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JUSTIFICACIÓN DE LA AUTONOMÍA DEL DERECHO PROCESAL LABORAL

JUSTIFICACIÓN DE LA AUTONOMÍA DEL DERECHO PROCESAL LABORAL EN EL


ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA

INTRODUCCIÓN

1. Antecedentes.
El Derecho que rige en cada país constituye una unidad casi particular, sin embargo,
necesariamente debe ser dividido. Así podemos hablar de autonomía cuando una de
las ramas no se encuadre plenamente en alguno de los actuales grandes grupos del
Derecho Privado y el Derecho Público por constituir una especial entidad, dentro de
esas ramas especiales del derecho se encuentra el Derecho laboral, como un derecho
social que por su peculiaridad y sus características es completamente diferente a las
otras ramas del derecho sobre todo porque su sistema de garantías tutela derechos
imprescriptibles e irrenunciables.
A través de la historia, nos vemos inmersos la mayor parte de nuestra vida en constantes
relaciones, desde un contrato laboral, diferentes relaciones de trabajo, hasta ser parte
en un proceso jurídico laboral, en donde están en disputa derechos. Es allí
precisamente donde empieza a andar la maquinaria jurídica, la administración de
justicia y el Estado; por ende, para velar por la óptima aplicación de las normas
sustanciales, son las normas procesales, las que pretenden lograr su efectividad, como
garante de derechos dentro de un proceso judicial. En este sentido el derecho procesal
puede y debe ser interpretado cuando hablamos de derechos laborales y de la
seguridad social, siendo pertinente acudir a principios nominados, innominados,
legales, constitucionales, nacionales y hasta universales, ya que su presencia
contribuye para alcanzar la justicia, garantizar derechos, como fin especial del accionar
judicial. De esta manera, es necesario conocer los alcances de la ley procesal, de
aquello que se sumerge en las relaciones de trabajo, la adecuación de los principios,
siendo de vital importancia diferenciarlo del derecho civil por su contenido social.

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Debemos partir entonces, de que en las actuaciones laborales no hay igualdad de


condiciones entre las partes, pues claramente el empleador lleva una ventaja sobre el
trabajador; aunque por orden constitucional somos un estado protector de los
trabajadores, las normas vigentes no han ido de la mano con el desarrollo de nuestra
sociedad por lo que es sumamente importante y prioritario construir un derecho
procesal laboral donde los sujetos se equiparen, y con el direccionamiento del juez se
pueda llegar a tener una justicia donde esta se materialice como valor de la sociedad.
En este entendido, se hace preciso contar con un sistema procesal laboral en el cual los
conflictos generados a raíz de una relación de trabajo puedan ser resueltos de manera
oportuna, eficiente y efectiva pero regidos por sus propios principios y procedimientos,
ya que por sus características el derecho laboral es completamente autónomo y
diferente a las demás ramas del derecho.

2. Formulación del Problema.


Si el Derecho Laboral formara parte del Derecho privado o del Derecho público, de pronto
deberían ser empleados en cada una de esas divisiones los principios generales
correspondientes, salvo alguna excepción resultante de disposición legal o de la propia
naturaleza de las cosas.
En cambio, si el Derecho del trabajo cuenta con autonomía, éste sólo se hallaría sometido a
los principios generales del ordenamiento y de la Justicia, salvo la aplicación analógica
de las reglas aprovechables en la parte general del Derecho privado o público. Esos
caminos diferentes en la aplicación del Derecho pueden ser seguidos lo mismo si se
trata de resolver un caso según preceptos concretos, que si se debe buscar el Derecho
sin tales normas. Ello nos conduce a la importancia práctica de una reflexión sobre la
pregunta acerca de la autonomía del Derecho Procesal del Trabajo.

3. Objetivos
3.1. Objetivo General

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Justificar la Autonomía del Derecho Procesal Laboral en el Estado Plurinacional de


Bolivia.
3.2. Objetivos Específicos
3.2.1. Determinar la importancia de modificar la norma procesal laboral, en razón
de tutelar de manera efectiva y oportuna los derechos de las partes que se
someten a un proceso judicial con el único objetivo de obtener justicia.
3.2.2. Analizar la aplicación de la norma procesal laboral autónoma dentro del
sistema jurídico del Estado Plurinacional de Bolivia.

CAPITULO I
MARCO TEÓRICO Y CONTEXTUAL

1.1. Conceptos y Principales Teorías que abordan la temática.


Derecho Civil.- Es la rama del ​derecho que comprende normas de tipo jurídicas que
se encargan de regular las relaciones entre las personas o de tipo patrimonial, las
cuales pueden ser voluntarias o forzosas, tanto físicas o jurídicas, privadas o
públicas.
Cada ​persona es considerada un individuo de derechos, por lo que los derechos
civiles se encargan de vincular los derechos civiles con los individuos, es decir, un
sistema de tipo subjetivo que considera a un individuo como un particular y no como
una generalidad.
El Derecho Civil, es el principal encargado de regular las relaciones de los individuos
con sus semejantes y con el Estado. Las ​normas de este ​sistema​, generalmente, se
ven incluidas en un Código Civil.
Derecho Procesal Civil.- Es una rama del derecho que se encarga de sistematizar el
proceso, mediante el cual los sujetos de derecho apelan al órgano jurisdiccional para
hacer valer sus propios derechos y solucionar incertidumbres jurídicas. También, se
considera que analiza el conjunto de leyes y principios que reglamentan la función
territorial del estado y que fijan la manera que se ha de seguir para lograr la acción

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del derecho positivo y los funcionarios encargados de practicarla a cargo del gabinete
político, por el cual quedan excluidos todos y cada uno de los encargados de dichas
personalidades.
Derecho Laboral.- Es el conjunto de normas jurídicas que se establecen en la
relación entre los trabajadores y los empleadores. Es una serie de preceptos de
orden público y legal, que se basa en la premisa de asegurarle a quien trabaja un
pleno desarrollo como ​persona​, y una integración real a la ​sociedad​, asegurando el
cumplimiento de las obligaciones de ambas partes.
Derecho Procesal Laboral.- Es el conjunto de normas jurídicas que regulan la actividad
jurisdiccional que el Estado realiza a través de los tribunales del Trabajo para solucionar
los conflictos laborales, con el propósito de mantener el orden jurídico y económico entre la
fuerza laboral y el capital.
Autonomía Procesal.- ​Es la f​acultad de los jueces para superar determinadas limitaciones
formales del proceso y proponer decisiones que respondan a un contexto de urgencia,
inmediatez y pronta restitución de los derechos fundamentales transgredidos.
Proceso y Procedimiento.- ​En el Derecho, el término proceso es sinónimo de juicio o
causa legal y procedimiento son los trámites y la forma en que se lleva el juicio. Los
procedimientos son una secuencia de pasos fijos.
Autonomía o especificidad del Derecho Procesal del Trabajo. - ​La autonomía del
Derecho Procesal del Trabajo no es criterio compartido por todos los autores, sino que, por
el contrario, es controvertida por alguna parte de la doctrina. La cuestión ha sido planteada
a veces en términos extremos, desde los que sostienen su negación absoluta, pasando por
los que la aceptan en forma radical o en forma moderada, y hasta los que prefieren aludir a
la especificidad del Derecho Procesal del Trabajo en lugar de referirse a su autonomía.
La cuestión de la autonomía o no del Derecho Procesal del Trabajo se encuentra
íntimamente ligada a la naturaleza jurídica del proceso laboral, cuya finalidad, como bien lo
apunta el procesalista español Montero Aroca, es la de: “​determinar, ante el silencio de la
ley, ante la laguna legal, qué normas deben aplicarse supletoriamente”.​

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Entre quienes tienen una postura en contra de la autonomía procesal del trabajo están
aquellos autores para quienes existe un procedimiento civil, o mercantil, penal, laboral, y
así sucesivamente, dependiendo de la naturaleza de las normas que se van a aplicar, sin
que ello signifique el reconocimiento de ramas autónomas para cada clase de
procedimientos. No obstante, debemos acotar que si bien el Derecho Material del Trabajo
tiene una influencia decisiva sobre el Derecho Procesal del Trabajo, encontrándose
íntimamente relacionados ya que el primero pretende hacerse efectivo a través del
segundo (ante la necesidad de hacer efectiva la protección de aquellos intereses que el
Derecho Material considera susceptibles de tutela jurídica), también es cierto que esta
concepción se encuentra históricamente superada, pues el Derecho Procesal en general
no se limita simplemente a ser un derecho instrumental al servicio de cada disciplina
jurídica, sino que se trata de un derecho con un objeto propio que consiste, según señala
el procesalista español Jaime Guasp, en la satisfacción de pretensiones​, ​cuya f​ inalidad se
cumple, no por la obtención de una resolución favorable, sino por el hecho de que el juez
intervenga resolviendo la​s controversias​ ​, quienes rechazan la autonomía del Derecho
Procesal del Trabajo respecto del Derecho Procesal en general lo hacen porque hacen de
la unidad del Derecho Procesal un dogma y pregonan la existencia de la unidad
fundamental del proceso, donde todos sus tipos responderían al mismo concepto. Como
una manifestación de esta tendencia, ya no teórica sino legislativa y real, es la legislación
uruguaya donde un Código Procesal único, somete a un mismo trámite los asuntos civiles
y laborales, incluso los penales. Además están quienes consideran que el Derecho
Procesal Laboral forma parte o no se ha desligado del Derecho Procesal Civil, son quienes
ven en el Derecho Procesal del Trabajo una disciplina con absoluta dependencia del
Derecho Procesal Civil, el cual sí cuenta con una Teoría General, fundamentos y principios
propios, los cuales, según los partidarios de esta concepción, informan y nutren en su
totalidad al proceso laboral; se trata de quienes generalmente mantienen una posición
privatista del derecho y tienden a resolver la totalidad de los problemas a la luz de las
doctrinas civilistas, lo que según las palabras del tratadista José Rafael Mendoza ​es uno
de los factores que han conspirado contra el Derecho Procesal del Trabajo.​

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Frente a quienes niegan esta postura están quienes defienden la autonomía del Derecho
Procesal del Trabajo respecto del Derecho Procesal en general, o respecto del Derecho
Procesal Civil, justificándola -entre otros motivos- por la necesidad de descartar el
procedimiento ordinario, ante la naturaleza distinta del litigio laboral donde a los intereses
materiales contrapuestos se suman factores de orden ético y moral de obligada tutela. Así,
tenemos que algunos autores ​defienden la autonomía del Derecho Procesal del Trabajo en
forma radical o absoluta, otros lo hacen en una forma moderada y un tercer grupo lo hace
de manera avanzada o ecléctica.

a. Autonomía Absoluta​:
● El más importante y apasionado defensor de la autonomía absoluta del Derecho
Procesal del Trabajo es el mexicano Trueba Urbina, quien ni siquiera admite la
sujeción del proceso laboral a los principios de la Teoría General del Proceso, a la
que considera de esencia “burguesa”, en tanto que la finalidad del proceso laboral
es tutelar a la parte más débil de la relación laboral y en este sentido es
proteccionista y reivindicador. Afirma este autor que el proceso del trabajo es un
instrumento de lucha de los trabajadores frente a sus explotadores, pues a través de
él deben alcanzar en los conflictos laborales la efectiva protección y tutela de sus
derechos, así como la reivindicación de éstos.
Para Trueba Urbina, el Derecho Procesal del Trabajo es autónomo “por la especialidad de
sus instituciones, de sus principios básicos y por su independencia frente a otras
disciplinas y no se le puede negar independencia por más amor que se tenga a la
concepción unitaria del derecho procesal y a la ciencia burguesa, pues su función
trascendental es la de “impartir justicia social”. Para este autor, el Derecho Procesal
del Trabajo formaría parte de lo que él denomina Derecho Procesal Social, por
contraposición al Derecho Procesal que califica de “burgués” (en clara alusión al
Derecho Procesal Civil), con el cual resulta “incompatible”, pues la autonomía del
Derecho Procesal Social es tal, que no puede formar parte de la clásica “teoría
general del proceso”, sino que origina una teoría propia que agrupa a todos los

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procesos sociales: el agrario, del trabajo y de la seguridad social, económicos,


constituyéndose con éstos una autónoma TEORÍA GENERAL DEL PROCESO
SOCIAL y como partes de éste principalmente el proceso del trabajo, agrario y de
seguridad social que rompen la teoría burguesa de igualdad e imparcialidad del
derecho procesal individualista.
● De Litala afirmaba que “una disciplina es autónoma cuando abarca un conjunto de
principios e institutos propios”, con todo lo cual cuenta el Derecho Procesal del
Trabajo, constituyendo por tanto “una ciencia autónoma, en cuanto es distinta de las
otras disciplinas jurídicas, porque en la misma se encuentra un desarrollo autónomo
de institutos, que constituyen una unidad sistemática particular”.
● Para el mexicano Arturo Valenzuela, la autonomía del Derecho Procesal del Trabajo
se concreta en la existencia de ciertos rasgos específicos, como serían:
1. Que el Derecho Procesal del Trabajo reglamenta un derecho autónomo e
independiente del derecho civil, cual es el Derecho Sustantivo del Trabajo.
2. La Jurisdicción del Trabajo está conferida a órganos especiales.
3. La Jurisdicción del Trabajo tiene privilegios de los cuales no goza la jurisdicción
Civil.
4. El Derecho Procesal del Trabajo tiene un conjunto de principios característicos y
propios, diferentes de los del Derecho Procesal Civil.
● Por su parte el laboralista Isaías Rodríguez, quien al comentar el carácter distinto
del Derecho Procesal del Trabajo expresa que se trata de factores humanos,
económicos, jurídicos y sociales, sustanciales e instrumentales, que exigen ser
confrontados, analizados y meditados para poder sistematizarlos, exponerlos y
difundirlos, afirmando que eso es precisamente lo que pretende “al calificar de
autónomo el Derecho Procesal del Trabajo”, concluye diciendo que al Derecho
Procesal del Trabajo le viene su autonomía no solo de los principios que lo
caracterizan, sino del contenido social de su naturaleza jurídica. Los procedimientos
Laborales difieren de los Civiles por su naturaleza Social. Sus fines Sociales hacen
que la nueva Jurisdicción se ejerza sin la rigidez que impera en los demás procesos

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y de allí la especificidad de sus principios. Frente a la función de mantener el


equilibrio jurídico, objetivo intrínseco del Derecho Procesal, en el Derecho Adjetivo
del Trabajo, esta función niveladora se acentúa más debido a la diferente condición
económica y social de los litigantes, que de por sí e indirectamente genera
desiguales condiciones para la defensa y el ataque, que el derecho especial tuvo
que equilibrar.

b. Autonomía Moderada​:
En esta línea se ubican autores como Pasco Cosmópolis, Alonso Olea, Menéndez Pidal,
Stafforini, Pérez Leñero, Russomano y Coqueijo Costa, entre otros.
● Pérez Leñero sitúa la autonomía del Derecho Procesal del Trabajo en los campos
administrativo, por la creación como cátedra dentro de las escuelas sociales, y
científico, por la multiplicidad de normas procesales del trabajo, diversas muchas de
ellas de las comunes, tanto respecto a la jurisprudencia como al procedimiento.
● Por su parte, el español Juan Menéndez Pidal, sostenía ya en el año 1947 que no
podía ponerse “en duda la autonomía científica del derecho procesal social
necesario en la jurisdicción especial del trabajo, evidenciando así el hecho de que
casi todas las legislaciones lo regulan. Así para el autor Menéndez Pidal, el criterio
distintivo más importante y a la vez determinante de la pregonada autonomía del
Derecho Procesal Social (o del Trabajo), radica en el hecho de que este cuenta con
“principios que son exclusiva o preferentemente de aplicación al derecho procesal
del trabajo y no a ninguno de los otros derechos procesales”. El argentino Stafforini
apoya también la tesis de la autonomía, por el “carácter particular de los principios
que informan el proceso laboral y el contenido de la propia disciplina jurídica.

c. Posición Ecléctica o de Avanzada​:


● En opinión de Pasco Cosmópolis, la autonomía del Derecho Procesal del Trabajo se
alcanza plenamente y se manifiesta en una triple dimensión, a saber: (i)
científico-didáctica, por la existencia de tratados, estudios y manuales dedicados a

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su examen científico; (ii) dogmática, porque se funda en principios propios y


específicos, tan característicos que le dan un perfil inconfundible y; (iii)
metodológica, porque el Derecho Procesal del Trabajo hace uso de una variada
gama de métodos propios.
Quienes sustentan esta posición consideran que, si se admitiera una posición extrema
como la autonomía absoluta del Derecho Procesal del Trabajo, ello encerraría grandes
riesgos, porque sería necesario elaborar una doctrina integral y se debería plasmar
dicha doctrina en normas positivas concretas, quedando abierta la posible y peligrosa
existencia de lagunas que no se podrían suplir con el auxilio de otras disciplinas.
● El mexicano De Buen, invoca la autonomía del Derecho Procesal del Trabajo
respecto del Derecho Procesal Civil y de las otras ramas del Derecho Procesal,
porque el primero cuenta con principios propios, tribunales propios y objetivos
parcialmente diferentes, lo cual -a su decir- es suficiente para apoyar la autonomía
del Derecho Procesal del Trabajo, pero sin que ello excluya la utilización de
conceptos, términos y prácticas comunes al derecho procesal en general.

1.2. DESCRIPCIÓN DEL CONTEXTO SOCIAL, ECONÓMICO, POLÍTICO.


1.2.1. CONTEXTO SOCIAL.​ - Dentro del ordenamiento jurídico vigente relacionado
con el Derecho del Trabajo vemos que este se encuentra tutelado por la
Constitución Política del Estado, la Ley General del Trabajo y varios Decretos
Supremos que priorizan los derechos de los trabajadores, sin embargo, al
momento de acudir al órgano jurisdiccional con el fin de alcanzar justicia se
tropieza con varios problemas y dificultades siendo uno de los principales la
interpretación de los jueces quienes no están plenamente especializados en el
ámbito laboral y refieren muchas veces las analogías con el derecho civil lo
que deriva en retardación de justicia, mala aplicación de las normas laborales
en la toma de decisiones al momento de dictar sentencia u otras resoluciones,
teniendo como resultado ineficacia e inoperancia.

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1.2.2. CONTEXTO ECONÓMICO.- ​Desde la promulgación de la Constitución Política


del Estado vigente y demás normas pareciera que el derecho de los
trabajadores está debidamente protegido y por demás tutelado, sin embargo, la
realidad es muy diferente, para el trabajador que habiendo visto vulnerados
sus derechos y desea acudir al órgano jurisdiccional le es muy costoso concluir
un proceso laboral, costoso no solo económicamente sino también en cuestión
de tiempo ya que por una u otra razón deben peregrinar en estrados judiciales
sin alcanzar el objetivo de su demanda en el tiempo oportuno, en razón a esa
dilación, es que muchos trabajadores se ven obligados a renunciar a sus
derechos o simplemente a someterse a las decisiones de sus empleadores
quienes ofertan situaciones de pago que van en contra de lo que la misma
Constitución Política del Estado promueve que es la prioridad de tutela u
oportunidad de los derechos de los trabajadores.
1.2.3. CONTEXTO POLÍTICO.- ​Al momento de proclamarse todos usan como bandera
que los trabajadores no verán vulnerados sus derechos o que se crearán
nuevas formas de protegerlos, sin embargo, la realidad nos muestra que no
hay políticas estatales que prioricen en primer lugar el derecho al acceso al
trabajo.
En Bolivia buscando la dignificación del trabajo, la protección legal y social de la clase
trabajadora del país, y en vista de que las relaciones laborales no estaban
sujetas a ninguna norma especial, se hizo necesario regular la actividad
laboral.
Por los cambios referentes a la movilización del capital, la globalización, la no intervención
de un Estado proteccionista, hizo que en materia laboral las leyes no estén en
muchos casos a favor del trabajador, el Decreto Supremo 21060 de 29 de
Agosto de 1985 fue uno de los más controvertidos pues establece la libre
contratación, este tipo de contratación era como una renuncia de los
trabajadores a las conquistas logradas, genera el desempleo total o parcial y
los empleadores eran quienes más se beneficiaban.

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2.1. Diagnóstico.
El Derecho Laboral actual norma toda la relación laboral y a pesar de que la Constitución
Política del Estado vela por la estabilidad laboral, ese derecho que asiste al
trabajador a conservar su trabajo evitando que el empleador por razones
injustificadas lo prive de este derecho, en las instituciones públicas por razones
políticas se vulnera la norma toda vez que el empleado público es despedido por
cambio de autoridades y no cuenta con medios judiciales imparciales que lo protejan.

CAPITULO II
PROPUESTA

2.1. Idea o afirmación principal que sustenta el grupo.


Se debe crear un proceso laboral diferenciado del proceso civil y comercial, ya que el
sistema procesal en el proceso laboral, al ser escrito, pese a tener carácter sumario,
no permite celeridad, ni inmediación en su tramitación, lo cual se evidencia del tiempo
que transcurre entre la interposición de la demanda y la resolución del proceso es
bastante largo, además que el sistema procesal escrito no permite la inmediación
entre el juez y las partes, resolviendo las causas sobre papeles, deshumanizando el
derecho, dando lugar a la falta de confianza en la labor de los jueces, generando un
manejo mecánico de los procesos.

Por lo que resulta necesaria la incorporación de un sistema oral en el proceso laboral que
permitirá consolidar los principios de inmediatez y celeridad en el trámite y resolución
de las demandas ,que el sistema de la oralidad permite el desarrollo del proceso a
través de audiencias, con ventajas que permiten celeridad, publicidad, concentración
e inmediación del juez con las partes y las pruebas, sin prescindir de lo escrito; toda
vez que la memoria es frágil y los datos deben quedar registrados. La oralidad como
Principio General del Derecho Procesal laboral ha sido y está siendo aplicado en las

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legislaciones de los países de Latinoamérica, siendo el nuestro una excepción, que


nos causa perjuicio, retraso originado por el sistema en los procesos laborales
constituyen un atentado contra el derecho de subsistencia del trabajador y su núcleo
familiar, un atentado contra la economía del propio empleador que por evadir el pago
de derechos sociales eroga grandes sumas de dinero, manteniendo la dilación del
proceso por años, un atentado para el órgano jurisdiccional que soporta a la fecha
una gran saturación en el número de causas.
La oralidad exige la presencia de las partes, de los juzgadores en un encuentro en el que
todos puedan participar para escucharse mutuamente y valorar la prueba evitando los
procesos entre sombras. El poco conocimiento o falta de interés de algunos
juzgadores, lo que los lleva a equivocaciones que no son advertidos en el sistema
escrito afectando a los procesados.
Frente al mandato constitucional, resulta inevitable que nuestro proceso laboral comienza a
ingresar en una etapa de cambios que inevitablemente deberá realizar de tal
buscando su autonomía, eficacia, dentro del principio de la justicia pronta. Tal es la
lentitud de nuestro proceso que aún después de 30 años de vigencia de la ley,
muchos prefieren perder sus benéficos sociales a entrabarse en un proceso largo y
tedioso del que no se les asegura resultado.
Es por tal motivo que se debe implementar la autonomía del derecho procesal laboral ya que
el derecho procesal del trabajo constituye un cuerpo sistemático de verdades,
doctrinas y principios, en la especie, relativos al proceso jurisdiccional en materia
laboral con el carácter, por tanto, de disciplina científica, el derecho procesal del
trabajo cuenta con la metodología general de las diferentes ramas de la enciclopedia
jurídica, de tal suerte que como una disciplina del derecho es también una ciencia
social, de inmediata realización, formando parte de las ciencias culturales. De esta
suerte, el carácter de ciencia de esta disciplina se corrobora ampliamente al
comprobarse que cuenta con un método de estudio y un objeto de análisis propios.
En este entendido, crear una Norma Procesal Laboral Autónoma del Derecho Procesal Civil,
tendrá la finalidad de que los administradores de justicia, no tengan dualidad de

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criterios y fortalezcan la aplicación de normas laborales de manera eficaz y eficiente,


en el sentido de atender oportunamente las diferentes demandas de los trabajadores.
Así, el Estado cumple un rol muy importante al equilibrar los intereses de los
empleados y los empleadores en la sociedad, en beneficio de toda la población.

2.2. Conclusiones.
● La aplicación del derecho no sólo significa una mera utilización de preceptos por la
subsunción del caso planteado, sino la elaboración de una concreta solución
inmanente, en coincidencia armónica con el orden total de ese dominio. Así, como
hecho, en las relaciones laborales entre empleado y empleador no existen igualdad
de condiciones, pues la ventaja del segundo sobre el primero es manifiesto en
cualquier escenario legal o institucional, por lo que se hace necesaria la
construcción de un derecho procesal laboral autónomo que diseñe normativamente
un marco que reconozca dicha realidad y norme en función a criterios de justicia y
equidad.
● La relación procesal es una relación distinta a la relación material formada por el
actor y su adversario que desencadenó el conflicto judicial, consecuentemente por
la intervención del juez crea la relación jurídica procesal. En el caso del derecho
del trabajo pensamos que no deberíamos hablar solo de partes procesales, sino
sobre todo de dos posiciones enfrentadas: la de actor y demandado. En este
sentido la presencia del sindicato en la realidad laboral es importante porque es
una característica de la realidad social que los principios del derecho procesal
deben evaluar para modular sus manifestaciones en el proceso laboral por ello
también el procedimiento laboral se inspira, entre otros, en los principios de
inmediación, oralidad, concentración, celeridad, economía procesal y veracidad.
● Entrando a un análisis más factible, la situación social y la situación económica que
tiene el trabajador se traduce en que no cuenta con los recursos necesarios para
poder asumir con la carga procesal y sus consecuencias de lo que esto implica, a
diferencia del empleador que cuenta con todas las posibilidades para responder

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ante estas eventualidades. Por tal razón, es de necesidad proteger lo más posible
la condición del trabajador y brindarle los medios para garantizarle estabilidad con
la autonomía, la jurisdicción y la misma ley para materializar con amplitud los
objetivos propuestos del derecho laboral con miras siempre a mejorar la calidad de
vida del trabajador.
● Se toma un punto de vista que sea esencialmente en beneficio del trabajador, con
el fin de asegurar y velar que el trabajador cuente con lo necesario para vivir de
forma digna y que sus derechos no sean vulnerados ni menoscabados por los
entes empleadores o todo aquel que lo haga.
● Determinar la autonomía del derecho procesal laboral implica implementar una
nueva normativa jurídica necesaria para la correcta administración de justicia con
respecto a las relaciones laborales que nacen del empleador y trabajador, además
que un importante sustento para su independencia respecto al derecho procesal
civil es que la naturaleza jurídica en materia sustantiva del derecho laboral no
pertenece ni al ámbito privado ni publico sino es de naturaleza social, esto ligado
estrechamente con el principio de favorecimiento al trabajador y que como
consecuencia toma rasgos sociales enfocados a este sector importante de toda
sociedad moderna pero también vulnerable.
● Por ello, se requiere de una regulación especial y distinta de la regulación que
tiene el derecho procesal civil porque en todo caso se plantean y presentan
situaciones jurídicas distintas, por el hecho de que una de las partes del litigio es
el trabajador y por tanto se requiere la intervención de un juez especializado en
materia laboral que permita mayor efectividad y celeridad al momento de impartir
justicia a través de su decisión materializada en la sentencia judicial, permitiendo
de esta forma cumplir también con los principios generales del derecho procesal en
general pero que los mismos serán aplicados a situaciones concretas.
● Existen nuevas formas de trabajo, por el cual, el trabajador debe contar con
mayores conocimientos, realizar el trabajo en forma efectiva en menor cantidad de
trabajo, la competitividad es grande y al mismo tiempo se van cerrando las fuentes

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de trabajo, quienes se dedican al trabajo informal, si no acceden en forma


independiente a una AFP o pagan por un seguro, se ven desprotegidos por el
Estado, hay un vacío legal para esta rama de trabajadores que en caso de una
enfermedad, cese de actividad, accidente de trabajo o muerte intempestiva, no hay
una ley que los proteja, considerando que en la actualidad los incrementos
salariales mediante Decreto Supremo determinaron aumentos salariales
retroactivos para cada caso al mes de enero, en porcentajes que para los
empleados es insuficiente para cubrir la canasta familiar, pero por ejemplo para los
Empresarios Privados en muchos casos son insostenibles para muchas empresas.

III. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS


1. Arduz Eguia, Gastón, Legislación Boliviana del Trabajo y de la Previsión Social,
1941.
2. Salas Linares Gustavo y Zambrana Dulfredo, Legislación Social Boliviana, 1946.
3. Sandoval Rodriguez, Isaac, Derecho moderno y Derecho del trabajo (2000).
4. Jiménez Sanjinés, Raúl, Lecciones de Derecho Civil, 2002.
5. Antezana Reyes, Javier, Diccionario Jurídico ( y seguridad social) con legislación y
jurisprudencia boliviana, 2004.
6. Peña Céspedes, Abel, Legislación Laboral Boliviana, Compendio, enero 2007.
7. Dick, Marco Antonio, La Estabilidad Laboral en Bolivia y el Reglamento Interno de
Trabajo (Preguntas y Respuestas), mayo 2007.
8. Zegada Saavedra, Luis, El Asesor Laboral (10ma Edición actualizada), mayo del
2007

Bibliografía complementaria:
1. Constitución Política del Estado.
2. Ley General del Trabajo.
3. Decreto Reglamentario de la Ley General del Trabajo.

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Páginas Web consultadas:


1. Fuente: ​https://concepto.de/derecho-civil/#ixzz5p0IXip00
2. https://www.monografias.com/trabajos104/derecho-procesal-laboral-ii/derecho-proc
esal-laboral-ii.shtml
3. https://revistas.urosario.edu.co/xml/733/73351954007/html/index.html
4. http://www4.congreso.gob.pe/comisiones/1995/trabajo/349.htm
5. https://www.monografias.com/trabajos27/derecho-laboral/derecho-laboral.shtml

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