Sei sulla pagina 1di 5

¿QUÉ ES EL ENOJO?

El enojo es un estado emocional que varía en intensidad. Varía desde una


irritación leve hasta una furia e ira intensa. Como otras emociones, está
acompañada de cambios psicológicos y biológicos. Cuando usted se enoja, su
frecuencia cardíaca y presión arterial se elevan y lo mismo sucede con su nivel
de hormonas de energía, adrenalina y noradrenalina.
El enojo puede ser causado por sucesos externos o internos. Usted puede
enojarse con una persona específica (como un compañero de trabajo o
supervisor) o por algo ocurrido (embotellamiento de tránsito, un vuelo
cancelado), o su enojo puede ser causado por estar preocupado o taciturno
debido a sus problemas personales. Los recuerdos de hechos traumáticos o
enfurecedores también pueden despertar sentimientos de enojo.
A menudo, los adolescentes son caracterizados como personas demasiado
emocionales, propensos a arranques que confunden a sus padres y dejan a los
profesores tambaleándose.

APRENDE A MANEJAR EL ENOJO.


El enojo o coraje, es un sentimiento cuya intensidad puede cambiar, con mucha
facilidad.
Abarca desde una molestia o irritación, hasta la ira sin control.

El enojo nos puede causar muchos problemas, pero también puede ayudarnos
a:
 Defendernos y defender a otras personas,
 tener la energía y motivación necesaria, para mejorar nuestra vida y
luchar por nuestros ideales,
 establecer y fortalecer nuestra individualidad, sobre todo durante la
infancia.
Los problemas que tenemos, causados por el enojo, no están provocados por
este sentimiento, sino por la manera en que lo manejamos.

Manejar el coraje significa, aprender a expresarlo adecuadamente y cambiar


los pensamientos y conductas que lo mantienen o incrementan.

Para manejar el coraje tenemos reconocer la diferencia entre enojo y agresión.


El primero es un sentimiento, la segunda es una conducta.

El enojo puede ser:


1. Expresado.
2. Reprimido.
3. Negado.
EXPRESIÓN DEL ENOJO.
Podemos expresarlo de manera:
1. Constructiva o
2. destructiva.

La expresión del enojo de manera constructiva.

Esta forma de expresión, busca establecer límites claros, defender nuestra


posición, expresar nuestro disgusto y resolver los conflictos, sin amenazar la
integridad y autoestima de las otras personas involucradas.

Es expresarnos dentro de un marco de total respeto, hacia nosotros mismos y


hacia los demás.

Cuando expresamos nuestro enojo de manera constructiva, separamos a la


persona de su conducta.
Si la persona hizo algo que no me gustó y me quejo de lo que hizo, no la
califico, ni le pongo etiquetas.
Le digo "Me molesta cuando dices…, o no me gusta cuando haces…", pero no
le digo "eres un irresponsable o un egoísta".

Implica expresar nuestros sentimientos y deseos y estar dispuestos a escuchar


a la otra persona, para buscar juntos una solución o la manera de evitar que se
repita la situación que nos molestó.

Expresión del enojo de manera destructiva.

Expresar el enojo de manera destructiva, es atacar física o verbalmente a la


persona con la que estamos enojados.
No buscamos una solución, queremos dañar a la otra persona y desquitar
nuestro coraje.
Podemos hacerlo de diferentes maneras:
 Criticando a la persona,
 avergonzándola delante de los demás,
 ignorándola, tomando una actitud fría, distante e indiferente,
 rechazando cualquier intento de su parte para solucionar el problema o
para pedir una disculpa,
 lastimándola físicamente,
 etc.
El coraje expresado de manera destructiva afecta la relación, genera
resentimiento en la otra persona y nos puede provocar culpa, vergüenza o una
disminución de autoestima.
Represión del enojo.

Reprimir el coraje significa, sentir el enojo pero no expresarlo, o tratar de


negarlo.
Reprimimos el coraje por miedo a las consecuencias, porque no nos atrevemos
a enfrentar a la persona o por una serie de mitos aprendidos, como por
ejemplo, que es malo enojarse o que no debemos enojarnos con la gente que
queremos.

Sin embargo, toda la energía que reprimimos o negamos cuando estamos


enojados, no desaparece, simplemente se manifiesta de otra manera.

Por lo tanto, nos puede provocar:


 Molestias físicas, como acidez, dolor de cabeza, cuello o espalda, etc.,
 sentimientos como angustia o depresión,
 poca capacidad para concentrarnos, pensamientos obsesivos, etc., que
afectan nuestra conducta.
Generalmente, cuando reprimimos el coraje, tendemos a "rumiarlo".
Pensamos una y otra vez en lo sucedido y en todos los calificativos que le
damos a la persona involucrada, aumentando nuestro enojo, manteniendo la
alteración de nuestro organismo y provocando resentimiento, deseos de
venganza, mayores problemas, etc.

Negación del enojo.

Negar el coraje es una actitud aprendida.


La aprendemos durante la niñez:
 A través del ejemplo que vemos,
 de lo que escuchamos o
 para cumplir las expectativas que nuestros padres tienen de nosotros.
También podemos aprenderla, como resultado de experiencias vividas, en
donde reconocer o expresar el enojo, nos causó problemas o sufrimiento.
Cuando negamos el enojo estamos más propensos a deprimirnos, a que
nuestra autoestima disminuya y a sentirnos víctimas de las circunstancias o de
otras personas.

¿Qué puedes hacer?


En primer lugar, antes de expresar nuestro enojo, es necesario tratar de
calmarnos, para distinguir la verdadera causa del mismo.

Recuerda que podemos enojarnos con una persona, pero reprimirlo o negarlo y
después desquitarnos con otra, pensando que ésta es quién nos hizo enojar.

Por ejemplo:
Estamos enojados por algo que hizo nuestra pareja o nuestro jefe.
Por diferentes motivos, miedo, mitos respecto al enojo, etc., lo negamos,
ignoramos o reprimimos.

Al llegar a la casa, encontramos que los niños tienen tirados todos sus
juguetes, por lo que nos enojamos y empezamos a gritarles.
Les decimos que son unos irresponsables, que siempre hacen lo mismo y
quizás los insultamos, castigamos o incluso golpeamos.

Pensamos o les decimos que ellos nos hicieron enojar.

Sí puede ser, que su desorden nos moleste muchísimo, pero la causa inicial del
enojo fue la conducta de nuestro jefe o pareja.
Nuestra respuesta ante los niños es de mucho mayor intensidad y expresada
inadecuadamente, porque ya traemos acumulado el coraje que no manejamos
con nuestra pareja o jefe.

En segundo lugar, es importante recordar que uno de los principales


elementos, que influyen en la duración e intensidad de nuestro coraje, es la
intención que le damos a la conducta de la otra persona.
Por lo tanto, si cambiamos nuestra manera de evaluar lo sucedido, podemos
manejar mucho mejor nuestro malestar.

Esto no significa que neguemos los hechos o nuestros sentimientos.


Pero sí, que no demos por hecho que conocemos los motivos, intenciones,
pensamientos y sentimientos de la otra persona.
Por mucho que conozcamos a alguien, no podemos adivinar todo lo que
piensa y siente.
Debemos preguntarle, para aclarar las cosas, pero sin atacarla.

No saques conclusiones que pueden estar equivocadas, porque es una actitud


que aumenta los conflictos.

Cuando te preguntan si estás enojado o por qué, no lo niegues.


Decir no estoy enojado, no me pasa nada o tú deberías de saberlo, no resuelve
los problemas, al contrario.

Si te critican o si te sientes criticado, escucha bien, sin agredir y sin ponerte a la


defensiva.
Pídele a la persona que te diga que fue lo que le molestó y trata de ver que hay
debajo de sus palabras.
Puede haber sentimientos escondidos, que son los que deben de tratarse.
Si estamos muy enojados, es importante que tratemos de calmarnos primero.
Podemos hacer ejercicios de respiración, salir a caminar o correr un poco,
escuchar música que nos relaje, etc.

Para expresar tu enojo correctamente, revisa cuáles pueden ser los problemas
de comunicación, que pueden causarte dificultades y revisa la guía para una
mejor comunicación.

Disminuye tu estrés, ya que cuando estamos estresados nos enojamos con


mayor facilidad y al mismo tiempo, el enojo genera una gran cantidad de
estrés, que nos impide analizar y tomar decisiones adecuadas, para solucionar
los problemas.

Es importante que reconozcas las causas y consecuencias de tu enojo,


los mitos y creencias equivocadas que influyen en tu forma de manejarlo y que
aprendas a manejar la crítica.

Potrebbero piacerti anche