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SOCIOCRITICA

Introducirnos en la perspectiva del paradigma de la Sociocrítica, no es una tarea fácil,

sin embargo, nos corresponde exponer ante ustedes como estudiantes del programa de

formación de grado de estudios políticos y de gobierno este significativo tema, a fin de

ampliar nuestros conocimiento y a su vez cumplir con la asignatura de proyecto I

dirigido por la profesora jilia. Es pertinente la oportunidad que nos brinda esta

asignatura para promover el debate constante, sobre los asuntos cotidiano que nos

envuelven y que sabemos son producto de una estructura de las relaciones sociales,

políticas, económicas y culturales; que nos han impulsado a formar parte activa de la

comunidad estudiantil de la Universidad Bolivariana de Venezuela a fin de alcanzar las

metas posiblemente propias o impuestas, sin embargo el hecho mismo de formar parte

de esta comunidad nos conlleva a ser sujetos críticos de nuestro propio entorno, pues el

valor histórico que representa esta casa de estudio es producto de la crítica social al

modelo excluyente imperante y por consiguiente es la misma sociedad que reclama un

nuevo modo de existir y esto es precisamente lo que busca la Sociocrítica; promover las

transformaciones sociales dando respuestas a problemas específicos presentes en el seno

de las comunidades, pero con la participación de sus miembros, pues la Sociocrítica se

apoya en la crítica social con un marcado carácter auto-reflexivo que permite producir

conocimiento, conocernos a nosotros mismos como sujetos activos y consientes de

nuestra propia existencia, pues “lo que no era posible ayer, lo es hoy y puede dejar de

serlo mañana”. Arturo Uslar Pietri (1981). Es por ello el momento propicio para

desarrollar desde ahora la crítica social constante en el marco de las transformaciones

sociales que exige el momento histórico.


ORIGEN

La Sociocrítica tiene sus orígenes en la universidad de Frankfurt, Alemania, entre los

años 1920 y 1985. Sus principales exponentes de la teoría crítica, se encuentran. Walter

Benjamín, Theodor Adorno, Herbert Marcurse, Max Horkheimer, Erich Fromm y

Jürgen Habermas.

PARADIGMA SOCIOCRITICO

Esta perspectiva surge como respuesta a las tradiciones positivistas e interpretativas y

pretenden superar el reduccionismo de la primera y el conservadurismo de la segunda,

admitiendo la posibilidad de una ciencia social que no sea ni puramente empírica ni solo

interpretativa. El paradigma crítico introduce la ideología de forma explícita y la

autoreflexión critica en los procesos del conocimiento. Tiene como finalidad la

transformación de la estructura de las relaciones sociales y dar respuesta a determinados

problemas generados por éstas. Sus principios son:

 Conocer y comprender la realidad como praxis

 Unir teoría y practica (conocimiento, acción y valores)

 Orientar el conocimiento a emancipar y liberar al hombre

 Implicar al docente a partir de la autoreflexión


CONSIDERACION DE HABERMAS SOBRE LA SOCIOCRITICA.

Habermas consideraba que el conocimiento nunca es producto de individuos o de

grupos que tengan preocupaciones alejadas de lo cotidiano; muy al contrario, el

conocimiento se constituye en base a intereses que han ido desarrollándose a partir de

las necesidades naturales de los seres humanos y que han sido configurados por las

condiciones históricas y sociales. Según este autor, el conocimiento es el conjunto de

saberes que acompañan y hace posible la acción humana; siempre según Habermas, el

positivismo ha desplazado al ser cognoscente (es decir, el ser pensante que realiza el

acto del conocimiento) de toda intervención creativa en el proceso del conocimiento; en

el lugar del sujeto, se ha colocado el método de investigación. El mundo social está

formado por significados y sentidos, por lo que la ciencia social positivista queda

anulada al querer excluirlos de su análisis.

Para entender la sociedad en su desarrollo, Habermas parte de un esquema de dos

dimensiones: una técnica, que comprende las relaciones de los seres humanos con la

naturaleza, centradas en el trabajo productivo y reproductivo; y una dimensión social,

que comprende las relaciones entre los seres humanos, centrada en la cultura y en las

normas sociales. El desarrollo del capitalismo y de la sociedad industrial, junto al

positivismo, ha producido una hegemonía exacerbada de la dimensión técnica; así,

Habermas dirige toda su crítica a denunciar este paradigma presente en la sociedad


contemporánea y se esfuerza en presentar una relación más equilibrada entre ambas

dimensiones para emancipar a los seres humanos del tecnicismo. Este autor considera

que la sociedad humana se transforma a sí misma a través de la historia, mediante el

desarrollo en torno a esas dos dimensiones; si el conocimiento del ser humano sobre la

naturaleza le llevó a lograr el conocimiento técnico sobre ella (dando lugar a las ciencias

naturales), el estudio y la comprensión de las relaciones entre los seres humanos de su

entendimiento mutuo condujo al al desarrollo de las ciencias hermenéuticas (según la

orientación que Habermas denomina "interés práctico"). Así, el sujeto construye su

objeto de conocimiento a partir de unos parámetros definidos por un interés técnico o un

interés práctico; este concepto de interés del conocimiento nos muestra la relación

existente entre Teoría del Conocimiento y Teoría de la Sociedad (ambas,

interrelacionadas).

Habermas considera que junto a la opresión motivada por parte de una naturaleza

externa al ser humano no dominada por él, unida a una naturaleza propia

deficientemente socializada, aparece una tercera orientación que denomina "interés

emancipatorio". Éste, sería un interés primario que empuja al ser humano, con todas las

dificultades que ello supone, a liberarse de las condiciones opresoras, tanto de la

mencionada naturaleza externa, como de aquellos factores internos de tipo

intersubjetivo y también propios de la condición interna del individuo (temores,

aspiraciones, creencias…). Sintetizando, Habermas considera que el conocimiento es el

resultado de la actividad del ser humano motivada por necesidades naturales y por

determinados intereses; se constituiría desde tres intereses de saberes, que denomina

técnico, práctico y emancipatorio, y cada uno de ellos toma forma en un modo particular

de organización social o medio; así, cada saber generado por cada interés da lugar a

ciencias diferentes. Por lo tanto, la ciencia social crítica es la que sirve al interés
emancipatorio para lograr la libertad y la autonomía racional; esta ciencia se esfuerza en

ofrecer a las personas un medio para adquirir conciencia de cómo sus objetivos y

aspiraciones pueden haber sido distorsionados o reprimidos para tratar de solventarlo y

posibilitar la búsqueda de sus metas verdaderas. La ciencia social crítica, como

apuntamos al principio del texto, facilita un tipo de entendimiento autorreflexivo gracias

al cual los individuos expliquen sus fuentes de frustraciones para, si fuere necesario,

eliminarlas. Desde un punto de vista más amplio, esta ciencia trata también de poner al

descubierto los procesos históricos que han distorsionado de forma sistemática los

significados subjetivos.

El tipo de comunicación que propicia la ciencia social crítica es horizontal, para que los

sujetos que integran la comunidad puedan prever y aplicar soluciones para superar las

dificultades que les afectan dominan y reprimen. De esta manera, no puede existir un

director o un líder en el grupo para que todos los participantes puedan tener la misma

posibilidad de iniciar y perpetuar un discurso, así como de proponer, cuestionar,

exponer razones, dar explicaciones, etc. En resumen, una teoría crítica es el resultado de

un proceso de crítica llevado a cabo por un grupo cuya preocupación sea la de denunciar

contradicciones en la racionalidad o en la justicia de los actores sociales con el fin de

implementar las acciones para transformar hacia mejor la organización social. Ejemplos

de esos procesos sociales e históricos que influyen sobre la formación de nuestras ideas

sobre la sociedad son el papel del lenguaje en el modelado de nuestro pensamiento o los

factores económicos o culturales en el modelado de nuestras circunstancias. Un factor

primordial para Habermas es la acción comunicativa, ya que cree que es centralmente

constitutiva de la sociedad humana; a partir de ese concepto, trata de edificar toda una

filosofía de la racionalidad. La acción de los individuos queda articulada por la razón

entendida como una trama discursiva; si podemos entendernos con nuestros semejantes
es gracias a que compartimos un mismo mundo simbólico que garantiza la validez del

diálogo. Al mismo tiempo, el concepto de acción comunicativa debe ser eminentemente

crítico si tiene el objetivo ideal de desenmascarar las deficiencias en la comunicación de

la sociedad contemporánea.

Como es sabido, la teoría crítica nace con los principales exponente de la Escuela de

Frankfurt. Recordemos una vez más que el principal objetivo de estos autores es lograr

la emancipación del hombre y la denuncia de la racionalidad instrumental, vinculada al

sistema sociopolítico, cultural y económico, ya que limita la capacidad reflexiva y

crítica de los individuos y propicia una cultura manipuladora que apuntala un sistema de

dominación y de explotación.

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