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Luis de Góngora

La poesía de Góngora se reconocía por ser de gran belleza, metafórica, con


abundancia de cultismo de valor sensorial.

En el poema <ándeme yo caliente y ríase la gente> se ve reflejada la combinación


de recursos propios de la lírica popular con características propias del Barroco, es
decir que aparecen estilizados con antítesis, metáforas e hipérboles. Además se ve
reflejado lo burlesco.

Góngora compuso esta letrilla satírica para ridiculizar una idea o una situación de
poder. En un principio, parece que el autor está despreciando el
poder, mientras elogia la mediocridad. Ahora bien, alaba la postura del mediocre
de una forma tan divertida y exagerada, que aún podría pensarse que en el fondo
critica con ironía la postura del mediocre.

En cualquier caso, con ironía o sin ella, todo este juego barroco lo hace hablando
de las ventajas de la mediocridad. Véase uno de sus primeros versos de ejemplo:
“traten otros del gobierno/ del mundo y sus monarquías/ mientras gobiernan mis
días/ mantequillas y pan tierno.” Como bien se entiende, el autor pone por encima
el pan tierno con mantequilla a las cuestiones políticas lo que es totalmente irónico
y es ridiculizado.

La métrica y la estrofa de este “Ándeme yo caliente” de Luis de Góngora es muy


interesante. Es una letrilla, es decir, un tipo de composición poética que está
formada por versos octosílabos, en grupos de seis versos por estrofa (sextilla).

Critica básicamente el poder, el lujo y el deseo. Hace elogio de la vida humilde, llena
de placeres sencillos. Tiene un narrador externo, utilizando la primera persona del
singular.

La estructura de este poema se divide en tres partes: a lo largo de las dos primeras
estrofas, se encuentra un desprecio burlón del poder y el lujo. En las estrofas tres y
cuatro, el autor refleja su rechazo hacia los comerciantes y empresarios ambiciosos
que solo buscan enriquecerse.
En las dos últimas estrofas, ridiculiza al amor y manifiesta su gran prioridad, la
comida y la bebida. Tiene la intención de reivindicar aquello que es realmente
importante en una situación llena de penuria y dificultades; muestras su rechazo
hacia aquellos que gozan de una vida opulenta y no son capaces de valorarlo.

San Juan de la Cruz

El Cántico Espiritual constituye una versión del texto bíblico “El Cantar de los
Cantares”; se le atribuye como autor a San Juan de la Cruz quién lo escribió cuando
estaba en la cárcel de Toledo.

A lo largo del poema la esposa se queja por haber perdido a su amado, lo busca
desesperadamente, siente tristeza y pena; pero encuentra por fin a su esposo y
goza con él en el matrimonio.

Podemos considerar que el poema está dividido en tres partes:

1ª parte (Estrofa 1 a 4): La esposa se queja por haber perdido al amado

2ª parte (Estrofa 5 a 12): Preguntas a las criaturas y sus respuestas

3ª parte (Estrofa 13 a 40): A partir de su encuentro en la fuente, se efectúa un


impresionante ascenso afectivo, la obra adquiere fuerza expresiva con la unión de
los enamorados.

Nos refleja el amor entre la amada y el amado, existiendo una exaltación mística
con cada imagen simbólica que se presenta como: El pastor, lo creado por el
amado, la paloma, el ciervo, el manzano creando una relación entre lo divino y lo
terrenal.

El Cántico Espiritual, es un poema que representa el amor entre el amado y la


amada, donde se refleja lo sensible a través de las imágenes de la naturaleza que
se transforman en un símbolo que comunican y transmiten una experiencia al lector.
Al igual que el Cantar de los Cantares presenta 3 momentos esenciales entre los
dos amantes; la pérdida, la búsqueda y el encuentro. En algunos de los cantos se
describen momentos sublimes y a la vez se perciben algunas signos bíblicos,
teniendo en cuenta que su autor fue un monje de las Carmelitas.
Antítesis: La música callada, La soledad sonora. ¡Oh vida! No viviendo donde vives.
Y no tomas el robo que robaste.

Metáfora: El canto de la dulce Filomena. Esta frase nos remite al canto de los grillos
en la noche. Como el ciervo huiste habiéndome herido. En este caso, este
fragmento está referido a la imagen del amado corriendo velozmente y alejándose.
Paso por esos Sotos con presura. Hace referencia a la entrada al bosque. Vuélvete
paloma, Que el ciervo vulnerado Por el otero asoma. Este se relaciona con los
amantes, la paloma (la amada) que vuelve su mirada hacia el amado (el ciervo).

Onomatopeya: Los ríos sonoros, Y el silbo de los aires amorosos, Un no sé qué


que quedan balbuciendo.

Anáfora: (Canto 3) (Canto 18) (Canto 28) (Canto 34) (Canto 37)

Nuevas formas de descubrir el significado propio de ese mundo exterior que nos
rodea paralelamente a otra realidad que cada poema presenta con autenticidad. En
estos poemas podemos observar momentos poéticos donde la sensibilidad y la
belleza se juntan.

En tal sentido, se puede decir este texto presenta una nueva forma de literatura; nos
presenta una nueva visión del mundo que se contrasta con nuestro mundo,
experimentando en cada lectura nuevos caminos hacia el conocimiento de nuevas
cosas así como los recursos estéticos literarios que crean en cada texto un
verdadero valor literario.

Fray Luis de León

En esta poesía Fray Luis desarrolla un tópico característico de la poesía


renacentista: el llamado “menosprecio de corte y alabanza de aldea”

Dos rasgos de su personalidad encontramos en su poesía, la humildad y el sentido


de la pobreza, que contrastan con el desorden de la corte y el mundo artificioso en
que se ve el hombre que no sabe escaparse de él y encontrar en la naturaleza su
reposo y felicidad.
En la primera lira alaba la vida descansada; entre la segunda y la cuarta expresa
que es lo que no le preocupa: riqueza, lenguas lisonjeras, habladurías ajenas; la
quinta es una exaltación de la Naturaleza, integrándola como un tema más de la
composición; de la sexta a la duodécima muestra sus deseos: días tranquilos,
sueños reposados, despertares con las aves, vivir consigo mismo, un huerto, una
fontana, el aire; también enseña sus rechazos: a los tesoros y las tormentas del
mar; por último, nos enseña en qué consiste su humildad: una mesa sencilla, llena
de paz, sombra de los árboles y la música.

Fray Luis de León no hace una simple descripción de su ideal de vida (espiritual)
sino que se dedica a compararlo con lo que normalmente busca la mayoría de los
hombres: riqueza y poder. La idea central de Fray Luis es que la perdición del alma
la produce el excesivo apego a los bienes materiales y que la tranquilidad de espíritu
solo se consigue huyendo de ese concepto mundano de la vida, viviendo de forma
sencilla y en contacto con la naturaleza, pues al ser esta una creación de Dios, ese
contacto se entiende como proximidad a la divinidad.

En definitiva, en esta Canción de la vida solitaria Fray Luís adopta un tono


moralizante para desarrollar un tema empapado de enseñanzas cristianas y de
poesía latina e italiana. Sin embargo, consigue evitar la rigidez o la frialdad del
simple ejercicio retórico y transmitir unos sentimientos sinceros que cualquier lector
actual puede compartir. Para ello, es esencial el empleo de un lenguaje sencillo.

Por otra parte, el estilo abrupto está justificado como reflejo del repudio que le
inspira el comportamiento vano de los hombres. El fondo y la forma se compenetran
en esta canción que, por su gusto y armonía, se ha convertido en la más conocida
y una de las más célebres de la literatura española.

Laura Daniela Arévalo Muñoz

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