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RESUMEN EJECUTIVO

La obesidad es una de las mayores problemáticas a la que se enfrenta la sociedad en el siglo XXI.
Es tal su prevalencia que en el año 2004 se empieza a considerar como una “pandemia del siglo
XXI”, acuñándose el término “globesidad” en el año 2010 ante la alarmante realidad que arrojan
los datos y que no apuntan hacia una mejora de la situación a corto plazo. Hasta el año 1997 la
Organización Mundial de la Salud (OMS) no empieza a considerar la obesidad una entidad
patológica propia, y hasta entrado el año 2013 no lo hace la Asociación Médica Americana

La OMS (1997) definió la obesidad como un acumulo excesivo de grasa que perjudica la salud.
Aquí se da el primer problema conceptual, ya que dicha definición no indica la cuantía del exceso
de grasa, ni hubiera podido hacerlo, al ser una variable individual difícil de cuantificar. Cummings
y Schwartz5 introducen el concepto de carga genética y ambiental que acompaña a esta
patología y la define, como una enfermedad oligogénica, cuya expresión puede ser modulada
por numerosos genes modificadores que interaccionan entre sí y a su vez con factores
ambientales. [1]

Desde 1975, la obesidad se ha triplicado en todo el mundo. En 2016, más de 1900 millones de
adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales, más de 650 millones eran obesos. [2]

El mantenimiento del peso corporal es motivo de preocupación en las sociedades de los países
desarrollados, ya que la obesidad y sobrepeso se relacionan con diversas enfermedades,
aspectos estéticos y psicológicos. El peso de nuestro organismo se regula mediante distintos
mecanismos complejos relacionados entre sí, que controlan las ingestas de los alimentos y el
gasto energético. En nuestros antepasados, los depósitos grasos eran imprescindibles para
asegurar la supervivencia, ya que el cuerpo humano tenía grandes necesidades energéticas
debidas al esfuerzo físico intenso y al excesivo gasto calórico debido a un aislamiento térmico
deficiente. Sin embargo, en la sociedad de bienestar actual las circunstancias han cambiado
radicalmente, el exceso de depósitos grasos se ha generalizado en gran parte de la población
occidental, suponiendo un problema sociosanitario muy grave. [3]

La obesidad es una enfermedad crónica de origen multifactorial prevenible que se caracteriza


por acumulación excesiva de grasa o hipertrofia general del tejido adiposo en el cuerpo; es decir,
cuando la reserva natural de energía de los humanos y otros mamíferos, almacenada en forma
de grasa corporal, se incrementa hasta un punto en que pone en riesgo la salud o la vida. El
sobrepeso y la obesidad son el quinto factor principal de riesgo de defunción humana en el
mundo. Cada año fallecen por lo menos 2,8 millones de personas adultas como consecuencia
del sobrepeso o la obesidad. [4]

La probabilidad de padecer obesidad de adulto se establece de forma sustancial antes de los 5


años. Los hijos de padres obesos que presentan obesidad en la infancia es altamente probable
que la padezcan de adultos. Durante la adolescencia son determinantes de la obesidad los
hábitos alimentarios, la reducción de horas de sueño y la vida sedentaria.

Durante la edad adulta existe un riesgo de desarrollo de obesidad relacionado con la reducción
en la actividad y el exceso de consumo calórico. En un periodo de 30 años aproximadamente el
50 % de los individuos presentará sobrepeso y un 25% obesidad. [5]

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como obesidad cuando el índice de masa
corporal (IMC, cociente entre el peso y la estatura de un individuo al cuadrado) es igual o
superior a 30 kg/m².
La obesidad forma parte del síndrome metabólico, y es un factor de riesgo conocido, es decir,
es una indicación de la predisposición a varias enfermedades, particularmente enfermedades
cardiovasculares, diabetes mellitus tipo 2, apnea del sueño, ictus y osteoartritis, así como para
algunas formas de cáncer, padecimientos dermatológicos y gastrointestinales.

Aunque la obesidad es una condición clínica individual, se ha convertido en un serio problema


de salud pública que va en aumento. [6]

Este proyecto de investigación nace debido a que el registro de datos de forma manual, suele
ser tedioso y en ocasiones inexacto, por lo que, el sistema que se propone desarrollar permite
el registro de datos de forma fácil y ordenada del (IMC), para que el profesional de la salud pueda
analizar y evaluar las condiciones en las que se encuentra el paciente. Es importante resaltar
que este sistema utiliza equipos electrónicos de bajo costo y su estructura es fácil de transportar,
por lo cual puede ser accesible para cualquier persona que desee llevar un registro continuo del
(IMC) y conocer en qué estado se encuentra su salud.

Bibliografía

[1] [En línea]. Available: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-


75182017000300226. [Último acceso: 24 04 2019].

[2] «WHO,» [En línea]. Available: https://www.who.int/es/news-room/fact-


sheets/detail/obesity-and-overweight. [Último acceso: 24 04 2019].

[3] «Henufood,» [En línea]. Available: http://www.henufood.com/nutricion-salud/mejora-tu-


salud/obesidad-en-la-edad-adulta/index.html. [Último acceso: 24 04 2019].

[4] «Scielo,» José Gonzales, [En línea]. Available:


https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0717-75182017000300226.
[Último acceso: 24 04 2019].

[5] [En línea]. Available: https://www.fesemi.org/informacion-pacientes/conozca-mejor-su-


enfermedad/obesidad-y-sobrepeso. [Último acceso: 24 04 2019].

[6] «Fesemi,» [En línea]. Available: https://www.fesemi.org/informacion-pacientes/conozca-


mejor-su-enfermedad/obesidad-y-sobrepeso. [Último acceso: 24 04 2019].

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