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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN


FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES
DEPARTAMENTO DE CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN

Becas Internas de Investigación y Creación de la UNSJ


Categoría: Alumno avanzado

Construcción de representaciones sociales sobre jóvenes en


conflicto con la ley, en la prensa gráfica de San Juan

Autor: SILVA CANTONI, Mariana Inés

Director: Mg. Lic. YORNET, Cecilia Inés

2014
2

ÍNDICE

Introducción…………………………………………………………………..3

Marco teórico. Conceptualizaciones……………………………………….....4

Marco histórico jurídico……………………………………………………..13

Marco referencial…………………………………………………………….15

Justificación………………………………………………………………….13

Objetivos……………………………………………………………………..17

Metodología…………………………………………………………………..17

Análisis e interpretación de datos…………………………………………….24

Conclusiones………………………………………………………………….43

BIBLIOGRAFÍA
3

Construcción de representaciones sociales sobre jóvenes en conflicto


con la ley en la prensa gráfica de San Juan

Introducción

El presente trabajo de investigación tiene por objetivo reflexionar sobre la construcción


de representaciones sociales que la prensa gráfica produjo sobre el joven en conflicto
con la ley penal en el año 2012.

Es así que nos preguntamos qué tipo de joven en conflicto con la ley penal produce
Diario de Cuyo a través de sus relatos, a qué características socio demográficas lo
asocia, con qué prácticas lo relaciona, a qué rangos etarios pertenecen los actores
sociales de los relatos mediáticos, qué secciones ocupa la problemática y su despliegue,
las fuentes citadas, qué temas y motivos temáticos se abordan, en qué territorios ocurren
los hechos, la presencia o ausencia de historicidad, entre otros.

Este trabajo se enmarca en el paradigma que entiende que los efectos de los medios
masivos de comunicación sobre su audiencia son consecuencias que se producen a largo
plazo, con implicancias directas sobre lo cognoscible. Por lo tanto, las representaciones
que los medios de comunicación masiva construyan tendrán una importante influencia
en el imaginario instalado en la sociedad sobre ciertos actores y fenómenos.

En esa perspectiva teórica, y para el estudio de la construcción del conocimiento que


realizan los medios gráficos sobre el joven, se consideran las teorías de “La
Construcción Social de la Realidad” de Peter Berger y Thomas Luckmann y “La
Construcción de la noticia” de Miguel Rodrigo Alsina. La propuesta de Rossana
Reguillo servirá a los fines de definir conceptualmente a la juventud.

La decisión de analizar periódicos se funda en las características propias de los medios


impresos, que representan una ventaja en relación con otros soportes. Fontcuberta
señala que el periódico sigue “siendo todavía un espacio de reflexión único en donde
podemos profundizar lo que hemos conocido a través de otros medios, en nuestra
interpretación del mundo y al mismo tiempo construir criterios para analizar y participar
en la sociedad en la que vivimos” (Fontcuberta y Borrat, 2006:16). Además, es de
interés considerar que la importancia de estudiarlo como afirman Fontcuberta y Borrat
radica en su carácter vanguardista. No sólo fueron los primeros constructores de
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periodismo en la historia sino que, como señalan los autores, el diario fue su principal
reconstructor e innovador, de esa manera abre “horizontes nuevos a los otros medios
(…), marcando a todos la ruta de la multimediatización” (Fontcuberta y Borrat, 2006:9)

La población se compone de todas las noticias que contemplen al joven en conflicto con
la ley penal como un actor presente en los relatos periodísticos producidos por el diario
en cuestión. A su vez, según los criterios de la Red ANDI, el corpus se conformará de
aquellos textos en los que se haga referencia a la juventud en conflicto con la ley peal y
cuya extensión supere los 500 caracteres con espacios. La metodología de análisis es
tanto cualitativa como cuantitativa.

Marco teórico. Conceptualizaciones

Los años 70 del siglo XX significaron un importante cambio paradigmático en relación


con los estudios sobre los efectos de la comunicación. Desde la década del 20 hasta esa
fecha la maximización de los efectos de los medios masivos transitó hacia su
minimización. En un comienzo las investigaciones se preocuparon por los efectos
inmediatos o a corto plazo que producían los medios en sus audiencias. No fue sino
hasta los años 70, con la llegada de la teoría de la Agenda Setting, que las nuevas
discusiones sobre los efectos de la comunicación de masas se inclinan hacia las
consecuencias a largo plazo y cognoscitivas. A diferencia de teorías anteriores que se
interesaban por los efectos que producían los medios en relación con casos específicos,
principalmente aquellos relacionados con campañas electorales, estas teorías más
recientes se preocupan por los “efectos acumulativos, sedimentados en el tiempo” frente
a una “exposición cotidiana, normal y continuada” (Wolf, 1996:158-160). Las
diferencias entre los dos paradigmas son muy marcadas: ya no se estudian casos
individuales sino que se realiza una cobertura global de todo el sistema mediático
centrándose en algunas áreas temáticas. Se cree que los medios ya no modelan el
comportamiento del sujeto sino que “las comunicaciones (…) tienden a influenciar la
forma con la que el destinatario organiza su propia imagen del ambiente” (Roberts,
1972 citado en Wolf, 1996: 158). Por lo tanto, los efectos cognoscitivos son aquellos
que actúan “sobre los sistemas de conocimiento que el individuo asume y estructura a
causa de su consumo de comunicaciones de masas” (Wolf, 1996:158). En ese sentido la
sociología del conocimiento de Peter Berger y Thomas Luckmann ocupa un lugar clave
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en las nuevas tendencias de los estudios en comunicación. Los autores consideran la


realidad como una “construcción social compartida” y entienden que “(…) una
‘sociología del conocimiento’ deberá tratar no sólo las variaciones empíricas del
‘conocimiento’ en las sociedades humanas, sino también los procesos por los que
cualquier cuerpo de ‘conocimiento’ llega a quedar establecido socialmente como
‘realidad’” (Berger y Luckmann, 2006:13).

Debido a que las realidades varían de sociedad en sociedad el investigador debe


cuestionarse sobre aquello que se da por establecido. Sostienen Berger y Luckmann: “El
interés sociológico en materia de ‘realidad’ y ‘conocimiento’ se justifica así
inicialmente por el hecho de su relatividad social” (Berger y Luckmann, 2006:13). Es
por eso que los autores afirman que “la (…) necesidad de una ‘sociología del
conocimiento’ está dada por las diferencias observables entre sociedades, en razón de lo
que en ellas se da por establecido como ‘conocimiento’” (Berger y Luckmann,
2006:13). Los mismos autores definen al conocimiento como la “certidumbre de que los
fenómenos son reales y de que poseen características específicas (Berger y Luckmann,
2006:11). Es por eso que, de modo general, puede afirmarse que la sociología del
conocimiento se ocupa de “la relación del pensamiento humano y el contexto en el que
se origina” (Berger y Luckmann, 2006:15). En ese sentido es notable la relación que se
teje entre la sociología del conocimiento y la semiótica de la enunciación, perspectiva
teórica desde la que se posiciona Alsina, otro de los autores a considerar para la presente
investigación. Ambos campos de estudio se interesan por el conocimiento producido,
sin descuidar las estructuras de las que surge o el contexto en el que se inscribe.

La sociología del conocimiento de Berger y Luckmann (2006) se cuestiona cómo


significados subjetivos se objetivizan y habilitan a una construcción intersubjetiva del
conocimiento en la vida cotidiana, estableciendo una “señalada diferencia” entre ella y
otras realidades presentes en la conciencia del sujeto.

Como señalan los autores, la sociedad existe como realidad objetiva tanto como
subjetiva, y para realizar una comprensión teórica adecuada se la debe examinar bajo
esas dos formas. Por lo tanto se la considerará en términos de un proceso dialéctico
compuesto de tres fases: la externalización, la objetivación y la internalización. Si bien
estos tres procesos se producen de forma simultánea en lo que respecta a los fenómenos
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de la sociedad, en la vida del individuo existe una secuencia temporal en la que el sujeto
es inducido a participar de esa dialéctica y a convertirse, por tanto, en un ser social.

En esa secuencia, la internalización constituye la base primera para la comprensión de


los semejantes y para la aprehensión del mundo como realidad significativa y social. Por
lo tanto, el establecimiento de la realidad como espacio común de significados
compartidos, se logra a través de la internalización entendida como “la aprehensión o
interpretación inmediata de un acontecimiento objetivo en cuanto expresa significado, o
sea, en cuanto es una manifestación de los procesos subjetivos de otro que, en
consecuencia, se vuelven subjetivamente significativos para mi” (Berger y Luckmann,
2006:162). La internalización se produce cuando el individuo comparte y define
intersubjetivamente, a través del lenguaje, el mundo del otro y una realidad cotidiana
que se da por establecida y que aquel sustenta. Los autores afirman que el diálogo
constituye “el vehículo más importante del mantenimiento de la realidad (…)” y que “se
efectúa con el trasfondo de un mundo que se da silenciosamente por establecido”
(Berger y Luckmann, 2006:189-190). La realidad es sostenida por su objetivación
lingüística; en este sentido el diálogo genera realidad. El lenguaje, como sostienen los
autores, “realiza” el mundo pues, al aprehenderlo y producirlo, lo ordenan. Desde el
punto de vista de la sociosemiótica, a la cual adhiere Alsina, es clara la importancia que
adquiere “la influencia del lenguaje sobre el pensamiento y sobre el conocimiento
humano” (Alsina, 1989:30).

Berger y Luckmann (2006) señalan que el hombre vive en un mundo de sentido común
de la vida cotidiana, equipado por cuerpos de conocimiento que comparte con otros
hombres. Ese acopio de conocimiento incide directamente en su participación social,
por lo tanto, puede decirse que el conocimiento adquirido define las relaciones con los
otros en la sociedad. El instrumento a través del cual ese conocimiento se le hace
accesible al hombre es el lenguaje. Según los autores, “El lenguaje objetiva las
experiencias compartidas y las hace accesibles a todos los que pertenecen a la misma
comunidad lingüística, con lo que se convierte en base e instrumento del acopio
colectivo de conocimiento” (Berger y Luckmann, 2006:89).

En consonancia con la teoría de Berger y Luckmann, Alsina afirma que el discurso


periodístico “se autodefine como el transmisor de un saber muy específico: la
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actualidad” (Alsina, 1989:13). Los sujetos acceden al conocimiento de interés público a


través de la actualidad, por esa razón la construcción de la noticia se define como la
construcción de un tipo especial de realidad, la pública. El fin del discurso periodístico
es un hacer saber. La actualidad, a su vez, se construye a través de las noticias que los
medios producen y difunden en su hacer cotidiano, entendida aquella como “(…) una
representación social de la realidad cotidiana producida institucionalmente que se
manifiesta en la construcción de un mundo posible” (Alsina, 1989:18). Es oportuno
aclarar que Alsina considera el término “representación” como una reproducción, como
una verdadera construcción mental del objeto y no como el reflejo perfecto de una
realidad externa. Por lo tanto, se entenderá que la noticia no reproduce la sociedad al
modo de un espejo sino que la refracta, en tanto la construye como “(…) fenómeno
social compartido (…)” (Alsina, 1989:185).

Por lo dicho puede afirmarse que los medios de comunicación, a través de su


permanente hacer narrativo y, sirviéndose de la noticia como producto del discurso
periodístico, actúan como agentes que construyen, mantienen o modifican mundos
posibles impregnados de significados compartidos socialmente. Los medios de
comunicación producen conocimiento que, como afirma Alsina (1989) va a delimitar el
horizonte cognitivo de quien lo reciba.

A su vez, el autor entiende que el proceso de construcción del conocimiento no puede


entenderse sin considerar tanto las etapas de producción, como de circulación y
consumo, pues no es sólo el emisor el que produce conocimiento sino también los
consumidores. En ese sentido, la teoría de Berger y Luckmann nos permite sostener que
la construcción del conocimiento es un proceso que se da en el seno de la vida
cotidiana, por lo tanto no es sólo una actividad exclusiva de los medios de
comunicación. Lo que ocurre, como señalan los autores es que se da una especie de
institucionalización de las prácticas y los roles que hacen que se le asigne al periodismo
el rol exclusivo de productor social de la realidad, lo que no implica la inexistencia de
otros ámbitos en donde ocurra este proceso.

El joven y su visibilización mediática


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Considerando que, a través de la noticia, los medios son los encargados de producir
conocimiento sobre la actualidad pública y que, por lo tanto, ponen a disposición de sus
consumidores representaciones de los sujetos y de las situaciones, la observación de
Rossana Reguillo (2000) sobre el temor que la sociedad expresa frente al joven o a
ciertos grupos sociales se funda en parte en el conocimiento que los medios producen
y/o construyen en torno a esos actores sociales y que se ha establecido como realidad.

Ahora bien, como la construcción del conocimiento varía de sociedad en sociedad, la


propuesta de Reguillo es oportuna para el análisis sobre el imaginario que los medios
gráficos construyen sobre el joven, debido a que la autora lo considera como una
categoría construida social e históricamente y, en consecuencia, cree necesario
problematizar el concepto.

La autora afirma que a través de su propuesta no intenta describir las diferentes


construcciones que se han hecho sobre la juventud sino más bien “enfatizar el error que
puede representar pensar a este grupo social como un continuo temporal y ahistórico”
(Reguillo, 2000:30). Es así que, partiendo de este planteo, asegura que lo biológico no
constituye un límite suficiente para definir el concepto de joven ya que distintas
sociedades en momentos históricos específicos se han encargado de plantear diferentes
segmentaciones de lo juvenil. La autora asegura que es simplista definir al obrero por su
actividad productiva y a la mujer por su diferencia biológica. Por eso señala que “(…)
las identidades sociales no son monocausales, por el contrario, están compleja y
multidimensionalmente articuladas a un conjunto de elementos sociales, económicos y
políticos” (Reguillo, 2000: 56).

Reguillo afirma que en el mundo contemporáneo son tres las condiciones constitutivas
centrales desde las que se ha configurado y clasificado al sujeto juvenil. Estos son los
“dispositivos sociales de socialización-capacitación de la fuerza de trabajo; el discurso
jurídico y la industria cultural” (Reguillo, 2000:50). Por lo tanto puede decirse “(…) que
los jóvenes han adquirido visibilidad social como actores diferenciados

a) “a través de su paso, por afirmación o negatividad, por las instituciones de


socialización (…)” (Reguillo, 2000:51)

El joven se visibiliza a través de los mecanismos o dispositivos que le otorgan los


conocimientos y herramientas necesarias para insertarse en el circuito económico.
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b) “por el conjunto de políticas y normas jurídicas que definen su estatuto


ciudadano para protegerlo y castigarlo (…)” (Reguillo, 2000:51)

Este es el ámbito a través del cual se visibiliza al joven como sujeto de derecho. Se trata
de los dispositivos para la administración de la justicia, que operan como aparato de
castigo tanto como de contención, y

c) “Por la frecuentación, consumo y acceso a un cierto tipo de bienes simbólicos y


productos culturales específicos” (Reguillo, 2000: 51)

Suponemos que por tratarse de relatos sobre jóvenes en conflicto con la ley penal
prevalecerán las narraciones relacionadas al discurso jurídico pero también se registrará
la presencia de los otros modos de visibilizar a los actores sociales de nuestro interés.

Rossana Reguillo, en una entrevista realizada por El Monitor, revista del Ministerio de
Educación de la Nación sostiene que los medios de comunicación actúan como aparatos
de control social; los relatos mediáticos según la autora son “el relato disciplinante por
excelencia”. En ese sentido afirma que las representaciones sociales que los medios
construyen sobre la juventud, en las que ese actor social está en contacto permanente
con la violencia, justifican el castigo que se ejerce contra ellos. La visibilización
mediática de las violencias juveniles, afirma Reguillo, no sólo contribuye a agudizar la
problemática sino que funciona como una forma de impartir orden.

Los medios impresos

El periódico, según lo define Héctor Borrat “(…) es un actor puesto en interacción con
otros actores del sistema social” (Borrat, 1989: 67). El periódico como agente social es
tanto narrador como comentarista de los hechos que considera noticiables.

La distribución y edición de las noticias que componen el soporte impreso depende de la


importancia que se les asigne. Raúl Clauso (2007) señala que los elementos gráficos
ayudan a conceder una importancia relativa a la noticia frente a otras informaciones que
se agrupan en la misma página. En relación a lo dicho, podemos mencionar como los
elementos constitutivos de lo que denominaremos despliegue gráfico a la ubicación de
la noticia dentro del periódico (número de página y sección) y su disposición o
distribución en la página misma. Otro de los elementos de nuestro interés es la “cabeza
de página” que contiene la información más importante. Clauso (2007) señala que la
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tapa o portada resume las noticias que, a criterio de los periodistas o de la institución
noticiosa son las más destacadas del día y de mayor repercusión en la sociedad, al igual
que las ubicadas en las páginas impares.

Por su parte, la elección de la sección en la que se presentará la información influye en


el abordaje periodístico de la nota. Las secciones proporcionan una guía para orientar al
lector en su tarea de ordenar la realidad por ejes temáticos. Fontcuberta (2006) afirma
que los medios de comunicación, al enmarcar los acontecimientos en secciones,
determinan el marco contextual a partir del cual tanto enunciador y enunciatario deben
construir y consumir el producto comunicativo.

Las noticias con mayor extensión y compuestas por elementos paratextuales como el
título, los componentes del encabezamiento de la noticia, las fotografías, infografías,
ilustraciones, dibujos, caricaturas, croquis, esquemas, mapas, la tipografía contribuyen a
alivianar el peso de la lectura. Esos elementos vuelven más atractiva la noticia y aportan
información complementaria al texto. Afirma Casasús que el título (1991) es una macro
estructura condensada que aporta el contenido fundamental, que se supone, luego se
desarrollará en el texto. Por lo tanto, resume el contenido de la información y orienta al
lector sobre el enfoque del tema. A su vez, el encabezamiento puede estar conformado
de informaciones complementarias como volanta, copete, bajada, cintillo, entre otros.

En relación al papel que desempeña actualmente la imagen en la prensa gráfica, Clauso


(2007) afirma que el surgimiento de la TV fue un factor decisivo que influyó en la
forma actual de edición de los diarios. Así, puede notarse que a medida que
trascurrieron los años las noticias se componen de menos texto y más imágenes. El
autor afirma que la imagen resume el hecho sin necesidad de tanta lectura y el uso del
color ayuda a destacar del conjunto determinadas informaciones.

De Aguilera y Vivar (1990) distinguen la foto documental, que es aquella que registra el
hecho en el momento en el que ocurre de la foto ilustración que recrea situaciones,
ambientes o personajes y su uso puede ser atemporal o estar relacionado con la
actualidad. Los autores aseguran que esta última suele utilizarse en las secciones de
cultura, moda, entre otras.

Otro de los elementos que sirve a los fines de destacar datos en particular sobre el hecho
noticioso son los recuadros, que ayudan a dividir el tema central de la información
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principal de otros temas que merecen una explicación más detallada, o su


contextualización, por citar algunos ejemplos.

Según lo expuesto, Clauso afirma que el conjunto de elementos gráficos citados


condensan la información principal del texto sin necesidad de que el lector se sumerja
en su totalidad. La importancia de analizar el aspecto formal de la noticia se debe a que,
como señala Clauso (2007), los medios instalan ciertos temas en la sociedad poniendo
un “énfasis sistemático mediante el uso de la insistencia en la información, tratamientos
extensos, despliegues de elementos editoriales” (Clauso, 2007: 71), uso de fotografía a
color, extensión de la información, entre otras cosas.

Hasta el momento venimos refiriéndonos al espacio que ocupa la noticia en el periódico


y los elementos gráficos que le otorgan mayor o menor jerarquía dentro de éste. Pero
existen, además, otros elementos intrínsecos al texto. Tal es el caso de los estilos y
géneros periodísticos que interesan a los fines de la investigación, como dice Lorenzo
Gomis (1989), citado por Casasús (1991: 91) porque tienen por función responder a
diferentes necesidades sociales y a la forma de satisfacerlas. Es importante entender que
“Las claves implícitas en las estructuras internas y externas de cada género son una
parte fundamental de la información que los medios de comunicación social y los
periodistas ofrecen a la audiencia” (Casasús y Ladevéze, 1991: 91-92)

Así, cada género cumple una función determinada. De ese modo, los textos
argumentativos responderán a la necesidad de orientar a la opinión pública sobre los
argumentos que giran alrededor de un tema y visualizar los temas de actualidad más
destacados y con mayor repercusión social. Borrat (1989) afirma que los comentarios
sugieren que el periódico le atribuye un interés prominente a un tema en particular por
sobre otros. Por su parte, los textos informativos reflejan un uso impersonalizado del
lenguaje, un distanciamiento del narrador en relación al hecho, que crea una aparente
objetividad. En ese sentido, Casasús (1991) habla de una retórica objetivadora,
“retórica” porque todo texto, aunque no lo aparente, tiene una intención persuasiva, se
trata de “un procedimiento elocutivo de elaboración de un mensaje para obtener un
determinado efecto en el interlocutor” (Casasús y Ladevéze, 1991: 121). Además, es
“objetivadora” porque el efecto que el medio busca es crear la ilusión de objetividad en
el receptor, aunque así no lo sea.
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En relación a las fuentes podemos decir que esas repercuten en el contenido que el
medio produce. Sobre la base de la información aportada por las fuentes, el periódico
ejecuta las decisiones de “(…) inclusión, exclusión, jerarquización de los actores y los
hechos noticiables, de los temas a que dan lugar, de los relatos y comentarios sobre esos
temas” (Borrat, 1989: 75). Las fuentes que el periodista selecciona contribuyen en gran
parte en el enfoque que adopte el texto, la construcción del conflicto y sus protagonistas.

La mayoría de los manuales de redacción expresa que los textos periodísticos se


organizan como respuestas a cinco interrogantes o preguntas básicas: qué, quién, cómo,
cuándo y dónde. Esta composición toma el nombre de “Las 5 W” en relación con la
letra con la que comienzan estos interrogantes en el idioma inglés. La respuesta al
interrogante ¿Qué? expresa o indica lo que sucedió; a la pregunta ¿Quién? los
protagonistas o actores de ese hecho, la pregunta ¿Cómo? a cómo sucedió el hecho; el
¿Cuándo? al momento y el ¿Dónde? a los espacios o territorios en los que tuvo lugar
aquel.

En relación a lo dicho hasta aquí, Borrat (1989) señala que la cantidad de noticias
publicadas sobre una temática en particular y el “tipo de texto que el periódico dedica a
desarrollar la noticia básica pueden ser una medida entre otras de la importancia política
y el interés periodístico que el periódico asigna a ese tema” (Borrat, 1989: 73).

Joven y violencia en los medios de comunicación

El Observatorio de Jóvenes, Comunicación y Medios de la Universidad de la Plata


(UNLP) considera a los medios no sólo como productores de sentido sino también como
“receptáculos de doxas o concepciones circulantes, que son tomados y nuevamente
diseminados”, como “catalizadores de algunas miradas y concepciones” (Viviani, 2012:
88) Esto es de interés si se tiene en cuenta que el mismo observatorio afirma que los
medios de comunicación, en su mayoría, siguen reproduciendo el paradigma tutelar en
los relatos sobre jóvenes.

En el Informe 2012 del mencionado observatorio se afirma que las narrativas juveniles
emergen principalmente de los relatos de la inseguridad. Sostiene además que “(…) las
noticias que habilitan enunciaciones en torno a lo juvenil se publican mayormente en las
secciones policiales (…) con relatos de jueces, fiscales, comisarios y policía” (Viviani,
2012:10) y relacionados a hechos delictivos. De 4912 noticias relevadas sobre jóvenes,
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publicadas entre marzo y diciembre de 2011, los diarios platenses como Diario Hoy y El
Día fueron los que más noticias de esos actores publicaron, alcanzando el 40% del total.
El 70% de esos relatos están contenidos en la sección Policial.

Del total de diarios monitoreados en el periodo 2011 el Observatorio de Jóvenes,


Comunicación y Medios encontró que el 76% de las noticias que tenían al joven como
protagonista estuvieron relacionadas a situaciones violentas o delictivas. Del total de
casos que relacionan al joven con la violencia, el tema o motivo “jóvenes delincuentes”
alcanza el 12,74%. En relación a estos resultados el observatorio afirma que “las
configuraciones mediáticas aparecen como cotexto del discurso jurídico/policial basado
en el patronato” (Viviani, 2012:28)

Marco histórico jurídico

Existen dos grandes paradigmas desde los cuales se pueden definir al niño/a o
adolescente. Por un lado, el paradigma tutelar, materializado en la Ley de Patronato que
definía a esos actores sociales como “objetos de derecho, adultos incompletos/as- y por
lo tanto incapaces- cuyos intereses deben ser preservados por otros sujetos completos y
capaces: los adultos” (Viviani, 2012:11)

La Ley de Patronato del Estado fue dictada en 1919. En ella se contemplaba que el juez
es quien tomaba la decisión sobre la “disposición de los niños que eran considerados
peligrosos o se hallaban frente a una situación de ‘peligro moral o material, o abandono
moral o material” (Sardá, 2012:9). En ese sentido, señala la autora que la también
llamada Ley Agote “reguló la situación de las personas menores de edad, ya sea como
autores o víctimas de delitos o en abandono o peligro moral” (Sardá, 2012:9) y le otorgó
las facultades al estado para intervenir en cualquier asunto referente a menores en
‘situación irregular’”

Agrega Sardá: “Los ‘menores’ (…) eran considerados ‘peligrosos’ y por ello separados
de su entorno familiar (…)” (Sardá, 2012:9). Las razones eran diversas: situaciones de
pobreza, maltrato, violencia familiar, abuso, entre otras. La solución a la situación
“irregular” de esos niños era la “internación” o el “tratamiento tutelar” que, según
afirman Contursi y Martini (2012) son en realidad eufemismos que significaban
privación de la libertad.
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Como contrapartida, en 2005 el Congreso Nacional sanciona la Ley de Protección


Integral de Niños, Niñas y Adolescentes (Nº 26.061) que deroga la Ley Agote 10.903 de
Patronato de Estado sancionada a principios del siglo XX. Ese nuevo paradigma
considera a esos actores sociales como sujetos plenos de derecho, es decir “como
titulares de derechos ante el Estado, la familia y la sociedad” (Viviani, 2012: 104) a
diferencia de la mirada tutelar. La ley 26.061 se aprobó tomando como marco
conceptual normas internacionales como la Convención sobre los Derechos del Niño
(CDN), ratificada por la República Argentina mediante la sanción de la Ley 23.849.
Bianchi (2012) afirma que la ley de protección integral tuvo una gran repercusión en el
modo de mirar a niños, niñas y adolescentes. En el marco de este último paradigma,
Unicef afirma en un texto titulado Niños en conflicto con la ley, que la expresión niños y
niñas en conflicto con la ley “se refiere a cualquier menor de 18 años que entre en
contacto con el sistema judicial por ser sospechoso o estar acusado de cometer algún
delito” 1

Si bien el paradigma tutelar como así también el de protección integral de los derechos
se refieren sólo a niños, niñas y adolescentes, se adaptará la segunda mirada a la
juventud. Por lo tanto, se conceptualizará para el presente trabajo a los jóvenes en
conflicto con la ley penal como aquella categoría que el periódico construya como
joven, pero que además tenga la característica particular de entrar en contacto con el
sistema judicial por ser sospechoso o estar acusado de cometer algún delito.

Marco referencial

Diario de Cuyo

Fundado en 1947, Diario de Cuyo es un periódico matutino, de formato tabloide. Surgió


en un contexto en el que sólo los lectores accedían a diario “Tribuna” y “Acción”. El 1
de noviembre de 1955, Francisco Salvador Montes se convirtió en su propietario.

En 1997, Diario de Cuyo inaugura su moderna planta impresora. Las rotativas le


permitieron imprimir hasta 50 mil ejemplares por hora. El periódico pasa de tener un
formato sábana a su actual formato tabloide y adopta nuevas técnicas de redacción.

1
No se encontraron referencias sobre la publicación más que la citada en la bibliografía
15

En diciembre del 2003, Diario de Cuyo crea su página digital con información local,
nacional e internacional, ampliando su oferta de servicio informativo.

Las secciones fijas que lo componen son: San Juan, Nacionales, Internacionales,
Policiales, Política y Economía, Guía, Opinión, Clasificados, Edictos y Fúnebres y
Pasión Deportiva. Además de las secciones habituales, el diario publica jueves por
medio el Suplemento Cuyo Minero, los días sábados el Suplemento Verde, sobre
actividades relacionadas con la agro industria, los domingos el suplemento Oh!, los
martes lo acompaña la Revista “Tejeme” y los domingos la revista Rumbos, también de
circulación nacional junto con otros diarios.

Justificación

El motivo que nos impulsa a estudiar las representaciones sociales que construye Diario
de Cuyo se sustenta en que se trata del periódico más antiguo de la provincia y con
mayor tiraje. Según un estudio realizado en el 2013 por el Instituto Verificador de
Circulaciones, en relación con la tirada promediada, los lunes Diario de Cuyo distribuye
14.978 ejemplares, de martes a sábado la cifra se reduce a 11.155 ejemplares y los
domingos aumenta cuantitativamente a 21.148 ejemplares.

A su vez, la inquietud por investigar la construcción de la representación del joven


como actor social en conflicto con la ley penal, surge de considerar los resultados que
arroja la estadística realizada por el Observatorio de Jóvenes, Comunicación y Medios
de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de la
Plata. El estudio sostiene que durante el 2011, el 70% de las noticias producidas por los
diarios monitoreados fueron publicadas en la Sección Policial. El 76 % relacionaba a los
jóvenes con situaciones violentas, ya sea como víctimas o victimarios. Las
representaciones de jóvenes como Objeto de delito alcanzaban el 26,15%. Con un
23,75% se encuentran en segundo lugar las noticias que relacionan al joven con
Conductas violentas mientras que el 12,74% lo relacionan con Prácticas delictivas.

En el trabajo titulado Jóvenes en la prensa gráfica sanjuanina. Construcciones de lo


juvenil en Diario de Cuyo durante el mes de sanción del “Voto Joven” se observa que
entre el 4 y el 18 de octubre de 2012 Diario de Cuyo publicó 116 noticias que tenían al
16

joven como protagonista de sus relatos. La Sección Policial fue la que mayor cantidad
de relatos sobre juventud concentró, llegando a publicar el 35,3% sobre el total de
casos. A su vez, en el 39,6% de los relatos presentes en esa sección primaban las
noticias que visibilizaban al joven como victimario, es decir como Sujeto de delito.

Ante este panorama, Rossana Reguillo señala la urgente necesidad de “‘desconstruir’ el


discurso que ha estigmatizado a los jóvenes, a los empobrecidos principalmente, como
los responsables del deterioro y la violencia” (Reguillo, 2000, p.46). En ese sentido, la
autora afirma que los medios han construido representaciones sociales en las que la
pobreza aparece como condición necesaria que habilita la violencia, estigmatizando a
los jóvenes de escasos recursos.

Por lo tanto, teniendo en cuenta los datos obtenidos por el observatorio y las
aseveraciones de la autora, es de nuestro interés volver visibles los modos a través de
los cuales la prensa gráfica local construye las representaciones sociales sobre el joven
en conflicto con la ley.

Por último, como sostienen Contursi, Constanzo y Brescia es de interés el estudio de las
representaciones mediáticas sobre los actores y fenómenos pues “los medios (…) son
actores políticos ‘directos’, con voz y ‘voto’ en el Parlamento y otras instituciones”
(Contursi y Martini, 2012:101) Agregan las autoras que los medios “además de
construir sentido común criminalizando y victimizando (…) comenzaron a ejercer su
poder político de manera directa a través de los efectos de sus discursos en la esfera
política y dominando el dispositivo comunicacional del cual forman parte”(Contursi y
Martini, 2012:113) En ese sentido, según el estudio realizado por las autoras del
instituto Gino Germani los discursos y prácticas legislativas que ponen el acento en el
endurecimiento de la legislación y en la baja de edad de imputabilidad coinciden con el
encadenamiento de construcciones en los medios nacionales sobre los chicos como
sujetos peligrosos.
17

Objetivos

Objetivo General:

 Contribuir a la comprensión del rol de los medios de comunicación como


constructores de la realidad social, en relación con las representaciones sociales
de los jóvenes y el delito.
Objetivos específicos:

 Identificar modalidades textuales y paratextuales a partir de las cuales Diario de


Cuyo de San Juan representa a los jóvenes en conflicto con la ley.
 Describir y sistematizar los conceptos que predominan en la construcción de las
narrativas de Diario de Cuyo sobre la relación entre juventud y delito.
 Explicar las lógicas de construcción informativa que emplea el medio al
seleccionar, recopilar, redactar, titular y poner en página contenidos de
actualidad referidos a jóvenes y delitos.

Metodología

El corpus de este trabajo lo conforman 288 textos de Diario de Cuyo en las que se
visibiliza el joven como actor social en conflicto con la ley penal, en el período
comprendido entre los meses de enero a diciembre del año 2012. La elección de ese
rango temporal se debe a que se configura como un año particular en la consideración
social y mediática de la juventud, dado que en noviembre de 2012, el Congreso
Nacional aprueba la Ley Nº 26.774 – “Voto joven. Ley de ciudadanía argentina”.

A su vez y tomando en consideración la propuesta de la Red ANDI sobre la


conformación del corpus se seleccionarán aquellos textos cuya extensión supere los 500
caracteres con espacios. No se incluirán cartas de lectores, avisos publicitarios, servicios
al lector (carteleras, etc), sociales, revistas especiales y revistas y suplementos dirigidos
a público infantil. Por lo tanto, el corpus que, originalmente se conformaba de 560
noticias se compondrá, con la aplicación de ese criterio de 288 textos. A su vez, es de
importancia aclarar que no se lograron conseguir las publicaciones impresas
correspondientes a los días 12, 19, 23 y 25 de enero y 16 de noviembre en los distintos
repositorios consultados como son el de la Universidad Nacional de San Juan, el de la
18

Biblioteca Popular Franklin Rawson, el del Archivo de la provincia ni en los archivos


del medio gráfico analizado, pero se consultó la versión online. El 1 de mayo, 7 de
noviembre y el 25 de diciembre el diario en cuestión no emite publicaciones. Por su
parte, las publicaciones de 31 de enero 8, 11, 19, 26 de febrero, 25 de marzo, 2 de abril,
2, 17, 31 de mayo, 2, 4, 11de junio, 2, 3, 14, 23, 26 julio, 6, 9, 15 de agosto, 15, 17, 20
de septiembre, 9, 14, 19, 22, 23, 25 y 29 de octubre, 1, 4, 6, 11, 14, 15, 22 y 29 de
noviembre, 16, 20, 23, 24 y 28 de diciembre no contienen textos de nuestro interés.

A los efectos del relevamiento de noticias se considerará joven2 a aquel actor social
comprendido en el rango etario de 15 a 24 años, según sostiene la Organización
Panamericana de la Salud (PAHO). Por lo tanto, serán incluidos en el corpus todos los
textos periodísticos del diario local, cualquiera sea la sección en que se publiquen, que
refieran a jóvenes, aunque no sea mencionada la edad o cuando aún por fuera de ese
rango, el diario en cuestión los considere como tales y que pongan en relación a esos
actores con cualquier tipo de delito, independientemente de que éste haya sido o no
cometido.

Quedarán exceptuados los textos construidos a partir de material proporcionado por


agencias de noticias, pues lo que interesa analizar es la construcción local de la
representación de fenómenos sociales y sujetos también locales.

Construido el corpus mediante el relevamiento en archivos, se identificarán y


describirán –mediante el análisis textual y paratextual- “los motivos temáticos tratados,
las fuentes citadas y los territorios en donde se ubican los relatos” (Viviani, 2012,
pp.15).

Se entenderá por motivos temáticos a “las unidades significantes mínimas que en su


recurrencia y diferenciación definen formaciones temáticas más amplias” (Segre, 1985
citado por Viviani, 2012:15). Las formaciones temáticas más amplias son las que el
Observatorio de Jóvenes, Comunicación y Medios define como los temas. Además,
dicho observatorio (2012) afirma que los motivos temáticos pueden clasificarse en:
conductas violentas, cuando en los relatos el joven emerge como sujeto violento;
prácticas delictivas, son aquellas narraciones en las que se relatan las prácticas de

2
Esta información se encuentra publicada en el documento de Unicef titulado 12 de agosto: Día
Internacional de la Juventud citado en la bibliografía.
19

jóvenes delincuentes; conductas de riesgo, cuando los jóvenes aparecen como sujetos
peligrosos contra sí mismos o como protagonistas de conductas de riesgo. Además
encontramos otros motivos temáticos como drogas/alcohol que refiere a los diversos
usos y consumos de drogas o alcohol; violencia policial, violencia de género,
participación política, escuela-educación, familia, acción política, trabajo, grupos
juveniles, redes sociales, embarazo adolescente, estética juvenil, enfermedades de
transmisión sexual, bulimia/anorexia y nuevas tics. A su vez, se prestará atención a la
aparición de otros motivos temáticos y en ese sentido hemos decidido englobar en el
motivo otros aquellos relatos que excedan la clasificación propuesta por el observatorio.

Asimismo, se considerará también la clasificación de temas propuesta por el


observatorio. En ese sentido hablaremos de los siguientes temas: jóvenes como sujetos
portadores de riesgo, como objetos de violencia, jóvenes en relación a prácticas
institucionalizadas y a consumos culturales.

El tema sujetos de riesgo, propuesto por Segre (1985) hace referencia a la construcción
del joven como sujeto desviado y peligroso. Afirma el observatorio que ese tema “es
aquel que los construye a partir de un cierto pánico moral” (Viviani, 2012:67) y sostiene
que el relato sobre jóvenes “es narrado (…) a partir de situaciones que configuran
motivos (…) y otro tipo de acciones consideradas socialmente como productoras de
riesgo y/o incertidumbre (…)” (Viviani, 2012:68). En relación a eso, el observatorio
aclara en un trabajo titulado Los jóvenes en los medios, cartografía de las narrativas
mediáticas, que se considera sujetos de riesgo3 a los jóvenes victimarios, violentos,
delincuentes, protagonistas de conductas de riesgo, de uso y abuso de drogas y alcohol,
víctimas de enfermedades de transmisión sexual y casos de embarazos adolescentes.

En ese mismo texto señala que el tema objeto de violencias4 refiere a las narrativas que
muestran a los jóvenes víctimas de delincuencia, de violencia de género o policial.

Zorrilla, Protto Baglione y Ramis (2012) afirman que entender a los jóvenes en relación
a prácticas institucionalizadas, desde la óptica del Observatorio de Jóvenes,
Comunicación y Medios significa vincularlos a instituciones como la escuela, la familia
o en relación al trabajo o la política.

3
No se encontraron más referencias que las citadas en la bibliografía.
4
No se encontraron más referencias que las citadas en la bibliografía.
20

Para comprender la relación de los jóvenes con los consumos culturales es necesario
definir qué se entiende por consumos culturales. El observatorio citado define ese
concepto como “el conjunto de procesos de apropiación y usos de productos en los que
el valor simbólico prevalece sobre los valores de uso y de cambio, o donde al menos
estos últimos se configuran subordinados a la dimensión simbólica” (Canclini, 1993
citado por Viviani, 2012:41). Por lo tanto, se entenderá que el tema jóvenes en relación
a consumos culturales refiere a la vinculación de esos actores con procesos de
apropiación y uso de bienes simbólicos.

En relación a las fuentes, se propuso en la instancia del proyecto considerar la


clasificación de la Red ANDI pero luego del relevamiento se consideró más oportuno la
propuesta del Observatorio de Jóvenes, Comunicación y Medios de la Universidad
Nacional de la Plata, consistente en clasificar las fuentes en: policía, funcionarios,
justicia, familiares, vecinos, testigos, allegados, especialistas, organizaciones, jóvenes,
víctimas, docentes, médicos, empresarios e iglesia. El citado observatorio entiende por
fuentes, a “las voces que utilizaron dichos medios para hablar sobre jóvenes y aquellas a
las cuales dejaron de lado o utilizaron en un escaso número de noticias” 5. Respecto de
esta categoría se considerará, además, la cantidad de veces que fue mencionada la
fuente, se detallará también cuando es citada pero no es posible identificarla y cuando
no se ha consultado ninguna. Por otro lado, será de interés a los fines del trabajo el tipo
de texto o género periodístico con el que se construyen relatos sobre jóvenes y las
características de los actores dentro de las cuales se especificará el sexo, el rango etario
en caso de ser mencionado.

Respecto de los territorios podemos definirlos, en los términos del Observatorio de


Jóvenes, Comunicación y Medios (2012) como el escenario simbólico sobre el que se
construyen los relatos. Respecto de esta categoría se considerará la clasificación
aportada por dicho observatorio y se observará si los hechos narrados ocurren en la
escuela, la villa, el barrio, la calle, el ámbito doméstico/familia, el boliche, el comercio,
noche, virtual, trabajo, la cancha o en las instituciones totales. Pero también
consideraremos la posibilidad de que se visibilicen otros territorios no contemplados en
la clasificación de dicho observatorio que serán englobados en la categoría otros. En

5
Informe Anual 2010. No se encontraron más referencias bibliográficas al respecto con excepción de las
citadas en la bibliografía.
21

relación al término instituciones totales Goofman las define como el “lugar de


residencia y trabajo donde un gran número de individuos en igual situación, aislados de
la sociedad por un periodo apreciable de tiempo, comparten en su encierro una rutina
diaria, administrada formalmente” (Goofman, 2001:13). El mismo autor pone como un
claro ejemplo de ello las cárceles.

Se considerará, además, para la construcción de la ficha técnica y el análisis de datos, la


propuesta de Gabriela Costanzo (2011) para abordar las representaciones sobre jóvenes
en conflicto con la ley en la prensa gráfica. En ese sentido se tendrán en cuenta: el
contexto social al que son asignados los protagonistas y la presencia o ausencia de
historicidad de los relatos sobre menores. Con esto último nos referimos al
conocimiento o desconocimiento de la historia del protagonista del delito. Zullo, a
través de Costanzo afirma en relación a este apartado: “Caracterizados por lo que hacen
puntualmente en la escena del crimen, poco sabemos acerca de su antes (salvo si ese
pasado los ubica como protagonistas de otros delitos) (…)No hay historia de vida
posible para ellos sino para las víctimas: sabemos qué están haciendo antes de ser
sorprendidos por el delito (…), qué harán en adelante, cuáles son las pérdidas sufridas,
qué opinan los familiares y testigos” y agrega la autora “Los delincuentes, en cambio,
nunca tienen voz y los acontecimientos que protagonizan tienen final feliz únicamente
cuando terminan presos o muertos. Curioso modo de ser origen, agente y protagonista
de un suceso.” (Zullo, 2008; 190 citado en Costanzo, 2011:3-4).

Además, se considerarán las formas en las que son definidos o modos de nombrarlos,
las acciones y prácticas que se les atribuyen y se deducirá de todo ello, si son o no
tratados como sujetos de derecho.

El marco legal, según la propuesta de la Red ANDI es otro de los elementos a tener en
cuenta. Esto se refiere a la mención o no a políticas públicas y a la legislación general
y/o específica sobre juventud, en este caso en particular.

También lo es el análisis de la óptica del texto, es decir si existe una búsqueda de


soluciones en el texto periodístico o una denuncia. Voz y Vos (2011) afirma que se trata
de una denuncia “cuando el enfoque se centra en presentar una situación de trasgresión
de los derechos de niñez y adolescencia” y a la búsqueda de solución “cuando el
22

periodista prioriza la presentación de alternativas de solución al problema planteado”


(Voz y Vos, 2011:8)

La red mencionada propone considerar las secciones en las que son publicados los
textos con la finalidad de completar el análisis sobre la cobertura periodística pues las
secciones en las que se ubiquen los textos influyen en el abordaje que de esos se realice.

Estas categorías serán complementadas con otras características que –en el desarrollo de
la observación- sean evaluadas como relevantes a los fines de este trabajo y permitan
analizar conceptos empleados.

Las características del trabajo a realizar permitirán la elaboración de conclusiones tanto


cuantitativas como cualitativas.

A continuación se propone una ficha tentativa, aunque no exhaustiva como técnica para
el relevamiento de textos de nuestro interés.

Nº de Noticia

Fecha

Tema Motivo temático

Encabezamiento (Cintillo, Volanta, Título, Bajada o Copete)

Sección

Nº de Página

Ubicación en la Página

Medida (columna x centímetros)

Fotografías, infografías, ilustraciones

Género

Cinco interrogantes básicos (5W)


23

Qué: ¿Qué pasó? ¿Qué pasará?

Quién: Actor/es

Cómo:¿Cómo está contado?

Cuándo: ¿Cómo se construye la “actualidad”?

Dónde: Territorios

Fuentes/ Especificación o no de fuentes/Mención o no de fuentes/


Frecuencia de mención

Formas en los que son definidos o modos de nombrar a los


protagonistas

Características de los protagonistas:

Sexo: Femenino/Masculino/No se especifica

Edad: Menos de 15/15 a 24/ Más de 24/Se desconoce

Contexto social al que son asignados

Búsqueda de soluciones y/o denuncia

Marco legal: Mención o no mención/ Mención de Políticas


públicas o de legislación general o específica sobre jóvenes

Acciones y prácticas que se les atribuyen

Presencia o ausencia de historicidad en los relatos

Análisis e Interpretación de datos.

El corpus está compuesto por 288 textos que mencionan al joven en conflicto con la ley
penal como actor social presente en los relatos desde el 1 de enero al 31 de diciembre de
2012.
24

Los textos periodísticos sobre jóvenes y su ubicación en el diario

Los relatos sobre jóvenes en conflicto con la ley penal analizados se distribuyen en la
Sección Policiales, primordialmente, que contiene el 98,3% % de las narraciones y en
un 1,7%% en la sección Opinión. En este último caso encontramos específicamente
textos de género Editorial. A continuación detallamos la distribución por secciones en
cada mes del año analizado:

Distribución por Meses Cantidad de textos analizados por secciones

Opinión Policiales

Enero 0 23

Febrero 0 20

Marzo 1 27

Abril 2 27

Junio 1 21

Agosto 1 28

Septiembre 0 22

Octubre 0 25

Distribución por Meses Cantidad de textos analizados por secciones

Opinión Policiales

TOTAL 5 283

TOTAL % 1,7% 98,3%

Temas y motivos temáticos

En 288 textos se han registrado 6 motivos temáticos que son: prácticas delictivas,
drogas/alcohol, conductas de riesgo, conductas violentas, violencia policial y otros.
25

El motivo que tiene mayor presencia es el de prácticas delictivas, luego el de


conductas violentas, drogas/alcohol. En aquellos textos en los que están presentes
estos tres motivos temáticos el joven emerge en su mayoría a través del tema sujetos de
riesgo.

Luego encontramos que en los textos se vinculan a los jóvenes en conflicto con la ley
penal con el motivo violencia policial. Esas notas periodísticas están relacionadas con
el tema objeto de violencias.

Conductas de riesgo emergen en su mayoría de los relatos en los que está presente el
tema sujetos de riego.

Los temas jóvenes en relación a consumos culturales y a prácticas


institucionalizadas como así también los restantes motivos temáticos propuestos por el
Observatorio de Jóvenes, Comunicación y Medios no están presentes en los relatos
analizados.

Observamos que el motivo temático otros, presente escasamente en los textos


analizados, se relaciona con notas que versan sobre el marco histórico-jurídico de la
infancia y la adolescencia y sobre la estadía de esos actores en institutos de menores,
sobre detenciones por circular o tener actitud sospechosa o por merodear. También
encontramos un relato sobre un secuestro virtual en el que ya no se los vincula a los
jóvenes con el hecho pues queda comprobado que no tienen implicancia alguna con ese;
en relatos anteriores se relacionaba ese relato con el motivo prácticas delictivas.

A continuación se presentan dos gráficos, calculados en porcentajes, sobre la presencia


de motivos temáticos y temas en los textos periodísticos analizados:
26

Los 6 motivos temáticos encontrados se registraron en 306 oportunidades. De ese total


prácticas delictivas representa el 84,6%. Luego conductas violentas alcanza el 4,9%,
drogas/alcohol el 4,6%, otros el 2,3%, violencia policial el 2% y conductas de riesgo
el 1,6%.
27

Los 3 temas encontrados se registraron en 297 oportunidades. De ese total sujeto de


riesgo tiene más presencia con el 95,6%, luego otros con el 2,3% y por último el tema
objeto de violencias representa el 2,02%.

Encabezamiento

En las narraciones sobre jóvenes en conflicto con la ley penal predominan los
encabezados completos, es decir aquellos compuestos por volanta, título y bajada en un
88,5%. Estos concentran la mayor cantidad de menciones a los jóvenes, ya sea en el
título, en la bajada o en la volanta. De 53 textos que en su encabezamiento mencionan a
ese actor social, 45 lo hacen a través de los elementos de un encabezado completo.

Encontramos encabezados simples en un 11,4% del total de notas analizadas.


Además, de los 53 textos que en su encabezamiento mencionan a jóvenes, 8 lo hacen a
través de los elementos de un encabezado completo. Tanto en los encabezamientos
simples como en los completos encontramos 188 menciones al joven en conflicto con la
ley penal.

Ubicación en el diario

Los textos analizados se distribuyen en las páginas pares e impares casi de forma
similar. Encontramos que de 278 textos analizados (hay 10 noticias en las que no se
puede identificar este apartado, es el caso de los relatos online) el 55,7% se ubica en
páginas pares y el 44,9% restante en las impares. Sólo una nota ocupa ambas páginas, lo
que representa el 0,3% del total y se relaciona con el motivo temático Prácticas
delictivas y versa sobre un crimen, específicamente sobre el caso Cristina Olivares.

Ubicación en la página

El 58,3% del total de textos analizados, es decir 162 se ubican en la mitad superior de la
página. En esas notas periodísticas encontramos textos que se corresponden con los
28

siguientes motivos temáticos: prácticas delictivas, drogas/alcohol, conductas


violentas, violencia policial y conductas de riesgo.

El motivo con más presencia en los textos que se ubican en la mitad superior de la
página es el de Prácticas delictivas; esos textos versan en su mayoría sobre robos y
crímenes. El segundo motivo más registrado es drogas/alcohol que se relaciona con
notas periodísticas sobre detenciones por tenencia, consumo o comercialización ilegal
de drogas.

Luego encontramos en la mitad superior de la página textos relacionados con el motivo


conductas violentas; esos versan sobre violencia familiar, hechos violentos
protagonizados en carnaval, ataques violentos y violencia escolar y social. Los textos en
los que está presente el motivo violencia policial versan sobre detenciones ilegales y
abusos policiales y, por último, aquellos que se corresponden con el motivo temático
conductas de riesgo versan sobre accidentes de tránsito.

Además encontramos otros textos, ubicados en la mitad superior, que se relaciona al


motivo temático otros y versan sobre el marco histórico-jurídico de niñez y
adolescencia, la estadía en institutos de menores de esos actores y sobre la detención de
unos protagonistas por merodear.

También encontramos que el 23,4% de 288 textos se ubican en la mitad inferior, el


13,3% se despliega sobre toda la página mientras que el 5,03% de las narraciones se
ubica en el centro de la página del periódico analizado.

Tamaño en la página

En 96 textos, es decir en el 34,3% del total de notas periodísticas analizadas se ocupa la


mitad de la página. Allí registramos 5 motivos temáticos: prácticas delictivas,
violencia policial, conductas violentas, drogas/alcohol y conductas de riesgo.
Además encontramos el motivo temático otros pero en menor medida. De los motivos
mencionados el que más se registra es el de prácticas delictivas.

Encontramos que 37 relatos, es decir el 13,3% del total de textos analizados ocupan una
página completa. Los motivos presentes son prácticas delictivas y conductas
29

violentas. El primer motivo es el que predomina. Esos relatos versan en su mayoría


sobre crímenes pero también sobre violaciones robos, falsos secuestros, investigaciones
a banda de civiles y policías por robo y extorsiones y hallazgos de desarmaderos
clandestinos o aguantaderos. Los textos que tienen como motivo temático conductas
violentas versan sobre ataques violentos, uno de esos ataques es protagonizado por una
patota.

Asimismo, el 26,8% de los relatos ocupan un cuarto de página y el 25,7% menos de un


cuarto.

Fotografía

En el total de textos analizados sólo se encontraron la presencia de fotografías, no así de


infografías o ilustraciones.

En el 52,4% del total de notas periodísticas analizadas se muestran fotografías de otros


actores, como la policía, brigadas de investigación, las víctimas o sus familiares, objetos
secuestrados en operativos o el lugar del hecho. En el 25,4% de los textos encontramos
fotografías de jóvenes. Esas se vinculan el 88,8% de las veces con el motivo prácticas
delictivas. En los textos que se corresponden con el motivo prácticas delictivas,
específicamente con acciones como estar sospechado de matar, asaltar o de robar no se
muestran fotografías de jóvenes o de ningún otro tipo. En cambio en esos textos sí
encontramos fotos de otros actores.

En el 3,06% de las veces los textos que poseen fotografías sobre jóvenes se relacionan
con los motivos temáticos violencia policial, conductas violentas y otros mientras que
en el 1,02% se vincula con los motivos conductas de riesgo y drogas/alcohol.

El 22,2% del total de textos analizados no está acompañado de fotografías.

Cinco interrogantes básicos

Cómo fue que sucedió el hecho según el relato del diario


30

En 50 de 288 textos analizados encontramos que explícitamente se resalta la violencia,


el salvajismo y la peligrosidad con que los jóvenes en conflicto con la ley penal
cometen los hechos que son relatados.

La violencia de los actos cometidos por los protagonistas se resalta en 26 de 288 textos.
Encontramos que se califica al hecho, al joven en conflicto con la ley penal o a la
modalidad con que se concreta el acto como: “violento/s”, “extremadamente violentos”
o “dañinos”. También se afirma que se trató de un “agresivo mensaje” o que “derribaron
violentamente a la víctima”. Se sostiene que esa fue “atacada ferozmente” o que se trató
de una “feroz paliza” aludiendo al hecho. El bullyng es calificado como un acto de
violencia “grave” y un comportamiento “destructivo”.

En 8 de 288 notas periodísticas se hace hincapié en la peligrosidad de los protagonistas


al decir que no existen motivos para que los jóvenes actúen violentamente. En ese
sentido se afirma, por ejemplo, que el delincuente lanzó un disparo para poder robar sin
motivos o que la víctima fue asesinada, también sin motivos. Señala el medio gráfico
que el joven (víctima) sólo alcanzó a escuchar el pedido del delincuente que “sin más
palabras le lanzó un disparo”. Además encontramos fragmentos que expresan que a
pesar de que la víctima entregó lo que le pedían sin ofrecer resistencia “uno de los
malvivientes le disparó a quemarropa en una pierna y se la quebró”. Observamos que
también se resalta la peligrosidad de los protagonistas atribuyéndoles el calificativo
“peligrosos”; o del hecho mencionándolo como una “peligrosa huida”, “peligrosa
maniobra” o ataque “peligroso”.

Se describe el salvajismo o ensañamiento en 18 oportunidades de 288 textos diciendo la


cantidad de puñaladas que recibió la víctima, afirmando que el hecho se consumó “a
sangre fría”; que los disparos fueron “a quemarropa” o calificando el hecho; un crimen
específicamente como: “aberrante”, “conmocionante”, “brutal/es”, “demencial y
“salvaje”. Además, el modo como se caratula el asesinato contribuye a calificarlo de ese
modo al decir que fue “premeditado, alevoso y con ensañamiento” o que se trata de un
crimen “triplemente agravado”.

Actualidad o cuándo ocurrió el hecho


31

Los textos que tienen un mayor seguimiento son los que se corresponden con el motivo
temático prácticas delictivas y aquellos en los que el joven emerge a través del tema
sujeto de riesgo.

En ese sentido, observamos que las notas periodísticas sobre fugas se actualizan por la
recaptura de sus prófugos, hay 4 textos referidos a eso.

Los relatos sobre el caso Archerito, que son 3 fueron publicados porque el protagonista
declaró o lo arrestaron, porque se le dictó condena o porque el abogado defensor realizó
un reclamo.

Encontramos 2 textos publicados sobre robos cometidos contra funcionarios públicos;


esos no se abordan como robos aislados sino que se relacionan entre sí. En ese sentido
la nota periodística cobra actualidad porque las víctimas de esos hechos delictivos son
funcionarios.

El caso de la banda integrada por policías y civiles que estaban involucrados en


extorsiones tiene 2 publicaciones. Su actualización se debe a la detención de algunos de
sus protagonistas.

Un accidente fatal con una moto robada tiene seguimiento por el arresto de uno de sus
protagonistas, esos textos son 2 en 288.

El abuso sexual de un penitenciario a su sobrina en el que participó el primo de la niña


tiene 3 notas publicadas. Su actualización se debe a que los protagonistas declararon y
negaron los cargos, por su arresto o porque se les dictó condena.

Observamos que los hechos que tienen un mayor seguimiento son aquellos que versan
sobre crímenes; encontramos 43 textos referidos a eso. Los motivos por los que se
actualizan son: porque se busca a los autores, porque hubo una declaración (de los
protagonistas o de familiares de víctimas), porque el protagonista se abstuvo de
declarar, porque la justicia dictó un fallo o una condena, porque hubo avances en la
investigación, arrestos, cambio de carátula a los protagonistas, venganzas,
procesamientos o porque la madre de la víctima no supera su dolor. Estos textos refieren
al caso Gloria Rojas (4), Cristina Olivares (13), Mario Vega (6), caso Silva (1), caso
Córdoba (2), Milagros Ruarte (3), Jardín Ferroviario (2). Además encontramos que
tienen seguimiento crímenes por drogas (3), el crimen y robo protagonizado por el
32

aspirante a chef (2), uno protagonizado por un joven que recibió el arma homicida de su
novia (2), el crimen en el que un hermano mató a otro por un celular (2), el de una
pensionada (2) y el de un joven a la salida de una fiesta (1).

El secuestro virtual o falso tiene un seguimiento porque declaró un familiar del


protagonista, los supuestos autores fueron liberados, porque hay otras personas
implicadas que prestarán indagatoria, porque sus protagonistas declararán o bien porque
existen semejanzas con un hecho ocurrido previamente. De ese tema encontramos 7
textos.

Además, encontramos que también hay un seguimiento de las notas que se


corresponden con el motivo temático violencia policial y el tema objeto de delito. En
ese sentido, podemos citar los textos referidos a una detención ilegal que son 5. Esos se
actualizan por el dictamen de un fallo, de su anulación, de su ratificación y por
discusiones entre abogados y fiscales.

Los restantes hechos narrados, que se corresponden en su mayoría también con el


motivo prácticas delictivas pero que también se relacionan con conductas de riesgo,
conductas violentas y otros son actuales porque ocurren el día previo a la publicación
de la nota periodística (ya sea el hecho en sí mismo, la detención de sus protagonistas,
declaraciones), porque trascendieron recientemente o bien porque suceden el mismo
día; éste es el caso de los textos publicados en la versión online.

Territorios

Los territorios que predominan en los relatos de jóvenes en conflicto con la ley penal
son el barrio, luego la calle, la villa y el ámbito doméstico.

Se registró que el barrio está presente en el 21% del total de territorios registrados en
los textos analizados. Luego del barrio, la calle está presente en el 17% de los relatos
analizados. En tercer lugar la villa representa el 12,3% y el ámbito doméstico/familia el
7%

Las instituciones totales están presentes en el 3,4%, el trabajo en el 0,6%, la escuela en


el 0,5% de los relatos y los boliches el 0,3%.
33

Los demás territorios propuestos por el Observatorio de Jóvenes, Comunicación y


Medios no están presentes y en el 24,6% de los casos no se especifican los territorios en
donde tienen lugar los relatos.

Finalmente, la categoría otros representa el 13,2% de los territorios mencionados en los


relatos que son: centro o microcentro, puesto, hospital, estación de servicio,
descampado, cañaveral, plaza, frente al cementerio, al camping o a la cancha, zona
rural, baldío, comisaría, terminal, loteos, asentamientos y hoteles.

Fuentes

Las fuentes consultadas, que predominan en los relatos sobre joven y delito son la
policía con el 45,5% y luego la justicia en un 14,08%.

En tercer lugar encontramos a los familiares, tanto de la víctima como de los


victimarios que representan el 9,1%; en cuarto lugar la voz de las víctimas en un 5,7%,
los testigos en un 0,6%. La voz del joven en conflicto con la ley penal, protagonista de
nuestro interés, sólo está presente en un 1,5% de los relatos mediáticos analizados. En
las 12 narraciones en las que encontramos que se citó al joven como fuente, el total de
relatos se relaciona al motivo temático prácticas delictivas. En 4 ocasiones versa sobre
crímenes, en 2 sobre un accidente de tránsito fatal (Caso Archerito) y en una ocasión
sobre un intento de violación de un niño Down.

En el 17,2% de los casos no se especifican las fuentes mencionadas, en un 2,3% no se


mencionan las fuentes de las que se nutre el relato.

La fuente vecinos se cita en el 0,9% de los relatos, los allegados en el 0,4% y los
especialistas en el 0,2% al igual que los médicos (forenses).

Las demás fuentes propuestas por el Observatorio de Jóvenes, Comunicación y Medios


están invisibilizadas.

Otros representa el 2,03% y se mencionan fuentes tales como: acusaciones, denuncias,


relevamiento del diario, institución educativa, resoluciones, expediente, autopsia e
instituciones del Estado como es el caso de un informe del Ministerio de Desarrollo
Social de la Nación y de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia.
34

Modos de nombrar a los jóvenes o formas en que son definidos

Encontramos 1031 menciones a jóvenes en conflicto con la ley penal en los textos
analizados. El modo de nombrarlos que predomina en relación a la cantidad total de
menciones es por su nombre y apellido y luego como “joven/es”, “jovencitos/as”. En
tercer lugar encontramos que se lo menciona como “sospechoso/osa”, “sospechosos/as”.
El término “sujeto/os” está presente en cuarto lugar. Se los nombra también como
“ladrón/es” y “chico/a” o “chicos/as” en igual porcentaje y tiene menor presencia la
mención a los protagonistas como “menores”.

Otros modos de mencionar a los jóvenes menos frecuentes en los textos son:
“Delincuentes”, “Motochorro”, “Malviviente”, “Detenidos”, “Apresados”,
“Marginales”, “Presos”, “Evadidos”, “Reos”, “Prófugos”, “Adolescente”, “Niña/o”,
“Mujer/es”, “Homicida”, “Cómplice”, “Particular grupo de asaltante/es”, “Posibles
encubridores”, “Agresores”, “Muchachos”, “Autor confeso”, “Víctima”, “Gendarmes”,
“Asesino”, “Presunto asesino”, “Burlador”, “Certero atacante”, “prófugos”, “Fugados”,
“Evadidos”, “Estudiantes”, “Universitarios”, “Arrebatador”, “Payaso”, “Agresores”,
“Violentos”, “Pareja”, “Hombre”, entre otros.
35

En el 2,8% de 288 textos analizados observamos que se hace mención a los jóvenes en
conflicto con la ley penal a través de la profesión que ejercen, así se los menciona
como: el “vendedor ambulante”, los “estudiantes universitarios”, “universitario”,
“alumnos”, la “estudiante” y “El aspirante a chef”. Esas notas periodísticas versan sobre
secuestros virtuales, robos y un crimen y que se corresponden con los motivos temáticos
prácticas delictivas y violencia policial.

Una de las observaciones a destacar es que cuando en las notas periodísticas sobre
jóvenes en conflicto con la ley penal las protagonistas son mujeres no se las menciona
por su apodo ni como “delincuente”, “malviviente”, “ladrona”, “rea”. En la totalidad de
textos protagonizados por mujeres, que representan el 15,6% del total de notas
analizadas se las nombra como “la chica”, “la joven”, “la muchacha”, “la ex”,
“empleada doméstica”, “la denunciada”, “la sospechosa”, “niña”, “adolescente”,
“mujer”, “joven/citas” o “la estudiante”, “menor”, “ex pareja”, “Amante”, “Cuñada”,
“menor de 16 años”, “jovencita de 16 años”, “hermana menor”.

En los encabezamientos encontramos 188 menciones al joven de las cuales la expresión


con mayor presencia en relación a ese total mencionado es “joven/es” y en segundo
lugar se los menciona por sus nombres y apellidos. Luego de esos modos las otras
formas de mencionarlos más presentes en los textos son “motochorro/os”, “menor/es”,
“sujeto/os”, “sospechoso/osos”, “chico/a” o “chicos/as” y “presos”. Las siguientes
formas en que son definidos son las que encontramos con menor frecuencia. Esas
expresiones son: “delincuentes”, “asaltantes”, “adolescentes”, “pareja”, “mujer”,
“hombre”, “prófugos” o “fugados”, primo”, “homicida”, “reos”, “estudiante”,
“alumnos”, “cómplice”, “aspirante a chef”, “hermanos”, “entregador”, “empleado
infiel”, “ex”, “novia”, “parientes” y “persona”.
36

Características de los protagonistas

Sexo

El sexo con más presencia en los textos sobre joven y delito es el masculino en un
81,4% y lo encontramos sobre todo relacionado al motivo temático prácticas
delictivas. Se registró que tanto el hombre como la mujer accionan 335 veces. De ese
total, en 231 oportunidades se relaciona al sexo masculino con el motivo prácticas
delictivas y en sólo 9 oportunidades se lo vincula al motivo otros.

En el 14,2% del total de textos analizados las mujeres son protagonistas de esos relatos
y el sexo femenino aparece vinculado en 39 oportunidades al motivo temático prácticas
delictivas, a drogas/alcohol en 2 ocasiones y en otros en 2. En cambio está
invisibilizada en conductas de riesgo, violencia policial y en conductas violentas.

En el 4,4% de los textos no se especifica a qué sexo corresponden los protagonistas. Los
motivos temáticos en los que no se especifica el sexo son en 10 oportunidades en
37

prácticas delictivas, 3 en conductas violentas, 1 en drogas/alcohol, 1 en otros (1) y 1


en conductas de riesgo.

Edad

Las edades de los protagonistas de los textos periodísticos oscilan entre los 13 años y
los 45 pero predominan aquellos que tienen entre 15 y 24 años. En ese sentido
encontramos protagonistas de esas edades en un 74,5% de los casos; en segundo lugar,
con un 19,3% los actores sociales de nuestro interés tienen más de 24 años. En el 10,7%
de los textos a pesar de que no se especifica la edad los protagonistas son mencionados
como “jóvenes”, “adolescentes” o “menores” es por eso que se deduce que pertenecen
al rango etario propuesto. En el 1,6% de las narraciones los protagonistas tienen menos
de 15 años y son mencionados como “jóvenes” o “menores”.

Contexto social asignado

En 11 de 288 notas periodísticas encontramos que se le asigna al joven un contexto


social específico. En esas 11 narraciones está presente el tema sujetos de riesgo. Los
sentidos que se construyen son los siguientes: los delincuentes viven o se esconden en
las villas; en los territorios pobres se practican actividades ilegales, se venden cosas
robadas, hay droga y allí también viven niños que delinquen. Además encontramos que
otro de los sentidos construidos es que los territorios humildes son peligrosos y la
situación de marginalidad de los protagonistas influye en el modus operandi de esos.

A continuación detallamos las notas periodísticas en las que se le asigna un contexto


social específico al joven y las expresiones relevadas:

Fecha Texto periodístico Expresiones relevadas

7 de enero Título: Caen 3 parientes con Se afirma que un testigo anotó la chapa de la
2 armas de fuego patente al momento del robo y que “por esa
revelación llegaron a la Yamaha 125 cc. de los
Guajardo, en villa Don Pablo, ayer”

12 de Título: Una niña, que sería “A mediados de enero, el fiscal Daniel Gillén
prostituida por su madre, recibió una denuncia a través del Ministerio del
38

febrero cayó por robo Interior que señalaba que dos madres de un
asentamiento de Pocito hacían prostituir a sus
hijas, de entre 13 y 16 años”

1 de Título: Un chico robó “Lo descubrieron porque a pesar de su condición


marzo $280.000 y cayó por humilde (…)” había adquirido muchos bienes
despilfarro

22 de Título: Por una moto “La policía encontró el rodado desarmado, pero
marzo robada, halla desarmadero también partes de otras 5 que serían producto de
clandestino
ilícitos, en un precario taller de Va. Hipódromo”

23 de Título: Banda de la Ranger Se afirma que uno de los integrantes de la banda, en


marzo negra: tiros en una nueva una villa, tenía objetos robados a un comercio:
captura
“tenía 8 bermudas de ese comercio; en Villa
General Mosconi hallaron otras 17 que dejó a la
venta”

30 de Título: “Motochorros” caen Se afirma que encontraron armas, droga y dinero en


marzo con tres armas, botín y 438 una villa: “Todo eso encontraron ayer en una
porros
casa de la Villa 17 de Agosto(…)” y además se
afirma “Y no fue lo único: allí también
encontraron a Ariel Jonathan Flecha, un sujeto
de 27 años que salió hace poco del Penal de
Chimbas (allí cumplía condena por drogas)” En
el texto después dice que esa persona sería uno de
los motochorros investigados

29 de Título: Tres baleados y “Sin embargo, la certera dirección de los disparos


mayo dudas: ¿fue por polleras o de la cintura hacia abajo, maniobra típica en
mejicaneada?
ataques intimidatorios entre marginales, evitó un
baño de sangre y dejó en las víctimas las marcas del
agresivo mensaje, aunque ese era ayer un asunto
difícil de descifrar por los códigos de silencio entre
victimas y victimario”
39

5 de julio Título: Tres detenidos por “Allanaron una casa ayer en Villa El Salvador,
un asalto y cuatro arrebatos Chimbas, y allí apresaron a tres jóvenes tras
secuestrar prueba clave que los complica en
cuatro arrebatos y el violento intento de asalto
(…)”, además se afirma “los policías allanaron ayer
la casa del joven” (haciendo referencia a la casa
ubicada en la villa)

8 de Título: Sin riñón por un tiro Se afirma que el protagonista se escondía debajo de
agosto en un robo: cayó uno la cama en una casa de Villa Angélica

3 de Título: ¿Vendía marihuana? “Un joven fue detenido ayer en la tarde en su


noviembre humilde rancho de la villa General Mosconi (…)
porque en distintos lugares de esa vivienda
encontraron 13 porros y un envoltorio con
marihuana, dos balanzas de precisión y papeles para
armar cigarrillos (…)”

19 de Título: Creen que “Jorge Andrés Soria tenía 18 años y ninguna


noviembre asesinaron por error a un vinculación con el tiroteo que lo sorprendió
joven en Capital
alrededor de las 15 del último sábado en su
humilde barrio de Concepción, Capital”

Búsqueda de soluciones y/o denuncia

En el 96,2% de los textos analizados no se identifican ni la denuncia ni la búsqueda de


soluciones.

En el 2,08%, es decir en 6 narraciones de un total de 288 existe una aproximación a la


denuncia. Sin embargo, es importante aclarar que se describen situaciones de
allanamientos violentos y detenciones ilegales pero a través de las voces de otras
fuentes como la justicia y familiares. Es decir, el diario no denuncia explícitamente una
situación de vulneración de derechos a jóvenes en conflicto con la ley penal. Los
motivos temáticos asociados a estos relatos son prácticas delictivas y violencia
policial.
40

El 1,7% de las notas periodísticas analizadas; que son 5 textos en un total de 288 se
propone una solución para la problemática planteada. La totalidad de esos relatos
corresponden al género Editorial.

Los textos en los cuales el periódico propone soluciones versan sobre: la violencia en la
escuela, el bullyng, el debate sobre la despenalización de la droga y la protección
integral de niños, niñas y adolescentes. El diario aconseja un debate urgente y serio del
proyecto de ley de Bullyng, que la tutela del estado sea el último y excepcional recurso
para la protección de los actores sociales nombrados anteriormente para así lograr una
efectiva protección integral como así también se apela a la aplicación de políticas de
prevención. En este último relato propone que se evite la estadía de niños, niñas y
adolescentes en institutos de menores y su consecuente separación del seno familiar.

También en el relato el periódico aconseja que en el debate sobre la despenalización de


la droga se considere a todos los jóvenes, sobre todo a los sectores más vulnerables que
son los más afectados por ello y que se hable de ese tema en otros ámbitos que
trasciendan el legislativo, como en las escuelas, en la familia, entre otros.

Marco legal

En el 98,6% del total de textos analizados no se hace mención a ningún marco legal y
en el 1,4% de los textos, es decir en 4 de 288 sí encontramos menciones a legislaciones
generales y específicas no así políticas públicas. En dos textos podemos encontrar que
las legislaciones generales mencionadas son la Ley Antibullyng, en un relato que versa
sobre la violencia en las escuelas y el proyecto de ley para despenalizar la droga en una
narración sobre su despenalización.

En los otros dos textos encontramos que se hace mención a legislación específica, tal es
el caso de la Ley de Patronato del Estado, la de Protección integral de niños, niñas y
adolescentes y la Convención de los Derechos del niño en relatos que versan sobre
marcos históricos- jurídicos de niñez y la adolescencia. La totalidad de esos textos
corresponden al género Editorial.
41

Acciones y prácticas que se les atribuyen

En un total de 288 textos se logró registrar 78 prácticas o acciones que se les atribuyen a
los jóvenes en conflicto con la ley penal. Esas prácticas están presentes en 492
oportunidades. De ese total de veces que fueron registradas, la que tiene más presencia
es robar con o sin armas, luego matar o, atacar y asaltar. El motivo temático que más se
relaciona con esas acciones es prácticas delictivas pero también se vinculan con el
motivo conductas violentas y conductas de riesgo aunque en menor medida.

Violar, abusar sexualmente o intentar violar también se registra en varias oportunidades,


al igual que golpear, fugarse, portar/consumir o comercializar y portar armas.

Las prácticas registradas con menor presencia son: amenazar, incendiar


intencionalmente (casas o autos) y lesionar. Tanto arrebatar como encañonar fueron
registradas en los mismos porcentajes. Chocar, instigar un crimen, extorsionar, simular
o fingir un falso secuestro y dañar un patrullero se registraron también la misma
cantidad de oportunidades. Pelear y agredir se registró en el mismo porcentaje.
Coaccionar, desarmar o desguazar autos y motos y resistirse a la autoridad están
presentes la misma cantidad de veces al igual que ocasionar disturbios, resistirse a ser
identificado, estafar y vender autopartes o partes de motos robadas están presentes.

Encontramos otras prácticas que sólo se registraron una vez cada una en los relatos
analizados. Esas suman un total de 43 acciones y son: merodear, ocultar un arma
utilizada para amenazar, intimidar a un familia, ocultar droga, dejar en coma a la
víctima, intentar asfixiar a un policía, hacer bullyng, intentar quemar a un pariente,
atentar contra la autoridad, desmantelar un local, ingresar a viviendas, portar cartuchos
de armas de fuego. Además encontramos: hurtar, intentar dar un golpe, denunciar
falsamente una violación, maniatar y abandonar a la víctima, dejar grave a un chico,
accionar violentamente, encubrir un crimen, manosear a una chica, hostigar a un
discapacitado. Las prácticas que también se registraron una sola vez en el total de
relatos analizados también son: ser el entregador de un robo, resistirse a golpes,
fotografiar abusos sexuales, denunciar un falso secuestro, recibir objetos robados en
forma de pago, insultar, saquear una casa, inventar un robo, guardar y vender cosas
robadas, organizar un falso secuestro, apedrear una vivienda, participar en picadas y
circular en moto siendo menor. También encontramos otras prácticas como: estar
42

vinculado a un homicidio, ultrajar psicológica y físicamente a una persona, violentar un


auto, intentar matar, comprar mercadería con cheques robados para revenderla por
dinero en efectivo, matar a un perro, balear un patrullero, forzar un candado y
emborracharse.

Prácticas que se les adjudican a los jóvenes con


más presencia en los textos en porcentajes
25,00%

20,00%

15,00%

10,00%

5,00%
Prácticas que se les adjudican con
0,00% más presencia en los relatos en
Portar/Consumir/Comerci…

Ocasionar…
Coaccionar/Desarmar o…
Chocar/Instigar un…

Otras
Atacar

Fugarse

Arrebatar
Lesionar

Agredir
Portar armas
Golpear

Amenazar

Pelear
Robar con/sin arma

Incendiar intencionalmente
Asaltar con/sin arma
Matar/Asesinar

Encañonar con un arma


Violar o abusar sexualmente

porcentajes

Además, encontramos que en 5 notas periodísticas de 288 no se especifican las prácticas


a las que están ligados los protagonistas, dos de esas narraciones versan sobre la estadía
de niños/as y adolescentes en institutos de menores y sobre el marco histórico jurídico
de niñez y adolescencia y ocupan el espacio físico en el diario de un cuarto de página.

En un texto de 288 no se le atribuye ninguna práctica al actor social de nuestro interés.


La narración, que se despliega en menos de un cuarto de página, versa sobre un falso
secuestro y queda comprobado que los jóvenes no están ligados a ese hecho ni a las
prácticas que se les atribuían en narraciones anteriores.

Encontramos que en 2 textos del total analizado se le atribuye al joven estar sospechado
de asesinar, esos ocupan menos de un cuarto de página. En un texto que ocupa un cuarto
43

de página se le atribuye estar sospechado de asaltar y de robar y tener o circular actitud


sospechosa en 3 oportunidades.

Presencia o ausencia de historicidad en los relatos

En la mayoría de los textos analizados, en un 83,7% específicamente, hay ausencia de


historicidad en los relatos en lo que respecta a nuestro protagonista. En el 16,3% de los
textos se hace referencia a la historia del joven en conflicto con la ley penal aunque sólo
se menciona su pasado delictivo o su vinculación con actividades ilegales.

Es importante aclarar que no ocurre lo mismo con las víctimas. A ellas se las vincula,
cuando hay historicidad en los relatos, con actividades legales o se relata parte de su
historia personal: “Gramajo (31), era el segundo de siete hermanos, estaba en pareja y
mantenía a sus cuatro hijos (de entre 7 y 2 años) con su trabajo de instalador de equipos
de aire (…)” (Lo acuchillaron en pelea y murió tras 10 días de agonía-4 de abril de
2012) o el desconsuelo posterior por la pérdida de un familiar. En este último caso
encontramos una nota periodística que contiene un intertítulo que se titula “El
desconsuelo” y habla del sufrimiento de la madre de la víctima luego del asesinato
cometido contra su hijo, se afirma que la madre y su hermano “se abrazaban y lloraban
desgarrados por el sufrimiento de esa partida que no tenía retorno” (El trauma
insuperable de perder al único hijo por un asesinato-11 de marzo de 2012).
Encontramos otros ejemplos como: “Arturo trabajaba hace 5 años en la fábrica de aceite
de oliva ‘Seis Marías S.A’, en Pocito, alquilaba desde hace un año el departamento I de
la torre 4 del barrio Jardín Ferroviario, Chimbas, y allí vivía con Romina y su varón de
1 años y 3 meses” (Fue a robar y mató al dueño de casa de siete cuchillazos – 6 de abril
de 2012). En relación al caso de Gloria Rojas y Milagros Ruarte, entre otros,
encontramos textos similares a los aquí citados.

Conclusiones

Los relatos sobre jóvenes en conflicto con la ley penal tienen un gran despliegue
gráfico; contienen en su mayoría fotografías, encabezados completos y se ubican en los
espacios más llamativos del periódico desplegándose sobre una gran superficie. Esto
nos hace pensar que aquellos hechos protagonizados por jóvenes en convivencia con el
delito tienen un alto grado de noticiabilidad. De esos textos, a los que se les otorga
mayor importancia son aquellos en los que el joven se visibiliza como victimario más
44

que como víctima de delitos o violencias. El joven, sobre todo el varón, emerge de los
relatos como un sujeto peligroso, ya sea por sus actitudes violentas o delictivas o por la
falta de responsabilidad de sus actos.

Es de interés remarcar que es llamativa para Diario de Cuyo la participación de mujeres


en hechos delictivos, al punto que cuando eso ocurre el medio lo resalta en sus titulares
o publica un informe específico del tema con un gran despliegue.

La ubicación de los textos en las páginas de la sección Policiales y la mayor presencia


de la policía como fuente de consulta limitan el abordaje de las problemáticas; la prueba
está en que las notas periodísticas que predominan son aquellas que se corresponden
con el motivo temático prácticas delictivas. Los relatos mediáticos parecen más bien
una reproducción del discurso policíaco y judicial. La ausencia de los temas jóvenes en
relación a prácticas institucionalizadas y a consumos culturales en las notas
periodísticas y de otros motivos temáticos como acción política, trabajo, escuela-
educación nos hacen pensar que esos protagonistas sólo se vinculan con actividades
ilícitas. La publicación de textos sobre recuperación de adictos nos permitiría poner en
relación, por ejemplo, el motivo drogas/alcohol con el tema jóvenes en relación a
prácticas institucionalizadas y así visibilizar la lucha de jóvenes adictos para su
recuperación.

La ausencia de mención a legislaciones, sobre todo específicas, se debe en gran parte


también a la carencia de otras voces. Los organismos que promueven la protección de
los derechos de la infancia y la adolescencia, invisibilizados en los textos, podrían
aportar un enfoque distinto sobre juventud desde ese paradigma.

La ausencia de historicidad en las notas periodísticas sobre los jóvenes en conflicto con
la ley penal oculta las violencias estructurales a las que esos están expuestos y acentúa
más la construcción de ese actor como sujeto peligroso. Las acciones delictivas, tal cual
están relatadas en los textos analizados, pareciera que nada tienen que ver con la
situación de vulnerabilidad y marginación social de esos actores. En los términos de
Zaffaroni (2008) se estaría practicando la Criminología mediática y el poder
neopunitorio. Señala el juez de la Corte en ese sentido que “los mecanismos para llevar
adelante el ejercicio de su violencia simbólica es la construcción de realidades e
identidades, son mecanismos de invisibilización, de ocultamiento y de no
45

problematización de los condicionamientos que vuelven posibles determinados hechos”


(Zaffaroni, 2008 citado por Viviani, 2012:99)

La noticia no se aborda de igual manera si la víctima es un sujeto en conflicto con la


ley o si se trata de una “víctima inocente”. Los victimarios, en general, no tienen otra
historia más que la delictiva a diferencia de las víctimas a las que se relaciona con
prácticas institucionalizadas. Eso provoca la construcción del joven delincuente como
un no-ciudadano. El Observatorio de Jóvenes, Comunicación y Medios de la UNLP
afirma que “Al delincuente no se le permite el acceso a la categoría de ciudadano: su
origen, sus prácticas y su lugar de residencia ilegítimos se lo niegan” (Viviani, 2012:
219). Esta sería una forma de comprender por qué los jóvenes no tienen derecho a
hablar de los mismos hechos que protagonizan.

En relación a los modos de nombrar a los protagonistas observamos que no existe una
distinción al momento de mencionarlo como “menor”, “chico” o “joven” cuando en
realidad las formas de referirse a ellos contribuyen a su construcción como sujetos de
derecho u objetos de tutela. Respecto de ello, el observatorio citado (2012) afirma que
ser mencionado como “menor” es ser nombrado como sujeto judicializado a diferencia
de los otros términos que lo construyen como sujeto de derecho.

Por lo dicho observamos que a pesar de que estamos insertos en un contexto histórico-
jurídico que promueve la protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes;
Diario de Cuyo no aborda la problemática juvenil desde un enfoque de derecho y en
cambio sí reproduce el paradigma tutelar en sus relatos.

En ese sentido, nos planteamos un nuevo interrogante a resolver en próximos trabajos


respecto de cuáles son los procesos que, al interior del medio, dan origen a discursos
estigmatizantes sobre juventud.

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