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Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

Santiago de Cali - Mayo de 2014 - Nº 1

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Cuadernos Ciudadanos Nº 1

Cuadernos
Ciudadanos
Número 1
EL DESARME
COMO POLÍTICA
CONSTRUCTORA DE PAZ
Página 9

CONFLICTO URBANO
Y POSTCONFLICTO
Página 49

LAS VIOLENCIAS URBANAS


Los casos de El Retiro y Mojica
en Santiago de Cali
Página 69

Observatorio de Realidades Sociales


Arquidiócesis de Cali

Cali - Colombia, Mayo de 2014

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Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

Cada ciudad puede ser otra


cuando el amor la transfigura
cada ciudad puede ser tantas
como amorosos la recorren

el amor pasa por los parques


casi sin verlos amándolos
entre la fiesta de los pájaros
y la homilía de los pinos

cada ciudad puede ser otra


cuando el amor pinta los muros
y de los rostros que atardecen
unos es el rostro del amor

y el amor viene y va y regresa


y la ciudad es el testigo
de sus abrazos y crepúsculos
de sus bonanzas y aguaceros

...

M. Benedetti

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Cuadernos Ciudadanos Nº 1

Cuadernos
Ciudadanos
Número 1

Monseñor Darío de Jesús Monsalve Mejía


Arzobispo de Cali

Jesús Darío González Bolaños


Coordinador Observatorio de Realidades Sociales

Equipo de Trabajo
Jesús Darío González Bolaños
Mónica Delgado Cañete
Nelson Adrián Franco Díaz
Rubén Darío Gómez Posada

Santiago de Cali, Mayo de 2014

Observatorio de Realidades Sociales

Carrera 4 No 7-17 • Cali - Colombia


Teléfono: 889 0562 (63 al 71) Ext. 1010 al 1013

Edición Digital e Impresión: Merlín ID


merlin@merlin-id.com

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Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

SOBRE LOS AUTORES

Jesús Darío González Bolaños: Trabaja-


dor Social, especialista en comunicación y
diseño cultural, y en pensamiento político
contemporáneo. Magister en Filosofía con
énfasis en ética y política de la Universidad
del Valle. Adelanta estudios de doctorado
en Antropología en la Universidad del Cau-
ca con énfasis en culturas populares urba-
nas.

Mónica Delgado Cañete: Licenciada en


Lenguas Extranjeras de la Universidad del
Valle. Educadora con énfasis en pedagogías
sociales, animación sociocultural, sistemati-
zación de experiencias y promoción comu-
nitaria de la lectura.

Nelson Adrian Franco Díaz: Administra-


dor de Empresas de la Universidad del Valle,
especialista en cultura de paz y derecho in-
ternacional humanitario. Adelanta estudios
de maestría en cultura de paz y derechos
humanos en la Universidad Javeriana de
Cali, énfasis en democracia, participación
ciudadana y seguridad y convivencia.

Rubén Darío Gómez: Educador Popu-


lar de la Universidad del Valle con énfasis
en proceso pedagógicos en infancia. Artista
plástico del Instituto Popular de Cultura con
énfasis en arte urbano y formación artitstica.

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Cuadernos Ciudadanos Nº 1

Contenido

Presentación 7

El Desarme Como Política 9


Constructora De Paz
1. Introducción 11
2. Consideraciones Histórico-Filósoficas 13
3. El Desarme Mundial, una Búsqueda Permanente 18
4. Los Desarrollos Normativos 21
sobre Desarme de Armas de Fuego
4.1 Normas a Nivel Mundial 22
4.2 Normas a Nivel Regional 23
4.3 Nota al Margen sobre la Normativa 24
5. Los Desarrollos de Política sobre Desarme 25
6. Experiencias de Políticas de Desarme a Nivel Regional 26
6.1 Argentina 28
6.2 Bolivia 28
6.3 Brasil 29
6.4 Chile 30
7. Contexto General de las Armas
y la Violencia en Colombia 30
8. Desarrollos Normativos a Nivel Nacional: 32
8.1 ¿Políticas de Desarme
a Nivel Nacional en Colombia? 34
9. Iniciativas y Experiencias Locales 36
de Desarme en Colombia
9.1 Medellín 36
9.2 Pereira 36
9.3 Bogotá 37
9.4 El Caso de Cali 38

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Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

10. Los Riesgos de la Proliferación de Armas 40


11. Recomendaciones de Políticas sobre Desarme 42
12. Referencias Bibliográficas 45

Conflicto Urbano Y Postconflicto 49


1. Introducción 51
2. Ubicación del Debate 52
3. Precisando el Contexto del Postconflicto 56
4. Sobre el Lugar de la Iglesia 63
en Búsqueda de una Sociedad Reconciliada
5. Síntesis de Alternativas 65
6. Referencias Bibliográficas 68

Las Violencias Urbanas 69


Los casos de El Retiro y Mojica en Santiago de Cali
1. Introducción 71
2. La Barriada 73
2.1 El Retiro 73
2.2 Mojica 75
3. Los Enlaces, los Destinos 77
4. Las Emergencias de Hoy 79
5. Los Caminos de Rectificación 81
6. Referencias Bibliográficas 84

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Cuadernos Ciudadanos Nº 1

PRESENTACIÓN

Presentamos a las redes sociales, académicas y


pastorales con las que compartimos nuestro transitar,
el primer número de la serie Cuadernos Ciudadanos,
una producción que hace parte de la estrategia de
difusión de conocimientos del Observatorio de Rea-
lidades Sociales de la Arquidiócesis de Cali, para la
construcción de país desde la ciudad y la región. A
través de esta serie, que circulará bimensualmente,
buscamos generar un proceso colaborativo de re-
flexión ciudadana sobre asuntos de la vida nacional
pensados desde el andén pacífico. Esto como una
manera de impulsar diálogos y puntos de vista co-
lectivos que aviven el sentido de comunidad regional,
activa y propositiva, en el concierto colombiano.
Este primer número contiene tres documentos
orientados a deliberar sobre preocupaciones de
interés colectivo, así: 1. El desarme como política
constructora de paz; es un texto con un tono fi-
losófico político de análisis de la coyuntura bélica
que se ocupa de las perspectivas del desarme en
la sociedad colombiana, reconociendo escenarios
internacionales y agenciamientos históricos que ca-
minan por el desarmamentismo en todas las escalas
de la sociedad; 2. Conflicto urbano y postconflicto,
artículo que hace un análisis socio histórico del con-
flicto y su tratamiento a nivel nacional, e interpela
propositivamente el asunto del postconflicto desde
el escenario interurbano; y 3. Las violencias urbanas,
los casos de El Retiro y Mojica, documento testi-
monial con un componente etnográfico que pre-
senta una breve aproximación a los escenarios de
violencia barrial en Santiago de Cali, ampliando la
discusión sobre las causas de la violencia y su re-

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Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

lación con problemáticas históricas que demandan


con urgencia otro tipo de tratamientos que no se
circunscriban a la coerción y la estigmatización.
Los tres textos son dialogantes entre sí en térmi-
nos de la búsqueda por brindar pistas para superar
las distintas formas de violencia que están encarnadas
en nuestra sociedad. Estos textos surgen del impe-
rativo social por pensar espacios de paz, convivencia
y reconciliación; asunto que nos concierne a todos
los colombianos, si queremos abrazar nuevos cami-
nos que trasciendan los escenarios de conflicto que
nos han atravesado históricamente. Ello debe hacer-
se desde una perspectiva de rectificación social que
promueva una reconversión ético cultural y de redi-
seño de las políticas orientadas a renovar los destinos
nacionales.
La serie que iniciamos está abierta a la colabora-
ción de organizaciones ciudadanas, centros académi-
cos y equipos pastorales de la región Pacífico para
visualizar análisis, experiencias y propuestas que siem-
bran la esperanza y la construcción colectiva, enfren-
tando la desorientación social y las condiciones ad-
versas en los distintos territorios. Esperamos contar
con múltiples aportes a partir del próximo número e
invitamos para que esta edición en su versión digital
y física pueda ser usada, circulada, leída y reflexionada
en diversos contextos y agendas ciudadanas.

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Cuadernos Ciudadanos Nº 1

EL DESARME
COMO POLÍTICA
CONSTRUCTORA
DE PAZ

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Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

...
Voy a cumplir con todos
porque debo
a todos mi alegría.

No se sorprenda nadie
porque quiero
entregar a los hombres
los dones de la tierra,
porque aprendí luchando
que es mi deber terrestre
propagar la alegría.
Y cumplo mi destino
con mi canto.

P. Neruda

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Cuadernos Ciudadanos Nº 1

EL DESARME COMO POLÍTICA


CONSTRUCTORA DE PAZ
“Especialmente en un tiempo como el nuestro,
que conoce las más sofisticadas tecnologías destructivas,
es urgente desarrollar una sólida « cultura de la paz »,
que prevenga y evite el desencadenamiento
imparable de la violencia armada,
estableciendo incluso intervenciones con miras
a impedir el crecimiento de la industria
y del comercio de armas”.

Juan Pablo II,


Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz,
1º enero 1997

1. INTRODUCCIÓN

Superada la clásica Gue- ras nacionales y se exportan y


rra Fría de la segunda mi- retroalimentan a lo largo de la
región. En ese contexto existe un
tad del siglo XX, el mundo consenso regional respecto de la
globalizado ha promocionado importancia de Colombia como
hasta la saciedad un sistema de escenario clave en las perspecti-
relaciones multilaterales que se vas de la construcción de paz y
supone afirman un camino de democracia en América Latina.
convivencia pacífica; sin embargo,
entrado el siglo XXI, los conflic- A propósito de ese creciente
tos bélicos de alta intensidad se debate público, interesa observar
generalizan en la Europa del este, la problemática del uso y abuso
el medio oriente y el mundo ára- de las armas como elementos
be. En nuestro contexto latino- dinamizadores de procesos de
americano fenómenos como las guerra y violencia que han afec-
violencias ligadas a las mafias, los tado profundamente las posibi-
conflictos internos, las violencias lidades de integración e institu-
urbanas, trascienden las fronte- cionalización democrática de la

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Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

sociedad colombiana. El presente discusión de desmilitarizar tanto


documento se propone hacer un el Estado como la sociedad, re-
aporte reflexivo so- plantear las relaciones
bre la importancia de El presente entre éstos, asumir
las políticas de desar- documento nuevas perspectivas
me para la construc- se propone hacer de relaciones interna-
ción de una cultura cionales que privile-
civilista de paz y con- un aporte reflexivo gien formas de comu-
vivencia que posibilite sobre nicación, diplomacia
nuevas condiciones la importancia e interacción pacífica.
para un periodo de de las políticas Todo ello para ir de-
renovación de las ba- de desarme construyendo paso a
ses humanas, sociales para la paso actitudes de mie-
y políticas del país. construcción do, desconfianza y agre-
sividad a lo otro, y para
Hoy que la nación de una cultura construir escenarios de
colombiana ve con civilista de paz y convivencia, confianza y
esperanza la posibi- convivencia que solidaridad perdurables
lidad de salir del tra- posibilite nuevas en el tiempo.
tamiento armado de
los conflictos sociales
condiciones para Situarse en ese
y políticos para darles un periodo de anhelo nacional re-
una conducción pací- renovación de las quiere abordarlo en
fica; es necesario que bases humanas, una perspectiva glo-
esta reflexión visuali- sociales y políticas bal y de época, de
ce la problemática de del país. cuestionamiento a un
la proliferación de ar- sistema mundo1 que,
mas como un síntoma estructurado a la ma-
o secuela de la lógica guerrerista nera de integraciones regionales,
y armamentista que beneficia administra el miedo, las injusticias
los poderes verticales, la usura y
1 El sistema-mundo es una categoría acu-
la expropiación. Es así como se ñada por Immanuel Wallerstein desde
proponen nuevas perspectivas donde se intenta explicar y comprender
de tratar el asunto desde el ho- las maneras en que el capitalismo ha es-
rizonte de la construcción de la tructurado y reconfigurado, a escala mun-
civilidad, la democracia y la paz. dial, las formas de producción económica,
relación social y gobernanza para producir
La nueva etapa de Reconcilia- un estado de realidad basado en una lógica
ción en el país debe abordar la de dominación, explotación, acumulación y
objetivación.

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Cuadernos Ciudadanos Nº 1

y las desigualdades desde la beli- En esos procesos de madu-


gerancia y la imposición, con gra- ración humana y social que han
ves consecuencias para la vida de causado dinámicas de internali-
la especie humana y del planeta. zación y externalización de con-
venciones, reglas, normas y leyes
Vale la pena preguntarse: —ontogénesis y socio-génesis
¿Desde qué referentes abordar la (Elias, 1996)—, emerge un gran
creciente militarización del mun- debate de la humanidad que ha
do contemporáneo? pasado por interrogantes como:
¿qué hacer con las tendencias
agresivas?, ¿qué hacer con la vio-
2. lencia y la capacidad bélica?, ¿qué
hacer con las armas? Las respues-
CONSIDERACIONES tas históricas han sido múltiples.
HISTÓRICO La génesis explicativa de la feno-
menología violenta sugiere que
FILOSÓFICAS las tendencias tanáticas son inhe-
rentes al desarrollo humano de
las sociedades, y las posibilidades
El establecimiento de las de su canalización han conducido
sociedades como grupos a la organización progresiva de la
humanos con sentido produc- cómo la historia de la humanidad ha tran-
tivo y organización de la vida so- sitado de la fuerza al derecho. En una car-
bre un territorio construido, ha ta enviada a Albert Einstein va a expresar
implicado racionalizar y canalizar “(…) es preciso que se cumpla una condi-
ción psicológica para que pueda efectuarse
los impulsos agresivos de la con- este pasaje de la violencia al nuevo dere-
dición humana en un horizonte cho: la unidad del grupo ha de ser perma-
de lenguaje y comunicación, de nente, duradera (…) La comunidad debe
constitución de comunidades ser conservada permanentemente; debe
con reglas básicas de convivencia; organizarse, crear preceptos que preven-
asunto que se ha estructurado gan las temidas insubordinaciones; debe
designar organismos que vigilen el cumpli-
en lo que se denomina como miento de los preceptos –leyes– y ha de
sociedades complejas, con leyes, tomar a su cargo la ejecución de los actos
agencias o instituciones que bus- de fuerza legales. Cuando los miembros de
can garantizar un equilibrio en un grupo humano reconocen esta comuni-
las relaciones humanas y vínculos dad de intereses aparecen entre ellos vín-
colectivos2. culos afectivos, sentimientos gregarios que
constituyen el verdadero fundamento de
2 Sigmund Freud va a desarrollar la idea de su poderío.” (septiembre de 1932).

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Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

fuerza de la agresividad en el uso de la fuerza por parte del mismo.


de la defensa; es decir, la violencia Sin embargo, esa misma hipótesis
se racionaliza y se or- sobre el egoísmo y la
ganiza en función de ...yo contra agresividad humana
metas de los grupos el hermano, también permitió sus-
humanos, justificados yo contra tentar la preeminen-
en la defensa, bienes- cia de los intereses
tar y perdurabilidad el vecino, individuales sobre los
del grupo. Nos arma- yo contra colectivos, abriendo
mos para la defensa. el extraño, a través de la radica-
¿Sigue siendo válida yo contra lización del mercado,
esa hipótesis? (Rodrí- el que tiene como principal for-
guez, 2008). menos o más, ma de intercambio
yo contra económico, la puerta
La ética de míni- para limitar los bienes
mos3, en la cual se la otra nación. comunes, las virtudes
tranzó la moderni- Así han cívicas, el interés ge-
dad y la formación sobrevivido neral, la esfera pública,
de los Estados na- las lógicas al universo de la lucha
cionales, se sostiene y la competencia de
en la hipótesis de la
de la guerra
en medio de unos contra otros: yo
condición agresiva de contra el hermano,
la humanidad y en la una supuesta
yo contra el vecino,
aparente tendencia a civilidad yo contra el extraño,
la pugnacidad en las que se expresa yo contra el que tie-
sociedades. Con esa cotidianamente ne menos o más, yo
suposición se justificó como un malestar contra la otra nación.
la versión más legiti- Así han sobrevivido
mada del contrato, de
permanente
en la cultura las lógicas de la gue-
la formación del Es- rra en medio de una
tado y de la idea del (Freud 1982)..
supuesta civilidad que
monopolio legítimo se expresa cotidiana-
3 Se entiende la ética de mínimos en el
mente como un malestar perma-
sentido de éticas del deber o normativas nente en la cultura(Freud 1982).
de lo correcto que son principio y funda-
mento en toda convivencia; el propósito de La concepción negativa de los
estas en un sentido amplio es cumplir con conflictos humanos se encarnó
unos mínimos de justicia perentoriamente en las sociedades y los Estados
exigidos. contemporáneos. Esto se ha vis-

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Cuadernos Ciudadanos Nº 1

to expresado en la concentración “alta y baja intensidad”5.


de la capacidad de fuerza para la
defensa y el control del orden por El período de las confrontacio-
parte del Estado (Zuleta, 1991); nes abarca por lo menos cuatro
pero a su vez, ha significado una estadios: (1) conflictos regionales,
distendida carrera armamentista continentales o entre naciones;
basada en la economía política de (2) conflictos internos a la ma-
las armas, en el uso de la fuerza nera de guerras civiles o presen-
como factor de expropiación y el cias insurgentes que impugnan el
sometimiento de amplios grupos orden establecido; (3) conflictos
humanos en el mundo contem- por recursos y mercados que
poráneo, lo que ha configurado implican confrontaciones entre
un orden global profundamente intereses multinacionales; y (4)
injusto en el cual la ley del talión y conflictos cotidianos en los que
la ley del pez más grande, siguen la presencia de las armas es un
siendo los motores de la destruc- factor potenciador de la agre-
ción humana. sividad, como es el caso de las
violencias urbanas que aquejan el
El extendido mercado de ar- mundo contemporáneo
mas ha trascendido los límites
del monopolio de la fuerza por ¿Podremos rectificar? Es posi-
parte de los Estados —tal como ble si la fórmula de ordenamien-
el postulado weberiano4 pres- to global y nacional deja de ser
cribió—, para generar una ten- el continuo jerárquico Economía
dencia generalizada de armas - Fuerza Militar – Política - Cultu-
por parte de civiles, relacionados ra, para que pasemos a una fór-
con territorios, economías ilega- mula inversa en la que partamos
les y con una suerte de política de la cultura de los pueblos para
de autodefensa personal y gru- proponer una ética y una política
pal que amenaza en pequeñas de la sociedad que gobierne los
escalas con la desintegración de asuntos de la economía y de las
sociedades y Estados nacionales fuerzas de defensa y protección
envueltos en guerras civiles de 5 El carácter de alta o baja intensidad se
refiere a la prolongación en el tiempo de
4 La idea de Estado como instancia de con- un conflicto, a los métodos que se utilizan
centración de la fuerza y como previsión en la confrontación, al objeto de la disputa
de uso único de la violencia fue elaborada y al tipo de afectación que genera; el esca-
por el sociólogo alemán Max Weber (We- lonamiento en la guerra depende de los
ber, 2009). contextos, de los actores y de los intereses
que están en juego.

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Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

que se concentran en los Esta- social, cultural y política que se


dos. escalan en formas de confronta-
ción diversas que no
No se trata de
desconocer las ten-
Somos por otros, siempre, ni necesaria-
con otros, mente, se formalizan
dencias agresivas (ta- en el canon de las
náticas), se trata de para otros;
guerras, pero que sí
reconocer y auspiciar los otros son implican una latencia
la dimensión del eros la fuente de mi agresiva o una vio-
en la que se sitúa el reconocimiento lencia cotidiana en la
arte de la conviven- humano, experiencia individual
cia, la solidaridad, la y colectiva. Eso ge-
fraternidad como fun-
no somos
enemigos, nera una crisis cíclica
damento en una vida
digna, en donde la dig- somos hermanos de estallidos sociales
y una dificultad para
nidad se pone como en la dignidad construir horizontes
valor central de la vida compartida, de vida compartidos.
en común. Somos por incluso siendo
otros, con otros, para adversarios Sin duda, buena
otros; los otros son la
fuente de mi recono-
somos hermanos. parte de la dificultad
radica en la concep-
cimiento humano, no ción misma de los
somos enemigos, somos herma- conflictos “no resueltos” que se
nos en la dignidad compartida, ha arraigado en el cuerpo social,
incluso siendo adversarios somos promoviendo una concepción
hermanos . Este asunto básico
6
donde la humanidad es sospe-
para definir la condición humana chosa de agresividad, y el “otro”,
está específicamente relacionado el diferente, se configura en un
con la convivencia y la seguridad potencial agresor, sin reconocer
y se olvida recurrentemente en que también existen la potencia
la experiencia contemporánea del entendimiento, del amor que
(Benjamin, 1999). une en la diferencia, del acuerdo
en el lenguaje hecho historicidad
De ese olvido devienen no y la práctica histórica de la “fróne-
pocas problemáticas de violencia sis”, la “areté”, es decir, de la for-
6 El asunto del reconocimiento del otro mación del carácter y la virtud de
ha sido abordado desde los estudios de la las personas y los pueblos7.
eticidad de Hegel hasta contemporáneos
como Emanuel Levinas, Axel Honneth y 7 Reconocer que la construcción de suje-
Charles Taylor entre otros. to y comunidad pasa por las socialidades,

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Cuadernos Ciudadanos Nº 1

En ese orden de ideas, interesa importante profundizar crítica-


abordar la reflexión sobre la ma- mente sobre las implicaciones
nera en que se con- que tiene pensar el
ciben las relaciones La clave estaría mundo en términos
humanas, sus capaci- en hacer énfasis de una relación que
dades y su potencial en una dimensión favorezca el merca-
de construir paz, coo- do en un sistema de
peración, convivencia socio-céntrica, acumulación de capi-
y solidaridad, para en donde la tal o la lógica vertical
producir una política formación humana de autoridad de un
del desarme de la so- implique la base Estado centralista. La
ciedad y de disminu- de unas relaciones clave estaría en hacer
ción de las fuerzas de sociales con énfasis en una dimen-
defensa del Estado. Se conflictos sión socio-céntrica, en
trata de edificar una donde la formación
nueva ética política, no agresivos, humana implique la
pacifista, que desarme con tratamientos base de unas relacio-
los lazos sociales en- pacíficos nes sociales con con-
tre personas, comuni- de los mismos, flictos no agresivos,
dades, pueblos, nacio- sin armas, con tratamientos pa-
nes y Estados; de lo sin guerra, cíficos de los mismos,
micro a lo macro y vi- sin pretensiones sin armas, sin guerra,
ceversa. Esta apuesta sin pretensiones de
demanda encontrar de dominación, dominación, explota-
un equilibrio entre las explotación o ción o sujeción. No
matrices mercado- sujeción. es fácil abordar este
céntricas, las matrices tipo de utopías, pero
estado-céntricas y las matrices sin duda son necesarias dados
socio-céntricas;8 sin embargo, es los tiempos que vivimos.
por la formación del carácter, los vínculos La discusión requiere esbozar
afectivos y solidarios que se gestan mutua-
mente en la vida colectiva, es una manera
una antropología de la condición
de desnaturalizar el conflicto y de situar la humana que no se agota en la
discusión en términos histórico políticos. concepción pesimista e indivi-
8 Con matriz se hace referencia a la idea dualista posesiva; una antropolo-
de que hay una especie de estructura on- gía que abre campo a los víncu-
tológica desde donde se lee e interpreta
pragmáticamente aquello que se construye dad. Asunto que tiene implicaciones para-
como realidad, en este caso poniendo al digmáticas en los agenciamientos y ordena-
centro el mercado, el Estado y/o la socie- mientos de la vida social.

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Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

los de solidaridad en los cuales lo no son las tendencias de los con-


humano se hace posible en los flictos que vivimos hoy. Corres-
vínculos afectivos y efectivos de ponde entonces realizar algunas
las culturas que lo acunan; forma- aproximaciones a realidades con-
ciones culturales que son reco- cretas y específicas que permiti-
nocibles y que entran en el dina- rán visualizar un análisis aplicado.
mismo de lo que permite pervivir,
pero también que es reformable
y transformable. Esta apertura
mental de la humanidad, auspi- 3.
ciada por varias tradiciones del EL DESARME
pensamiento pacifista necesitará
entonces de una transformación MUNDIAL,
de las instituciones tradicionales
de la política, la economía y la
UNA BÚSQUEDA
cultura, basada en la superación PERMANENTE
de la fiebre hegemónica que
todo lo desea controlar tanto en
los planos íntimos como en los Las guerras mundiales en
colectivos (Honneth, 1997). la primera mitad del siglo
Las armas no serían necesarias XX y la carrera armamen-
si pasamos de la díada amigo-ene- tista de la Guerra Fría han mar-
migo, a la díada amigo-adversario cado una profunda huella sobre
(Schmitt, 1932). La proeza, la epo- la capacidad de autodestrucción
peya de la humanidad será enton- de la humanidad.Todo el esfuerzo
ces la de aquel que hace de su ad- por construir una liga de naciones
versario su hermano del camino, y y por concretar una matriz co-
la virtud pasará por tratar proce- mún de derechos humanos con
sualmente las desconfianzas y las instrumentos de regulación de
disputas en una perspectiva que las relaciones entre las naciones
reconozca las interdependencias y las culturas marcaron múltiples
humanas y que por lo tanto elimi- esfuerzos en los últimos años en
ne las apreciaciones en blanco y el concierto mundial, todos ellos
negro, y las salidas absolutas en las centrados en no repetir el holo-
relaciones humanas. causto temprano del siglo XX.
Ese es el escenario en el que En medio de esa marca tole-
hay que trabajar; sin embargo esas rante y civilista de la Modernidad,

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Cuadernos Ciudadanos Nº 1

la proliferación de armas nuclea- de armas, contribuyendo a finales


res, biológicas y químicas, de mi- del siglo XX a la generación de
nas antipersona, de mecanismos de re-
armas convencionales ...la proliferación ducción de gastos mi-
para los cuerpos de de armas litares, prohibición de
ejército y cortas de nucleares, cierto tipo de armas
uso “doméstico”, ha de violencia indiscri-
vuelto este mundo biológicas y minada (especialmen-
un lugar a todas luces químicas, te las nucleares) y
más inseguro para vi- de minas sobre todo a generar
vir. La lógica de la di- antipersona, una conciencia gene-
suasión armamentista de armas ralizada en las ciuda-
y de la hegemonía convencionales danías sobre la nece-
política con imposi- para los cuerpos sidad de emprender
ción de la fuerza ha nuevos caminos dife-
generado la inversión de ejército y rentes al militarismo,
de enormes recursos cortas de uso la competencia y la
en gasto militar y de “doméstico”, unilateralidad.
armas, en contravía ha vuelto este
de las perspectivas de Finalizando la Gue-
mundo un lugar rra Fría la posibilidad
subsistencia de los se- a todas luces
res humanos y de los de guerras entre Es-
más inseguro tados disminuyó radi-
más celebrados trata-
dos internacionales. para vivir. calmente, auspiciando
un panorama prome-
Como respuesta a la conso- tedor en términos de poder con-
lidación de las dinámicas de ar- solidar un marco regulatorio en
mamentismo, disuasión y apoyo el que la diversidad y la conviven-
de guerras ideológicas bajo he- cia pudiesen ser regulados por
gemonías marcadas, han surgido múltiples instrumentos diplomá-
procesos de resistencia civil en ticos, de solución y mediación de
los que diversas organizaciones y controversias internacionales, en
movimientos se pronuncian a fa- medio de un talante tolerante y
vor del desescalamiento del des- civilista. Sin embargo, rápidamen-
arme en todos los sentidos. Es- te aumentaron tensiones bélicas
tos movimientos han actuado en en una suerte de mezcla entre
búsqueda de una utopía por la conflictos internos, dinámicas de
convivencia pacífica en la diversi- delincuencia organizada, intere-
dad, en contra de la proliferación ses multinacionales y vulneracio-

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Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

nes a los Derechos Humanos, Europa del Este y en Medio


que Kaldor (2001) denominaría Oriente, se ha acompañado de
“Nuevas Guerras”, unos zapatos menos
generándose así una La venta y compra vistosos pero sí más
violencia difusa y sis- de armas cotidianos: colonizan-
témica que ha afecta- continúa siendo do otras formas de
do principalmente a expresión social que
población civil y se ha un lucrativo confrontan la posibili-
expresado en un pro- negocio dad de la fraternidad
ceso de armamentis- para muchos en la cotidianidad de
mo variado. gobiernos y la vida en campos y
Armas biológicas,
grandes empresas ciudades, ha puesto
multinacionales las armas como sím-
químicas, de minas bolo y como mate-
antipersona y tam- que terminan
rialidad funcional de
bién armas pequeñas ganando nutridos micro-poderes que
y ligeras alimentan dividendos sustentan la lógica
hoy una industria bé- a costa del de la expropiación y
lica que se agiganta sufrimiento el despojo, animado
con la inversión de éste por agentes difu-
enormes recursos
y la muerte de
en gasto militar y de miles de víctimas sos desde el punto de
de guerras vista de la convencio-
armas que hacen paí- nalidad de la guerra,
ses principalmente en entre países pero profundamente
Medio Oriente, Áfri- y de conflictos letales respecto de las
ca, Centro y Suda- bélicos internos. condiciones de vida
mérica, consolidando de la humanidad hoy.
en la primera década
del siglo XXI un nuevo proceso Acompañado a esta lógica
armamentista que se configura armamentista, estamos también
como una especie de guerra fría presenciando una “segunda olea-
multipolar. da” de desarme que ha tenido
como logros tempranos, aunque
De otro lado, la contempo- siempre insuficientes, el rechazo
raneidad que nos arropa, ade- y la “prohibición de armas quí-
más del vestido de belicosidad micas, minas antipersona y las
“macro” que implicó serias con- bombas racimo”, y las “armas
secuencias en las relaciones in- ligeras”. Según lo expresa Fisas
ternacionales, por ejemplo en (1998, 29), dicho comercio, de

21
Cuadernos Ciudadanos Nº 1

manera paradójica, “a pesar de fismo, no violencia, sigue siendo


representar sólo una parte poco parte de la agenda local, nacio-
significativa del volumen total del nal e internacional. De su avan-
comercio mundial de armamen- ce depende que se pongan en
tos, ha puesto a disposición fácil escena las posibilidades de paz y
de una gran cantidad de perso- de unión entre los seres huma-
nas todo tipo de armas, y a bajo nos, en el sentido de sobrevivir
costo, para ser usadas en guerras como especie; la evolución de
civiles y en conflictos étnicos, o este movimiento global es y será
para fines ilícitos y criminales, uno de los grandes retos que se
aumentando la inseguridad de plantean en nuestro devenir en
las ciudades y rearmando a toda el futuro, el desarme es un punto
clase de bandas, grupos paramili- nodal de esta discusión.
tares, mafias, clanes y guerrillas”.
La venta y compra de armas
continúa siendo un lucrativo ne- 4.
gocio para muchos gobiernos y
grandes empresas multinaciona- LOS DESARROLLOS
les que terminan ganando nutri- NORMATIVOS
dos dividendos a costa del sufri-
miento y la muerte de miles de SOBRE DESARME DE
víctimas de guerras entre países ARMAS DE FUEGO
y de conflictos bélicos internos9.
La expresión de las ciuda-
danías respecto de posiciones
Diferentes iniciativas de
humanistas de convivencia, paci- orden multilateral han ge-
nerado valiosos aportes
9 El mercado internacional de armas siguió
dominado entre 2008 y 2012 por Estados a desarrollos normativos
Unidos realizando alrededor del 30% de de tendientes a generar un proceso
las transferencias de armas convencionales gradual de desarme en las na-
globales y suministrando armas a 170 paí- ciones. Entre ellos se encuentran
ses, seguido por Rusia con un 26%. Améri-
ca Latina no ha sido ajena a esta dinámica,
el Tratado de No Proliferación
en el 2008 los países del sur del continente Nuclear, 1968; la Convención de
gastaron en defensa 51.100 billones de dó- Ottawa sobre minas antiperso-
lares, equivalentes al 70% de las remesas na, 1997; la Convención sobre
externas; siendo Brasil, Colombia y Chile la Prohibición del Desarrollo, la
los países que más compran armamento.
(Ministerio de Defensa España, 2013). Producción, el Almacenamiento

22
Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

y el Empleo de Armas Químicas sidad de un protocolo contra


y su Destrucción, 1997. A la par la fabricación y el tráfico ilícitos
han existido esfuerzos por gene- de armas de fuego, sus piezas,
rar instrumentos de control y/o componentes y municiones.
disminución del comercio global
de armas de fuego bajo el interés • En el año 2000, dicha Asamblea
de minimizar mercados ilegales y en Resolución 54/54 decidió
de regular flujos también legales convocar a una Conferencia
norte-sur que alimentan conflic- de las Naciones Unidas sobre
tos internos y violencias locales el Tráfico Ilícito de Armas Pe-
en no pocas veces relacionados queñas y Ligeras en Todos sus
con intereses económicos o Aspectos, que se realizó en el
geopolíticos, transnacionales, los año 2001.
cuales a través de dichas armas • En el 2001 se lleva a cabo la
encuentran su medio más barato, Conferencia de las Naciones
menos evidente, y más letal de Unidas sobre el particular y se
desestabilización política y social. aprueba el Programa de Ac-
Entre los instrumentos más des- ción para prevenir, combatir y
tacados se encuentran: eliminar el tráfico ilícito de ar-
mas pequeñas y ligeras en to-
4.1 dos sus aspectos.
NORMAS • El Protocolo contra la fabri-
A NIVEL MUNDIAL cación y el tráfico ilícitos de
armas de fuego, sus piezas y
• La Asamblea General de Na- componentes y municiones,
ciones Unidas en 1998 es- complementario a la anterior
tableció un comité especial Convención, fue aprobado
intergubernamental para la mediante la Resolución 55/255
elaboración de lo que fue pos- de la Asamblea General en
teriormente la Convención de 2001, y entró en vigor el 3 de
las Naciones Unidas contra junio de 2005. Este es un ins-
la Delincuencia Organizada trumento jurídicamente vincu-
Transnacional, aprobada en la lante que aborda el problema
Resolución 55/25 del 15 de de las armas pequeñas. Estos
noviembre de 2000 (Oficina instrumentos llaman la aten-
de Contra la Droga y el Delito ción sobre la necesidad de di-
de Naciones Unidas. (2004)), rigir esfuerzos en los diferentes
en el que se especifica la nece- niveles (internacional, regional

23
Cuadernos Ciudadanos Nº 1

o nacional) sobre mecanismos y obliga a tener registros do-


jurídicos, políticos y de control cumentales en países impor-
social, que garanticen el con- tadores, exportadores e inter-
trol, transparencia y regulación mediarios. Colombia anunció
de la disposición de armas pe- en septiembre de ese año la
queñas en los países. Este Pro- ratificación de dicho Tratado.
tocolo, en su momento, no fue
ratificado por Colombia. 4.2
• En el año 2005, como desa- NORMAS
rrollo del Programa de Acción A NIVEL REGIONAL
para prevenir, combatir y elimi-
nar el tráfico ilícito de armas • En 1997 se firma la Conven-
pequeñas y ligeras, con el fin de ción Interamericana contra la
fomentar y facilitar la coopera- Fabricación y el Tráfico Ilícitos
ción y la asistencia internacional de Armas de Fuego, Municio-
sobre el tráfico ilícito de armas nes, Explosivos y otros Mate-
pequeñas y ligeras, se pone en riales relacionados, la cual en-
funcionamiento el Instrumento tró en vigor en marzo de 2003.
Internacional que permite a los
Estados Identificar y Rastrear, • En 1998 la Comisión Intera-
de forma oportuna y fidedigna mericana para el Control del
este tipo de armas (Naciones Abuso de Drogas de la OEA,
Unidas, 2005). expide un Reglamento Modelo
para el Control del Tráfico In-
• Para el año 2013 ha queda- ternacional de Armas de Fue-
do abierto para la firma de go, Sus Partes, Componentes y
las Naciones parte del Trata- Municiones en las Américas.
do sobre Comercio de Armas
que incluye armas pequeñas y • En 2003 se promulga la Deci-
ligeras (Asamblea General de sión 552 del Consejo Andino
Naciones Unidas, 2013), el cual de Ministros de Relaciones
ha sido firmado por 107 países, Exteriores de la Comunidad
y está siendo paulatinamen- Andina de Naciones (2003) en
te ratificado por diferentes el que se traza el Plan Andino
naciones, sin llegar todavía al para Prevenir, Combatir y Erra-
mínimo (50) para entrar en vi- dicar el Tráfico de Armas Pe-
gencia. Dicho Tratado aumenta queñas y Ligeras de la Región,
los controles sobre comercio incorporada directamente por

24
Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

la legislación nacional sin nece- ción, distribución y vigilancia por


sidad de legislación previa. parte de los gobiernos10.

4.3 A nivel de normatividad inter-


nacional, si bien existen intentos
NOTA AL MARGEN de regulación como el registro
SOBRE LA NORMATIVA interno sobre transferencias de
10 Según estimaciones de Naciones Uni-
Los miembros permanentes das, entre el 40 y el 60% del comercio de
del Consejo de Seguridad de la las armas pequeñas es ilícito en el mundo
ONU, con excepción de Ale- en un momento u otro. De ahí que el co-
mania, manejan un discurso que mercio masivo y descontrolado de este
apunta a la promoción del mante- tipo de armas sea uno de los elementos
nimiento de la paz y la seguridad que llaman la atención en lo que respecta
a la “mano invisible” de los países con in-
internacional que es contradicto- dustria armamentista que prende fuego a
ria con lo que hacen sus empre- las violencias políticas y/o sociales. Como lo
sas de armamentos, muchas de plantea Visas (2008, 268), dicho comercio
ellas estatales, a la hora de dis- “ha sido una de las causas que ha posibili-
tribuir la mercancía armamentis- tado el mantenimiento de regímenes dicta-
ta (Amnistía Internacional, 2011). toriales… fuente de endeudamiento y em-
pobrecimiento de muchos países… y uno
Es decir que, aquellos en quienes de los factores que ha hecho aumentar la
está la responsabilidad de regular letalidad y la duración de los conflictos del
la estabilidad mundial terminan último medio siglo”. La guerra y la violencia
siendo los principales implicados entendidas como mercados en los que se
en el comercio de material bé- demandan armas y se direcciona violencia
lico, insumo y herramienta para con fines económicos han sido de alguna
manera instrumentos de dominación y co-
la ejecución de homicidios, geno- lonización (Norte-Sur) en los últimos tiem-
cidios y violaciones de Derechos pos al margen de consideraciones éticas o
Humanos sin la debida restric- políticas.

Es decir que, aquellos en quienes está la responsabilidad de


regular la estabilidad mundial terminan siendo los principales
implicados en el comercio de material bélico, insumo y
herramientas para la ejecución de homicidios, genocidios y
violaciones de Derechos Humanos sin la debida restricción,
distribución y vigilancia por parte de los gobiernos.

25
Cuadernos Ciudadanos Nº 1

armas convencionales aprobado de armas. Se enfoca en la formu-


por la Asamblea General de Na- lación y ratificación de variados
ciones Unidas, que entró en fun- instrumentos principalmente en-
cionamiento en 1992, por ser un focados a la reducción, control
mecanismo voluntario de trans- y/o reglamentación de su oferta
parencia muy pocos países en- mediante acciones como control
vían algún tipo de información11. de manufactura, almacenamien-
to, producción, comercio legal e
ilegal y sanciones por no cum-
plimiento a normas establecidas
5. (Atwood et al, 2006). Como es
LOS DESARROLLOS el caso de los protocolos inter-
nacionales de la Asamblea Ge-
DE POLÍTICA SOBRE neral de Naciones Unidas; la
DESARME Convención sobre Prohibiciones
o Restricciones del Empleo de
Ciertas Armas Convencionales
Han existido dos ten- que puedan considerarse exce-
dencias a nivel internacio- sivamente nocivas o de efectos
nal en instrumentos de políticas indiscriminados; la Convención
en torno al desarme: la primera, sobre la prohibición y restricción
referida al tema de la oferta de del desarrollo, la producción y el
armas que pasa por la cadena almacenamiento de armas bacte-
de producción hasta llegar a la riológicas (biológicas) y toxínicas
dinámica propia de transacción y la Convención sobre la prohibi-
de bienes, es decir, comercializa- ción del empleo, almacenamien-
ción por parte de quienes tienen to, producción y transferencia de
el monopolio de las armas. El minas antipersonales. En todos
tema se centra en la regulación estos casos, las políticas se enfo-
a través de protocolos, tratados can a restricciones en el orden
y leyes impulsados desde orga- unilateral de oferta a la demanda
nismos multilaterales con el pro- de armas de diferente índole12.
pósito de evitar la “proliferación” La segunda tendencia de ori-
11 En 1995 la gran mayoría de Estados in- gen más local se ha centrado en
cluyendo el colombiano no enviaron nin- la reducción de la demanda de
guna información de registro de compra
de armamento, a pesar de ser de conoci- 12 Naciones Unidas, Asamblea General,
miento público debido a la declaración de Convenciones 52/42 de 1997, 52/47 de
algunos países exportadores. 1997 y 52/38 de 1998.

26
Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

armas, vinculando directamente la sociedad. Estos planteamientos


el tema del desarme a los con- deben llevar a la reflexión sobre
ceptos de “Seguridad Humana” las amenazas que se presentan
y “Desarrollo Humano”13, bajo en la actualidad, las cuales no se
la finalidad de “desestimular” las remiten simplemente en formas
razones individuales y sociales de fuerzas enemigas, sino que se
para tener armas de fuego. En extienden a la presencia de po-
tal sentido, se analizan e intervie- breza, la ausencia de oportunida-
nen tanto motivaciones, medios, des, la discriminación, etc., facto-
preferencias y recursos que in- res desestabilizadores que van a
fluyen en la decisión que toman la par de los conflictos armados
los ciudadanos, individual y co- e internos (Gillis, 2009: 5,6).
lectivamente para obtenerlas, así
como aspectos relacionados con
el riesgo potencial y real de cau-
sar daño en la sociedad. Dichas 6.
acciones tienen como énfasis el EXPERIENCIAS
involucramiento activo de la so-
ciedad civil, la participación de DE POLÍTICAS
las localidades y la reforma del
sector de seguridad, la atención
DE DESARME A
a grupos particularmente afec- NIVEL REGIONAL
tados, la generación de meca-
nismos de resolución pacífica de
conflictos y el fortalecimiento de América Latina es cono-
capacidades para la construcción cida por múltiples razones,
de paz y convivencia14. entre esas su gran riqueza cul-
tural y la diversidad que existe
En resumen, las anteriores entre sus pobladores. Esa diver-
tendencias concentran dos ideas sidad aunada a múltiples rasgos
de percepción de seguridad, la históricos y estructurales como
concepción de seguridad nacio- la pobreza, la exclusión, la falta
nal centrada en la defensa del de oportunidades sociales y las
Estado frente a los ataques ex- dinámicas de corrupción política
ternos y la concepción de segu- y administrativa, hacen que nues-
ridad humana centrada en la se- tros países (en este caso los del
guridad del individuo dentro de lado centro y sur del continente
13 Ibid. Pag. 19. americano) compartan una serie
14 Ibid. Pag. 64-75 de fenómenos de criminalidad

27
Cuadernos Ciudadanos Nº 1

en ascenso, privatización de la se- rrollo pacífico, no sólo de los con-


guridad, problemas relacionados flictos sociales sino en la construc-
con el tráfico y consu- ción y mantenimiento
mo masivo de drogas Es un derecho en el tiempo de proce-
prohibidas, que van de de los ciudadanos sos de paz. Es un dere-
la mano con las lógicas y una obligación cho de los ciudadanos
de consumo arma- y una obligación de los
mentista promovidas, de los Estados Estados salvaguardar
en gran medida, por salvaguardar la integridad de la po-
las mismas naciones la integridad blación bajo criterios
que en la mayoría de de la población que garanticen el pleno
los casos no ejercen bajo criterios goce de los derechos
gran control al respec- que garanticen constitucionales. Es así
to, permitiendo entre el pleno goce como surgen progra-
otros asuntos, que la mas y políticas públicas
propagación de armas de los derechos consecuentes (en la
pequeñas refuerce el constitucionales. mayoría de los casos)
ciclo creciente de in- con dicho fin.
seguridad y crisis.
Las campañas y políticas de
Debido a la reflexión sobre el desarme funcionan como polí-
manejo y control que los Estados ticas concretas orientadas a la
deben tener sobre las armas lige- disminución y prevención de
ras y pequeñas, aunado a la nece- hechos de violencia. Un Estado
sidad de formular propuestas que que se enfoque en prevenir y no
permitan generar campos de ac- solo en contrarrestar el delito, es
ción política y jurídica afables a la un Estado con más capacidad y
construcción de nuevas maneras calidad de gestión en beneficio
de relacionarse y resolver los con- de una sociedad. Las políticas de
flictos desde una esfera de convi- desarme a nivel de América latina
vencia y paz, diferentes gobiernos han tenido el fin de disminuir la
han marcado una tendencia posi- proliferación de armas de fuego
tiva que avanza en la construcción en manos de la sociedad civil, con
de políticas y campañas de desar- el propósito de disminuir y en el
me o restricción al porte y tenen- mejor de los casos evitar hechos
cia de armas de fuego. de violencia. A continuación se
presentan algunas experiencias
La política de desarme juega de países de la región que se han
un papel fundamental en el desa- orientado en ese sentido:

28
Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

6.1 Naciones Unidas (UNODA) y el


Consejo Mundial del Futuro y la
ARGENTINA Unión Interparlamentaria (UIP).
Se reconoció así este programa
El Plan Nacional de Entrega
como “una política sostenible
Voluntaria de Armas de Fuego15
que demuestra que el cambio
fue promulgado por ley 26.216
positivo es posible cuando hay
en enero del 2007, y puesto en
voluntad política”.
funcionamiento el mismo año,
con el propósito de disminuir Además de posibilitar la en-
el uso y proliferación de armas trega de manera anónima y
de fuego, reducir accidentes, he- voluntaria a cambio de un in-
chos de violencia y delitos oca- centivo económico, la ley ar-
sionados con el acceso y uso de gentina ha instituido mediante
estas, además de promover una Ley 25.938 de 2004 un registro
conciencia frente de los riesgos nacional de armas de fuego, ge-
que implican su tenencia. Su éxi- nerando una política más inte-
to inicial fue tal que se decidió no
gral de control y prevención de
sólo prorrogar la iniciativa sino,
la violencia armada, que incluye
mediante decreto, asegurar la
continuidad de la política desde medidas de control del merca-
la agenda de gobierno. do legal y medidas de persecu-
ción del mercado ilegal de las
Como consecuencia de este armas de fuego.
programa se lograron significa-
tivos avances en la destrucción 6.2
de armas de fuego y municiones BOLIVIA
que a la fecha ha significado la
baja de 250.000 elementos en- La nueva Constitución Políti-
tre armas de fuego y municiones, ca de Bolivia de 2008 estableció,
convirtiéndolo en líder mundial mediante el Artículo 298, que
en desarme y haciéndolo mere- eran competencias privativas
cedor en el 2014 del premio “Fu- del nivel central del Estado las
ture Policy Award 2013” otorga- armas de fuego y explosivos, y
do por la Oficina de Asuntos de que quedaban bajo el control
Desarme de la Organización de del ministerio de Defensa. Con
15 Para mayor información consultar la página en el Decreto 29534 se reguló
del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos
de la presidencia de Argentina. En: http://www.
la importación, comercialización,
desarmevoluntario.gov.ar/plandesarme.html tenencia, manipulación, empleo,

29
Cuadernos Ciudadanos Nº 1

portación, destrucción, desacti- estableció restricción de ventas


vación, control, fiscalización, in- de municiones, aumentó el con-
cautación y confiscación de ar- trol en la compra de municiones
mas y municiones de uso militar, por las fuerzas de organismos de
policial y civil. seguridad, restringió la tempora-
lidad de licencias y registros de
En el 2013 el gobierno pro- empresas de seguridad privada
mulgó una ley de control de ar- debiendo ser renovadas perió-
mas buscando regular su porte dicamente, y centralizó la infor-
y tenencia por parte de civiles mación sobre armamento en un
y militares en el país. El ordena- banco nacional de datos.
miento jurídico estableció penas
de hasta 30 años de prisión para En octubre de 2005 se reali-
los militares y policías que se de- zó en Brasil un referendo para
diquen al tráfico de estas herra- prohibir la venta de armas para
mientas de seguridad y defensa. civiles. El 64% de los electores
Esta norma tiene la finalidad de votaron en contra de la prohi-
garantizar la seguridad ciudadana bición del comercio de armas.
así como la convivencia pacífica Con este panorama el gobier-
y la vida de las personas, previ- no decidió realizar una cam-
niendo y sancionando los delitos paña de legalización de armas
relacionados al tráfico ilícito de con indemnizaciones, registran-
armas de fuego. do 1.408.285 durante los años
2008 y 2009.
6.3 El Estatuto de Desarme per-
BRASIL mitió la reducción del 90% en
la venta de armas, incidiendo de
Mediante el Estatuto de Des- tal manera que, al 2008, se ha-
arme del 2003 el Estado de Brasil bían reducido significativamente
instauró una medida de control las personas armadas en la calle,
sobre el tráfico ilícito de armas además de destruir un número
en el país: prohibió el porte de ar- de 1.885.910 armas de fuego.
mas por parte de civiles, aumen- Frente a la reducción de la tasa
tó la edad mínima para compra de homicidios desde la imple-
de armas a 25 años. Concentró mentación de la ley en el 2003
en la policía federal la expedición hubo una reducción del 12,6%;
de registros, porte y autorización luego, en el año 2010, se repor-
de compra de armas para civiles, tó una disminución del 18% de

30
Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

las muertes a causa de armas de


fuego, equivalente a 5 mil perso-
nas menos. 7.
CONTEXTO
6.4
CHILE
GENERAL
DE LAS ARMAS
La Dirección General de Mo-
vilización Nacional (DGMN) bajo
Y LA VIOLENCIA
ley 17.798 estableció la regula- EN COLOMBIA
ción —bajo el control del Minis-
terio de Defensa Nacional— de
las armas, explosivos, fuegos ar- En el caso colombiano
tificiales, artículos pirotécnicos y es indudable el impacto del
otros elementos similares. Estipu- armamentismo de armas peque-
lando que el porte de las armas ñas en las diferentes dinámicas
está delimitado para Fuerzas Ar- de violencia. Uno de los países
madas (Ejército, Armada y Fuer- que más ha incrementado su pie
za Aérea), carabineros, policía de de fuerza y destinado recursos
Investigaciones, gendarmería, la para la compra de armamento es
dirección General de Aeronáuti- Colombia, contando con el apo-
ca Civil y civiles que reciban en yo de los EE.UU. a través del Plan
casos calificados una autoriza- Colombia en la década de los
ción de la Dirección General de noventa, hasta la asignación por
Movilización Nacional para por- parte de la misma nación extran-
tar armas cortas por un período jera en el 2011 de 345 millones
máximo de un año. para las fuerzas de seguridad y
armadas.Todo esto ha significado
Campañas como “vecino, en- un gran aumento de la capacidad
trega tu arma”, agenciada por armamentista del país16. Para el
los carabineros, han permitido la
entrega voluntaria de armas de 16 En el periodo comprendido de 2002 al
fuego, mostrando como resulta- 2008 Colombia adquirió 44 helicópteros
do en el último trimestre del año aumentando su número a 140, 62 aviones,
11.500 vehículos y 161 unidades navales y
2013 la entrega total de 726 ar- fluviales, 134 vehículos de combate blinda-
mas. dos de exploración. Después de Brasil, este
país es el que más hombres tiene en las
Fuerzas Armadas, con un total de 253.000,
una cifra que duplica o triplica el número

31
Cuadernos Ciudadanos Nº 1

año 2010 la importación de ar- antecedido por Venezuela con


mas ligeras y pequeñas era de por 12,04% (Portafolio, 2014).
lo menos 91 millo-
nes17; en el 2012 era Uno de los países Finalmente para el
el país de Sudamérica año 2014, según el
que más ha informe presentado
que mayor inversión incrementado su por el Instituto Inter-
tenía de gasto militar
con relación al PIB: pie de fuerza y nacional de Estudios
el 3,3%. Para el 2013, destinado recursos para la Paz de Esto-
según el informe del para la compra colmo (SIPRI), fueron
Instituto de Estudios de armamento asignados 27 billones
Estratégicos Interna- es Colombia, de pesos como presu-
cionales de Londres contando con puesto para la defen-
(IISS) se constató el apoyo sa del país. Alrededor
que el gasto militar de 25 billones están
de Colombia fue del de los EE.UU.
destinados al pago de
11;6%, alrededor de a través del salarios de militares
21,5 billones de pe- Plan Colombia y la manutención de
sos para inteligencia en la década de las tropas, el resto del
militar y armamento, los noventa, hasta dinero está previsto
y para el sostenimien- la asignación por para la contratación.
to de 428.859 hom- parte de la misma Asimismo, alrededor
bres de las Fuerzas de 7 billones de pe-
Armadas, 265.707 de nación extranjera
sos están asignados
las Fuerzas Militares y en el 2011 de 345
163.152 policías. Lo millones para para la compra o me-
anterior ubica a Co- las fuerzas joramiento de aero-
lombia entre los que naves y armas, lo que
de seguridad y significa un incremen-
más aumentaron el armadas.
gasto militar en 2013, to del 13% (El Espec-
de hombres en países como Venezuela tador, 2014).
y Ecuador. De igual manera permitió la
implantación de siete bases militares es-
Los gastos militares de Co-
tadounidenses con la presencia de 1.200 lombia son abultados en térmi-
militares y técnicos. nos comparativos de número
17 Provenientes de US, Israel, Brazil, South de habitantes. Si comparamos
Korea. Importando armas de fuego milita- con Brasil que al 2012 tenía
res, cartuchos de escopeta, munición para
armas pequeñas, revólveres y pistolas, par- una población de 205.716.890
tes y accesorios de escopetas y rifles. en relación a la colombiana de

32
Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

45.239.079, supondríamos que realizó el Observatorio Hemisfé-


en este país la inversión en gasto rico de Seguridad de la OEA, en
militar debería ser mayor, sin em- Colombia se presentaron 37,7
bargo es de 1,5%, mucho menor muertos por 100.000 habitantes
a la de Colombia que tiene el ré- (17.459 homicidios en total). De
cord en América latina desde el acuerdo con este organismo, en
año 2009. promedio un 74% de todos los
homicidios se cometieron con
En Colombia, por cada 100 armas de fuego, cifra que aumen-
habitantes hay 6 civiles armados, tó en el 2011 con un 81%; en el
2.700.000 armas al 2011. Si se año 2013 los homicidios aumen-
realiza un ejercicio de revisión taron en un 34,5% en compara-
a través del tiempo el panora- ción con el año 2012.
ma no es alentador, en el año
2009 habían 200.000 armas en
circulación entre legales e ilega-
les, para el 2011 el número iba 8.
rápidamente en ascenso con un
total de 1.800.000 armas legal- DESARROLLOS
mente adquiridas, de las cuales NORMATIVOS
aproximadamente 700.000 con-
taban con permisos vencidos A NIVEL NACIONAL
y con incautaciones que supe-
raban el número de ilegalidad Los desarrollos norma-
(de las 37.965 armas incautadas tivos sobre armas en Co-
27.117 eran ilegales). En Cali la
preocupación aumenta debido lombia han sido siempre
a la desaparición de 500 armas controvertidos y con dificul-
en la Tercera Brigada del Ejército tades, dado el conflicto armado
durante el año 2013, o al núme- que lleva 50 años, variadas di-
ro de 3.341 incautaciones: 1.964 námicas delictivas que implican
casos sin amparo legal. un importante flujo de armas
legales e ilegales en la sociedad
En el tema de homicidios, los y cierta incapacidad de parte de
números de porcentajes y asesi- las fuerzas armadas de garantizar
natos a causa de armas de fuego, el monopolio de las armas, han
van en aumento: en el 2010, se- generado reclamos por parte de
gún el Informe sobre Seguridad sectores de la sociedad sobre el
Ciudadana en las Américas, que uso de las armas como medida

33
Cuadernos Ciudadanos Nº 1

de “autoprotección”, generando • Ley 737 de 2002 por medio de


un proceso acumulativo de ar- la cual se aprueba la “Conven-
mamentismo en la sociedad, y ción Interamericana contra la
en consecuencia inconvenientes Fabricación y el Tráfico Ilícitos
en el control tanto de las armas de Armas de Fuego, Municio-
como de las dinámicas institucio- nes, Explosivos y Otros mate-
nales y criminales que el uso civil riales relacionados” CIFTA de
han generado. 1997. Promulgado por el De-
Un antecedente histórico en creto 2122 de 2003.
este sentido fue el caso de los • Ley 1119 de 2006, por la cual
Servicios Comunitarios de Vigi- se actualizan los registros y
lancia y Seguridad Privada (De- permisos vencidos para el con-
creto-Ley 356 e 1994. Art. 42), trol al porte y tenencia de ar-
que dio vida legal a organizacio- mas de fuego y se dictan otras
nes de “Autodefensa” denomi-
disposiciones.
nadas “Convivir”, que a pesar de
haber sido derogadas posterior- • Ley 1121 de 2006, mediante
mente, a la postre terminarían la cual se dictan normas para
siendo el germen de una diná- la prevención, detección, inves-
mica paramilitar, pero también tigación y sanción de la finan-
de una exacerbación del arma- ciación del terrorismo y otras
mentismo y de una concepción disposiciones.
privatizada de la seguridad y de la
justicia, muy arraigada actualmen- • Ley 1142 de 2007, en la que se
te en nuestra sociedad. reforman parcialmente las Le-
yes 906 de 2004, 599 de 2000
A pesar de lo anterior, el Esta- y 600 de 2000 y se adoptan
do Colombiano ha generado de-
medidas para la prevención y
sarrollos normativos de acuerdo al
represión de la actividad delic-
cumplimiento de compromisos in-
ternacionales que ha suscrito, que tiva de especial impacto para
más que tendientes al desarme de la convivencia y seguridad ciu-
la sociedad y del Estado, se han en- dadana.
focado al control del flujo de ar- • Ley 1539 de 2012 por medio
mas legales e ilegales, entre los más del cual se implementa el cer-
representativos se encuentran: tificado de aptitud psicofísica
• Ley 599 de 2000, Código Penal para el porte y tenencia de ar-
Colombiano. mas de fuego.

34
Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

8.1 go una “razón de Estado” en tér-


minos de defensa del “interés na-
¿POLÍTICAS cional”, que en muchas ocasiones
DE DESARME es subsidiaria de intereses trasna-
A NIVEL NACIONAL cionales, de hegemonías globales
que se posan sobre nuestro te-
EN COLOMBIA? rritorio, haciendo primar intere-
ses particulares sobre el genuino
Resulta paradójica la posi- interés público.
ción de la Constitución Política
Colombiana respecto a la con- Esta concepción vertical y fun-
cepción civilista y desarmada cional de la seguridad, asume la
de la sociedad18. En seguridad nacional
el fondo su espíritu ...sigue como un asunto de
sigue manteniendo manteniendo una las fuerzas armadas y
una mirada jerárqui-
ca de la seguridad
mirada jerárquica del ejecutivo nacional,
entre tanto la seguri-
de la escuela de las de la seguridad de dad ciudadana como
Américas, centrada la escuela de las un asunto de la poli-
en la visualización de Américas, centrada cía y de los ejecutivos
los territorios como: en la visualización municipales y depar-
propiedades, recur- de los territorios tamentales con mo-
sos, bienes y áreas como: propiedades, nitoreo del gobierno
para la producción en central, la convivencia
el contexto del mer-
recursos, bienes ciudadana como me-
cado de capital. De y áreas para la nester de gobiernos
ahí se desprende una producción en locales. A su vez, exis-
perspectiva vertical, el contexto del ten deficientes y des-
limitada y unilateral mercado de capital. gastados mecanismos
de concebir asuntos institucionales para
complejos y conflicti- el trámite de conflic-
vos de nuestra vida en sociedad, tos sociales, lo que conlleva a
en los que se impone una visión una disociación entre seguridad-
hegemónica que resulta ser lue- conflicto-convivencia, en el que
las decisiones locales en térmi-
18 Si bien, en sus artículos 81 y 223, exis- nos de desarme están en ma-
te una intensión expresa de manifestar la nos de altos mandos militares y
potestad del Gobierno sobre el control y
regulación de armas, en su artículo 216 jus-
del gobierno nacional, mediadas
tifica el servicio militar obligatorio. por diversos grupos de interés,

35
Cuadernos Ciudadanos Nº 1

en muchos casos grupos que se cas de desarme. Por ejemplo la


oponen al desarme civil, etc. Así, Política Nacional de Seguridad
se corre el riesgo de y Convivencia Ciu-
convertir estos pro- Los principales dadana formulada en
cesos en una estra- hitos de desarme 2011 (Alta Conseje-
tegia de desarmar “al se han debido ría, 2011) que tenía
otro” y no como una por objeto disminuir
apuesta de construc- más a procesos los niveles de violen-
ción de civilidad en de reinserción cia y la inseguridad en
la que la misma ins- a la vida civil de entornos urbanos en
titucionalidad debe excombatientes casos de violencia es-
aportar y compro- de grupos pontánea, delincuen-
meterse tanto a de- armados, cia común, delincuen-
fender el genuino in- a procesos de cia organizada y ex-
terés colectivo, como presiones urbanas de
al desescalamiento de sometimiento Grupos al margen de
procesos de arma- a la justicia, la Ley (GAML) y Ban-
mentismo. que a políticas das Criminales (BA-
de desarme. CRIM), no contempla
Como puede apre- mayores desarrollos
ciarse, en el país el en acciones tendien-
bloque constitucional y legislati- tes al control y regulación de ar-
vo está profundamente atrasado mas, tampoco de promoción de
respecto de otros países del área. desarme civil a pesar de las abulta-
Esto se evidencia en la evolución das cifras de armas ilegales que el
del campo normativo sobre des- Estado no ha podido controlar en
arme civil, el cual está más dirigi- manos de grupos armados y de-
do en torno al control del flujo lincuenciales, pese a las enormes
de armas que sobre un interés burocracias de seguridad privada
marcado en la consolidación de y de una cantidad considerable de
un pacto social por una vida sin armas amparadas legalmente que
armas. aumentan día a día su impacto en
la ocurrencia de homicidios y le-
Los principales hitos de desar- siones personales en el país.
me se han debido más a proce-
sos de reinserción a la vida civil Las iniciativas de restricción de
de excombatientes de grupos armas han partido de gobiernos
armados, a procesos de someti- locales atendiendo clamores ciu-
miento a la justicia, que a políti- dadanos respecto de exigencias

36
Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

tácitas para disminuir índices de Dentro de ese marco se pro-


violencia, y no precisamente de movieron campañas de desarme
decisiones tomadas por el Go- que permitieron a los ciudada-
bierno Nacional, quien desde su nos entregar de manera anónima
perspectiva de seguridad nacio- y voluntaria las armas de fuego
nal no ha provisto alternativas a y armas blancas. Las campañas
un modelo mixto de Fuerzas Mi- incluyen jornadas de entrega
litares fuertes y armamentismo voluntaria de armas de fuego y
social, lo cual a la larga ha produ- armas blancas, semanas por el
cido un deterioro paulatino de la desarme con actividades peda-
seguridad interna del país. gógicas, académicas, comunitarias
y de sensibilización en torno al
desarme.
9. Frente a las restricciones de
INICIATIVAS porte y tenencia de armas, la ciu-
dad de Medellín es pionera en la
Y EXPERIENCIAS lucha por el desarme ciudadano,
LOCALES gracias al esfuerzo y trabajo arti-
culado de la Alcaldía de Medellín y
DE DESARME de la Cuarta Brigada, que desde el
EN COLOMBIA año 2009 de manera ininterrum-
pida, han mantenido vigente esta
restricción con la suspensión de
9.1 vigencia de permisos para el por-
MEDELLÍN te y tenencia de armas de fuego.

En Medellín durante el 2007


9.2
fue aprobada por Acuerdo Mu- PEREIRA
nicipal una política pública para
la prevención de la violencia, a En el año 2006 se generó una
través del desestimulo al porte, iniciativa apoyada por la Coordi-
uso y tenencia de armas. Este nación del Plan Desarme de la
plan buscaba contribuir a la pre- Alcaldía de Pereira y articulada
vención de la violencia, de homi- por jóvenes. La propuesta inclu-
cidios y accidentes letales desin- yó el deporte y la música como
centivando la demanda de armas propuestas de mediación en la
en la sociedad. convivencia. La iniciativa llamada

37
Cuadernos Ciudadanos Nº 1

“DesArmarte” armas ni de ju- mas de fuego y 15.420 cartuchos


guete, articuló a jóvenes a través de munición de diferentes cali-
de actividades culturales: hip-hop, bres y 367 artefactos explosivos
graffitis y break-dance, además por parte de la ciudadanía.
incluyó actividades de desarme,
como la campaña ‘No a los ju- En el año 2003 se realizó la
campaña de desarme ciudadano
guetes bélicos’. La iniciativa fue
“Armas a la Basura Vida Más Se-
acompañada por la Secretaría de
gura” en tres Parroquias de la Ciu-
Gobierno de Pereira quien reali-
dad dentro del proyecto “Cons-
zó una gran consulta popular de
trucción Ciudadana de la Paz en
carácter pedagógico. En esta jor-
Bogotá Fase I”. Donde se recibió
nada se recogieron 68.453 firmas por entrega voluntaria 488 armas
y 128.985 votos a favor del plan de fuego, 10.264 cartuchos de
desarme, convirtiendo a esta ciu- munición de diferentes calibres, 21
dad en pionera de este proyecto, proveedores, 1 kilo de perdigón, 1
un resultado del 91% de votos kilo de pólvora y 8 granadas.
de apoyo al desarme. De igual
manera la propuesta incluyó au- Tiempo después en el 2004, en
mentar la edad para adquirir ar- 12 parroquias, se dio La Campa-
mas y un seguro obligatorio para ña de Bonos Por Armas de fuego
las mismas. “Para Proteger la Vida, Armas a la
Basura... ¡Vida Más Segura!” den-
9.3 tro del proyecto Construcción
Ciudadana de la Paz en Bogotá
BOGOTÁ Fase II. Se recibió de la ciudada-
nía por entrega voluntaria 743
Campañas de desarme: Armas de fuego, 4.511 cartuchos
En Bogotá se han desarrollado de munición de diferentes cali-
diversas iniciativas tendientes a la bres, 176 artefactos explosivos y
disminución y erradicación del dos pares de esposas.
porte de armas de fuego en ma- En el 2005 se realizó la 12ª
nos de civiles. En 1996 y 1997 se Campaña de Desarme Ciudada-
desarrollaron campañas de des- no Bonos Por Armas de fuego
arme ciudadano que eran inter- “Reconcíliate con la Vida... ¡En-
cambiados por bonos. La campa- trega Tu Arma de Fuego!” en 4
ña denominada “Dejad Que Las parroquias de la ciudad, dentro
Armas Descansen En Paz”, logró del proyecto Construcción Ciu-
la entrega voluntaria de 2.688 ar- dadana de la Paz en Bogotá Fase

38
Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

III. Se recibió de la ciudadanía 418 así como medidas para un mayor


armas de fuego, 5.598 cartuchos control policial de armas en las
de munición de diferentes cali- calles esto fue complementado
bres, 11 artefactos explosivos y con Jornadas de desarme vo-
un proyectil. luntario a cambio de incentivos
simbólicos y monetarios. Como
En el 2006, en 4 parroquias de resultado de las diferentes me-
la ciudad, se llevó a cabo la cam- didas, se generó una baja en la
paña de desarme ciudadano Bo- tasa de homicidios del distrito en
nos Por Armas de Fuego, “todos niveles mínimos históricos cer-
los objetos son pasivos, desar- canos a 16 homicidios por cada
ma tu corazón, entrega tu arma 100 mil habitantes (El Tiempo,
de fuego” dentro del proyecto 2014), tasa muy baja respecto
Construcción Ciudadana de la de otras ciudades principales, y
Paz en Bogotá Fase III. La ciuda- el control anual de más de 2.500
danía entregó voluntariamente armas ilegales y amparadas; esta
307 Armas de fuego, 6219 cartu- experiencia fue resaltada en el
chos de munición de diferentes Programa Global LessononGuns
calibres y 15 Granadas. de la Cadena CNN internacional.
En el 2009 se lleva a cabo la
campaña “amarte es desármate” 9.4
en la cual se entregaron 432 ar- EL CASO DE CALI
mas de fuego, la cual posterior-
mente sería complementada por
campañas y jornadas de desarme En Santiago de Cali el índice
y restricción periódica. de las muertes por armas de
fuego se ha caracterizado por su
incremento. Mientras en el 2009,
588 personas habían muerto a
Desarme como política:
causa de armas de fuego, en el
En febrero de 2012 la Alcaldía la ciudad. La norma, establecida por la re-
Mayor de Bogotá en conjunto solución No. 001 del 26 de enero de 2012
con 21 municipios de Cundina- expedida por la XIII Brigada del Ejército
marca, decretaron medida con- Nacional, se adoptó por solicitud del Alcal-
de Mayor de Bogotá, Gustavo Petro Orre-
certada con la Brigada de res- go, con el propósito de evaluar el impacto
tricciones en el porte de armas19, que la medida podría generar en favor de
19 Iniciativa de restricción en Bogotá frente la reducción de los índices de criminalidad,
al porte de armas de fuego durante las 24 así como para fomentar una política de de-
horas del día en cualquier sitio público de jación formal de armas.

39
Cuadernos Ciudadanos Nº 1

2011 el número aumento os- se tiene en cuenta la manera en


tensiblemente, se contaron 1496 que ha escalado el conflicto en
decesos (80%) de los 1870 ho- sectores como Potrero Grande
micidios registrados en el año. (comuna 21). La inseguridad y la
violencia cotidiana son igualmente
En contra de los deseos de preocupantes, cada día 24 perso-
muchos las cifras siguieron cre- nas son agredidas en Cali, “de las
ciendo; en el 2013 se cerró el 99 víctimas del delito de lesiones
año con 1964 homicidios, 103 personales que se han registrado
más que en el 2012 (El Tiempo, en los primeros días de este año,
2014). Según el reciente infor- 89 han sido atacadas con armas
me del Observatorio Social de de fuego” (El País, 2014).
la Alcaldía de Cali que detalla los
homicidios en el primer trimes- En 1993, el alcalde de Cali Ro-
tre del 2014, el número de ho- drigo Guerrero, estableció res-
micidios bajo20 en comparación tricciones temporales al porte
con los trimestres de los últimos de armas y entrega voluntarias
cuatro años, así: 458 en el 2011, de armamento. Según la Organi-
420 en el 2012, 467 en el 2013 zación Mundial de la Salud, la tasa
y 379 en el 2014; de estos 379 de homicidios descendió de un
homicidios, 333 fueron con arma nivel máximo nunca visto: pasó
de fuego (cerca del 88%). Sin de 124 por cada 100.000 habi-
embargo, las estadísticas también tantes a 86 por cada 100.000 ha-
indican que en la comuna 21 y la
bitantes, entre 1994 y 1997, una
zona rural aumentó en compara-
reducción del 30 por ciento que
ción con el trimestre anterior el
número de homicidios y para el significó 600 homicidios menos
caso de la comuna 21 incremen- en esos tres años.
tó el deceso de menores de edad; En el año 2013, previa opo-
esta situación es preocupante si sición de la Tercera Brigada, en
20 “(…) la agenda política influye exage- medio de investigaciones por
radamente en el debate público sobre la “carrusel de armas”, de una gra-
violencia y la inseguridad: el aumento real ve situación de alta tasa de ho-
o supuesto de la criminalidad se ha con- micidios (mayor a 70 por cada
vertido en el argumento fundamental para 100.000 habitantes, la más alta de
el tratamiento de los problemas sociales y
la seguridad pública. Por eso, más que en
las principales ciudades del país)
otros dominios de las ciencias sociales, la y después de una gran movili-
explotación de los datos requiere una vigi- zación ciudadana en contra del
lancia controlada” (Pissoat et al. 2007: 296). Homicidio y las Armas, liderada

40
Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

por la Arquidiócesis de Cali, la manera es un fracaso de las po-


Personería Municipal, la Defen- sibilidades de diálogo y un triunfo
soría del Pueblo y el Comité de de la imposición, de la fuerza; en
Impulso por la Reconciliación y lugar de brindar seguridad, prodi-
la Convivencia se dio vía libre a ga inseguridad generando mayo-
la medida de restricción al porte res riesgos de escaladas violentas
entre el 16 de diciembre hasta el dado que los conflictos podrían
31 de enero, de forma parcial en resolverse por esta vía.
16 de las 22 comunas de la ciu-
dad. Los indicadores fueron tan A partir de la sistematización
favorables, una reducción del 49 de diferentes conflictos alre-
% en los homicidios (la cifra pasó dedor del mundo, Fisas (1998)
de 152 en 2012 a 77 casos en plantea de manera clara diversos
2013), que hicieron del diciem- riesgos que eventualmente pue-
bre del 2013 el menos violento den generar la proliferación de
en 10 años; la Tercera Brigada del armas, así:
Ejército anunció que el plan des- 1. Se dificulta la transforma-
arme se extendería en 16 comu- ción de conflictos por vías pa-
nas de la ciudad hasta el 31 de cíficas. 2. Las armas pueden ser
mayo del año en curso. desviadas y aprovechadas por
grupos terroristas, paramilita-
res, guerrillas, grupos criminales,
10. ciudadanos privados, o cuerpos
privados de seguridad. 3. Se in-
LOS RIESGOS DE LA crementan las posibilidades de
que cualquier enfrentamiento
PROLIFERACIÓN humano devenga en violencia. 4.
DE ARMAS Aumenta las posiciones extre-
mistas, dificultando el diálogo. 5.
Pueden convertirse en un instru-
Una sociedad armada mento coercitivo para ganarse
tiene más riesgos de resol- el sustento mediante el ejercicio
ver sus conflictos de mane- de la violencia y la criminalidad.
ra violenta, aunque no siempre 6. Pueden volverse medio de
sea necesaria la violencia física, la control y cooptación social para
“disuasión” no deja de ser una actividades ilegales. 7. Facilita las
forma de ejercer violencia simbó- prácticas de “limpieza social” o de
lica. El armamentismo de alguna conformación de autodefensas.

41
Cuadernos Ciudadanos Nº 1

Ahora, las particularidades del ende nuevas escaladas de violen-


contexto colombiano (conflicto cia que limiten el libre ejercicio
armado interno, diná- de derechos y liberta-
micas de narcotráfico, El desarme des fundamentales a
alta criminalidad en general la integridad humana
ciudades, actividades y el y la vida social.
extractivas ilegales,
etc.) dan una mayor fortalecimiento Otra circunstancia
justificación respecto de una cultura que preocupa de la
de la necesaria limi- civilista proliferación de ar-
tación de la prolife- en una época mas en el mundo es
ración de armas en que cerca del 60%
postconflicto de las mismas está
el territorio, máxime es un resultado,
cuando se empieza a en manos de civiles
más que (Bandeira y Bourgois,
vislumbrar un escena-
rio postconflicto (en deseable, s.f), muchos de ellos
la actualidad existe un necesario sin experticia ni ma-
proceso de diálogos para la yor entrenamiento, lo
con las FARC y está consolidación que genera potencia-
por concretarse una les riesgos de violen-
de la seguridad, cias cotidianas, fami-
posibilidad de diálo- la paz,
gos con el ELN) en liares y de conviven-
y los Derechos cia. Según un estudio
el que obviamente
se abordará tanto la Humanos... de la revista Journal
discusión de la abdi- of the American Me-
cación de armas por parte de los dical Association, una
guerrilleros, así como la disminu- persona armada tiene 42 veces
ción del gasto militar y el desar- más posibilidades de matarse ella
me de la sociedad. misma o matar a algún cercano
(El Tiempo, 2012), el mismo es-
El desarme general y el forta- tudio señala que sólo 4 de cada
lecimiento de una cultura civilista 100 personas armadas tienen
en una época postconflicto es capacidades para hacer uso ade-
un resultado, más que deseable, cuado de su arma frente a una
necesario para la consolidación agresión delincuencial. Indicado-
de la seguridad, la paz, y los De- res bastante álgidos que justifican
rechos Humanos, pues existen la inconveniencia de la abultada
riesgos de nuevos rearmes de disposición de armas en manos
población excombatiente y por de civiles.

42
Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

Es fundamental impulsar o ser parte


de las corrientes globales que movilicen
un nuevo ciclo de movimientos históricos
y de revoluciones culturales
que pongan al centro nuevamente la perspectiva
de la dignidad humana y
la solidaridad social...
Como puede inferirse la pro- tes de la cultura, la ética, la soli-
liferación de armas más que ser daridad y la política en nuestras
un componente de la seguridad sociedades actuales. Las socieda-
pública, es un enorme factor de des contemporáneas están de-
desestabilización y de riesgo a la mandando una lógica que ponga
vida social de las comunidades, al centro la humanización de las
que exacerba el aislamiento, la relaciones de convivencia y eso
inseguridad humana, la estigmati- implica la formación de nuevos
zación; configurándose un círculo tipos de vínculos sociales basa-
vicioso regido por el miedo y la dos en el pacifismo, las virtudes
desconfianza en contra de la soli- cívicas y el respeto por la digni-
daridad y la confianza, elementos
dad humana. En esa perspectiva
constitutivos de la vida virtuosa
se sustenta una propuesta del
en sociedad.
desarme generalizado de la so-
ciedad, los cuerpos privados y de
los Estados.
11. Es fundamental impulsar o ser
RECOMENDACIONES parte de las corrientes globales
que movilicen un nuevo ciclo de
SOBRE POLÍTICAS movimientos históricos y de revo-
DE DESARME luciones culturales que pongan al
centro nuevamente la perspectiva
de la dignidad humana y la solidari-
En la perspectiva de un dad social, que limiten las tentativas
cambio de época es fun- pesimistas frente al ser humano y
damental transformar la a los vínculos sociales. Corrientes
hegemonía de la lógica econó- globales que posibiliten salir de la
mica y militar sobre los horizon- desesperanza, la desconfianza y

43
Cuadernos Ciudadanos Nº 1

la lucha estéril por la apropiación de la “seguridad nacional” cen-


de recursos que siempre se ex- tralizada que no rinde cuentas
presa en la exclusión y solo requiere de la
de los “otros”; “otros” ...se sugieren ciudadanía para dar
que terminan siendo las reformas información. Se re-
las mayorías olvidadas, necesarias para quiere una rectifica-
como ropa extendida que el desarme ción estratégica en
en una franja del no ser, la cultura política en
a la luz del paradigma
local sea una amplios espectros de
hegemónico que asi- medida posible la vida colombiana, en
mila ser a tener, poseer, desde el punto especial frente a los
explotar e instrumen- de vista de asuntos de la seguri-
talizar para imponer vi- dinámicas de dad y la convivencia.
siones únicas de la vida. descentralización Es necesario adoptar
(Dussel, 2010). y regionalización nuevos sistemas ins-
de la toma de titucionales y nuevas
Parar las guerras y
el manejo violento de decisiones sobre políticas que impli-
quen la disposición
los conflictos en cam- los contextos hacia una cultura de
pos y ciudades es una de seguridad paz, de desarme ge-
prioridad en el mun- ciudadana en el
do y en el área latinoa- neralizado y progresi-
espacio urbano vo de la sociedad.
mericana. Para eso es
fundamental trabajar
regional...
Las tendencias para
por el ensanchamien- abordar este horizon-
to de los bloques de derecho te de desarme, reconciliación y
internacional y en la operación paz vienen principalmente de los
de sus protocolos y así consoli- escenarios locales y regionales, en
dar bloques constitucionales, de los cuales las ciudadanías tienen
políticas públicas proclives a pa- mayores posibilidades de inciden-
rar la carrera armamentista y el cia. Se trata de aflorar en el co-
desarme de la sociedad, con un
tidiano un movimiento espiritual-
carácter progresista y progresivo.
ético-social-ciudadano de desar-
En el país aún se presentan me de los espíritus individuales y
dificultades en la concepción de colectivos que apueste por la se-
verdaderas políticas de seguridad guridad humana como perspecti-
ciudadana o seguridad humana. va integral de nueva sociedad y de
Todavía está presente la sombra verdadera democracia.

44
Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

Ante los diferentes conflictos voluntad de “movilización” que


por competencia legal sobre el permita la consolidación de una
control y la regulación cultura democrática
del porte de armas, La ciudadanía adulta, responsable y
entre el Ejército y las en tal sentido cuidadora del otro.
entidades municipales debe establecer
se sugieren las refor- Distintas moviliza-
mas necesarias para un papel activo ciones y expresiones
que el desarme local en la defensa a favor del desarme,
sea una medida po- de sus intereses en contra de los ho-
sible desde el punto colectivos micidios, del militaris-
de vista de dinámicas heterogéneos, mo en la vida social y
de descentralización en general en contra
basándose en de conductas repre-
y regionalización de una capacidad
la toma de decisiones sivas, son esperanza-
sobre los contextos y voluntad de doras en la medida
de seguridad ciuda- “movilización” en que la seguridad
dana en el espacio que permita la ciudadana pretende
urbano regional, en consolidación ser construida de
los cuales existan me- de una cultura abajo hacia arriba,
canismos técnicos de democrática como un lugar de rei-
seguimiento y evalua- vindicación en donde
adulta, la sociedad civil en
ción permanente.
responsable su conjunto activa su
Estos vientos de y cuidadora papel en la construc-
desarme espiritual y del otro. ción de nuevas for-
funcional que ya he- mas de relación más
mos dicho vienen de incluyentes, pacíficas, solidarias y
lo local, están en la vía de una so- civilistas.
ciedad que se piensa a sí misma,
que establece mecanismos de Se puede comenzar por cual-
funcionamiento compartidos ins- quier lado: (1) observando, reco-
titución-sociedad civil en la pro- nociendo y denunciando las lógi-
tección y garantía de libertades cas corruptas, rentistas, extracti-
y derechos. La ciudadanía en tal vas desde las cuales se promueve
sentido debe establecer un papel la guerra, el militarismo y el ar-
activo en la defensa de sus inte- mamentismo con sus respectivos
reses colectivos heterogéneos, agenciadores y promotores; (2)
basándose en una capacidad y impulsando y/o acompañando

45
Cuadernos Ciudadanos Nº 1

iniciativas ciudadanas de des-


arme autónomo que desde lo 12.
cotidiano, lo local y regional va-
yan experimentando desde ya la REFERENCIAS
formación de comunidades de
buen vivir, en paz y sin armas; (3) BIBLIOGRÁFICAS
gestionando la emergencia de
nuevas medidas y políticas pú-
blicas que aborden procesos de Alta Consejería Presidencial
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Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

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49
Cuadernos Ciudadanos Nº 1

CONFLICTO URBANO
Y POSTCONFLICTO

50
Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

Mire la calle.

¿Cómo puede usted
ver
indiferente
a ese gran río
de huesos,
a ese gran río
de sueños,
a ese gran río
de sangre,
a ese gran río?

Nicolás Guillén

51
Cuadernos Ciudadanos Nº 1

CONFLICTO URBANO
Y POSTCONFLICTO

“El mundo está lacerado por las guerras y la violencia,


o herido por un difuso individualismo que divide a los seres humanos
y los enfrenta unos contra otros en pos del propio bienestar.
En diversos países resurgen enfrentamientos y viejas divisiones
que se creían en parte superadas.

A los cristianos de todas las comunidades del mundo,


quiero pediros especialmente un testimonio de comunión fraterna
que se vuelva atractivo y resplandeciente.
Que todos puedan admirar cómo os cuidáis unos a otros,
cómo os dais aliento mutuamente y cómo os acompañáis…”

Exhortación Apostólica
Evangelii Gaudium. No. 99. 2013.
Papa Francisco

1. INTRODUCCIÓN

El presente documen- un documento inicial que está en


to recoge un conjunto de la búsqueda de posiciones alter-
ideas presentadas y com- nativas en un campo profuso y a
veces difuso de reflexión; expre-
partidas en diversos espacios sa ideas en un lenguaje llano para
de conversación sobre el even- movilizar iniciativas que avancen
tual escenario de postconflicto y en generar sentimientos, valores
reconciliación entre los colom- y prácticas ciudadanas de paz y
bianos, centrándose en una mi- diálogo desde las ciudades; es
rada al país desde las relaciones decir, para inspirar una ciudada-
interurbanas1. Se asume como nía emancipada de la violencia y
1 En particular recoge las reflexiones co-
sión Interurbana de Reconciliación CIUR.
lectivas consignadas en el documento: Me-
Santiago de Cali, 2013.
morias del Banco. 1ª Reunión de la Comi-

52
Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

la exclusión en los contextos ur- ción de sociedades e institucio-


banos. nes después de un conflicto bé-
lico es la posguerra; sin embargo,
Entendemos que la expecta- en los últimos años se ha venido
tiva de un nuevo postconflicto posicionando una figura menos
en Colombia genera grandes te- convencional pero más riesgosa
mores y esperanzas, y pensamos desde el punto de vista concep-
que es importante fortalecer el tual que es el “postconflicto”2; no
diálogo nacional sobre fórmulas es fácil sin embargo establecer
prácticas que alimenten movi- las diferencias.
mientos ciudadanos por la paz y
la reconciliación.Todo el país, que Posguerra implica el logro de
sabemos son varios países de un pacto para acabar la guerra
acuerdo al acrisolado campo de y para iniciar un nuevo proceso
regiones, localidades y etnias que de reconstrucción de las estruc-
lo habitan, tendrá en los próxi- turas institucionales a nivel eco-
mos años la posibilidad y el deber nómico, político, social y cultural,
de encontrar caminos para apor- de acuerdo a unas condiciones
tar a una re-significación de los de negociación dadas entre las
destinos colectivos que a nuestra partes. El término postconflicto
manera de ver implica una bús- ha sido muy ligado a la idea de
queda por renovar las apuestas que una vez superado el enfren-
por valores como el respeto a la tamiento bélico debe existir una
dignidad humana, la solidaridad y agenda para superar las causas
la construcción de la democracia. que generaron el conflicto, las
A ese propósito se dedica esta cuales deben dejar de perma-
breve escritura. necer como factores de des-
2 Una contribución importante a la cons-
trucción del término “Postconflicto” en
Colombia se puede encontrar en la In-
2. vestigación realizada por Camacho A, et al
(2002: 1). En este estudio se hace énfasis
UBICACIÓN en 3 dilemas que son dificultades prácticas

DEL DEBATE del concepto postconflicto: 1. El primero


en su relación de “hacia dónde debe diri-
girse la actividad de construcción de paz”.
2. A su relación con el conflicto que lo pre-
En el ámbito internacio- cede. 3. En su relación con los acuerdos
nal la noción convenida para que devienen del conflicto. 4. y su relación
en términos de competencias y compro-
abordar procesos de reconstruc-
misos institucionales.

53
Cuadernos Ciudadanos Nº 1

equilibrio de la sociedad, siendo significa el fin de los actos arma-


abordadas mediante procesos dos de las fuerzas insurgentes
de desarrollo econó- y la instauración de
mico, estatal y civil y El término acciones que eviten
no sólo trabajando postconflicto que los actores arma-
sobre el nudo puntual ha sido muy ligado dos actuales u otros
generador del enfren- nuevos se alcen en
tamiento físico militar. a la idea de que armas otra vez cues-
una vez superado tionando el orden
En el caso colom- el enfrentamiento institucional estable-
biano con un conflic- bélico debe existir cido. Para los insur-
to armado tan exten- gentes el postconflic-
dido en el tiempo y
una agenda para
to implica concretar
tan desregularizado superar las causas un programa que
en su belicosidad, sig- que generaron el
involucre reformas
nifica grandes confu- conflicto, las cuales en el país, sobre todo
siones3. Desde la ins- deben de dejar dando garantías para
titucionalidad y desde de permanecer que su fuerza militar
la opinión pública más como factores de que hoy opera tenga
posicionada en los condiciones para la
medios masivos del
desequilibrio
de la sociedad lucha política y so-
país, el postconflicto cial, lo que implica el
3 “Establecer las dimensiones reales de la
logro de sus propó-
violencia producida por el conflicto arma- sitos. Mientras tanto el país no
do es una tarea que enfrenta numerosas combatiente es habitado por
dificultades. Por una parte, la recolección conflictos e incluso por violen-
y el procesamiento de la información se cias sociales que le fracturan y
inició tardíamente en el país, debido a la que seguramente perduran más
falta de voluntad política para reconocer
la problemática y afrontarla, y porque el
allá de los posibles acuerdos
mismo conflicto armado no se ha contem- ¿Cómo enfrentar esta situación?
plado en su verdadera magnitud. A ello se
suman obstáculos logísticos y metodológi-
Por momentos pareciera que
cos para captar y registrar la información, y se trata de ir de la inseguridad
problemas derivados de la dinámica misma en el conflicto a una mejor situa-
de la guerra, tales como su extensión en el ción en el postconflicto. El asunto
tiempo, las transformaciones en los meca- del “post” suena por momentos
nismos de violencia de los actores armados como un ejercicio del lenguaje
y el entrecruzamiento de múltiples tipos de
violencia”. (Grupo de Memoria Histórica
que hace fuerza en doblar la pá-
GMH, 2013: 31) gina con olvido y con un psicolo-

54
Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

gismo de paz que no pasa por el nos caracterizados como guerras


reconocimiento y la rectificación civiles, levantamientos sociales,
histórica de todos los sectores confrontaciones entre facciones
de la sociedad. Es como si se asu- por el acceso y apropiación de
miera que el conflicto se puede recursos de diverso tipo, etc. Te-
desaparecer, cuando en realidad nemos por esa razón una larga
lo que se debe pactar son sus saga de eventos de negociación
condiciones de superación me- y acuerdos para encontrar la paz,
diante formas alternativas de tra- la convivencia y un ordenamien-
tamiento no violento (Barcellona, to ciudadano pactado; sin em-
1999: 132,133); por esa razón, si bargo, siempre los procesos han
algo debe significar el postconflic- terminado incubando la guerra
to tan posicionado en el lenguaje que vendrá. ¿Qué hemos apren-
político de esta época es la preci- dido de la superación parcial de
sión sobre la garantía de repara- esas violencias?, ¿qué debemos
ción y no repetición de los even- superar en esas experiencias de
tos de victimización. Este último falsa expectativa respecto de una
asunto involucra la redefinición sociedad pacificada?
de las bases institucionales de la
democracia en el campo econó- Abordar estos interrogantes
mico, político, cultural y social. desde la perspectiva práctica ciu-
dadana nos sitúa en el vértigo de
En Colombia vivimos durante optar por un camino dilemático:
toda la época republicana y todo decimos que somos la democra-
el siglo XX múltiples procesos de cia más antigua de América, pero
conflicto político armado4, algu- también somos el hilo de violen-
4 “El carácter invasivo de la violencia y su cias más viejo del continente. La
larga duración han actuado paradójicamen- paradoja circular de violencia y
te en detrimento del reconocimiento de democracia es sin duda el asunto
las particularidades de sus actores y sus ló- histórico a superar; reconocer ese
gicas específicas, así como de sus víctimas. factor de vivir entre anhelos de
Su apremiante presencia ha llevado incluso
a subestimar los problemas políticos y so-
paz y persistencias de las guerras,
ciales que subyacen a su origen. Por eso a sugiere preguntarnos sobre los
menudo la solución se piensa en términos escenarios de confrontación que
simplistas del todo o nada, que se traducen vendrán para encontrar una pro-
o bien en la pretensión totalitaria de exter- puesta de relanzamiento de país
minar al adversario, o bien en la ilusión de que pueda contener y tramitar el
acabar con la violencia sin cambiar nada en
la sociedad” (Grupo de Memoria Histórica
conflicto desde el punto de vista
GMH, 2013:13). de un orden democrático.

55
Cuadernos Ciudadanos Nº 1

En ese sentido, la expectativa dar un tratamiento de la cultura


de un acuerdo de negociación autoritaria. Si hay un ejemplo de
política entre las in- sociedad autoritaria
surgencias y el Estado ...decimos en América del Sur es
requiere una profun- que somos la Colombia, asimilar en
da rectificación en las democracia este país “autoridad”
prácticas colectivas a “autoritarismo” es
de construcción de más antigua de lo más común y las
institucionalidad, de América, pero consecuencias de
economía legal y de también somos el este rasgo de nues-
ciudadanía, es decir, hilo de violencias tra cultura política en
de Estado, Mercado más viejo del términos de pérdida
y Sociedad; proceso continente. de vidas humanas y
que necesariamen- La paradoja afectación de pobla-
te debe abordar un ciones es prolija. Al
diálogo nacional que circular de constatar este fenó-
trascienda nuevas violencia y meno extendido se
maneras de elaborar democracia es sin infiere la necesidad
los conflictos. Desde duda el asunto de asociar el postcon-
esta perspectiva, la histórico flicto a la recupera-
búsqueda de seguri- a superar... ción de la confianza
dad sugiere un ejerci- en el vínculo político
cio de reformulación ciudadano, a la cons-
de las reglas de juego . 5
trucción de acuerdos colectivos,
a reglas de juego internalizadas y
Principalmente en el caso co- externalizadas que permitan que
lombiano es fundamental abor- la sociedad funcione en distintos
5 Como bien lo señala el Grupo de Me- campos, sobre todo cuando el
moria Histórica refiriéndose a un posible uso de la violencia está disperso
escenario de paz que surja de la negocia- y opera como factor de despojo
ción política entre los actores insurgentes y exclusión.
y gobierno: “La duración prolongada del
conflicto armado ha configurado prácticas En ese orden de ideas, el
culturales y políticas que a su vez han facili- postconflicto debe ser compren-
tado su reproducción. Esto hace que se im-
ponga la necesidad del reconocimiento y la
dido en el marco de un proceso
responsabilidad como dos fundamentos de de reinstitucionalización y legiti-
todo esfuerzo de políticas públicas dirigidas mación de las dinámicas públicas,
a responder a la magnitud de lo ocurrido de regulación de los procesos
en tantos años de guerra”. (2013:397) económicos de un mercado pro-

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Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

fundamente desregulado y de
la reinstalación de la ciudadanía
como eje de construcción de los 3.
procesos colectivos. El postcon-
flicto inscrito en una cultura cí- PRECISANDO
vica que está más allá de la ló- EL CONTEXTO DEL
gica de la guerra y el belicismo,
apunta a la construcción de nueva POSTCONFLICTO
institucionalidad, de ciudadanía, de
civilidad y de procesos políticos
conducentes a: prácticas de soli-
Colombia es un Estado
daridad, tolerancia, reconocimien- nacional profundamente
to y respeto a las diferencias, am- afectado en su desarro-
pliación de las bases de la justicia llo político e institucional por
distributiva y promoción de una guerras y confrontaciones que
cultura de la no violencia. han incidido histórica y cíclica-
mente en situaciones de des-
¿Cómo entonces nos pode- integración, fractura y descom-
mos preparar para el postcon- posición territorial y social. Du-
flicto? rante todo el período republi-
el postconflicto debe cano hemos asistido a una saga
ser comprendido de conflictividades tratadas por
vías agresivas y violentas; este
en el marco de un proceso fenómeno se sigue proyectan-
de reinstitucionalización y do en la vida contemporánea
legitimación generando grandes calamida-
de las dinámicas públicas, des y tragedias humanitarias
de regulación de los ampliamente documentadas en
procesos económicos los últimos años.
de un mercado La sociedad colombiana ha
profundamente asistido en las últimas décadas
desregulado a la desmovilización de grandes
y de la reinstalación cohortes de agrupaciones insur-
de la ciudadanía gentes y contrainsurgentes, al so-
metimiento de importantes gru-
como eje pos ligados al negocio de cultivos
de construcción ilícitos y tráfico de estupefacien-
de los procesos colectivos. tes. Hoy se reconoce la impor-

57
Cuadernos Ciudadanos Nº 1

tancia del escenario de negocia- la vida en las ciudades. Dichas


ción política con las las guerrillas violencias han sido las principa-
de las FARC y el ELN les responsables de
como un aspecto es- la situación los cíclicos aluviones
tratégico para el país; de negación, migratorios que ase-
sin embargo, aunque segregación diados por la muerte
las estadísticas indi- y el despojo, se han
quen la relevancia y exclusión asentado en las urbes
del conflicto político- de muchos generando en ellas
armado y sus inciden- de estos modos diversas presiones
cias estratégicas en la de vivir pasan sobre los territorios;
sociedad6, tenemos por varios ciclos así pues, los grandes
una dinámica de vio- de victimización en asentamientos pobla-
lencias sociales, insti- las ciudades y se cionales configurados
tucionales y econó- por un plexo cultu-
micas, principalmente constituyen
ral interétnico han
urbanas y regionales, en recurrentes forjado nuevas iden-
que trascienden en crisis de tidades, nuevos te-
características y mag- convivencia rritorios, nuevas for-
nitudes a otras di- y de eclosión mas de convivencia y
mensiones de la vida de la violencia. economía en la vida
del país. urbana; la situación de
Es compleja la manera como negación, segregación
las violencias impactan en la for- y exclusión de muchos de estos
mación, dinámica y desarrollo de modos de vivir pasan por varios
ciclos de victimización en las ciu-
6 “Entre 1988 y el 2012 murieron 1.344 dades y se constituyen en recu-
civiles en al menos 716 acciones bélicas rrentes crisis de convivencia y de
protagonizadas por los diferentes actores eclosión de la violencia.
armados. Las acciones bélicas más letales
para la población civil en dicho periodo Al observar las realidades crí-
fueron, en su orden: los combates, que ticas, especialmente en las ciuda-
produjeron 512 víctimas; los ataques a po-
blaciones o tomas, en las que se registraron
des, es posible identificar algunos
391 víctimas; los ataques a objetivos milita- elementos comunes:
res, con 243 víctimas; las emboscadas, con
121 víctimas; los bombardeos, que ocasio- • El énfasis excesivo en el mode-
naron 64 víctimas; y los hostigamientos con lo de economía liberal de mer-
13 víctimas”. (Grupo Memoria Histórica cado no ha permitido en pleno
GMH, 2013:87) siglo XXI un acceso equitativo

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Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

a bienes y servicios de toda la y violencia como factores de


población, lo cual ha ocasio- generación de economía. Esta
nado procesos de situación ha trascendi-
segregación social y Esta situación ha do el campo del tráfi-
territorial, cuestio- trascendido el co de estupefacientes,
nando la capacidad campo del tráfico de la lucha insurgente
de regulación redis- y contrainsurgente
tributiva del Estado, de estupefacientes, para instalarse en di-
constituyendo de de la lucha versos campos de la
esta manera situa- insurgente y vida urbano-regional
ciones desfavora- contrainsurgente manifestándose en
bles para el ejerci- para instalarse extorsión, usura, espe-
cio de las libertades en diversos culación, interferencia
ciudadanas y los campos de la vida en la movilidad ciuda-
derechos de gran- dana, extracción ilegal
des cohortes de la urbano-regional de recursos naturales,
población, generan- manifestándose en entre otros.
do conflictos socia- extorsión, usura,
les y búsquedas ile- especulación, • En consecuencia,
gales e informales se han fragmentado
interferencia más aún los territo-
de ascenso social. en la movilidad rios y las formas de
• La desmovilización ciudadana, autoridad y regula-
en la década recien- extracción ilegal de ción que son coop-
te de grupos para- recursos naturales, tadas e instrumen-
militares y grupos entre otros. talizadas por lógicas
insurgentes sin una corruptas y mafiosas,
adecuada atención produciendo incer-
a su resocialización y reinserción tidumbre en comunidades de
social y productiva, así como la sectores populares, que en la
reorganización de la dinámica mayoría de casos coinciden
internacional del narcotráfico con población despojada y
ha dado lugar a una creciente victimizada, limitando la posi-
ampliación y diversificación del bilidad de restitución de sus
delito, asociado a la suplanta- derechos, su reparación; situa-
ción de las tareas del Estado y ción que sumada a condicio-
a la torsión de la reglas de mer- nes de difícil acceso a servicios
cado en función de la prevalen- sociales por parte del Estado
cia de mecanismos de coacción produce en muchas ocasiones

59
Cuadernos Ciudadanos Nº 1

revictimización, generando gra- niveles de la vida colectiva y


ves preocupaciones con res- tiene como símbolo el uso y
pecto a la sostenibilidad de la abuso de las armas como eje
vida en las ciudades. de relaciones sociales desigua-
les, vínculos injustos y modelos
• La pérdida de horizontes y de toma de decisiones basa-
proyectos de vida en las urbes dos en la coerción y la ame-
trasciende la inseguridad en el naza; lo que produce, según
sentido de la libertad negativa algunos teóricos, son “demo-
(Berlín, 1958), de no objeción cracias en suspenso” o de “baja
a los proyectos individuales intensidad”(Agamben, 2009)
de vida, hacia una situación de (Strasser, 1999).
inseguridad humana en la que
los sujetos sociales son coloni- • Más allá del problema puntual
zados por el miedo, se fractu- de fuertes grupos organizados
ran los vínculos de comunidad como ejércitos: fuerzas insur-
y las relaciones de confianza gentes, contrainsurgentes, nar-
social e institucional. El territo- cotraficantes, bandas crimina-
rio gobernado por el lenguaje les, pandillas, combos, fuerzas
de “las oficinas de cobro”, “el institucionales etc., lo que se
outsourcing de las armas”, “el devela, en la base de las violen-
reinado de la extorsión y el cias, es la crisis de sentido com-
boleteo”, “la prevalencia de las partido de sociedad y la falta
fronteras imaginarias y la des- de elaboración de los criterios
confianza en el vecino”, com- de regulación institucional, es
promete los referentes éticos decir, la falencia de las agencias
de la convivencia cotidiana y el de Estado y ciudadanía.
funcionamiento de las institu-
ciones como factor de integra- • El aumento cada vez más mar-
ción de la sociedad. cado en la proliferación de ar-
mas en la vida cotidiana ya sea
• Cuando el manejo de los con- en manos de ciudadanos legal
flictos cotidianos se ha natura- o ilegalmente, o bajo responsa-
lizado por la vía de la agresivi- bilidad de las fuerzas de segu-
dad y la violencia, los asuntos ridad privada u oficial, han de-
sociales, políticos y económi- venido en una lógica cada vez
cos se resuelven a través de más privatizada de la seguridad
una forma cultural autoritaria que violenta las posibilidades
que se expresa en todos los de un orden civil basado en la

60
Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

titularidad de derechos, el fun- cio de la violencia movilizado por


cionamiento de la justicia y la ejércitos y estructuras sociales
preeminencia de los vínculos ancladas en el uso sistemático de
sociales de solidaridad y coo- la fuerza como factor de poder;
peración. y por otro lado, la tarea de cons-
truir las bases de un nuevo pacto
• En un país de regiones, país social y político que garantice la
prioritariamente urbano, los integración de la sociedad, bajo
fenómenos macro de la vio- la égida de un nuevo paradigma
lencia ligados a la movilidad que logre integrar la diversidad
poblacional y al desplazamien- social y cultural de territorios que
to forzado, constituyen un ele- son pueblos, regiones y ciudades
mento de inestabilidad per- en franco proceso de conflic-
manente para la formulación y to, tanto en su propia forma de
operación de políticas públicas constitución, como en su manera
desde el Estado; son también de articulación a una esfera social
un factor de denegación de la de país que se integra en niveles
ciudadanía por parte de pobla- públicos de Estado nacional.
ciones diversas que no logran
ser comunidad, en tanto no La experiencia histórica de la
consiguen construir relaciones violencia y las tentativas de re-
ético-políticas estables. Nos solución del conflicto en la larga
enfrentamos entonces a la ne- saga de la sociedad colombiana
cesidad de un nuevo proyec- indican que los acuerdos de paz
to de cultura urbana basado ayudan a disminuir las violen-
en una ética de reconciliación cias en el período inmediato a
que se articule en torno a los su concreción; no obstante, esas
aprendizajes básicos para con- disminuciones en las estadísticas
vivir y construir sociedad en de las violencias no se mantie-
equidad desde la diferencia. nen en el tiempo, en la medida
que los acuerdos no trascienden
Como podrá notarse el a un proyecto de reconciliación
postconflicto va más allá de las incluyente que se traduzca en un
expectativas fincadas en los re- programa renovado de país. En
sultados inmediatos de los diálo- ese sentido, el problema de los
gos de La Habana; implica por un acuerdos parciales que se agotan
lado, la preocupación por resol- en el diálogo entre el gobierno y
ver el desmonte progresivo de algunos de los actores armados
formas instrumentales de ejerci- es que siempre quedan otros

61
Cuadernos Ciudadanos Nº 1

actores, es decir, otras guerrillas, orden civil suficientemente prac-


otras bandas o estructuras ar- ticable para regular el conflicto
madas que ofrecen en la sociedad. La
sus servicios puerta El dilema es que base del problema
a puerta para aten- si se negocia es la construcción de
der a la manida cos- la entrega de Estado, en ese hori-
tumbre de tramitar zonte, una perspec-
los asuntos de la vida armas, pero no tiva de postconflicto
colectiva a las ma- se siembra en el implica repensar y
las, por las vías de la país un desarme rediseñar la forma
fuerza indiscriminada. de los espíritus, como se abordan las
de las prácticas necesidades y las fun-
El dilema es que ciones de orden en
si se negocia la en- y relaciones de
violencia, no hay la vida de ciudad, los
trega de armas, pero factores de identi-
no se siembra en el una oferta de orden dad y gobernabilidad
país un desarme de civil suficientemente que operan desde la
los espíritus7, de las practicable para interconexión de re-
prácticas y relacio- regular el conflicto giones y ciudades en
nes de violencia, no una perspectiva de
hay una oferta de
en la sociedad.
esfera pública pacta-
7 “Aproximarse al otro significa entonces da. En otras palabras,
renunciar a desarrollar la propia voluntad
de poder, que llevaría fatalmente a la ne-
la posibilidad de una sociedad
gación o a la asimilación del otro: significa reconciliada se juega en la cons-
ejercitarse en la pasividad de dejar sitio al trucción de nuevas maneras de
otro, incluso dentro de –y junto a- noso- integrar las formas culturales, te-
tros. Esta reducción de la voluntad de po- rritoriales y poblacionales, en for-
der, esta deconstrucción del sujeto único mas políticas que generen tejido
no es, sin embargo, puro ejercicio estético,
y menos aún la entrega del yo a la expe-
y consenso en la gestión de la
riencia mística indecible. Es un gesto ético, vida colectiva.
una apuesta y un riesgo que exigen gran
valor por parte de quien los hace. Quien
Por lo anterior, es importante
realiza el gesto del desarme unilateral no la expectativa de una negocia-
se aparta de la vida social, del mundo de ción política con los actores de la
las relaciones, sino que permanece dentro insurgencia por parte del Estado,
de él con toda su provocación inerme para porque en esa medida tendre-
interrumpir para siempre la historia de la mos la tarea de avanzar en la re-
violencia y de la explotación del hombre
por el hombre y del hombre sobre la natu-
conciliación y la paz, entendidas
raleza” (Barcellona, 1999: 117). como el abordaje de un conjun-

62
Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

to de asignaturas pendientes en Por diversas razones los grupos


el campo de la democracia te- armados han desactivado recu-
rritorial, la formación rrentemente la esfera
de Estado, el fortale- Asumir la tarea pública y se han liqui-
cimiento de las ciuda- de transformar la dado las organizacio-
danías, y la integración sociedad nes que son base de
efectiva de las culturas funcionamiento de la
regionales y urbanas y el Estado, supone sociedad y el Estado.
en una perspectiva el ejercicio de Corremos el riesgo
de democracia. Es de- formar de vivir en una so-
cir, abordando la tarea y empoderar ciedad sin Estado y
de rediseñar, para un desde bases en un Estado sin so-
país de ciudades y ético-políticas ciedad, asunto que se
regiones, un mode- renovadas ejemplifica muy bien
lo alternativo de so- en el fenómeno de la
ciedad y Estado que una sociedad ilegalidad. Esta tensión
contenga la transfor- participativa y requiere comprender
mación cultural de los plural que busque el postconflicto y la
conflictos generados la sostenibilidad reconciliación como
por la economía de histórica. un desafío para la
la violencia. Este es un construcción de lo
desafío que demanda, público, en la búsque-
sin duda, un proceso de desa- da de una dimensión renovada
prendizaje de las violencias y una de la ciudadanía y de reformula-
dinámica de generación de capa- ción de la forma Estado.
cidades en la sociedad para cons-
truir mercados legales, en el Esta- Asumir la tarea de transformar
do para asumir su rol funcional, y la sociedad y el Estado, supone el
en los ciudadanos para construir ejercicio de formar y empoderar
creativamente tejido colectivo y desde bases ético-políticas reno-
organización social territorial de vadas una sociedad participativa
carácter democrático. y plural que busque la sostenibili-
dad histórica. Se trata de ir de un
Es necesario reconocer que “ideal de Estado” a un “Estado en
una problemática central en la acto” que se resignifique desde
búsqueda de salidas a los conflic- las prácticas sociales mismas, en
tos de país se sitúa en el campo un proceso histórico de pluralis-
de la construcción política de las mo que logre hacer de la justi-
nociones de Estado y Ciudadanía. cia un bien común y una forma

63
Cuadernos Ciudadanos Nº 1

pública fundamental en términos de que podemos actuar desde el


de agenciarse desde principios sentimiento de comunidad que
de respeto a la igualdad y la dife- es espíritu de perdón, reconcilia-
rencia, simultáneamente. ción y reparación.
En ese sentido vale la pena Es clave hacer una mirada in-
preguntarse ¿cuáles son las claves terna sobre lo que hemos he-
ciudadanas para abordar en el cho como Iglesia frente a la larga
postconflicto la reconciliación? historia de conflictos en el país.
¿Qué no hicimos? ¿Cuál es nues-
tro aporte hoy? La escucha del
país está atenta a lo que diga la
4. Iglesia, pero ¿qué se está elabo-
SOBRE EL LUGAR rando con rigor para plantear re-
DE LA IGLESIA flexiones y propuestas? Sin duda
son muchas las iniciativas, pero es
EN LA BÚSQUEDA urgente ir articulando diversos
DE UNA SOCIEDAD esfuerzos por la construcción de
una cultura de paz y reconcilia-
RECONCILIADA ción sin ambages.
Un gesto de cooperación den-
Asistimos a un entorno tro del campo religioso es clave
humano de desacralización como mensaje de reconciliación.
de la vida, pérdida de la crea- Es deseable la iniciativa de una
ción y riesgo en la sustentabilidad comunión de Iglesias hermanas
de las bases de la existencia; eso que están examinando respues-
es lo que significa la guerra y el tas a la vida en las ciudades. Es
necesario un llamado a ser voz
conflicto armado perenne que,
profética desde la experiencia de
recordando al escritor Gabriel la Fe; asunto que obliga a cuestio-
García Márquez, nos sujeta a narse sobre ¿cuáles son los silen-
centenarias soledades, de las que cios que hemos tenido? ¿Cuáles
sólo salimos desde un profundo podrían ser nuestros aportes?
espíritu de reconversión perso- Buscando acompañar la transfor-
nal y de rectificación social y po- mación de los conflictos del país
lítica. La labor de la Iglesia inscrita interurbano seguramente encon-
en la vida espiritual de la socie- traremos la necesidad de trans-
dad es esa esperanza y certeza formar nuestras propias relacio-

64
Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

nes de Iglesia y sociedad; esto de- dad colombiana con todas sus
manda retomar el principio de la estructuras, incluido el Estado,
participación humana tiene dificultades para
como un asunto de Necesitamos generar capacidades
compromiso con el una Iglesia más colectivas y crear cul-
país. observadora, tura de la civilidad. Las
memorias vengativas
Necesitamos una ejerciendo poseen un gran peso
Iglesia más observa- la conciencia de en favor de la inercia
dora, ejerciendo la su presencia en de las violencias y son
conciencia de su pre- las comunidades un obstáculo en el
sencia en las comuni- y la capacidad propósito de ir hacia
dades y la capacidad las perspectivas de
de comprender e in- de comprender
e interpretar reconciliación. Ante
terpretar las claves de esta realidad nos ve-
la cotidianidad social. las claves de la mos abocados como
Una Iglesia con ma- cotidianidad social. Iglesia a enfrentar el
yor disposición a la Una Iglesia con reto de desarticular
mediación, jugando mayor disposición los factores que ge-
un papel activo en a la mediación, neran violencia desde
la tramitación crea- el punto de vista de
tiva de los conflictos
jugando un
papel activo en una elaboración de
bajo la égida de la no duelos individuales y
violencia y el perdón; la tramitación colectivos, generando
más comprometida creativa de los una amplia experien-
con las transforma- conflictos bajo la cia de verdad y repa-
ciones, acompañando égida de la ración que parta de
la agenda subjetiva no violencia las preguntas sobre
de la paz, ayudando y el perdón... ¿qué?, ¿por qué pasó?
a formar los sujetos y ¿qué hacer para que
de la reconciliación, no vuelva a suceder?
la reparación y la paz, inspirada
en la voz profética que es acción A la Iglesia le corresponde
desde la independencia y la pre- estudiar y observar bien estos
valencia de la verdad. asuntos para ser garante de sa-
lidas democráticas, para tener
Debemos reconocer que en voz y cuerpo espiritual frente al
medio de la creciente matriz de desconcierto y las angustias co-
conflictos que le acunan, la socie- lectivas. Si no hay un proyecto

65
Cuadernos Ciudadanos Nº 1

claro se puede terminar viviendo


la paz, más como discurso8 que
como experiencia, más como 5.
desconocimiento que como re-
conocimiento. Se necesita acom- SÍNTESIS DE
pañar la gestación de nuevas ini- ALTERNATIVAS
ciativas que movilicen un sentido
de unidad en la diversidad del
país. Se trata de acompañar pro- Es fundamental acompa-
cesos de maduración, proyección ñar la importante coyuntu-
espiritual y ciudadana en nuestra ra de negociación política del
sociedad. conflicto armado por sus posi-
Y siguen las preguntas ¿cómo bles efectos en la redefinición de
asumir el camino pastoral para la la agenda de país, sin perder de
reconciliación, el perdón y la re- vista la necesaria visibilización de
paración en medio del postcon- la coyuntura de violencia que pa-
flicto? decen ciudades y regiones, pues
de lo contrario tendremos una
agenda incompleta y de poca
8 Alejandro Castillejo en su investigación trascendencia histórico social. En
sobre “Antropología de la guerra, la sole- esa vía es clave fortalecer progra-
dad y el exilio interno en Colombia”, va mas de reconstrucción de los te-
a señalar con respecto al poder que se
ejerce desde ciertas formaciones discur- rritorios para superar el conflicto
sivas, haciendo alusión a la representa- urbano, generando estrategias de
ción sobre el desplazado que “(…) cada restauración de los tejidos socia-
discurso define y construye el sujeto del les en el marco de una paz sos-
discurso mismo. En este caso, el discurso
tenible.
humanitario-asistencialista, aunque bien
intencionado, utiliza una retórica que bus- La agenda del postconflicto
ca humanizar el desplazado y su situación,
quizá buscando con eso sensibilizar a una
debe partir de las garantías de
sociedad indiferente. Pero el dispositivo no repetición; esto debe tradu-
narrativo se fundamenta sobre la idea cirse en un proceso integral de
de esa alteridad. Así, lo que hace al final renovación de las prácticas eco-
es humanizarlo, previa infrahumanización, nómicas en términos de la lega-
construyendo toda una topología imagi- lización de las normas e institu-
naria que ve en el otro ininteligibilidad. Los
discursos que humanizan en este sentido
ciones, para favorecer el acceso
son un refuerzo del sistema que cuestio- más amplio a los recursos de
nan”. (2000:261) producción; de renovación del

66
Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

funcionamiento del sistema de seguridad ciudadana y (3) la con-


gestión pública blindándolo por vivencia social.
ejemplo de la violen-
cia que produce la El principal reto de Es importante asu-
corrupción; de reno- mir que la noción de
este tiempo
vación de las bases de y de los próximos postconflicto, más allá
convivencia generan- de la polémica que
do un gran proyecto años está en la genera el supuesto de
cultural y pedagógico reconversión de una superación abso-
de reconciliación, per- una agenda de luta del conflicto, se
dón, reparación, para vida y democracia debe inscribir en una
relanzar la ciudadanía desde los pueblos, agenda más amplia de
y la sociedad. reconciliación nacional
ciudades y y construcción de una
Otro posible indi- regiones, cultura de paz. En ese
cador de un avance entendida como sentido, urge generar
hacia la paz y la re- un proceso dinámicas de coope-
conciliación está en inspirador, ración desde las socie-
reconocer que la en- colectivo que dades locales y regio-
trega de armas no es nales que opten por
solo de los actores “significa construir caminos de recon-
convencionalmente relaciones nuevas ciliación, entendidos
identificados como y equilibrios de como rutas de trans-
insurgentes armados, poder distintos” formación y recons-
sino que es funda- trucción de sociedad,
mental avanzar en el Estado y ciudadanía; más allá de
desarme del conjunto de la so- la mera superación del conflicto
ciedad (Panikkar, 1993:169,170) armado, asunto muy importante
y en la regulación de las fuerzas pero que requiere trascender el
armadas, para que las armas estén foco del belicismo para ir hacia los
en función de la seguridad pública factores que movilizan el conflicto
y se atemperen a las necesidades integralmente.
básicas de preservar la vida, res-
petar los DDHH y hacer la paz. El principal reto de este tiem-
Es fundamental fortalecer un pro- po y de los próximos años está en
grama estratégico de desarme de la reconversión de una agenda de
la sociedad y de cualificación de vida y democracia desde los pue-
las armas de la Nación en función blos, ciudades y regiones, entendi-
de: (1) la seguridad nacional, (2) la da como un proceso inspirador,

67
Cuadernos Ciudadanos Nº 1

colectivo que “significa construir tiene que significar reconciliación


relaciones nuevas y equilibrios con los entornos de vida, lo cual
de poder distintos” (Barcellona, implica la superación del modelo
1999:109); formador de ciuda- extractivista que afecta los eco-
danías que contengan simbólica sistemas y depreda la sustentabi-
y funcionalmente la integración lidad del país, desacraliza la vida y
cultural y el sentido de justicia so- genera pérdida de la creación.
cial con sabor a país renovado e
incluyente9. En ese sentido, es fun- Esa agenda requiere de un
damental fortalecer los valores de proceso de elaboración ética, pe-
la solidaridad y el respeto a la dig- dagógica, experiencial, de apren-
nidad humana, la promoción y vi- dizaje y desaprendizaje personal,
gencia de los derechos humanos, comunitario, social y ciudadano. Es
la cualificación de las funciones fundamental relanzar, para el pro-
públicas democráticas, la expan- yecto colectivo de país, los senti-
sión de la responsabilidad social y dos y prácticas de la ciudadanía
la participación ciudadana. que para este tiempo necesitan
más arraigo a los lugares, mayor
En síntesis el postconflicto nos sentido étnico e interétnico y más
exige una recuperación del Esta- escucha a la conversación social
do y de la política; una transforma- en la construcción del tejido vital
ción de las bases culturales de la desde un gesto profundamente
nación generando integración en creativo. Una forma de abordar
la diferencia y haciendo un gran y presentar al país un proceso en
aprendizaje de la no violencia y ese horizonte de postconflicto es
de la paz; una redefinición orien- como recuperación de la ciuda-
tándonos hacia un necesario pro- danía, lo cual implica gestar una
ceso de redistribución de riqueza cédula de paz como símbolo de
y de reconstrucción del modelo renovación de las bases de la so-
económico haciéndolo más equi- lidaridad política en el país para el
tativo. Finalmente postconflicto presente y futuro.
9 “La justicia no consiste en volver al sta- ¿Está usted dispuesto(a) a ad-
tus quo ante, como si la realidad no fue-
quirir una nueva cédula, una cé-
se viva y dinámica; no es ‘redención’, sino
‘renovación’ (…) De ahí que en el orden dula de paz10?
político no se trate sólo de hacer pagar al
culpable, ni de escarmentar a los posibles
transgresores de una cierta situación, sino 10 Propuesta presentada y explicada recu-
de crear un nuevo orden de cosas”. (Pa- rrentemente al público por el Arzobispo
nikkar, 1993:173) de Cali, Darío de Jesús Monsalve Mejía.

68
Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

6.
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS

Agamben, A. y otros. (2009). Colombia: Centro Nacional de


Democracia en suspenso. España: Memoria Histórica.
Ediciones Casus Belli.
Panikkar, Raimon. (1993). Paz y
Barcellona, P. (1992). desarme cultural. España: Editorial
Posmodernismo y Comunidad. El SAL TERRAE.
regreso de la vinculación social.
España:Simancas Ediciones, S.A. Strasser, Carlos. (1999).
Segunda parte. La democracia real
Berlin, Isaiah. (1958). Dos contemporánea: el marco histórico
conceptos de libertad. Conferencia y teórico. Argentina: CLACSO,
“Inaugure lecture” en la Consejo Latinoamericano de
Universidad de Oxford 31 de Ciencias Sociales. Recuperado de:
octubre de 1958. Recuperado http://biblioteca.clacso.edu.ar/gsdl/
de: file:///C:/Users/USUARIO/ collect/clacso/index/assoc/D3324.
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conceptos-de-libertad.pdf
Camacho A, et al. (2002).
Preparar el futuro: conflicto y
posconflicto en Colombia. Colombia:
Universidad de los Andes,
Fundación ideas para la paz, Ed. Alfa
y Omega.
Castillejo, Alejando. (2000).
Poética de lo Otro. Antropología de la
guerra, la soledad y el exilio interno
en Colombia. Colombia: Instituto
Colombiano de Antropología e
Historia.
Grupo de Memoria Histórica.
¡BASTA YA! (2013). Colombia,
Memorias de Guerra y Dignidad.

69
Cuadernos Ciudadanos Nº 1

LAS VIOLENCIAS
URBANAS

70
Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

Para que pueda ser


he de ser otro,

salir de mí,
buscarme entre los otros,

los otros que no son
si yo no existo,

los otros que me dan
plena existencia.

Octavio Paz

71
Cuadernos Ciudadanos Nº 1

LAS VIOLENCIAS URBANAS

Los casos de El Retiro y Mojica


en Santiago de Cali
La justicia sin la fuerza es impotente;
la fuerza sin la justicia es tiránica;
la justicia sin fuerza encuentra oposición,
porque siempre hay malvados;
la fuerza sin la justicia es indeseada.
Hay, pues, que unir la justicia y la fuerza,
y conseguir así que lo justo sea fuerte,
y que lo fuerte sea justo.

Blaise Pascal

1. INTRODUCCIÓN
La situación de violencia bién, con el ánimo de vislumbrar
urbana en algunas ciuda- nuevos caminos para abordar los
des del país no cede y al pa- momentos difíciles de la convi-
recer, dadas las medidas tan cen- vencia y la seguridad urbana.
tradas en el dispositivo disuasivo En ese horizonte se ha consi-
y represivo no va a mejorar, pues derado importante abordar algu-
hace falta un factor de integrali- nos perfiles de barrio1 en Santia-
dad en las medidas que permita 1 La idea de barrio se asume más allá de
un mayor nivel de participación la división político administrativa que or-
ciudadana en la construcción ganiza y clasifica el territorio en la ciudad;
se entiende como el espacio del morar y
de convivencia pacífica. De esta el habitar urbano que se configura desde
preocupación surge el interés de socialidades que asignan sentido y cons-
que afloren análisis que contribu- truyen territorio, excediendo los límites y,
yan a dar respuestas colectivas, las muchas de las veces, transformando las
orientados a valorar de manera fronteras que fijan las convenciones insti-
tucionales. El barrio es pensando como el
equilibrada la situación, y tam- terruño que acuña en la ciudad y que forja

72
Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

go de Cali, en este caso El Retiro La intuición que se propone


y Mojica en la comuna 15 del se inscribe en la necesidad de vi-
oriente de la ciudad. sualizar el epifenóme-
En ellos se cruzan La intuición no de las violencias
múltiples factores de que se propone urbanas en contextos
conflictividad gene- se inscribe en históricos y culturales
radores de violencia más amplios que se
que afectan la vida de la necesidad sitúan en las formas
la ciudadanía en sec- de visualizar el de ocupar, adecuar,
tores populares , vi- 2 epifenómeno morar los territo-
sualizándose las prin- de las violencias rios; en las maneras
cipales aristas de una urbanas en que se configu-
problemática grave. en contextos ra el poblamiento y
el uso de los barrios
Se caminaron estos históricos y como territorialida-
sectores entre los me- culturales más des sociales y cultu-
ses de febrero y mar- amplios
zo, dialogando con la rales, todas signadas
población, producto que se sitúan por disputas sobre
de ese recorrido se ha en las formas las modulaciones del
elaborado a manera de ocupar, adecuar, habitar urbano. Esta
de crónica la escucha morar intuición a propósito
y la observación rea- de los cuestionamien-
lizada, siendo este un los territorios... tos del profesor Boris
modo de generar diá- Salazar, quien en un
logos y hacer llamados para que reciente artículo nos recuerda
las situaciones que se presentan que “aunque el sistema criminal
en una esquina de la ciudad pue- afecta a comunidades enteras, no
dan ser pensadas desde diversos es idéntico a esas comunidades
horizontes del vivir urbano. (…) ninguna comunidad de Cali
es violenta per se, la mayoría de
en la lucha intercultural nuevas identidades.
2 Según cifras oficiales, en lo que va co- sus habitantes no utilizan la vio-
rrido del siglo XXI cada uno de estos ba- lencia, no porta armas, no vive de
rrios se encuentran aproximadamente en actividades criminales, y no está
quinientos homicidios promedio. Hasta el organizada para ejercer la vio-
año 2013 El Retiro tenía 447 homicidios y lencia y la extorsión. De hecho
el barrio Mojica llegaba a 536 en el mismo los que matan son una minoría
período, sin contar las muertes acontecidas
en o que vea del 2014. Fuente Observato-
que no alcanza a ser el uno por
rio Social. Alcaldía de Cali. http://www.cali. ciento de la población total de la
gov.co/observatorios/ ciudad” (Salazar, 2014).

73
Cuadernos Ciudadanos Nº 1

“Aquí llegamos fue a un poco


de canaletes que irrigaban cul-
2. tivos y de sequias que servían
de abrevadero en tiempo seco;
LA BARRIADA pero en la lluvia el pantano lo
sacaba a uno; y eso parecíamos
gitanos, gitanos negros yendo y
2.1 EL RETIRO viniendo con los corotos... cuan-
do veo el barrio así como esta,
El Retiro es un barrio que sur- me consuelo recordando lo que
ge con características informales era y lo que hicimos”.
de un asentamiento subnormal Con la presencia de la Iglesia
realizado por población afrodes- Católica, representada en la la-
cendiente. Las señales de este bor pastoral de Padres como el
poblamiento dicen que las mi- Jesuita Alfredo Walker, del sacri-
graciones del pacífico colombia- ficado Padre Asuncionista Daniel
no llegaron a finales de los años Guillard y de muchas otras ex-
50 e inicios de los 60 al límite presiones religiosas; con familias
urbano que quedaba entonces extensas caracterizadas por una
en los barrios ubicados en los
marcada mayoría de mujeres res-
bordes de la naciente autopista
ponsables del hogar; con proble-
sur3, y posteriormente, de la au-
topista Simón Bolívar delineada mas de inundación y hasta bien
a inicios de los años 80. Durante entrado el siglo XXI con dificul-
dos o tres décadas se fue sedi- tades para acceder a los servicios
mentando en las periferias de la básicos, El Retiro se hizo un lugar
laguna de Aguablanca el pobla- autogestionado, nació del pan-
miento de un barrio negro he- tano y de los convites negros a
cho con el esfuerzo de gentes partir de los años 80.
trabajadoras, principalmente en “Las primeras peleas eran por
el rebusque de los oficios varios, la tierra por defender el lote de
la construcción y las ventas am- los avivatos y de la ley que nos
bulantes. quería sacar; ya después ha
tocado que defenderse es de
3 Se referencian barrios como 12 de octu- los bandiditos de esquina que
bre, San Pedro, Primavera, Julio Rincón, Sin- molestan por ahí, pero nosotros
dical, Nueva Floresta, Villanueva, Barberena, estamos aquí, no tenemos pa
Eduardo Santos, Unión de Vivienda Popular, donde irnos y además pues no
Rodeo, entre otros. nos queremos ir”.

74
Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

En medio de ese discurrir ciones de conflicto letal. No han


siempre fue un problema el es- faltado las intervenciones socia-
pacio de la vecindad y les de diversa proce-
la rudeza de sus calles, ...la vecindad dencia y con distintos
cotidianamente fue y la rudeza enfoques e intensida-
una dificultad el tema de sus calles, des; sin embargo, esas
de la crianza de las etiquetas siguen so-
nuevas generaciones,
cotidianamente bre las comunidades
las cuales son dinámi- fue una dificultad definiendo a veces lo
cas fundamentales en el tema festivo, a veces el ho-
las que se deciden las de la crianza rror, definiendo quién
formas de socializa- de las nuevas entra y quién sale del
ción y las maneras de generaciones, barrio, qué se hace
convivencia a media- las cuales son y qué no se hace en
no y largo plazo: estos lugares, con la
dinámicas presencia bastante di-
“Aquí los muchachos fundamentales en fusa y contingente de
se han criado de mi- las que se deciden los agenciamientos
lagro. Esto es como las formas de institucionales que
a la suerte que los son por lo menos
muchachos saquen socialización
cédula, camine los y las maneras episódicos, coyuntu-
llevo y verán que no de convivencia rales y superficiales a
hay casa en la cual la luz de lo poco que
a mediano logran generar.
no haya un mucha- y largo plazo.
cho finado por razón “Es que este barrio es
de las discordias, ¿dí- de gente buena, aquí
game en qué parte del mundo la mayoría nos levantamos a
pasa eso, que cada familia tie- trabajar bien temprano y mal
ne su finado? Aquí el que sacó pagos, de aquí han salido fut-
la cédula ya va ganando pues”. bolistas, bailarines, cantantes,
A nombres como: los Are- profesores y gente de bien; pero
peros, los Paperos, los Chocos, lo que ven es al que anda ha-
ciendo el mal en las calles, todos
Hollywood, la Ocho, la Ponceña,
esos proyectos se fijan es en eso
la Virgen, Sugey, que denominan y a la gente que puede hacer
parches como marcas de calle, si- algo nadie le para bolas…”
tios de encuentro, figuras del de-
porte, de las artes o del delito, le Y esta queja se repite una y
han sobrevenido varias genera- otra vez; los pobladores del Retiro

75
Cuadernos Ciudadanos Nº 1

sienten que el barrio es difícil pero tan la imagen de un problema


que es una conquista de sus fami- irresoluto, como si estuviéramos
lias, perciben que desde el afuera en la Aguablanca de hace 20 ó
de Aguablanca se les ve con juicios 30 años; construcciones en es-
que no corresponden con las vi- terilla, sin servicios públicos, con
vencias, los talentos y las prácticas hacinamientos inimaginables.
de la mayoría de los habitantes.
En las mañanas se ven salir
2.2 hombres en bicicleta rumbo a
edificaciones en construcción,
MOJICA señoras ligadas al oficio domés-
tico, jóvenes, hombres y muje-
Mojica es un barrio de la co- res dedicados a la informalidad
muna 15 poblado a partir de lo- en distintos parajes de la ciudad,
tes de interés social asignados a adolescentes y niños a centros
mediados de los años 80, y bor- educativos aunque algunos, no
deado por asentamientos sub- pocos, se desplazan a pararse en
normales como La Colonia Na- semáforos vendiendo confites o
riñense, Brisas del Bosque, Brisas prestando servicios no pedidos a
de las Palmas, Brisas de Caracol, cambio de pocas monedas.
Haití o África. Ahí habita una ne- Aquí vivimos es en el rebusque,
grura que se mezcla con el mun- hay semanas en las que casi
do mestizo; se pueden recorrer no se logra conseguir nada; y
cuadras simétricas unidas con la entonces toca que inventársela
curvatura de otras calles y la irre- para responder por la familia;
gularidad de cuadras periféricas. porque uno no puede dejar que
la gente se le descarrille; yo tra-
“El barrio está bien trazado, se
bajo a lo serio y a los mucha-
pensó bien organizadito, pero
por los lados esto se llena de chos, si no están en la escuela,
recovecos porque donde cabía prefiero llevarlos a trabajar pa
una familia terminaron tres; y en que no se metan en problemas;
las manzanas de a veinte lotes, pero a veces no hay ni pa’ mí.
en algunas partes toco que me- Son muchos los jóvenes que
ter hasta treinta y pico; entonces de la mañana a la noche circulan
ese apretujón fregó el barrio,
por las calles del barrio. Algunos
eso es lo que pienso yo…”
viajan en la marejada urbana del
Hoy en los extremos del ba- rebusque; otros van a la escuela
rrio hay invasiones que proyec- pero no pocos están con los bra-

76
Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

zos caídos en las esquinas. Uno rrio —muchos de los cuales ya


de ellos, Robinson, parado en han perecido o están en cárce-
una cancha una ma- les— a “las Chingas”,
ñana dijo: ...es imposible no adolescentes que se
“Anoche esto se ca- contagiarse de las confrontan con otros
lentó, tocó encerrarse expresiones de grupos territoriales
temprano con la cu- alegría y y que reivindican a
cha y míreme aquí ya de solidaridad de sus antecesores. En
a media mañana con estas disputas todo
mis trapos y mi lim- las gentes; se pone en cuestión;
pia vidrios y nada. No es muy fácil esto dice don Mario
pude salir a la aveni- encontrar una de las pugnas de la
da porque las liebres amplia red de vida en Mojica:
de la curva no dejan, encuentros
más tarde hay curso “Aquí hay días en
de computadores en y actividades que no entra el de la
la biblioteca y tam- comunitarias que leche o que los estu-
poco se puede pasar conviven con la diantes y profesores
pa allá; entonces uno violencia, tratando corren para que no
también dice, esto los roben, o hay días
aquí nada pasa. Yo
de enfrentar en que uno no sabe
no soy un delincuen- las situaciones en medio de la ba-
te pero véame aquí de agresividad lacera por qué no
parado esperando que rodean se muere nadie; las
el brinco, ponchado sus entornos. balas suenan, pegan
pero aburrido…” en las paredes y uno
agradece que esta
En medio de las rutinas y las vez no haya muñeco, y así y
contingencias, las etiquetas de todo, aquí se trabaja, se estudia
los lugares también están dadas y hasta se goza”.
por nombres de grupos asocia-
Sin embargo, como explica
dos al conflicto que definen el
don Mario, al recorrer el barrio
barrio: los del Parque, los de la
Mojica es imposible no conta-
H, los de la Colonia etc., incluso giarse de las expresiones de ale-
varios de estos colectivos tienen gría y de solidaridad de las gentes;
marcas e inflexiones debidas al es muy fácil encontrar una amplia
cambio generacional. Pasamos red de encuentros y actividades
de “los Chimbis”, señores liga- comunitarias que conviven con la
dos al conflicto territorial del ba- violencia, tratando de enfrentar

77
Cuadernos Ciudadanos Nº 1

autogestionariamente las situa- gestión funcional de los asun-


ciones de agresividad que ro- tos formales de la ciudad. Por
dean sus entornos. Las palabras, ejemplo, muchas veces la gente
las músicas, los encuentros se le puso un nombre al barrio y
multiplican en todos los parajes posteriormente se formalizó
del barrio, tanto o más que la fu- con otro, o la gente construyó
ria que circunda. en mingas los servicios públicos
y después se pusieron contado-
res para el cobro con pequeñas
reformas a la infraestructura co-
3. munitaria; algunas escuelas o vías
LOS ENLACES, las hizo la comunidad y detrás
llegó la lógica oficial a adminis-
LOS DESTINOS trarlas o reformarlas sin una ne-
gociación equitativa.
Vale la pena preguntar También es marcado el des-
por los elementos comu- conocimiento de las diferencias
nes de las formas de vio- étnicas, la falta de reconocimien-
lencia que se han instalado en to de las particularidades de la
estos barrios desde hace déca- socialización vecinal y del aporte
das, porque esta violencia no es cultural, tanto simbólico como
de ahora y no se puede reducir a material, de los pueblos afrodes-
la presencia contingente de “ene- cendientes y campesinos venidos
migos públicos” que escapan a la del Norte del Cauca, de los de-
capacidad de acción del Estado. partamentos del Pacífico y del
Al respecto se enuncian algunas suroccidente colombiano a ge-
sencillas pistas: nerar una urbanización espontá-
nea siempre estigmatizada, pero
Esta violencia y la debilidad
en las respuestas que hoy se rica en narrativas, en sabores, en
vive tienen que ver con el des- aportes productivos y en expre-
conocimiento de las formas de siones culturales que han enri-
poblamiento informales y auto- quecido la vida de ciudad.
gestionadas, donde las comuni- Poca atención se ha puesto a
dades apostaron sus saberes y las formas anárquicas y precarias
energías vitales, para ser después en la socialización de los infan-
instrumentalizadas, negadas por tes y los jóvenes que han debido
las lógicas del urbanismo y la levantarse en medio de carencias

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Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

familiares y sin un sentido de per- acceder a los bienes y relaciones


tenencia a la ciudad, pues ésta no que promete la urbe.
brinda oportunidades
ni imágenes de futuro. En medio de estas
Jóvenes emergencias sociales
Jóvenes socializados en socializados
la calle, aferrados a la las dificultades para
en la calle, que funcionen las
vecindad, a la defensa
del pequeño territorio aferrados políticas y programas
barrial, función que se a la vecindad, del Estado no han
les ha asignado des- a la defensa sido pocas. La princi-
de siempre. Ante esa del pequeño pal presencia ha sido
socialización callejera territorio barrial, de Los
la fuerza pública.
servicios sociales
ha primado la lógica función que
correccional y la cons- se les ha asignado siempre han sido pre-
trucción de los y las carios y con la llegada
jóvenes como imagen desde siempre. de infraestructura no
de peligro e incluso Ante esa se han sobrevenido
de enemigos públicos, socialización procesos de resig-
asunto que termina callejera ha nificación ciudada-
siendo letal para estas primado la lógica na y de negociación
social de que debe
poblaciones. correccional garantizar el Estado;
Esta es una juven- y la construcción ha primado la inter-
tud que se vive a la de los y las jóvenes vención exógena, y
manera de disputa in- como imagen se ha ofrecido poca
tergeneracional, pues de peligro e atención a las prác-
los adultos tienen un incluso de ticas culturales coti-
relato de su relación dianas que devienen
con el territorio ba-
enemigos en la posibilidad de
rrial como conquista públicos... procesos endógenos
de un espacio en la arraigados en ener-
ciudad, mientras los jóvenes de gías vitales propias de las comu-
hoy —hijos de estos adultos— nidades, que con apoyo son los
no se ven reflejados en ese lo- conducentes hacia procesos de
gro y se movilizan en medio de desarrollo local y del buen vivir.
nuevas carencias asociadas a la Es decir, no ha operado un apo-
sociedad del consumo, la co- yo decidido para esas pequeñas
municación hipermediática y la expresiones comunitarias que
ausencia de oportunidades para aún existen y persisten.

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Cuadernos Ciudadanos Nº 1

Históricamente se han tra- fronteras no tan invisibles, más


tado las formas delictivas como bien fronteras visibles sobre el
fenómenos externos y ocasio- territorio, linderos mortales que
nales frente a la dinámica de las fueron configurando un imagina-
comunidades, cuando desde el rio de miedo urbano en el habi-
mismo asentamiento informal y tar de estas comunidades.
comunal éstas han generado un
dominio de los territorios que se
expresa desde diversos lenguajes
y simbólicas en la vida de barrio. 4.
Dichas formas del delito se han LAS EMERGENCIAS
interpelado de manera ineficaz,
presentándose incluso experien- DE HOY
cias de cohonestación o inca-
pacidad de las autoridades para
enfrentarlas. La situación hoy se ha
exacerbado con el con-
En ese escenario macro, la fun- trol del territorio por parte
ción de seguridad se fundó des- de actores que proceden de una
de los inicios del poblamiento en escala mayor de relación con el
la cooperación comunitaria para crimen, que son más veloces en
defender el territorio, y su par captar población disponible para
fue siempre el supuesto de una el ejercicio de múltiples formas
inseguridad comunitaria inma- de violencia, sobre todo las aso-
nejable en las fronteras. Cuando ciadas a la circulación de armas
una comunidad asume que para y la masificación del consumo de
obtener la seguridad se debe de- psicoactivos; factores que se na-
fender, entonces es lógico que turalizan cada vez más de cara a
construya un enemigo y que se un Estado débil4.
arme para enfrentarlo. Este ene-
migo puede ser cualquiera, a ve-
4 “El Estado no está en condiciones de
ces es el barrio vecino, a veces es garantizar la paz entre los miembros de la
el sector aledaño, a veces es el sociedad ni de proteger a los agredidos, ni
propio vecino, a veces la policía. de evitar que unos y otros se conviertan
Así, la idea de seguridad condu- en agresores. La circulación y venta clan-
ce a una inseguridad perenne; es destina de armamento, la debilidad o la
decir, la inseguridad en el barrio corrupción de las fuerzas policiales, el des-
orden de la represión cuando reprime casi
tiene que ver con la forma his- siempre excediéndose, son los vientos que
tórica en que se definieron las llevaron al naufragio” (Sarlo, 2009:92).

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Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

Bandas históricas han mutado, tervención, para pensar en prác-


se han transformado y han so- ticas alternativas que no sigan re-
brevivido. Todas esas pitiendo tercamente
bandas fueron inter- Todas esas las mismas propues-
venidas en el pasado bandas fueron tas y justificaciones a
de varias formas: des- intervenidas en el partir de representa-
de lo psicosocial, lo ciones simples sobre
represivo, lo cultural pasado de varias los fenómenos y las
o lo deportivo, inclu- formas: desde dinámicas urbanas.
so desde lo religioso; lo psicosocial,
pero las bandas per- lo represivo, Es necesario reco-
vivieron y se anclaron nocer que hay una
lo cultural o lo nueva generación de
en nuevos relevos deportivo, incluso
generacionales que jóvenes vinculados a
desde lo religioso; las prácticas de con-
ahora operan desde
múltiples prácticas pero las bandas flicto y no todos es-
delictivas que se han pervivieron y tán cruzados por el
diversificado como se anclaron en mundo del delito. Sin
formas culturales y de nuevos relevos duda, se asiste a un re-
acceso a la economía. levo generacional de
generacionales las redes criminales,
Que no haya me- que ahora operan pero también es cier-
canismos de oportu- desde múltiples to que hay una nueva
nidad social no es de prácticas delictivas generación atrapada
ahora, en décadas las que se han en condiciones de
ofertas de inclusión diversificado como vulnerabilidad por
de la sociedad caleña, formas culturales y falta de oportunida-
ya fuera a través del des reales que no se
Estado, de las ONGs
de acceso han abordado desde
o de las organiza- a la economía. agenciamientos efec-
ciones comunitarias tivos, social y cultu-
fueron insuficientes y operaron ralmente (González, 2011); esto
como mecanismos externos y es interpelador para la ciudad.
ocasionales que no logran sos- Recientemente el Ministerio de
tenerse como alternativas so- Educación señalaba que hay 50
cioculturales de convivencia. Es mil cupos para estudiar, pero los
pertinente reconocer el vacío niños, adolescentes y jóvenes de
inmenso en las presencias institu- estos sectores que necesitarían ir
cionales y en los procesos de in- a la escuela no la demandan por

81
Cuadernos Ciudadanos Nº 1

razones múltiples: ir a la escuela cotidiano. En la conversación con


es imposible por el entorno de los pobladores encontramos co-
violencia, la escuela cineros y cocineras,
expulsa por falta de Sin duda, vendedores ambulan-
pertinencia o no hay se asiste tes, “profesionales del
condiciones básicas a un relevo semáforo”, personas
materiales para acce- ligadas al transporte
der; los jóvenes más generacional de las y la construcción que
crecidos requieren redes criminales, no saben cada día
trabajo pero la oferta pero también cómo salir y volver de
es informal y mal paga es cierto que sus trabajos, con gran
cuando la hay, en con- hay una nueva preocupación ade-
secuencia, la opción generación más por los familiares
más atractiva para los atrapada en que quedan en la co-
chicos en medio del tidianidad del barrio.
desocupe, termina condiciones de
siendo el vínculo con vulnerabilidad Del mismo modo,
prácticas ilegales, de- por falta de es crítica la afectación
lictivas. oportunidades de la vida comunitaria
y de servicios socia-
Igualmente es po-
reales que les como educación,
sible reconocer que no se han salud, aseo, y la distri-
hay procesos, inclu- abordado desde bución de insumos y
so de larga duración, agenciamientos bienes cotidianos en
de confinamiento de efectivos, social los que se expresa
las comunidades, al y culturalmente. temor por la “inse-
punto que aún hoy guridad reinante”. Es
en ciertos sectores crítica la situación de
del oriente los pobladores dicen: amenazas, desplazamientos inter-
“voy para Cali”, para referirse a nos y dispersos5, la generalización
una visita al centro de la ciudad;
5 “El desplazado es otra de las alteridades
la mayoría de las gentes se ocu- radicales dentro de nuestra cultura. Ne-
pan en actividades de los ser- gando estratégicamente los discursos invi-
vicios informales, del rebusque sivilizadores, los estereotipos masificantes,
día a día, pero están atrapadas la generalidad sin rostro, desnaturalizado,
en fronteras, en medio del mie- deshistorizado y desubjetivado con el que
do al control de pequeños gru- se ha configurado el ‘problema’ de orden
público en tanto tal se niega la forma como
pos que impiden su movilidad y se concibe dicho ‘problema’, a la vez se
la estancia pacífica en su hábitat cuestiona la racionalidad implícita y prefi-

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Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

de “vacunas” disfrazadas como un proceso renovador en el pla-


cobro de seguridad “privada” a no de la cultura de la convivencia
negocios, viviendas y transeún- y por supuesto de las oportuni-
tes. Un educador nos expresó: dades sociales.
“no sabemos en qué momento
se meten al colegio a disparar Hoy es importante que las
los muchachos, y uno aquí dizque intervenciones sobre la violen-
educando a los niños; cada vez cia no terminen consolidando
hay menos respeto por el colegio más estigmas sobre el Oriente,
y eso nos tiene muy preocupa- ni generalizando el imaginario de
dos”. violencia como lo único que se
tiene de este territorio, cuando
en realidad la gran mayoría de la
población vive trabajando por la
5. ciudad, mientras padece la más
LOS CAMINOS flagrante violación del derecho
fundamental a la vida por peque-
DE RECTIFICACIÓN ñas hordas agenciadoras de vio-
lencia criminal, y simultáneamen-
te, ve vulnerados sus derechos
Las medidas que se han sociales, económicos, culturales
tomado son insuficientes, y ambientales (González y Sán-
entre ellas el desarme par- chez, 2010).
cial en tiempos y en espacios,
asunto que si se logra establecer Es fundamental para gene-
como una política permanente y rar alternativas, que estos te-
en toda la ciudad tendría sus vir- rritorios se reconozcan como
tudes, en la perspectiva de que la espacios históricos de afrodes-
sociedad avance en la búsqueda cendencia, en los que pueblos
de la rectificación eficaz de los migrantes del Pacífico y del
caminos de violencia. Ésta sería conjunto del suroccidente co-
una esperanza para dejar de nau- lombiano han hecho apor tes
fragar en medio del armamentis- simbólicos, socioculturales y
mo cotidiano y de la lógica de de un inmenso valor material
autodefensa que coloniza la vida a la configuración de la ciudad
ciudadana. Se requiere, sin duda, (González, 2012, 2013). Las co-
munidades del Oriente están
gurada, latentes en las formas de solución”. cansadas de que se les tipifique
(Castillejo, 2000:254) en el discurso oficial, se les tra-

83
Cuadernos Ciudadanos Nº 1

te como extrañas y recién lle-


gadas6, cuando llevan décadas Es fundamental
forjando una Cali diversa y em- para generar
prendedora. Nuestro llamado alternativas,
urgente es a que se reconozca que estos
la diversidad social y étnica de territorios
estos barrios desde un punto se reconozcan
de vista efectivo, que se traduz-
ca en la promoción de etno-
como espacios
agenciamientos de los asuntos históricos
colectivos7. de afrodescendencia,
6 “La taxonomía, la clasificación y los pro- en los que
cesos de tipologización, son sólo modalida- pueblos
des de organización producto de las ten- migrantes
siones de poder inherentes al discurso, y en
tanto esto, inherentes al orden del mundo. del Pacífico
Hay individuos que de acuerdo con cir- y del conjunto del
cunstancias espacio-temporales, resultan suroccidente
“indefinibles”, es decir no son susceptibles
de ser incluidos en alguna de las taxono- colombiano
mías que estructuran el orden del mundo. han hecho
Estos individuos o grupos, en primera ins- aportes
tancia transicionales, son invisibles en un
doble sentido: o bien son absorbidos por simbólicos,
alguna categoría o clase, según la idea de socioculturales
clase elaborada por Bertrand Rusell, que y de un inmenso
no necesariamente los represente (…) o
es configurada una nueva categoría cuya valor material
naturaleza se define por su aislamiento.” a la configuración
(Castillejo, 2000: 82). de la ciudad.
7 “(…) los sistemas de valores y sistemas
de normas de los diferentes grupos afec-
tan la definición de los problemas, los datos Es fundamental en este perío-
que se tienen en cuenta y las soluciones do de ebullición de las violencias,
que proponen. Las relaciones entre los sis- proteger los centros educativos,
temas de valores y las formas físicas son los puestos de salud, las bibliote-
difíciles de describir y de reconstruir. No cas y los centros de formación
obstante, los diferentes sistemas de valores
que se expresan a través de imágenes dis-
comunitarios como centros de
tintas de lo que debe ser una ciudad con- ‘pertenecen’, son aquellos sitios que sim-
forman, de hecho, ciudades diferentes. El bolizan e indican una identidad social y, por
significado que tienen los lugares urbanos tanto son receptáculos de actividad” (Ro-
según los grupos humanos a los cuales les dríguez et al. 2004:25).

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Observatorio de Realidades Sociales Arquidiócesis de Cali

paz y como patrimonios colec- ciudadana. En eso quizás consis-


tivos que se deben sacralizar ta un proceso de reconciliación,
y proyectar, pues son ellos la convivencia y paz desde las ciu-
base de procesos endógenos de dades colombianas.
construcción de pactos colecti-
vos de convivencia y buen vivir.
Preocupa en particular la ame-
naza a los centros educativos y 6.
a los liderazgos que trabajan en
el campo cultural y comunitario REFERENCIAS
por proponer nuevos horizon- BIBLIOGRÁFICAS
tes de vida.
Se requiere evaluar las acciones Castillejo, Alejando. (2000).
contra el delito para enfrentar las Poética de lo Otro. Antropología
empresas criminales con vigor y de la guerra, la soledad y el exilio
transparencia, asumiendo una de- interno en Colombia. Colombia:
cidida campaña de depuración de Instituto Colombiano de
las instituciones del orden público Antropología e Historia.
con respecto a reiterados señala-
mientos de corrupción y acomo- González, Jesús D. (2011).
damiento a las violencias funcio- Maestra vida. Relatos de la
nales que afectan estos barrios y parcería en la ciudad popular.
la ciudad región en general. Las Colombia: Fundación Ciudad
redes criminales de nuevo nom- Abierta, Grupo de Investigación
bre, que hoy se presentan como PIRKA.
poderosas empresas de violencia, ______. (2012). Mundos
están ancladas en pequeñas es- populares entre el desplazamiento
tructuras formadas en años que y el poblamiento. Memorias e
no se han logrado impactar desde interculturalidades en el Distrito
el punto de vista de una política de Aguablanca. En: Universidad
anticriminal. San Buenaventura Cali (2012).
Revista Ciencias Humanas.
Es posible rectificar el urbanis- Enero –Junio, 2012. Vol. 8, No.2.
mo de la violencia, dejar de admi- pp. 13-28.
nistrar la inseguridad, para gene-
rar nuevos acuerdos de inclusión ______. (2013). Banda
social basados en el respeto a la Oriente. ¡Trayectos de una
diferencia y en la participación ciudad que una vez! Colombia:

85
Cuadernos Ciudadanos Nº 1

Fundación Ciudad Abierta, Salazar, Boris. (2014). La


Grupo de Investigación PIRKA. violencia homicida en Cali: Volver
a la comunidad. Portal la Razón
González, Jesús D. y Sánchez, Pública, 10 de febrero de 2014.
Alfayma. (2010). Ciudad, Conflicto
y Generaciones. Colombia: Sarlo, B. (2009). La ciudad
Fundación Ciudad Abierta. vista. Mercancías y cultura urbana.
Argentina: Siglo Veintiuno
Rodríguez, S. y otros. (2004) Editores.
Algunos apuntes sobre causas e
indicadores del deterioro urbano.
Bogotá, Colombia. Pontificia
Universidad Javeriana.
Cuadernos
Ciudadanos,
es una publicación
seriada dirigida a
circular reflexiones
para la construcción
de país desde la
ciudad y la región.

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