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Resumen Abstract
A pesar de que la homosexualidad fue retirada de los Although homosexuality was removed from the diagnos-
manuales diagnósticos de enfermedades mentales (DSM tic manual of mental disorders (DSM and CIE) several
y CIE) hace varias décadas, la situación de esta en el decades ago, the situation in the field of psychotherapy
campo de la psicoterapia no ha sido zanjada. Hoy día, has not been settled. Today, different treatments for
coexisten diferentes terapias para la homosexualidad homosexuality coexists and differ both in its aims and
cada una con objetivos y técnicas diferentes. Este in its techniques. In this review article, the current
artículo de revisión, examina la situación actual de los situation of psychological treatments for homosexual
tratamientos psicológicos para la homosexualidad. En orientation are discussed. First the historical processes
primer lugar, se abordan los procesos históricos que han that have shaped the current situation of homosexuality
dado forma a la situación actual de la homosexualidad. and these treatments are discussed. Then, the current
Luego, se caracterizan y discuten las dificultades de therapeutic trends to attend to homosexual consultants
los tratamientos actuales: las terapias reparativas y are characterized: reparative therapies and affirmative
afirmativas. Por último, se describen diversos abordajes therapies. Finally, other therapeutic modalities that
no afirmativos/no reparativos. posit a not affirmative / not reparative approach are
discussed.
Palabras clave descriptores: Psicoterapia, Homosexua- Keywords plus: Psychotherapy, Homosexuality, Thera-
lidad, Terapéutica, Conducta Sexual. peutics, Sexual Behavior.
Para citar este artículo: 1. Este trabajo parte de un ejercicio investigativo desarrollado al interior de seminario de doctorado “El abordaje
Astaíza Martínez, A. F. (2016). de la salud desde la perspectiva de género, sexualidad y derechos humanos” de la Facultad de Ciencias
Situación actual de los tratamientos Sociales de la Universidad de Buenos Aires.
psicológicos para la homosexualidad.
Revista de Psicología Universidad de 2. Psicólogo Universidad Pontificia Bolivariana, Candidato a Magister en Investigación en Ciencias Sociales.
Antioquia, 8(2), 173-194. Actualmente Docente Investigador Universidad San Buenaventura Extensión Ibagué.
DOI: 10.17533/udea.rpsua.v8n2a10.
Vo l. 8. N o. 2. Julio -Dic iem b re d e 2016
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Universidad de Antioquia
Introducción
La revisión que se desarrolla
La sexualidad no es una olla de vapor que debe- en este artículo se realiza
mos tapar porque nos puede destruir; tampoco a partir de la consideración
es una fuerza vital que debemos liberar para sal- de la “sexualidad” como un
var a nuestra civilización. (Weeks, 1998, p. 64). fenómeno no exclusivamente
natural y biológico.
A pesar de la presencia de prácticas eróticas
entre personas del mismo sexo a lo largo de la
historia occidental, lo que hoy designamos como
homosexualidad ha encarnado importantes frecuente encontrar que una parte importante
papeles religiosos, políticos e intelectuales, a de la población no acepte a las personas de
la vez que ha sido caracterizado en diferentes orientación homosexual y no comparta la idea
épocas de las más diversas maneras; pecamino- de que haya igualdad de derechos para estas
sa, ilegal, anormal o patológica son algunas de (Mondragón, 2009). Mientras unos la consideran
estas (Sánchez, 2011). Si bien, en la actualidad pecaminosa y/o antinatural y como un peligro
y desde hace ya bastante tiempo en los ámbitos para la sociedad, otros tratan de legitimarla
médico, psiquiátrico y psicológico se ha afir- buscando dar paso a una sociedad más plural;
mado que la homosexualidad no constituye un el lugar desde donde se mire la homosexualidad
indicador de enfermedad mental, considerán- plantea problemas de diverso tipo a grupos de
dosela como una orientación sexual válida y en personas diferentes.
el ámbito social se empieza a reconocer cierta
aceptación generalizada; el que ya no se la La revisión que se desarrolla en este artículo
considere como un crimen en la mayor parte de se realiza a partir de la consideración de la
los países occidentales y que haya sido retirada “sexualidad” como un fenómeno no exclusiva-
de los manuales diagnósticos de enfermedades mente natural y biológico. Lo anterior implica
mentales (DSM y CIE) no ha hecho que deje de que para comprender la sexualidad es primordial 175
ser objeto de discusión para diversos sectores reconocer la historicidad y el carácter cultural
de la sociedad, más bien ha traído consigo otros de los comportamientos sexuales, de las acti-
horizontes y dificultades en el ámbito jurídico, tudes, de las emociones y de los términos y de
social y de la salud. las categorías para nombrar y clasificar lo sexual
(Szasz, 2004). No hay un saber objetivo sobre
La situación es tan difusa que mientras en una la sexualidad libre de valores: actos sexuales
cantidad importante de países se mantiene la fisiológicamente semejantes pueden tener sig-
homosexualidad como delito punible, en algu- nificados sociales y subjetivos diferentes según
nos, incluso castigado con pena de muerte (Ara- sean definidos, estratificados y entendidos en
bia Saudita, Mauritania, Emiratos Árabes Unidos, periodos históricos y culturas diferentes y de
Yemen, Sudán, Somalia, Irán y Nigeria), en otros su inserción en relaciones sociales distintas.
la batalla legal gira en torno al reconocimiento Los actos sexuales no llevan en sí un significado
de derechos como el matrimonio igualitario y universal y la relación entre actos y significados
la adopción. En estos últimos, sin embargo, es no es fija (Weeks, 1998).
Diferentes culturas proporcionan una amplia va- La primera parte de este texto trata sobre los
riedad de categorías, esquemas y etiquetas para procesos históricos que han dado forma a la
conformar las experiencias sexuales, y a partir situación actual de la homosexualidad y de
de esto los sujetos vuelven subjetivas estas las psicoterapias para tratarla. En la segunda
relaciones sociales e históricas (Lamas, 2002). se caracterizan y examinan las dificultades de
El cuerpo puede entenderse como el proceso las tendencias terapéuticas contemporáneas
activo de encarnación de ciertas posibilidades para atender a consultantes de orientación
culturales e históricas continuamente realiza- homosexual, las terapias reparativas y las afir-
bles, que se transforman y adquieren significado mativas. Por último, se revisan otras modalida-
solo en las relaciones sociales (Butler, 1998). La des terapéuticas que postulan un abordaje no
identidad sexual y la experiencia de la sexuali- afirmativo/no reparativo.
dad que tienen los sujetos como hombre, mujer,
homosexual, heterosexual, bisexual, gay, lesbia-
na y demás, se constituyen a partir de complejos 1. La homosexualidad
procesos de definición y autodefinición en un
orden de relaciones sociales determinado, a
en los siglos XIX y XX
través de la vida familiar, la escuela, los ritos Ocuparse de las terapias psicológicas para la
de galanteo, las representaciones en los medios homosexualidad requiere exponer primero la
de comunicación, etc. (Weeks, 1998). forma en que este fenómeno entró en el campo
de la ciencia y de la salud, cuando era consi-
Las psicoterapias por supuesto, intervienen en
derado puramente como pecado y/o delito. La
este proceso. La práctica de la consulta psi-
larga historia de las prácticas homosexuales no
cológica, individual, familiar o grupal, la cual
es tratada en este texto, si el lector quiere saber
consiste en intervenciones que tienen el obje-
más sobre esto puede remitirse a Aproximación
tivo de influir y modificar el comportamiento,
histórica al tratamiento jurídico y social dado a
los pensamientos y las emociones, a través de
la homosexualidad en Europa (Sánchez, 2011),
176 medios psicológicos, verbales y no verbales,
Historia de la sexualidad 2: el uso de los place-
que se usan para tratar un vasto espectro de
res (Foucault, 2010) e Historia de la sexualidad
trastornos, disfunciones y malestares mentales
3: la inquietud de sí (Foucault, 2008).
definidos al interior de la psiquiatría, la psi-
cología y el psicoanálisis (Benito, 2009; Liria, La sexualidad solo se constituyó en una dis-
2004), hace parte de las prácticas culturales en ciplina científica en el siglo XIX con las obras
las que se le da forma a los significados sobre lo de autores como Krafft-Ebing, Havelock Ellis,
sexual y se abordan de una manera singular las August Forel, Magnus Hirschefeld entre otros,
prácticas sexuales. Debido a esto, en este artí- los cuales trataron de descubrir el verdadero
culo se examina la situación actual de los tra- significado del sexo explorando sus diversos
tamientos psicológicos para la homosexualidad, aspectos (Vera-Gamboa, 1998). Estos esfuerzos
atendiendo particularmente a los preceptos y no estaban destinados únicamente a constituir
prescripciones mediante los cuales se proponen un discurso teórico sobre la sexualidad, sino una
modificar los comportamientos y las ideas de los forma de análisis, contabilidad, clasificación y
y las consultantes homosexuales. especificación del sexo, a través de investiga-
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ciones empíricas y cuantitativas, que facilita- comportamiento desviado, sino como una espe-
ran el control poblacional en ámbitos como la cie de tipo biológico y psicológico. Weeks (1998)
formación de familias, la anticoncepción y la resume las primeras descripciones clínicas de la
procreación, el uso de anticonceptivos, los em- homosexualidad:
barazos adolescentes, entre otros (Szasz, 2004).
El homosexual es un tipo particular de persona
Sobre esto Weeks (1998) puntualiza: sexual que tiene no solo un nombre sino una
historia personalizada (padre débil, madre fuerte
Desde el siglo XIX la medicina ha trabajado
o a veces un padre impositivo y una madre sumi-
arduamente para desplazar a la religión como
sa), características físicas (caderas anchas y voz
la fuerza principal en la reglamentación de la
aguda si es un hombre; figura masculina y vello en
sexualidad. Su lenguaje habla menos de mo-
el labio superior si es una mujer) y deficiencias
ralidad y más de la sexualidad “natural” y la
indicativas (incapacidad para chiflar y disgustos
“antinatural”, la sana y la enferma; su centro
por los niños). (p. 80).
institucional es la clínica, el hospital o el diván
del psiquiatra. (p. 61).
Según Foucault (2012, p. 77) la homosexualidad
fue creada como categoría psicológica, psiquiá-
Se estableció entonces una sexualidad normal
trica y médica solo hasta el artículo de Wes-
heterosexual cuya finalidad es el coito vaginal
tphal sobre “Sensaciones sexuales contrarias”
y a su vez un sin número de perversiones se-
en 1870, apareciendo, no como una práctica
xuales, desviadas de esta. Tomás (2004) dice
sexual, sino como una suerte de androginia
que la perversión y sobre todo la figura del
interior, un hermafroditismo del alma. Esto no
perverso se sitúan en una transición entre las
significa que antes no haya sido señalada, con-
concepciones religiosas que tradicionalmente
denada o rechazada. A partir del siglo IV, siendo
condenaban el pecado de la sodomía y la nacien-
el cristianismo la religión oficial del Imperio Ro-
te medicina-científica. La sodomía, un término
mano, emperadores como Constancio, Teodosio,
difuso, hacía referencia, especialmente a una
Valentiano, Arcadio y Justiniano implementaron
práctica sexual, el coito anal; aunque la Iglesia
leyes y penas contra la sodomía. Igualmente,
había definido el significado y la extensión del
pecado de la sodomía como el uso ilícito de los
durante la Edad Media fueron dictadas leyes por 177
las autoridades civiles y eclesiásticas. Además
placeres de la carne (Tomás, 2004). La sexología
de multas, algunas penas fueron la hoguera, la
fue importante para establecer el lenguaje con
decapitación y la castración (Mieli, 1979).
el que fueron descritas y analizadas estas per-
sonas, posibilitando la conformación de todo un
Estas prácticas empezaron a perder su fuerza a
abanico de especies perversas bautizadas por los
partir de la revolución francesa. En 1791, solo
psiquiatras: los exhibicionistas de Lasèguie, los
tres años después de esta, Denis Diderot veía en
fetichistas de Binet, los zoofilicos y zooerastas
la homosexualidad el remedio natural contra la
de Krafft-Ebing, los automonosexualistas de
superpoblación y la sífilis y la Asamblea Consti-
Rohleder; los mixoescopófilos, los ginecomastas,
tuyente francesa abolió la pena capital para el
los presbiófilos, los invertidos sexoestéticos y las
“delito de la sodomía” (Mieli, 1979). Paralela-
mujeres dispareunistas (Foucault, 2012).
mente, las nuevas prácticas médicas en torno
a la homosexualidad empezaron a tomar vigor
La sodomía fue asumida como una de las nuevas
y aunque no eliminaron todo rezago medieval,
categorías sexuales perversas no solo como un
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investigación sobre homosexualidad, en la que de los quince miembros pertenecientes a esta
llegó a la conclusión de que no existen dife- instancia, trece votaron a favor de la supresión,
rencias en el funcionamiento y la salud mental mientras los otros dos miembros se abstuvieron
de hombres homosexuales y heterosexuales (Thuillier, 1989).
cuando se comparan sus resultados en pruebas
psicológicas. Sin embargo, este resultado no fue aceptado
por una parte de los psiquiatras y psicoanalistas
Posteriormente, surgieron varios movimientos u de la APA, y se formó un comité para tratar de
organizaciones de homosexuales reclamando el obtener una anulación, de modo que se convocó
reconocimiento legal de su estilo de vida, dando a un referéndum. Es así como una segunda vota-
lugar a lo que conocemos hoy como la Comu- ción se presentó en 1974 en el mes de abril: En
nidad Gay. Según Ardila (2008) el movimiento los resultados de algo más de 10.000 papeletas,
más importante se asocia a Stonewall en Nueva 5.854 confirmaron la decisión de la junta de la
York, en 1969: APA y 3.810 expresaron su rechazo. Ante ello,
Las manifestaciones asociadas a la represión po- Thuillier (1989) puntualiza que si bien el pro- 179
licial en el bar de Stonewall a los homosexuales ceder fue “democrático” muchos observadores
se considera el punto central del movimiento quedaron sorprendidos de que una cuestión
gay a nivel estadounidense y mundial, es ese el
científica, teórica y práctica tan crucial quedara
día de la independencia gay y se afirma que la
zanjada con una votación.
vida gay puede dividirse en dos épocas: antes y
después de Stonewall. (p. 81).
Esto fue solo el principio, el movimiento gay
Estos avances investigativos y sociales posibi- continuó profundizando sus esfuerzos por un
litaron que en 1974, la homosexualidad fuera reconocimiento distinto, logrando aprobación
retirada como trastorno mental del Manual significativa en los medios de comunicación,
Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales la comunidad científica, el ámbito legislativo
(DSM). Esto, sin embargo, no fue un proceso sen- y el económico. Montoya (2006) habla de esta
cillo. Para que esto fuera posible la Asociación aprobación en los términos de un modelo de
Americana de Psiquiatría (APA) llamó a votación Normalidad/Identidad, el cual postula que la
a su junta directiva el 15 de diciembre de 1973, homosexualidad es una variación normal de la
expresión humana como la zurdera. Esto, sin investigaciones sobre el tema de la homosexuali-
embargo, no zanjó definitivamente los proble- dad tienen como propósito mostrar la presencia
mas en torno a la orientación homosexual, más de diversos modos de exclusión y de rechazo
bien trajo nuevas dificultades. Montoya (2006) frente a la homosexualidad en la cotidianidad.
describe estas:
Igualmente, se han desarrollado muchas inves-
Los grupos minoritarios sexuales, principalmente tigaciones biológicas sobre la homosexualidad,
la comunidad homosexual, alcanzaron mayor visi- la orientación sexual y la identidad sexual o
bilidad en la sociedad y canalizaron sus esfuerzos
de género; la cuestión central en estas es si el
hacia la conquista de unos mínimos en igualdad
de trato y oportunidades. Las parejas hombre- origen de la homosexualidad puede explicarse
hombre y mujer-mujer comenzaron igualmente a través de factores etiológicos de naturaleza
a aspirar por las condiciones que la sociedad le orgánica. En esta vía, en cuanto a las investi-
otorga a las uniones tradicionales. Es en este gaciones, las hay de tres tipos: con énfasis en
punto donde surgen algunas tensiones bioéticas
factores genéticos, las que destacan el papel
cuando, por ejemplo, las parejas de lesbianas
solicitan los servicios de la reproducción asis-
de las hormonas en la futura orientación se-
tida o las personas transexuales demandan una xual y las que pretenden demostrar diferencias
intervención quirúrgica de reasignación sexual estructurales en el cerebro de homosexuales y
genital. (p. 200). heterosexuales (Soriano, 2002). Aunque llegan
a conclusiones diferentes, a partir de estas se
Diferentes posturas siguen chocando hasta hoy
ha tratado de establecer la importancia de los
como evidencia de una discusión inconclusa:
factores biológicos para la configuración de la
si la homosexualidad debería ser considerada
orientación sexual.
como una orientación sexual normal que debe
ser respetada y aceptada por todos o si es una Si el lector quiere examinar estos aportes,
desviación, una anormalidad a corregir. Esta puede leer el trabajo de Dawood, Bailey y
dicotomía de carácter social y política también Martin (2009) el cual concluye que la evidencia
se ha evidenciado en el campo psicológico y acumulada por medio de estudios genéticos,
180
psicoterapéutico. sugiere heredabilidad moderada para la orien-
tación sexual masculina, y a pesar de que no ha
Durante este siglo la orientación homosexual
sido suficientemente estudiada, también para
ha sido objeto igualmente de diversos tipos de
la orientación sexual femenina; la revisión de
estudios; investigaciones sobre la normalización
Annicchiarico (2009) de reportes empíricos y
del discurso homofóbico entre las personas que
teóricos que indagan sobre las causas de la ho-
trabajan en el área de la salud (González &
mosexualidad masculina, en la cual establece
Licona, 2006), sobre las actitudes que tienen
que hay evidencia suficiente para identificar la
los jóvenes y los adolescentes frente a las
homosexualidad como una condición biológica;
personas homosexuales (Rodríguez, 2012) o
y Brizuela, Brenes, Villegas, y Zúñiga (2010) que
sobre las representaciones sociales acerca de
examinan una cantidad importante de estudios
la homosexualidad en estudiantes universita-
sobre la homosexualidad e identidad de género
rios (Fernández, Gutiérrez, & Quijano, 2013)
desde la biología sobre las diferencias en cier-
son comunes en ciencias sociales y psicología.
Al igual que las tres citadas, gran cantidad de
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tas funciones cognitivas entre homosexuales y
heterosexuales de ambos sexos.
2. Terapias reparativas
dad sería producto de una constelación familiar
Durante el siglo XX se usaron todo tipo de prác-
disfuncional y el tratamiento psicoanalítico una
ticas médicas, religiosas y psicoterapéuticas 181
cura posible. Así como de perspectivas conduc-
para cambiar la orientación homosexual: estas
tistas que afirman que la homosexualidad es
incluyen psicoanálisis, intervención espiritual,
el resultado de determinadas experiencias de
terapia electroconvulsiva, drogas para inducir
aprendizaje y que para dejar de ser homosexual
nauseas, terapia hormonal, cirugía y varios
hay que descondicionar la respuesta sexual
tratamientos conductuales como recondicio-
frente al mismo sexo y dirigirla a estímulos del
namiento masturbatorio o visitas a prostitutas
sexo opuesto (Soriano, 2002). A partir de estas
(Haldeman, 1994). A pesar de que la comunidad
ideas se aplicaban terapias aversivas, las cuales
científica no la considera más como enferme-
según Soriano (2002):
dad, los esfuerzos por curar la orientación
homosexual persisten, tanto en el campo de la consistían en presentar imágenes eróticas del
salud como en el religioso. En el primero, los an- mismo sexo acompañadas de estimulación ne-
tecedentes se remiten, según Holgado (1998), a gativa, como pequeñas descargas eléctricas o
fármacos que inducían el vómito, para que de
la lectura que han hecho algunos psicoanalistas
este modo se aprendiera a evitar la respuesta
norteamericanos según la cual la homosexuali- sexual frente a este tipo de estímulos. Al mismo
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presión crónica, problemas de ansiedad, baja na, la psicología y la psiquiatría científica, por
autoestima, sentimientos de culpa, dificultades promover un reconocimiento patológico de la
para mantener relaciones afectivas y disfuncio- homosexualidad que fue superado hace más de
nes sexuales. Las críticas se dirigen igualmente cuatro décadas, así como el abordaje terapéu-
sobre la oferta misma de estos procedimientos, tico inefectivo y peligroso para la integridad de
puesto que justifica la devaluación de las perso- los consultantes. Si el lector desea conocer más
nas homosexuales y refuerza los prejuicios sobre sobre la historia y las críticas de las terapias
estas, al plantear la homosexualidad como un reparativas puede consultar “Report of the Task
desorden mental y un mal social. Force on Appropriate Therapeutic Responses to
Sexual Orientation” (2009) y “Sexual orientation
En vista de esto, diversas asociaciones cientí-
conversion therapy for gay men and lesbians: A
ficas se han pronunciado sobre la poca efec-
scientific examination” (1991). En este artículo
tividad y los riesgos que representan para los
no se dedica un apartado específico a las dificul-
pacientes este tipo de tratamientos. Entre
tades de las terapias repartativas debido a que
estas se encuentran la APA (2000), así como The
estas son bien conocidas y están ampliamente
American Academy of Pediatrics, The American
documentadas.
Counseling Association, The American Psychi-
atric Association, The American Psychological
Association y The National Association of School 3. Terapias afirmativas
Psychologists (Coalition, 2008), igualmente, The
National Association of Social Workers (2015) y En la actualidad no solo hay oferta de las ya
The Substance Abuse and Mental Health Services tradicionales terapias correctivas de la orien-
Administration (2015). Otras fuera de Estados tación homosexual; aparecen también otros
Unidos, son “The Australian Psychological So- procedimientos que aprueban a las personas
ciety” (2000), “Royal College of Psychiatrists” homosexuales y que procuran que estas vivan
(2014) y “UK Council for Psychotherapy” (2014). su homosexualidad de forma saludable y plena.
Según Ardila (2007):
La preocupación frente a la oferta de los tra-
183
tamientos ha sido tal que varias organizaciones En este nuevo enfoque, la homosexualidad se
considera un estilo o una opción de vida, tan
norteamericanas han abogado por establecer
normal como la heterosexualidad, ni mejor ni
leyes que prohíban las terapias reparativas,
peor que ella. Se cree que los homosexuales
especialmente en menores de edad. Hasta el desean aprender a vivir en paz consigo mismos
momento, sin embargo, solo se han prohibido en y con los demás, a pesar de funcionar dentro de
tres estados (California, New Jersey y Washing- un contexto definidamente homofóbico. (p. 70).
ton D.C.) y el distrito de Columbia. Cabe anotar
Estas terapias tienen en cuenta los desarrollos
que en 22 estados se han pasado este tipo de
de la ciencia y los derechos humanos, operan
leyes, sin llegar a ser aprobadas (Movement
cambiando las representaciones del consultante
Advancement Projet, 2015).
acerca de la homosexualidad, mostrándole que
A partir de lo anterior, se puede evidenciar no no es algo patológico, sino un estilo de vida vá-
solamente la posición claramente desfavorable lido, igual que la heterosexualidad. También se
que tienen frente a estas prácticas la medici- prepara a la persona para que viva feliz con su
orientación sexual y asuma los retos diarios que tiene sobre sí mismo y sobre la situación que le
puede implicar esto. Ardila (2007) lo expresa así: aqueja (Toro-Alfonso, 2013, p. 293).
184 Según Toro-Alfonso (2013, p. 291) terapeuta Para acompañar el proceso terapéutico, el
afirmativo, el modelo cognitivo-conductual terapeuta debe aceptar incondicionalmente al
permite examinar las ideas y pensamientos consultante, esto se debe a que hablar abier-
que provocan sentimientos que pueden atentar tamente sobre su homosexualidad le puede
contra la salud mental de estas personas. El permitir reconocer aquellas ideas irracionales
objetivo es utilizar el marco teórico cognitivo- sobre su persona y sobre su orientación sexual.
conductual para facilitar el examinar aquellas Toro-Alfonso (2013) dice sobre esto, que la tarea
ideas que socialmente se instauran en las per- pendiente es que el consultante examine su
sonas como meta-cogniciones relacionadas a la realidad y sus circunstancias para salir del cló-
sexualidad. El inicio del tratamiento comporta set. El clóset puede tener múltiples significados
un proceso psicoeducativo para examinar el y utilidad dependiendo de las circunstancias,
modelo cognitivo conductual y la explicación es un asunto muy importante en las terapias
del origen de los síntomas de la persona; se le afirmativas, un logro que permite la aceptación
explica al paciente que los estados de ánimo de sí mismo y posiblemente la construcción de
están vinculados directamente con las ideas que nuevas redes de apoyo.
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de las relaciones entre personas del mismo
Las terapias afirmativas han sexo y centrarse en la orientación sexual y no
significado un importante en asuntos más relevantes. (Brizuela, Brenes,
avance en la atención Villegas, & Zúñiga, 2010).
psicoterapéutica para
personas homosexuales, Según Ardila (2007), hay investigaciones que
especialmente porque señalan que la mejor opción en algunos casos,
han dado relevancia a puede ser acudir a un terapeuta homosexual,
las presiones sociales y el cual podría tener menos prejuicios para el
culturales a las que las tratamiento.
personas de orientación
Las terapias afirmativas han significado un im-
homosexual se ven
portante avance en la atención psicoterapéutica
sometidas (…)
para personas homosexuales, especialmente
porque han dado relevancia a las presiones
sociales y culturales a las que las personas de
Como puede verse, las terapias afirmativas no orientación homosexual se ven sometidas y por
se ocupan de transformar la orientación sexual señalar la importancia para el terapeuta de
del consultante, puesto que esta no se considera reconocer sus propias actitudes frente a la ho-
patológica, por el contrario, se enfocan más mosexualidad. Sin embargo, estas, también han
en los aspectos ligados a ella, a que la persona sido objeto de discusión, en particular porque
acepte su orientación sexual y las condiciones presentan varios problemas en su aplicación en
sociales que han intervenido en su percepción de cierto tipo de consultantes.
las mismas, de modo que pueda salir del clóset.
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cultivar para vivir sanamente su sexualidad. De otros valores más nobles y verdaderos, puede
aquí que el logro último de la terapia sea que ser una vía en el terreno político y social, pero
el consultante salga del clóset, aceptándose no necesariamente es la mejor apuesta en el
y, sobretodo, aceptando este nuevo modo de terapéutico. Sobre esto, Horner (2010, p. 15)
pensar más adaptativo. Si bien no puede negarse advierte como el odio y la discriminación contra
la gran cantidad de consultantes para los cuales el cliente pueden ser emocionalmente difíciles
ha sido útil; no todas las personas esperan de para el terapeuta y pueden impulsarlo a querer
la terapia, que un experto les enseñe la forma rescatarlo o salvarlo, verbos que irónicamente
correcta de pensar y actuar acerca de su sexua- son los usados por los terapeutas conversivos
lidad (Haldeman, 1999). para justificar su trabajo.
A pesar de ser radicalmente opuestas, las tera- Como se mencionó antes, es en relación a los
pias reparativas y las afirmativas tienen tanto consultantes con fuertes creencias religiosas
en común que parecen dos caras diferentes de donde esta dicotomía entre distintos valores
una misma moneda, ambas tienen una agenda culturales se vuelve más tensa, debido a que
a priori para el consultante que establece de clientes que sostengan valores y actitudes
entrada qué es lo que este necesita resolver religiosas conservadoras pueden experimentar
sobre su orientación sexual y de qué modo conflictos en relación al abordaje afirmativo.
debe hacerlo. Mientras la terapia reparativa 187
apunta al cese de la atracción del consultante King, Semlyen, Killaspy, Nazareth, y Osborn
por personas de su mismo sexo, puesto que es (2007) en un exhaustivo reporte sobre las inves-
esencialmente enfermiza; la terapia afirmativa, tigaciones en torno a las terapias para personas
al reconocer esta atracción como normal, con- gay, Lesbianas, bisexuales y transgénero, repor-
vierte en el objetivo central de la terapia que tan que muchas mujeres y hombres homosexua-
la persona se reconozca como gay o lesbiana y les en conflicto con su orientacion sexual no han
salga del clóset, aceptando su naturaleza no podido resolver sus problemas a través de la
expresada (Haldeman, 1999). adquisición de una identidad LGBT. Frente a lo
anterior, los autores, señalan las dificultades de
Suponer que para remediar los efectos de una determinar los objetivos terapeuticos sin tener
ideología o cultura heterosexista que impone en cuenta que tanto la orientación sexual de la
roles a las personas homosexuales en materia persona como sus valores, actitudes y creencias
de sexualidad y afectividad, hay que combatirla religiosas son ámbitos igualmente importantes
con otra ideología o cultura que reivindique de la experiencia personal.
5. Abordajes terapéuticos
no reparativos/no
afirmativos
Hay varias tendencias clínicas en las que el
King, Semlyen, Killaspy, Nazareth, y Osborn rol terapéutico es como el que se mencionó
(2007) recomiendan a los terapeutas que mi- antes. Son diferentes entre sí, pero suponen
nimicen la presión existente en las agendas de una alternativa frente a la dicotomía que se ha
una y otra alternativa terapéutica, favoreciendo presentado hasta el momento entre terapias
la autonomía de la persona, en un proceso clí- reparativas y afirmativas.
nico que puede tener resultados diversos: por
un lado, un consultante puede decidir que sus Jack Drescher (1998), por ejemplo, con una
creencias religiosas son más importantes que postura apoyada en Winnicott, define un am-
su orientación sexual y, por tanto, elegir una biente terapéutico de contención centrado en
opción como el celibato; por otro lado el con- la exploración de los sentimientos y los signifi-
sultante puede llegar a integrar sus actitudes cados del consultante, en el cual el terapeuta
religiosas con su orientación sexual y recono- no asume un rol de autoridad sobre la vida del
cerse como homosexual en un marco personal consultante. Dicho autor señala, igualmente,
de creencias. Igualmente, está la alternativa que el clínico debe estar informado sobre las
de que el consultante decida abandonar sus experiencias culturales de los homosexuales,
creencias religiosas, debido a que considera ser consciente de su propio sistema de valores
188 su orientación sexual como un aspecto más y del grado con que la teoría que aprendió se
relevante de su experiencia que sus actitudes ha incorporado a este.
religiosas.
Esta postura se centra en los significados afec-
Como puede verse, existen en la actualidad tivos del consultante y del terapeuta más que
alternativas terapéuticas que no tienen como en los orígenes de la orientación sexual. Según
objetivo cambiar la orientación sexual y que, sin Drescher, la teoría psicoanalítica contem-
embargo, no son afirmativas de esta necesaria- poránea ha trazado límites en este sentido,
mente. Estas prácticas son diversas en cuanto a aceptando, por lo general, que las formula-
su marco conceptual, sin embargo, comparten ciones etiológicas solo pueden ser respaldadas
la apuesta de que los terapeutas pueden asumir a partir de una investigación extraclínica y
un rol distinto al afirmativo, no logrando una longitudinal. De modo que, las hipótesis etio-
transición exitosa de un marco cultural e ideo- lógicas no son necesarias e incluso conducen a
lógico a otro, sino asistiendo a la persona para interpretaciones estereotipadas e inhiben una
que tome decisiones que sean coherentes con exploración abierta del consultante.
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De modo similar, en un esfuerzo por integrar sujeto que diga bien, lo que supone que pueda
los aspectos complicados y a menudo contra- hacer consciente la singularidad de su modo de
dictorios de la orientación sexual, la identi- goce. “El bien decir” del psicoanálisis acoge a
dad sexual y la espiritualidad, Beckstead and todos los sujetos que tienen un punto de interro-
Morrow, proponen un modelo de tratamiento gación acerca de su goce, sean heterosexuales,
grupal que apunta al desarrollo de la congruen- bisexuales u homosexuales. El efecto de este es
cia entre la orientación sexual y los valores y un cambio en el goce mismo, que no comporta
creencias personales. Este permite a los y las necesariamente un cambio conductual, algunas
participantes del grupo, examinar libremente veces solo cambia la significación y la vivencia
los elementos significativos de sus experiencias subjetiva del goce (Soler, 1998).
personales, sin una agenda terapéutica previa
y sin juicios de valor sobre su comportamiento. Para finalizar, es importante nombrar el enfoque
En este proceso, la persona puede reconocer centrado en el cliente desarrollado por Carl
y si lo considera necesario, cambiar sus ideas Rogers, cuya pertinencia y utilidad para el trata-
acerca de su orientación sexual, sin afiliarse miento de adultos que desean cambiar su orien-
a los principios de las terapias correctivas o tación sexual ha sido destacada por la APA Task
afirmativas. En este modelo varias estrategias Force (2009, p. 55). Se trata de una terapia no
comportamentales son discutidas y evaluadas, directiva que busca comprender la experiencia
con el objetivo de buscar formas de resolver los del consultante, dejando a este la elección de
conflictos de la persona y que su orientación su propio itinerario, de su propio lenguaje y de
sea acorde a sus valores y sentido de vida. Este sus propias decisiones a través de una relación
modelo también puede ser usado en tratamiento terapéutica que posibilita la expresión abierta
individual por profesionales que deseen facili- de todo tipo de sentimientos (Rogers, 1978). El
tar que sus consultantes establezcan su propia clínico debe aceptar incondicionalmente todos
agenda terapéutica (Haldeman, 2002, p. 263). los aspectos de la experiencia del consultante,
sin reforzar ni rechazar ningún sentimiento o
Por otro lado, el psicoanálisis lacaniano, si bien idea, de modo que este pueda explorarlos abier- 189
ha sido controvertido por presentar un abordaje tamente y pueda desplegar nuevos significados
esencialista en algunas cuestiones relacionadas que le permitan integrar diferentes aspectos de
con el género, la identidad sexual, introduce un sí mismo (Rogers, 1972).
elemento importante a la discusión, que vale la
pena por lo menos mencionar. Estas controver-
sias, sin embargo, no son menores, si el lector 6. Conclusiones
desea conocerlas mejor puede consultar Escapar
del psicoanálisis (Eribon, 2008). Las terapias para la homosexualidad hacen
parte de un complejo proceso histórico, social y
El abordaje lacaniano no procura curar una des- político en el cual las prácticas sexuales se cons-
viación o apoyar un estilo de vida saludable, su tituyeron como objeto de la medicina científica
objetivo es posibilitar que el sujeto descubra las y fueron investigadas por diferentes grupos de
condiciones subjetivas que rodean su elección personas. Si bien en la actualidad, la homose-
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