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UNIVERSIDAD ALAS PERUANAS

FACULTAD DE MEDICINA HUMANA Y CIENCIAS DE LA


SALUD

ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGIA HUMANA

TEMA: “DISCAPACIDADES FÍSCAS”

PROFESOR: Miguel Ángel Cusi

INTEGRATES:

-Ccorimanya Vilca Jacky Evelin-

-Mamani Condori Ines Yuly.

- Condori tartalean Danae

-Gisela champi cupara

-Valencia Gomez Cristhian

GRUPO: 8vo semestre “A”

AREQUIPA - 201
INTRODUCCIÓN

Entendemos por discapacidad física a aquella situación o estado en que se da una


circunstancia que hace impide o dificulta en gran medida que la persona que la padece
pueda moverse con libertad y de un modo en el que tenga plena funcionalidad. Este tipo
de discapacidad afecta al aparato locomotor, siendo especialmente visible en el caso de
las extremidades si bien puede afectar de manera que la musculatura esquelética no pueda
ser movida de manera voluntaria.

Las limitaciones presentes en las personas con discapacidad física hacen pues que tengan
realmente complicado llevar una vida normal a menos que gocen de determinadas ayudas
externas. Estas limitaciones pueden ser permanentes o temporales, según sea tratada la
deficiencia que las provoca o se otorguen las suficientes ayudas como para que no las
haya.
CAPITULO I

DISCAPACIDAD FÍSICA

1.1 CONCEPTO

Es la disminución o ausencia de las funciones motoras o físicas. Las causas de la


discapacidad física muchas veces son congénitas o de nacimiento. Se considera que una
persona tiene deficiencia física cuando padece problemas en el aparato locomotor o las
extremidades, así como parálisis, paraplejías y tetraplejías, y trastornos de coordinación
de los movimientos. En todos estos casos el problema puede ser la autonomía personal,
sobre todo en la accesibilidad.

1.2 DESCRIPCIÓN

Los estudiantes con discapacidad física, médica o amas se consideran con retraso
educativo por solo esa razón uy solo se incluyen entro los alumnos con fracaso escolar
cuando su proceso es afectado. sin embargo, la discapacidad física puede inferir en la
habilidad el estudiante para aprender a través de un medio usar y también puede reducir
si estima y si atención muchos estudiantes en silla de ruedas, por ejemplo, se consideran
menos aptos académicamente, aun cuando sus habilidades e inteligencia estén por encima
del promedio

1.3 CLASIFICACIÓN

Existen varios tipos s de discapacidad física con la finalidad de dar una idea de estos y de
las necesidades de cada uno se exponen a continuación grupos comúnmente identificados

1.2.1 estudiantes pacientes médicos que disminuyen sus capacidades físicas: asmáticos,
cardiopatías congénitas, con tuberculosis, nefropatías, diabetes, etc.
1.2.2 estudiantes con secuelas de accidentes o enfermedades que presentan deficiencias
físicas notables, por ejemplo, parálisis cerebral infantil, con alguna prótesis, silla de
ruedas

1.2.3 personas con malformaciones físicas, sin significación funcional, pero con impacto
estético, como son cicatrices manchas labios leporino.

1.2.4 estudiantes sin limitaciones físicas, pero con características fenotípicas alejadas de
la norma, muy altos, de otra raza, de otra nacionalidad

1.4 IMPLICACIONES ESCOLARES

La responsabilidad de la educación especial para promover el éxito de los alumnos radica


en 4 aspectos esenciales a evaluar:

1.4.1 accesibilidad

más que un fenómeno físico es una actitud. es decir, la accesibilidad consiste en facilitar
el acceso de los alumnos con restricciones motoras principalmente, a las instalaciones
educativas.

1.4.2 aceptación del grupo

Los maestros deben promover que el grupo y el resto de la escuela propasen respeto y
hasta admiración por aquellos alumnos que, pese a su discapacidad física , afrontan los
retos de la escuela, para este efecto , el profes debe tener ante todo un trato respetuoso u
exente hacia el alumno con discapacidad, disuadir de las burlas y utilizar un lenguaje
apropiado para explicar las diferencias entre los conceptos de limitación ,barrera ,
diferencia y discapacidad .en la escuela, los niños menos aceptados son los que no pueden
jugar con los demás por enfermedades o secuelas de accidentes. Estos casos por lo general
son graves y muchas veces la saluda ó la vida del niño son preocupaciones más
importantes que su logro escolar.

la visibilidad es importante tanto en condiciones deformantes, amputaciones labio


leporino en las que no lo son (vitíligo, estrabismo) las condiciones invisibles (prótesis
ocular) son menos discriminadas que las visibles, que son el grado de estética o referente
a él, ya que las deformaciones son perceptibles y las grotescas son las más graves

1.4.3 valores del autoconcepto

Muchos de estos estudiantes presentan problemas en la información de su autoconcepto.


este compone de autoimagen (como nos vemos) y autoestima) como nos valoráramos).
ambas dimensiones son importantes de evaluar, para la autoimagen, las pruebas
proyectivas de dibujo son muy ilustrativas, hacer que el estudiante se dibuje y se describa
otorga pautas para su orientación y concepto. en cuanto a sus autoestimas existen varias
pruebas estandarizadas que se utiliza de igual manera; la orientación y el reconocimiento
de recursos y potencialidades son útiles para reforzar la autoestima y mejorar el
autoconcepto

1.4.4 valoración de las capacidades intelectuales


Algunos niños con disparidad física presentan bajo rendimiento, en estos casos es
importante determinar la competencia intelectual de esto, ya que no es aconsejable asociar
este desempeña a la condición física ni descartar a priori, la presencia de limitaciones
intelectuales si el niño cumple con las exigencias escolares el maestro únicamente debe
cuidar del sano desarrollo psicológico y de la información de un buen autoconcepto.

1.4 detección

a) rasgos físicos diferentes de la norma

b) dificultades en la expresión verbal, no verbal o ambas

c) evidencia de enfermedad física

d) limitación en la movilidad o en las habilidades psicomotoras fina y gruesa

e) señalamiento por parte de compañeros o maestro por su apariencia física


CAPITULO II

2.-PARÁLISIS CEREBRAL

2.2 CONCEPTO

La parálisis cerebral es una alteración del movimiento y postura que resulta de un daño o
lesión no progresiva pero permanente en un encéfalo inmaduro. La lesión no es evolutiva
y los síntomas son tan variados que es difícil encontrar dos niños con PC que tengan
características similares.

Es un trastorno físico que generalmente implica una condición duradera que no es


contagiosa y en la mayoría de los casos, tampoco hereditaria. Este término es atribuido a
una de las consecuencias de un daño o lesión cerebral o a una anormalidad en el
crecimiento del cerebro, lo que produce en las personas una incapacidad en la
coordinación y control motor y una dificultad para discriminar los objetos. Esta lesión
puede afectar en mayor o menor medida el funcionamiento intelectual y las capacidades
cognoscitivas del sujeto (dependiendo esto del nivel y la localización de la lesión). Puede
ser tratada. pero es incurable, y por lo general no empeora a medida que el niño crece
(Heward, 2998).

Sólo se puede hablar de parálisis cerebral cuando la lesión está localizada en el encéfalo.
Se trata. pues, de un desorden neurológico no progresivo, capaz de producir trastorno del
movimiento y/o la postura en un cerebro en proceso de desarrollo (International Society
of Cerebral Palsy. Edimburgo. 2969)
2.1 CLASIFICACIÓN

según la clasificación clínica existen cuatro tipos básicos de PC:

2.1.1 ESPÁSTICA. Consiste en movimientos musculares sin armonía; los músculos se


contraen involuntariamente al tratar de moverlos o estirarlos (Patton, Payne y Kauffman,
2995). La espasticidad se produce a consecuencia de una lesión localizada en el haz
piramidal (rige los movimientos voluntarios), por lo que se encuentran los síntomas del
piramidalismo: incremento del tono muscular en el momento de realizar movimientos
voluntarios (rígidos, bruscos y lentos), carece de juego muscular flexión/extensión, dando
lugar a una acción refleja de hipertonía permanente, provocando contractura y espasmos
en un grupo muscular e hipotonía del grupo muscular antagonista.

La debilidad de los movimientos voluntarios afecta también a los labios y lengua. La


lengua, torpe e hipertónica, no puede extenderse más allá de los dientes. El rostro parece
inexpresivo y la saliva se escurre por las comisuras de la boca.

El lenguaje tiende a ser explosivo, interrumpido por largas pausas. En casos muy graves,
puede quedar bloqueado al no poder mover sus mecanismos de fonación.

2.1.2 ATETÓSICA. Movimientos involuntarios, espasmódicos desorganizados y


retorcidos; el movimiento coordinado intencional no es posible debido a contracciones
musculares (Patton, Payne y Kauffman, 2995). Se trata de una lesión en el sistema
extrapiramidal, por lo general, en los ganglios basales del tronco cerebral que controla los
movimientos involuntarios, el tono muscular y los estados de vigilia.

Se caracteriza por contracciones involuntarias de las extremidades distales (miembros y


cara). Estos movimientos pueden mantenerse en reposo o, por el contrario, dispararse
completamente durante la relajación o el sueño. El tono muscular es fluctuante y va desde
la hipertonía paroxística hasta la hipotonía, desde la tensión muscular extrema hasta la
laxitud extrema. Alterna los movimientos abruptos y orientados con las posturas rígidas
del espástico, pero a diferencia de éste, sólo mantiene tales posturas fugazmente. Presenta
movimientos involuntarios de los músculos articuladores y faríngeos en la producción del
habla. La lengua, los músculos de la masticación y de la articulación están afectados.
Las muecas de la cara y los movimientos involuntarios de la lengua interfieren en la
articulación, así como las contracciones espasmódicas irregulares del diafragma y otros
músculos de la respiración dan a la voz un carácter espasmódico, similar a un quejido.

2.1.3 ATÁXICOS. Falta de coordinación y torpeza en los movimientos requeridos para


el equilibrio, la posición en el espacio y la postura (Patton, Payne y Kauffman, 2995). Se
debe a una lesión en el cerebelo (regulador de la adaptación postural y de la coordinación
de los miembros voluntarios).

Se manifiesta por problemas de equilibrio en la marcha y por una mala coordinación


espacial y temporal de los gestos. No consiguen medir la fuerza y la dirección de sus
movimientos. Los movimientos son torpes, lentos y se apartan de la dirección
inicialmente seguida. La musculatura es flácida y la tensión de los músculos, agonistas y
antagonistas disminuida. Existe ausencia de estabilidad del tronco durante los
movimientos libres de los brazos, lo que acarrea una inseguridad todavía mayor. Las
reacciones de equilibrio están fuertemente alteradas.

2.1.4 ESTADOS MIXTOS. Frecuentemente nos encontramos con un problema motor


en el que se asocian estos tres tipos (Espástica atetósica y atáxica).

Para los cuatro tipos de parálisis cerebral, hay distintos niveles de gravedad, presentando
las siguientes características generales:

- Retraso motor, reflejos primitivos presentes, trastornos posturales y/o deformidad


física, crisis convulsivas, problemas visuales, estravismo, Nistagmus (dificultad
para mantener los ojos fijos). Debilidad visual y ceguera, problemas auditivos,
problemas generales y de salud, problemas de dentición, desnutrición;
alteraciones en el lenguaje, movimiento, conducta, emociones, formación de la
personalidad, inteligencia y percepción.
2.2 CLASIFICACIÓN TOPOGRÁFICA. Teniendo en cuenta el número de miembros
afectados:

Monoplejía: parálisis de un solo miembro, ya sea brazo o pierna.

Diplejía: parálisis que afectan a las dos partes simétricas del cuerpo.

Hemiplejia: parálisis de la mitad del cuerpo derecho o izquierdo, por lesión del sistema
piramidal

Triplejía: parálisis de tres miembros.

Paraplejía: parálisis de las dos extremidades inferiores

Tetraplejía: parálisis conjunta de los miembros superiores e inferiores.

SEVERIDAD

PC Ligera: Hallazgos físicos consistentes, pero sin limitación en las actividades


ordinarias.

PC Moderadamente Severa: Dificultades en las tareas diarias, necesidad de medios de


asistencia o apoyos

PC Severa: Moderada o gran limitación en las actividades diarias

2.3.- ETIOLOGÍA

2.3.1 FACTORES PRENATALES (ADQUIRIDOS EN ÚTERO):

l. Rubeola, toxoplasmosis, citomegalia, herpes simple y otros agentes infecciones o


virales.

2. Anaxia materna, envenenamiento por monóxido dc cnrbano, estrangulación, anemia,


hipotensión asociada con anestesia espinal, infarto placental, placenta repentina.

3. Hemorragia cerebral prenatal, toxemia materna, trauma directo, diatesis hemorrágicas


maternas.

4. Anoxia prenatal, torsión o enredo del cordón.

5. Toxinas diversas, drogas


2.3.2 PERINATALES (DURANTE EL PARTO):

2 Anoxia mecánica: Obstrucción respiratoria, sobre sedación con drogas, placenta previa
o repentina, hipotensión asociada con anestesia espinal, parto de nalgas con retraso de la
cabeza del recién nacido

2. Traumatismo. Hemorragia asociada con distocia, desproporciones y mal posiciones,


aplicaciones imprudentes del fórceps, resistencia de la cabeza, parto inducido, cambios
súbitos de presión, alumbramiento precipitado, parto por cesárea.

3. Complicaciones del nacimiento. Prematuridad inmadurez, dismadurez, postmadurez,


hiperbilirrubinemia y factores de isoinmunización, trastornos hemolíticos, "distres"
respiratorio, sífilis, meningitis y otras infecciones, reacciones de la drogadicción,
reacciones de la hipoglucemia, reacciones a la hipocalcemia.

2.3.3 POSNATAL Y PRIMERA INFANCIA:

2. Traumatismo (hematoma subdural, fractura craneal. contusión craneal).

2. Infecciones (meningitis, encefalitis, abscesos cerebrales).

3. Accidentes vasculares (aneurisma cerebral congénito, trombosis, embolia,


encefalopatía hipertensa, súbitos cambios de presión).

4. Toxinas (plomo, arsénico, alquitrán, derivados).

5. Anoxia (envenenamiento por mon6xido de carbono, estrangulación, anoxia por bajas


presiones y extremada altitud, hipoglucemia.

6. Neoplasia y neurodesarrollo tardío (tumor, quiste. hidrocefalia progresiva).

2.3.4 TRASTORNOS ASOCIADOS A LA PARÁLISIS CEREBRAL:

2.3.1 Trastornos visomotores: Los estudios han demostrado que los niños con PC.,
padecen de una incapacidad para coordinar el sistema visual y el motor. En este caso, el
niño es incapaz de dibujar lo que sus ojos ven, por eso, cuando se le pide que dibuje una
figura, su representación está distorsionada.
2.3.2 Trastornos auditivos: Los niños con parálisis cerebral presentan también trastornos
auditivos. El daño sensorial se ha encontrado en un 50% de los casos de hemiplejía.

Los investigadores han llegado a la conclusión de que este bajo rendimiento auditivo, es
de naturaleza psicológica y se debe a un margen de atención restringido, a una falta de
concentración y a su distraibilidad.

2.3.3 Ataques de epilepsia: Cerca del 30% de los niños con P.C. han tenido en su historia
uno o más ataques de epilepsia. Requieren vigilancia y tratamiento. Aunque no siempre
sean perceptibles, deben presumirse en todos los casos.

2.3.4 Trastornos visuales: Los trastornos son frecuentes y variados. Los problemas
visuales pueden agruparse en tres grandes grupos:

Trastornos de motilidad, fundamentalmente estrabismo y nistagmos.

Trastornos de agudeza visual y de campo.

Trastornos de elaboración central

Las mayores frecuencias de trastornos son de tipo oculomotores. El estrabismo, el


nistagmos, los trastornos retinianos, la miopía extremada, son los defectos más comunes
en la P.C.

2.3.5 Trastornos del lenguaje: Los trastornos del lenguaje se presentan en un 70% de
los niños con PC. Algunos nunca adquieren el lenguaje. A causa de la rigidez de los
músculos faciales, a la articulación le falta precisión, y hay sustituciones y omisiones de
sonidos. La voz generalmente tiene un tono demasiado alto o demasiado bajo, a causa de
la afectación de los músculos de la laringe.

2.3.6 Trastornos de la memoria y la atención: Los niños son P.C son considerados
como niños de muy mala memoria puesto que no recuerdan lo que se le enseñó el día
anterior. Estos niños se distraen fácilmente con estímulos tanto internos como externos.
Al distraerse por algo, su lapso de atención a la tarea, se interrumpe. El lapso de atención
es excesivamente corto; solamente durante estos periodos se puede haber una
comunicación con el niño.
2.4 EVALUACION Y DIAGNÓSTICO

El diagnóstico positivo se basa en primer lugar en la historia del paciente. Se debe hacer
una anamnesis detallada de los antecedentes patológicos familiares tratando de buscar
antecedentes de enfermedades neurológicas, genéticas, malformativas y
heredometabólicas, lo cual ayuda en el diagnóstico diferencial de la PC con los trastornos
neurológicos progresivos, además de que existen algunas enfermedades familiares que
pueden asociarse con la ocurrencia de PC. Se debe indagar sobre la presencia de factores
de riesgo durante el embarazo, parto y período neonatal. En las PC posneonatales existe
por lo general una causa bien determinada que se observa en el análisis clínico de cada
paciente. Sin embargo, en un número variable de casos de PC de cualquier tipo, no es
posible reconocer un evento adverso como causa de ella.

Además de los factores de riesgo y posibles causas, en la anamnesis del paciente es


necesario precisar con el mayor detalle el cumplimiento de los hitos del desarrollo
psicomotor del niño desde el momento en que nació hasta que se recibe en la consulta por
primera vez, tratando de discernir entre la presencia de un retardo del desarrollo
psicomotor o propiamente motor, y la presencia de una regresión del desarrollo. El retardo
en el desarrollo motor es frecuente en los niños con PC, lo cual motiva a menudo la
primera consulta, mientras la regresión del desarrollo es característica de los trastornos
neurológicos progresivos como los desórdenes neurocutáneos, neuromusculares y
degenerativos del sistema nervioso central. Es obligatorio tratar de determinar la
naturaleza no progresiva del trastorno. El examen físico del paciente es quizás el elemento
que más aporta en el establecimiento del diagnóstico de PC. El examen neuromotor
clásico muestra por lo general una anormalidad definida en cualquiera de las siguientes
áreas: Tono muscular: hipertonía o hipotonía, o una combinación de ambas, a nivel de eje
o de miembros.

 Movimiento y postura: puede haber espasticidad o movimientos extrapiramidades


(discinéticos) del tipo coreotetósico o distónico.
 Coordinación: pueden presentarse signos de ataxia.
 Reflejos osteotendinosos: por lo general hay hiperreflexia con clono sostenido o
persistente, particularmente en la forma espástica.
 Reflejos del desarrollo (primitivos y de protección): puede haber ausencia,
persistencia anormal u otras aberraciones de estos.
Es necesario valorar la función motora, para lo cual debe observarse al niño en posición
supina, prona, sentado, de pie, caminando y corriendo. Con el objetivo de lograr
consistencia, en la evaluación es necesario apoyarse en algunos de los instrumentos
desarrollados para la valoración del desarrollo psicomotor en edades tempranas, tomando
siempre en consideración el propósito de la prueba, su valor predictivo, sensibilidad,
especificidad y validez, puesto que la no observancia de estos aspectos puede llevarnos a
errores de interpretación.

Las escalas de Bayley del desarrollo infantil, en cualesquiera de sus dos ediciones han
sido ampliamente usadas con propósitos discriminativos en programas de seguimiento de
niños con riesgo neurológico, pero para la evaluación de los cambios en la evolución de
los niños con PC, solamente 2 instrumentos de 27 encontrados en la literatura en una
revisión realizada por Ketelaar y cols, reunieron los criterios de confiabilidad y validez.
Son estos la Medida de la Función Motora Gruesa, y el Inventario de Evaluación
Pediátrica de Discapacidad (PEDI), el cual sirve de complemento al anterior al evaluar el
comportamiento funcional en niños con discapacidades. En la valoración de la función
motora de las extremidades superiores pueden ser de gran ayuda la Escala de la Función
Motora Bimanual y el Sistema de Clasificación de Habilidad Manual, desarrollados
recientemente. Los exámenes en los primeros meses de edad corregida pueden identificar
la mayoría de los casos graves de PC, pero un examen normal en los primeros 6 meses de
vida no excluye la posibilidad PC ligera o moderada. De hecho, aproximadamente hasta
2/3 de los niños que desarrollan PC no son identificados en los primeros 4 meses de edad.
Por otra parte, un examen anormal en los primeros meses de edad no es indicativo siempre
de PC. Durante el primer año de vida a menudo se presenta un grupo de trastornos del
tono y los reflejos conocido como distonía transitoria —más frecuente en niños
pretérminos—, que debe diferenciarse de la PC. Por tanto, cualquier alteración en el
examen neuromotor durante el primer año de vida debe ser considerada con cautela, y ha
de constituir un signo de alerta. Entre estos signos se encuentran la presencia de
hipertonía, hipotonía o una combinación de ambas al realizar las maniobras de la bufanda
(miembros superiores), de talón oreja (miembros inferiores), o de suspensión vertical u
horizontal; al igual que la presencia de hipertonía en los músculos aductores de la cadera.
La parada rígida, la hiperextensión de cuello y la asimetría en el tono muscular entre un
lado y el otro del cuerpo son signos de sospecha a esta edad.8
Asimismo, la persistencia de los reflejos primitivos (succión, Moro, prensión palmar y
plantar, y tónico del cuello) más allá de los seis meses de edad son altamente sospechosos,
al igual que el retardo en la aparición de los reflejos posturales (enderezamiento de la
cabeza, paracaídas, Landau), y la presencia de asimetría en la respuesta refleja.

2.5 MÉTODOS ALTERNATIVOS DE DIAGNÓSTICO

Además del examen neuromotor clásico y los diferentes instrumentos mencionados para
la evaluación diagnóstica del paciente con parálisis cerebral, a lo largo de la historia del
estudio de este grupo de pacientes han sido empleados otros métodos alternativos, como
el de las reacciones posturales de Vojta y más recientemente la prueba de los movimientos
generales en el feto, recién nacido y lactante, desarrollada
por Prechtl y Einspieler, quienes han encontrado dos patrones anormales específicos de
movimientos generales que constituyen predictores confiables de PC espástica desde los
primeros tres meses de edad corregida. Son ellos:

2) la presencia de patrones persitentes de movimientos generales sincronizados contraídos


(‘cramped’), que parecen rígidos y con falta del carácter suave y fluido con que
normalmente se presentan estos movimientos y;
2) la presencia de movimientos generales de carácter inquieto o agitado (‘fidgety’), los
cuales normalmente son movimientos de velocidad moderada, con aceleración variable,
que se producen en el cuello, tronco y las extremidades en todas las direcciones.

Si su médico de familia o pediatra sospecha que su hijo tiene parálisis cerebral, podría
ordenar una serie de pruebas para hacer un diagnóstico y descartar otras posibles causas.

2.5.1 Electroencefalograma: Este examen se utiliza para registrar la actividad eléctrica


del cerebro, para observar si hay algún cambio en los patrones normales de las ondas
cerebrales y es indicado cuando el bebé o niño ha presentado convulsiones, lo cual podría
ser un indicativo de que pueda tener epilepsia, una enfermedad asociada a la parálisis
cerebral.
2.5.2 Ultrasonido: Con el ultrasonido se envían ondas al cerebro y utiliza el patrón ecos
para formar una imagen de sus estructuras, el ultrasonido se puede realizar en los bebés
antes de que los huesos del cráneo estén completamente desarrollados, generalmente
hasta los 28 meses de vida. Permite evaluar problemas en el cerebro o quistes.

2.5.3 Tomografía Computerizada (TAC): Es un procedimiento que utiliza muchos


rayos X para obtener del cuerpo. Es probable que sea necesario administrar un sedante
ligero al niño, ya que debe mantenerse completamente quieto durante al menos 20
minutos que dura el examen.

2.5.4 Resonancia Magnética (RM): Es un examen imagenológico que utiliza imanes y


ondas de radio potentes para crear imágenes del cuerpo. Un examen produce docenas o
algunas veces cientos de imágenes, se utiliza fundamentalmente cuando se sospecha una
lesión cerebral estructural, que pueda ser visible mediante las imágenes.

En los niños con antecedente de prematuridad está indicado realizar potenciales


evocados visuales y, si es posible, electrorretinograma.
Estudio de la audición en todos los casos, especialmente indicado si existe antecedente
de prematuridad, hiperbilirrubinemia, infección congénita o tratamiento con
aminoglucósidos en el periodo neonatal.

2.6 AVANCES Y ACTIVIDADES DEL INSTITUTO


Buena parte del trabajo del NICHD vinculado a la parálisis cerebral se realiza extramuros,
es decir, que recibe el apoyo del NICHD pero se lleva a cabo en otras instituciones de
investigación. Dentro de la División de Investigación Extramuros , varios Departamentos
apoyan proyectos pertinentes a la parálisis cerebral. Por ejemplo, los investigadores de
la Red de Unidades de Medicina Materno-Fetal (MFMU por sus siglas en inglés) ,
apoyados por el Departamento de Perinatología y Embarazo (PPB por sus siglas en
inglés) del NICHD, colaboraron con los investigadores apoyados por el Instituto
Nacional de Enfermedades Neurológicas y Accidentes Cerebrovasculares (NINDS por
sus siglas en inglés) en un ensayo sobre la exposición prenatal al sulfato de magnesio para
la prevención de la parálisis cerebral. Este ensayo doble-ciego y aleatorizado incluía a
2242 mujeres con riesgo alto de dar a luz bebés muy prematuros (menos de 32 semanas
de gestación).
El ensayo concluyó que el sulfato de magnesio no reducía la tasa del resultado primario
de parálisis cerebral moderada a grave o de muerte, tal vez porque la muerte era el
resultado predominante. Sin embargo, el sulfato de magnesio prenatal sí redujo la tasa de
parálisis cerebral de moderada a grave sola en un 50% (PMID: 28753646). Como
resultado de esta investigación, el Congreso Americano de Obstetras y Ginecólogos
(ACOG por sus siglas en inglés) apoya el uso de sulfato de magnesio para la protección
neuronal de bebés con probabilidad de nacer muy prematuros .

2.7 INCIDENCIA

El aumento de los últimos años es debido a que las técnicas de cuidado neonatal continúan
avanzando, lo que unido a un incremento de la conciencia social por el envejecimiento de
la población, ha producido que un porcentaje más alto de niños prematuros permanezcan
vivos, y por consiguiente haya aumentado la tasa de PC.

Así, la mayoría de los autores afirman que la incidencia de la parálisis cerebral está
cercana a 2 de cada 2000 niños nacidos vivos y se da con más frecuencia en niños.

En nuestro país carecemos de un sistema de monitoreo de la parálisis cerebral confiable.

2.8 PRONÓSTICO

Por definición, la lesión cerebral es estable, no progresiva. Sin embargo, conforme avanza
la edad la independencia física puede y suele cambiar en la PCI. En las formas más leves
hay un avance en el desarrollo de las habilidades motoras, si bien pueden presentarse
deformidades osteomusculares. Las PCIs más graves ven deteriorarse las capacidades
después de los 7 años de edad. En la adolescencia o edad adulta temprana un tercio de los
que han conseguido la marcha autónoma la pierden, como consecuencia especialmente
del desarrollo de contracturas articulares y deformaciones óseas La PCI es un trastorno de
por vida que requiere cuidado a largo plazo, si el niño afectado puede caminar o realizar
funciones con cierta independencia, su expectativa de vida será más larga, pudiendo desarrollar
una vida adulta normal, sobre todo si se somete a las terapias físicas o cirugías en caso de ser
necesario, sin embargo a pesar de la gravedad con que se presente un factor determinante será
la determinación de la familia y el compromiso en el cuidado, tratamiento y terapias del niño
con PCI, ya que de esto dependerá la mejora de algunas condiciones o la atención de las
necesidades del niño con incapacidades motoras totales.
2.9 TRATAMIENTO

La Parálisis Cerebral no se puede curar. Pero si la persona afectada recibe una atención
adecuada que le ayude a mejorar sus movimientos, que le estimule su desarrollo
intelectual, que le permita desarrollar el mejor nivel de comunicación posible y que
estimule su relación social, podrá llevar una vida plena.

debido al carácter global del trastorno, a la diversidad de ámbitos en los que se manifiesta
(motor, lenguaje y comunicación, cognitivo, sensorial, afectivo social, bienestar y salud)
y a la variedad de consecuencias que pueden aparecer en cada uno de ellos, Se plantea el
trabajo con las personas con PC y deficiencias afines como un proceso de construcción
en el que tanto la persona, como la familia y los profesionales tienen que tener una actitud
activa que contribuya a alcanzar el máximo desarrollo de la persona.

a) LA FISIOTERAPIA

La fisioterapia es un área de importante relevancia para el tratamiento de las personas con


parálisis cerebral, al ser ésta una lesión que se caracteriza fundamentalmente por la
alteración del movimiento, la postura y el tono.

Los objetivos generales planteados desde el área de fisioterapia para las personas con
parálisis cerebral son:

 Estimulación de la actividad refleja postural y del tono muscular, facilitando los


reflejos de enderezamiento y las reacciones de equilibrio, que son la base de la
actividad motora normal.
 Ampliación de la calidad y variedad de patrones de movimiento lo más
normalizados posibles, evitando patrones anómalos.
 Adquisición de un óptimo control postural para la prevención y corrección
ortopédica de las posibles deformidades, así como para facilitar la interacción con
el entorno y favorecer los aprendizajes.
 Potenciación de la independencia motórica, desarrollando en lo posible algún
medio de locomoción, favoreciendo la autonomía personal y mejorando la calidad
de vida.

Por lo tanto, podemos concluir que la fisioterapia en parálisis cerebral es un área de


rehabilitación fundamental. Si la rehabilitación del niño con parálisis cerebral se inicia
precozmente, la posibilidad de conseguir un desarrollo psicomotor evolutivo, será mejor.
b) INTERVENCIÓN LOGOPÉDICA

La intervención logopédica en niños con parálisis cerebral va dirigida a favorecer,


establecer y potenciar la comunicación, así como prevenir, reeducar y rehabilitar posibles
trastornos y alteraciones en las funciones neurovegetativas (Facilitar el acto de
masticación y deglución en niños con graves problemas motores, ejercitar en edades
tempranas, los órganos fonoarticulatorios necesarios para la producción del habla). La
gravedad de los trastornos del lenguaje o del habla en las personas con parálisis cerebral
es muy variable; algunos conseguirán un habla funcional e inteligible a una edad
temprana, pero otros la lograrán tarde e incluso no podrán desarrollarla. Todos los niños
que no dispongan de la posibilidad de expresarse oralmente recurrirán a un sistema
aumentativo y alternativo de comunicación.

c) TERAPIA OCUPACIONAL

El terapeuta ocupacional se encarga de la realización de tratamientos específicos


utilizando siempre como medio la actividad para el desarrollo funcional del niño.

Los objetivos generales son:

 Lograr mejorar en las habilidades motóricas básicas y de la coordinación mediante


estímulos sensoriales.
 En la alimentación, desarrollar el buen control de cabeza y tronco, coordinación
ojo-mano y coordinación labios-lengua.
 Vestido, el niño aprenderá antes a desnudarse que a vestirse, deberá tener al menos
el control del tronco.
 Baño, la independencia del baño se conseguirá con la ayuda de varias aplicaciones
como antideslizantes, barras para asirse, etc. Y se enseñaran cuidadosamente.
d) ATENCIÓN PSICOLÓGICA

La Atención Psicológica a las personas con Parálisis Cerebral tiene como objetivo
principal mejorar su calidad de vida. Para ello es necesario incidir de forma directa y/o
indirecta sobre el contexto en el que se desenvuelve la persona (Centros Específicos en
los que son atendidos y Familias).

Elaboración de programas específicos del área (programas de modificación de conducta,


fichas de perfil psicoemocional, pautas concretas de intervención ante problemas de
conducta como negativismo, oposición, autolesiones, heteroagresividad, conductas
fóbicas, mutismo, inhibición, miedos, etc.

Brindar terapia familiar y así permitiendo abordar de forma conjunta posibles problemas
que pudieran surgir y compartiendo metas.

e) TRATAMIENTO FARMACOLOGICO

Este tratamiento debe realizarlo en médico, dependiendo de los casos valorará la


administración de benzodiacepinas (reduce la espasticidad) por vía oral, la toxina
botulínica es el tratamiento que ha adquirido mayor fiabilidad en la espasticidad focal y
multifocal. Se usa en general, asociada al resto de tratamientos, especialmente de
fisioterapia.
CAPITULO III

ESPINA BIFIDA

3.1 CONCEPTO

La espina bífida (EB) es un tipo de malformación o defecto congénito en la que las


estructuras asociadas a la médula espinal y la columna vertebral no se desarrollan
normalmente en las etapas iniciales de la gestación
Estas alteraciones van a provocar daños permanentes en la médula espinal y en el sistema
nervioso que pueden ocasionar parálisis en las extremidades inferiores o diferentes
alteraciones a nivel funcional
El término espina bífida se emplea para definir una gran variedad de alteraciones del
desarrollo, cuyo denominador común es una fusión incompleta de los arcos vertebrales.
Esta malformación se puede relacionar tanto con déficits en los tejidos blandos
superficiales como en las estructuras que se ubican dentro del canal espinal.
A un nivel más clínico, la espina bífida se caracteriza por una formación incompleta o
desarrollo de defectuoso a nivel de la médula espinal y los huesos vertebrales
Además, en asociado a la espina bífida, es frecuente que se presente la hidrocefalia, una
alteración que ocasiona una acumulación anormal de líquido cefalorraquídeo en
diferentes áreas cerebrales y que pueden ocasionar importantes déficits neurológicos.

La espina bífida es un tipo de alteración congénita que se caracteriza por un desarrollo o


una formación incompleta de diferentes estructuras relacionadas con el cerebro,
la médula espinal o las meninges.
Concretamente, la espina bífida se trata de uno de los defectos de cierre del tubo
neural más frecuentes.
El tubo neural es una estructura embrionaria cuya fusión suele tener lugar alrededor de
los días 28 y 26 de gestación. El área caudal del tubo neural dará lugar a la espina dorsal;
la parte rostral formará el cerebro y la cavidad constituirá el sistema ventricular.
En los bebés que padecen espina bífida, una porción del tubo neural no logra fusionarse
o cerrarse de forma adecuada, por lo que causará defectos en la médula espinal y en los
huesos de la columna vertebral.
En función de las áreas afectadas, podremos distinguir cuatro tipos de espina bífida:
oculta, defectos del tubo neural cerrado, meningocele y mielomeningocele.

3.2 TIPOS DE ESPINA BÍFIDA

La mayoría de reportes científicos distinguen tres tipos de espina bífida: espina bífida
oculta, meningocele y mielomeningocele:

Espina bífida oculta: Se trata de la forma más común y más leve de la espina bífida. En
este tipo, las anormalidades estructurales resultan en una leve separación o hueco
entre uno o más huesos de la columna vertebral.
Es posible la espina bífida oculta se produzca una malformación de una o varias vertebras.
Además, el atributo de oculta implica que la anormalidad estructural está cubierta por el
tejido cutáneo.
Generalmente, no existe una afectación de los nervios espinales, por lo que la mayoría de
afectados con este tipo de patología no suelen presentar signos y síntomas evidentes, por
lo que no suelen experimentar problemas neurológicos.
A pesar de esto, en algunos casos se pueden observar indicaciones visibles de la espina
bífida en la piel de los recién nacidos:

 Acumulación de grasa.
 Hoyuelo o marca de nacimiento.
 Acumulación de cabello.

Aproximadamente el 25% de personas sanas padecen espina bífida oculta y no lo sabe.


Es frecuente que se descubra de forma incidental en estudios de rayos-x
3.1.2 Meningocele: Es un tipo raro de espina bífida, en el que las meninges que se sitúan,
en este caso, alrededor de la médula espinal, protruyen a través de los espacios
vertebrales.
En este caso, por lo tanto, las meninges tienen a sobresalir de la apertura espinal y esta
malformación puede ser oculta o estar expuesta
Cuando esto ocurre, la médula espinal puede desarrollarse de forma defectuosa, por lo
que es necesario eliminar las membranas a través de procedimientos quirúrgicos.
En algunos casos de meningocele pueden estar ausentes los síntomas o ser muy leves,
mientras que en otros pueden aparecer parálisis en los miembros, disfunción urinaria y/o
intestinal.

2.1.2 Mielomeningocele: El mielomeningocele o espina bífida abierta, es el tipo más


grave. En esta alteración, el canal espinal permanece abierto a lo largo de varios
segmentos espinales, especialmente en la espalda meda o bajo. Como consecuencia de
esta apertura, las meninges y la médula espinal, sobresalen formando un saco en
la espalda.
En algunos casos, los tejidos cutáneos recubren el saco, mientras que en otros los tejidos
y nervios espinales se encuentran expuestos al exterior de forma directa.
Este tipo de patología amenaza de forma grave la vida del paciente y además presenta una
afectación neurológica significativa.

 Debilidad muscular o parálisis en los miembros inferiores.


 Problemas intestinales y de vejiga.
 Episodios convulsivos, especialmente si se asocia con el desarrollo de
hidrocefalia.
 Alteraciones ortopédicas (malformaciones en los pies, desequilibrio en la cadera
o escoliosis, entre otros).
3.3 SÍNTOMAS

La presencia/ausencia de los síntomas y la gravedad de su presentación, va a depender en


gran medida del tipo de espina bífida que padezca la persona.
En los casos de espina bífida oculta, es posible que esta alteración se presente de forma
asintomática, sin mostrar signos externos. Sin embargo, en el caso
del meningocele pueden aparecer marcas o signos físicos sobre la piel en el lugar de la
malformación espinal.
Generalemente, es el Mielomeningocele, la alteración que va a provocar más signos y
síntomas tanto a nivel físico como neurológico. Debido a la exposición directa, los daños
en la médula espinal pueden ocasionar:

 Parálisis total o parcial de las piernas.


 Incapacidad para andar y adoptar diferentes posturas.
 Pérdida de sensibilidad.
 En la piel de las piernas y en regiones cercanas.
 Incontinencia intestinal y urinaria.
 Desarrollo de Hidrocefalia.
 Dificultades de aprendizaje.

¿Las personas con espina bífida presentan un nivel intelectual “normal”?

La mayor parte de personas que padecen espina bífida presentan una inteligencia normal,
en consonancia con lo esperado para su edad y nivel de desarrollo.
Sin embargo, el desarrollo de patologías secundarias como la hidrocefalia, puede
ocasionar daños a nivel de sistema nervioso que resulten en diferentes déficits
neuropsicológicos y dificultades de aprendizaje.
La hidrocefalia se desarrolla cuando se produce una acumulación anormal de líquido
cefalorarquídeo (LCR) que comienzan a almacenarse en los ventrículos cerebrales,
provocando un ensanchamiento de los mismos y que por tanto, los diferentes tejidos
cerebrales se compriman
El incremento de los niveles de líquido cefalorraquídeo, el aumento de la presión
intracraneal y la compresión de las diferentes estructuras cerebrales, va a provocar una
serie de alteraciones neuropsicológicas de especial importancia, especialmente cuando
los afectados se encuentran en edad infantil.

Las alteraciones neuropsicológicas podrán aparecer reflejadas en:


 Reducción de las puntuaciones en el coeficiente intelectual.
 Déficits en habilidades motoras y táctiles.
 Problemas de procesamiento visual y espacial.
 Dificultades en la producción del lenguaje.

3.4 CAUSAS

Actualmente no se conoce con exactitud la causa específica de la espina bífida. A pesar


de esto, en el panorama médico y científico existe un acuerdo acerca de la contribución
paralela tanto de factores genéticos como ambientales.
Se ha identificado una predisposición genética, a través de la cual, si existen antecedentes
familiares de defectos o alteraciones del tubo neural, existe un mayor riesgo de dar a luz
a un beber con este tipo de patología.

Factores de riesgo
A pesar de que aún no conocemos con exactitud las causas de la espina bífida, se han
identificado algunos factores que incrementan su probabilidad:

 Sexo: se ha identificado una prevalencia más elevada de la espina bífida en el sexo


femenino.
 Antecedentes familiares: los progenitores que tengan una historia familiar con
antecedentes de alteraciones o defectos de cierre del tubo neural tendrán una
probabilidad más elevada de tener un hijo con una patología similar.
 Deficiencia de folato: el folato es una sustancia importante para el desarrollo
óptimo y saludable de los bebés durante la gestación. La forma sintética se
encuentran en alimentos y suplementos alimenticios, se llama ácido fólico. Un
déficit de los niveles de ácido fólico incrementa el riesgo de defectos del tubo
neural.
 Medicación: Algunos fármacos antoconvulsivos, como el ácido valproico, pueden
causar anormalidades en el cierre del tubo neural durante la gestación.
 Diabetes: los niveles elevados de azúcar en sangre que cursan sin control médico
pueden incrementar el riesgo de tener un bebé con espina bífida.
 Obesidad: el padecimiento de obesidad antes y durante el embarazo de asocia con
un riesgo elevado de desarrollo de este tipo de patologías.
3.5 DIAGNÓSTICO

En casi todos los casos, la presencia de espina bífida se diagnostica de forma prenatal.
Algunos de los métodos más empleados los análisis de alfa fetoproteína y el ultrasonido
fetal.
Sin embargo, existen algunos casos leves que no se detectan hasta la fase postnatal. En
esta etapa, pueden emplearse técnicas de rayos-x o de neuroimagen.

Tratamiento
El tipo de tratamiento que se emplea en la espina bífida depende en gran medida del tipo
y la severidad de la patología. Generalmente, la espina bífida no requiere ningún tipo de
intervención terapéutica, sin embargo, otros tipos sí.

 Cirugía prenatal: Cuando se detecta durante el periodo embrionario la presencia


de una alteración relacionada con anormalidades en la formación del tubo
neural, especialmente la espina bífida, se pueden emplear diversos
procedimientos quirúrgicos para trata de reparar dichos defectos.

Concretamente, antes de la semana 26 se gestación, es posible realizar una


reparación intrauterina de la médula espinal del embrión.
Muchos especialistas defienden este procedimiento en base al empeoramiento
neurológico de los bebés tras el nacimiento. Hasta el momento, la cirugía fetal ha
reportado enormes beneficios, sin embargo, plantea algunos riesgos tanto para la
madre como para el bebé.

 Cirugía postnatal: En los casos de mielomeningocele, en los que existe un riesgo


elevado de contraer infecciones, además de presentar parálisis severa y serios
problemas del desarrollo, la cirugía temprana en la médula espinal puede permitir
la recuperación de la funcionalidad y el control del progreso de los
déficits cognitivos.
CAPITULO IV

EPILEPSIA

4.1 CONCEPTO

La epilepsia es un trastorno provocado por el aumento de la actividad eléctrica de las


neuronas en alguna zona del cerebro. La persona afectada puede sufrir una serie de
convulsiones o movimientos corporales incontrolados de forma repetitiva. A esto se le
llama "ataque epiléptico".

Para considerar epiléptico a alguien, los ataques deben repetirse con cierta frecuencia
(ataques recurrentes). La epilepsia tiene su origen en unos cambios breves y repentinos
del funcionamiento del cerebro; por esta razón, se trata de una afección neurológica.
Dicha afección no es contagiosa ni está causada por ninguna enfermedad o retraso mental.
Algunas personas con retraso mental pueden experimentar ataques epilépticos, pero tener
estos ataques no implica necesariamente el
desarrollo de una deficiencia mental.

4.2 EPIDEMIOLOGÍA

Los casos de epilepsia en España alcanzan los 400.000 afectados, según datos de
la Sociedad Española de Neurología (SEN). Cada año, entre 22.400 y 22.000 personas
presentan el trastorno por primera vez. Es la segunda causa de consulta ambulatoria
neurológica después de las cefaleas.

De todos los afectados por epilepsia, un 25 por ciento sufre de epilepsia fármaco-
resistente; en ocasiones se puede recurrir a intervenciones quirúrgicas para mejorar su
pronóstico. Para tratar a estos pacientes, existen siete Unidades de Cirugía de la Epilepsia
en España, que realizan cerca de 200 intervenciones al año.
Además, existen 26.000 casos de pacientes epilépticos diagnosticados con discapacidad,
de los cuales sólo el 25 por ciento se encuentra en situación laboral activa. 28.000 de ellos
sufren limitaciones en el trabajo, y 22.000 tienen dificultades para desplazarse a su centro
de trabajo.

En el mundo entero se estima que hay cerca de 50 millones de personas con epilepsia.-

4.3 CAUSAS

Las personas que tienen epilepsia sin indicios acostumbran a tener su primer ataque entre
los 2 y los 24 años de edad, aunque puede ocurrir a cualquier edad independientemente
del sexo o la raza. La epilepsia es un trastorno con muchas causas posibles. Cualquier
cosa que impida o distorsione el patrón de actividad neuronal normal puede conducir a la
aparición de una crisis epiléptica. Se ha observado que algunas personas epilépticas tienen
una cantidad más alta de neurotransmisores activos (sustancias encargadas de conducir el
impulso nervioso entre las neuronas), lo cual incrementa la actividad neuronal. En otros
se ha observado una cantidad baja de inhibidores de dichos neurotransmisores, lo cual
también aumenta la actividad neuronal. En ambos casos aparece la epilepsia.

4.1.2 Predisposición hereditaria. Es más probable que una persona tenga convulsiones si
sus padres han padecido crisis convulsivas. Actualmente se está tratando de localizar el
gen responsable de las crisis convulsivas.

4.2.2 Estado de maduración del cerebro. Aún entre las diferentes edades pediátricas, hay
una enorme diferencia en la frecuencia de convulsiones infantiles. En la etapa prenatal
el umbral es muy alto y las crisis poco frecuentes; en el recién nacido (primeros 30 días)
el umbral es bajo y las crisis frecuentes. Entre los dos y cinco años el umbral va
aumentando hasta que alcanza el nivel máximo a los cinco años. De esto se podría
deducir que la maduración cerebral por sí sola modifica la frecuencia de las crisis
convulsivas. También se puede pensar que los síndromes epilépticos en niños son
completamente diferentes a los de los adultos.
 Existencia de lesión cerebral. El cerebro puede estar programado para
desarrollarse normalmente, pero puede sufrir lesiones durante el embarazo, el
nacimiento o más adelante. Las lesiones pueden deberse a tumores cerebrales,
alcoholismo u otras drogas, Alzheimer, meningitis, encefalitis, sida, ciertas
alergias, etc., porque todo ello altera el normal funcionamiento del cerebro. Los
ataques al corazón, infartos y enfermedades cardiovasculares también influyen
en la aparición de un ataque epiléptico porque privan al cerebro de oxígeno.

 Reparaciones incorrectas. En algunos casos, el cerebro intenta reparar los daños


causados, pero puede generar conexiones neuronales anormales que podrían
conducir a la epilepsia. ¿Por qué se producen los ataques epilépticos?

4.4 SÍNTOMAS

En el estado epiléptico (status epilepticus), el más grave de los trastornos convulsivos, las
convulsiones no se detienen. El estado epiléptico es una urgencia médica porque la
persona tiene convulsiones acompañadas de intensas contracciones musculares, no puede
respirar adecuadamente y tiene extensas (difusas) descargas eléctricas en el cerebro. Si
no se procede al tratamiento inmediato, el corazón y el cerebro pueden resultar
permanentemente lesionados y puede sobrevenir la muerte.

4.5PREVENCIÓN

Muchos casos de epilepsia secundaria a traumatismos se pueden prevenir haciendo uso


de los cinturones de seguridad en los vehículos y de cascos en las bicicletas y motos;
poniendo a los niños en asientos adecuados para coches y, en general, tomando
las medidas de precaución necesarias para evitar traumatismos y daños en la
cabeza. Seguir un tratamiento después del primer o segundo ataque también puede
prevenir la epilepsia en algunos casos. Unos buenos cuidados prenatales, incluyendo el
tratamiento de la tensión alta e infecciones durante el embarazo, pueden prevenir daños
cerebrales durante el desarrollo del bebé, que conduzcan a una posterior epilepsia u otros
problemas neurológicos.
El tratamiento de enfermedades cardiovasculares, tensión alta, infecciones y otros
trastornos que puedan afectar al cerebro durante la madurez y la vejez también
puedeprevenir muchos casos de epilepsia en adultos. Por último, identificar los genes
implicados en muchos trastornos neurológicos puede ofrecer oportunidades para un
estudio genético y un diagnóstico prenatal que puede prevenir muchos casos de epilepsia.

4.6 TIPOS

Las convulsiones epilépticas a veces se clasifican según sus características.

 Las convulsiones parciales simples se inician con descargas eléctricas en un


área pequeña del cerebro y estas descargas permanecen limitadas a esa
zona. Según la parte afectada del cerebro, la persona experimenta sensaciones
anormales, movimientos o aberraciones psíquicas. Por ejemplo, si la descarga
eléctrica se produce en la parte del cerebro que controla los movimientos
musculares del brazo derecho, éste puede presentar espasticidad muscular intensa
y contracciones. Si ocurre en lo más profundo del lóbulo anterior (la parte del
cerebro que percibe los olores), la persona puede sentir un olor placentero o
desagradable muy intenso. La persona con una aberración psíquica puede
experimentar, por ejemplo, un sentimiento de «déjà vu», por el que un entorno
desconocido le parece inexplicablemente familiar.
 En las convulsiones jacksonianas, los síntomas se inician en una parte aislada
del cuerpo, como la mano o el pie, y luego ascienden por la extremidad al mismo
tiempo que la actividad eléctrica se extiende por el cerebro. Las convulsiones
parciales complejas (psicomotoras) se inician con un período de uno o dos
minutos durante el cual la persona pierde contacto con su entorno. La persona
puede tambalearse, realizar movimientos involuntarios y torpes de brazos y
piernas, emitir sonidos ininteligibles, no entender lo que los demás expresan y
puede resistirse a que le presten ayuda. El estado confucional dura unos minutos
y se sigue de una recuperación total.
 Las crisis convulsivas (gran mal o convulsiones tónico-clónicas) se inician en
general con una descarga eléctrica anormal en una pequeña área del cerebro. La
descarga se extiende rápidamente a las partes adyacentes del cerebro y causan la
disfunción de toda el área. En la epilepsia primaria generalizada, las descargas
anormales recaen sobre un área amplia del cerebro y causan una disfunción
extensa desde el principio. En cualquier caso, las convulsiones son la respuesta
del organismo a las descargas anormales. Durante estas crisis convulsivas la
persona experimenta una pérdida temporal de consciencia, espasticidad muscular
intensa y contracciones en todo el cuerpo, giros forzados de la cabeza hacia un
lado, rechinar de dientes (bruxismo) e incontinencia urinaria. Después, puede
tener cefalea, confusión temporal y fatigabilidad extrema. Habitualmente la
persona no recuerda lo sucedido durante la crisis.
 El pequeño mal (crisis de ausencia) suele iniciarse en la infancia antes de los 5
años de edad. No produce convulsiones ni los demás síntomas dramáticos del
gran mal. En cambio, la persona tiene episodios de mirada perdida, pequeñas
contracciones de los párpados o contracciones de los músculos faciales que duran
de 20 a 30 segundos. La persona está inconsciente, pero no cae al suelo, no se
produce colapso ni presenta movimientos espásticos.
 La crisis mioclónica se inicia con una sacudida brusca que provoca una caída
inmediata del paciente que la sufre. Sólo dura unos pocos segundos. Es parecida
a la crisis atónica, en la que la caída se produce por pérdida del tono muscular y
de conciencia.

4.7 DIAGNÓSTICO

Hay tres métodos principales de diagnóstico de la epilepsia:

Historia personal y médica del paciente. El médico la realiza obteniendo toda la


información posible que pueda darle el afectado (características de los ataques
epilépticos, qué le pasa momentos antes de que comience el ataque, etc.). Además añade
otra, más científica, sobre la evolución de la persona (cómo le va el tratamiento, otras
pruebas realizadas y sus resultados, etc.).
 Electroencefalograma. Se hace con una máquina que proporciona, dibujando
unas líneas ondulantes, las señales eléctricas que llegan desde las células del
cerebro. Con el electroencefalograma, el médico descubre si hay circunstancias
cerebrales especiales que expliquen por qué se producen los ataques epilépticos.
Para poder conseguir esta imagen del cerebro, se suele recurrir a la
hiperventilación o la estimulación luminosa intermitente. No obstante, el
electroencefalograma no siempre muestra que haya indicios de epilepsia, porque
a veces los cambios eléctricos se producen en zonas muy profundas del cerebro;
en otras ocasiones, en el momento de hacer el electroencefalograma no se está
produciendo ningún cambio.

 Tomografía computerizada. Consiste en otra máquina que hace una serie de fotografías
de los diferentes niveles del cerebro, con las que se puede ver si existe en él algún bulto,
cicatriz, marca o cualquier otra condición que pueda estar causando los ataques.

4.8 TRATAMIENTOS

Un diagnóstico cuidadoso y exacto del tipo de epilepsia que padece el enfermo es


fundamental para encontrar un tratamiento efectivo. Hay muchas formas diferentes de
tratar la epilepsia. Los tratamientos actuales pueden controlar los ataques, al menos
durante cierto tiempo, en aproximadamente un 80% de los pacientes con epilepsia. Sin
embargo el 20% restante de los pacientes epilépticos tienen ataques que no se pueden
tratar adecuadamente con los medios disponibles actualmente, por lo que se hace
absolutamente necesario una mejora en los tratamientos o la aparición de otros nuevos.

La duración del tratamiento variará en función de cada paciente y el tipo de epilepsia que
padezca. En algunos casos puede tratarse de unos pocos años, mientras que para algunos
pacientes tendrá que someterse al tratamiento de manera indefinida.

Las posibilidades de tratamiento de la epilepsia son la medicación, la cirugía y una dieta


alimenticia específica. La mayoría de las veces, lo que se aplica es una combinación de
las dos o de las tres modalidades.
4.8.1 Medicamentos

Actualmente hay un gran número de medicamentos para personas epilépticas, cada uno
de los cuales es apropiado para los diferentes tipos de ataques con diferentes efectos
benéficos y efectos secundarios. La medicación para la epilepsia tiene una condición muy
importante. Más que en ningún otro caso, se deben seguir al detalle las instrucciones que
dé el médico, referentes a cómo tomar los fármacos, el momento del día, acompañados
de la ingestión de alimentos o no... La razón principal es que lo primero es lograr que el
organismo alcance un nivel general favorable a la prevención de este trastorno.
Posteriormente, la elección de otros medicamentos y sus dosis se tienen que ir ajustando
a las condiciones de cada persona afectada. Se considera que el paciente "está curado" de
las crisis convulsivas cuando se ha logrado un control completo de las crisis durante un
período mayor de 2 años. El período de mayor riesgo de recaídas en las crisis son los
primeros 6 meses después de suspender la medicación. Algunos factores que aumentan
la posibilidad de reaparición de las crisis después de un control completo están
relacionados con:

 Período prolongado de crisis convulsivas (más de 6 años) antes de lograr el control


completo de las crisis

 Crisis frecuentes, más de 2 por mes, antes de lograr el control completo.

 Déficit neurológico evidente

 Retraso mental

Descargas convulsivas persistentes en el electroencefalograma al finalizar el período


de dos años de control de las crisis. Para la mayoría de pacientes epilépticos, los
ataques pueden ser controlados con un único medicamento, administrado en la dosis
y forma adecuadas. Debido a que la combinación de varios medicamentos amplifica
los efectos secundarios, sólo se prescribe en aquellos casos en que el control de los
ataques es imposible con un único medicamento.
4.8.2 Alimentación

Cuando los medicamentos no dan resultado, una alternativa o complemento al


tratamiento puede ser una dieta rica en grasas y baja en hidratos de
carbono y proteínasque el médico o un dietista profesional también indicarán y ajustará a
las necesidades personales. Esta dieta especial se llama cetogénica, porque dichos
alimentos, una vez ingeridos y asimilados, se convierten fácilmente en una sustancia
química que se llama cetona.

4.8.3 Cirugía

La intervención en quirófano es otra alternativa de tratamiento, pero sólo se escoge tras


realizar al paciente un detallado análisis. El objetivo de la operación es quitar la parte de
tejido cerebral que esté dañada para que los ataques no se sigan produciendo. Pero los
médicos tienen que considerar antes si la lesión es accesible (si pueden llegar a ella sin
dañar otras partes del cerebro) y, sobre todo, si se trata de un tejido que no cumple ninguna
función importante, pero que provoca los trastornos epilépticos.

4.9 Actuación frente a las crisis

Qué se debe hacer:

 Lo ideal es tratar de echar a la persona en el suelo, porque si no terminará cayendo por


sí misma con el consiguiente riesgo de lesión.

 Si el enfermo ya se está medicando, lleva siempre consigo unas pastillas, tabletas o


similar y ha informado de ello a los que se encuentran con él en el momento del ataque,
habrá que introducirle el fármaco en la boca antes o después de que se produzca la crisis
(durante la crisis no tiene sentido porque el proceso digestivo se detiene).

 Hay que tener mucho cuidado al acercarse al enfermo, porque incluso estirado en el
suelo despliega una fuerza inconsciente fuera de lo normal y puede dar golpes con
cualquiera de las extremidades.
 Uno de los movimientos incontrolados que realice será probablemente con la boca, así
que hay que tratar de ponerle entre los labios un objeto alargado y duro (un palo, por
ejemplo), para que no se muerda la lengua ni los labios, que pueden terminar seriamente
dañados.

 Para que no se golpee la cabeza contra el suelo durante las convulsiones, se le puede
colocar debajo de la nuca un almohadón, o bien una prenda de ropa doblada.

 No hay que tratar de trasladar a la persona mientras sufre el ataque. Lo mejor es esperar
a que éste pase. Si las convulsiones se prolongan más de cinco minutos, o se sabe con
certeza que se trata de una persona diabética o embarazada, lo que se debe hacer es
avisar a una ambulancia. Una vez superado el ataque epiléptico, el enfermo no
recordará qué le ha pasado y se sentirá muy confuso; no hay que dejarle sólo, porque es
posible que no recuerde dónde está o dónde vive.

Qué no se debe hacer:

 No es necesario realizar respiración artificial.

 Los cambios de coloración de la piel se producen a causa de la reactividad de los vasos


cutáneos.

 No hay riesgo de que el niño se ahogue con su lengua. Los ruidos se deben a la falta de
coordinación de la respiración y al aumento de secreciones.

 No se debe sacudir o golpear al epiléptico.

 La crisis comienza y se interrumpe de forma espontánea.

 No hay razón para frotarle la frente con alcohol. Esta medida no tiene ninguna utilidad
para controlar las crisis convulsivas, y en cambio se corre el riesgo de que se produzcan
lesiones químicas si el alcohol entra en contacto con los ojos.

 No es útil administrarle medicamentos por la boca. El epiléptico está inconsciente, el


mecanismo para tragar está falto de coordinación en ese momento. Además, los
medicamentos anticonvulsivos no hacen efecto inmediatamente; los cambios en el
control de las crisis se aprecian cuando los fármacos ya han llegado a la sangre en
cantidades suficientes y tras 7 días como mínimo.

 Pasada la crisis no se necesita ningún sedante. Una vez que el epiléptico deja de
convulsionarse y está dormido, ya no es necesario. Los medicamentos que se usan para
interrumpir las crisis son sedantes de acción corta (su efecto dura entre 20-40 minutos),
por lo que una vez pasada la crisis no tienen utilidad.
4.20 CÓMO ENFRENTARSE A LA ENFERMEDAD

Aspectos psicológicos:

El primer ataque epiléptico suele ser un duro golpe para la persona y para sus familiares desde el
punto de vista psíquico. Sin embargo, este primer efecto puede reducirse si el enfermo cuenta con
el apoyo necesario. La intervención del especialista en neurología, con una atención personalizada
y un diagnóstico adecuado que tengan como finalidad educar sanitariamente al paciente sobre el
trastorno son de vital importancia.

La información bien transmitida sobre lo que le pasa le ayudará a comprender, asimilar y,


finalmente, ser capaz de controlar la repetición de los ataques. El paciente tiene que exigir esta
información y dejar bien clara su intención de colaborar. La finalidad última de todo esto es
conseguir una calidad de vida lo más alta posible y, con ella, la autosuficiencia que al principio
parece que se ha perdido. La persona afectada no tiene que avergonzarse ni dudar en pedir ayuda
a un psicólogo o a un psiquiatra. Este otro tipo de asistencia médica puede ser tan imprescindible
como la del médico especialista.

El domicilio de un epiléptico, así como otros lugares que frecuente, deberían estar mínimamente
adaptados:

 Una medida de precaución sería proteger las esquinas de los muebles con espuma para
que no pueda golpearse con ellos durante un ataque.

 La cocina y el cuarto de baño son lugares donde casi siempre hay objetos cortantes y
superficies muy duras, como el mármol. Por eso es importante eliminar o tener guardados
objetos con los que pueda dañarse, utilizar cubiertos de plástico siempre que sea posible
y evitar que el suelo esté mojado o resbaladizo (manchas de aceite, jabón derramado,
etc.).

 Es recomendable que las puertas del baño se abran hacia fuera, en lugar de hacia dentro,
para que, en caso de que la persona caiga contra la puerta, los demás puedan abrirla.

 También es recomendable no cerrar la puerta del baño; como alternativa, se puede


colocar un cartel en el que ponga "ocupado".
 Las alfombras pequeñas y los objetos tirados por el suelo pueden hacerle resbalar durante
un ataque, o bien provocarle una caída que desemboque en un ataque.

 Cuando se realicen actividades deportivas, se debe evitar hacerlas en los momentos más
calurosos del día y protegerse siempre la cabeza con casco para evitar daños. Algunas
actividades, como la natación, deben practicarse con otras personas alrededor.

 Para evitar acalorarse, es necesario utilizar escales mecánicas o ascensores en el metro o


edificios. Si hace demasiado calor, se recomienda no salir a la calle sin compañía.

 En el lugar de trabajo también hay que mantener unas normas de seguridad adicionales.
El personal de la empresa debe estar informado del problema de su compañero o
compañera.
CAPITULO IV

CONCLUSIONES

El tratamiento de las secuelas motoras de las lesiones cerebrales es complejo, y hay un


consenso general de que el mejor resultado se consigue mediante el efecto sinérgico de
terapias físicas, terapias logopédicas, terapias ocupacionales e intervención del
psicólogo. El papel de cada uno de estos elementos va conociéndose, si bien hay mucho
todavía por aclarar qué modalidades o métodos de cada uno de ellos ofrecen mejores
resultados, en qué combinaciones y secuencias. Sabemos que los tratamientos a emplear
dependen de la edad del paciente, del tipo de lesión y de la gravedad de las mismas, así
como de los objetivos que se plantean. La respuesta varía considerablemente de unos
pacientes a otros incluso para la misma indicación. En los niños hacen falta más
estudios respecto de la evolución a largo plazo, para determinar el papel de los
diferentes tratamientos en la prevención de la deformidad y si la toxina botulínica
constituye una modalidad más del tratamiento en parte de los niños o una de las formas
básicas de tratamiento de la mayoría de los niños con PCI.
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