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LA ANTIGUA
ROMA
ÉPOCAS ARCAICA, CLÁSICA Y
POSTCLÁSICA
17 DE ABRIL DE 2019.
1
TABLA DE CONTENIDOS
1. MARCO INTRODUCTORIO 3
2. PERIODO ARCAICO 5
2.1. MATRIMONIO. 5
2.2. PATRIMONIO. 7
2.3. ADULTERIO. 7
2.4. ESTUPRO. 8
2.5. ABORTO. 8
3. EPOCA CLÁSICA 9
3.1. MATRIMONIO 10
3.2. DISOLUCIÓN DEL MATRIMONIO 10
3.3. DIVORCIO 12
3.4. CONCUBINATO 12
3.5. ADULTERIO 13
5. CONCLUSIONES 17
6. BIOGRAFÍA 18
2
1. MARCO HISTÓRICO
El derecho romano ha estado desde siempre en un palco de honor,
principalmente porque es el epicentro del nacimiento de diversas ramas del
derecho dentro de las que se destaca el derecho civil (IUS CIVILIS) que era,
principalmente, el conjunto de reglas que regularon las relaciones entre todos
los ciudadanos romanos en aquellos días. Sin embargo, muchas de las cosas
que en ese momento se practicaban resultarían muy desagradables en la
actualidad, básicamente, porque estaba desarrollado para privilegiar
irrefutablemente a los hombres, dejando en un segundo plano a los plebeyos,
los esclavos y las mujeres.
Es en este mismo contexto donde cobra gran relevancia, en esa época, el sexo
del hijo que iba a nacer, puesto que si este era hombre de seguro se le
permitiría seguir con vida, más si su sexo era femenino, sería el padre de
familia el encargado de tomar la decisión de si merecía vivir o no, ya que la
sociedad romana concebía a la familia como un pequeño estado liderado por
la autoridad del denominado “paterfamilias”, quien era el único capacitado para
tomar decisiones y ejercer el poder sobre todos quienes integraban este
núcleo.
3
momento de nacer, también, podían ser abandonados en la calle de manera
que alguien los encontrara y se hiciera cargo de su crianza (generalmente eran
los vagabundos o gente sin principios que los criaban para luego someterlos a
prostitución o a mendigar), otra forma era abandonarlos en lugares
deshabitados para que simplemente murieran de hambre, de frío o comidos
por animales, entre otras formas. Es a consecuencia de esto que la proporción
en la población romana era de 100 mujeres cada 140 hombres.
Nacer mujer, constituía desde su génesis, una desventaja, una de las razones
para tal afirmación es que eran obligadas a casarse cuando en ocasiones aún
no habían llegado a la pubertad, era normal en aquella época, ver a niñas
desde los 8 años contrayendo matrimonio y siendo obligadas a consumarlos,
a pesar de que la ley romana consideraba, en ese entonces, que una edad
apropiada para este acto era de los 12 años en adelante.
2. ÉPOCA ARCAICA
4
En la etapa arcaica, que arranca con la fundación de la urbe, los romanos se
rigieron por las costumbres de los antepasados, mores maiorum, reglas no
escritas nacidas en la comunidad en la creencia que se ajustaban a lo querido
por los dioses.
2.1. MATRIMONIO
La función familiar y social más relevante de la mujer fue la de ser madre. Por
ello, toda mujer casada recibió el nombre de matrona, como tal no sólo se
dedicaba a la crianza de sus hijos, sino también a su educación. La otra tarea
importante fue la doméstica; incluso hubo un tiempo en que se dedicó a
confeccionar la ropa para su familia, de ahí que uno de sus atributos haya sido
el de lanifica. Más tarde, con la llegada de esclavos a Roma, únicamente
supervisaba las labores domésticas que realizaba la servidumbre. Como
esposa participaba en todas las reuniones familiares y en la vida social de su
marido4.
1
Núñez Paz, 1998; Astolfi, 1996.
2
Ley de las XII Tablas, 4, 3; Gayo, Instituciones, 1, 109-111.
3
D. 23, 2, 1 (Modestino,1 regularum); Tituli ex corpore Ulpiani, 5, 2
4
Hemelrijk 1999, pp. 9-11, y Álvarez 1977, pp. 159-162.
5
quehacer de su hogar, o bien, en segundo caso podía ser el mismo padre de
la mujer quien solicitara disolver el matrimonio5.
2.2. PATRIMONIO
5
Cantarella 1997, p. 113.
6
50, 17.2pr.: “Feminae ab omnibus officiis civilibus vel publicis remotae sunt et ideo nec iudices esse
possunt nec magistratum gerere nec postulare nec pro alio intervenire nec procuratores existere”.
7
Ibid., VI, 34, 7.
8
Tello 2003-2005, pp. 3-4. También se usaron los términos de infirmitas, levitas o imbecillitas para
referirse a la supuesta inestabilidad emocional de la mujer, y de este modo justificar la tutela mulierum.
Livio hace referencia a esta misma idea en el episodio de Virginia (III, 48, 8); en otros autores también
6 IX, 1, 3; Sen., Contr., 1, 6, 5; Sen., Cons. Marc., 1,
se encuentra este concepto: Cic., Mur., 27; Val. Max.,
1.
(ajuar, vestidos, adornos) y las hijas que se casaban llevaban a su nueva
familia una dote consistente en dinero, esclavos, inmuebles o algún objeto de
valor con el fin de ayudar a solventar los gastos del matrimonio, lo que pasaba
inmediatamente a la propiedad de la nueva familia. En caso de que el
matrimonio se disolviera por enviudar o por divorcio, se recuperaba la dote.
Para todas las mujeres que no estuvieran sometidas a un hombre, se
estableció el control vitalicio de un tutor que el derecho asignaba por el mero
hecho de ser mujeres sin tener en consideración la edad, madurez, habilidades
o cultura (Gayo, Instituciones, 1, 144).
Pero la única causa que justifica la tutela de las mujeres era la económica,
como se desprende de Gayo, Instituciones, 1, 190, esto se debe a que, el tutor
obtenía la calidad de familiar y probable heredero, es decir, su actuar era
absolutamente interesado.
2.3. ADULTERIO
Las primeras normas penales romanas correspondían a los reyes, las leges
regiae, reglas que vinieron a tipificar ciertas conductas reprimidas en el ámbito
familiar a manos del pater.
7
parece que el marido podía actuar de la misma forma. Igualmente, la muerte
del cómplice era un homicidio que quedaba impune. No hay unanimidad en la
doctrina sobre la función de un posible tribunal doméstico para juzgar a los
miembros de la casa. Pero, en la etapa arcaica, un asunto de tal gravedad
debió contar con la intervención de los parientes y, si bien el pater causaba la
muerte de la adúltera al sorprenderla, es probable que diera con posterioridad
las oportunas explicaciones al consilium domesticum. Sometida a su padre
natural o a la familia del marido, el grupo familiar mostraba su rechazo a la
mujer que abandonaba la vida honesta como matrona.
2.4. ESTUPRO
2.5. ABORTO
8
persona más en la familia, el pater podría obligar a su hija a abortar. Para la
mujer casada y embarazada, que entre las prerrogativas del marido se
encontraba decidir los hijos que formarían parte de la familia, sólo se
sancionaba el aborto desconocido o no consentido por el esposo, considerado
una iniuria (un daño) a la persona del cabeza de familia y a su patrimonio al
privarlo de un heredero. Normalmente se sancionaba a quienes practicaban el
aborto a la pena de trabajos forzados o al destierro previa confiscación de los
bienes. Y, en el caso de fallecimiento de la mujer embarazada, se imponía la
pena capital que en ocasiones recayó sobre la propia mujer. Así las cosas,
puede decirse que hasta el siglo II d. C. el aborto fue considerado un asunto
privado, que se solucionaba en el ámbito familiar en los dos sentidos: bien
obligando a abortar a la mujer, bien castigando a la que había abortado sin
consentimiento del pater (Núñez Paz, 2009: 270). La mujer era castigada por
cometer un robo contra su marido y por faltar a sus deberes como ciudadana,
actuando contra su propia naturaleza de mujer destinada a dar hijos legítimos,
ciudadanos romanos. Puede decirse que es la decisión de abortar y no la
muerte del nasciturus lo que se castiga por el Derecho romano arcaico y
clásico.
3. PERIODO CLÁSICO
3.1. MATRIMONIO
9
Durante la época clásica del Derecho romano, el matrimonio no requería de
ninguna ceremonia; solo la mutua voluntad y el acuerdo de vivir juntos en
armonía. Las ceremonias, contratos y otras formalidades matrimoniales solo
tenían la intención de probar que una pareja estaba de hecho casada. Bajo el
temprano derecho romano, los matrimonios cum manu podían originarse de
tres formas: confarreatio, simbolizado por el reparto del pan (en latín, panis
farreus); coemptio, una venta ficticia de la mujer; y usus, por convivencia. Los
patricios siempre se casaban por confarreatio, mientras que los plebeyos lo
hacían por las dos últimas. En el matrimonio cum manu por usus, si una mujer
se ausentaba tres noches consecutivas al menos una vez al año, evitaba que
su marido tuviera control legal sobre ella. Esto difiere de la costumbre
ateniense del matrimonio concertado y las esposas secuestradas que no
podían caminar por las calles sin escolta.
Los hijos nacidos del justo matrimonio son legítimos y ciudadanos romanos.
Durante el matrimonio se crea entre los cónyuges y entre los ascendientes y
descendientes inmediatos el vínculo de afinidad, estos tienen recíprocos
derechos sucesorios, sobre la dote y donaciones nupciales, sanciones por
adulterio y existen prohibición de donaciones entre si.
Durante el periodo clásico del Derecho romano, un hombre o una mujer podían
romper el matrimonio simplemente porque quisiesen, sin necesidad de dar
razones. A menos que la esposa pudiese probar que el marido era un inútil, él
se quedaba con los niños. Debido a que las propiedades se mantenían
separadas durante el matrimonio, el divorcio de un matrimonio libre o sine
manu, era un procedimiento muy fácil. Existían dos causas para el divorcio en
esa etapa de roma:
MUERTE.
INCAPACIDAD SOBREVENIDA
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a) capitis diminutio máxima, por caer un cónyuge prisionero de un
enemigo. Al perder la personalidad no tiene eficacia la voluntad de seguir unido
en matrimonio y no puede aprovecharse del ius postliminium. En la época
postclásica el cautivo pierde su capacidad jurídica pero no disuelve el
matrimonio. Es necesario el transcurso de cinco años de prisión en la
incertidumbre para que el otro cónyuge puede divorciarse y contraer nuevas
nupcias.
3.3. DIVORCIO
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No obstante, en la práctica se exigía un comportamiento del que se desprenda
que ya no existe voluntad de continuar unidos, y es por ello que se debe
comunicar el repudio.
3.4. CONCUBINATO
La concubina estaba definida por el derecho romano como la mujer que vive y
mantiene relaciones con un hombre sin ser su esposa. No hubo deshonor por
ser concubina o vivir con una. Una concubina podía convertirse en esposa.
3.5. ADULTERIO
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perseguido por el poder público. Esta ley, tan cercana en el tiempo a la lex Iulia
de maritandis ordinibus del año 9 a. C., incide en la consideración del
matrimonio como una institución de rasgos cívicos, fomentando las uniones
legítimas y la natalidad y penalizando las conductas sexuales
extramatrimoniales, salvo que se realizaran con mujeres no consideradas
aptas para el matrimonio, como ocurriera con las prostitutas. La infidelidad
conyugal pasaba, en definitiva, a ser un asunto público. No entraba en su
ámbito el stuprum o acto sexual entre personas no casadas, que se había
recogido en la lex Scantinia de nefanda Venere, del siglo II a. C. y era
sancionado con una pena pecuniaria.
Pasados seis meses del adulterio sin que el padre o el marido de la mujer la
acusaran, quedaba abierta la posibilidad de la denuncia pública. Cualquier
ciudadano disponía de hasta cuatro meses a través de la quaestio de
adulteriis, un procedimiento especial que sobrevivió hasta finales de la época
clásica, para denunciar a los adúlteros (accusatio ex iure extranei) (Panero,
2010). Quien no pudiera probar el adulterio se exponía a la poena calumniae
en caso de acusación falsa.
9
Torrent, 2016. Los juristas romanos discutieron sobre el caso del padre que mataba al cómplice de
adulterio, pero no a su hija, o el supuesto inverso.
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4. EPOCA POSTCLÁSICA
4.1. MATRIMONIO
Requisitos:
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Para la mujer, homicida, violador de sepulcro. No es ilícito el repudio al
margen de estas causas, pero si se da se incurre en sanciones
económicas.
DERECHO JUSTINIANEO
4.3. CONCUBINATO
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5. CONCLUSIONES
Con el paso del tiempo el derecho romano, con relación a las mujeres se volvió
cada vez menos restrictivo y castigador, pero siempre exigiendo por parte de
esta, el mismo carácter de sumisión frente al hombre.
Hay que destacar que aun cuando se le comenzó a ver desde un punto de
vista más humano, porque en la época arcaica se le veía mas como un bien o
posesión que como mujer, siempre se le consideró un ciudadano de segunda
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categoría, sin permitir que esta pudiera ejercer ni la mínima parte de los
derechos que tenía el varón.
6. BIBLIOGRAFÍA
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