Abril de 2019
5. Mensaje de San Juan Pablo II. “la era del laicado”
En una visión unitaria de la historia de la Iglesia en medio de la historia de la humani-
dad, Juan Pablo II llega a afirmar, cuando se plantea la nueva evangelización que esta
la harán los laicos o no se hará. Y también que la familia será la pieza clave de esta
nueva evangelización.
Decía que había ciertamente en esta afirmación una lectura de los “signos de los tiem-
pos” porque tiene en cuenta dos tendencias claras que aparecen en ambas historias.
La historia de la Iglesia puede leerse, partiendo de la separación entre “pueblo”
y “santidad” como un continuo proceso de gestación de mediaciones dónde poder
vivir la identidad cristiana en su totalidad que partiendo de la “separación del mundo”
van progresivamente injertándose en él, en un permanente intento de recuperar la
vida de los primeros cristianos. Por otro lado, la historia de la humanidad en su conjun-
to, en su proceso de “autonomía” de Dios, de secularización científico- técnica, de
globalización, también exige un protagonismo especial de los laicos.
Por eso irá un poco más allá del Concilio en Christifideles Laici.en los nº 15-17:
“permitidme, queridos amigos, una última reflexión concerniente a la índole secular,
que es característica de los fieles laicos. En el entramado de la vida familiar, laboral y
social, el mundo es lugar teológico, ámbito y medio de realización de su vocación y
misión (cf. christifideles laici, 15-17). todos los ambientes, las circunstancias y las activi-
dades en los que se espera que resplandezca la unidad entre la fe y la vida están enco-
mendados a la responsabilidad de los fieles laicos, movidos por el deseo de comunicar
el don del encuentro con cristo y la certeza de la dignidad de la persona humana”.
6. Canción. Somos Iglesia.
https://www.youtube.com/watch?v=a4hvzc1YcKA
7. Oración final
Hacer oraciones (peticiones, acción de gracias, suplicas etc.) espontaneas y la oración
por las vocaciones a la vida religiosa y sacerdotal.
Padre nuestro, ave María y gloria…..
Compromiso
Orar por los jóvenes
que están en nuestras
casas de formación.
RED VOCACIONAL Misioneros Redentoristas Prov. De Bogotá
Abril de 2019
Abril de 2019
El laico en el nuevo testamento
1 Ambientación, saludo y bienvenida.
Recortar hojas de papel de color, en forma de pétalos. En el centro utilizar una silueta
redonda en papel con la palabra Jesús o una imagen de Jesús. Repartir los pétalos
entre los integrantes y pedirles que escriban una actividad que los laicos realicen al
interior de la Iglesia. Cada participante puede anotar varias actividades. Después re-
coger los pétalos y junto con la imagen de Jesús en el centro formar una flor, ya sea
en la pizarra o en el suelo donde se pueda observar por todos. Hacer una reflexión
sobre el trabajo realizado teniendo en cuenta la importancia de los laicos en la iglesia
en donde Jesús es el centro de nuestro trabajo misionero.
Canto. Iglesia peregrina (u otro canto con el cual se pueda ambientar la reunión)
2. Oración inicial:
ORACIÓN DE JUAN PABLO II POR LAS VOCACIONES
Señor Jesús, Pastor de nuestras almas, que continúas llamando con tu mirada de
amor a tantos y a tantas jóvenes que viven en las dificultades del mundo de hoy.
Abre su mente para oír entre tantas voces que resuenan a su alrededor, tu voz incon-
fundible, suave y potente, que también repite hoy: "Ven y sígueme".
Mueve el corazón de nuestra juventud a la generosi-
dad y hazla sensible a las esperanzas de los herma-
nos que piden solidaridad y paz, verdad y amor.
Orienta el corazón de los jóvenes hacia la radicalidad
evangélica capaz de revelar al hombre moderno las
inmensas riquezas de tu caridad.
¡Llámalos con tu bondad, para atraerlos a Ti!
¡Préndelos con tu dulzura, para acogerlos a Tí!
¡Envíalos con tu verdad, para conservarlos en Ti!
Amén
Padre nuestro, Ave María, y gloria….
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A los laicos pertenece por propia vocación buscar el reino de Dios tra- 3. Lectura de la palabra de Dios (1 Pe 2, 9-10)
tando y ordenando, según Dios, los asuntos temporales. Viven en el siglo,
es decir, en todas y cada una de las actividades y profesiones, así como “Ustedes, en cambio, son descendencia elegida, reino de
en las condiciones ordinarias de la vida familiar y social. (SC 31,2) sacerdotes y nación Santa, pueblo adquirido en posesión
para anunciar las grandezas del que los llamó de la oscu-
ridad a la luz admirable. Los que en otro tiempo no eran
pueblo, ahora son pueblo de Dios; los que no habían conse-
2. Una mirada al laicado en el Nuevo testamento guido misericordia, ahora obtuvieron misericordia”.
Palabra de Dios...
En el Nuevo Testamento no aparece nunca la
palabra “laikós” para denominar a los que
siguen a Jesús. Se habla de “creyentes”… y, 4. Reflexión
sobre todo, de “hermanos”. Aunque el tér-
mino está ausente, el N.T. aplica a toda la Los cristianos pertenecemos a una familia que va más allá de las relaciones de sangre
comunidad las características que en el A.T. o de adopción. San pedro nos dice que somos “reino de sacerdotes”, “nación Santa”,
quedaban reservadas a lo más sagrado del “pueblo adquirido en posesión”. Esto significa que nuestra fe no es sólo personal, sino
Pueblo de Israel, (Templo, sacerdocio…). Por que somos parte de una comunidad de discípulos que comparten una fe en común, y
Cristo toda la comunidad (y no sólo un grupo) que Dios nos ha elegido para vivir de modo que, al ver otras personas nuestro ejem-
son pueblo, “laós”, sacerdocio real, nación plo, quieran pertenecer a la comunidad.
consagrada, propiedad querida de Dios. (1 Pe. 1,9).
Pedro no hace ninguna diferencia entre los diferentes miembros de la comunidad.
Todos en general son el pueblo escogido, son sacerdotes y sacerdotisas, reyes y
En el inicio de la Iglesia la forma de designarse entre los cristianos era con la categoría
reinas. Por esto, todos tienen responsabilidad para la Iglesia. Las diferencias que legíti-
de “nosotros”. No necesitaban otros términos para hablar de una forma de ser de
mamente existen entre una y otra vocación en la Iglesia no deben producir separacio-
ciertos bautizados que se diferenciaran del resto de los miembros de la comunidad:
nes dentro del Pueblo de Dios, al contrario, debe de unirnos como una sola familia,
una comunidad de hermanos. Los laicos, sacerdotes, religiosos, religiosas, diáconos,
El primer uso del término laico entre los cristianos parece deberse a Clemente Ro-
etc, tienen la misma dignidad en la Iglesia, puesto que compartimos un mismo sello el
mano, quien lo utiliza en su carta a la comunidad de Corinto hacia el año 96. En ella
del bautismo, él cual nos Hijos de Dios y participes de una sola familia.
hace referencia a aquellas personas pertenecientes a la comunidad que se encuentran
en una condición cristiana común y que son distintos a los que tienen responsabilida-
De esta manera, tenemos no solamente
des específicas.
derechos en la Iglesia, sino también res-
ponsabilidades y obligaciones. Por eso, la
Con el tiempo, el término pasó al latín (laicus) para señalar a los cristianos que no per-
misión de un laico no es solamente escu-
tenecían al clero. Es en el siglo III cuando comienza a hacerse habitual su uso entre los
char misa y cumplir los mandamientos,
cristianos.
como tal vez se pensó y se dijo en algún
momento del pasado. Su misión va mu-
Bajo una concepción piramidal de Iglesia, en la Edad Media, el laico está situado en la
cho más allá, y es comprender la respon-
base de la pirámide que tiene en la cúspide a los clérigos y a los monjes. Al final de este
sabilidad total para este pueblo; una
período también se usa el término laico para designar a las experiencias o a las perso-
responsabilidad que compartimos con
nas que se distancian o se oponen a la Iglesia.
todos los bautizados, sacerdotes, diáco-
nos, religiosas, laicos y con los obispos y
A comienzos del siglo XX empieza una recolocación del laico en la Iglesia cuando nace y
el Papa.
se desarrolla la teología del laicado, que intenta superar los estrechamientos genera-
- Hacerse en grupos de 3 y sacar una
dos a lo largo de la historia, ofreciendo una valoración positiva del laico y su pertenen-
conclusión de lo leído. Luego ponerla en
cia a la Iglesia, pero sin lograr la superación del binomio clérigo-laico. Esta teología y
común.
los movimientos laicales hicieron posible la aportación del Vaticano II.

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