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Geomecánica e Ingeniería de Perforación (1ra parte)

M.I. José Marcelo Caballero Hoyos


M.I. José Luis González González

Introducción
Durante muchos años, la ingeniería de perforación ha buscado la forma más
apropiada para perforar pozos y alcanzar los objetivos de exploración o
producción mediante la selección de barrenas, el asentamiento de tuberías de
revestimiento y el diseño de fluidos de perforación. Basados en conceptos
fundamentales, como el tipo y características de la formación, apoyados en
registros geofísicos y correlaciones con otros pozos para estimar la presión de
poro, presión de fractura de la formación y el asentamiento de la tubería de
revestimiento.
Sin embargo, a pesar de tener un cuidado especial en los detalles de diseño,
siguen presentándose algunos problemas relacionados a la estabilidad del agujero
durante la perforación, tales como: derrumbes, atrapamiento de sarta, pérdidas de
circulación, cierre de agujero, etc. Aún cuando se han logrado mejoras en la
formulación de los fluidos de perforación para minimizar las reacciones
fisicoquímicas con la formación, existen problemas de estabilidad.
Hace unos cincuenta años, y gracias al avance de la ingeniería de suelos, nace
una nueva palabra en el léxico ingenieril, la geomecánica, que lleva importantes
conceptos de mecánica de rocas a la geología. La hermana mayor de esta nueva
área de estudio es la mecánica de suelos, cuyos conceptos han sido estudiados y
desarrollados por los ingenieros civiles.
Pronto, la geomecánica ha venido ganando aceptación al resolver importantes
problemas de ingeniería petrolera, tales como: densidad de fluidos de control,
estabilidad de agujero, fracturamiento hidráulico, predicción de arenamiento
durante la producción, la compactación y subsidencia de yacimientos.
Este, que es el primero de una serie de cuatro artículos breves, dará un vistazo
a los elementos importantes de geomecánica que todo ingeniero de perforación
debe saber, al elaborar un programa de perforación de pozo o al analizarlo
durante su ejecución.

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Comportamiento mecánico de las rocas
Muchas veces hemos escuchado que la mayoría de las rocas se comportan
como elásticas y –si tienen fluidos en su interior– como poroelástica, o que las
lutitas saturadas y domos salinos se comportan como rocas plásticas. Pero nunca
nos hemos puesto a analizar que estos conceptos engloban otros más
especializados, que debemos conocer en algún momento.
La Figura 1 resume todos los factores que condicionan el comportamiento de
las rocas, ya sean externos o internos.

PRESIÓN DE
PORO
ESTADODE CAVIDADES y
ESFUERZOS FRACTURAS

FENÓMENOS COMPORTAMIEN TO ISOTROPIA y


DEPEND. DEL MECÁNICO DE LAS ANISOTROPIA
ROCAS
TIEMPO

TEMPERATURA
DE LA
COMPORTA FORMACION
NO
ELÁSTICO EVENTOS
GEOLÓGICOS

Figura 1. Resumen comportamiento mecánico de las rocas

El estado de esfuerzos en sitio está íntimamente relacionado con los eventos


geológicos presentes en las cercanías de la formación en estudio. Por ejemplo, se
sabe que la presencia de una falla normal condiciona un estado de esfuerzos en
tensión; en cambio, una formación cercana a una falla inversa presenta un estado

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de esfuerzos en compresión predominante. Adicionalmente, se requiere identificar
los esfuerzos máximos y mínimos en el plano y la orientación de los esfuerzos
principales (sin presencia de esfuerzos de corte).
La teoría de elasticidad clásica estudia el comportamiento de medios continuos
y homogéneos. La aplicación de esta teoría a la industria petrolera obligó a incluir
dos efectos muy importantes: los poros y la presencia de fluidos en el medio,
dando por resultado la teoría de poroelasticidad (Biot, 1941) y la inclusión del
concepto de esfuerzo efectivo (Terzaghi, 1943).
Consecuentemente, la presencia de cavidades y fracturas en el medio rocoso
produce un comportamiento no lineal y, por lo general, un gran impacto en las
propiedades elásticas de la roca. Se definen conceptos como módulo elástico
efectivo y densidad de fracturas.
Existen fenómenos dependientes del tiempo que hay que tomar en cuenta,
como la deformación en materiales sometidos a esfuerzo constante, conocida
como creep, y la deformación debida a flujo de fluidos, que es la consolidación.
Por simplicidad, la teoría básica de elasticidad toma en cuenta un medio
isotrópico e isotérmico. En el primer caso, el hecho de considerar que las
propiedades de la roca son constantes e invariables en cualquier dirección
constituye un estado ideal, que bajo ciertas suposiciones y limitaciones nos ayuda
a obtener predicciones aceptables; pero en la mayoría de las situaciones reales,
no. Por eso es necesario considerar un estado de anisotropía, al que se le puede
asignar un plano o una dirección definidos.
Por otro lado, no podemos concebir que al perforar una formación mantenga su
temperatura a lo largo de todo el agujero, ya que debemos involucrar la circulación
de fluidos, calentamiento por fricción, tiempos de espera, tipo del fluido, etc. Es
necesario modelar el comportamiento de la roca lo más apegado a la realidad,
aunque debemos invertir tiempo y esfuerzo en el desarrollo de modelos y pruebas
de laboratorio. Varios investigadores ya incluyeron los conceptos termodinámicos
a la teoría de elasticidad y poroelasticidad, dando resultado a una revolucionaria
teoría de termoporoelasticidad (Coussy, 1989).
Si la roca se comporta como muy dúctil y, bajo ciertas condiciones de presión y

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temperatura, como fluido (deformación continua), como en el caso de las
intrusiones salinas o domos, o las lutitas saturadas, es necesario establecer una
nueva teoría que modele su comportamiento; y, ciertamente, la teoría de
plasticidad (Drucker, Hill, 1950) establece algunos conceptos útiles. Ahora, si
incluimos los efectos termodinámicos y de poro al modelo elastoplástico de
estudio, necesitamos revisar una teoría más general, como la de
termoporoelastoplasticidad (Modelo Cam-Clay, Modelo Cambridge), cuyas
ecuaciones son complicadas y sólo resueltas por simuladores sofisticados.
Es necesario poner siempre un límite al análisis. Si pretendemos ser estrictos y
minuciosos, tropezamos con serios problemas, cuya solución muchas veces
puede escapar de nuestras manos y, mucho más, llevarnos a la desesperación.

Ensayos de laboratorio
Existen varios ensayos de laboratorio que pueden realizarse a los núcleos para
determinar las propiedades elásticas de tipo estático. Las más representativas e
importantes son:
Pruebas tradicionales:
• Prueba uniaxial a la compresión
• Prueba uniaxial a la tensión
• Prueba triaxial a la compresión

Pruebas índice:
• Índice de resistencia a carga puntual
• Prueba brasileña
• Medición de la dureza

Figura 2: Muestra de ensayo Algunas consideraciones generales


relacionadas a pruebas de núcleo:
• Muestra de la roca en forma de cilindro con una relación longitud/diámetro de 2
a 1.

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• Se aplica una carga al final de los extremos (por un par de pistones)
• Un esfuerzo radial es aplicado a la circunferencia del cilindro (por un baño de
aceite confinado).
• Si el esfuerzo radial es cero è Prueba esfuerzo uniaxial (o una prueba de
compresión sin confinamiento).
• Presión de confinamiento no es cero è Prueba esfuerzo triaxial. Dos de los
esfuerzos principales son iguales. (σx =σy )
• Diámetro para aplicaciones petroleras: 38 mm (1 ½”)
A continuación se explica sólo la prueba uniaxial a la compresión, para ilustrar
el comportamiento de las rocas.

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Prueba uniaxial a la compresión
Es una de las pruebas más tradicionales en mecánica de rocas. Consiste en
aplicar una carga axial en los extremos de la muestra (Figura 2). Se mide la
deformación axial y radial para cada nivel de carga axial, mediante transductores
de desplazamiento especiales. La Figura 3 muestra la curva de esfuerzo
deformación completa.

Figura 3. Curva completa de esfuerzo deformación (Jaeger y Cook 1979)

La curva esfuerzo deformación mostrada (Figura 3) puede ser dividida en cuatro


regiones:
Región 1: La sección OA, que toma una forma ligeramente convexa hacia
arriba.
Región 2: La sección AB, que tiene un comportamiento casi lineal.
Ambas regiones muestran un comportamiento muy cercano al elástico lineal. Si
procedemos a descargar repentinamente en esta región, puede observarse un
leve ciclo de histéresis (retoma su forma original sin seguir el mismo camino) sin
producir cambios en la estructura y propiedades de la roca.

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Región 3: La sección BC cóncava hacia abajo que tiene un máximo en el punto
C.
Por lo general, esta región comienza con un valor de esfuerzo que corresponde
a las 2/3 partes de la magnitud del esfuerzo máximo en el punto C. La pendiente
de la curva va decreciendo progresivamente hasta alcanzar un valor de cero. Esta
región provoca cambios irreversibles en la estructura y propiedades de la roca; es
decir, si realizamos una descarga repentina, se obtendrá un proceso de
recuperación como el observado en la curva PQ, el cual deja una deformación
remanente ε o. Si volvemos a cargar la muestra, el comportamiento toma forma de
la curva QR, que no sigue la curva de comportamiento original, pero al final se
vuelven a encontrar. Por ello debemos ser especialmente cuidadosos al realizar
una prueba de goteo o al inducir un pozo a través de una prueba de formación.
Región 4: La curva decreciente CD, que comienza en el punto C y cuya
característica principal es la pendiente negativa de la curva. Nuevamente, si
sometemos a la muestra a un nuevo ciclo de descarga (curva ST) y posterior
carga (curva TU), se observa una deformación permanente de la muestra en el
punto T, y al ser recargado no logra alcanzar el punto original de descarga S.
Luego del punto C, el material se fractura ocasionando inestabilidad en el sistema,
podría ser una explicación al comportamiento “raro” de algunas formaciones
cuando resisten un determinado valor de presión al efectuar una prueba de goteo
y después de unos días su resistencia disminuye “misteriosamente”.
Luego de la descripción de las regiones, podemos definir claramente los tipos
de comportamiento de la roca. En el segmento OAB, el comportamiento de la
muestra es elástico, ya que luego de que se ha realizado una descarga, el ciclo de
histéresis no sigue la misma trayectoria. El material recobra su forma original sin
deformación alguna, como una memoria característica de los cuerpos elásticos.
En términos de energía, el trabajo al aplicar la carga de deformación es mayor que
el realizado durante el proceso de descarga, por lo que parte de la energía se
disipa durante el proceso de histéresis.
En el segmento BC, el material adquiere un comportamiento dúctil, que se
define como la capacidad de obtener una deformación permanente sin perder la

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habilidad de resistir carga. Si el ciclo de descarga y carga del material se presenta
en la zona dúctil (PQR), el material recobra un estado de esfuerzos mayor (punto
R vs. P).
El material se dice estar en un estado frágil o quebradizo cuando la habilidad de
soportar carga se reduce al incrementar la deformación (segmento CD). Si se
realiza el ciclo de descarga y carga durante el comportamiento frágil (STU) se
obtiene un estado de esfuerzos menor (punto S vs. U).
El punto B en el que se marca la transición del comportamiento elástico al dúctil
es conocido como punto de cedencia, y su ordenada σo es el denominado
esfuerzo de cedencia.
La máxima ordenada de la curva (punto C) marca la transición del
comportamiento dúctil al frágil, y es conocido como la resistencia uniaxial a la
compresión.
Se denomina fractura frágil cuando una falla repentina aparece en un punto de
la zona frágil (curva CD) con una completa pérdida de la cohesión del material en
un plano.

Propiedades elásticas y poroelásticas


Todo ingeniero de perforación debe conocer claramente todas las propiedades
elásticas y poroelásticas de las rocas para evaluar su comportamiento. Entre las
más importantes podemos destacar las propiedades elásticas
• Módulo de Young o de elasticidad (E) (psi, Kg/cm2, bar). Propiedad elástica
que resulta de encontrar la pendiente de la zona elástica lineal durante la
prueba de compresión. Es una medida de la rigidez de la roca y, físicamente,
representa el esfuerzo que hay que aplicar a una muestra para conseguir una
deformación igual a su longitud.
• Módulo de Poisson (ν ) (adimensional). Constituye la medida de la expansión
lateral relativa a la contracción longitudinal durante la prueba de compresión.
• Módulo volumétrico (K) (psi, Kg/cm2, bar). Cuando una muestra es sometida a
un esfuerzo hidrostático igual y constante en las tres direcciones σp = σ1 =σ2
=σ3 , y si logramos mediante algún medio obtener la deformación volumétrica

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ε v , la relación entre el esfuerzo hidrostático y su deformación volumétrica es
conocida como módulo volumétrico. Es la medida de la resistencia que la
muestra ofrece al ser sometida a un esfuerzo hidrostático. La inversa del
módulo volumétrico (1/K) es la compresibilidad de la roca.
• Módulo de corte (G) (psi, kg/cm2, bar). Es la medida de la resistencia que
ofrece la muestra a ser deformada por corte (esfuerzos paralelos a la
superficie de estudio).

Referencias:
Jaeger, J. C. y Cook, N.W.G (1979): Fundamentals of Rock Mechanic, tercera
edición, Chapman and Hall , Londres, Inglaterra.
Fjaer, E. Holt M., Horsrud, P. Raaen, M. (1992): Petroleum Related Rock
Mechanics, Elsevier Science Publishers, Amsterdam, Holanda.
Charlez Philippe (1991): Rock Mechanics I – Theoretical Fundamentals,
Ediciones Technip, Paris, Francia.

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Geomecánica e Ingeniería de Perforación (2a parte)
M.I. José Marcelo Caballero Hoyos, Subgerencia de Ingeniería, DM
M.I. José Luis González González, Subgerencia de Tecnología de Terminación, Sede

Ensayos de laboratorio
Existen varios ensayos de laboratorio que pueden realizarse a los núcleos para
determinar las propiedades elásticas de tipo estático. Las más representativas e
importantes son:
Pruebas tradicionales:
• Prueba uniaxial a la compresión
• Prueba uniaxial a la tensión
• Prueba triaxial a la compresión

Pruebas índice:
• Índice de resistencia a carga puntual
• Prueba brasileña
• Medición de la dureza

Figura 1: Muestra de ensayo


Algunas consideraciones generales
relacionadas a pruebas de núcleo:
• Muestra de la roca en forma de cilindro con una relación longitud/diámetro de 2
a 1.
• Se aplica una carga al final de los extremos (por un par de pistones)
• Un esfuerzo radial es aplicado a la circunferencia del cilindro (por un baño de
aceite confinado).
• Si el esfuerzo radial es cero è Prueba esfuerzo uniaxial (o una prueba de
compresión sin confinamiento).
• Presión de confinamiento no es cero è Prueba esfuerzo triaxial. Dos de los
esfuerzos principales son iguales. (σx =σy )
• Diámetro para aplicaciones petroleras: 38 mm (1 ½”)

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A continuación se explica sólo la prueba uniaxial a la compresión, para ilustrar
el comportamiento de las rocas.

Prueba uniaxial a la compresión


Es una de las pruebas más tradicionales en mecánica de rocas. Consiste en
aplicar una carga axial en los extremos de la muestra (Figura 1). Se mide la
deformación axial y radial para cada nivel de carga axial, mediante transductores
de desplazamiento especiales. La Figura 2 muestra la curva de esfuerzo
deformación completa.

Figura 2. Curva completa de esfuerzo deformación (Jaeger y Cook 1979)

La curva esfuerzo deformación mostrada (Figura 2) puede ser dividida en cuatro


regiones:
Región 1: La sección OA, que toma una forma ligeramente convexa hacia
arriba.
Región 2: La sección AB, que tiene un comportamiento casi lineal.
Ambas regiones muestran un comportamiento muy cercano al elástico lineal. Si
procedemos a descargar repentinamente en esta región, puede observarse un

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leve ciclo de histéresis (retoma su forma original sin seguir el mismo camino) sin
producir cambios en la estructura y propiedades de la roca.
Región 3: La sección BC cóncava hacia abajo que tiene un máximo en el punto
C.
Por lo general, esta región comienza con un valor de esfuerzo que corresponde
a las 2/3 partes de la magnitud del esfuerzo máximo en el punto C. La pendiente
de la curva va decreciendo progresivamente hasta alcanzar un valor de cero. Esta
región provoca cambios irreversibles en la estructura y propiedades de la roca; es
decir, si realizamos una descarga repentina, se obtendrá un proceso de
recuperación como el observado en la curva PQ, el cual deja una deformación
remanente ε o. Si volvemos a cargar la muestra, el comportamiento toma forma de
la curva QR, que no sigue la curva de comportamiento original, pero al final se
vuelven a encontrar. Por ello debemos ser especialmente cuidadosos al realizar
una prueba de goteo o al inducir un pozo a través de una prueba de formación.
Región 4: La curva decreciente CD, que comienza en el punto C y cuya
característica principal es la pendiente negativa de la curva. Nuevamente, si
sometemos a la muestra a un nuevo ciclo de descarga (curva ST) y posterior
carga (curva TU), se observa una deformación permanente de la muestra en el
punto T, y al ser recargado no logra alcanzar el punto original de descarga S.
Luego del punto C, el material se fractura ocasionando inestabilidad en el sistema,
podría ser una explicación al comportamiento “raro” de algunas formaciones
cuando resisten un determinado valor de presión al efectuar una prueba de goteo
y después de unos días su resistencia disminuye “misteriosamente”.
Luego de la descripción de las regiones, podemos definir claramente los tipos
de comportamiento de la roca. En el segmento OAB, el comportamiento de la
muestra es elástico, ya que luego de que se ha realizado una descarga, el ciclo de
histéresis no sigue la misma trayectoria. El material recobra su forma original sin
deformación alguna, como una memoria característica de los cuerpos elásticos.
En términos de energía, el trabajo al aplicar la carga de deformación es mayor que
el realizado durante el proceso de descarga, por lo que parte de la energía se
disipa durante el proceso de histéresis.

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En el segmento BC, el material adquiere un comportamiento dúctil, que se
define como la capacidad de obtener una deformación permanente sin perder la
habilidad de resistir carga. Si el ciclo de descarga y carga del material se presenta
en la zona dúctil (PQR), el material recobra un estado de esfuerzos mayor (punto
R vs. P).
El material se dice estar en un estado frágil o quebradizo cuando la habilidad de
soportar carga se reduce al incrementar la deformación (segmento CD). Si se
realiza el ciclo de descarga y carga durante el comportamiento frágil (STU) se
obtiene un estado de esfuerzos menor (punto S vs. U).
El punto B en el que se marca la transición del comportamiento elástico al
dúctil es conocido como punto de cedencia, y su ordenada σo es el denominado
esfuerzo de cedencia.
La máxima ordenada de la curva (punto C) marca la transición del
comportamiento dúctil al frágil, y es conocido como la resistencia uniaxial a la
compresión.
Se denomina fractura frágil cuando una falla repentina aparece en un punto de
la zona frágil (curva CD) con una completa pérdida de la cohesión del material en
un plano.

Propiedades elásticas y poroelásticas


Todo ingeniero de perforación debe conocer claramente todas las propiedades
elásticas y poroelásticas de las rocas para evaluar su comportamiento. Entre las
más importantes podemos destacar las propiedades elásticas
• Módulo de Young o de elasticidad (E) (psi, Kg/cm2, bar). Propiedad elástica
que resulta de encontrar la pendiente de la zona elástica lineal durante la
prueba de compresión. Es una medida de la rigidez de la roca y, físicamente,
representa el esfuerzo que hay que aplicar a una muestra para conseguir una
deformación igual a su longitud.
• Módulo de Poisson (ν ) (adimensional). Constituye la medida de la expansión
lateral relativa a la contracción longitudinal durante la prueba de compresión.
• Módulo volumétrico (K) (psi, Kg/cm2, bar). Cuando una muestra es sometida a

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un esfuerzo hidrostático igual y constante en las tres direcciones σp = σ1 =σ2
=σ3 , y si logramos mediante algún medio obtener la deformación volumétrica
ε v , la relación entre el esfuerzo hidrostático y su deformación volumétrica es
conocida como módulo volumétrico. Es la medida de la resistencia que la
muestra ofrece al ser sometida a un esfuerzo hidrostático. La inversa del
módulo volumétrico (1/K) es la compresibilidad de la roca.
• Módulo de corte (G) (psi, kg/cm2, bar). Es la medida de la resistencia que
ofrece la muestra a ser deformada por corte (esfuerzos paralelos a la
superficie de estudio).

Cuarto de control para estudios geomecánicos

Las propiedades mecánicas de la roca normalmente se refieren a las


constantes en la ecuación constitutiva a que se supone obedece la roca. Una roca
con comportamiento lineal-elástico perfectamente plástico puede describirse por
cuatro parámetros mecánicos: dos elásticos (Modulo de Young y relación de

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Poisson) y dos parámetros de falla ( ángulo de fricción y esfuerzo de compresión
uniaxial cuando se aplica el criterio de Mohr – Coulomb ). Esfuerzo es un término
poco preciso usado para describir una roca, puede describirse como la resistencia
que tiene la roca a la deformación, por ejemplo una roca “fuerte”es una roca con
un alto modulo de Young. El esfuerzo describe que tan bien está cementada la
roca, por ejemplo un mayor o menor esfuerzo corresponde a un esfuerzo
compresivo uniaxial de la roca. Esta mezcla de términos es debida al hecho de
que existen algunas correlaciones entre el modulo de Young y el esfuerzo
compresivo.

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