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FACULTAD DE MEDICINA

CATEDRA ARTE Y CEREBRO

…Desnudo tú en mis brazos, míos fueron tus besos;


tu cuerpo de veinte años entre la roja seda,
tus cabellos dorados y tu melancolía,
tus frescuras de virgen y tu olor de reseda…
JOSÉ ASUNCIÓN SILVA.
TU ELIGES COMO SUFRIR, SEXOADICCIÓN.
POR: Pedro Esteban Carrillo Miranda.
INTRODUCCIÓN.
Como lo describió Georgiadis & Kringelbach (1) “el comportamiento sexual es crítico
para la supervivencia de las especies” y responde a los “principios y fases establecidos
para el deseo, el gusto y la saciedad involucrados en el ciclo de placer de otras
recompensas”. Es decir que el sexo está íntimamente relacionado con el sistema
mesocorticolímbico, que permite asociar diferentes situaciones con placer, lo que
genera bienestar y, por lo tanto, adicción (2). En el presente trabajo desarrollaremos la
idea sobre la cual se fundamenta la instalación SEXOADICCIÓN, una serie de
ampolletas con dosis de sexualidad que justifican el placer y la adicción a ser amados.
Una necesidad de la humanidad que radica dentro de sí mismo, más allá de la somera
actividad reproductiva, en los núcleos del deseo, los cuales someten la mente a una
potente droga sintetizada en el orgasmo
del otro y del propio cuerpo, la que sólo
es posible construir con un conjunto de
relaciones proxémicas en las que están
involucradas tanto las sensaciones que la
piel del otro genera dentro de nuestro ser
como la necesidad del contacto psíquico
con ese impulso generador de fruición.
En el presente documento se usará
refenciación tipo Vancouver.

FISIOLOGÍA DEL PLACER.


El sistema dopaminérgico, es el encargado de regular la homeostasis del cuerpo,
involucrado en la liberación hormonal que controlan aspectos del organismo como el
apetito, el metabolismo corporal, la memoria y el desarrollo del sistema inmunológico.
Este importante sistema esta mediado por el neurotransmisor llamado dopamina,
que es indispensable en el “aprendizaje mediado por recompensa”. Estas vías están
proyectadas desde la parte alta del tronco del encéfalo, del área tegmental ventral y la
sustancia negra al núcleo accumbens, la amígdala, estriado dorsal y la corteza prefrontal
(3), este sistema se encuentra integrado a su vez por la vía mesolímbica, la vía
mesocortical, la vía nigroestriatal y la vía tuberoinfundibular. Sin embargo, hablaremos
en particular de la vía involucrada con el sistema de recompensa y placer.
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El sistema
mesocorticolímbico es
aquel número de áreas
cerebrales en las cuales
se produce la mayor
cantidad de dopamina, el
cual puede ser activado
por cualquier conducta
que previamente haya
sido relacionada con la
sensación de placer,
satisfacción, felicidad,
bienestar; o cualquier otra
que nos induzca estados
de emotividad, euforia, felicidad o deseo, como parte de la respuesta adaptativa. Este
es una de las vías dopaminérgicas más importantes, que comienza en el área tegmental
del mesencéfalo y se conecta con el sistema límbico por medio del núcleo accumbens,
la amígdala cerebral, el hipocampo y la corteza prefrontal, estructuras relacionadas con
las construcciones de emociones, algunas especialmente del placer. finalmente, dado
que la vía termina en el lóbulo frontal, allí es el lugar donde se va formando el
aprendizaje que llevará a los individuos a tomar la decisión de repetir la conducta
generadora del mismo, con el fin de garantizar satisfacción por tareas que pueden ser
naturales, como la necesidad de alimentarse, reproducirse y conformar una cultura o
sociedad, y sensaciones que no son necesariamente naturales como el consumo de
sustancias psicoactivas, razón por la cual tenemos riesgo de caer en conductas que
llamaremos adictivas (4).
Este circuito del placer neuronal es el sustrato para la creación de
drogodependencia ya que, según ulloque (5), a dichos ganglios llegan “aferencias de
estructuras corticales como la corteza prefrontal y el hipocampo, y de otras como la
amígdala y el área ventral del tegmento. El núcleo accumbens proyecta al pálido ventral
y a los núcleos motores mesencefálicos desde los cuales salen eferencias a la médula
espinal. Esta sería la vía de difusión de estímulos nacidos en el núcleo accumbens”, a
continuación, hacemos una descripción de las principales áreas involucradas en el
sistema dopaminérgico
LÓBULO FRONTAL: se encuentra vinculado con la personalidad y con la
regulación de las emociones, además de estar relacionado con la toma de decisiones y
el proceso de atención.
NÚCLEO ACCUMBENS: es una pequeña región en el centro del cerebro vinculada
a la habilidad de experimentar placer y recompensa. Cuando se estimulan
eléctricamente cierto grupo de neuronas de esta área o cuando se presentan los
llamados reforzadores conductuales positivos naturales (RPN), tales como la presencia
de alimentos agradable dinero, sexo, etc., se produce la liberación de dopamina y con
ello la activación de receptores dopaminérgicos en este núcleo. La respuesta de
recompensa no sólo se produce por la estimulación cerebral producida por los RPN,
sino por la exposición repetida a drogas (cocaína, anfetaminas, heroína, alcohol,
nicotina), siendo uno de los mecanismos involucrados en la adicción a las mismas.
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ÁREA TEGMENTAL VENTRAL: está compuesta por neuronas dopaminérgicas; se


encuentra involucrada en los sistemas de: recompensa, motivación, cognición, adicción
a las drogas y puede ser foco de varios trastornos psiquiátricos.
CUERPO ESTRIADO: regula la conducta instintiva, el tono muscular y la conducta
sexual. Inhibe la actividad de la corteza cerebral. Recibe impulsos del tálamo (estación
de relevo de toda la información sensorial que llega desde los sentidos con excepción
del olfato).
SUSTANCIA NEGRA: es un microrregulador del cuerpo estriado a través del
neurotransmisor dopamina. Cuando mueren neuronas dopaminérgicas en la Sustancia
Negra, esta microrregulación desaparece. (6)

Por otro lado, tenemos el placer sexual que se explicara en tres niveles:
 PRIMER NIVEL: Es el nivel básico en el cual el sexo está a nivel
fisiológico. Allí el sistema nervioso simpático actúa desde la región
lumbar, y rige el proceso de la eyaculación y el orgasmo en hombres y
mujeres. El sistema nervioso parasimpático por otro lado funciona a
través de las vértebras sacras a la altura de S2, S3 y S4, lo que esta
involucrado en las respuestas primarias del cuerpo frente al sexo como
la erección del pene y del clítoris o la lubricación vaginal dado que los
nervios pudendos se dirigen desde los órganos sexuales externos,
masculino y femenino, a esta zona de la medula.
 SEGUNDO NIVEL: Es la parte del sistema de la cual se encarga
el sistema límbico y el tallo cerebral, allí se regulan nuestros instintos
primarios por el apetito sexual. La hipófisis y los núcleos sexuales del
hipotálamo de encargan de la síntesis de hormonas, tal como la
testosterona, que va a actuar directamente sobre los centros del placer y
las zonas erógenas como el clítoris y el pene, es allí donde el sistema
dopaminérgico de la vía mesocorticolímbica unen la medula espinal con
el tálamo, el sistema límbico y el córtex.
 TERCER NIVEL; una vez llega el impulso al neocórtex, allí se
contralan de manera que se brinda una dimensión humana y social del
sexo relacionada con lo afectivo, lo estético y lo fantasioso.
Estas actividades están encaminadas con el fin de encontrar al orgasmo. En la
descripción realizada por Sotomayor, “durante el orgasmo se aumenta el tomo muscular
estriado, se presentan movimientos carpopedales, se hace evidente la polipnea, se
evidencia taquicardia, aumenta la tensión arterial, se dilatan las pupilas, se presenta
congestión facial, emisiones faciales y un rictus facial característico” (7).
Sin embargo, lo más importante en un acto sexual a nivel de recompensa es la
síntesis de neurotransmisores, en primer lugar, de dopamina, como precursor de
norepinefrina y epinefrina, seguido de prolactina, oxitocina y testosterona, que activan
el núcleo accumbens y el núcleo cingulado anterior. Dicha actividad dopaminérgica es
aquella que se podría catalogar como adicción al sexo, dado la cantidad de placer que
un encuentro sexual con la persona indicada puede llegar a elevar los niveles de
dopamina a tal nivel que se comporta tal como si el sexo fuera cualquier otra droga ya
que, “activa al sistema de la motivación-recompensa para producir la sensación de
placer y asegurar que el sujeto repita la conducta... lo que se interpreta subjetivamente
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como una «sensación intensa de placer»” (2). Como consecuencia, hemos relacionado
el sexo con la felicidad y ahora somos sujetos en busca de placer sexual, sin necesidad
de tener fines reproductivos, que permanecemos en una constante búsqueda de la dosis
de deseo que experimentamos al mantener un coito con una pareja, la que no sólo nos
impulsa a tener más sexo, sino que, como consecuencia de la oxitocina liberada de la
conducta sexual, nos genera atracción física y dependencia emocional, a la que
llamamos enamoramiento. Es decir, estar enamorados no sería más que la percepción
placentera que nuestro organismo experimenta al sentirse cerca de una potencial pareja
sexual o a una pareja sexual activa. A continuación, se presenta una relación entre el
sexo y la felicidad del estudio de Loewenstein et al (8)

En el gráfico (a) Relación hipotética entre la felicidad y la frecuencia sexual para


una pareja soltera. Gráfico (b) No hay relación entre la frecuencia que maximiza la
felicidad y la felicidad. Gráfico (c) Relación positiva entre frecuencia y felicidad de
maximización de la felicidad.
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Es por lo tanto
que el sexo, al
igual que la
alimentación,
funcionan con el
ciclo de placer que
se encuentra a
continuación.
Según la
explicación al ciclo
sexual aportada
por Georgiadis et
al (9), “en el ser
humano adulto,
los diferentes
estímulos de
placer pueden despertar suficiente interés para que un individuo entre en el ciclo de
placer apropiado. Este ciclo típicamente existe en un lapso relativamente corto que dura
de minutos a horas y puede o no involucrar parte de todas las fases de querer, gustar y
aprender del ciclo. Los estímulos sexuales suelen provocar el deseo, lo que lleva a la
excitación y, tal vez, si se les da el contexto apropiado, la consumación. El orgasmo
puede formar parte de la fase de consumación y, como tal, especialmente en los
hombres, puede indicar la transición a la fase de saciedad y saciedad, que
temporalmente puede impedir que el individuo vuelva a entrar en el ciclo. Tenga en
cuenta que el aprendizaje ocurre durante todo el ciclo y que, aunque el orgasmo parece
ser más eficaz para impulsar procesos de aprendizaje, también puede ocurrir el
aprendizaje sexual como resultado de experiencias sexuales que involucran ciclos de
respuesta sexual incompletos.”
Como es de esperarse, el sistema dopaminérgico no funciona sólo, sino que está
reforzado por vías GABAérgicas y Glutaminérgicas, [neurotransmisores inhibidores y
excitatorios más importantes respectivamente] y juntas forman el sistema hedónico del
sistema nervioso central. a continuación, se presenta un resumen tomado de Berridge
& Kringelbach (10)
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FISIOLOGÍA DE LA ADICCIÓN.
Una vez hemos entendido como funciona le sexo a nivel físico, bioquímico y
psíquico, realizaremos una aproximación a lo que sería un símil con el efecto de las
drogas en nuestro organismo. Por lo que debemos comenzar hablando de un sistema
conocido como sistema endocannabinoide. Podemos decir que el sistema
endocannabinoide es un sistema de comunicación intercelular ya que sus receptores,
conocidos como CB1 y CB2, están presentes en las membranas de una gran mayoría
de las células del cuerpo y no solo en las células del sistema nervioso central, por lo que
“la función principal del sistema endocannabinoide es la regulación de la homeostasis
del cuerpo. Entre ellos el sistema endocannabinoide juega un papel importante en
muchos aspectos de las funciones neuronales, incluyendo el aprendizaje y la memoria,
la emoción, el comportamiento adictivo, la alimentación y el metabolismo, el dolor y la
neuroprotección (11).”
La gran mayoría de las sustancias adictivas atacan al sistema de recompensa del
cerebro, liberando dopamina, la liberación de dopamina -a través de las drogas- puede
sobre-estimular el sistema, produciendo una sensación de euforia que refuerza
fuertemente el consumo (12) lo que quiere decir que los reforzadores artificiales
(narcóticos) son más potentes en la síntesis de dopamina, ya que se ahorran la gran
cantidad de pasos que realizan los reforzadores llamados naturales, es decir, estos actúan
directamente sobre los neurotransmisores y neuromoduladores de tal manera, a saber
según Mendez (2), “la nicotina actúa sobre los receptores nicotínicos de la ACh; el
alcohol, sobre los receptores a GABA (GABAA) y a glutamato (NMDA); la marihuana,
sobre los receptores a eCBs (CB1R); la morfina y la heroína, sobre los receptores a
EDFs (MOR, DOR, KOR); las anfetaminas, el metilfenidato y la cocaína, sobre el
transportador de dopamina (DAT); la «tacha», «éxtasis» o MDMA, sobre el transportador
de serotonina (SERT).20De esta forma, las drogas activan directamente al sistema de la
motivación-recompensa y lo hacen con más potencia” con la diferencia de que su efecto
no es duradero y no produce un efecto benéfico sobre el organismo. A continuación, se
representa un esquema tomado de Berridge & Kringelbach (10), donde se resumen las
fases del ciclo del placer y los neurotransmisores involucrados, entre los cuales se
resalta la dopamina en cuatro de seis etapas finales actuando en la región insular,
corteza prefrontal, giro cingular, corteza orbito frontal, hipotálamo, núcleo arcuato, área
ventral tegmental, hipocampo y amígdala.
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Retomando el tema de sexualidad, entonces porque podría el sexo y el placer que


este desencadena parecerse a una droga. Este efecto se debe a que el “sistema
dopaminérgico es uno de los elementos cruciales en el trastorno adictivo…y la dopamina
mesolímbica es el neurotransmisor crucial en el aprendizaje apetitivo instrumental” (13)
y al momento en que los niveles de dopamina son óptimos, desarrollamos sensaciones
de bienestar que se ven reflejadas en nuestro estado de ánimo después del sexo,
“estamos motivados, alegres, satisfechos, nos relacionamos bien con los demás,
nuestra libido es buena, sentimos amor, tomamos riesgos a conciencia y estamos
entusiastas” (14) razón por la cual esta dosis de dopamina se nos vuelve adictiva y por
ende buscamos repetir las conductas que nos llevaron a conseguirla. A continuación,
presentamos un diagrama con las áreas cerebrales activadas con la recompensa erótica
tomado de G. Sescousse et al. (15) donde se evidencia la activación de la ínsula
anterior, el opérculo frontal, cuerpo estriado, amígdala, tálamo medio dorsal, giro
cingular anterior pregenual, corteza prefrontal, ventromedial.
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Tocamos un punto crucial entonces entre el sexo y la adicción, y es aquel instante


en el cual tenemos esa persona sobre nuestro vientre o estamos sobre su vientre,
permitiendo el rose mutuo de la piel del otro, una danza innata la cual viene programada
en nuestros genes y resulta imperativa dada la necesidad de sentirnos amados, formar
una familia y ser parte de una comunidad.
Como toda droga, el sexo tiene un síndrome de abstinencia, que en este caso es
llamado desamor, tusa o despecho. Pero este síndrome también se puede explicar a
partir de los efectos que cualquier otra droga es suspendida súbitamente de nuestro
organismo después de años de adicción. Este efecto será explicado por Corominas et
al (3) y expresa que “durante el consumo crónico de una droga se produce una situación
bifásica en la liberación de dopamina. Por una parte, en el momento de la ingesta existe
una elevación de los niveles de dopamina extracelular, y por otra, al cesar el consumo,
se manifiesta una disminución de la liberación endógena de dopamina. La hipofunción
dopaminérgica endógena se ha observado durante la abstinencia de las distintas drogas
de abuso, cocaína, morfina, alcohol y nicotina, y afecta de manera especial al estriado
ventral. Durante la abstinencia, la hipofuncionalidad dopaminérgica se asocia a cambios
neuroadaptativos que afectan, principalmente, a los circuitos de la recompensa…
Estudios recientes han puesto de manifiesto un aumento de la actividad del AMPc y del
factor de transcripción CREB (cAMP response element binding protein) en el núcleo
accumbens (NAc), que a su vez provocarían una hipoactividad en los circuitos de la
recompensa que podría ser responsable del estado de ánimo disfórico durante las
primeras fases de la abstinencia. Además, el incremento de la actividad AMPc y la
inducción subsiguiente de CREB son responsables de un aumento de la expresión del
péptido opioide dinorfina en algunas de las neuronas espinosas intermedias de
proyección del NAc. La dinorfina produce, a su vez, una disminución de la liberación de
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dopamina en el NAc que acentuaría el estado de ánimo disfórido que caracteriza a la


abstinencia”.
Quizá seas esta la razón por la cual, tras una decepción sexual o amorosa, nuestro
estado alostático decae, y sentimos como no podemos continuar nuestra vida sin la
presencia de esa dosis de sexo o amor que teníamos antes, lo que nos podría llevar
incluso a perdida de la capacidad social y a la enfermedad, sin embargo, el mismo
mecanismo de alostasis responderá ante dichos cambios de estrés psíquico, según
describe Pilnik (16), “activando el sistema nervioso autónomo, el eje hipotálamohipófiso-
adrenal, el sistema cardiovascular, el metabolismo y el sistema inmunitario. Frente a
esta situación nueva se genera una evaluación cognitiva, condicionada en cada
individuo por lo genético, sus experiencias durante el desarrollo y conductas aprendidas
a lo largo de la vida, lo que da como resultado una respuesta neuroinmunoendocrina;
estas respuestas son fisiológicas y permiten la adaptación frente a diferentes situaciones
de estrés”, como la pérdida de un viejo amor.
En conclusión, la dopamina regula nuestra sexualidad, aumenta con los coqueteos
y decae post orgasmo, somo adictos a esta fluctuación y podemos ser tan dependientes
que haremos cualquier cosa con tal de obtener placer sexual, cuéstenos lo que nos
cueste, sin importar si es con la misma pareja o no. Somos adictos a lo que no podemos
evitar y, dado que no conocemos otra opción, nuestro cerebro no dejara de elegirla.

LA OBRA.
consta de una instalación de diez ampolletas llenas de dosis de sexo listas para su
consumo, la elección está en el tipo de amor que el consumidor desea conseguir, qué
es capaz de soportar, con qué amor quiere sufrir,
Haz tu elección. Destrúyete a ti mismo.
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De izquerda a derecha:
Amor de engaños; dos historias dos heridas.
Amor de verano; bello pero efímero.
Amor oscuro; prohibido, clandestino, subversivo.
Amor sexual; lleno de pasión, pero con gotas de dolor.
Amor de problemas; estático, sin salida.
Amor incondicional; entregas tus alas a los sueños de otro, manchado por
la tristeza.
Amor verdadero; a pesar de los obstáculos siguen juntos y los han superado.
Amor platónico; inalcanzable.
Amor puro; limpio sin errores.
Amor de invierno; fuerte, frio, pero eterno.
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1. J.R. Georgiadis MLK. The human sexual response cycle: Brain imaging evidence linking sex
to other pleasures. Progress in Neurobiology. 2012;(98): p. 49-81.

2. Méndez M, al. e. Brain, drugs, its neurobiological mechanisms. Salud mental. 2010 Oct;
33(5): p. 52-55.

3. Corominas Roso MRACCBM. El sistema dopaminérgico en las adicciones. mente y cerebro.


2009;(35).

4. StephenTisch , PaulSilberstein , PatriciaLimousin-Dowsey , MarjanJahanshahi. The basal


ganglia: anatomy, physiology, and pharmacology. Psychiatric Clinics of North America.
2004; 27(4): p. 757-799.

5. Ulloque RA. Sistema cerebral del placer y de la drogodependencia. Biomédica. 1999;


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6. Educar A. Asociación Educar para el desarrollo humano. [Online].; s.f. [cited 2018 05 14.
Available from: http://asociacioneducar.com/ilustracion-sistema-dopaminergico.

7. Sotomayor H. UN BOSQUEJO DE LA HISTORíA DE LA SEXUALIDAD EN COLOMBIA. Bogotá


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8. George Loewenstein TKJKDM. Does Increased Sexual Frequency Enhance Happiness?


Journal of Economic Behavior & Organization. 2015; 1(16): p. 206-218.

9. J.R. Georgiadis MLK. The human sexual response cycle: Brain imaging evidence linking sex
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10. Berridge KC, Kringelbach ML. Neuroscience of affect: brain mechanisms of pleasure and
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11. Fundación Canna. Fundación Canna. [Online].; s.f [cited 2018 05 14. Available from:
https://www.fundacion-canna.es/sistema-endocannabinoide.

12. López C. El circuito cerebral del placer. [Online].; 2016 [cited 2018 05 14. Available from:
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13. M. Corominas CREBMC. Sistema dopaminérgico y adicciones. REVISIÓN EN


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14. Educar A. Asociación Educar. [Online].; 2014 [cited 2018 05 14. Available from:
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15. Guillaume Sescousse XCBS,JCD. Processing of primary and secondary rewards: A


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30(1).

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