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Cuando se quiere algo, el Universo entero conspira en su favor.

El guerrero de la luz lo sabe. Por esta razón cuida muchos sus pensamientos.

Manual del guerrero de la luz.

Paulo Coelho

Seguimos nuestra rueda medicina para buscar la armonía, ya que esta es la causa de que estemos
plenos y rebosantes de energía, por lo tanto de salud.

Nuestra andadura sigue hacia las tierras del Norte, y allí nos vamos a encontrar cara a cara con un
imponente guerrero. “El Guerrero Interior” que sostiene el elemento Aire, el cuerpo mental y también
la mente racional. Aquí está la pura responsabilidad, la enseñanza, la capacidad de acción, la
consciencia organizativa, el propósito en el mundo, en fin… la dura batalla.
Cuando nuestro guerrero/guerrera, está armonizado, cuida de los anteriores aspectos, del Niño
Interior y del Criador Interior para que permanezcan en equilibrio.

Cuando pasamos la mayor parte de nuestro tiempo pensando en nuestra supervivencia, en pagar
las facturas, en cambiar esfuerzo por dinero, tiempo-oro, desatendemos el tiempo-arte que es el
que nos sustenta en el equilibrio. Es entonces cuando nos enfocamos en un aspecto inútil de
dominación con los demás, de sobre protector, de autoritario, de poco flexible y de creer saberlo
todo que a la larga tendrá consecuencias, sobre todo de vacío interior. El aire arrasará tus raíces
espirituales y podrás sentirte desubicado en este mundo sin fines cumplidos, sin sentir que has
dejado huella en la vida, y que lo único que has hecho es cambiar tu vida por dinero, por
preocupaciones, por un sistema de vida que no es de tu agrado. Quizás hayas conseguido grandes
riquezas y muchas cosas materiales, pero tu vida espiritual quedará como cuando pasa un tornado
y lo arrasa todo. Por lo tanto el guerrero / guerrera estará derrotado.

Cuando pierdes el Norte,

no hay otra manera de orientarse que

esperar a que amanezca para

poder dirigirse hacia el Este.

Emuel

El encuentro con el espíritu Interior.

Al inicio de cualquier ceremonia ya sea en honor a


la madre naturaleza o para celebrar un acontecimiento en el que todas las fuerzas trabajen al
unísono para un fin, tenemos irremediablemente que conocer unos aspectos sagrados tanto en
cada uno de nosotros como en nuestro entorno.

Hay un aspecto sagrado de ti mismo que quiero mencionar , que conecta con tu sanador interior y
que son las direcciones del espíritu a las que hay que honrar como método de equilibrio con los
elementos y que a su vez conforman el puente de enlace con la materia y tu ser más elevado.

Esta práctica me fue enseñada por medio de mis maestros de la luz y es uno de los primeros
caminos iniciáticos de unión con el Yo Soy. Cuando se trabaja conscientemente en esta rueda del
espíritu, se depuran muchos residuos que quedan alojados en nuestra psique.

Hoy voy a explicar la dirección del Este que es uno de esos aspectos de los que te he hablado y del
que hay que entrar en comunión. La representación del este, es el encuentro con el espíritu Interior.
El Este, representa al elemento fuego y la luz, allí podemos re-encontrarnos con el inicio del día, del
amanecer, de la salida del sol, del resurgir de nuestro sol interior.

En este espacio del espíritu es dónde se ubica la esperanza, las aspiraciones, el tiempo creativo,
las creencias por encima de dogmas y religiones, el ser iluminado, en definitiva, el gran espíritu de
la diosa/dios que habita en cada uno de nosotros.

Podemos conectar con el Espíritu Interior cuando nos sentimos uno con la madre, Gaia. Cuando
pasamos tiempo en la naturaleza, cuando hacemos de la sexualidad algo sagrado, cuando
sentimos la creatividad viva en nosotros, cuando danzamos y creamos música con nuestro cuerpo,
en definitiva, cuando también prestamos atención a otros aspectos de la vida que nos hacen sentir
bien.

No estamos aquí para vivir un valle de lágrimas, ni para cumplir las expectativas de los demás, sino
para ser nosotros mismos y poder danzar y apasionarse y disfrutar con la plena libertad, la que nos
merecemos.

La libertad la conseguimos por medio del conocimiento de las cosas y lo primero que hay
que hacer es conocerse a uno mismo, y eso se encuentra en esa esencia, en el Este.

Cuando desatendemos este aspecto, el Este, podemos experimentar la desesperanza, el


derrotismo, la apatía, la falta de fe, en realidad te falta el fulgor, el fuego, el sol, y no sientes la
magia de estar vivo.

Para poder compensar esta falta con el espíritu interior es bueno hacerse primero estas preguntas y
ser sincero respondiéndolas.

¿Vives tu vida de acuerdo con lo que eres, vives, piensas, dices?


Y, ¿prácticas lo que dices?

¿Para ti, hacer el amor es una cosa puntual o mueves la energía de tus chakras en la experiencia
sagrada del sexo?

¿Me reconozco?, ¿qué tal estoy?, ¿qué necesito?, ¿qué quiero realmente?

Para equilibrar este escudo, siempre hay que comenzar por el Este y después ir pasando por los
diferentes puntos de esta “rueda medicina”, el sur, el oeste, el norte, el centro y abrirse al silencio.
Todo tu abandono, tus juicios de ti mismo, tus reproches han ido pintando tu máscara con capas
insondables y en un momento determinado ya no sabes ni quién eres, pero lo que si sabes, es que
no te gusta lo que estás viviendo y menos todo el mundo que se ha creado a tu alrededor. Este es
uno de los principios para ir cambiando esa realidad y desprenderse de esos valores envenenados,
con la ayuda de la energía del este, con el nacimiento del Sol.

Pero aquí abajo, abajo


cerca de las raíces
es donde la memoria
ningún recuerdo omite
y hay quienes se desmueren
y hay quienes se desviven
y así entre todos logran
lo que era un imposible
que todo el mundo sepa
que el Sur,
que el Sur también existe

EL SUR TAMBIÉN EXISTE

ASÍ DECÍA EN SU LETRA MARIO BENEDETTI .

Siguiendo con la rueda medicina que me enseñaron mis maestros de luz, nos vamos a dirigir
hacia la dirección del Sur. Lo que trabaja esta dirección es el elemento Tierra, y ella es el punto de
nuestro nacimiento en la materia, allí habita el Criador Interior, él nos aporta la seguridad, el arraigo,
el sustento, el cobijo, también es el que nos aporta el sostén de nuestro cuerpo físico aquí enla
Tierra.

Este aspecto de la rueda medicina, es el que conoce todas nuestras necesidades. El criador
interior sabe lo que necesitamos para recuperar el equilibrio, otra cosa es que nosotros se lo
permitamos anteponiendo la mente, y ahí se desvanece el punto más fuerte del criador.
Si no estás en contacto con el Sur, descompensas en defecto y quizá centres la vida en el trabajo y
descuidas la intimidad contigo mismo o con tus seres queridos. El Criador Interior puede estar tan
herido que te cueste muchísimo ponerte en contacto con él, y uno de los síntomas que nosotros
sentimos al estar este aspecto olvidado, es el enfado con uno mismo, la irritabilidad, la ira, y
después el sentimiento de culpa al tener esos arrebatos que lastiman más que al otro a nuestro
cuerpo de la emoción.

Recuerda que tu cometido es volver a conectar con la Tierra, cuando eso suceda agradece al
elemento Tierra y a la dirección del Sur.

Ya sean tus necesidades físicas o espirituales sabrás abrirles paso y quizá cambies tu dieta pues ni
alimentaba tu cuerpo ni tu espíritu, quizá necesites retomar algún deporte, caminar, hacer yoga…
etc, quizá tengas la necesidad de atender más a tus seres queridos. Todo esto alimentará la buena
relación con este elemento de la rueda medicina y el Criador Interior te sustentará mientras estés en
el plano de la materia.

Un niño y una niña siempre pueden enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo,

a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquello que desea.

Paulo Coelho

EL OESTE, LUGAR DE NUESTRO NIÑO INTERIOR.

Nuestra dirección a seguir ahora es hacia el Oeste, en este espacio habita el cuerpo emocional, las
aguas. El Niño Interior vive en este hogar.
Cuando entres o cuando estés dispuesto a adentrarte en el Niño Interior tendrás que estar
dispuesto a expresar y dejar salir todas tus emociones y también a verbalizarlas. Si tu niño interior
está triste, enfadado, enojado, receloso, aburrido tendrás que ganarte su confianza, ya que lo has
dejado a un lado pensando que porque ya eres adulto, no te hace ninguna falta.

La protección que ofrece este espacio es la sinceridad con uno mismo, la inocencia, la
espontaneidad, la libertad, el disfrute del momento, el niño interior no tiene ideas preconcebidas por
que vive en plenitud el ahora. No se preocupa, le gusta explorar, sorprenderse y aprender de la
vida, de lo que va experimentando. No entra en juicios de valor, simplemente se abre a la vida como
flor de la mañana.

Cuando nos olvidamos del niño interior nos podemos sentir inquietos, aburridos, hastiados.
Necesitamos mayor libertad de expresión.

Y desde luego aquí te dejo unas preguntas para que te las contestes.

¿Juegas?, ¿ríes?, ¿te permites llorar?, ¿te diviertes…? O ¿tu vida es demasiado seria?

¿Tienes demasiadas adicciones que te gustaría eliminar de tu vida, como el tabaco, el alcohol,
drogas…? Todas las adicciones son consecuencia de mantener aislado al niño interior

Ahora si quieres leer más te recomiendo este artículo EN BUSCA DEL NIÑO INTERIOR O ESTE
OTRO ¿MANTIENES LA CURIOSIDAD?

Tu niño interior está deseando que vuelvas a jugar con él, eso es salud, es vitalidad, y es alegría de
vivir.

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