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USURA INTERNACIONAL

- Cuando el Estado es cómplice de la usura internacional


- La Baring Brothers y el FMI: los “generosos” de ayer y de hoy
- FMI - Fondo Monetario Internacional
- EL CÍRCULO VICIOSO DE LA DEUDA DEL BANCO CENTRAL
- La lógica del acuerdo Macri-FMI
- Repensando una propuesta global para un problema global
- DINERO Y USURA. Pregunto: ¿Les parece normal y saludable
que debamos pagar intereses a los bancos comerciales por el
dinero creado por ellos sin sacrificio financiero?….y que además,
ese dinero anómalo constituye el 95 % de la oferta monetaria?

- Papa Francisco: la usura, una serpiente que estrangula a las


víctimas
- GERENTES DE LA USURA INTERNACIONAL:
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Cuando el Estado es cómplice de la usura internacional


Por *MIGUEL RODRIGUEZ VILLAFAÑE - 21/05/2018 02

La usura consiste en el cobro excesivo de intereses en un préstamo de dinero que termina enriqueciendo al
prestamista y empobreciendo a quien toma el crédito.

- La Convención Americana sobre Derechos Humanos -Pacto de San José de Costa Rica-, con jerarquía
constitucional en Argentina, dispone que: "tanto la usura como cualquier otra forma de explotación del hombre
por el hombre, deben ser prohibidas por la ley", (artículo 21, inc. 3).
Por su parte, el Código Penal argentino reprime el delito de usura en el artículo 175 bis. En esa norma se
establece que tendrá sanciones de prisión y multa el que, "aprovechando la necesidad, la ligereza o la
inexperiencia de una persona le hiciere dar o prometer, en cualquier forma, para sí o para otros, intereses u otras
ventajas pecuniarias evidentemente desproporcionadas con su prestación u otorga recaudos o garantías de
carácter extorsivo".
No obstante lo determinado por la legislación, en los hechos la usura no ha tenido, por parte del Estado en
general, una firme voluntad de reprimirla o de accionar de manera preventiva. Repárese que esta actividad
delictiva hiere grave e injustamente el patrimonio de las personas, afecta la economía pública, la buena fe en los
negocios y trae desocupación, empobrecimiento, enriquecimientos indebidos, cierre de fuentes de trabajo y
explotación de los débiles. En definitiva, ataca la dignidad de las personas y los pueblos y permite la consumación
de otros delitos. Además se potencia en momentos de crisis económica como la que está viviendo el país.

Cultura especulativa.
Uno de los males más profundos que ha dejado en nuestro país la llamada "patria financiera" es la cultura de la
especulación dineraria desmedida que fue aceptada con permisividad moral por sobre la protección del capital
proveniente del trabajo o de la producción. Hoy la llamada "bicicleta financiera" funciona con más firmeza que en
los años noventa y con mejores beneficios para los abusadores.
Asimismo, el Estado genera y propicia irresponsablemente situaciones ideales para la proliferación de la actividad
usuraria. Con una inflación desmedida, en un contexto de recesión y desempleo, el ambiente resulta propicio
para empujar a las personas y las empresas en manos de los usureros para conseguir, desesperadamente, el
dinero que necesitan.
Por otra parte, no se controla eficazmente a las entidades que dan préstamos, muchas de ellas funcionan de
manera informal, con propaganda tramposa, sin dar información sobre los intereses y los gastos administrativos
abultados que cobran sin justificación. En base a fáciles requisitos de otorgamiento y por sumas de dinero no muy
grandes, se invita a los más débiles a tomar créditos personales con modalidades usurarias. Los sectores
empobrecidos y necesitados solo evalúan su capacidad de pago de las cuotas, sin reparar que terminan pagando
tasas de interés desproporcionados que, en algunos casos, llegan a superan el 100 por ciento del monto del
dinero recibido. A veces, incluso, se retiene parte del capital y se hace firmar como si se hubiera retirado el total y
de esa manera se busca disimular los intereses indebidos que se cobran y los necesitados de dinero aceptan
dichas modalidades abusivas sin poder oponerse. También distintos tipos de comercios, desde zapaterías a casas
de artículos electrodomésticos entre otros, han adoptado engaños similares para otorgar créditos de consumo de
sus productos. Esta modalidad tampoco es controlada debidamente por los organismos estatales pertinentes.
Además, nadie investiga los depósitos de muebles que actúan como casas de empeño disfrazadas que cobran
cifras desmedidas por lo que prestan, con la garantía del bien que se deja en guarda.
A estas modalidades hay que sumar la usura consentida y propiciada, en especial por el actual gobierno nacional
que ha potenciado el endeudamiento externo perpetuo y la usura constituye uno de sus fundamentos. Se ha
dedicado a tomar créditos en dólares, haciendo crecer astronómicamente la deuda sin que la recaudación
tributaria alcance para cubrir los gastos. Al no tener capacidad de devolución a través de la generación de
recursos genuinos, el gobierno solo se ocupa de refinanciar la deuda, tomada en dólares; deuda e intereses se
atienden con nueva deuda, en un proceso de refinanciamiento permanente que se extiende a perpetuidad. Ante
la necesidad inexorable de Argentina de contar permanentemente con dinero, los acreedores usureros nos
someten a condiciones cada vez más extremas.

Partícipes necesarios.
Esta situación se ve agravada en nuestros días a causa de la nueva crisis financiera. Por otra parte muchos de los
funcionarios del gobierno nacional tienen sus dineros depositados en el exterior y han sido beneficiados con el
alza del dólar. Algunos de ellos incluso son representantes locales de la usura internacional como los llamados
"fondos buitres" que esquilmaron a la Argentina y que -sin saciarse nunca- inciaron nuevas demandas contra
nuestro país.
El Estado no puede seguir siendo cómplice y partícipe necesario de la usura, y los que intervienen en
representación de Argentina en las negociaciones no pueden seguir aceptando créditos usurarios.

*Abogado constitucionalista y ex juez federal.

FUENTE: http://archivo.laarena.com.ar/opinion-cuando-el-estado-es-complice-de-la-
usura-internacional-1211627-111.html

La Baring Brothers y el FMI: los “generosos” de ayer y de hoy


Escrito por Manuel Bavaresco — Sec. General CEFyL

17 Julio 2018

Corría el año 1824 cuando, por iniciativa del nefasto Bernardino Rivadavia, las Provincias Unidas del Río de la
Plata contrajeron un préstamo millonario con la Banca inglesa Baring Brothers. Este episodio negro en la historia
de nuestra soberanía nos endeudó con los grandes usureros internacionales y, lo que es aún peor, nos sometió a
los lazos de la dominación extranjera. Ciento noventa y cuatro años después, el Rivadavia del Siglo XXI, Mauricio
Macri, acuerda con el Fondo Monetario Internacional lo que se traduce como el endeudamiento más atroz de
nuestra historia. Parece ser que los mismos personajes de ayer se asoman hoy para vender nuestro país al mejor
postor.

Ambos atropellos a la soberanía nacional son parecidos en esencia. Veamos de qué


manera.
El reciente acuerdo con el FMI es del tipo stand by. ¿Qué significa esto? Que el gobierno negocia con el organismo
internacional un préstamo por 50.000 millones de dólares, pero el dinero va llegando al país en cuotas según se
vayan cumpliendo una serie de condiciones que nos imponen. Dentro de ellas encontramos, por ejemplo, reducir
subsidios en energía y transporte, aumentar la carga tributaria en las provincias, comprometerse con un tipo de
cambio “flexible y determinado por el mercado”, entre otras medidas antipopulares y antinacionales que, claro
está, el gobierno macrista adicto a la extranjería no va a dudar en ejecutar.

Si revisamos nuestra historia, descubrimos que lo que vivimos hoy no es cosa nueva. Nos viene a la memoria un
hecho lejano en el tiempo, pero no por ello menos semejante.

En aquellos años de la década de 1820, el país todavía estaba en proceso de formación. No eran los Estados
Unidos, sino el Imperio Británico el que veía en Sudamérica un lugar más donde clavar sus garras. El empréstito
de la Baring Brothers, más allá de la carga que nos significó tener que pagar enormes sumas de dinero a intereses
altos, tenía otra motivación de fondo que resultó mucho más devastadora para el país: la dominación, o, como
dice Jorge Abelardo Ramos, “la fabulosa moneda política con que el rapaz Imperio Británico comenzó a extender y
profundizar su dominio en el Río de la Plata” (Ramos, p. 101). Como la Argentina debía mucho dinero, Inglaterra,
desde su posición de acreedora, podía extorsionar para que no se tomaran medidas proteccionistas en nuestro
país. Así, los productos de factura inglesa ingresaban a nuestro mercado sin ningún tipo de trabas, destruyendo
toda posibilidad de desarrollar una industria autóctona próspera. La burguesía comercial inglesa y porteña se
enriquecía a costa del empobrecimiento del pueblo argentino.

Condiciones impuestas desde afuera, endeudamiento atroz, grandes mayorías nacionales perjudicadas y
empobrecidas… las escalofriantes semejanzas entre el empréstito de la Baring Brothers y el acuerdo con el FMI no
son producto de la casualidad. Para encontrar el eje de la cuestión, debemos prestar atención a los personajes
que intervienen y, sobre todo, a los intereses que ellos persiguen. Rivadavia ayer y Macri hoy representan a una
clase comerciante y empresaria, en ambos casos dominante, que se enriquece transando con las potencias
extranjeras en detrimento de las grandes mayorías populares. Los personajes, salvando diferencias de contexto
histórico, son los mismos y representan los mismos intereses.

Como diría Jauretche, “si malo es el gringo que nos compra, peor es el criollo que nos vende”. Lo importante es
comprender que, más allá de las potencias externas que pretenden someternos, el verdadero problema reside en
estos personajes cipayos y vendepatria (hoy en el gobierno) que en función de sus intereses de clase están
dispuestos a entregar el país a la dominación extranjera. En tiempos de Macri, revisar nuestra historia en
concepto nos permite entender mejor la naturaleza de quien hoy nos estafa.

Bibliografía y fuentes:
-Jorge Abelardo Ramos. La filantropía de la Banca Baring. En: Revolución y Contrarrevolución en la Argentina.
Tomo 1: Las masas y las lanzas (1810−1862).

-José María Rosa. Capítulo 3: El empréstito. En: Rivadavia y el imperialismo financiero.

Memorándum de Políticas Económicas y Financieras (MPEF), dirigido a Christine Lagarde, Directora Gerente del
Fondo Monetario Internacional. 12de junio de 2018. Publicado en Ámbito Financiero, jueves 14 de junio de 2018.

En línea: http://www.ambito.com/924535-el-gobierno-dio-a-conocer-los-detalles-del-acuerdo-stand-by-con-el-
fmi-inflacion-de-un-digito-en-2021-y-deficit-cero-en-2020

FUENTE: http://www.revuniversitaria.com.ar/index.php/opinion/1877-la-baring-
brothers-y-el-fmi-los-generosos-de-ayer-y-de-hoy
FMI - Fondo Monetario Internacional
La decisión de establecer el Fondo Monetario Internacional (FMI) se adoptó en una conferencia celebrada en
Bretton Woods (EEUU) en julio de 1944. El FMI inició oficialmente su existencia el 27 de diciembre de 1945, con
la firma de su Convenio Constitutivo. Sus operaciones financieras se iniciaron el 1ro de marzo de 1947.

- Cantidad de países miembro (año 2002): 183. - Órganos directivos: Junta de Gobernadores, Comité Monetario
y Financiero Internacional, Directorio Ejecutivo. - Personal: aproximadamente 2.650 empleados procedentes de
140 países. - Unidad de cuenta: Derecho especial de giro (DEG). - Total de cuotas: DEG 212.400 millones (U$S
265.000 millones ).

Porque se creo el FMI


El Fondo Monetario Internacional es una organización internacional; sus países miembro se han obligado por
contrato, a cumplir determinadas reglas, a cooperar en cuestiones de política monetaria internacional y
de flujos de fondos y a cooperar financieramente entre sí para superar déficits en la balanza de pagos. De esta
manera se quiere cooperar con el crecimiento del comercio internacional y así lograr un elevado nivel de
empleo y de ingreso real. La fundación del FMI tuvo mucho que ver con la fundación simultánea del Banco
Mundial, su organización hermana para la financiación del desarrollo.

Con propuestas norteamericanas y británicas (Planes "White" y "Keynes") se unieron los enviados de 45
naciones en la "Conferencia Monetaria y Financiera Internacional de las Naciones Unidas y Asociadas" en julio
de 1944 en Bretton Woods (Estados Unidos) - de ahí el nombre "Sistema de Bretton Woods". La organización
monetaria internacional de post - guerra surgió de ese acuerdo y tuvo vigencia hasta 1973. En el Sistema de
Bretton Woods, las paridades entre las monedas jugaban un rol central. En diciembre de 1945 tomó vigencia el
Acuerdo del FMI y desde entonces fue modificado tres veces en 1969, 1978 y 1992. El FMI tiene asiento en
Washington D.C., en los Estados Unidos.

Con la delegación de las políticas cambiarias al FMI, los países miembros querían evitar los errores cometidos
durante los años 30. En esa época, los países devaluaron con frecuencia para mejorar sus términos de
intercambio, lo que se llamó la política de "empobrecer al vecino" ("beggar thy neighbour"). El respaldo
del FMI sirve para que el comportamiento ante problemas de balanza de pagos sea cooperativo. Con llamado
Sistema de Paridades, estas reglamentaciones funcionaron bien durante mas de dos décadas.

Los buenos propósitos


En el artículo I del Convenio Constitutivo se indica que "la misión del FMI es: fomentar la cooperación
monetaria internacional; facilitar la expansión y el crecimiento equilibrado del comercio internacional;
fomentar la estabilidad cambiaria; coadyuvar a establecer un sistema multilateral de pagos, y poner a
disposición de los países miembros con dificultades de balanza de pagos (con las garantías adecuadas) los
recursos generales de la institución. En general, y de conformidad con sus otros objetivos, el FMI se encarga de
velar por la estabilidad del sistema financiero internacional".

Según sus estatutos, el FMI ofrece asistencia técnica y capacitación para ayudar a los países a fortalecer su
capacidad humana e institucional y elaborar y poner en práctica políticas macroeconómicas y estructurales
eficaces. La asistencia técnica se suministra en diversas áreas generales, incluidas las de política fiscal, política
monetaria y estadísticas.

¿Para qué se creo el FMI?


Según las expresiones emanadas del propio organismo, el FMI mantiene un diálogo en materia de políticas con
sus países miembros a través del proceso de supervisión. El FMI evalúa una vez al año la política cambiaria de
los países miembros en el marco de un análisis global de la situación económica general. Además, el FMI realiza
una labor de supervisión multilateral, cuyos resultados se resumen en la publicaciones Perspectivas de
la economía mundial (bianual) y Global Financial Stability Report (trimestral).
Asistencia Financiera

El FMI otorga créditos y préstamos a sus países miembros con problemas de balanza de pagos en respaldo de
políticas de ajuste y reforma. Al 28 de febrero de 2002, el FMI mantenía créditos y préstamos pendientes de
reembolso a favos de 88 países por un monto total de U$S 77.000 millones aproximadamente.

Críticas al FMI
Desde amplios sectores de la comunidad académica (liderados por Joseph Stiglitz), periodistas, sectores
políticos, organizaciones no gubernamentales y grupos independientes se viene cuestionando al accionar el
accionar del FMI llegando en casos a reclamar su abolición.

La realidad de los países subdesarrollados constituye el ejemplo vivo del abismo que media entre los
declamados buenos propósitos y la realidad. Se afirma que la gigantesca estructura del FMI alberga una
organización dedicada a la usura internacional, en detrimento de las economías menores y en severos
perjuicios de los países que al ser "socorridos", caen en la trampa de sus "benévolos y generosos" empréstitos,
suscritos con la complicidad de los gobiernos corruptos y sus funcionarios, gerentes locales que colaboran en
forma activa y eficaz con el FMI en la consumación de una política expoliadora.

FUENTE: https://www.econlink.com.ar/definicion/fmi.shtml

EL CÍRCULO VICIOSO DE LA DEUDA DEL BCRA


10 de enero de 2019

"...estamos asistiendo a una sangría monetaria y cambiaria que conlleva probablemente el saqueo financiero más
grande de la Historia Argentina y la misma se está desarrollando hoy –aquí y ahora- bajo las narices del Pueblo
Argentino, al amparo de la corrupción que supone el pago de estas sumas irracionales de Intereses por parte de la
administración Macri, con la complicidad de la Clase Política que nada dice al respecto y con el encubrimiento de
los grandes medios de comunicación que manejan la opinión pública..."

EL CÍRCULO VICIOSO DE LA DEUDA DEL BANCO CENTRAL


Lic. Héctor L. GIULIANO
Buenos Aires, 9.1.2019

La conocida expresión círculo vicioso - según la Real Academia Española (RAE) - se define como el “vicio del
discurso que se comete cuando dos cosas se explican una por otra recíprocamente, y ambas quedan sin
explicación; por ejemplo, abrir es lo contrario de cerrar, y cerrar es lo contrario de abrir”.

En términos técnicos podríamos hablar de causación circular: la acción o efecto de causar aplicada a la retro-
alimentación de un problema. En este caso, el problema es la Deuda y, más específicamente, la Deuda del Banco
Central (BCRA).

En línea con este planteo de base, lo que sigue es un borrador de ideas – una suerte de razonamiento en voz alta
– acerca de un problema financiero-fiscal clave para el Estado Argentino que se da en el marco del Sistema de
Deuda Perpetua en que vive nuestro país y es la cuestión del arbitraje entre Tipo de Cambio y Tasas de Interés,
causa y efecto de ese problema central.

La Tasa de Interés y el Tipo de Cambio se mueven básicamente en relación inversa: cuando aumenta la Tasa de
Interés tiende a bajar el Tipo de Cambio y recíprocamente cuando la Tasa baja el Cambio tiende a subir.

La formulación del problema podría sintetizarse así:


El BCRA – con el argumento declarativo de lucha contra la Inflación – sube la Tasa de Interés de Referencia (que
es el piso de las tasas del Mercado) pero en realidad lo hace para contener el alza del Dólar. Más con ello atrae el
ingreso de capitales especulativos del exterior, que entran al país para aprovechar el diferencial de altas tasas de
interés domésticas, que son un múltiplo de las internacionales. El BCRA no puede bajar las tasas, porque si ven
mermar sus ganancias relativas se produce la salida de esos capitales que entraron, lo que hace subir el tipo de
cambio (por menor oferta de divisas), ese aumento del dólar se traslada a los precios y entonces el Banco tiene
que volver a subir la Tasa de Interés para retener los dólares.

Ergo, estamos dentro del circuito en que las Tasas de Interés suben para frenar el aumento del Dólar pero ese
freno o contención del Dólar presiona a la suba las Tasas de Interés.

Con la paradoja que ambos factores – Tipo de Cambio y Tasas de Interés – presionan a su vez sobre la Inflación
(que es el supuesto objetivo que se quiere evitar), dado que los dos factores se trasladan igualmente a los precios.

Por ende, no es cierto que el objetivo del aumento de las Tasas de Interés es luchar contra la Inflación sino que el
objetivo primario es tratar de controlar la cotización del Dólar. Y ambas variables – tipo de cambio y tasas de
interés – se retro-alimentan entre sí.

EN EL PRINCIPIO ERA LA DEUDA


La Argentina se encuentra metida desde hace más de 40 años (1976-2019) y sin solución de continuidad en una
trampa de Deuda Pública Perpetua, donde frente a montos de endeudamiento impagables el país vive
refinanciando en forma permanente el Capital o Principal de sus pasivos – hasta el último centavo – tomando más
deuda y pagando cada vez más Intereses.

Este proceso ha sido mantenido bajo todos los gobiernos que se han sucedido durante este largo período –
cualquiera haya sido su signo político – y en la actualidad, bajo la administración Macri, ha sido llevado al
paroxismo de una Deuda incontrolable y con destino final incierto: un nuevo Default o, para conjurarlo, otro
Megacanje (tarea que pasaría al próximo gobierno).

Pero para entender este proceso y cómo funciona el Sistema de la Deuda sigamos el razonamiento
correspondiente:
a) Dada la existencia de una Deuda Pública Impagable y el consiguiente aumento astronómico de sus Intereses la
Argentina – bajo la nueva Política Macri de Gobernar con Deuda – cayó en forma acelerada en un Default por
impago, situación que se cubre con el mega-préstamo Stand-By del Fondo Monetario Internacional (FMI), que es
lo que hoy le permite a la administración macrista poder llegar al fin de su mandato este año.

b) La contrapartida exigida por el FMI – en su rol de Auditor de los Acreedores financieros del Estado – es un
Programa de Ajuste que comprende básicamente el aumento de los Ingresos Fiscales vía mayor Presión Tributaria
y la contención del Gasto Público a través de la baja de las remuneraciones reales que se pagan por
Sueldos/Salarios, Jubilaciones/Pensiones y Planes Sociales, a través de la reducción de Subsidios a los Servicios
Públicos (que se traduce en aumentos extra-ordinarios y generalizados de Precios y Tarifas) y a través de la
disminución de las Inversiones Públicas.

c) Este esquema produce caída del Consumo, Recesión Económica, Desempleo y Pobreza, y está destinado a
cumplir una gran ecuación: garantía de pago de Servicios de la Deuda por medio de un fortísimo ajuste fiscal y
económico, para poder responder al pago de los intereses crecientes producto del mayor endeudamiento.

Ahora bien, qué rol cumple el BCRA dentro de este esquema?

TRAMPA POR RECURRENCIA FINANCIERA


La secuencia de pasos que hoy se desarrolla en función del programa de ajuste dictado por el FMI tiene que ser
entendida tanto a nivel conceptual como práctico y para ello es necesario comprender la lógica y la mecánica del
proceso financiero que acompaña al sistema de endeudamiento del Estado y que lo determina.

Veamos cuál es básicamente esta secuencia, que conlleva el arbitraje institucional entre tipos de cambio y tasas
de interés, desde el ángulo del BCRA:

a) El BCRA aumenta las Tasas de Interés a través de la Tasa de Referencia de su propio endeudamiento
(fundamentalmente sus pasivos a corto plazo por Leliq y Pases) y con ello incrementa en forma astronómica sus
pérdidas por Intereses a Pagar.

b) Este altísimo nivel de las tasas locales atrae capitales especulativos que ingresan al país para lucrar con el
diferencial de tasas frente a los bajos niveles de intereses que se pagan en el Mundo.

c) Con la entrada de estas divisas aumenta artificialmente el stock de las Reservas Internacionales del BCRA.
Entendiendo por artificial el hecho que no son capitales provenientes de operaciones económicas y/o comerciales
comunes sino negocios transitorios – de muy corto plazo – de naturaleza exclusivamente financiera: lo que se
denomina Inversiones Financieras Autónomas, esto es, que ofrecen una rentabilidad en función no de la actividad
productiva directa sino en función de otros Activos Financieros, reales y/o derivados.

d) Estos capitales financieros externos no se colocan en la actividad privada local sino en el Sector Público,
principalmente en la deuda cuasi-fiscal citada del BCRA por Leliq y Pases Pasivos, que pagan tasas de interés
récord en la Argentina y en el Mundo.

e) Es decir, que la entrada de tales capitales especulativos implica un aumento del Gasto del Estado por Intereses,
tanto del Tesoro Nacional como principalmente del BCRA, siendo que hoy el rubro Intereses es el primero del
Banco en orden de importancia y también el primero de los gastos fiscales netos.

f) Por los dólares ingresados – que aumentan el Activo por Reservas Internacionales - el BCRA emite Pesos; pero
luego absorbe inmediatamente esos pesos colocando Letras (Leliq) y Pases Pasivos correspondientes al valor
emitido.
g) Con ello, el aumento del Activo por Divisas queda neutralizado contable y financieramente por el paralelo
aumento del Pasivo por concepto de Letras y Pases; aunque con la importantísima particularidad que debido a
esta operatoria el BCRA pasa a cargar más pérdidas a su cuenta de Intereses a Pagar.

h) Se trata, en definitiva, de una forma de compra de Reservas con Deuda (lo mismo que ocurría ya bajo el
Kirchnerismo, aunque ahora en mucha mayor escala).

i) O sea, que la entrada de capitales financieros no sólo produce un aumento artificial de las Reservas – por
tratarse de fondos transitorios o volátiles – sino que a la vez provoca una Emisión Monetaria que es absorbida con
pasivos del propio BCRA.

Caramba, esto significa que si esos fondos especulativos no hubiesen entrado al país – atraídos por las altas tasas
de interés que paga el BCRA – el BCRA no habría emitido esos pesos y, consecuentemente, no los hubiera tenido
que rescatar pagando altísimas tasas de interés.

Esto es, que le hubiera salido más barato al BCRA imprimir directamente los billetes que hacerlo – como lo hace –
contra entrada de moneda extranjera y quedándose con Deuda que toma a tasas de interés del orden del 60 %
anual (que son las tasas más altas del planeta).

Porque toda entrada de divisas sin correlato en el aumento de riqueza nacional – a diferencia del caso de las
Inversiones Extranjeras Directas (IED) o de la liquidación de Exportaciones - no sólo expande la Base Monetaria
(BM) sino que lleva al BCRA a neutralizar ese incremento colocando de inmediato deuda cuasi-fiscal.

Dicho en términos más simples: que si esos capitales financieros no hubiesen entrado el BCRA no hubiera tenido
que emitir Deuda.

Está así el gobierno Macri inventando Deuda a través del BCRA?

EL SOFISMA DE LA DEUDA DEL BCRA


La palabra sofisma – según la RAE - quiere decir razón o argumento falso con apariencia de verdad.

El BCRA – desde la gestión de macro-endeudamiento Sturzenegger hasta la fecha – viene sosteniendo que el
aumento de las Tasas de Interés es necesario para frenar la Inflación en la Argentina pero esta postura es muy
discutible desde el punto de vista teórico y práctico:

1. Porque la Tasa de Interés es también un factor de Inflación, con el agravante que se extiende más rápidamente
– en realidad, en forma inmediata – y afecta toda la cadena de valor que determina los precios de la Economía.

2. Porque la Tasa de Interés, cuando no se aplica a proyectos económicos con Tasa de Retorno (TIR) superior a la
tasa financiera del préstamo sino a refinanciaciones sistemáticas de Deuda es – por definición – una pérdida
directa, gravosa y sin recupero para el Deudor, como en el caso argentino (lo que es válido tanto para la Tesorería
como para el BCRA).

3. Porque la Tasa de Interés aumenta el Gasto Público – Fiscal y Cuasi-fiscal o del BCRA – acentuando el peso del
Déficit consolidado del Estado (que paradójicamente es aquello que se dice querer bajar) y ese déficit se cubre
con más Deuda.

Y esto que se plantea aquí conceptualmente tiene además una demostración empírica porque, pese al
sempiterno argumento del gobierno y del establishment financiero al respecto, tres años de sobre-
endeudamiento macrista en gran escala, con el estribillo de la necesidad de altas tasas de interés para luchar
contra la inflación, no sólo no han logrado resultados de baja de la Inflación sino que, por el contrario,
contribuyeron a incrementarla y a mantenerla elevada.
LA ARGENTINA COMO NUEVA EXPERIENCIA PILOTO DEL FMI
Pero retomemos ahora – con estos nuevos elementos de juicio - nuestro razonamiento, que habíamos dejado en
el punto h):

j) Tenemos que el BCRA no aumenta la Tasa de Interés para luchar contra la Inflación sino para tratar de controlar
el Tipo de Cambio, aunque lo haga en forma indirecta.

k) La tríada Tipo de Cambio-Tasa de Interés-Inflación, que es el complejo básico y clásico de la Economía


Financiera, da la clave de todo esto cuando se responde a la pregunta de cuál de estas tres variables –
íntimamente relacionadas entre sí – es la que manda; siendo que la cruda realidad nos muestra que la variable
que manda es el valor del Dólar.

l) El gobierno necesita un tipo de cambio comparativamente bajo y retrasado para poder garantizar el pago de los
Servicios de la Deuda en Moneda Extranjera, sea Externa o Interna.

m) La tendencia hacia un tipo de cambio bajo está implícita en la Política de Gobernar con Deuda de la
administración Macri por la sencilla razón que el Estado Argentino recauda en Pesos – salvo los gravámenes sobre
el Comercio Exterior – pero su deuda está contraída mayoritariamente en Moneda Extranjera o ajustada por tipo
de cambio: es el 80 % del total de la Deuda del Tesoro y hoy está agravada por el hecho que además la Deuda
cuasi-fiscal del BCRA está expuesta en su totalidad al paso por arbitraje de pesos a dólares.

n) De hecho, después de la mega-devaluación de Diciembre de 2015 (que produjo una pérdida financiera al BCRA
de 53.000 M$ por diferencias de cambio en los contratos de Dólar Futuro y se trasladó íntegramente a precios
durante el Verano 2016) la administración Macri mantuvo una política de atraso cambiario en el período 2016-
2017, que duró hasta el estallido de la cotización del dólar a partir de Abril del 2018; siguiendo para ello la regla
cíclica que muestra que a los tiempos de corsé cambiario siguen inexorablemente, temprano o tarde, los tiempos
de explosión del tipo de cambio, con las consiguientes Crisis de Deuda por descalce monetario-cambiario y
Default por incapacidad de repago.

o) Pero a diferencia de lo ocurrido en otras oportunidades, esta vez la nueva Crisis de Deuda no estalló por el lado
del Tesoro sino que lo hizo por el lado del BCRA, como resultado de la llamada Bomba de las Lebac, hoy sustituida
por la Bomba de las Leliq y de los Pases Pasivos.

p) Frente a la dramática coyuntura de sobre-endeudamiento del BCRA, derivada de la entrada de Capitales


Financieros, fue creciendo el quantum de los Intereses a Pagar y la dependencia frente a los Acreedores por la
natural lógica extorsiva de: o me das más Tasa o me voy al Dólar.

q) Y una salida masiva de dólares – como la que se produjo entre Mayo y Junio pasado (más de 12.000 MD en dos
meses) – no sólo significó la pérdida de Reservas sino también el aumento de las cotización del Dólar en la plaza
local, con el agravante de su traslado a precios (que es más Inflación) y de su mayor peso en el pago de los
servicios de la Deuda en Moneda Extranjera (que son aumento del Gasto Público y del Déficit Fiscal por
incremento de los Intereses).

r) Frente a esta emergencia financiera, derivada de la nueva Crisis de Deuda – una crisis que provocara la propia
administración Macri por culpa de su Política de Gobernar con Deuda - el gobierno pide entonces ayuda urgente
al FMI, que le otorga un préstamo récord histórico – para la Argentina y para el propio FMI – a los fines de
sostener el pago de los servicios de intereses a los Acreedores y de proveer divisas al BCRA para financiar la Fuga
de Capitales.

s) De esta manera, después del fracaso de su Política Económico-Financiera y Social el gobierno Macri recibe el 90
% de los desembolsos del crédito Stand-By del FMI en el período 2018-2019 (51 sobre 56.300 MD) para poder
llegar al fin de su mandato y le pasa la cuenta a pagar al próximo gobierno electo.
En consecuencia, el sobre-endeudamiento paralelo del Tesoro y especialmente del BCRA llevan así a un esquema
estructural ligado al movimiento de los capitales financieros que institucionaliza el sostén de las Reservas con
Deuda y con ello la dependencia del arbitraje entre Tipo de Cambio y Tasas de Interés.

Con lo que se cumple el enunciado del círculo vicioso de la Deuda cuasi-fiscal del BCRA: 1. Las Tasas de Interés del
Banco suben, 2. Al subir las Tasas ingresan Capitales Externos especulativos, y 3. La Emisión Monetaria, producto
del ingreso de estas divisas, se absorbe pagando altas Tasas de Interés.

Y entonces el circuito del Eterno Retorno de la Deuda vuelve a empezar.

Se da así la paradoja que cuanto más aumentan las Reservas del BCRA - vía ingreso de fondos financieros - más
vulnerables devienen dichas reservas porque están expuestas a las transferencias por volatilidad de capitales,
dado que la Argentina bajo la gestión Macri se ha transformado nuevamente en el paraíso financiero de los
capitales especulativos del Mundo, que obtienen ganancias récord por arbitraje y gozan de total libertad para
entrada y salida del país.

Lo que equivale a una suerte de “inflación de Reservas” porque es un incremento del nivel de reservas que se da
contra aumento de los pasivos del Banco: un derivado de su Política de compra de Reservas con Deuda.

Con el agravante que con ello se va configurando cada vez más una categoría superior del problema del Banco –
del que todavía no se habla - que es el proceso hacia una gradual privatización indirecta de hecho del BCRA,
porque un Banco Central sin Reservas Propias, sobre-endeudado y sin liquidez ni solvencia para poder sostener el
cumplimiento de sus obligaciones – como no sea pagando indefinidamente cada vez más intereses – es un Banco
Central sin capacidad de Política Financiera, controlado y dependiente de la voluntad o el juego de sus
acreedores, y pierde su razón de ser como Banco oficial del Estado.

CONSIDERACIONES FINALES
El problema de la Deuda es el Alfa y el Omega, el Principio y el Fin de la Política de Gobierno y, por ende, de todo
lo que ocurre en la Argentina en materia financiera, económica y política.

La Deuda no es un hecho o un proceso aislado; la Deuda es un Sistema y un sistema viviente, operativo y retro-
alimentado a diario. Y hoy lo estamos comprobando en la Argentina bajo sus formas más perversas y recurrentes.

En línea con lo que dijimos en la Nota 4: estamos asistiendo a una sangría monetaria y cambiaria que conlleva
probablemente el saqueo financiero más grande de la Historia Argentina y la misma se está desarrollando hoy –
aquí y ahora - bajo las narices del Pueblo Argentino, al amparo de la corrupción que supone el pago de estas
sumas irracionales de Intereses por parte de la administración Macri, con la complicidad de la Clase Política que
nada dice al respecto y con el encubrimiento de los grandes medios de comunicación que manejan la opinión
pública.

Es la situación patética de una administración de Gobierno fracasada que, para mantener su supervivencia
financiera y política, entre Tesorería y BCRA vive pagando intereses de 4.500 M$ (≡ 120 MD) por día: 190 M$ (≡ 5
MD) por hora que pasa de nuestra vida.

Son 135.000 M$ (≡ 3.550 MD) por mes y 1.643.000 M$ = 1.64 B$ (43.200 MD) en un año.

Es la forma en que se cumple la profunda lógica de la Usura: garantizar a los Acreedores financieros del Estado
que su Deudor nunca pueda dejar de ser Deudor.

Publicado por jr en 21:28 - Etiquetas: deuda eterna, giuliano, usureros y banqueros


La lógica del acuerdo Macri-FMI
30 de diciembre de 2018

"Pocas veces se ha dado una muestra tan demoledora de irresponsabilidad financiera gubernamental, con el
agravante que ello se hace a costa de la mayor transferencia de recursos del Estado y del Pueblo Argentino que se
tenga memoria en beneficio del Sector Financiero-Bancario – interno e internacional..."

La lógica del acuerdo Macri-FMI


Lic. Héctor Giuliano

25-12-1018

El gobierno Macri ha fracasado: es uno de los fracasos más estrepitosos en materia financiera, económica y social
de la Historia Argentina.

En sus tres años de gestión Macri no ha mejorado ninguna de las variables que indiquen una evolución positiva en
estos tres sectores básicos de la vida nacional y, por el contrario, las ha empeorado todas: Inflación, Tipo de
Cambio, traslado de la Devaluación a Precios, caída de los Salarios Reales, baja de las Jubilaciones/Pensiones y del
valor de los Planes Sociales, Pobreza/Indigencia, Sub-ocupación/Desempleo, Déficit Fiscal, Déficit de Cuenta
Corriente de la Balanza de Pagos, aumento de la Deuda Pública, aumento más que proporcional en sus Intereses y
menor plazo promedio de las nuevas obligaciones, caída del Consumo, baja de la actividad industrial – con menor
aprovechamiento de lacapacidad instalada – falta de Inversiones Productivas y de Inversiones Extranjeras Directas
(IED) pero, en cambio, enorme aumento de las Inversiones Financieras Autónomas, Recesión Económica y
Crecimiento negativo del PBI.

Éstos son los hechos: no son consideraciones subjetivas ni interpretaciones distorsionadas o tendenciosas de la
realidad.

El presidente Macri ha vivido vendiendo expectativas a falta de poder mostrar resultados concretos desde
sucampaña electoral y la asunción del gobierno a fines del 2015 hasta hoy; y lo sigue haciendo en el último año de
su mandato, en que las autoridades, el Fondo Monetario (FMI) y los economistas del establishment auguran
ahora señales de recuperación recién desde fines del Segundo Trimestre del 2019 (!), esto es, en las postrimerías
de su período de gestión.

Macri vino a Gobernar con Deuda y en dos años llevó al país a un nuevo Default. Esto fue detonado por la toma
sistemática y generalizada de nuevas obligaciones sin la más mínima capacidad de repago, tanto de la Tesorería
como del BCRA y también de las Provincias (con la de Buenos Aires a la cabeza).

Pocas veces se ha dado una muestra tan demoledora de irresponsabilidad financiera gubernamental, con el
agravante que ello se hace a costa de la mayor transferencia de recursos del Estado y del Pueblo Argentino que se
tenga memoria en beneficio del Sector Financiero-Bancario – interno e internacional – aliado del Gobierno.

El vertiginoso aumento de la Deuda fue acompañado por un aumento más que proporcional en el pago de sus
Intereses: el tan denostado aumento del Gasto Público está piloteado justamente por estos intereses, que son
incluso superiores al Gasto Previsional Neto (Aportes/Contribuciones menosJubilaciones/Pensiones): para el año
2019 el gasto presupuestado de Intereses es de 746.400 M$1mientras que el neto previsional es de 420.000 M$
(1.63 B$ – 1.21B$).

Según las leyes de Presupuesto respectivas, los intereses a pagar –medidos en dólares – eran unos 10.000 MD en
2016, 14.000 MD en 2017, 21.000 MD en 2018 (406.500 M$) y 18.600 MD para 2019 (746.400 M$, casi el doble
que el año actual); aunque con la importante aclaración que en estos dos últimos casos los importes resultarían
en la práctica mucho mayores que los previstos porque las tasas que se empezaron a concertar desde la Crisis de
Deuda que desató la corrida cambiaria hacia fines de Abril son más altas que las tasas promedio de la Deuda Total
con que fueron elaboradas las previsiones presupuestarias.

El ritmo de aumento de los intereses es superior al del aumento del Gasto Público Primario general: en los 10
primeros meses de 2018 -que es la última información oficial disponible (período Enero-Octubre) – el aumento
promedio de los Gastos Primarios fue del 21.4 % mientras que el aumento de los Intereses Pagados fue del 64.2%,
es decir, que los Intereses crecen tres veces más que el crecimiento de los gastos generales.

Ergo, que frente al remanido lamento sobre el peso del Gasto Público siempre se omite decir que el principal
rubro que provoca el aumentodel Gasto – que es a la vez el componente determinante del Déficit Fiscal – y el
rubro que tiene mayor ritmo de crecimiento es el pago de los Intereses de la Deuda Pública.

Y para cubrir este déficit causado por los Intereses de la Deuda se sigue tomando más Deuda.

NUEVA CRISIS DE DEUDA


Frentea la Crisis de Deuda desatada por el acelerado sobre-endeudamiento macrista – tanto del Tesoro Nacional
como del BCRA – en Abril de este año el problema estalló por el lado del Banco.

Desde fines de 2015 hasta Marzo de 2018 – gestión Sturzenegger – el stock de la Deuda por Letras de Corto Plazo
LEBAC (la mayoría a 30 días promedio) se multiplicó por 4: de 346.300 M$ a 1.383.700 M$(1.38 B$).

A lo que hay que sumar el fuerte aumento también de los Pases Pasivos en el mismo período (que son
colocaciones a sólo 1 y 7 días) y la reciente incorporación de las LELIQ, que son Letras de Liquidez tipo LEBAC a
menor plazo (7 días) y pagan tasas de interés más altas.

Notablemente,el proclamado desarme de la Bomba de LEBAC se ha venido realizando a costa de crear la nueva
Bomba de las LELIQ, que – como decimos – son obligaciones a menor término y mayor tasa.

Al 30.11.2018 el saldo de la deuda cuasi-fiscal del BCRA era de 1.305.300 M$ (1.3 B$ ≡ 34.300 MD): a) 832.700 M$
de LEBAC/LELIQ(116.300 y 711.400 M$ respectivamente, más 4.900 de otros instrumentos), y b) 472.600 M$ de
Pases Pasivos.

Esta masa de deuda en cabeza del BCRA, que devenga una tasa del orden del 60 % anual, significa el costo
financiero sin precedentes de más de 783.000 M$ en un año: 2.200 M$ por Día ó 65.300 M$ por Mes.

Si a esto le sumamos los Intereses que paralelamente paga el Tesoro Nacional, que según el Presupuesto 2018
estaban estimados en 1.100 M$ promedio diarios pero que ahora han tenido ulteriores aumentos de tasas que
los llevarían a 1.400 M$/Día o más, tenemos que el Estado Argentino – solamente por estas dos grandes masas de
endeudamiento público – tiene un piso de Intereses a Pagar del orden de los 3.300 M$ por Día.

Como dato comparativo: según noticias del Ministerio de Desarrollo Social, hoy el Gobierno gira 1.500 M$
mensuales a la Provincia de Buenos Aires para contener la situación social del Conurbano Bonaerense. Es decir,
que para aguantar los efectos de la Pobreza creciente que genera el extraordinario aumento de la Deuda del
Estado y el pago de sus Intereses la administración Macri gasta en un mes de ayuda social a la provincia menos de
la mitad de los intereses que paga en un sólo día a los acreedores financieros del Estado.

El aumento desproporcionado y acelerado de la Deuda Pública Macri, combinando el descontrol de la Deuda del
BCRA con el empeoramiento del monto, costo y perfil de vencimientos de la Deuda del Gobierno Central – dada la
magnitud creciente de Letras del Tesoro (LETE) y Letras Capitalizables (LECAP, con anatocismo mensual) – llevó a
la nueva Crisis de Deuda que vivimos y a la consiguiente corrida cambiaria desde fines de Abril de este año,
derivada de la abrupta salida de capitales de las LEBAC y su pase masivo a dólares por parte de grandes bancos y
fondos de inversión especulativos, quepusieron en jaque las reservas internacionales y la estabilidad monetaria y
cambiaria del Gobierno (un movimiento que fue lideradopor la banca Morgan Stanley).
Frente a esta situación el presidente Macri, a los fines de salvar la continuidad financiera y política de su gobierno,
decidió pedir asistencia al FMI con carácter de urgencia.

SALVATAJE DEL FMI


Aprincipios de Mayo, como producto inmediato de la Crisis de las Lebac y la imposibilidad de sostener el pago de
los Servicios de la Deuda Pública en general, el presidente Macri solicitó ayuda urgente al FMI.

En Junio, el Fondo le acordó a la Argentina un préstamo Stand-by extraordinario de 50.000 MD – el más grande de
la historia de nuestro país y también de la historia del propio FMI – de los que le desembolsó de inmediato 15.000
MD, dólares que en su gran mayoría fueron destinados no a cubrir el Déficit Fiscal sino la venta de divisas de las
reservas internacionales del BCRA, esto es, afinanciar la fuga de capitales (bajo la gestión Caputo, que sucedió a
Sturzenegger).

Dado el incumplimiento de las condicionalidades del Fondo y la dilapidación de sus recursos prestados, en
Octubre se tuvo que firmar un nuevo Acuerdo – o Stand-by modificado – que amplió el monto otorgado a 56.300
MD pero endureció más todavía las exigencias del Ajuste y el cronograma de medidas a adoptar en materia
financiera.

Bajo la nueva dirección del BCRA – a cargo de Guido Sandleris – se implementaron entonces los requerimientos
del nuevo convenio con el Fondo, cuyas principales medidas establecen lo siguiente:

En materia monetaria, el abandono del mecanismo de Metas de Inflación y su reemplazo por un esquema de
Emisión Cero o nulo aumento de la Base Monetaria hasta Junio de 2019, o sea, una limitación de los medios de
pago circulantes o restricción de la Liquidez y del Crédito para forzar Recesión en la Economía con el argumento
de contener la Inflación (un objetivo manifiestamente incumplido hasta la fecha).

El aumento de la Tasa de Interés de Referencia del BCRA al 60 % anual – que es la tasa que determina la base de
todas las tasas del Mercado – con un piso garantizado a los acreedores financieros de las nuevas LELIQ (que
empezaron a reemplazar a las LEBAC) y de los Pases Pasivos del Banco. Tasas que llegaron a más del 70 % en las
primeras semanas posteriores al comienzo del programa, provocando un agravamiento de la Recesión Económica
y la Pobreza.

A diferencia de las LEBAC, que podían venderse a Fondos de Inversión (FI) y acreedores privados en general, las
LELIQ sólo se venden a Bancos, que las pueden utilizar para integrar sus encajes sobre depósitos, lo que implica
una forma indirecta de remuneración de las inmovilizaciones bancarias (como lo fuera la Cuenta de Regulación
Monetaria en época de Martínez de Hoz), aunque ello no impide la intermediación de los FI a través de los
Bancos, como sigue ocurriendo.

En materia cambiaria, se formaliza el régimen de Libre Flotación del Tipo de Cambio, con restricciones expresas
de intervención del BCRA dentro de una determinada banda (que originariamente era de 34-44 $/US$ y que se
indexa al 3 % mensual). Esto significa que el Mercado Cambiario queda sujeto a los movimientos de los grandes
fondos especulativos internacionales bajo compromiso de inacción del BCRA y con topes para dichas
intervenciones, que eran de 150 MD diarios y ahora fueron bajadas a sólo 50, esto es, a un nivel de inoperancia
estatal como para poder influir sobre la cotización del Dólar.

En función de ello, especialmente desde Agosto, se viene produciendo una nueva ola de ingresos de capitales
golondrina – FI de corto plazo que lucran con el arbitraje entre tipo de cambio relativamente estable y tasas de
interés locales, que son las más altas del mundo y que paga el propio Estado Argentino a través de las letras del
BCRA y del Tesoro.

Estos capitales incrementan artificialmente el nivel de Reservas del BCRA – que actualmente se encuentra en el
orden de los 51.000 MD pero no le garantizan su permanencia, lo que deja continuamente expuesto al Banco a la
movida extorsiva clásica e institucional de los Bancos y FI: o me das alta Tasa de interés por las LELIQ y Pases
Pasivos o me paso al Dólar.

La combinación entre Libre Flotación del Tipo de Cambio – privatizado así el Mercado Cambiario bajo control de
los grandes Fondos de Inversión especulativos (Hedge Fund) – y elevadísimas Tasas de Interés que aumentan en
forma inmanejable el Gasto Financiero del Estado (por vía del BCRA y por vía de la Tesorería a la vez) mantiene
una inexorable situación de Iliquidez e Insolvencia sin remedio; y que el préstamo del FMI no la soluciona sino que
la enmascara.

Éste es el contexto que permite que el Sector Financiero-Bancario maximice sus ganancias especulativas en la
Argentina – las utilidades más altas del Mundo – al amparo de un régimen privilegiado de colocaciones sostenidas
por el Estado y respaldado con los desembolsos del FMI y su auditoría directa de las cuentas fiscales como
garantía en favor de los acreedores financieros del Estado.

ESTRATEGIA DEL FMI


El salvataje del gobierno Macri para que pueda llegar a fin de su mandato en el 2019 abre sombrías perspectivas
en la Argentina porque tiene claros compromisos de contrapartida:

Durante el año que le resta de su gestión la administración macrista compra su estabilidad y permanencia en el
gobierno a costa de una sangría de dinero de más de 3.000 M$ de intereses por día, que es el precio fáctico de su
artificial sobre-vida financiera y política.

Durante este período, la administración macrista tiene que llevar a cabo o al menos dejar planteadas una serie de
Reformas Estructurales cuya naturaleza y alcance todavía no han sido explicitados a la Opinión Pública pero que
abarcan, entre otros, fuertes cambios en materia de flexibilización laboral, rebajas en los beneficios jubilatorios,
concesiones oficiales en el campo de los Servicios Públicos (Precios y Tarifas) y en licitaciones de Obras Públicas e
Infraestructura (principalmente ligadas al nuevo sistema de endeudamiento vía programas PPP-Participación
Público-Privada).

La Administración Macri tiene que institucionalizar y mostrar resultados especialmente en su Política de baja de
los Salarios Reales – aumentos de las Remuneraciones inferiores a la tasa de Inflación – rebaja progresiva del peso
de las Jubilaciones/Pensiones y licuación de los Gastos por Planes Sociales.

Para ello el gobierno debe seguir provocando Inflación vía liberación de Precios generales del Mercado, aumentos
de Precios/Tarifas de Servicios Públicos, Devaluación con traslado más controlado a Precios, altas Tasas de
Interés, incremento de la Presión Tributaria y desfasaje de los aumentos de salarios menores al aumento de los
Precios. Teniendo como factor a su favor el cobro del tantas veces denostado Impuesto Inflacionario.

Esta batería de medidas está destinada a cubrir la gran ecuación inmediata: Ajuste y rebaja de los Salarios Reales
para compensar los crecientes Intereses a Pagar de la Deuda Pública y allanamiento alas nuevas condiciones
económico-financieras fijadas por el Fondo.2

La Política de Gobernar con Deuda del presidente Macri llevó al país a un nuevo Default pero ese Default está
siendo cubierto con los desembolsos del FMI para evitar que se deba encarar en forma inmediata una nueva gran
reestructuración de Deuda: un nuevo Megacanje cuya negociación se difiere para trasladarlo al próximo gobierno
electo en el 2019.

Por eso, el crédito Stand-by (SBA) del FMI constituye un préstamo-puente para que el gobierno Macri no le
interrumpa el pago de los servicios de la Deuda a los Acreedores, para que pueda completar su mandato bajo
condiciones de total sumisión a las políticas dictadas por el Fondo y para que pueda a la vez dejar pegada así en
tales compromisos a la administración que surja de las elecciones del año que viene, cualquiera sea su signo.

El SBA, en la práctica, cumple entonces un triple objetivo:


Institucionaliza la intervención del FMI en las Cuentas Fiscales de la Argentina y en la determinación formal de sus
Políticas Públicas, esencialmente en materia de Política Financiera: Monetaria, Cambiaria y Bancaria.

Compromete encarar las citadas nuevas Reformas Estructurales a cargo de la administración macrista en lo que le
resta de su mandato.

Deja sentada las bases para una inexorable nueva reestructuración de Deuda o nuevo Megacanje por parte del
próximo gobierno.

Con la particularidad que como el préstamo del FMI no tiene mira de poder ser devuelto en tiempo y forma, el
mismo queda condenado de antemano a ser prorrogado sucesivamente – a través de waivers o dispensas – de
modo que el Fondo permanezca así como Auditor permanente de los intereses de los Acreedores del Estado.

El gobierno Macri deja firmado un acuerdo con el Fondo que vence en el 2021, esto es, abarcando el fin de su
mandato y los dos primeros años de la nueva administración electa en el 2019.

El FMI le desembolsa a Macri 51.100 MD (28.300 en 2018 y 22.800 en 2019)– es decir, el 90 % del total (56.300
MD) – y la cuenta la va a tener que pagar el futuro gobierno (!); pero sorprendentemente nadie dice nada al
respecto.

Y mientras esto ocurre, la Argentina – siguiendo una suerte de constante histórica bajo el Sistema de la Deuda
Pública Perpetua – deviene el campo preferido de los macro-negociados del Capital Financiero-Bancario, como ya
ocurriera antes de todos los grandes Megacanjes de nuestra historia contemporánea, como el caso de los
Acuerdos de Nueva Yorkde 1985-1987, del Plan Brady de 1992-1993, del Megacanje De la Rúa-Cavallo del 2001 y
del Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005-2010.

Siempre se cumple la misma regla: Devaluación-Inflación previas que garantizan la licuación de precios y salarios
locales medidos en dólares, altas Tasas de Interés y corridas cambiarias que producen ganancias especulativas
récord en materia financiera, caída de las cotizaciones de Bonos/Acciones en la Bolsa que favorecen un fuerte
traspaso de títulos y empresas de manos nacionales a extranjeras, fuga de capitales financiadas con nuevos
préstamos (del FMI y otrosorganismos de soporte) y aumento indiscriminado de la Deuda Públicaa ser
renegociada.

Luego, producido el inexorable agotamiento de los recursos fiscales y cuasi-fiscales o del BCRA para poder
sostener el pago de los Intereses de la Deuda: apertura de rondas de conversaciones para llegar a un nuevo
Megacanje y comenzar con ello un nuevo Ciclo de Endeudamiento del Estado.

Porque las Crisis de Deuda no son ruptura sino parte de los Ciclos de la Deuda.
Dado que los incumplimientos ante el FMI se pueden capear con sucesivos perdones del Organismo esta
variante garantiza la continuidad indefinida de la auditoría del Fondo y su función de reaseguro ante los
Acreedores Financieros hasta fines del actual gobierno y con vistas a la negociación de un futuro nuevo
Megacanje por parte del próximo gobierno.

Y con esto se busca lograr el objetivo final de la asistencia del FMI que es – como lo dijera su directora-gerente
Christine Lagarde y los funcionarios de la administración macrista – que la confianza retorne a la Argentina para
que el país pueda así volver el Mercado Internacional de Capitales, es decir, para volver a endeudarse.

Son las consecuencias inexorables de la proclamada inserción de la Argentina en el Mundo Globalizado y de la


Política Institucional de Gobernar con Deuda.

La tarea del gobierno Macri hasta fines del 2019 es cumplir con estos requerimientos de base del proceso de
endeudamiento contando para ello con el sostén de los grandes Países Desarrollados, con la alianza del Sistema
Financiero-Bancario – internacional y local – y con el apoyo y la complicidad interna de la Clase Política.
Fuente: Infoydata

http://iid-usura.blogspot.com/

Repensando una propuesta global para un problema global


13-05-2010 - Frente a la tragedia griega

por Oscar Ugarteche y Alberto Acosta

ALAI AMLATINA

“Cuando un Estado se ve en la necesidad de declararse en quiebra, lo mismo que cuando un individuo se ve en tal
necesidad, entonces una quiebra limpia, abierta y confesada es la medida que a la vez menos deshonra al deudor
y menos perjudica al acreedor.”
Adam Smith, 1776

“Los incumplimientos por gobiernos extranjeros de su deuda externa son tan numerosos y ciertamente tan
cercanos a ser universales que es más fácil tratar sobre ellos nombrando a aquéllos que no han incurrido en
incumplimiento, que a aquéllos que lo han hecho.”
John Maynard Keynes,1924

A lo largo de la historia financiera internacional se puede observar que los países deudores repetidamente toman
créditos, tienen un auge, declinan, cesan los pagos y la vida continúa. Los casos de las cesaciones de pagos más
frecuentes son en aquellas etapas en las que la economía de los países líderes sufre una recesión. Así, por
ejemplo, cuando la Bolsa de Londres sufrió un desplome en octubre de 1825, se llevó consigo los precios de las
materias primas y acto seguido las nacientes repúblicas sudamericanas y México suspendieron pagos por un
periodo de casi treinta años. Durante la década del 70 del siglo XIX igualmente un desplome de la bolsa de
Londres llevó consigo los precios de las materias primas y los países cesaron pagos casi sin excepción por un
periodo de casi treinta años igualmente. En el periodo de los años 30 del siglo XX se repitió la misma historia por
la misma causa. Los impagos se resolvieron veinte años más tarde a finales de la década del 40 o en los años 50.
Nuevamente el problema resurgió en 1982; esta vez no hubo desplome de bolsas pero sí del precio de las
materias primas acompañado de un alza brusca de las tasas de interés.

Su explicación radica especialmente en la inestabilidad de la economía internacional, que es cíclica y pasa por
alzas y bajas; una situación inherente al capitalismo, por lo demás. En este contexto, los cambios tecnológicos casi
siempre han acompañado las soluciones para la recuperación de la economía mundial, favoreciendo a los centros
de poder en desmedro del mundo periférico. Y esa fragilidad de la situación internacional eleva el riesgo de crisis
en las economías empobrecidas, que viven angustiadas por las presiones financieras.

Esta realidad, tan conocida en el mundo pobre altamente endeudado, golpea ahora las puertas de Europa. Grecia
ha entrado en una profunda crisis. Y sus secuelas se expanden cual círculos concéntricos por España, Portugal,
Irlanda, Italia… Lo preocupante es que una vez más la receta para enfrentar la crisis es similar a la aplicada en el
mundo empobrecido por la lógica especulativa del mercado financiero internacional. La resolución planteada es
bajar los salarios, que como se ha visto en general pierden permanentemente su participación en el ingreso
nacional a favor de las ganancias financieras.

La receta aplicada en Grecia demuestra que el dogma impulsado a partir del Consenso de Washington sigue
vigente e impacta adversamente sobre la Europa comunitaria. El neoliberalismo anglosajón, lejos de haber sido
extirpado, se fortalece bajo la batuta del reactivado FMI. Los grandes ganadores de estas decisiones son los
operadores de hedge funds (fondos especulativos de alto riesgo), es decir los especuladores de siempre. Amparo
Estrada, en su columna, “El negocio de hundir un país” [1], relata con detalle una reunión en la firma Monnes,
Crespi & Hardt de Nueva York, donde un grupo de banqueros de inversión especializados en hedge
funds decidieron atacar al euro mirando a Grecia. Esto incluye sin duda credit default swaps. Ella cita un texto
del Wall Street Journal del 26 de febrero del 2010 como la fuente de donde sale la información del ataque contra
los papeles de deuda griega y de paso contra el euro. En la lista está el inefable Goldman Sachs y el fondo de
Soros [2].

El incentivo perverso que genera las decisiones tomadas para solucionar el problema en Grecia traslada el
problema a su pueblo bajándole los salarios y subiéndoles los impuestos, reduciendo las inversiones sociales,
mientras se alimenta y se tolera la irracionalidad de las burbujas financieras. El FMI no dio ninguna señal de
problemas en Grecia cuando ya hace más de un año que se sabe que los países ricos altamente endeudados están
en problemas, y los agentes financieros se encargaron de inflar dichas burbujas, y ellos mismos asoman
presurosos para salvar a quienes se beneficiaron de la época de auge. A la postre, una vez más, quienes pagan el
costo de la codicia de los mercados financieros y del capital son los trabajadores, los pensionistas, la población en
su conjunto.

La tragedia griega, que tanto influyó desde la literatura en la historia de la humanidad, hoy es una amenaza cierta
para el mundo entero. Se apaga la esperanza de gran parte de la población mundial que creía que la grave crisis
del capitalismo se podía resolver en poco tiempo. Hemos pasado por una crisis financiera, luego por un
crédito crunch que frenó el comercio internacional, luego por una recesión derivada de lo anterior, y ahora por
una crisis fiscal resultante de la recesión, abriéndose la puerta a una crisis bancaria de nuevo cuño, con fugas de
depósitos en los bancos griegos entre otros, lo que regresará como una crisis financiera profundizada. Pero, si
bien la crisis angustia, ésta debería ser la oportunidad para regular la economía mundial y al menos poner límites
al capitalismo salvaje. ¡Ya es hora de sacar las lecciones de tanta tragedia!

No puede un grupo de inversionistas enfilar con los bonos de un país y contra un moneda de manera coludida ni
menos puede llevarse a un país a la miseria para beneficio de unos cuantos financistas utilizando las empresas
calificadoras de riesgo como instrumento. Las calificadoras de riesgo son las mismas que aprobaron las hipotecas
basura y que luego aprobaron como AAA los bonos de la banca de inversión construidas con esas hipotecas. No es
posible que sigan existiendo calificadoras que se deben a sus clientes financieros y no al interés nacional o global,
en este caso.

¿Quiebran o no los países?


La gran discusión teórica desde hace más un siglo se erige en torno a la idea central de si los países quiebran o no.
Lo medular de un país que quiebra es que podría ser llevado a una corte de quiebras para ser intervenido por un
síndico de quiebras, sus bienes liquidados por el síndico y los acreedores pagados por partes iguales.

Hasta 1933 el tema de quién hacía que las demandas del acreedor se cumplieran recaía directamente sobre el
propio acreedor, quien incluso podía hacer uso de la fuerza militar y poner a sus síndicos de quiebras. Estos son
los ejemplos de las operaciones bélicas de los acreedores en contra de los deudores por el Canal de Suez a fines
del siglo XIX, de Nicaragua en 1909 y de Venezuela en 1902-1903.

En este contexto, las sucesivas moratorias han constituido una suerte de telón de fondo de las relaciones de casi
todos los países empobrecidos con el mercado financiero internacional. Sin embargo, nótese que a la moratoria
también han recurrido muchos países industrializados en algún momento de su historia. John Maynard Keynes lo
recordaba ya en 1924:

“Los incumplimientos por gobiernos extranjeros de su deuda externa son tan numerosos y ciertamente tan
cercanos a ser universales que es más fácil tratar sobre ellos nombrando a aquéllos que no han incurrido en
incumplimiento, que a aquéllos que lo han hecho. Además de aquellos países que incurrieron técnicamente en
incumplimiento, existen algunos otros que pidieron prestado en el exterior en su propia moneda y permitieron
que esa moneda se depreciara hasta menos de la mitad de su valor nominal y en algunos casos a una fracción
infinitesimal. Entre los países que actuaron así cabe citar a Bélgica, Francia, Italia y Alemania” (1924).

Y en esta lista habría que incluir a varios estados de los propios EEUU [3], además de Gran Bretaña [4].

Por otro lado, a propósito del arreglo de la deuda externa alemana de 1953, con el que este país resolvió
definitivamente su problema de deuda externa, queda constancia del trato diferenciado que han recibido algunos
países por razones geopolíticas derivadas del enfrentamiento Este-Oeste.

Con el Acuerdo de Londres, suscrito el 27 de febrero de 1953, la República Federal de Alemania pudo resolver
definitivamente su problema de deuda externa; es más, se le restituyó la viabilidad financiera y económica, base
fundamental para lo que vulgarmente se conoce como “el milagro alemán”. Este país obtuvo un descuento de su
deuda anterior -derivada directa o indirectamente de las dos guerras mundiales- de entre 50% hasta 75%, si se
considera que se prohibió el anatocismo, o sea el cobro de intereses sobre intereses; una drástica reducción de
las tasas de interés, que fueron establecidas entre 0 y 5%; amplios períodos de gracia para iniciar los pagos de
intereses y capital de determinadas deudas; la ampliación de los plazos para los pagos previstos; la posibilidad de
realizar pagos anticipados en función de su desenvolvimiento económico. La forma de calcular el servicio se
estableció a partir de la capacidad de pago de la economía alemana, la cual se vinculó con el avance del proceso
de reconstrucción de ese país. El encargado de definir la capacidad de pago de Alemania fue el banquero
Hermann J. Abs, quien presidía la delegación alemana en las negociaciones londinenses. En dicho Acuerdo ya se
consideró la posibilidad de un sistema de arbitraje, al que, por cierto, nunca fue necesario recurrir dadas las
ventajosas condiciones otorgadas.

El servicio de esta deuda, en concreto, estaba supeditado al excedente de exportaciones garantizado por los
acreedores; así la relación servicio/exportaciones, que no debía superar el 5%, alcanzó su valor más alto en 1959
con un 4,2%, situación más que envidiable para los países latinoamericanos, que han destinado, por largos años,
más del 30% de sus exportaciones al servicio de la deuda pública. Ecuador, para citar un caso puntual, sacrificó en
el año 2000 un 42,7% de sus exportaciones por este motivo, mientras que para atender el servicio de la deuda
externa total destino 100,9% de sus exportaciones...

Al igual que Alemania, en 1971, Indonesia, con la coordinación del mismo banquero alemán que dirigió las
renegociaciones de la deuda alemana en 1953, se benefició de un acuerdo bastante similar. Pero es importante
recordar que, entonces, no se quiso generalizar esta solución a la cual se le dio el carácter de única y que la
alternativa brindada a ese país se explicaba por el deseo político de apoyar al gobierno que había “alejado la
amenaza comunista”, asesinando a más de medio millón de personas... Tratamientos parecidos se repitieron años
después con Polonia, para facilitar su recuperación económica luego de concluido el régimen comunista en los
años 80; con Egipto, para asegurar su lealtad durante la gigantesca operación bélica de Washington y sus aliados
en contra del Irak en 1991; y, con Pakistán, a fines del año 2001, en medio de la denominada “guerra contra el
terrorismo”, cuando se necesitaba su apoyo para bombardear Afganistán...

En los casos mencionados llama la atención la acción de los acreedores, quienes fueron más eficientes en
términos económicos y aún más humanos que el Banco Mundial, el FMI o el Club de París en la actualidad.
Optaron por encontrar respuestas rápidas y profundas, sin preocuparse -por las presiones geopolíticas del
momento- de asumir decisiones que bien pudieron haber servido de base para una nueva arquitectura financiera
internacional.

Los alcances de una propuesta global


En este contexto, ante los sucesivos fracasos de los arreglos convencionales de la deuda, surgió hace ya una
década en diversas partes del planeta la idea de un Tribunal Internacional de de Arbitraje de Deuda Soberana,
para buscar una solución global y definitiva al problema recurrente del sobreendeudamiento externo y sus
consecutivas crisis.

El punto medular de esta propuesta radica en diseñar y aplicar una solución que tenga en mente un enfoque
global, no simplemente soluciones parche que en breve conducen a nuevas situaciones críticas. Para ello se debe
incorporar a todas las categorías de deudores soberanos y de acreedores. Así, debe haber un tribunal en el que
tanto los acreedores privados, como los tenedores de bonos, los gobiernos y los organismos multilaterales sean
sujetos de un tratamiento homogéneo.

Con este fin debe existir una legislación internacional que no deje a ningún acreedor fuera de las negociaciones,
es decir, que aquellos documentos que no se presenten a la fecha de las convocatorias de acreedores perderán
vigencia y capacidad de cobranza. Eso debería de ser parte de una nueva jurisprudencia internacional para
eliminar del todo a los free riders: especuladores que lucran de las crisis de deuda. Un requisito mínimo para
comenzar el funcionamiento del Tribunal Internacional de Arbitraje Deuda Soberana es la inmediata disolución de
todos aquellos grupos o instancias en donde los acreedores deciden unilateralmente la suerte de los deudores,
como lo son el Club de París y del Club de Londres, en vista de su fracaso histórico para todas las partes. Ni
resolvieron los problemas de pagos de los deudores, ni aseguraron a los acreedores la recuperación de su dinero.

En el campo cuantitativo tampoco habría grandes dificultades si al empezar se da paso a una masiva anulación de
la deuda externa pública de los países con graves problemas de deuda. La salida pasa, entre otras cosas, por el
establecimiento de un sistema sustentado en la legalidad y legitimidad, que conduzca a la aceptación de la
corresponsabilidad por parte de los acreedores, y por la asunción de pérdidas por parte de éstos, que tampoco
serán tan graves como para poner en riesgo el sistema económico mundial, pero que representarán acciones
indispensables para poder enfrentar el acelerado proceso de empobrecimiento en el mundo.

Para conseguir estos beneficios ampliados, hay que seguir la recomendación del jurista italiano Sandro Schipani,
quien sugiere instaurar “principios de justicia por los cuales debemos ser gobernados, para buscar aquellos que
eviten consecuencias que constituyan violaciones a los derechos humanos y de los pueblos, y afirmar
nuevamente, con mayor certeza y estabilidad, tales reglas para la vida económica” (2001).

Téngase presente que las inequidades en las relaciones entre acreedores y deudores han sido causantes de
muchos de los problemas en los procesos de endeudamiento y de la propia incertidumbre financiera.

El complejo tema de la soberanía


El tema de la soberanía es un punto complejo. De hecho un país que se acoja a un tribunal de esta naturaleza
estaría aparentemente aceptando su insolvencia, algo imposible porque los países no quiebran, como pretende el
FMI.

El tema de la jurisdicción de los créditos merece ser incorporado en el análisis. Hoy rigen con frecuencia
jurisdicciones extrañas a los países endeudados para normar sus endeudamientos externos; en el caso
latinoamericano rige la jurisdicción de Nueva York o Londres, con el argumento de que se trata de contratos
privados. Esta práctica produce, de facto, un recorte de la soberanía de los países endeudados. En suma, se
aplican las leyes de los acreedores, dejando a los deudores expuestos a todo tipo de atropellos. Con el
establecimiento de un Tribunal Internacional de Arbitraje de Deuda Soberana se eliminarían aquellas situaciones
en las cuales los acreedores directa o indirectamente son “juez y parte”, como sucede con el FMI, el Banco
Mundial y en especial con el Club de París.

En el marco del Estado de Derecho, en donde funcionan adecuadamente las correspondientes instancias jurídicas,
es imposible que alguien sea juez, asesor, consultor y ejecutor a la vez; son inimaginables situaciones donde la
falta de transparencia y democracia esté a la orden del día. Entre el derecho del acreedor a recibir los pagos y el
derecho del deudor a no ser forzado a cumplir un contrato que le conduce a una situación inhumana, en cualquier
país con un mínimo Estado de Derecho existe el principio de la protección del deudor para impedir que el servicio
de la deuda afecte su dignidad humana. Esta protección no asoma en el campo del endeudamiento externo.

Ante el fracaso de los mecanismos existentes para enfrentar el tema del sobreendeudamiento, algunos
funcionarios del gobierno norteamericano y del propio FMI -a la cabeza Ann Krueger, subdirectora del Fondo-
llegaron a plantear en el año 2001 (mucho después de que se propuso el mencionado Tribunal Internacional de
Arbitraje) una salida ordenada del problema a partir de la racionalidad de los acreedores y teniendo al FMI como
portal de un procedimiento para procesar la insolvencia de los países deudores. A pesar de que no prosperó la
propuesta de Krueger, esta iniciativa del FMI constituye una demostración de que las cosas no funcionan como se
las viene instrumentando.

Con esta propuesta por fin el FMI parecería que hacía suya aquella recomendación que hiciera Adam Smith en
1776, en su libro clásico, cuando dijo que “cuando un Estado se ve en la necesidad de declararse en quiebra, lo
mismo que cuando un individuo se ve en tal necesidad, entonces una quiebra limpia, abierta y confesada es la
medida que a la vez menos deshonra al deudor y menos perjudica al acreedor”.

Como hemos registrado constantemente, en los países empobrecidos por la deuda, aún cuando oficial y
jurídicamente no es posible una situación de insolvencia, en la práctica se deja en la insolvencia a sus habitantes,
deteriorando sus estructuras sociales, debilitando las prácticas democráticas y destrozando la naturaleza para
tratar de cumplir con las imposiciones de los acreedores, alentados por el FMI y el Banco Mundial. Esto se repite
en Grecia.

Perversa realidad: el Estado no llega a la insolvencia oficial o formal, sus sociedades muchas veces sí. Sin embargo,
al aceptar la no insolvencia sin la existencia de un tribunal como el planteado brevemente en estas líneas, los
países asumen pasivamente los ajustes fondomonetaristas y bancomundialistas para garantizar el pago de la
deuda: no habría más alternativa que cumplir con los acreedores.

De los límites del arbitraje a un Tribunal Internacional de Arbitraje


de Deuda Soberana
La historia de los créditos muestra que siendo el crédito un contrato privado entre las partes, aunque estas sean
públicas, el ámbito es privado. Es decir, la jurisprudencia es privada y por esta razón los conflictos sobre impagos
de bonos históricamente fueron tratados en el Tribunal Internacional de París.

Es decir, existen mecanismos que podrían ser mejorados y puestos al día o complementados. Si el tribunal de
insolvencia planteado por el FMI es totalmente inaceptable, un Tribunal Internacional de Arbitraje de Deuda
Soberana debería ser el resultado de un acuerdo internacional suscrito por la mayoría del mundo, en el marco de
código financiero internacional a ser cristalizado lo antes posible.
Pero antes recordemos que la discusión sobre un tribunal arbitral no es nueva. Kunibert Raffer (1990) propuso
que este tribunal esté en un Estado neutral que no sea acreedor. Mientras Barry Eichengreen (2000) descartó la
idea porque desde su visión los tribunales deben operar como los tribunales de quiebras en espacios nacionales.
Según él hay que aclarar la cuestión política de si los acreedores estarían dispuestos a poner en manos de un
tribunal mundial facultades tan formidables.

Nosotros proponemos que la neutralidad no sea del territorio en referencia al acreedor, ni dónde se establece el
tribunal, sino del código jurídico. Los códigos jurídicos existentes hasta la fecha corresponden a la territorialidad
de los acreedores por el tema de la ejecución de garantías. La neutralidad del código debe asegurar la protección
de los deudores, sean los acreedores públicos o privados. Lo que se propone para evitar la figura de “tomar
partido” es que la jurisprudencia del acreedor no sea la que se utilice sino una jurisprudencia internacional
ampliamente aceptada.

El Tribunal no sería la primera instancia de negociación sino la última en un proceso de refinanciación de deudas.
Una a la que se llega cuando las rigideces del sistema y de los instrumentos no permiten un reordenamiento de
pagos y una revisión de la validez de los contratos, en un acuerdo amigable entre las partes. Por lo tanto, incluso
se podría pensar en mecanismos de conciliación previos, cuya viabilidad podría asegurarse por la propia
existencia (amenaza) del Tribunal en mención.

Una vez pactados los acuerdos de pagos, al mismo tiempo hay que pactar las condiciones de las mismas que
tienen que estar vinculadas a los Derechos Dumanos y Derechos de la Naturaleza. El principio del nuevo acuerdo
está basado en la justicia económica, por lo tanto, el concepto propuesto por Raffer (1997) lo mantenemos en
que debe haber protecciones de los gastos sociales como hace el Capítulo 9 de la ley de quiebras municipales de
los Estados Unidos.

Proponemos el establecimiento de cláusulas de contingencia en los instrumentos rígidos de créditos, con dos
componentes: una cláusula para permitir refinanciarlos, y otra para compartir costos con los acreedores. Si
históricamente se sabe que las caídas en los precios de las materias primas, el alza en las tasa de interés y el cierre
del flujo crediticio es lo que precipita una crisis de pagos, se entiende que las crisis de deuda son en realidad crisis
de ingresos que se expresan en una incapacidad, por falta de ingresos, de pagar deudas externas.

Una cláusula que explicite que en caso que los ingresos por exportaciones tuvieran una contracción por efecto de
un problema ajeno a la economía nacional del deudor, se podría suspender el cobro de las deudas quizás sería
una forma de evitar traumas críticos y al mismo tiempo abre la puerta la posibilidad de un retiro ordenado a
tiempo. Evidentemente, si el gobierno deudor no quiere pactar la cláusula, no lo hará, es decir que siempre habrá
grados de libertad para suspender los pagos o los cobros. Esta cláusula de contingencia posiblemente aumente el
riesgo país y por tanto la prima de riesgo, con lo que será un incentivo para hacer un uso más restringido de los
créditos externos y un aliciente para aplicar esquemas fiscales más equitativos.

Las causales de cesación de pagos deben quedar establecidas de forma que los casos de fuerza mayor sean
tratados de un modo distinto que los casos de mala administración. En el comercio internacional existen cláusulas
de salvaguardia en caso de incumplimiento que se ventilan en el Tribunal Internacional de Arbitraje por la Cámara
Internacional de Comercio de París cuando se entra en disputa. Estas cláusulas tienen un criterio de fuerza mayor
para los incumplimientos de contratos de entrega de bienes.

Hay que establecer en el código nuevo una cláusula de fuerza mayor que proteja al deudor de alzas bruscas en las
tasas de interés internacional, de caídas imprevistas en los precios de los productos que el país exporta, de
aquellos casos en los cuales la moneda de un país es sujeto de un ataque especulativo.

El segundo componente es la posibilidad de refinanciar la deuda haciendo uso de cláusulas de acción colectiva,
que son aquellas por las que si una mayoría calificada de acreedores bonistas está dispuesta a sentarse a negociar
un acuerdo de refinanciación, entonces el íntegro de los bonistas estaría representado. Es decir, ningún acreedor
podría no quedar representado para evitar acciones como los efectuados por los fondos buitres y los beneficiarios
libres. Con esto desaparece la figura de los fondos “buitre”, como fue el caso del Elliot Fund con el gobierno
peruano. La suspensión de pagos incluiría la capacidad de congelar los procesos judiciales en contra del deudor
iniciado por los acreedores en conjunto o por cada uno separado, de manera de poder llevar a buen término las
negociaciones. Al suspenderse los juicios se reducen las presiones de los acreedores por embargar la mayor
cantidad de activos posibles del Estado, cuentas de bancos en el exterior u otros activos, que podría dificultar la
marcha de la economía nacional del Estado deudor e impedirle así su recuperación pronta.

En suma, la condicionalidad utilizada en la resolución del problema debe girar en torno a la búsqueda de
soluciones apegadas a la legalidad y legitimidad de las deudas; los derechos humanos y de la naturaleza; al
superávit fiscal, sin afectar las inversiones sociales y la capacidad de recuperación del aparto productivo; al
superávit comercial. En términos comerciales se espera que exista un superávit como condición mínima para
servir la deuda. Como complemento se requiere de un esquema que estimule la compra de productos de los
países endeudados por parte de los países acreedores.

Por otro lado, las rebajas en los saldos de la deuda deben ser directamente proporcionales a las restricciones
comerciales de los acreedores. Es decir, a más barreras arancelarias en los países acreedores, más
desendeudamiento de su parte.

Acogiéndose a estos principios, el Tribunal tendrá la misión de valorar las deudas y reconocer cuáles son legítimas
y cuáles no, invalidando las que no lo son. El Tribunal tendrá la capacidad de suspender los cobros, la cesación de
pagos o el standstill, y proteger los activos y los gastos definidos en el nuevo código financiero internacional, así
como los derechos de los acreedores. Entre los rasgos saltantes de esta propuesta se encuentran la protección del
gasto social, el standstill automático apenas se solicita la insolvencia, y la aprobación de la comunidad para la
reestructuración de la deuda (Raffer 1990). La definición de comunidad en un crédito soberano puede ser
ampliada a las aprobaciones de los Congresos y de la sociedad civil, para mantener la aprobación requerida por
los parlamentos para una operación de crédito y añadirle la supervisión de la sociedad civil.

Dentro de los instrumentos el esquema del tribunal de arbitraje podría incorporara, a modo de referencia para su
definición, lo acordado en el Acuerdo de Londres de la deuda alemana del 27 de febrero 1953, que -si bien nunca
operó- tuvo cinco miembros, dos nombrados por los acreedores, dos por los deudores y un quinto por los cuatro
árbitros.

Pero que quede absolutamente claro no tiene futuro un tribunal de arbitraje atrapado por la racionalidad
fondomonetarista. Esto es por el manejo del caso por caso y, sobre todo, por la lógica de repuestas netamente
financieras que no abordan los temas de fondo, pues se mantiene, entre otros elementos cuestionables, el
desbalance jurídico al ser el Fondo también un acreedor.

En la práctica, al acogerse un país al Tribunal Internacional de Deuda Soberana se estaría protegiendo para
sobrevivir. Con lo que, en poco tiempo, el país con problemas podría volver al mercado financiero internacional,
realmente a un nuevo mercado financiero menos especulativo y no tan inequitativo. Esto exige, entonces, reducir
la debilidad contractual de los países empobrecidos, sobre todo en el caso del endeudamiento externo. Y por
cierto, todo esto debe procesar en el marco de otra política económica inspirada en los Derechos Humanos y los
Derechos de la Naturaleza en términos muy amplios.

Hacia la constitución de un código financiero internacional


En paralelo a estas demandas es necesario que se establezca un nuevo y mejor sistema monetario y financiero
internacional, lo cual no se resuelve con una simple reforma interna de las instituciones como el FMI y el mismo
Banco Mundial. Se precisa un sistema que ayude a regular y normalizar otro proceso de globalización sobre bases
de solidaridad y sustentabilidad. Dicho en otras palabras, es necesario que estos organismos vuelvan a sus
orígenes en tanto instituciones especializadas de Naciones Unidas, una organización que debería estar basada en
la cooperación internacional.

Dicha transformación es algo urgente, pues el FMI y el Banco Mundial funcionan como simples instrumentos y
mandatarios de las grandes potencias y del gran capital, o sea de los acreedores. Por lo tanto, esta iniciativa no
puede de ninguna manera ser instrumentada en el marco de las actuales instituciones de Bretton Woods, que
deberían ser totalmente repensadas desde afuera.

El FMI es hoy quien aprueba las proyecciones de pagos, las compara con las proyecciones de la economía nacional
cuya deuda está siendo reestructurada, y prueba su consistencia y sustentabilidad. Esta aprobación tiene
consecuencias internas para el país deudor y también para el acreedor, inclusive si están mal realizadas. Sus
recomendaciones son más que una obligación jurídica, por el peso de su coacción política se ha transformado en
los verdaderos planes de gobierno de los países que buscan renegociar sus deudas o conseguir nuevos créditos en
el mercado internacional. Por lo tanto, debe de instalarse un mecanismo de sanciones a las proyecciones erradas
que precipitan a estos países a cesaciones de pagos por consideraciones erradas aprobadas por el FMI u otros
organismos multilaterales de crédito. Esto moderará la actitud irresponsable que actualmente tienen estas
instituciones frente a los problemas de las economías con las que trabaja. El FMI tiene como mandato la
estabilidad de la economía internacional, y en ello debe poner todo su empeño.

Parte del problema de los países subdesarrollados o empobrecidos -y ahora de Grecia y de sus vecinos en el
Mediterráneo- es que los organismos financieros internacionales serían inimputables y están por encima de todas
las leyes y todos los controles. Esto es inaceptable en un mundo más integrado donde se propone la democracia
como el sistema de gobierno. Los organismos internacionales deben rendirle cuentas a alguna instancia, por
ejemplo, la Asamblea General de las Naciones Unidas, que a su vez podría servir para canalizar las demandas
nacionales sobre estos. Deben crearse mecanismos internacionales e instancias de sanción a los organismos
internacionales y sus funcionarios.

Si un nuevo FMI asume la tarea de controlador, debe ser la “sociedad civil” nacional e internacional en cada caso
la que tenga capacidad de monitoreo del controlador; adicionalmente, el FMI debe rendirle cuentas a la Asamblea
General de las Naciones Unidas sobre su marcha y sus avances con los países. Y por cierto ya es hora de diseñar y
poner en marcha un Banco Central Mundial, para ordenar el caos financiero y monetario reinante, que constituye
el caldo de cultivo para enormes ganancias especulativas y grandes sacrificios humanos.

En el marco de un código financiero internacional, hay que desarrollar diversos mecanismos de control de los
flujos de capital a nivel internacional, como podrían ser la introducción del Impuesto Tobin y la desaparición de
todos los paraísos fiscales.

En paralelo hay que fortalecer el reclamo de la deuda ecológica, en la cual los países subdesarrollados son los
acreedores. Desde esta perspectiva y si se considera que la deuda externa financiera, en muchos casos, ya habría
sido pagada, considerando además las deudas social, histórica y ecológica, la pregunta de fondo que surgiría es
quién debe a quién.

La tarea, sin embargo, no se circunscribe en el ámbito de los reclamos. Se precisa construir una situación global
de derecho y no simplemente alimentar con nuevos argumentos planteamientos justos en una lucha que muchas
veces no pasa del nivel del discurso y la movilización. Por eso también es importante reconocer que en el mundo
hay una creciente conciencia de que es indispensable buscar y diseñar salidas concretas que, en base a la acción
política, logren cristalizar las respuestas indispensables.

Desde esta perspectiva, es preciso resaltar el potencial político de la propuesta para establecer un Tribunal
Internacional de Arbitraje de Deuda Soberana. La negativa a este justo reclamo ratifica el abuso que representa el
manejo de la deuda por parte de los acreedores. La deuda debe dejar de ser un mecanismo de exacción de
recursos desde los países pobres y de imposición de políticas desde los países ricos. La deuda ha sido y es, la
historia y el presente lo demuestran hasta la saciedad, en términos de Karl von Clausewitz si hubiera abordado las
finanzas y no la guerra, la continuación de la política con otros medios. Desde esta lógica la gestión de la deuda
externa engarza con otro axioma del propio von Clausewitz, según el que la deuda es un acto de violencia cuyo
objetivo es forzar al país deudor a hacer la voluntad de los acreedores a través de las renegociaciones y
programas de ajuste estructural.

Vistas así las cosas, la deuda no sólo frena el desarrollo por su carga de obligaciones, sino que abre la puerta a las
influencias y aún a la directa intervención de poderes extranjeros en los asuntos de los países empobrecidos.
Entonces, cabe replantear las alternativas -reconociendo el carácter global del reto de la deuda externa-, que no
pueden quedarse en simples acciones discursivas y menos aún en parches aislados e incluso cómplices con el
poder financiero.

Un corolario de esto es que el derecho penal internacional debe de incorporar cláusulas de penalización a la
corrupción de carácter internacional con castigos severos para todas las partes involucradas.

El reto de la solución de los conflictos sobre deuda externa impagable exige un redoblado esfuerzo político a
escala global, que sume fuerzas en el Sur y en el Norte, a partir del respeto de las especificidades de los países. La
tragedia griega en el siglo XXI debe convertirse en una oportunidad para el mundo. ¡No la desperdiciemos!

10 de mayo de 2010

- Oscar Ugartechees Economista peruano. Investigador titular del Instituto de Investigaciones Económicas de la
UNAM de México. Asesor de la Comisión Investigadora sobre los delitos cometidos en el periodo 1990-2001 en el
Congreso de la República del Perú. Dirección electrónica: ougarteche@gmail.com

- Alberto Acosta es Economista ecuatoriano. Profesor e investigador de la FLACSO (Facultad Latinoamericana de


Ciencias Sociales) - Ecuador. Consultor internacional. Ex ministro de Energía y Minas. Ex presidente de la
Asamblea Constituyente del Ecuador y asambleísta, 2007/2008. Dirección electrónica: alacosta48@yahoo.com

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- Acosta, Alberto; “Lösungsansätse für die Auslansverschuldungskrise der unterentwickelten Lände” (Propuestas
de solución para la crisis del endeudamiento externo de los países subdesarrollados), ponencia preparada para
Audiencia Pública (Öffentliche Anhörung) sobre “Entwicklung der internationalen Finanzmärkte, zur
Verschuldungsfrage und zu einem internationalen Insolvenzrecht” (Desarrollo de los mercados financieros
internacionales, sobre el tema del endeudamiento y sobre un derecho internacional de insolvencia), en el
Parlamento Alemán, Berlín (14.03.2001).

- Acosta, Alberto; La deuda eterna - Una historia de la deuda externa ecuatoriana, Colección Ensayo, LIBRESA,
cuarta edición, Quito, 1994.

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- Vitale, Luis, Historia de la deuda externa latinoamericana y entretelones del endeudamiento externo argentino,
Sudamericana-Planeta, Buenos Aires, 1986

[1] Ver en blogs.publico.es/multiplicateporcero, sábado 8 de mayo, 2010.

[2] “Una mente privilegiada, el mayor especulador no encarcelado de todos los tiempos, procesado y nunca
condenado por uso de información privilegiada, paladín de, por ejemplo, el ataque a la Société Générale francesa
en 1988, el hundimiento planificado de la libra esterlina en 1992 (del que sacó limpios 1.000 millones de dólares)
o, últimamente, la revalorización enorme del oro.” Ob. Cit.

[3] Pennsylvania, Michigan, Mississipi y Lousiana, en la segunda mitad del siglo XIX, repudiaron la deuda
contratada con Gran Bretaña para realizar obras públicas, y se negaron a pagar principal e intereses.

[4] Este país repudió, al concluir la segunda guerra mundial, el pago de la deuda contraída con Argentina.
Consiguiendo que este país sudamericano acepte posteriormente el pago en su propia moneda.

Fuente: http://www.alainet.org/active/38038〈=es

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=105738

DINERO Y USURA. Pregunto: ¿Les parece normal y saludable


que debamos pagar intereses a los bancos comerciales por el
dinero creado por ellos sin sacrificio financiero?….y que además,
ese dinero anómalo constituye el 95 % de la oferta monetaria?
Posted on May 7, 2018 by Nuevo Accion

Por, Marcelo Sánchez Alonso

Es vital que la gente comprenda como el dinero bancario es creado. Los medios y los economistas nunca te van a contar que el sistema de
reserva fraccionaria permite a los bancos crear dinero ex nihilo, de la nada, haciendo solo pases contables, verdad?

Tampoco te van a contar que conforme al multiplicador bancario, la base monetaria se expande muchas veces toda vez que los bancos
conceden crédito.

Ahora bien, asumiendo entonces que el dinero bancario se crea haciendo anotaciones contables, sin sacrificio financiero, insisto:
¿es justo que una empresa privada / banco te cobre por prestarte algo que no posee?

Este es el tema central que todo economista inteligente debería plantearse, ¿quién crea el dinero? Si no se comprende este tema esencial, no
tiene sentido avanzar sobre cuestiones secundarias.

Y en este tema tan vital como es la creación del dinero surgen 2 preguntas:

1- ¿porque el Estado no emite la base monetaria directamente desde el tesoro? Y sin endeudarse.

2- ¿porque no le exigimos a los bancos un encaje del 100 %? quitandoles así el privilegio de crear dinero mediante el crédito. Este debería ser
el gran tema de debate.

Desgraciadamente hay un problema endémico en nuestra sociedad, que tenemos muchos “intelectuales” serviles al sistema, quienes
son idolatrados por los bobos aplaudidores ignorantes. Se la pasan discutiendo estupideces y tienen ante sí al mayor depredador de
la humanidad: al interés bancario (eufemismo de usura).
Además, esta desinformación se ha propagado a través de las Casas de altos estudios y en consecuencia, los “monjes del conocimiento
económico” se pasan la vida explicando cómo quitar el cabeceo que produce la rueda ovalada, cuando en realidad tendrían que descartar la
rueda ovalada y reemplazarla por una redonda.

Usar una rueda redonda en esta metáfora simbólica, implica exigirle a los bancos un encaje del 100 % sobre los depósitos a la vista, prohibirles
la intermediación financiera y que cumplan una mera función administrativa de validar la aptitud de pago de los clientes.

La Base monetaria debería ser creada por el estado nacional emitiendo moneda soberana desde el tesoro directamente, libre de costo, por el
precio del papel y la tinta, ejerciendo un auténtico señoreaje en lugar de endeudarnos con la banca privada con los Bonos (LEBACs y
NOBACs).

El direccionamiento del crédito debe ser atribución del estado, priorizando siempre a la producción, encarando obras de impacto nacional y
estratégicas como diques, rutas, crear una flota mercante, etc.

El dinero de nueva creación debe ser inyectado siempre en el sector productivo, nunca para pagar gastos del estado. Cualquier imbécil puede
comprender que en un país rico como el nuestro, donde abunda el hierro, los áridos, excelente mano de obra e ingeniería, podríamos construir
diques y autopistas sin pedir un peso prestado.

¿Para qué endeudarnos en dólares si casi todo lo pagamos en moneda nacional? Solo hay que emitir moneda soberana libre de deuda y libre
de intereses!!! El secreto está en inyectarla en etapas, progresivamente conforme avance la obra y que ese capital no pase por las manos
intermediarias y especuladoras de los bancos, sino que se inyecte a las empresas que están construyendo la obra, sin intereses.

Los otros días un economista conocido llamado Iván me respondió “Si no cobran un interés: ¿cómo queréis que sobrevivan?” y después de
hacerle las preguntas justas y explicarle sus errores, se llamó al cobarde silencio.

Pues los bancos CREAN dinero de la nada, sin sacrificio financiero y manipulan el crédito a voluntad. Pregunto nuevamente: ¿Un país puede
ser soberano cuando el suministro de dinero esta privatizado? Acaso, ¿debe el ciudadano pagar copyright por el uso del dinero?

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Marcelo Sánchez Alonso by Nuevo Accion.Bookmark the permalink.

FUENTE: http://nuevoaccion.com/noticias/dinero-y-usura/

Papa Francisco: la usura, una serpiente que estrangula


a las víctimas
3 febrero, 2018

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Papa Francisco: la usura, una serpiente que estrangula a las víctimas

Audiencia a los miembros de la Consulta Nacional contra la Usura, sábado 3 de febrero de 2018

Esta mañana, a las 12,10, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, el Santo Padre Francisco ha recibido en
audiencia a los miembros de la Consulta Nacional contra la Usura.

Publicamos a continuación el discurso que el Santo Padre ha dirigido a los presentes en el encuentro.

Queridos hermanos y hermanas:


Me alegra recibiros y compartir con vosotros este momento de reflexión sobre una plaga desgraciadamente muy
difusa y todavía muy sumergida: la usura. Doy las gracias al presidente por sus amables palabras y mi
pensamiento va también al padre Massimo Rastrelli, ausente porque está enfermo, que en 1991 estableció la
primera Fundación contra la Usura.

Sigo con particular atención vuestro camino de lucha contra la usura, que se vuelve cada vez más calificado y
concreto con la experiencia y con la constitución de nuevas Fundaciones distribuidas por todo el territorio
nacional a través de cientos de Centros de escucha. Son lugares de ayuda, escuelas de humanidad y educación
para la legalidad, fruto de una sensibilidad que encuentra su inspiración iluminadora en la Palabra de Dios y que
opera silenciosa y laboriosamente en las conciencias de las personas.

En vuestros primeros veintiséis años de servicio habéis salvado a más de veinticinco mil familias de las garras de la
deuda usurera y del peligro de usura; salvando sus casas y, a veces, sus pequeñas empresas, las habéis ayudado
a recuperar la dignidad de la que habían sido expropiadas. Y esto merece un gran reconocimiento. Gracias,
muchas gracias.

La usura humilla y mata. La usura es un mal antiguo y desafortunadamente aún sumergido, que, como una
serpiente, estrangula a las víctimas. Hay que prevenirla, sustrayendo a las personas a la patología de la deuda
contraída para la subsistencia o para salvar a la empresa. Y se puede prevenir mediante la educación a una vida
sobria, que sabe distinguir entre lo que es superfluo y lo que es necesario y que responsabiliza a no contraer
deudas para conseguir cosas a las que se podría renunciar. Es importante recuperar las virtudes de la pobreza y el
sacrificio: de la pobreza, para no convertirse en esclavos de las cosas y del sacrificio, porque de la vida no se
puede recibir todo.

Es necesario formar una mentalidad basada en la legalidad y la honestidad, en los individuos y en las
instituciones; incrementar la presencia de un voluntariado motivado y disponible para los necesitados, para que
se sienten escuchados, aconsejados, guiados, para levantarse de su condición humillante.

En la base de las crisis económicas y financieras hay siempre una concepción de la vida que otorga el primer
puesto al beneficio y no a la persona. La dignidad humana, la ética, la solidaridad y el bien común deberían estar
siempre en el centro de las políticas económicas de las instituciones públicas. De ellas se espera que
desincentiven, con medidas apropiadas, los instrumentos que, directa o indirectamente, son causa de usura,
como el juego de azar, otra plaga. Yo he visto, he sabido de mujeres ancianas de Buenos Aires, que iban al banco
a retirar la jubilación y. desde allí, al sitio del juego de azar. ¡Es una patología que se apodera de ti y te mata!

La usura es un pecado grave: mata la vida, pisotea la dignidad de las personas, es vehículo para la corrupción y
obstaculiza el bien común. También debilita los fundamentos sociales y económicos de un país. De hecho, con
tantos pobres, tantas familias endeudadas, tantas víctimas de delitos graves y tantas personas corruptas, ningún
país puede planificar una recuperación económica seria ni muchos menos sentirse seguro.
Queridos hermanos y hermanas, sé que el servicio que prestáis es gravoso: se trata de colaborar para que el
sistema socio-económico sea humano y para que el mensaje del Evangelio pueda iluminar el corazón y el alma de
las personas, como un día le pasó a Zaqueo, jefe rico y corrupto de los «publicanos” de Jericó (Lc 19,1-10), y a su
colega Mateo, que Jesús miró con misericordia y eligió como su discípulo, y que desde hace un año es patrono de
las fundaciones contra la usura (cf. Mt 9, 9-13). Una hermosa peregrinación que podéis hacer para ver el alma de
un hombre apegado al dinero es ir a San Luis de los Franceses, donde está La Conversión de Mateo de
Caravaggio. Mateo hace así con el dinero [hace un gesto], como si fuera un hijo suyo. Esto demuestra muy bien la
actitud del hombre apegado al dinero. Que el Señor inspire y sostenga a las autoridades públicas, para que las
personas y las familias puedan disfrutar de los beneficios de la ley como cualquier otra realidad económica; que
inspire y sostenga a los responsables del sistema bancario, para que vigilen la calidad ética de las actividades de
los institutos de crédito. Vale la pena señalar que muchos bancos nacieron y se difundieron por todo el mundo
precisamente para sacar a los pobres de la usura con préstamos sin empeño y sin intereses.
Queridos hermanos, vuestro servicio os pide que seáis hombres y mujeres de encuentro, de escucha, de
proximidad. Por eso os exhorto a tener la mirada y el corazón fijos sobre Jesús, a deteneros en las páginas del
Evangelio donde se encuentra con los pobres y los mendigos, los leprosos y paralíticos y los “pone de pie”
devolviéndoles la dignidad y el futuro. Enfrentándoos a la usura y a la corrupción vosotros también podéis
transmitir esperanza y fortaleza a las víctimas para que puedan recobrar la confianza y recuperarse de sus
necesidades. Sed, para las instituciones, un estímulo para que garanticen respuestas concretas a quienes están
desorientados, a veces desesperados y no saben cómo hacer para sacar adelante a su familia. ¡Podéis ser, para los
mismos usureros, un aldabonazo al sentido de humanidad y de justicia, a que tomen conciencia de que en
nombre del dinero no se puede matar a los hermanos!

Además, os animo a dialogar con quienes tienen responsabilidades en el campo de la economía y las finanzas,
para promover iniciativas que contribuyan a la prevención de la usura. No me corresponde dar ejemplos
concretos: los tenéis muy presentes ; pero siempre se trata de tener respeto por los rostros, de poner realmente
en el centro a la persona y a la familia, no con palabras sino con hechos.

Las personas que habéis librado de la usura pueden atestiguar que la oscuridad dentro del túnel que han
atravesado es densa y angustiosa, pero también hay una luz más fuerte que puede iluminar y confortar. Sed un
referente de esperanza para los pobres, los endeudados, las empresas en dificultad. Continuad vuestro servicio
con perseverancia y valentía: es una levadura preciosa para toda la sociedad. Bien lo saben las víctimas de la
usura y del juego, aquí presentes con una representación. Las saludo y las animo porque sé que se han
emprendido un camino nuevo con la ayuda de Dios y la solidaridad de tantos hermanos. Transmitid a las personas
que todavía están dentro del túnel vuestro coraje, contad vuestra experiencia, testimoniando que se puede salir
de la usura y del juego de azar.

Llamemos juntos a un nuevo humanismo económico, que «ponga fin a la economía de la exclusión y la iniquidad
», a la economía que mata, a los sistemas económicos en los que los hombres y las mujeres ya no son personas,
sino que se reducen a instrumentos de una lógica del descarte que genera profundos desequilibrios (ver Mensaje
al Simposio Internacional de Economía, 26 de noviembre de 2016).

Os agradezco vuestra presencia y vuestro trabajo. Os bendigo de todo corazón así como a vuestra labor. Y, por
favor, no os olvidéis de rezar por mí. Gracias.

FUENTE: https://www.revistaecclesia.com/papa-francisco-la-usura-una-serpiente-
estrangula-las-victimas/

RELACIONADO:

GERENTES DE LA USURA INTERNACIONAL:

FUENTE: https://www.eldiariodelarepublica.com/nota/2014-6-18-10-14-0-gerentes-de-
la-usura-internacional

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