÈs de las comisuras telen- Algunas ·reas pueden identificarse
En la migraciÛn radial, las cÈlulas si- cef·licas (cuerpo calloso y comisuras usando marcadores morfolÛgicos. Ocu-
guen un patrÛn de instalaciÛn de dentro anterior e hipoc·mpica). rre asÌ, por ejemplo, en la corteza de los
afuera (ìinside-outî). Las primeras neu- La mayorÌa de las conexiones, si no barriles, situada en la corteza somato-
ronas que arriban a la placa cortical ori- todas, se producen de forma exuberante. sensorial primaria de la mayorÌa de los
ginan la capa m·s profunda de la corte- A medida que va madurando el sistema roedores. La regiÛn en cuestiÛn pre-
za adulta, o capa VI; las ˙ltimas en llegar y ejerce su actividad funcional, se elimi- senta, en la capa IV, unos conjuntos de
a la placa cortical atraviesan por entre nan las sobrantes. Las que quedan se es- cÈlulas llamados barriles, delimitados
las que ya est·n en ella, para situarse en tabilizan, maduran y refinan las conexio- por zonas de menor densidad celular, los
su periferia, formando parte de las capas nes hasta alcanzar el patrÛn adulto. septa. Debemos la descripciÛn de estas
superficiales II y III del adulto. En este En el cerebro humano, los miles de estructuras a un trabajo cl·sico publicado
proceso, la ìfecha de nacimientoî de una millones de neuronas que lo componen por T. A. Woolsey y H. Van der Loos,
cÈlula, es decir, cuando acaba su ˙ltima deben colocarse en lugares muy preci- del Departamento de AnatomÌa de la
divisiÛn celular y va a iniciar la migra- sos, conectarse de forma adecuada, cola- Escuela de Medicina de la Universidad
ciÛn, determina su ubicaciÛn en la cor- borar con cÈlulas gliales vecinas y hacer Johns Hopkins, en 1969.

14 Mente y cerebro 02/2003


la situaciÛn de hipotiroidismo se cir-
PERE BERBEL Y STUART INGHAM

cunscribe a unos pocos dÌas, a partir de


los cuales ni la madre ni la progenie son
CIRCUITO CONEXION hipotiroideos.
CONEXION LOCAL IPSILATERAL En el segundo modelo, se logra dis-
CONTRALATERAL EFERENCIA SUBCORTICAL
SUBCOR minuir el nivel de hormonas tiroideas
HOMEOTOPICA mediante dietas con un contenido pobre
AFERENCIA SUBCORTICAL en yodo. La condiciÛn provocada ofrece
un ejemplo ˙til de cretinismo neuro-
lÛgico endÈmico, ya que la madre y los
CUERPO fetos son hipotiroxinÈmicos, pero no
CALLOSO hipotiroideos.
CONEXION El tercer modelo se apoya en la mani-
CONTRALATERAL SUSTANCIA BLANCA pulaciÛn genÈtica. A los ratones experi-
HETEROTOPICA SUBCORTICAL
mentales se les ha silenciado todos o al-
guno de los genes que expresan receptores
nucleares para hormonas tiroideas, enzi-
mas implicadas en su sÌntesis o ambas.
Los resultados experimentales obteni-
dos con esos tres modelos no sÛlo aportan
informaciÛn sobre el daÒo infligido por
La asociaciÛn m·s en la rata; entre la semana 8 y 24 de ges- la carencia de hormonas tiroideas, sino
importante de barriles de taciÛn, en el humano. tambiÈn sobre las posibilidades de rever-
la corteza somatosensorial A pesar de ese desfase, hay muchas tir el daÒo tras la aplicaciÛn de una te-
primaria en el ratÛn y la rata similitudes en el proceso de neocortico- rapia hormonal sustitutiva.
es el subcampo de barriles pos- gÈnesis entre ratas y humanos. Los roe-
HT teromedial (SCBPM). Se trata dores constituyen, pues, un buen modelo Alteraciones
de una zona muy ˙til para es- de estudio. En primer lugar, la mayorÌa de en la migración celular
tudiar muchos aspectos del de- los procesos implicados en la neocorti- Con los dos primeros modelos ótrata-
sarrollo, maduraciÛn y organiza- cogÈnesis son muy parecidos y, posible- miento con methimazole y alimentaciÛn
ciÛn de la corteza cerebral. Cada mente tambiÈn los genes involucrados, con una dieta pobre en yodoó se han
barril de esa zona, en un hemisferio, asÌ como los mecanismos moleculares investigado las alteraciones sufridas en
constituye una unidad funcional rela- que de ellos derivan. En segundo lugar, el proceso de migraciÛn celular durante
cionada biunÌvocamente (uno a uno) con lo mismo en la rata que en los humanos, la neocorticogÈnesis. En estos experi-
una vibrisa mistacial (pelo del hocico) la mayor parte del proceso de migraciÛn mentos, se inyecta en la rata gestante,
del lado contralateral. ocurre antes de que la gl·ndula tiroides por vÌa intraperitoneal, 5-bromo-2í-deo-
Para observar los barriles se tiÒen los fetal empiece a funcionar (alrededor xiuridina (BrdU; 20 mg/kg). La BrdU
cortes con violeta de cresilo. Pero tam- de E17,5-18 en la rata o la semana 20 de atraviesa la barrera placentaria y se incor-
biÈn se tiÒen con marcadores histoquÌ- gestaciÛn en el humano); durante ese in- pora en todas las cÈlulas del feto que
micos, como la citocromo oxidasa, la tervalo temporal la madre es, en ambas est·n en la fase de sÌntesis del ADN de
succinato deshidrogenasa, la acetil-coli- especies, la ˙nica fuente de hormonas su ciclo celular, o fase S. Esto sucede
nesterasa y la NADPH-diaforasa; se usan tiroideas para el feto. mientras la BrdU se halla en la corteza,
tambiÈn anticuerpos contra la serotonina Los modelos experimentales emplea- aproximadamente durante las 6 horas
(5-HT) o lectinas, como la aglutinina de dos hasta ahora para estudiar el papel de siguientes a la inyecciÛn. Los neuro-
cacahuete. las hormonas tiroideas en el desarrollo blastos, al completar su mitosis, pueden
pueden clasificarse en tres grupos. En el ir otra vez a fase S o salir del ciclo de
Modelos experimentales primero, se induce hipotiroidismo me- divisiÛn celular y entrar en fase G0, en
Por razones Èticas evidentes, no podemos diante un tratamiento con diferentes cuyo instante se consideran ya neuronas
realizar en humanos los experimentos antitiroideos; por su eficacia y f·cil ad- jÛvenes; Èstas dejan la zona ventricular
necesarios para estudiar la participaciÛn ministraciÛn suele utilizarse el methi- y migran hacia su destino final.
de las hormonas tiroideas en el desarro- mazole. Se administra disuelto al 0,02 % Cuantos m·s ciclos celulares com-
llo del SNC. Deben acometerse en mode- en el agua de bebida, tanto a ratas ges- pleten las cÈlulas del neuroepitelio des-
los animales que nos ayuden a entender tantes como a las crÌas, durante el tiempo puÈs de eliminarse la BrdU inyectada,
el proceso. establecido en el protocolo. Para estu- m·s dÈbil ser· el marcaje obtenido, pues
En la rata, el proceso de formaciÛn de diar las alteraciones producidas en con- la BrdU se ir· ìdiluyendoî entre la co-
la neocorteza, o neocorticogÈnesis, em- diciones de hipotiroidismo agudo, se horte de cÈlulas hijas tras mitosis suce-
pieza alrededor del dÌa embrionario 12 aplica methimazole desde el inicio de la sivas. Para detectar la molÈcula de BrdU
(E12), hacia la mitad de su perÌodo de neocorticogÈnesis (hacia E12); luego, incorporada en el ADN de las cÈlulas, se
gestaciÛn; termina uno o dos dÌas des- se sigue en tratamiento a las crÌas hasta utilizan anticuerpos anti-BrdU median-
puÈs del nacimiento. En los seres hu- el dÌa de su sacrificio; si procede, puede te una reacciÛn inmunocitoquÌmica.
manos la neocorticogÈnesis ocurre entre practicarse una tiroidectomÌa en el dÌa Combinando la edad de inyecciÛn y de
la semana 6 y 24 de gestaciÛn (for- postnatal 7 (P7). En otros casos, el methi- sacrificio, podemos conocer el momento
m·ndose la placa cortical alrededor de mazole puede administrarse en venta- en el que una determinada cÈlula ter-
la semana 8). El perÌodo de m·xima nas de tiempo m·s cortas, coincidiendo minÛ su ˙ltima mitosis, ya que las cÈlu-
migraciÛn celular ocurre entre E14-19 con alguna etapa crÌtica del desarrollo; las que dejan de dividirse tras la inyec-

Mente y cerebro 02/2003 15


En ambos modelos, se inyectÛ BrdU en
PERE BERBEL Y STUART INGHAM

HUMANO 40 DIAS
ratas gestantes normales y experimenta-
6 MESES
les a edades entre E14 y P1. Los resulta-
DEFICIENCIA DE YODO dos presentados aquÌ corresponden a expe-
HIPOTIROIDISMO rimentos en los que se efectuaron tres
CONGENITO
inyecciones consecutivas a E14, E15 y E16
(grupo E14-16) y a E17, E18 y E19 (grupo
9 MESES
E17-19). Para observar el destino final
HT PROGENIE de las cÈlulas ìnacidasî a esas edades, se
procesÛ el tejido a P40, concluido el pro-
HT MATERNA
ceso migrador.
E26 CIERRE NEUROPORO POSTERIOR Lo mismo en las ratas tratadas con me-
thimazole que en las alimentadas con
E35 FORMACION VESICULAS TELENCEFALICAS
dietas pobres en yodo, se observÛ que las
E39 APARICION PRIMORDIO HIPOCAMPO crÌas del grupo E14-16 presentaban cÈlu-
E53 APARICION PLACA CORTICAL las en lugares aberrantes, es decir, impro-
NEOCORTICOGENESIS pios por su edad de ìnacimientoî. En la
rata normal adulta, la mayorÌa de las cÈ-
MIGRACION NEURONAL lulas marcadas a E14-16 se encuentran
MADURACION Y
ORGANIZACION en las capas V y VI. Sin embargo, en las
CORTICAL ratas hipotiroideas y en las nacidas de ratas
EMBRIONARIO FETAL PERINATAL hipotiroxinÈmicas, un 10 % de cÈlulas
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 EDAD (MESES) marcadas estaban en la sustancia blanca
subcortical adyacente a la capa VI, que-
dando ìatrapadasî en una zona impro-
pia. TambiÈn aparecieron alteraciones
RATA en la distribuciÛn radial de cÈlulas mar-
cadas en ratas del grupo E17-19.
HT PROGENIE Aunque ambos modelos ofrecieron
HT MATERNA graves alteraciones en la migraciÛn, el
proceso general de instalaciÛn de den-
NEOCORTICOGENESIS tro afuera no se vio perturbado ni en los
MIGRACION NEURONAL animales hipotiroideos, ni en los naci-
dos en condiciones de hipotiroxinemia
CONEXIONES TALAMO-CORTICALES
materna. La importancia de la T4 materna
CONEXIONES CALLOSAS en dicho proceso se confirma en estu-
MADURACION Y dios que actualmente llevamos a cabo
ORGANIZACION (E. AusÛ y yo mismo) en colaboraciÛn
CORTICAL con R. Lavado Autric, F. Escobar del
EMBRIONARIO PERINATAL Rey y G. Morreale de Escobar, en ratas
0 12 14 16 18 20 0 EDAD (DIAS) gestantes tratadas con antitiroideo entre
E12-E14. Muestran Èstas, de nuevo, alte-
3. ESQUEMAS DONDE SE REPRESENTAN algunos procesos del desarrollo raciones en la migraciÛn celular en su
progenie, similares a las descritas.
ontogenético de la corteza cerebral en humanos y ratas. Las etapas de la gestación se
La presencia de cÈlulas heterotÛpicas
ilustran en los ejes temporales horizontales (en la rata, el eje está truncado, ya que la (literalmente, fuera de lugar) en la sus-
neocorticogénesis ocurre durante la segunda mitad de gestación). Los esquemas de los tancia blanca subcortical refleja una
cerebros humanos, dibujados a escala, señalan su tamaño relativo a las edades indicadas. manifiesta alteraciÛn en la migraciÛn
Los períodos en los que el cerebro es vulnerable a la deficiencia de yodo o al durante la histogÈnesis cortical, corro-
hipotiroidismo congénito se muestran en la parte superior de la figura (flechas borada por la distribuciÛn anormal de
horizontales). Importa advertir que lo mismo en humanos que en la rata la mayor parte cÈlulas en otras capas corticales. Esta
alteraciÛn afecta en total a m·s del 40 %
de la neocorticogénesis (incluyendo la migración celular) está regulada por las
de las cÈlulas corticales.
hormonas tiroideas maternas. Como resultado de una migraciÛn
anormal neuronal, se han observado, en
humanos, heterotopias neuronales en la
ciÛn de BrdU presentan un marcaje muy NeuroetologÌa de la Universidad de sustancia blanca subcortical. Hablamos
intenso: la molÈcula de BrdU no se ìdi- Veracruz, y con G. M. Innocenti, del de un n˙mero importante de alteracio-
luyeî en mitosis sucesivas. Instituto Karolinska de Estocolmo. Con nes relacionadas con el desarrollo de la
Para estudiar la migraciÛn celular, idÈntico fin, hemos experimentado tam- corteza. Se han identificado heteroto-
nuestro grupo (E. AusÛ, M. L. Molina, biÈn con ratas alimentadas con una die- pias en pacientes epilÈpticos, en los sÌn-
J. V. GarcÌa Velasco, M. Camacho, R. A. ta pobre en yodo, en colaboraciÛn con dromes de alcoholismo fetal y de dro-
Lucio y yo mismo) ha trabajado con ratas R. Lavado Autric, M. C. Arufe, F. Escobar gadicciÛn de la madre, en microgiria y
tratadas con methimazole, en colabora- del Rey y G. Morreale de Escobar, de otras enfermedades de origen genÈtico;
ciÛn con P. Pacheco, del Instituto de Madrid. no podemos descartar que se den tam-

16 Mente y cerebro 02/2003


PERE BERBEL Y STUART INGHAM
SUBCAMPO DE CITOCROMO OXIDASA
BARRILES POSTEROMEDIAL
Normal

VIBRISAS
Hipotiroideo
CORTEZA DE
BARRILES

4. FOTOMONTAJES DE CORTES TANGENCIALES (plano azul en el esquema) seriados


biÈn en otras enfermedades neurolÛgi- de la corteza somatosensorial primaria de la rata. Se observan los barriles teñidos para
cas relacionadas con el desarrollo, como la citocromo oxidasa. A la izquierda, se muestra la situación aproximada de la corteza de
el autismo. los barriles en el cerebro de la rata, indicándose a mayor escala el subcampo de barriles
posteromedial, así como su correspondencia con las vibrisas (pelos) del hocico del lado
Laminación, citoarquitectura y
contralateral. En los fotomontajes (derecha) puede apreciarse una atrofia de la corteza de
organización de mapas corticales
A partir de P24 se observa ya el patrÛn los barriles en las ratas hipotiroideas comparadas con las normales.
de tinciÛn con violeta de cresilo adulto
en la corteza auditiva y en la somatosen-
sorial de una rata normal. La caracterÌs- do de expresiÛn: en las ratas normales En las ratas hipotiroideas la morfolo-
tica m·s importante es la presencia de deja de expresarse en el territorio de los gÌa de las cÈlulas que presentan estos tipos
una laminaciÛn precisa: las capas corti- barriles alrededor de P6, mientras que de proteÌnas es muy similar a la de las
cales se distinguen con nitidez y apare- en la rata hipotiroidea lo hace a P9, lo ratas normales, pero la distribuciÛn de
ce resaltada la capa V con sus grandes que significa un retraso en la madura- sus terminales axonales est· alterada.
neuronas piramidales. En la corteza so- ciÛn cortical. En particular, las cÈlulas que expresan
matosensorial, adem·s, se aprecian los Los fotomontajes a partir de cortes parvalb˙mina tienen menos botones ter-
tÌpicos barriles en la capa IV. tangenciales teÒidos con la citocromo minales; cada botÛn contiene menos par-
En un trabajo realizado por E. AusÛ, oxidasa muestran una reducciÛn en el ·rea valb˙mina (menos inmunocoloraciÛn),
J. V. GarcÌa Velasco, M. L. Molina, M. Ca- del territorio de los barriles en la rata sobre todo alrededor de los somas neu-
macho y el autor se observÛ que, en las hipotiroidea adulta; en concreto, de un ronales, donde las formaciones en cesto
ratas hipotiroideas, los lÌmites entre las 27 % con respecto a la normal. El n˙- son m·s simples que las encontradas en
capas II y VI aparecÌan difusos; tam- mero y distribuciÛn de las zonas posi- ratas normales.
poco podÌamos distinguir las grandes tivas respecto a la enzima citocromo oxi- Las cÈlulas que expresan parvalb˙-
pir·mides de capa V. Adem·s, en lugar dasa en el interior del SCBPM guardan mina, coexpresan adem·s GABA. Ello
de los barriles de la capa IV, aparecÌan correspondencia con el n˙mero y dis- comporta que la menor concentraciÛn de
grupos de neuronas m·s dispersos. tribuciÛn de vibrisas del hocico contra- parvalb˙mina facilite la relajaciÛn en el
Excepto la capa I, que es un 4 % m·s grue- lateral (36 en total), salvo alguna rara control de inhibiciÛn de las cÈlulas pira-
sa, en promedio, todas las capas corti- excepciÛn. Esta mayor reducciÛn en el midales; a su vez, esta disminuciÛn del
cales eran m·s estrechas en las ratas ·rea de la corteza de los barriles obser- control puede ser, junto con las hetero-
hipotiroideas, resultando en total una vada con la citocromo oxidasa indica, a topias neuronales, la causa de ataques
reducciÛn del grosor cortical del 12,5 %. todas luces, un cambio en el metabo- epilÈpticos frecuentes tanto en ratas como
En resumen, de entre los varios procesos lismo local de la corteza somatosenso- en humanos hipotiroideos. Tales cambios
que pueden verse alterados por un dÈfi- rial. podrÌan arrastrar consecuencias funcio-
cit de hormonas tiroideas y que reper- nales importantes sobre la organizaciÛn
cuten en la citoarquitectura de la corteza, Distribución y maduración de la neocorteza en la rata hipotiroidea;
la alteraciÛn de la migraciÛn neuronal de conexiones podrÌan tambiÈn hallarse tras algunas de
es probablemente el m·s importante. Por lo que concierne a la organizaciÛn las alteraciones neurolÛgicas relaciona-
Por otro lado, los fotomontajes rea- de circuitos locales, J. R. Cerezo y yo mis- das con el hipotiroidismo.
lizados a partir de cortes tangenciales, mo en colaboraciÛn con P. Marco y J. De
teÒidos con lectina de cacahuete, no Felipe, del Instituto Cajal del CSIC en Número y maduración
muestran diferencias en el n˙mero y dis- Madrid, vimos que, en la corteza auditi- de axones callosos
tribuciÛn de barriles entre ratas norma- va, las hormonas tiroideas ejercen un Para el normal funcionamiento del ce-
les e hipotiroideas. Sin embargo, el ·rea efecto selectivo. En particular, los circui- rebro se requiere que exista una fluida
total ocupada por los barriles es un 13 % tos locales corticales formados por cÈlu- transferencia de informaciÛn de un
menor en las ratas hipotiroideas. Ade- las que expresan diversos tipos de pro- hemisferio cerebral a otro. En los mamÌ-
m·s, la glicoproteÌna especÌfica que se teÌnas ligadoras de calcio, entre ellas, la feros, las ·reas corticales de los dos
une a la lectina tiene alterado su perÌo- calbindina, calretinina y parvalb˙mina. hemisferios se hallan recÌprocamente

Mente y cerebro 02/2003 17


conectadas a travÈs del cuerpo calloso y te un 76 y 66 % menos de axones mieli- Utilizando el marcaje retrÛgrado pe-
de las comisuras hipoc·mpica y ante- nizados. renne con fluoroesferas que permite
rior. En la corteza auditiva, A. GuadaÒo identificar las neuronas callosas, vimos
Las comisuras aparecen en el embriÛn Ferraz, M. MartÌnez, J. A. Quiles, R. Bal- tambiÈn que el aumento de tales neu-
y acaban su proceso de maduraciÛn pos- boa, R. A. Lucio, J. V. GarcÌa Velasco, ronas en las capas IV-VI se debÌa no sÛlo
natalmente. En dicho proceso, sÛlo se J. R. Cerezo y yo mismo, en colaboraciÛn a una alteraciÛn en la migraciÛn, sino
estabilizan y maduran los axones ne- con P. Pacheco y G. M. Innocenti, com- tambiÈn a la estabilizaciÛn de cone-
cesarios. En conjunto, aumentan su ca- probamos que en la capa II-III de las ratas xiones exuberantes. Por consiguiente,
libre, el citoesqueleto intraxonal se tor- hipotiroideas habÌa un 23 % menos de los experimentos de hipotiroidismo nos
na m·s complejo y un 30 % de ellos son neuronas de proyecciÛn callosa que en las permitieron disociar dos procesos del
mielinizados por oligodendrocitos. Como ratas normales, proporciÛn que aumen- desarrollo: por un lado, la estabilizaciÛn
algunos de los genes implicados en la taba en capas m·s inferiores. de los axones juveniles y, por otro, la
mielinizaciÛn est·n regulados por T3, De todos esos resultados se desprende maduraciÛn, crecimiento radial y mie-
las comisuras hipoc·mpica y anterior que el origen laminar de las proyeccio- linizaciÛn axonal, que se pensaba esta-
constituyen un lugar apropiado para estu- nes corticales constituye un dato funda- ban necesariamente relacionados.
diar el papel de las hormonas tiroideas mental de la organizaciÛn de la corteza. En los mamÌferos hipotiroideos adul-
en procesos de maduraciÛn axonal, como Ese hecho guarda relaciÛn con la fecha tos, el cerebro parece mantener ciertos
el de mielinizaciÛn. de ìnacimientoî de las neuronas, como aspectos de su plasticidad juvenil. Se
Con A. GuadaÒo Ferraz, en colabora- ha demostrado S. McConnell, del Depar- trata de un fenÛmeno que ha persistido
ciÛn con G. M. Innocenti, F. Escobar del tamento de Ciencias BiolÛgicas de la en ciertos vertebrados. En los anfibios,
Rey y G. Morreale de Escobar, vimos que Universidad de Stanford. A tenor de nues- por ejemplo, la ausencia de hormonas
el hipotiroidismo no modificaba el tros propios trabajos, las neuronas des- tiroideas frena el proceso de metamorfo-
n˙mero total de axones de la comisura tinadas a una cierta capa (por ejemplo, sis; el renacuajo sigue en un estado juve-
anterior. Pero sÌ se observÛ una profunda las neuronas callosas) pueden mantener nil, sin experimentar los cambios nor-
alteraciÛn en la maduraciÛn de los mis- las conexiones propias de su fecha de males ligados al desarrollo, incluidos
mos: tanto en el cuerpo calloso como en nacimiento, aunque queden atrapadas en los procesos regresivos. Algo similar
la comisura anterior hay respectivamen- una capa distinta. podrÌa ocurrir en las ratas hipotiroideas.

5. FOTOMICROGRAFIAS DE CORTES CORONALES (plano rojo en el esquema) de la


corteza auditiva y somatosensorial (BrdU y violeta de cresilo) primarias de la rata.
En las ratas hipotiroideas, se observan células heterotópicas en la sustancia blanca
subcortical teñidas con anticuerpos anti-BrdU (izquierda). Estas células han migrado
mal durante la neocorticogénesis. En el centro se muestran cortes teñidos
con violeta de cresilo. En ratas hipotiroideas, los límites entre capas corticales no son tan
claros como en las normales y no se ven los típicos barriles en la capa IV (flecha gruesa)
ni los septa entre barriles (flechas finas superiores). A la derecha se muestra la distribución
radial de las neuronas callosas auditivas. En las ratas hipotiroideas, se distigue una
densidad menor de estas neuronas en las capas II-III y, mayor, en las capas IV-VI.

BrdU VIOLETA DE CRESILO WGA-HRP


Normal Normal Hipotiroideo Normal Hipotiroideo
VI I
I I
I
II-III
II-III
SUSTANCIA II-III
BLANCA
II-III
IV IV IV
IV

Hipotiroideo V V V
V
VI
PERE BERBEL Y STUART INGHAM

SUSTANCIA VI VI VI VI
BLANCA

SUSTANCIA SUSTANCIA SUSTANCIA


SUSTANCIA BLANCA BLANCA BLANCA BLANCA

18 Mente y cerebro 02/2003


5-HT DiI Dextrano biotinilado

PERE BERBEL Y STUART INGHAM


P4 P4 P4 P7

Normal Hipotiroideo
P12 P15 IV IV

5-HTT
P15 P15

NUCLEO
VENTROBASAL
DEL TALAMO

Normal Hipotiroideo Hipotiroideo Normal Hipotiroideo

6. FOTOMICROGRAFIAS DE CORTES TANGENCIALES (marco azul) y coronales (marco


Organización rojo) de la corteza somatosensorial primaria de la rata. En ratas hipotiroideas, en los
de las aferencias talámicas cortes teñidos con anticuerpos anti-5-HT (izquierda, arriba), se observan barriles
Se sabe que en la rata, durante los prime- inmunopositivos a P15, edad en que no aparecen en la rata normal. Se debe ese fenómeno
ros dÌas posnatales, la tinciÛn inmuno- a que, a esa edad, todavía se expresa el gen del transportador de 5-HT (5-HTT) en el
citoquÌmica contra la 5-HT es un buen
núcleo ventrobasal talámico, como se muestra con el método de hibridación in situ
marcador de ·reas sensoriales primarias:
visual, auditiva y somatosensorial. El gru- (izquierda, abajo). En el centro, se muestran, en ratas hipotiroideas, aferencias talámicas
po de P. Gaspar, del laboratorio dirigido en la corteza de barriles teñidas anterógradamente con DiI. A P4, las aferencias empiezan
por C. Sotelo, del INSERM francÈs, a desarrollar ramificaciones terminales en el interior de los barriles; a P7, los penachos
observÛ que los axones tal·micos incor- terminales están más desarrollados y definen barriles individuales. A la derecha, se
poraban la 5-HT cortical extracelular y ilustran reconstrucciones de aferencias talámicas adultas (teñidas anterógradamente
la transportaban hacia el soma en el con dextrano biotinilado), realizadas a partir de cortes seriados consecutivos con un
t·lamo. IntervenÌan en el proceso las
microscopio computerizado. Nótese, en las ratas hipotiroideas, el menor desarrollo de los
proteÌnas 5-HTT y VMAT2, implicadas,
respectivamente, en la captaciÛn celular árboles terminales, así como la trayectoria más irregular de los axones.
y vesicular de la 5-HT; tales proteÌnas
se expresan transitoriamente en las neu-
ronas tal·micas. estado de maduraciÛn de las neuronas terminar por alterar el funcionamiento
Mediante tÈcnicas de hibridaciÛn in tal·micas. de las fibras tal·micas y su proceso de
situ, E. AusÛ, M. Camacho, J. V. GarcÌa En las ratas normales, mientras se ex- refinamiento sin·ptico. Para verificar
Velasco y yo mismo, en colaboraciÛn presa el gen 5-HTT en neuronas tal·mi- este punto, abordamos el an·lisis de ·rbo-
con O. Cases, C. Fouquet y P. Gaspar, cas glutamatÈrgicas, algunas regiones les axÛnicos terminales de esas aferen-
del INSERM de ParÌs, hemos estudia- de la corteza somatosensorial se tiÒen con cias a distintas edades del desarrollo y
do en las ratas hipotiroideas la expre- anticuerpos contra la 5-HT. En la corte- en el adulto. Para hacer visibles los ·rbo-
siÛn del receptor presin·ptico 5-HT1B za de los barriles en las ratas normales les axÛnicos nos servimos de marcado-
o los genes que intervienen en su trans- a P0, la tinciÛn es difusa; los primeros res anterÛgrados (el trazador lipofÌlico
porte, como el 5-HTT y el VMAT2. No barriles individuales se empiezan a ver DiI y el dextrano biotinilado).
se apreciaron diferencias en la expre- a P4; hacia P11, dejan de teÒirse con el anti- A edades tempranas (entre P4 y P7),
siÛn de 5-HT1B y VMAT2 entre ratas nor- cuerpo. En las ratas hipotiroideas, el pro- la morfologÌa de los axones t·lamo-cor-
males e hipotiroideas, pero sÌ en la expre- ceso empieza a la misma edad que las ticales de las ratas normales no difiere
siÛn del gen 5-HTT. Las diferencias normales y sigue un curso similar; pero de la forma que presentan en las ratas
fueron sobre todo de Ìndole temporal; la pÈrdida de tinciÛn se retrasa unos 5 dÌas, hipotiroideas. A P4 los axones ya alcan-
en las ratas normales a P15, la expresiÛn coincidiendo con el retraso en la extin- zan la capa IV y empiezan a desarrollar
de dicho gen se ha extinguido ya, mien- ciÛn de la expresiÛn del gen 5-HTT. Este los penachos terminales; a P7, est·n
tras que en las ratas hipotiroideas, a esa retraso provoca que las aferencias tal·- mucho m·s ramificados en el interior de
edad, todavÌa persiste. El hecho de que micas contin˙en liberando 5-HT y glu- los barriles, con colaterales que se pro-
la expresiÛn de los genes VMAT2 y del tamato. pagan por las capas II-III.
receptor 5-HT1B no estÈ alterada y sÌ Puesto que la 5-HT modula la libera- En las ratas hipotiroideas adultas, la
en cambio la del 5-HTT nos indica que ciÛn de glutamato a travÈs de su acciÛn distribuciÛn radial de las aferencias tal·-
la regulaciÛn de estos genes por las hor- sobre el receptor presin·ptico 5-HT1B, micas sigue una pauta similar a la propia
monas tiroideas es independiente del la secreciÛn prolongada de 5-HT puede de ratas adultas normales; las aferencias

Mente y cerebro 02/2003 19


tal·micas se ramifican profusamente en ha comprobado la existencia de cÈlulas repercuten en su funciÛn. De la misma
la capa IV, alcanzan la capa II-III y desa- heterotÛpicas en la neocorteza de fetos se desprende tambiÈn que las hormonas
rrollan colaterales en las capas Vb y VI. abortados en zonas geogr·ficas con defi- tiroideas ejercen efectos selectivos en
Sin embargo, la extensiÛn de esas colate- ciencia de yodo. fases tempranas del desarrollo fetal, como
rales, en las ratas hipotiroideas, es mucho Nuestros resultados en la rata sugie- la migraciÛn celular en la neocorteza.
menor. De hecho, en las ratas hipotiroi- ren que la migraciÛn tambiÈn podrÌa estar Y subraya la necesidad de establecer
deas, los axones terminales describen alterada en la progenie de madres hipo- en los primeros meses de gestaciÛn
unas trayectorias m·s tortuosas, con me- tiroideas y en la de las que han sido hipo- programas de revisiÛn para mujeres
nos ramificaciones, de longitud un 50 % tiroxinÈmicas durante la primera mitad gestantes, como sugirieron ya G. Morrea-
menor, y con un 58 % menos de botones. de la gestaciÛn, ya sea por una defi- le de Escobar, F. Escobar del Rey y M.
De los resultados obtenidos se despren- ciencia de yodo o por otra causa distinta. J. ObregÛn, quienes han apuntado la con-
de que los axones que llegan a la corteza Los cambios en la migraciÛn y citoar- veniencia de medir los niveles de T4
del n˙cleo ventro-basal alcanzan la ca- quitectura descritos aquÌ podrÌan ocurrir circulante materna durante el primer tri-
pa IV, forman agrupaciones bien defini- en niÒos, clÌnicamente no hipotiroideos, mestre de gestaciÛn.
das en el interior de los barriles y deli- nacidos en regiones con deficiencias de Cualquier situaciÛn que provoque una
mitan un perfil normal de la corteza de yodo suaves o moderadas, cuyas madres reducciÛn de la disponibilidad de la T4
barriles. Por consiguiente, a pesar de la son hipotiroxinÈmicas sin ser clÌnica- para el feto, como la hipotiroxinemia
atrofia cortical y de los defectos de migra- mente hipotiroideas; alteraciones que materna, constituye una amenaza poten-
ciÛn que caracterizan al hipotiroidismo, podrÌan hallarse en la raÌz del bajo de- cial para el desarrollo de su cerebro. La
se establecen con normalidad los gra- sarrollo mental encontrado en los mis- hipotiroxinemia materna es una causa
dientes genÈticos corticales que permi- mos. Aunque el retraso mental atribuido mucho m·s frecuente de daÒos perma-
ten la especificaciÛn radial y tangencial a la hipotiroxinemia materna temprana nentes en niÒos que el hipotiroidismo
de las proyecciones t·lamo-corticales. no alcance el grado de gravedad obser- congÈnito. Para la erradicaciÛn de Èste
Nuestros ensayos con anticuerpos con- vado en niÒos con hipotiroidismo con- se han establecido programas masivos
tra la 5-HT y con trazadores anterÛgra- gÈnito que no han recibido un tratamiento de detecciÛn precoz en el reciÈn nacido,
dos (DiI y dextrano biotinilado) acome- temprano con T4, el n˙mero de niÒos que permiten la pronta administraciÛn
tidos en ratas hipotiroideas revelaron el con riesgo de un dÈficit neurolÛgico rela- de un tratamiento sustitutivo, de inne-
desarrollo normal de las primeras etapas cionado con la hipotiroxinemia materna gable Èxito en la prevenciÛn de la sub-
de la formaciÛn de la proyecciÛn tal·mi- es 150-200 veces mayor que el de los na- normalidad.
ca a las ·reas sensoriales primarias. cidos con hipotiroidismo congÈnito.
Sin embargo, aunque los axones pue- El hipotiroidismo congÈnito se corrige
dan orientarse a lo largo del camino que administrando T4 desde el nacimiento. PERE BERBEL es catedrático de biología celu-
va del t·lamo a la corteza, y encontrar Pero si no se detecta a tiempo la falta de lar en la Universidad Miguel Hernández
sus territorios diana, aparecen pertur- T4 (materna o fetal), y la patologÌa se ins- (UMH) e investigador del Instituto de
bados los procesos tardÌos implicados taura durante el desarrollo precoz con la Neurociencias de Alicante (UMH-CSIC),
en la formaciÛn de la proyecciÛn t·lamo- repercusiÛn consiguiente en la migra- donde dirige un grupo de trabajo interesado
cortical. Desconocemos los factores cau- ciÛn celular, los daÒos producidos pue- en el desarrollo de la corteza cerebral.
santes de tal alteraciÛn. Es posible que den ser irreversibles, aunque se aplique
la situaciÛn heterotÛpica de muchas de una terapia sustitutiva adecuada. Resulta Bibliografía complementaria
sus cÈlulas diana obligue a esos axones, harto difÌcil imaginar que, cuando una THE DEVELOPMENT OF AUDITORY CALLOSAL
en su b˙squeda de las mismas, a desarro- cÈlula ha quedado atrapada en un lugar CONNECTIONS IN NORMAL AND HYPOTHYROID
llar una morfologÌa anormal. anormal, pueda m·s tarde, en un tejido RATS. R. A. Lucio, J.V. García Velasco, J. R.
Con todo, una migraciÛn alterada no de complejidad mayor, desplazarse a su Cerezo, P. Pacheco, G. M. Innocenti y
justifica la atrofia de los ·rboles termi- punto de destino original y una vez allÌ P. Berbel en Cerebral Cortex, vol. 7, págs. 303-
nales, ni la reducciÛn del n˙mero de boto- establecer las conexiones apropiadas para 316, 1997.
nes sin·pticos. Al desplazamiento de sus que el sistema funcione correctamente.
I S N EUROPSYCHOLOGICAL D EVELOPMENT
dianas, se podrÌa aÒadir una asincronÌa La hipotiroxinemia materna puede
RELATED TO MATERNAL HYPOTHYROIDISM OR
de maduraciÛn. Las cÈlulas corticales pasar inadvertida en la mayorÌa de las
TO M ATERNAL H YPOTIROXINEMIA ? G.
podrÌan estar en un grado de maduraciÛn mujeres en los primeros meses de ges- Morreale de Escobar, M. J. Obregón y F.
que no les permitiera responder a las taciÛn, porque Èstas no necesariamente Escobar del Rey en Journal of Clinical
seÒales t·lamo-corticales, limitando la presentan un hipotiroidismo clÌnico o Endocrinology and Metabolism, vol. 85, págs.
sinaptogÈnesis. PodrÌa suceder, por ejem- subclÌnico. La madre puede sintetizar y 3975-3987, 2000.
plo, que ciertas molÈculas implicadas en secretar suficiente T3 y T4 para cubrir
la estabilizaciÛn de las conexiones t·lamo- sus propias necesidades, pero la canti- MECANISMOS DE REGULACIÓN POR HORMONA
TIROIDEA EN EL DESARROLLO NEURAL. J. Ber-
corticales, asÌ los receptores β1-GABAA, dad de T4 que llega al feto puede resul-
nal en Endocrinología, vol. 48, págs. 202-
se mantuvieran inactivas a la llegada de tar insuficiente para su desarrollo. La
216, 2001.
las fibras t·lamo-corticales. causa m·s frecuente de hipotiroxinemia
materna en el mundo es la deficiencia P ROTRACTED E XPRESSION OF S EROTONIN
Implicaciones de yodo; la padecen muchas mujeres ges- T RANSPORTER AND A LTERED T HALAMO -
en el desarrollo humano tantes europeas y comienza a ser un pro- CORTICAL P ROJECTIONS IN THE B ARRELFIELD
OF H YPOTHYROID R ATS . E. Ausó, O. Cases,
Los conocimientos adquiridos en nues- blema en los EE.UU.
tra investigaciÛn en torno a ratas hipo- De acuerdo con nuestra investigaciÛn, C. Fouquet, M. Camacho, J. V. García
Velasco, P. Gaspar y P. Berbel en European
tiroideas podrÌan ayudarnos a interpre- una deficiencia de hormonas tiroideas
Journal of Neuroscience, vol. 14, págs. 1968-
tar determinados datos que aporta el grave produce alteraciones en la madu-
1980, 2001.
an·lisis epidemiolÛgico en humanos. Se raciÛn y organizaciÛn de la corteza que

20 Mente y cerebro 02/2003


Inteligencia
y mielina
¿Por qué unos son más inteligentes que otros?
Todo indica que ciertas cualidades especiales de las neuronas cerebrales
desempeñan un papel fundamental

Aljoscha C. Neubauer genes o los factores ambientales? Los pueden diferenciar determinadas perso-
estudios con gemelos y con niÒos adop- nas de particular inteligencia dentro de

E
ntre otros factores distintivos, tados permiten responder en buena un ·rbol genealÛgico; sin embargo, otros
el siglo XX se caracterizÛ por medida a estas preguntas. Genes y fac- estudios llegan a la conclusiÛn opuesta.
la importancia dada a la inves- tores ambientales, dentro y fuera de la
tigaciÛn de la inteligencia. Los familia Èstos, influyen sobre la inteli- La memoria RAM
psicÛlogos pusieron particular empeÒo gencia. En los niÒos y adolescentes la Desde hace m·s de dos decenios, se viene
en definir y medir esta fascinante facul- influencia de la herencia es del 50 % y trabajado en averiguar si los ìcerebros
tad del hombre. Abordaron la estructura la del ambiente algo menor; el resto se inteligentesî pueden procesar informa-
de la inteligencia y su contribuciÛn al atribuye a errores de c·lculo. Conforme ciones con una mayor rapidez, a la manera
Èxito profesional y personal de los indi- aumenta la edad, van dominando los de los ordenadores de ˙ltima generaciÛn.
viduos. Pero quienes investigan el coe- genes de un modo creciente. Las inves- HipÛtesis que hemos comprobado en la
ficiente intelectual øsaben quÈ es la inte- tigaciones realizadas en personas mayo- Universidad de Graz y se ha ratificado
ligencia? A duras penas. Adem·s, habrÌan res de 60 aÒos permiten entrever que el tambiÈn en otros centros. Las personas
de entender tambiÈn cÛmo surge. En este coeficiente intelectual es hereditario en m·s inteligentes pueden captar con mayor
sentido, nuestros conocimientos sobre las aproximadamente un 80 %. celeridad informaciones procedentes del
bases anatÛmicas y fisiolÛgicas de la La b˙squeda individualizada de ìge- mundo exterior, almacenarlas en la
inteligencia resultan p·lidos si se com- nes de inteligenciaî se halla todavÌa en memoria a corto plazo y desde allÌ recu-
paran con los conocimientos adquiridos paÒales. No se ha conseguido todavÌa perarlas; asimismo recuperan con mayor
por los psicÛlogos. identificar siquiera los genes que permi- prontitud conocimientos almacenados
øPor quÈ la inteligencia varÌa de una tan separar las personas en razÛn de su en la memoria a largo plazo. La analo-
persona a otra? øQuÈ importan m·s, los inteligencia. En algunos casos aislados se gÌa con el ordenador puede llevarse toda-
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Leonardo da Vinci Galileo Galilei Isaac Newton Immanuel Kant

22 Mente y cerebro 02/2003


vÌa m·s lejos: seg˙n Werner Wittmann, Abonan esta idea los estudios de Richard nerse en cuenta los procesos que ocurren
de la Universidad de Mannheim, las per- Haier, del centro de formaciÛn de im·- en cada neurona en particular: la infor-
sonas m·s inteligentes tienen tambiÈn genes cerebrales adscrito a la Universidad maciÛn es captada por las dendritas, que
una mayor capacidad de ìalmacena- de California en Irvine. Haier midiÛ el se hallan relacionadas con otras neuro-
miento de trabajoî en el cerebro. metabolismo cerebral durante la acti- nas a travÈs de las sinapsis. Los impul-
Con mÈtodos fisiolÛgicos se pretende vidad intelectual de los individuos so- sos elÈctricos pasan de las dendritas al
descubrir, adem·s, si el cerebro de las metidos al ensayo. Por esa vÌa demostrÛ soma celular; desde aquÌ, a travÈs del
personas inteligentes procesa informa- que los m·s inteligentes consumÌan axÛn, a otras neuronas. TambiÈn las sinap-
ciones con mayor rapidez. En este sen- menos energÌa en su cerebro. Haier lo sis unen neuronas. Los axones est·n ro-
tido se habÌan investigado las corrien- explica mediante la ìhipÛtesis del ren- deados m·s o menos completamente por
tes elÈctricas en el cerebro ante estÌmulos dimiento neuralî: para solucionar un una capa aislante, la mielina. La parte
sencillos; asÌ, un destello luminoso o un problema las personas m·s inteligentes proximal ópresin·pticaó de la sinap-
breve sonido. Pero se llegÛ a resultados activan menos neuronas, presumi- sis es estimulada por impulsos elÈctri-
discordantes; unos estudios confirma- blemente sÛlo las necesarias para pro- cos y libera neurotransmisores. Estas
ron la hipÛtesis y otros no encontraban cesar la tarea pretendida. Por el contra- sustancias, a su vez, originan en la neu-
diferencia alguna entre personas con di- rio, las personas menos inteligentes rona siguiente óes decir, postsin·p-
versos grados de inteligencia. Probable- activan adem·s otras neuronas del ticaó un nuevo impulso elÈctrico, que
mente aquÌ desempeÒe un papel impor- entorno, innecesarias para solucionar el va propag·ndose.
tante el ·rea cerebral donde se mida la problema, lo que puede incluso consti- AsÌ pues, las diferencias de inteli-
actividad elÈctrica. tuir un obst·culo. gencia entre las personas pueden depen-
Seg˙n parece, entre las personas lis- Con estos nuevos hallazgos los inves- der de los siguientes factores:
tas y las torpes hay diferencias por lo tigadores pueden describir mejor las dife-
que a la distribuciÛn espacial de la acti- rencias entre cerebros con diversos gra- ï N˙mero de neuronas
vidad elÈctrica encef·lica concierne; dos de inteligencia, pero no pueden ï N˙mero de dendritas
sobre todo, en la corteza cerebral. Con explicarlas. Por eso recurren a las obser- ï N˙mero de uniones sin·pticas
un moderno mÈtodo de registro gr·fico vaciones anatÛmicas. Y se preguntan: ï Grado de mielinizaciÛn (aislamiento)
óuna variante de la electroencefalogra- øhay alg˙n tipo de ·rea especial del cere- de los axones.
fÌa (EEG)ó pudimos demostrar en el bro que determine decisivamente la inte-
Instituto de PsicologÌa de la Universidad ligencia de una persona o se distinguen Aunque no cabe descartar de ante-
de Graz que el cerebro de las personas los cerebros inteligentes por ciertas pro- mano las dos primeras posibilidades,
m·s inteligentes, cuando procesan tareas piedades generales? La b˙squeda de cen- disponemos de modelos muy convin-
cognitivas, exhibe una actividad elÈc- tros particulares de la inteligencia ha centes que hablan a favor de la tercera
trica general menor, aunque m·s foca- resultado infructuosa. En consecuencia y cuarta alternativas. La hipÛtesis de la
lizada. Los menos inteligentes han de se plantea como hipÛtesis la segunda poda neuronal de Richard Haier concede
forzar su cerebro en el transcurso del parte de la pregunta: las diferencias de una gran importancia al n˙mero de sinap-
tiempo y activar regiones que en reali- inteligencia general hay que atribuirlas sis cerebrales. La hipÛtesis mielÌnica,
dad no tienen nada que ver con el pro- a las propiedades biolÛgicas de la tota- por el contrario, se centra en el grado de
cesamiento de la tarea en cuestiÛn, como lidad del cerebro y no al mejor o peor aislamiento de los axones en el cerebro.
se evidencia en los tests de inteligencia. funcionamiento de una zona determi- Esta hipÛtesis se remonta a Edward M.
Por otra parte, los m·s inteligentes nada. Miller, economista de la Universidad de
parecen estar en mejores condiciones de La clave para la explicaciÛn biolÛgica Nueva Orleans que tambiÈn publicÛ sobre
concentrar los recursos energÈticos del de la inteligencia radica probablemente cuestiones relacionadas con el desarro-
cerebro en las ·reas corticales necesa- en el modo en que las informaciones flu- llo de la inteligencia humana. Hasta el
rias para ejecutar la misiÛn impuesta. yen en el cerebro. Deben, asimismo, te- presente no existen demostraciones expe-
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1. INTELIGENCIAS
PRIVILEGIADAS. ¿Tienen los
cerebros de estos científicos
y artistas algo en común
que les haya permitido sus
extraordinarias creaciones
Richard Wagner Albert Einstein Stanley Kubrick intelectuales?

Mente y cerebro 02/2003 23


rimentales que apoyen ninguno de los corrientes cerebrales. TambiÈn se expli- perfectamente aislados; la mielina se va
modelos, a buen seguro porque todavÌa carÌa asÌ la mayor velocidad de proce- formando a lo largo de la infancia. En la
no disponemos de apropiados mÈtodos samiento demostrada en los ensayos que edad avanzada, por el contrario, parece
de investigaciÛn in vivo en humanos. miden el tiempo de reacciÛn. ser que este aislamiento va debilit·n-
La capa aislante de los axones en el ï Las menores pÈrdidas durante la trans- dose: los axones se desmielinizan.
cerebro humano óla mielinaó facilita misiÛn de los impulsos podrÌan ser la La velocidad de procesamiento de la
la transmisiÛn del estÌmulo en el cerebro, razÛn del menor consumo energÈtico en informaciÛn aumenta tambiÈn hasta la
por varias razones: el estÌmulo se pro- el metabolismo cerebral de las personas adolescencia, como demuestran la elec-
paga m·s r·pidamente, la seÒal se debi- m·s inteligentes. trofisiologÌa y el comportamiento. Luego,
lita menos a lo largo del prolongado ca- ï El hecho de que las neuronas tengan permanece constante durante un tiempo,
mino que ha de recorrer y existe una una menor interferencia mutua explica- para terminar descendiendo en la edad
menor interferencia mutua entre neuro- rÌa que las actividades de los cerebros avanzada. Las investigaciones psicolÛ-
nas. A consecuencia de todo ello, la seÒal m·s inteligentes se hallen espacialmente gicas presentan una evoluciÛn temporal
elÈctrica se propaga a mayor velocidad m·s focalizadas. parecida por lo que respecta a la inteli-
y con menos interferencias. ï Una disminuciÛn de los errores en la gencia: va aumentando con la edad hasta
Si los axones cerebrales de las perso- transmisiÛn de la informaciÛn significarÌa los 15-20 aÒos y luego retrocede a par-
nas inteligentes est·n m·s mielinizados, menores errores cognoscitivos y, por lo tir de los 65-70 aÒos. AsÌ pues, el grado
es decir, mejor aislados, tendrÌamos bue- tanto, mayor inteligencia. de mielinizaciÛn de las vÌas nerviosas del
nas razones para explicar los resultados cerebro podrÌa determinar la capacidad
de algunos de los experimentos antes En favor de esta teorÌa habla un dato de rendimiento intelectual de la persona
mencionados: de observaciÛn: a lo largo de la vida, el humana.
proceso de mielinizaciÛn se desarrolla
ï La propagaciÛn m·s r·pida de los es- de forma paralela al aumento de la velo- Inteligencia y lactancia
tÌmulos posibilitarÌa una reacciÛn tam- cidad de procesamiento de la informa- El segundo estudio, muy prometedor,
biÈn m·s cÈlere de los cerebros inteli- ciÛn y de la propia inteligencia. La per- para explicar, desde un punto biolÛgico,
gentes en los ensayos que miden las sona no viene al mundo con unos axones la inteligencia se centra en el n˙mero de
sinapsis existentes en el cerebro. TambiÈn
aquÌ desempeÒa un papel importante el
desarrollo: las uniones sin·pticas entre
2. SOPORTE DE LA INTELIGENCIA. Las células nerviosas constituyen las neuronas van present·ndose pro-
una densa red.

DENDRITAS

SOMA CELULAR

AXON

NUCLEO MIELINA
CELULAR

NUCLEO CELULAR SINAPSIS

NODULO DE RANVIER
THOMAS BRAUN

24 Mente y cerebro 02/2003


Brote primaveral en la pubertad
Las personas con déficit intelectual

THOMAS BRAUN
(b), las que tienen una inteligencia nor-

DENSIDAD DE SINAPSIS
mal ( a ) y las superdotadas (c ) presen- b
tan perfiles diferentes de poda neural
de las uniones sinápticas a lo largo del
tiempo: las personas más inteligentes a
“limpian” su cerebro con particular
intensidad en la pubertad. Debido a c
ello, sus cerebros, por una parte, con-
sumen en total menos energía y, por
otra, las actividades de la corteza pue- 0,5 1 5 10 15 20 30 40 50 60
den concentrarse mejor en las áreas EDAD EN AÑOS
necesarias.

gresivamente a lo largo de los primeros ·mbito de la especulaciÛn. Los mÈtodos


aÒos de la vida, estimuladas por los pro- de investigaciÛn neurolÛgica disponi-
cesos de aprendizaje y el intercambio bles para medir el grado de mieliniza-
con el entorno. ciÛn y el n˙mero de sinapsis no pueden
Pero, a partir de entonces, el n˙mero aplicarse con suficiente grado de fiabi-
de estas uniones no permanece cons- lidad in vivo. SÛlo sirven para el estudio
tante, sino que vuelve a bajar desde del de la pieza anatÛmica obtenida en la
quinto aÒo de vida hasta la pubertad. Se necropsia. Tal vez el extraordinario de-
sospecha la intervenciÛn aquÌ de una sarrollo que est·n experimentando las
suerte de poda neural. Las uniones sin·p- tÈcnicas mÈdicas permita un dÌa poner a
ticas entre neuronas que no se utilizan prueba directamente esta hipÛtesis. Si
se suprimen o se dejan de lado. En defi- se confirmara, habrÌamos dado un paso
nitiva, el mantenimiento de estas sinap- de gigante hacia el conocimiento de la
sis supone un consumo in˙til de ener- ìinteligenciaî.
gÌa. Tal suposiciÛn ha recibido el respaldo Estas explicaciones biolÛgicas podrÌan
de estudios con tÈcnicas de formaciÛn de tener m˙ltiples efectos, no sÛlo sobre el
im·genes: el metabolismo cerebral glo- estudio de la inteligencia desde una Ûptica
bal va aumentando constantemente du- psicolÛgica, sino tambiÈn sobre la socie-
rante los primeros cinco aÒos de vida y dad. Pensemos en las consecuencias difÌ-
luego disminuye. El intercambio ener- cilmente previsibles que una tal biolo-
gÈtico del cerebro de un adulto es apro- gizaciÛn de la inteligencia traerÌa para
ximadamente la mitad que el de un niÒo nuestra propia imagen y nuestro queha-
de cinco aÒos. cer diario. Si se confirmara la hipÛte-
Evidentemente, este hecho, por sÌ solo, sis de la mielinizaciÛn, la defensa de la
no puede explicar las diferencias indi- lactancia natural recibirÌa un sÛlido res-
viduales de inteligencia. Debe prestarse paldo, toda vez que la leche materna
tambiÈn atenciÛn a los resultados obte- parece contener los ·cidos grasos nece-
nidos en la investigaciÛn en personas sarios para la formaciÛn de la mielina,
con dÈficits del desarrollo intelectual, a diferencia de lo que ocurre con las
centrada en el metabolismo y en el leches artificiales.
n˙mero de uniones sin·pticas. Estas per- En todo caso, el fenÛmeno de la inte-
sonas revelaban un mayor metabolismo ligencia es demasiado complejo para
cerebral y un mayor n˙mero de sinap- poderlo reducir a unas pocas causas. No
sis. Probablemente, dicha poda neural no es, pues, de esperar que los tests psico-
opera con eficacia suficiente en los dÈfi- lÛgicos para medir el coeficiente inte-
cits de desarrollo intelectual, en el sÌn- lectual se vean pronto sustituidos por la
drome de Down o en el autismo. Por eso determinaciÛn del grado de mieliniza-
se registra un excesivo n˙mero de sinap- ciÛn o el n˙mero de sinapsis.
sis, que consumen demasiada energÌa e
impiden que la actividad cerebral se cen-
tre en las ·reas esenciales, factor indis-
pensable para un buen rendimiento cog-
nitivo. ALJOSCHA C. NEUBAUER enseña e investiga en
Lo mismo que en la hipÛtesis de la mie- el Instituto de Psicología de la Universidad
lina, aquÌ nos movemos tambiÈn en el de Graz.

Mente y cerebro 02/2003 25


Sentimientos
de irritación
y agresividad
Es muy fácil decir: “¡No te enfades, hombre!”. Más difícil resulta,
sin embargo, mantener en todo momento la firmeza y obedecer esta exhortación.
No importa: la irritación y la rabia también resultan provechosas;
sólo hay que saber manejarlas

Thomas Hülshoff denomina celos si persigue la presunta humoresî), teorÌa imperante desde la

øT
posesiÛn de otra persona, por ejemplo, Antig¸edad hasta la Edad Media, se
ienen algo en com˙n el caos del cÛnyuge o de un hermano. Hablamos basaba, por ejemplo, en que los dese-
circulatorio, un polÌtico, de venganza cuando a la irritaciÛn se quilibrios entre los ìhumores corpora-
un televisor que se averÌa suma una mancilla del honor; es decir, lesî explicaban los cuatro temperamen-
y la pisada de excremen- este sentimiento puede ser consecuen- tos b·sicos. El exceso de bilis (del griego
tos de perro? Efectivamente: a todos nos cia directa de la envidia o de los celos. cholÈ) originarÌa accesos violentos y
causan irritaciÛn. Desde una perspec- El tÈrmino rabia designa una emociÛn funestos del temperamento y de la ra-
tiva psicolÛgica, lo mismo sucede cuando explosiva y concentrada; en este caso, bia, como corresponde al temperamento
no logramos un objetivo, no satisface- la irritaciÛn desencadena una reacciÛn colÈrico (vÈase la figura 4). Incluso hoy
mos nuestras necesidades o alguien aten- inmediata y la energÌa acumulada se des- sostenemos que las contrariedades ìnos
ta contra nuestra autoestima. carga en forma de acceso de cÛlera. alteran la bilisî.
La irritaciÛn es una emociÛn hostil, Cuando la rabia y la irritaciÛn se dirigen En la baja Edad Media y en el Rena-
dirigida contra una causa concreta. durante mucho tiempo contra un obje- cimiento se impuso la concepciÛn de que
Mientras que el primer impulso dura sÛlo tivo determinado, se habla de odio. Por la irritaciÛn desatada no sÛlo lleva la
unos segundos, el estado de irritaciÛn se ˙ltimo, la ira vincula la irritaciÛn con la miseria a aquellos contra quienes va diri-
prolonga m·s tiempo, con lo que la emo- confrontaciÛn y la vindicaciÛn intelec- gido este sentimiento, sino tambiÈn al
ciÛn se reaviva una y otra vez. Aunque tuales: de la ìrabia de las vÌctimasî na- encolerizado. De hecho, la ira y la envi-
este estado nos resulte desagradable, la cerÌa la ìira de los justosî. dia se encuentran entre los siete peca-
irritaciÛn en sÌ óen especial, su viven- En todas las culturas se conocen la dos capitales.
ciaó tambiÈn tiene una vertiente divertida. irritaciÛn, la rabia y la ira. La explica- La irritaciÛn y la rabia son emociones
La irritaciÛn es una emociÛn polifa- ciÛn y la valoraciÛn de estos sentimien- muy intensas, vinculadas con fuertes
cÈtica. Cuando entra en juego una po- tos depender·n del contexto cultural. La reacciones corporales. ìSiento una ra-
sesiÛn, recibe el nombre de envidia. Se patologÌa humoral (ìdoctrina de los bia visceralî, decimos a menudo.

26 Mente y cerebro 02/2003


DEFD-MOVIES
1. LA FURIA DEL CESAR. El ceño fruncido, la mirada penetrante y el puño apretado;
La irritaciÛn se manifiesta sobre todo los dibujantes de Astérix en América han realzado perfectamente los signos visibles de la ira.
en tres planos, todos ellos sujetos al con-
trol directo del cerebro:
simplificada, el cerebro consta de tres rimentaciÛn reaccionan previsiblemente
ï Cambios som·ticos caracterÌsticos: dominios diferentes: con una conducta agresiva y gestos de
por ejemplo, sube la presiÛn arterial y ìirritaciÛnî.
se tensan los m˙sculos. 1. El ìcerebro reptilianoî abarca el tronco El sistema lÌmbico envÌa adem·s seÒa-
ï Reacciones motoras, por ejemplo, ges- encef·lico y partes del diencÈfalo; ìresi- les al cerebro reptiliano, en especial, al
ticulaciÛn. denî allÌ los reflejos y los instintos. Por hipot·lamo. Esta estructura encef·lica
ï Vivencia y valoraciÛn mental subjeti- asÌ decirlo, constituye la base instintiva se encuentra estrechamente relacionada
va (ìestoy irritadoî). sobre la que se originan los sentimien- con la hipÛfisis óla gl·ndula endocri-
tos. En el cerebro reptiliano reside tam- na por excelenciaó y controla las in-
Con independencia del entorno cul- biÈn el estado general de excitaciÛn, que teracciones hormonales. De este modo,
tural, todos los hombres poseen una regula de forma decisiva el grado de irri- cuando experimentamos sentimientos
ìregulaciÛn genÈtica b·sicaî de la irri- taciÛn. de rabia, el organismo ìse prepara de
taciÛn y de la furia, que explica la uni- 2. El sistema lÌmbico es el plano donde inmediato para el ataqueî. Se liberan
formidad de los procesos neurales e tiene lugar la vivencia inconsciente de hormonas del estrÈs, como la adrenali-
incluso de los gestos. No obstante, estos algunas emociones, como la irritaciÛn, na; los folÌculos capilares se erizan óeste
procesos pueden modificarse a travÈs de que repercuten enormemente en nuestra adem·n filogenÈticamente primitivo ante
las influencias culturales y de otras for- conducta. Especial importancia reviste una amenaza se manifiesta como ìcar-
mas del aprendizaje. el n˙cleo amigdalino, parte de este sis- ne de gallinaîó; sube la presiÛn arte-
øQuÈ sucede en el cerebro cuando nos tema. Al estimular determinadas zonas rial; el pulso se acelera, y aumenta la per-
irritamos? Seg˙n una concepciÛn harto de dicho n˙cleo, los animales de expe- fusiÛn de los Ûrganos nobles. AsÌ, el

Mente y cerebro 02/2003 27


2.

THOMAS BRAUN
EL CEREBRO TRINO. El denominado
cerebro trino es un modelo cerebral
CORTEZA CEREBRAL M
simplificado propuesto por Paul D. nto vol ovi
sa mie un
LIMBICO

m tario
n E M A
Maclean. Según este autor, los seres e
SIS T

ien s
P

tos
humanos tienen tres cerebros distintos y

Excitación
RO REPTILIA
REB

Ex nsciente
periencia
NO Sentimientos
relacionados entre sí, pero con estructuras CE
Reflejos Instinto
y características neuroquímicas específicas, Control hormonal

co
que derivan de distintas épocas de su

bla
An Co Estado
ális ex du n

Ha
pasado evolutivo. is d pre cta de ánimo
ec si v
os a
te
y be
n e fi c
io s
metabolismo se adapta a la situaciÛn que
ha suscitado la irritaciÛn. Por otra parte,
el sistema lÌmbico se ocupa de que nues-
tra conducta expresiva se corresponda
con la vivencia emocional: la irritaciÛn
se pone de manifiesto en el timbre de voz
y en los gestos.
3. En el nivel superior de este modelo
simplificado se halla la corteza. En lÌneas
generales, esta parte de nuestro cerebro
gobierna los movimientos voluntarios,
procesa de modo consciente los estÌmu-
los sensitivos y se ocupa de procesos
cognitivos complejos, como el pensa-
miento o el habla. Las emociones cons-
cientes se viven, sobre todo, a travÈs del Lo importante es que la corteza cere-
lÛbulo frontal, regiÛn anterior de la cor- bral nos permite medir y controlar nues- Con todo, la reacciÛn de irritaciÛn no
teza cerebral. No se limitan a estar ins- tras reacciones emocionales. Cuando sigue siempre un circuito neuronal es-
taladas a extramuros de la conciencia, a reaccionamos con irritaciÛn o rabia ante tablecido y rÌgido por las regiones an-
modo de sensaciones imprecisas, sino un insulto, estamos a la merced de nues- tedichas. El cerebro no contiene ìcen-
que podemos dirigir nuestra atenciÛn tro sistema lÌmbico. No obstante, con la tros especiales de la rabiaî, dedicados
hacia ellas, analizarlas y nombrarlas: la ayuda de la corteza cerebral, podemos en exclusiva a este sentimiento. La irri-
irritaciÛn puede mutarse, seg˙n las cir- en ese instante efectuar un an·lisis de taciÛn es fruto de la interacciÛn entre
cunstancias, en celos, envidia, venganza ìcoste y beneficiosî y determinar quÈ estructuras cerebrales totalmente dis-
o frustraciÛn. haremos con esa rabia. tintas que se ocupan de todo lo siguiente:
IRENÄUS EIBL-EIBESFELDT (dibujo); ANDREAS PAUL (fotografía)

3. NO ES LO QUE PARECE. Una cara como la de este mandril


(izquierda) se interpreta a menudo como un gesto de ira, ya que
muestra algunas de las características típicas de la irritación
humana: el mono baja la comisura de los labios y enseña los
colmillos. Sin embargo, los etólogos han definido este gesto como
una “mueca de terror” que, más que agresividad, expresaría un
sentimiento entre amistoso y temeroso. En cambio, el mono de
Gibraltar de la derecha muestra el gesto amenazante típico de
esta especie.

28 Mente y cerebro 02/2003


ï Controlar el nivel general de excitaciÛn sos constituyen otros signos de la irri- velada que se contiene por el deseo de
del sistema nervioso y los procesos som·- taciÛn. El timbre de voz tambiÈn cam- obtener afecto y empatÌa, por el temor a
ticos autom·ticos, bia, pudiendo ser estridente o tenso. un castigo o por los sentimientos de culpa.
ï Identificar y procesar los sentimien- Los gestos, la postura y el timbre de Tal sucede cuando se lanzan indirectas
tos, voz que, en principio, son el resultado de este tipo: ìhas adelgazado... con lo gor-
ï Traer a la memoria otras situaciones irri- de nuestros sentimientos, tambiÈn ayu- da que estabas antesî o bien ìesta vez te
tantes ya vividas para compararlas con dan a la comunicaciÛn. Por eso, el hom- ha salido muy buena la comidaî.
la actual. bre y el resto de los animales que viven Aunque las palabras no tengan un doble
en sociedad tratan en seguida de descu- sentido, como en los ejemplos expues-
Las ˙ltimas investigaciones han de- brir el estado de ·nimo de los seres de tos, sino que estÈn aparentemente llenas
mostrado, adem·s, que la conexiÛn entre su entorno para adaptarse a la situaciÛn. de armonÌa, la irritaciÛn oculta tambiÈn
las neuronas cerebrales se modifica con Cuando una persona manifiesta irrita- puede reconocerse con claridad, en es-
la repeticiÛn constante de impresiones ciÛn, los dem·s pueden alejarse hasta pecial por los gestos. AsÌ, pueden surgir
emocionales fuertes. Estas alteraciones que se ìcalmeî, evitando asÌ las agre- malos entendidos y conflictos en las rela-
se han objetivado mediante tÈcnicas de siones y los conflictos. La irritaciÛn cum- ciones que, con el tiempo, generan a˙n
formaciÛn de im·genes entre vÌctimas ple, pues, una funciÛn de alarma, que m·s rabia e irritaciÛn.
de episodios traum·ticos. puede resultar protectora. ìQuienes admiten su irritaciÛn, creen
AsÌ como no existe ning˙n ìcentro Si reconocemos a tiempo la irritaciÛn que la vida a˙n puede cambiar. Quienes
anatÛmico de la rabiaî, tampoco hay nin- ajena, podremos ofrecer al otro seÒales han dejado de hacerlo, no lo creen en ab-
guna hormona especÌfica de la irritaciÛn. apaciguadoras: un tono de voz concilia- solutoî; con estas palabras, Verena Kast
Al contrario, esta emociÛn se relaciona dor y suave puede aplacar el enojo, al describe otra funciÛn importante de la
con diversas hormonas y neurotransmi- igual que un gesto tranquilizador, una irritaciÛn: nos muestra que algo no mar-
sores, por ejemplo, adrenalina, noradre- actitud humilde o una sonrisa cordial. La cha bien y nos ayuda a cambiar relacio-
nalina, dopamina y testosterona. irritaciÛn y la rabia pueden, adem·s, nes que nos parecen insoportables o poco
En las situaciones de peligro se libera resultar muy ˙tiles para regular las rela- llevaderas. La rabia y la irritaciÛn nos
adrenalina, hormona del estrÈs, que ciones sociales, siempre y cuando sepa- proporcionan la energÌa necesaria para
somete el organismo a alta tensiÛn: la fun- mos utilizarlas con mesura: nos sirven emprender tales cambios, a veces incluso
ciÛn cardÌaca y circulatoria, la respira- para distanciarnos de los dem·s, para a travÈs de la agresiÛn. Se trata de impo-
ciÛn, el procesamiento cerebral de los discutir con ellos y para protegernos. ner el propio interÈs ante la resistencia
estÌmulos y otras funciones se revolu- No obstante, es muy complicado res- del otro, con lo que el agresor acepta que
cionan y propician reacciones inmedia- ponder adecuadamente a la irritaciÛn su adversario puede resultar daÒado.
tas. Se habla en estos casos de una reac-
ciÛn de huida o de lucha, por la cual el
organismo se sirve de todas las reservas
energÈticas para aumentar la excitaciÛn
y la actividad corporales. La noradre-
nalina act˙a, en general, como la adrena-
lina y acelera la frecuencia cardÌaca. En
el cerebro, esta hormona, lo mismo que
la dopamina, modifica sobre todo el grado
de vigilia y excitaciÛn.

¡Qué gesto tan adusto!


El sistema lÌmbico controla los gestos,
que delatan involuntariamente nuestro
estado emocional moment·neo. El tÌpico
semblante de enfado surge al fruncir el
ceÒo, al arrugar la frente con ira o rabia
y al contraer el voluminoso m˙sculo
frontal. Se entornan asÌ los p·rpados y
los ojos apenas reciben la luz: de esta
manera, nos abstraemos del origen de
nuestra ira. A todo ello se suman las
ìanteojerasî mentales, que nos ciegan
EXTRAIDO DE GALENS BEITRAG ZUR LEHRE DER VIER KÖRPERSÄFTE

para resolver el conflicto.


Los gestos y la postura, por ejemplo,
los puÒos apretados y los m˙sculos ten-

4. LA BILIS EN PLENA EBULLICION.


El colérico —representado así en un
manuscrito medieval— es uno de los
cuatro tipos de temperamentos de la
patología humoral.

Mente y cerebro 02/2003 29


Testosterona y agresividad
La testosterona desempeña un papel importante, aunque
no decisivo, en la agresividad humana. Según las estadísti-
cas, los varones jóvenes, que por lo general muestran una
concentración elevada de testosterona, se comportan de for-
ma más arriesgada y agresiva que los demás grupos de la
población. En las alegorías, como la de esta imagen de Frans
Menton extraída de una serie de los siete pecados capita-
les, la cólera se personifica a menudo en forma de varón
joven, por ejemplo, de guerrero.

La testosterona estimula la agresividad de los mamíferos


inferiores, no así la de los primates ni, especialmente, la de
la especie humana. La concentración de testosterona en san-
gre sólo aumenta claramente después de un éxito depor-
tivo o social, pero este aumento se da en ambos sexos, aun-
que la concentración hormonal suele ser bastante mayor
entre los varones jóvenes. Quizá, la rememoranza de la exci-

FRANS MENTON
tación general asociada con el “éxtasis de la victoria” y el
deseo de revivirlo expliquen la conducta agresiva y com-
bativa surgida del estado inicial de irritación.

En principio, no conviene introducir Quiz·s este proceso haya motivado, culpa. Sin embargo, cuando no sucede
en un mismo saco la irritaciÛn y la con- en ˙ltima instancia, que nuestros senti- tal, la rabia desmesurada puede desem-
ducta agresiva, aunque quiz· los anima- mientos de rabia e irritaciÛn se alejen, bocar en una agresiÛn destructiva y en el
les constituyan una excepciÛn: al no poder al menos en parte, de la agresividad. El empleo de la violencia: las relaciones se
preguntarles por su estado de ·nimo, sÛlo lenguaje humano tambiÈn contribuye a rompen precipitadamente y se inflige
su conducta nos delatar· sus emociones, que las disputas airadas no se materia- daÒo a los dem·s. Los brotes de violen-
admitiendo que existan. La situaciÛn de licen en actos violentos. No obstante, cia sobrevienen, en especial, en situa-
la especie humana es distinta, sobre todo, cuando la irritaciÛn se sigue de una agre- ciones de estrÈs social, por ejemplo, cuan-
gracias a nuestra capacidad para contro- siÛn, puede servir para imponer nuestra do el afectado se siente entre la espada
lar los sentimientos a travÈs de la razÛn: voluntad a los dem·s, adquirir poder o y la pared y cree que sÛlo puede salvar
la irritaciÛn no siempre culmina en una recuperar la autoestima perdida a travÈs su autoestima pasando a la ofensiva.
agresiÛn, ni, a la inversa, a toda agresiÛn de la venganza. Acontece a menudo que los niÒos y ado-
acompaÒa ineludiblemente un senti- lescentes que reaccionan con demasiada
miento de rabia: en la guerra, un piloto ¿Graffiti? ¡No, gracias! agresividad y que apenas controlan su
de bombardero no tiene por quÈ estar irri- Existe una forma especial de rabia que rabia han sufrido una carencia prolongada
tado mientras lleva a cabo su misiÛn. Es sirve para explorar los propios lÌmites: de calor afectivo, apoyo y protecciÛn. La
consciente, sin duda, de los efectos de su los niÒos pequeÒos que atraviesan la fase violencia repetida tambiÈn puede de-
poder mortÌfero, pero no los percibe con de oposiciÛn sistem·tica y los adoles- terminar una conducta agresiva y obs-
una emociÛn inmediata. En cambio, si se centes se sirven de las rabietas para tomar taculizar el establecimiento de nuevas
le exigiese que agrediera a otra persona conciencia de su propia vitalidad y son- relaciones sociales. Es posible que, con
óalgo que, en comparaciÛn, resultarÌa dear al mismo tiempo los lÌmites de sus ello, los afectados intenten, de manera
menos lesivo que arrojar una bombaó, acciones agresivas. Sin embargo, si el inconsciente, evitar nuevas decepciones
seguramente le costarÌa mucho m·s tra- entorno no reacciona de la forma debida, y rupturas de los lazos afectivos.
bajo. Con todo, existe cierta relaciÛn ellos lo interpretan a menudo como una
entre la agresiÛn y la irritaciÛn: un estado debilidad o falta de interÈs, y su rabia y Cómo controlar la irritación
de ·nimo furioso e irritado favorece el agresividad pueden crecer. Si dominamos nuestra irritaciÛn y ra-
comportamiento agresivo. Si nuestro hijo de tres aÒos organiza bia en vez de dejarnos arrastrar por ellas,
Esta disociaciÛn parcial entre la rabia un alboroto en el supermercado porque pueden aparecer otros problemas. Ambos
y la irritaciÛn, por un lado, y la agresiÛn, quiere una chucherÌa o si un muchacho sentimientos activan el sistema nervioso
por el otro, no se da sÛlo entre las per- ìdecoraî la fachada de nuestra casa con simp·tico y ponen al organismo en situa-
sonas. Muchos animales expresan su agre- graffiti, habremos de mostrarles, por su ciÛn de alerta. Si no logramos reprimir
sividad ˙nicamente con gestos de ame- propio beneficio, cu·les son los lÌmites la irritaciÛn ni la rabia, por ejemplo, ante
naza y no llegan a luchar. Aquel que de una conducta aceptable. Quiz· lo que un estrÈs laboral permanente, se ponen
muestra de un modo creÌble su categorÌa suceda es que terminemos manifestando en marcha automatismos nerviosos y
y su disposiciÛn a luchar o a defenderse nuestra propia irritaciÛn: la irritaciÛn al hormonales de consecuencias nefastas:
ahorra energÌa y, desde una perspectiva servicio de la comunicaciÛn. estados crÛnicos de tensiÛn, trastornos
evolutiva, asegura su supervivencia. Para Por regla general, somos capaces de cardiocirculatorios óen especial, hiper-
ello, sin embargo, se precisan mecanismos contener nuestra irritaciÛn, asÌ por temor tensiÛn arterialó y debilitaciÛn del siste-
que transmitan la disposiciÛn a la lucha. a la venganza o a sufrir sentimientos de ma inmunitario.

30 Mente y cerebro 02/2003


øCÛmo debemos actuar frente a la irri-
taciÛn y la rabia? Ambas son cualidades
emocionales b·sicas de la especie hu-
mana; por lo tanto, no podemos des-
terrarlas. Al contrario, su presencia indica
un conflicto o una amenaza inminente,
por lo que hay que prestarles atenciÛn y
tomarlas en serio. Gracias a estos senti-
mientos, recordamos nuestras propias
limitaciones, rechazamos óen caso nece-
sarioó a los dem·s y nos protegemos
ante quienes invaden nuestro territorio.
La energÌa liberada a travÈs de la irrita-
ciÛn aleja nuestros miedos y sentimien-
tos de impotencia. Asimismo, las emocio-
nes dirigen nuestra atenciÛn al problema
que debemos resolver. En lugar de excla-
mar: ì°No te enfades, hombre!î, habrÌa
que decir: ìEnf·date, pero con mesuraî.
Para atemperar estos sentimientos, he-
mos de ser conscientes de nuestra propia
irritaciÛn, con todas sus manifestacio-
nes som·ticas y emocionales asociadas.
SÛlo entonces, podremos expresar el sen-
timiento de manera consciente: el lengua-
je nos permite expresar nuestra irritaciÛn
sin recurrir a la violencia fÌsica. No pode-
mos olvidar bajo ning˙n concepto que
las palabras y los gestos resultan a veces
muy ofensivos, en especial cuando tras-
lucen un estado oculto de irritaciÛn. SerÌa
muy saludable que todos aprendiÈramos
desde pequeÒos a evitar y aplacar nues-
tra irritaciÛn, de la misma manera que
aprendemos a comunicarnos y a cuidar
nuestras relaciones.
Por ˙ltimo, hemos de saber que en
nuestra mano est· la posibilidad de irri-
tar o no a los dem·s. AsÌ pues, somos en
cierta medida corresponsables de la irri-
taciÛn y la rabia de quienes nos rodean
y debemos tomar estos sentimientos muy
en serio. La irritaciÛn puede ayudarnos
a lograr que se respeten nuestros lÌmites
y a exponer nuestros propios intereses.
De la misma manera, debemos respetar
los lÌmites y la integridad de los dem·s.

THOMAS HÜLSHOFF es profesor de medi-


cina social y fundamentos médicos de peda-
gogía terapéutica en el Instituto Superior
Católico NW de Münster.

Bibliografía complementaria
VOM S INN DES Ä RGERS . A NREIZ ZUR
SELBSTBEHAUPTUNG UND SELBSTENTFALTUNG .
V. Kast. Kreuz Verlag; Stuttgart, 1998.
E MOTIONEN . E INE E INFÜHRUNG FÜR
BERATENDE,THERAPEUTISCHE, PÄDAGOGISCHE
UND S OZIALE B ERUFE . T. Hülshoff. UTB
Reinhardt; Munich, 2001.

Mente y cerebro 02/2003 31


El arte
de comprender
lo desconocido
Se está muy lejos de haber llegado a un acuerdo sobre la naturaleza de la inteligencia.
En ese marco de búsqueda conceptual, los investigadores están modificando
sus puntos de vista sobre la posibilidad de relacionar el éxito en la vida
con el coeficiente intelectual o con la inteligencia emocional

Aljoscha C. Neubauer tÌficas sobre ella, nos quedarÌamos con la designÛ, en consecuencia, inteligen-
la idea de que se han dado tantas defini- cia ìfluidaî. De ella nos valdrÌamos para

M
illones de telespectadores ciones cuantos individuos se entregaron adquirir un bagaje de conocimientos, la
han visto un programa de a su estudio. La palabra ìinteligenciaî inteligencia cristalizada o ìcristalinaî
Èxito en un canal de la tele- deriva del latÌn intellegere: entender, en expresiÛn de Cattell. En ella se habrÌan
visiÛn alemana dedicado a comprender, conocer. Lo com˙n a sus solidificado, por asÌ decir, las experien-
la inteligencia. Al hilo del mismo óìEl m˙ltiples definiciones, m·s o menos cias de aprendizaje anteriores.
gran Testî es su tÌtuloó, se aprestaron diferentes, es que la inteligencia capa- Esta distinciÛn nos lleva a la pregunta
a determinar su propio coeficiente inte- cita a su poseedor para salir airoso en siguiente: øEs la inteligencia una carac-
lectual (CI). Se trata de un ejemplo entre situaciones que le resultan nuevas o poco terÌstica unitaria y cerrada en sÌ misma?
muchos otros de la importancia que familiares. Adem·s, esa capacidad se øNo serÌa mejor distinguir una serie de
damos hoy a la inteligencia y al CI. Se basa en la captaciÛn mental directa de facultades especÌficas independientes,
considera habitualmente que el CI cons- significaciones y relaciones, sin necesi- sin nada que ver realmente entre sÌ, aun-
tituye un medio probado para valorar dad de un aprendizaje ni de muchas pro- que caigan bajo la misma etiqueta m·s
personas y ordenarlas entre sÌ. Algunos baturas. o menos azarosamente? Todos conoce-
perspicaces estrategas de la publicidad mos individuos con talentos extraordi-
dotan a sus productos de ìCIî, para pon- Inflación de inteligencias narios: øno es evidente en tales casos
derar ìcu·n inteligentesî son. Existen Por otro lado, los tests de inteligencia que no podemos mezclar ìmanzanas con
incluso unas tabletas de chocolate que incluyen frecuentemente preguntas sobre perasî en una sola nociÛn de inteligen-
ostentan el nombre de este concepto, conocimientos aprendidos, por ejemplo, cia general y menos a˙n en un ˙nico CI?
introducido hace m·s de noventa aÒos cuando piden la aclaraciÛn de determi- Los tests de inteligencia suelen incluir
por William Stern (1871-1938), un psi- nados conceptos. Y sin embargo, hay problemas de diversa Ìndole: hallar analo-
cÛlogo norteamericano de origen ale- una diferencia entre la verdadera poten- gÌas de palabras, definir palabras, proble-
m·n (vÈase el recuadro ìCI: El coefi- cia de pensamiento y el saber adquirido. mas de retenciÛn, c·lculos, completar
ciente intelectualî). Raymond B. Cattell (1905-1998), autor series, rotaciones de dados o construc-
Pero, øquÈ es la inteligencia en reali- de esta distinciÛn, consideraba la poten- ciones en el espacio. AsÌ, adem·s del CI
dad? Si contemplamos la historia casi cia de pensamiento una suerte de cinÈ- propiamente dicho, se puede establecer
centenaria de las investigaciones cien- tica mental o capacidad de reordenaciÛn; un ìperfil de inteligenciaî general, que

32 Mente y cerebro 02/2003


JEFF KOEGEL / SUPERBILD / STOCKWORKS
CI: El coeficiente intelectual
Alfred Binet (1857-1911) y Théodore Simon (1873-1961), pio- El cociente intelectual propiamente dicho fue propuesto
neros ambos de la investigación de la inteligencia, desarro- por William Stern (1871-1938). Este psicólogo norteameri-
llaron en el año 1905 unas pruebas para comprobar la inte- cano de origen alemán dividió la edad intelectual por la
ligencia en niños de edades comprendidas entre los tres y edad natural y lo multiplicó por cien: CI = edad intelec-
los quince años. Para cada nivel de edad había cinco supues- tual/edad natural x 100. Un niño de nueve años y edad in-
tos requeridos del tipo: telectual nueve será, en consecuencia, con su CI de 100,
de inteligencia exactamente mediana. En cambio, un niño
• A los seis años, el niño de diez años y edad intelectual de doce años, sería repu-
conoce el significado de tado más inteligente que la media, con un CI de 120.
“por la mañana”, “por la Dado que a partir de los quince años, más o menos, ya no
tarde”. hay problemas que permitan diferenciar según la edad, el
• A los ocho años sabe con- CI para los adultos se calcula de otra manera.Y, en rigor, ya
tar hacia atrás de veinte a no es un cociente : se comparan los resultados del indivi-
cero. duo con los de la media del conjunto de la población (=100).
• A los diez años se sabe los Una división posible sería:
meses del año en el orden
correcto.
CI Nivel de inteligencia
A través del número de pro- menos de 70 deficiente
blemas resueltos, se calcula
la edad intelectual. Así, la de 70 a 90 inteligencia baja
ULLSTEINBILD

solución de todos los pro-


blemas hasta el nivel once de 90 a 110 inteligencia mediana
y de tres de los cinco pro- de 110 a 130 inteligencia alta
El psicólogo William Stern es blemas del nivel doce, da
considerado el inventor del CI. una edad intelectual de 11,6. más de 130 superdotado

proporciona informaciÛn sobre las apti- planteamiento g, donde g, del inglÈs ge- rosimilitud de una aptitud mental ge-
tudes en diversos terrenos particulares: neral intelligence, designa la inteligen- neral. De hecho, el planteamiento g ha
comprensiÛn verbal, aptitud de c·lculo, cia general. Arranca esta tendencia de resistido a todos los intentos de refuta-
representaciÛn espacial y capacidad Charles Spearman (1863-1945), psicÛ- ciÛn, a pesar de que sus crÌticos no rega-
retentiva, por ejemplo, son algunos cl·- logo brit·nico. Un argumento en favor tearon esfuerzos en tales intentos.
sicos entre las aptitudes intelectuales del planteamiento g lo ofrece el hecho En consecuencia, a la pregunta sobre
particulares. de que, estadÌsticamente, las aptitudes la estructura de la inteligencia, hoy los
A menudo prosiguen las subdivisio- parciales distintas nunca son del todo psicÛlogos ya no responden con una dis-
nes, para acotar, por ejemplo, la creati- independientes entre sÌ: quien muestra, yuntiva ìo... oî, sino que prefieren la
vidad, rapidez de procesamiento o domi- pongamos por caso, una inteligencia ver- expresiÛn conjuntiva ìtanto... como tam-
nio corporal (inteligencia operacional) bal especial, suele ser diestro tambiÈn biÈnî. Generalmente ven la inteligencia
del sujeto. en otros campos, por ejemplo en el ma- como una jerarquÌa piramidal: en la c˙s-
A lo largo del siglo pasado fue obje- tem·tico. Los llamados idiots savants pide sit˙an la inteligencia general; por
to de intenso debate la posible distinciÛn ópersonas de inteligencia inferior a la debajo una serie de aptitudes genÈricas
de tipos de inteligencia diferentes. A los media, que sin embargo destacan con especiales, y finalmente, si acaso, en un
defensores de la ìinteligencia m˙ltipleî alg˙n talento extraordinarioó suelen ser tercer plano, otras dotes a˙n m·s espe-
se oponÌan los partidarios del llamado excepciones a la regla que admite la ve- cÌficas (vÈase la figura 1). Con todo, no

La subida y la bajada de la inteligencia


Durante mucho tiempo, se supuso que la inteligencia gene- pués de las guerras mundiales— y por ello, probablemente,
ral se desarrollaba hasta la edad de 20 años, aproximada- también se habían visto perjudicadas en el desarrollo de su
mente, para decaer al cabo de pocos años (entre los 25 y inteligencia.
los 30). Esto se desprendía de estudios transversales, en los Por el contrario, en los estudios longitudinales se van pro-
que se sometían simultáneamente a pruebas de inteligencia bando las personas a lo largo de años y de decenios, y así
personas de 20 a 70 años y se comparaban los resultados se va siguiendo el desarrollo de la inteligencia en una misma
de los distintos grupos de edad. Pero en este tipo de prue- persona. Según estos estudios, es cierto que la inteligencia
bas aparecen los “efectos de cohorte”: las personas mayo- aumenta hasta más o menos el vigésimo cumpleaños, pero
res habían crecido en situaciones adversas —durante y des- no empieza a descender hasta los 65 o los 70 años.

34 Mente y cerebro 02/2003


1. LLEVADO A UN EXTREMO, el

THOMAS BRAUN
modelo piramidal de la estructura de la
inteligencia sitúa un factor g en el punto
superior y, por debajo, las aptitudes
particulares, en grado creciente de g
determinación.

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TE
hay a˙n unanimidad entre los especia-

MO

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listas sobre el n˙mero y la especie exac-

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tos de las aptitudes en los dos planos

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inferiores.

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En 1993 un estudio de John B. Carroll,

IZA

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RAPID

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de la Universidad de Carolina del Norte,

ION
abriÛ nuevas perspectivas para este
modelo piramidal. Este psicÛlogo nor- APTIT
UDES P ICAS
teamericano emprendiÛ una tarea tit·nica. ARTICULARES ESPECIF
ComparÛ entre sÌ 460 encuestas de los
aÒos 1927 al 1987. BasÛ asÌ su metaes-
tudio sobre datos relativos a no menos
de 130.000 personas, una cifra que no Lohhauer, expuesto por Dietrich Dˆrner educaciÛn menos privilegiadas se en-
se repetirÌa en la historia de la investi- y sus colaboradores, de la Universidad cuentran en desventaja en los tests de CI
gaciÛn de la inteligencia. de Bamberg. En una simulaciÛn por orde- cl·sicos. Carecieron de las oportunida-
Con todo, algunos psicÛlogos prefie- nador, el sujeto representa a un alcalde des para adquirir las tÈcnicas necesarias
ren modelos alternativos al piramidal, lo que gobierna la ciudad ficticia de o el saber que se les pide. Para evitar este
que muestra la inseguridad que rodea a Lohhauer. Cuando Èl altera ciertos fac- problema puede recurrirse a tests de
esta lÌnea de investigaciÛn. El modelo tores ópromueve la industria a costa aprendizaje, que deberÌan ser capaces
de estructura de la inteligencia de BerlÌn de la calidad medioambientaló, su deci- de determinar mejor el potencial inte-
(EIB), ideado por Adolf Otto J‰ger, psi- siÛn repercute en otras partes del sis- lectual de una persona.
cÛlogo de la Universidad Libre de Ber- tema, por ejemplo, en el turismo. El fin
lÌn, recuerda la figura de un rombo. De aquÌ lo constituye el mantener en buen ¿Saber es poder?
acuerdo con el mismo, las aptitudes inte- funcionamiento la ciudad a lo largo de Los tests de aprendizaje constan por lo
lectuales parciales se forman siempre un perÌodo simulado de diez aÒos y con- regular de tres partes: un test de inteli-
mediante combinaciÛn de una capaci- tentar a los ciudadanos. Una investiga- gencia cl·sico determina en primer lugar
dad relativa a contenidos (por ejemplo, ciÛn con planteamientos de este tipo la situaciÛn inicial (pretest). En la fase
razonamiento verbal, numÈrico o ima- deberÌa enriquecer y ampliar la investi- siguiente, los examinandos han de apren-
ginativo) con una capacidad operativa gaciÛn cl·sica de la inteligencia, basada der las reglas esenciales para la resolu-
(asÌ, rapidez de procesamiento, memo- en tests de CI. ciÛn de los problemas. Por ˙ltimo, en un
ria, creatividad y capacidad de elabora- Otra crÌtica frecuente que se aplica a segundo test, el llamado postest, se
ciÛn). Para cada una de las aptitudes par- los tests de CI tradicionales, objeta que enfrentan a problemas similares a los del
ciales, los psicÛlogos han desarrollado Èstos sÛlo captan la capacidad intelec- pretest. Con ello, los psicÛlogos miden
tests especÌficos. Pero tambiÈn en el tual moment·nea de una persona, no el cu·nto ha mejorado el rendimiento entre
modelo rombal hay un factor global de potencial de su desarrollo. Los hombres el pretest y el postest. Las personas de
la inteligencia general, que se sit˙a por que han crecido en unas condiciones de inteligencia privilegiada no suelen mejo-
encima de todas esas aptitudes parciales.
Los modelos de inteligencia mencio-
nados hasta aquÌ se fundan sobre todo
en tests de inteligencia cl·sicos. Los crÌ- RAPIDEZ DE g IMAGINATIVO
PROCESAMIENTO C
ticos les reprochan a menudo que apre- O
N VERBAL
S

henden capacidades que tienen poco que MEMORIA T


E

E
ver con la resoluciÛn de problemas rea-
N

N NUMERICO
IO

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les. No suele, en efecto, el quehacer dia- CREATIVIDAD O
C

rio exigir soluciones correctas a pro- S


A
R

blemas bien definidos, sino que nos CAPACIDAD DE


RENDIMIENTOS
E

coloca ante sistemas complejos que han ELABORACION


P

PA R T I C U L A R E S
O

de ser conducidos en la direcciÛn de de-


terminados fines. A este respecto, un
ejemplo cl·sico es el experimento de

2. MODELO AJEDREZADO. Ni siquiera


THOMAS BRAUN

el modelo de estructura de la inteligencia


de Berlín puede prescindir del factor g.

Mente y cerebro 02/2003 35


La célebre pequeña diferencia
“Hay dos verdades absolutas. Una es: los hombres son más hombres y mujeres muestran un alto grado de solapamiento.
inteligentes que las mujeres.” “¿Y cuál es la otra?” “Que la ¿Cuáles son, entonces, las diferencias principales entre ambos
Tierra es plana.” sexos?
Puede que este chiste haga algo más que gracia a algunos
varones; pero en lo que se refiere al coeficiente intelectual, • Las mujeres superan a los hombres en algunas facultades
entendido como medida global de los rendimientos de la inte- verbales, sobre todo en expresión oral.
ligencia, la mayoría de las investigaciones no muestran ape- • Los hombres tienen ventaja en la capacidad de represen-
nas diferencias entre el hombre y la mujer. De ello no se sigue tación espacial, particularmente en la capacidad de imagi-
necesariamente que los hombres y las mujeres sean, en pro- nar mentalmente rotaciones de figuras tridimensionales.
medio, igual de inteligentes. Para excluir cualquier desven- • Las diferencias en capacidades de tipo matemático apare-
taja, los tests de inteligencia se preparan con la idea explícita cen sobre todo en el número de los superdotados: el número
de evitar las diferencias de sexo. Ello no obsta para que, en de los chicos supera al de las muchachas. Puede que esto
ámbitos parciales de la inteligencia, sigan apareciendo esta- tenga que ver con la mencionada facultad de girar mental-
dísticamente diferencias asociadas al sexo. Ahora bien, resul- mente figuras –de interés sobre todo en geometría— o
tan tan nimias, que a partir del sexo no podemos inferir capa- más bien quizá derive de que las chicas se hallan desmoti-
cidades específicas, pues las distribuciones de valores en vadas o perjudicadas a causa de estereotipos sobre los sexos.

rar mucho, pues en el pretest ya sacaron se esforzÛ por establecer una correla- rendimientos, por ejemplo en ajedrez o
resultados por encima de la media. Pero ciÛn directa entre inteligencia y rendi- en matem·ticas, responden mejor a una
en sujetos con menor inteligencia, las mientos en un ·mbito determinado. M·s inteligencia privilegiada o a unos cono-
mejoras sensibles en el postest son indi- recientemente, se ha abordado tambiÈn cimientos especiales.
cativas de un alto potencial de aprendi- la incidencia del saber y la experiencia
zaje. Sin embargo, ignoramos hasta quÈ en el logro de rendimientos mentales Predicción del éxito
punto este tipo de tests puede predecir sobresalientes. Esto constituye el n˙cleo Como era de esperar, las personas de
mejor que los tests al uso el Èxito en la del ìparadigma experto-novatoî, pro- inteligencia privilegiada y los expertos
escuela, la formaciÛn y la profesiÛn. puesto en 1973 por William G. Chase solucionaron problemas especiales mejor
Durante dÈcadas, la corriente princi- (1940-1983) y Herbert A. Simon (1916- que los principiantes (ìnovatosî), es
pal de la investigaciÛn de la inteligencia 2001). Se trata de averiguar si los altos decir, mejor que las personas cuyo cono-
cimiento del ·mbito en cuestiÛn es magro.
Ahora bien, en ciertos casos una buena
experiencia podÌa igualarse a una inte-
ligencia inferior: los expertos menos
Grafología y posos del café inteligentes alcanzaron un grado de ren-
dimiento que no desmerecÌa del logrado
Sólo el éxito es decisivo para la validez de los tests psicológicos. ¿Hasta qué
por los novatos m·s listos. Pero tambiÈn
punto logran predecir los rendimientos en la escuela, formación (profesional), al experto le importa una inteligencia
carrera u oficio? Frank Schmidt, de la Universidad de Iowa, y John Hunter, de elevada: por lo regular, los expertos inte-
la Universidad estatal de Michigan, evaluaron en 1998 un gran número de com- ligentes sacaron los mejores resultados.
paraciones de este tipo. Comprobaron que la inteligencia general de un hom- Parece, pues, que se da una sinergia entre
bre explica entre un veinte y un veinticinco por ciento de su éxito en la escuela, experiencia e inteligencia. Esta ˙ltima,
la formación y la profesión. dicho sea de paso, no sÛlo deberÌa ejer-
Schmidt y Hunter se interesaron especialmente por la bondad de diferentes cer un efecto directo sobre los rendimien-
tests a utilizar en la selección de personal ante una oferta de trabajo. Y halla- tos, sino que ayuda, adem·s, a adquirir
ron que, pese a todas sus limitaciones, los tests de inteligencia, comparados el saber m·s f·cil y prontamente. Pero
con otros procedimientos de selección de personal, resultaban ser los que cuando en un terreno se dispone de
mejor predicen el éxito. Para poder evaluar aún mejor el éxito formativo y amplios conocimientos, apenas se per-
profesional, valdría la pena, no obstante, incorporar otras fuentes de infor- ciben diferencias de rendimiento entre
mación, como pruebas de trabajo o entrevistas. personas m·s o menos inteligentes.
Las agencias de selección realizan también un trabajo apreciable, si no impor- Estos nuevos planteamientos mues-
tan los honorarios. Entre las pruebas que desarrollan no faltan la observación tran que la investigaciÛn de la inteli-
y valoración de los candidatos en su actuación en grupo: en disertaciones gencia se encuentra en un estado de trans-
espontáneas, autopresentaciones o interpretación de roles. Sin embargo, sus formaciÛn. Hoy en dÌa, los psicÛlogos
cuotas de éxito no alcanzan la altura de los tests de inteligencia. definen y miden la inteligencia de un
Finalmente, los análisis grafológicos —estudios de la escritura de una persona—
modo diferente del habitual hace pocos
no aportan ninguna información relevante acerca del éxito profesional futuro.
Lo mismo vale para la astrología. Si alguien elige personal para un empleo o
aÒos. Adem·s, amplÌan sin cesar su
para cursos de formación a partir de análisis grafológicos o astrológicos, igual campo de significaciÛn hacia dominios
podría hacerlo tirando una moneda o leyendo en los posos del café. que ya no tienen mucho que ver con el
pensar, la soluciÛn de problemas o el sa-
ber, los ·mbitos cognitivos tradiciona-

36 Mente y cerebro 02/2003


¿Existe una relación entre creatividad e inteligencia?
La creatividad se ha puesto de moda. Se invoca al “pensa- pletamente en el enunciado del ejercicio; en los divergen-
miento creativo” para afrontar todo tipo de situaciones. Cabe tes la atención ha de desenvolverse con mayor apertura. La
esperar que esa ola de creatividad, con sus seminarios, con- atención guarda, además, una estrecha relación con la acti-
sultores y programas de entrenamiento, no tarde en des- vidad cerebral.
vanecerse. Colin Martindale, de la Universidad de Maine Orono, plan-
No obstante, la creatividad constituye, junto a la inteligencia, teó la hipótesis siguiente: debido a la limitación de las fuen-
la característica principal de las facultades intelectuales. Por tes de energía del cerebro, éste organizaría su actividad de
eso no deja de resultar sorprendente que, en punto a inves- dos formas diferentes. Según la hipótesis de la eficiencia
tigación, la creatividad haya soportado una existencia de neuronal, una intensa actividad en pequeñas áreas de la cor-
“patito feo”. Aunque multitud de psicólogos han analizado teza cerebral redundaría en una mayor efectividad para solu-
durante los últimos cien años con gran detalle la inteli- cionar problemas convergentes. Una actividad menor, repar-
gencia humana basándose en los tests de inteligencia, el tida en áreas más extensas de la corteza, facilitaría la asociación
estudio de la creatividad no ha cosechado un éxito equi- de ideas dispersas.
parable. ¿Cómo determinar hasta qué extremo colaboran entre sí las
¿Qué es la creatividad? Expertos y profanos coinciden en diferentes zonas del cerebro en la resolución de ejercicios?
definirla como la capacidad para concebir algo nuevo. Pero ahí Para ello, los científicos miden las coherencias electroence-
empiezan los problemas ¿Qué puede considerarse “nuevo”? falográficas (EEG). Si dos áreas cerebrales se activan simi-
¿Lo estadísticamente escaso? ¿Lo que nunca ha existido? larmente (es decir, sus ondas EEG se igualan en fase y fre-
En diversas ocasiones se ha intentado describirla contra- cuencia), se asume que están “en comunicación” entre sí.
poniéndola a la inteligencia. En los tests de inteligencia, los Norbert Jausovec, de la Universidad de Maribor en Eslovenia,
ejercicios tienen sólo una solución correcta; los investigado- aplicó este método para someter a prueba las teorías de
res, en coherencia, se refieren al “pensamiento convergente” Martindale. Comparando la actividad cerebral al solventar
cuando avanza hacia en una solución correcta, lógicamente tareas convergentes y divergentes, comprobó que en éstas
deducible. Contrasta con el “pensamiento divergente”, con- las zonas cerebrales distantes entre sí presentan un mayor
sistente en hallar las más variadas soluciones, incluso extra- acoplamiento.Además, el cerebro de las personas muy crea-
vagantes, creativas, a una cuestión. Los psicólogos han de- tivas comparado con el de las muy inteligentes es poco acti-
sarrollado múltiples experimentos con el objeto de medir vo, estando por el contrario más acopladas las diversas áreas
la creatividad como la capacidad de pensar de forma diver- cerebrales.
gente. Se proponían predecir la capacidad creadora; por des- La investigación tradicional de la creatividad, basada en los
gracia, han vuelto siempre con las manos vacías. tests psicológicos, se hallaba a todas luces en un callejón sin
salida. Con estos resultados, se abren nuevas sendas para
Algunos han defendido la tesis según la cual la inteligencia alcanzar una diferenciación neurocientífica, medible con pre-
sería una condición necesaria, aunque no suficiente, para la cisión, entre inteligencia y creatividad. Este nuevo enfoque
creatividad. En ese marco, a las personas creativas se les reco- quizá propicie la metamorfosis de la creatividad, de patito feo
noce una inteligencia superior a la media, si bien hay quie- en bello cisne, ayudando a desarrollar su investigación en
nes siendo tan inteligentes no parecen gozar de aptitudes igualdad de condiciones respecto a la de la inteligencia.
creativas. Este punto de vista se ha visto desmentido por los
resultados experimentales. Ambas cualidades apenas depen-
den entre sí: los individuos inteligentes no siempre son crea-
tivos y viceversa. Ni siquiera el estudio de personalidades alta-
mente creativas ha permitido explicar en qué consiste en verdad
el fenómeno de la creatividad.
Ante esos esfuerzos baldíos, la investigación viene explo-
rando desde los últimos años otros derroteros: bajo qué
condiciones y en virtud de qué procesos mentales surge
la capacidad creadora. Supone, pues, ello someter a criba la
afirmación de que las ideas geniales brotan de la nada, como
por ensalmo.
Robert W. Weisberg, de la Universidad Temple de Philadelphia,
halla el origen de esa postura en los relatos de ciertas per-
sonalidades ilustres donde exponen la gestación de sus
hallazgos geniales. Pero la investigación pormenorizada de
ciertas creaciones novedosas revela que tienen lugar des-
pués de un estudio prolongado y exhaustivo de la disci-
plina en cuestión; sus hitos intelectuales se basan, por lo
tanto, en un gran caudal de saber. Mas no todas las perso-
nas expertas en una materia están en disposición de ser
científicos o artistas creativos. Para ello, se estima impres-
CORBIS / PETER FISHER

cindible una notable flexibilidad en la utilización del cono-


cimiento.
La atención desempeña, asimismo, un papel destacado: para
resolver problemas convergentes, debe concentrarse com-

Mente y cerebro 02/2003 37


en la vida profesional y en la privada.
ULLSTEINBILD

Pero, cabe preguntarse si estas hoy tan


celebradas habilidades blandas son inte-
ligencia en el sentido propio de la pala-
bra. øNo se tratar· acaso de habilidades
que, a diferencia de la inteligencia, cual-
quiera puede en principio aprender y
ejercitar?
Para aclarar esta cuestiÛn, los psicÛ-
logos tendrÌan que presentar tests de inte-
ligencia cognitivos y tradicionales y tests
de aptitudes emocionales a grupos huma-
nos lo m·s grandes posible. Si la inteli-
gencia cognitiva resultara acompaÒar a
las aptitudes emocionales, entonces se
podrÌan contar estas ˙ltimas dentro del
campo de la inteligencia. Pero mientras
3. ¿MERO ESPECTACULO? El programa no existan tests utilizables para la medi-
televisivo “El gran Test” de Günther Jauch del Èxito en la escuela, la formaciÛn ciÛn de las aptitudes emocionales o socia-
fue un éxito de audiencia: una prueba de la secundaria, la universidad o la profesiÛn. les, esta cuestiÛn debe quedar lamenta-
inquebrantable fascinación que el fenómeno Por lo tanto, los que se dedican a medir blemente abierta.
“inteligencia” ejerce sobre nosotros.
la inteligencia est·n buscando un pa-
r·metro que, por asÌ decir, explique el
ochenta por ciento restante. Y entonces
ponen sus esperanzas en las menciona- Bibliografía complementaria
les. En los ˙ltimos aÒos han ganado pre- das inteligencia emocional o social. En
dicamento la ìinteligencia emocionalî mi opiniÛn, sin embargo, una esperanza INTELLIGENZ IM TEST - WEGE DER PSYCHOLO-
GISCHEN I NTELLIGENZDIAGNOSTIK . J. Guth-
y la ìinteligencia socialî, conceptos que tan alta no puede pr·cticamente cum-
ke. Vandenhoeck & Ruprecht, Gotinga;
valoran como rendimiento inteligente la plirse. A buen seguro, jam·s ser· posi-
1996.
capacidad de reconocer en sÌ y en los ble predecir, de un modo cabal, el com-
dem·s las emociones, necesidades y moti- portamiento humano sobre la base de INTELLIGENCE - A VERY SHORT INTRODUCTION.
vaciones. propiedades de la personalidad. La con- I. J. Deary. Oxford University Press, Oxford;
Se espera mucho de estas formas de ducta depende siempre tambiÈn de situa- 2001.
ìinteligenciaî reciÈn descubiertas o inven- ciones transitorias y de los aconteci- P ERSPEKTIVEN DER INTELLIGENZFORSCHUNG .
tadas. Seg˙n sus partidarios, el CI cl·- mientos imprevisibles de la vida. Dirigido por E. Stern y J. Guthke. Pabst,
sico, entendido como medida global, Con todo, las aptitudes sociales inter- Lengerich; 2001.
explica a lo sumo un veinte por ciento personales son importantes para el Èxito

El desarrollo de la creatividad
Todos tenemos el anhelo de ser creativos y ocurrentes.
Pero, ¿cómo puede alcanzarse dicho objetivo?

Heiner Rindermann Las siguientes caracterÌsticas perso- Las mentes creativas muestran con

°S
nales (y sus combinaciones) adquieren frecuencia una curiosidad, motivaciÛn
ea usted creativo! °Nuestro pro- especial relevancia para concebir ideas e interÈs fuera de lo com˙n, elevada
grama intensivo de 2 horas le y productos creativos: flexibilidad y espontaneidad, asÌ como
convertir· en una fuente inago- un pensamiento imaginativo, capaz
table de chispeantes ideas! Propaganda ï Independencia y alejamiento de los de establecer asociaciones, impulsivo
de ese tenor inunda nuestros buzones. convencionalismos: con el fin de obte- y audaz. Estos individuos re˙nen a
Pero hemos de recibirla con tiento. No ner nuevos productos, las personas crea- menudo rasgos extremos de car·cter,
es tan simple estimular la creatividad tivas deben superar los h·bitos tradi- difÌcilmente conjugables, lo que les
personal; casi tan difÌcil como definirla. cionales y las normas sociales que confiere una personalidad compleja.
No existen recetas m·gicas ni f·rmacos determinan cÛmo se debe pensar y obrar. Una investigaciÛn con 56 escritores
milagrosos que potencien la creatividad. ï Autoestima: defender nuevas ideas e norteamericanos vivos mostrÛ en nu-
Si, a pesar de ello, pretendemos averi- imponerlas frente a opiniones contrarias merosos casos la misma combinaciÛn
guar cÛmo desarrollar esta cualidad requiere gran confianza en uno mismo. de psicopatologÌa y autoestima, que
humana, conviene plantearse en primer ï PredisposiciÛn a asumir riesgos: se la observada en Heinrich Heine (1797-
lugar en quÈ se diferencian las personas trata de otra cualidad aÒadida para de- 1856) o en Kurt Tucholsky (1890-
creativas del resto. sarrollar conceptos innovadores. 1935).

38 Mente y cerebro 02/2003


Dejar fluir las ideas

PHOTONICA
ExagerarÌamos si recomend·ramos a
quienes anhelan ser creativos sufrir una
psicosis. Abundan, sin embargo, los pro-
gramas que ayudan a estimular la crea-
tividad. El mÈtodo m·s conocido es la
tormenta o descarga de ideas (brain-
storming), desarrollado por el teÛrico de
la publicidad Alex J. Osborn. Consiste
en reunir un grupo de personas (excep-
cionalmente una sola), que deben pro-
ducir en un determinado intervalo de
tiempo el mayor n˙mero de ideas po-
sible, sin importar su calidad. Posterior-
mente, se procede a valorarlas y selec- CREATIVIDAD EN EDAD TEMPRANA.
cionarlas. El estÌmulo de los compaÒeros sores podrÌan, por ejemplo, establecer La creatividad hay que trabajarla: los
y la ausencia de autocensura permiten unidades did·cticas abiertas, en las que rompecabezas y la plastelina son dos de
alcanzar ideas innovadoras. se concediese a los alumnos autonomÌa las múltiples posibilidades para elevar el
En ocasiones se recurre a los deno- para proponer nuevas preguntas, solu- “coeficiente de creatividad “ de los niños.
minados ìviajes de la imaginaciÛnî, prin- ciones o mÈtodos para llegar a ellas.
cipalmente con niÒos, aunque de uso Resulta imprescindible que la socie-
tambiÈn en psicoterapia. Se trata de rom- dad sea tolerante con lo inusitado. La
per con esquemas y modelos de com- ausencia de temor a ser castigados por erro- los profesores no deberÌan limitarse a que
portamiento rÌgidos. Para ello se parte res cometidos, facilita la expresiÛn de los alumnos repitan una y otra vez las lec-
de una pregunta del estilo: øQuÈ pasa- ideas alternativas, la exploraciÛn de nue- ciones aprendidas, sino mostrarles cÛmo
rÌa si sucediera esto o aquello? øQuÈ vos caminos y el desarrollo de nuevos encontrar soluciones por sÌ mismos.
posibilidades se darÌan entonces? productos. Y ello vale para la familia, la En el terreno profesional se deberÌa
Otros mÈtodos similares proponen escuela y la sociedad en su conjunto. animar a los colaboradores a expresar sus
sumergirse en la vida de un personaje del La organizaciÛn personal es otra clave ideas y recompensar las innovaciones.
pasado o de un animal. Se consigue asÌ para la activaciÛn de las facultades crea- Si se dispone de libertad para planificar
reforzar la imaginaciÛn del individuo, tivas. La planificaciÛn detallada del tra- el trabajo, inventar productos y poner en
cualidad ˙til en las m·s variadas situa- bajo y del estudio propicia el pensa- marcha nuevos procesos, se despeja el
ciones. La personalidad no constituye el miento y la actuaciÛn independiente, camino para la creatividad en el seno de
˙nico factor importante para la creativi- abriendo espacios a la creatividad. la empresa. Adem·s, reviste gran impor-
dad. Se precisa, aparte de sabidurÌa, moti- tancia reconocer cualidades especÌficas
vaciÛn y ocurrencia, un entorno estimu- Marionetas y rompecabezas y potenciarlas, asÌ como evitar las estruc-
lante: por una parte, un clima social que Un entorno estimulante es la base para turas muy jerarquizadas.
reconozca la creaciÛn innovadora, la fomentar la curiosidad y la capacidad La alternancia de perÌodos muy acti-
adopte y la valore; por otra, una materia creativa. Los padres deberÌan propor- vos con otros m·s tranquilos, de trabajo
abierta, cambiante, sobre la que se hayan cionar a sus hijos juguetes polivalentes; con ocio, puede fomentar la creatividad.
realizado estudios previos motivantes, y los profesores, realizar preguntas que Las fases de trabajo intenso establecen
que permita aportar ideas nuevas. admitan m·s de una respuesta a sus alum- el capital de sabidurÌa y capacidad nece-
Hasta principios del siglo XX, la crea- nos. Tanto la realizaciÛn de tareas de sario; las fases de descanso o distracciÛn
tividad se consideraba una cualidad es- contenido interesante (acceso a Internet posibilitan la inspiraciÛn.
pecial de genios singulares. Seg˙n esta o a los libros), como la disponibilidad ParadÛjicamente, cierto nivel de rutina
interpretaciÛn, heredada de la tradiciÛn de materiales adecuados (por ejemplo, y una organizaciÛn eficaz tambiÈn pro-
griega, sÛlo ellos desarrollarÌan ideas bri- marionetas o rompecabezas), fomentan pician la creatividad: permiten dedicar
llantes, fulgurantes, como caÌdas del cielo, el trabajo creativo. No menos impor- mayor atenciÛn y tiempo a las activida-
siempre gracias a la inspiraciÛn divina. tante es la figura del mentor, un modelo des innovadoras. A la creatividad se llega
La concepciÛn actual concede una mayor a seguir, con el que se mantiene un con- por el orden.
importancia al hecho de vivir en un tacto personal; tambiÈn se puede tratar
ambiente estimulante y ocuparse de forma de personalidades del pasado conocidas
perseverante e intensiva de una determi- a travÈs de libros, pelÌculas o relatos.
nada disciplina. Por lo tanto, otro mÈtodo Finalmente, los concursos de conoci- HEINER RINDERMANN es colaborador cien-
para desarrollar la creatividad consisti- mientos o creaciÛn convocados por enti- tífico en el Instituto de Psicología de la
rÌa en transformar aquello que nos rodea: dades p˙blicas o privadas pueden gene- Universidad de Magdeburgo.
familia, colegio, trabajo o sociedad. rar una gran motivaciÛn.
øCÛmo deberÌa ser nuestro entorno Naturalmente, el hogar familiar puede Bibliografía complementaria
para que florezca la creatividad? En pri- ayudar en gran medida a desarrollar la K ÖNNEN W IR ZUR E RKLÄRUNG AUSSERGE -
mer lugar, deberÌa garantizar al indivi- creatividad de los niÒos. Los intereses WÖHNLICHER SCHUL-,STUDIEN- UND BERUFSLEIS-
duo libertad y m·rgenes amplios de actua- intelectuales de los padres y una educa- TUNGEN AUF DAS HYPOTHESISCHE KONSTRUKT
ciÛn. Los reglamentos rÌgidos y las rutinas ciÛn no autoritaria contribuyen a ello. Los “KREATIVITÄT”VERZICHTEN? K. A. Keller en
invariables ahogan la creatividad. padres deberÌan alentar a sus hijos y edu- Empirische Pädagogic, volumen 8, número 4,
Debemos, pues, fomentar la libertad de carlos en la independencia. El colegio página 361; 1994.
espÌritu en nuestra sociedad. Los profe- tambiÈn desempeÒa un papel importante:

Mente y cerebro 02/2003 39


ENTREVISTA
¿Qué es la inteligencia
emocional?
Hannelore Weber ocupa la cátedra de psicología diferencial y de la personalidad
de la Universidad Ernst Moritz Arndt de Greifswald. En diálogo con ella vamos
repasando la naturaleza de un concepto cuya difusión corre parejo al de su desconocimiento

E
n 1990 Peter Salovey, psicÛlogo Myc: øPodrÌa ilustrarlo con un ejemplo? entiende por ìacertadoî cuando habla-
de la Universidad de Yale, y John Weber: Supongamos que me encuentro mos del comportamiento social, ya que
Mayer, colega suyo en la de New sumido en un estado de tristeza. Lo peor aquÌ nos tenemos que regir por deter-
Hampshire, introdujeron el concepto de serÌa comportarme como si no lo estu- minados criterios, es decir, por normas
ìinteligencia emocionalî. Pero dicha viera. Muy por el contrario: quiz·s y valores.
novedad cientÌfica no trascendiÛ m·s importe m·s comunic·rselo al grupo para
all· de los ·mbitos profesionales hasta que Èste se muestre condescendiente en Myc: En otros tÈrminos, que es la socie-
que, cinco aÒos despuÈs, Daniel Goleman su trato conmigo. La funciÛn b·sica de dad la que establece cu·ndo un com-
abordÛ la cuestiÛn en su libro Coeficiente la inteligencia emocional es la de cana- portamiento es emocionalmente inteli-
emocional - Inteligencia emocional. lizar y utilizar correctamente la infor- gente o no.
maciÛn que nos proporcionan los senti- Weber: M·s o menos. Pensemos en una
Myc: Profesora Weber, øpodrÌa definir mientos. persona extrovertida, que no oculta sus
la inteligencia emocional? sentimientos. En Europa occidental o en
Weber: La expresiÛn remite a una serie Myc: Pero usted en repetidas ocasiones Estados Unidos podrÌa llegar a gozar de
de facultades que de alguna manera tie- ha sido crÌtica con respecto a la inteli- prestigio e incluso disfrutar de la aureo-
nen que ver en su totalidad con los sen- gencia emocional. la de carism·tica. Esa misma persona,
timientos. Una persona emocionalmente Weber: De entrada hay que precisar que en JapÛn, fracasarÌa.
inteligente sabe percibir bien las emo- el concepto no es en absoluto nuevo. Ya
ciones, propias y ajenas. Asimismo, est· se investigÛ hace tiempo, aunque bajo Myc: Parece que no es tan f·cil definir
en condiciones no sÛlo de expresar, sino otras denominaciones, todo lo que hoy el comportamiento emocionalmente inte-
tambiÈn de regular y controlar esos sen- dÌa se propaga con la etiqueta de ìinte- ligente, aplicado al menos a determina-
timientos, especialmente en situaciones ligencia emocionalî. Mi objeciÛn se dos ·mbitos culturales.
problem·ticas. dirige fundamentalmente contra el uso Weber: No lo es. Porque si bien resulta
del tÈrmino ìinteligenciaî. Seg˙n la defi- cierto que, en determinadas situaciones,
Myc: Pero, øno son los sentimientos un niciÛn tradicional, a una persona se le puede haber claras opiniones mayorita-
obst·culo a la hora de solucionar pro- atribuye m·s inteligencia que a otra rias, es justamente en el dÌa a dÌa donde
blemas? cuando es capaz de resolver determina- casi siempre se hace harto difÌcil conci-
Weber: En absoluto. Las emociones sur- das tareas: por ejemplo, reconocer las tar unanimidad respecto a un comporta-
gieron y se desarrollaron en la historia pautas de una serie numÈrica y conti- miento adecuado. Supongamos, por
de la evoluciÛn humana con una funciÛn nuarla correctamente. En casos como ejemplo, que uno estÈ encolerizado con
evidente: para que, en situaciones crÌti- Èste se pueden evidenciar con toda cla- su compaÒero. øQuÈ serÌa preferible:
cas, el hombre supiera reaccionar con ridad los aciertos o equivocaciones. decÌrselo a bote pronto o esperar a que
prontitud y eficacia. Menos f·cil resulta dilucidar quÈ se amaine la tensiÛn? Si le plantea esta pre-

40 Mente y cerebro 02/2003


Myc: øHay que dar m·s importancia al
coeficiente intelectual que al coeficiente
emocional para triunfar en la vida?
Weber: HabrÌa que matizar mucho, pues
el Èxito en la vida presenta muchas face-
tas. Una cosa es tener Èxito como cÛn-
yuge o madre y otra, por ejemplo, como
amigo o como directora de departamento.
La cuestiÛn previa es delimitar en quÈ con-
siste el Èxito. Para cada ·mbito concreto
hay que precisar cu·les son las faculta-
des que llevan m·s r·pidamente al Èxito.
Y esto no es f·cil de determinar, por ejem-
plo, en el campo profesional. Por un lado
depende, como es natural, de la rama pro-
fesional correspondiente. Por lo dem·s
puede suceder perfectamente que una per-
sona con un alto coeficiente intelectual
resulte, llegado el caso, un fracaso total.

Myc: SerÌa interesante saber si los dota-


dos de alto coeficiente intelectual dis-
ponen tambiÈn de una mayor inteligen-
cia emocional.
Weber:Algunos estudios han comparado
la relaciÛn entre la inteligencia en el sen-
tido cl·sico y determinados aspectos de
la inteligencia emocional, hasta donde
son explorables algunas vertientes de
esta ˙ltima. Hay que admitir que, pese
a que los vÌnculos entre las dos sean muy
sutiles, sÌ se puede aventurar una rela-
ciÛn. Quien disfrute de un alto coefi-
ciente intelectual dispone tambiÈn de
una sÛlida y general capacidad de apren-
gunta a tres personas distintas proba- yecciÛn de las pelÌculas grabadas para que dizaje, lo que le faculta para asimilar
blemente obtendr· respuestas diferen- manifestasen quÈ emociones trasmitÌan con mayor facilidad y rapidez las reglas
tes en cada caso. los que aparecÌan en pantalla. Se confirmÛ de comportamiento sociales y el saber
Myc: øY si los interpelados fueran tres la hipÛtesis de que la recepciÛn del men- emocional.
psicÛlogos? saje en los destinatarios estaba en fun-
Weber: En ese caso sÛlo me atreverÌa a ciÛn de la capacidad de los emisores de Myc: Por ˙ltimo, øpuede una persona
contrastar la posible unanimidad de opi- transmitir sentimientos. adulta educar su inteligencia emocional?
niÛn de los tres con el criterio de algu- Weber: Sin duda alguna, pues la psi-
nos expertos en ìinteligencia emocio- Myc: SerÌa interesante conocer la valo- cologÌa parte b·sicamente del hecho de
nalî. No se puede simplemente aceptar raciÛn de las facultades emocionales que los adultos tambiÈn pueden olvidar,
que si uno no coincide con la opiniÛn de desde la Ûptica empresarial. reorientarse y aprender cosas nuevas,
otro se deba a una escasa inteligencia Weber: Las empresas reclaman, de un aunque, eso sÌ, con mayor esfuerzo que
emocional. Por eso se trata de un mÈtodo modo cada ve m·s apremiante, procedi- en la infancia. Desde hace varios de-
cuestionable. mientos para medir una suerte de ìcoe- cenios se vienen practicando mÈtodos
ficiente emocionalî, an·logos a los uti- efectivos en este campo ócomo entrena-
Myc: Lo que no ser· tan f·cil es medir lizados con el coeficiente intelectual. En miento para la superaciÛn del estrÈs o
la fiabilidad de tests para calibrar la inte- otros tÈrminos: para comprobar las facul- seminarios de comunicaciÛnó. Y todo
ligencia emocional. tades de un candidato a un puesto de tra- ello, mucho antes de que se inventara el
Weber: Algunos ofrecen validez parcial. bajo buscan un mÈtodo r·pido, de esca- neologismo de moda ìinteligencia emo-
AsÌ, los que miden la capacidad de expre- sos costes y adem·s fiable. Lo que ocurre cionalî.
sar sentimientos. En un ensayo se pidiÛ es que la psicologÌa no les puede sumi-
a las personas participantes que pronun- nistrar tales mÈtodos. Realmente no
ciaran unas palabras: ìHace tiempo que aporta gran cosa preguntarle a un aspi-
no te he vistoî. Los sujetos del experi- rante a un trabajo ìquÈ debe hacer X en Bibliografía complementaria
mento debÌan infundir a la frase óde un la situaciÛn Yî. Con esa pregunta se E MOTIONALE I NTELLIGENZ . D. Goleman.
contenido en sÌ neutroó un tono emo- indaga si el interesado conoce las nor- DTV, Munich, 1997.
cional determinado de alegrÌa, repug- mas sociales. Pero lo que en verdad en- DIE INFLATION DER INTELLIGENZER. H. We-
nancia o miedo. Las escenas fueron gra- cierra sentido es poner a las personas en ber, H. Westmeyer, en Perspektiven der In-
badas en vÌdeo. Luego, los investigadores situaciones reales y observar su com- telligenzforschung. Pabst, Lengerich; 2001.
confrontaron a otro grupo con la pro- portamiento.

Mente y cerebro 02/2003 41


MENTE, CEREBRO Y SOCIEDAD
Neurodegeneración cerebral
“La edad nos lo roba todo, incluso la mente” (Virgilio, Églogas IX, 51)

Ana Martín Villalba En contraste con el papel necesario que ciÛn, la EP es el trastorno locomotor pre-
desempeÒa la apoptosis en la formaciÛn dominante, con una incidencia del 1-2 %

D
urante el desarrollo del cerebro del cerebro, en el cerebro adulto acarrea (~120.000 casos en EspaÒa).
inmaduro, y coincidiendo con la consecuencias nefastas. El envejecimiento Pese a ello, se desconocen, en la mayo-
fase de formaciÛn de contactos progresivo de la poblaciÛn en el mundo rÌa de los casos, las causas que provocan
sin·pticos, degeneran y mueren un gran occidental ha llevado a un gran incre- Alzheimer o Parkinson. En cambio, sabe-
contingente de neuronas. Esta muerte mento de las enfermedades degenerati- mos que la enfermedad de Huntington
celular programada, o apoptosis, se de- vas del sistema nervioso. La enfermedad (EH), un trastorno degenerativo menos
be a la disponibilidad limitada de seÒa- de Alzheimer (EA) y la enfermedad de frecuente (1 en 10.000 habitantes; ~4000
les trÛficas provenientes de las cÈlulas Parkinson (EP) constituyen las patolo- casos en EspaÒa), se debe a la mutaciÛn
a inervar. SÛlo sobrevive una pequeÒa gÌas neurodegenerativas m·s frecuentes. del gen huntingtin. Esta mutaciÛn con-
proporciÛn de neuronas, aquella que En la poblaciÛn con edad superior a los siste en la adiciÛn de una o m·s secuen-
recibe suficiente cantidad de seÒales trÛ- 65 aÒos, la EA es la demencia senil con cias de nucleÛtidos ìCAGî, triplete que
ficas; el resto, la gran mayorÌa, muere mayor incidencia y afecta a un 10 % (~5 % codifica el amino·cido glutamina. La
por apoptosis. en EspaÒa). En el mismo rango de pobla- misma mutaciÛn en otros genes provoca
enfermedades menos frecuentes, como
la ataxia espinocerebelosa, la enferme-
1. MECANISMOS MOLECULARES que desencadenan apoptosis o supervivencia celular.

CD95-LIGANDO ICTUS
FACTORES
ACTIVIDAD NEUROTROFICOS
SINAPTICA

CD95

AGREGADOS
POLIGLUTAMINICOS
MOLECULAS
ADAPTADORAS
P/CAF
MITOCONDRIA
CBP

CREB/
CREM

PROTEINAS GENES DE
ESENCIALES SUPERVIVENCIA
CASPASAS EFECTORAS
ANA MARTIN VILLALBA

APOPTOSIS SUPERVIVENCIA

42 Mente y cerebro 02/2003


dad de Machado-JosÈ y otras que se agru-

ANA MARTIN VILLALBA


pan bajo el nombre de enfermedades de
poliglutamina. Seg˙n el tipo de enfer-
medad, es decir, del contexto proteico,
cada glutamina extra confiere mayor o
menor gravedad. Se observa, en general,
que cuanto mayor es la longitud de la
cadena de poliglutamina, m·s precoz se
manifiesta la patologÌa.
Con independencia de la causa de-
sencadenante, lo mismo las enfermeda-
des de poliglutamina que la EA y la EP
desembocan en la degeneraciÛn progre-
siva de una poblaciÛn especÌfica de neu-
ronas. En la enfermedad de Alzheimer,
la muerte de neuronas en la neocorteza
e hipocampo deriva en pÈrdida de memo-
ria, cambios cognitivos y conductuales y
demencia. En la enfermedad de Parkinson,
la muerte de las neuronas dopaminÈrgicas
LESION
de la sustancia negra comporta rigidez
muscular, lentitud de movimientos y tem-
blor en reposo. En la enfermedad de
Huntington, la muerte de neuronas de la
corteza y cuerpo estriado se ve reflejada 2. DEGENERACION Y REGENERACION NEURONAL en la médula espinal
en movimientos involuntarios incontro- de ratones que han sufrido un traumatismo medular. En la esquina derecha inferior
lados, rigidez y demencia. se ve un detalle de algunos bulbos terminales axonales, típicos de neuronas en fase
Asociada a todos estos desÛrdenes de degeneración (flecha negra). Un ejemplo del limitado número de axones regenerando
degenerativos se halla la apariciÛn de
lo señala la flecha roja. La línea punteada marca los límites de la lesión.
agregados de proteÌnas con una estruc-
tura conformacional alterada. La EA se
caracteriza por la presencia de placas Cuando la neurona recibe un estÌmu- hemorragias (subaracnoidea y cerebral)
extracelulares de amiloide-β y de ovi- lo trÛfico o sin·ptico, se produce la ex- y los traumatismos (craneoencef·licos y
llos intracelulares constituidos por agre- presiÛn de genes esenciales para la su- medulares).
gados de proteÌna Tau hiperfosforilada. pervivencia de la cÈlula. Ejecutan ese El accidente cerebrovascular, o ictus,
En la EP encontramos los cuerpos de proceso factores de transcripciÛn, que se constituye la tercera causa de muerte. Se
Lewy, agregados intracitoplasm·ticos unen en el n˙cleo de la cÈlula a secuen- le considera responsable de la mayor
de la proteÌna α-synucleÌna. En la EH se cias de ADN promotoras de la trans- tasa de incapacidad en el mundo occi-
observan agregados intranucleares e in- cripciÛn de dichos genes. CREB [ìCAMP dental. Su incidencia en EspaÒa es de unas
tracitoplasm·ticos de huntingtin. responsive element binding proteinî] y 80.000 personas al aÒo. Por su parte, al
Todas las proteÌnas mencionadas pro- CREM [ìCAMP responsive element trauma cerebral y medular se debe la
penden a formar amiloide, de estructura modulatory proteinî] son algunos de mayorÌa de las muertes e incapacidades
fibrilar. Se origina Èste con el desplie- esos factores que inducen la expresiÛn permanentes en personas menores de 40
gue parcial de las proteÌnas, que deja de los genes con ayuda de coactivadores, aÒos, la llamada ìepidemia silenciosaî.
expuestos residuos hidrofÛbicos; estos como CBP o P/CAF (vÈase la figura 1). Pese al car·cter agudo del ìinsultoî y
residuos aumentan la fuerza de atrac- Recientemente se ha descrito la inte- al inicio precoz del daÒo cerebral con neu-
ciÛn entre las molÈculas, que acaban racciÛn entre los factores CBP y P/CAF ronas que mueren en el instante de pro-
agreg·ndose. y agregados poliglutamÌnicos. La pre- ducirse, hay otras que activan sus pro-
En ciertos casos de apariciÛn precoz sencia de CBP y P/CAF en el citoplasma gramas de muerte celular horas, dÌas o
de la enfermedad de Alzheimer y de la celular impide la transcripciÛn gÈnica incluso meses m·s tarde. La posibilidad
enfermedad de Parkinson se han encon- dependiente de CREB/CREM; en con- de interrumpir el desarrollo del programa
trado mutaciones que aumentan la pro- secuencia, la neurona degenera y muere. de suicidio celular óinterferirloó con-
ducciÛn de amiloide. En la EH la tasa de M·s a˙n, los ratones deficientes en CREB vierte al fenÛmeno de la apoptosis en diana
formaciÛn de amiloide crece con cada y CREM manifiestan sÌntomas propios atractiva del diseÒo de nuevos f·rmacos.
glutamina. Sin embargo, no es el ami- de la enfermedad de Huntington. En esos Sabemos, en efecto, que el factor de
loide maduro el que resulta tÛxico para roedores, la deficiencia neuronal de necrosis tumoral y el CD95-ligando acti-
la neurona, sino los intermediarios prefi- CREB y CREM les provoca una neuro- van la apoptosis. La isquemia cerebral
brilares (protofibrillas). Por su parte, las degeneraciÛn progresiva. y otros estÌmulos promueven la uniÛn de
protofibrillas no inducen directamente Pero no sÛlo encontramos neurode- estos factores a sus receptores respecti-
la muerte celular: alteran la homeostasis generaciÛn en las enfermedades crÛni- vos: TNF-receptor y CD95. La uniÛn
celular y, asÌ, incrementan la vulnerabi- cas. Las neuronas expuestas a estÌmulos ligando-receptor produce el recluta-
lidad de la neurona. En este contexto se agudos tambiÈn degeneran. Dentro de miento de molÈculas adaptadoras que,
ha descrito la inhibiciÛn de mecanismos las causas de neurodegeneraciÛn aguda con ayuda de las mitocondrias o sin ella,
de supervivencia celular por agregados recordaremos los ìinsultos vascularesî activan las caspasas efectoras, proteÌnas
poliglutamÌnicos. (por ejemplo, la isquemia cerebral), las que ejecutan el programa de muerte celu-

Mente y cerebro 02/2003 43


lar (vÈase la figura 1). Las caspasas cons- miento con anticuerpos neutralizantes de de la cuestiÛn Ètica derivada del uso de
tituyen un ejÈrcito organizado de protea- las protofibrillas de amiloide revirtiÛ la material procedente de fetos abortados,
sas encargadas de fragmentar proteÌ- pÈrdida de memoria. la viabilidad y pureza de las cÈlulas feta-
nas esenciales para el mantenimiento de Cuando se trata de interferir las seÒa- les no pueden ser controladas de forma
la homeostasis celular. Tras la activa- les neurodegenerativas, los esfuerzos se fiable. Por otra parte, la imposibilidad
ciÛn de caspasas, la apoptosis alcanza un centran en el desarrollo de f·rmacos que de almacenar las cÈlulas a largo plazo
punto de no retorno. disminuyan la vulnerabilidad o se inter- hace necesaria una sincronizaciÛn con
øCu·les son las perspectivas terapÈu- pongan en el proceso de muerte neuro- la intervenciÛn neuroquir˙rgica en un
ticas en el campo de las enfermedades nal. El aporte de factores neurotrÛficos intervalo de tiempo muy corto. A estos
neurodegenerativas? El tratamiento ideal desencadena la activaciÛn de programas impedimentos pr·cticos se aÒade la difi-
serÌa el que operase en todos los fren- de supervivencia y regeneraciÛn neuro- cultad intrÌnseca de las cÈlulas de repo-
tes: disminuyera la gravedad del insulto nal. En un modelo animal de infarto cere- ner m˙ltiples fenotipos; por ejemplo, de
degenerativo, bloqueara las seÒales neu- bral, el bloqueo de la apoptosis con anti- integrarse con Èxito en los circuitos loca-
rodegenerativas a nivel celular y rege- cuerpos neutralizantes de factor de les neuronas de diferentes regiones y de
nerara las neuronas perdidas. necrosis tumoral y CD95-ligando redujo formar conexiones a larga distancia.
Por lo que concierne a la reducciÛn de el daÒo cerebral, disminuyÛ extraordi- Cajal abriÛ la era de la neurociencia
la gravedad del insulto, las chaperonas nariamente la mortalidad de los anima- moderna al identificar la neurona como
ofrecen una opciÛn terapÈutica; estas pro- les afectados y mejorÛ enormemente su la unidad b·sica del sistema nervioso. En
teÌnas acompaÒantes (de ahÌ el sinÛnimo funciÛn motora. En la misma senda, los su libro DegeneraciÛn y regeneraciÛn del
de carabina empleado para designarlas) inhibidores de caspasas han demostrado sistema nervioso, aparecido en 1928,
aseguran, mediante apantallamiento de ser beneficiosos en modelos preclÌnicos describe la morfologÌa de la degenera-
los residuos hidrofÛbicos, el plegamiento de isquemia cerebral y trauma medular; se ciÛn neuronal. Se han descubierto algu-
correcto de otras proteÌnas y mantienen est·n ensayando en modelos de enferme- nos mecanismos moleculares subya-
su conformaciÛn nativa incluso en situa- dades neurodegenerativas crÛnicas. centes a la misma, pero la era de la
ciones de estrÈs. En un modelo animal Los recientes avances en la investi- neurociencia sÛlo acaba de empezar. Son
de enfermedad de Huntington, la expre- gaciÛn sobre cÈlulas madre han abierto muchos y muy prometedores los descu-
siÛn forzada de una chaperona molecu- nuevas perspectivas para el tratamiento brimientos que cabe esperar en este largo
lar capaz de bloquear los residuos de poli- de las enfermedades neurodegenerati- camino a˙n por recorrer.
glutamina dio lugar a la desapariciÛn de vas. El transplante de cÈlulas en pacien-
las inclusiones neuronales y, lo que reviste tes con EP o EH ha producido una nota-
mayor interÈs, de los sÌntomas de dis- ble mejorÌa de la funciÛn motora. Sin
funciÛn motora. En la misma lÌnea, y en embargo, a pesar de estos resultados ini- Ana Martín Villalba.
ratones transgÈnicos usados como modelo ciales tan prometedores hay todavÌa Deutsches Krebsforschungszentrum,
de la enfermedad de Alzheimer, el trata- muchos obst·culos en el camino. Adem·s Heidelberg

Artistas artificiales
Los ordenadores son muy apreciados por su capacidad analítica.
Pero ya no se les puede considerar meros “artistas” en cálculo;
componen incluso polifonías o pintan cuadros

dores generan composiciones sorpren- de inform·tica de la Universidad de


Claus-Peter Sesín dentemente creativas. Hoy en dÌa, las Karlsruhe, pueden presumir de compo-
computadoras dotadas de inteligencia ner al estilo del eximio Johann Sebastian

E
n mayo de 1997 el ordenador artificial pueden: Bach (1685-1750). Harmonet concibe,
ìDeep-Blueî, de la compaÒÌa a partir de una melodÌa monotonal, obte-
IBM, venciÛ al entonces cam- ï componer al estilo de los maestros del nida como entrada, un coral de cuatro
peÛn mundial de ajedrez, Gari Kasparov. Barroco; voces. Melonet puede improvisar varia-
Ello constituyÛ un hito en la historia de ï pintar obras cuya autorÌa bien podrÌa ciones de los temas de una polifonÌa.
la investigaciÛn de la inteligencia arti- ser humana; Wenzel y su grupo han desarrollado
ficial (IA). Pero el culmen de la creaciÛn ï escribir una poesÌa en pocos segundos, para ello, a lo largo de m·s de diez aÒos,
sigue siendo Homo sapiens. La creati- partiendo de unas pocas palabras intro- una combinaciÛn de redes neuronales,
vidad, la conciencia, las emociones o la ducidas al azar por el usuario. sistemas de inteligencia artificial cons-
espiritualidad son coto privado suyo. truidos a imagen y semejanza del cere-
Mas los ordenadores avanzan a gran- Comencemos por el primer apartado. bro humano. Una de sus caracterÌsticas
des pasos en disciplinas como la m˙sica. Los sistemas de IA ìHarmonetî y principales consiste en que, sometidos
Si bien no poseen sentimientos reales o ìMelonetî, desarrollados por el grupo a entrenamiento para resolver ciertas
conocimientos artÌsticos, sus procesa- de Wolfram Wenzel, del departamento cuestiones, se programan a sÌ mismos

44 Mente y cerebro 02/2003


para resolverlas progresivamente con ligencia artificial de esa

REPRO JAN BRAUN, HEINZ NIXDORF MUSEUMSFORUM


mayor eficiencia. Al principio, los erro- Època, como un sistema
res menudean, pero conforme se avanza basado en el conocimiento
en la formaciÛn, Èstos se reducen visi- adquirido: con una serie de
blemente. Una vez alcanzada una tasa de instrucciones condicionales
fallos suficientemente pequeÒa, se con- (del tipo si,... entonces), que
sidera dominada la tarea. recopilan informaciÛn y deci-
den en funciÛn de ella.
Polifonía de Bach Al principio Aaron sÛlo era
Wenzel se centrÛ primero en Harmonet. lo suficientemente diestro
Al sistema se le presentaron cientos de para dibujar cÌrculos y rec-
piezas polifÛnicas de Bach: melodÌa y t·ngulos. En todo caso, Cohen
las voces de tenor, soprano y bajo. Har- concedÌa mucha importancia
monet efectuaba el an·lisis de un n˙mero a que no se asemejasen a las
limitado de notas en un intervalo de tiem- tÌpicas gr·ficas obtenidas por
po que se desplazaba al comp·s de la obra. computadoras, sino a figuras
Dentro de esta ventana, el sistema ras- realizadas a mano. Las pri-
treaba relaciones armÛnicas, que memori- meras composiciones, en
zaba a lo largo de los ensayos. Al concluir blanco y negro, recordaban
la formaciÛn, Harmonet, ya pr·ctica- trabajos de escolares; gra-
mente un compositor, era capaz de com- dualmente el artista fue ense-
pletar con maestrÌa una melodÌa con las Òando a su ìalumnoî m·s
voces acompaÒantes. reglas. Aparte de los conoci-
El sistema contempla un total de doce mientos b·sicos necesarios,
funciones armÛnicas de acordes dentro como la representaciÛn en
de la tonalidad correspondiente (tÛnica, perspectiva, Cohen incorporÛ
dominante, subdominante y modo para- datos sobre anatomÌa humana.
lelo). Adem·s, realiza inversiones de Por ejemplo, cÛmo funcionan
acordes y reparte, como condimento los miembros del cuerpo, quÈ
musical, disonancias a lo largo de la obra. traslaciones relativas posibi-
En un modo de funcionamiento avan- litan las articulaciones, la
zado, recrea el dramatismo propio de situaciÛn de los puntos de gra-
estas composiciones, imitando el prin- vedad o cÛmo se deben coor-
cipio aplicado por numerosos autores dinar los movimientos para
OBRA DE UNA OBRA. Esta pintura fue concebida
que introducÌan al comienzo de ellas mantener el equilibrio. En un
cierta tensiÛn armÛnica (inversiÛn de la paso posterior, el sistema por el sistema con inteligencia artificial “Aaron”,
tÛnica) para disolverla hacia el final. obtuvo informaciÛn sobre creado por el artista californiano Harold Cohen.
Con Melonet, en cambio, los investi- objetos y plantas: por ejem-
gadores trabajaron present·ndole varia- plo, que los tallos pierden gro-
ciones melÛdicas y remarc·ndole los sor con la altura. lles que cuerpos y tallos. En la elecciÛn
contrapuntos m·s usuales. DespuÈs de A comienzos de los 90, Aaron ya se de colores respeta escrupulosamente los
un entrenamiento adecuado, el sistema desenvolvÌa con soltura en el empleo de principios establecidos por su maestro.
generaba dichas variaciones de forma los colores. Cohen desarrollÛ un robot Con tal minuciosidad, no es de extraÒar
brillante, sonando tan espont·neas como pintor, que mezclaba tonalidades y diri- que las obras asÌ concebidas hayan sido
las de cualquier organista virtuoso. gÌa el pincel donde el artista artificial le expuestas en diversas galerÌas y museos.
Los ordenadores se desenvuelven, asi- ordenaba. ìAaron crea obras de arte que no tie-
mismo, con cierto Èxito en pintura. El sis- El creador estadounidense sostiene nen nada que envidiar a las de algunos
tema ìAaronî crea obras que presentan que pintar no es sencillamente copiar profesionalesî, indica su progenitor.
similitudes con ciertos cuadros expresio- aquello que se ve. Cuando ìel conoci- Vale decir, sin embargo, que subsisten
nistas, con la posibilidad de imprimirlos miento objetivo de la forma recorre el ciertas dudas sobre si se puede conside-
en papel o proyectarlos mediante un caÒÛn camino de la mente al papelî se precisa rar, como piensa Cohen, un verdadero
de luz. El programa tambiÈn se halla dis- un filtro, lo mismo en el hombre que en artista: si un pintor de renombre inter-
ponible como protector de pantalla. la m·quina. El filtro determina el estilo nacional como Cohen traslada al pro-
Aaron es fruto de la dedicaciÛn del pictÛrico. El proceso seguido por Aaron grama sus inclinaciones y tÈcnicas artÌs-
artista estadounidense Harold Cohen. para concebir un cuadro comienza por ticas, es Èl mismo en definitiva, si bien
En los aÒos 60, habiendo alcanzado una serie de esquemas lineales de per- de forma automatizada a travÈs del pro-
renombre internacional como pintor de sonas y objetos repartidos en el espacio, grama, el que crea las obras. En puridad,
Èxito, ya le fascinaba la idea de conse- respetando la perspectiva. Su disposi- ha de reconocerse que el sistema con-
guir que una computadora generase dibu- ciÛn verosÌmil se consigue aplicando las tiene un generador de variables aleato-
jos y pinturas estimables. Al principio reglas sobre anatomÌa y equilibrio. Luego, rias, que garantiza improvisaciones en
de los aÒos 70 se familiarizÛ con los fun- el programa completa las lÌneas de con- la disposiciÛn de los colores. Las pintu-
damentos de la inteligencia artificial. En torno y aÒade volumen a los esquemas. ras no resultan, pues, totalmente prede-
1974 realizÛ una primera versiÛn del Una de las caracterÌsticas estilÌsticas pro- cibles por parte del usuario. Sin embargo,
programa, que trabaja, al igual que la pias del sistema consiste en dibujar manos ello apenas puede considerarse una labor
mayorÌa de los sistemas dotados de inte- o follaje con menos precisiÛn de deta- creativa. Si asÌ fuera, se podrÌa calificar

Mente y cerebro 02/2003 45


como igualmente creativa una calcula- dor, como cuando se le proporcionÛ la rio. El programa carece de horizonte
dora que nos facilitase aleatoriamente entrada ìniÒo, rosa, estar en pie, rojoî, cultural y entendimiento humano. Tal
unos n˙meros. con el siguiente resultado: conclusiÛn resulta m·s di·fana trat·n-
Los ordenadores todavÌa topan con dose del lenguaje, el vehÌculo de nues-
ciertas dificultades en los actos creati- Rosas que est·n en pie para niÒo tro pensamiento. G¸nter Gehl no pre-
vos que requieren de un bagaje cultural Rosa est· en pie roja para vosotros tendÌa alcanzar con su programa un
y cierta autonomÌa. Ello se pone de mani- Roja y peligrosa reconocimiento poÈtico. Parece impro-
fiesto especialmente en la poesÌa. El pro- Vuestra rosa bable que estos programas conciban
grama ìPoetronî, del inform·tico y poeta Rosa para niÒo alg˙n dÌa obras al estilo de los gran-
aficionado G¸nter Gehl, genera en cues- No resistÌs el apocalipsis des poetas, pero quiz· no imposible.
tiÛn de segundos un poema a partir de Pero est· en pie la visiÛn En caso de conseguirse, serÌa conce-
un nombre de persona, un substantivo, un De vuestra rosa, oh peligrosos bible, seg˙n Gehl, ìintroducir datos de
verbo y un adjetivo previamente intro- artistas fallecidos para continuar su
ducidos por el usuario en un formulario. Un ejemplo que demuestra que obraî. øJuan RamÛn JimÈnez automa-
En ocasiones, el resultado es desalenta- ìPoetronî no es un vate a tomar en se- tizado? No, por favor.

Alduro, el robot caminante


Los robots móviles deben ser capaces de desenvolverse en terrenos abruptos.
Ello les resulta más practicable si se desplazan mediante patas que si lo hacen sobre ruedas

Manfred Hiller, Jörg Müller y Daniel tra en estado embrionario. Existen, eso altura, se desplazar· sobre 4 patas y ser·
Germann sÌ, excavadoras que se ayudan de su propulsado por un motor de combustiÛn,
cuchara o se apoyan en ella, sirviÈndose que alimentar· los accionamientos hidr·u-

L
a rueda no estaba presente en la na- de sus ruedas traseras para impulsarse. licos y la aparamenta elÈctrica. Alduro
turaleza hasta que el hombre la in- En colaboraciÛn con el centro de robÛ- deber· transportar una carga de 300 kilo-
ventÛ; permite desplazamientos tica del Instituto PolitÈcnico Federal de gramos, incluyendo una plataforma dotada
m·s veloces y el transporte de cargas Zurich y una compaÒÌa suiza, desarro- de una herramienta; por ejemplo, una
pesadas, pero fracasa en terrenos abrup- llamos un aparato dotado de patas hidr·u- pinza, un taladro o una pala excavadora.
tos. Cuanto m·s inclinada e irregular es licas, denominado roboTRAC. Este con- Las extremidades de Alduro imitan el
la superficie, m·s favorable resulta la cepto representÛ el punto de partida para funcionamiento de las humanas: la arti-
variante natural del movimiento: andar. un vehÌculo autÛnomo andante de nom- culaciÛn de la cadera permite rotaciones
Hasta la fecha, el desarrollo de robots bre Alduro (Anthropomorphically Legged en tres direcciones, la de la rodilla sÛlo en
caminantes para la construcciÛn en pen- and Wheeled Duisburg Robot). una. Unos accionamientos hidr·ulicos
dientes empinadas, explotaciones fores- Nuestro robot, de aproximadamente lineales ejercen la funciÛn de m˙sculos,
tales y labores de desescombro se encuen- 1,4 toneladas de peso y varios metros de tomando en consideraciÛn que los movi-
mientos lineales de sus cilindros hidr·u-
licos deben transformarse en la rotaciÛn
de las articulaciones. Simular la rodilla
no entraÒa gran dificultad; basta con dis-
poner un cilindro entre muslo y pierna
y una bisagra a modo de articulaciÛn. El
movimiento de la cadera requiere de un
mecanismo m·s complejo, capaz incluso
de cambiar trayectorias de fuerzas. En
definitiva, se trata de que cada una de
las patas (similares a las piernas del hom-
bre) se desplace hacia arriba y hacia el

1. GEORGE LUCAS, director de la Guerra


de las galaxias, ya lo intuyó: los robots
caminantes presentan considerables
ventajas sobre los guiados sobre ruedas
en terrenos poco practicables, como en
DEFD-MOVIES

paisajes nevados o en superficies


inclinadas.

46 Mente y cerebro 02/2003


GERHARD-MERCATOR-UNIVERSIÄT DUIS
2. EL ROBOT MOVIL ALDURO sólo se ha desplazado en entornos virtuales, pero de
lado y que gire en torno a su eje longi- forma totalmente fiable.
tudinal.
Gracias a esta gran movilidad, Alduro
puede mantener la plataforma en posi- y sus diferenciales de presiÛn. Para el es decir, la demostraciÛn de que las carac-
ciÛn horizontal, incluso en superficies subsistema mec·nico se toman como terÌsticas a examinar se han modelado
muy irregulares. Si el terreno sobre el variables de estado las posiciones y velo- correctamente. Para comprobar la exac-
que debe actuar no es tan accidentado, cidades de los elementos mÛviles; las titud del modelo hidr·ulico y mec·nico,
existe la posibilidad de sustituir la base ecuaciones del movimiento nos propor- hemos construido, partiendo de las infor-
de las patas posteriores por ruedas, obte- cionan la relaciÛn entre las aceleracio- maciones proporcionadas por la simu-
niendo asÌ un vehÌculo que alcanzarÌa nes y las fuerzas actuantes. Ambos sis- laciÛn, una extremidad a escala 1:1. La
velocidades de hasta 4 km/h. temas est·n fuertemente ligados: por disposiciÛn del banco de ensayo posibi-
Con el objeto de desarrollar el sistema ejemplo, una variaciÛn de presiÛn en el litaba el movimiento hacia arriba y hacia
de regulaciÛn, procedimos en primer cilindro hidr·ulico de una rodilla provoca abajo del prototipo. Este dispositivo nos
lugar a simular virtualmente el robot con un movimiento relativo entre la extre- permitiÛ examinar las solicitaciones ori-
todos sus componentes. La creaciÛn de midad superior e inferior, lo que a su vez ginadas en los puntos de uniÛn con la pla-
prototipos virtuales (Virtual Prototyping) modifica el flujo de aceite en el cilin- taforma. Los elementos hidr·ulicos y el
es una pr·ctica habitual en la industria dro, provocando una nueva variaciÛn de sistema electrÛnico empleados en dicho
para evaluar la factibilidad de un pro- la presiÛn. ensayo se incorporar·n en el equipo defi-
yecto y examinar sus diversas variantes Debido a su gran complejidad, el nitivo.
constructivas. Este mÈtodo conlleva un manejo del robot enteramente por parte DespuÈs de estas etapas, podemos con-
ahorro de tiempo y dinero frente al tra- del usuario serÌa una tarea demasiado siderar que la fase de diseÒo ha conclui-
dicional modelado de prototipos reales; ardua. Debido a ello se optÛ por una do; la simulaciÛn virtual ha permitido
sin embargo, Èstos contin˙an revel·ndose direcciÛn automatizada. Con el fin de pulir ciertos defectos. En el transcurso
imprescindibles en fases m·s avanzadas evitar caÌdas, sÛlo se levanta una pata de los prÛximos meses construiremos el
del proyecto. cada vez; adem·s, debe haber sido des- vehÌculo definitivo, sometiÈndolo a di-
cargada previamente del peso que sopor- versas pruebas de funcionamiento.
Rodillas hidráulicas taba. El denominado ìgenerador de patro- Sabemos que Alduro dista de la per-
La simulaciÛn debe responder a las leyes nes de andaresî decide la sucesiÛn de fecciÛn de los robots de las pelÌculas de
fÌsicas naturales y cada sistema o sub- pasos y controla los cilindros hidr·uli- ìLa Guerra de las galaxiasî, pero nos
sistema debe ser tan realista como lo cos. En otra variante, las patas arrastra- permitimos afirmar con cierto orgullo
requiera la caracterÌstica a modelar. r·n el robot, impulsado por las ruedas paterno que ya re˙nen algunas simi-
Nuestro Alduro virtual est· constituido traseras no motrices, permitiendo una litudes.
por componentes hidr·ulicos, mec·nicos mayor velocidad y estabilidad.
y elÈctricos, asÌ como por elementos pro- Un mando de tipo joystick facilitar·
cesadores de informaciÛn. el manejo del vehÌculo por parte del usua-
Un sistema de este tipo se describe rio. Este eventualmente se retroalimen-
adecuadamente mediante sus variables tar· con las fuerzas y momentos resul- MANFRED HILLER enseña mecatrónica en
de estado y sus variaciones temporales. tantes de los movimientos decididos para la Universidad Gerhard Mercator de Duisburg.
En el subsistema hidr·ulico se obtienen que el usuario obtenga una percepciÛn Jörg Müller se doctoró durante este proyecto
ecuaciones que expresan la evoluciÛn de la consecuencia de sus Ûrdenes. y trabaja en la industria. Daniel Germann es
de la presiÛn en cilindros, conductos y Una cuestiÛn central en el desarrollo colaborador científico y dirige el proyecto
v·lvulas en funciÛn del aceite circulante de un prototipo virtual es su validaciÛn, Alduro.

Mente y cerebro 02/2003 47


Paradojas
alimentarias
de la obesidad
¿Quiere adelgazar? ¿Tiene en cuenta cuánto come y qué es lo que come?
De ser así, debería saber que tamaña preocupación constituye la mejor condición
previa para engordar. El motor psicológico de nuestro comportamiento
alimentario funciona de forma muy distinta de la que desearíamos

Wolfgang Stroebe En los paÌses desarrollados, adelgazar peso pasÛ de un 40 por ciento hasta incluir

øQ
se ha convertido en deporte nacional. la mitad de la poblaciÛn.
uiÈn no ha conocido la No hay dÌa en que las revistas no ofrez- Pese a la extensiÛn del problema, tal
frustraciÛn ante el reflejo can una nueva y milagrosa dieta. vez sean pocos los que conozcan las defi-
del propio cuerpo en el ParadÛjicamente, el sobrepeso y la obe- niciones exactas de sobrepeso y obesi-
espejo? Cuando se acer- sidad no han dejado de aumentar. En dad. En el ser humano, los valores nor-
ca el verano, la preocupaciÛn por la figura 1985, el 15,1 por ciento de los varones males del peso guardan una estrecha
se torna obsesiva. Hay que adelgazar, nos y el 16,5 por ciento de las mujeres eran, relaciÛn con la altura. A tal efecto se cal-
proponemos. Las recomendaciones de los en Alemania, obesos. Cinco aÒos despuÈs cula el Ìndice de masa corporal (IMC)
dietistas dictan la confecciÛn de la lista subÌan al 17,2 por ciento y el 19,3 por como cociente del peso en kilogramos y
de la compra, en la que ya no caben los ciento, respectivamente. En EE.UU. la del cuadrado de la estatura en metros.
dulces. Conviene saber, sin embargo, que proporciÛn de obesos pasÛ del 14,5 de A este par·metro se le denomina Indice
los planes de adelgazamiento son ope- 1980 al 22,5 por ciento de 1991. La pro- Quetelet, en memoria de su descubridor
raciones estadÌsticamente poco renta- porciÛn de los que ìsÛloî tenÌan sobre- en 1869, Lambert Adolphe Quetelet (1796-
bles, en cuyo fracaso desempeÒa un papel
principal la psicologÌa del comportamien-
to alimentario. La investigaciÛn reciente
demuestra que, al intentar controlar nues-
1. LASTIMA DE SALCHICHA. Si lo primero que se le pasa por la cabeza ante la
tro comportamiento alimentario mediante contemplación de esta jugosa salchicha de Frankfurt es “Esto no debería ni probarlo!”, el
tÈcnicas y dietas equivocadas, sÛlo con- lector tiene una orientación errónea desde el punto de vista nutricional. Las razones se
seguimos engordar m·s. le ofrecen en el artículo.

48 Mente y cerebro 02/2003


Mente y cerebro 02/2003
49
MAURITIUS / HENRYK T. KAISER
El índice de masa corporal

2,20

2,10 300

BAJO PESO EDAD


2,00 250 20-29
30-39

TASA DE MORTALIDAD
1,90
IMC=20 200
ALTURA (METROS)

1,80
IMC=25
150
1,70
IMC=30

1,60 100
RIESGO RIESGO RIESGO
BAJO MEDIO ELEVADO
1,50 50
OBESIDAD
1,40
0
15 20 25 30 35 40
1,30
INDICE DE MASA CORPORAL (Kg/m2)
THOMAS BRAUN

1,20
50 60 70 80 90 100
PESO (Kg) Kilos poco saludables. Estadísticamente, las personas obe-
sas corren mayor riesgo de mortalidad. El gráfico muestra
Gordos, delgados y el resto. El índice de masa corporal la relación entre los distintos grupos de pesos (según el
(IMC) es una medida de la masa de grasa corporal. Se cal- IMC) y la mortalidad de la población general. La informa-
cula como cociente entre el peso corporal en kilos y el cua- ción fue recogida por las compañías de seguros de EE.UU.
drado de la altura en metros. La Organización Mundial de entre sus clientes a la firma del contrato, a los que se so-
la Salud establece que las personas de peso normal deben licitaba talla y peso, y puesta en relación con la edad fi-
tener un índice de masa corporal entre 18,5 y 25 kg/m 2. nalmente alcanzada. El porcentaje es relativo a la mortali-
Otras normas lo fijan entre 20 y 24 kg/m 2. Sin embargo, dad de la población general para los distintos grupos de
también es muy importante la distribución de la grasa, algo edad, de forma que un valor de 200 implica que se doble
que no recoge el IMC. el riesgo de muerte.

1874). Los valores de peso considera- pÛlizas en este tipo de informaciÛn, lo cortas y radicales, tan extendido entre
dos ideales se deducen del IMC asociado cierto es que sÛlo muestran un lado de las personas obesas, conduce a una ali-
a una menor tasa de mortalidad. Seg˙n la verdad. Los estudios confirman que mentaciÛn poco variada que influye en
los criterios propuestos por la Orga- tambiÈn un peso por debajo del ideal el aumento del riesgo. Cabe atribuir culpa
nizaciÛn Mundial de la Salud (OMS), el comporta una menor esperanza de vida. tambiÈn al consumo de medicamentos y
peso normal es el asociado a un IMC Por otra parte, en personas de edad avan- a las oscilaciones en el peso, el denomi-
entre 18,5 y 25 kg/m2. Los valores que zada se consideran aceptables valores nado efecto yoyÛ.
se sit˙en entre los 25 y los 30 kg/m2 indi- de IMC superiores en dos o tres uni- No sÛlo se trata de la salud. La obesi-
can sobrepeso. Cuando se superan los dades, sin que se asocien a mayor mor- dad repercute en los usos sociales. En
30 kg/m2 se habla de obesidad. [El lec- talidad. particular si hablamos de la mujer.
tor interesado puede calcular su Ìndice Dista de estar claramente establecido Estudios realizados en EE.UU. han obser-
de masa corporal con ayuda del diagrama que el riesgo adicional atribuido a la obe- vado que las mujeres con sobrepeso tie-
que aparece en el recuadro ìEl Ìndice de sidad guarde una vinculaciÛn directa con nen muchas m·s dificultades para con-
masa corporalî.] el exceso de peso y no con otros facto- traer matrimonio. A los varones y mujeres
El exceso de peso en cualquiera de sus res relacionados con la misma. Los obe- con un IMC elevado les cuesta m·s
formas es poco saludable y acorta la sos se mueven en promedio bastante encontrar trabajo; los que lo consiguen,
esperanza de vida. Las enfermedades menos que los que gozan de un peso nor- suelen estar peor remunerados.
cardiovasculares, el ictus y la diabetes mal. Se ha observado que, si realizan A la vista de las consecuencias nega-
se ensaÒan de forma m·s acusada en largos paseos diarios, pueden aumentar tivas del sobrepeso y la obesidad, se
este grupo de la poblaciÛn. Si bien las su esperanza de vida. Se sospecha tam- entiende la generalizaciÛn del deseo de
propias compaÒÌas de seguros basan sus biÈn que el patrÛn de dietas reiteradas, perder peso. Una encuesta telefÛnica

50 Mente y cerebro 02/2003


realizada en 1991 en EE.UU. destacaba tas. Los participantes en un determinado Los problemas que tienen los obesos
que el 33 por ciento de las mujeres y el programa terapÈutico que en un inicio para alcanzar y mantener un peso nor-
20 por ciento de los hombres intentaban habÌan perdido entre el ocho y el doce mal no confirman necesariamente que se
adelgazar en ese momento. El promedio por ciento de su peso corporal, sÛlo esta- trate de un trastorno congÈnito. SÌ lo
de pÈrdida de peso alcanzado se situaba ban un cuatro por ciento por debajo del apoya, en cambio, el estudio de personas
en 5,6 kg en personas de peso normal y peso original, cuatro aÒos m·s tarde. que han recibido aportes calÛricos simi-
8,2 kg en personas obesas, lejos del ob- Otro estudio observÛ que, pese haber lares durante un largo perÌodo de tiempo,
jetivo propuesto, 10 kg y 30 kg respec- perdido peso de forma considerable du- entre los que se observa una notable
tivamente. rante la dieta, cinco aÒos despuÈs los variaciÛn individual en el incremento
Los intentos duran, en promedio, de participantes pesaban 3,6 kg m·s que ponderal. Parece como si ciertos indivi-
cinco a seis meses. El apoyo profesio- antes de la misma. Si bien hubo casos duos aprovecharan mejor la comida que
nal, a travÈs de una terapia conductual, en los que personas obesas consiguieron otros. Doce pares de gemelos univiteli-
por ejemplo, no aumenta la probabilidad un peso normal y lo mantuvieron, el Èxito nos fueron sometidos en un estudio a
de Èxito de forma significativa. Seg˙n completo es infrecuente. Se estima que cien dÌas de una dieta rica en calorÌas.
demuestra un estudio realizado entre 1985 entre el noventa y el noventa y cinco por Los hermanos gemelos aumentaron de
y 1990, los participantes en programas ciento de los participantes en programas peso de forma similar, pero las diferen-
de este tipo adelgazaron un promedio de dietÈticos alcanzan, al cabo de cinco cias entre las distintas parejas de geme-
8,5 kg en un plazo medio de cinco meses. aÒos, su peso original, para luego seguir los fueron evidentes: una clara seÒal de
De todos modos, son supuestamente los aument·ndolo. Tan dura realidad ha sido la influencia ejercida por los genes.
casos m·s desesperados los que recurren aceptada incluso por los partidarios de
a programas dietÈticos supervisados por este tipo de terapias. ¿Por qué comemos?
un profesional. Cabe considerar otros problemas aso- En los aÒos noventa, el descubrimiento
Aunque una dieta para adelgazar suela ciados a las dietas. Hoy en dÌa, los exper- de la leptina, proclamada hormona con-
conseguir su objetivo, la pÈrdida lograda tos en nutriciÛn no sÛlo admiten la inefi- tra la obesidad, cifrÛ grandes esperan-
resulta a menudo insuficiente para los cacia habitual de las dietas, sino que zas en el descubrimiento de la etiologÌa
obesos, que rara vez alcanzan un peso empiezan a considerar sus riesgos y sus genÈtica de los problemas de sobrepeso.
normal. No hay que olvidar que son pocos efectos secundarios, como la obsesiÛn Los adipocitos, cÈlulas del tejido graso,
los que consiguen resistir perdiendo peso por el peso y la imagen corporal. Es Èste son responsables de su producciÛn y libe-
de forma continuada. Los participantes uno de los principales factores de riesgo raciÛn; cuanta m·s grasa contiene una
en programas controlados por profesio- de los trastornos del comportamiento cÈlula, m·s leptina fabrica. Esta hor-
nales aumentaron m·s de tres kilos de alimentario entre los jÛvenes. mona act˙a sobre sensores cerebrales
promedio un aÒo despuÈs de haber ter-
minado la terapia.
PerÌodos de seguimiento m·s prolon-
gados dejan a˙n peor paradas a las die- 2. EN BUSCA DEL CUERPO IDEAL. La publicidad dicta a través de imágenes como
ésta el aspecto físico que deberíamos tener.

MAURITIUS / PEDRO COLL

Mente y cerebro 02/2003 51


que influyen en la ingesta y en el alma- logos. Las respuestas se deben buscar en m·s tiempo permanecÌan en la sinagoga,
cenamiento de la grasa. Los animales el comportamiento alimentario: obesos donde no estaban expuestos a ning˙n
que presentan una mutaciÛn del gen y personas de peso normal se conducen tipo de tentaciones culinarias. En cam-
correspondiente no pueden secretar lep- de forma distinta. øQuÈ induce a empe- bio, no hallÛ ninguna relaciÛn entre la
tina y se vuelven extremadamente obe- zar a comer? øQuÈ determina cu·nto duraciÛn de la permanencia en la sina-
sos. SerÌa razonable pensar que las per- comemos? øCu·ndo damos una comida goga y las dificultades del ayuno entre
sonas obesas no producen suficiente por concluida? En principio parece muy los judÌos de peso normal. En otro estu-
leptina, pero se ha observado el fenÛmeno sencillo: se come porque se tiene ham- dio, Schachter descubriÛ que los pilotos
opuesto. Los individuos de peso elevado bre y se deja de comer cuando se est· obesos de Air-France que realizaban vue-
tienen exceso de leptina. Sospechan los harto. Puede que, efectivamente, ocurra los entre Europa y los EE.UU. tenÌan
investigadores que la explicaciÛn debe asÌ con el com˙n de las personas. En los muchas menos dificultades en adaptar su
residir en una falta de sensibilidad de los obesos, en cambio, estas seÒales del orga- comportamiento alimentario a las cos-
receptores de la leptina, pero a˙n no se nismo parecen desempeÒar un papel tumbres locales, en lo que se refiere a
dispone de experimentos que apoyen menor en la regulaciÛn del comporta- horarios de comida, que sus colegas de
esta hipÛtesis. miento alimentario. peso normal. En estos casos el motor
Parece incuestionable una cierta pre- En 1968 Stanley Schachter, de la externo del comportamiento alimentario
disposiciÛn hereditaria en la gÈnesis de Universidad neoyorquina de Columbia, se descubrÌa como una ventaja.
la obesidad. Estudios sobre la genÈtica formulÛ su teorÌa de la externalidad del Tras un entusiasmo inicial, no tarda-
del comportamiento demuestran que el comportamiento alimentario. Declara ron en alzarse voces crÌticas contra la teo-
Ìndice de masa corporal se hereda en una Èsta que los obesos no son capaces de rÌa de Schachter. SostenÌan que las rela-
proporciÛn variable, del 25 al 40 por discernir si se hallan hambrientos o sacia- ciones descritas eran a menudo dÈbiles
ciento. Cabe, pues, amplio margen para dos. La ingesta de alimentos depende- y que los resultados de los estudios no
el comportamiento individual. Una ob- rÌa mucho m·s de estÌmulos externos: el siempre eran replicables. Tampoco daba
servaciÛn mucho m·s elemental corro- momento del dÌa, los aromas que des- razÛn su teorÌa de las diferencias en la
bora lo anterior. La generalizaciÛn de la pide la comida o el estÌmulo visual de regulaciÛn del comportamiento alimen-
obesidad en el breve plazo de escasos los platos expuestos en establecimien- tario. Peter Herman, de la Universidad
decenios hace improbable su atribuciÛn tos de restauraciÛn. Los obesos tÌpicos de Toronto y discÌpulo de Schachter,
a un gen que se hubiera podido propagar son personas que siguen comiendo por- introdujo la nociÛn de contenciÛn, o
con enorme facilidad entre la poblaciÛn. que les gusta lo que comen, sin reparar comedimiento, en la alimentaciÛn que
Por tanto, la mayorÌa de las personas en que ya se han saciado. permitiÛ superar las objeciones plan-
es libre de decidir cu·nto quiere exce- teadas. Para reducir su peso, razonaba,
derse en su ingesta. Lo que de verdad Ayuno en la sinagoga las personas obesas suelen pasar ham-
limita el objetivo de adelgazar es que se Schachter contrastÛ sus teorÌas con es- bre (se reprimen con la comida); eso mis-
comen demasiadas grasas y, en cambio, tudios originales, en los que sacaba par- mo, proseguÌa, les hacÌa especialmente
se realiza muy poco ejercicio. tido de situaciones cotidianas. Obser- susceptibles a estÌmulos alimentarios
øPor quÈ comen las personas m·s de vando el ayuno de judÌos practicantes externos, como el olor que despiden las
lo que pretenden, incluso cuando se han durante la celebraciÛn del Yom Kippur, patatas fritas de un puesto callejero.
propuesto adelgazar? Esta pregunta ha se dio cuenta de que los obesos tenÌan Herman desarrollÛ un cuestionario
ocupado durante decenios a los psicÛ- menos problemas para ayunar cuanto para medir la contenciÛn en la alimen-

Comedores normales y contenidos


El organismo intenta limitar la ingesta de alimentos. Si la excesiva. Entre ambos límites media una zona de indiferen-
sensación de hambre asegura unos niveles mínimos de con- cia biológica, en la que nuestro comportamiento alimenta-
sumo, la sensación de saciedad evita que nuestra ingesta sea rio se ve influenciado por factores psicológicos. En los
comedores normales la ingesta alimentaria localizada en esta
zona de indiferencia se realiza prácticamente de forma incons-
MODELO DEL LIMITE DEL COMPORTAMIENTO ALIMENTARIO ciente y automática, sin preocuparse por las calorías que se
ZONA DE INDIFERENCIA ingieren.
MALESTAR MALESTAR No ocurre lo mismo con los comedores contenidos, que
BIOLOGICA
LIMITE DEL HAMBRE LIMITE DE LA SACIEDAD subdividen su ámbito de indiferencia mediante una “dieta
limitativa”, con la que determinan la ingesta de alimentos.
COMEDORES NORMALES Sometidos a ciertas normas, regulan el tipo y la cantidad
HAMBRE SACIEDAD de alimentos que les está permitido comer.
Los comedores contenidos gobiernan, por lo tanto, su
COMEDORES CONTENIDOS ingesta de alimentos de forma consciente y con mucha aten-
ción. Su zona de indiferencia es mayor que la de los come-
THOMAS BRAUN

HAMBRE SACIEDAD
dores normales, porque durante años han despreciado las
señales de alerta de su organismo —el hambre sobre todo—
LIMITE IMPUESTO POR LA DIETA y han dejado de ser sensibles a las mismas.

52 Mente y cerebro 02/2003


taciÛn, cuyas puntuaciones presentaron

CINETEXT
una relaciÛn directa con el Ìndice de masa
corporal. En un ensayo aleatorio reali-
zado en Utrecht con estudiantes, el
ochenta y cinco por ciento de los parti-
cipantes obesos se evidenciaron como
comedores contenidos. SÛlo el quince
por ciento eran comedores normales.
Herman ha integrado, junto con Janet
Polivy, el constructo de contenciÛn o
comedimiento en el modelo del lÌmite
en el comportamiento alimentario. Seg˙n
el mismo, los comedores contenidos fijan
lÌmites para regular la ingesta de ali-
mentos. Con ayuda de unas normas inten-
tan determinar quÈ y cu·nto comen y
beben.

La pérdida del control


La orientaciÛn consciente del compor-
tamiento alimentario requiere concentra-
ciÛn y atenciÛn. Mucho menor esfuerzo
supone la retroalimentaciÛn del propio
organismo. Si los comedores conteni-
dos se sienten capaces y est·n motivados
para concentrarse en el pleno gobierno
de su comportamiento alimentario, logran
atenerse a la dieta. Pero son dos los facto-
res que pueden alterar el control conscien-
te del comportamiento alimentario. En
primer lugar, cualquier forma de distrac-
ciÛn debilita la voluntad de controlar
dicha conducta. Un enfado puede bastar,
por ejemplo, para que se deje de poner
atenciÛn en lo que se come y en cu·nto
se ingiere. Evidentemente, tambiÈn la
ingesta de alcohol anula la capacidad de
control.
En segundo lugar, se da una paradoja
cuando un comedor reprimido advierte
que ha quebrantado su lÌmite dietÈtico.
De acuerdo con el modelo del lÌmite
renuncian totalmente al control sobre su
comportamiento alimentario y comen
hasta alcanzar su nivel m·s alto de indife-
rencia. Esta teorÌa se puso a prueba, pri-
mero a travÈs de un experimento cl·sico
que Peter Herman publicÛ en 1985, jun-
to con Deborah Mack, y cuyos resulta- 3. CUESTION DE PESO. Las mujeres obesas tienen más problemas para encontrar
dos fueron confirmados en m˙ltiples pareja, tal y como ridiculiza la reciente comedia cinematográfica “Amor ciego”. Hal
estudios realizados posteriormente. Se (representado por Jack Black), que hasta entonces sólo se había fijado en modelos
ofreciÛ a una parte de los participantes, delgadísimas, se somete a una sesión de hipnosis después de la cual ya sólo es capaz de
todos ellos comedores comedidos, un advertir la belleza interior. De esta forma encuentra a su mujer ideal en la obesa
batido con elevado contenido calÛrico,
Rosemary (Gwyneth Paltrow).
cuyo consumo implicaba una clara trans-
gresiÛn de sus lÌmites dietÈticos. En la
siguiente prueba, los sujetos tenÌan que
opinar sobre distintas variedades de bebido dos vasos tomaban menos helado caron a comer hasta alcanzar el lÌmite
helado. A los investigadores no les inte- que los que habÌan bebido uno solo. Los m·ximo de saciedad.
resaba tanto las valoraciones concretas comedores reprimidos reaccionaron de Uno de los puntos dÈbiles del modelo
cuanto la cantidad de helado ingerido. forma muy distinta. Tras la ingesta de la propuesto es su limitada capacidad ex-
Se demostrÛ que los comedores norma- bomba calÛrica se dedicaron a comer plicativa. Si bien describe el comporta-
les que habÌan tomado el batido comÌan mucho m·s helado que si hubieran estado miento del comedor contenido, no explica
menos helado que los que no habÌan inge- en ayunas. Al ingerir el batido habÌan por quÈ alguien adopta este patrÛn de con-
rido la bebida. Es m·s, los que habÌan arruinado su dieta, por lo que se dedi- ducta. Adem·s, existe una discrepancia

Mente y cerebro 02/2003 53


entre el concepto de la contenciÛn en la obesos y pacientes de peso normal a los valentes ante la comida. En un estudio
alimentaciÛn en que se basa la teorÌa y que se suministrÛ una dieta consistente los comedidos demostraron mayor en-
aquello que queda fuera del alcance de en un caldo insÌpido. El consumo calÛ- tusiasmo que los comedores normales
la misma. Si bien el comedor contenido rico de los pacientes obesos disminuyÛ con manifestaciones del tenor siguiente:
es una persona que est· intentando adel- en alrededor de una cuarta parte del ìquÈ bonito serÌa comer si no fuera por
gazar en ese preciso momento (estarÌa- aporte necesario para mantener su peso las calorÌasî.
mos ante un caso agudo), el cuestiona- corporal. En cambio, no se observaron Ante una situaciÛn de conflicto entre
rio de contenciÛn en la alimentaciÛn diferencias en el consumo de los pacien- objetivos, el comportamiento depender·
mide una actitud m·s duradera. Los tes de peso normal. Similares resultados siempre de la motivaciÛn predominante
comedores contenidos crÛnicos serÌan depararon un ensayo clÌnico con helado en ese momento. Para que un comedor
personas que en general se proponen de sabor agradable y helado al que se contenido persevere con una dieta baja
adelgazar (o al menos no engordar), pero habÌa aÒadido quinina para darle un sabor en calorÌas, la motivaciÛn de controlar
que no tienen por quÈ seguir un plan de amargo. Los obesos tomaban m·s helado su ingesta debe ser m·s intensa que la
adelgazamiento en cualquier momento que los de peso normal si el helado tenÌa motivaciÛn del placer. Al parecer, sÛlo
dado y que no siempre se ajustar·n a un sabor agradable. son capaces de esto cuando est·n real-
estrictas reglas dietÈticas. Que el gusto por la buena mesa se con- mente muy motivados para seguir la
Un tercer punto dÈbil de la teorÌa es vierta en un problema puede depender dieta y pueden volcar toda su energÌa
que deja escaso margen para la motiva- mucho de las preferencias de cada uno. mental en ella.
ciÛn del placer. Si se le pregunta a un Quienes gustan de pescado al horno y
comedor contenido por quÈ ha que- ensaladas no deberÌan padecer proble- Un naipe marcado
brantado su dieta, øresponderÌa real- mas de peso. Distinta es la situaciÛn de El desarrollo de una comida se presenta
mente que no ha sabido respetar las reglas los que suspiran por hamburguesas, estructurado. Al principio dominan los
que Èl mismo se habÌa impuesto? M·s embutidos y dem·s alimentos ricos en estÌmulos que despiertan las motiva-
probable serÌa que contestara que habÌa grasas. La mayorÌa de los obesos perte- ciones placenteras. La comida despren-
comido demasiado porque estaba ri- nece a este ˙ltimo grupo y, por ello, acu- de un aroma seductor, que abre un sano
quÌsimo. mulan m·s grasas que las personas de apetito, exacerbado por la lectura de la
Para superar estas incoherencias, he peso normal. carta en el restaurante; antes de que uno
propuesto, para el comportamiento ali- Evidentemente, estos h·bitos ali- se dÈ cuenta, ya est· el copioso plato en
mentario, el Modelo de Utrecht, que se mentarios incrementan el riesgo de la mesa. SÛlo cuando irrumpe en nues-
funda en el conflicto entre objetivos. engordar mucho. Adem·s, la insatisfac- tra consciencia la imagen del plato vacÌo
A tenor del mismo, el problema central ciÛn con el peso corporal suele motivar con ese reborde de grasa o notamos que
de los obesos estriba en que les gusta co- el inicio de una dieta, que resultar· satis- nos aprieta el botÛn del pantalÛn, es
mer bien: son sibaritas. Avalan mi hipÛ- factoria, al menos a corto plazo. No tar- cuando emerge la motivaciÛn sobre el
tesis una enorme cantidad de ensayos que dar·n en volver a engordar, por lo que control. Uno recuerda con sentimientos
demuestran que el comportamiento ali- incoar·n otra nueva dieta, un ciclo que de culpa las buenas intenciones de seguir
mentario de las personas obesas depende los convertir· en comedores contenidos. la dieta a rajatabla del comienzo de la
del sabor del alimento, en mucha mayor Su comportamiento alimentario se carac- velada. Pero dado que ya la hemos echado
medida que en personas de peso normal. teriza ahora por un conflicto entre obje- a perder, podemos acabar la cena con un
Si los obesos comen m·s que el resto es tivos opuestos: quieren disfrutar de la buen postre.
porque les gusta lo que est·n comiendo. comida, pero tambiÈn controlar su peso. En este juego de alternancias se mez-
Para contrastar esta hipÛtesis, se rea- Como es de esperar, los comedores clan, adem·s, factores cognitivos. Se
lizÛ un estudio clÌnico con pacientes reprimidos tienen sentimientos ambi- requiere m·s atenciÛn para conseguir
controlar el peso que para disfrutar de
la comida. Toda distracciÛn durante la
comida mermar· nuestra capacidad de
control sobre las calorÌas que ingerimos.
El hedonismo gana la partida.
Los comedores contenidos se enfren-
tan a otro problema. A no ser que estÈn
pasando hambre en ese preciso momento,
la motivaciÛn de controlar las calorÌas
que se ingieren act˙a en sentido contra-
rio. El lector, a buen seguro, habr· expe-
rimentado el fenÛmeno de alg˙n pensa-
miento inquietante que, cuanto m·s se
quiere apartar de la mente, m·s inten-
samente domina nuestro cerebro. Algo
parecido a cuando se ha preparado para
alguien una sorpresa que se quiere man-
tener a toda costa en secreto, pero que
se termina pregonando a la primera de
cambio.
En ausencia de control cognitivo, la
motivaciÛn crÛnica por adelgazar podrÌa
tener la consecuencia paradÛjica de

54 Mente y cerebro 02/2003


Aumento de peso por distracción
Los comedores contenidos consiguen reducir su peso si se
concentran en el cumplimiento de sus reglas dietéticas. 300
Pero si se distraen, su intención de comer menos puede dar CONTENIDO CALORICO 274,6
el resultado contrario: acaban comiendo más. ELEVADO
Para probar esta teoría, el autor se sirvió de un experimento
en el que se influía sobre las motivaciones y la capacidad 250 CONTENIDO CALORICO 234,9

CONSUMO MEDIO
para regular el comportamiento alimentario de los partici- BAJO
pantes. Se hizo creer a los individuos que el objetivo del
estudio estribaba en valorar dos tipos de helado, uno rico 200
en contenido calórico, el otro pobre. 186,0
Se influyó sobre su capacidad de control de forma selec-
tiva. A un grupo de participantes se les permitió que se 154,6
concentraran plenamente en la supuesta prueba degusta- 150

THOMAS BRAUN
tiva, mientras que a otros se les distrajo durante la realiza-
ción del cometido propuesto. De acuerdo con las expecta-
tivas, los comedores contenidos restringían su consumo del
helado supuestamente más rico en calorías, siempre y cuando 100
SIN DISTRACCION CON DISTRACCION
estuvieran concentrados. Sometidos a distracción, por el
contrario, el consumo aumentaba de manera considerable.

impulsar ingestas exageradas de ali- sobre el sabor de distintas variedades de Por otro lado, el sobrepeso no debe-
mento. SerÌa el caso de los comedores helado. AcontinuaciÛn se les solicitÛ que rÌa plantearse ˙nicamente desde el punto
contenidos que no se encuentran en una pusieran por escrito lo que les habÌa pasado de vista de la ingesta de calorÌas, sino
fase de dieta y que, en otras palabras, co- por la cabeza mientras realizaban la tambiÈn desde la Ûptica de su consumo.
merÌan m·s porque en realidad querrÌan prueba. Su habilidad en la cata intere- No se trata de ponerse a correr ahora
comer menos. saba menos que los pensamientos rela- mismo, pero utilizar menos el coche y
Da cuenta de esta contradicciÛn la teo- cionados con el control de las calorÌas caminar asegura una reducciÛn de peso.
rÌa de los ìprocesos paradÛjicosî, publi- (ìcuidado con el helado, que engordaî). Sobre todo hay que ser cauto en las expec-
cada en 1994 por Daniel Wegner, hoy en Se confirmaron las expectativas al com- tativas. La combinaciÛn de una alimen-
la Universidad de Harvard. La adopciÛn probar que este tipo de pensamientos era taciÛn pobre en grasas y el ejercicio fÌ-
de determinadas actitudes contradice la m·s frecuente entre comedores comedi- sico ayuda a combatir la obesidad, aunque
intenciÛn original y aboca al individuo dos, especialmente si en ese momento se no la elimina. La ventaja radica en que es
a la situaciÛn que pretendÌa evitar. Weg- afanaban por perder peso. posible reducir los riesgos para la salud
ner y sus colaboradores comprobaron la A˙n m·s, estos ˙ltimos comÌan menos asociados a la obesidad.
influencia de estos procesos paradÛjicos cuantos m·s pensamientos de control El entorno tambiÈn puede inducir un
sobre el pensamiento y el comporta- expresaban, en tanto que los otros come- cambio de actitud hacia una alimentaciÛn
miento en numerosos estudios. Obser- dores contenidos ingerÌan incluso m·s m·s sana. El hecho de que los padres
varon que un sujeto sÛlo era capaz de helado. Los casos estudiados demues- obesos suelan tener hijos obesos no es
reprimir determinados pensamientos o tran que una voluntad de adelgazamiento sÛlo una cuestiÛn hereditaria, sino tam-
tendencias comportamentales, si se con- mantenida de forma crÛnica sin una biÈn de los h·bitos alimentarios que se
centraba en ese preciso cometido. En motivaciÛn aguda por controlar el con- transmiten a los niÒos. La obesidad in-
cuanto se le distraÌa, actuaba de forma sumo alimentario conduce a una ingesta fantil puede combatirse mediante una
totalmente contraria. Seg˙n Wegner, el excesiva. Una variante de este ensayo alimentaciÛn sana en el seno del entorno
Èxito de nuestros esfuerzos por contro- (vÈase el recuadro ìAumento de peso familiar. Es el punto de partida crucial
larnos depende, sobre todo, de las habi- por distracciÛnî) proporcionÛ resulta- para el desarrollo posterior del individuo.
lidades cognitivas invertidas. dos similares.
Durante los ensayos descritos, Wegner øQuÈ han de hacer los obesos? El autor,
obligaba a que los individuos invirtie- lejos de recomendar que coman menos,
ran sus habilidades cognitivas en otros aconseja que coman de forma distinta.
cometidos. El origen de la disminuciÛn En lugar de reducir las calorÌas, deberÌan WOLFGANG STROEBE es catedrático de
de la capacidad cognitiva tambiÈn puede esforzarse por reducir parte de las gra- psicología social en la Universidad de Utrecht.
radicar en una motivaciÛn mermada. sas de su alimentaciÛn. Aun cuando al
SerÌa el caso de los comedores conteni- principio les cueste apreciar la comida Bibliografía complementaria
dos que no est·n en fase de dieta. baja en grasas, pronto la encontrar·n L EHRBUCH DER G ESUNDHEITSPSYCHOLOGIE .
Las primeras observaciones sobre la sabrosa. (La experiencia lo demuestra.) E IN S OZIALPSYCHOLOGISCHER A NSATZ .
apariciÛn de procesos paradÛjicos en tales Entonces resultar· superflua la necesi- W. Stroebe, M. Stroebe. Verlag Dietmar
condiciones se realizaron en un estudio dad de controlar constantemente las calo- Klotz; Eschborn, 1998.
en el que los participantes debÌan opinar rÌas durante la comida.

Mente y cerebro 02/2003 55


La mente en
la conducción
Quién sabe si, andando el tiempo, el hombre adquirirá, por evolución biológica,
capacidades innatas que le permitan mayor soltura en la conducción.
De momento, la ciencia busca comprender los motivos de nuestra torpeza
ante determinadas situaciones de tráfico. Con ello se propone recortar la cifra de accidentes

Manfred Spitzer aportar luminosidad a esas vÌas obscu- mayor luminosidad se conducÌa m·s
ras. Por fortuna para nosotros, hubo un r·pido, lo que elevÛ el riesgo de acci-

S
eg˙n las estadÌsticas, alrededor planteamiento cientÌfico de la instala- dente. Este inesperado efecto colateral
del 38 por ciento de los acciden- ciÛn de los reflectores. En cada caso, se sÛlo puede entenderse desde la psicolo-
tes de tr·fico se producen por- escogieron dos carreteras similares; a una gÌa del conductor: la vivencia subjetiva
que el conductor se distrajo o se de ellas, se la dotaba de los reflectores, de visibilidad superior evoca una cal-
durmiÛ. La cifra sube al 50 por ciento y se esperÛ a ver los resultados. La cifra zada segura y, con ello, la sensaciÛn de
cuando no discerniÛ correctamente la de accidentes hablaba con elocuencia, que podemos correr m·s, con todo lo que
din·mica del tr·fico, no atendiÛ a las pero no en el sentido imaginado: las vÌas ello entraÒa.
condiciones clim·ticas o no supo medir iluminadas con reflectores registraban En el ejemplo que exponemos a con-
un adelantamiento. øA quÈ se deben tales m·s accidentes. tinuaciÛn se hace patente tambiÈn que
comportamientos errados en determina- øQuÈ habÌa pasado? Como mostraron el conductor deberÌa desconfiar de sus
das situaciones? øCÛmo prevenirlos? an·lisis posteriores, en las carreteras con capacidades perceptivas. Cada otoÒo nos
En su investigaciÛn sobre el com-
portamiento del conductor los psicÛlo-
gos han abordado el problema de forma
general. En esa lÌnea, se han esforzado
por caracterizar el talante especÌfico de
los ìconductores-accidenteî arquetÌpi-
cos. Sin Èxito. Cierto es que hay grupos
de riesgo; por ejemplo, los jÛvenes reciÈn
salidos de la autoescuela. Pero no se ha
avanzado mucho m·s en la personali-
zaciÛn.
En cambio, se han cosechado unos
resultados sorprendentes a travÈs de un
estudio muy sencillo realizado por psi-
cÛlogos escandinavos. En Suecia y
Noruega las noches son largas y los cre-
p˙sculos se demoran. Se trata de paÌses
que, al propio tiempo, conceden una aten-
ciÛn especial a la seguridad vial. En ese
marco, las autoridades competentes
empezaron a proteger, con reflectores
laterales, carreteras secundarias que, por
el terreno escabroso, presentan un tra-
zado muy sinuoso. Se proponÌan, pues,

56 Mente y cerebro 02/2003


CORBIS / LESTER LEFKOWITZ
1. CREATIVIDAD VIARIA. A las carreteras les está permitido todo, excepto que sean
llegan las mismas noticias de acciden- aburridas.
tes m˙ltiples en autopistas con niebla.
Por citar la m·s cercana a nuestro cen-
tro de trabajo, la A8 de Ulm registra, aÒo En dicho ensayo se pone, adem·s, de nuestra concentraciÛn. Pero se sabe desde
tras aÒo, un rosario de colisiones en manifiesto, una caracterÌstica imprevi- hace tiempo que nuestro ìfoco de aten-
cadena, vÌctimas mortales y heridos. sible del sistema visual humano, que por ciÛnî no es divisible; por lo tanto, en un
øLocos al volante? cierto no es Ûptima para la conducciÛn determinado momento, puede alumbrar
Los experimentos realizados sobre la de automÛviles: las personas procesan sÛlo un concepto en el campo de la con-
percepciÛn de la velocidad han aportado el contraste y la velocidad de manera ciencia. Significa ello que, en numero-
una explicaciÛn de los accidentes en con- interdependiente, de suerte que, al dis- sas ocasiones, el conductor no puede en
diciones de niebla que no echa toda la minuir el contraste, percibimos mal la absoluto tomar nota, a un mismo tiempo,
culpa a la irresponsabilidad del conduc- velocidad. Quien conduce en la niebla de todas las seÒales que se encuentran
tor sin escr˙pulos. El grupo dirigido por tiene, por lo tanto, la impresiÛn de que al borde de la carretera. A la pregunta
R. J. Snowden, de la Universidad de Ga- lo hace m·s despacio de lo que ocurre del agente de tr·fico: ìPero, øno vio us-
les, ideÛ un ensayo en un simulador de en realidad. ted la seÒal?î, habrÌa que responder en
tr·fico, donde los conductores debÌan justicia: ìCon esta densidad de tr·fico y
desenvolverse por una carretera normal. Extraviado en el bosque de señales la cantidad de seÒales, øcÛmo hubiera
DebÌan mantener en el mismo tramo tres No sÛlo los conductores. Los entes respon- podido reparar en ella?î.
velocidades especÌficas: 60, 80 o 120 ki- sables de la red viaria deberÌan prestar No es infrecuente que el diseÒo de la
lÛmetros por hora. El cielo, tambiÈn si- mayor atenciÛn a la limitada capacidad seÒal desconcierte, en vez de indicar con
mulado, estaba despejado, calinoso o humana para procesar informaciÛn. claridad algo. Desde hace cerca de setenta
nublado. øResultado? Los voluntarios CiÒ·monos al bosque de seÒales que ja- aÒos se sabe que en la percepciÛn pueden
del ensayo conducÌan m·s deprisa cuanto lonan nuestras carreteras. Un letrero es, surgir ìfenÛmenos de interferenciaî. Si he
peor era la visibilidad. por definiciÛn, un aviso que reclama de nombrar la palabra ìrojoî escrita con

Mente y cerebro 02/2003 57


VELOCIDAD DE CONDUCCION
160
112 Km/h

REAL (Km/h)

VELOCIDAD
120
80 Km/h
80
48 Km/h
40
DESPEJADO NUBLADO
CALINOSO
CONDICIONES METEOROLOGICAS

2. CUESTION NEBULOSA. Cuanto


menos contraste ofrece la imagen de la
carretera por la que se conduce (de arriba
abajo), solemos subestimar más la
velocidad a la que viajamos. En el ensayo
virtual, los sujetos, que debían mantener
una determinada velocidad constante,
conducían más rápido cuanto más
nublado estaba el entorno; es decir,
cuando menos contraste presenta éste.

tinta azul, necesito m·s tiempo que cuando


coinciden significado y color. Este efecto
descrito por el psicÛlogo estadounidense
John Ridley Stroop en 1935, se presenta
siempre que el contenido y la forma de
una informaciÛn entran en conflicto.
Tal acontece en muchas seÒales de tr·-
fico. Atendamos por un instante a la seÒal
informativa de la figura 3. øQuÈ sentido
debo tomar para ir a Altdorf? AquÌ, acer-
tar en la decisiÛn requiere la concurren-
cia de bastantes recursos cognitivos,
recursos que se emplearÌan mejor para
prestar atenciÛn a los vehÌculos que vie-
nen contra nosotros o a la seÒal de paro.
No todos los factores que intervienen
en la conducciÛn admiten una investi-
gaciÛn suficiente por medio de la obser-
vaciÛn y la mediciÛn del comportamiento.
Pero gracias a los mÈtodos establecidos
por la neurociencia cognitiva, disponi-
IMAGENES DE MANFRED SPITZER; GRAFICA DE THOMAS BRAUN BASADA EN SNOWDEN et al. 1999

bles desde hace unos aÒos, se abren nue-


vas posibilidades. Antes, se asociaba el
cerebro del conductor a una ìcaja negraî,
donde sÛlo podÌan estudiarse el ìinputî
(percepciÛn) y el ìoutputî (comporta-
miento). Los nuevos mÈtodos permiten
mirar dentro de la misma. Desde hace unos
diez aÒos, con la tomografÌa de resonan-
cia magnÈtica funcional (TRMf) pode-
mos en buena medida acercarnos al cere-
bro en funcionamiento. Nos visualiza la
sangre oxigenada, que se intensifica
cuando fluye por las ·reas activadas.
Desde hace unos tres aÒos nuestro
grupo, constituido por neurocientÌficos,
ingenieros y psicÛlogos de la Universidad
de Ulm, trabajamos conjuntamente con
un equipo de la empresa DaimlerChrysler,

58 Mente y cerebro 02/2003


para caracterizar los mecanismos cere- de la percepciÛn y el pensamiento espa-
brales puestos en juego durante la con- cial, asÌ como las de la planificaciÛn y
ducciÛn de automÛviles. El fin ˙ltimo es- la ejecuciÛn de movimientos. Pero con ALTDORF
triba en esbozar sistemas de asistencia la comparaciÛn de conductor y copiloto
que faciliten a los conductores desen- vino la sorpresa (vÈase la figura 3). Al
volverse en diferentes situaciones. Para conducir, nuestro cerebro se manifiesta NEUSTADT
nosotros lo lÛgico hubiera sido refugiar- menos activo que el del copiloto.
nos en la tomografÌa de resonancia mag- Tan sorprendente resultado invita a
nÈtica funcional. Pero es m·s f·cil decir- especulaciones de todo tipo. Si bien, 4. DESORIENTACION PERFECTA:
lo que hacerlo: un tomÛgrafo moderno aflora siempre la misma interpretaciÛn: ¿Por dónde se va a Altdorf?
de resonancia magnÈtica pesa entre cua- ìclaro, cuando llevo el coche estoy atento
tro y seis toneladas, su im·n supercon- a una sola cosa; en cuanto copiloto, por
ductor est· refrigerado con helio lÌquido el contrario, puedo observar el paisaje y nos queda menos capacidad libre para
(ñ268,93o Celsius) y el equipo completo entretenerme en muchas otras cosas. No conducir; de acuerdo con los principios
no puede instalarse en un vehÌculo. es de maravillarse que mi cerebro se fundamentales de la psicologÌa de tr·-
Tomamos el camino inverso. Hicimos manifieste m·s activoî. Reflexiones fico, aumentarÌa la probabilidad de acci-
conducir a las personas estudiadas en el como Èsta son plausibles cuando uno dente. Pero, øpuede mantenerse esa lÌnea
tomÛgrafo. Para tal experimento se ne- argumenta desde un punto de vista bio- argumentativa si, como ilustran nues-
cesita un software que simule la con- lÛgico evolutivo: ante un peligro, para tros resultados, la conducciÛn no va nece-
ducciÛn, un hardware especial de alma- nuestros antepasados pudo haber resul- sariamente acompaÒada de una mayor
cenamiento, unas gafas modificadas de tado ventajoso activar sÛlo las pocas actividad cerebral, es decir, de una ma-
realidad virtual y un grupo de volun- ·reas cerebrales que eran indispensables yor capacidad de procesamiento?
tarios. en una huida veloz. En pocas palabras, Para resolver la cuestiÛn habrÌa que
sÛlo sobrevivÌa el que no pensaba mucho realizar nuevos experimentos. Sin em-
La mente del copiloto durante la escapada. bargo, podemos afirmar ya que algunas
Para nuestro primer estudio utilizamos En psicologÌa de tr·fico se conside- regulaciones precipitadas, aunque acer-
el programa ìConductor loco IIî, un ran nuestros datos desde la perspectiva tadas o hasta plausibles psicolÛgicamen-
juego de ordenador. Apoyados en el de planteamientos concretos. Cuando, te, pueden ser contraproducentes. Vol-
mismo, simulamos en el tomÛgrafo de por ejemplo, se prohibiÛ el uso de telÈ- vamos al problema del telÈfono mÛvil
resonancia magnÈtica una carrera en fonos mÛviles en el coche, se justificÛ en el coche. A diferencia de la radio
coche por las calles de Hamburgo. jurÌdicamente apelando al ìmodelo de incorporada, cuando estoy hablando por
Participaron doce voluntarios; cada uno recursos cognitivos limitadosî. A tenor telÈfono no quiero que se me pierda nada
debÌa conducir lo m·s r·pido posible, del mismo, durante la conducciÛn dis- de la conversaciÛn. Y en comparaciÛn
aunque sin estrellarse. ponemos sÛlo de una cantidad limitada con un di·logo con el copiloto, la lla-
Para descubrir quÈ actividad cerebral de capacidad de c·lculo neuronal. Si esta mada telefÛnica tiene la desventaja de
es causada especÌficamente por la con- capacidad es requerida por una activi- que la persona que est· en el otro extremo
ducciÛn, comparamos las im·genes de dad adicional, como el uso de un mÛvil, de la lÌnea no sabe cu·l es mi nivel de
TRMf obtenidas del ìconductor activoî
con las im·genes recabadas en ìsituaciÛn
de calmaî; en esta ˙ltima, la persona
estudiada se limita a contemplar una ima- a b
gen est·tica del juego de vÌdeo. En un
segundo experimento de control, la per-
sona estudiada desempeÒÛ el papel de
ìcopilotoî: podÌa mirar cÛmo se movÌa
el mundo ante Èl mientras se conducÌa,
pero sin guiar el volante.
En un primer momento llegamos a los
resultados que cabÌa esperar. En la cor-
teza cerebral del ìconductorî se activa-
ron las ·reas que se supone responsables

3. LA ACTIVIDAD CEREBRAL DEL c d


CONDUCTOR es bastante menor que la
del copiloto. a, b: zonas que están activas
exclusivamente en el conductor, y no en el
copiloto. c, d : el copiloto moviliza muchas
más zonas cerebrales en comparación con
las del conductor. La actividad en la
MANFRED SPITZER

corteza sensomotora izquierda depende,


en conjunto, del manejo del volante con
la mano derecha.

Mente y cerebro 02/2003 59


Del laboratorio a la calle
La unión hace la fuerza. La tomografía de resonancia mag-
nética funcional ofrece una serie de ventajas. A diferencia
de la tomografía por emisión de positrones (PET) o la tomo-
grafía computerizada por emisión de un solo fotón (SPECT),
ésta funciona sin emisiones radiactivas comparables y posee
una resolución espacial muy alta, en la actualidad de unos
tres milímetros. No está, empero, exenta de inconvenientes.
Así, la capacidad de resolución temporal de la TRMf, con
unos cientos de milisegundos, es menor que el procedi-
miento electrofisiológico; por ejemplo, en la medición de
potenciales con relación a un suceso (PRS) con el que se
valora la respuesta EEG ante un estímulo.
Para caracterizar procesos cerebrales con una alta resolu-

DAIMLERCHRYSLER
ción temporal y espacial, vale la pena combinar los méto-
dos de TRMf y de PRS. A través de pruebas en el simula-
dor de conducción y el escáner nos es dado conocer qué
sectores en el cerebro se activan o desactivan en determi-
nadas situaciones; después, pueden incorporarse los estu- LLENO DE CABLES. A través de las mediciones de las señales
dios de PRS tanto en el simulador como en situaciones rea-
de EEG mientras ocurren situaciones de conducción reales, se
les de conducción “en la calle”. Los resultados de este tipo
de pruebas permitirán conjuntar nuevos sistemas de asis- pueden complementar y comprobar en el vehículo los
tencia con la forma de operar del cerebro. resultados adquiridos con el tomógrafo.

presiÛn debido al tr·fico en ese momento. nal muestran que el pensamiento oral dos no resuelven el problema. Por el con-
Si el peligro acecha, el copiloto opta por entorpece la actividad de las zonas cere- trario: quien sostiene un telÈfono mÛvil
callarse, no asÌ el interlocutor telefÛ- brales que son responsables de la per- en la mano es al menos consciente de que
nico, que desconoce la situaciÛn. cepciÛn visual. A pesar de que este resul- sÛlo tiene una mano en el volante; es
Los experimentos realizados con tomo- tado, a primera vista, apunta en una decir, que debido a la llamada por telÈ-
grafÌa de resonancia magnÈtica funcio- direcciÛn parecida a la del modelo gene- fono est· incapacitado de una mano y con-
ral de recursos cognitivos limitados, deja ducir·, por lo tanto, con mayor precau-
en claro que los aparatos telefÛnicos de ciÛn. En consecuencia, los riegos de
manos libres actualmente recomenda- accidente mientras se hacen llamadas
5. VIAJE VIRTUAL a través de Hamburgo. con aparatos de manos libres serÌan m·s
altos que sin Èstos.
La incorporaciÛn creciente de tÈcni-
cas de informaciÛn en el automÛvil (pri-
mero radio, despuÈs telÈfono y pronto
Internet) plantea problemas de saturaciÛn
de estÌmulos. Por atractivo que resulte
poder conversar con el ordenador de a
bordo en viajes rutinarios, los sistemas
de asistencia del futuro no deberÌan sobre-
cargar al conductor con informaciÛn
innecesaria. En ese punto pueden ser ˙ti-
les tambiÈn los datos obtenidos de nues-
tras investigaciones cerebrales. Demos-
tramos, hace un par de aÒos, que las
mujeres activan zonas cerebrales dis-
tintas de las puestas en funcionamiento
por los varones, cuando ìnaveganî en un
laberinto. Una misma tarea, pues, se eje-
cuta de un modo diferente de acuerdo con
el gÈnero; por el laberinto las mujeres
se orientan de un modo preferentemente
oral, mientras que los varones lo hacen
de una forma espacio-visual.
MANFRED SPITZER

Se trata de un descubrimiento que bien


podrÌa aprovecharse en la emisiÛn per-
sonalizada de informaciÛn por parte de

60 Mente y cerebro 02/2003


los sistemas de navegaciÛn por satÈlite.
Si conduce ella, se requieren instruc-
ciones habladas (ìdespuÈs de la prÛxima
floristerÌa, a la izquierdaî); si Èl, podrÌa
orientarse mejor con una flecha en el
mapa de un monitor. Ahora bien, si los
sistemas de ubicaciÛn que se utilizan
ahora presentan ambas formas, proba-
blemente se estÈ enviando excesiva infor-
maciÛn al conductor.
Para salir al paso de ese exceso, se
han ideado sistemas que transmiten al
conductor seÒales de tr·fico pertinen-
tes, sin que el sujeto lo advierta. Hay
vehÌculos de prueba que, por medio de
videoc·maras y procesadores de imagen
inteligentes, reconocen de un modo auto-
m·tico una seÒal de paro. Si la misma
seÒal se le mostrara de forma llamativa
al conductor, se correrÌa el peligro de dis-
traer su atenciÛn puesta en la situaciÛn
del tr·fico.
Mejor serÌa aprovechar la percepciÛn
subliminal. En nuestro laboratorio estu-
diamos ese fenÛmeno en su generalidad
y en su aplicaciÛn concreta al problema
del tr·fico. Aunque una informaciÛn mos-
trada en sÛlo treinta milisegundos no entre
en el campo de la percepciÛn consciente,
sÌ puede ìprecondicionarnosî. De acuerdo
con la investigaciÛn realizada, una seÒal
de paro indicada en un lapso brevÌsimo
de tiempo en una pantalla, invisible por
lo tanto, modifica en unos 50 milisegun-
dos una frenada r·pida. Cabe pensar, pues,
que el automÛvil del futuro porte, detr·s
del volante, una pantalla que nos avise
subliminalmente del peligro. Importa ello
m·s que el tacÛmetro y otros instrumen-
tos. Se habr· dado asÌ un paso m·s en la
prevenciÛn de accidentes cuya causa no
reside tanto en los socorridos ìerrores
humanosî cuanto en los lÌmites de nues-
tra capacidad de percepciÛn.

MANFRED SPITZER, catedrático de la


Universidad de Ulm, dirige la clínica de psi-
quiatría adscrita a la misma.

Bibliografía complementaria
S PEED P ERCEPTION F OGS U P A S V ISIBILITY
DROPS. R. J. Snowden et al., en Nature, vol.
392, pág. 450; 1998.
U NDERSTANDING D RIVING. A PPLYING
C OGNITIVE P SYCHOLOGY TO A C OMPLEX
EVERYDAY TASK. J. A. Groeger. Psychology
Press, LTD; East Sussex, 2000.
T HE N EURAL C ORRELATES OF D RIVING .
H. Walter et al., en Neuroreport, vol. 12,
pág. 1763; 2001.

Mente y cerebro 02/2003 61


Corrección
de los errores
de razonamiento
Se ha obtenido la primera demostración de que los errores de razonamiento tienen base cerebral:
la activación de áreas cerebrales "inadecuadas" induce a errores. Cuando se aprende a inhibir estas
activaciones perturbadoras, se razona con lógica

formales m·s tarde. La clave del de- templaba una autÈntica realidad cere-
Olivier Houdé, Sylvain Moutier, sarrollo y del funcionamiento cognitivos bral en correspondencia con el estadio
Laure Zago, Nathalie Tzourio-Mazoyer reside entonces en la coordinaciÛn lÛgica de las operaciones formales, el hecho es
de las informaciones. que carecÌa de mÈtodos de obtenciÛn de

S
abemos, desde AristÛteles, que la Si bien Piaget, psicÛlogo por profe- im·genes para poderla observar. Se vio,
esencia del razonamiento huma- siÛn, pero biÛlogo de formaciÛn, con- pues, limitado al estudio experimental
no es el logos, nociÛn que denota de los mecanismos psicolÛgicos de las
tanto a la razÛn (lÛgica) como operaciones lÛgicas.
al lenguaje. Pero ya en el siglo XVII, RenÈ En contraposiciÛn con Piaget, la psi-
Descartes nos hizo ver, en su Discurso cologÌa cognitiva del razonamiento de-
del MÈtodo, que tambiÈn el hombre ha mostrÛ, en el perÌodo de 1960 a 1980, que,
de aprender a reorientar su intelecto, a en determinadas situaciones, adolescen-
reconducir sus errores de razonamiento tes y adultos óindividuos lÛgicos, seg˙n
hacia el pensamiento lÛgico. Piagetó incurrÌan sistem·ticamente en
Seg˙n Jean Piaget (1896-1960), estu- errores de deducciÛn, denominados ses-
dioso de la psicologÌa infantil en la gos de razonamiento, tal como Descartes
Universidad de Ginebra, el pensamiento habÌa anticipado ya.
lÛgico o formal, tambiÈn llamado hipo- En consecuencia, un problema impor-
tÈtico-deductivo, se instala hacia los 14 tante de las neurociencias cognitivas, de
o 15 aÒos, en la adolescencia. Piaget se la psicologÌa del desarrollo y de las cien-
esforzÛ en demostrar que la lÛgica cons- cias de la educaciÛn, consiste en el estu-
tituye la forma Ûptima de la adaptaciÛn dio de los fundamentos cerebrales de los
biolÛgica, construida por etapas sucesi-
vas, desde el cerebro del neonato hasta
1. EN LOS DISTINTOS EXPERIMENTOS errores o de los sesgos de razonamiento,
amÈn de los mecanismos que permiten
realizados por los autores sobre sujetos
el del adolescente; etapas que van desde reconducir al intelecto hacia el pensa-
las adaptaciones sensorialess y motri- voluntarios se utilizó un ordenador. Se miento lÛgico. Para este tipo de estudios
ces elementales hasta las adaptaciones pide seleccionar las formas y los colores se utiliza el procedimiento del aprendi-
cognitivas, concretas en un principio, que responden a “reglas deductivas”. zaje experimental: una especie de ìpeda-

62 Mente y cerebro 02/2003


2. EN LOS TESTS HIPOTETICO-
DEDUCTIVOS se les solicita a los
voluntarios que jueguen con formas
coloreadas expuestas en la pantalla de un
ordenador, para que respondan a reglas
del tipo: “Si hay un cuadrado rojo a la
izquierda, ha de haber un círculo amarillo
a la derecha” (arriba), o bien, “Si hay un
rectángulo azul a la izquierda, no ha de
haber ningún cuadrado verde a la
derecha” (abajo). Todos los participantes
tuvieron éxito en estos dos problemas.

gogÌa de laboratorioî, que modifica la


capacidad para realizar una tarea bajo el
efecto de una interacciÛn controlada con
el ambiente.

Del cerebro perceptivo


al cerebro lógico
Tal es la tarea que hemos emprendido
mediante experiencias que se apoyan en
la tomografÌa por emisiÛn de positrones,
tÈcnica de formaciÛn de im·genes que
proporciona un acceso a la actividad
cerebral. Dichos estudios han sido rea-
lizados en el grupo que dirige Bernard
Mazoyer. A los participantes se les pide,
por ejemplo, que lean en la pantalla de
un ordenador una regla deductiva tal
como ìSi hay un cuadrado rojo a la iz-
quierda, ha de haber entonces un cÌrculo
amarillo a la derechaî, debiendo, a con-
tinuaciÛn, seleccionar con el ratÛn del
ordenador, entre las diversas figuras mos- 3. PARA RESOLVER este test deductivo se ha de hacer falsa la regla: “Si no hay un
tradas en la pantalla (que consisten en cuadrado rojo a la izquierda, ha de haber un círculo amarillo a la derecha”. El personaje
formas geomÈtricas simples de varios de la figura se ha equivocado, lo mismo que el 90 por ciento de las personas del ensayo,
colores), dos que verifiquen la regla. que dan la respuesta: un cuadrado rojo a la izquierda de un círculo amarillo. Se trata
Todos los sujetos, sin excepciÛn, sit˙an de un error de emparejamiento perceptivo. Para que la regla sea falsa se requiere que
un cuadrado rojo a la izquierda y un
el antecedente sea verdadero, es decir, no situar ningún cuadrado rojo a la izquierda
cÌrculo amarillo a la derecha. Podemos
tambiÈn introducir una negaciÛn en el (se pone, por ejemplo, un cuadrado verde) y la conclusión, falsa, es decir, no colocar un
círculo amarillo a la derecha (se coloca, por ejemplo, un rectángulo azul a la derecha).
TODOS LOS DIBUJOS SON DE JEAN-MICHEL THIRIET

Mente y cerebro 02/2003 63


consecuente (la segunda proposiciÛn): ìSi no hay ning˙n cuadrado rojo a la øQuÈ figuras habrÌa seleccionado el
ìSi hay un rect·ngulo azul a la izquierda, izquierda, entonces hay un cÌrculo ama- lector? øUn cuadrado rojo a la izquierda
entonces no hay ning˙n cuadrado verde rillo a la derechaî, debiendo ser selec- de un cÌrculo amarillo? En tal caso se
a la derechaî. TambiÈn en este caso tiene cionadas con el ratÛn dos formas geo- habrÌa equivocado, pero no nos ator-
Èxito la totalidad de los participantes. mÈtricas que den a la regla valor de mentemos: °m·s del 90 por ciento de
No hay de quÈ asombrarse. M·s sor- falsedad. Los tests de este tipo se deno- quienes realizan el test se equivocan!
prendente es, en cambio, el resultado de minan, en psicologÌa y en lÛgica, tareas Se trata de un error de lÛgica que el
otro test. La nueva regla deductiva reza: de refutaciÛn de reglas condicionales. psicÛlogo Jonathan Evans, de la Uni-

Las condiciones de aprendizaje


Tomemos de nuevo la tarea mencionada al comienzo del ar- ¿Cómo procedemos? Presentamos cuatro tarjetas (A, D, 3 y
tículo. La regla deductiva es: “Si no hay ningún cuadrado rojo 7), cada una de las cuales tiene una letra por una cara y una
a la izquierda, ha de haber entonces un círculo amarillo a la cifra por la otra. Se colocan las cuatro tarjetas ante los parti-
derecha”; deben seleccionarse en la pantalla dos formas geo- cipantes, que han de indicar a qué tarjetas es imprescindible
métricas que hagan falsa esta regla. Para mejorar las bajas pun- dar la vuelta para que sea cierta la regla: “Si hay una A en el
tuaciones de los participantes en esta prueba (90 por ciento anverso de una tarjeta, entonces hay un 3 en el reverso”. La
de respuestas erróneas) contamos con tres tipos de estrate- respuesta errónea, correspondiente a un sesgo de empareja-
gias de aprendizaje; a saber: la inhibición de la estrategia per- miento perceptivo, sería A y 3. Este problema es conocido por
ceptiva, la explicación lógica y la repetición de la tarea. test de Watson.
Eliminemos de entrada la tercera, que no da resultado en Para que la regla sea verdadera hemos efectivamente de darle
absoluto: la repetición de una “tarea trampa” en la que no es la vuelta a A, para averiguar si tiene, o no, un 3 en el reverso;
comprendida la causa del error, no enmienda el error. pero la averiguación del signo que hay en el reverso del 3 es
En las condiciones de aprendizaje de la inhibición perceptiva innecesaria: o bien es una A, y la regla no cae en defecto, o
se busca la inhibición de los sesgos de razonamiento, es decir, bien es una D, y la condición requerida (que haya una A por
los emparejamientos perceptivos que son fuentes de error. uno de los lados) no se cumple: por consiguiente, la tarjeta 3
A tal fin emitimos “alertas” que previenen al sujeto sobre las no puede hacer que la regla sea falsa. En cambio, la segunda
trampas de razonamiento. Se le explica de dónde procede el tarjeta a extraer es la del 7: si tenemos una A por el reverso,
error; se le pone sobre aviso para que no caiga en la trampa, la regla es falsa. La respuesta correcta es, por lo tanto, A y 7,
es decir, para que no se deje engañar por las formas o los pues tan sólo estas dos tarjetas tienen capacidad para hacer
colores, con olvido de la consigna lógica. En la tercera estra- que la regla sea falsa, es decir, para presentar un caso en el que
tegia (la explicación lógica) nos contentamos con explicar la el antecedente es verdadero (A) y el consecuente (no-3) falso.
lógica de la tarea, sin explicitar las causas de los errores. En Al comienzo del aprendizaje todos los participantes come-
estos procedimientos se atiende a que el aprendizaje no con- ten el error de presentar el par A y 3 ( véase la figura a ).
sista simplemente en una instrucción específica de las res- Exponemos a continuación los dos procedimientos de apren-
puestas correctas o erróneas (“aprendizaje de lorito”), sino dizaje elegidos: la explicación lógica ( véase el supuesto b ) y
que se dirige a un mecanismo cognitivo más general. el aprendizaje de la inhibición de la estrategia perceptiva

EN LOS TESTS DE APRENDIZAJE, el sujeto ha de elegir entre cuatro la regla:“Si hay una A en una de las caras de una carta, entonces hay
cartas, a las que ha de dar la vuelta para comprobar la aplicación de un 3 en la otra”. Antes del aprendizaje, casi todos los sujetos yerran.

64 Mente y cerebro 02/2003


versidad de Plymouth, denomina ìsesgo (la primera proposiciÛn) es una nega- por ejemplo, un cuadrado verde a la
de emparejamiento perceptivoî. Y ello, ciÛn, y por otra, que se desea que la regla izquierda de un rect·ngulo azul. En este
a pesar de que el problema deductivo es sea falsa. Si el sujeto razonase seg˙n la caso, la respuesta lÛgica consiste en ir
elemental. De hecho, el adulto se deja tabla de verdad lÛgica, elegirÌa una situa- en contra de la percepciÛn de los ele-
engaÒar por la percepciÛn de los elemen- ciÛn en la cual el antecedente de la regla mentos citados en la regla, es decir, en
tos citados en la regla, en este caso, el fuese verdadero (no hay cuadrado rojo) contra del emparejamiento perceptivo.
cuadrado rojo y el cÌrculo amarillo, olvi- y el consecuente falso (no hay un cÌrcu- Ante la elevada tasa de fracasos en
dando, por una parte, que el antecedente lo amarillo); el sujeto podrÌa proponer, una tarea que, a priori, no parece com-

( supuesto c ). En la explicación lógica se expone de forma muy car de manera autónoma la solución correcta de la tarea de
“fría” cómo se ha de reflexionar para superar esta prueba ( b 1). selección de tarjetas. Acaban teniendo éxito mediante los
En el otro método de aprendizaje ( c 1), el “profesor” no se con- dos procedimientos ( b 2 y c 2). Ahora bien, ¿son equivalen-
tenta con esta enseñanza fría, sino que proporciona también tes? No, porque en la segunda etapa de la experiencia, se
“consejos de inhibición”, advierte al “alumno” en los casos repite el test con la tarea inicial (hacer falsa la regla: “Si no
en que corre el riesgo de dejarse engañar por sus percep- hay a la izquierda un cuadrado rojo, entonces ha de haber
ciones e introduce una dimensión emotiva en su enseñanza, un círculo amarillo a la derecha”) y se constata que el método
dimensión que no figura en el método precedente. de explicación estrictamente lógica fracasa ( b 3), mientras que
El procedimiento termina cuando los sujetos adquieren el el método de inhibición de los sesgos de razonamiento pro-
criterio de aprendizaje, es decir, cuando son capaces de expli- porciona resultados netamente superiores ( c 3).

DURANTE EL APRENDIZAJE TRAS EL APRENDIZAJE

b1 b2 b3

c1 c2 c3

PARA MEJORAR LOS RESULTADOS de los sujetos se utiliza, ora el gos de razonamiento (c1 a c3). Este segundo método, en el que el sujeto
aprendizaje lógico (b1 a b3), ora el aprendizaje de la inhibición de los ses- es advertido de los posibles errores de razonamiento, es más eficaz.

Mente y cerebro 02/2003 65


a c
O. HOUDE, GIN, UMR 6095, CNRS/CEA (gráfico); JEAN-MICHEL THIRIET (dibujos)
las operaciones lÛgicas formalesî, defi-
nido por Piaget, para lograr el estadio
ìprefrontalî y lÛgico.
Si bien la lÛgica constituye la forma
Ûptima de adaptaciÛn biolÛgica, se cons-
tata que en el cerebro en acciÛn, en todo
momento, incluido su estadio adulto,
pueden superponerse varias estrate-
gias de razonamiento, que compiten entre
sÌ, siendo frecuente que las respuestas
perceptivas les tomen la delantera a las
respuestas lÛgicas; m·s todavÌa: es la
inhibiciÛn cognitiva, desencadenada aquÌ
por un aprendizaje experimental, la que
b d revela ser la clave en el acceso a lÛgica
deductiva. AsÌ pues, la clave del enigma
del funcionamiento cognitivo no se ha
de buscar sÛlo en la coordinaciÛn lÛgica
de las informaciones, sino tambiÈn en una
funciÛn de inhibiciÛn y de filtrado de
algunas de tales informaciones. Al final
de un aprendizaje estrictamente lÛgico
ópor lo general, ineficazó no se observa
ninguna reconfiguraciÛn de las activa-
ciones cerebrales, que habrÌan de pasar
de la parte trasera del cerebro hacia la
delantera.
4. EL APRENDIZAJE de la inhibición de los errores de razonamiento se traduce
en una modificación del flujo sanguíneo cerebral. Cuando los sujetos yerran al serles Bases cerebrales
pedido que hagan falsa la regla lógica: “Si no hay cuadrado rojo a la izquierda, ha de
del error humano
Con mayor precisiÛn, las regiones acti-
haber un círculo amarillo a la derecha” (a, respuesta errónea), el riego sanguíneo es más vadas antes del aprendizaje, situaciÛn
intenso en las regiones posteriores y perceptivas del cerebro (b). Cuando se aprende a en la cual los participantes incurren en
inhibir sus errores (c, respuesta correcta), el riego sanguíneo se modifica, experimentando el error de emparejamiento perceptivo
mayor activación las regiones anteriores (prefrontales) (d). en m·s del 90 por ciento de los casos,
corresponden a una red neuronal pos-
terior bil·tera, que incluye tanto ·reas
unimodales, es decir, asociadas a una
plicada, nos interrogamos sobre los posi- razonamiento tendidas. El propÛsito de modalidad sensorial particular, y noto-
bles mecanismos responsables de los tales advertencias es evitar que el sujeto riamente, a la visiÛn, como ·reas hete-
errores de razonamiento de este tipo. se deje desorientar por las formas o los romodales (en las que son tratados varios
Para abordar tal cuestiÛn, hemos pos- colores, y centre, en cambio, toda su sentidos). Se trata de zonas situadas en
tulado que la dificultad para el adulto se atenciÛn sobre la consigna lÛgica. Se la parte posterior del cerebro (regiones
debe, en este caso, a que entran en conflic- comprueba que, por sÌ solo, este apren- occipito-temporales) o en su parte alta
to dos estrategias de razonamiento, que dizaje es eficaz: la tasa de Èxitos, ini- (regiones parietales) y, tambiÈn, regio-
se proyectan en el interior del ìespacio cialmente inferior al 10 por ciento, pasa nes ubicadas en las circunvoluciones tem-
mental de trabajoî. Es nuestra opiniÛn a superar el 90 por ciento. Las otras dos porales media y superior izquierda y en
óse ver· m·s adelante cÛmo lo hemos estrategias (la mera explicaciÛn lÛgica la circunvalaciÛn angular izquierda. Al
demostradoó que una de tales estrate- y la simple repeticiÛn de la tarea) no comparar las im·genes del cerebro ante-
gias es ìperceptivaî y la otra, ìlÛgicaî; mejoran las puntuaciones iniciales. Ello riores y las posteriores al aprendizaje,
los errores surgen cuando el sujeto no indica que el responsable de los yerros se observa que ciertas regiones se hallan
consigue inhibir la estrategia perceptiva, de los sujetos es el mecanismo de blo- m·s activadas antes del aprendizaje. Por
sin que se trate, por otra parte, de un pro- queo, no la lÛgica. sustracciÛn de las im·genes obtenidas
blema de lÛgica. Hemos repetido entonces el mismo antes del aprendizaje y las posteriores
Para demostrarlo, hemos empezado procedimiento valiÈndonos de la tomo- al mismo, quedan de manifiesto las ·reas
comprobando mediante estudios de psi- grafÌa por emisiÛn de positrones para que ser·n especÌficamente inhibidas por
cologÌa experimental la eficacia de dis- observar lo que ocurre en el cerebro de el aprendizaje.
tintas condiciones de aprendizaje, a los sujetos con anterioridad al aprendi- Esta red neuronal posterior, implicada
saber, la inhibiciÛn de la estrategia per- zaje de la inhibiciÛn de la estrategia per- en funciones de percepciÛn, demuestra,
ceptiva, la explicaciÛn lÛgica y la mera ceptiva, y tras Èl. Los resultados reve- por vez primera, que los sesgos de razo-
repeticiÛn de la tarea. lan una reconfiguraciÛn de las redes namiento y los errores de lÛgica tienen
En la inhibiciÛn de la estrategia per- cerebrales, que va de la parte posterior base cerebral. En nuestros dÌas podemos
ceptiva se busca inhibir los empareja- del cerebro a la regiÛn anterior, pre- saber, merced a la tÈcnica de formaciÛn
mientos perceptivos impulsivos poniendo frontal. No basta, pues, con haber alcan- de im·genes funcional, lo que pasa en el
al sujeto sobre aviso de las trampas de zado, en la adolescencia, el ìestadio de cerebro humano cuando yerra.

66 Mente y cerebro 02/2003


5.

O. HOUDE, GIN, UMR 6095, CNRS/CEA (gráfico); JEAN-MICHEL THIRIET (dibujo)


LAS IMAGENES obtenidas mediante
tomografía de emisión de positrones
confirman que la emoción desempeña un
papel importante en el aprendizaje; sobre PULVINAR DERECHO
todo, cuando se trata de aprender a
corregir errores de razonamiento. Estas
cartografías de la activación cerebral
fueron registradas en personas a quienes
les fue impartido el aprendizaje de la
inhibición de la estrategia perceptiva,
y contrastadas con las de personas que
recibieron solamente aprendizaje lógico.
Queda de manifiesto que ciertas zonas CORTEZA PERIESTRIADA JUNTURA DE LAS CIRCUNVO-
BILATERAL LUCIONES PREFRONTAL Y
experimentan activaciones específicas en FRONTAL MEDIA IZQUIERDA
los sujetos que tuvieron el primer tipo
de aprendizaje (en las personas que sólo
tuvieron aprendizaje lógico “frío”, no se
activan esas zonas). Se trata de la corteza
prefrontal ventromedia derecha, de la
unión de las circunvoluciones prefrontal
izquierda media y frontal izquierda media,
del pulvinar derecho y de la corteza
periestriada bilátera.

CORTEZA PREFRONTAL
VENTROMEDIA DERECHA
En consecuencia, somos de la opiniÛn
de que la activaciÛn de la porciÛn pos-
terior de las circunvoluciones tempora-
les media y superior izquierdas (el ·rea miento perceptivo del espacio, cuando perceptiva, en m·s del 90 por ciento de
de Wernicke) y de la circunvoluciÛn resulta necesario distinguir la derecha de los ensayos los sujetos dan la respuesta
angular izquierda corresponden a la lec- la izquierda. Dado que la regla lÛgica lÛgica. La comparaciÛn de las regiones
tura en silencio de la regla. No obstante, alude a estas nociones, no es sorprendente del cerebro que experimentan mayor
a resultas de esta lectura, el sujeto se fija la activaciÛn de estas ·reas. Como se activaciÛn, cuando el participante ha
demasiado en las palabras que evocan ver·, el tratamiento lÛgico de estas mis- aprendido a inhibir el sesgo de empare-
formas coloreadas (el cuadrado rojo y el mas relaciones activa, tras el aprendizaje, jamiento, con las previas al aprendizaje,
cÌrculo amarillo, por ejemplo), de suerte otras regiones del cerebro. revela, en individuos sometidos a idÈn-
que estas regiones del cerebro resultan Numerosos elementos indican que, en ticas tareas, la activaciÛn de una nueva
m·s activas antes del entrenamiento que una tarea de lÛgica deductiva, nuestro red neuronal prefrontal. Con mayor deta-
tras Èl. Este resultado reviste especial cerebro opera, espont·neamente, de la lle, las regiones activadas corresponden
interÈs, pues Evans habÌa formulado la forma m·s econÛmica; es decir, poniendo a zonas heteromodales (donde son varios
hipÛtesis de que cuando, en la vida a su servicio una red situada en su parte los sentidos tratados) y a zonas para-
corriente, examinamos un texto leÌdo posterior, implicada en la percepciÛn de lÌmbicas, asociadas a las emociones.
nos fijamos, ante una negaciÛn, en la las palabras, las formas y el espacio, con Cada componente neuroanatÛmico de la
proposiciÛn que es negada: de las pro- preferencia a la activaciÛn de las regio- red activada puede quedar asociado a
hibiciones retenemos sÛlo la cosa que se nes prefrontales. Ello explica por quÈ una componente psicolÛgica de los meca-
ha de evitar (no tomar la primera a la dere- podemos cometer errores, y estar al mis- nismos utilizados cuando se aprende a
cha) o el objeto que no est· disponible mo tiempo convencidos de responder de inhibir el sesgo de emparejamiento per-
(ya no queda helado de vainilla). un modo correcto. Existe, pues, una rea- ceptivo y se mejora el acceso a la res-
De igual modo, el ·rea visual V4 lidad biolÛgica de la ìirracionalidadî, puesta lÛgica.
situada sobre la vÌa ventral, especÌfica- pero, en este caso, tal funcionamiento Vemos asÌ que, a la derecha, la cor-
mente implicada en la percepciÛn de for- econÛmico, a menudo eficaz, se halla teza prefrontal ventromedia y el cÌngulo
mas coloreadas, se encontrarÌa activada inadaptado, porque se trata de una tarea anterior se hallan implicados en las rela-
por una ìfocalizaciÛn visualî sobre las de lÛgica deductiva y no de un empare- ciones entre emociÛn y razonamiento,
dos formas, lo que desembocarÌa en su jamiento perceptivo. cuando se cobra conciencia de los erro-
selecciÛn sistem·tica y errÛnea (nos fija- res cometidos y cuando se manifiestan
mos en las dos formas y los dos colores, Corrección de los errores conflictos entre las respuestas posibles
olvidando la instrucciÛn transmitida por En nuestros experimentos hemos regis- (en este caso, el error de emparejamiento
la regla lÛgica). Se suma a lo anterior la trado im·genes del cerebro mediante la resultante de un conflicto entre la per-
participaciÛn de las regiones occipito- c·mara de positrones, antes y despuÈs cepciÛn y la lÛgica). Volveremos sobre
parietales de la vÌa dorsal, conocidas por del aprendizaje. Ahora bien, tras el apren- este punto al analizar los resultados de
el papel que desempeÒan en el trata- dizaje de la inhibiciÛn de la estrategia otra experiencia descrita m·s adelante.

Mente y cerebro 02/2003 67


Por otra parte, a la izquierda, se acti- caso, a la actividad de inhibiciÛn del tra- La novedad introducida aquÌ por la
va la circunvoluciÛn frontal media, sede tamiento perceptivo. De hecho, en la tÈcnica de formaciÛn de im·genes fun-
de la memoria operativa (porciÛn de la corteza prefrontal inferior izquierda, el cional estriba en haber demostrado por
memoria donde persisten durante un lenguaje, la lÛgica y la inhibiciÛn pare- vez primera, no sÛlo que los sesgos de
breve tiempo las informaciones). Esta cen estrechamente imbricados; la lÛgica razonamiento tienen un soporte material,
activaciÛn es imputable, tras el apren- deductiva exige, en casos como el que sino, sobre todo, que el cerebro humano,
dizaje, a la manipulaciÛn lÛgica de los nos ocupa, la inhibiciÛn de la percep- en ciertas condiciones de aprendizaje, es
objetos (formas y colores) y del espacio ciÛn, es decir: una abstracciÛn. capaz de superar tal sesgo. Empero, esta
(a izquierda o a derecha); antes del apren- Por ˙ltimo, la pre-·rea motriz suple- primera experiencia no permite disociar,
dizaje, el tratamiento perceptivo directo mentaria (pre-AMS), que se sabe que en el impacto neuronal del aprendizaje,
prevalece sobre el tratamiento lÛgico. La participa en la selecciÛn de una respuesta lo que emana especÌficamente de la compo-
estrategia cambia con el aprendizaje, motriz en situaciÛn de competiciÛn, se nente ejecutiva (es decir, de las alertas
siendo inhibido el tratamiento percep- ve activada, pues asegura la inhibiciÛn que enseÒan a evitar el sesgo), de lo que
tivo espont·neo en beneficio de un razo- de la respuesta de emparejamiento per- emana de la lÛgica inclusa en toda tarea
namiento lÛgico. AsÌ lo atestigua la acti- ceptivo directo (cuadrado rojo a la de razonamiento deductivo.
vaciÛn de la porciÛn antero-inferior de izquierda y cÌrculo amarillo a la dere-
la circunvoluciÛn frontal media, cono- cha) y la selecciÛn, con el ratÛn del orde- Aprendizaje “frío”
cida por su papel en la inhibiciÛn. Se nador, de dos formas lÛgicamente correc- y aprendizaje emocional
constata, por ˙ltimo, la activaciÛn de la tas (cuadrado verde a la izquierda y Hemos efectuado despuÈs una nueva
circunvoluciÛn frontal inferior izquierda, rect·ngulo azul a la derecha). experiencia basada tambiÈn en la tÈcnica
que recubre el ·rea de Broca (el ·rea del En cuanto a otras regiones, m·s pos- de formaciÛn de im·genes por tomo-
lenguaje), asÌ como la Ìnsula anterior teriores, observemos que la circunvolu- grafÌa de emisiÛn de positrones. Ahora,
izquierda. ciÛn parahipoc·mpica est· con mucha sin embargo, con un grupo de personas
Empero, en la tarea propuesta, el par- certeza asociada a la memorizaciÛn de sometidas sÛlo a la condiciÛn de expli-
ticipante no habla. øA quÈ se debe la instrucciones de aprendizaje, y que el pul- caciÛn lÛgica (y no a la condiciÛn de
activaciÛn del ·rea del lenguaje? A nues- vinar, al igual que la corteza periestriada, aprendizaje de inhibiciÛn de la estrate-
tro parecer, se trata del rastro de un ìlen- al filtrado de las informaciones visuo- gia perceptiva). La condiciÛn de apren-
guaje internoî regulador, Ìntimamente espaciales no pertinentes (cuadrado rojo dizaje era estrictamente idÈntica a la del
ligado al razonamiento deductivo: al y cÌrculo amarillo). Es sabido que las estudio precedente, salvo por la omisiÛn
enfrentarnos a una tarea lÛgica, para re- lesiones del pulvinar entraÒan defi- de las alertas (en especial, las precau-
solverla, ìnos hablamosî. Este lenguaje ciencias especÌficas de esta funciÛn de ciones ante posibles trampas), que fue-
regulador se halla sin duda ligado, en este filtrado. ron suprimidas al objeto de sustraer la
componente de aprendizaje de la inhibi-
ciÛn. En estas condiciones, sÛlo subsis-
tÌa la explicaciÛn lÛgica de la tarea, es
decir, una condiciÛn que hemos denomi-
Un accidente repleto de enseñanzas nado ìaprendizaje frÌoî por oposiciÛn al
aprendizaje ìemocionalî, basado en aler-
tas, del aprendizaje de la inhibiciÛn.
En septiembre de 1848, Phineas Gage estaba trabajando en la construcción Dese·bamos, con este nuevo experi-
de una vía férrea en Nueva Inglaterra. A causa de una explosión accidental, mento, determinar la imagen que corres-
una barrena de casi dos metros de longitud le atravesó el cráneo y el cere- pondÌa sÛlo a la emociÛn. DisponÌamos,
bro. Gage sobrevivió, y repuesto del accidente, recuperó muy pronto la motri- por experiencias anteriores, de la imagen
cidad, el habla, la memoria y la inteligencia general. Sin embargo, a pesar de correspondiente a la suma del aprendi-
su aparente retorno a la normalidad, se tornó irresponsable, grosero y capri- zaje de base lÛgica con la componente
choso, cuando antes del accidente era responsable, respetado y sociable. Todo emocional. Efectuando despuÈs la dife-
ocurrió como si ya no experimentase las emociones que le permitían, antes rencia de las dos deberÌa ser posible ais-
de su accidente, optar por las conductas apropiadas. lar las seÒales ìemocionalesî especÌfi-
Perdió su empleo y se pasó los 12 años siguientes vaga- cas debidas a alertas emitidas tras el
bundeando o exhibiéndose en circos, hasta su muerte,
aprendizaje de la inhibiciÛn. Se proce-
en 1860.
diÛ, en consecuencia, a comparar los
En los años 1990, a partir del cráneo de Gage, que se resultados obtenidos por un grupo de
conservaba en la Universidad de Harvard, Hanna y participantes sometidos al aprendizaje
Antonio Damasio reconstruyeron la trayectoria de la de la inhibiciÛn (grupo inhibiciÛn) y un
barra mediante técnicas de obtención de imágenes asis- grupo sometido al aprendizaje lÛgico
tida por ordenador. El resultado de esta autopsia de (grupo lÛgico) y a hallar la diferencia en-
ultratumba es que Gage sufrió lesiones que le afecta- tre ambos.
ron notablemente la corteza prefrontal ventromedia dere- Desde el punto de vista del compor-
cha. El equipo de Damasio ha deducido de ello que las tamiento, los resultados obtenidos con-
lesiones de esta región provocan disfunciones de las firmaron los de nuestros experimentos
emociones y en el razonamiento. Los estudios aquí pre- psicolÛgicos anteriores, a saber, que el
sentados refuerzan la idea de que esta área cerebral par- aprendizaje estrictamente lÛgico es inefi-
ticipa en las emociones que intervienen en las tareas caz, pues los participantes seguÌan
de deducción lógica pura. errando, tras el aprendizaje, en el 90 por
ciento de los casos. Este aprendizaje,

68 Mente y cerebro 02/2003


NATHALIE TZOURIO-MAZOYER
CIRCUNVOLUCION AREA MOTRIZ
SUPRAMARGINAL CIRCUNVOLUCION PRECENTRAL
SUPLEMENTARIA (AMS)
CIRCUNVOLUCION
ANGULAR CORTEZA PREFRONTAL
VENTROMEDIA
CIRCUNVOLUCION
FRONTAL MEDIA
CUNEO

AREA DE BROCA
CINGULO
ANTERIOR
CIRCUNVOLUCION AREA DE WERNICKE TALAMO
OCCIPITAL MEDIA CORTEZA
PERIESTRIADA

6. MODIFICACION DE LA ACTIVIDAD CEREBRAL subsiguiente al aprendizaje de la


demasiado ìfrÌoî, no provoca una revi- inhibición, puesta de manifiesto por los autores. En los tests propuestos, la actividad se
siÛn crÌtica de la estrategia inicial de encuentra, antes del aprendizaje, bastante localizada en las regiones occipito-temporales
razonamiento, ni la correcciÛn de erro- (circunvolución lingual izquierda y circunvolución fusiforme bilateral o área visual V4),
res perceptivos. occipito-parietales (circunvolución occipital media bilateral, cúneo derecho,
circunvolución angular izquierda, GA, y circunvolución supramarginal bilátera, GSM) y,
Razón y emoción
Hemos demostrado, mediante la tomo- por último, temporales (circunvolución temporal media izquierda y circunvolución
grafÌa por emisiÛn de positrones, que en temporal superior izquierda o área de Wernicke). Todas estas regiones muestran mayor
el grupo con aprendizaje de la inhibiciÛn activación antes del aprendizaje que después. Por el contrario, tras del aprendizaje, se
se activan especÌficamente ciertas zonas, aprecia una reconfiguración de la actividad cerebral, que pasa de regiones posteriores,
y que, tras dicho aprendizaje, el grupo en gran medida dedicadas a la percepción de palabras, formas, colores y el espacio, a
lograba resolver la tarea en un 90 por regiones prefontales, más ligadas a las emociones, a la inhibición y a la lógica. Las zonas
ciento de los casos. Tales zonas son la
activadas son, entonces, en esencia, a la derecha, la corteza prefrontal ventromedia, el
corteza prefrontal ventromedia derecha,
la uniÛn de las circunvoluciones pre- cíngulo anterior, y, a la izquierda, la circunvolución frontal media, la frontal inferior
central y frontal medias izquierdas, el (área de Broca), la ínsula anterior, el área pre-AMS y la circunvolución parahipocámpica.
pulvinar derecho y la corteza peries- Se observa también una activación bilátera de la corteza periestriada implicada, con el
triada bilateral. Se trata de ·reas que per- pulvinar (una región del tálamo), en el filtrado visual de informaciones. Los surcos de
manecen inactivas en los participantes separación de los territorios cerebrales se representan en color.
que reciben sÛlo la explicaciÛn lÛgica y
persisten en el error.
Al respecto de estos resultados, m·s
circunscritos que los anteriores, recor- estos datos clÌnicos, Damasio ha suge- derecha en una tarea de pura lÛgica
demos que, visto el caso de Phineas rido que el recto uso de la razÛn y, en deductiva, cartesiana, realizada por suje-
Gage, en el siglo XIX, hasta los pacien- particular, de la lÛgica, depende de las tos neurolÛgicamente sanos.
tes cuyo seguimiento ha efectuado emociones y del sentir de sÌ mismo. Habida cuenta de la estructura espe-
Antonio Damasio, en la Universidad de Seg˙n este autor, en el funcionamiento cÌfica del procedimiento de aprendizaje
Iowa, los datos neurofisiolÛgicos indi- normal las emociones intervienen en el utilizado en nuestros experimentos, todo
can que una lesiÛn de la corteza pre- razonamiento, especialmente en tareas induce a pensar que dicha regiÛn del
frontal ventromedia derecha provoca que entraÒen connotaciones personales cerebro se encuentra en este caso impli-
dificultades en el razonamiento, para o sociales que impliquen riesgos o con- cada en la emociÛn y el ìsentimiento
tomar decisiones, en las emociones y en flictos. No obstante, Damasio no ha mismo de sÌî asociados a la toma de con-
el ìsentimiento mismo de sÌî, en expre- demostrado nunca la implicaciÛn directa ciencia del error de razonamiento y al
siÛn de Damasio. Con la referencia de de la corteza prefrontal ventromedia conflicto entre percepciÛn y lÛgica

Mente y cerebro 02/2003 69


deductiva. Lo mismo vale para elemen- lÛgica. Nuestros resultados han llevado
tos ìinfralÛgicosî, desencadenados por asimismo a descubrir la plasticidad del
las alertas de aprendizaje, que parecen cerebro, aquÌ traducida en su capacidad
indispensables para inhibir el sesgo de para acceder a la lÛgica deductiva: para
emparejamiento perceptivo, como ates- razonar correctamente, han de ocupar su
tigua la ausencia sistem·tica de activa- puesto las estrategias de inhibiciÛn del
ciÛn de la corteza prefrontal ventrome- funcionamiento ìespont·neoî del cere-
dia derecha en todos los individuos del bro. Se trata de la demostraciÛn neuro-
grupo lÛgico con aprendizaje frÌo, en los nal de la flexibilidad intelectual.
que el error no es corregido. En cuanto a la ˙ltima cuestiÛn, con-
Desde el punto de vista de la psicolo- cerniente al papel de la emociÛn, se res-
gÌa evolucionista, este resultado neuro- ponde demostrando que ciertas regiones
funcional debe ponerse en relaciÛn con cerebrales dedicadas a las emociones y
el papel cl·sicamente imputado a la emo- al sentimiento de uno mismo participan
ciÛn en la supervivencia; en particular, en la inhibiciÛn de un sesgo de razona-
que el miedo a un peligro conduce a los miento, lo que permite acceder a la lÛgica.
animales y, entre ellos, al hombre, a huir Como ha destacado Mark Johnson, de
y evitarlo. Podemos, pues, proponer, en la Universidad de Londres, los datos
tÈrminos darwinistas, que la evoluciÛn obtenidos mediante la tÈcnica de for-
ha debido modelar un cerebro que expe- maciÛn de im·genes funcional relativos
rimenta las emociones necesarias para al aprendizaje en el adulto aportan indi-
inhibir las conductas desadaptadas, incluso caciones de interÈs sobre los mecanis-
cuando se trata de lÛgica deductiva. En mos que operan en el desarrollo neuro-
contra de lo que Piaget pensaba, el cere- cognitivo del niÒo. Desde este punto de
bro humano no es, a semejanza de un vista, los resultados aquÌ expuestos nos
ordenador, una calculadora frÌa y lÛgica. llevan a tomar en consideraciÛn, en psi-
Los resultados de este segundo expe- cologÌa infantil y en pedagogÌa, dos meca-
rimento de tÈcnica de formaciÛn de im·- nismos subestimados en la teorÌa de
genes, asociados a los del equipo de Piaget: la inhibiciÛn de las estrategias
Damasio, indican que la emociÛn puede competidoras y la emociÛn, indispensa-
ayudar al razonamiento. Uno de los roles bles para que el cerebro corrija sus erro-
del hemisferio derecho, aquÌ fuertemente res de razonamiento.
implicado, podrÌa consistir en el ìtrata-
miento espacial de emocionesî, es decir,
en una sensibilidad a las relaciones entre
las emociones, determinante del com- OLIVIER HOUDE, profesor de psicología
portamiento adecuado en una situaciÛn cognitiva en la Universidad París-5 (Sorbona)
y en el Instituto Universitario de Francia, es
concreta.
responsable del equipo de “Desarrollo y fun-
cionamiento cognitivos” integrado en el
De la imagen cerebral Grupo de formación de imágenes neuro-
a la pedagogía funcionales, UMR 6095, CNRS-CEA, Univer-
Destaquemos que los resultados ante- sidades de Caen y París-5, dirigido por Bernard
riores constituyen sÛlo los primeros pasos Mazoyer, donde también trabajan Sylvain
referentes a los fundamentos cerebrales Moutier, Laure Zago y Nathalie Tzourio-
de la correcciÛn de errores y sobre los Mazoyer.
cambios de estrategia en el razonamiento
humano. No obstante, aportan ya algu- Bibliografía complementaria
nos elementos de respuesta a las tres
cuestiones clave que se debaten en la INHIBITION AND COGNITIVE DEVELOPMENT:
O BJECT, N UMBER , C ATEGORIZATION , AND
psicologÌa cognitiva del razonamiento:
R EASONING . Olivier Houdé, en Cognitive
øEs lÛgico nuestro razonamiento? øPor
Development, vol. 15, págs. 63-73, 2000.
quÈ cometemos errores de razonamiento?
øPuede la emociÛn ayudar al razona- SHIFTING FROM THE PERCEPTUAL BRAIN TO
miento? THE L OGICAL B RAIN . Olivier Houdé et al.

Respecto a las dos primeras cuestio- en Journal of Cognitive Neuroscience, vol. 12,
nes hemos comprobado que, en ciertos págs. 721-728, 2000.
casos, el cerebro busca espont·neamente ACCESS TO DEDUCTIVE LOGIC DEPENDS ON A
la economÌa, reclutando, por ejemplo, una R IGHT V ENTROMEDIAL P REFRONTAL A REA
red neuronal anclada en la percepciÛn, DEVOTED TO EMOTION AND FEELING. Olivier
lo que demuestra la materialidad de los Houdé et al., en Neuroimage, vol. 14, págs.
sesgos de razonamiento. La tÈcnica de 1486-1492; 2001.
formaciÛn de im·genes ha permitido en CERVEAU ET PSYCHOLOGIE. Olivier Houdé,
este caso comprender el modo en que el Bernard Mazoyer y Nathalie Tzourio-
cerebro humano, pese a todo su refina- Mazoyer. PUF, 2002.
miento, puede incurrir en errores de

70 Mente y cerebro 02/2003


El lenguaje
de las neuronas
¿Cómo consiguen las neuronas transformar en impulsos eléctricos
los estímulos que les llegan desde el exterior? Poco a poco vamos
descifrando el lenguaje críptico del cerebro

Matthias Bethge y Klaus Pawelzik seÒales que, por regla general, tienen respuesta a un estÌmulo pueden ser simi-
como resultado una conducta adecuada. lares o completamente diferentes de un

E
l cielo del crep˙sculo, el canto A finales del siglo XIX se estableciÛ momento a otro.
de un p·jaro o el aroma de una que los componentes elementales del Para reducir al mÌnimo la influencia
rosa nos parecen tan evidentes, cerebro eran las neuronas. Sigue, sin de todos esos factores los neurÛlogos
que no solemos preguntarnos embargo, abierta la cuestiÛn en torno al concentran su atenciÛn en ·reas cere-
si tales percepciones se corresponden mecanismo en cuya virtud se generan, a brales cuya actividad se corresponda lo
con la realidad. En sentido estricto, los partir de procesos biofÌsicos cerebrales, m·s directamente posible con los estÌ-
sonidos, los colores, los sabores o los aro- los fenÛmenos psicolÛgicos que conlleva mulos aplicados en los experimentos; se
mas se generan en nuestro cerebro. Los el acto de la percepciÛn. øQuÈ procesos pretende que el sistema nervioso no sufra
estÌmulos fÌsicos procedentes del entor- son esenciales en cada neurona y cu·les alteraciones durante su curso.
no óroces en nuestra piel, ondas so- irrelevantes? øA quÈ da lugar la acti- Una neurona recibe seÒales aferentes
noras, ondas electromagnÈticas o mo- vidad conjunta de grupos restringidos procedentes del sistema radicular de sus
lÈculas arom·ticasó llegan a nuestros de neuronas y quÈ es lo que origina el dendritas. Luego, el soma celular las
Ûrganos de los sentidos y a los recepto- estÌmulo de ·reas enteras del cerebro? integra y las transmite, constituidas en
res sensoriales distribuidos por el cuer- En otras palabras, øquÈ idioma habla el seÒal eferente, al axÛn; llegan a Èste a
po. Se traducen en seÒales nerviosas. A cerebro? travÈs de la protuberancia axonal (saliente
ese proceso traductor se le denomina Un procedimiento tÌpico en este ·mbi- del que parte el axÛn). En su extremo,
codificaciÛn. to de la ciencia consiste en estimular el axÛn se ramifica y establece, a su vez,
En efecto, el flujo de ondas electro- sensorialmente un animal y medir la ìres- conexiÛn con otras neuronas.
magnÈticas lo convierte nuestro cerebro puestaî observada en una determinada
en la percepciÛn de una flor azul. Pero cÈlula nerviosa. Pero las neuronas se El olor excitante de la rosa
lo que percibimos como una flor en- hallan en permanente actividad, inclu- La transmisiÛn de la seÒal en el interior
cierra bastante m·s informaciÛn de la so en ausencia de estÌmulos exteriores; de la neurona procede mediante la pro-
que sabemos distinguir. Carecemos de por ejemplo, durante el sueÒo. Este tr·- pagaciÛn de cambios de potencial a lo
los receptores apropiados para captar fico interno de seÒales transforma sin largo de la membrana celular, dotada de
muchos estÌmulos fÌsicos. Adem·s, en la cesar el estado en que se encuentra el cere- carga elÈctrica. Si una seÒal elÈctrica
codificaciÛn no se procesan todos los bro. Por consiguiente, las mismas se- supera un determinado valor en la pro-
detalles, cuando no se pierden en el proce- Òales aferentes en momentos diferentes tuberancia axonal la membrana reac-
so de transmisiÛn. No obstante todo ello, nunca inciden sobre el mismo sistema. ciona desencadenando un ìpotencial de
a partir de las informaciones que en con- El estado de vigilia, la atenciÛn y las ex- acciÛnî. Por tal se entiende un impulso
diciones normales le llegan el cerebro periencias anteriores modifican la con- que atraviesa el axÛn; en una corta frac-
consigue construir una imagen ˙til del ducta de las neuronas. En breve, los fenÛ- ciÛn de segundo, cambia el potencial de
mundo que nos rodea. Y Èl mismo genera menos neuronales observados en membrana de manera caracterÌstica.

72 Mente y cerebro 02/2003


CORBIS / SANFORD / AGLIOLO

1. EL HOMBRE RECONOCE SU IMAGEN EN EL ESPEJO. ¿Podrá descifrar algún día el


El problema fundamental para desci- código con el que su cerebro codifica esta imagen?
frar el cÛdigo neuronal estriba en que las
propiedades fÌsicas de los potenciales su elemento b·sico. Las espigas adquie- un sonido? Tal modalidad de estÌmulo,
de acciÛn no indican quÈ tipo de estÌmulos ren siempre la misma forma, pero en la asÌ se llama el fenÛmeno, viene codi-
los han desencadenado. Da igual que es- corteza cerebral esta presentaciÛn es ficada por la vÌa nerviosa que va desde
cuchemos nuestra pieza preferida, nos capaz de combinar los estÌmulos m·s el receptor sensorial hasta la neurona en
deleite el aroma de una rosa, miremos la dispares; por ejemplo, auditivos y visua- cuestiÛn, posiblemente pasando por
televisiÛn o acariciemos un gato, todos les. En ello se funda la sospecha de que diversas estaciones intermedias. Pero
los potenciales de acciÛn que ante estos el soporte de percepciones y pensamien- una neurona puede ìsaberî m·s. David
estÌmulos desencadenan las neuronas tos, incluso los m·s abstractos, resida en Hubel y Torsten Wiesel, de la facultad
tienen las mismas caracterÌsticas. A la las espigas, cuyas combinaciones con- de medicina de Harvard, comprobaron
manera en que las palabras de un idioma forman el cÛdigo neuronal. hace unos cuarenta aÒos que deter-
se forman con un solo alfabeto, el len- øCÛmo ìsabeî una neurona que la in- minadas neuronas de la corteza visual pri-
guaje de las neuronas tiene en la espiga formaciÛn que le llega es un aroma y no maria respondÌan muy bien a rayos lumi-

Mente y cerebro 02/2003 73


tambiÈn en el modelo que sigue la dis-
THOMAS BRAUN A PARTIR DE DAVID H. HUBEL

CELULAS NEURONAS NEURONAS CELULA


RECEPTORAS INTERMEDIARIAS MOTORAS MUSCULAR tribuciÛn de espigas a lo largo del tiem-
po. Para objetivar esta distribuciÛn, el

MEMORIA, PENSAMIENTO,
intervalo de estudio se divide en nume-
rosos subintervalos, muy cortos; tras
m˙ltiples repeticiones, se calcula la cuan-

PSIQUE, ETC.
tÌa media de espigas por intervalo. Como
resultado se obtiene el histograma pe-
riestimular temporal (PSTH, en su si-
gla inglesa).
Si esta detallada representaciÛn ofre-
ciera mayor informaciÛn que el n˙mero
escueto de potenciales de acciÛn por uni-
dad de tiempo, dispondrÌamos de un
mÈtodo para obtener datos m·s exactos
2. REACCION EN CADENA. En el inicio de las vías nerviosas están las células sobre los estÌmulos desencadenantes. En
1987, Lance Optican y Barry Richmond,
sensoriales; así, las del ojo o el oído. Estas células nerviosas especializadas transforman la del Instituto Nacional de la Salud en
información que les llega desde el exterior —la luz o las ondas sonoras— en impulsos Bethesda, confirmaron la hipÛtesis. Mos-
nerviosos eléctricos. Luego, la información se transmite, de forma escalonada, de un traron a un gato diversos modelos aje-
grupo de neuronas a otro. drezados. Bas·ndose en el PSTH de una
neurona de la corteza visual del felino,
identificaron el estÌmulo visual presen-
nosos con una orientaciÛn determinada, corteza cerebral. Por tanto, las posiciones tado, lo que hubiera sido punto menos
rayos que incidÌan en un ·rea circuns- y las orientaciones de los estÌmulos visua- que imposible de haberse fundado exclu-
crita del campo visual, el denominado les pueden dibujarse en la superficie de la sivamente en el n˙mero total de espigas.
campo receptor, y seguÌan cierta direc- corteza cerebral, cartografiarse. Las neuro-
ciÛn. nas situadas en una misma columna per- La imagen de la estación
En el marco de estos ensayos midie- pendicular a la superficie corporal, en las de telégrafos
ron el cociente de respuesta de las neu- llamadas columnas corticales, reaccio- Hay diversas caracterÌsticas de las ac-
ronas corticales ante estÌmulos experi- nan ante estÌmulos similares. Por este des- tividades neuronales que pueden en-
mentales. PartÌan del supuesto de que la cubrimiento Hubel y Wiesel recibieron cerrar informaciÛn sobre un estÌmulo.
informaciÛn esencial radica en el n˙mero el premio Nobel en 1981. El problema est· en distinguir las carac-
de potenciales de acciÛn por unidad de PodrÌa levantarse un mapa similar en terÌsticas esenciales. øProporciona el
tiempo. El cociente se calcula contando la corteza motora que planifica y dirige momento en que aparecen las espigas
el n˙mero de potenciales de acciÛn a lo los movimientos del cuerpo. Es la ìparte m·s informaciÛn que su puro n˙mero?
largo de un intervalo de tiempo sufi- emisoraî del cerebro. TambiÈn allÌ, las Importa, adem·s, saber entre cu·ntos
cientemente prolongado y dividiendo actividades neuronales vecinas estimu- componentes del estÌmulo puede discri-
por la duraciÛn de dicho intervalo. lan grupos musculares prÛximos. Si se minar una neurona.
A Hubel y Wiesel debemos otro ha- mide la actividad de las neuronas de es- En la teorÌa de la informaciÛn propues-
llazgo interesante: las neuronas que res- tas ·reas motoras, se comprueba que el ta en 1948 por Claude Shannon encon-
ponden a posiciones y orientaciones si- n˙mero de potenciales de acciÛn por uni- tramos ideas valiosas para abordar ese
milares ocupan lugares prÛximos en la dad de tiempo se corresponde con di- tipo de cuestiones. La teorÌa de Shannon
versos par·metros motores. En otras pa- descansa sobre tres pivotes: emisor, re-
labras: el ritmo de excitaciÛn de estas ceptor y canal de informaciÛn entre am-
ESTIMULO REACCION neuronas codifica los movimientos. bos. Para su interacciÛn se acude a la ima-
DE LA CELULA Para que la medida del cociente de res- gen de una lÌnea telegr·fica. A travÈs del
puesta resulte operativa, hemos de con- canal el emisor envÌa secuencias de seÒa-
siderar una ventana temporal de un se- les (la noticia) tomadas de una reserva
gundo al menos; de lo contrario, el valor preexistente (el ìalfabetoî).
THOMAS BRAUN A PARTIR DE DAVID H. HUBEL

vendrÌa sesgado por la elecciÛn arbitra- Previamente, emisor y receptor se han


ria de la duraciÛn de dicho intervalo. La puesto de acuerdo sobre el significado
razÛn de ello estriba en que la mayorÌa de las seÒales. La llegada de la infor-
de las veces las neuronas no se excitan maciÛn coloca al receptor en condicio-
con un ritmo regular. Es lÛgico pensar, nes de poder elegir una sola entre una
pues, que la informaciÛn no sÛlo estÈ serie de posibilidades. Cuanto mayor sea
contenida en el n˙mero de espigas, sino el n˙mero de posibilidades distingui-
bles, mayor ser· la informaciÛn incluida
en la noticia.
3. NEURONA CON PREFERENCIAS, expresión que nos remite, aquí, a las respuestas Un observador espor·dico que sÛlo
perciba la secuencia de las seÒales, no
de una célula con orientación específica en la corteza visual primaria de un gato. Estas
aprehender· el significado de la noticia,
respuestas fueron medidas por D. Hubel y T. Wiesel en 1958. La célula emite impulsos pero sÌ podrÌa advertir cu·nta informa-
casi exclusivamente ante un foco de luz en posición de las once horas que se mueva de ciÛn es capaz de contener la noticia. La
abajo arriba. magnitud de la informaciÛn, que puede

74 Mente y cerebro 02/2003


Disparo de señales en el sistema nervioso IONES DE SODIO
+- +- +- +
- +- +- +- +- +- +- +- +- +- +- +- +- +- +- ++
--
Cuando una neurona recibe, a través
de sus dendritas, un número suficiente POTENCIAL IONES DE
DE ACCION POTASIO
de señales aferentes se excita.Transmite, - - - - - - ++++ - - - - - - - - - -
vía axón, una señal en forma de secuen- + + + + + + - - - - + + + + + + + + ++
cias de impulsos eléctricos, los deno- SENTIDO DE
minados potenciales de acción. NUCLEO +
PROPAGACION
+40
b
En estado de reposo, la membrana POTENCIAL

POTENCIAL DE
CELULAR

MEMBRANA
DE ACCION

(MILIVOLT)
tiene un potencial eléctrico negativo SOMA
0
POTENCIAL
de unos 70 milivolt, como conse- CELULAR DE REPOSO
cuencia de la distribución asimétrica -70 a -70

de los iones positivos y negativos a -


uno y otro lado de dicha cubierta. Por
otra parte, la membrana celular dis- PROMINENCIA
pone de canales iónicos, que depen- AXONAL
den de las diferencias de potencial; de
SENTIDO DEL IMPULSO NERVIOSO
ahí su excitabilidad eléctrica.
AXON
Cuando las señales que llegan a la zona
de disparo de la prominencia axónica
inducen un cambio de potencial eléc-
trico que supera cierto nivel, se abren
los canales iónicos (véase la figura arriba
a la derecha. La longitud de las flechas SINAPSIS DENDRITA

THOMAS BRAUN
es proporcional a la intensidad de la
corriente iónica). Se produce entonces AXON
una brusca caída del potencial de reposo,
para volver luego a la situación de par-
tida. A este pulso de tensión se le de-
nomina potencial de acción o, sencillamente, espiga. plamiento eléctrico directo, sino una transmisión electro-
Cuando se elicita una espiga, se propaga del soma celular, química de la señal. En el momento en que una espiga alcanza
continúa por el axón y éste, a través de sinapsis, establece la hendidura, desde el lado presináptico se liberan neuro-
contacto con las fibras dendríticas de otras neuronas. En transmisores; se trata de sustancias que, al actuar de men-
las sinapsis químicas hay una hendidura; este hiato aísla al sajeros, abren determinados canales iónicos en la parte post-
axón de la neurona presináptica, de la dendrita de la “neu- sináptica, cambiando así el potencial de membrana de la
rona postsináptica”. No se produce en las sinapsis un aco- neurona postsináptica.

calcularse por mÈtodos matem·ticos, mediante ellos es de 1 bit. Configura la no 0. Cuantos m·s intervalos parciales
depende exclusivamente de la frecuen- unidad de medida de la informaciÛn. En se dispongan para la codificaciÛn, tan-
cia relativa con que se presentan las se- el concepto de informaciÛn propuesto tos m·s estÌmulos podrÌan distinguirse
Òales. por Shannon resulta irrelevante quÈ es en teorÌa.
En este contexto, una seÒal rara tiene lo que el emisor y el receptor piensen
m·s valor informativo para el receptor sobre la noticia transmitida entre ambos, El ojo de la mosca
que una seÒal reiterada. Para entender es decir, quÈ ìsignificadoî pueda tener Si nos interesa podemos calcular tam-
de un modo intuitivo quÈ expresa la teo- el mensaje. Podemos, pues, aplicar la biÈn cu·nta informaciÛn contenida en la
rÌa de la informaciÛn, imaginemos que teorÌa de la informaciÛn a nuestro pro- seÒal que llega a la neurona (quÈ parte
nos hallamos a la espera de un telegrama pÛsito: podemos hablar de la informa- del estÌmulo) se recupera en la respuesta
de un amigo donde se anuncia el dÌa de ciÛn que transmite una neurona a pesar que Èsta emite, en la ìnoticiaî que da. En
su visita. Por desgracia, la palabra se ha de que, en principio, carezca de sentido teorÌa de la informaciÛn esta magnitud
deformado mucho durante la transmi- la cuestiÛn de quÈ es lo que esta neuro- recibe el nombre de transinformaciÛn.
siÛn y sÛlo se ha salvado una letra legi- na ìsabeî o ìpiensa al respectoî. A partir de las frecuencias relativas con
ble. øQuÈ letra tendrÌa la m·xima infor- No est· ni mucho menos claro quÈ que se presenta un estÌmulo asociado a
maciÛn para nosotros, una ëEí o una ëJí? deba entenderse por signo en el caso de una seÒal portadora de informaciÛn puede
øCu·ntos dÌas de la semana incluyen en una neurona. Nos movemos en un terre- estimarse la probabilidad de que estÈn
su nombre una ëJí?: sÛlo uno, el jueves; no especulativo y, en principio, dividi- vinculados. En la pr·ctica tales proba-
øcu·ntos una ëEí?: cinco. mos el intervalo de tiempo que nos inte- bilidades pueden calcularse sÛlo de forma
El alfabeto m·s sencillo que cabe sos- resa en muchos intervalos parciales en aproximada; para mayor exactitud se
pechar consta de dos signos; se ejem- los que se presenta a lo sumo una espi- necesitarÌa un n˙mero astronÛmico de
plifica en el cÛdigo binario, de 0 y 1. Su- ga. Decimos que la neurona emite el ensayos.
poniendo que ambos signos se transmiten signo 1 cuando en este intervalo parcial Existe, sin embargo, un mÈtodo bas-
con exactitud e idÈntica frecuencia, la aparece una espiga; en caso contrario, tante sencillo de determinar la informa-
informaciÛn que puede vehicularse decimos que la neurona emite el sig- ciÛn mÌnima de que puede ser portadora

Mente y cerebro 02/2003 75


4. SINTONIA FINA. La respuesta de una neurona se presenta aquí ante estímulos con
THOMAS BRAUN A PARTIR DE SWINDALE, EN BIOL. CELULAR, VOL. 78, 1998

20
los que está sintonizada, admitiendo muy pocas desviaciones. Sirve de estímulo un foco
luminoso de orientación variable. El óptimo de la curva de sintonía se sitúa en los
15
90 grados; desviaciones de este valor provocan frecuencias de impulsos mucho menores.
RESPUESTA

10

5 que para ese tipo celular habÌa un modelo temporal de unos dos milisegundos. Se
preferido de estÌmulo, que admitÌa una trata de un mÈtodo de reconstrucciÛn sin
0 determinaciÛn matem·tica: cada espiga suficiente finura; por ello, en la mayo-
se asociaba al estÌmulo precedente y que- rÌa de los casos sus resultados suponen
30o 60o 90o 120o 150o
daba identificada mediante un algoritmo una infravaloraciÛn. No obstante, ofrece
ORIENTACION DEL ESTIMULO de c·lculo del curso medio de los estÌmu- la ventaja de aportar datos bastante fia-
los. Bialek y su equipo tomaron este cur- bles. Con un mÈtodo directo para medir
so medio como patrÛn. Basados en Èl, la transinformaciÛn basado en las fre-
reconstruyeron, retrospectivamente y cuencias relativas de las secuencias de
una neurona. Planteemos el problema con bastante aproximaciÛn, la secuen- espigas se llega a la conclusiÛn de que,
desde otra perspectiva: busquemos el cia entera de los estÌmulos presentados. tras el estÌmulo, la neurona H1 habÌa
grado de precisiÛn con que puede recons- El mÈtodo funcionÛ. De lo que se des- procesado 81 bit de informaciÛn por
truirse el estÌmulo a partir del conoci- prende que tambiÈn en el momento en segundo.
miento de los potenciales de acciÛn. Tal que se presenta la espiga se est· trasmi- Ahora bien, si los impulsos se codifi-
fue el planteamiento de Bill Bialek y sus tiendo, al menos, cierta informaciÛn caran sÛlo a travÈs de la frecuencia de
colegas, de Princeton, que les dio un sobre el estÌmulo. A partir de la calidad respuestas de una neurona nada m·s, la
Ûptimo rendimiento, incluso aplicado a de la reconstrucciÛn Bialek cifrÛ incluso transmisiÛn de la informaciÛn encon-
estÌmulos din·micamente variables. la informaciÛn transmitida por la neu- trarÌa pronto un lÌmite insuperable: los
Bialek y su grupo estudiaron las res- rona: cuantos menos fallos tiene la estÌmulos que cambiaran con celeridad
puestas de las neuronas H1 del sistema reconstrucciÛn tanta m·s informaciÛn no podrÌan transmitirse en las debidas
visual de una mosca ante cuyos ojos se hay. Para la neurona H1 de la mosca se condiciones, por la sencilla razÛn de que,
movÌa una estructura enrejada. PartÌan calculÛ una transinformaciÛn de al menos despuÈs de cada espiga, la neurona nece-
de una simplificaciÛn conceptual, la de 64 bit por segundo con un desarrollo sita una pausa de recuperaciÛn. En otras
palabras, la cadencia de las espigas no
puede traspasar cierto lÌmite. Si los es-
5. LUZ EN EL EXTERIOR: MANCHAS LUMINOSAS EN EL INTERIOR. Un pigmento tÌmulos experimentan cambios muy r·-
pidos, la neurona debe codificarlos me-
sensible a los cambios de tensión pone de relieve las preferencias que en cada caso
diante las pocas espigas que se suceden
muestra una neurona de la corteza visual primaria ante una determinada orientación en un breve intervalo temporal, lo que
del estímulo luminoso. Si se presenta un foco luminoso con una orientación dada (a la comporta, adem·s, una merma impor-
izquierda en la figura), el pigmento de la correspondiente célula eléctricamente estimulada tante de precisiÛn. A todo ello hay que
cambia de color. Todas las regiones corticales que reaccionan ante determinadas aÒadir que ante un mismo estÌmulo la res-
orientaciones del estímulo adquieren el mismo color. La técnica fue desarrollada por puesta de una neurona, sobre todo si per-
Larry Cohen, de la Universidad de Yale, y más tarde aplicada a la corteza cerebral por
tenece a la corteza, puede variar mucho.
Vistas asÌ las cosas, las diferencias
Gary Blasdel, de la Universidad de Pittsburgh.
graduales en la cadencia de excitaciÛn
de una neurona no parecen apropiadas
para codificar unos estÌmulos cambian-
tes. Aparece un panorama radicalmente
distinto si la informaciÛn esencial no
est· codificada por la respuesta de una
neurona, sino por un grupo de ellas.

La neurona no suele actuar sola


M˙ltiples son las razones en pro de una
codificaciÛn colectiva, expresiÛn que
designa la realizada por grupos de neu-
ronas. Una neurona de la corteza cere-
bral tiene de mil a diez mil sinapsis afe-
rentes; a ella llega la operaciÛn de un
conjunto de neuronas previamente exci-
tadas. Por otra parte, parece ser que la
consideraciÛn del grupo se corresponde
con el punto de vista de las propias neu-
ronas. En el caso m·s sencillo, la inte-
DAVID H. HUBEL

graciÛn del valor medio de muchas res-


puestas neuronales permite que la
transmisiÛn de la seÒal permanezca esta-

76 Mente y cerebro 02/2003


Información contenida en el patrón de la excitación
La respuesta en forma de espiga que elicita una neurona cuencia media de impulsos en un intervalo de tiempo fijo
ante un mismo estímulo aparece, en cada ocasión, con una (aquí diez milisegundos) y se representa en un histograma
presentación diferente ( izquierda, arriba ). Se mide la fre- periestimular temporal, que da cuenta de la respuesta “típi-
ca” de una célula ante un estímulo determinado.
50 Cuanto menores sean los intervalos de tiempo en los que
se registran las espigas ( a, figura de la derecha ), la infor-
PRESENTACIONES

40 mación del diagrama de barras será más nítida ( b, c ). Si se


NUMERO DE

30 elige una ventana temporal brevísima, en la que sólo quepa


una espiga ( d ), la secuencia de espigas puede representarse
20 en código binario ( e ).
10
0 a
0 100 200 300 400 500
TIEMPO (MILISEGUNDOS)
b 20
300

HZ
FRECUENCIA DE IMPULSOS

HISTOGRAMA PERIESTIMULAR TEMPORAL 10


(ESPIGAS/SEGUNDO)

0
200 c
HZ 20
0

100 d 50
HZ

THOMAS BRAUN
0 e 00001001100010001000010100001010110000000001100011
0 100 200 300 400 500
TIEMPO (MILISEGUNDOS) 0 TIEMPO (SEGUNDOS) 1

ble, aun cuando fracase alguna que otra t·lamo. Lo mismo que en el experimento experimentos demostraron con nitidez
neurona en particular. de Bialek con la mosca, se registraron que podÌan codificarse patrones com-
Verdad es que tales poblaciones de aquÌ los estÌmulos preferidos por una plejos de estÌmulos en la sucesiÛn tem-
neuronas constituyen algo todavÌa por neurona concreta. Mediante superposi- poral de los potenciales de acciÛn de un
descubrir. Pero, como ya advirtieron ciones no sÛlo reconstruyeron el curso grupo de neuronas.
Hubel y Wiesel, y representaron en sus de los estÌmulos a la entrada de una neu- Con estos mismos mÈtodos o simila-
mapas de la corteza, en muchas regio- rona determinada ócomo Bialekó, sino res, Miguel Nicolelis y colaboradores,
nes corticales las neuronas vecinas pre- tambiÈn las respuestas del grupo entero de la Universidad Duke en Durhan, han
sentan respuestas redundantes. Las pre- a la secuencia fÌlmica completa. Estos conseguido recientemente predecir los
ferencias de las neuronas corticales
vecinas por los estÌmulos no cambian de
una forma brusca, sino de un modo pau-
latino. Las neuronas situadas en la misma
columna cortical muestran preferencia
por estÌmulos casi idÈnticos. En conse-
cuencia, estas neuronas resultan parti-
cularmente apropiadas para crear cÛdi-
gos colectivos.
Parece ser que en los cÛdigos colec-
tivos el patrÛn de espigas desempeÒa
tambiÈn un papel importante. Yang Dan
y sus colaboradores, de la Universidad
de California en Berkeley, demostraron
que el mÈtodo utilizado por Bialek podÌa
aplicarse a poblaciones de neuronas.
Presentaron a un gato unas secuencias
de pelÌcula y observaron las respuestas de
espigas emitidas por la regiÛn visual del

Mente y cerebro 02/2003 77


imponiendo a lo largo del tiempo las
m·s eficientes. Resulta, pues, muy inte-
Apreciar lo que la neurona aprecia resante investigar cÛmo pueden presen-
tarse estos cÛdigos en situaciones bio-
lÛgicas lÌmite.
¿Cuánta es la información mínima que puede transmitir una neurona? Para Ahora bien, øquÈ significa para la neu-
obtener un cálculo aproximado podremos valernos del método de correla- rona ser particularmente eficiente? Fred
ción inversa. Se parte del supuesto de que, para cada neurona, existe una secuen- Attneave, de la Universidad de OregÛn,
cia preferida de estímulos, ante la cual responde con una espiga. Si la señal y Horace Barlow, de Cambridge, postu-
consiste en la suma de dos estímulos típicos consecutivos, responderá con laron en los aÒos cincuenta que las cÈlu-
dos espigas consecutivas, y así en adelante.
las nerviosas respondÌan a un estÌmulo
En el diagrama adjunto se representa en rojo un estímulo cambiante con el
con el mÌnimo gasto posible, es decir, con
tiempo; debajo figura el registro del patrón de espigas. Para cada espiga se
registra el tiempo que dura el estímulo inmediatamente antes y se calcula el la mÌnima redundancia. Si dos neuronas
valor medio de este tiempo para todas las espigas. Se tiene así una buena apro- se comportan igual, podr· reducirse la
ximación de la frecuencia de estímulos preferida por la neurona. redundancia silenciando una o confi·n-
En resumen: si hacemos corresponder la espiga con su modelo de secuencia dole otras misiones. Lo cierto es que dis-
de estímulos preferida y se adecuan correctamente los tiempos, conseguire- ponemos de pruebas en abundancia de
mos una reproducción aproximada de la señal original. A tenor de la calidad que la codificaciÛn de estÌmulos por parte
de la reconstrucción, podremos adquirir una idea de la cantidad mínima de de las neuronas sensoriales (las retinia-
información que transmite la neurona. nas, por ejemplo) apenas es redundante.
La calidad de la transmisiÛn consti-
tuye otro criterio de eficiencia. Para la
SECUENCIA DE SEÑALES
400
RESPUESTA NEURONAL
supervivencia de muchos organismos
(GRADOS/SEGUNDO)
VELOCIDAD DE GIRO

300 resulta decisivo reconocer y localizar


200
con suma presteza los enemigos o huir a
100
0
tiempo de los depredadores. Personas a
–100 CURSO DE LA SEÑAL TRANSMITIDA quienes se presentan im·genes de paisajes
RESPUESTA EN FORMA DE ESPIGA

naturales pueden reconocer en menos de


(GRADOS/SEGUNDO  MILIVOLT)

–200 EN EL MOMENTO DE UNA "ESPIGA"


–300 0,2 segundos si en ellas figura alg˙n ani-
–400 0,2 mal. Esta gran velocidad de procesa-
0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5
TIEMPO (SEGUNDOS) miento supone un reto especial para la
0,1
codificaciÛn neuronal. Desde el Ûrgano
THOMAS BRAUN A PARTIR DE A. BORST Y F.E. THEUNISSEN

receptor hasta la percepciÛn en la cor-


SECUENCIA DE SEÑALES 0,0 teza cerebral y, finalmente, hasta la acti-
400
SECUENCIA ESTIMADA vaciÛn muscular (para pulsar un botÛn),
(GRADOS/SEGUNDO)
VELOCIDAD DE GIRO

300
DE SEÑALES –0,1
200 –0,15 –0,10 –0,05 0 0,05 0,10 la seÒal ha de atravesar muchas fases de
100 TIEMPO (SEGUNDOS) procesamiento; aunque sÛlo fuera por
0
razones cronolÛgicas, cada neurona sÛlo
–100
–200
puede contribuir con unas pocas espigas
–300 en esta cadena de seÒales.
–400 øQuÈ cÛdigo neuronal serÌa el Ûptimo
0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5
TIEMPO (SEGUNDOS)
para cumplir tal objetivo, de suerte que
resultaran mÌnimos los errores de recons-
trucciÛn? Los c·lculos que nosotros
hemos realizado para cuantificar estos
errores, siguiendo diversas estrategias de
movimientos de los brazos de un mono vector de poblaciÛn. Este vector se corres- codificaciÛn, nos demuestran que en gru-
a partir de la actividad nerviosa de- pondÌa bien con la posiciÛn real de los pos grandes de neuronas no conviene
sarrollada en su corteza cerebral moto- ojos. Para comprobar si el mÈtodo segui- codificar las distintas caracterÌsticas
ra. Lograron incluso dirigir, a travÈs de do sacaba a la luz aspectos esenciales bas·ndose en diferencias graduales de
Internet, los movimientos de un brazo del cÛdigo neuronal, paralizaron tempo- frecuencia de impulsos. La aducida ven-
robot. ralmente una parte de las neuronas. taja de que asÌ aumentarÌa la cantidad
Otro experimento sobre codificaciÛn Apoyados en el nuevo vector de pobla- de frecuencias para una neurona con-
colectiva, del que se sacaron valiosas ciÛn calculado pudieron predecir las con- creta no importa tanto como la insegu-
enseÒanzas, fue el realizado, hace m·s secuencias de la supresiÛn de este grupo ridad de que dichas frecuencias se corres-
de diez aÒos, por Choongkil Lee, Bill de neuronas sobre el movimiento ocu- pondieran con las respuestas en espigas
Rohrer y David Sparks, de la Universidad lar. de las neuronas.
de Alabama en Birmingham. Reconstru- Adem·s de las propiedades de los cÛdi- Un error de reconstrucciÛn particu-
yeron los movimientos oculares de un gos estudiados, con los mÈtodos de la larmente grave se presenta en las codi-
mono a partir de la actividad de un grupo teorÌa de la informaciÛn se pueden obte- ficaciones colectivas en las que se uti-
de neuronas motoras del Colliculus supe- ner otros resultados. Permiten deducir liza como seÒal la frecuencia total de
rior del techo del cerebro medio. Bas·n- cÛdigos neuronales teÛricos y abordar- espigas de una poblaciÛn de neuronas.
dose en el valor medio de las posiciones los desde la Ûptica de la evoluciÛn bio- SerÌa mucho mejor, concluimos noso-
oculares preferidas por cada neurona, lÛgica. Entre las muchas codificaciones tros, un cÛdigo en el que cada neurona
medido por su actividad, calcularon el en principio posibles, la evoluciÛn ha ido dispusiera de sÛlo dos estados alterna-

78 Mente y cerebro 02/2003


Códigos para todos los casos
Por lógica, partimos de un alfabeto sencillo. Si la espiga diferentes encierran idéntico significado. Por esa vía puede
constituye el elemento fundamental del lenguaje neuronal, reducirse la frecuencia de errores de una codificación.
las células utilizarán dos signos: espiga o sin espiga, 0 o 1. ( e ) Cabe, por último, tener en cuenta que el cerebro utiliza
Para la codificación de dos valores posibles bastaría que la patrones de espigas cuyo código es difícil de reconocer.
neurona, durante un tiempo prefijado, elicite para un valor
una espiga y, para otro valor, no la elicite.
Demos un ejemplo, ilustrado a la derecha. En el sistema de
codificación aplicado en (a ) la ventana temporal sólo per- 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1
mite la emisión de una espiga. En consecuencia, la orienta- 1 1 1
ción del foco luminoso presentado sólo puede diferenciarse
de forma aproximada: la orientación vertical no desenca- 0 0 1 0 0 1 0 0 1 0 0 0
dena ninguna actividad; la horizontal, sí libera una espiga. 0 1 0 1 1 0
En ( b ) el código utiliza dos intervalos consecutivos. Con 1 0 0

ESTIMULO
ello pueden diferenciarse cuatro orientaciones del estímulo:
horizontal, vertical y las dos diagonales. 1 1 0 0 1 1 0 1 0 1 0 1
Si se dispone de varios intervalos ( c, d ) aumentan las posi- 1 0 1 0 1 1 0 1 0
bilidades de codificación. Con tres intervalos las posibili- 1 1 0
dades máximas serían de 8 = 23.
Con el código ( c ) pueden distinguirse las orientaciones del 1 1 1 1 1 1 1 0 0 1 0 0
estímulo luminoso a partir del número de espigas. 1 0 1 0 1 1
En el código (d ) se aplica un criterio discriminante distinto:
1 1 0
se trata ahora del momento de la primera espiga. Hablamos,

THOMAS BRAUN
pues, de un código de latencia. Lo mismo en el código de 1 1 1
frecuencias que en el código de latencia puede reconocerse CODIGO a b c d e
si hay redundancia, fenómeno que se da cuando patrones

tivos: el de m·xima y el de mÌnima fre- informaciÛn posible. Antes bien, de lo intervienen el estado de vigilia y la aten-
cuencia de excitaciÛn. que se trata es de reducir a lo esencial ciÛn, las emociones y los objetivos del
Hay en la corteza cerebral muchas la informaciÛn disponible que sirva para momento, sin olvidar el flujo constante
neuronas que parecen actuar seg˙n este tomar decisiones. de recuerdos. CÛmo se organiza ese
principio. Descargan impulsos cuyos Recurramos a un ejemplo: decidir si mundo interior en las distintas escalas
potenciales de acciÛn se suceden velo- 51  17 es m·s que 24  37. AquÌ toda temporales que van desde un segundo
ces. Sin embargo, la mera existencia de la informaciÛn necesaria para hallar la hasta toda la vida y cÛmo act˙a en cada
estas neuronas no es una demostraciÛn soluciÛn est· contenida en el plantea- caso sobre el procesamiento de la infor-
suficiente. Si, bas·ndose en muchos ensa- miento. Para poder utilizar esta infor- maciÛn es el tema central de la neuro-
yos, se determina la frecuencia de las res- maciÛn en la soluciÛn al problema lo biologÌa de sistemas. Para entender ple-
puestas se ve que, incluso en estas neu- primero que hay que hacer es reformu- namente el cÛdigo neuronal óìel
ronas, aparecen emisiones de impulsos lar las expresiones del planteamiento. Al lenguaje del cerebroîó los investiga-
que varÌan constantemente seg˙n las final, en lugar de los numerosos bits que dores del futuro habr·n de conocer pri-
caracterÌsticas de los estÌmulos. exige la codificaciÛn del problema, apa- mero cÛmo habla el cerebro consigo
rece un solo bit: la respuesta ìnoî. mismo.
Para funcionar hay que codificar El gran n˙mero de pasos intermedios
Investigaciones recientes, tanto propias que hay que dar exige complicados c·lcu-
como de otros grupos, indican que las los en cuya realizaciÛn hay muchas pro-
codificaciones comprobadas en las neu- babilidades de que se deslice alg˙n pe-
ronas no son siempre las Ûptimas si se queÒo error que conduzca a resultados MATTHIAS BETHGE y KLAUS PAWELZIK
las compara con las permitidas de acuer- falsos. La eficiencia en la codificaciÛn son investigadores del Instituto de Física
do con la teorÌa de la informaciÛn. Una neuronal se traduce en un criterio para Teórica de la Universidad de Bremen.
razÛn podrÌa ser la siguiente: para que la elecciÛn de una ìnotaciÛnî concreta,
un organismo pueda sobrevivir han de es decir, en la elecciÛn de una repre- Bibliografía complementaria
procesarse correctamente importantes sentaciÛn de la informaciÛn relevante THE RELATIONSHIP BETWEEN NEURONAL CODES
informaciones que le faculten para tomar que evite errores de transcripciÛn. AND C ORTICAL O RGANIZATION . B. J. Rich-
decisiones. Desde el punto de vista teÛ- Por lo que respecta al cerebro consi- mond y T. J. Gawne, en Neuronal Ensembles:
rico, eso significa que transportar la derado en su conjunto, sabemos que la Strategies for Recording and Decoding. Dirigido
mayor cantidad posible de informaciÛn conducta de muchos animales, del hom- por H. B. Eichenbaum y J. L. Davis. Wiley-
con el mÌnimo gasto no es el ˙nico obje- bre en particular, no puede reducirse a Liss; Nueva York, 1988.
tivo de una codificaciÛn. El fin del pro- una serie de actos reflejos, sin referen- T HEORETICAL N EUROSCIENCE . P. Dayan y
cesamiento cerebral de la informaciÛn cia alguna al funcionamiento del cere- L. F. Abott. The MIT Press, 2001.
neuronal no es transportar la m·xima bro. Entre muchas otras influencias,

Mente y cerebro 02/2003 79


De la cartografía
del cerebro
al robot
En el progreso de la historia de la investigación cerebral se confirma que,
también aquí, ideas que se consideraban bien asentadas
se sustituyeron por otras más firmes

Robert-Benjamin Illing Willis iniciaron una serie larga de esfuer- y Magendie, que afirma que las raÌces
zos dirigidos a resolver la cuestiÛn sobre posteriores de los nervios raquÌdeos son

E
l pensamiento del hombre va la relaciÛn entre regiÛn cerebral y fun- sensitivas y las anteriores son motoras.
unido inseparablemente a su ciÛn especÌfica del organismo. TambiÈn Pierre Flourens (1794-1867),
cerebro. Lo han puesto de relie- Emanuel Swedenborg (1688-1772), otro fisiÛlogo francÈs, se ocupÛ de la
ve, desde hace siglos, numero- anatomista sueco, sostenÌa que la pro- organizaciÛn del sistema nervioso. Con
sas observaciones realizadas en enfermos pia corteza cerebral, de apariencia uni- tal objeto, experimentÛ con el cerebro
y heridos. Pero, øquÈ es exactamente lo forme, debÌa de estar constituida por dejado al descubierto de un perro vivo.
que capacita a ese Ûrgano para llevar a campos que cumplÌan distintas funcio- La estimulaciÛn mec·nica de la parte
cabo su funciÛn? øSe trata de alg˙n tipo nes. øCÛmo, si no, podrÌan diferenciarse posterior del cerebro expuesto desenca-
de peculiaridad de las neuronas o radica los diversos aspectos de nuestro pensa- denaba contracciones musculares. En
el pensamiento en la forma en la que el miento, de los cuales Swedenborg hacÌa cambio, la estimulaciÛn del cerebro ante-
cerebro est· organizado y en cÛmo sus responsable a la corteza cerebral? Desde rior no provocaba ninguna reacciÛn visi-
cÈlulas ìhablanî entre sÌ? entonces, los investigadores dejaron de ble. De cuya observaciÛn Flourens creyÛ
Debemos a Thomas Willis (1621-1675) considerar el cerebro una masa homo- poder concluir que el cerebro posterior
el primer intento de clasificar las regio- gÈnea para verlo como un mosaico de dis- era motor y el anterior sensitivo.
nes cerebrales seg˙n sus funciones. En tintos Ûrganos o cuasiÛrganos unidos Tuvo que pasar medio siglo antes de
su obra, que ejerciÛ un gran influjo, el mediante fibras nerviosas. que Eduard Hitzig (1838-1897) y Theo-
mÈdico inglÈs considerÛ que las circun- dor Fritsch (1838-1897) investigaran con
voluciones cerebrales eran la sede de la ¿Cómo se cartografía un cerebro? mayor detenimiento, en BerlÌn, esa caren-
memoria y, a su vez, la ìsustancia blancaî Los primeros intentos de una divisiÛn del cia de reacciÛn en la excitaciÛn del cere-
del interior del cerebro la sede de la ima- sistema nervioso llevaron implÌcita la bro anterior. Con ese propÛsito, estimu-
ginaciÛn. A una regiÛn del interior del pregunta de si habÌa determinadas par- laron elÈctricamente la corteza cerebral
cerebro óel llamado cuerpo estriadoó tes dedicadas a la percepciÛn y otras al de gatos. Cuando excitaban los dos ter-
le incumbÌan, seg˙n Willis, la percep- movimiento; es decir, si unas partes eran cios corticales posteriores, no se produ-
ciÛn y el movimiento, mientras que al exclusivamente sensitivas y otras exclu- cÌa de hecho ning˙n tipo de efecto; pero
cerebelo y a las regiones adyacentes les sivamente motoras. Sin previo acuerdo, una estimulaciÛn del cerebro frontal de-
competÌa el gobierno de todas las fun- Charles Bell (1774-1842), un anatomista sencadenaba movimientos en las extre-
ciones involuntarias del sistema ner- escocÈs, y FranÁois Magendie (1783- midades situadas en el lado contrario al
vioso. Con el tiempo se hizo evidente que 1855), fisiÛlogo francÈs, descubrieron la sitio excitado. Si rebajaban la intensidad
esa ordenaciÛn era en parte engaÒosa y ley de las raÌces de la mÈdula espinal. del estÌmulo, podÌan incluso causar la
en parte inexacta. Pero los trabajos de En su honor se la denomina ley de Bell contracciÛn selectiva de grupos muscu-

80 Mente y cerebro 02/2003


1.

AKG BERLIN
A FUERZA BRUTA
Esta “craneotomía con escoplo y martillo
llevada a cabo por un médico medieval”
se ha tomado de un manuscrito inglés del
siglo XIII. Afortunadamente, han aparecido
de entonces acá métodos más sutiles para
la investigación del cerebro y la curación
de sus enfermedades.

lares independientes pertenecientes a Dax, un mÈdico rural, seg˙n la cual los figuraban a partir de las cÈlulas (vÈase
esas extremidades. Para confirmar sus pacientes con pÈrdida de la capacidad del el recuadro ìEl mapa del pensamientoî).
resultados, extirparon los campos corti- lenguaje óes decir, con afasiaó solÌan Ganaba, pues, terreno la idea de la estre-
cales que habÌan venido estimulando. presentar lesionada una regiÛn muy pre- cha vinculaciÛn entre estructura y fun-
Comprobaron asÌ que, tras dicha opera- cisa de la mitad izquierda del cerebro. ciÛn cerebral.
ciÛn, los animales apenas podÌan mover Dicha ·rea recibirÌa, desde entonces, el Un decisivo paso adelante lo dio, a
el miembro en cuestiÛn. nombre de ìregiÛn de Brocaî. mediados del siglo XX, Wilder Penfield
Resultaba, mientras tanto, cada vez Poco despuÈs, se certificÛ tambiÈn la (1891-1976). Se propuso este neuroci-
m·s evidente que a las distintas regio- heterogeneidad anatÛmica de la corteza. rujano canadiense precisar la funciÛn de
nes corticales les incumbÌan diferentes Korbinian Brodmann (1868-1918), neu- distintos campos cerebrales en pacien-
tareas. El neurÛlogo francÈs Paul Broca rÛlogo y anatomista alem·n, distinguiÛ tes que habÌan de someterse a una inter-
(1824-1880) corroboraba una observa- las diferentes regiones de la corteza cere- venciÛn, a fin de orientarse mejor durante
ciÛn realizada con anterioridad por Marc bral en razÛn de la forma en que se con- la operaciÛn quir˙rgica cerebral. Para

Mente y cerebro 02/2003 81


El mapa del pensamiento

O. SPECK
ESTE MAPA DE LA CORTEZA DE UN CEREBRO HUMANO MIENTRAS SE UTILIZA LA MEMORIA DE TRABAJO
en perspectiva lateral ( la izquierda es lo anterior ) se basa están activos dos campos de la corteza cerebral ( en negro ).
en las investigaciones de Korbinian Brodmann, realizadas en Las personas que participaban en el ensayo tenían que apre-
1909. Los campos numerados se diferencian en su arqui- tar un botón cada vez que, en una serie de letras, aparecía
tectura tisular, lo que indica una estructura peculiar de la de nuevo la letra que se había ya presentado en la secuen-
red nerviosa allí. cia en penúltimo lugar. Al mismo tiempo, los experimenta-
dores medían la actividad cerebral de los probandos mediante
una resonancia magnética nuclear funcional.

ello, con los pacientes despiertos, esti- cerebral. Los mapas que hoy se encuen- John von Neumann (1903-1957), fÌsico
mulÛ elÈctricamente en distintos luga- tran a nuestra disposiciÛn han alcanzado y matem·tico, asimilÛ los potenciales
res la corteza, puesta al descubierto, y ya una extraordinaria complejidad. Por de acciÛn a seÒales digitales. DemostrÛ
tomÛ nota de sus percepciones. Depen- citar un ejemplo, el ·rea de la corteza que que toda m·quina con un comportamiento
diendo del lugar donde se producÌa la elabora los estÌmulos visuales en los hasta cierto punto complejo tenÌa que
excitaciÛn, los sujetos describÌan, por monos rhesus, abarca m·s de treinta cam- poseer un registro o una memoria. Por
ejemplo, rel·mpagos luminosos o rui- pos diferenciados, que sepamos; en el su lado, Warren McCulloch (1898-1969)
dos indefinibles. Algunas veces realiza- caso del hombre es probable que se supere y otros mostraron que ciertas neuronas,
ban movimientos bruscos e involunta- esa cifra. agrupadas, ejecutaban operaciones lÛgi-
rios de determinados m˙sculos, por Del conocimiento asÌ adquirido sur- cas a la manera en que procedÌa una cal-
ejemplo de un dedo. giÛ una nueva perspectiva en la consi- culadora.
Pero cuando Penfield estimulÛ regio- deraciÛn del cerebro. Se abriÛ camino la
nes corticales especÌficas durante el idea de un flujo de informaciÛn a travÈs El hombre, una caja negra
sueÒo, los pacientes informaron de la del sistema nervioso, en el que interve- A finales del siglo XIX, Sigmund Exner
apariciÛn de complejos cuadros de re- nÌan, de forma acorde, neuronas esti- (1846-1926), fisiÛlogo austrÌaco, pro-
cuerdos. Tras una excitaciÛn de esta muladoras e inhibidoras. Se asimilÛ el puso una idea audaz: la arquitectura or-
Ìndole, explicaba cierta mujer: ìHe oÌdo cerebro a un aparato que recibÌa seÒa- ganizativa de un conjunto de neuronas
algo, pero no sÈ lo que esî. DespuÈs de les, las elaboraba, registraba recuerdos podrÌa determinar su funciÛn. Trans-
la estimulaciÛn repetida y sin previo de ellas y respondÌa, a su vez, con otras currieron, sin embargo, varios decenios
aviso del mismo lugar, agregÛ ella: ìOh, seÒales. A partir de esa concepciÛn, la antes de que alguien se decidiera lle-
sÌ, creo que oÌ a una madre llamar a su cibernÈtica óciencia de la regulaciÛn y varla a la pr·ctica. Karl Steinbuch, de la
pequeÒo. Me parece que esto pasÛ hace el gobierno de las m·quinas y los orga- Universidad de Karlsruhe, proyectÛ, al-
algunos aÒos. Era alguien del vecinda- nismosó construyÛ una primera infraes- rededor de 1960, una memoria asocia-
rio en el que yo vivÌaî. Si Penfield esti- tructura teÛrica, cuyos cimientos habÌa tiva artificial, la primera red neuronal.
mulaba otra zona, suscitaba recuerdos puesto el matem·tico Norbert Wiener Se trataba de la ìLernmatrixî (ìmatriz
diferentes: ìSÌ, he oÌdo voces, por alg˙n (1894-1964) en el decenio de los cua- did·cticaî).
sitio rÌo abajo; una voz masculina y otra renta. Para ilustrar este nuevo plantea- Pese a que los ordenadores no se com-
femenina... Creo que he visto el rÌoî. miento de la funciÛn cerebral, se eligiÛ ponen de cÈlulas nerviosas sino de mate-
Gracias a este tipo de experimentos se un modelo que acababa de aparecer por rial electrÛnico, se revelaron como un
pudo acotar con exactitud las funciones entonces, desarrollado a partir de las cal- modelo muy fructÌfero del funciona-
de los distintos campos de la corteza culadoras: el ordenador. miento cerebral. Adem·s, en ˙ltima ins-

82 Mente y cerebro 02/2003


tancia, la elaboraciÛn de la informaciÛn
no depende de una determinada sustan-
cia, sino de las conexiones lÛgicas entre Lógica en el sistema nervioso
los elementos de construcciÛn que lo
conforman, sean Èstos neuronas o tran- Warren McCulloch representó esque-
sistores. Por eso, son muchos los infor- máticamente el sistema nervioso de la
m·ticos que defienden que, en principio, forma que se ilustra a la derecha. En
el ordenador puede llegar a igualar, e los dibujos, los triángulos correspon-
incluso superar, la capacidad de rendi- den a los cuerpos de las células ner-
miento del cerebro humano. No resulta viosas, las líneas a sus axones, los engro-
por tanto extraÒo que, desde mediados samientos a las sinapsis estimuladoras
del siglo XX, el modelo computacional y el anillo a una sinapsis inhibidora. El
ejerciera una profunda influencia en la estímulo fluye desde la neurona pre-
psicologÌa, ciencia que por entonces sináptica ( izquierda ) hacia la postsi-
conocÌa un desarrollo notable. náptica ( derecha ). Cada sinapsis trans-
Con todo, la historia de la psicologÌa mite una actividad con un valor de +1
no podÌa parangonarse con la larga tra- (estimulante) o de –1 (inhibidor). El
yectoria de la investigaciÛn cientÌfico- umbral de la neurona postsináptica es,
mÈdica del cerebro. Cierto es que ya en en el esquema de McCulloch, 2.
la Antig¸edad se conocÌan algunas regu- Consecuentemente, en ( a ) la neurona
laridades del comportamiento humano, presináptica puede traspasar su acti-
pero su marco teÛrico pertenecÌa al do- vidad a la neurona postsináptica. En
( b ) basta con que una de las dos neu-
minio de la filosofÌa sensu stricto. Los
ronas presinápticas estimule a la neu-
cientÌficos de la Antig¸edad y del Me- rona postsináptica. Se realiza así una
dievo aceptaron la imposibilidad de conexión “O”. En (c ) la neurona post-
investigar sistem·tica y experimental- sináptica sólo está activa cuando se
mente la conducta. Lo advertimos en san excitan las dos neuronas presinápti-
AgustÌn (354-430) y en santo Tom·s de cas. Nos hallaríamos ante una cone-
Aquino (1225-1274). Tampoco en el xión “Y”. En (d ) la neurona postsináp- pero no lo está la neurona postsináp-
Renacimiento cambiaron mucho las cosas tica sólo se excita si la neurona tica inhibidora. Nos encontramos aquí
a este respecto. presináptica estimulante está activa, ante una conexión “NO”.
SÛlo en el siglo XIX comenzÛ a modi-
ficarse tal punto de vista. Ernst Heinrich
Weber (1795-1878), fisiÛlogo alem·n, se
aprestÛ a medir el rendimiento de los de alma, sino de consciencia. Adem·s, bio, el norteamericano William James
sentidos, explorando con un comp·s de diferenciÛ de la psicologÌa cuanto se (1842-1910) se interesÛ mucho m·s por
dos puntas la sensibilidad t·ctil de la referÌa a la fisiologÌa. A su entender, la las funciones de nuestra actividad men-
piel. DeterminÛ la mÌnima distancia posi- psicologÌa se ceÒÌa a los fenÛmenos expe- tal en el quehacer diario: por ejemplo,
ble entre las dos puntas del comp·s en rimentados en la consciencia, cuyos con- al solucionar un problema o al estable-
cuyo intervalo Èstas se seguÌan perci- tenidos brotan de la combinaciÛn o la aso- cer unos objetivos de actuaciÛn.
biendo por separado; el valor variaba ciaciÛn de sensaciones elementales. La direcciÛn que habÌa tomado la
para cada regiÛn de nuestra superficie La psicologÌa de Wundt registraba, de investigaciÛn psicolÛgica fue continuada
corporal. Weber midiÛ tambiÈn en otros un modo principal y detallado, las estruc- por el conductismo. Esta corriente orientÛ
experimentos el umbral de la percepciÛn turas de la consciencia. Se trataba, pues, la metodologÌa psicolÛgica hacia la fÌsica.
sensitiva. En ellos, las personas some- de una psicologÌa descriptiva. En cam- Sus representantes, a cuya cabeza se puso
tidas al ensayo referÌan si la intensidad
de un determinado estÌmulo les resulta-
ba mayor, menor o igual que la de un es-
tÌmulo-control (vÈase el recuadro ìPer-
cepciÛn medidaî). Gustav Theodor
Fechner (1801-1887) acuÒÛ el tÈrmino
de psicofÌsica para este tipo de investi-
gaciones; demostrÛ que podÌa estable-
cerse una relaciÛn matem·tica entre las
sensaciones y los fenÛmenos fÌsicos.
Tras la fundaciÛn de la experimenta- 2. UN ROBOT ENAMORADO
ciÛn psicolÛgica por Weber y Fechner, En el marco de la corriente teórica
Wilhelm Wundt (1832-1920) dio el primer denominada funcionalismo se equiparó
paso para la creaciÛn de una doctrina el cerebro a un ordenador. Pero esta
cientÌfica del alma o psique, la psicologÌa. equiparación también es válida al revés.
DebÌa emplear Èsta la metodologÌa pro-
Lo que significaría que si a un ordenador
pia de las ciencias naturales. Wundt que-
rÌa que su nueva ciencia se separara nÌti- convertido en robot le dotamos de un
R. -B. ILLING

damente del enfoque metafÌsico y del cuerpo podría expresar, en principio, todas
fisicalismo. De ahÌ que no hablara nunca las cualidades emocionales humanas.

Mente y cerebro 02/2003 83


entender esa vida interior para desen-
traÒar la naturaleza del comportamiento
Percepción medida complejo: en el lugar de la introspec-
ciÛn de la conciencia propuesta por
Ernst Heinrich Weber investigó el incremento de intensidad (∆ I ) de un es- Wundt se instalaba el entendimiento
tímulo sensorial que era necesario para poderlo diferenciar de un estímulo- matem·tico exacto de los programas de
control y descubrió que dicho incremento era una fracción constante de la ordenador.
intensidad ( I ) del estímulo-control: AsÌ fue como aparecieron dos enfo-
ques que iban a configurar las activida-
∆I/I = k des subsecuentes en el terreno del cono-
cimiento del cerebro y la mente:
La constante ( k ) tiene, además, un valor característico para cada tipo o moda-
lidad de sentido. Así, por ejemplo, 1/60 para la luminosidad de la luz blanca, ï De acuerdo con el primero, la inteli-
1/10 para el volumen de sonido de tonos de grado medio y 1/3 para los sabo- gencia humana podrÌa consistir, en ˙ltima
res salados. instancia, en algo semejante a las capa-
Esta relación aritmética fue ampliada por Gustav Theodor Fechner (1801-1887), cidades de los ordenadores; esto es, algo
quien relacionó la intensidad del estímulo experimentada por autoobserva- similar a un programa inform·tico capaz
ción con la intensidad del estímulo ( I ) medida por el aparato. Tras considera- de gobernar las operaciones lÛgicas y de
bles mediciones, Fechner estableció la relación: dirigir las vÌas de comunicaciÛn. El domi-
nio de la operaciÛn de los ordenadores
R = k  log I constituirÌa, por tanto, un paso impor-
tante para el entendimiento del cerebro.
La constante ( k ) seguía teniendo aquí un valor típico para cada modalidad de
ï De acuerdo con el segundo, coherente
sentido.
con lo anterior, el pensar, el sentir y el
ser consciente quiz· no estuvieran liga-
dos con la sustancia cerebral en sÌ, sino
que podrÌan depender exclusivamente de
John B. Watson (1878-1958), se ocupa- vioristas, rechazaban de plano la idea de las relaciones lÛgicas que establecieran
ron de forma exclusiva de los compor- que los rasgos del comportamiento pudie- sus elementos constituyentes, lo que de
tamientos visibles y mensurables de los ran heredarse. paso harÌa a estas funciones perfecta-
organismos, para dejar de lado los fenÛ- Sin embargo, cuando intentaron com- mente ejecutables por un ordenador.
menos mentales y la conciencia. Para prender los fenÛmenos complejos del
los conductistas, hombre y animal no aprendizaje se hizo palmario que care- Sobre esas dos ideas se asentÛ el fun-
eran otra cosa que una caja negra; es cÌan de recursos argumentativos. En par- cionalismo, la doctrina de referencia de
decir, algo en cuyo interior no se puede ticular, les resultÛ imposible de explicar la moderna ciencia cognitiva. Si se com-
penetrar; el mundo interno resulta incom- mediante un simple esquema de estÌmu- para con los modelos del funcionamiento
prensible. Se aplicaron, pues, a explicar lo-respuesta el aprendizaje del lenguaje cerebral precedentes, el funcionalismo
las formas de comportamiento de los en los humanos. El desarrollo de los sobrepasÛ una frontera que hasta enton-
hombres y de los animales en tÈrminos ordenadores terminÛ por sentenciar la ces habÌa estado sobreentendida pero
exclusivos de respuestas desencadenas suerte del conductismo. perfectamente presente. Aunque los cien-
por estÌmulos. Los conductistas, o beha- Las computadoras fueron adquiriendo tÌficos de otros siglos comparasen el
una capacidad creciente para ejecutar cerebro con una cisterna o un Ûrgano,
tareas que hasta entonces habÌan quedado tenÌan muy claro que, en cuanto tal, no
reservadas al hombre. Se convirtieron, era ni una cisterna ni un Ûrgano. Mas
por ejemplo, en contrincantes ajedre- para el funcionalismo el cerebro no sÛlo
cÌsticos dignos de ser tomados perfec- poseÌa semejanzas con un ordenador,
tamente en serio. Lo consiguieron sÛlo sino que, adem·s, constituÌa en verdad
gracias a una rica ìvida interiorî dise- un ordenador. Correspondientemente, a
Òada con precisiÛn, es decir, gracias a la partir de un ordenador deberÌa ser tam-
introducciÛn en ellos de uno o varios biÈn posible construir un organismo com-
programas. Ahora se trataba, pues, de pleto, pues bastaba con que se le prove-
yera de un cuerpo adecuado que lo
convirtiera en un robot.
Algunos no dudaron en colorear tal
3. ARQUITECTURA NEURONAL idea con predicciones arriesgadas.
En 1894, Sigmund Exner, fisiólogo Marvin Minsky, del Instituto de Tecno-
austríaco, hizo una propuesta logÌa de Massachusetts, respondÌa lo si-
revolucionaria: la realización de guiente a la pregunta de si llegarÌa un
comportamientos precisos (pensemos dÌa en que los robots dominarÌan la Tierra:
en los movimientos oculares) estaba ìSÌ, pero no debemos tener miedo de
esta visiÛn, pues esos robots seremos
determinada no sólo por la actividad
nosotros mismos. Si desarrollamos, con
de células nerviosas individuales, sino ayuda de la nanotecnologÌa, recambios
también por la estructura específica para el cuerpo y el cerebro, viviremos
de la red nerviosa que las sustentaba. m·s, poseeremos mayor sabidurÌa y dis-

84 Mente y cerebro 02/2003


¿Ha quedado refutado el funcionalismo?
Para el funcionalismo, cerebro y ordenador son inter- cribirla de nuevo. [Con su denominación rinden homenaje
cambiables. De esa tesis disiente Roger Penrose, matemá- al matemático inglés Alan Turing (1912-1954).]
tico y físico de la Universidad de Oxford, quien ha cuartea- Las máquinas de Turing pueden representar a cualquier sis-
do los cimientos en que se basa. tema formal, esto es, a cualquier sistema en el que todo ele-
Así argumenta Penrose: Todos los ordenadores concebibles mento y toda operación son definidos de una manera uní-
en el momento presente son, en principio, máquinas de Turing, voca. Si la máquina de Turing fuera un modelo para el
que efectúan paso a paso series de operaciones, como, por cerebro, las funciones cerebrales se corresponderían tam-
ejemplo, leer una banda y, según determinadas reglas, es- bién con un sistema formal.
Ahora bien, de acuerdo con el primer teorema de Gödel,
existen en todo sistema formal postulados matemáticos
que, aunque ciertos, son indemostrables desde el interior
del sistema: los llamados postulados de Gödel. [Kurt Gödel
(1906-1978) fue un célebre lógico y matemático austríaco.]
Trasladado al caso del cerebro, eso significa que, si nuestro
pensamiento se correspondiese con un sistema formal, como
afirma el modelo funcionalista del cerebro, no podríamos
R. PENROSE, COMPUTERDENKEN

conocer a través del razonamiento lógico la verdad de los


postulados de Gödel relativos a este sistema. De donde Penrose
deduce que la capacidad del conocimiento humano no es
abarcable en un sistema formal: el cerebro no es una máquina
de Turing y los presupuestos del funcionalismo son con-
secuentemente falsos.

frutaremos de unas capacidades que ahora cupaciones tales quedan totalmente al mecanicistas para resaltar con vigor cre-
no podemos ni sospecharî. øFuturibles margen del funcionalismo. Adem·s, la ciente el papel de la conciencia, es decir,
con base real o pura fantasÌa cientÌfica? crÌtica contra los presupuestos de esta del observador.
Al escepticismo que suscitan los pro- corriente se ha ido intensificando a lo La neurobiologÌa ha ahondado en el
nÛsticos de tal Ìndole hay que aÒadir en largo de los ˙ltimos decenios; crece el campo de las molÈculas y de sus reac-
este caso una circunstancia nada desde- n˙mero de cientÌficos que se distancian ciones quÌmicas. Pero casi todos los
Òable: el modelo que constituye su de ella, habida cuenta de que las activi- modelos moleculares de las funciones
infraestructura óel ordenadoró se ha dades superiores del cerebro son, seg˙n nerviosas propuestos siguen fieles al
mostrado insuficiente. recientes trabajos, difÌcilmente separa- mundo de ideas de la fÌsica cl·sica. Ahora
bles del tejido nervioso y de sus propie- bien, øpor quÈ deberÌa basarse la forma
Una ojeada en el cerebro dades. Por otro lado, el ordenador tam- del funcionamiento del cerebro en la
Merced a las modernas tÈcnicas de for- poco ha pasado de ser algo m·s que una fÌsica del siglo XIX? Cabe que en el futuro
maciÛn de im·genes, como la tomogra- met·fora apropiada tan sÛlo para deter- la situaciÛn cambie. Tal vez no tarden
fÌa por emisiÛn de positrones (TEP) o la minados aspectos del funcionamiento en introducirse la fÌsica y la quÌmica
resonancia magnÈtica nuclear funcional cerebral. cu·nticas en la neurobiologÌa y, con ellas,
(RMNf), los investigadores est·n per- Se muestra aquÌ, gracias a la historia todos sus hechos paradÛjicos, hipÛtesis
fectamente capacitados para ìmirar el de la investigaciÛn cerebral, un motivo de y percepciones desconcertantes.
cerebroî de los sujetos de ensayo que han reflexiÛn: una y otra vez los estudiosos se
dado su consentimiento informado para han visto forzados a relativizar, cuando
tal fin. Determinadas percepciones, emo- no a desechar por entero, conceptos que ROBERT-BENJAMIN ILLING, catedrático de
ciones o actividades intelectivas espe- predecesores suyos habÌan elaborado neurobiología y biofísica en la Universidad
cÌficas ótales como ver, hablar o perci- mediante cuidadosas observaciones y de Friburgo, comparte sus tareas docentes
biró van asociadas a actividad neuronal minuciosos experimentos y que parecÌan con el estudio de la historia de la ciencia.
en zonas del cerebro muy precisas. Di- sÛlidamente contrastados. øQuÈ ideas,
chos correlatos neuronales de la expe- perspectivas y modelos ocupar·n el lugar Bibliografía complementaria
riencia consciente confirman y amplÌan de los actualmente en boga?
FOUNDATIONS OF THE NEURON DOCTRINE.
la teorÌa de la localizaciÛn, que, con el De unos decenios a esta parte, se apre-
G. M.Shepherd. Oxford University Press,
tiempo, se habÌa ido quedando en un dis- cia una evoluciÛn contradictoria entre las
Oxford, 1991.
creto segundo plano. La lista de los corre- ciencias de la vida, por un lado, y la fÌ-
latos encontrados hasta ahora es larga y, sica, por otro. En un comienzo los biÛlo- DAS G EHIRN - O RGAN DER S EELE ? Z UR
a buen seguro, aumentar· de un modo gos no cuestionaban la naturaleza inde- I DEENGESCHICHTE DER N EUROBIOLOGIE .
considerable en el futuro. pendiente del alma y la conciencia. Pero Dirigido por E. Florey, O. Breidbach.
Nuevas investigaciones de este tipo han la biologÌa moderna tiende a explicarlo Akademie Verlag, Berlín, 1993.
vuelto a centrar el interÈs en la relaciÛn todo desde bases mecanicistas y mo- O RIGINS OF N EUROSCIENCES . S. Finger.
entre cuerpo y alma o, con otros tÈrmi- leculares. Simult·neamente, la fÌsica se Oxford: Oxford University Press, 1994.
nos, entre cerebro y conciencia. Preo- ha ido alejando poco a poco de las ideas

Mente y cerebro 02/2003 85


PUNTO DE MIRA
Cerebro y religión
Pujante en el mundo anglosajón, desconocida en España, la llamada neuroteología,
que se ocupa de las relaciones entre las reacciones cerebrales y la fe en una trascendencia,
se introduce aquí a través de un diálogo entre Ulrich Eibach, profesor de teología protestante,
y Detlef Linke, neurofisiólogo eminente. Lo que en él se refiere al caso alemán
es perfectamente extrapolable a la situación española.

Diálogo coordinado por medicina, causÛ un profundo revuelo al aceptar que la conversiÛn de san Pablo
Katja Gaschler y Carsten Könneker volver a contraponer la materia del cere- fue quiz· sÛlo un caso de epilepsia.
bro a ìunî espÌritu. Y no hay m·s que Eibach: Hay que admitir que sufrÌa algo
Myc: Profesor Eibach, øhay respuesta seguir las discusiones de ˙ltima hora por asÌ como ataques epilÈpticos, aunque
teolÛgica a la pregunta por la ubicaciÛn ejemplo sobre el hardware y el software este fenÛmeno no sea decisivo en abso-
de Dios? de los ordenadores para advertir la pre- luto. Incluso si aclar·semos la cuestiÛn
Eibach: Es absurdo asignar a Dios un sencia emergente del viejo dualismo. de lo que le sucedÌa a san Pablo en el
determinado ìdomicilioî, verificable por aspecto neurofisiolÛgico, de ninguna
medios cientÌfico-naturales. TendrÌa Myc: øInsin˙a que usted es dualista? manera tendrÌamos la clave de la reali-
mucho m·s sentido preguntarse por el Linke: De ninguna manera. En nuestros dad oculta tras esos fenÛmenos y del
modo en que Dios se nos manifiesta. dÌas, la investigaciÛn cerebral parte del contenido de sus vivencias. Estoy fir-
supuesto de que la explicaciÛn para los memente convencido de que un neuro-
Myc: øY cÛmo se nos manifiesta? fenÛmenos psÌquicos es armonizable con teÛlogo moderno habrÌa encontrado alg˙n
Eibach: ìEl espÌritu de Dios le da tes- la aplicada a los de Ìndole neurobiolÛ- detalle fisiolÛgicamente significativo en
timonio a nuestro espÌritu de que no- gica. Y no por ello tengo que ser en modo el cerebro del apÛstol. Pero eso no bas-
sotros somos hijos de Diosî, seg˙n el alguno un monista materialista que tarÌa.
apÛstol Pablo. Lo que quiere decir que observa todos los episodios espirituales
Dios se manifiesta en el ìinteriorî del exclusivamente como el resultado de Myc: Ese puede ser un argumento irre-
hombre, aunque el modo y el lugar posi- procesos biolÛgicos. batible. Siguiendo en esa lÌnea se podrÌa
bles de esta manifestaciÛn sean muy admitir en todo tipo de experiencia reli-
diversos. El encuentro con Dios se puede Myc: øPuede ser m·s explÌcito? giosa la existencia de la correspondiente
consumar y reflejar en dimensiones sen- Linke: En el supuesto de que el espÌritu y especial actividad cerebral. Pero dicha
soriales y corporales, es decir, en el plano y la materia fueran lo mismo, el cerebro actividad coincidente con la experien-
de los sentimientos o incluso mediante podrÌa tambiÈn ser puro espÌritu. Y en cia religiosa no da por sÌ misma res-
fenÛmenos ext·ticos cuando acontece ese punto sÌ que tendrÌa que reservarme puesta a la cuestiÛn de si vivimos en un
algo realmente excepcional. Pero este el juicio. mundo dualista o en uno sÛlo explica-
encuentro tambiÈn puede darse en el ble con criterios neurolÛgicos. øCu·l es
plano cognitivo. En unos casos y en otros Myc: Pero da la impresiÛn de que la su opiniÛn a este respecto, profesor
serÌan lÛgicamente muy distintos los mayorÌa de los neurocientÌficos son mate- Linke?
correlatos cerebrales, neurolÛgicos, de rialistas confesos. Algunos neuroteÛlo- Linke: Temo no poder contradecir en
las personas afectadas. gos norteamericanos llegan incluso a absoluto al profesor Eibach. Partiendo
decir que un gran n˙mero de fundado- de procesos cerebrales, que son expli-
Myc: Profesor Linke, øtiene sentido para res de religiones, de santos óy en gene- cables desde un punto de vista cientÌfico-
un neurofisiÛlogo hablar de ìespÌrituî? ral los hombres con vivencias religio- natural, no se puede excluir en pura lÛgica
Linke: Se incluya o no en la ciencia, sasó debieron ser epilÈpticos. y de manera irrefutable la existencia de
conviene saber que nos encontramos Eibach: Si se me permite una breve obje- una realidad superior.
inmersos en una larga tradiciÛn en la que ciÛn yo aportarÌa aquÌ la ya cl·sica teo- Eibach: Quisiera aportar un ejemplo que
la idea de espÌritu ha desempeÒado un rÌa de que el encuentro de san Pablo con quiz· nos ilustre algo m·s esta cuestiÛn:
papel principal. No olvidemos que el Cristo resucitado a las puertas de la experiencia de la proximidad de la
tr·nsito a la investigaciÛn cerebral se Damasco fue tan sÛlo un ataque de epi- muerte. No cabe ninguna duda de que en
produce bajo la enorme influencia de lepsia. El propio apÛstol habla de una esas circunstancias se producen deter-
este concepto. Basta con citar a Descartes. ìestaca en la carneî, una dolencia que minados cambios fisiolÛgicos cerebra-
padecÌa y de la que en todo caso no sabe- les. Nadie puede realmente diferenciar
Myc: Pero eso es historia. mos nada en concreto. si las ìvisionesî descritas por las per-
Linke: Sin duda, pero hace tan sÛlo sonas ìresucitadasî remiten a un autÈn-
veinte aÒos que John Eccles, neurofi- Myc: De sus palabras deducimos que tico encuentro con la realidad trascen-
siÛlogo australiano y premio Nobel de usted no pondrÌa ninguna objeciÛn a dente o si en dichos casos se trata

86 Mente y cerebro 02/2003


˙nicamente de una descarga de endorfi- tido a salir de nosotros mismos. Es una bre fÌsico como ente fÌsico tiene la posi-
nas en el cerebro. facultad completamente normal que bilidad de experimentar vivencias reli-
Linke: Y si se quiere yo aÒadirÌa que reprimimos permanentemente y que est· giosas.
aquellas vivencias descritas como condicionada por una cierta cultura del
extraordinarias puede que al fin y al cabo yo y de la autorreferencia. Myc: El neuropsicÛlogo canadiense
no sean m·s que un producto de nuestra Michael Persinger aduce que con ayuda
cultura, de nuestra propia formaciÛn. Myc: Si no he entendido mal, eso sig- de campos magnÈticos puede hacer vivir
nifica que con experiencias ìextracor- a cualquiera tales experiencias trascen-
Myc: O dicho en otros tÈrminos... poralesî, y llegando a la situaciÛn dentales.
Linke: Pues que en las llamadas expe- extrema, ìdeponemosî la autopercep- Eibach: Pero a mÌ me interesarÌa saber
riencias ìextracorpÛreasî los pacientes ciÛn conseguida artificialmente con quÈ sucede posteriormente. Realmente
creen verse a sÌ mismos tumbados en la entrenamiento y retornamos brevemente no podemos medir el grado de autenti-
camilla del quirÛfano o incluso percibir a una forma de percepciÛn m·s origina- cidad de una vivencia religiosa sobre la
ìen vivoî cÛmo ellos yacen ìmuertosî ria. base exclusiva de una consideraciÛn neu-
bajo las ruedas de un coche que les ha Linke: B·sicamente Èse es el meca- rofisiolÛgica. Provocar artificialmente
atropellado. nismo. En el supuesto de que uno se ìsentimientos elevadosî no tiene por quÈ
encuentre bajo las ruedas de un camiÛn llevar necesariamente a contenidos reli-
Myc: øY quÈ tiene que ver esto con la y sin esperanza alguna de sobrevivir, se giosos. Hay que elaborar espiritualmente
propia formaciÛn? renuncia a la perspectiva, convulsa y pro- las vivencias para que la emociÛn se
Linke: ImagÌnese, en un sencillo expe- fundamente automatizada, de la autorre- transforme en fe o adquiera un contenido
rimento mental, que est· haciendo dos ferencia. En ese caso el cerebro no nece- religioso.
o tres largos en una piscina. øListo? sita la endorfina, a la que aludiÛ antes el
profesor Eibach: simplemente se dis- Myc: Sin embargo, sucede que en la
Myc: Adelante. tancia de interpretaciones trascenden- especulaciÛn teolÛgica no hay lugar para
Linke: Le pregunto: øSe observa usted tales que se corresponden con las per- los sentimientos. CorrÌjame, si me equi-
a sÌ mismo desde el borde de la piscina cepciones. voco.
o percibe esta circunstancia desde la Eibach: Cierto. La teologÌa tradicional
perspectiva del baÒista, es decir, desde Myc: O sea que volvemos al argumento apenas ha prestado atenciÛn a la dimen-
el agua? irrebatible. En situaciones vitales extre- siÛn sentimental del hombre. Un ejem-
mas, en escenarios de muerte cercana o plo ilustrar· cÛmo todos podemos cons-
Myc: Yo me veo desde fuera. en el comentado caso de san Pablo tie- tatar en nosotros mismos esta obviedad:
Linke: Claro. Y con usted el ochenta nen lugar unos fenÛmenos de naturaleza si a lo largo de unos oficios religiosos el
por ciento de la gente. O sea: nos vemos psiconeurobiolÛgica. Pero no se puede ambiente le interpela y le conmueve
a nosotros mismos casi con los ojos de utilizar su existencia como argumento en directamente a uno, el estado de ·nimo
otro. ImaginÈmonos caminando por un pro o en contra de una realidad superior. final es muy distinto de aquellos casos
valle, a la orilla de un arroyo. Uno se ve Eibach: Sin embargo, lo decisivo no son en los que la ceremonia se limita exclu-
seguramente ìdesde fueraî y lo m·s los fenÛmenos neurofisiolÛgicos; lo ver- sivamente al ·mbito conceptual y a ìali-
corriente es la contemplaciÛn a vista de daderamente importante son los conte- mentarnosî sÛlo en el plano mental abs-
p·jaro. nidos de las experiencias y cÛmo se llega tracto.
a ellas. La doctrina de la justificaciÛn
Myc: øA dÛnde quiere llegar? humana mediante la gracia divina no se Myc: En este contexto, el neuroteÛlogo
Linke: En el fondo hay en nosotros una despliega en san Pablo con toda seguri- Andrew Newberg apunta a la indudable
predisposiciÛn b·sica a observarnos dad sÛlo a partir de una vivencia religiosa importancia de nuestros sentimientos.
desde un ·ngulo distinto, en cierto sen- singular. Naturalmente tambiÈn el hom- En su opiniÛn nuestras ceremonias y

Mente y cerebro 02/2003 87


rituales religiosos se diferencian tanto de que los sentimientos desempeÒen un paquetes con ciertas especies de hon-
de las situaciones cotidianas que nues- papel tan decisivo en la presencia de gos: pretendÌan ingerir aquellos pro-
tro cerebro les tiene que asignar forzo- ideas religiosas o incluso de las religio- ductos para entrenarse en una ìmedita-
samente una importancia excepcional. No nes, tomadas Èstas como tal en su con- ciÛnî que los transportase a una autÈntica
importa que estos sentimientos se refu- junto. Recurriendo al ejemplo de la reli- experiencia de Dios. Por lo general el
gien en contextos teolÛgicos diferentes: giÛn judÌa: en el cuerpo normativo de la resultado era m·s bien una mueca dia-
al fin y al cabo el fenÛmeno es el mismo, Torah se acent˙a de manera precisa la bÛlica capaz de destruir vidas.
tanto si se produce en las cabezas de eliminaciÛn y limitaciÛn de emociones
budistas zen o en el cerebro de una monja o de acciones emocionales. Preceptiva- Myc: Profesor Eibach, øquÈ juicio le
orante. El resultado es una fusiÛn del mente se debe impulsar la racionalidad merece la meditaciÛn?
mundo interior con el exterior. desde la Ûptica de la veneraciÛn y sin dejar Eibach: Personalmente practico la medi-
Linke: A lo que yo agregarÌa que hay de lado la majestuosidad. Al afirmar que taciÛn y el ayuno óuna vez al aÒo incluso
que ser muy precavido con tales afir- la religiÛn remite a un indefinido senti- durante una semana enteraó. Pero lo ha-
maciones: la religiÛn es con toda segu- miento de la interioridad estamos ya casi go para tranquilizarme y orientarme ha-
ridad algo m·s que el despliegue de un afirmando que es el opio del pueblo. cia Dios, no porque de esa pr·ctica es-
determinado estado emocional. Eibach: Esa no era la intenciÛn de mis pere la ìiluminaciÛnî de mi vida. No me
palabras. convence en absoluto la meditaciÛn zen
Myc: Eso equivale a criticar la inter- Linke: De acuerdo. Yo intentaba ˙nica- que persigue la desconexiÛn del indivi-
pretaciÛn de Newberg. mente apuntar a los lÌmites del mundo duo de toda la realidad vital.
Linke: Evidentemente. En el contexto de los sentimientos. TambiÈn se podrÌa
de las diferentes tentativas de interpre- recurrir a las drogas que provocan m·s Myc: Se sabe sin embargo que esas tÈc-
taciÛn del mundo se puede ver hoy dÌa f·cilmente y con toda seguridad senti- nicas llevan a la quietud y el sosiego.
el cerebro como el ˙ltimo mapa en blanco mientos ìreligiososî. En el tiempo de la Eibach: No se trata de eso, sino de que
que todos y cada uno queremos rellenar moda hippie algunos compaÒeros mÌos no acepto en absoluto una religiÛn que
con algo distinto: el yo, un ìcentro emo- de estudio viajaron a Indonesia y en el nos aÌsla de la realidad de la vida y no
cionalî o algo similar. Tengo mis dudas equipaje de vuelta metieron algunos nos ayuda a hacer el bien y a buscar la
justicia en el mundo. La meditaciÛn cris-
tiana tiene como objetivo una experien-
cia de Dios, que al mismo tiempo faci-
lite y promueva la caridad frente a los
ìEl renacimiento espiritual es la entrada en dem·s. Es como recargar pilas para poder
despuÈs repartir de aquello que uno ha
una nueva relaciÛn con Diosî. Ulrich Eibach recibido. Ya el mismo oficio religioso sig-
nifica interrumpir la rutina diaria al
tiempo que pretende transmitir una expe-
riencia de la realidad trascendente y de
Dios para que incida en el dÌa a dÌa.

Myc: Usted se refiere a las pr·cticas


espirituales de un creyente. Pero vol-
viendo a la cuestiÛn existencial, øcÛmo
definir el encuentro de alguien con Dios?
øQuÈ sucede en esa circunstancia?
øConversiÛn, renacimiento espiritual?
øQuÈ fenÛmenos tienen lugar en el cere-
bro y en el plano de los sentimientos?
Eibach: El renacimiento espiritual, del
que Cristo habla, por ejemplo, en el capÌ-
tulo 3 del Evangelio de san Juan, es la
entrada en una nueva relaciÛn con Dios,
la conexiÛn con una nueva fuente de
vida. No soy yo el que est· en el centro
de mi vida, sino Dios. Se trata de una
profunda y novedosa orientaciÛn de mi
vida que no se puede remitir ˙nicamente
a la educaciÛn y al adoctrinamiento.

Myc: AsÌ que no es necesario el requi-


SUSANNE BAUMGARTEN / VARIO-PRESS

sito previo de reconocimiento de los

1. ULRICH EIBACH es catedrático de


teología en la Universidad de Bonn.

88 Mente y cerebro 02/2003


2. DETLEF LINKE dirige el

SUSANNE BAUMGARTEN / VARIO-PRESS


departamento de neurofisiología clínica
y de rehabilitación quirúrgica de la
Universidad de Bonn.

pecados propios. Eso serÌa totalmente


lo racional.
Eibach: En parte sÌ. TambiÈn sabemos
que raramente se llega al renacimiento
espiritual sÛlo mediante actos cogniti-
vos. Aparte de la palabra anunciada en
los textos sagrados, adem·s de la lengua,
del sentimiento y del ambiente hay algo
que uno no puede ìproducirî y que desde
luego no es solamente un fenÛmeno psÌ-
quico interno. Ignoramos por quÈ les
acaece a algunas personas y a otras no.
Hay a quien le llega completamente de
improviso.

Myc: Como en el caso de san Pablo.


Pero ahora la pregunta va dirigida al neu-
robiÛlogo: durante el mencionado rena-
cimiento espiritual øse produce simult·-
neamente alg˙n cambio neurofisiolÛgico
en el cerebro? ìLa religiÛn es algo m·s que la manifestaciÛn de
Linke: Es muy probable. En otro con-
texto, los encuentros de un hombre y una un determinado estado cerebralî. Detlef Linke
mujer pueden dejar huellas profundas
en el cerebro, sobre todo cuando dichos
contactos han sido especialmente inten-
sos. En este caso se produce una autÈn-
tica reorganizaciÛn de muchas funcio- logo sobre la religiÛn. Las ciencias natu- Linke: Seguramente porque nosotros
nes cerebrales. La razÛn es que el impacto rales se mueven en una dimensiÛn casi nos movemos en una tradiciÛn distinta
fisiolÛgico puede ser incluso mayor que neutral, por lo que las religiones, por su de las ciencias del espÌritu.
cuando hay un ataque epilÈptico. Se trata parte, tienen que evitar una confronta- Eibach: Tradicionalmente en el ·rea anglo-
sencillamente de la fuerza de la sexua- ciÛn directa con aquÈllas. Ese es el sajona se concediÛ mayor importancia a
lidad humana. terreno donde cristianos, musulmanes e la ìteologÌa naturalî. AllÌ existe una lÌnea
hind˙es pueden intercambiar relajada- de especulaciÛn ininterrumpida con argu-
Myc: Volviendo a las investigaciones mente ideas sobre las ˙ltimas realida- mentos en pro de la existencia de Dios sobre
neuroteolÛgicas en los Estados Unidos, des de la vida. Lo cual tiene mucho sen- la base de cuestionamientos empÌricos.
profesor Linke, usted conoce personal- tido, en mi opiniÛn, en un mundo tan Y esta circunstancia lÛgicamente propi-
mente a muchos cientÌficos de ese paÌs... determinado por la ciencia y la tÈcnica cia otro ambiente en el plano de la discu-
Linke: Efectivamente, he asistido a como el nuestro. siÛn. Lo que explica que en AmÈrica la
muchos congresos y adem·s he trabajado religiÛn entre tambiÈn en el mundo de las
en el Centro de TeologÌa y Ciencias Myc: Su afirmaciÛn trae resonancias a ciencias naturales para confrontarse con
Naturales de Berkeley donde he pro- un igualitarismo poco riguroso. Es como ellas y mantener su posiciÛn.
nunciado algunas conferencias sobre si tras esos contrastes prevaleciera de
estos temas. entrada la idea de que todos creemos en Myc: Posiblemente en Alemania des-
el mismo Dios lindemos claramente un campo del otro.
Myc: Da la impresiÛn de que en Estados Linke: No necesariamente. TodavÌa esta- Linke: Muchos cientÌficos alemanes
Unidos est· muy extendida la investi- mos muy lejos de que el lenguaje cien- temen por su prestigio si entran en el
gaciÛn neuroteolÛgica. tÌfico-natural pueda articular enuncia- debate sobre cuestionamientos religio-
Linke: Ciertamente, y adem·s en este dos ontolÛgicos. El resultado de tales sos. En Estados Unidos el planteamiento
campo se mueve mucho dinero, sobre aproximaciones podrÌa perfectamente es tan diferente que un renombrado fÌsico
todo procedente de la financiaciÛn pri- ser un asentimiento a una imagen tec- no tiene problemas al escribir un libro
vada. nolÛgica del mundo. SerÌa otra alterna- titulado ìDios y la fÌsica modernaî.
tiva de sumo interÈs y que yo considero
Myc: øCu·l es el objetivo de la investi- posible. Myc: En su opiniÛn, øserÌa deseable que
gaciÛn neuroteolÛgica? los cientÌficos alemanes se aventurasen
Linke: Todos los implicados intentan Myc: øA quÈ se debe que no haya en a escribir trabajos en esa lÌnea?
encontrar un lenguaje com˙n para la Alemania una investigaciÛn neuroteo- Linke: SerÌa muy de agradecer que esto
religiÛn y sobre todo aplicable al di·- lÛgica de amplio espectro? se diera tambiÈn entre nosotros.

Mente y cerebro 02/2003 89


SYLLABUS
Redes neuronales
autónomas
Con el fin de comprender la manera en que el cerebro procesa las informaciones
recibidas del exterior, los biólogos se sirven de determinados modelos de redes neuronales.
Dichos modelos se organizan autónomamente —poseen, pues, capacidad de aprendizaje—
y ofrecen representaciones cartográficas de los estímulos externos

Christian W. Eurich y Stefan Wilke cisa en el cerebro no viene determina- la corteza visual reciben informaciones
da genÈticamente: se van conforman- Ûpticas sobre su entorno. De manera an·-

C
uando tomamos una fotografÌa, do de un modo gradual en el curso del loga, las cÈlulas nerviosas artificiales de
los rayos de luz procedentes de desarrollo. Ello implica que los mapas la red neuronal recibir·n estÌmulos de
direcciones similares arriban a puedan adaptarse a las cambiantes exi- entrada de un campo visual virtual (vÈase
puntos anejos de la pelÌcula fotogr·fica. gencias del entorno. Durante este pro- el diagrama a). Cada una de estas neuro-
En el proceso de la visiÛn humana, una ceso, las cÈlulas nerviosas no varÌan su nas reacciona, al igual que su correspon-
capa de cÈlulas nerviosas situadas en la posiciÛn en el seno del tejido cerebral, diente natural, de forma particularmente
retina ocular transmite informaciones a pero sÌ modifican sus conexiones con intensa ante estÌmulos provenientes de
la corteza visual del cerebro. Si dos de otras neuronas. una parte dada del campo de visiÛn.
dichas neuronas colindan, ser·n res- En contraste con otros tipos de apren- En los albores del proceso de apren-
ponsables de zonas vecinas del campo dizaje, estas adaptaciones transcurren dizaje no existe todavÌa un mapa de carac-
visual. Los neurÛlogos denominan mapa de forma totalmente inconsciente, como terÌsticas: los modelos de neuronas se
de caracterÌsticas a la representaciÛn reacciÛn a estÌmulos que llegan al cere- hallan distribuidos aleatoria y desorde-
correcta de estas relaciones. bro desde el exterior. Cabe destacar, ade- nadamente. Las neuronas colindantes
La posiciÛn relativa espacial de las m·s, que las neuronas no reciben infor- reaccionan por ello, de forma preferente,
informaciones captadas en la retina per- maciÛn sobre el Èxito de su aprendizaje: ante direcciones espaciales completa-
manece inalterada una vez alcanzan la todo un reto para los teÛricos que tratan mente distintas. Para poder comprender
corteza cerebral. Muchas de las regio- de representar este proceso con ayuda de mejor el mecanismo de aprendizaje de
nes que procesan estÌmulos visuales pre- modelos de redes neuronales. los mapas autoorganizativos, se recurre
sentan mapas de caracterÌsticas, distor- a un ardid: preparar una ilustraciÛn del
sionados a menudo respecto de la imagen Talento organizativo artificial campo visual artificial del mapa y repre-
percibida en un principio. El centro del El neurÛlogo finlandÈs Teuvo Kohonen, sentar simbÛlicamente cada cÈlula ner-
campo visual importa sobremanera para de la Universidad de Helsinki, ideÛ para viosa en aquella posiciÛn que le provo-
la vista y est· representado consecuen- ello en 1982 los denominados mapas que una reacciÛn m·s intensa. Dichas
temente por numerosas neuronas; por autoorganizativos (Soms, del inglÈs ìSelf- representaciones de las redes de Kohonen
ello requiere un espacio mayor en el cere- Organizing Mapsî). Las tambiÈn lla- suelen incluir lÌneas de uniÛn entre las
bro que la periferia. Mas no sÛlo halla- madas redes de Kohonen son redes neu- neuronas fÌsicamente colindantes.
mos mapas de caracterÌsticas en el sis- ronales compuestas por una sola capa de De la longitud y disposiciÛn de estos
tema visual; los hay tambiÈn en otras modelos matem·ticos simples de cÈlu- segmentos se puede inferir, en cada
partes de la corteza cerebral, como las las nerviosas. momento, el estado de la red y, por lo
que procesan las percepciones t·ctiles. øCÛmo describir un mapa de caracte- tanto, del proceso de aprendizaje. En un
øCÛmo se forman estos mapas? Los rÌsticas visual sirviÈndose de una red de principio, cuando el mapa de caracte-
neurÛlogos opinan que su estructura pre- Kohonen? Las neuronas de la retina y de rÌsticas no se ha formado, las neuronas

90 Mente y cerebro 02/2003


RETRATO DEL PAJARO: ¿Cómo puede
THOMAS BRAUN

una red neuronal aprender a procesar una


imagen de forma similar a nuestro sistema
nervioso? En este ejemplo se considera
una red simple de 16 neuronas responsable
del hemicampo visual derecho (a).
Las neuronas de la red se representan
simbólicamente, cada una de ellas,
en la posición en la que su reacción a un
estímulo es más intensa. Al principio, la
representación se caracteriza por un
desorden total (b). En un lugar escogido
al azar, se simula un estímulo (asterisco).
La neurona más cercana, la vencedora (en
los diagramas, la número 1), se desplaza,
junto con sus vecinas, en mayor medida
hacia el estímulo (c). Después de múltiples
a
ciclos de aprendizaje, la red se ha
ordenado: tenemos ya un mapa de
b c d características (d).

øEn quÈ contribuyen las redes de


Kohonen a la comprensiÛn de nuestro sis-
tema nervioso? La similitud entre ambos
sistemas no es en absoluto despreciable:
muchas de las propiedades de los mapas
autoorganizativos se corresponden con
las del cerebro. Por ejemplo, en el cen-
tro de la retina concurre un n˙mero m·s
elevado de estÌmulos que en la perife-
ria. Por ello, se puede comprobar que le
corresponden una cantidad mayor de
cÈlulas nerviosas en el cerebro. Si los
cientÌficos simulan esta circunstancia
mediante la red de Kohonen, presentan-
vecinas se representan en lugares aleja- tÌmulo, la vencedora siempre en mayor do el mayor n˙mero de estÌmulos en el
dos entre sÌ y, en consecuencia, las lÌneas medida que sus vecinas (vÈase el dia- centro del campo visual virtual, la ma-
de uniÛn se cortan en numerosos puntos grama c). En las redes de Kohonen, los yorÌa de las representaciones de neuro-
(vÈase el diagrama b). modelos de neuronas no se desplazan fÌsi- nas aparecer·n al final del proceso de
øQuÈ ocurre durante el proceso de camente, como tampoco las cÈlulas ner- aprendizaje precisamente en esa zona.
aprendizaje? Los investigadores simu- viosas de la retina; son exclusivamente Junto a una gran trascendencia cien-
lan un estÌmulo en una posiciÛn del campo sus propiedades (sus representaciones tÌfica, los mapas autoorganizativos tie-
visual de la red escogida al azar. En gene- simbÛlicas) las que varÌan. nen asimismo aplicaciÛn tÈcnica. Por
ral, esto activa varias neuronas, pero de En el siguiente ciclo, las neuronas ejemplo, el proyecto Websom de Teuvo
forma particularmente intensa la m·s reaccionan a un estÌmulo simulado en Kohonen clasifica documentos de
receptiva al estÌmulo, es decir, la que se otras coordenadas. Paso a paso, la repre- Internet seg˙n su contenido. Si un usua-
halla m·s cercana a la posiciÛn estimu- sentaciÛn gr·fica de la red de Kohonen rio llega a una direcciÛn interesante,
lada en la representaciÛn gr·fica: la deno- se transforma. El hecho de que la repre- puede dirigirse f·cilmente a otras de con-
minada neurona vencedora. sentaciÛn de las neuronas colindantes a tenido similar con ayuda de dichos mapas.
Pero el aprendizaje real se produce a la vencedora se traslade en mayor medida Y quiz·s en un futuro las redes de
continuaciÛn. La red est· programada con que la del resto, provoca que la repre- Kohonen permitan desarrollar c·maras
el fin de que, en cada ciclo de aprendi- sentaciÛn general sea, en cada ciclo, m·s que se adapten a la vista del fotÛgrafo y
zaje, la representaciÛn de la neurona ven- asimilable a las relaciones de vecindad permitan obtener fotografÌas brillantes.
cedora y sus colindantes se acerquen en reales de la red neuronal. Las lÌneas de
mayor medida que el resto al lugar del uniÛn entre neuronas colindantes se acor-
estÌmulo. De esta forma, mejora su dis- tan y la estructura aparece cada vez m·s
posiciÛn para captar un nuevo estÌmulo ordenada. En el transcurso del aprendi- CHRISTIAN W. EURICH y STEFAN WILKE
en la misma posiciÛn: la red ha aprendido. zaje los sÌmbolos de las neuronas se des- son físicos de formación. El primero trabaja
En la representaciÛn gr·fica, la ganadora plazan cada vez menos, hasta que final- en el Instituto de Neurofísica Teórica de la
y neuronas unidas a ella se desplazan li- mente se forma un mapa de caracterÌsticas Universidad de Bremen; el segundo se dedica
geramente en direcciÛn al lugar del es- estable (vÈase el diagrama d). a la asesoría de empresas.

Mente y cerebro 02/2003 91


LIBROS
Filosofía de la biología
De los griegos a Chomsky
DICCIONARIO DE L”GICA Y FILOSOFÕA el ecolÛgico o paleontolÛgico, fuentes pioneros de David Balme y la tesis doc-
DE LA C IENCIA , por Jes˙s MosterÌn y en buena medida de la reflexiÛn filosÛ- toral de Pierre Pellegrin, con ulteriores
Roberto Torretti. Alianza Editorial; fica sobre el propio concepto de espe- investigaciones de diversos autores,
Madrid, 2002. cie. Confusa es la explicaciÛn de la cÈlula incluido Lennox, han cambiado el pano-
procariota. De su descripciÛn nadie infe- rama y ven una ilaciÛn subyacente. Si
ARISTOTLEíS PHILOSOPHY OF BIOLOGY. rirÌa que el cromosoma de Escherichia bien persisten voces reticentes, como la
STUDIES IN THE ORIGINS OF LIFE SCIEN- coli fue modelo por excelencia en el de- de Geoffrey Lloyd.
CE , por James G. Lennox. Cambridge sarrollo de la genÈtica molecular. AristÛteles desarrolla el concepto de
University Press; Cambridge, 2001. La filosofÌa de la biologÌa precisa, ser vivo con el telÛn de fondo de la nociÛn
obvio es decirlo, conocer la situaciÛn presocr·tica de physis, para oponerse a
THINGS COME TO LIFE. SPONTANEOUS actual de las ciencias de la vida y los mÈto- la misma. No busca un ˙ltimo compo-
G ENERATION R EVISITED , por Henry dos propios de la reflexiÛn metacientÌ- nente que explique la constituciÛn de
Harris. Oxford University Press; Oxford, fica. AsÌ como saber quÈ teorÌas han todo, sino que procede atendiendo al
2002. venido tejiendo la historia de la disci- compuesto de materia y forma, que per-
plina (Aristotleís Philosophy of Biology). mite dar cuenta de su modo de operar.
T HE P OVERTY OF THE L INNEAN H IE - La remisiÛn a AristÛteles no es aquÌ un La estatua y el hacha pueden ser ambas
RARCHY. A P HILOSOPHICAL S TUDY OF adorno cultural. Con todas las matiza- de bronce, expone, mas para entender quÈ
B IOLOGICAL TAXONOMY , por Marc ciones necesarias fue un biÛlogo emi- las distingue entre sÌ, hemos de conocer
Ereshefsky. Cambridge University Press; nente, no un rizÛtomo al uso en su tiem- su funciÛn, su finalidad, que le viene
Cambridge, 2001. po. En cuanto biÛlogo se propuso poner impuesta por el hombre que las talla.
orden en la apreciaciÛn de la diversidad Pero en los animales los fines no los
F OUNDATIONS OF L ANGUAGE . B RAIN , de los seres vivos, con conceptos, prin- imponemos, sino que vienen Ìnsitos en
MEANING, GRAMMAR, EVOLUTION, por cipios y sistema de investigaciÛn propios; su propia naturaleza.
Ray Jackendoff. Oxford University Press; en cuanto filÛsofo esbozÛ el mÈtodo que Hay cosas naturales elementales ópu-
Oxford, 2002. justificara la sistematizaciÛn acometi- Òado de tierra, gota de agua o soplo de
da. Lo hizo, empero, de una manera pe- aireó a las que AristÛteles dedica nota-

C
on muchos altibajos, y desde los culiar. ble atenciÛn en Sobre la generaciÛn y
primeros ensayos de Xirau en el En efecto, aunque se ocupa de la filo- corrupciÛn, MeteorologÌa IV y Sobre el
primer tercio del siglo pasado, no sofÌa de la ciencia en los AnalÌticos, sobre cielo III-IV. Sin necesidad de un agente
acaba de forjarse en espaÒol una filoso- todo los posteriores, donde el modelo de motor, estos ìelementosî se mueven
fÌa de la biologÌa digna de tal nombre. referencia es la matem·tica, aborda la naturalmente: la tierra y los objetos
Baste fijarse en el reciente Diccionario filosofÌa de la biologÌa en el libro pri- tÈrreos caen hacia el centro del cosmos;
de LÛgica y FilosofÌa de la Ciencia, con mero del tratado Sobre las partes de los el aire tiende, por naturaleza, a elevarse.
todas las concesiones obligadas que una animales, porque la especulaciÛn debe Pero nuestro biÛlogo presta mayor aten-
obra de semejante Ìndole impone. CiÒ·- arrancar de la ciencia empÌrica y Èsta ciÛn a las naturalezas compuestas de los
monos a las cuestiones relacionadas en articularse en aquÈlla. [Los principios de seres vivos (animales y plantas), donde
sentido estricto con la biologÌa. Se ad- filosofÌa de la biologÌa establecidos en los elementos se amasan para constituir
vierte un esfuerzo por incluir voces óes- ese primer libro los aplica en el resto de tejidos y Ûrganos, que se hallan organi-
pecie, taxÛnó centrales en la especula- la obra.] Aparece, adem·s, una contra- zados para cumplir funciones muy dife-
ciÛn filosÛfica, pero adolece de omisiones dicciÛn aparente, a propÛsito de la demos- rentes. En su gÈnesis y desenvolvimiento
de rango no menor: origen de la vida, fun- traciÛn y la divisiÛn, entre lo argumen- existe una sorprendente coordinaciÛn en
ciÛn biolÛgica u hominizaciÛn. tado en aquellos escritos lÛgicos y estos la construcciÛn y en los movimientos de
Las propias voces recogidas reciben, zoolÛgicos. CreÌase, hace escasos dece- un animal, que no pueden reducirse a las
con frecuencia excesiva, un tratamiento nios, que los AnalÌticos posteriores apor- capacidades naturales de los cuatro ele-
apresurado y confuso. Apresurada es la taban un modelo austero, formal y deduc- mentos. Presentan, adem·s, una propie-
descripciÛn de la especie biolÛgica, limi- tivo de prueba explicativa, mientras que dad ˙nica, la de prolongarse a sÌ mismos,
tada a la de la poblaciÛn de organismos los tratados biolÛgicos serÌan una amal- tema al que consagrar· los cinco libros
con cruzamiento fÈrtil, sin mencionar gama de exploraciones informales y apro- de su tratado Sobre la generaciÛn de los
otros enfoques, biolÛgicos tambiÈn, asÌ ximadas. De entonces ac·, los trabajos animales.

92 Mente y cerebro 02/2003


Esta prolongaciÛn del individuo, que cierto la formaciÛn espont·nea de tes- gen del limo (ìla madre tierraî) o de la
se lleva a cabo por cruzamiento sexual, t·ceos, insectos, peces y plantas. No es carne putrefacta hasta la modernidad.
funda el concepto de especie. En torno una generaciÛn que brote de la nada. Se Vale decir, hasta que Francesco Redi
al significado exacto de ese tÈrmino y necesita un medio adecuado. Algunos (1626-98) abriÛ con sus experimentos el
su distinciÛn de otros afines (forma, cla- test·ceos, expone, desprenden una sus- camino hacia un nuevo modo de operar
se) gira la nueva interpretaciÛn men- tancia a partir de la cual se producen en biologÌa. Arquiatra de los MÈdicis, fue
cionada. Quiere Èsta alejarse del Aris- nuevos seres (moluscos, por ejemplo), Redi un hombre versado en lenguas cl·-
tÛteles esencialista nacido en el seno del en un proceso m·s cercano a la gema- sicas, poeta (su Bacco in Toscana ha
neoplatonismo, seg˙n el cual, el Estagi- ciÛn de una planta que al de la genera- entrado en la historia de la literatura),
rita se habrÌa limitado a traer a la tierra ciÛn sexual. Se requieren, exige, fluido, mÈdico experimentado (cuyos Consulti
las formas platÛnicas. De acuerdo con pneuma y calor vital. prolonga la larga tradiciÛn de los ìCon-
el nuevo modelo los seres substanciales Aunque siempre hubo escÈpticos ante siliaî medievales) y, por lo que aquÌ res-
de AristÛteles constan, cierto, de mate- la teorÌa seg˙n la cual la materia inerte pecta, cientÌfico riguroso.
ria óla argamasa de la que est·n he- podÌa, en condiciones adecuadas, engen- Su primer tratado biolÛgico, Osserva-
chosó y forma óla organizaciÛn de esa drar formas vivas mediante mecanismos zioni intorno alle vipere, apareciÛ en
argamasaó. Aplicada a los seres vivos, enteramente naturales, la tesis de los 1664. Contra la creencia com˙n, demues-
sin embargo, esa idea de apariencia sen- sponte nascentia gozÛ de la adhesiÛn de tra aquÌ que el veneno de la vÌbora no
cilla dista mucho de ser simple. La forma la mayorÌa, incluidos experimentalistas guarda relaciÛn con la bilis del animal.
de un ser vivo es su alma, compendio y de la talla de William Harvey. La ver- Rompe tambiÈn con la idea establecida
origen de un conjunto de facultades orien- dad es que, pese al rosario de ensayos del envenenamiento oral. Para que la
tadas hacia un fin, potencias que van realizados desde su tiempo hasta hoy, ponzoÒa ejerza su efecto tÛxico debe
desde la capacidad nutritiva y genera- nunca se desarrollÛ el experimentum cru- pasar a la sangre, lo que refleja su plena
dora hasta la cogniciÛn, pasando por el cis que zanjara la cuestiÛn. aceptaciÛn del descubrimiento harve-
movimiento y la sensibilidad. La forma Tras AristÛteles, admitiÛ la genera- yano de la circulaciÛn mayor. En casos
es, pues, algo m·s que estructura y con- ciÛn espont·nea para ciertas plantas de mordedura de serpiente, explicita,
figuraciÛn. Teofrasto. Puesto que cuanto viene des- h·gase un torniquete, para evitar que la
Suele asociarse al esencialismo la idea puÈs es, en buen medida, glosa a ambos, sangre envenenada llegue al corazÛn.
de inmutabilidad de las especies. Para se repiten casi los mismos ejemplos de Cuatro aÒos m·s tarde da a la imprenta
la nueva interpretaciÛn, lo que AristÛteles gasterÛpodos, insectos, anfibios que sur- Esperienze Intorno alla Generazione
defiende es que la reproducciÛn es una
capacidad biolÛgica para mantener la
forma de los agentes reproductores, no Francesco Redi (1626-98)
que las especies sean eternas. Ni piensa
tampoco que el gÈnero constituya una
colecciÛn de especies definidas por su
esencia. Tomemos por caso su explica-
ciÛn del grupo de las aves. Se trata de
una clase genuina porque en un nivel
muy general las diversas formas de aves
son la misma con respecto a numerosos
rasgos, o como Èl dirÌa, diferencias.
Tienen alas, dos patas, plumas y pico;
vuelan y son ovÌparas. Comprender las
formas de tal grupo implica comprender
los modos en que estos caracteres de la
clase se diferencian, la tarea primera de
la divisiÛn. En ˙ltima instancia, la expli-
caciÛn de esas diferencias es teleolÛ-
gica. Las patas palmÌpedas o las garras
se desarrollan en razÛn de su h·bito de
vida, sus bioi. Las formas de clases difie-
ren, repite una y otra vez AristÛteles,
con diferencia de grado, es decir, seg˙n
lo m·s y lo menos. No podemos, ade-
m·s, seguir atribuyendo a AristÛteles
una postura fijista de las especies cuando
admite la apariciÛn de hÌbridos fecun-
dos y reseÒa las divergencias entre pro-
genitores y descendencia.
Su doctrina sobre la generaciÛn per-
vivirÌa hasta el siglo XVII (Things Come
to Life. Spontaneous Generation Revi-
sited), constituida en un lugar clave de
intersecciÛn entre filosofÌa y biologÌa.
Junto a la generaciÛn sexual, daba por

Mente y cerebro 02/2003 93


deglíInsetti. A los insectos se habÌa ido lizÛ con abejas pudo concluir con unas de especie (The Poverty of the Linnean
restringiendo el grupo de los ìorganis- de las aseveraciones m·s decisivas en la Hierarchy. A Philosophical Study of
mos inferioresî que nacÌan espont·neos. evoluciÛn del pensamiento biolÛgico: Biological Taxonomy), campo de bata-
Para rebatir esta tesis ideÛ unos experi- ìMe inclino a pensar que todos los seres lla entre fijistas y evolucionistas a lo
mentos de suma sencillez y resultados vivos son progenie fiable de plantas y largo del siglo XIX y, hoy, foco central
contundentes. En cuatro frascos de boca animales y que Èstos mantienen la inte- de las diferentes escuelas de sistem·-
ancha colocÛ una serpiente muerta, algu- gridad de sus especies por medio de su tica. Asistimos, en efecto, a una curiosa
nos peces de rÌo, cuatro anguilas del Arno propia semillaî. paradoja: la aceptaciÛn del proceso de
y un trozo de carne de ternero. TapÛ las La tesis de la generaciÛn espont·nea especiaciÛn y la asunciÛn, en la pr·ctica,
bocas con papel atado con una cuerda y no sucumbiÛ, empero. La historia nos de la taxonomÌa linneana, fijista donde
las sellÛ. En otros cuatro frascos, puso ofrece capÌtulos del m·ximo interÈs para las haya. Dos mÈritos no cabe regatearle
las mismas muestras, pero dejando abier- la depuraciÛn de los conceptos, cuyos a Linneo: la denominaciÛn binomial, que
tas las bocas. Al poco tiempo, en los fras- protagonistas evocan momentos de apo- facilitÛ la identificaciÛn de una misma
cos abiertos, bullÌan larvas y moscas geo de la biologÌa subsiguiente; de la especie entre los m˙ltiples nombres con
infestando los tejidos; no asÌ en los fras- parasitologÌa, partenogÈnesis, la mi- que aparecÌa, y el haber puesto orden y
cos sellados, donde no habÌa seÒal alguna crobiologÌa y la teorÌa del contagio, en jerarquÌa en el caos de la clasificaciÛn.
de vida. RepitiÛ los experimentos mo- particular: Marcello Malpighi, Giovan En pocos decenios, es decir, en el ˙ltimo
dificando tiempos, tipos de frasco y con- Cosimo Bonomo, Antonio Vallisneri, tercio del siglo XVIII, su doctrina se habÌa
tenido org·nico. Pero los resultados no Carlo Franceso Cogrossi, Antoni van adoptado con escasas voces disonantes.
cambiaron. Leeuwenhoek, Abraham Trembley, John Pero, cien aÒos despuÈs, Darwin minaba
Ahora bien, øy si la generaciÛn de vida Turberville Needham, Lazzaro Spallan- la idea motriz de Linneo, la inmutabili-
requerÌa acceso al aire libre? Para salir zani, John Ellis, Jules Guiart, Jean-Bap- dad de las especies.
al paso de la objeciÛn de que las larvas tiste Lamarck, Gottfried Reinhold El rechazo del concepto esencialista
necesitaban aire para engendrarse de la Treviranus, L. Oken, Christian Gottfried de especie, asociado a su inmutabilidad,
materia inerte, pergeÒÛ una segunda tanda Ehrenberg y, sobre todo, Louis Pasteur no vino sustituido por una definiciÛn
de ingeniosos experimentos, con telillas con su famosa polÈmica con FÈlix unÌvoca. Para unos el car·cter decisivo
que permitÌan la aireaciÛn. Tampoco apa- ArchimËde Pouchet. serÌa la capacidad de cruzamiento fÈrtil;
recÌan crÌas; las ˙nicas larvas formadas Si tan fecunda ha sido la nociÛn aris- para otros serÌa la vinculaciÛn a una filo-
procedÌan de huevos allÌ depositados. totÈlica de generaciÛn espont·nea, no le genia exclusiva; para unos terceros el
Tras esos y otros experimentos que rea- anduvo a la zaga el concepto asociado compartir determinado nicho ecolÛgico.
No se agota en esa triple adscripciÛn lo
que los biÛlogos entienden por especie.
Lazzaro Spallanzani (1729-99) A veces resulta determinante el campo
de trabajo; el bot·nico la ve de un modo
distinto del microbiÛlogo y, ambos, del
paleontÛlogo. La definiciÛn de la cate-
gorÌa de especie condiciona la com-
prensiÛn de los taxones superiores (de
gÈnero a phylum). Con otra palabra, la
clasificaciÛn.
A propÛsito de la clasificaciÛn con-
viven, y se interfieren, enfoques ta-
xonÛmicos distintos. Durante los ˙lti-
mos decenios del siglo pasado recibiÛ
particular atenciÛn el fenÈtico o numÈ-
rico, sistema de clasificaciÛn basado en
la formaciÛn de grupos de organismos
que compartan la mayor similaridad
general posible. De un tiempo a esta
parte parece asentarse el cladismo. Lo
avanzÛ Willi Hennig en 1950 con su
obra Grundz¸ge einer Theorie der Phy-
logenetischen Systematik. Era, en su pro-
pÛsito, una contraposiciÛn a la corriente
alemana de clasificaciÛn fundada en la
morfologÌa ideal, en el bauplan, es decir,
en la aceptaciÛn de patrones o estructu-
ras b·sicas. Hennig opone la clasifica-
ciÛn filogenÈtica, bifurcadora o ramifi-
cadora. (Clados es rama en griego.)
Postulado esencial del cladismo es que
dos taxones deben agruparse juntos
cuando se originaron en el mismo epi-
sodio ramificador, cuando comparten
un ancestro com˙n m·s reciente que el

94 Mente y cerebro 02/2003


Louis Pasteur (1822-95)
que comparte cualquiera de los dos con una ìgram·tica universalî imbricada en
un tercer taxÛn. el cerebro. Pero si la gram·tica genera-
Pero la filosofÌa de la biologÌa no bebe tiva daba por supuesto que sÛlo la ìsin- comparaciones con los primates. De
sÛlo de un pasado reverdecido. En los taxisî es generativa, Jackendoff defiende entrada, el tamaÒo cerebral. Pero en 1967
estudios actuales sobre el lenguaje, pecu- que la fonologÌa, la sintaxis y la sem·n- Eric Lenneberg descartaba ya esa posi-
liaridad exclusiva del hombre, encuen- tica son igualmente generativas. bilidad exponiendo lo que ocurre en ìena-
tra un hontanar de inspiraciÛn (Foun- A travÈs del postulado innatista de la nos nanocef·licosî, individuos cuyos
dations of Language. Brain, Meaning, gram·tica generativa se establece la cone- cerebros se desarrollan sÛlo hasta el
Grammar, Evolution). En esta obra, que xiÛn de la teorÌa ling¸Ìstica con la bio- tamaÒo del encÈfalo del chimpancÈ, con
para muchos seÒala un antes y un des- logÌa, el desarrollo cognitivo, la etolo- una reducciÛn proporcional en el n˙mero
puÈs en las ciencias del lenguaje, Ray gÌa y la psicologÌa evolutiva. Ahora bien, de neuronas. Aunque con un retraso men-
Jackendoff parte de Noam Chomsky. En para que la gram·tica universal sea una tal profundo, esos individuos aprenden
realidad es un di·logo con el padre de la especializaciÛn cognitiva innata, debe, a hablar. Otra prueba diacrÌtica a pro-
gram·tica generativa desde su programa por definiciÛn, transmitirse genÈtica- pÛsito del tamaÒo cerebral concierne a
inicial en Aspects of the Theory of Syn- mente. Pero, øquÈ significa que se trans- los niÒos que han sufrido una hemisfe-
tax, publicado en 1965. Y lo mismo que mita genÈticamente? Los genes no pue- rectomÌa precoz, de forma que tienen la
Èl, sit˙a la ling¸Ìstica en el centro de la den codificar directamente un conjunto mitad del tamaÒo normal. TambiÈn ellos
comprensiÛn de la naturaleza y la cog- de principios funcionales. SÛlo de- sufren minusvalÌas severas, pero de-
niciÛn humanas. terminan la sÌntesis de proteÌnas, que a sarrollan el lenguaje.
Supone ello centrarse en tres puntos su vez guÌan ciertos par·metros de de- Cuando se ha abordado la cuestiÛn
b·sicos de la gram·tica generativa: men- sarrollo cerebral. La forma en que este desde el otro lado, es decir, desde la
talismo, combinatoriedad e innatismo. proceso est· guiado por la genÈtica es Ûptica de los experimentos en que se
El mentalismo reconoce que el lenguaje hoy por hoy un misterio, y ello sÛlo en enseÒa a hablar a chimpancÈs, gorilas y
se sustancia en la mente y cerebro de el nivel de instrucciones genÈticas sobre bonobos, los resultados han sido harto
quienes lo utilizan; en razÛn de la com- la arquitectura neuronal. Un misterio que frustrantes. Se disputa quÈ es lo que real-
binatoriedad, los hablantes pueden enten- se obscurece todavÌa m·s cuando pre- mente aprenden; en el mejor de los casos
der y construir un n˙mero infinito de fra- tendemos conocer de quÈ modo la sus- podrÌa afirmarse que esos primates han
ses que no han enunciado u oÌdo nunca; tanciaciÛn neuronal presta soporte a la conseguido el uso de sÌmbolos con fines
por fin, de acuerdo con el innatismo veni- organizaciÛn funcional, especialmente en comunicativos. Ahora bien, aunque con-
mos al mundo dotados de recursos para niveles tan complejos como el lenguaje. catenen sÌmbolos en secuencias, no evi-
el aprendizaje del lenguaje que tras- Lo cierto es que sÛlo los humanos dencian signos de haber alcanzado una
cienden los que poseen para otros tipos hablan, sin que ello suponga negar la combinatoriedad fiable. En breve, po-
de aprendizaje. En efecto, Chomsky sos- existencia de numerosos sistemas de drÌan aprender algunos aspectos del len-
tiene que la capacidad para aprender el comunicaciÛn en el mundo animal. Para guaje, pero no otros, un reflejo de las dife-
lenguaje constituye, en parte, una espe- explicar el fundamento de esa singula- rencias en la capacidad cognitiva.
cializaciÛn cognitiva de nuestra especie, ridad de nuestra especie se han buscado LUIS ALONSO

Mente y cerebro 02/2003 95


ENSAYO FILOSÓFICO
Sensación y conocimiento
en Aristóteles
Antonio Prevosti Monclús ciÛn con que el FilÛsofo ilumina este de lo percibido y, por lo tanto, en ser, en
hecho es la del sello que imprime su cierto modo, igual a lo percibido.

E
l conocido gesto de AristÛteles, el marca sobre la cera. Seg˙n esto, en prin- AristÛteles se fundar· en esta con-
filÛsofo que dirige la mano hacia cipio la sensaciÛn es an·loga a cualquier cepciÛn de la sensibilidad para explicar
la Tierra, seg˙n le pintÛ Rafael, proceso natural en el que un paciente m·s adelante la actividad intelectual y
expresa gr·ficamente su concepciÛn del recibe por la acciÛn de un agente una afec- el pensamiento. Aunque admite la nece-
saber como un proceso ascendente, que ciÛn que lo altera o modifica. Ahora bien, sidad de una potencia activa del enten-
se inicia en la percepciÛn sensible, pasa la sensaciÛn no es una pasiÛn cualquiera, der (un ìentendimiento agenteî), que
por la memoria, se consolida en forma pues muchos cuerpos sufren pasivamente compara a una luz que ilumina los obje-
de experiencia y, desde Èsta, produce una alteraciÛn y sin embargo no tienen tos, b·sicamente sostiene que entender
finalmente el arte y la ciencia. ninguna percepciÛn. Entonces, øquÈ es tambiÈn consiste en padecer cierto in-
Hay en este proceso, seg˙n su teorÌa, lo particular de esa afecciÛn, que pro- flujo, bajo la acciÛn de lo inteligible. De
a la vez una unificaciÛn de lo m˙ltiple y duce en el ser viviente el fenÛmeno del ahÌ deduce que el entendimiento ha de
una detenciÛn de lo fugaz e inestable, conocimiento? øQuÈ diferencia hay entre ser una potencia capaz de recibir todas las
que se dan en cada uno de los pasos su- sufrir una afectaciÛn fÌsica (un cuerpo formas óya que es capaz de entenderlo
cesivos. Para ilustrarlo, AristÛteles lo se calienta por acciÛn del fuego) y expe- todoó y para ello debe ser de suyo mera
compara a un ejÈrcito en desbandada, en rimentar un hecho psÌquico de percep- potencia, libre de toda forma en acto,
el que si un soldado se detiene, otro se ciÛn (el animal percibe el calor)? øSe como un papel en blanco en el que no
detiene junto a Èl, y luego otro, hasta que puede definir fÌsicamente tal diferencia? hay nada escrito.
se recompone el orden total. AsÌ, dice, a AristÛteles cree hacerlo al decir que en Para ser capaz de una funciÛn asÌ, hay
partir del flujo de sensaciones en el alma, la sensaciÛn se trata de una recepciÛn de que concederle al entendimiento algu-
se forma un concepto universal estable una forma sin la materia. nas caracterÌsticas muy especiales.
ópor ejemplo, la nociÛn de animal. Por un lado, eso implica, para Èl, que AristÛteles dir· que es impasible, a la vez
Aunque AristÛteles procura en todo la capacidad sensitiva en los Ûrganos de que receptivo de las especies, que es
caso explicar los hechos psÌquicos me- los sentidos debe radicar en una ade- separable, que ìno se mezcla con el cuer-
diante el concepto de movimiento ólo cuada proporciÛn de sus elementos mate- poî, es inmaterial y no tiene Ûrgano ólo
que da a su psicologÌa un car·cter neta- riales. Por otro lado, se sigue que la per- cual lo distingue ya por completo de la
mente fÌsicoó, su mÈtodo no se reduce cepciÛn consiste en tener el mismo ser sensaciÛn.
a hallar sÛlo el substrato material y TambiÈn en el entender, como en
observable de los fenÛmenos o a la sensaciÛn, el cognoscente se iden-
descubrir el mecanismo de los mis- tifica con la cosa conocida, y por
mos. Para el filÛsofo griego no habrÌa ello llega AristÛteles a afirmar que
comprensiÛn autÈntica si en la cien- ìel alma es en cierto modo todas las
cia no se alcanzara a expresar tam- cosasî, es decir, viene a tener el ser
biÈn la naturaleza o esencia de cada de todas las dem·s cosas. Ello se
cosa. Por esta razÛn, en su tratado comprende si conocer algo es poseer
Acerca del alma, no sÛlo se intere- su forma en el alma, y la forma es
sa, por ejemplo, por el funcionamien- lo que hace ser a cada cosa lo que
to de los sentidos y sus Ûrganos cor- es. Conocer, pues, seg˙n el Estagi-
porales, sino que intenta tambiÈn rita, es en cierto modo ser la misma
captar quÈ comporta en sÌ mismo el cosa conocida, aunque de un modo
hecho de percibir. peculiar, no estrictamente fÌsico, es
La comprensiÛn de la percepciÛn decir, de un modo menos ligado a
sensible ser· la llave para la com- la materia y m·s fundado en la con-
prensiÛn del conocimiento en gene- sistencia intrÌnseca de la forma.
ral. Para ello, AristÛteles observa
que la sensaciÛn es algo pasivo y
receptivo: implica que el sentido sea ANTONIO PREVOSTI MONCLÚS,
afectado por el objeto. Con esto, el profesor titular de Filosofía y estudio-
objeto comunica al sentido su forma so de Aristóteles, imparte Filosofía de
sensible, que de este modo se hace la Naturaleza en la Universidad de
presente en el alma. La compara- Barcelona.

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