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Las instituciones frente a los embarazos,

04 maternidades, paternidades adolescentes (EMPA),


desafíos hacia la inclusión

Presentación

Estimadas y estimados colegas:

Llegamos a la última clase de este curso. Las lecturas, los intercambios en los foros y las
experiencias compartidas seguramente hacen que nos encontremos con nuevos saberes, miradas e
inquietudes en relación al eje que aquí trabajaremos: los desafíos que se nos presentan para
generar instituciones más inclusivas en relación a los EMPA.

En las clases anteriores nos aproximamos a algunas de las dimensiones que se anudan a estas
experiencias y a los discursos que circulan en relación a ellas. También nos acercamos a marcos
conceptuales, legislativos y metodológicos que brindan herramientas para propiciar el abordaje de
estas temáticas en las escuelas y estimular —a través de las diferentes puertas de entrada de la
ESI— estrategias tendientes a la promoción de los derechos de niñas, niños y adolescentes, de sus
derechos sexuales y reproductivos, que estimulen la toma de decisiones autónomas.

Tal como comentamos al comienzo de la cursada, algunos trabajos —que mantienen su hegemonía
en la actualidad— consideran que la edad en la cual se dan estos embarazos, maternidades y
paternidades es la causa de sus consecuencias negativas. En relación a lo educativo, estas miradas
exponen como único punto de llegada la deserción escolar. Sin embargo, las experiencias de las y
los adolescentes y jóvenes se alejan de los pronósticos que vaticinan un destino escolar. Un
importante caudal de estudios constata que:

1- la desescolarización no es la única posibilidad ante estos fenómenos, y

2- cuando se asiste a la deserción a partir de los EMPA la edad no es su única causa ni su


determinación necesaria.

En principio, debemos aclarar que algunas y algunos jóvenes que atraviesan estas situaciones,
La ESI en la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia (EMPA)
interrumpen sus estudios antes de que se produzcan los embarazos y nacimientos de sus hijas e
hijos. Las condiciones de vida hostiles, las necesidades laborales y familiares, las relaciones
conyugales y los contenidos que adquieren sus experiencias escolares son algunos de los motivos
antecesores que se conjugan en el abandono escolar. Hay quienes dejan la escolaridad, hay quienes
la continúan y quienes retoman los estudios. Identificar los obstáculos, los facilitadores y las
estrategias que se producen para la continuidad de los estudios o la vuelta a la escuela nos permite
visualizar aquellos elementos/situaciones que conforman la trama institucional y social en la que se
alojan estas experiencias, lo cual nos deja en mejores condiciones para atenuar las desigualdades
que insisten y potenciar los mecanismos tendientes a la inclusión.

En esta dirección se mueve esta cuarta clase: acercarnos a aquellos mecanismos que pueden
colaborar en la construcción de una escuela más cercana a las necesidades de quienes atraviesan
estos fenómenos en pos de una mayor igualdad y justicia. El abordaje que nos proponemos se
enmarca en el enfoque de la ESI con perspectiva de derechos y género, lo que requiere de un
trabajo que haga dialogar lo personal, lo institucional y lo comunitario a fin de garantizar los
derechos de las alumnas y alumnos.

Una mirada acerca de la inclusión, el lugar de la escuela en la


producción de experiencias más democráticas

¿A qué nos referimos cuando hablamos de una escuela inclusiva? Seguramente todas y todos
estaremos de acuerdo con que niñas, niños y adolescentes tienen el derecho universal a la
educación, y que el Estado —a través de sus instituciones y agentes— tiene la responsabilidad de
garantizarlo; es decir, debe promover los mecanismos que hagan efectivo este derecho. Contamos
con un plexo normativo más que potenciador en este sentido. Ahora bien, a partir de este acuerdo
¿cómo pensamos la inclusión desde una lógica democrática? ¿Cómo se vincula esto
específicamente en los casos de EMPA?

En la segunda clase recorrimos algunos de los prejuicios y sentidos que se presentan en las escuelas
en relación a los EMPA. También dijimos que esos modos de pensarlos/nombrarlos conllevan
diferentes prácticas institucionales. Por ejemplo, sostener que estas experiencias son situaciones
desviadas respecto de lo que se espera en relación al alumnado conlleva prácticas muy diferentes

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que sostener que son parte constitutiva de las plurales experiencias adolescentes.

La inclusión se ha pensado y generado desde muy diferentes perspectivas. Hay quienes proponen
que las escuelas deben integrar las diferencias o a los “diferentes”, lo cual mantiene una jerarquía
binaria entre adolescencias “normales” y otras “diferentes” a las que hay que tolerar, ayudar.
Desde otros paradigmas, la inclusión refiere a una escuela que abre las puertas, que genera los
mecanismos necesarios para que todas y todos tengan lugar en un marco de respeto de las
diferencias y propiciando una mayor igualdad. La inclusión se convierte en un compromiso para
alcanzar una escuela y una sociedad más justa.

En relación a los EMPA, desde este último paradigma se piensa que la escuela tiene el compromiso
de garantizar la continuidad escolar o el regreso a la escuela de quienes la hayan dejado. Es decir,
el trabajo sobre estas temáticas no remite a un voluntarismo, a una posible ayuda para quienes
atraviesan estas experiencias, sino que se constituye en una responsabilidad por la garantía de los
derechos, especialmente el derecho a la educación. Como parte de las políticas públicas en ese
sentido, el desarrollo normativo con el que contamos, establece un plafón fundamental y
potenciador para que esto ocurra.

Marco Normativo vigente

La visibilización de estas experiencias tiene lugar en un contexto más amplio de condiciones que la
posibilita. La aprobación de leyes emblemáticas —tanto de alcance internacional como nacional—
ha resultado un paso clave en la construcción de una sociedad más justa y solidaria en términos de
género y sexualidades. Se parte de la convicción de que los instrumentos normativos expresan los
debates y las relaciones de fuerza de ciertos momentos socio-históricos. De esta forma, el análisis
del proceso en el cual se fueron generando los marcos legales en esta temática no puede quedar
por fuera de esos condicionamientos. Así, se establece una íntima vinculación entre la conquista
normativa en este terreno y la lucha del movimiento de mujeres, los movimientos socio-sexuales,
políticos y académicos, y las experiencias en diferentes escuelas que estimularon relaciones más
igualitarias respecto de los EMPA.

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En relación a la normativa referida a la temática que aquí abordamos, en el año 2002 la expulsión
de una adolescente embarazada de una escuela privada religiosa en la provincia de Formosa fue un
hito significativo en la conquista de derechos. Este caso toma estado público y genera un fuerte
debate y movilización social. Como parte de este proceso se sanciona la Ley Nacional Nº 25.584 que
en su artículo 1 prohíbe la discriminación y estigmatización de las alumnas embarazadas. Un año
después, la Ley Nacional Nº 25.808 modifica este artículo y estipula que se “prohíbe a los directivos
o responsables de los establecimientos oficiales y privados de educación pública en todo el país, en
todos los niveles del sistema y de cualquier modalidad, la adopción de acciones institucionales que
impidan o perturben el inicio o prosecución normal de sus estudios a las estudiantes en estado de
gravidez o durante el período de lactancia y a los estudiantes en su carácter de progenitores. Las
autoridades educativas del respectivo establecimiento estarán obligadas, en cuanto a la estudiante
embarazada, a autorizar los permisos que, en razón de su estado sean necesarios para garantizar
tanto su salud física y psíquica como la del ser durante su gestación y el correspondiente período de
lactancia”.

Esta modificación refuerza la primera ley y amplía sus destinatarias/os en tanto incluye el período
de lactancia y a los estudiantes padres como dimensiones a tener en cuenta desde las acciones
institucionales. En este punto resulta significativa la transformación generada por el
reconocimiento de los alumnos padres. Su inclusión como destinatarios de estrategias
institucionales no solo devino en una mayor igualdad, dado que algunos dejaban su escolaridad
para cumplir el mandato social de varón proveedor, sino que el nombrarlos y visibilizarlos conlleva
también la transformación de sentidos y de prácticas más igualitarias entre los sexos/géneros, en
tanto se reconoce que estos procesos no son solo cosa de mujeres. Esto no implica, por otro lado,
desconocer las particularizaciones y desigualdades que produce este último posicionamiento.

En este mismo sentido, la Ley Nacional Nº 25.273 establece el derecho a “inasistencias justificadas”
para alumnas embarazadas y alumnas madres. Este instrumento jurídico junto a otros, establece la
responsabilidad por parte del Estado de garantizar el derecho a la educación, y el compromiso de
adoptar mecanismos que favorezcan la escolaridad de quienes atraviesan los EMPA. Estas
normativas, que se particularizan en algunas jurisdicciones y que se acompañan de políticas
públicas educativas, evidencian la dimensión política-institucional de estas experiencias.

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A su vez, este marco legal se ve fortalecido por otro conjunto de normas que conforman un plafón
significativo para el trabajo institucional con adolescentes que atraviesan estas experiencias y
establecen directrices claras para pautar el proceso de acompañamiento en un contexto garante y
promotor de los derechos de niños, niñas y adolescentes. En las clases anteriores hemos recorrido
estos instrumentos; en esta solo los mencionaremos en tanto constituyen herramientas a tener en
cuenta al momento de construir abordajes institucionales de los EMPA.

● Ley Nacional Nº 25.673 de Salud Sexual y Procreación Responsable,


● Ley Nacional Nº 26.601 de Protección Integral de los derechos de niños, niñas
y adolescentes
● Ley Nacional Nº 26.150 de Educación Sexual Integral,
● Ley de Educación Nacional Nº 26.206,
● Ley Nacional Nº 26485 para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra
las mujeres
● Ley Nº 26.529 (art. 2 inc. a.- de derechos del paciente, HC y Consentimiento
informado), que establece prioritariamente hacia niños, niñas y adolescentes
un deber de asistencia sin ningún tipo de menoscabo o discriminación en los
espacios de salud.

Este plexo normativo aporta a la construcción de una escuela más igualitaria y más justa en tanto
promueve que las instituciones ofrezcan respuestas y den lugar a las diversas experiencias de niños,
niñas y adolescentes.

Este proceso no se da sin resistencias, violencias y temores. Es sabido que los instrumentos legales
resultan fundamentales para la concreción del derecho a la educación, pero no son suficientes. De
modos más o menos explícitos persisten prácticas institucionales que conllevan discriminaciones y
exclusiones. Asimismo, en las experiencias diferenciales que construyen quienes pasan por las
escuelas se expone la potencialidad de las prácticas institucionales-pedagógicas que —a veces en el
cuerpo a cuerpo— posibilitan la construcción de estrategias que tornan posible la continuidad
La ESI en la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia (EMPA)
escolar.

Las transformaciones normativas, de políticas públicas, e institucionales-pedagógicas inciden en las


formas que adquieren las experiencias sociales y escolares, pero no abarcan todas las dimensiones
que se anudan a estos procesos. ¿Cómo hacer efectivo este marco normativo? ¿Cuáles son los
obstáculos, resistencias, posibilidades que se presentan para garantizar los derechos desde las
escuelas en relación a los EMPA?

Recorramos algunas escenas, algunas situaciones a las cuales nos enfrentan estas temáticas para, a
partir de allí, reflexionar acerca del lugar de las escuelas, de las y los docentes.

Les proponemos:
● Realizar un listado de las leyes que fuimos trabajando a lo largo del curso y que
brindan un marco significativo para el abordaje de los EMPA en las instituciones
educativas.
● Identificar en ellas los artículos más significativos en torno a las temáticas
abordadas.
Establecer algunas estrategias para la difusión de estos instrumentos y sus aportes en la
escuela/institución en la cual trabajan.

La noticia de los EMPA en las escuelas

Susana es profesora de matemática en una escuela secundaria. Al terminar su clase en


segundo año, Julia, una alumna, se acerca y le pide hablar con ella. Susana advierte
cierta preocupación en el tono de Julia y le dice que sí, que pueden hablar cuando quiera.
La alumna le dice que necesita hablar en ese momento y en un lugar privado. Buscan un
lugar apropiado para conversar:
Julia: Profe, estoy muy preocupada (y se larga a llorar)
Susana: Contame qué te pasa, seguro que podemos hacer algo…

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Julia: Estoy embarazada. Hace dos meses que no me viene, me hice dos test de
embarazos y me dieron positivo…
Susana: ¿Y cómo estás?
Julia: Mal, no me animo a contarlo en mi familia, se van a enojar mucho…tengo miedo.
No quiero contarlo. Profe, no sé qué hacer

A partir de esta situación, ¿cómo se imaginan el desarrollo posterior de la conversación?

Los modos en los que esta escena puede continuar son diversos. Seguramente la primera cuestión a
resaltar de la escena es que la alumna que atraviesa esta situación que la está angustiando elige
contarle esto que le pasa a alguien. Las y los adolescentes no le cuentan estas cosas a cualquier
persona. Julia habrá encontrado en esa docente alguien de confianza, alguien que escucha, alguien
que la puede acompañar en el proceso de toma de decisiones. Esto marca al menos dos primeros
compromisos: no quebrar esa confianza depositada y acompañar.

Una investigación realizada hace unos años (Fainsod, 2006) advierte que la escuela ocupa, en
muchos casos, un lugar destacado en relación a la noticia del embarazo. Para algunas adolescentes
la escuela es el primer lugar en el cual se comenta esta situación, y esperan que la institución se
convierta en una interlocutora entre ellas y la familia, a fin de abordar cualquier tipo de conflicto
que pudiera surgir en ese momento.

Pero, ¿cómo acompañar en esta primera instancia? No se trata aquí de dar una receta, ni de
establecer un único camino a seguir, sino de pensar algunos puntos que nos puedan orientar en la
consolidación de una respuesta atenta y enmarcada en la perspectiva de derechos.

Recorramos algunos puntos que pueden orientar este momento inicial:

El respeto a la confidencialidad solicitada por los y las


alumnos/as

La noticia de los embarazos genera en los docentes, preceptores y directivos que la reciben

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diferentes sensaciones. En la clase anterior trabajamos la importancia de posicionarse como
adulta/o confiable que escucha para acompañar y no para juzgar. Es decir, las alumnas y alumnos
no están esperando necesariamente que nosotras/os les demos nuestra opinión —ni es lo que nos
corresponde— sino que las/os acompañemos y sostengamos en estos procesos. Pasado esto,
seguramente, se generen en nosotras/os diferentes sensaciones de desconcierto, una necesidad de
dar respuesta y que sea rápida. Pareciera que ante este hecho ya hay que salir a decir algo, hay que
tener una respuesta, dar una orientación.

En principio es importante tener en cuenta que si una alumna o alumno viene a contar un
embarazo es porque requiere ser escuchada/o, contenida/o. En tal sentido, es importante sostener
desde la calma y dar lugar atentamente a lo que está aconteciendo para escuchar y acompañar
desde el respeto a la decisión de las y los adolescentes.

En relación al pedido de confidencialidad, es preciso tener en cuenta que las/os docentes debemos
resguardar la privacidad solicitada (Ley Nº 26.061, art.10). ¿Qué quiere decir esto? Que debemos
respetar la solicitud de los adolescentes, y acompañarlos/as para que esta situación pueda hacerse
pública del modo en que ellos decidan.

Lo primero que hay que hacer es constatar el embarazo. Muchas veces nos encontramos con
situaciones donde los retrasos menstruales se vinculan a otras cuestiones. Las instituciones de
salud, con quienes a veces trabajamos en esta primera instancia, también tienen como principio
rector el derecho a la privacidad y la confidencialidad. En ellas puede solicitarse un test de
detección de embarazo gratuito y sin necesidad de estar acompañada por un/a adulto/a.

Una vez confirmado el embarazo, ¿qué hacemos con la noticia?

Detectar junto a alumnas y alumnos a adultas/os significativas/os (que pueden no ser


necesariamente la madre o el padre), y luego ver cómo se acompaña en hacer pública la cuestión,
ofreciendo acompañamiento desde la escuela y respetando los tiempos y decisiones del o de la
adolescente.

En ocasiones, cuando la o el adolescente no se decide a contar el embarazo, también es

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fundamental mencionarle que es importante y necesario abrir esta situación a otras/os. Es decir, se
trata de ir acompañando, con los tiempos y necesidades del o la estudiante, una estrategia
compartida y consentida a fin de establecer qué contar, cuándo hacerlo, a quién, y cómo.

Para seguir reflexionando sobre el derecho a la privacidad y confidencialidad, las/os


invitamos a leer el Caso 1 que se presenta en la Guía de recomendaciones para la atención
integral de adolescentes en espacios de salud amigables y de calidad (Ver Página 30).

http://www.ms.gba.gov.ar/sitios/maternoinfantil/files/2012/05/1-
guia_nacion_Atencionadolescentes.pdf.

La escucha de las necesidades, los tiempos y las demandas de


las y los adolescentes

Quizá, al momento de la noticia, quien se acerca a contar lo que le sucede, quiera eso: contar lo
que le sucede a alguien de confianza. Será oportuno que en la escucha se pueda preguntar de qué
modo quiere ser acompañada/o y advertir cómo es que se llegó a esa situación. No se trata de
generar un interrogatorio: imaginemos cómo nos sentiríamos nosotras/os si vamos a contarle a
alguien de confianza una situación que nos preocupa y esta persona empieza a hacernos una serie
de preguntas que no queremos/podemos responder. Sí debemos, en cambio, estar atentos a poder
escuchar y advertir cómo es que se llega a esta situación y si hay alguna situación de riesgo, ya que
las diferentes posibilidades también abren distintas necesidades y responsabilidades. ¿Se trata de
una situación planeada? ¿O se trata de una situación no planificada? ¿Se presenta una situación de
abuso/violencia? ¿Cuál es la red de contención? ¿Cuenta con una pareja, amigas, amigos, familia,
otras/os adultas/os referentes? ¿Se advierte una situación riesgosa en el marco de la familia?

¿Qué hacemos desde la escuela frente a estas distintas posibilidades? Cada una de estas
situaciones nos interpela de manera diferente como institución, como docentes, y nos señala
diferentes responsabilidades.
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En este punto diremos que la escuela tiene la responsabilidad de generar las condiciones que
atenúen las desigualdades y garanticen los derechos sexuales y reproductivos. Es decir que, en este
caso, se deben propiciar las condiciones para garantizar que cada una y cada uno decida
autónomamente cuándo, con quién y cómo tener hijos/as, o no tenerlos/las.

Opciones frente a los embarazos

De acuerdo con lo que el marco normativo estipula, la escuela —junto a otras instituciones—
deberá:

● Reconocer la autonomía de las y los adolescentes en las decisiones relacionadas con su


propio cuerpo y su proyecto de vida.

● Brindar información confiable en lenguaje claro y sencillo.

● Ofrecer orientación sobre opciones.

● Acercar los recursos institucionales locales disponibles.

Al momento de la noticia de un embarazo habrá que escuchar cuál es la decisión de ese o esa
adolescente y acompañarlo/la.

Para profundizar este punto recomendamos revisar nuevamente el material ofrecido en la


clase 3 “Guía de recomendaciones para la Atención Integral de Adolescentes en espacios
de salud amigables y de calidad”. Programa Nacional de Atención Integral de
Adolescentes. Ministerio de Salud- (págs. 22 a 29).
http://www.ms.gba.gov.ar/sitios/maternoinfantil/files/2012/05/1-
guia_nacion_Atencionadolescentes.pdf

Abuso sexual/violencia

Según la ley Nacional Nº 26.061/06, la escuela tiene la obligación de realizar la denuncia pertinente
a las Defensorías de niños, niñas y adolescentes. En su artículo 55 inciso c) explicita que las
instituciones educativas “deben velar por el efectivo respeto a los derechos y garantías legales a
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niñas, niños y adolescentes, promoviendo las medidas judiciales y extrajudiciales del caso […]”

El material “Maltrato infantil. Orientaciones para actuar desde la escuela” del Ministerio
de Educación ofrece algunas líneas de acción para las instituciones educativas ante
casos de abuso sexual y/o violencia (Ver págs. 37 a 54).
http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL003091.pdf

En los casos de abuso/violencia es importante tener en cuenta que tenemos una responsabilidad y
que debemos trabajar junto a otras y otros actores. Por este motivo, es necesario generar una
estrategia de cuidado y protección a niños, niñas y adolescentes. Para que esto ocurra, no solo se
trata de efectuar la denuncia, sino que habrá que generar instancias de acompañamiento para
quien atraviesa esta situación, de modo de no profundizar más la vulneración de derechos: no re-
victimizar.

En relación a los embarazos en situación de abuso ya hemos trabajado que se cuenta con una
herramienta legal, la figura de Aborto No Punible que no requiere denuncia ni prueba de violación.
Para ampliar sobre este punto, las y los invitamos a releer el pasaje de la Clase 2 referido a la
interrupción legal del embarazo (ILE).

La relación EMPA-escolarización: algunos puntos de análisis

A partir de la noticia del embarazo, se producen diferentes experiencias en torno a lo escolar. Lejos
de poder establecer un pronóstico, son diversos los recorridos, los sentidos, los modos en los cuales
se transita la escolaridad.

Hay quienes al momento de los embarazos estaban ya afuera de la escuela, hay quienes dejan los
estudios, hay quienes continúan estudiando, hay quienes vuelven a estudiar. Algunas y algunos de
las/os que transitan estas experiencias construyen nuevos sentidos en relación a los estudios y se
re-posicionan y les va mejor en la escuela; hay quienes siguen con los mismos intereses que antes.
Hay quienes, ante los embarazos, las maternidades y las paternidades encuentran dificultades para

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organizarse; hay quienes pasan por diferentes momentos, y hay quienes logran organizar sus
rutinas sin que se vea afectado su rendimiento escolar.

¿Qué es lo que opera en esas diferentes posibilidades? ¿Qué cuestiones obstaculizan o facilitan la
escolarización ante estas situaciones, y pueden ofrecernos pistas para pensar instituciones más
inclusivas?

Tal como advertimos en trabajos anteriores (Fainsod, 2006, 2011), las dimensiones que se juegan
en los modos que adquieren las experiencias remiten al orden de lo personal, de lo familiar, de lo
grupal, de las relaciones de pareja, de lo institucional, de lo comunitario y de lo social. Por un lado,
la identificación de todas estas dimensiones permite un diagnóstico más cercano a las necesidades
y a aquello que les sucede a quienes transitan estas experiencias. Por otro lado, nos apartamos de
los análisis ahistóricos y estigmatizantes para resituar estas temáticas como históricas-sociales y
políticas. A partir de allí, se genera una ruptura con las argumentaciones que proponen destinos
ante los cuales nada queda por hacer, y reconocemos, en cambio, todo lo que hay por producir en
la construcción de instituciones que garanticen y promuevan los derechos y consoliden estrategias
inclusivas.

Como un modo de aproximación a las experiencias escolares se pueden identificar algunos de los
obstáculos y facilitadores para la continuidad/vuelta a la escuela. Respecto de los obstáculos se
pueden identificar dos grupos. Por un lado, aquellos que pre-existen a los EMPA; por otro, los que
se producen a partir de ellos. En relación al primer grupo, en una investigación desarrollada en el
año 2011 se identificaron algunos obstáculos que dan cuenta de condiciones de desigualdad previa
y que se profundizan, en algunos casos, ante los EMPA:

1- la necesidad de trabajar a partir del nacimiento de las hijas e hijos,

2- las dificultades económicas para cubrir los recursos que se demandan para la escolaridad,

3- la distancia física entre la escuela y la casa, que trae aparejado dificultades económicas por
el costo del viaje y de tiempo que se le resta a la crianza,

4- las dificultades que acarrea, en ocasiones, no tener una vivienda estable o vivir en espacios
físicos degradados,

5- la agudización de los conflictos familiares,


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6- los sentidos, expectativas y actitudes de los padres, madres y/u otras/os adultas/os
significativas/os en torno a la escuela y a los estudios en general y ante los EMPA en
particular,

7- los estereotipos de género y las relaciones conyugales que conducen a las mujeres a
replegarse hacia la esfera doméstica y a los varones en constituirse como proveedores
(Fainsod, 2011).

A partir de los embarazos y las maternidades se particularizan los obstáculos. Los sentidos en torno
a la maternidad, a la paternidad, a la feminidad y a la masculinidad, a la adolescencia y a la
escolaridad, seguramente incidirán en la continuidad o no de los estudios ante estas situaciones.
Estos sentidos no se producen individualmente sino en el marco de una sociedad que impone
ciertos estereotipos que impactan en la vida de mujeres y varones. Las configuraciones familiares,
las relaciones de pareja, los lazos con los pares, también juegan diferencialmente en las formas que
toman las experiencias de quienes transitan los procesos que aquí analizamos. En las relaciones
entre los sexos/géneros y entre las generaciones se evidencian las persistencias y tensiones de la
distribución diferencial de bienes materiales y simbólicos que producen y reproducen el status quo.
Así, las decisiones en relación al propio cuerpo, a la continuidad de los estudios, a salir a buscar un
empleo, a las salidas con amigos, a la participación en lo doméstico adquieren distintas expresiones
en el marco de las relaciones con otros y otras en las que se generan diferentes grados de
autonomía.

Es decir, en esas relaciones circulan sentidos y estrategias, que, lejos de ser construcciones
individuales, se vinculan con relaciones de poder que inciden en las experiencias sociales y
escolares de quienes viven estos procesos. Las relaciones conyugales, por ejemplo, constituyen un
hecho significativo. Según los resultados de la investigación antes mencionada (Fainsod, 2011), en
la mayoría de los casos en los que las adolescentes viven en pareja, la relación conyugal suele
devenir en un dispositivo de encierro en el cual las mujeres quedan subordinadas a las decisiones y
permisos de los varones. Así, la escolaridad, se encuentra fuertemente condicionada en esos casos
más por las relaciones de sexo/género en la pareja que por los embarazos o nacimientos de las hijas
e hijos.

En relación al modo en que operan las instituciones, se pueden observar los efectos potenciadores

La ESI en la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia (EMPA)


que tienen sobre la escolarización del alumnado que las escuelas:

● abran sus puertas,

● establezcan acuerdos institucionales e inter-institucionales tendientes a hacer de la


institución toda un espacio receptivo,

● produzcan estrategias para el acompañamiento de los embarazos y la continuidad escolar,

● generen mecanismos pedagógicos que tengan en cuenta las diversas experiencias,

● promuevan espacios de reflexión y

● aborden estas temáticas como contenidos curriculares.

Ni las trayectorias ni los itinerarios escolares se encuentran pre-establecidos. A partir de estos


acontecimientos se producen diferentes y desiguales experiencias en las que se profundizan
vulnerabilizaciones, se generan otras nuevas y también se construyen nuevos sentidos y estrategias
que abren horizontes desde los cuales se re-significa la escolaridad.

Les proponemos:
● Sumar a los aspectos mencionados aquellas situaciones que ustedes identifican
desde su propia experiencia como obstáculos y facilitadores (personales,
familiares, institucionales, sociales) para la continuidad escolar a partir de los
EMPA.
● Listar las acciones/estrategias personales e institucionales generadas frente a los
EMPA en las escuelas en las que trabajan.

Analizar el impacto de estas acciones en las experiencias de quienes transitan estas


experiencias.

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El acompañamiento de los EMPA en las escuelas. Volviendo a
las puertas de entrada de la ESI

Hasta aquí trabajamos algunos aspectos que inciden en la posibilidad de construir una escuela más
inclusiva frente a los EMPA: el momento de la noticia, el marco normativo desde el cual diseñar los
abordajes, y también los obstáculos y facilitadores que surgen para la continuidad escolar ante
estas situaciones. En este apartado, casi el último de la clase, les proponemos compartir algunas
posibles estrategias. Algunas de ellas desarrolladas ya por algunas escuelas y programas y otras por
construir en pos de asumir el compromiso y la responsabilidad que tienen las escuelas en relación a
estas temáticas.

Nos resulta central para pensar estas estrategias tener presente el marco de la ESI y sus puertas de
entrada trabajados en las clases 1 y 2. Este marco nos habilita a pensar las diferentes dimensiones
que requieren ser revisadas a fin de propiciar el respeto de los derechos de niños, niñas y
adolescentes desde una perspectiva integral y de género.

A continuación, enumeramos algunos posibles ejes del trabajo personal, institucional y comunitario
que irían en este sentido.

Acuerdos institucionales sobre estas temáticas.

¿Cuáles son los sentidos que circulan en la institución en relación a estas temáticas? ¿Qué grado de
conocimiento hay sobre las normativas vigentes? ¿Cómo propiciar una mirada compartida desde la
cual establecer acuerdos mínimos? ¿Cómo operará la institución frente a esta noticia? ¿Cómo
acompañará las decisiones de las niñas, niños y adolescentes?

Acompañamiento de los embarazos, las maternidades y las paternidades.

Se trata de generar diferentes instancias que permitan escuchar las necesidades, brindar
información, asesorar sobre los derechos, ofrecer los recursos necesarios para acompañar durante
estos procesos y la escolarización, y analizar y abordar dificultades que surgen en relación a la
continuidad de los estudios. Este acompañamiento puede ser individual o grupal. La experiencia
desarrollada por el Programa de Retención Escolar de Alumnas Embarazadas, Alumnas Madres y
Alumnos Padres de Escuelas Medias de la CABA, es pionera en nuestro país. Este programa trabaja

La ESI en la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia (EMPA)


desde 1999 en las escuelas a través de diferentes estrategias desarrollando fundamentalmente la
figura del referente institucional (ver bibliografía obligatoria: Langer y otros, s/f).

Abordaje pedagógico.

El abordaje pedagógico implica al menos dos dimensiones. Por un lado, cómo generar estrategias
pedagógicas que garanticen la continuidad escolar. No se trata de “bajar las exigencias”, sino de
proponer una institución que responda a las necesidades del alumnado que concurre a ella. Es
necesario tener en cuenta que estas situaciones no conllevan necesariamente un impacto en el
rendimiento escolar. Sí, por supuesto, los enfrenta a nuevas rutinas, y a asumir responsabilidades
que implican re-acomodar algunas cuestiones de la vida cotidiana. ¿Cómo se puede acompañar
desde las estrategias pedagógicas? Por otro lado, el abordaje pedagógico remite a hacer que esta
temática sea abordada como contenido curricular. Que sea visualizada como una temática sobre la
cual todas y todos tenemos algo que decir y aprender. También, como vimos en las clases y
apartados anteriores, en las formas de llegada a estas experiencias y en los modos que adquiere la
vida a partir de estos acontecimientos se enlazan sentidos en torno a la sexualidad, a la
corporalidad, a las relaciones de género, a las identidades de género. Todo esto remite al trabajo
desde la ESI en pos de promover los derechos sexuales y reproductivos y la toma de decisiones
autónomas.

Acerca de las hijas e hijos de alumnas/os EMPA.

El cuidado de las hijas e hijos mientras se asiste a la escuela o se debe estudiar suele ser, en algunas
ocasiones, una dificultad. A veces, la posibilidad de dejar al cuidado de otras/os está anudada a una
posibilidad material: contar con una familia o red que colabore, disponer de espacios institucionales
destinados para tal fin, tener dinero para pagarle a alguien para realizar esa tarea. Un punto a
trabajar en las instituciones será cómo acompañar para generar estas posibilidades si es que es este
su interés. Hay escuelas que, cuando esto no es posible, establecen estrategias de las más variadas
para que el cuidado de las hijas e hijos no resulte un obstáculo para asistir a clase. Así, por ejemplo,
se colabora para tramitar vacantes en escuelas infantiles, en algunas instituciones se generan
espacios para tal fin, y en ocasiones, las y los bebés y niñas/os entran a las aulas con sus mamás y
papás. Ante esta situación resulta un hito fundante el primer jardín maternal creado como iniciativa
del EMEM Nº1 de Retiro, CABA.

La ESI en la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia (EMPA)


Para conocer más acerca de estas experiencias las y los invitamos a leer una nota
periodística donde se cuentan diferentes estrategias institucionales para el
cuidado de las hijas e hijos de alumnas/os EMPA de escuelas secundarias. Una luz
para el deseo. Página 12, 2007.
http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-3240-2007-03-
16.html

Como dijimos antes, la posibilidad de dejar al cuidado de otras y otros a un/a hijo/a resulta también
una decisión que implica una dimensión subjetiva. Hay quienes —de acuerdo al sentido que se le
otorga a la maternidad, a la crianza, a la feminidad— no quieren dejar a sus hijas e hijos por
considerar que ellas deben estar a su cargo. La escuela tiene que escuchar esta decisión y
acompañar a las y los adolescentes. La escuela aquí tiene una oportunidad; la ESI tiene una
oportunidad: la de trabajar desde diferentes espacios sobre cómo combinar maternidad y estudio.
Este punto resulta todo un desafío en una sociedad patriarcal y con una doble moral que condena
fuertemente a las mujeres que trabajan y sobre todo a las adolescentes que, pareciera, deben
pagar con el repliegue hacia lo doméstico y el abandono de proyectos por el “error” cometido. Tal
como trabajamos en la Clase 2, esto refiere al proceso de estigmatización que sufren en ocasiones
quienes atraviesan estos procesos.

Una escuela abierta a su comunidad.

El trabajo con las familias resulta un aspecto importante en relación a esta temática. Cuanto mayor
sea la cultura institucional del diálogo y la participación, mejores posibilidades se tendrán para
acompañar a las familias frente a estas temáticas. Teniendo como horizonte el interés superior del
niños, niñas y adolescentes habrá que tener en cuenta, cuando resulte necesario, el trabajo en esta
dirección.

Co-responsabilidad institucional.

Las prácticas de derivación de casos entre instituciones son sustituidas por la construcción de

La ESI en la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia (EMPA)


relaciones de co-responsabilidad e interdependencia, con el objetivo de promover, proteger y
restituir derechos en forma integral. De este modo, se trata de generar mecanismos inter-
institucionales que efectivicen el acceso y garantía de los derechos. Se trata de potenciar la red
entre todas y todos los actores.

Como menciona Fainsod (2013), “los embarazos, las maternidades y paternidades empujan
fronteras, las desafían; toman diferentes formas en las tramas sociales-institucionales en los que
tienen lugar. Las condiciones de vida, las formas familiares e institucionales, las relaciones sociales,
señalan diferentes intersecciones que complejizan el mapeo de estas experiencias, lo vuelven
heterogéneo y dinámico. Universalizar estas experiencias conlleva prácticas que producen
violencias, desamparos y fragilizaciones al desconocer las diferentes dimensiones que en ellos se
combinan”.

A lo largo de nuestros encuentros intentamos desafiar las argumentaciones que establecen


destinos, que profundizan la estigmatización y discriminación de modos más o menos sutiles.
Compartimos experiencias, marcos conceptuales y normativos, herramientas metodológicas.
Llegamos a concluir que la trama institucional y social opera diferencial y desigualmente, y que esto
resulta un interesante desafío —y por qué no un compromiso— para la producción de prácticas
más democráticas, igualitarias y justas.

Britzman (1999) propone que en la construcción de una escuela inclusiva que dé lugar a las diversas
experiencias es necesario “arriesgar lo obvio”, posicionarse en la curiosidad, en la incomodidad de
no sentirse nunca tranquilo con lo que se piensa o lo que se omite, desafiar a uno de los núcleos
duros del oficio docente, de las lógicas institucionales y las relaciones de poder en las escuelas.
Arriesgar lo obvio implica desafiar los límites de lo instituido, subvertir no solo las categorías de
pensamiento, sino también animarse a desafiar aquello que señala quién tiene cierto saber, y por
ende el poder: desafiar lo institucional. Para ello habrá que generar espacios de escucha,
posibilidades de re-pensarse, de pensar lo social y los modos de vincularse con otros.

En este sentido, los EMPA resultan una oportunidad al tiempo que señalan una responsabilidad de
las escuelas. El desafío es el de producir prácticas institucionales que promuevan el ejercicio de los
derechos, la toma de decisiones autónomas y el respeto a una/o misma/o y a otras/os. Diferentes
experiencias brindan indicios de cómo mantener viva la esperanza de que algo siempre puede

La ESI en la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia (EMPA)


cambiar, de que algo puede ser distinto... Con este curso aspiramos a generar un espacio en esta
dirección.

Nos vamos despidiendo…

Estamos llegando al final de este curso… queremos decirles que fue un gusto compartir con ustedes
esta experiencia de trabajo tan enriquecedora. Les agradecemos el haber aportado a este espacio
sus anécdotas, deseos, sentimientos, lecturas y reflexiones. El intercambio producido nos deja
nuevos saberes, también interrogantes y desafíos.

Esperamos que se hayan sentido cómodas y cómodos, aunque no siempre hayan estado de
acuerdo con algunos planteos. Estamos seguros de que la posibilidad de encontrarnos, compartir y
debatir nos deja en mejores condiciones para re-pensarnos, re-pensar las instituciones y lo social,
en la búsqueda de una mayor igualdad y justicia para quienes transitan las experiencias que aquí
abordamos.

Con este curso nos propusimos contribuir a la construcción de una mirada crítica e integral en torno
a los EMPA. La intención fue la de acercar algunos debates, marcos normativos y propuestas
metodológicas que estimularan la producción de espacios institucionales para la toma de
decisiones autónomas, en el marco de los derechos sexuales y reproductivos y el derecho a la
educación. Esperamos habernos acercado a ese objetivo. Como saben, hacer realidad estos
derechos es una tarea que nos convoca a todas y todos. Esperamos haber hecho un aporte en ese
sentido.

Actividades

Foro: A lo largo de esta clase nos aproximamos a los desafíos y abordajes


institucionales e inter-institucionales de los EMPA desde el enfoque de la ESI.
Estas aproximaciones nos permiten volver a reflexionar acerca del lugar de las
escuelas en relación a estas temáticas, el marco de la ESI como potenciador, y las

La ESI en la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia (EMPA)


diferentes acciones a desarrollar en múltiples espacios, con distintas y distintos
actores, en pos de la promoción y garantía del derecho a la educación y a una
sexualidad plena, autónoma y responsable.

Para el foro de esta clase les proponemos retomar la escena que planteamos al
comienzo de la clase, y que transcribimos a continuación:

Susana es profesora de matemática en una escuela secundaria. Al terminar su


clase en segundo año, Julia, una alumna, se acerca y le pide hablar con ella.
Susana advierte cierta preocupación en el tono de Julia y le dice que sí, que
pueden hablar cuando quiera. La alumna le dice que necesita hablar en ese
momento y en un lugar privado. Buscan un lugar apropiado para conversar:

Julia: Profe, estoy muy preocupada (y se larga a llorar)

Susana: Contame qué te pasa, seguro que podemos hacer algo…

Julia: Estoy embarazada. Hace dos meses que no me viene, me hice dos test de
embarazos y me dieron positivo…

Susana: ¿Y cómo estás?

Julia: Mal, no me animo a contarlo en mi familia, se van a enojar mucho…tengo


miedo. No quiero contarlo. Profe, ¿no sé qué hacer?

A partir de esta situación, ¿cómo se imaginan el desarrollo posterior de la


conversación? Si estuvieran en el lugar de Susana, y a partir de lo trabajado en la
clase, ¿qué acciones realizarían a partir de lo compartido por Julia?

Teniendo en cuenta, entonces, lo trabajado en la Clase 4, les solicitamos que en el


foro:

1. Enuncien al menos tres acciones que deberían generarse desde la docente o


desde la escuela frente a lo que le sucede a Julia. Cada una de las acciones
propuestas deben justificarse con argumentos sostenidos en algunos de los
aspectos trabajados en esta clase (marco normativo vigente, respeto a la
confidencialidad, trabajo en red, abordaje pedagógico, co-responsabilidad

La ESI en la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia (EMPA)


institucional).

Para sumar insumos para esta respuesta, les compartimos un fragmento de la


emisión “Maternidades y Paternidades adolescentes” del programa de radio,
“Toda educación es sexual”, realizado por el Centro de Documentación Mariposas
Mirabal del CIDAC-FFyL-UBA, y transmitido por Radio Sofia en 2014. Sugerimos
especialmente detenerse en dos entrevistas que exponen los modos de poner en
acción el trabajo en torno a EMPA en escuelas secundarias (Escuchar desde el
minuto 23:40 al 46).

Link al material:

https://drive.google.com/file/d/0B3Fr3Xpl50r8TDRjVkRtdVVnT28/view

Las y los invitamos a compartir el punto 1 en el Foro 4. ¡Nos encontramos allí!

Material de lectura

Material de lectura obligatoria

Langer, E., Ríos Fernández, C. y Schiariti, L. (s/f). Acompañamiento y apoyo a las escuelas
secundarias: ¿cómo mirar y accionar institucionalmente para la inclusión escolar de alumnas
embarazadas/ madres y alumnos padres adolescentes?

Ley Nacional Nº 25584

http://www.infoleg.gov.ar/infolegInternet/anexos/70000-74999/74073/norma.htm

Ley Nacional Nº 25808

http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=90598

Ley Nacional Nº 25273

http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=63777

La ESI en la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia (EMPA)


Material de lectura ampliatoria

Buzzetti, M.; Costas, P.; Litichever, C; Monti, F; Secondi, J. (2012). Adolescentes/jóvenes en el


ejercicio de sus derechos. Sus decisiones reproductivas y no reproductivas. Buenos Aires:
Novedades Educativas.

Fainsod, P. (2013). Maternidad, paternidad y embarazo en la escuela. Suplemento UNIPE-Le monde


diplomatique. Edición Nro. 169.

Bibliografía de referencia

Britzman, D. (1999). Curiosidade, sexualidade e curriculo. En Lopes Louro, G. O corpo educado.


Pedagogias da sexualidade. Belo Horizonte: Autentica.

Fainsod, P. (2006). Embarazo y maternidad adolescente en la escuela media: la noticia del


embarazo en la escuela. Buenos Aires: Miño y Dávila Editores.

Fainsod, P. (2011). Maternidades adolescentes en contextos de marginalización urbana. En Felitti,


Karina (Coord.) Madre no hay una sola. Buenos Aires: CICCUS.

Fainsod, P. (2013). Maternidad, paternidad y embarazo en la escuela. Suplemento UNIPE-Le monde


diplomatique. Edición Nro. 169.

Créditos

Programa Nacional de Educación Sexual Integral (2019). Clase Nro. 4: Las instituciones frente a los
embarazos, maternidades, paternidades adolescentes (EMPA), desafíos hacia la inclusión. La ESI en
la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia. Buenos Aires: Ministerio de
Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología.

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La ESI en la escuela: Embarazos, maternidades y paternidades en la adolescencia (EMPA)

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