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INFECCIÓN DEL TRACTO URINARIO

1. DEFINICIÓN
La infección del tracto urinario (ITU) consiste en la colonización y
multiplicación microbiana, habitualmente bacteriana, a lo largo del
trayecto del tracto urinario. Se denomina pielonefritis si afecta al riñón y la
pelvis renal, cistitis si implica a la vejiga, utetritis si afecta a la uretra
y prostatitis si la infección se localiza en la próstata.
Se pueden distinguir distintos tipos de infecciones urinarias:
Infecciones del tracto urinario (ITU) inferior: comprenden
la cistitis (infección de la vejiga), la uretritis (infección de la uretra),
la prostatitis (infección de la próstata) y la orquiepididimitis (infección de
los conductos encargados de la formación y excreción del semen).
Infecciones del tracto urinario superior: incluye, entre otras afecciones, la
pielonefritis aguda; en estos casos la infección alcanza a uno o a ambos
riñones. (1)

2. EPIDEMIOLOGÍA
Las ITU siguen en frecuencia a las del aparato respiratorio y son las
infecciones nosocomiales más frecuentes en España.
Son más frecuentes en el sexo femenino: hasta un 50 % de las mujeres
puede presentar una ITU a lo largo de su vida, lo que se relaciona con la
actividad sexual, los embarazos y la edad.
En el varón las ITU tienen dos picos de incidencia: durante el primer año
de vida y en mayores de 50 años, en relación con la presencia de
patología prostática o manipulaciones urológicas. (2)

3. CAUSAS DE LAS INFECCIONES URINARIAS

 Sexo y actividad sexual


 Embarazo
 Obstrucción: cualquier obstáculo que interfiera en el flujo de orina
(tumor, estrechamiento, aumento de tamaño de la próstata,
cálculos...) aumenta la frecuencia de infecciones

4. SIGNOS Y SÍNTOMAS

 Dolor o ardor al orinar.


 Orinar con frecuencia.
 Sentir la necesidad de orinar aún después de haber vaciado la
vejiga.
 Fiebre baja (menos de 101 °F [38.3 °C]).
 Orina opaca o con sangre.
 Presión o retorcijones en la zona de la ingle o la parte inferior del
abdomen. (3)

5. COMPLICACIONES
Las complicaciones de una infección urinaria pueden comprender:
Infecciones recurrentes, en especial, en mujeres que sufren dos o más
infecciones de las vías urinarias en un período de seis meses, o cuatro o
más en un año.
Daño renal permanente debido a una infección renal aguda o crónica
(pielonefritis) provocada por una infección urinaria sin tratar.
Riesgo elevado para las mujeres embarazadas de tener un bebé de bajo
peso al nacer o prematuro.
Estrechamiento (constricción) de la uretra en hombres con uretritis
recurrente que anteriormente tuvieron uretritis gonocócica.
Septicemia, una complicación de las infecciones que puede poner en
riesgo la vida, especialmente si la infección se extiende hacia arriba, más
allá de las vías urinarias, hasta los riñones.
6. DIAGNÓSTICO
Las pruebas y procedimientos utilizados para diagnosticar las infecciones
urinarias comprenden:
Análisis de una muestra de orina. El médico puede pedirte una muestra
de orina para evaluar los niveles de glóbulos blancos y glóbulos rojos o la
presencia de bacterias mediante análisis de laboratorio. Para evitar la
contaminación potencial de la muestra, te pueden indicar que primero
limpies la zona genital con una compresa antiséptica y recojas la orina en
la mitad de su curso.
Cultivo de las bacterias de las vías urinarias en un laboratorio. Después
de los análisis de laboratorio, a veces se realiza un cultivo de orina. Este
análisis le revela al médico qué bacterias están causando la infección y
qué medicamentos serán los más efectivos.
Creación de imágenes de las vías urinarias. Si el médico piensa que las
infecciones que has tenido con frecuencia pueden ser causadas por una
anormalidad en las vías urinarias, puede pedirte una ecografía, una
exploración por tomografía computarizada o una resonancia magnética.
Para estos procedimientos, también es probable que utilicen un tinte de
contraste para resaltar las estructuras de las vías urinarias.
Uso de un endoscopio para observar el interior de la vejiga. Si tienes
infecciones urinarias recurrentes, el médico puede realizar una
cistoscopia usando un tubo largo y delgado provisto de una lente
(cistoscopio) para ver dentro de la uretra y la vejiga. El cistoscopio se
introduce en la uretra y pasa hasta la vejiga. (4)
7. TRATAMIENTO
Generalmente, los antibióticos son el tratamiento de primera línea para las
infecciones de las vías urinarias. Los medicamentos que te receten y el
tiempo de uso dependen de tu estado de salud y del tipo de bacterias que
se encuentren en la orina.
Infección simple
Los medicamentos que suelen recomendarse para las infecciones
urinarias simples comprenden:
 Trimetoprima/sulfametoxazol (Bactrim, Septra u otros)
 Fosfomicina (Monurol)
 Nitrofurantoína (Macrodantin, Macrobid)
 Cefalexina (Keflex)
 Ceftriaxona
El grupo de antibióticos conocidos como «fluoroquinolonas», como la
ciprofloxacina (Cipro), la levofloxacina (Levaquin) y otros, no se
recomienda habitualmente para infecciones de las vías urinarias simples,
ya que los riesgos de estos medicamentos generalmente superan los
beneficios para el tratamiento de infecciones urinarias sin complicaciones.
En algunos casos, el médico podría recetar un medicamento con
fluoroquinolonas si no existe otra opción de tratamiento, por ejemplo, para
una infección de las vías urinarias o una infección renal complicadas.
Por lo general, los síntomas desaparecen al cabo de unos pocos días de
tratamiento. Sin embargo, es posible que tengas que continuar con los
antibióticos durante una semana o más. Completa todo el tratamiento con
antibióticos según lo recetado.
En el caso de una infección urinaria sin complicaciones que se presenta
cuando, por lo demás, eres una persona sana, el médico puede
recomendarte un tratamiento más breve; por ejemplo, tomar un antibiótico
durante uno a tres días. No obstante, que este tratamiento breve sea
suficiente para tratar la infección depende de tus síntomas específicos y
de tu historia clínica.
El médico también puede recetarte un medicamento para el dolor
(analgésico) que insensibiliza la vejiga y la uretra para aliviar el ardor al
orinar, pero generalmente el dolor se calma poco después de comenzar
con el antibiótico.
8. ESTILO DE VIDA Y REMEDIOS CASEROS
Las infecciones de las vías urinarias pueden ser dolorosas, pero puedes
tomar medidas para aliviar el malestar hasta que los antibióticos traten la
infección. Sigue estos consejos:
Bebe mucha agua. El agua ayuda a diluir la orina y expulsar las bacterias.
Evita las bebidas que puedan irritar la vejiga. Evita el café, el alcohol y los
refrescos que contengan jugos de cítricos o cafeína hasta que la infección
haya desaparecido. Pueden irritar la vejiga y tienden a agravar la
necesidad frecuente o imperiosa de orinar.
BIBLIOGRAFÍA

1. Salgado Alba A GLFRI. Manual de la Geriatría. In. Barcelona: Masson: 3.ª ed; 2002.

2. I. A. Manual de enfermedades infecciosas en Atención Primaria. 2nd ed. Madrid:


semFYC; 2005.

3. VJ MC. Manual de diagnóstico y terapéutica médica. 5th ed. Colombia: COE SA;
2010.

4. JA GR. Microbiología médica Hospitals Vall d’Hebron - España: Mosby-Doyma;


2015.

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