Sei sulla pagina 1di 3

703-S17

REV. 11 DE ABRIL, 1995

ADAM M. BRANDENBURGER

La amarga competencia entre Holland Sweetener


Company y NutraSweet (C)
Después de la entrada, en 1987, de Holland Sweetener Company (HSC) en el mercado europeo de
aspartame, NutraSweet había reducido drásticamente su precio de venta de aspartame en dicho
mercado. Al introducirse en el mercado canadiense, HSC descubrió que NutraSweet había previamente
firmado contratos exclusivos y para varios años con algunos clientes.

Las maniobras legales en Europa


Ante la caída vertical de los precios europeos del aspartame, en 1990 HSC presentó a la Comisión
Europea una querella por dumping contra NutraSweet y Ajinomoto. NutraSweet argumentó en su
defensa que la diferencia entre los precios europeos y estadounidenses era un reflejo de la distinta
predisposición al pago de los consumidores europeos y americanos, y que además estaba justificada por
las diferencias existentes en las fechas de expiración de las patentes. Asimismo, la empresa argumentó
que su competidor holandés estaba tratando de aprovecharse de sus propios esfuerzos para crear el
mercado de edulcorantes de alta intensidad y que los problemas de HSC se derivaban de sus precios
poco realistas. HSC puso de manifiesto que no le quedaba otra alternativa que bajar los precios, que
según la empresa estaban por debajo del coste de producción, y que, a diferencia de su rival, no podía
compensar las pérdidas resultantes con los beneficios obtenidos en el mercado americano.

A finales de noviembre de 1990, la Comisión Europea resolvió a favor de HSC e impuso a


NutraSweet aranceles provisionales antidumping del orden de casi 15 dólares por cada libra de
aspartame importada a la Comunidad Europea. La resolución se aplicó también a Ajinomoto, que se
había negado a cooperar con la Comisión. Otras partes interesadas, entre las cuales se encontraban
productores de bebidas refrescantes que se habían quejado de que los aranceles aumentarían sus costes
y ralentizarían el crecimiento del mercado de aspartame, presentaron también sendas querellas. En
mayo de 1991, la Comisión resolvió la imposición «definitiva» de los aranceles, argumentando, entre
otras cosas, que el impacto de los mismos sobre los fabricantes de bebidas refrescantes sería de poca
importancia.

Jan Bergman, presidente de NutraSweet AG, comentó lo siguiente: «Es difícil creer que Holland
Sweetener Company sea tan ineficaz que se vea abocada a demandar este tipo de estructura de precios
para poder competir».1 Aunque los directivos de HSC expresaron su satisfacción por las decisiones de la

1 Marketing, 6 de junio de 1991, pág. 2.


_________________________________________________________________________________________________________________

El caso de LACC número 703-S17 es la versión en español del caso HBS número 9-794-081. Los casos de HBS se desarrollan únicamente para su
discusión en clase. No es el objetivo de los casos servir de avales, fuentes de datos primarios, o ejemplos de una administración buena o deficiente.

Copyright 1993 President and Fellows of Harvard College. No se permitirá la reproducción, almacenaje, uso en plantilla de cálculo o transmisión en
forma alguna: electrónica, mecánica, fotocopiado, grabación u otro procedimiento, sin permiso de Harvard Business School.

This document is authorized for use only in JOS? ACHA's MBAG CXXV-I-EE-SECC. A at Pontificia Universidad Catolica del Peru (CENTRUM) from Aug 2018 to Jan 2019.
703-S17 La amarga competencia entre Holland Sweetener Company y NutraSweet (C)

Comisión, reconocieron que sus implicaciones a largo plazo eran más ambiguas. A la espera de la
expiración de la patente estadounidense de NutraSweet, un agente de HSC manifestó lo siguiente:
«Puede preverse que Estados Unidos limitará la importación de aspartame. No me sorprendería nada,
dado el tono que presidió las conversaciones del GATT del año pasado en Uruguay»2.

Las maniobras legales en Canadá


En febrero de 1988, Tosoh Canada presentó una querella ante la oficina canadiense de política de la
competencia (Canadian Bureau of Competition Policy), alegando que NutraSweet abusaba de su
posición dominante en el mercado canadiense3.

Tosoh Canada sostenía que compradores como Coca-Cola y Pepsi habían sido forzados a firmar
contratos exclusivos con NutraSweet en Canadá a causa de su dependencia de la compañía en Estados
Unidos. Tosoh alegó asimismo que, en Canadá, NutraSweet había bajado sus precios hasta 23 y 34
dólares por libra en un intento por deshacerse de la competencia. Por su parte, NutraSweet respondió
que los contratos habían sido firmados libremente por todas las partes y que los precios bajos eran, de
hecho, una prueba de que la competencia funcionaba.

Por esa época, el vicepresidente de Tosoh Canadá, Louis Hoshimi, hizo algunos comentarios acerca
del significado estratégico que el mercado canadiense tenía para su empresa: «Para nosotros es sólo un
primer paso. Si logramos establecernos en Canadá, supondrá un gran incentivo para nosotros»4.

La querella presentada por Tosoh Canada fue examinada por el Tribunal Canadiense de la
Competencia y se consideraba como una importante prueba para la entonces nueva Ley de
la Competencia de 1986. La situación se veía complicada por la cuestión de la constitucionalidad del
propio Tribunal, que había sido impugnada por NutraSweet. A principios de octubre de 1990, el
Tribunal resolvió que NutraSweet no estaba autorizada para celebrar contratos que incluyeran
condiciones exclusivas, ni tampoco para ofrecer descuentos que indujeran a los clientes canadienses a
comprar a una sola empresa o a utilizar la marca y el logotipo de NutraSweet en los productos o la
publicidad. Se anularon también las condiciones de algunos de los contratos de suministro existentes de
NutraSweet. Además, el Tribunal prohibió a NutraSweet el uso de cláusulas del tipo «acuerdo o
exoneración» y le exigió la oferta a todos los clientes (o a ninguno) de las cláusulas de «nación más
favorecida». No obstante, el Tribunal desestimó la sugerencia de que NutraSweet había utilizado sus
patentes estadounidenses para financiar la venta de aspartame en Canadá por debajo de su precio de
coste. Asimismo desestimó la acusación de que el acuerdo entre NutraSweet y Ajinomoto, por el cual
esta última se comprometía a no introducirse en el mercado canadiense como productor independiente,
significaba la exclusión contractual de un competidor.

Louis Hoshimi expresó en los siguientes términos su satisfacción con las resoluciones del Tribunal:
«Estamos convencidos de que el plan de NutraSweet era eliminarnos y después mantener el monopolio.
Todo lo que hemos pretendido es lograr un terreno de juego igualado».5 La Oficina de Política de la
Competencia preveía que NutraSweet recurriría la sentencia del Tribunal, y uno de sus miembros

2 Ibídem.

3 Para obtener un análisis de la querella, véase Thompson, Donald D., «NutraSweet: The Evolution of Law on Abuse of Dominant
Position», The Canadian Business Law Journal, vol. 18, 1991, págs. 1-42.
4 Maclean´s, 16 de julio de 1990, pág. 30.

5 Antitrust and Trade Regulation Report, vol. 59, nº 1.486; pág. 551, The Bureau of National Affairs, 11 de octubre de 1990.

This document is authorized for use only in JOS? ACHA's MBAG CXXV-I-EE-SECC. A at Pontificia Universidad Catolica del Peru (CENTRUM) from Aug 2018 to Jan 2019.
La amarga competencia entre Holland Sweetener Company y NutraSweet (C) 703-S17

sugirió que el retraso en su aplicación a través de un recurso de apelación sería más beneficioso para
NutraSweet que el coste de dicho recurso, tanto si lo ganaba como si lo perdía.

Las maniobras legales en Estados Unidos


En mayo de 1989, HSC y su subsidiaria estadounidense, radicada en Delaware, United Sweeteners
USA, presentaron una demanda contra NutraSweet ante el Tribunal Federal de Distrito. Los
demandantes manifestaron su intención de lanzar en Estados Unidos una combinación de aspartame y
sacarina como edulcorante de mesa, que se comercializaría con el nombre de Sweetmatch. Solicitaron al
tribunal que invalidara la patente de combinación de NutraSweet basándose en algunos aspectos
técnicos de la ley de patentes, y que resolviera a favor de la exclusión del nuevo edulcorante de HSC del
ámbito de aplicación de la patente de uso de NutraSweet. HSC alegó asimismo que ninguna de las dos
patentes podía mantenerse en vigor a causa de la conducta injusta de NutraSweet y del mal uso que ésta
había hecho de las mismas.

En marzo de 1991, el tribunal desestimó la tercera acusación contra NutraSweet, y la cuestión de la


infracción de la patente de uso por parte de NutraSweet fue sometida a un juicio completo. En relación
con la patente de combinación, el tribunal dejó en suspenso su decisión hasta que la Oficina
Estadounidense de Patentes y Marcas dictara su resolución. En junio de 1991, el consejo de apelaciones
de la Oficina Estadounidense de Patentes eliminó la patente de combinación de NutraSweet alegando la
existencia de un «arte previo» bien conocido de combinación de edulcorantes.

La ampliación de capacidad
A finales de 1989, NutraSweet anunció un plan para duplicar la capacidad anual de su planta de
Augusta, que alcanzaría las 6.000 toneladas. Se preveía que en 1991 podría ya disponerse de esta nueva
capacidad.

Los nuevos edulcorantes


En abril de 1990, Hoechst solicitó a la FDA la aprobación del uso del acesulfame-K en bebidas
refrescantes y alimentos cocinados.

This document is authorized for use only in JOS? ACHA's MBAG CXXV-I-EE-SECC. A at Pontificia Universidad Catolica del Peru (CENTRUM) from Aug 2018 to Jan 2019.

Potrebbero piacerti anche