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Creyendo a la palabra de Dios

Pensemos por un momento y honestamente preguntémonos, cuanto le


estamos creyendo a Dios?

Primero debemos conocer que nos dice el Señor en su palabra. Esta vez
quiero hablar de dos mensajes que el Señor, nos ha dado y que espera que
creamos de todo corazón.

El primer mensaje lo he llamado: La promesa de que El siempre estará con


nosotros en nuestras tribulaciones. En la biblia encontramos este mensaje
fuerte y claro. “No teman” Yo los ayudo, Yo estoy con Uds.”.

El Señor quien nos formó en el vientre de nuestras madres (Isaías 49:1


“Oídme, costas, y escuchad, pueblos lejanos. Jehová me llamó desde el
vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria”) nos
conoce muy bien y sabía de antemano que nos desesperaríamos y tendríamos
miedo ante las tribulaciones por eso nos da esas promesas.

Isaías 41:10 “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy
tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la
diestra de mi justicia”
Isaias 41:13 “Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano
derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo”
Isaías 43:2-3 “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos,
no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama
arderá en ti. 3 Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu
Salvador;”

La pregunta es estamos creyendo a esta promesa? Cuando sentimos miedo,


angustia, cuando nos desesperamos, de alguna manera le estamos diciendo a
Dios no eres tan grande y poderoso, no puedes hacerlo, no me puedes
ayudar, estoy solo (a) acorralado, me encuentro sin salida. Y así de este
modo olvidamos o ponemos en duda lo que Él nos dice en su palabra sobre
cuán grande y poderoso es El.

Por eso nos lo hace saber cuándo dice en:


Isaías 40: 28 “¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el
cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio,
y su entendimiento no hay quien lo alcance”
Isaías: 45:5-7 “Yo soy Jehová, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí. Yo
te ceñiré, aunque tú no me conociste, para que se sepa desde el nacimiento
del sol, y hasta donde se pone, que no hay más que yo; yo Jehová, y ninguno
más que yo, que formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la
adversidad. Yo Jehová soy el que hago todo esto”.

Entonces que nos dice el Señor? Yo te forme, te conozco, sé que vas a temer,
pero confía solo en mí tu Dios grande, poderoso, creador del cielo y de la
tierra, para quien nada es imposible: Jeremías 32:27 “He aquí que yo soy
Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí?”

El otro mensaje que debemos creer firmemente es el mensaje de


arrepentimiento. El Señor sabe que somos pecadores, y por eso nos invita a
arrepentirnos de todo aquello con cuanto lo hemos ofendido, de todo aquello
que nos aparta de Él.

Isaías: 1:16 “Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de


delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo;” 1:18 “Venid luego, dice
Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como
la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a
ser como blanca lana”.

El Señor nos invita a arrepentirnos y nos promete su perdón. El quien nos


conoce también, nos dice en: 2 Crónicas 6:30 “Tú oirás desde los cielos,
desde el lugar de tu morada, y perdonarás, y darás a cada uno conforme a
sus caminos, habiendo conocido su corazón; porque solo tú conoces el
corazón de los hijos de los hombres;”

También el Señor nos advierte que pasara con los desobedientes que no
quieren arrepentirse en Isaías:
1:20 “si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada; porque
la boca de Jehová lo ha dicho”.
1:28 “Pero los rebeldes y pecadores a una serán quebrantados, y los que
dejan a Jehová serán consumidos”.

Y de igual manera nos dice que promesa hay para aquellos que son
obedientes a su llamado de arrepentimiento:

2 Crónicas: 7:14-16 “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es


invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos
caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y
sanaré su tierra. Ahora estarán abiertos mis ojos, y atentos mis oídos, a la
oración en este lugar: Porque ahora he elegido y santificado esta casa, para
que esté en ella mi nombre para siempre; y mis ojos y mi corazón estarán ahí
para siempre”.

La invitación hoy hermanos es que creamos no solo en el mensaje de amor de


Dios sino también en su mensaje de corrección. Dios no quiere que andemos
en temor o angustiados y mucho menos desea que por nuestro pecado
vivamos lejos de El.

Hoy los invito a que creamos los dos mensajes de todo corazón, pues los dos
provienen de un Padre amoroso, que a quien ama cuida y también corrige. El
Señor nos los afirma en su palabra.

Jeremías
29:11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice
Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
29:12 Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré;
29:13 y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro
corazón.

Dios los bendiga.


Claudia Mulinovich

Fecha del servicio:


06/23/2013

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