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BREVE RESEÑA DE CADA UNO DE LOS LIBROS DE LA BIBLIA

ANTIGUO TESTAMENTO
I. PENTATEUCO
Está formado por los cinco primeros libros de la Biblia, constituyen la Ley (Torá) de los
judíos. La denominación de cada uno de los libros que hoy conocemos, es la que les da la
Biblia griega que los denomina por su argumento. En estos cinco libros encuentran los
judíos el fundamento de su religión.
Está conformado por los libros de:
GÉNESIS
Contiene la respuesta del pueblo de Israel, a las preguntas que como todos los pueblos de
su entorno (Oriente medio) se hizo sobre el origen del mundo que contemplaba y sobre sus
propios orígenes. Tomando elementos comunes en todas las culturas del Oriente Medio
antiguo descubrió que todo era consecuencia del amor Yahveh a su pueblo.
Esa Historia de amor empezó cuando Dios creó el mundo. Es lo que narra en sus primeros
capítulos. La narración de la creación del mundo está hecha de un modo simbólico: Dios va
creándolo todo: la luz, el día... y por fin crea al hombre (Gn 1, 26-27).
Cuando Dios vio lo que había creado, vio que era bueno. Pero el hombre desobedeció a
Dios y tuvo que abandonar el paraíso. Con su desobediencia entró el desorden en la
creación. Desde entonces el hombre vivió esclavo del pecado.
Pero como Dios seguía amando al hombre, eligió a uno para hacer de él un pueblo que
fuera fiel a Dios. Este hombre se llamaba Abram. La historia de Abram y los demás
patriarcas, cuyo modo de vida era similar al de los demás pueblos del próximo oriente,
explican el origen del pueblo de Israel. Esta historia, que se narra a partir del Capítulo 12,
no es una historia en el sentido moderno de la palabra, sino un relato, transmitido primero
oralmente, cuya finalidad es expresar el plan divino sobre el pueblo de Israel.
ÉXODO
El libro del Éxodo contiene los dos grandes acontecimientos que están en el centro de toda
la historia de la salvación: la liberación de Egipto y la Alianza del Sinaí. Normalmente se
data en el s. V aC, aunque los hechos a los que se refiere abarcan desde el s. XIV aC.,
época de los faraones que levantan los grandes monumentos de Egipto, hasta el s. XIII aC.
El relato del libro del Éxodo retoma la historia de los descendientes de Abraham que
habían emigrado a Egipto porque la tierra donde vivían se vio asolada por el hambre, pero,
en realidad, entre los últimos Patriarcas y la época de Moisés transcurren 430 años de los
que no hay noticia. Según relata el Éxodo, con el tiempo, los egipcios, que eran un pueblo
poderoso, los sometieron a la esclavitud. Yahveh recordando su promesa a Abraham eligió
a Moisés para que los librase (Éxodo 3,9-10). Moisés, sacó, con la ayuda de Yahveh, a los
hebreos de Egipto y los condujo por el desierto a la Tierra Prometida. Camino de la Tierra
Prometida, mientras atravesaban el desierto, Yahveh hizo Alianza con su pueblo en el
monte Sinaí (Éxodo 19, 5-6)
Este libro contiene relatos procedentes de fuentes muy diversas, algunas muy antiguas
como el “Cántico de María”, una de las primeras obras de la poesía hebrea. Los núcleos
primitivos se transmitieron oralmente y cada tribu fue introduciendo nombres o hechos de la
propia tradición. Contiene relatos de carácter épico a través de los cuales expresa un
hecho trascendental: la actuación de Yahveh en la historia de Israel.
LEVÍTICO
Es un libro litúrgico y legal con normas sobre la tienda de reunión del pueblo y los
sacrificios, etc. Contiene normas y leyes, muchas de ellas de conducta moral muy elevada,
que son formas de santidad a la que está llamado todo el pueblo. Estas normas y leyes
convergen en la máxima “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Lv 19,18). Aunque los
hechos a que se refiere corresponden al tiempo de Moisés y en su núcleo fundamental
contenga tradiciones antiguas, su fecha de composición hay que situarla en el tiempo del
exilio o poco después, como resultado de la reflexión de sacerdotes desterrados.
NÚMEROS
Este libro, como los demás del Pentateuco, provine de varias fuentes de diversas épocas.
Más que una narración es un tratado teológico, una interpretación sacerdotal de
acontecimientos anteriores. Describe la formación del pueblo que comienza en los últimos
días de su estancia en el Sinaí y termina cuando acampan en los llanos de Moab junto a
Canaán. Enseña cómo Yahave actúa en la historia, cómo habita en su pueblo y cómo, a
pesar de la infidelidad de éste, cumple su designio de amor y lleva al pueblo a la Tierra
Prometida.
DEUTERONOMIO
Deuteronomio significa “segunda Ley” y es el nombre que se da a este libro en la Biblia
Griega. Relata la misma historia bajo la forma de siete discursos de Moisés en los llanos de
Moab. Contiene una teología de la Alianza y sus exigencias morales, así como la respuesta
del pueblo que se expresa en el “Shema” (Dt 6,4), profesión de fe del pueblo judío hasta la
actualidad. Este libro, según la investigación actual, contiene tradiciones muy antiguas
transmitidas en el Reino del Norte y recopiladas después en Judá. La fecha de
composición puede situarse en tiempo del Exilio y constituye el núcleo de la tradición
deuteronomista.

II. LIBROS HISTÓRICOS


Los libros que tradicionalmente se agrupan en nuestras Biblias bajo este nombre no son
historias en el sentido que nosotros entendemos la historia. En la Biblia hebrea no existe
esta denominación. Llama "Profetas anteriores" a Josué, Jueces, 1-2 Samuel y 1-2
Reyes, pues narran hechos históricos desde la fe "yahvista". Rut, 1-2 de las Crónicas,
Esdras, Nehemías y Ester, están comprendidos entre los Escritos. Tobías, Judit y 1-2
Macabeos no son admitidos como libros sagrados por los judíos.
Está conformado por los libros de:

JOSUÉ

Es la continuación del Pentateuco. En el libro de Josué se encuentra el cumplimiento de


la promesa repetida en los primeros cinco libros. Contiene relatos de conquista de
ciudades cananeas por los hebreos bajo el mando de Josué después de morir Moisés,
así como otros sobre el reparto de la tierra de Canaán entre las tribus.

En su primera parte muestra la preocupación por la influencia de las costumbres


cananeas que podría desviarles de la fidelidad a Yahveh, por lo que los cananeos deben
ser totalmente destruidos. En la segunda, posiblemente escrita en el Exilio, se presenta a
Josué distribuyendo el territorio entre las tribus. Resalta cómo la acción de Yahaveh es la
que hace posible la conquista de la tierra e insiste en el tema de la Alianza y la exigencia
de fidelidad del pueblo, que ha sido escogido gratuitamente, para poseer la tierra.

JUECES

Asentados en Canaán el pueblo se contamina con las costumbres cananeas y Yahveh, al


mismo tiempo que les hizo conocer las consecuencias de su pecado y de su infidelidad a
la Alianza, les envió hombres carismáticos que les libraron de sus enemigos. Estos
hombres fueron los Jueces.

El libro de los jueces incluye una serie de narraciones comprendidas entre la muerte de
Josué y el nacimiento de Samuel. Las más antiguas proceden de traiciones ancestrales
de héroes de las distintas tribus. En los primeros tiempos de la monarquía se añadieron
nuevas narraciones y se les dio un nuevo significado para que las viejas leyendas
adquirieran dimensiones nacionales.
1 y 2 SAMUEL

Estos dos libros hablan del juez Samuel y de los primeros reyes de Israel, Saúl y David. En
principio formaban una unidad y se dividieron en dos en la Biblia Griega.

En ambos libros se entremezclan diversas narraciones y hay repeticiones y contradicciones


frecuentes. De sus relatos se desprende que el pueblo creyó que la solución de sus males
estaba en tener un rey como los demás pueblos. Por orden de Yahveh, Samuel, el último
de los Jueces, consagró al primer rey, Saúl. Así nació la monarquía que permaneció unida
bajo sus sucesores David y Salomón, pero se dividió a la muerte de éste, surgiendo dos
reinos distintos: Israel, al norte, con diez tribus, y Judá, al sur, con dos tribus.

1 y 2 REYES

También estos dos libros formaban en su origen uno solo y fueron divididos en la Biblia
Griega donde formaban con 1 y 2 Samuel el conjunto de los llamados Libros de los Reinos.

Comienzan con la sucesión de David y presentan una visión teológica del reinado de
Salomón, la división de los reinos y su existencia separada hasta su respectiva destrucción.
El Reino del Norte, Israel, desaparece en el 722 aC conquistado por los asirios, que
deportaron a gran parte de su población. Estas tribus llegan a desaparecer de la Historia,
por eso en adelante se hablará de un solo pueblo al que se llamará judío porque desciende
la tribu de Judá. El Reino del Sur, Judá, permaneció independiente hasta el 586 aC, que
fue conquistada por los babilonios, quienes también desterraron a la gente principal. Pero
éstos retornaron.

En estos libros aparecen nuevos personajes: los profetas, y contienen la historia de los dos
primeros grandes profetas de Israel: Elías y Eliseo, defensores de la fe yahvista.

1 y 2 CRÓNICAS

Estos dos libros con Esdras y Nehemías, constituían en su origen un conjunto que
pretendía ser la Historia de Israel desde los orígenes del mundo. Los cuatro libros, cuyo
autor se conoce con el nombre del Cronista, ofrecen una visión teológica de esa Historia.

El libro Primero de las Crónicas contiene las tablas genealógicas de esos orígenes y
cuenta la historia del Reino a partir de la muerte de Saúl, incluyendo la organización del
culto del templo cuya edificación, según este libro, prepara David.

El Segundo, narra el reinado de Salomón y la construcción y dedicación del templo por este
Rey. Continúa con la historia del Reino de Judá hasta la deportación a Babilonia.

ESDRAS Y NEHEMÍAS

Estos dos libros narran las misiones de ambos personajes para reconstruir, tras el retorno
del Exilio, material y moralmente al pueblo, que vive una realidad lejana de los anuncios de
los profetas: Judá se reduce a un pequeño territorio empobrecido, dentro de una satrapía
persa, lo cual choca con las esperanzas de triunfo y derrota de los enemigos suscitadas
por aquellos anuncios.

RUT

Libro tardío. Probablemente del s. IV aC. Parece suponer una antigua tradición sobre el
origen moabita de Rey David del que Rut es ascendiente. Es un libro de edificación que
cuenta el destino de dos mujeres: Noemí y Rut, que se mantienen fieles y unidas en la
buena y mala fortuna. El nacimiento de un niño es signo de los tiempos mejores que se
esperan.

TOBÍAS

Narración novelada con finalidad de enseñar y edificar, que cuenta la historia de un judío
piadoso que vive en Nínive y permanece fiel a Yahveh en medio de una sociedad pagana.
Habiendo quedado ciego, Yahveh le hace recobrar la vista por medio de un ángel: Rafael.
La enseñanza es que el mal y el fracaso son transitorios y que vendrá la prosperidad si uno
observa la Ley y ejerce la caridad con el prójimo. Su fecha de composición más probable
es la primera mitad del siglo II aC.

JUDIT

Libro tardío de la mitad del s. II aC. Es una interpretación novelística de la Historia de


Israel. Judit no existió como personaje histórico. Es un prototipo de que Yahveh salva a su
pueblo, -en este caso por una mujer- cuando se vuelve y confía en Él.

ESTER

Es también otra narración novelada del s. II aC. en la época macabea. Su enseñanza es


que los enemigos del pueblo judío, a pesar de su aparente triunfo, terminarán por ser
castigados, mientras el pueblo será salvado y recompensado.

Ambientada en la corte de Persia, refleja, en realidad, la persecución del tiempo de Antioco


IV Epífanes. Hay detalles de crueldad.

1 y 2 MACABEOS

Es la historia de la revuelta de los Macabeos y su triunfo ante los reyes helenistas de Siria.
No son dos partes de la misma historia, sino dos obras sobre un mismo tema.

El Primero es más bien un libro de batallas, con muy poco culto y devoción personal en el
que Yahveh apoya a los combatientes de manera providencial.

El Segundo es una narración bastante teatral, no una historia. Aprovecha datos de la


historia para una enseñanza religiosa acerca de la elección de Israel, la Alianza, el Templo,
la Resurrección, etc.

III. LIBROS PROFÉTICOS


La tradición cristiana distingue cuatro Profetas mayores: Isaías, Jeremías (a quien se añade
Lamentaciones y Baruc), Ezequiel y Daniel; y doce menores: Oseas, Joel, Amós, Abdías,
Jonás Miqueas, Nahum Habacuc, Sofonías, Ageo, Zacarías y Malaquías. Esta distinción sólo
se debe al volumen de sus oráculos. En la Biblia hebrea, exceptuando el libro de Daniel que
se encuentra entre los Escritos, a todos estos libros se les denomina Profetas posteriores.

ISAÍAS
Contemporáneo de Amós y Oseas, pero en el Reino del Sur (Judá), fue Isaías, uno de los
grandes profetas, cuyos oráculos dirigidos a su Reino eran similares y tenían la misma
finalidad que los que aquellos dirigieron al reino del Norte. Isaías (Is 1-39) es el anunciador
del tiempo mesiánico, unos tiempos ideales futuros que eran como un retorno a la época del
paraíso. Los cristianos, más tarde, verán cumplidos dichos oráculos en la persona de Jesús.
En el mismo libro de Isaías se encuentran oráculos de otros dos profetas cuyos nombres
desconocemos: uno en los capítulos 40-55 a cuyo autor se le ha dado el nombre de Segundo
Isaías. Se supone que vivió en el exilio de Babilonia en la segunda mitad del s. VI aC y su
misión fue dar ánimos a los desterrados y alentar su esperanza de un pronto retorno a Judá.
Por eso se le conoce como el "profeta de la consolación". Entre sus oráculos se encuentra el
celebre poema del "Siervo de Yahveh", que los cristianos hemos identificado con Cristo
El otro profeta, al que se le ha dado el nombre de Tercer Isaías y se supone que vivió en
Jerusalén después del retorno de los exiliados, por tanto al final del s. VI aC., tiene sus
oráculos en los capítulos 56-66 del mismo libro de Isaías. Su misión fue despertar las
esperanzas del pueblo ante las dificultades existentes y la frustración que se apoderó de
muchos, al no ver plasmados los tiempos ideales que les habían anunciado.
JEREMÍAS
También del reino del Sur, posteriores a Isaías, son Jeremías y Ezequiel. Jeremías, natural
de una población próxima a Jerusalén, a finales de la monarquía y del siglo VII aC., tuvo la
difícil misión de condenar los pecados de los dirigentes políticos y religiosos y de favorecer
un entendimiento con los babilonios, la potencia política y militar de aquel tiempo. Combate
la idolatría instaurada por el rey Manasés. Con su enseñanza contribuyó a propiciar el clima
del que nació la reforma religiosa del rey Josías. Cuando los Babilonios conquistaron
Jerusalén (586 aC.) pudo permanecer en la ciudad con los que allí se quedaron, pero desde
Judá ayudó a mantener el ánimo de los exiliados. Por sus oráculos fue considerado traidor,
perseguido e incluso condenado a muerte y posteriormente salvado. Aunque llegó a sentir la
desesperación pudo más la fuerza de la Palabra de Dios.
LAMENTACIONES
Según la tradición, Jeremías sería el autor de este libro que se compone de cuatro elegías,
mezcladas con plegarias a Yahveh y confesión de los pecados, y una oración comunitaria
por Jerusalén tras su destrucción por los babilonios.
Los lamentos fueron escritos por un testigo ocular que expresa su sentimiento personal así
como la reflexión que le lleva a dar a los hechos un sentido teológico: La destrucción de Judá
es consecuencia de la ira de Yahaveh a causa de los pecados del pueblo, siendo los
principales responsables los sacerdotes y los profetas cultuales. Indica, como medios para
superar la crisis de fe, la oración y el arrepentimiento.
BARUC
Baruc fue secretario y compañero de Jeremías, aunque el libro que lleva su nombre no le
pertenece. Su composición se debe a varios autores y no es anterior al año 300 aC. El autor
se sirve de la historia del Exilio para señalar a la diáspora helenista el camino de la salvación
y darle confianza en ella.
EZEQUIEL
Procedía de una familia sacerdotal y fue deportado en el año 597 aC. (primera deportación).
En Babilonia recibió su vocación profética. Igual que Jeremías en Jerusalén, Ezequiel ejerció
un gran influjo entre los deportados. La acción de estos dos grandes profetas fue
determinante en la renovación espiritual del pueblo.
A Ezequiel se le ha llamado padre del judaísmo. Cambió la concepción de Yahveh como
Dios de un territorio anunciando la presencia divina allí donde están los creyentes. Asimismo
enseña que la responsabilidad personal, el valor de la conducta humana y la conversión del
corazón por la fuerza del espíritu de Dios es lo que hace irrevocable la Alianza.
DANIEL
Entre los libros proféticos se encuentra en muchas Biblias, después del libro de Ezequiel, el
de Daniel como uno de los profetas mayores; pero ni en la Biblia hebrea, ni en las modernas
versiones (cfr. Cantera-Iglesias) se halla en el apartado de los profetas sino entre los Escritos
(3ª parte de la Biblia). Es un libro difícil, en gran parte apocalíptico, que surge, como otros
muchos -Tobías, Judit, Ester- en el tiempo de la persecución de Antioco IV Epífanes (reino
helenista de Siria) que quiso imponer a los judíos no sólo la cultura helenista sino la religión.
Describen una situación semejante de dominio extranjero y persecución para animar a
permanecer fieles a Yahveh y a su religión, como los protagonistas de dichos libros.
El libro de Daniel tiene dos partes. La primera es la historia de Daniel y sus compañeros, la
segunda, las visiones de Nabucodonosor y su interpretación. El mensaje de ambas es que
Dios triunfa y los poderes del mal serán derrotados, por eso quienes permanecen fieles
también alcanzarán el triunfo.
OSEAS
Contiene una serie de Oráculos pronunciados en ocasiones diferentes que fueron agrupados
por los discípulos del profeta. Amonesta a un pueblo que había adquirido prosperidad
económica y a causa de ella cayó en la relajación religiosa y moral. Denuncia las injusticias
sociales y las guerras fraticidas que vive el pueblo. Anuncia la restauración basada en la
fuerza liberadora de Dios.
JOEL
Parece que Joel fue un profeta cultual asociado al templo y su mensaje es escatológico.
Habla del “Día de Yahveh” como día de salvación para Israel. Es un libro postexílico tardío.
AMÓS
Procedente de la parte oriental del desierto de Judea, deja su ganado y hacienda para
cumplir su misión profética en el Reino del Norte, donde denuncia los males sociales que
existen en el reinado de Jeroboam II, tiempo de prosperidad de la que sólo disfrutan unos
pocos. Combate la idea de que la “elección” garantizaba para Israel la protección de Yahveh
así como la actitud de sustituir las exigencias de la Alianza por el culto. Anunció la ruina de
Israel si no hacía penitencia, lo que sucedió poco después cuando el Reino fue arrasado por
los Asirios.
ABDÍAS
Es el libro más corto del Antiguo Testamento. Va dirigido contra Edom que quedó como
prototipo de pueblo opresor de Israel. Se compone de cinco dichos que contienen una
promesa para Israel. Es probable que Abdías fuera uno de los profetas cultuales que
quedaron en Palestina después de la deportación a Babilonia. Habla, como Joel, del “Día de
Yahveh” como día de juicio contra las naciones que oprimen a Israel.
JONÁS
El libro de Jonás no es un libro profético, aunque tanto la tradición judía como la cristiana le
colocan entre los profetas. Fue escrito por un autor piadoso con miras más universalistas que
sus contemporáneos para hacer ver que Yahveh es también Dios de los demás pueblos,
incluso de los Asirios, pueblo prototipo de los perseguidores de Israel. Describe a un profeta
rebelde que quiere escapar de la misión que se le propone y se enoja porque, en vez de
cumplir su amenaza, Dios se apiada de aquel pueblo que hizo penitencia. Parece que fue
escrito hacia el siglo IV aC.
MIQUEAS
Procede de una aldea campesina próxima a Jerusalén y parece que su actividad comenzó
antes de la destrucción del Reino del Norte. En este libro, que sigue un esquema
escatológico, junto con partes del mismo profeta hay otras que se añadieron posteriormente.
Denuncia la opresión de los pobres en beneficio de los ricos y desprecia a los profetas
cultuales que hablan para complacer a los poderosos. Presenta al Mesías como Rey pacífico
que saldrá de la pequeña Belén.
NAHUM
Este libro se abre con un salmo alfabético que sirve de introducción a los oráculos del
profeta. responde al tipo de profecía optimista de fuerte nacionalismo dominada por el
elemento cultual.
HABACUC
Es un profeta profesional, posiblemente asociado al Templo de Jerusalén, que dirige su
oráculo contra las naciones. Es también un profeta nacionalista. Reconoce que Israel ha
pecado pero se pregunta por qué Yahveh lo castiga por medio de un pueblo aún más
pecador. Mantiene su fe en un Dios que viene en ayuda de los injustamente tratados y posee
poder para gobernar la historia sirviéndose de las naciones como instrumento de su
voluntad.
SOFONÍAS
Desarrolla su misión en tiempo del rey Josías. Parece que los dichos de Sofonías circularon
primero sueltos y se añadieron después otros. El “Día de Yahveh” es concepto clave de este
libro, pero aquí es también día de juicio y castigo para Judá, no sólo para las naciones. Pero
si el pueblo se vuelve a Yahveh, un “resto”, los pobres y humildes que sólo confían en Dios,
escapará de la catástrofe y vivirá en paz sobre el monte Sión.
A partir de él se configura una nueva literatura de los pobres de Yahveh.
AGEO
Profeta postexílico, posiblemente cultual de Jerusalén, que habría vuelto con los desterrados
que retornaron. Hace una llamada para reconstruir el Templo frente a la apatía general. En
este libro se encuentra por primera vez la esperanza mesiánica aplicada a una persona
concreta (Zorobabel, gobernador de Judea), que luego se trasladaría a un descendiente de
la dinastía de David.
ZACARÍAS
Parece que Zacarías era de ascendencia sacerdotal y que regresó del exilio junto con
Zorobabel. Se preocupa de la reconstrucción del Templo, símbolo de la presencia de Dios,
pero sobre todo se orienta hacia la época escatológica y contribuye a la purificación de la
religión de Israel.
En la primera parte del libro abundan las visiones cuyo mensaje se basa en tradiciones
proféticas anteriores, con especial acento en el aspecto ético y la pureza de la religión.
Anuncia la época escatológica y la renovación previa de la nación. La segunda y tercera
parte del libro son bastante diferentes y pudieran ser de otros autores y de épocas
posteriores.
MALAQUÍAS
Probablemente fue en principio una parte añadida a Zacarías que luego se independizó para
completar el número de 12 profetas. Malaquías no es un nombre propio, significa “mi
heraldo”. Se dirige a una comunidad que no ha visto cumplidas las expectativas mesiánicas
de los profetas anteriores como Ageo y Zacarías, y esa decepción le lleva a la indiferencia y
a descuidar el culto. Habla de la llegada del “Día de Yahveh” como ineludible aunque
indeterminada, y como día de juicio para Israel. Acentúa el universalismo de la religión de
Israel.

IV. LIBROS POÉTICOS Y SAPIENCIALES


La literatura sapiencial de Israel estuvo muy influenciada por las literaturas similares del
Oriente Medio antiguo, pero sale al paso de la influencia de esas otras culturas buscando la
comprensión de la realidad desde su fe Yahvista.
La finalidad de la literatura sapiencial es ofrecer una guía práctica de la vida, enseñar el
secreto de una existencia feliz y las formas del comportamiento humano, dar consejos que
ayuden a solucionar los problemas que la vida plantea cada día.
Estos libros están en la Biblia hebrea entre los Escritos, salvo Sabiduría y Eclesiástico que
no constan en el canon judío.
JOB
Es una obra anónima que lleva por título el nombre de su personaje principal. Posiblemente
fue compuesta en Palestina después del Exilio. Trata el problema del mal y del sufrimiento
en el mundo, del lugar del dolor en relación con la Providencia y del concepto de la justicia
divina.
SALMOS
Los Salmos son cantos y poemas nacidos muchos de ellos al calor del Santuario. Su
contenido es muy variado y forman parte de un movimiento común a todos los pueblos del
Oriente Medio antiguo.
El Libro de los Salmos, que tradicionalmente se ha atribuido a David, aunque ya S. Jerónimo
lo rechazó, se formó a partir de colecciones antiguas y obras que preceden del Templo
postexílico. Muchos salmos van precedidos de encabezamiento y autor, pero estas
anotaciones son posteriores y no responden ni al autor ni a la fecha reales. Sólo unos pocos
salmos serían anteriores al exilio.
Los salmos son la colección poético religiosa más importante del mundo. Abarcan todos los
sentimientos humanos y siguen siendo utilizados tanto en la liturgia judía, por lo que también
Jesús los rezó, como en la cristiana desde los primeros tiempos.
PROVERBIOS
Este libro se atribuyó tradicionalmente a Salomón, pero es una recopilación de colecciones
pertenecientes a la literatura sapiencial, no sólo israelita, que procede de diversas épocas,
aunque la corriente sapiencial en Israel pudo arrancar de la época de Salomón.
Las colecciones más antiguas son muy similares a la literatura sapiencial de tipo práctico
existente en los pueblos del Oriente Medio para la educación de los funcionarios de las
cortes reales. Las más tardías incorporan rasgos propios de la teología de Israel
identificando la sabiduría con el temor de Dios y el cumplimiento de la Ley e incluso con el
mismo Dios.
ECLESIATÉS
Su nombre hebreo “Qohelet” significa “predicador” que habla a la Asamblea. Es un libro
tardío de autor desconocido. Está dentro de la corriente sapiencial, pero descubre, en contra
de lo que ésta sostenía con anterioridad, que la felicidad no es algo que siempre acompaña a
los justos. Afirma que nada en la Tierra puede satisfacer el corazón del hombre, ni siquiera la
misma sabiduría. sus observaciones escépticas se mezclan con consejos prácticos y algunas
afirmaciones de carácter religioso más positivo.
CANTAR DE LOS CANTARES
Parece que se trata de una colección de cantos de amor en origen independientes, similares
a otros egipcios. Recogería cantos antiguos que fueron redactados definitivamente después
del exilio.
Tanto la tradición judía como la cristiana lo interpretan de forma simbólica aludiendo unos a
la relación de Dios e Israel y otros a Cristo y la Iglesia o el alma. Pero lo que el libro exalta es
el amor y la atracción entre los sexos que está en la base del matrimonio.
SABIDURÍA
Este libro es un tratado griego escrito entre los siglos II y I aC. Su autor es un judío ortodoxo
con conocimiento de la filosofía helenista y atribuye, como artificio literario, su autoría a
Salomón, prototipo de rey sabio para Israel.
Reflexiona sobre los problemas de la existencia humana a la luz de la Historia de Israel y de
la fe yahvista, desde el ambiente de la diáspora judía que por una parte quiere ser fiel a la fe
de su pueblo y por otra participa de la cultural del mundo helenista en que vive.
Aparece en este libro por primera vez en la Biblia, la palabra inmortalidad y señala que el
sentido de la vida se encuentra más allá del presente.
No está incluido en el canon de la Biblia hebrea.
ECLESIÁTICO
Su autor, Jesús ben Sira, era de Jerusalén y escribió el libro en hebreo hacia el año 180 aC.
Fue traducido al griego por su nieto en el año 132 aC. en Egipto.
El país vivía bajo la dominación griega de los seleúcidas que llevaron a Israel las costumbres
paganas y la helenización cultural a la que sucumbió la clase dirigente. Cuando más tarde
trataron de imponer también la religión se produjo la rebelión de los Macabeos. El autor se
opone a esas novedades con la fuerza de la tradición y a la sabiduría griega opone la judía
que viene de Dios y se identifica con la Torá.
Tampoco este libro se encuentra en el canon de la Biblia hebrea.
NUEVO TESTAMENTO

I. LOS EVANGELIOS
Evangelio significa "Buena Noticia". Son la "Buena Noticia" sobre Jesucristo.

Nacieron en diversas comunidades cristianas con el fin de mantener la enseñanza de quienes


fueron testigos de los acontecimientos cuando estos empezaron a faltar y las comunidades
cristianas se extendían y multiplicaban.

Aparecieron sin título y sin nombre de autor. Más tarde, ya en el s.II, se atribuyeron a dos
apóstoles: Mateo y Juan, y a dos discípulos de apóstoles: Marcos y Lucas.

MARCOS

En orden cronológico fue el primer evangelio que apareció. Se data comúnmente antes del año
70, pero sin precisar el año. Como lugar de aparición, Roma, aunque otros señalan otros
lugares, p.e. el sur de Siria.

Por aquellos años 60-70 Palestina y Roma atravesaban una situación de crisis y han ido
desapareciendo los testigos de los hechos. Ambas cosas obligan a los cristianos a recordar sus
orígenes para hacer frente a la crisis.

Marcos, que no pretende escribir una crónica de la vida de Jesús, ofrece una visión de su
ministerio tal como lo veían él y su comunidad. Recoge las tradiciones de la comunidad en que
vivía y con la que compartía alegrías, sufrimientos y esperanzas.

Se afirma que este primer evangelio sirvió de fuente para la redacción de los de Mateo y Lucas,
aunque estos tuvieran también sus propias fuentes.

MATEO

Parece que su autor fue un judeo-cristiano. Hoy nadie lo atribuye al apóstol Mateo. En cuanto a
la fecha, la mayoría se inclina por los años 80-85, y como lugar de origen, Siria.

El autor presenta una comunidad viva a la que él pertenece y de la que al parecer es su


animador.

Su libro es una catequesis dirigida a iglesias judeo-cristianas que revisan su trayectoria a la luz
de la vida y enseñanzas de Jesús, por la necesidad de hacer frente al judaísmo oficial. Marca
una continuidad con el judaísmo, pero al mismo tiempo, su ruptura.
Según él, Jesús es el nuevo Moisés que trae una nueva revelación de parte de Dios. Lo
presenta en contraste con los escribas, maestros del judaísmo.

LUCAS

La opinión tradicional es que este evangelio fue escrito por Lucas, médico griego, que formó
parte del grupo de San Pablo. Hoy se admite generalmente, que su autor es un cristiano de
origen pagano, que no tuvo contacto con los hechos que conoció a través de quienes fueron
testigos oculares y servidores de la palabra. Pertenece a la segunda o tercera generación
cristiana.

Su composición se fecha alrededor del año 80, pero no se sabe con certeza donde tuvo lugar,
aunque algunos lo sitúan en Grecia.

Lucas muestra predilección por las minorías, los grupos marginados, los humildes y los pobres.
Su evangelio se ha llamado por esto "evangelio de la misericordia". El perdón que Jesús
predica alcanza a todos los hombres, por lo cual se ha llamado también "evangelio de la
salvación universal".

Este evangelio, con el de Mateo, tiene unos primeros capítulos sobre el origen e infancia de
Jesús (lo que se ha llamado “evangelio de la infancia”), pero ambos difieren en sus relatos, sólo
coinciden en que Jesús nació en Belén y que su concepción fue virginal.

JUAN

Una tradición desde finales del s.II atribuye este evangelio a Juan, el de Zebedeo. En la
actualidad, se atribuye al "discípulo amado" (o a su escuela), que sólo aparece en este
evangelio, y que no hay que identificar con Juan, el apóstol. Predomina el criterio de quienes
afirman que no podemos conocer el nombre de su autor.

En cuanto a la fecha, se admite generalmente, que fue escrito al final del s.I, hacia el año 90:
según algunos en Palestina, aunque refleja situaciones del mundo helenista; otros defienden,
con la tradición, que fue en Éfeso.

Al final del evangelio se dice que fue escrito "para que creáis que Jesús es el Mesías e Hijo de
Dios y creyendo tengáis vida en su nombre" (Jn 20,31). Es un libro escrito para sostener en la
fe a los cristianos sometidos a prueba. Por su tratamiento y su lenguaje es diferente a los
sinópticos. Cristo no es un ser del pasado, sino un viviente que da sentido a la vida de los
creyentes y les permite hacerse hijos de Dios.

II. HECHOS DE LOS APÓSTOLES


Se considera este libro como una segunda parte del evangelio de Lucas y se atribuye al mismo
autor. En la primera (Evangelio) trata de los hechos y enseñanzas de Jesús. En la segunda
(Hechos) de la actividad y enseñanza de sus continuadores, los apóstoles, aunque en realidad
sólo se refiere a Pedro, al principio, y más por extenso a Pablo. Puede decirse que lo que narra
de hecho es la difusión del Evangelio desde Jerusalén hasta Roma, en cumplimiento del
mandato de Cristo (Hch 1,8).
Sobre su autor, véase lo dicho sobre el autor del tercer evangelio.
En cuanto a la fecha, se han propuesto varias, pero muchos se inclinan hoy por el año 80 y
parece la más aceptada.
Da la impresión de que está dirigido a una comunidad nacida en territorio pagano formada por
cristianos provenientes de la gentilidad.
Puede dividirse en tres partes: la Iglesia de Jerusalén (1,1-8,3); expansión de la Iglesia en
Palestina (8,4-12,25); difusión en el mundo greco-romano por la acción de Pablo y sus
compañeros de misión (13,1-28,31).

III.CARTAS DE SAN PABLO


Estas cartas son verdaderamente cartas, no tratados teológicos, en las que se plantean los
problemas de dichas comunidades y las relaciones entre sus miembros, así como con el
apóstol.
Tradicionalmente se atribuían a San Pablo las siguientes cartas: a los Romanos, 1-2 Corintios,
Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1-2 Tesalonicenses, 1-2 Timoteo, Tito, Filemón,
Hebreos. Hace ya bastante tiempo dejó de atribuírsele la carta a los Hebreos. De las restantes,
hoy se consideran auténticas: Romanos, 1-2 Corintios, Gálatas, Filipenses, 1 Tesalonicenses
(probablemente también la 2ª) y Filemón. Todas las cartas auténticas de Pablo fueron escritas
entre el año 50 y el 63, por tanto, antes del primer evangelio.
Las demás son consideradas de la escuela paulina, es decir, de discípulos suyos; se las suele
llamar deutero-paulinas.
ROMANOS
La carta a los Romanos, la más extensa y la más densa, está escrita a una comunidad que él
no ha fundado, ni conoce personalmente; pero sabe que es muy dinámica y fuerte. Con
ocasión del viaje que piensa hacer a España, manifiesta su deseo de visitarla y conocerla, pero
quiere también que conozcan su "evangelio".
Trata el problema de la justificación por la fe en Jesucristo que da una nueva vida. Al final de la
carta se presentan las exigencias de la nueva vida.
Fue escrita en Corinto a principio del año 58, después de su tercer viaje apostólico,

1 y 2 CORINTIOS
Estas cartas permiten conocer la vida de una de las más antiguas comunidades cristianas
urbanas, que estaba compuesta de convertidos judíos, de prosélitos y paganos. Fueron
escritas en Éfeso hacia el año 54.
Su contenido responde a los informes que había enviado a Pablo una cristiana de Corintio, de
nombre Cloe, acerca de la situación moral de la comunidad. Es también respuesta a las
preguntas que le hicieron los dirigentes de la misma sobre el matrimonio, las carnes
sacrificadas a los ídolos, la asamblea cristiana y la resurrección.
En la primera carta se encuentra el testimonio más antiguo sobre la Eucaristía, así como la
llamada "Carta magna de la caridad" (I Cor 13).

GÁLATAS
La de los Gálatas (Galacia estaba situada en el centro de la actual Turquía) está dirigida
probablemente a las comunidades de Antioquía de Pisidia, lconio, Listra y Derbe, fundadas en
su primer viaje, pues no se sabe que visitara la Galacia auténtica, la del Norte.
Fue escrita hacia los años 54-57 al principio del tercer viaje, estando Pablo en Éfeso. El motivo
fue prevenir ante ciertos convertidos judíos (Judaizantes) que pretendían imponer, a los
convertidos paganos la Ley mosaica y la circuncisión sin las cuales, según decían, no había
salvación. Atacaban también personalmente a Pablo, por lo que éste reaccionó de forma
inmediata y apresurada defendiendo la autenticidad de su apostolado.

EFESIOS
Al parecer, esta carta fue escrita por un discípulo de Pablo a fines del siglo I. En ella expone el
plan divino de la Salvación por Cristo y el misterio de la Iglesia. En su parte moral, exhorta a
vivir de acuerdo con la vocación cristiana.

FILIPENSES
Filipos fue la primera comunidad fundada por Pablo en Europa, durante su segundo viaje.
La carta a esta comunidad fue escrita en Éfeso hacia el año 56-57.
Agradece Pablo la ayuda recibida de los filipenses y les da instrucciones para vivir dignamente
y ser luz para los demás. Ataca a los judaizantes, al tiempo que expone su conocida doctrina
de la justificación por la fe en Jesucristo.
COLOSENSES
En Colosas (Asia Menor) había un comunidad cristiana fundada por Epafras, un convertido por
Pablo. Estaba compuesta por gentiles.
Esta carta fue escrita, al parecer, en Éfeso por un discípulo de Pablo, hacía el año 63. Su
contenido es contrarrestar la influencia judía y pagana que sufría esta joven comunidad.
1 TESALONICENSES
Tesalónica fue la segunda ciudad evangelizada por Pablo en Europa después de Filipos.
Esta carta fue escrita en Corinto en el año 51, veintiún años después de la muerte de Cristo. Es
el primer escrito del Nuevo Testamento.
La fe y conducta de los tesalonicenses eran ejemplo no sólo para Macedonia, donde se
encuentra Tesalónica, sino para Acaya (sur de Grecia). A causa de su fe sufrieron persecución:
Pablo les exhorta a perseverar en la fe recibida.

2 TESALONICENSES
Esta carta fue escrita poco después de la anterior, también en Corintio, en otoño del 51. Insiste
en los temas de la primera, sobre todo en el retorno de Cristo que algunos creían inminente.

IV.CARTAS PASTORALES
Con este nombre se designan, por su contenido, las cartas 1-2 a TIMOTEO y a TITO
1-2 TIMOTEO Y TITO
Estas tres cartas supuestamente las dirigió Pablo a sus discípulos Timoteo y Tito. En ellas les
da consejos sobre su ministerio. Son de inspiración paulina y tal vez su autor sea un discípulo
de Pablo. Mas por presentar un desarrollo y organización de la Iglesia muy posterior, son
fechadas entre los años 100 y 140.

FILEMÓN
Billete de Pablo a este cristiano notable de Colosas, intercediendo por Onésimo, su esclavo
que le había abandonado y fue convertido por él mientras estaba preso, al parecer, en Roma.

V.CARTAS CATÓLICAS
Se denominan así porque no están dirigidas a una comunidad determinada. Son las cartas de
Santiago, las 1-2 de Pedro, las 1-2-3 de Juan y la de Judas. Por lo general, estas cartas suelen
fecharse hacia el final del siglo I.
SANTIAGO
Autor desconocido, que usó el nombre de Santiago por el prestigio que tenía como "hermano
del Señor". Tiene forma de carta, pero en realidad es una colección homelética de consejos
prácticos de tipo sapiencial.
Su finalidad es promover la santidad entre los cristianos. Como los antiguos profetas, denuncia
los abusos de los poderosos, que empezaban a darse en las jóvenes comunidades.

1-2 PEDRO
Tradicionalmente se atribuyen al apóstol Pedro. Desde el siglo XIX se dice que pertenece a un
cristiano que utilizó el nombre de Pedro.

El tema de la carta Primera es una exposición de la vida cristiana iniciada en el bautismo.


Alienta a los cristianos que viven en un ambiente hostil. Aconseja la firmeza, la paciencia, la
sumisión. La fe y la esperanza deben caracterizar a los cristianos.

El tema de la carta Segunda es la escatología. Algunos, al no verse cumplida la vuelta del


Señor, empiezan a dudar. El autor dice que mil años para el Señor es como un día para
nosotros. El Señor vendrá como ladrón.
1-2 y 3 JUAN
Tres cartas atribuidas tradicionalmente al apóstol Juan, como se le atribuye el 4° evangelio y el
libro de la Apocalipsis.
Sin embargo, su autor o autores nos son desconocidos, La Primera carece de nombre de autor
y de destinatario; el autor de la Segunda es "el Anciano” y el destinatario, la "Señora Elegida";
el autor de la Tercera es también "el Anciano" y su destinatario "Gayo".
Estas cartas nos hacen conocer los problemas de una comunidad cristiana no-paulina, así
como la fe que proclamaba y vivía.

El propósito de la Primera es confirmar a los cristianos en la doctrina que han recibido y


prevenirles contra los falsos profetas. Tema fundamental es el amor de Dios y del prójimo. En
ella se dice que "quien no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor".
Las cartas Segunda y Tercera son muy cortas; en ellas se insiste en el precepto del amor
(Segunda) y sobre la hospitalidad (Tercera).

JUDAS
Es un escrito breve que se presenta como carta y suele fecharse hacia fin del s.I. Su autor dice
ser "Judas, siervo de Jesucristo, y hermano de Santiago", pero un conjunto de datos, sobre
todo que no se haga referencia a Jesús, siendo su pariente, hacen que la mayoría nieguen que
sea su autor.

Por su encabezamiento no puede identificarse a qué comunidad o comunidades está dirigida,


aunque parece ser de origen pagano, por los pecados que denuncia.
Exhorta a sus destinatarios a luchar por la fe, puesta en peligro por "algunos impíos que se han
introducido en la comunidad". Termina con una doxología.

VI. CARTA A LOS HEBREOS


Desde los primeros tiempos se dudó que esta carta perteneciera a Pablo. Parece ser que tanto
su autor como sus lectores pertenecen a la segunda o tercera generación cristiana.
Se suele fechar después del año 70, entre los años 80-90; su autor es desconocido. Parece ser
que fue escrita en Italia, tal vez en Roma. Está dirigida a una comunidad con graves
dificultades, amenazada por el desánimo. Estos cristianos necesitan ser fortalecidos en su fe y
el único que puede alentarles es Jesucristo, Hijo de Dios, Mediador y Redentor, que vive para
interceder por nosotros, ofreció a Dios el sacrificio perfecto, muy superior a los sacrificios de la
antigua alianza.

VII.APOCALIPSIS
Como en todos los escritos apocalípticos, su mensaje se contiene en visiones y tiene la
finalidad de consolar y transmitir esperanza a una comunidad que sufre.

El autor del Apocalipsis usa los elementos propios de este género y los enlaza con la fe de la
comunidad en el Señor crucificado, resucitado y exaltado, que ha de volver al fin de los
tiempos, en el que el mal será vencido definitivamente.

Se ha atribuido tradicionalmente al apóstol Juan, el de Zebedeo. El autor se presenta como


Juan, Siervo de Dios. En realidad, se desconoce su autor.

Se pone la aparición de este escrito al final del siglo I, entre los años 95-100. Su finalidad
parece ser consolar a las comunidades cristianas de Asia Menor en medio de las
persecuciones. Dado su contenido, pasó un cierto tiempo hasta que fue admitida como libro
canónico.

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