Sei sulla pagina 1di 1

Comunidad y organizaciones I

Maria Camila Rojas Reyes


COLOMBIA, UN EJEMPLO CONTEMPORANEO DE ACUMULACION POR DESPOJO
Una de las preguntas que se hace la ciudadanía, o por lo menos particularmente es lo que me inquieta es ¿fue
necesaria tanta violencia, tanta crueldad, tanta deshumanización por la codicia, el poder y el dinero?
Colombia una patria que se vio atormentada año tras año por el fantasma fúnebre de la muerte, del paramilitarismo,
la parapolítica, que ha dejado miles de víctimas, asesinadas de la manera más vil y atroz que en algún momento se
pudieron llegar a imaginar y que hoy paradójicamente una gran parte de las personas que vivieron en carne propia
lo que fue una época de crueldad son aquellos que siguen respaldando un régimen de terrorismo y corrupción.
Todo parte de dos puntos clave, las ansias de poder y las ganas de dinero, el despojo de tierras, la privatización de
los recursos, la expropiación de fuentes primarias de supervivencia evidencian que el hombre esta segado por la
codicia, llegando al punto de dejar a miles de familia desamparadas por el simple hecho de que en el lugar donde
se encuentran habitando hay una mina de oro, o por que las personas que están reclamando sus derechos impiden
notoriamente que se lleve a cabo los proyectos de “desarrollo” para el país.
¿Desarrollo? Acaso el desarrollo se lleva consigo y arrasa con lo que tiene a su paso, dejando a su sociedad envuelta
en una capa de violencia y delincuencia, las cuales están en la lógica de un poder manipulador que permite a las
elites pasar por encima de lo que un día fue su país, si, de lo que un día fue su país por que ahora no lo ve más como
tal, sino como una fuente prospera de acumulación de dinero, lo cual genera que los derechos fundamentales de sus
habitantes sea vulnerados.
Las lógicas del poder se encentran manchadas por sangre y dolor, además de ello la corrupción es la pieza clave
para que se permita toda clase de atrocidades contra el pueblo, aquel pueblo que calla frente a las injusticas
cometidas por que no tiene más opciones, porque a lo largo de la historia el discurso que ha predominado es el del
miedo, porque actualmente se sigue pregonando e infundiendo miedo al país, argumentándose en las desgracias que
pueden llegar a pasar si decidimos cambiar la forma de ver el mundo.
La pobreza, la inequidad, la injusticia, las muertes causadas por sistemas de salud perverso, la perdida de fuentes
hídricas fundamentales para el país, la privatización de tierras, la explotación de recursos minerales, la
concentración de la riqueza en 4 o 5 familias, el silenciamiento de líder sociales atreves de la muerte, la
manipulación de medios de comunicación, la falta de apoyo a la educación y la investigación del país, el desinterés
por la formación académica y personal de las nuevas generaciones son las que han permitido que ciertos personajes
sigan manipulando al país, sigan generando más miseria, que la corrupción este latente en cada situación que se
vive, que la tierra y la naturaleza se acabe poco a poco por la explotación minera irresponsable, que cada familia
Colombia tenga que vivir una odisea a la hora de recibir una atención digna en los centros de salud.
Actualmente se ha visto notoriamente la disminución de violencia por parte de grupos armados al margen de la ley,
teniendo en cuenta el reciente acuerdo de paz que se dio con las FARC-EP, pero ese no era el único fantasma que
asechaba al país, el paramilitarismo, que actualmente no es reconocido como tal, pero que después de su disolución
lo que hicieron fue crean pequeños bandos que seguían y siguen cumpliendo con las mismas funciones que tenía el
grupo armado anteriormente mencionado, es decir que el terrorismo y la corrupción atreves del discurso del miedo
y representantes gubernamentales envueltos en una impunidad injusta, son ahora la mayor preocupación para
aquellos ciudadanos que no olvidan la historia de un país vestido año tras año por ríos de sangre, por muertes
injustas, por desapariciones dolorosas y una profunda impotencia de no poder hacer nada.
Es momento de decidir por nuestro futuro, por lo que queremos que sea Colombia más adelante, una Colombia
digna de vivir, sin miedo y con educación.

Potrebbero piacerti anche