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ANALISIS: ÉTICA Y DERECHOS HUMANOS se sobrepone a la “fuerza” de la pura “valores” con tendencias a la principios que legislan los valores

3SECDPCC120619 racionalidad del poder. La ética, coacción o represión de la voluntad, éticos declaran el respeto a la
Álvaro B. Márquez-Fernández1 entonces, nace, como la praxis, de una obediencia o consentimiento. En ese identidad y diversidad propias de la
Para Sócrates y Aristóteles, la praxis condición de vida a partir de un sujeto aspecto la ética, que versa sobre pluralidad de las conductas humanas.
humana es virtuosa sólo si es capaz de o colectivo social, que dota de sentido valores humanos, de alguna forma El proyecto por fundar filosóficamente
valorar éticamente el poder de la universal y trascendente a tipos o busca su reconocimiento en las una ética universal, trascendente o
política a través de la frónesis. Es la clases de valores que están asociados prácticas individuales y/o colectivas mundial; es decir, una “ética para
“conciencia” de la virtud de un buen con la prudencia, la justicia, el bien, la entre las personas que comparten y todos”, es válido utópicamente.
obrar, acerca de la verdad y sus igualdad, la libertad. Se resiste y se conviven esos valores, asumidos Merece la pena, pues, actuar desde
contradicciones o negaciones, lo que subleva frente a cualquier tipo de mediante normas de vida donde los un valor cuyo principio absoluto
siempre es deseable en su condición e intereses de los sujetos, ciudadanos del ámbito objetivo, subjetivo e economía neoliberal del s.XXI, donde
de futuro posible. Pero, también, es o colectivos sociales. Indiscutible, es, intersubjetivo de nuestra existencia, de manera creciente se le resta valor
válido pragmáticamente, pues el valor entonces, la necesidad de disponer y a partir de la relación con mi yo y los al sujeto existencial y vivencial de los
contingente del universal ético hace aceptar normas de vida, principios otros. Esto nos lleva a valores.
posible que el contenido material de universales y valores contingentes, contextualizar, hoy más que en otras
La ética pública emancipadora
los valores éticos tienda a una para considerar válidos la épocas, la importancia de las normas
La ética prescribe un bien en común
humanización de los valores en sus multiplicidad de “valores humanos” éticas para la gobernabilidad del
para todos, siempre que la presunción
prácticas reales. Lo que bien supone, que componen las prácticas o Estado y de la ciudadanía, y las
de la obediencia a los principios sea
la condición histórica y concreta de acciones éticas en cualesquiera de las nuevas relaciones de poder que se
demostrable en la acción o las
estas prácticas con respecto a los fines relaciones instauran en los desarrollos de la
conductas. Es decir, la garantía de los particular, distingue a la ética pública sustanciar valores o principios el cumplimiento, en su acción directa
valores de las normas obedece a un de cualquier abstracción valorativa, universales con prácticas ciudadanas y humanizante, al hacer de los valores
cumplimiento individual y/o social de que tiende a disolver los valores éticos directamente vinculadas con el éticos una realidad humana en el
las normas por parte de la mayoría o en abstracciones metafísicas. Si, poder para mandar y obedecer. Es actuar diario de la vida cotidiana; es
de todos en el espacio de puesto que los “valores humanos” a un poder que debe estar al servicio el propósito y fin de la ética pública a
coparticipación donde la vida de cada los que apunta la ética pública, son de la autonomía y de la libertad, la la que aludimos.
quien y de todos se desarrolla a partir valores materiales y contingentes de igualdad y la justicia: hacia valores Lo que representa un paso notable en
de una corresponsabilidad por la quienes viven y obran en el espacio de que favorezcan la inclusión de cada la construcción dialéctica de un orden
obtención del bien común. Esta opción aparición e interacción que gerencia la uno y de todos en un proyecto de de valores que sea capaz de incitar la
por el bien general a través del política. Se trata de fundar o vida compartido. El compromiso en puesta en práctica de unos valores
que apuntan a sus propios cristalizar las hegemonías e ideologías La obediencia a los derechos y inherente a la política en el uso del
destinatarios, y evitar, así, un acerca del bien común para todos. La deberes, responde a un poder de la razón, por lo que la ética
desiderátum idealizado. Se abren a las transformación de los “valores éticos” convencimiento de juicios de valor y pública es un acto emancipador
prácticas éticas diversos escenarios de en circunstanciales y relativos “valores razones de hecho, donde prevalece originario en el uso libre del del poder
intervención entre los valores y sus humanos”, se logra a través de las el bien compartido que resulta de la para convivir y compartir en
usuarios, y entre éstos y las prácticas retóricas políticas en su mejor interculturalidad y las alteridades. comunidad.
axiológicas del poder para la tradición; es decir, en el derecho a la Una ética pública es un correlato de
gobernanza; pues es en el tejido de palabra y a la persuasión del otro por mediaciones entre valores múltiples Una ética inclusiva de los
estos espacios donde se dota de medio de la razón argumentativa y de actores y sujetos que buscan derechos humanos
sentido a los valores que pugnan por hermenéutica. conciliar o arbitrar la conflictividad
Los valores de la ética pública deben socio-económico, regulaciones no materiales de la vida a la vida justa y universal y particular. Pero hablar de
responder a los valores de los solamente públicas, sino, además, buena. No es una ficción literaria el bienes también implica hablar de
derechos populares. Se les otorga a los privadas), son exigencias que deben “bien compartido” entre unos y otros, necesidades que deben ser satisfechas,
ciudadanos con la finalidad de obtener despertar y estimular una voluntad de es un deber ser para sí y los otros, para poder acceder al status de bien
el beneficio personal y colectivo que solidaridad y compañerismo. donde prima el sentido gregario de ser humano. Así, no es posible acceder al
garantiza un ejercicio práctico de los La búsqueda por el bienestar del otro, un ser humano, puesto que el valor status de la justicia, sin la existencia de
principales valores políticos del de todos, el nosotros, es la máxima de humano es un valor dado que se condiciones materiales y contingentes
Estado. El respeto por el otro y el estilo kantiano que prevalece en una otorga, se obtiene, se recibe, se del obrar justo con respeto a unos y
cumplimiento de las normas éticas (en ética pública que exige el comparte, por medio de normas de otros. Luego, la justicia es un valor
el marco de un orden jurídico-político, reconocimiento de las condiciones vida que protegen esos valores en lo material al que todos tenemos derecho,
ya que su negación o anulación genera instituciones del Estado en su énfasis en las prácticas comunicativas insurgencia popular que van desde el
una desprotección o desconocimiento permanente e inédito desarrollo. e interpretativas de los derechos de indigenismo hasta el advenimiento de
de las condiciones que la generan. De Integrar a las ciudadanías en este orden participación, integración e inclusión. un socialismo del S. XXI, lo que amplía
este modo el acceso a los derechos creativo del poder de la política, Es de observar que en la significativamente el campo de los
humanos, no es una concesión a atendiendo a las responsabilidades que transformación ética de los derechos derechos humanos), subyacen nuevos
nuestra propia naturaleza de seres la ética pública implica, genera humanos en la política pos neoliberal protagonismos de ciudadanías
humanos, es una realización normativa interferencias, disimilitudes, opuestos, (un fenómeno importante de estudio invisibilizadas por el orden hegemónico
de la política. O sea, una estructuración diferencias, entre los sujetos y actores desde este punto de vista se percibe de la modernidad. Profundizar en estas
del poder para hacer y obrar de acuerdo sociales, que permiten ampliar los en América Latina, a grandes rasgos, fisuras del orden coactivo de las éticas
a un valor creado por las ciudadanías e consensos y disensos con especial en los movimientos sociales de neoliberales del mercado y del
consumo, que amparan la depredación Los valores éticos de los derechos normados éticamente, entre diferencias acceso a la subjetividad y a las
de la naturaleza, la tecnificación de la humanos culturales que deben resguardarse para intersubjetividades de los sujetos que
política, la despolitización de lo público, El valor de la dignidad del otro, como punto proteger su originalidad, son relativos y interactúan desdibuja cualquier dogma de
de encuentro y reconocimiento en un heterónomos. La inclusión del otro en una valores éticos preconcebidos e impuestos
los “derechos de apropiación” de los
nosotros, es el “principio esperanza” de los ética plural, pública, donde se respete lo sobre el decurso de la realidad que no es
derechos humanos para deshumanizar valores éticos de los derechos humanos. Es universal y particular de cualquier estática sino dinámica.
al ser humano, es recuperar la reflexión una ética que propende a una razón dialógica concepción del mundo, es un desafío al Así, aparecen nuevos derechos humanos
crítica acerca de la crisis de los “valores que hace posible desobjetivizar al otro y pensamiento dialéctico y crítico, pues que tiene un fuerte referente de valoración
éticos “de la modernidad. resituarlo como un sujeto vivencial en el instituye un “desfilosofar” los órdenes desde la ética pública, pues los ciudadanos
universo discursivo de su cultura. Los valores cerrados y anárquicos de los valores éticos han sido víctimas de derechos negados,
de esa cultura que son susceptibles de ser de la tradición filosófica moderna. El obstruidos, conculcados, en una palabra,
alienados; ahora, reaparecen o se crean otros marginales. Es el caso del feminismo, los de la alteridad, pues el primer valor de ciclope depende de una refundación de
derechos como consecuencia de un activismo movimientos juveniles, indigenistas, ontológico del otro es como sujeto los derechos públicos de las ciudadanías; es
político que le ha permitido a las ciudadanías ambientalistas, gays, lesbianas, ecologistas, vivencial, como persona, individuo. El otro decir, de nuevas normas de valores que
emergentes recuperar y/o descubrir y/o etc, con consecuencias importante para la en su particularidad y en su universalidad, orienten las conductas cívicas de acuerdo a
construir nuevas identidades y/o existencia de la vida en la tierra: como el identidad y diferencia, en su derecho al principios universales compartidos por
representaciones sociales. derecho a un medio ambiente no habla y a la escucha. Para cumplir con esta intereses y necesidades mutuas qu e se
Las nuevas relaciones dialógicas entre contaminado y el derecho a una sociedad tarea se requiere de un “hombre nuevo” satisfacen y resuelven cooperativamente. Al
política y discurso, dan acceso a nuevos que no dependa de las economías o cuya conciencia crítica lo haga apto para exteriorizar las subjetividades de todos y
derechos comunicaciones que hoy día, por plusvalías del consumo e intercambio. La una completa desalienación de las otros, el orden público de la participación se
ejemplo, nos permiten escuchar otras voces; consagración de derechos de esta clase, institucionalidades de las éticas vuelve obviamente más directo e inmediato.
antiguamente, repetimos, marginadas o pasan por la puesta en escena de una ética neoliberales del Estado moderno. Esa tarea Esa experiencia presencial del otro en el
espacio público radicalmente cambia las
“reglas del juego”, “los valores humanos”
prevalecientes, y dan acceso a otros
principios y valoraciones. Entonces, la
política quizás recupere o retorne a algo más
que su definición filosófica, y se vuelva una
auténtica práctica de libertades compartidas
en una democracia de derechos en cogestión
por un bien en común.

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