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Obediencia

Obra de Cristo Lista de Ilustraciones sobre la Oración:


Obras Buenas
Obras Malas 1. LA FE DE UNA NIÑITA
Obsesivo 2. NOTICIA DE UNA MUERTE
Obstáculos 3. THEODORE EPP
Obstinación 4. HABÍA UNA VEZ UN HOMBRE RICO
Ofrendas 5. ORACIONES CONTESTADAS
Omnipotencia 6. PROVERBIO MEXICANO
Oportunidades 7. COLGÓ EL TELÉFONO
Optimismo 8. CAMBIÓ DE CANALES
Oración 9. CUANDO MOODY ORÓ CON OBISPO CATÓLICO
Ordenación 10. 26 GUARDIAS BIEN ARMADOS
Orgullo 11. LUCHANDO EN ORACIÓN POR UN AVIVAMIENTO
12. ORAR ES TRABAJAR
13. ORACIÓN DE UN HEROE DE LA LIBERTAD
14. A SALVO DE INCENDIO POR SER “PUEBLO
ESPECIAL
15. CRISTIANOS NOTABLES POR SU ESPIRITU DE
ORACIÓN
16. PARALITICA ORANDO POR LAS MISIONES
17. LA ORACIÓN DE UN BOXEADOR
18. LA MADRE ORANDO
19. LA MADRE PODEROSA
20. UNA ORACIÓN VERDADERA
21. LO QUE HIZO DIOS POR ESTEBAN
22. LA VOLUNTAD DE DIOS EN EL CORAZÓN
23. ENCONTRO AL BUEN SAMARITANO
24. RESULTADOS DE UNA CENA DE NAVIDAD EN UN
HOGAR CRISTIANO
25. ORACIÓN DE MARTÍN LUTERO ANTES DE
PRESENTARSE ANTE LA DIETA DE WORMS
26. LA RECETA DEL MÉDICO DIVINO
27. ALGUNOS EJEMPLOS DE ORACION
28. ORACIÓN POR MI HIJO

LA FE DE UNA NIÑITA
Al final de una reunión, hace algunas semanas, una niñita me
entregó un papel. Lo leí. Decía: “Ore a Dios, pidiéndole que
mi madre vuelva a casa”. La chiquita estaba sola, el padre
había muerto y la madre la había abandonado. Hacía más
de un año que había desaparecido. Orar para que la mujer
volviera, me era cosa bastante difícil.
Algunos días más tarde, recibí otro papelito que decía:
“¿Recuerda la niñita que hace poco le pidió que orase por el
regreso de su madre? La madre ha vuelto y el viernes estuvo
en la reunión con la hija”.

Ahora la chica pide que oremos por la conversión de su


mamá.

Por D.L. Moody

NOTICIA DE UNA MUERTE


La Sra. Reunión de Oración falleció recientemente en la
Primera Iglesia Negligente, ubicada en la Av. del Mundo. Ella
nació hace muchos años atrás en medio de un gran
avivamiento, ella fue una niña muy fuerte y saludable,
alimentada con la Palabra de Dios, con abundante
testimonios y santidad, creció rápidamente en prominencia y
fue uno de los miembros más influyentes en la famosa familia
de iglesias de Cristo.

Algunos años antes la hermana Reunión de Oración fue


menguando su salud gradualmente hasta ser desahuciada
por rigidez en las rodillas, enfriamiento del corazón,
inactividad, falta de propósito y fuerza de voluntad; por último
ella terminó sólo siendo una sombra de su formación feliz.
Sus últimas y susurrantes palabras fueron para preguntar por
la ausencia extraña de sus amados, ahora ausentes de su
presencia, ocupados en sus negocios y en los lugares de
diversión del mundo. Su hermano mayor el Sr. Reunión de
Estudio Bíblico murió hace muchos años también.

Algunos expertos, incluyendo al Dr. Trabajo, el Dr. Reforma y


Dra. Unión discrepaban en las causas de su enfermedad
fatal, administrándole grandes dosis de reuniones sociales,
competencias, deportes y entretenimiento, pero todo fue
inútil. La autopsia reveló que la deficiente alimentación
espiritual, la falta de fe, sincera consagración y la deserción
de sus miembros, fueron la causa que contribuyeron a su
muerte.

Sólo unos pocos estuvieron en su funeral, sollozando en los


recuerdos de su bello pasado y poder. Plañideras
cuidadosamente escogidas fueron buscadas para llorar sus
recuerdos, pero no aparecieron. No hubo flores, sus himnos
favoritos "Maravillosa Gracia" y "Roca de la Eternidad" no
fueron cantados; en vez de eso la Srta. Imaginación Moderna
interpretó "Bella Isla en Algún Lugar", pero nadie tenía idea
dónde podría estar esa isla.

Su cuerpo descansa ahora en el cementerio de "Glorias


Pasadas" esperando ser llamada arriba. En honor a su
partida, las puertas de la Iglesia estarán cerradas por mucho
tiempo, salvo cuando la Sociedad de Damas de la
Limonada Rosada programa alguna actividad para
servir refrescos al equipo de fútbol.

THEODORE EPP
"Si Satanás ha cegado y atado a hombres y mujeres ¿cómo
podemos alguna vez ver las almas redimidas? Es allí donde
nos toca nuestra obra. Saquear los bienes del fuerte tiene
que ver con liberar a los que Satanás ha cegado y tiene
atados…. Es allí donde se requiere la oración".

HABIA UNA VEZ UN HOMBRE RICO


La heredad de un hombre rico había producido mucho. Y
derribó sus alfolíes y los edificó mejores, y allí juntó todos sus
frutos. Y había mendigos a la puerta de él deseando hartarse
de las migajas que caían de su mesa, mas nadie se las daba.

Y el rico subía todos los días al templo a orar. Y junto a él iba


siempre su hijito Samuel. Y de pie oraba el rico. De esta
manera: Señor, te doy gracias que no soy como los otros
hombres. Señor, te doy gracias por mi trigo, y por mi maíz y
por mis alfolíes. Señor, ¡ayuda a los mendigos, a los
hambrientos, a los pobres que no tienen las bendiciones
materiales que tengo yo! Y mientras oraba, lloraba.

Y aconteció un día, que el pequeño Samuel, después de la


visita al templo llegó hasta su padre y le dijo: Padre, hoy
como ayer, he escuchado tu oración. ¡Cómo quisiera tener
alguno de tus depósitos de trigo! Y el padre le dijo: Todas mis
cosas son tuyas. ¿Qué harías con el trigo si lo tuvieras?
Y respondió el hijo: ¡Yo contestaría tus oraciones!

Alejandro Clifford

ORACIONES CONTESTADAS
"Por supuesto, todo depende de lo que estamos pidiendo en
oración. Si estamos lloriqueando, haciendo berrinche, y
rogando que no se nos dé la disciplina de la vida que es
enviada a nosotros para tumbar algunos conocimientos
superficiales de la humanidad en nosotros, la respuesta a
esa oración puede nunca llegar. ¡Gracias a Dios! Aunque, en
verdad, no es fácil decir eso, con honestidad. Aun, puede
nunca llegar, gracias a Dios.

Pero si has obtenido tanto como Epicteto—aunque pagano


como lo llamaríamos nosotros—su oración diaria era esta:
"Oh, Dios, dame lo que tu deseas para mí, porque yo sé que
tu escoges para mí es mucho mejor de lo que yo pudiera
escoger."; si tu no estás rogando que se te quite o para
zafarte, pero pidiendo gracia y fortaleza para pasar la prueba
con honor, "ese mismo día" que oras esa oración, la
respuesta siempre llega."

A. J. Gossip, "Experience Worketh Hope" (La Experiencia


Produce Esperanza)

PROVERBIO MEXICANO
"Nunca pidas que Dios te dé las cosas; mejor pídele que te
ponga donde están las cosas."

COLGÓ EL TELÉFONO
Una mujer habló por Teléfono al gerente de un teatro y le dijo
que había perdido su prendedor de diamantes más valioso la
noche anterior. El hombre le pidió esperar en la línea. Se
hizo una búsqueda y el prendedor fue encontrado; pero
cuando regresó al Teléfono, la mujer había colgado. Esperó
a que volviera a hablar, y aún puso un anuncio en el
periódico, pero nunca volvió a escuchar de ella.

Aplicación – Qué mujer tan tonta, diríamos, pero muchos


cristianos son iguales. Oramos a Dios, contándole nuestro
problema y necesidad, pero fallamos en esperar la
respuesta. Como resultado, perdemos el gozo de una
oración contestada, no hallamos la respuesta necesitada y
perdemos el deleite y la recompensa de una fe persistente.

Pastor Scott P. Brown Elbe – Acapulco, GRO, México

CAMBIÓ DE CANALES
Cuando su esposo, Edmund Gravely, murió al volante de su
pequeño avión, su esposa Janice mantuvo el avión en el aire
por dos horas hasta que se acabó la gasolina. Durante este
tiempo cantó himnos y oró a Dios por ayuda. Cuando su
avión iba cruzando la frontera entre Carolina del Sur y
Carolina del Norte, pidió ayuda en el radio: "¡Socorro,
socorro! ¿No me podrían ayudar? Mi piloto está inconsciente.
¿Podría alguien ayudarme?" Las autoridades que
escucharon su llamada de emergencia no pudieron hacer
contacto con ella por radio durante el vuelo, porque
cambiaba de canales todo el tiempo. La Sra. Gravely
finalmente hizo un aterrizaje difícil y gateó 45 minutos a una
granja para ayuda.

Aplicación – Cuántas veces piden los cristianos ayuda de


Dios, pero antes de que su mensaje les llegue, cambian de
canales. Van a los recursos humanos para ayuda. Cuando
clamas a Dios por su intervención, no le cambies los canales.
Escudriña su palabra y deja que te hable.

Pastor Scott P. Brown Elbe – Acapulco, GRO, México


CUANDO MOODY ORÓ CON
OBISPO CATÓLICO
En los comienzos de la obra en Chicago, grupos de chicos
católicos molestaban en las reuniones, arrojando piedras y
rompiendo ventanas. Moody fue a ver al Obispo Duggan, y
le presentó su queja. El obispo lo recibió con gran cortesía y
le dijo que era una lástima que un hombre tan bueno como
Moody no perteneciera a la verdadera Iglesia.

Al final de la entrevista Moody le pidió que se arrodillara con


él, para que ambos pidieran que Dios les indicase la
verdad. El obispo se arrodilló, ambos oraron, y después de
esa entrevista, no hubo más persecución organizada de
parte de los católicos.

26 GUARDIAS BIEN ARMADOS


Alguna vez has sentido la imperiosa necesidad de orar por
alguien pero has decidido ponerlo en tu lista de "cosas por
hacer" y te has dicho: "Oraré mas tarde". O te ha llamado
alguien alguna vez y te ha dicho "Necesito que ores por mí,
tengo esta necesidad ". Lee la siguiente historia que me fue
enviada hace poco, la cual podría cambiar tu forma de
pensar con respecto a las oraciones y la forma de orar.

Un misionero en vacaciones contó la siguiente historia


cuando visitaba su Iglesia local en Michigan, EU.: " Mientras
servía como misionero en un pequeño hospital en el área
rural de Africa, cada dos semanas viajaba a la ciudad en
bicicleta para comprar provisiones y medicamentos. El viaje
era de dos días y debería de atravesar la jungla. Debido a lo
largo del viaje, debía de acampar en el punto medio, pasar la
noche y reanudar mi viaje temprano al siguiente día. En uno
de estos viajes, llegue a la ciudad donde planeaba retirar
dinero del banco, comprar las medicinas y los víveres y
reanudar mi viaje de dos días de regreso al hospital.
Cuando llegué a la ciudad, observé a dos hombres peleando,
uno de los cuales estaba bastante herido. Le curé sus
heridas y al mismo tiempo le hablé de Nuestro Señor
Jesucristo. Después de esto, reanude mi viaje de regreso al
hospital. Esa noche acampé en el punto medio y a la mañana
siguiente reanude mi viaje y llegué al hospital sin ningún
incidente.

Dos semanas más tarde repetí mi viaje. Cuando llegué a la


ciudad, se me acerco el hombre al cual yo había atendido en
mi viaje anterior y me dijo que la vez pasada, cuando lo
curaba, el se dio cuenta que yo traía dinero y medicinas. Él
agregó: " Unos amigos y yo te seguimos en tu viaje mientras
te adentrabas en la jungla, pues sabíamos que habrías de
acampar. Planeábamos matarte y tomar tu dinero y
medicinas. Pero en el momento que nos acercamos a tu
campamento, pudimos ver que estabas protegido por 26
guardias bien armados".

Ante esto no pude mas que reír a carcajadas, y le aseguré


que yo siempre viajaba solo. El hombre insistió y agrego: "No
señor, yo no fui la única persona que vio a los guardias
armados, todos mis amigos también los vieron, y no solo eso
sino que entre todos los contamos".

En ese momento, uno de los hombres en la Iglesia se puso


de pie, interrumpió al misionero y le pidió que por favor le
dijera la fecha exacta cuando sucedió ese hecho. El
misionero les dijo la fecha y el mismo hombre le dijo la
siguiente historia. "En la noche de tu incidente en Africa, era
de mañana en esta parte del mundo, y yo me encontraba con
unos amigos preparándome para jugar golf. Estábamos a
punto de comenzar, cuando sentí una imperiosa necesidad
de orar por ti, de hecho, el llamado que el Señor hacía era
tan fuerte, que les llamé a algunas personas de nuestra
congregación que se reunieran conmigo en este santuario lo
más pronto posible."

Entonces, dirigiéndose a la congregación le dijo: "todos los


hombres que vinieron en esa ocasión a orar, ¿podrían por
favor ponerse de pie?" Todos los hombres que habían
acudido a orar por él se pusieron de pie, el misionero no
estaba tan preocupado por saber quienes eran ellos, mas
bien se dedico a contarlos a todos. . . . . .en total 26 hombres.
LUCHANDO EN ORACIÓN POR UN
AVIVAMIENTO
Durante diez días antes del día de Pentecostés los apóstoles
permanecieron en oración.

Cuando Jonatán Edwards predicó su famoso sermón sobre


el tema: “Los pecadores en manos de un Dios airado”, había
pasado toda la noche anterior en oración.

Los avivamientos más notables de Carlos G. Finney eran


aquellos en que Amós Clary y otros hombres humildes
lucharon en oración con Dios por el éxito de las reuniones.

Es un hecho histórico que antes de algunas batallas de la


guerra civil de los Estados Unidos de la América del Norte,
que el Presidente Abraham Lincoln pasó horas enteras en
angustiosa oración.

Dios vive y todavía puede oír y contestar la oración del


creyente fiel.

ORAR ES TRABAJAR
Un pastor visitaba a una anciana que era miembro de su
congregación. Dicha anciana había estado inválida durante
mucho tiempo.

--Lamento mucho haber llegado a esta hora –le dijo--; pero


he tenido que recorrer todo el pueblo antes de venir.

--Yo también, señor pastor, acabo de recorrer todo el pueblo.

--¿Cómo es posible? Usted no puede moverse de la cama.

¡Ah! –contestó la viejecita--; mi alma no está atada a la cama,


y así todos los días recorro el pueblo con mis oraciones, sin
moverme de aquí.
ORACIÓN DE UN HEROE DE LA
LIBERTAD
Jorge Washington, el primer presidente de los Estados
Unidos, envió una circular a los gobernadores de todos los
estados, en junio de 1873. En el final de su carta decía: “Mi
oración más sincera a Dios es que os bendiga y que tenga
vuestro estado bajo su protección. Que él se digne inclinar el
espíritu de los ciudadanos a la subordinación y obediencia al
gobierno, y despertar un sentimiento de amor fraternal de los
unos hacia los otros y, en particular para sus hermanos que
han peleado en los campos de batalla; y finalmente, que su
gracia nos mueva a todos a hacer justicia, a amar la
misericordia y a conducirnos con esa claridad, mansedumbre
y templanza que caracterizan al Divino Autor de nuestra
bendita religión, pues sin imitarlo con humildad nunca
podremos esperar que la nación sea feliz”.

A SALVO DE INCENDIO POR SER


“PUEBLO ESPECIAL
La mañana del viernes 30 de noviembre de 1956 los
periódicos de Hsinchu, Formosa, tenían un titular con
grandes letras negras, el cual decía: “EL INCENDIO MAS
GRANDE EN LOS ULTIMOS SESENTA AÑOS”. Lo que
más nos interesa de esta noticia es que por donde tenía que
propagarse el incendio había cinco hogares
cristianos. Cuando la alarma sonó, el cielo estaba enrojecido
por el reflejo de las llamaradas y las calles estaban llenas de
negro humo. Mientras los bomberos combatían el fuego, uno
de los cristianos estaba telefoneando a los otros miembros
de la iglesia, y pronto un grupo de éstos se reunió en el lugar
del incendio. La situación parecía desesperada. Entonces
de todo corazón y a una voz todos ellos clamaron: “Señor,
haz que tu santo nombre no sea deshonrado”.

Repentinamente, ante los asombrados ojos de miles de


espectadores, el fuerte viento que había estado soplando
cambió de dirección. Las llamas, que ya habían alcanzado
una de las cinco casas de esos cristianos, súbitamente se
alejaron de ella y comenzaron a devorar, una por una, ocho
de las otras casas que se creía que estaban a salvo. Los
cristianos vieron, precisamente delante de ellos, contestadas
sus oraciones, y en coro gritaron: “¡Aleluya!”.

Cuando se acabó el incendio en esa calle que antes había


sido muy transitada, solamente quedaban montones de
escombros y de cenizas. Solamente las casas y los talleres
de trabajo de cinco familias cristianas permanecían
intactos. Muchas de las personas que no eran cristianas
únicamente dijeron: “Su Padre celestial los protegió” Pero
otras personas criticaron y dijeron: “Los cristianos gritaron
¡Aleluya! Cuando se estaban quemando las casas de las
gentes que no son cristianos.

Pero el Magistrado de Distrito se encargó de callar a los que


murmuraban, con estas palabras: “Yo os diré una
cosa. Cuando los cristianos estaban orando a su Dios,
vosotros los budistas estabais orando a vuestros
ídolos. Pero el Dios de los cristianos contestó, y vuestros
dioses no contestaron. ¿Qué tenéis que decir por esto?. No
puedo creer que ellos hayan orado pidiendo que sus casas
quedaran a salvo y las vuestras fueron destruidas. Estas
cosas sucedieron como tenían que suceder; y, ¿Quién es
capaz de predecirlas?” El pueblo aceptó la explicación del
magistrado y se fue conforme.

CRISTIANOS NOTABLES POR SU


ESPIRITU DE ORACIÓN
“El Marqués de Renty, para quien Cristo era lo más precioso,
en una ocasión en que se entregaba a sus devociones,
indicó a su criado que lo llamara después de media
hora. Este, al ir a cumplir con la orden que había recibido,
vio tal expresión de santidad en el semblante del Marqués
que no se atrevió a hablarle. Sus labios se movían pero no
se oía ningún ruido. Esperó hora y media, y cuando lo llamó,
el Marqués dijo que el tiempo que había pasado en comunión
con Cristo, le había parecido muy corto.

El notable misionero Adoniram Judson dijo, refiriéndose a la


oración: Arregla tus negocios, si es posible, de manera que
puedas dedicar tranquilamente dos o tres horas del día no
simplemente a ejercicios devocionales, sino a la oración
secreta y a la comunicación con Dios. Esfuérzate siete veces
al día por alejarte de las preocupaciones mundanas y de los
que te rodean, para elevar tu alma a Dios en tu retiro
privado. Empieza el día levantándote a media noche y
dedicando algún tiempo en silencio y la obscuridad a esta
obra sagrada. Que el alba te encuentre en esta misma
ocupación, y haz otro tanto a las nueve, a las doce, a las
tres, a las seis y a las nueve de la noche.”

“Ten resolución en su causa. Has todos los esfuerzos


posibles para sostenerla. Considera que tu tiempo es corto y
que no debes permitir que otros asuntos y compañías te
separen de tu Dios”.

Un predicador escocés decía: “Mi deber es pasar las mejores


horas en comunión con Dios. No puedo abandonar en un
rincón el asunto más noble y provechoso. Empleo en orar
las primeras horas de la mañana porque durante ellas no hay
ninguna interrupción. No descuido el buen hábito de orar
antes de acostarme; pero tengo cuidado de que el sueño no
me venza, y cuando despierto en la noche debo levantarme a
orar”.

PARALITICA ORANDO POR LAS


MISIONES
Una antigua maestra de escuela llegó a estar paralítica, y dijo
a Dios: “¿Cómo puedo servirte, Señor, en esta condición en
que estoy imposibilitada?” Y le pareció que Dios le decía:
“Todavía puedes orar”. Entonces ella pensó que esto era su
gran comisión. Desde entonces la antigua maestra de
escuela se puso a orar de una manera especial: ocupaba las
mañanas orando por la obra misionera que se hace en un
lado del globo terráqueo; y las tardes, orando por la obra
misionera que se hace en el otro lado.

LA ORACIÓN DE UN BOXEADOR
La historia quizá no sea cierta; pero se cuenta que en cierto
lugar un boxeador se convirtió al evangelio, y dejando las
cuerdas del ring, se hizo predicador. En cierta ocasión en
que se le hizo tarde para acudir a una cita cruzaba por un
atajo para acortar el camino, de pronto le salió el dueño y con
palabras duras le insultó y lo retó a pleito, no conociendo
quien era. “Bien”, dijo el predicador, “vamos a pelar si usted
gusta; pero permítame un momento, pues ha de saber que
yo jamás hago algo sin antes orar”. Y diciendo y haciendo,
ante la estupefacción del retador, se quitó el sombrero y
comenzó a orar diciendo:

“Señor, tu sabes que fui boxeador, y sabes a cuántos les


deshice los ojos y las narices a bofetones; tú sabes cuántas
costillas quebré a golpes a mis contrincantes, y a cuántos
mandé a la otra vida con sólo la fuerza de mis puños. No
permitas que mate a este hombre, no dejes que se me vaya
la mano y…”

“Basta ya”, le interrumpió el otro. “No es necesario que


luchemos, pase usted por mi terreno las veces que quiera”, y
sin más decir, se retiró presuroso. Por demás está decir que
nuestro predicador siguió su camino tranquilamente y llegó a
tiempo para predicar su sermón.

LA MADRE ORANDO
Ciertos turistas ingleses, deseando poseer unos ejemplares
de ciertas flores que solamente debían encontrarse en lo
más alto de un peligroso paraje alpino, prometieron una gran
cantidad de dinero para quien fuese capaz de alcanzarlas.

Al día siguiente llegó ante ellos un joven muchacho con un


ramillete de las flores deseadas: Maravillados por la valentía
y decisión del joven, le preguntaron: “¿Y no tuviste miedo de
despeñarte al fondo del espantoso precipicio?”.

--No, señores, no tuve miedo. Mi madre es una pobre viuda


y tengo dos hermanitos más pequeños. En mi casa pasamos
mucha necesidad. Por eso, para ganar este dinero, me
expuse tanto.

--Pero… ¿No tuviste miedo? ¿Cómo puede ser? --siguieron


preguntándole.

--Pues… porque mi madre es cristiana, y yo sabía que ella


me ayudaba… estaba orando por mí.
LA MADRE PODEROSA
Conozco a un joven –escribe un pensador americano—cuyo
padre murió cuando el muchacho era solamente un niño, y
quien, por esto, fue educado por su madre. Hablando un día
conmigo, me decía: “Una vez fui muy malo. Cuando me
llamó para castigarme y yo temía que me iba a pegar,
cayendo a mi lado sobre sus rodillas empezó a orar por mí
entre amargos sollozos, suplicando a Dios por su querido
hijo. Yo no pude soportar eso y empecé a gritar: “¡Madre,
madre… pégame, pégame mucho, pero no ores así por mí,
no puedo sufrir tanto!”.

Y al fin, el joven me dijo: “Sus palabras llenas de amor y sus


oraciones me hacían sufrir más que todos sus castigos
corporales. Así me obligaba mi buena madre a seguir por el
camino recto”.

UNA ORACIÓN VERDADERA


Un hombre que era cristiano sincero se interesó en
evangelizar a la gente de los países lejanos.

Al principio oraba de esta manera: “Señor: salva a los


paganos”. Y oraba con toda sinceridad.

Después cambio la forma de su plegaria, y la pronunciaba


así: “Señor: manda misioneros a fin de salvar a los paganos”.
Y oraba más fervorosamente.

Más tarde oraba con estas palabras: “Señor: si tú no tienes


otro a quien enviar, envíame a mí”. Y oraba con todo el fervor
de su alma.

En seguida comenzó a orar con toda humildad de la


siguiente manera: “Señor, tú sabes que soy sincero: envíame
a mí; pero si no quieres enviarme a mí, envía a otro”.

No estaba contento con esa manera de orar, y entonces oró


así: “Envía a quien tu quieras; pero ayúdame a pagar parte
de los gastos.” Al orar así se dio cuenta de que había
encontrado la manera de orar correctamente.

LO QUE HIZO DIOS POR ESTEBAN


Cuando el doctor Parker era joven, un infiel le preguntó:
“¿Qué hizo Dios por Esteban?” queriendo decir Dios debía
haberlo salvado de la muerte cruel. Parker contestó
noblemente. “¿Qué hizo Dios por él?” Le dio el poder de orar
pidiendo el perdón de aquellos que lo apedreaban.”

LA VOLUNTAD DE DIOS EN EL
CORAZÓN
He oído hablar de un célebre rey de Polonia, que consumó
grandes hazañas. Cuando le preguntaron cuál era el secreto
de su éxito, les dijo: “Soy hijo de un gran padre, y llevo
siempre conmigo, en un medallón, su retrato. Muy a menudo
lo miro”.

Cada vez que se disponía a entrar en combate miraba el


retrato de su padre y extraía de él el valor
necesario. Cuando tenía que reunirse con sus consejeros
hacía lo mismo y luego actuaba con limpieza.

Es una gran cosa que debe hacer el creyente: llevar consigo


la voluntad de Dios en el corazón y luego, antes de hacer
cualquier cosa, consultarla siempre.

ENCONTRO AL BUEN SAMARITANO


Una mujer llamada Ana Smith llegó al hogar de una familia
muy pobre en donde el jefe de la familia estaba enfermo
sufriendo agudos dolores. La mujer entró a visitar este hogar
con el propósito de hablarles algo acerca de Cristo. Pero el
hombre de muy mal talante dijo a la mujer: “No quiero que
nadie ore aquí ni lea la Biblia, pues no creo en ninguna de
estas cosas”.

Inmediatamente Ana Smith aseguró al hombre y a la esposa


afligida que haría algo para ayudarlos, y se fue para
conseguir provisiones y ropa para la familia. Cuando la
señora Smith regresó, el hombre que bruscamente le había
prohibido que orara o leyera la Biblia le dijo: “Léame por favor
la historia del Buen Samaritano”. La señora Smith lo hizo
con gusto, y cuando terminó de leer dijo el enfermo: “He visto
muchos sacerdotes y levitas, pero nunca antes había visto un
buen samaritano”. La amargura del hombre y sus prejuicios
desaparecieron por causa de una buena acción de una
cristiana.

RESULTADOS DE UNA CENA DE


NAVIDAD EN UN HOGAR
CRISTIANO
Mathra Das era un hombre de Pakistán, de manera que él
había adorado ídolos de barro. Su nombre significaba
“esclavo de un dios”. Un día de Navidad otros de sus
compatriotas que habían oído hablar de Cristo y habían
comenzado a recibir las enseñanzas de él tuvieron una cena
de Navidad. Mathra Das ayudó a pagar la comida de la
misma manera que lo hicieron los demás; pero cuando
comenzó el culto de adoración él se sentó a un lado sin
tomar parte en nada. Después pidió a uno de los cristianos
que le hablara más de aquella religión. Este hombre le dijo
que él mismo no sabía mucho. Pero le obsequió un
Evangelio de Marcos en Gurmukhi.

Das lo leyó. Después compró un Nuevo Testamento en


Gurmukhi y lo leyó todo muy pronto. Con frecuencia iba para
que un evangelista le explicara aquellas enseñanzas. Al poco
tiempo dejó de emborracharse y después fue bautizado con
toda su familia. En seguida tomó el nombre de Das Masih,
que significa “esclavo de Cristo”.
ORACIÓN DE MARTÍN LUTERO
ANTES DE PRESENTARSE ANTE LA
DIETA DE WORMS
“Omnipotente y eterno Dios, ¡qué terrible es este mundo!
¡Cómo quiere abrir su quijadas para devorarme! ¡Y qué débil
es la confianza que pongo en ti! Dios mío, protégeme en
contra de la sabiduría mundanal. Lleva a cabo la obra,
puesto que no es mía; sino tuya. No tengo nada que me
traiga aquí, ni tengo controversia alguna con estos grandes
de la tierra. Desearía pasar los días que me quedan de vida,
tranquilo, feliz y lleno de calma. Empero, la causa es tuya;
es justa, es eterna. ¡Dios mío, ampárame, tú eres fiel y no
cambias nunca! No pongo mi confiaza en ningún hombre.
¡DIOS MIO, DIOS MIO, ¿NO ME OYES? ¿ESTAS
MUERTO? NO; NO ESTAS MUERTO; mas te escondes.
Dios mío ¿dónde estás? Ven, ven. Yo sé que me has
escogido para esta obra. ¡Levántate, pues y ayúdame! Por
amor de tu amado Hijo Jesucristo, que es mi defensor, mi
escudo y mi fortaleza, ponte de mi lado. Estoy listo,
dispuesto a ofrecer mi vida, tan obediente como un cordero,
en testimonio de la verdad. Aun cuando el mundo estuviera
lleno de diablos; aunque mi cuerpo fuera desconyuntado en
el ‘potro’, despedazado y reducido a cenizas, mi alma es
tuya: tu Sagrada Escritura me lo dice. Amén. ¡Dios mío,
ampárame! Amén”.

LA RECETA DEL MÉDICO DIVINO


Una misionera estaba sola en un lugar de China, muy
enferma, entre gente pagana, y lejos de las personas que
podrían ayudarla. La misionera, en medio de su aflicción
clamó a Dios en oración pidiéndole que la ayudara en
situación tan difícil. Desde otro lugar en China un
comerciante le envió varias cajas grandes de avena
escocesa, sin que la misionera se las hubiera pedido. Ella
tenía unos botes de leche condensada. Con estas dos cosas
tuvo que alimentarse y conservar la vida durante cuatro
semanas. Después de este tiempo la misionera se sentía
perfectamente bien de salud. Pasado algún tiempo estaba
ella en un grupo de varias personas cristianas entre las
cuales había un médico, y todos le pidieron que relatara con
pormenores su enfermedad. Terminando esto, el médico
dijo: “Dios oyó las oraciones de usted y le dio más de lo que
usted puede imaginar, pues para la enfermedad que usted
padeció, nosotros los médicos recomendamos como único
alimento y medicina la avena mondada, cocida en agua y
leche hasta formar un líquido espeso. Así pues, Dios
providencialmente le recetó y le envió el remedio más
apropiado.

ALGUNOS EJEMPLOS DE ORACION


Moisés clama a Dios, y el mar es dividido; Josué ora, y
Achán es descubierto, Ana ora, y nace Samuel; Asa ora y
gana una victoria; Daniel ora, y le son reveladas las setenta
semanas; Mardoqueo le ordena a Ester que ayune y ore, y
Amán muere en la horca que él mismo había mandado
levantar para Mardoqueo; Nehemías ora, y el corazón del rey
se ablanda en un minuto; Elías ora, y la lluvia desciende a la
tierra; Eliseo ora, y el Jordán es dividido; Eliseo ora, y un niño
resucita; la iglesia ora ardientemente, y Pedro es libertado
por un ángel; Pablo y Silas oran y cantan, y las puertas de la
prisión les son abiertas y caen las cadenas de todos los
presos.

Hay millares de ejemplos que manifiestan el éxito de la


oración.

ORACIÓN POR MI HIJO


Traigo, Señor, ante tus pies mi hijo
Para que tú lo mires con amor.
¡Misericordia: para su inocencia;
para su frágil vida: compasión!

Su porvenir observo con zozobra:


La tierra gime bajo gran dolor.
Aparta tú el mal de su camino
Y disfrute tu eterna protección.
Tu bendición me alcance para hacerlo
De tus leyes morales, expresión.
Que yo en mi hora de morir lo sepa
Del mundo y de la vida vencedor.

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