Sei sulla pagina 1di 4

MITOLOGIA CHINA.

En un principio tanto el cielo como la tierra se encontraban unidos, y el estado del


Universo era el del caos más absoluto. Aquel Universo primigenio era en realidad
un gran huevo de color negro, dentro del cual dormía un largo sueño el dios P’an-
Ku (o Pangu), un sueño que se prolongó durante 18.000 años. Cuando P’an-Ku
finalmente despertó se sintió atrapado dentro del huevo y con un hacha lo hizo
pedazos para poder salir.

Los trozos del huevo que había mantenido a P’an-Ku en su letargo se dispersaron,
y mientras la clara ascendía y daba forma a los cielos, la parte más fría y turbia
quedó en la parte inferior, dando origen a la Tierra. El dios había quedado entre
ambos planos, con su cabeza en el cielo y sus pies tocando el suelo terrestre, y
durante 18.000 años más tanto P’an-Ku como el cielo y la tierra crecieron a razón
de 10 pies diarios.

Así fue como el cuerpo colosal de P’an-Ku sirvió de división entre cielo y tierra
durante largo tiempo, hasta el día en que le llegó la muerte y su propio cuerpo dio
forma a una nueva etapa de la creación. De su aliento surgieron el viento y las
nubes del cielo, su otrora poderosa voz dio forma a los truenos de la tormenta, y
sus ojos se transformaron en el Sol y en la Luna. Sus cinco extremidades se
transformaron en cinco enormes montañas y su sangre terminó por convertirse en
el agua de los ríos y océanos del mundo.

Las venas que portaban su sangre dieron origen a largos caminos, mientras que
sus poderosos músculos se tornaron en fértiles tierras de cultivo, y las estrellas
nacieron de su pelo y barba. La médula de sus huesos se convirtió en el jade y las
perlas, mientras el sudor que corriera por su piel se transformaba en el rocío que
cae sobre el mundo cada madrugada.

EL DIOS VIRACOCHA EN LA MITOLOGIA INCA.

Doce únicos reyes incas gobernaron aquella perdida civilización hasta que Pizarro,
tras su llegada en el año 1532, se deshiciera del último de ellos, Atahualpa. Sin
embargo, el más importante de ellos, el que marca el verdadero inicio del reinado
inca, fue el noveno,Pachacuti, bajo cuyo gobierno, en el año 1438, comenzaría
el Reino de las Cuatro Regiones en el Estado de Tihuantinsuyu.

Hasta entonces la historia de los anteriores gobernantes incas y de como se


desarrolló este imperio es difusa y presenta ciertas incoherencias, aunque sí se
sabe que su deidad suprema era Inti, el dios Sol, de quienes descendían
directamente. Fue Pachacuti, el mencionado noveno Inca, quien trasladó la
veneración de la deidad suprema a Viracocha, un dios al que conocían como “el
anciano del cielo“.
¿Quién era Viracocha? el mito general de la creación del Mundo

Como en tantas otras civilizaciones perdidas, la leyendas se confunden entre las


irrealidades mitológicas que contaban los propios andinos, y las que realmente
luego transcribieron los cronistas, siendo los principales que relataron su
Historia, Sarmiento de Gamboa y Betanzos.

Cuenta la tradición que estos dos autores relataron que Viracocha emergió de las
aguas del Lago Titicaca acompañado de sus criados y levantando una gran
espuma a su paso (de ahí su nombre proveniente del quechua, “wira” – extensión
de mar – y “qucha” – espuma de mar o grasa -). Decidió entonces crear la
Humanidad y para ello formó un mundo oscuro habitado por gigantes. Sin
embargo, estos gigantes se rebelaron contra él por lo que los convirtió en piedra y,
decidido a exterminar cuanto había creado, mandó una inundación que acabó con
el mundo.

Los primogénitos habían desaparecido, pero cuentan otras leyendas que


Viracocha había creado hombres y mujeres de los que solo sobrevivieron tres, que
quedaron envueltos en la más absoluta oscuridad tras el diluvio. Con su ayuda, dio
Luz nuevamente a la Tierra ordenando que en el firmamento sobre sus cabezas
brillara el Sol, la Luna y las Estrellas. Viracocha, con esta segunda raza de
humanos, construyeron y habitaron la ciudad de Tiwanacu y entonces se
expandieron por lo que hoy son las tierras del Perú para crear otras ciudades.

Discrepancias entre leyendas

La mayoría de leyendas relacionadas con Viracocha tienen los puntos en


común descritos anteriormente en el Mito de la Creación del Mundo, sin
embargo, discrepan en el momento de las inundaciones o en la forma de la
destrucción del mundo y su posterior expansión.

Sarmiento de Gamboa y Betanzos, por ejemplo, hablan de dos destrucciones: una


primera en la que con un diluvio exterminó a los gigantes, y una segunda en la que
arrasó con una humanidad corrompida de la que solo quedaron unos pocos
supervivientes. Esta segunda destrucción se produjo cuando él llegó a la región de
Caxamalca donde desató una columna de fuego que luego él mismo apagó. De
ese modo, viendo su poder, los que quedaron lo adoraron como un dios.

Otras leyendas locales hablan de su descendencia. Inti era su hijo, y Mama Quilla
y Pachamama sus hermanas, hijas por tanto de Viracocha. Tras la destrucción de
la Humanidad, los dos supervivientes a los que dejó vivir fueron Manco Capac,
hijo de Inti, y Mama Ocllo, quienes marcharon hacia el norte para fundar la
ciudad de Cuzco, capital del imperio inca y fundadores de la civilización.

Incluso el nombre de los hijos de Viracocha se confunde según la leyenda a la que


acudamos, pues en otras se dice que éstos fueron Imahmana Viracocha y
Tocapo Viracocha, aunque como en la anterior, fueron los descendientes del dios
Viracocha quienes fundaron Cuzco.

Últimas consideraciones sobre Viracocha y los incas: los Orejones

Curiosamente a los españoles los consideraron en principio como dioses porque,


según Sarmiento de Gamboa, todas las leyendas locales hablaban de Viracocha
como “un hombre de mediana estatura, blanco y vestido de una ropa blanca“,
aspecto similar a los españoles que llegaron a Cajamarca.

Fueron los descendientes directos de aquellos dos hijos de Viracocha los considerados
como auténticos Incas, reyes o bien miembros de la élite real, estirpe que intentaban
mantener pura llevando a cabo uniones dentro de la propia familia. La costumbre les
distinguía porque según la tradición real debían perforarse los lóbulos de las orejas y
ensanchar los agujeros insertando en ellos discos de oro con forma de sol para simbolizar
así su origen real y descendencia directa de Viracocha. De ahí el nombre con el que se
les conocía: “Orejones“.

Según sus sacerdotes, antes de crearse el Mundo sólo existía el Nun, en


contraposición a lo que los cristianos llamamos, “la Nada”. No obstante, aquel Nun
era un universo formado por agua, que se encontraba totalmente en silencio y en
tinieblas.

De aquellas aguas del Nun surgiría la Colina Primordial, a la que conocieron


como Benben, como primer ente surgido en el Universo. Era la claracontraposición
al líquido existente: tierra contra agua, elemento que además serviría de símbolo
en las futuras construcciones de las pirámides adaptadas en forma y significado a
aquella colina primigenia.

Pero aún existiendo tierra sobre el agua, aquel Universo permanecía en silencio y
tenebroso.

Surgió entonces el Pájaro Primordial, el ave Benu, quien con su primer grito
rompió el silencio existente. Aquel pájaro primordial, representado en los
jeroglíficos egipcios como una lavandera egipcia o una garza real, se elevó hacia
el cielo desde la Colina primordial… más seguía habiendo oscuridad…

Apareció, como tercer ente primordial, el Demiurgo solar, el dios Sol, Atum, y
entonces surgió la luz frente a la oscuridad. Precisamente los Textos de las
Pirámides mencionan a este dios Atum al indicar…

Salud a tí, Atum

Salud a tí, Khepri


Que tú te eleves en este nombre

Que tú vengas a la existencia en este nombre de Khepri

En este texto ya se deducen dos de los tres aspectos con los que se mostraba el
demiurgo solar, el de Atum, corrrespondiente al sol del atardecer, el de Khepri,
dios de la mañana, y el de Re, dios del sol cenital.

La Creación continúa a partir de aquí por la tarea del demiurgo solar quien
engendró a la primera pareja divina, formada por el dios Shu, símbolo del Aire,
y Tefnut, que simboliza a la humedad o la luz.

Oh, Atum-Khepri, tú te has elevado en tanto que elevación

tú has ascendido en tanto que Benben en la Morada de Benu, en Heliópolis

tú has escupido a Shu y has expectorado a Tefnut

Como se lee en este trozo del Texto de las Pirámides, la génesis sucede por unos
procedimientos muy particulares, derivados de la expectoración de líquidos
corporales, e includo en otros trozos del mismo Texto de las Pirámides se habla
del proceso de masturbación y orgasmo al que se sometió Atum.

De la unión de Shu y Tefnut nacería la segunda pareja de dioses, Geb y Nut,


dioses de la Tierra y el Cielo respectivamente. Fue a Shu, dios del Aire, al que le
correspondió separarlos, elevando al cielo a Nut, mientras en tierra permanecía
Gen. Es por eso por lo que su imagen se representa con Geb tumbado en el
suelo, mientras la diosa Nut aparece en forma de arco elevado sobre él. Sobre las
piernas y brazos de Nut aparecen las tradicionales barcas solares con las que
posteriormente navegaban los faraones tras dejar este mundo, pero que en la
imagen llevan al dios Atum.

Potrebbero piacerti anche