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UNIVERSIDAD AUSTRAL DE CHILE

FACULTAD DE FILOSOFIA Y HUMANIDADES

APOLOGIA DE SOCRATES

Presentado por

Cesar Alejandro Haeger Paredes.

Docente Responsable

Sr. Guillermo De Armas Pérez.

Módulo

Temas Transversales y Educación En Valores.

Puerto Montt, 28 de mayo de 2019


INTRODUCCIÓN

Solo sé que no sé nada es una frase de Sócrates que a lo mejor la hemos escuchado

siempre, pero que no hemos analizado en profundidad su significado. Y hacer este

análisis no resulta tan fácil como parece, pues esta frase propone la idea de que no

tenemos la verdad absoluta, y que debemos tener la voluntad de aprender, así como

de adquirir nuevos conocimientos, reconocer también que no somos tan buenos en

todo y que podemos mejorar si tenemos la capacidad de entender que aprender no

es solo una palabra si no una actitud. Pero somos capaces de hacer parte de

nuestra vida la frase “solo sé que nada se”. Claramente no siempre tenemos esa

capacidad de hacer parte de nuestro diario vivir esta frase, ya que constantemente

nos empeñamos a que las cosas ocurran respecto a nuestras expectativas.

Pensamos y actuamos creyendo saber todo, pero en realidad la vida se encarga de

demostrarnos que somos humanos e imperfectos. Optamos por una actitud de ser

seres superiores, de decir “yo ya lo sé”.

Si logramos comprender que la única oportunidad de poder salir de esta burbuja del

yo lo sé todo es el aprendizaje, seremos capaces de reconocer que “solo sé que no

sé nada”.
DESARROLLO

Para poder comprender esta famosa frase debemos iniciar explicando el método

mayéutico o socrático, que se refiere a dar respuestas de forma irónica, el

interrogado se da cuenta de lo que sabe pero sobre todo de lo que no sabe.

Sócrates finge, en la mayéutica, ignorancia frente a las preguntas planteadas por la

gente. De modo que, el que pregunta a Sócrates es el que finalmente se contesta

a sí mismo, basándose en lo que sabe y dándose cuenta de cuánto no sabe; de

forma tal que al hacerlo, después cuando el otro se da cuenta de ello, y comienza a

entrar en contradicciones le permitirá a la persona anular sus ideas falsas y tomar

entonces conciencia de la propia ignorancia. Es decir, refutar sus ideas para dar

paso al nacimiento de nuevas ideas.

La gente entonces, y más los jóvenes, quedaban fascinados y absortos con el

autodescubrimiento de sus propias ideas, por lo cual, sumaba más y más adeptos

cada vez. Esta situación no era vista con buenos ojos por los demás ciudadanos,

sobre todo, por los padres de esos jóvenes que más que querer que parieran ideas

nuevas, necesitaban controlar la mente y la vida de esos hijos (algún parecido con

la realidad es mera coincidencia). Así que Sócrates, se ganó el mote de la avispa

ateniense, en analogía por la acción que ejerce el piquete de una avispa cuando

pica a un caballo, al igual que la mayéutica socrática en las mentes de los jóvenes.

Juventud despierta, desbocada, inquieta, expectante,….pensante. Siempre el

pensar y el reflexionar así como el analizar, ha sido considerado peligroso para el

control, ya sea familiar o estatal, y en este época en la que vivía Sócrates no fue la

excepción. La fascinación que causa también en mí este método me ha llevado a


impartir mis clases mediante el mismo método. Guardadas proporciones, procuro,

al igual que Sócrates, enseñar a mis alumnos por medio de preguntas que intentan

provocar en el otro la reflexión, para que ellos mismos busquen la respuesta que

buscan, que ansían.

En resumen, de algún modo Sócrates se empezó a convertir en el maestro

ambulante que ponía en jaque a más de uno, y que obtenía como ganancia la

satisfacción de hacer pensar al otro. Escuchar a Sócrates era de algún modo una

“escuela al aire libre”. Amén de que en Atenas en esos momentos había escuelas

suficientemente instituidas como tales. Documentalmente se han encontrado

testimonios de que existían en ese siglo, numerosos alumnos dentro de las

escuelas. Así, la educación ateniense debía garantizar la herencia y transmisión de

las tradiciones jurídicas y políticas, dentro del marco ideológico que instituía el

Estado; a todas luces podemos suponer que las enseñanzas de Sócrates en las

plazas públicas no se apegaban del todo a los intereses de los gobernantes.

Pero volvamos a otro dato biográfico de la vida de Sócrates: a los 40 años casó

con una joven llamada Santimpa de tan sólo 19 años, y al término de la guerra del

Peloponeso, Atenas cae en manos de un antiguo discípulo de Sócrates, Criteas

(espartano) el cual, le va a a perseguir incesantemente. Así Sócrates fue

haciéndose de enemistades debido a su espíritu crítico, ganando como enemigos

a gente poderosa durante su camino.

Finalmente, por incomodar a los ciudadanos, y al estado, un ciudadano llamado

Meleto, en nombre del gremio de artesanos y alfareros, lanza una grave acusación

contra él, y lo increpa por “corromper el alma de los jóvenes” así como de lo que ya
lo había acusado otro ciudadano ateniense llamado Anito con anterioridad, “no

creer en los dioses del Estado.” Estas dos acusaciones le valdrían entablar un juicio

en Atenas al cual la respuesta de Sócrates sería su propia Apología.

Es así como Sócrates expone implícitamente que una de las funciones de los

primeros filósofos es ejercer una partería intelectual, es decir, contribuir con el

nacimiento de ideas. De modo que al ser acusado por Meleto de “corromper las

almas jóvenes” construye su apología brindando los argumentos suficientes ante

los jueces y los ciudadanos, para dignificar la labor que ha venido realizando.

Sócrates entonces fue sometido, como mencioné, por los tribunales del Estado

democrático ateniense, y fueron Jenofonte y sobre todo Platón los que sentaron

testimonio de dicho juicio, incluyendo este último la apología del acusado, en sus

Diálogos. Los jueces, a los que Sócrates se enfrentó, se escogieron mediante azar

de entre un puñado de varones voluntarios (en los juicios no se incluían a esclavos,

ni mujeres) pertenecientes, cada uno de ellos, a una clase social distinta. Sócrates,

no solamente se enfrentó a la acusación de Meleto, sino que Anito lo acusó de no

asumir la creencia de los dioses “oficiales” impuestos por el estado, y de introducir

nuevas deidades, entre ellas el llamado deimon o espíritu, que no es otra cosa que

la intuición. En repetidas ocasiones se le escuchó a Sócrates decir que ese deimon

le hablaba y desde allí tomaba sus decisiones.

Al ser acusado de, corromper las almas jóvenes y adorar a otros dioses, la actitud

de Sócrates fue la de un verdadero maestro, que sólo habla de lo que está

convencido, con las palabras precisas; con las palabras suficientes para expresar

con claridad un argumento, que, en este caso, buscaba salvar no solo su honor sino
su vida. De los mayores y principales argumentos de este hombre fueron declarar

que el mal más real de los hombres es la ignorancia y el principal bien, el saber, el

conocimiento. Intentó probar, a través de lógicas construcciones, que debía ser

honrado y no acusado, y expresó ante el tribunal que lo enjuiciaba el convencimiento

de que el Dios Apolo le había encomendado una misión en su vida, “despertar a los

hombres”, hacer que de ellos “parieran ideas”, hacer que tomarán conciencia de su

obrar, para que actuarán en consecuencia. Ya el Oráculo de Delfos había dicho que

Sócrates era el hombre más sabio en Grecia, en donde en respuesta él dijo “Yo sólo

sé que no se nada” y se afanó por conocer durante su vida hombres más sabios

que él.

Es curioso que Sócrates, al conocer lo que los demás que lo enjuiciaban y

acusaban, pensaban de él, se dio cuenta qué tan lejos se encontraba esa

concepción de los otros hacia el y que tan lejos se encontraba la imagen que tenían

de el de la que el realmente tenía de sí. Por ello expresó con extrañeza y

desconcierto “Yo mismo ante tales acusaciones me desconozco”. ( ) “Quiero

defenderme de mis acusadores, combatiré sombras cuando me defiendo ante mis

acusadores. “trato de educar a los hombres”. ( )

Si yo tuviera el conocimiento para educar mi fama correría por todas partes, pero la

verdad es que yo no sé nada. He adquirido renombre no por tener las argucias de

los sofistas, mi sabiduría es propia del hombre ( )

http://www.filosofia.org/cla/pla/img/azf01043.pdf
DESARROLLO

Actualmente, Chile se encuentra en un periodo donde se ha incrementado el ingreso


de familias extranjeras de diversas nacionalidades en busca de mejoras en su
calidad de vida. Este es un fenómeno sociocultural de gran relevancia en los últimos
años que ha provocado un cambio en todos los ámbitos de nuestra sociedad, debido
al crecimiento sustancial de inmigrantes al país. Es por esto, que el estado chileno
ha aplicado diferentes decretos, leyes y se ha empeñado en enviar nuevos
proyectos de ley para acoger y velar por la inserción de los inmigrantes, cautelar
que estos mismos tengan acceso a servicios de salud, trabajo, vivienda y así mismo
asegurar el acceso a la educación de todos los menores de edad provenientes de
diferentes partes del mundo.

En consecuencia, niños, niñas y adolescentes se han incorporado a nuestro sistema


educativo, lo cual ha significado un cambio en la forma de pensar acerca de la
educación para “considerar la interculturalidad como una realidad, que debe estar
siempre presente en los procesos educativos que no se puede desarrollar un
proyecto educativo sin tener en cuenta los alumnos pertenecientes a minorías
étnicas” (Fernández, 2004) situados a lo largo del territorio nacional, provocando un
gran impacto en la sociedad.

Es así como la interculturalidad, en este caso vinculada a la población extranjera,


es un concepto que se ha estado utilizando en diferentes contextos, para referirse
a la relación social que existe entre las distintas culturas dentro de un mismo espacio
en el cual se desenvuelven, centrándonos específicamente en el ámbito educativo,
en donde día a día se han matriculado una gran cantidad de alumnos inmigrantes
de diversas nacionalidades.

Este tipo de educación considera el desarrollo de distintas habilidades, siendo


transversal a todo lo que se refiere con el establecimiento y los estudiantes, esto
provoca que tengan un aprendizaje más significativo. “La Educación Intercultural,
por lo tanto, debe ser central en todos los aspectos de la vida escolar. Debe
reflejarse en el currículum de la escuela, así como en las políticas y prácticas
escolares y en la enseñanza de contenidos curriculares" (Peiró & Merm, 2012).
Barrios & Palou (2014), señalan en su investigación la importancia de la integración
de los jóvenes provenientes de otros países, señalando aspectos emocionales que
interfieren o en su caso puedan favorecer el proceso de inserción, algunos
antecedentes que señalan, es que los niños y adolescentes inmigrantes se
trasladan de forma involuntaria, ya que son los padres quienes toman la decisión de
emigrar por mejoras en la calidad de vida. Es así como indican que la experiencia
del traslado “se puede tomar de forma traumática, pues tal vez se produce cuando
el sujeto empieza a constituir sus primeras relaciones de amistad y surgen sus
primeros vínculos emocionales con el entorno” (Barrios & Palou, 2014).

A lo anterior se le puede añadir el cambio de idioma, cultura, creencias, nuevo


panorama educativo, etc. Lo que genera que los niños y jóvenes inmigrantes tengan
elementos especiales que los diferencien del resto de sus pares para insertarse al
sistema educativo y a la sociedad a la que llegan, pudiendo ser un aspecto positivo
que facilite su integración o también en el sentido contrario, según como se
encuentre dispuesto y preparado el establecimiento de acogida.

El aumento de alumnos procedentes de países latinoamericanos en las aulas


chilenas implica la adopción de medidas pertinentes respecto a la formación
específica del profesorado (Barrios & Palou, 2014). Por lo que es indudable que el
docente cumple un rol fundamental en la integración de alumnos extranjeros, sin
embargo, no cuentan con las competencias para llevar el proceso de integración de
forma correcta, son el equipo directivo y los docentes quienes deben innovar
curricularmente e incorporar contenidos que apunten a la atención y pertenencia
cultural, desarrollando nuevas estrategias que promuevan en los estudiantes
reflexionar en torno a la interculturalidad del alumnado (Barrios & Palou, 2014).

En este sentido es importante que los estudiantes sean agentes activos en la


formación del curriculum y se sientan cómodos con la enseñanza que se les está
impartiendo sin pasar a llevar sus costumbres, creencias y la cultura de la que
provienen, diversificando la enseñanza al general del alumnado. Por eso creo que
el rol del docente es crucial en la formación, siendo un agente abierto y flexible a las
demandas que los propios alumnos presentan, generando un aprendizaje
significativo, pero muchas veces el tema del alto nivel de inmigrantes en el aula era
percibido de diferentes formas, en algunos casos como una amenaza dentro del
sistema educativo, según Ortiz, (2008, p. 254) dice que, “ideologías prejuiciosas que
son las que finalmente inciden en el contexto escolar, en las relaciones y los
procesos de enseñanza-aprendizaje que tienen lugar en él”.

CONCLUSIÓN

De acuerdo con la tesis planteada, respecto a saber que tan preparado se encuentra
el sistema educativo chileno en materias interculturales y el cómo se puede abordar
dentro las diferencias culturales en las salas de clases puedo concluir que aún nos
falta generar instancias para incluir y aceptar la diversidad, esto puede ser porque
tanto los docentes como los alumnos nacionales no muestran mayores
conocimientos de cómo abordar este concepto en el aula, ya que la llegada de los
inmigrantes a los establecimiento chilenos fue masiva y sorpresiva, por lo que los
docentes no estaban preparados con métodos y estrategias para albergarlos. Pese
a ello, el país lentamente se ha abierto al desarrollado de acciones y a la realización
de leyes que puedan dar un sustento mayor a la inmigración y su integración a
nuestro sistema educativo.

BIBLIOGRAFIA

Barrios, L., & Palou, B. (septiembre - diciembre de 2014). Educación y educadores.


Educación intercultural en Chile: la integración del alumnado extranjero en el
sistema escolar, 17(3), 405-426. Obtenido de
http://www.redalyc.org/pdf/834/83433781001.pdf
Bravo, R. (2012). Inmigrantes en la escuela chilena: ciertas representaciones para
ciertas políticas en educación. Revista Calidad en la educación. ISSN 0718-
5480,6(1),39-52. Recuperado de: http://dx.doi.org/10.31619/caledu.n49.575

Fernández, J. (2004). La presencia de alumnos inmigrantes en las aulas: un reto


educativo. Educación y educadores (7), 33-34.

Mora, L. (2018). Política educativa para migrantes en Chile: un silencio elocuente.


Polis, Revista Latinoamericana,49, 231-257.
Recuperado de http://www.scielo.cl/pdf/estped/v42n2/art09.pdf

Palanco, L (2009). La Escuela y la Migración, en Contribuciones a las Ciencias


Sociales. Recuperado de: www.eumed.net/rev/cccss/03/nmpl.htm

Peiró, S., & Merm, G. (2012). La interculturalidad en la educación. Situación y


fundamentos de la educación intercultural basada en valores. BARATARIA, 133.
Obtenido de
https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/35220/1/2012_Peiro_Merma_B
arataria.pdf

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