Leyes del Mercado Venezolano

Primeramente debemos tomar en cuenta que la ley suprema del estado es la constitución de la
república y en base a ella se derivan todas las leyes pertinente a cada ámbito, en nuestro caso nos
orientaremos al mercado venezolano y se intentará dar una opinión de la realidad en contra posición
de lo descrito en las leyes.

En nuestra clase se habló de la ley Orgánica del Sistema Venezolano para la Calidad – SENCAMER,
la cual nos permite a los venezolanos optar por una calidad de servicio o de productos dirigidos a la
población venezolana, todos ellos consagrados en la Constitución. Entendiendo por calidad la
satisfacción del usuario-cliente-consumidor. Cabe destacar que existen unas normas (ISO) que
garantiza su calidad a nivel mundial.

El Gobierno por su parte hace todo lo posible para garantizar la felicidad de su pueblo a través de
esta ley y los organismos pertinentes, y en teoría queda todo excelente e incluso por medio de
estadísticas presentadas se podría decir que todo marcha según lo acordado e incluso supera la
realidad. Ahora bien, irnos al campo real es otra cosa y sale la inevitable pregunta ¿De dónde sacan
las estadísticas o en función a qué situación? Actualmente la calidad ha desmejora a niveles visibles
en la mayoría de los productos. La economía afectada obviamente por el dólar golpea la calidad de
productos en Venezuela y sumado a esto la debilidad de moral que tienen nuestros funcionarios
públicos para permitir pasar por debajo de la mesa situaciones ilegales.

Otra de las leyes comentadas en clase fue la Ley de Precios Justos la cual anuncia que ningún margen
de ganancia superará el treinta por ciento (30%) de la estructura de costos del bien producido o
servicio prestado en el territorio nacional. Inevitablemente surge la pregunta ¿Dónde están las
personas encargadas de hacer cumplir esta ley? ¿Por qué pasas por alto tanto incumplimiento?
Entendemos nuevamente la variación de nuestra economía debido a esa moneda extranjera, pero
es un sinsentido variar los precios de acuerdo al aumento desmedido del dólar, y lo más
impresionante es que si el dólar baja, los productos no bajan de precio. ¿a qué se juega? Aquí se
podría nombrar a los famosos bachaqueros, que sin compasión presentan los productos a precios
fuera de todo margen aceptable de ganancia y siendo una economía netamente informal.
Corrupción, eso es lo que está matando al país, y no voy a decir que todos son corruptos, pero si
una gran cantidad de empleados públicos.

La ley de Telecomunicaciones, por su parte, excluye del objeto de esta Ley la regulación del
contenido de las transmisiones y comunicaciones cursadas a través de los distintos medios de
telecomunicaciones, la cual se regirá por las disposiciones constitucionales, legales y reglamentarias
correspondientes. Esta ley procura condiciones de competencia entre los diferentes operadores y
prestadores de servicios, estableciendo disposiciones en materia de precios y tarifas, interconexión
y recursos limitados (numeración, espectro radioeléctrico y vías generales de telecomunicaciones),
generando así el desarrollo y la utilización de nuevos servicios, redes y tecnologías que impulsan la
integración geográfica y la cohesión económica y social, al igual que la convergencia eficiente de
servicios de telecomunicaciones.

Con respecto a esta ley, es uno de los mecanismos que permite una excelente regulación del
sistema económico del estado. Los sistemas electrónicos son los menos vulnerables al chantaje o a
la caída del aspecto moral. Parece ser que al estar menos personas involucradas en la regulación del

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sistema financiero, es más eficiente. Y cuando digo menos personas es porque el que diseña el
sistema es, normalmente, una persona y quién lo manipula o controla no serán muchos.

Desde mi opinión el modelo económico venezolano ha estado y seguirá estando inscrito dentro del
capitalismo dependiente, basado en el modelo rentista e importador de bienes, servicios y
tecnología, favoreciendo las relaciones de dominación en el campo y de políticas industriales con la
concentración y centralización de la propiedad en las ramas de la actividad económica que no
integran a los trabajadores ni beneficia a los consumidores. También el mismo Estado se ha hecho
cargo de algunas empresas introduciéndolo y exponiéndolo a este modelo. A esto hay que agregar
el proceso de desarticulación de la gestión pública, cuya visión y acción atomizada de cada
ministerio o ente público ha generado un problema administrativo y de gerencia que ha favorecido
la burocracia, la ineficiencia y la corrupción y la formación de sectores monopólicos en la industria
y el mercado interno, definidos como Agentes Económicos enquistados en casi toda la estructura
económica del país.

El IVA es el impuesto sobre el valor añadido o de impuesto sobre el valor agregado, impuesto que
grava el valor añadido o agregado de un producto en las distintas fases de su producción. La Ley del
Impuesto Sobre la Renta contribuye directamente al comercio en Venezuela ya que facilita al Estado
un capital que sería destinado al mejoramiento de los servicios que van dirigido al pueblo.
Actualmente hay una serie de artículos de primera necesidad que están exentos del cobro del IVA,
esto con la intención de garantizar a los venezolanos el mejor acceso a ellos.

A este tipo de impuestos se le suele reconocer una alta capacidad de recaudación a corto plazo, con
reducidos costos administrativos, preferentemente al ser aplicados en economías financieramente
profundas y altamente monetizadas.

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