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RITUAL DE LA DEDICACIÓN DE
UNA IGLESIA
RITOS INICIALES
ENTRADA A LA IGLESIA
Entrega de la Iglesia.
A la hora señalada, el pueblo se reúne afuera de la Iglesia, esta debe permanecer cerrada.
El Obispo y los presbíteros concelebrantes, los diáconos y ministros, revestidos con las vestiduras
litúrgicas propias, se acercan al lugar donde está reunido el pueblo.
GUIA:
Hoy nuestra Iglesia de Calama está de fiesta. En el marco de la conmemoración de
Nuestra Señora de Fátima, nos congregamos para bendecir nuestra nueva capilla.
Que ha sido construida con el esfuerzo de muchos, quienes han puesto recursos,
tiempo, y cariño para entregarnos un espacio de oración y encuentro en la fe.
Nosotros recibimos este hermoso lugar con un compromiso de cuidar y
evangelizar, sirviendo a la comunidad como Cristo.
La Virgen María es el camino seguro para encontrar a Cristo, hoy en su fiesta, nos
invita a acrecentar nuestra fe en el Señor. Es ella quien nos acerca a su Mesa, para
que compartamos el Pan de la Palabra y el Pan de la Eucaristía.
La gracia y la paz
esté con todos ustedes
en la santa Iglesia de Dios.
GUIA:
Representante de la comunidad dirigen unas palaras, expresando su alegría por
la construcción de este nuevo templo
GUIA:
El Señor Obispo, entrega las llaves del nuevo templo, al párroco de la comunidad.
GUIA:
El Señor Obispo, golpea tres veces las puestas de esta nueva Iglesia.
El obispo golpea las puertas de la Iglesia con el Báculo Pastoral, luego se abran las puertas de
estas.
Señor Obispo:
Entren por la puerta del Señor con alabanzas,
atraviesen sus atrios con himnos.
Procesión de entrada.
Entonces, precedidos por la cruz procesional, el Obispo y todos los demás entran en la iglesia. Al entrar
la procesión se entona el canto de entrada:
CANTO DE ENTRADA
GUIA:
Al llegar al altar: el Obispo, omitido el beso del altar, se dirige a la cátedra; los concelebrantes, los
diáconos y los ministros ocupan sus respectivos lugares en el presbiterio.
Terminado el rito de entrada, el Obispo bendice el agua para rociar al pueblo en señal de penitencia y
en recuerdo del bautismo, y para purificar las paredes y el altar de la nueva iglesia.
Los ministros llevan el calderillo con el agua al Obispo que está de pie en la cátedra.
GUIA:
Queridísimos hermanos:
al dedicar esta iglesia con solemne rito,
supliquemos humildemente a Dios nuestro Señor
que se digne bendecir esta agua, con la cual seremos
rociados en señal de penitencia y en recuerdo del bautismo,
y con la que serán purificados las paredes.
GUIA:
Oramos todos en silencio.
Amén.
El Obispo, acompañado por los diáconos, rocía con agua bendita al pueblo y las paredes, pasando por
la nave de la iglesia, y vuelto al presbiterio rocía el altar.
GUIA:
El Obispo, acompañado por párroco, rocía con agua bendita al pueblo y las paredes
de esta nueva iglesia.
CANTO APROPIADO
Después de la aspersión, el Obispo vuelve a la cátedra y, terminado el canto, de pie, con las manos
juntas, dice:
Amén.
Himno del gloria
Oración colecta
Oremos.
Dios todopoderoso y eterno,
derrama tu gracia sobre este lugar
y concede tu ayuda a todos los que te invocan,
para que la eficacia de tu palabra y de los sacramentos
confirme aquí los corazones de todos los fieles.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Todos:
Amén.
DEPARTAMENTO DIOCESANO DE LITURGIA 6
RITUAL DE LA DEDICACIÓN DE UNA IGLESIA
LITURGIA DE LA PALABRA
La proclamación de la Palabra de Dios se realiza convenientemente de esta forma: dos lectores, de los
cuales uno lleva el Leccionario de la Misa, y el salmista se acercan al Obispo.
GUIA:
Tres miembros de nuestra comunidad, llevan al señor Obispo, el libro de las
Sagradas Escrituras
Amén.
GUIA:
Recibimos la Palabra y con ella, iniciemos nuestra marcha con paso firme para
sentirnos peregrinos del Reino, y con voz fuerte para ir cantando y rezando las
frases bíblicas que como señales de tránsito indican el camino cierto hacia nuestra
meta final.
PRIMERA LECTURA:
GUIA:
Pablo y Bernabé toman una decisión radical, que da un giro a toda la
evangelización de la Iglesia: evangelizar a los pueblos paganos. Escuchemos con
atención.
SALMO:
GUIA:
Dios está con nosotros y nos da su misericordia. Por eso, con el salmista alabamos
al Señor. Respondamos: Somos su pueblo y ovejas de su rebaño
DEPARTAMENTO DIOCESANO DE LITURGIA 7
RITUAL DE LA DEDICACIÓN DE UNA IGLESIA
SEGUNDA LECTURA:
GUIA:
Los mártires y la humanidad entera que padece tribulación alaban al buen Pastor
glorificado.
EVANGELIO:
GUIA:
En un breve texto, el evangelio nos presenta al buen Pastor que da vida eterna a
las ovejas, porque las conoce y están unidad a él.
Luego, el Obispo entrega el Leccionario al primer lector. Los lectores y el salmista se dirigen al ambón,
llevando el Leccionario de modo que todos lo vean.
Después del Evangelio el Obispo tiene la homilía, en la que ilustra los textos bíblicos y el sentido de la
dedicación de la iglesia.
HOMILÍA
CREDO
GUIA:
El buen Pastor resucitado nos da vida y vida abundante. Él nos libera de todos los
males y nos guía hacia los manantiales de agua viva. Confirmemos nuestra fe
rezando:
Terminada la homilía se dice el Credo. Se omite la oración de los fieles, ya que en su lugar se cantan las
Letanías de los Santos.
Luego, el Obispo invita al pueblo a orar con estas u otras palabras semejantes:
Queridísimos hermanos:
oremos a Dios Padre todopoderoso,
que de los corazones de los fieles
se hizo un templo espiritual,
y que la súplica fraterna de los Santos
se una a nuestras voces.
Se cantan entonces las Letanías de los Santos a las que todos responden; esto se realiza estando todos
de pie.
Muéstrate propicio,
De todo mal, Líbranos, Señor.
De todo pecado, Líbranos, Señor.
De la muerte eterna, Líbranos, Señor.
Por tu Encarnación, Líbranos, Señor.
Por tu Muerte y Resurrección, Líbranos, Señor.
Por la efusión del Espíritu Santo, Líbranos, Señor.
Terminadas las Letanías, el Obispo, de pie, con las manos extendidas, dice:
Señor, te rogamos
por la intercesión de la Virgen María
y de todos los Santos,
que recibas benignamente nuestras súplicas,
para que este templo que dedicaremos a tu nombre
se convierta en casa de salvación y de gracia,
donde el pueblo cristiano, fraternalmente congregado,
te adore en espíritu y en verdad
y se edifique en la caridad.
Por Cristo nuestro Señor.
Todos:
Amén.
Plegaria de la dedicación
GUIA:
El Señor Obispo, como sucesor de los apóstoles, y con el poder de Cristo Sacerdote,
dice la plegaria de consagración de este nuevo templo. Nos unimos a esta oración
en silencio.
Luego, el Obispo, de pie, sin mitra, en la cátedra o junto al altar, con las manos extendidas, en voz alta
dice:
Todos:
Amén.
Unción de las paredes
GUIA:
Con el Santo Crisma, señal del don el Espíritu Santo, el obispo ungirá las murallas
de este templo; con ello significa de modo concreto, que este lugar sagrado es
consagrado al Señor, para celebrar los misterios que nos dan nueva vida.
Después, unge las paredes de la iglesia marcando doce o cuatro cruces distribuidas convenientemente.
CANTO APROPIADO
Terminada la unción del altar y de las paredes de la iglesia, el Obispo vuelve a la cátedra.
Los ministros le acercan lo necesario para lavarse las manos. Luego, el Obispo deja el gremial y se pone
la casulla.
Incensación de la Iglesia
GUIA:
Con el inciso, sube nuestra oración al Señor. A continuación, el señor Obispo
inciensa las paredes de esta nueva iglesia, y al pueblo congregado en la oración.
Entonces, el Obispo, pasando por la nave de la iglesia, inciensan al pueblo y las paredes.
CANTO APROPIADO
GUIA:
El altar es figura de Cristo, piedra angular de la Iglesia. El señor Obispo bendice
este nuevo altar, en el que se celebrará el banquete Eucarístico.
Después, el Obispo, de pie, sin mitra, Bendice el altar, con las manos extendidas, en voz alta, dice:
El Obispo rocía el altar con agua bendita y lo inciensa. Después vuelve a la cátedra, se pone la mitra, es
incensado y se sienta.
GUIA:
Miembros de nuestra comunidad cubren el altar con manteles, y lo adornan
con flores.
CANTO APROPIADO
Luego, cubren el altar con el mantel y lo adornan, si es oportuno, con flores; colocan adecuadamente
los candeleros con los cirios requeridos para la celebración de la Misa y, si corresponde, también la
cruz.
GUIA:
Cristo luz del Mundo, ilumina a la humanidad con su Resurrección. En este
momento, se encienden los cirios del altar, y las luces de este templo
consagrado al Señor.
Después, el diácono se acerca al Obispo, el cual, de pie, le entrega un pequeño cirio encendido,
diciendo en voz alta:
Entonces se hace una iluminación festiva: se encienden todos los cirios, también los que se pusieron
donde se hicieron las unciones, y las demás luces de la iglesia, en señal de alegría. Mientras tanto se
canta.
CANTO APROPIADO
LITURGIA EUCARÍSTICA
GUIA:
Señor, nos acercamos a tu altar para entregarte a través de estas ofrendas,
nuestras vidas, nuestros esfuerzos y los anhelos que están cimentados en la
esperanza de la vida Eterna que nos prometes en Pan y Vino.
Cirios encendidos: Señor, esta luz representa tu propia vida en medio de nosotros.
Ilumina nuestro camino a recorrer. Que nuestras almas vivan eternamente
encendidas en tu amor, que cada uno de nosotros podamos así brillar en nuestros
hogares. Te prometemos mantener siempre encendida tu llama en nuestros
corazones.
Flores: Te ofrecemos estas flores, Señor, como símbolo de vida, de unión, de
alegría y nuestro anhelo de vivir siempre en amor y amistad contigo.
Pan y vino: Señor te ofrecemos el Pan y vino, signo de entrega y comunión
fraterna, que sean para nosotros Pan de Vida y Vino de Salvación.
Que nuestra Madre de Fátima “nos ayude a que nuestra vida también sea ofrenda,
expresada con gestos de misericordia”
Los diáconos y los ministros preparan el altar como de costumbre. Algunos fieles llevan el pan, el vino y
el agua para el sacrificio del Señor.
CANTO DE OFERTORIO
Cuando todo está preparado, el Obispo va al altar y, dejada la mitra, lo besa. La Misa continúa como de
costumbre, pero no se inciensan ni las ofrendas ni el altar.
RITO DE LA COMUNIÓN
GUIA:
Hermanos, Jesús el Hijo de María, viene a nosotros para alimentar nuestra fe,
esperanza y caridad. Con alegría vayamos a su encuentro.
BENDICIÓN Y DESPEDIDA
Y con tu espíritu.
Entonces, el Obispo, con las manos extendidas sobre el pueblo, lo bendice, diciendo:
El Obispo:
Amén.
El Obispo:
Amén.
El Obispo:
Amén.
El Obispo toma el báculo y prosigue:
Amén.
GUIA:
Con la certeza de que el Señor manifiesta su grandeza a través de la Virgen María,
nos despedimos dándole gracias porque Ella brilla en nuestro camino, como signo
de fe, consuelo y esperanza.