cambiarme a ese hombre que llevo dentro y que vive en cada gente. Yo no sé si ya no escucho o si es Él quien me habla menos lo que antes fue su canto hoy siento que es mi llanto.
Él es Jesús el carpintero el de alegrías y quebrantos
él de pobres y afligidos es mi canto y el de tantos Jesús amor, Padre, ternura Dios del pan, Dios del madero, Él es Señor de la esperanza Él es el hombre verdadero…
El que quieren imponerme es de piedras y mentiras sólo
compra, suma y vende es de hielo y amargura. Yo no quiero parecerme a eso que llaman el hombre el hombre es uno y desde siempre en Él creo y quiero verle.
El hombre que yo conozco no es de envidia ni vanidades
siempre es libre y verdadero son sus ojos diferentes. Cuando calla es un susurro cuando habla es una tormenta una brasa cuando ama cuando siente es un torrente.