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1 inámicas de clase

transformación agraria
Henry Bernstein

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Título original: The Class Dynamics ofAgrarian Change

© 2010, Ft:rnwood Publishing, Halifax-Canadá

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Priinera edición en español, febrero del año 2012

© 2012
' UNIVERSIDAD Am·óNOMA DE ZAC'XITCAS

Rlill lm"ERNACIONAL DE MIGRACIÓN Y DESARROU.O

© 2012
Por r;aracterísticas tipográficas y de diseño editorial
MIGUEL ÁNGEL PORRÚA, librero-editor

Traducción: Luis Rodolfo Morán Quiroz

Derechos reservados conforme a la ley


ISBN 978-607-401-557-7

Queda prohibida la reproducción parcial o total, directa o indirec­


ta del contenido de la presente obra, sin contar previamente con
la autorización expresa y por escrito de los editores, en ténninos
de lo así previsto por la Ley Federal del Derecho de Autor y, en su caso,
por los tratados internacionales aplicables.

IMPRESO EN MÉXICO PRINTED IN MEXICO


www . m ap <=>J.- '1-"Ll. a. e e>-��...,_ • _rr_--._ :«.:

Amargura 4, San Ángel, Áivam Obregón, 01000 México, D.F.


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Reconocimientos

Para con1enzm� gracias a Satmnino M. Borras Qun Borras) por su


imaginación y energía en el establecin1iento de esta nueva serie de
"pequeños libros sobre graneles ideas" referente al can1bio agrario,
y gracias a él por invitarme a escribir este primer título para ella.
Contribuirá, espero, al debate productivo entre los libros planeados
para la serie.
Tengo una importante deuda con nlÍ con1pañero de trabc�o
de hace mucho tiempo, Terence J. Byres (Ten-y Byres). Él y yo
editamos juntos el jo urnal of Peasant Studies entre 1985-2000, y
luego comenzamos eljo urnal oJAgrmian Change en 2001, ambas
'
publicaciones con1p�·mnetidas con la exploración de las diná­
micas de clase en e1 cambio agrario históricamente y en la ac­
tualidad.
Este libro se basa en largos periodos de reflexión acerca de los
temas que trata, durante los cuales me vi beneficiado del trabajo
de muchos otros. No intento enumerarlos aquí; algunos, si no es
que todos, aparecen en el texto y en la lista de referencias. Al
esoibir el libro, me enfrenté con pruebas de selección, de síntesis
y de p1�esentación. El resultado final es, en realidad, n1ejor de lo
que habría sido ele haber carecido de los cmnentarios de catnara­
das que leyeron versiones anteriores: Elena Baglioni, Jairus
Banaji, Ten-y Byres, J ens Lerche y Tony Weis. Ninguno de ellos
estará de acuerdo con todo en el libro, por lo que asumo la
responsabilidad plena.
[Londres, septiembre de 2009]
Capítulo 1
' ' Introducción

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La economía política
del cambio aQrario

La economía política agraria, según se define en la "declaratoria


de misión" de Thejournal ofAgrarian Change, investiga "las rela­
ciones sociales y las dinámicas de la producción y la reproducción
de la propiedad y el poder en las formaciones agrarias y sus
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procesos de cambio, tanto históricos con1o conten1poráneos". La
comprensión del cambio agrario en el mundo n1oderno se cen­
tra en el análisis del capitalismo y su desarrollo. Por capitalismo
me refiero a un sistema de producción y reproducción basado en
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una relación social fundamental entre el capital y la fuerza de
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trabajo: el capital explota a la fuerza de trab'\io en su búsqueda
de ganancias y acunnllación, 1nienrras que la fuerza de trabajo
tiene que trabajar para el capital para conseguir sus medios de
subsistencia, Más allá de esta definición inicial y general y sin
duda dentro de ella, hay muchas complejidades y desafios que
este libro se propone explorar y explicar,
Primero, quiero montar el escef_lario, para presentar mi
aproximación e identificar los te1nas n1edulares que aborda.

El cuadro completo: producción agrícola


y población m u ndial

.·¡ Tony Weis (2007: 5) sugiere que "los orígenes de la economía


global contemporánea podrían rastrearse a través de una serie
l de cambios revolucionarios, que en algún momento se configu-

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raron en el curso de milenios, luego de siglos y que en la actua­ tencia, en calidad y expectativa de vida, así cmno en productivi­
lidad se cotnprin1en en simples décadas". dad. Aunque se produce 1nás de lo suficientes para aJin1entar a
Milenios: desde hace aproximadan1ente 12 nül años, una la población n1undial de manera adecuada, 1nucha gente pade­
forma u otra de producción agraria establecida se convirtieron ce hambre una buena cantidad del tie1npo o todo el tie1npo.
en el fundamento material de la sociedad para la n1ayor parte
de su historia registrada. La referencia a los tnilenios indica
¿Quiénes son los granjeros en la actualidad?
cambios que fueron profundos en sus consecuencias, pero que
fueron típicmnente graduales en la manera que sucedieron Algunas cifras
-es usual que se les denomine ca1nbios "evolutivos". Las civi­
A n1edicla que se industrializan los países, clisn1inuye la propor­
lizaciones agrarias llegaron a abarcar a la mayor parte de la
ción ele su fuerza de trabajo que se ocupa en la agricultura. En
gente en Asia, las áreas "sembradas" del Norte de África y Eu­
2000 la proporción de la 1nano ele obra total en1pleada en la
ropa, y partes de las extensiones generalmente menos pobla­
agricultura en Estados Unidos era de 2.1 por ciento, en la Unión
Europea (UE, en ese entonces con 15 países nlietnbros) 4.3, en
das de Africa sub-sahariana y las Alnéricas. En estas sociedades
Japón 4.1 por ciento, en Brasil y México 16.5 y 21.5 por ciento
agraria�, la gran inayoría trabajaba la tierra cmno granjeros
campesinos. Para 1750 sostenían a uria población n1undial de
respectivatnente. En China, la proporción del total ele n1ano de
unos 770 millones.
obra empleada en la agricultura se ha reducido de cerca del 71
Siglos: a partir ele la segunda mitad del siglo XVIII, el surgi­
por ciento en 1978 a n1enos del 50 por ciento lo que, sin em­
miento y difusión de la industrialización comen'zó a generar un
bargo, todavía equivale a 111ás de 400 nüllones ele personas.
nuevo tipo de economía 1nundial, a "acelerar la historia" y a
Junto con unos 260 tnillones de personas que trab,'Uan en la
transformar la producción agrícola. La población mundial cre­
producción agrícola en la India y unos 200 nli11ones en África
' ció de 770 millones en 1750 a 2.5 miles de millones para
-en atnbos casos aproximaclan1ente el 60 por ciento ele su
1950. ..
"población econótnicamente activa" -esto tnuestra que la
Décadas: la población Inundial creció hasta alcanzar seis tnil
gTan mayoría ele la población agTaria del 111undo en la actualidad
millones en 2000 (y se espera que crezca aún más, hasta cerca de
se ubica en el Tercer Mundo o en el Sur.
nueve mil millones para 2050). Ello sugiere la parte que han
Esto .se ve confirmado por la estin1ación estándm; derivada de
desempeíi.aclo los incrementos en la productividad agraria, que
la FAO (Foocl and Agriculture Organization, de las Naciones Uni­
se han mantenido al ritmo del crecimiento de la población. En
das), en el sentido de que en la actualidad "la agricultura propor­
2008 la población urbana global equiparó a la población rural
ciona etnpleo a 1.3 1niles ele millones ele personas en todo el
por prÍlnera vez, y comenzó a superarla.
nllmdo, 97 por ciento de ellas en los países en desarrol1o" (Banco
Una parte del cuadro con1pleto, entonces, corresponde a los
Mundial, 2007: 77).1 Algunos de esos 1.3 miles ele millones de
logros del crecimiento en la producción de alitnentos y en la
personas califican con1o "granjeros" ifarnwrs) o productores agTíco-
población mundial, en especial desde la década de 1950. Ambos
son aspectos del desarrollo del capitalismo y ele la economía 1Las cifras de "pequeños grattieros" en el Sur con frecttencia se exageran
en gran medida por quienes ''asumen la parte de los campesinos" (véase más
abajo), por ejemplo,Joan Martinez�Alier (2002) y Samir Amin (2003), que dan
1nundial que éste creó. Otra parte de ese cuadro es la enonne
inequidad global en ingreso y seguridad en los medios de subsis- cifras ele 2 y 3 mil millones, respectivamente.
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las, sttietos a Inuchas variaciones en cuanto al tipo de granjeros miliares") tienen un fuerte eletnento y propósito norn1ativo:
que son, en dónde y cuándo: /durante los momentos cumbre del "asumir. la parte de los campesinos" (Williams, 1976) en contra
calendario agrícola anual? ¿En buenos o en n1alos aüos de preci­ ' ·;
de las fuerzas que han destruido o debilitado a los can1pesinos
pitación pluvial? ¿Años buenos o malos para el tnercaclo? En otras en la formación del Inundo n1oclerno (capitalista). En n1i vi­
palabras, no todos los granjeros son granjeros todo el tiempo. sión, el térn1ino "cmnpesino" (y "can1pesinaclo") es mejor si se
Mucha gente del ámbito mral puede no calificar como "granjero" restringe a usos analíticos más que nonnativos, y a dos tipos ele
en un sentido estricto -quizá una Jnayoría en algunos catnpos en circunstancias históricas: aquellas ele las (i) sociedades precapj­
algunos momentos, y con el tiempo- porque carecen de tierra u ta1istas, pobladas sobre todo por granjeros en pequeña escala (véase
otros medios para la producción agrícola (to Jarm) por su propia capítulo 2), y (ii) procesos ele transición al capitalisn1o (véanse capí­
cuenta, o están ocupados en la producción agrícola apenas "mar­ tulos 3 y 4).
ginal". Peter Hazell et al. (2007: 1) definen la producción agrícola ;
Argun1entaré que con el desarrollo del capitalisn1o, el
marginal como "incapaz de proporcionar trabajo o ingreso sufi­ carácter social de la producción agrícola en pequeii.a escala se
cientes para ser la principal forma de sostenimiento del hogar". Se­ transforn1a. Prilnero, los "can1pesinos" se convierten en pequeüos
ñalan que en la India, por ejemplo, el término "granja marginal" productores de 1nercancías (commodities) que tienen que produ­
se utiliza para las grai!ias de menos de una HA (hectárea), que cir su subsistencia a través de la integración en divisiones
conforman el 62 por ciento de todas las propiedades de tierra sociales más a1nplias de la fuerza de trab�o y de los n1ercados.
pero que ocupan sólo el 17 por ciento de toda la tierra cultivada. Esta "tnercantilización de la subsistencia" (commodification) cons­
tituye una dinámica central del desarrollo del capitalisn1o, cmno
Términos y conceptos: una nota precautoria se explica en el capítulo 3. Segundo, los pequeüos productores
ele mercancías están st"Uetos a la diferenciación de clase. El n1arco
' Términos como "campesino", granjero "pequeíio" o "de pe­ histórico de estos procesos se presenta en los capítulos 3-6, y su
queüa escala" y granjero "f�nniliar" con frecuencia se intercam­ base teórica se explora con mayor detalle en los capítulos 7-9.
bian de maneras que fácihnente derivan en confusión. No se Sugiero que, con1o consecuencia de la forn1ación de clases, no
trata de un 1natiz semántico sino que tiene importantes n1atices existe una única "clase" de "can1pesinos" o "granjeros fmniliares",
analíti.cos y diferencias, como habren:ws de ver. ·sino más bien clases diferenciadas de granjeros capitalistas
Primero, el término "campesino" lpeasant) por lo general de pequeüa (o más pequeña) escala, pequeños productores de
significa producción agrícola doméstica (household farming), n1ercancías relativamente exitosos, y fuerza de trabcUo asa
organizada para la reproducción simple y de manera notoria lariada.
para aportar su propio alimento ("subsistencia"). Con frecuen­ 1 Respecto al tan1año, en la actualidad, algunas fuentes defi­
cia se añaden a esta definición básica cualidades supuestas (y de­
seables) como las solidaridades, reciprocidades e igualitarismo
1 nen a las "granjas pequeñas" cmno aquellas con tnenos de 2
HA (hectáreas) de tierra de cultivo, n1ientras que otras las ca­
de la (aldea) comunidad, y compromiso con los valores de una f racterizan en el Sur por los b�os niveles de teo1ología, la dependen­
forma de vida basada en el hogar y la comunidad, el pm·entes­ cia de la fuerza de trabcUo fan1iliar y una orientación de "sub­
co y lo local. En efecto, muchas definiciones y usos del término sistencia" (es deci1� atributos parecidos a lo "can1pesino"). Por
"campesino" (y granjero "en pequeña escala" y "gra1!ieros fa- ¡ende, un criterio es espacial (tan1año de la granja) y el otro
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14 HHJRY HIORNSlHN INTH.ODlJCCIÓN

sociológico (tipo de producción agrícola). Los dos criterios sus granjas de multiplicación del trigo mexicano de última
pueden variar de acuerdo con las condiciones de la producción generación y con suS taladros de perforación filipinos, sus
agrícola, por ejemplo: pozos entubados arrojando 16,000 galones por hora, bnena
parte de ellas con contratos de alto perfil, sus tractores, sus
Una granja de 1O hectáreas en n1uchas partes de América La­ godowns (almacenes) repletos de fertilizante, sus cuartos fríos
tina sería menor que el promedio nacional, operada en gran ... (Whitcombe, 1980: 1 79).
medida por fuerza de trabajo familia1� y produciría primor­
dialmente para la subsistencia ... Una propiedad de la 1nisma
extensión en las tierras irrigadas del occidente de Bengal, por (2) El cultivo por sociedad (Sha:recrojJjJJ:ng) no es mucho mejor. Yo
otro lado, estaría muy por encima del tamaño promedio para hago todo el trabajo y luego en la época de la cosecha i'vlah­
la región, probablemente contrataría buena parte de la fuerza mud H�"U toma la mitad del cultivo. Cuando trab�"Uo a cambio
de trabajo utilizada, y produciría un excedente significativo de salario, al menos traigo arroz cada noche, aunque no sea
para la venta (1-Iazell el al., 2007: 1). suficiente. Pero cuando trab<-Uo en mi tierra en sociedad, ten­
go que esperar hasta la cosecha. l\1ientras tanto, no tengo vaca
Finahnente, el término "granja familiar", con frecuencia ni arado. 'l'engo que rentárselos a un vecino. El precio es alto
incluye a las granjas que son j;ropiedad de la familia, adminis­ -yo aro la tierra por dos días a cambio del uso por un día de
tradas por la familia y aquellas en las que se trabaja con fuerza su ganado. iEn este país, el trabajo de un hombre vale la
de trabajo familiar. Algu nas "granjas familiares" combinan es­ mitad del trabajo de un par de vacas! (aldeano sin tierras,
tas tres características, pero ot1�as no, como explico en detalle citado en Hartmann y Boyce, 1983: 163).
en el capítulo 7.
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(3) Las mujeres quitan las hierbas a los cafetales, recogen el café,
Algunas instantáneas del Sur lo machacan y lo esparcen para que se seque. Lo empacan y
pesa· n. Pero cuando el <..:ultivo obtiene un buen precio, el marido
Más allá de los temas estadísticos, de definición y conceptuales
se queda con todo el dinero. Le da a cada una de sus esposas
que se han mencionado hasta el inOinento, a continuación apa­
200 chelines y se va en el autobús a la mañana siguiente... la
recen cinco viüetas de la producción agrícola en el Norte de la
mayoría de ellos se va al pueblo y se queda en una casa de
India, Bangladesh, T.:'lnzania, Brasil y Ecuador. huéspedes hasta que quiebra. Luego regresa y pega a sus
esposas, diciendo "¿por qué no has desyerbado el café?" ttsta es
(1) En la nueva estrategia agrícola intensiva en capital, introduci­ la gran esclavitud. El trabajo no tiene límites. Es intennina­
da en las provincias a fines de los años sesenta, el congreso del ble (Mujer activista rural citada en Mbilinyi, 1990: 120-121 ).
gobierno contaba con los medios para lograr el sueño impe­
rial: la producción agrícola progresista entre los gentiles. En
un periodo de uno o dos años ... prácticamente cada uno de (4)" La- razón de todo esto fue la especulación de tierras: dos mil
los distritos tenía un campo de finos cultivos de demostración
ex-zamindars . . . con sus propiedades de 30-,40-, 50-, lOO-acres,
hectáreas de bosque virgen se talaron., 1nil se convirtieron en
zo�as ele pastura Y.luego los extractores de hule se vieron pri-
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vados de su forma de vida. De esto surgió la lucha por los re­ pero tan1bién incluía a n1uchos can1pesinos ricos que habían
cursos extraíbles en la Amazonia, que es también un área tri­ acun1ulaclo suficiente para convertirse en granjeros capitalis­
bal. Los indios ... no queremos propiedad privada de las tas (Byres, 1981). Poseen granjas altamente capitalizadas y

1
tierras, queremos que pertenezca al sindicato y a los extracto­ n1anejan cantidacl�s considerables de los "insun1os" requeri­
res ele hule para gozar ele derechos ele usufructo . . . [En 1980] dos para obtener los n1ejores rendimientos de las nuevas Va­
.
un líder muy importante, que encabezó todos los movimien­
tos en la Amazonia, fue asesinado. Los propietarios de tierras ... 1
.• riedades ele Alto Rendimiento (Vi\R) ele trigo y ele semilla de
arroz,. introducidos por la Revolución Verde: tractores, bont­
hicieron que lo mataran. Siete días después los trabajadores se bas para irrigación y fertilizante ah11acenado en susgodown.� o
vengaron y asesinaron a un propietario de tierras. Esa es la almacenes. Las VAR que ellos usan -y que nulltiplican ellos
manera en que a opera !a justicia (Mencles, 1992: 162, 168; n1isn1os para plantar en un futuro- se originaron en estacio­
entrevista publicada después del asesinato ele Mencles, el 22 nes de investigación agrícola en lugares distantes del nnmdo.
ele diciembre ele 1988). El tmnaño de sus granjas parecería Inuy grande a la n1ayoría
ele sus vecinos y a casi todos los granjeros ele Banglaclesh o
El hacendada se fue a Guayaquil durante la crisis. Mi padre Jo
'T.:1.nzania, por ejemplo, aunque 1nuy pequeíi.o para sus con­
(5)
trapartes en Brasil.
conocía bien y él nos rentaba tanta tierra como quisiéramos.
El hacendado únicamente quería a algu�en que cuidara su pro­
La segunda viíieta -de un aldeano pobre sin tierras en
piedad hasta que regresara el cacao.' Javier y yo teníamos Bangladesh- ofrece Inúltiples contrastes con la primera. Su­
nuestra pequeña grarlja. Cultivamos maíz, frijol, frutas. Inclu­ giere una incesante lucha diaria en busca ele tnedios de sustento,
so tuvimos una o dos vacas. Pero esto era extremadamente con referencia especial a la necesidad n1ás básica: asegurar lo
duro. A veces no había nadie a quién venderle lo que cultivá­ suficiente para comer. El aldeano con1bina la renta de la tierra,
' bamos. Éramos sólo mi esposo y yo. Trabajábamos codo con y anin1ales ele tiro y un arado, para cultivar su propio arroz, a
codo en los campos. N o teníamos hijos que pudieran ayudm: la vez que trabaja para otros a cambio de salarios. En compara­
Y mi familia no podía ayudar mucho. Los dos teníamos que ción con la pritnera vifleta, no proporciona seüales acerca de
hacer todo. Teníamos pocas herramientas y no teníamos re­ . lugares.fuera de la localidad rural intnediata que habita el pro-
Cursos. En realidad nosotros no éramos dueños de la tierra. ductor en sociedad ("n1ediero"). Al n1isn1o tien1po, la referencia
Así que en un determinado momento dije: Sigamos a Paco, el a trabajar a cambio ele salarios puede hacernos que pregunte­
hermano dejaviet� a Guayaquil (Mujer ecuatoriana trabajado­ Inos quién proporciona la fuerza de trabajo en las vibrantes
ra migrante citada en Striffle¡; 2004: 14-15). granjas comerciales productoras ele granos en el Norte ele la
India que se describen en la prin1era viüeta.
La primera viñeta describe la riqueza de los granjeros ri­ La tercera viíieta, desde Tanzania, ofrece una ünpactante
cos que se beneficiaron principalmente ele la Revolución Ver­ ·ilustración de relaciones de género altan1ente desiguales (véa­
ele en la producción ele grano en India, introducida por el se capítulo 2). A diferencia de las dos anteriores, también est.ú
gobierno nacional del Partido del Congreso a partir de fines . relacionada con un cultivo para la exportación producido para
de los años sesenta. Elizabeth Whitcon1be identificaba a esos los mercados internacionales; pero en este caso por pequeii.os
1 granjeros como antiguos zamindars o propietarios ele tierras, granjeros. Desearían1os preguntm� entonces ¿de qué n1anera la
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18 Hf-'NIH' Bl'f�NSTEIN INTH:ODLICCIÓN

tierra y la n1ano de obra -y otros recursos- dedicados al cultivo dos para tener éxito, lo que plantea las preguntas en torno al
del café en este ejetnplo, afectan el cultivo de plantas alin1enticias tipo (o tipos) ele tierra que estaban cultivando y las herramien­
para el consmno en el hogar? En este caso, el pago es posterior a tas con que contaban para hacerlo. Tmnbién plantea que aunque
una buena cosecha, 1nás probablemente la 1nayor parte del ingre­ cultivaban alimentos para su propio consumo, aclen1ás tenían
so en efectivo de un año entero, que no es usado para cubrir las que vender parte de sus cultivos porque necesitaban dinero
necesidades del hogar, sino que es utilizado en una "francachela" para con1prar bienes básicos que no producían por sí n1isn1os.
por los jefes varones del hogm' Aunque todavía eran jóvenes, decidieron seguir al hermano ele
En la viñeta brasileña encontramos algunos temas que re­ Javie1� Paco, para ver si podían ganarse una forn1a ele vida más
sultan conocidos en las historias agrat:ias del Inundo moderno, segura en la gran ciudad porteii.a de Guayaquil, en la costa
incluyendo la competencia por la tierra entre distintos usos, y pacífica de Ecuador.
no menos la competencia por los bosques -en este caso entre Estas cinco viñetas apuntan a la inmensa diversidad de (i)
quienes obtienen sus n1edios de subsistencia de extraer hule de tipos de producción agrícola y sus relaciones sociales, (ii) las
los árboles de hule silvestres y quienes quieren generar claros condiciones ele n1ercado para los cultivos, los "instunos", y la
en ellos para establecer pastizales para la actividad ganadera a fuer-.m de ti·ab�o, y (iii) las condiciones mnbientales de la pro­
gran escala o para plantar soya que será procesada para ali­ ducción agrícola en diferentes regiones, y para diferentes tipos
Inentación animal. T.·unbién vemos un conflicto en las concepciones de personas, en el Sur. Esa diversidad torna ilnposible cual­
ele la propiedad de la tierra: entre la tierra como propiedad quier sin1ple generalización empírica (factual).
privada para el uso exclusivo de sus propietarios y la tierra No obstante, con todo su detalle local y específico, estas
con1o un recurso en común, del cual las comunidades o los pocas viii.etas nos permiten ason1arnos a los temas 1nás mnplios
grupos particulares con1parten derechos ele usufructo, es decir, de a las din{lmicas del can1bio agrario:
'
derechos compartidos a su uso. Además, con1o en tantos otros
países fonnados a partir de una historia colonial, este conflicto Diferenciación de clase y género en el can1po.
ocurre entre grupos de personas que s.e diferencian étnica y •
Divísiones en el acceso a la tierra, divisiones en el trabajo,
culturalrnente, así cmno en térn1inos de su poder. y divisiones ele los frutos del trabajo.
La última viñeta describe el intento ·ele una joven pareja sin •
Propiedad y forn1as de sostenimiento, riqueza y pobreza.
tierras en Ecuador por sobrevivir a partir del cultivo de una tierra •
1-lerencias coloniales y actividades de los estados.
rentada- a un hacendado, el propietario de una hacienda, una 11·aye·ctorias de desarrollo agrario y 1nercados internacio­
extensión de tierra relativan1ente grande en Ainérica Latina. El nales (para la tecnología y el financianüento, así como de
terrateniente había plantado cacao (cocoa) en sus tierras, pero lo las 1nercancías agr'ícolas).
abandonó cuando el precio descendió drásticamente, la crisis a •
Relaciones ele poder e inequidad, su cuestionanliento y la
la que se refiere María. En este caso, entonces, tenen1os otro cul­ violencia que se usa con frecuencia para conservarlas; des­
tivo de exportación -como en el caso del café de Tanzania y la ele la violencia "doméstica" (de género) en Tanzania, hasta
1
.,
soya y carne de res de Brasil- y también una n1irada a las dificul­
tades del rultivo en pequeña escala. María nos dice que ella y su
la vi"olencia organizada de clase en Bn1sil.

1 Inarido Javier carecían de fherza de trabajo suficiente entre los


20

INTRODUCCIÓN

La economía política agraria y, n1ás an1plian1ente, la eco­


rvri intención es utilizar algunos de los conceptos de la teo­
nomía política del capitalisn10 utilizadas en este libro para ex­
ría de n1odo capitalista de producción elaborada por J\tlarx
plorar estos temas y estas dinátnicas de Inayor alcance se deri­
para entender las diversas y complejas historias agn1rias en el
van de la aproximación teórica de Carlos Marx.
1nundo n1oderno. Propongo algunos "ten1as n1uy generales"
de la carrera histórica n1undial del capitalisn1o e intento rela­
La economía política de Marx cionarlos con las "variaciones cotnplejas" que las historias es­

Al vivir en Inglaterra desde las décadas de 1 850 a !870, Marx


pecíficas derivan de ellos (para totnar prestada, de un contexto
diferente, la formulación del antropólogo :Michael Gilsenan,
(1 8 1 8- 1 883) fue testigo de las transformaciones que conllevó l a
! 982: 5 1 ). No se sugiere que Marx haya provisto todo lo que
primera revolución industrial. En su enorme (e inacabado)
necesitamos saber acerca del capitalisn1o en cuanto a teoría o
trabajo teórico sobre El caj;ital, Marx buscaba identificar las
en térnlinos ele sus historias, con1o ya él fue el prilnero en se­
relaciones y las dinámicas medulares del "modo capitalista de
ñalar. En efecto, la relación entre su sisten1a teórico (que por
producción" en su (en ese entonces) más avanzada forma in­
necesidad es altan1ente abstracto, así con1o también incmnpleto)
dustrial. Para Marx, el capitalismo -y sobre todo el capitalis­
y su aplicación en la investigación histórica o concreta sigue
mo industrial- es "tnuncliahnente histórico" en su naturaleza
siendo fuente ele gran tensión y debate. En sus notas sobre "el
y consecuencias. Nada había de natural o inevitable en cuanto
método de la economía política", Marx ( 1 973: lO 1 ) sugirió que
a su surgiiniento cmno un Inodo novedoso y sin duda revolu­
"lo concreto . . . es la concentración de muchas detenninacio­
cionario, de producción, pero una vez que se había establecido
nes" o lo que podrímnos clenon1inm� ele manera tnás laxa,
su lógica exclusiva ele explotación y acumulación, la competen­
"factores causales".
cia y el desarrollo continuo ele la capacidad productiva (véase
Cada capítulo introduce ideas y cuestiones teóricas, )' las
'
capítulo 3), se impusieron en todas partes del mundo.
ilustra histórican1ente de tnanera breve, a veces por 1nedio de
El hecho de que Marx analizara el modo capitalista de pro­
generalizaciones sintéticas. Esas generalizaciones, co1 0 las
_

ducción refiriéndose al capitalismo industrial del noroeste de
que utilizo en los capítulos 3-6 para tratar la fonnaCion del
Europa deja un amplio margen para diferentes interpretacio­
111undo Capitalista n1oclerno, no pueden hacer justicia a las es­
nes y debates en cuanto a las historias del capitalismo antes de
pecif1ciclades y variaciones históricas. La n1Ís1na advertencia se
la industrialización moderna y desde su época, incluyendo

aplica a las cqnvenciones.-cle la periodización histórica; l s pe­
_

riodos, n1arcados por lo general en siglos o porClones ele s1glos,
De qué manera el capitalismo se desarrolló en sociedades

son ne esarios para identificar el cari1bio y smnos incapaces de
pritnorclialn1ente agrarias antes ele la industrialización
l)ensm· acerca ele la historia sin ellos, sin preguntar: � qu_é G�I� 1-
bió, cón1o, por qué)' cuÚ'JUlo? Al n1isn1o tiempo, la penochzae�on
(véanse capítulos 3-4).

De qué n1anera el cambio agrario ha estado configurado


corre el riesgo ele. obnubilar las cmnplejidades de la disconti­
por el capitalismo industrial una vez que este se estableció
y difundió (véanse capítulos 4-6).
) :
nuidad , la continuich�d. Los periodos históricos n este libro
_

sirven cotno "tnarkas" ele can1bios in1ponantes: no stgmhcan que
.
·

· ·
de un periodo al siguiente se suscitara una ruptura ele gran
alcance, n1uy n1arcada, en lo que existía antes, aunque algunos
Hf'NiH' BH:.NSTfCIN

procesos históricos implican can1bios 1nás radicales que otros . Capítulo 2


Con estas aclaraciones necesarias, el esbozo y los esquen1as
históricos de este libro se ofrecen para presentar e ilustrar una Producción y productividad:
aproxi1nación analítica que los lectores puedan poner a prueba
-es decir i nterrogm� aplicm� adaptar o rechazar- por sí nlis­
conceptos clave
mos.
Captar esa aproximación y evaluar su utilidad supone un
reto. Este libro es complejo. Pero, ¿cómo podría ser fácil o simple
comprender el mundo que habitamos, con toda su compleji­
dad y sus contradicciones? Mi propósito es ofrecer algunas
herrmnientas con las cuales pensar, no sünplemente dar narra­
ciones con una moralej a que pudiéramos encontrar ideológi­ Trabajo y natu raleza: produc ción y produc tividad

camente atractivas (por ejemplo, "lo pequeño es bello" frente a


Presuponen1os el trab�o en una fon11a b'Uo la cual es una ca­
"lo grande es feo", la producción agrícola campesina o familiar
racterística exclusivm11ente humana. U na araüa 1leva . a cabo
honesta frente a agricultura corporativa perversa). �
operaciones que se asen�ejan a las del t<::jeclor, y una ' be!�� :tver:
Finahnente, el átnbito de desacuerdo tnás fuerte en cuanto a
gonzaría a muchos arquitectos hunut�1o: con la consti ucci0�1
_ el�
las ideas de Marx y cómo interpretarlas y aplicarlas, se sitúa en­ ele los a1 -
las celdas de su panal. Pero lo que clrstmg·ue al peor
tre los 1narxistas, o aquellos autores 1narcadamente influidos por ­
quitectos de la 111ejor de las abejas, es qu� el arqmtecto constru
Marx. Quienes están familiarizados con su historia y debates
ye la celda en su n1ente antes de constnurla en cen�. Al fi la� �
ele
� .
todo proceso de trab::�o, surge un resultado � u: ya hable� sido
reconocerán, sin duela, las interpretaciones particulares de la
economía política materialista que presento en este breve libro. _
conceb ido por el trabaja dor desde el pnno p1 � , ele ah1 qt_
' Ie
Pero el libro no supone conocimiento previo alguno de la econo­
idealmente ya existiera. El hombr e no sólo efectua un cmn 10 �
mía política, y proporciono un glosario de los térn1inos utiliza­ s
en los 111ateriales de la naturaleza, tmnbién realiza sus propw
doS en el texto . La única esperanza de un autor es que los lectores
propósitos en estos materiales (Marx, 1 976: 2 �3-284).
lo encuentren suficiente, relevante, interesante y provocativo .
u na definición inicial y general ele produccton, usada et �
este
para reflexionar y seguir investigando por su cuenta. r la
libro, es el proceso por el cual el trab�jo se aplica para can1bw
_
natura1eza pm·a satisfa
' '
' cer las condiciones de la vida htunana. Se-
.
o"�
gún lo propone Marx (en la cita ele arriba), el trab�o prest:p
agencia: _ los propósitos, los conocnntentos y las hab i h acles.' , �
. st �
n,l­
cmno las energías de los productores. Al actuar en an1b1entes.
turales, los productores por ende n1oclifican tatnbié n los eco: Iste­
-
mas en los que habitan, y ele los que sin eluda son una parte.

2Este último punto se evidencia en los conce� tos de !�1 ecología compues­
ta por la naturaleza humana extra-humana y sus mteracoones.

23
24
PRQDUCOÓN Y I"RODUCfiVfOAO� C()NCEVJUS Ci\'\V[

Asociada con la producción, y una idea central para las producción agrícola, un año es un periodo relevante debido a
cuestiones del bienestar hutnano -satisfacer las condiciones las estaciones del cuí.o; según las condiciones clin1C'iticas, consti­
de la vida humana- está la idea de la j;mductivirlad. Los dife­ tuyen un factor Inedular casi en cualquier lugar. Luego podría­
rentes conceptos de productividad expresan los resultados de mos encontrar que el grar�jero afl'icano produce una tonelada
ciertas fOrmas de hacer las cosas en relación con otras maneras. de grano en un año, el gra1�ero de la India cinco toneladas y
Las medidas de la procluctiviclacl calculan la cantidad ele bienes el estadounidense dos mil toneladas: la proeluctivielae l del tra­
producidos a través del uso de una detern1inada cantidad de bajo del grm"Uero hindú es cinco veces n1cí.s que la del granjero
un recurso particular. africano y la productividad del trabctio del grm"Uero estadouni­
En la producción agrícola, una medida de la productividad dense es 400 veces n1ás que la del granjero hindú y dos mil
es la cantidad ele producción por extensión· de tierra o rendi­ veces tnás que la del grat"Uero africano. Estas cifras notables las
nliento: la cantidad de un cultivo que se cosecha en una cantidad sugieren los agrónon1os franceses Marcel Mazoyer y Laurence
dada de tierra. 3 Roudart (2006: JI), quienes también observan que la diferencia
Otra medida de la productividad refiere al trabajo: la can­ entre las productividades pron1eclio 1nás bqjas y n1ás altas en los
tidad de la planta que alguien puede producir con un cletenni­ sistetnas de producción agrícola en el n1unclo se ha increnlenta­
', �"
nado gasto de esfuerzo, típicamente medido o promediado en do de manera considerable desde 1950 (véanse capítulos 5-6):1
términos de .tietnpo gastado en trabcBar o tien1po de trab�o. Volviendo a n1i sencillo ejemplo, pueden hacerse algunas
La productividad del trabajo depende en gran medida de las otras observaciones.
herramientas o tecnología de las que hace uso el productor.
Por ejemplo, un granjero en Estados Unidos, utilizando un •
Primero, los ino·en1entos en la productividad del trabe:1jo están
tractor y una cosechadora de arrastre, puede producir una to­ asociados con la aplicación ele otras fon11as de energía dis­
'
nelada métrica (! ,000 kg) de grano o el equivalente en grano, tintas al poder delinúsculo lllnnano: la energía animal ele las
con un gasto 1nucho menor de tiernpo y esfuerzo que un gran­ '
'· bestias de tiro, la energía generada por los n1otores de combus­
jero en la India utilizando un arado jalado por un buey. A su tión interna de los tractores y las cosechadoras. El controlar y
'j
vez, este último puede producir una tonelada de grano utili­ aplicar otras fonnas ele energía, por lo tanto, libera a la pro­
zando menos tie1npo y esfuerzo fi sico que un granjero en el ducción y a la productividad de las limitaciones impuestas por la
África Sub-sahariana que cultiva con coa Y ,otras herramientas
·
energía del cuerpo hutnano por sí solo, coino en el caso del
manuales. •'

.cultivo con coa.


De fonna alternativa, podemos imaginar qué tanto generan
los productores a utilizar diferentes tipos de herramientas
(en promedio) a lo largo ele un cierto periodo ele tiempo. En la ·lEsa diferencia se reflej:1 en las proporciones del comercio mundial en mer­
cancías agrícolas en la acru�tlidad. El 1 O por ciento de la producción total nmn­
clial en el renglón agrícola se comercia internacionalmente, ele lo nwl Estados
Unidos y la UE engloban cada lmo d 17 pm· ciento, Ca �1adá, �usu·alia )'Nueva
:JEn aras de la simpleza, no entro en los temas del rendimiento de las Zehmclajuntos abarc.:<�n el 15 por cienlo y Bn-lsil, :\rgent.l na, Chtle y Umgnay �11
co nj unto el 13 por ciento. En pocas palabras, el62 por Ciento de bs exportacw­
plantas o animales, aunque ambos han sido cruciales para los procesos de au­ .

nes agrícolas del mundo (por su valor) I?rovienc de países con el 15 �)or c1ento
mentar la productividad agrícola, como se seiiala más adelame. Una medida .
de rendimienlo de las plantas, de gran interés para los historiadores agrarios, de la población mundial y sólo el4 por oento de la fuecm laboral agncola mun­
es la razón de planta cosechada frente a la semilla sembrada. dial (\'Veis, 2007: 2 1 ).
26 Hr.';NRY nFRNSTEJN PRODUCCIÓN Y PIHJDlJC.TIVIOA.O: CONCEPTOS ClAVE


Segundo, ta1nbién permite que se cultive un área de tierra coa, podría considerarse 1nás eficiente que la producción
de mayor tmnaño en relación con la cantidad de personas agrícola de granos de "altos insun1os", incluso si tiene n1enores
que trabajan en ella. De tal forma, el área de tierra cultiva­ renditnientos y Inucho n1enores productividad del trab�jo (de
da por trabajador agrícola en Estados Unidos se calcula en ahí que pueda aliinentar a una cantidad ele personas n1ucho
50 veces el promedio mundial (Weis, 2007: 83). menor).

Tercero, la productividad del trabajo agrícola no es sólo Ade1nás, si lo deseamos, podemos calcular los costos implí­
cues.tión de las fonnas de energía utilizadas en el cultivo, citos del uso de recursos no renovables en la producción -por
sino, al igual que la productividad de la tierra (rendimien­ ejemplo, el petróleo que sirve de combustible a los tractores )'
tos), también refleja la calidad de los otros "insumos": las maquinal'ia similar-, los costos de la contan1inación y otros
semillas utilizadas, las aplicaciones de fertilizante, tal vez el daños mnbientales (digan1os, erosión del suelo u otras fon11as
riego y así sucesivamente . de productividad en descenso). Estos son elementos que ahora

Cuarto, a medida que aumenta la productividad del tra­ se lhnnan "huella ecológica" ele tipos particulares de produc­
bajo agrícola, una cantidad menor de productores puede ción y consutno en la producción agrícola, así con1o en otras
aportar aliinentos para mayores cantidades ele personas actividades econón1icas.
que no son trabajadores agrícolas. Hasta aquí he ilustrado un aspecto de la productividad
-algunas de las herran1ientas y tecnología utilizadas en la
Los diferentes conceptos y medidas de la productividad producción agrícola- e implicado otro aspecto: Ja calidad
pueden entrar en conflicto entre sí, por ejemplo, en cuanto a (así como la cantidad) de trabajo humano, es decil; el control
sí, en ciertas circunstancias, el rendilniento en el sentido de pro­ ele las capacidades que exigen ciertos tipos de tareas . Si di­
ducción de la tien·a es una 1nedida más relevante que la producción chas capacidades no están plenan1ente disponibles, esto afecta
'
de trabqjo . En la sencilla ilustración anterim� los rencliinientos adversamente la productividad del trab<�O, por ejemplo, un
promedio en grano son significativmnente más altos en Esta­ productor que carece de la habilidad ele usar efectivan1ente
dos Unidos que en el África sub-sahariana, aunque la diferen­ las herrmnientas �ya sea una coa, un arado con bueyes o un trae-
cia en rendiinientos es 1nucho n1enor que la diferencia extraor­ . tqr- o ·aquellos cuya habilidad para desarrollar un duro trab�o
dinaria en productividad del trabajo. agrícola-en África o la India se ve minada por los escasos niveles
Otro ejemplo se da cuando introducimos medidas de pro­ de nutrición y salud, en _términos más generales, por efecto de la
ductividad inspiradas en las preocupaciones ambientales, como pobreza.
la contabilidad de la energía, que se inició hace n1ucho tiempo, Un tercer elen1ento tan1bién se ha implicado: las "n1aterias
en el siglo XIX y, más recientemente, la contabilidad atmosférica . prilnas" de ]a proclucdón agrícola que presentan distintos am­
Comenzando desde el otro extremo del proceso del trabajo bientes naturales, varían en gran Ineclicla y pueden achninistrar­
-conservando constante el producto en vez del insun1o- la se ele n1anera tnás o menqs efectiva: conservarse, degradarse o
eficiencia relativa puede calcularse por las unidades de energía 1nejorarse. La pro-ductividad tan1bién depende entonces de
(calorías) utilizadas para producir una cantidad de cultivos de
un valor deten'ninado en energía o en calorías. En este caso, la • . La fecundidad de los suelos, que pueden deteriorarse,
producción agrícola ele "bajos insumes", como el cultivo con mantenerse o mejorarse por medio de la aplicación de fer-
28
PRODUCCIÓN Y !·�HODUCfiVlD/�D: CONCt.'Vn:>S C.l.AVl'

tilizantes orgánicos o quín1icos y por diferentes métodos de f-'erentes tipos de bienes y servicios cuyas actividades son conl­
cultivo. pleinentarias y que están relacionados entre sí por medio del

Los tipos y calidades de las semillas y cómo pueden ser intercambio de sus productos. A medida que la división social
mejoradas. del trab�o au1nenta en coinplejiclad, cl<ja disponible un ¡·ango

La cantidad de agua disponible y su mam:jo efectivo, inclu­ 1nás an1plio de bienes y servicios en espacios geográficos mayo­
yendo la previsión de las incertidumbres de la precipitación res, lo que a su vez presupone Inedias efectivos ele transporte y
.,,-,
pluvial en la producción agrícola de temporal (a diferencia cotnunicación.
de la producción ele riego) . Aunque todavía poden1os suponer que los tres granjeros
trab;:�an solos, esto rio tendría sentido en el caso de las fábricas
Los aspectos ele la producción y la procluctiviclacl que se han que producen las coas, azadones y tractores que ellos usan . La
señalado hasta el 1nomento están vinculados con algunas de las producción en la fábrica requiere una diuisión técnica del trab(y'o:
condiciones técnicas de la producción agrícola. Pero, cmno expu­ la co1nbinación de diferentes tareas desarrolladas por varios
siera Marx ( 1 973: 86): "La economía política no es tecnología", trabajadores para la n1anufactura de un solo producto. Sugiere,
,,
y hasta el inomento nada he mencionado en este capítulo acerca entonces, la esjJecialización de los trab:::ljadores en dif'erentes ta­
ele la manera en que las actividades ele los granjems los involu­ reas, de ahí la cooperación entre ellos y la coordinación de sus
cran en relaciones con otras personas: si en los procesos labora­ esfuerzos. Esto sugiere, aden1ás:
les de la producción agrícola; si las herratnientas y n1ateriales
con los que trabajan, incluyendo la tierra que cultivan o en la •
Un atunento en la escala de la producción entre lo que se­
que pastan sus ganados, les pertenece a ellos o a alguien más; qué ría posible para productores solos que trab<(jan separados
clase de derechos tienen en cuanto a las cosechas que su trab�jo unos de otros .
' produce, y así sucesivamente. Estas preguntas apuntan hacia las Lo que también hace posible una productividad (mucho)

condiciones sociales ele la producción: todas las relaciones entre más alta del trab<(jo ele la que podría lograrse, digamos,
personas que configuran la manera en que se organiza la pro­ por un xnecánico individual desarrollando todas las tareas
ducción, incluyendo sus condiciones técnicas. necesarias para producir un tractOr.5

Divisiones del trabajo y cooperación


1viientras Inayor es la división técnica del trab<Uo, n1ás corn­
pleja es la cooperación que requiere . La cooperación tan1bién
Podemos suponer que los tres granjeros ele nuestros ejemplos puede mejorar la productividad del trab;Uo ele los grm1jeros
presentados hasta el mOinento no hicieron sus propias herra­ que utilizan herranüentas xnás sitnples, con1o las coas, al:
mientas . Quizá esto es obvio para el grar1jero estadounidense y
también es una suposición realista para muchos grat"Üeros en la Habilitar econon1ías de escala en la construcción de insta­
India y en Áfi·ica actuales, que utilizan coas y azadones de fábrica. laciones cmnunes (es �lecii� ahnacenes ele grano, tanques
En ese caso, tienen que conseguirlos de otros cuyo trab<'Uo es ele agua).
producir esos diferentes tipos de herramientas: un shnple
"La situación en los primeros días de Jos \•ehículos de motor antes de su
ejemplo de la división social del tmbajo entre productores ele di- "producción e:n masa" en las grandes f<í.bricas.
JO
HlONIH" m:�.tNSTElN


"Efectos de cotnplen1entación", es decit� "afíadir el trabajo "don" de la naturaleza, es cmnbiada a través ele las interaccio­
individual a un proceso que sólo tiene sentido con1o un nes que la gente tiene con ella, por ejemplo, su fecundidad
todo con1pleto" (es deci1� cavar secciones de un canal de puede deteriorarse, tnantenerse o enriquecerse. Todas las ne­
riego o construir secciones de una valla para proteger los cesidades de producir sin cesar las condiciones para la produc­
cultivos). ción agrícola, cotno las otras actividades hun1anas, son cleno­

Efectos oportunos, es deci1� concentrar el esfuerzo para tninaclas reproducción: la reproducción de los n1eclios de producción
efectuar tareas que tienen que tern1inarse dentro de un pe­ (tierra, herran1ientas, senlillas, ganado), de los productores
riodo crítico (por ejemplo, relacionados con los tempora­ actuales y futuros, de las relaciones sociales entre los producto­
les en la producción agrícola, como los periodos de lluvia) res y entre éstos y otros. Por el n1on1ento, supongan1os que todas
(Von Freyhold, 1 979: 22-25). las necesidades de la reproducción, asegurando las condicio­
nes para la producción futura, se tienen que cubrir a partir
Los principales puntos acerca de las divisiones técnicas del ele lo que es producido ahom. Podemos pensar que lo producido
trabajo y la cooperación en estos ejemplos consisten en que: -:r, en un detenninado n1on1ento, cligmnos una cosecha, en ténni­
nos ele las demandas sobre ésta con1o diversos tipos de "fondos"

"El todo es mayor que la suma de las partes" (lo que Marx ele reproducción .
denominó "el trab'\iador colectivo"). Cotnienzo con el n1ás obvio, el fondo de consumo: toda la

Las divisiones técnicas del trabajo y sus efectos para la pro­ gente tiene que cmner para vivil; y el fondo ele consun1o se re­
ductividad, requieren organización social. J
E ere a las necesidades inmediatas y diarias ele alin1ento (así

Lo que hace un productor o trab'\iador por sí solo no pue­ como refugio, descanso y otras necesidades básicas). Parte ele
de entenderse aislado de las actividades de otros. la cosecha, entonces, debe dedicarse al consumo ele los produc­
tores)' al consun1o ele otros cercanos a ellos que dependen ele
En efecto, hemos mnpliado nuestra cmnprensión de las con­ ellos para conseguir sus alin1entos: hijos o quienes son detna­
diciones técnicas de la producción a n1edida que hemos avanzado, siaclo viejos o de alguna n1anera incapaces de cultivar.
en especial en referencia a la agencia con la que con1enzó este A continuación esbozo el fondo de n:emjJlazo: las hernunien­
capítulo. Lo que Marx llamó las "fuerZas productivas" incluye no ias utilizadas etl el cultivo se desgastan después de un tiempo;
sólo la tecnología y la cultura técnica, sino las capacidades de las los otros "insu1nos" (o "instrun1entos ele trabajo", en el ténnino
personas para organizarse y ton1ar decisiones en torno a la pro­ ele lVIarx) tienden a agotarse n1ucho tnás rápido, por eje1nplo,
ducción, realizarlas e innovar -todo lo cual está configurado las serhillas y fertilizantes que se agotan en cada ciclo de pro­
por las condiciones sociales de la producción. ducción agrícola. Por lo tanto, parte de la actual producción
.
(y tan1bién ele la futura) tiene que asignarse a su reen1plazo.
Reproducción
Esto puede suceder en una diversidad ele forn1as, según las dife­
rentes condiciones sociales. A lo largo ele buena parte ele la
Como se señaló, los diversos elementos del proceso de produc­ ·� .
historia, el reemplazo se realizó dentro de los hogares de la pro­
ción tienen que ser producidos también. Incluso la tierra que ducción agrícola: una cierta proporción de la cosecha se
1 se utiliza en la producción agrícola, aunque en un origen es un
.
seleccionaba y guardaba con1o setnilla para el siguiente ciclo
1
PRÜDUCCIÓN Y PRODUCI"'VH>AD� CONCf.V"í'OS CL\Vt::
32 l·ll'NR"i f.H:RNSTEIN

de cultivo; los nlis1nos granjeros, o sus vecinos que eran artesa­ y grupos sociales. De igual 1nanera, no hay ninguna necesidad
nos especia1izados, hacían herraJnientas sencillas (y estos arte­ "natural" o biológica "en que sean en su n1ayoría las n11Ueres
sanos eran con1pensaclos de algún n1oclo por su trabajo) . En quienes llevan a cabo las tareas de 1nantenin 1iento ele la actual
efecto, satisfacer los diversos elementos del fondo de reempla­ generación de productores; tareas con1o cocinm� lin1piar los ho­
zo representa un reclan1o al trab<:�o y su producto, ya sea con­ gares, lavar la ropa o recolectar la leüa: las actividades del trabajo
servando parte de la actual cosecha como senlil1a, utilizando la doméstico que son tan vitales para la reproducción con1o cual­
comida almacenada de una cosecha anterior para alimentar a quier otra de las consideradas aquí.
]a gente mientras realiza las tareas cruciales para la reproduc­ El trabajo clo1néstico ilustra otro tipo ele división más, )'
' L�
;' •
ción entre una temporada de producción agrícola y la siguiente, diferente, del trabajo. Vimos antes un significado de la divi­
. ; -;
adquiriendo los medios básicos de producción y consumo que sión del trabajo con10 la especialización de diversos tipos de
los granjeros pueden no producir por sí mismos. '- ,.
actividades productivas entre y dentro ele unidades de produc­
Entre los diversos reclamos del fondo de reemplazo, uno r�·
ción. En el caso del género, la especialización se establece por
es de significado distintivo: producir' la siguiente generación la posición que la gente ocupa en estructuras particulares de
de productores o lo que se denomina rejJroducción generacio­ relaciones sociales. Las relaciones ele género -relaciones so­
nal. Lo que he expuesto hasta el momento en este capítulo no ciales entre mujeres y hombres y las ideologías que las con­
ha hecho referencia ni ha usado las preposiciones de género ' figuran o justifican- ofrecen el caso n1ás dif-undido ele una
-a diferencia de Marx, en la cita de arriba, que sigue la viej a . división social del trabajo, aunque las forn1as particulares de
convención de "h01nbre" coJno un término genérico para la relaciones de género varían en gran n1edida en las diversas
humanidad, y quien supone que el arquitecto de su analogía es sociedades y entre diferentes grupos dentro de las sociedades.
varón (prácticamente todos los arquitectos de su época eran También can1bian históricamente (lo que n1uestra que no están
hombres). "f0adas" por naturaleza), y se extienden más allá de la esfera
Hago referencia ahora al género porque la crianza de los del trabajo doméstico a una gama ele actividades productivas y
niños -el prüner y necesario paso en la 1·eproducción genera­ reproductivas adicionales, ya no se diga en los diferentes siste­
cional- es una con1petencia exclusivamente fe1nenina, determi­ mas de producción agrícola, que muesti"an un abanico de divi­
nada por la biología. Sin embargo, el ejercicio de esa competencia siones del trabajo por género.
es una práctica social, moldeada por las relaciones sociales: A continuación se encuentra el fondo ceremonial, que hace
1nientras que es "ordenado por la naturaleza" que sólo las muje­ referencia a la distribución de los productos del trab'\io a acti­
res pueden desarrollar biológicamente a los nii'ios, nada hay de vidades que o-ean y recrean las culturas y las relaciones socia­
"natural" ace1·ca de si todas las mttieres crían niños, cuándo los les, ele las comunidades agrarias (vl'olf, 1966). Un tipo de ejemplo
crían, cuántos nifíos crían, ni tmnpoco en cuanto a que en algu­ Jo constituyen los rituales y ceren1onias desarrolladas con1o
nas culturas hay una presión particular en las Inujeres para que preparación para el cultivo, y las festividades una vez que se
críen a los hijos. Nada hay de "natural", además ele un periodo cosecha. Otro tipo de eje1nplo es la celebración colectiva de "ri­
inicial de lactancia, en cuanto al hecho ele que las responsabili­ tos de paso" -nacilnientos, . 1natrünonios, la construcción de
dades de criar a los nii'ios se cargue en sus madres o abuelas o una casa para una nueva fanülia- y de duelo colectivo en el
tías o herrnanas mayores o sirvientas en las diferentes sociedades caso de los funerales.

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'T'"'
¡
.34
..

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Los fondos de consun1o, reetnplazo y ceren1onlal existen
f, y la naturaleza" (ibid). La agricultura establecida surgió por Ine­
todos en sociedades centradas en las necesidades ele "subsis­
l clio de la don1esticación de las plantas y anin1ales de parte de los

�-t -·
tencia" y en las actividades de sus miembros, que podrían tener humanos, e hizo posible un fondo ele renta y el surgimienro
escasa diferenciación social además del género (como arriba) y histórico de una segunda categoría de sociedades: las sociedades
la generación, es decit� la autoridad especial de hontbres de agrarias de clase cuyo desarrollo se n1edía en un tmnailo y una
más edad o "mayores" respecto a los varones de menor edad, densidad crecientes ele la población, la fonnación de clases go­
así como a las 1nujeres. Cuando prestamos atención al cuarto y bernantes, el estado, las ciudades y la cultura urbana.
último reclamo sobre los productos del trabajo -el fondo de la El fondo de renta se refiere a los pagos que los gra1"Ueros
renta- nos aproximamos a un átnbito bastante d�ferente de rela­ tienen que hacer a otros (no granjeros). Esos otros pueden ser
ciones sociales. terratenientes, quienes se apropian ele la renta en especie (parte
del cultivo de los granjeros) o renta en trab,�o (trabajo para el
Excedente, explotación, acumu lación terrateniente) o renta en dinero. O pueden ser los estados, que
aplican pagos con1o impuestos en especie o dinero, o con1o
Los fondos de reemplazo y ceremonial requieren un producto i;,
fuerza de trabajo conscripta para obras públicas o servicio Ini­
"excedente" por encima de lo que se necesita para el consu­ litar; o autoridades religiosas que son terratenientes o tienen el
mo inmediato. Esto es cierto para todas las sociedades, de las poder de fijar impuestos o diezmos. O aquellos otros que pres­
cuales podemos distinguir tres categorías amplias en un tipo tan dinero o son mercaderes, de los cuales los grm"Ueros toman
de secuencia evolutiva. La primera es del tipo que poden1os prestado con e1 valor ele su siguiente cosecha como garantía, a
llamar propiamente sociedades de "subsistencia" que se re­ n1edicla que la econon1ía n1onetaria se consolida.('
produjeron a sí n1ismas a los 1nismos niveles de consun1o (y tí­ En las sociedades agTarias de clase, entonces, se tiene que pro­
'
picamente del mismo tamaí'io de población). Esto no significa ducir un "excedente" por encima ele las necesidades de los produc­
que esas sociedades fueran "pobres" en sus propios térn1inos. tores para sus fondos de consun1o, reen1plazo y ceren1onial, con el
Ciertainente, con frecuencia los pequeños grupos de caza­ objeto de apoyar a las c lases don1inantes de no productores. La
dores y recolectores, o quienes practicaban el cultivo de traslado capacidad para ctpmpiarse del trabajo excedente -trab<Uo más allá de
nómada (producción agrícola de tumba y quema) podían lo que los productores gastan en su propia reproducción- es un
responder a sus limitadas necesidades con un gasto relativa­ signo de relaciones sociales de explotación.
mente escaso de trab<Uo y de tiempo -y típicamente menos Las clases don1inantes o gobernantes ele esas sociedades
tiempo y esfuerzo de lo que requería la agricultura estable­ agrarias ele clases consistían en dinastías reales o aristocracias
cicla (Sahlins, 1 972). nülitares o civiles, o ele burocracias religiosas o civiles, grupos de
Según el historiador Colin Duncan ( ! 996: 13), la agricultura con1erciantes o de diversas co1nbinaciones ele ellas. Su consumo
es "definida con mayor utilidad como el cultivo (o arado) de la
tierra n1arcado en los campos", en contraste con el "cultivo nEsto representa un cambio respecto a la suposición previa de que todas
cambiante" y el pastoreo nóinada. Al igual que n1uchos otros, las necesidades ele la reproducción tienen que cubrirse a partir de lo que se
también observa que esto "constituyó una ruptura decisiva produce ahora. El crédito representa un reclamo respecto a la producción o el
ingreso futuros con el objeto d e satisfacer las actuales necesichlCies d e consumo
frente a los modos previos de interacción entre la humanidad y reprodUcción.
36 H!:Nfn' Bfi-I:NSTUN
PRODUCCIÓN \' l'i?OOUCTIV!I)AO: CONCf.Pf05 CU\Vf 3?

y reproducción -y la de las grandes poblaciones que los soste­ ideas y conceptos de este apartado en término ele cuatro pre­
nían (sirvientes, soldados, funcionarios religiosos, burócratas, guntas clave ele la econon1ía política.
pintores y poetas de la corte, y iarquitectos!)- se apoyaban en la
explotación de los productores, fueran estos esclavos, siervos Economía política: cuatro pregu ntas clave
feudales, otros granjeros campesinos o artesanos. Algunas de ;.:.'
estas sociedades -las fa1nosas civilizaciones agrarias de Asia y I--Iay cuatro preguntas clave de la economía política en lo que con­
del Norte de África, Europa y América Central- experimenta­ cierne a ]as relaciones sociales de producción y rep1·oclucción:
ron periodos de expansión de su territorio y población. Estos
estuvieron asociados en ocasiones con las innovaciones en las •
¿Quién es propietario de qué?
técnicas y la organización de la producción agrícola y alguna •
¿Quién hace qué?
otra actividad productiva, así como de las comunicaciones (por •
¿Quién obtiene qué?
ejemplo, la invención de la escritura), el transporte (en especial •
¿Qué hacen con ello?
por agua), el comercio y el poder militar.
Aun cuando estas clases gobernantes se preocupan por re­ La prin1era pregunta abarca las relaciones sociales ele di­
gular la actividad económica -de la mejor manera que les ferentes regín1enes de "propiedad": de qué n1anera los tnedios
permitiera apropiarse del excedente de trabajo- y a veces por de producción y reproducción se distribuyen. Es importante
estimularla (por ejemplo al organizar la construcción y mante­ recordar al respecto que
nimiento de obras de irrigación), no intentaron "guardar" y
,,
1'einvertir el producto excedente del que se apropiaban para •
Han existido diferentes significados de "pertenencia" y
desarrollar las capacidades productivas de sus sociedades de "propiedad" en diferentes tipos de sociedad, en diversos
' alguna manera general y sistemática, para ampliar continua­ n1mnentos de la historia.
mente la escala de la producción y su productividad. En cam­ Se han inventado ideas y prácticas particulares de la perte­
bio, estaban preocupadas por la tierra y el trabajo como las nencia jnivada y la propiedad jnivada b�o el capitalismo y
fuentes de su 1·iqueza (por medio de rentas, impuestos, tributo), para definirlas se ha recurrido a la ayuda, en una tneclida
su poder (al sostener o apoyar a ejércitos) y su gloria (al permi­ no 1nenor, a la relació:n con la tieTTa -el fundan1ento de la
tirles consumir lujos, construir palacios, templos e iglesias, y producción agrícola.
actuar como mecenas de la religión y las artes).
La explotación del trab�o impulsada por la necesidad de · La difusión de la conversión ele la tierra en propiedad pri­
au1nentar la escala de la producción e incren1entar la producti­ �. vada -en una 1lteTcancía- es una ele las características que
vidad con el objeto de lograr ganancias -en pocas palabras, define al capitalismo.
acumulación-, constituye una característica que define a esta La segunda pregunta gira en torno a las divisiones sociales
tercera categoría de sociedad, es decir, al capita1is1no. Es ese del trab�o. ¿Quién hace qué? En las actividades de la produc­
el tema de mi siguiente capítulo y, sin duda, del resto de este ción y reproducción sociales está estructurado por las relacio­
libro. Antes ele continum; quiero condensar algunas de las nes sociales, por ejemplo,
38


Quienes asun1en tareas relativamente especializadas den­

La n1anera en que el producto del t rab;:Uo se distribuye en
tro de unidades de producción haciendo tipos particulares la sociedad.
de cosas. •
Cón1o se usa.

Entre las unidades de producción o productores que hacen

Cómo las (diferentes) relaciones sociales ele producción y
diferentes tipos de cosas. reproducción cletenninan la distribución y usos del pro­

A través de las relaciones de género (de diferentes tipos) en ducto social.
todas las sociedades hasta el mo1nento.

Las relaciones de clase en la segunda categoría de socieda­ Estas cuatro preguntas clave pueden aplicarse con provecho
des agrarias recién esbozadas (por ejemplo señores feudales en diferentes espacios y escalas de la actividad económica, desde
y siervos), y en el capitalismo. los hogares a 1?-s "coinuniclacles", a las fonnaciones econótnicas
regionales, así con1o las nacionales y globales. De igual forma
La tercera pregunta se refiere a la división social de los pueden aplicarse a diferentes tipos ele sociedades en diversos
"fmtos del trab�o", que con frecuencia también se denomina mo1nentos históricos. ...Thn1bién hay una secuencia iJnplícita en
"distribución del ingreso". Ese término (o "distribución del las cuatro preguntas: las relaciones soci::·des de propiedad confl­
· guran las divisiones sociales del trabc�jo, las que configuran las
ingreso") puede ser una manera cómoda de decirlo en pocas
palabras, pero de nuevo debemos ser cuidadosos -como con distribuciones sociales del ingTeso, lo que a su vez configura los usos
pertenencia y propiedad (arriba)- y no pensar en el ingreso .r del producto social para el consumo y la reproducción -lo que,
•¡'
sólo en el sentido que ha asumido en el capitalismo, es decir el en el caso del capi talistno, incluye la anunulación.
ingreso monetario individual (o corporativo). En varias formas
de sociedad anteriores al capitalismo, y en algunas áreas im­
'
portantes de la vida bajo el capitalismo hoy en día, existen
"frutos del trabajo" que no asumen la forma de ingresos mone­
tarios. Un tipo de ejemplo es el alimento producido por los
granjeros en pequeño para su propio consumo; otro tipo de
ejemplo -de la mayor relevancia general- es el de los fmtos
del trabajo doméstico y otros trab�os no pagados.
La cuarta pregunta refiere a las relaciones sociales de con­
sutno, reproducción, y anunulación. I-Ie esbozado esto en ténni­
nos de fondos para el consuino, ree1nplazo y actividades cere­
Inoniales, que se encuentran en todas las sociedades agrarias
desde el comienzo y para la renta, que surge con la forn1ación de
las sociedades agrarias ele clase. También he hecho notar, como
específico del capitalismo, la apropiación del trabajo excedente
para los propósitos de la acumulación productiva. La pregunta
de "¿quién obtiene qué?" gira en torno a:
Capítulo 3
Capitalismo: orígenes
y desarrollo inicial

zDe q u é manera es d iferente el capitalismo?

He aquí tres rasgos relacionados que contribuyen al caní.cter


que define al capitalisn1o con1o un "n1odo de producción".

Producción generalizada de mercancías

En el capitalisn1o, la producción de n1ercancías tiene un carác­


ter siste1nático y genendizado de una manera que le es exclusiva.
'
Una gmna cada vez n1ayor de bienes y servicios es producida
con1o tnercancía para el intercan1bio en el. tnercado, con el ob­
jeto ele lograr una ganancia. La co1.npetencia entre los capita­
. listas ünpulsa la innovación y la productividad -un desarrollo
sistémico de las "fuerzas productivas" que es único al capitalisn1o
· (y que también genera una tendencia a la sobre-producción;
véase capítulo 5). ·.

El imperativo de la acumulación

El capitalisn1o se distingue por la in1portancia central del cajJital


productivo. El capital productivo invierte en tneclios de producción
(tierra, herrmnientas, n1áquinas, Inaterias prin1as y así sucesiva­
mente) y en fuerza ele trabajo para· que trabaje con esos medios de
prOducción, que Juego organiza para hacer nuevas n1ercandas,

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-� 41

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42 l ff-NRY BI'·RNSIHN

generando üuevo valor como el paso necesario hacia la realiza­ ducción sólo pueden aportar su valor existente (con1o füerza ele
ción de una ganancia de su inversión. :rviarx expresó esto así: el trabt:Uo "¡nuerta", el resultado de producción anterior) a las nuevas
dinero (capital) o M se invierte en mercancías (medios ele produc­ 1nercancías creadas. Esa diferencia entre el valor del capital variable
ción y fuerza de trabajo) o C, con el objeto ele producir mercancías (parte de M en la fórmula simple de arriba) y el valor de las mer­
con un mayor valor monetario, o M*; de ahí que M - C - M*. cancías generadas por esa inversión (NI*) es valor excedente, la forma
La ganancia es reinvertida posteriormente para hacer tnás ganan­ específica en la cual el u·abajo excedente es apropiado en la produc­
cia en un ciclo sin fin deacumulación de aun tnás producción y ción capitalista y la fuente de ]a ganancia capitalista. 7
ganancia, lo que Marx llamó la Teproducción amplinda del capital. La fuerza de trab�o tiene otra cualidad única: es insepara­
El capitalismo es el único modo de producción que presupo­ ble de las mentes y cuerpos de sus propietarios, quienes pue­
ne que la fiJerza de trabajo y los medios de producción (entre ellos den c01nbinarse en la acción colectiva para resisti1� n1oclerar o
la tierra) están disponibles en gran medida como n1ercancías. alterar su condición de explotación co1no vendedores ele su
capacidad para trab<Uar.
La mercancía fuerza de trabajo Marx observó que Jos trabcUadores en el capitalisn1o son "li­
bres" para intercan1biar su fuerza de trab�jo por salarios con quie­
Esto nos lleva al rasgo más distintivo del modo capitalista de pro­
�-.
nes poseen los n1edios de producción (capit.:1.listas). Estaba siendo
ducción, señalado brevemente en el capítulo 1 : que está fundado irónico: los trabajadores en el capitalismo son legaln1ent.e libres (a
en una Telación social entre capitalistas, propietarios de los tnedios diferencia de los esclavos, por ejemplo), pero ¿qué tal si "eligen" no
de producción y trabajadores que intercambian su fuerza de tra­ intercambiar su fuerza de trab�o por salarios? Su argun1ento era
bajo, o capacidad para trabajm; con el fin de conse¡,>1.lir su susten­ que las obligaciones legales y políticas que vinculaban al trabajo en
to (medios de reproducción). La fiJerza de trabajo es fundamental los tipos anteriores ele sociedad ele clase, como el esclavismo o la
' pm�que es la única 111ercancía cuyo uso genera un valor n1ayor que serviclmnbre en e1 feudalismo, son reen1plazaclas en el capitalismo
sU propio valor. En ténninos teóricos, esto es porque: por "la repetitiva compulsión de las fuerzas econónlica": vende tu
· fuerza de trabcYo o muere de ha1nbre -ies tu "decisión"!
·


El valor de la fuerza de trabajo (como el de cualquier otra mer­
cancía) representa el trabajo que se ha invertido en producirlo,
. Y la acumulación primitiva
expresado en el salario por el cual se intercambia.

La fuerza de trabajo se convierte en la propi'edad del capi­ La producción generalizada de tnercancías, la acumulación y la
talista que la compra y ordena su uso en la producción de n1ercancía fi.terza de trabajo no surgieron plenan1ente forn1adas,
nuevas 111ercancías de Inayor valor. ele repente, todas al n1istno tien1po y en todas partes. En dónde Y
cuándo surgieron, có1no y por qué, son preguntas bastante contro-
.
Marx denominó a la inversión en fuerza ele trabcYo capital va­ vertidas en los debates acerca de los orígenes y el desarrollo del
riable y a la inversión en los medios de producción (1naquinaria, capitalis1no. Un concepto clave en esos debates es la aetnnulación
materias primas y clen1ás) capital constante. El prin1ero es "variable"
porque sólo la aplicación de fuerza de trabajo "viva" puede generar 7l.a tasa de valor excedente es la razón del valor del capital variable imenido
en producirlo, mientras que la tosa de ganancia es la ra�ón del nuevo va or fren­

nuevo valor. El segundo es "constante" porque los medios de pro-
te al valor cid capital variable y el constante que se mvterten en producJrlo.
_

' ,_,.
·..,

,;;

44
HCNRV 3B?.N.S'H:IN

primitiva: los procesos a través de los cuales las sociedades preca­


En la Eurqpa ele la Edad Media tardía (siglos XIV y XV) se
pitalistas atraviesan las transiciones al capitalismo. Las condiciones
dio algo que podría llan1arse una crisis socioeconómica gene­
sociales de la producción, explotación y acumulación capitalistas
raL con diferentes resultados en sus diversas sociedades feuda­
tuvieron que establecerse en un principio por los Inedias disponi­ les. Inglaterra fiJe el primer lugar donde el feudalismo cedió
bles a las sociedades precapitalistas. En consecuencia, la acumula­ de 1nanera gradual a una nueva estructura de clase agraria con
ción prilnitiva se identifica típica1nente cmno relaciones y dinátni­ base en la propiedad capitalista de la tierra, el capital agTario
cas de "no mercado" o de "coerción extra-económica", a diferencia y la fuerza de trabajo sin tierras.
ele la compulsión impulsada por el mercado de fi¡erzas económi­ La jJ1Vpiedad capitalilta de la tierra es diferente de la propiedad
cas características del capitalismo (desarrollado). de la tierra en las sociedades de clase agTaria pre-capitali.stas (cmno
el feuclalisn1o) porque la tierra ahora se con\'ierte en una 1nercancía
Orígenes del capitalismo n ú m . 1: en la cual sus propietarios tienen derechos a la propiedad pri­
caminos de l a transición a�raria vada, de ahí que la tierra sea alienable: puede ser con1pracla
y vendida, rentada o cmnparticla. Esto significa, aden1ás, que los
La vía inglesa
propietarios ele la propiedad capitalista ele la tierra en el campo
no necesariamente la cultivan ellos n1isn1os (con1o grm�eros capi­
Para algunos acaclétnicos, el capitalis1no Inoderno surgió única­
talistas), sino que pueden rentarla a otros inquilinos. Existieron
mente con las revoluciones industriales, del siglo XVIII en delante.
varias fon11as de tenencia en la producción agTícola en las socie­
Ciertmnente, la llegada de la industrialización Inoderna (basada
dades agrarias antes del capitalisn10 que sí lo hacen.
en la fábrica) y todo lo que conlleva, representa una ruptura deci­
Existieron otras varias forn1as de tenencia en la producción
siva con la historia anterior, que era sobre todo aquelJa de las so­
agrícola en las sociedades agrarias antes del capit�lisn1o, y en
ciedades agrarias. Sin embargo, para otros acadén1icos, precedió __
'
la actualidad la tenencia sigue siendo 111U)' chfuncllcla en algu­
una tmnsición a la jJToducción agrícola cajJitali5ta, e hizo posible la
nas regiones del Tercer :rvruudo, en especial en Asia, con1o en el
subsecuente primera revolución industrial en Inglaterra. ejemplo del mediero en Bangladesh, en el capítulo l . Esos
El origen del capitalismo, seglm esta narración, ocurrió como poseedores (tenants) por lo general son pequeños productores
una transición del feudalisn1o en Europa, originaln1ente en Ingla­ agrícolas, .rero en la transición de Inglaterra al cap1tahsmo agrano
terra durante los siglos XV y XVI (de la era cristiana, CE). El feu­ · el rasgo notable fue que los granjeros en posesión de la tierra
dalismo se basa en la relación de dase entre la propiedad territo­ representaron un capital agrm-io en1ergente. Es decn� rentaba�1
rial y el trabajo campesino, en donde el "excedente" producido la tierra ele cultivo con un fundmnento con1eroal . y con j;rojJosz­
"
por los cmnpesinos es apropiado por los terratenientes a través ele tos cmnerciales : invertir en l a producción de n1ercancías para
varias forn1as de renta, como se mencionó en el capítulo 2. Los .
obtener ganancias y acun1ular. En pocas palabras, eran capital
campesinos producían su subsistencia en pequeúas granjas, por productivo, cmno se explicó antes, ele ahí que SU1Ja _ la pregunta:
las cuales pagaban renta o tributo a los terratenientes feudales y ¿Quién proporcionaba el trabajo que ellos requenan , para tra-
podían tene1; además, que trabajar en las propiedades (ele mayor b<!jar sus granjas (rentadas)?
extensión) de los terratenientes, como una forma ele servicio de . .
Esto se relaciona con la tercera y oucial clase de cap1tahstno
trabajo o renta de su trabajo (véase tabla 3 en el capítulo 4). agrario: lafuerza de trabajo sin tierras . "Sin tierras" es una 1narca �a­
.
cial poderosa en las sociedades agrarias, por supuesto. S1 no se tte-
46 i'!t:NHY fiHlNSTEIN

nen tierras para trab�ar -ya sea tierra a la que se acceda a través 1964a). En la primera, la propiedad de la tierra precapitalista
de derechos de uso asignados por la tnembresía en una con1u­ (feudal) se transforn1a en producción capitalista ele 1nercandas,
nidad de producción agrícola, por medio de alguna u otra forma convirtiendo a su fuerza de trabajo previa de can1pesinos en
de tenencia, o a través de la apertura de nuevas fi�onteras territoria­ trabajadores asalariados dependientes -y con frecuencia reclu­
les para el cultivo-- entonces, ¿cómo podrían asegu rarse los me­ tando tan1bién fuerza de trabajo agrícola de te1nporacla de otras
dios para la subsistencia? Se formó una clase de fuerza de trabajo regiones 1urales pobres.8 Lenin la 11amó la "vía prusiana" dado
sin tierras por medio de la acumulación primitiva bajo la forma del que estaba ejen1plificada por la Alen1ania oriental del siglo XIX
despojo de granjeros que previamente eran campesinos, una con­ (cuyos trab�aclores agrícolas n1igrantes provenían de Polonia).
dición necesaria para su proletarización. En el caso inglés, el meca­ La "vía an1ericana" era distinta en otro sentido, porque el
nismo ele despojo fire la conversión de la tierra en una tnercancía: capitalismo agrario en el Norte y el oeste ele Estados u nidos
su mercantilización (y renta a graf!ieros poseedores capitalistas), La 110 surgió de una transición desde el feudalistno, como en el
mercantilización de la tierra incluía el cien,e de terrenos cmnunes: "Viejo Mundo" de Europa (y partes de la América Latina colo­
tiena que era utilizada por comunidades campesinas para la pastura nial, véase capítulo 4). En la "vía an1ericana", la producción
de su ganado, la recolección ele leña, la pesca y la caza y otras acti­ agrícola capitalista surgió de pequeños ternltenientes que al­
vidades que proporcionaban un complemento necesario a los guna vez fUeron independientes, que estuvieron cada ve/. n1ás
medios de subsistencia que ellos obtenían a partir del cultivo, sttietos a las obligaciones econónücas de las relaciones nlercan­
Aunque Marx logró identificar ciertos rasgos del surgimiento tiles en el norte ele Estados Unidos a partir ele fines del siglo
del capitalismo que son de importancia general, lo hizo con base en XVIII (Post, 1 995 ) . En estas condiciones históricas, la diferencia­
una experiencia histórica partic.ulat� la de Inglaterra. No es de sor­ ción de clase de los granjeros que un principio lo fuemn en
prender que su trab�o de n1adurez lo efectuara ahí cuando Gran pequeña escala es clave, tetna introducido en el capítulo 1 )'
Bretaña era la economía capit.:1.lista n1ás avanzada, y en medio de 1 que exploro con mayor detalle en los siguientes capítulos, Para
'
los albores de la primera revolución industriaL Sin embargo, he­ Lenin, la vía "atnericana" ofrecía un prospecto tnás progresista
mos de seüalar que el caso "clásico" de transición agraria en Ingla­ para Rusia que una vía "ptusiana" centrada en una clase Inili­
terra debe ser considerado como "excepcional" precis¡¡mente por­ tar autocrática propietaria de la tierra de origen feudal: los
que fue el prilnero en esa "transición". En pocas palabras, la "vía Jnnkers prusianos y sus equivalentes en la Rusia m·is� a. �
inglesa" no necesarian1ente constituye un "modelo" general Las tres vías esbozadas hasta el n1on1ento se stntettzan en la
plausible de transición agraria en cualquiera ele sus Inecanis­ tabla 1, basada en el trabajo pionero ele Terence J, By res ( 1 996).
mos (la manera eri que se generó) o su forma particular (la
"trinidad" de clase de la propiedad capitalista de la tierra, el
capital agrario y el trabajo proletario), Varios ejemplos históri­
cos bien conocidos ilustran este punto.

las vías prusiana y americana gEs este un patrón conocido en la actualidad en muchos c<unpos del Sur Y sin
duda del Norte: los afi·icanos occidentales y los africanos del Norte en el sur de
Sumando a la "vía inglesa" de transición, Lenin ( 1 870- 1 924) Europa; europeos del este y del centro en el norte de Europa; latinoamericanos
distinguió lo que llamó las vías "prusiana" y "americana" (Lenin, en Estados Unidos.
CAPITAUS!�'tO: OIÚGEr-JfS Y Df;S/H?ROU.O H-.JICIAL

,; __ .
-

Las vías del este de Asia

Byres ( 1 991) llamó también la atención hacia las contribuciones,


específicamente agrarias, a la industrialización capitalista en
</)
Japón y Corea (del Sur), que se sintetizan en la tabla 2. En estos
i o
j
casos no hubo transición al capitalis1n0 agrario con10 la "vía in­
1'1
'j. H
:;! i z glesa" con su despojo del campesinado por medio del enclaus­
;::¡ tratniento de la tierra. Lo que tenen1os en este caso es acunuda­
</)
o ción primitiva para la industrialización por 1nedio de lo que
@
</)
¡.¡
Preobrazhensky ( 1 965: 85) describió de manera más general
COITIO "aplastante iinposición tributaria del cmnpesinado de par­

;:;· te del estado y la transformación de paTie de los medios rc<í obtenidos


</)
;::¡ en capital" (énfasis mí o). 9
<>:
o-


TABLA 2

¡.¡ VÍAS DE TRANSICIÓN: ESTE DE ASIA


.,
...,

,...¡ Ca·rácter rh la
0
Forma de
� H
z
;.�
CamjJesinos Terratenientes pmducción transición

;$ Víajaponesa Posesión En su mayo- I<amilia poseedora Acumulación


siglos XIX
'

0
� a XX
central e
incrementada,
ría residentes
en el campo
y cultivadora (con
industria local y
originaria a tra-
vés de impues-
� décadas de y con interés artesanía exten- tos (frente a
z 1860 a 1940. en mejorar la sa), hasta después despojo) del
·O producción de reforma de can1pesin:cl do;
u
H

\Í'
agrícola. la tenencia de la papel central
tierra de 1945
</)
H

del estado.


¡....
'·'

{;
propietarios culti-
vadores.
¡.¡
1'1
</)

;:;
,
:>

uPar supuesto que la historia fue m{ls complicada, como son todos los
procesos históricos; aunque sttietos a impuestos cada v ez mayores durante
los siglos xrx y xx, los granjeros japoneses -animados por los terratenientes
y el estado-.:..... también aumentaron sustancialmente los rendimientos de arroz y
generaron una gama de dinámicas industrias locales usando materiales agrícolas
(F•·ancks, 2006).
·
í- /···., •
' •·
·

..
·-·
·

c. • • • ••••.
·
.. •

.
.
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OniGiCNLS ., ,
50 ! H' NRV l�fUNS'i"f:IN CAPfl:i\liSMO: Y Of2S,".I?Ot(}l_ t ( ) lNICir\l

T.tbla 2 (Continuación) ¿Hay una gan1a n1ás amplia de posibles asociaciones cutre
. ·.<

el desarrollo del capitalisn1o y los procesos de cambio agra­


Forma de Carácter de la rio, en términos ele (i) los impulsores del cambio )' (ii) las
',
,,
CamjJesinos Tenatertientes jnoducción tran1ición
·1 fonnas de producción en la tierra que ellos generan?
Vía sud- Posesión cen- Japoneses Extrema intensi- No hubo mm- •
¿se entiende nH:�jo r el desarroilo del capitalisn1o, tanto teó­
coreana tral (como (colonial) así dad de trab<tio en sición en este rica con1o histórican1ente en tén11inos ele (i) diterentes vías
(a) perio- Japón). como aborigen. las granjas cam- periodo, sino
do colo- pesinas sujetas a algo de inver- "nacionales", según se esbozó atrás (Inglaterra, Prusia, Es­
nial japo- pesadas cargas de sión de parte tados Unidos, Japón, Corea), o (ii) los efectos en diferentes
nés renta y fiscales. del estado lugares y en diferentes 1110Inentos ele los orígenes, así con1o
(primera colonial (p. ej. el desarrollo subsecuente del capitalismo como un "sisle­
mitad del en irrigación)
siglo XX). para aumentar Jna tnundial"?
producción de
arroz y azúcar A continuación esbozo una aproximación que ofl·ece distin­
para exportar a tas respuestas a estas (y sin1ilares) preguntas desde la perspectiva
Japón.
de investigar vías "nacionales" particulares ele transición al capi­
(b) Décadas Productores- Productores- Extrema intensi- El estado talisnlo agrario.
de 1950, cultivadores. cultivadores. dad de trab<.tio en impulsa la
1 960. las granjas fami- acumulación
Reformas l iares. originaria para
de la la industrializa- Orígenes del capitalismo n ú m . 2 :
tenencia ción, facilitada la larga marcha del capitalismo comercial
de la tierra. por fuerte
' carga fiscal del Esta aproxin1ación distinta a los orígenes y desarrollo del capi­
campesinado. ( talismo antes ele la industrialización 1noclerna se centra en las
largas historias del "capitalistno cmnercial" -a partir del � iglo
Estos esbozos ele diferentes "vías" ele transición etnpiezan a XII, según algunos académicos o, más cmnúnn1ente, a partir de
darnos una idea de la variación y co1nplejiclad históricas, así mediados del siglo xv. Esta aproxitnación se desarrolla en téi:�
cmno de los desafios que plantean para el análisis. Por ejetn­ n1inos explícitamente marxistas en la obra de Jairus BanaJI
plo, en los casos del este ele Asia, la agricultura campesina (20 10), y ele manera distinta por Giovanni Arrighi (1 994), con
contribuyó parte de su "excedente" a la industrialización capi­ un énfasis mayor en los ciclos de acumulación financiera y :: n
talista sin una transición al capitalisn1o agrario, con1o sucedió, la formación del estado, y con un énfasis n1enor en ]as relaciO­
de distintas maneras, en las "vías" inglesa, prusiana y mnericana. nes ele clase del capital y el trabajo. El ambicioso proyecto ele
Esto plantea preguntas más amplias: Jason Moore (Moore, 2003, 2 0 1 0a; 20 1 0b) se dirige a dar
cuenta ele esta historia (más) larga del desarrollo del cal)[tahsmo

¿Requiere (siempre) el desarrollo del capitalismo que pri­ en ténninos de las conexiones entre los patrones de acumula­
tnero se dé una transición al capitalismo agrario (cmno en ción, su geografia cada vez 1nás extensa de "fronteras de las
el caso inglés)?
52
HlONfl\' HI::RNSTEIN

mercancías" (en la producción agrícola,


forestal, n1in era, ener- diversas forn1as. ¿J-Iay una definición así de concisa que se apli­
gética), y el cambio ecológico. . que a las diversas fonnas históricas del trabajo que explota el
1
capital? ¿Qué es lo que hace que el trabf!io se sujete a la "sub­
,j��¡.
¡,
El capital en el capitalismo comercial sunción" por el capital, en otro ténnino utilizado por Niarx, y
por ende a la explotación?
Los act?re: centrales en estas largas historias del capitalistno Sefialé antes la respuesta habitual a esta pregunta: quienes
1
:il
con1erCiaJ Incluyen a las clases de terratenientes aristocráticos nada tienen aden1ás ele su fuerza ele trab'-�0 o su capacidad para
(y después, coloniales) que organizaban la producción especiali­ trab�ar (los proletarios) tienen que venderla a cmnbio ele sala­
zada de mercancías en sus terrenos (Banf!ii, 1997), de mercade­ rios para conseguir su subsistencia (medios ele reproducción).
res que proporcionaban créditos y Inateriales a los productores Sin en1bargo, en las transiciones al capitalisn1o los grar�jeros en
ar ��sanales y otros productores de bienes manufacturados (Ba­ pequefia escala pueden perder su capacidad ele reproducirse
naJI, 2007), de capital en actividades extractivas en rápido creci­ fl.tera de relaciofles mercantiles y de n1ercados sin que necesaria­
miento como la minería y la producción forestal (Moore, 2003, mente se les despoje ele sus tierras (y otros medios ele produc­
20 lOa), así como las clases de financieros que daban fondos para ción). En efecto, esta dinán1ica de la mercantilización rlt� la subsis­
buena parte de este desarrollo, directa o indirectamente, el cual tencia, como la llama Robert Brenner (200 1), puede ofrecer una
enfatiza Arrighi (1 994; también Banaji, 2007). Todos, se afirma, base tnás genérica de subsunción del trabajo ele parte del ca­
eran capitalistas en un sentido genuino: al explotar el trabajo pital, que el abierto despojo que sugieren generalmente las
para generar ganancia; al invertir para ampliar la escala de la nociones de "proletarización". En efecto, la condición ele
producción, con frecuencia aun1entando la productividad; al trabajo asalariado "libre" representaría entonces únicmnente
desarrollar y financiar nuevos lugares y filentes de producción ele una forn1a, aunque la 1nás "avanzada", de la mercantilización
' tnerc �ncías y n1ercados para las tnercancías.10 Y todo esto pudo ele la subsistencia.
ocurnr antes del surgimiento del capital industrial moderno y, Así con1o el "capitalisn1o con1ercial" puede utilizar nociones
en muchos casos, antes o indepenclientetnente de los nuevos ti­ más an1plias, tnás flexibles, ele "capital" y "capitalista" que las aso­
pos de capital y trabf!io agrarios generados por la "vía" inglesa ciadas por lo general con el "tnodo capitalista ele producción" de
de transición. · Marx, que él teorizó en relación con el capitalis1no industrial,
lo mismo se aplica a su concepción de las clases de trabajo. El
El trabajo en el capitalismo comercial · illeollo ch:!l argmnento de Banaji es que el capital es capaz ele ex­
plotar el tt·ab�tio por n1eclio ele una amplia gmna ele arreglos socia­
La explotación del trabf!io, promovida por la necesidad de les en diferentes circunstancias históricas, incluyendo la esclavitud
ampliar la escala de la producción en busca de ganancia, sirve . · en la proclUCCÍÓ11 especializada de 111ercanCÍaS en Jas plantacioneS.
como un resumen útil que define lo que hace el capital en sus Es capaz ele establecer con1·paraciones infon11ativas entre regí­
tnenes de trabajo y procesos de trabf!jo en las propiedades cotner­
10MOore (20 1 Oa) sugiere desarmllos clave de las fuerLas productivas en el ciales dotadas de tierras, que van desde el tardío Egipto rmnano
s �slo postenor a 1450 en la mi � ería de plata, la producción de azúca1; produc­

_
_
cton forestal, elaboraCión de hterro y construcción de embarcaciones. Nótese,
pasando por el México y el Pe1ú coloniales a las haciendas de los
_
sm embargo, que esta lista no incluye la producción de granos. granjeros colonizadores de la A111érica Latina independiente (y ele
',j
u!··

55
54 CAi'IT/\US.'<.lO; OI?ÍGI:NfS \' DI::SAH'ROUO INICIAl.
HENRY !H.'RNS'friN

Europa), de Sudáfrica y Kenya colonial (Ban'!ji 1997). Además, Teoría e historia: complejidades

estas comparaciones den1uestran cuán fluidas y atnbiguas son a con­


La discus ión desarrollada aquí revela dos concepciones
menudo las categorías como "trab'\io sin tierra", "granjeros po­ se basa en una gener a­
trastantes del capitalistno agrario. Una
seedores" y "pequeños cmnpesinos" en la realidad social. Porque de clase ele
lización de la "vía" inglesa original y su estructura
la misma gente puede tnoverse enti·e estas posiciones en diferentes que
la propiedad capita lista ele la tierra y el capital agrario
momentos o incluso ocuparlas al mismo tiempo. Las supuestas tierra s (prolc tana) como
emplea 1nano de obra asalariada sin
fronteras entre trab'\io "libre" y "no libre" pueden también ser
el capitaJisn1o agrario único definitivo. El otro _se :x.presa
��� d
fluidas y ambiguas. Incluso si el trabajo proletario asalariado "li­
rechazo de Banaji ele un solo capitalisn1o a grano on1co, umlm�
­
bre" (como se explicó antes) sigue siendo la forma ele trabajo más es tnejor "pen ar en el capl­
Ine 0 "puro", y sus sugerencia de que �
"avanzada" en el capitalisn1o, y crece en peso relativo a tnedi­ nenta do en el despo JO y el control
talisn1 o arrrario con1o . . . fi_1ndm
da que se desarrolla el capitalismo, no es el único tipo ele traba­
jo que explota el capital, ni tampoco, entonces, puede ser único y
j
del traba o de parte de las clases agrarias dedica�as .a .la
pro­
qt� e
ducción agrícola con1o un negocio" (2002 : 1 1 5). Eniau za
definitivo en los orígenes y desarrollo del capitalismo.
hay muchas fonnas concretas de clesp �jo y conn�ol el� l t�·;;��)�.U��
. iC.ls.
a Tario por el capita l en diferentes Cin.:unstan � tas lustol
Las "vías" de transición y lo "histórico mundia(" del capitalismo f
cl feretntes trayectorias de subsunción del trab'>J O que se
rela­
cionan con diversas trayectorias de acumulación. .
l)or últitno, l1a1na la atención que quienes se centran en estas t­
Otro tetna debatido -en el que clivergen las dos apl·ox
historias más largas del "capitalismo comerCial" argutnentan M 1rx
maciones- es el de si las abstracciones fonnulaclas por �
que el capitalismo era "histórico mundial" en sus orígenes mis­ c l)
para teorizar el "1nodo capitalista de producción" (in lustna
mos, es decii� éste por fuerza implicaba patrones internacionales ' contprcn­
'
pt1eclen y deberían aplicarse relmsj;ec#uamente al traLar de
de con1ercio y finanzas. Una buena ilustración de ello la consti­ e1 e1 ·
captta· r Ismo en 1·.t.s·
cler los orígenes y los priineros desarrollos
tuyen Jos cuatro "regín1enes 0e anunulación" de Arrighi en la
sociedades prin1orcliahnente agrarias. Por ejetnplo:
historia del sistema capitalista mundial (Arrighi y Moore, 200 1):
el genovés-ibérico (siglo X V a principios del XVII), el holandés entre
• ¿Qué tan estóctan1ente debe aplicarse la clis�inciót�
(fines del siglo XVI a fines del XVIII), el inglés (mediados del siglo .... de
capital invertido en la producción y en la orculacwn
Jo.'VJII a principios del XX), y el est.aclouni&nse (fines del siglo XIX, l
mercancías, tipificada en El wjntal ele Marx como captta
¿con su hegetnonía o d01ninio, erosionándose a partir de fines a la� ht ortas de
indl.tstrial y 1nercantil, respectiv'amente, . �:
del siglo XX?). Desde esta perspectiva, entonces, la transición rcial" an.tes de la indus trmhz aoon ?
" capt·talism o come .
b_<-�· o,
• .

original al capitalismo agrario en Inglaterra ocurrió durante el • lin1ita rse la fuerz a de tra
¿Qué tan estrictanlente debe
periodo ele la hegemonía holandesa en el capitalismo mundial, ente (expl otacw n)
la base ele la apropiación del valor exced
mientras que Gran Bretaña se hizo hegemónica sólo con su pio­
nera revolución industrial. 1 1
. o el� los c�1�tros �Id
1 1 Nótese que Holanda estaba muy cerca de Inglaterra en cuanto a la distin­ Jitalista temprana. El csquema de Arrighi sugier�' u�1 traslad
1pot1er econm , mco 011 ' ollo global del ca¡Jilahsmo del su1 al no1 te
· el cles·11-1·
de Lu-
ción por la primera transición al capitalismo agrario -aunque, una vez más, ·
·
¡as 11manzas.
·

ropa, y ?el Mediternln. eo al Atlúnt ico orienta das al comer oo y


recorriendo una "vía" un tanto diferente- a.sí como en su industrialización ca-
·''
56 HC:NRY RFRNST[iN

,. '
y, por ende, de la ganancia capitalista, a los proletarios em­ Capítulo 4
pleados cmno trabajadores asalariados "libres"?

¿cómo decidimos cuál de entre las históricamente muy Colonialismo y capitalismo
variadas forn1as específicas de capital y trabaj o son "capita­
listas" -elementos integrales de los orígenes y desarrollo
del capitalismo- o no lo son? Si no lo son, ¿son "precapi­
talistas" en algún sentido útil? ¿son parte de la acumulación
primitiva? De forma alten1ativa, ¿podrían representar for­
mas 1nenos y más "avanzadas" de capitalismo en los diferen­
tes lugares y momentos de su desarrollo?

¿Están las formas menos "avanzadas" de capital y trabajo
en los sectores y las ramas partiCulares de un sistema ca­ Las historias de cuándo y ele qué tnanera se clesm-ro1ló el capi­
, ¿)

pitalista más amplio, en lugares y momentos específicos, talismo co1no un sisten1a 1nundial en las diferentes regione� del
conectadas con formas 1nás "avanzadas" como un aspecto nu1nclo 1noclerno, son diversas y cmnplejas. En este capitulo
integral de un desarrollo extremadamente desigual del ca­ apenas puedo esbozar un ele1nento central en l a �orn1a� ión del
.
pitalismo a escala global? mundo moderno: los diferentes tipos de colomahsmo unpues­
tos en América Latina, Asia y África en diferentes épocas, así
Toqué los dos primeros cuestipnamientos en las líneas como algunos ele sus efectos,
anteriores. La tercera y cuarta pregUntas, en particular, indican
un movimiento ele las ideas y los debates acerca ele los orígenes Etapas del colonialismo
del capitalismo hacia las ideas y debates en torno a la forma­
'
Feudalismo y capitalismo comercial
ción· y funcionainiento ele la econon1ía capitalista ·mundial. Son
(Siglo XVI)
centrales para estas últimas las diversas etapas del colonialismo
europeo desde el siglo XVJ hasta el XX, lo que las impulsó, qué Las 1notivaciones, formas e intensidad acun1tÜativa de la c.ex-
formas asumieron, qué tipos de cambio agrario indujeron y - · pansión de Europa" a través del colonialisn1o ft�eron impulsadas
con qué consecuencias -el tema del capítulo 4, Veremos que en un principio por sus asociadas o-isis del feudalismo y el desarro­
las interpretaciones de estas dinámicas históricas mundiales llo del capitalismo comercial (véase capítulo 3), En el siglo XVI se
están configuradas, en algunos aspectos importantes, por los impuso un gobierno colonial 1nás sistetnático únican1ente en el
tipos de asuntos señalados aquí concernientes a aproximacio­ Caribe y en algunas partes de An1érica Latina, en donde las se­
cuelas ele la conquista española tuvieron efectos clemogTáfic� s y
nes alternativas a los orígenes del capitaJisino. .
ecológicos devastadores, La búsqueda ele fortunas que clesa� o en
; un principio la exploración ele una ruta occtdental desde E�ro­
.
pa hacia a las Indias deriVó en la apertura ele las grandes minas
_
de plata de Pe1ú y n1ás tm·de de México, absorbiendo enorn1es

57
58
IUNRY BH�N.Sl"CIN
COL.ONIAUSMO Y CAPIT/\USMO

cantidades de fuerza ele trabajo (por lo general) forzada ele las del Caribe, para responder a la clenuu1ela ele parte de los t11er­
poblaciones indígenas. Las economías nacionales y el con1ercio caderes y los refinadores ele azúcar holandeses, rnientras que
ultramarino con España y Portugal, que colonizó Brasil, habrían los británicos desarrollaron el sisten1a esclavista ele lo que es
de enfrentar una creciente con1petencia ?e parte de Inglaterra y ahora el sur ele Estados Unidos.
Holanda en particular, pequeños países en el noroeste de Euro­ Por todos estos Inon1entos itnportantes en la colonización y
pa que se tnovían con rapidez- hacia el capitalisino agrario y sus con'exiones con las trayectorias de acumulación en Europa,
posteriormente industrial (véase capítulo 3). la segunda mitad del siglo XVII fue un periodo ele decadencia
relativa en el cmnercio internacional de Europa y las fortunas
de sus compañías 1nercantes en ultran1ar. Esto estuvo relacio­
Mercaderes, esclavos y plantaciones nado con acontecimientos turbulentos en Europa, incluyendo
(Sig/os XVII y XVIII) un nuevo e ilnportante tipo de gue..rra con1ercial nlerG:Intilista
realizada sobre todo en el 1nar por parte de flotas annadas.
A lo largo del siglo XVII, las nuevas formas de establecimiento, El siglo XVITI fue testigo de un reavivan1iento y una n1ayor
producción y comercio coloniales tuvieron su ejemplo en los intensificación de la expansión europea. Se suscitó un ilnportantc
intereses británicos en América del Norte y la actividad británi­ crecitniento en el comercio ele esclavos en el Atlántico prove­
ca y holandesa en el Caribe. Por ejemplo, la colonia de Virginia niente de África occidental. Los aventureros y los 1nercaderes
en la Norteamérica británica estableció una econon1ía de plan­ europeos ampliaron su exploración, el pill;Ue y :a búsqueda
tación cimentada primero en el trabajo por contrato (indentu­ de ventajas comerciales a lo largo de las costas de Afnca y den­
•·ed) proveniente de Europa, y luego en el trabajo esclavo pro­ tro de Asia. Estas actividades continuaron y desarrollaron las
veniente de África. Las exportaciones de tabaco y algodón ele forrnas de expansión que habían cotnenzado en el siglo XVI,
sus colonias mnericanas, y de azúcar de sus colonias caribeñas, marcadas por los conflictos annaclos entre los europeos, así
habrían de tornarse 1nás in1portantes para l a economía británi­ como entre ellos y los pueblos ele las áreas en las cuales bus­
ca y en especial para su clase emergente ele manufactureros caban imponer su dominio. Los británicos derrotaron a los
que las especias de lujo y las sedas del comercio asiático. franceses por el control de la India y Canadá -instancias que
En pocas palabras, l a colonización británica de Atnérica den1ltestran cuán vastas eran las regiones de la expansión
del Norte y el Caribe inició un nuevo tipo de comercio interna­ colonial europea y la oposición a ella, a 1nediados del siglo
cional vinculando a) la producción sistemática a gran escala de XVIII.
materias primas en las colonias para la 1nanufactura en Europa, En síntesis, a lo largo de los siglos XVII y XVIII, la "expan-
b) la obtención ele trabajo esclavo proveniente ele África para la sión ele Europa" se intensificó y se con1enzó a establecer una
producción en la plantación, y é) el desarrollo ele mercados notoria división i nternacional del trabajo.. La n1ayor parte de la
para los bienes europeos en las colonias. El primer destino ele colonización fue astnnida por cotnpañías n1ercantes en vez ele
importancia para el co1nercio de esclavos africanos fueron las por los propios estados europeos, con las notables excepciones
plantaciones ele azúcar en la costa de Brasil. Los holandeses ele las coronas española y portuguesa en América Latina. Al
desempeñaron luego un papel pionero en la difusión de la mismo tiempo, por supuesto, los estados europeos apoyaron a
producción esclava hacia las costas del continente y en las islas sus mercaderes -como las cmnpañías británicas y holandesas
60
HENIW BHtNSTfiN
COlONIALISMO V CAPilAUS/\10 b!

del este de la India- a través de medios políticos, diplomáti­ Sudáfrica. Para 1 900, habían an1pliado su don1inación al 90
por ciento del continente. La "pugna por Africa", fonnalizada por
cos y militares, sobre todo navales.
'1
�' '
la conferencia de Berlín en 1 884-5, ocurrió durante la prin1era
n1anifestación de in1portancia de los ciclos de subida seguidos
Capitalismo industrial e imperialismo moderno por los de b'!jacla en la nueva economía nuu1dial del capitalis­
(Siglos XIX V xx) mo indust1·ial, es deci1; la gran depresión de fines del siglo XIX
en Europa ( 1 873- 1 896), que luego fue seguida por la "edad
Durante el siglo XIX, l a economía capitalista mundial se vio dorada" de 1 896-1 9 1 4 .
con:figLtrada cada vez más por la industrialización, con un pun­ Para Lenin ( 1 964b), l a gran depresión d e fines del siglo
to de inflexión a partir de la década de 1 870 y el comienzo de xrx 1narcó un punto crítico de inflexión desde una etapa "conl­
la "segunda revolución industrial" (véase capítulo 5). Esto ge­ petitiva" anterior del capitalisn1o a lo que él lhunó capitalisn1o
neró de1nanda de cantidades cada vez n1ayores de mercancías monopólico ·o in1perialismo, caracterizado por la concentra­
agrícolas tropicales p3.ra procesamiento y manufactura, así como ción del capital en la forn1a de graneles corporaciones indus­
ele los minerales extraídos de las minas de las colonias. A partir de
· triales vinculadas estrechan1ente con los bancos. El "n1onopolio"
la década de 1 870 hubo:
no significa que la co1npetencia dejara de existi1� sino que

asumió forn1as tnás extremas y peligTosas, derivando en la pri­
Una creciente inversión en ultramar en los sectores de ex­ mera guerra mundial de 1 9 14, que fuera el estímulo inmediato
tracción coloniales (agricultura ele plantación y campesina, para la teoría del imperialismo ele Lenin.
minería), y sus vínculos de transporte con los mercados n1un­ Lenin sugirió que la expansión colonial europea a fines del
diales (ferrocarriles, embarcaciones). siglo xrx, a diferencia de las oleadas anteriores de coloniza­
' La última gran oleada de expansión colonial (en Áfi·ica snb­ ción, estuvo iinpulsada por la necesidad de encontrar nuevas
· sahariana, en sureste y occidente de Asia), etnprenclida ahora salidas para la exjJOrlación ele capital, por dos razones. Una fue
por los estados europeos en vez de por las co1npañías n1er­ 1� dinán1ica de la aetnnulaclón en constante aceleración, para lo
cantes. cual el capitalisn1o industrial necesitaba fuentes crecientes de n1a­

Una creciente exposición de l a industria británica, en pat·­ terias primas y mercados cada vez mayores para sus bienes
te protegida por el imperio, a la competencia de las eco­ .
manufacturados. La segunda fue la búsqueda de oportumda­
nomías en rápida industrialización de Alemania y Estados des de inversión en ultramar a medida que la intensa competen­
Unidos, así como el surgitniento de japón como l a priinera cia en Europa dec_recía la tasa de ganancia del capital (su rentabi­
potencia industrial no occidental. lidad).
La teoría de Lenin del imperialismo ha sido criticada por
África constituye un ejemplo de la velocidad de la última diversas razones -analíticas, etnpíricas y, por supuesto, ideo­
oleada ele expansión colonial. En 1 876, las potencias europeas lógicas. Una crítica consiste en que dos de los principales ele­
gobernaban aproximadamente el 1 O por ciento ele África, pri­ mentoS del in1perialisino que él identificó, estaban tipificados
mordialmente sus regiones septentrionafes que bordeaban el por países europeos con vías muy diferentes de desarrollo
Mediterráneo y las colonias de lo qne después se convertiría en capitalista, y con _posesiones colonial�s en escalas extremada-
62 COI.:ONI/U.ISMO Y CAPHA.i ISMO

1'
mente diferentes. Uno era Gran Bretaña, que ejemplificaba la claro que el i1nperia1isnlo n1oderno sobreviviría al final del
exportación de capital y contaba, por mucho, con el mayor colonialismo. Acle1nás, es posible argun1entar que el itnperia­
iinperio colonial, auncJue una cantidad Inucho n1ayor de su in­ lisino con1o una econon1ía capitalista p lenan1ente mundial sólo
versión en ultramar iba a los países de establecin1iento de los podría lograrse con la independencia del colonialisn1o en Asia
europeos en las Américas, en cmnparación con sus colonias en y en África, dejando el can1ino libre de la "n1onótona con1pu1-
Asia y África. El otro era AJemania, que en esa época constituía sión de las fuerzas económica", tanto internacional con1o inter­
el mejor ejemplo de la combinación y concentración de corpo­ namente, para ree1nplazar las coerciones políticas y legales del
raciones industriales gigantescas y de bancos, lo que Lenin gobierno colonial (Wood, 2003).
i
(según Hilferding, 1 98 1 ) llamó "capital financiero", y que tenía Tengo más qué decir acerca del periodo desde el fin del
escasos territorios coloniales. Otra crítica que se hace a Lenin es in1perio colonial en los capítulos 5 y 6. A continuaci6n, quien)
que exageró los procesos que identificó, que pueden observar­ elaborar breven1ente esta visión de cm�junto del capitalismo )' el
se con mayor claridad en la "globalización" acnwl que a princi­ colonialisn1o, para esbozar de qué tnanera el colonialisn1o
pios del siglo xx.I' i1npactó en las vidas de las personas en las sociedades agi·a­
Aunque Lenin buscaba relacionar el derrumbe económico rias st�etas a él, prestando especial atención a su tralx:�o y su
de la Europa de fines del siglo XIX con el surgimiento del im­ tierra.
perialismo moderno y la últin1a gran oleada de ]a colonización
capitalista, parte del continuado interés en su teoría es que el El colonialismo y el cambio agrario
imperialismo, en el sentido que él da al término, no depende .

de las colonias. En el mundo ele 1 9 1 6 él ilustró esto en relación El proyecto colonial -en sus varios lugares y tnon1entos, im­
con Argentina, un país políticamente independiente (poblado pulsos y fonnas, que se seíi.alaron antes- dependía de hacer
'
sobre todo por la inmigración europea) al que describió como que las coloni as "pagaran sus obliga ciones " y generaran ga­
una "semi-colonia" del capital británico, y en relación con Por­ nancias para Jos poderes coloniales (o sus clases gobernantes).
tugal con1o una especie de estado cliente de Gran Bretaña al Esto i1nplicaba controlar y (re)organizar el trab�o de los súbdi­
enit·
�ismo tiempo que era un poder colonial (de ligas menores) en tos coloniales de las sociedades agrarias, lo que requería interv
' tierras,
en sus instiluciones y prácticas ele distribución y uso ele las
i
Africa y en Asia (habiendo perdido a Brasil, la antigua joya de
su corona imperial). �--
· a veces destruyéndolas. a veces tnodificándolas. En efecto, la
coloniales implicó la ruptura de
El imperialismo como la forma inten1acional distintiva del ca­ . construcción de las econon1ías
pitalismo moderno tiene así un significado diferente que el sentido · los tnodos pre-co loniales ele subsistencia can1pesina y de renta
r
usual de "imperio" como una entidad política, por lo cual el (en las sociedades agrarias de clase). Aquí nada más puedo ilustra
� cias colonü1les intenta ron
imperio británico (colonial) era simplemente uno de Jos muchos algunas de las tnat eras en que las poten
en­
ejemplos como el imperio romano o los grandes imperios his­ reestructurar los diferentes tipos ele relaciones agrarias que
� algu­
tóricos del occidente, el Sur y el este de Asia. Lenin tenía Contraron en clifet entE:s lugares en diferentes lllOnleiHos, y
como los que sí se busca ron)
nos ele los efectos (no buscados, así
12N ótese que los historiadores actuales con frecuencia hacen referencia a
de la 1nanera en que lo hicie1·on.
las décadas anteriores a 1 9 14 como la primera "edad dorada" de la globaliza�
ción.

i.
64
COI.ONIAUSMO V CAPHAUSMO 65

América Latina y el Caribe TABLA 3

DOS TIPOS DE HACIENDA


La historia n1ás ten1prana de cmnbio agrario colonial se suscitó
Forma. de apm¡Jiacióu dd
en el Caribe, An1érica Latina y Nortean1érica: las principales
regiones de producción de esclavos en 18. econon1ía n1undial .
capitalista emergente, desde las plantaciones de azúcar del ;;,;
. . .,�:. · ---�U .:_::"
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. :-1' --:Renta � = = == � �==
Brasil portugués y subsecuentemente del Caribe británico y _ ,. .- A Una propiedad de tierra Cuitivo de parte de los en especie, renta
de varias granjas (princi­ campesinos de tierra que en dinero, comparten el
francés, hasta las plantaciones de algodón y tabaco de las colo­ palmente granjas se les asignan y control del cultivo.
nias del Sur de la Norteamérica británica. En el mon1ento de la de campesinos). proceso de trab<�o.
conquista colonial, estas zonas de plantación del Nuevo Mun­
B. Una propiedad del Los campesinos trab<Uan Renta en fuerza de
do contaban con poblaciones relativamente escasas, funda­ trab;tio ( t1·abe�jo no
terrateniente (granjas cada vez más en la granja =

mentalmente por sociedades de "subsistencia". El despoj o por del terrateniente además de (de mayo¡· tamaii.o) del pagado en la grarUa
la fuerza de los pueblos aborígenes para hacerse de la tierra se trozos de tierra del campe- terrateniente mientras del terrateniente).
logró de manera relativamente fácil, y los dueños de las plan­ sino pa,ra "subsistencia" o mantienen sus trozos de
�i�n,::
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in_:J� �· o:s�
d: · ------------- en _
'�_'b_s_is_<_ c_
ia
taciones coloniales resolvieron el "problema" de la oferta de .
__________________________________

fuerza de trabaj o a través de la importación de esclavos. La


esclavitud fue abolida finalmente en el iinperio británico en El asegurar el control de la fuerza de trab'\io rural depen­
1 833, y continuó hasta 1 865, 1 888 y 1 889 en Estados Unidos, día de expropiar y delin1itar la tierra para n1ern: ar el �cceso de
Brasil y Cuba, respectivamente. los agricultores indígenas a sus Inedias de subsisteneta. La ex­
_
tensión del sisten1a de la hacienda, en sus cltversas fon11as en
En la mayor parte de la América española dominó otra for­
ma de pmpiedad de la tierra la vida económica del campo -y gran diferentes épocas, reflejaba varios factores. Su fon11ación y ex­
' tensión iniciales implicaban luchas encubiertas, en especial _ en
parte de su vida social, política y cultural- desde fines del siglo
XVJI, a saber, la hacienda o propiedad de tierras. La formación de
las áreas con n1ayores densidades poblacionales y fuertes co­
munidades cmnpesinas, con1o en partes de Centroan1érica Y :n
la hacienda se basó inicialmente y adaptó en las instituciones .
las áreas altas de los Ancles._ En sitios con menor concentrac�on
y las prácticas feudales con las que estaban f.'lmiliarizados los colo­
nizadores españoles. Combinaba la concesión de derechos a los
poblacional como las planicies de Argentina, Uruguay Y Clul , �
la forn1ación de la hacienda se eho postenormente y de Inane� a
colonos para recabar tributos ele las comunidades indígenas en
1nás fluida, respondiendo a la den1anda de fuerza de trabaJO
la' fonna de bienes o servicios laborales (encomienda) y derechos
por tnedio de la inn1igración.
a la tierra (mercedes de tierras), que en un origen se concedieron
Otro factor clave expresaba el tietnpo así con1o al lugar. Las
por el servicio militar a la corona española. La con1binación de
luchas entre los terratenientes (coloniales) y los campesinos
tierra y fuerza de trabajo en la hacienda generó un tipo de pro­
(indígenas) también se vieron afectadas por los patrones histó­
piedad con tierras que en cuanto a su estructura era muy similar
ricos de con1ercialización de la agricultura (a 111echda que se
a la finca del feudalismo europeo, que incluía dos formas básicas
desarrollaba ·el tnercado n1unclial) y sus fluctuaciones. Mientras
de organizar l a producción agrícola, como se muestra en la si­
se elevaba la rentabilidad potencial ele la producción agrícola
guiente tabla (basada en Kay, 1 974).
con el aun1ento en la demanda del 1nercado, los propietarios
67
06 l-HONRY BIFio1.NSI'EIN COI.ONIAUSMO Y CAPITALISMO

de las tierras buscaron incren1entar el tan1aiío de sus propias la tnayor parte de África fuera colonizada), con una amplia
granjas y trabajarlas con la fuerLa de trab'\io de los que ocupa­ herencia de despojos de tierra y su concentración en las ha­
ban las tierras de la hacienda (tenants) al convertir la renta en ciendas; la restricción de ]a tnayor parte ele la producción agrícola
especie o dinero a renta de fuerza de trabajo. Cuando los terra­ indígena a los espacios por debajo de los niveles de subsisten­
tenientes enfrentaron una escasez de f-uerza de trab'!jo para su cia denotninados minifundios en contraste con las extensas pro­
propia producción agrícola comercial, y careciendo de la habi­ piedades de tierra lhunadas laüjúndios, en efecto, otro non1bre
lidad para resolverla a través de 1nedidas coercitivas, pudieron para la hacienda; y la tnano de obra rural a1tan1ente disetninada,
haber tenido que pagar a los ocupantes por su trab'\io, al me­ aunque con frecuencia con1binacla con la producción agrícola
nos en parte, lo que sugiere una transición de renta de fuerza marginal (por debajo de la subsistencia) y elementos de trabajo
de trab�o a trabajo asalariado (cmno sucedió en varias de las en pago de deuda y coerción del estado.
"vías" en diferentes partes de Europa en distintos 1nomentos Arnérica Latina entró en un nuevo despegue ele exporta­
históricos). ción agrícola entre las décadas de 1 870 y 1 920, al involucrar la
Existe un amplio debate entre los historiadores en cuanto extensión e intensificación de la producción en la hacienda,
a dónde, cuánto y cuándo las prácticas del trab'\io como pago desde las áreas tropicales y sub-tropicales de Centroan1érica a
de deudas resultaron instrumentales para reclutar fuerza de la producción extensiva de granos y ganado en las lbnuras de
trab'tio para las grandes extensiones de tierra que producían Umguay, Argentina y Chile. En las tierras b,�as del Sur de México
comercialmente. El trab<Uo para el pago de deuda (debt bondage)
es ·un arreglo en el cual quienes están endeudados, típica­ la con1binación de mercados fuertes para las exportaciones
tnente pequeños granj eros y jornaleros rurales sin tierras, tropicales (henequén, caucho, azúcar), la escasez de fuerza
tienen que trabajar para saldar su deuda con quienes las tienen de trab�o, el aislmniento geográfico y un . . . estado dispuesto
-iJropietarios de tierras, granjeros tnás ricos o n1ercaderes, o a apoyar a los dueííos de las plantaciones con la fuerza explica
' la práctica esclavización de masas de mayas y yaquis ... en
(bastante coml1n en Asia) a veces un tercero a quien el acree­
dor puede vender o "rentar" la deuda y el servicio del trabajo México. al comienzo de la década de 1870, en Guatemala en donde
la 'redúcción de las Üerras ele los indios estuvo acon1pañada
que se le asocia. Algunos acadétnicos argutnentan que las
¡, poi_' leyes en contra de los vagabundos, en Bolivia en donde
�- ' transiciones al trabqjo asalariado en América Latina comenza­
dos .terceras partes de la población rural se hicieron depen­
ron relativamente temprano (a partir del siglo XVJI en algunas
dientes de las haciendas; y de hecho en la sierra andina, los
regiones de producción cmnercial en las haciendas), incluso si
rectu·sos y medios para el_ sostenimiento independiente de la
con fre<...11encia y durante pedodos prolongadas estaba marcada
mayor parte de la gente en el á1nbito rural se redujeron
tan1bién por ele1nentos de trab�o en pago de clet1cla y otras (Baue1; 1979: 37, 52).
Iin1itaciones en la "libertad" del trab�o asalariado. Esto deriva
en algunos de los temas que caracterizan el trab,uo agTÍcola, que
Algunos de lo� 1non1entos de escasez de n1ano de obra fue­
ron resueltos por tnedio de la inn1ic"rración. Entre 1 847 y
se señalaron en el capítulo 3 y a los cuales volveré al final 1 874·,
de este capítulo. . b::�jo contra to trabaj aban
1nás de .250 tnil trab�aclore s chinos
La mayor parte de América Latina se independizó del go­ de Jlení. En Brasil ,
en las plantaciones de Cuba y en la costa
bierno colonial en la primera mitad del siglo XIX (antes de que
68
1 HCNIH' RfRNSTEIN
COt_ONIAUSMO Y CAPHAUSfV'.O

con el fin de la esclavitud, los propietarios de


las plantaciones pill<lje poco a poco dio lugar a consideraciones ele fuentes mús
de café lograron que el gobierno subsidiara
los costos de la sisten1áticas de i ngreso y ganancia en el siglo XIX: una transi­
inmi gración masiva provenien te ele Europa. De
1 884 a 1 9 1 4 ción de la piratería a la burocracia, cmno la caracterizó Barrington
unos 900 mil inmi grantes (europeos) llegaron a
Sao Paulo, a '
. Moore ( 1 966: 342) en relación con los dos principales sistemas
': ::,;,,'
trabajar sobre tocio en las extensiones de café (Stolc
ke y Hall, de inrr reso asociados a la tierra en la India colonial.
1 983). b

El pritnero se derivó del "asentan1iento pennanente" en


En la actualiclacl, América Latin'a cuen ta con
la más am­ Bengala y áreas adyacentes en el Norte de la India a partir de
plia gama de formas ele relaciones agrarias y de
producción 1 793, en el cual los zatnindars (cuyos descendientes encontran1os
agrícola de cualquier otra parte del mundo. Por
un lado, hay en la pri1nera viñeta del capítulo l ) se transfonnaron de gnu�je­
una canti dad relat ivam ente meno r de perso nas
en el en1- ros de ilnpuestos y recolectores de ingresos del estado I'viugh�1l
pleo agrícola que en otras regiones de importanc
ia en el Sur anterior en terratenientes con ciertos derechos de propiedad en
(como se señal ó en el capítnlo ! ) . Brasil tiene una
extraordi­ la tierra. Los autores coloniales del asentan1iento esperaban que
naria concentración de capital inoderno en las en1pr
'
esas agríco­ los zatnindaTS se lograran con eso una clase sólida de propiedad
1,'¡ ,
las (agribusiness) y cono cimie ntos técnicos y finan
cieros, con el (burguesa) y replicaran el capitalismo agrario británico. Por di­
poten cial de convertirse en la mayor econotnía
de exporta­ versas razones, esta aspiración no se llevó a cabo (al igual que
ción de productos agrícolas en el mund o, mien tras
que en el mud1as fantasías in1pe1iales). El poder zamindar varió aJ11pliamente
"con o Sur" , paíse s como Arge ntina , Urug uay
y Chil e son en los diversos campos del Raj (con su escala sub-continental),
tmnb ién exportadores agrícolas de Ílnporta:ncia con
rmnas de cmno consecuencia de las luchas de los zamindar.s con las castas
la producción agrícola altamente capitalizadas
y especializa­ ele cultivadores por una parte, y con las clases de capital ele los
das. Por el otro lado, hay instancias de ident idad "cam
pesina" prestan1istas y tnercaderes por la otra.
resili ente o resurgente en áreas de mayor concentrac
' ión de Al asentatniento en la tierra ele Bengala, así con1o la even­
pobla cione s indígenas en Centroamérica y los Ande
s, y más al tual incorporación de alrededor de 600 extensiones de tierra
Sur en zona s de producción agrícola de pequ eña
escala por de los príncipes al raj británico (extensión de tierra colonial,
colonos. Las luchas por la tierra y las condiciones conte
mporá­ literahnente "reino" en hindi) tan1bién fue un tneclio de tratar
neas ele la producción agrícola han generado algun
os de los de asegurar aliados políticos aborígenes para la adn1inistra­
movi mien tos sociales rurales 1nás cono cidos de la
actualidad , ción de estos vastos don1inios coloniales. Esto constituyó un
como La Vía Campesina en Centroamé¡:ica, y el Movi
ment o ejemplo ele una práctica más general de la colonial "complici­
dos Traba lhadores Rura is Sem Terra (i'yfST) en Brasi .
l. dad con est1·ucturas de pode1· n1ás antig·uas [precoloniales]"
(Bagchi, 2009: 87), aplicada también en épocas anteriores por
Sur de Asia los españoles en Atnérica Latina en el cargo del c:ac1que (rey
nativo, jefe o cabecilla) y después en África por medio del " go­
La expansión británica hacia el interior del sur de Asia en el si­ bierno indirecto" que incorporó a los jefes y cabecillas en los
glo XVIII, con sus muchas áreas populosas ele producción agríco­ niveles n1ás b<Uos de la jerarquía ad1ninistrativa colonial para
la campesina, eventualmente creó la mayor posesión colonial ele .
n1antener el orden en el cmnpo, organizar la recolección ele los
todas, la 'joya en la corona" del imperio colonial británico. El impuestos y movilizar la fuerza de trabajo.
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[! .
t 70 71
1-I!:NnY BFRNSH:JN COi..ONIAUSMO Y CAI�ITl\USMO
'1

El otro "asentan1iento" de tierras ele importancia fue el e l control del departamento d e bosques del gobierno colonial.
sistema >yotrvari (basado en ryot o campesino) que se introclt�o en buena parte esta área estaba dedicada a la explotación nw­
1nás al sur en grandes extensiones de Botnbai y Madras. Este derera con1ercia l; el t·etiro del bosque ele los "recursos conlpar­
sistema confirmó los derechos ele propiedad en la tierra, al tidos" disponib les para los granjeros G1n1pesinos, pastores )'
tnenos en principio, para quienes la cul tivaban, sujetos a pagos pueblo "tribal", redttio los recursos a los que podían acceder pm�a
anuales ele impuestos monetarios. Barrington Moore ( 1 966: sus actividades de subsistencia. Al mismo tiempo, los canlpest­
344) concluyó que: nos se integraron cada vez más e n la econon1ía capitalista in­
ternacional por diversos. n1eclios de "cotnercialización J'or;;acla"
Los asentamientos [de tierra] constituyeron el punto de partida según el término ele Krishna Bharaclw<� ( 1 985 ). Tenían '!u e
-de todo un proceso de can1bio 1ural por el cual la iffiposición de cun1plir con crecientes obligaci ones n1oneta nas; procluo �� n
'',· ; :;'
la ley y el orden y los derechos asociados ele propiedad intensi­ 1nercancías para Ja exportación con1o algodón , yut� )' op10
ficaron en gran n1edida el problema de la tenencia parásita de la (intercmnbiado con China para pagar por el té destina do al
tierra. De manera aún más significativa, formaron la base de un constuno británico), así con10 alilnentos tanto para los merca­
sistema político y económico en el cual el extrm"U ero, el terrate­ dos interno cotno de exportación; sus rentas e itnpuestos apo­
niente y el prestan1ista tomaron el excedente económico del yaban no sólo a los terratenientes, tnercacleres )' prestanl stas�
campesinado, no lo invirtieron en el crecimiento industrial y, aborígenes, sino también las ganancias de las casas �on1e �·cmles
por ende, elin1inaron la posibilidad de repetir la trayectoria de británicas, los ingresos de la administración colonml y sm du­
. �'
Japón para el ingreso en la era 1noderna. ,!
ela alguna los del estado imperial británico.
Para la maym� parte de los gTanjeros can1pesinos, la "cmner­
Su argutnento era que los sistetnas de tierras por Jo general i' cialización forzada", y la n1ercantilización de la subsistencia en un
hacían más lucrativo extraer la renta de los can1pesinados ocu­
' sentido más an1plio, no generó importantes incretnentos en la
pantes (tenant peasantTies) que trabajaban en ella en vez ele in­
producción agrícola, ya no se diga en la productividad. Las
vertirla para aumentar la producción y la procluctiviclacl agrícolas,
exacciones del "fondo de renta" que tenían que soportar los
de ahí que fuera una propiedad "parásita" ele la tierra en vez ele
can1pesinos 1nás pobres, sus deudas y la resultante desviaci n �
productiva. 13
ele recursos ele l a produc ción de alimen tos para su propio
El Raj británico, sin embargo, no era un colonialismo ele
consun1o, hicieron sus propias contribuciones a la in1agen de la
asentamientos como la nortemnérica l:>ritánica y América Latina.
India, junto con China, como países especiahnente v�l1 �1erabl�s
No hubo expropiación de la tierra a una escala significativa
a la hmnbruna. Aunque ésta se hallaba asociada con conchcwnes ch­
para que se establecieran los colonos europeos, aunque hubo
n1úticas extren1as, es notable que la India continuara exportan­
algunas plantaciones para cultivos de exportación. El área de
do alin1entos durante las épocas de gran han1bruna a fines del
1nayor extensión por sí sola de tierras clelilnitadas estaba b�o
siglo XIX y nuevamente en 1 943- 1 944 en Bengala (Sen, _ l 98 1 ) .
E n efecto, l a capacidad d e tnuchos can1pesinos de l a J nclta para
l a colonia en América Latina (en el periodo de la encomienda) y con la propie­
13Al respecto existen algunos paralelos con la hacienda de principios de
lidiar con las consecuencias del clin1a adverso y las cosechas es­
dad " feudal" de la tierra más en general, y un contraste con el papel de los
" terratenientes de mejora" en las transiciones inglesa y japonesa esbozada en
casas se debilit ó por la tnercan tilizaci ón de la subsist encia,
el capítulo 3.
1-H'NRY Bt:"RNS fHN .COlONIALISMO V CAPtT/\USMO 7>

las exigencias de la tributación colonial y la ideología económi­ neral "econotnía con1ercial"), reservas de fuerza de trabajo y el
ca de la administración colonial (Davis, 200 1 ). de las con1pañías concesionarias. El prin1ero se caracterizaba
También debemos seüalar que la importación de bienes pro­ por la producción para la exportación por granjeros can1pesi­
ducidos en fábricas, como los textiles de algodón, provenientes de . nos y en algunos casos por productores aborígenes ele mayor
Gran Bretaña, debilitó la n1anufactura y las artesanías indíge­ escala y típicamente organizados por casas con1erciales n1etropo­
nas que eran importantes para las econon1ías rurales diversifi­ litanas. Al igual que en la India, la éconornie de traile no incluía
cadas. Amiya Bagchi (2009) sugiere que el impacto del colonia­ una extensa expropiación de tierras y despojo ele los can1pesi­
lismo en el siglo XIX <;:onsistió en ino·en1entar la "n1ralización" y nos. Su tnercantilización ele la economía rural procedió sin la
la "campesinización" de l a India, así corno aumentar la pobreza institución de los derechos de propiedad privada y mercados ele
y que la penetración imperialista de China tuvo un efecto simi­ la tierra, y en muchos casos se reaJizó por tnedio del n1ovimiento
lar incluso sin el gobierno colonial directo. hacia las áreas de cocoa y la deforestación para darles paso a
Sin embargo, el desarrollo de la producción de mercancías ' ].'
nuevas áreas para cultivar cocoa y pahua de aceite (en las orillas
también estimuló la diferenciación de clase entre los granjeros de los bosques) y algodón y m<mí (en la sabana): los cuatro cul­
r
en la India al igual que en otros lugares (en la India con fre­ tivos clásicos de exportación ele .r\.rrica occidental.
cuencia siguiendo las líneas existentes de inequidad de castas). La segunda "macro-región" ele reservas de fuerza de trab::�o
Ban�ji (2002: 1 1 4) concluye que se extendía desde el este atravesando parte del centro y el Sur
de África, en la que había una atnplia enajenación de tierras
La rápida expansión comercial del siglo XIX ·estuvo ligada con un para los colonizadores. La justificación para clespqjar a los afri­
tipo de capitalisino arraigado en el creciente don1inio de las castas canos y concentrarlos en las "reservas nativas" era doble: pro­
superior e intermedia de agrio1ltores sustantivos. Eran los encar­ porcionar tierra para los asentan1ientos blancos y sus grmüas y
'
gados de que se difimdiera el empleo de siervos pennanentes de asegurar la oferta regular de fuerza ele trabajo a estas enorn1es
las granjas Qornaleros, HB], dominaran los mercados locales granjas y plantaciones, así como la minería de los complejos de
de crédito . . . y llegaran a controlar cada vez más el n1ercado de
las Rhodesias, Norte y Sur (actualmente Zambia y Zimbabwe) y
tierras en donde éste había evolucionado.
de Sudáfrica, que atrajo cantidades masivas de 1nineros n1igran­
tes provenientes del Sur de Mozambique, Nyasalancl (actual­
También seüala que el desarrollo de este "tipo de capitalismo"
mente Malawi), y Basutoland (hoy Lesotho). La enajenación de
varió en los diferentes campos del Raj, junto con la fuerza de los
tierras restringía a los granjeros africanos a "reservas nativas"
"agricultores sustantivos" en relación con los terratenientes y pres­
cada vez tnás sobrepoblaclas y agrícolamente n1arginales, y los
tamistas y sus reclamos en cuanto al excedente agrícola.
stúetó a presiones tanto econó1nicas corno políticas para asegu­
rar su subsistencia a través de la nligración laboral periódica.
África subsahariana La región ele "Áfi·ica ele las cotnpañías concesionarias" está
tipificada por la región del delta del Río Congo, emblemático
La colonización sistemática del África subsahariana a partir del
ele una historia en extren1o b1utal de extracción ele recursos y de
fines del siglo XIX produjo tres tipos de "macro-regiones" iden­
. pilltUe hasta nuestros días. Las cmnpañias concesionarias reci­
tificadas por Samir Amin (1976) como la économie de tmite (en ge- . bieron en concesión vastos territorios para su explotación, con
75
74 HENRY BEFlNSTEiN COlONIAl.ISMO Y ü\PIT/\� ISMO

serias consecuencias tanto para sus habitantes cotno para sus para integrar la producción de n1ercancías con su producción
recursos naturales. Por lo general, etnpero, fueron incapaces de agrícola ele subsistencia y aprovechar las boyantes condiciones ele
establecer las condiciones para una agricultura capitalista tnás los mercados internacionales para sus cultivos de exportación,
sistemática y sostenida, tanto de colonos como de plantación, en especial durante la década de los veinte y en las dos décadas
que prevalecieran en el este (Kenya) y en el Sur (Rhodesia del de los cincuenta y sesenta que se extendieron hasta el final del
Sur/Zimbabwe y Sudáfi·ica). periodo colonial y los primeros días de la independencia. Estas
En la mayor parte de África subsahariana, con excepción de "historias ele éxito" involucraron típican1ente la diferenciación
los territorios de mayor colonización extensiva (europea), los social en el cmnpo; algunos grarúeros se beneficiaron n1ás que
granjeros (incluyendo los pastores) no fueron despojados, sino otros. Al n1ismo tie1npo, la solidez de la producción campesina
que se les "incentivó" por varios medios a entrar en la economía de 1nercancías en diferentes partes de África en el pasado con­
comercial (monetaria) como productores de Inercancías agríco­ trasta clolorosan1ente en la actualidad con las condiciones Inu­
las o ele fuerza de trabajo. En efecto, las condiciones para la cho n1ás negativas de la producción agrícola para la 111ayot·
proletarización plena de la gran mayoría de los productores no ' �:: parte de los africanos en espacios rurales.
se establecieron, como han enfatizado Samir Amin y muchos
otros. Los diversos medios de "incentivación" -ünpuestos, obli­ Síntesis
gaciones para cultivar ciertos tipos de plantas, proporcionar
servicio de trab;úo o aceptar contratos de trabajo (migrante)­ La cima del colonialisn1o en Asia y Áfi·ica se alcanzó durante la
en sus inicios in1plicaban típicmnente la "comercialización for­ consolidación de una econo1nía capitalista n1unclial a partir de
zada", como en la India, aunque la tributación colonial e n fines del siglo XIX hasta mediad os del XX. En esta etapa, las
África n o s e basaba en la tierra sino en la gente b;úo l a forma plantaciones de periodos anteriores del colonialisn1o en el Ca­
de impuestos por cobertizos y votos y en ocasiones tmnbién por ribe, América Latina, y Asia, fueron reen1plazaclas por un nue­
'
el ganado. Es iinportante seüalm� no obstante, la iniciativa de vo tipo de "plantación industrial". Tiunbién se expandieron las
algunos granjeros afi·icanos como pioneros ele la producción ele mer­ ·!i·onteras ele la pmducción en la plantación, en especial en el
cancías para exportación al n1ovilizar la tierra y la fuerza de sureste de Asia (también en Centromnérica y las zonas tropica­
trabajo a través de medios de costumbres y sin, o a pesm; de las les de Sudam érica), al desmon tar enormes áreas de bosque
acciones de los estados coloniales. Un ejemplo famoso es la pro­ tropical o concen trarse en la tierra cultivada por los granjeros
ducción de cocoa en Ghana a partir de principios del siglo xx, catnpesifios, cotno_ en Indonesia, la principal colonia retnanen­
presentado en el estudio pionero ele Polly Hill (1 9(;3). El estable­ te de 1-Iolanda. Las ·plantaciones requerían de cantidades enon11es
cÍiniento y expansión del cultivo de cOcoa implicó la n1igración ele trabajadores, reclutados entre los carnpesinos tnás pobres y
hacia áreas boscosas que en un inicio estaban poco pobladas y el trabajadores sin tierras in1pulsados por k necesidad econónlica,
reclutamiento de fuerza de trab;Uo a través de formas particulares la que a veces se reforzaba o era dirigida por coerción. En po­
de tenencia de la tierra. ·cas palabras, la plantación industrial atunentó en gran n1edida
S�cciones considerables de los can1pesinados africanos, en­ la escala de su monocultivo tnuy especializado, entregando al
e
tonces, lograron prosperar en épocas particulares. Esto fue, en es­ mercado mundial cultivos industriales como caucho, palma le
pecial, cuando lograban movilizar la tierra y la fiJerLa de trab.,jo aceite, algodón y henequén, y bebidas y alimen tos que se con-
76
COi_ONI/I,USMO 1' Ct;Ptl"/U 15<"..10 "J I

virtieron en elementos de consun1o n1asivo para las crecientes sus relaciones con la n1anera e n que s e organiza l a fuerza de
poblaciones urbanas de los países industrializados -té, café, trabajo en la producción (procesos laborales) y cómo asegura
azúcar, cocoa y p1átano. su subsistencia. En este capítulo se han señalado cuatro tipos
Otro patrón de cmnbio extenso fue la creciente incorpora­ de regín1enes laborales en este sentido: trab�o forzado, semi­
ción de los campesinados coloniales de Asia y África como pro­ proletarización, producción en pequeii.o de 1nercancías y pro­
ductores de cultivos para la exportación (algodón, palma de letarización. Viinos varios eje1nplos de regünenes de trabLUo
aceite, caucho, 1naní, tabaco, café y cocoa), de alin1entos básicos forzado en el caso del Caribe y América Latina, y el tralx!io for­
para los mercados internos y para la exportación, y de füerza de zado tan1bién típico de los prin1eros n1omentos, al tnenos, del
trabajo a través de la tnigración laboral para construir ferrocarriles colonialismo subsecuente en Asia y África. Con frecuencia se
y carreteras y para trabajar en las plantaciones, minas y puertos. trataba ele trab�o cmno tributo para la construcción de CatTe­
Los procesos de incorporación generaron diferentes tipos ele teras y ferrocarriles, las arterias del con1ercio colonial; porteo;
formación de clase entre las poblaciones de productores agríco­ y el trabajo en plantaciones y n1inas. Otro tipo ele régin1en de
las ele las colonias (a veces a partir ele las diferencias sociales que trabajo forzado fue el sistema ele trab,!io por contrato (indmtu­
ya existían, como las de las castas en la India), sujetas ahora a la nd) que, t1·as el fin de la esclavitud en el ilnperio británico,
mercantilización de la subsistencia y con posibilidades ele acumu- contrató a n1illones de trabajadores de la India y China con1o
'
lación para algunos. trabajadores a sueldo por periodos fijos, típicamente en las
Por supues\o que los patrones de cambio agrario a finales plantaciones -de azúcar en el Caribe, . Sudáfrica, Mauritania y
del periodo colonial y la independ encia política que le siguió, Fidji, y caucho en Malaya (hoy lVlalasia).
tienen que relacionarse con otras diná1nicas y desarrollo en la La tabla 4 sintetiza algunos de los rasgos centrales ele los
economía global, a los que regresaré en los capítulos 5 y 6. regítnenes laborales b�o el colonialistno.
'
Para concluir aquí, reseflo tres tipos �le temas en los debates
en torno al capitalis1no. y el éolo:hialis mo. Están vinculados con TABLA 4
las preguntas planteada s al final del capítulo 3, y también REGÍMENES LABORALES EN EL COLONIALISMO
conducen hacia el papel del cambio agrario en el desarrollo
en el Sur, tras la independencia ele los gobiernos coloniales en
i' Sepamción de los
Asia y África.11 productores frente Coerción Trabajo
Regímenes de a los medios de extm- asalariado
trabajo jn"Orlucción económica "libre" EjemjJlos
Regímenes laborales en e l colonialismo
l . Trabqjo forzado
Utilizo el término "régimen laboral" para referirme en general
El Caribe, Bmsil, sur
a diferentes métodos ele reclutamiento de fuerza de trab'!jo y Esclavitud C01npleta Sí No
de EUA, siglos XVII
a XlX.
14Para volver más complicadas las cosas, diferentes posiciones sobre estos
temas con frecuencia sei'íalan apoyarse, de manera más o menos verosímil, en
los escritos de Marx; además, este autor cambió algunas de sus ideas a lo largo
del tiempo.
73
IUN!fV BF.RNSTDN <XH.(JNIAUSM.O Y C/\Pnt-..USMO

Tabla 4 (Continuación)
La tabla contribuye a enfatiza1· ciertas ideas analíticas y su ló­
Separación de los gica. Sin e1nbargo, seíi.ala solo a tres "cletenninaciones" -la sepa­
jJroductores Jnmte Coerción Trabajo ración de los productores de los tnedios de producción, la coerción
Regímenes de a los medios de extra­ asalariado extra-econón1ica, trab<otio asalariado "libre"- ele las tnuchas que
trabajo jJroducción económica "libre" EjemjJlos sietnpre configuran cualquier proceso histórico concreto (lVIarx,
Tl:ibuto impuesto No Sí No América espafíola, según se cita en el capítulo 1). Por ejemplo, el uso ele "transicional"
en especie siglos XVI a xvn; Áfri­ en varias de las celdas en la cuarta columna indica que algunos ti­
ca, siglo XTX a princi­ pos ele régimen ele trab<�o (asalariado) no requieren el despojo
pios del xx. completo o la "libertad" ele sus t:rab�aclores. Esto no significa que
Servicio de fuer­ Parcial Sí América española, los trabajadores "sen1i-proletarizados" ocupen necesariamente esa
No
za de trabajo s_i glo XVI en delante; ubicación "transicional" en una base únicmnente ten1poral o tran­
Africa, Asia, siglo XIX
a principios del XX.
sitoria. En efecto, algunos argumentan que la setni-proletariaza­
ción es un resultado tnás con1ún de la n1ercantilización de la sub­
'Habajo bajo Completa Parcial "11-ansi­ El Caribe, Este de sistencia que la proletarización ("plen�") en tnuchas partes del Sur
contrato cional" África, Malasia, Mau­ -otro argumento que iguahnente necesita especificación ("con­
ritania, Fiji, siglos XIX
a XX.
creta") ele dónde, cuándo y por qué ello podría ser así (véase más
adelante en el capítulo 8).
2. Tl:ab<Uo semiproletario 1 Un segundo tipo de estipulación que resulta relevante para

'
Trahqjo asalaria­
do + vínculos
por deuda
Parcial o com­
pleta
No "Transi­
cional''
América española,
siglo XVII en delante;
Asia siglos XIX a XX.
1 l a tabla 4 se señaló en el capítulo 3 : que las categorías del
trabajo rural, incluyendo las distinciones entre trabajo "libre" y
"no libre", con frecuencia son fluidas y mnbiguas en la realidad
Trabajo asalaria­ Parcial No "Transi­ India y África, siglo social. Tmnbién se expresa esto en la noción de forn1as o tipos "hí­
XIX; más en general
do + cional" bridos" de capit.:tlismo agrario con regÍinenes de trabajo "híbridos"
siglo xx.
cultivo propio
(Banaji, 201 0).
("margif!al")
o algún otro Finalmente, la tabla no identifica las empresas ele fuerza ele
"auto-empleo" trabajo "familiar" en la producción agrícola con1o vinculadas
3. Trabajo "fami­
por coerción extra-econóinica, incluso si en un principio .se
No No No India y África, siglo requirió un tie1npo de "con1ercialización forzada" para inte­
liar" (producción XIX; más en general
de mercancías al grarlas en las relaciones de mercantilización. Aquí supongo
siglo xx.
menudeo, "cam­ que hacia finales del periodo colonial, Jos granjeros domésticos
pesina") estaban "encerrados" en la producción de n1ercancías por la
4. Proletariza­ Completa No Sí
"repetitiva co1npulsión de las fuerzas econón1icas" -la mer­
AJgunos sectores de
ción las economías colonia­ cantilización de la subsistencia- así con1o los proletarios (y los
les, a partir del siglo semi-proletarios) son obligados a vender su fuerza ele trabajo .
XVIII América latina, Tmnbién regreso más adelante a esto.
siglo XIX Asia, siglo
XX África.
80
¡.IENRY IU;RNSTEIN
COI.ONIALISMO Y CAPITAUSMO

Al recordar las dos aproximaciones esbozadas en el capítulo 3,


de pieles negras, son todas ellas cosas que caracterizan el ama­
necer de la época de la producción capitalista (l 976: 915).
que argumentan a favor de las largas historias del capitalismo coc
mercial, consideran las formas de producción agraria establecidas
por el colonialismo europeo en América Latina, Asia y África como
Marx encontró eco en el economista bolchevique E. Preo­
capitalistas, por más híbridas y completa o parcialmente "no li­
brazhensky en los años veinte cuando consideró cómo podría
bres" que hayan sido sus regímenes laborales. En contraste, quie­
lograrse la "acumulación primitiva socialista" en la Unión So­
nes argumentan a favor de una "vía" estricta (tipo inglés) de
viética, en ausencia de las fuentes externas de acumulación
transición agraria designan formas de producción agraria como
primitiva que facilitaron el surgin1iento del capitalis1no:
"precapitalistas' o de alguna manera "no-capitalistas" si sus regí­
menes laborales no se basan en el empleo de parte del capital de La política colonial de los países con cmnercio mundial. . . el
trabajo asalariado propiamente "libre". Al mismo tiempo, aque­ pillaje en forma de hnpuestos para los nativos, la toma de sus
llas formas de producción podrían ser consideradas como formas propiedades, ganado y tierras, sus reservas de n1etales precio­
que contribuyeron a la acumulación primitiva, lo que nos lleva al sos, la conversión en esclavos de los pueblos conquistados, el
·

segundo tipo de tema. sistema infinitamente variado· de sitnple engaño, y así sucesi­
vamente (1 965: 85).
Colonialismo y capitalismo

Es de hacer notar que la mayoría de los métodos de pill'\ie en


Para algunos acadénlicos, el capitalismo cmnenzó como un los pasajes de Marx y Preobrazhensky que acabamos de citm;
. sistema mundial creado por medio del colonialismo, de ahí también se encuentran en los registros históricos de expansión y
que sitúen su inicio desde el momento fatal de la llegada de conquista de parte de los estados e imperios agrarios precapita­
'
Colón al Nuevo Mundo en 1492. Esto fue lo que proporcionó listas. Para algunos académicos, esto significa que aunque el co­
el marco histórico de la famosas tesis de André Gunder Frank . lonialismo directo e indirecto puede haber facilitado la transi­
del "desarrollo de los subdesarrollados" en el Tercer Mundo ción al capitalismo en Europa, no pudo proveer una condición
(Frank, 1 967), y, en una versión un poco diferente, informa el suficiente ·para ello. Ello requería la formación de una nueva
"moderno sistema mundial" de Immanuel Wallerstein (1 979), relación y estructura social de producción que fue pionera en la
que a su vez modificaron y desarrollaron de varias formas transición agraria de Inglaterra (y otras partes del noroeste de
Arrighi y Moore (véase capítulo 3) entre otros. Europa), que luego derivó en el capitalismo industrial. Este pun­
Este tipo de visión puede encontrar apoyo en Marx, quien to puede utilizarse para ayudar a identificar, y contrastat; dife­
escribió que rentes etapas y formas del colonialismo europeo, desde aquel
del siglo XVI de España y Portugal -que suele considerarse
El descubrimiento de oro y plata en América, la extirpación, . "feudal" o "comercial"_:_ hasta el colonialisn1o capitalista britá­
la esclavización y la sepultura en minas de la población abori­ nico y francés ele mediados del siglo XIX a mediados del siglo
gen, los comie �zos de la conquista y el pillaje de la India, y la XX. Por ejemplo, la riqueza y el poder de España en el siglo XVII,
conversión de Africa en una reserva para la cacería comercial
. financiado en gran medida por la plata colonial, más tarde dio
lugar a un retraso económico relativo a medida que Gran Breta-
83
82 Hf:NilV UERNSTEIN COtONIAUSMO Y CAI�ITAUSMO

ña y otras partes de Europa atravesaban por sus transiciones al Europa, enfatiza aún más las enormes inequidades inscritas en
capitalismo agrario y luego industrial; en pocas palabras, la ri­ el desarrollo global del capitalismo?
queza no es lo mismo que el capital invertido en el desarrollo de
la producción y la productividad.15 ¿Es significativo, además, ¿E/ desarrollo económico de las colonias!
que una España ahora "atrasada" perdiera sus posesiones ame­
el ca­
ricanas en la primera mitad del siglo XIX, mientras el capitalis­ Marx ( 1 976: 9 1 ) sugirió que los países en transición hacia
la cción
mo industrial se desarrollaba a gran velocidad en otras partes de pitalismo pueden "sufrir no sólo por el desarrollo de produ
encia de ese desar rollo" .
Europa y un nuevo tipo de colonialismo tomaba forma en el capitalista, sino también por la defici
capita lista era
�eriodo más significativo del dominio europeo en Asia y luego Existen diversas visiones de por qué el desarrollo
endencia,
"incompleto" en las colonias en la época de su indep
·

Africa?
de que la incorp oració n co­
Continúa el debate en torno a si la ·acumulación primitiva con fi·ecuencia asociados con la idea
o capita lista
en las colonias hizo una contribución significativa al crecimien­ lonial de América Latina, Asia y África en un mund
to económico en Europa, en particular a partir de fines del si­ emergente "subdesarrolló" a sus sociedades.
labora­
glo XVIII y en especial a medida q,;e el capitalismo industrial En términos del primer tipo de tema (regímenes
o no logró trans­
pasaba a su etapa "expansiva" desde mediados del siglo XIX. les), algunos argumentan que el colonialism
n1anera
Aunque buena parte del debate es sobre las causas del colonia­ formar las relaciones sociales de producción de una
producción
lismo y sus efectos para el desarrollo capitalista en Europa, son (suficientemente) capitalista, ya no se diga en la
agrícola, como la base para desarrollar las fuerz as producti
temas distintos respecto a su impacto en diferentes territorios
este argu­
coloniales en diferentes momentos, incluyendo sus reconfigu­ vas en las colonias. Una afirmación provocadora de
subde sarro lladas no porque
raciones a veces enormes y con frecuencia brutales, de la orga­ mento es que las colonias estaban
tadas lo sufi­
nización del trab<üo, la tierra y la producción agrícola. ¿Quizá fueran �xplotadas, sino porque "no fueron explo
' de manera
la posibilidad de que el desajuste social y ecológico e incluso la ciente" (Kay, 1 975), es decÍl; fueron transforma das
de produ cción capitalista
devastación derivada de la conquista y la explotación colonial deficiente en términos de las relaciones
uctiv idad de
no contribuyeran de manera significativa a la actunulación el-i y su impulso constante por incrementar l a prod
(explicada en
la fuerza de trab<üo, de ahí la tasa de explotación
e enton ces a la persis­
. el capítulo 3). La deficiencia, aquí, refier
s en las eco-
tencia de relaciones precapitalistas o no capitalista
15Un punto similar tiene que ver con las razones por las cuales las grandes
ci�ilizaciones agra1:ias precapitalistas no desarrollaron un capitalismo indus­
nado o no en
tnal a pesar de su nqueza y su poder y, efectivamente, a pesar del hecho de que n-omías colon iales, cmno un efecto -intencio
iales y de las
algunas eran tecnológicamente más avanzadas que Europa al comienzo del diferentes circunstancias- de las políticas colon

primer p eriodo e la historia mundial moderna ---:-Punto
- que se señala respec­
to a Chma, por ejemplo- y contaban con sus prop·ios elementos significativos prácticas del capital colonial.
tipo de tema
de "capitalismo comercial" . Todos los imperios políticos de esas civilizaciones Otro argumento que se relaciona con el segundo
"fuga del exce­
fueron derrocados o colapsaron en el periodo esbozado en este capítulo: desde
(la acumulación primitiva), es el de la tesis de
los aztecas e incas en el siglo XVI en América Latina a los mughals de la India n la producción y el
en el siglo XVIII y la dinastía Qing de China en el XIX y la caída final, como dente": que las potencias europ eas organizaro
"excedente" (o
consecuencia ?
e la prim�ra guerra mundial, de los antiguos imperios que comercio coloniales de modo que extraían su
clases de capital
ganancias) para su propio beneficio, o el de sus
quedaban en pte de Eurasm: los de los Habsburgo (Austro-Hungría), los Roma­
novs (Rusm) y los otomanos (Turquía y sus posesiones).
.
COtONI�\US!V\0 Y CAPITALiSMO
84

explica entonces ]a falta relativa de progreso econó1nico (\Van·en,


-un tipo de acumulación primitiva en juego que facilitó el cle­
198 1 ; Sencler y Smith, 1986).
san·ollo del capitalismo industrial en Europa. Las economías
Los ten1as enfatizados en la últilna parte ele este capítulo con­
coloniales fueron importantes fuentes de n1aterias primas, tanto
. tinúan resonando 1nás generaln1ente en Jos debates acerca del
agrícolas cotno n1inerales, producidas por la "tnano de obra
desarrollo econótnico y social en el Sur en la actualidad. Por ejem­
barata" ele los campesinos y de los trab'!iaclores semi-proletariza­
plo, ¿representan los granjeros en pequeña escala en el Sur a
dos. La industrialización estuvo inhibida (como lo estuvieron las
las relaciones sociales y precapitalistas o no-capitalistas y a las
for!llas más "avanzadas" de producción agraria en las áreas cam­
formas de producción que n1antienen en el rezago el desarrollo
pesinas densamente pobladas) porque las potencias coloniales
económico? ¿Representan un tipo anti-capitalista ele produc­
querían evitar la competencia con sus propias industrias y conser­
ción agrícola y de forn1a de vida que no ofrece alternativa al do­
minio ele la agricultura capitalista ("la vía ct:unpesina" apuntada
var a las colonias con1o tnercados "cautivos" para sus exportacio­
nes de mercancías n1anufacturadas. En este caso, la deficiencia
en el capítulo l)? Si descartan10s las nociones de "persistencia" de
del desarrollo capitalista se registra en una acumulación limi­
importantes elementos precapitalistas en las econ01nías del Sur
tada, de ahí la formación de clases de capital indígenas, dentro
¿esto silnplen1ente traslada el debate a las ideas de fonnas n1ás y
de los territorios coloniales.
menos "avanzadas" de capitalisn1o que puedan ser tan1bién con­
Las mismas potencias coloniales -y en especial durante la
tenciosas (la tercera pregunta al final del capítulo 3)? ¿y de qué
última etapa del colonialismo en el periodo del capitalismo indus­
manera las respuestas a todas estas y otras preguntas se ven
trial- afirmaban que su 111Ísión consistía en nevar la civilización
afectadas por el desarrollo desigual del capitalismo a escala global
(burguesa) a los pueblos de Asia y África, aunque en una manera
adecuada, controlada y gradual para evitar el desorden social y
(la ci.mrta pregunta al final del capítulo 3)? Los siguientes capítulos
profundizan en los temas que plantean estas preguntas en torno a
político. Ello incluyó el desarrollo económico concebido como la
las dinámicas de clase del cmnbio agrario desde el fin del co]o­
extensión de las relaciones 111ercantiJes: la participación en los
' nialisino.
n1ercados y una economía monetaria. La visión de que el colonia­
lismo era "objetivamente necesario" para sembrar las semillas del
capitalismo en las sociedades precapitalistas del Sur también
pueden apoyarse en Marx de la siguiente forma. El capitalismo
representa progreso, por más doloroso, porque es un tipo más
productiVo de sistema econó111.ico que el existente previan1ente;
explota el trabajo de forma más "eficiente" que los anteriores tipos
ele soCiedad de clase como la base de un desarrollo continuo y sin
precedentes históricos de las :fi.1erzas productivas. De acuerdo con
eso, con la independencia del dominio colonial, la tneta adecuada
de las estrategias para el creci1niento econón1ico, que requerían
la intervención del estado, era ampliar y profundizar los procesos
ele desarrollo capitalista que el colonialismo había iniciado. El fra­
caso para lograr esa meta con claridad y determinación eficaces
. .... . ·..,; · ,

Capitulo 5
¡;
,1 <
Producción aQrícola
y aQricultura local y Qlobal

Los capítulos 3 y 4 destacaron algunos "ten1as generales" -los


cambios en los usos de la tierra y el trab�o y sus diná1nicas de
clase� en la fonnación del mundo n1oderno, desde los orígenes
y el desarrollo temprano del capitalismo hasta el fmal del periodo
colonial. Al hacerlo, se seii.alaron diversas mnpliaciones en la escala,
pm· ejemplo, en el tamaño ele los clilerentes tipos ele empresas ele
producción agrícola en diferentes lugares y n1on1entos; el alcance
geográfico del comercio de las mercancías agrícolas; y el creci­
nliento del volun1en y el valor del comercio.
_ ,
Este capítulo adopta una perspectiva un tanto diferente,
· au�que coinplen1entaria. Considera n1ás sisten1átican1ente los

temas de la escala creciente, con referencia especial a dos pro­


cesos (relacionados). Uno es el de cómo la producción agrícola,
', '
alguna vez la más localizada de las actividades, se convierte en
�¡
-

'

' ' parte ele la "agricultura" o del "sector agrícola". El otro es el ele
' ..

: if'
cómo las ampliaciones geográficas de los mercados agrícolas en el
�'
capitalisino, y suS fuentes ele den1anda y oferta, se basan en un
incretnento en la escala social a través de la extensión y "pro­
fundización" ele las relaciones mercantiles y sus divisiones
sociales del trabajo.
Los ténninos "cultivo" y la "agricultura" se utilizan por lo co­
. mún ele manera intercmnbiable, lo que he tratado de evitm� acle­
más ele describir lo que se produce en las granjas -cultivos y
animales- co1no "agrícola". En can1bio, me he basado en la pa-

87

,. �·.

:. �··
""
PRODUCCIÓN AGHiCOL-'\ Y 1\GRiCUlHJRI\ lOCAl. V GLOBAl 89

labra "agrario" para describir las relaciones y prácticas sociales del n1itad del con1ercio internacional en una fecha tan avanzada
cultivo lfarming), las sociedades basadas en el cultivo y los procesos con10 1 929". AJ.nbas observaciones parecen estar en tensión
ele cambio en el cultivo. Quiero ahora indicar el valor ele distin­ entre sí, pero son útiles pa.ra pensar acerca de las transfonlla­
guir el cultivo y la agricultura por una razón que se hace n1ás re­ ciones del cultivo a la agricultura que sugieren aquí.
levante Inientras n1ás nos aproxilnan1os al Inundo actual del Se desprende ele la primera observación que el cultivo es lo
cambio agrario, en especial desde la década ele 1 870. La impor­ que hacen los granjeros y que han hecho durante los milenios
tancia ele este periodo se señaló en el capítulo 4 y aquí se explora de agricultura establecida: cultivar la tierra, crim� ganado o al­
aún más hasta la década ele 1 970, ilnstranclo algunos aspectos guna co1nbinación de mnbos, típican1ente dentro de un siste­
clave ele las transformaciones del cultivo a l a agricultura: ma ele campos establecidos (y pastizales demarcados). Los

granjeros sietnpre han tenido que lidiar con las condiciones na­
La base industrial del cambio técnico. turales ele su actividad, con todas sus incerticlun1bres y riesgos,

La formación ele los mercados globales y las divisiones del incluyendo las variaciones del clin1a (Jluvia y ten1perat.ura), y la
trab�o en la agricultura, y en especial los alimentos básicos. tendencia bioquímica a la degradación ele los suelos a n1enos

La constitución del "sector agrícola" como un objeto ele que se adopten medidas para n1antener o restaurar la fertilidad
políticas. de la tierra. El cultivo exitoso requiere ent0i1ces de altos niveles de
conocilniento de las condiciones ecológicas en las que se realiza,
Como en los capítulos 3 y 4, me propongo sólo proporcio­ y una disposición a diseñar y adoptar mejores métodos ele cul­
nar algunos esbozos históricos amplios y algunos ejemplos se­ tivo dentro de límites aceptables de incertidun1bre y riesgo.
lectos que contextualizan ideas y temas particulares; el capítulo Incluso (¿o en especial?) los granjeros que usan las llamadas
6 actualizará Ja historia. "tecnologías simples" -herran1ientas de 1nano con1o azado­
'
nes, coas, machetes y hachas- den1uestran capacidades consi­
,, '
Del cultivo a la agricultura derables de experin1entación (en pequeüa escala) y acunlltla­
ción de conociiniento, con1o n1ostró el detallado estudio del
He aquí dos enunciados ele la misma página del excelente libro antropólogo Paul Richarcls sobre los cultivadores ele arroz en
ele Herman Schwartz sobre la formación ele una economía glo­ Sierra Leona ( 1 986).
bal (2000: 13 ). Primero, antes del eapitalismo industrial " difí­ Recordando algunos otros elementos del capítulo 2, las con­
cilmente habría quien hubiera transportado grano por tierra diciones sociales mínimas del cultivo incluyen el acceso a la tierra,
más ele 20 millas", ele ahí que "prácticamente toda la vida eco­ hernunientas y se1nillas. A lo largo ele la historia, la principal
nómica, social y política se dieran en microeconomías centra­ unidad social a través de la cual se aseguraban los n1edios para
das en pueblos de n1ercados rodeados por una con1arca agríco­ el cultivo y se realizaba el cultivo, era el hogar rural. De nuevo
la ele aproximadamente 20 millas". Segundo, " a partir del (al igual que con los térnlinos ele "propiedad" e "ingreso", seíi.a­
siglo XV hasta. el final del siglo XIX, la agricultura estaba situada laclos antes) esta observación requiere una advertencia: los
en el corazón ele la economía global (y naturalmente también hogares de los cultivadores en diferentes sociedades en dife­
ele la mayoría ele las economías 'locales') . . . La comida y las rentes 1non1entos varían en gran n1eclida en su tan1aüo, cmnpo­
materias primas derivadas agrícolamente constituían más de la sición y relaciones sociales dentro del hogar (sobre todo las
:j
'
1

¡.
91
90 t-IENRY UERNSTEIN PRODUCCIÓN AGRÍCOLA Y AGRICULTUfM. LOCAl_ 'V GLOBAl.

granjeros en
relaciones de género) y en sus relaci.ones con otros hogares en a las cortes, los ejércitos y las poblaciones de no
ral junto a los
las comunidades rurales. Esto también se aplica a los misn1os aldeas y ciudades (que se establecían por lo gene
era clave para el co­
hogares en diferentes momentos eri su ciclo de reproducción ríos). Por ejemplo, el transporte marítimo
os antiguos.
generacional. mercio agrícola del Mediterráneo, desde tiemp
historia hasta
Antes del capitalismo industrial, el cultivo estaba limitado Sin embargo, durante la mayor parte de su
el culti vo era una actividad y
tanto en su espacio social como espacial. Estaba inserto en divi­ tiempos relativamente recientes,
siones sociales relativamente simples del trab�o, y los grupos o El local ismo del
forma de vida extremadamente localizada . "
clases que no se dedicaban al cultivo por lo general tenían escaso cultivo incluye:
impacto en la manera en que los graqjeros cultivaban. Hay ma­
tices para esta imagen simple, por supuesto. Uno se refiere a • El mantenimiento de la fertilidad del suelo por medio del
cómo las instituciones externas ofrecían importantes condicio­ uso de abonos "verdes" y de origen animal, obtenidos en
nes de producción que los hogares de cultivo individuales o las o cerca de la granja, así co1no por medio de sisten1as de
aldeas no podían proporcionar por sí mismos. El ejemplo mejor barbecho y rotación de cultivos -denominados "sistemas
conocido es el papel histórico de las instituciones del estado en agro-ecológicos de circuito cerrado".
la construcción y sostenimiento de importantes obras de irriga­ • La unión del trabajo entre hogares vecinos en moinentos
ción en el este de Asia (Bray, 1986), así como en el occidente de críticos del calendario del cultivo, por ejemplo, para ase­
Asia (Mesopotamia), el norte de África (Egipto) y en Centroamé­ gurar la plantación y cosecha oportunas, en especial cuan­
rica precolonial (México). ·
do las condicione climáticas son inciertas.
Otro importante matiz alude a cuando lo terratenientés • La provisión de parte de los artesanos locales de bienes y ser­
empresariales a la vanguardia del capitalismo comercial (véa­ vicios que los granjeros no podían producir por sí mismos,
se capítulo 3) administraban activamente los procesos laborales incluyendo algunas de las herramientas que ellos usaban.
'
en sus propiedades.
n artesanal en
Un tercero lo proporcionan las fascinantes historias de la La combinación de cultivo con la producció
dar un ejemplo co­
difusión de los alimentos básicos, otros cultivos y animales desde el hogm; como el hilad o y el tejido para
tiem po fue destnuda
sus lugares de origen a otras regiones en donde eran adoptados, mún, estaba muy difundida, pero con el
pulso hacia la es �ecia­
a veces con profundas consecuencias ecológicas y sociales (Grigg, por el desarroll o del capitalismo y su in�
Marx observo esto
1974: capítulo 3; Crosby, 1986, sobre el "imperialismo ecológico" lización en l a división social del trabaJO.
la Indi a (véas� capítu­
del colonialismo de asentamientos en· las Américas y en otros para Inglaterra, y Bagchi lo sugirió para
colo mahsmo fue
-; ·
del
lugares). lo 4, previamente), en donde el impacto
nización", es decir una
Un cuarto ejemplo refiere a la man�ra en que el transporte aumentar la "n1ralización" y la "campesi
en el campo.
por agua hace más fácil cargar y comerciar productos agrícolas a existencia económicamente más estrecha
granel que por tierra. Los orígenes de las civilizaciones agrarias,
sobre todo en las regiones más áridas, se ubicaban típicamente
16Aunque local no debe confundirse con "estático". Las largas hi�torias del
en grandes cuencas fluviales, fuentes de irrigación que también cultivo incluían el movimiento para desbrozar y establecer nuevas are� s para
facilitaban el transporte en barca y bote de granos para alimentar el cultivo -efectivamente, para crear nuevas localidades a lo largo del oempo.
93
92 liENRY DERNSTEJN PRODUCCIÓN AGRÍCOI.A Y J\GRICULTURA LOCAL Y GlOllAL

En las sociedades agrarias antes de la llegada del capitalis­ -su comercialización (marketing), procesan1iento y distribu­
mo -tanto en sus tierras de origen en Europa como en las ción y de qué manera esas actividades afectan los ingresos de
condiciones coloniales- el cultivo es lo que hacía la mayor los granjeros, necesarios para reproducirse a sí mismos. Ejein­
parte de la gente. Lo que llamamos "agricultura" era entonces plos de poderosos agentes río arriba y río ab<Bo del cultivo en
simplemente un agregado, la suma total de los granjeros y sus la agricultura capitalista de la actualidad son el capital de agro­
actividades. Los granjeros se relacionaban hasta cierto grado insumo y el capital de los agro-alimentos, respectivamente, en
con los no granjeros por medio de las exacciones de rentas e los términos utilizados por Weis (2007).
impuesto, y a través de un intercambio típicamente localizado, En el capitalis1no, la agricultura se define cada vez más
pero no eran afectados por divisiones más amplias del trabajo, los como un "sector" distinto en términos de su lugar en las divi­
procesos de cambio tecnológico y las dinámicas de mercado siones sociales del trab>Uo y como un objeto de políticas pú­
que llegaron a caracterizar "el sector agrícola" en el capitalis­ blicas. Ambos se relacionan entre sí y con otras dinán1icas
rp.o industrial. centrales acentuadas previamente: la mercantilización de la
La noción del "sector agrícola" fue inventada y aplicada en subsistencia a través de la cual los granjeros que alguna vez
el surgimiento y desarrollo de las economías "modernas", es fueron en buena medida autosuficientes llegan a depender
decir, capitalistas. Marx observó que las divisiones sociales del de los mercados (intercambio de mercancías) para su repro­
trabajo entre la agricultura y la industria y entre el campo y la ducción. En efecto, lleg'!n a depender de un ingreso moneta­
aldea, surgieron como rasgos característicos del desarrollo del rio: para pagar impuestos y/o renta en efectivo (en vez de
capitalismo. Sólo tenía sentido distinguir un sector agrícola hacerlo en especie o en servicio laboral); para comprar bienes
cuando comenzaba a cobrar prominencia un sector industrial de consumo que ya no consiguen a partir ele su propio traba­
en el Norte, y subsecuentemente cuando la industrialización se jo 0 desde la economía local; y para comprar los medios ele
convirtió en el principal objetivo económico del "desarrollo producción -fertilizantes, semillas, herramientas y otro
' equipo de producción agrícola."
nacional" en los países del Sur tras de su independencia del .
dominio colonial (más adelante). El periodo a partir de la década ele 1 870 a l a actualidad es
Con los términos " agócultura" o "el sector agrícola" en las de cambio revolucionario en las condiciones técnicas de la pro­
economías (capitalistas) modernas, me refiero a cultivar junto ducción agrícola, en contraste con el cambi9 evolutivo que ca­
�--�---·--- . .,
con todos esos intereses económicos, y sus instituciones y activi­ racteriza su historia mucho antes (ya señalado): la mnovacwn
dades especializadas, "río arriba" y "río ab>Uo" del cultivo que cautelosa y gradual en la crianza de plantas y animales mejora­
afecta las actividades y la reproducción de los granjeros. "Río dos, así como un método mejorado ele cultivo y manejo de la
arriba" se refiere a cómo ]as condiciones de producción se ase­ tierra. Incluso en las transiciones más tempranas a la produc:­
guran antes de que el cultivo mismo pueda comenzar. Ello in­ ción agrícola capitalista a partir del siglo XVI en Inglaterra no
cluye la provisión de los instrumentos de trabajo o "insumas"
(herramientas, fertilizantes, semillas)� así cmno los mercados
para la tierra, el trab<Bo y el crédito -y, críticamente, por su­
t'Nótese, empero, que algunos teóricos m�gumentan que la formación de
puesto, la movilización del trabajo. "Río abajo" se refiere a lo la agricultUra capitalista no significa que el cultwo 9ue ésta mcorpora sea nece­
que sucede con los cultivos y los anilllales ruando salen de la granja sariam�nte capitalista. Regresaré a esto en los capttulos 7 y 8.
:�

C.UJIIlAt
94
HENRY BERNSTEIN i'RODUCCIÓN A.GIÚCOlA Y AGRICUU'U�A I.OCAL Y 05

generó una revolución técnica comparable


con lo acontecido agua: ríos, lagos, mares y océanos. La prin1era mercancía agrícola
después."
transportada por lo regular a granel atravesando distancias
La línea divisoria en la historia que constituy
e la década de oceánicas, como vimos, fue el azúcar de las plantaciones de
1 870 marca el impacto de "la segunda revo
lución industrial" esclavos de Brasil y el Caribe.
�endonada en el capítulo 4. Aunque la base material del primer La revolución en el transporte por tierra que mnplió en
t1po de revolución industrial fue el hierro, el
carbón y la fuerza gran medida la escala del cmnerc.io internacional en las nler­
del vapor, el de la segunda fue el acero, los quím
icos y el petró­ cancías agrícolas fue la invención y Ia difusión del ferrocarril:
leo . . Con el tiempo -y acelerándose a· parti
r de la década de el equivalente del transporte oceánico en su capacidad para
1 940- l a segunda revolución industrial
y sus innovaciones atravesar grandes distancias. El ferrocarril Ílnplicó que las
transformaron tres aspectos de la productividad
en la produc­ grandes planicies de Argentina, Australia, Canadá, y sobre todo
ción agrícola (presentados en el capítulo 2):
de Estados Unidos, pudieran convertirse en las más importan­

tes exportadoras de grano y carne del planeta. Tal fue la base
La invención de fertilizantes químicos y
otros químicos del primer RAI (régimen alimenticio internacional) de 1 870 a
agrícolas, así como su impacto en la productiv
idad de la 1 9 1 4 : el "primer mercado [internacional] regido por los pre­
tierra (rendimiento).

cios en un medio de vida esencial" (Friedmann, 2004: 1 25). Se
El desarrollo de la crianza científica de plan
tas y anima­ ·trataba de un régimen "colonial de asentamientos" (settleT-colo­
les (facilitado por nuevo conocimiento de la gené
tica y sus nial), en térn1inos de Friedmann, que "abrió" vastas fronteras
aplicaciones), que impactó de igual manera
en los rendi­ de tierras casi completamente vírgenes, escasamente pobladas y
mientos.

poco cultivadas, al cultivo extenso de trigo así como a la cría ele
La invención de la máquina de combustión inter
na y su uso ganado para exportación a una Europa que se urbanizaba con
en los tractores y otras máquinas agrícolas, lo
'
que transfor­ rapidez y dependía cada vez más de las importaciones de ali­
mó la productividad del trabajo.
mentos básicos.
El lugar clave, entonces, en términos de la historia de la
las "metrópolis de la naturaleza" agricultura capitalista subsecuente, no fue el noroeste de Europa,
Y el primer régimen alim entario internacional en donde ocurrieron las primeras transiciones al cultivo capi­
( 1 870-1 914) talista. En cambio, estuvo ejemplificado por las enormes praderas
del medio oeste americ.ano, que generaron el crecimiento de
Volviendo a la segunda observación de Schwartz (arriba), du­ Chicago: la MetrójJolis de la Natm-aleza, como la describió Wi­
rante la mayor parte de los cinco siglos de la economía global lliam (1991). En la segunda mitad del siglo XIX, Chica­
. Cronon
.
a los que hace referencia, el transporte de las mercancías agrí­ go y sus campos agríColas, cada ve.'? de mayor tamaño gracia� al
colas a granel continuó dependiei¡do primordialmente del desaiTollo de los ferrocarriles, fue pionero en las estrechas In­
ten·elaciones de
18�gunos historiadores argumentan que las ganancias significativas en
rend �•mtentos de la "alta producción agrícola" capitalista en Inglaterra a partir •
del SI�lo XVI al XVIII se basaba en los métodos de trabajo intensivo, sin un in­ El extenso monocultivo de grano (para alimentar tanto a
cremento notable en la productividad del trabajo. humanos como a ganado).
97
96 HFNRY BER:NSTEIN PRODUCCIÓN AGRiCOLA Y AGRICUI.TURA I.OCAL Y GLOBAL

• hacia los negocios agrícolas" a fines el siglo XIX que comenta


El sacrificio de ganado y el procesamiento de la carne por
medios industriales y a una escala en verdad industrial. Ann Stoler ( 1 985: 1 7) en su estudio de las plantaciones en Su­

La manufactura industrial de equipo de cultivo (señalada­ matra. Al igual que las praderas de la "zona templada de gra­
mente el azadón de acero y luego los tractores). nos y ganado complejas", muchas zonas de producción de
• las "plantaciones industriales" fueron también nuevas fronteras
La infraestructura para el manejo y la transportación de
grano y carne (que requería refrigeración) en cantidades agrícolas, en este caso establecidas a través de la tala de an1-
sin precedentes a grandes distancias. plias extensiones de bosques tropicales.

Los mercados futuros y otraS innovaci01'1es institucionales En pocas palabras, una división global del trabaj o en la
para financiar la producción y el comercio de mercancías producción y el comercio agrícola surgió a partir ele la década
agrícolas. de 1 870, que incluyó:

E n verdad, Chicago fue pionero en muchos aspectos de • Nuevas zonas de producción de gnno y carne en las "neo­
los modernos negocios agrícolas (agribu$iness) y en cómo éstos Europas" (Crosby, 1986) establecidas por el colonialismos de
incorporan y configuran la producción agrícola. También asentamientos en las Américas tetnpladas, así cotno en partes
constituye un ejemplo del "complejo de grano-ganado de del sm· de África, Australia y Nueva Zelanda.
clima templado" que sería central para el comercio agrícola • Patrones más diversificados de cultivo en partes de la pro­
internacional y las divisiones del trabajo a partir de la década
·
pia Europa, al mismo tiempo que se aceleraba la en1igra­
de 1 870. ción rural.
Los granjeros europeos que no podían competir con el • Especialización en cultivos tropicales de exportación en
grano ünportado de menor precio, respondieron intensifican­ Asia y África coloniales y en las zonas tropicales de las an­
do la producción de productos de mayor valm� como los lác­ tiguas colonias de Centro y Sudamérica, ya fueran cultiva­
'
teos, las huertas de frutas y verduras (así como también aban­ dos en granjas cmnpesinas o capitalistas o en plantaciones
donando la producción agrícola y dejando el campo). Fuera de industriales.
estas dos zonas principales de producción agrícola templada, y
complementándolas, estaba la producción y la exportación . Un � lemento central de esta división global del trabajo y su
agri­
agrícola tropical de Asia y África, cuya incorporación colonial diná�ica económica fue la transformación del cultivo a la
iones
se completó en el mismo periodo, como ya vimos. La nueva . cultura, que vinculó los cambios revolucionarios en las condic
"plantación industrial" de este periodo (véase capítulo 4) ofre­ . técnicas y en la m�anización de la produ cción (espec iahnen �e en
ce una contraparte tropical y colonial al cambio del cultivo a la las "neo-Europas" y en la propia Europ a, y en las planta cwnes
agricultura que ejemplifica el medio oeste americano. Lo que industriales de los trópicos) con la escala enormemente mn­
del
distinguía a la "plantación industrial" de las formas previas de pliada del comercio internacional en los alimentos básicos
clima templ ado", en "alime n­
plantación eran las relaciones entre su organización y sus métodos "complejo de grano y ganado de
de producción, sus estmcturas de propiedad y sus estrechos víncu­ tos tropicales" -alimentos y bebidas como azúca1 � cocoa, plá­
los con el capital financiero, los envíos, el procesamiento y tano, té, café- y en cultivos industriales (sobre todo tropicales)
manufactura industriales -aspectos de un "cambio mundial como caucho, aceite de palma, algodón, henequén y yute.
98
tiENift BFRNSTI::I N PRODUCCIÓN AGRÍCOLA. Y AGRICUI.l U�V\ lOCAL Y GI.OBAl 99

Respecto a la agricultura como un objeto d e políticas, en el


taciones ele trigo comenzaron a llegar en cantidades rápida­
lado de la oferta del primer RAI:
mente en aumento. 20
En el capítulo 4 se esbozaron algunas de las políticas carac­
La agricultura de asentamientos abarató la producción de _ .
terísticas de los estados coloniales en Asia y Afnca durante este
mercancías agrícolas, a través de la apropiación política y la

periodo para imponer la 1nercantilización e. la subsiste1��ia en
colonización de nuevas tierras ... la producción especializada
de mercancías . . . [fue] promovida activamente por los estados de
los grarüeros cmnpesinos así cmno para fac1lltar la creac1on e �
plantaciones industriales, el cultivo de asentamientos y la expl ? tacwn
.
las colonias de asentmnientos por medio de una política de re­ .
forestal comercial en algunas regiones. La mercantihzacwn de la
parto de tierras y de inmigración, y por el establecin1iento de
subsist!;'ncia podía asumir y combinar clife,·entes formas de ac­
infraestructura social, sobre todo ferrocarriles y facilidades en
tividad al ampliar (y profundizar) las divisiones sociales del
el crédito (Friedmann y McMichael, 1 989: 1 0 1 ).
trabajo: las presiones en los granjeros can1pe�inos para et�ltiv�r
variedades especializadas para la exportacwn; � produCir ah­
Por el lado de la demanda, el camino
hacia un orden de
comercio (relativamente) libre lo preparó mentas para una creciente fuerza de trabajo asalariad � en los
el rechazo, en 1 846,
de las leyes del 111aíz en Gran Bretaña, que sectores de la 1ninería, la construcción y urbanos, y sin duela
habían protegido a
los granjeros y terratenientes británicos, y sus alguna en las plantaciones industriales; y para pa1�ticipar e�1
frente al grano importado (más barato) 19 Mien
rentas comerciales, .
Ja fuena de trab<ljo asalariada de temporada. Tambien a partir
. tras que el rechazo
ocurrió antes del parteaguas histórico del siglo xrx, los gobiernos coloniales establecieron Departa­
de la década de 1 870
que he enfatizado, se relaciona con éste de mentos de Agricultura en sus territorios asiáticos y africanos, con
varias maneras. En· la
década de 1 840, Gran Bretaña contaba con una investigación agrícola en el periodo colonial que se concen­
traba en los principales cultivos de exportaciói� corno el :aucho Y
la primera clase de
capital industrial que confiaba en su fuerz
a y habilidad compe­
' el azúcar dejando de lado en gran parte los alimentos bas!Cos de
titiva a nivel internacional para asum
ir el "interés agrícola"
nacional en los intereses del "libre come los trópicos.
rcio", incluyendo ali­ : ., ,
men tos más baratos (imp ortad os) para Finalmente, corno se señaló en el capítulo 4, tamb1en babia
conservar bajos los
salarios y, por ende, los costos de la fuerza
de trabajo. El rechazo ··¡., fronteras agrícolas creadas por los granj e�·os aborígenes, que
.
de las leyes del maíz, y la subsecuente aplic migraron y desbrozaron la tierra para cultivar nuevas vaneda­
ación de medidas
similares de parte dE: Gran Bretaíla en otros des de exportación. Aunque lo hicieron por IlllCiaUva pro��a,
países europeos,
· durante este periodo y en épocas subsecuentes la pr duccwn
pavimentó el camino para el orden del come �
rcio (relativamente)
libre del "régimen alünentario internacio . especializada para la exportación los i�te?'·ó cada vez mas con las
·compañías capitalistas que comerCializaban, emb ��caban Y
nal" que surgió varias
décadas después cuando el cultivo de gran
os en Gran Bretaña
experimentó serias presiones cOmpetitivas, procesaban sus cultivos. Un aspecto de la mtegraciOn fue el
cuando las irnpor-

2oNótese la continuada importancia del terna en la políti�a en tom? a la



agricultura y las políticas de desarroll� en la actu�li ad: el precio de
.
��� � �
<� m1ei ­
tos en relación con los bienes mdustnales, o los ,termmos del cm� e� CIO en �I e
19Nótese que aquí el "maíz" era trigo, no " m aíz" (corn) en el sentido ame­
. los sectores agrícola e industrial dentro d e los países)' en e l comen:w mternaclo­
rjcano del maíz (maize).
nal; véase más adelante.
lOO PRODUCCH)N AGRÍCCJi_A Y 1\GRICUL)-UfV\ tO<>�l 't' G1.-0WU

desarrollo de estándares de calidad y de la regulación en el n1ayores ingresos de sus graqjeros. En la India, la gran depre­
comercio inten1acional de esos productos tropicales, con1o el café, sión intensificó e l patrón existente de desplazamiento del
la cocoa y el caucho (Daviron, 2002). cultivo de los alin1entos básicos para e1 consun1o interno por
la producción para la exportación de algodón, yute, azúcar y
granos finos, contribuyendo con ello a la gran hambruna de
Del libre comercio al proteccionismo ( 1 914-1940)
Bengala de 1 943- 1 944 (véase capítulo 4).
La economía mundial capitalista se vio afectada profundamente
por las dos guerras mundiales de 1 9 14-1 9 1 8 y 1 939-1 945, y por
la gran depresión de los años treinta con sus consecuencias para El segundo régimen alimentario internacional
el comercio internacional. Sujetos a la usual disparidad del de­ ( 1 940-1970)
sarrollo capitalista en diferentes partes del mundo, y a pesar del
a nlun­
encogiiniento de la econmnía mundial, los procesos descritos Rasgos clave del periodo posterior a la segunda guerr
' ,,.. Estad os Unido s y la Unión de
con anterioridad continuaron con una excepción crucial. El pri­ dial fueron a) el sm·gimiento de
r-pot encia s" riva­
mer RAI colapsó en 1 9 1 4 y las políti.cas de la época de guerra, Repúblicas Soviéticas Socialistas con1o "súpe
de Asia y
junto con la depresión, generaron un an1plio proteccionisn1o de les; b) su competencia por aliados entre los países
del do­
la agricultura en los países capitalistas industriales.21 Un ejetn­ África a n1edida que estos lograban su independencia
encia s" apoya ban,
plo, que resultaría clave para lo que sucedió después, fue la in­ nl inio colon ial (la que an1bas "súpe r-pot

troducción ele políticas integrales de apoyo a la producción aunqu e por diferentes razon es); y e) la recuperación y extnto
a partir
agrícola en Estados Unidos en los años treinta como parte del dinaria expansión de la econon1ía capüalista n1undial
a de 1 970.
New Deal de los gobiernos de Roosevelt.22 Éste garantizaba pre­ de la década de 1 950 hasta principios de la décad
la agricul­
' cios tnínin1os o " ele piso" a los granjeros, con reservas excedentes Estos rasgos ayudaron a configurar el desarrollo de
' '
tres prin­
-granos que pudieran ser vendidos en los precios que prevale­ tl_J.ra, y sus efectos para la producción agrícola en las
o esboz ada
cían en el mercado- controladas por el gobierno. cipale s regiones de la divisi ón global del trabaj
Al mismo tietnpo, Gran Bretaña, Francia y otras potencias previan1ente.
ra 1nás
coloniales europeas intentaron exprimir aún más a las poblaciones En Estados Unidos y en el norte industrializado de mane
hubo una 1narc ada
de granjeros que eran sus súbditos en Asia y África. Los con­ general, a partir ele fines ele los aíi.os cuarenta
la produc­
sejos de mercadeo para las mercancías agrícolas clave que aceleráción de la tasa de transfonnación técnica ele
1 lizan tes,
surgieron en apoyo de los granjeros (y, con mayor amplitud, ción agrícola por 1ned io de la "quim izaci ón" (ferti .
herbicidas ), ]a meca nizac ión y el desar rollo de sen11llc:s
de las industrias agrícolas en un sentido 1nás an1plio) en Eu­ pestic idas,
rencl l­
ropa, se adaptaron en el África col t;> nial para obtener todavía y ·anin 1ales de alto rend in1ie nto (cria dos para altos
aceleradas
nl iento s sin prec eden tes en leche y carn e). Las
n agríc ola en el Norte,
transfonnaciones técnicas ele la producció
21El colapso del RAI y el surgimiento del proteccionismo a veces se sitúan
P
en una orción signif-icativa, expresaban el tan1aii.o
en aumen­
22El "nuevo contrato" (New Deal) era un
en 1 929 , el comienzo de la gran depresión.
p1 ngrama de inversión pública to y concentración de las corporaciones de insum
os agrícolas
l en la configura-
de la producción agrícola río arriba. Su pape
que, entre otras cosas, se proponía combatir el desempleo masivo para revita­
lizar el crecimiento económico.
103
[�/\l
TURA l.OC/\L. 't GlO
ÍCOLA Y AG�dClJL
102 PRODUCCIÓN AGR

ción de los métodos ele cultivo contribuyó también a fortalecer occidental, y luego hacia el Tercer gic Mundo, en donde la ayuda
alin1entaria fue una parte estraté (20a04) ele la política exterior
las tendencias hacia la concentración en la producción arrrícoia
b a a esto "el régi­
,
durante la guena fría. Friedmann l": n1ellam
� .

con_ u� nun1ero menor de granjas, de 1nayor tmnaño, y tnás rcantil porque sub­
men ali1nentario n1ercantil-inclustriacon1ercio para beneficio de
sidió la producción. y ad1ninistró el idos (y también los intere­
capnahzadas, _i�crenlentando con ello la escala y el crecimiento
de la producuviclad del trabajo. A partir de 1 950 hasta 1972, s Un
_
qmenes trab'\jaban en la producción agrícola disminuyeron de los intereses agi·ícolas de Estadogig antescas cmnpañías con1er­
ses europeo), incluyend o a las
ser el 15 al 5 por ciento de la fuerza laboral total en Estados servía a los intereses de la
Unidos (Fdeclmann, 1 990: 24). Otros efectos incluidos en el rápi­ cializadoras del grano, al tien1po que e industrial por la
cre­
do creci":'Iento ele la diferencia en la productividad del trabajo política exterior en el Tercer �1und o; aciones ele insun1os
(y de la tierra) entre los granjeros capitalistas a gran escala en ciente itnportancia dentro ele él a las corpor
el Norte y en el Sur y los pequeños granjeros concentrados en el agrícolas (seiialaclas antes). enticio internacional
Sur, se anotaron en el capítulo 2. A diferencia del prin1er régin1en alim
don1inado en gran medida por los precios, con sus presiones
�sto pronto generó el conocido problema en el capitalismo., la europ�a d�' grano, e_l se.�
anal�zado por M�rx, de la sobreproducción: cuando la compe­ cmnpetitivas en la producción agríco ercra�es n1ere<:�ntiles.
tencia Y el crecimiento en la productividad capitalistas generan gundo régimen cmnbinó las políticasuncom contpleJO agro-alm1ent1-
cantidades de mercancías que no pueden venderse por falta de con "la organización corporativa eleeconon lÍa atlántica" (Friecl­
"den�anda efec.tiva" -un término de economistas para cuestio­ cio transnacional centrado en la los países europeos replicaron
I�ar SI hay suficiente poder de compra para adquirir las mercan­ mann, 199 3: 18). En este compk:jo, agTícola de Estados Unidos al
Cias en oferta. A su vez, esto refleja un rasgo fundamental del el carácter "nacional" de la política exportaciones bc0o la política
.
ca�Jtahsm �: que Ia "�lemanda efectiva" expresa quién obtiene apoyar la producción agrícola y lasricultura} Policy), ele lo que en
que -los . mgi·esos dispensables" que los consumidores son ca­ agTícola con1ún, CAP (Con1n1on Ag (UE)."'
' �aces de gastar (incluyendo el crédito)-y no quién necesita qué. la actualidad es la UnOión Europea les en el Norte durante el
El aurnento en l s ingresos rea
d spe�e econótnico de la posguerra sevaref
Es este un tema especialmente señalado en Jos debates en totno a ]a é lejó en un autnento
economía alimentaria global en la actualidad, en donde no hay cultura de 1nasas del
una escasez absoluta en la producción ele alimentos, sino que en el consu1no y sin duela en una nue
consumisn10. En particular, el cons �S� utno cotidiano de carne Y
mucha gente, al carecer de ing1·esos suficientes para comprar
alin1entos procesados y en1pacado la ·pron incren1entó en gra.n nlc­
alimentos adecuados, padece hambre. dida, lo que indicó el aumento en 1inencia de las Indus­
En Estados Unidos, las políticas gubernamentales del con­
trias agro-alin1entarias río abajo de la producción agrícola en
tin� ado "apoyo al cultivo" -de hecho, apoyo a la industria ario transnacional".
agncola- contnbuyeron a este problema, pero también en­ · ient
el "complejo agro-alitn dístico ale�1án Ernst
cont�·�ron una "solución", al menos por un tien1po, en Ia for­ La ley de Engel, fo .�n1tllada por elipu.elastaque , a medida que se
macwn de un segundo RAI (Régimen Alimenticio Internacio­ Engel (!8 2!- 1896) un siglo antes, estn que se gasta en ahmento
nal). Este se enfocó en la disposición de los excedentes de incrementa el ingreso, la proporció
196 2, y en la aCtüalidad incluye
cerc<l de la mitad
comida en_ Estados Unidos co1no ayuda alimentaria, primero 2�La CAP fue iniciada en
para auxdmr _ en la reconstrucción de la posguerra en Europa cÍcl ga.st'o j)resupuestal de la UE.
105
I_OCI\l \' (itOBA!.
PRODUCCIÓN AG!ÚCOt,\ Y AGR
ICUlTURA
104

de partes de América
disn1inuye. En términos técnicos de la econ01nía. la "elasticidad del Tercer Mundo" (1 990), con �jemp1os
del ingreso de la demanda de alimentos" es menor de 1 : de cada Latina, el norte de África y el oeste de Asia.
nnidad adicional de ingreso dispensable, sólo parte -y una parte
c�d � vez n1enor- se gasta en alin1entos . Sin en1bargo. esto no La mod ern izac ión agr ícol
a
Significa que se gaste menos dinero en alirnentos. Para tomar un en el per iod o del desarro
llism o

( 1 950- 1970 )
ejemplo simple, digamos un hogar con un ingreso anual de 1 0
mil dólares, gasta el 1 O por ciento de eso en alimentos ( 1 ,000 dó­
ent es de Asi a y Áfr ica
lares. Con el tiempo, su ingreso se duplica a 20 mil y la proporción Los paí ses rec ien tem ent e ind epe ndi
co1no soCledacle� agn�­
que gasta en alimentos b'!ia a 7 por ciento (1 ,400) dólares un in­ emergieron del colonialis1no todavía
el "desarr�llo naci ?nal
rias, pero ahora con1pron1etidas con

cremento del 40 por ciento en la cantidad que ese hogar gasta en


países Jattnomnencanos
alimentos -" En pocas palabras, las industrias de los agro-alimentos como lo estuvieron la 1nayor parte de Jos
ializados.�:; La tnoder­
se expandieron, y competían por ofi·ecer -y estimula'� la canti­ que por lo general, estaban tnás industr
eral fue un elem ent o
d�d total gastada en alimentos: los 400 dólares adicionales por niza ción ele la agricultura por lo gen
ollo nacional", aunque con
ano en m 1 ejemplo de un solo hoga1; sobre todo, se multiplicaron central de las ideas acerca del "desarr
industrialización . El dar
varios millones de veces. Fue a partir de la década de 1 950, sobre frecuencia subordinada al deseo de
significar substit�tir la pr�­
todo, y en una escala económica y geográfica mucho mayor en la prioridad a la industrialización podda
ciones de tngo a baJO
actualidad (véase capítulo 6), que despegaron los nombres de ducción interna de granos con itnporta
ner" la n1?derniza�ión
mayor tmnaño en las industrias de los agrp-alimentos, en no me­ costo (como se señaló antes), o "pospo
industria nacwnal pud1era
nor medida en aquellas que proveíany sacrificaban ganado y aQ"rícola hasta que el desarrollo ele la
fue ]a visión clonlinant.e
procesaban y empacaban la carne (res, puerco, pollo), y en aque­ p�oveerla de insumas mo dernos -tal . durante los pn-
la Indm
llas en las cadenas de comida rápida actualmente globalizadas . de la planeación para el desarrollo en
es de que se lan zara la
'
Para el Sur, las importaciones de trigo provenientes de Estados 1neros 20 aüos de ind epe nde nci a ant
"revolución verde" .
sarrollismo" -la bú�­
';;,,
Unidos (y después de la UE), inicialmente b'!io los términos ele .
Durante el periodo climático del "de
el estado-, des de la cl �­
concesiones de ayuda alimentaria, pudieron aportar alin1entos
de manera menos costosa que la producción a2"rícola e>
interna queda del desarrollo encabezada por
plia gama de me d1d as pol l­
para estimular la industrialización en países que en buena Inedi- cada de 1 950 a la de 1 970 , una am
gob ier nos del Sur par a
tica s se ado ptó y apl icó en los
ítica agrícola tmn� 1e�1 -l-ue
da habían sido autosuficientes en la producción de alimentos ,
(haciendo eco del rechazo ele las leyes ele maíz en Gran Bretaña "tn ode rniz ar" su agricultura . La pol
unas de las cont�adtcoones
aproximadamente un siglo antes). Esto lo enfatiza la narración utilizada para tratar de resolver alg . s colonwles, tanto
de Friedmann de "los orígenes de la dependencia alimentaria y tensiones sociales her�cladas de sus
�listona
y Africa. De tal n1odo, por
en América Latina con1o en Asi a
� sil y Chil e, liabían ex¡�erim
entado un creci­
�·1E? contraste, los hogares pobres en el Sur tienen que gastar una enorme 25En algunos casos, com Bra erciO m und
_
ml durante la
cuando deca yó el com
, �e sus mucho menores ingresos en alimentos, e incluso así no pue­
proporc10n miento industrial significativo imp 01
.
tac10 nes" : la produc­
la "sustitución de :
den pagar d1etas adecuadas; hay un atisbo de esto en la viñeta del mediero de . década de los treinta, a través de an 1m portado.
dos que prev iam ente habí
Bangladesh en el capítulo l . . ción de bienes manufactura

·'
107
roe. PRODUCCIÓN AGI�ÍCOLA Y AGRICUl:fUrV\ i.OCAI. 'i G!_\.lBAt

ejetnplo, las reforn_1as en la tenencia de la tierra, de diferentes todos de cultivo, y un 1nayor uso ele fertilizantes, junto con cré­
tipos, fueron muy difundidas en este periodo (véase capítulo 7), ditos "blandos" y asesoría técnica a los granjeros (servicios ele
así como lo fue, tmnbién, el reasentan1iento de las poblaciones extensión). Esto se hacía por lo regular con base en un cultivo,
rurales (una conocida práctica colonial) patrocinado o impuesto ya fuera para los cultivos de exportación o los dedicados a la
por el gobierno en partes de África y el sureste ele Asia. Los alin1entación, siendo la tnás fatnosa la Revolución Verde a partir
"programas ele desarrollo mral integrados" (PDRT) ele los años se­ de los año sesenta y sus semillas de (vAR), variedad ele alto rendi­
tenta, un "paquete" integral que incluía la entrega de servicios miento para los "tres graneles" granos de maíz, trigo y arroz.27 El
de educación y salud así como de servicios económicos en el "paquete" con1binaba se1nil1as VAR con fertilizantes, que requerían
campo, fueron promovidos de 111anera especialmente vigorosa riego considerable pm·a producir grandes cosechas, como se
por el Banco Mundial y USAicl (U.S. Agency for International ilustra en la viñeta del norte de la India en el capítulo l .
Development), lo que algunos interpretaron cmno su respuesta Profundizar las relaciones mercantiles in1plica una n1ayor inte­
al éxito de la guerra de liberación nacional, ele base campesina y gración de los granjeros en los mercados, los que se especializan
encabezada por los comunistas, en \[ietnam. en producir mercancías particulares para la venta, así con1o la
En este periodo, las políticas de desarrollo agrícola y, más compra y uso de mayores cantidades de medios de producción
amplian1ente rural, mostraban una amplia variedad institucio­ (insumos "modernos") y medios ele consumo, que pueden in­
nal y eran frecuentes los "cambios ele paradigma" o, más sim­ cluir a los aliinentos. Los n1edios para este fin por lo cotnún
ple, cambios en las modas, como sucede en la actualiclad.26 A incluían:
pesar ele su variedad, las políticas y programas ele moderniza­
ción cotnpartían una lógica central: promover una agricultu'ra •
Esquemas ele crédito para los gastos ele producción ele os la
más pmductiva, con base en la profundización de las relaciones mer­ temporada e inversiones de capital fij o, a través de banc
cantiles, ya fuera por medio del desarrollo de "pequeños pro­ agrícolas del estado u otras dependencias públicas.
' , en
pietarios" o ele la producción agrícola ele mayor escala, pública •
Subsidios en fertHizantes y, en áreas irrigadas en la India
y privada. Esto era buscado con frecuencia por los gobiernos electricidad para dar energía a los pozos )' bombas de agua.
en el Sur en "sociedad" con el Banco Mundial (llM), donantes . . Facilitar la con1ercialización al 1nejorar la infraestructura
de ayuda bilateral, de manera notable Estados U nidos, Gran ele transporte )' por medio ele organizaciones especializadas
ales
Bretaña y Francia, y capital privado de los negocios agrícolas cmno las cooperatiÍ vas y las agencias agrícolas paraestatcolo­
(agribusiness nacionales e internacionales), los cuales aportaban (algunas ele ellas 1erecladas y adaptadas del perio do
diseños para la tnodernización. nial, con1o los consejos de 1nercacleo de cultivos Inenciona­
Más productivas se refiere a las condiciones técnicas ele la dos antes).
producción agricola, por medio de variedades mejoradas y mé- •
Precios "achn inistrados" establecidos po1� los gobiinos ernos
para ios cultivos clave, en especial los precios n1íni o
26Este es un síndrome común. Los modelos convencionales ele desarrollo
apuntan a escenarios de "gana�gana" -lograr a la vez crecimiento económico
"de piso'�.
y acabar con la pobreza- pero sus prescripciones se confunden por las inequi�
nzó con el desarrollo el : las VAR en
dades y las contradicciones del capitalismo� de ahí la necesidad de inventar ideas �¡De hcd10, la Revolución Verde come
ia contada en un 1m portante
y aproximaciones en apariencia "nuevas" o de reinventar y re-etiquetar las vie­ Jos aflos treint a, una histor
Estados Unid os en
Jas, las que luego enfi·entan los mismos problemas en la práctica, estudio de jack Kloppenburg (2004).
109
PRODUCCIÓN AGRÍCOtA Y AGRIClJl.:fUR/\ i.OC'\t 'i Gl Ol.lAI
108

Vivía yo en Thnzania en los años setenta, cuando las agen­ los consumidores de alimentos de sus efectos; por ejemplo,
cias paraestatales de cultivo se an1pliaron en gran n1eclida parte de la tierra dedicada al cultivo de los granos de n1ayor
para incluir investigación y desarrollo, la provisión de crédito calidad, y de n1ayor costo, fue desviada de granos "burdos" cmno
e instunos, transporte, ·ahnacenmniento y procesatniento, así el milo, y de legmninosas, una fi1ente crucial de proteína en las
como comercialización. Esto 1ne ünpresionó con1o un intento dietas de los pobres.
por emular, en condiciones muy diferentes, las fonnas en que
las corporaciones río arriba y río abajo en la producción agrícola en Conclusiones
el Norte integraban (y controlaban) el "sector agrícola" (Berns­
tein, 1981), mienu·as queJonathan Barker (1 989) describió a esos Responder a la pregunta de qué granjeros seesos ben efician ele
progrmnas de Inodernización agrícola en el África subsahariana diferent es polí tica s agrícolas y de los proc in1plica ele cam bio
zm·
como un intento por generar "campesinados de estado". agrario en el capitalismo de n1anera rnás an1plia, tulo 8.anah Ant es
Resulta difícil generalizar en cuanto a l0s efectos de los su diferenciación, un te1na iinportante en el capí neoliberal
esfuerzos de la modernización agrícola durante la época del de considerar el actual periodo de globalizauna ción
"desarro11ismo", debido a la diversidad de medidas de políti­ en el siguiente capítulo, concluyo aqu í con observación
cas, de sus "paquetes" técnicos e institucionales y de las capa­ sobre el prospecto de lograr el desarrollo aecon ómi co en la
cidades de los gobiernos para suministrarlos; y sobre la diver­ actualidad, incluyendo la industrialización, trav és del crect­
sidad aún mayor de condiciones y tipos ecológicos de cultivo tniento encabezado por las exportaciones agrí colas, en com­
omía
a los que se aplican. paración con lapsos previos de la formación la econ de
De hecho, evaluar el impacto de las políticas -una profe­ capitalista global. indu
. l y las
stna
sión considerable en sí misma- siempre ha sido un desafío, Las tran sicio nes ante rior es al capi talis n1o
porque el "desempeño" agrícola se ve afectado además por contribuciones a e1las de parte de la agricult ura, ocurrieron
'
muchos otros factores, desde el clima hasta los efectos de las cuando los precios . ele las n1ercancías agrícolas eran , en general
políticas macroeconómicas (por ejemplo, 1nucho tnás altos en ténninos reales de lo queiero son ahora. Los
' y de manera notable, ·

n1ov n a favor de
térn1inos internacionales del cmnercio "sesin
la agricultura. . . a !o largo del siglo XIX )' ladud
respecto a las tasas de intercambio de divisas y tasas de interés), a hasta la pri­
hasta las variaciones de los 1nercados y· precios, tanto local cmno _
decada de 1 940
'
'
internacionalmente. I-Iubo algunas l�istorias de éxito en dife­ mera guerra mundial", mientras que desde en contra de las
� ¡
rentes escalas, de las cuales la más grande fue la Revolución en su 111ayor parte se "volvieron gravetnente ufacturados por
Verde en la India, que permitió qtie se volviera auto-suficiente 1nercancías agrícolas y a favor ele los bienes man i" (Kitching, 200 1 :
en la producción de grano en un tie1npo corto. Ello no signifi­ primera vez desde la revolución industria
ca que el "éxito" de la Revolución Verde haya sido absoluto; 1 54-1 55). En par.te, esto refleja el eno
nne crectn11ento e n l a pro-
ductividad del cultivo en el Norte que he seüa lado. Para buena
hay lítnites al creci1niento ele los renclin1ientos de trigo y arroz
que se derivan de sus "paquetes" bioquhnjcos, y los ten1as de p�rte del Stn� la promoción de las exportacion �s de n1erc�ncía�
los costos ambientales, y por ende de la sustentabilielacl, en algunas . agrícolas tropicales, en la época del clesarrolhsmo y .':'as alla
oon siste-
áreas. No todos los granjeros se beneficiaron ele igual forma de (véase capítulo 6), tiende a generar una sobrepmduc
la puesta en práctica de la Revolución Verde (véase capítulo 8), ni
110

mática que depritne sus precios en los n1ercados internacionales


(el café constituye quizá el ejemplo mejor conocido). Capítulo 6
G�vin Kitching (200 ! ) también nos recuerda que los países Globalización neoliberal
mas. neos ele la actualidad tenían poblaciones más pequeüas y
menores tasas de crecin1iento poblacional en el momento de su y aQricultura mundial
despegue industrial en comparación con los principales países del
sur en la actualidad. Las tecnologías industriales también eran,
por lo general más intensivas en fuerza ele trabajo ele lo que
son ahora, ele ahí que la industria necesitara y lograra absor­
be¡; el trabajo ele los migrantes provenientes ele las áreas rura­
les desplazados por la acumulación primitiva y el desarrollo ele
l a producción agrícola capitalista. Aun así, podemos seüalar A partir de la década de los setenta, la econon1ía mundial capita­
que durante la primera "edad dorada" de la globalización, el lista ha atravesado por un proceso de profundo cambio, que por
éxodo ele los pequeüos granjeros y trabajadores agrícolas ele lo cotnún se ha denm11inado globalización. La in1portancia )' sig­
los campos europeos contribuyó, en graneles cantidades, a la nificado de la globalización conten1poránea, las razones para ella
migración transatlántica hacia el norte y el sur de América. y sus efectos, siguen siendo altan1ente controvertidos. En su senti­
do más a1nplio, hace referencia a las nuevas fornws ele reestructu­
ración del capital en una escala l11tmdial, incluyendo:

La desregulación de los tnercado financieros y la "financia­
' rización" de todos los aspectos de la actividad econónüca.

La creciente desregulación del co1nercio internacional.
- : 'i·

Las transfon11aciones en las estrategias y tecnologías de
producción, de fuentes ele origen y ele ventas ele los nego­
, .,,
..
cios agrícolas transnacionales y en las corporaciones dedi­
cadas a la 1nanufactura.

- ·t: Las enonnes nuevas posibilidades que se desprenden de las
tecnologías de la infonnación y en no ntenor tneclicla para
la organización de la actividad econón1ica (producción y
con1ercialización) y para las con1tn1icaciones-de 1nasa.
En retrospectiva, la década de 1 970 parece haber sido una
tnarca tan definitiva de los cmnbios estructurales subseu1entes en la
economía mundial como lo fue la ele 1870, un siglo antes. La glo­
balización actual fue desencadenada de igual manera por la re-
111
112

HJ
cesión en la econonlÍa cap
italista Inundial y po r sus "c.
que derivó en un a enon11e "'Uustes", lo
expansión de los flt!ios intern dad del capital, y ele "poner en la retagna..rcl �· a a1 esta elo" ' aun-
que ele manera 1)astante selectiva en la practica.
les de mercancías y sobre aciona­
todo de los flujos de dinero
n1arcó la COI11peti tiviclad de 11
. unbién . .
scendente de la industria est En pn·'n1er lugar, esto signtfica
• J.eelucn. . o abol ir las ganan-
dense (como previamente la adouni­ .
industria británica). cias ele las clases tl.ab<!JaCloras ' en diferentes 1110Jnentos en el
Beverly Silver y Giovanni pasaelo (sob ·e todo en el reciente . ) , 1·egistrados en la regulación
Arrighi (20 00 : 56) lo expr
así: "La profunda crisis ca
pitalista de los años setenta
esan
��
y provisión cl �l estado re�p t a los contratos de en1pleo, l10-
I

yó sobre todo un reflejo


mu nd ial , según fue ins titu
de l a incapacidad del ca
constitu­
pit ali sm o
rarios y conci!Clones . �
ele n a '�· , salarios tnínünos, derechos ele
ido b;U o la hegemonía est asociación, atención a la salu el , eclucaCI.ó n, y seguridad social y
dense, de cumplir las prom adouni­
esas de un nuevo contrato pensiones .
1 os g lob·¡les
(Global New Deal)"28 -qu global
e incluía el apoyo al "desar En segun do lugar, los meicac . ' de capital -sin
en el Sur, aun cuando fuera rol lism o" .
de forma selectiva. Esto de restricciones por la re?u 1aCion .. y en los cuales se 111Ueven enor-
"una liquidación del régim rivó en
en internacional convenien n1eS canti. d ades de dinero a una ve1 ociclad " sin precedentes,
bajo y al desarrollo de los 30 te al tra­
años anteriores a favor de un impulsados por la busq , ued·l de anancias en el corto plazo­
gimen conven ien te al cap
respecto a lo que estaba an
ital" . "Conveniente" aquí es
rel
ré­
ativo .. ·
;
debilitan las capaCidades ei e lo estados de aplicar políticas
tes y que lle garía después: macroeconomtcas co11 una "autonon11a e1'cectiva" (¡)olíticas "na-

nuevo régimen, la crisis de "B ajo el


l capitalisn1o pronto se con cionales"). De ahí que e1 repe t' do len1a' de la política de lo-
I
· · · ¿ ael" en los tnerca
un a crisis de la fuerza ele tra virtió en
b<Uo organizada y del estad grar "cotnpetltiVl do s globales " ' )' la agenda
bienestar en los países ricos e o de . . . . el e las empresas y sen, ICIOS
y le la o·isis del comunismo de la pnvattzacion . · · de carácter
tado desarrollista en los pa y del es­ . . .
íses más pobres". público sean aspecto de una 111ercanti l IZaCIOI .. 1 111ás l)rofunda
La expresión globalización neo . .
de todos los aspectos ele la existenoa social en la orrlobaliza-
liberal.sugiere que los cambio
'
· y dinámicas de s
l actual periodo no son sim ción neo liberal .
"automático" de la na turale plemente el efecto
za cíclica y de las contrad En tercer lugar,_ en tei tnnlos .
_. . ele desarrollo econón1ico, el neo-
del capitalismo (por ejemp icciones .
.
liberalismo me ele a·t!Ste . estructural, la liberali-
lo sobreprod ucción, sobrea .. luye los prog¡·amas �
Y 1
ción y sus presiones en la tas cu mula­ ·
.
a de ganancia) sino que rep .
zacwn .. econmmca, 1a s privatizacwnes a a .
gen da de "reforma del
tan un programa ideológico resen­ .
y político particular (neolibera . estado" nnpuesta en los pmses • elel Sut. ()' en el antiguo bloque
para resolver los problemas lism o) .
del capital (Harvey, 2005, en soviético) que signi. fico• el fin del l)I"Oyecto del desarrollo eneabe-
cial el capítulo 2) -y uno qu espe­
e reemplazó el programa po zaclo por el estado..
anterior de tratar de constr lítico
uir un "nuevo contrato glo
(Global New Deal) co mo lo de ba l"
nominan Silver y Arrighi El
grama neoliberal se centra . pro­ El colapso del se¡;!undo
en promover la libertad ele .
movili- Ré,;!i m e n Alimentario lnternaoonal

�8Haciendo una analogía del


"nuevo contrato" (New Dea Este es un lugar adecuad� para con1enzar porque tiene paralelos
(véase capítulo 5), es . con la época y las ch�1ámicas d e 1 a globalización en un sentido
en Estados Unidos en los m1o l) de Roosevelt
s treinra
, y por ende en la planeació decir con un papel
clave en la inversión pública
configuración del crecimien n, la estimulación y la inás mnprID que senalaD10S
. antes. El segundo Régimen Ali-
.
to económico.
mentario InternaciOnal co 1 apso.. a p m·tir de los aüos setenta, a
114 IU'NR1' BfRNSTEIN

as y su Inercantili­
inversión, orígenes de los n1ateriales agrícolesto
raíz de "una repentina escasez y de precios extre1nada1nente n1arca un ctun­
elevados" en el mercado mundial ele los granos, cuando Esta­ zación" (Friedn1ann, 199 3: 52) . En efecto, a) ele la econ01nía
do� _Unidos_ levantó su embargo a las ventas ele grano a Ja bio hacia la regulación privada (corporativ an los altos niveles de
Un1on SovietiCa y le proporcionó enonnes cantidades de tri­ global de los alimentos, aunque continúla .
go a pr�cios preferenciales (Frieclmann, 1 993: 40). Este episo­ subsidios agrícolas en Estados Unidos y UE s agr ícolas, el fin de
En ténninos de política de los inte rese
clw registró la �ontraclicción ele la sobreproducción y, por ilitó el propósito estra­
ende la eliminaCión de los excedentes y costos cada vez 1nayores la guerra fría y la caída de la URSS debund o RAT (incluyendo la
de m �ntener Ia estabiliclacl en los precios, con efectos para el tégico de1 pivote transatlántico del seg blen recurrentes de
lado . mercantil, del segundo RAI. Europa también contribuyó ayuda alitnentaria), nüentras que los proidos a1asponer el cmnet·­
a la sobreproducción al replicar las políticas estadounidenses sobreproducción llevaron a Estados Un neral Agreen1en t on
ele �poyo agrícola y comenzó a producir excedentes ele grano cio agrícola en la agenda del GA'TT (Ge 1 986 - 1 994 , tras
en tiempos ele paz por primera vez en un siglo (así como enormes Tariffs and Trade) en la ronda ele Uruguays ydereglas del GATT.'"
excedentes ele otras mercancías como productos lácteos). haber blo queado su sujeción a los proceso
La inte�sificaci�n en la competencia en el con1ercio agríco­
�a tn�ern�c�onal se vinculó con las tensiones de n1anejar el lado
.
La a�r icul tura �lo ba!
en la épo ca del neo libe
rali sm o

�mei �antil . del �egundo �� y con la cambiante geografía del


A partir del desorden del mercado agrícol a mu ndi al que si­
lado I�dustnal . (proclucCion). Por eJemplo, Argentina y Brasil RAI pue de esta r en
se convirtieron en dos de los cuatro mayores productores de guió al colapso del segundo RAI, un terceer"ré gin1en aliinenta­
soya del mundo (siendo los otros Estados Unidos y China). La soya, proceso de configuración: un en1ergento" (Friedmann, 200 4).
una semilla oleaginosa, es procesada en su mayor parte para rio mu ltilateral del comercio corporativ cia internacional que
_
ser ahmento de animales para la producción intensiva de gana­ "Con1ercio tnu ltila ter al", la con1peten rcantil" del segundo
'
do en corrales. Su producción ha continuado expandiéndose acaban1os de señalar, reemplaza lo "n1eustrial", ahora b<tio un
ivu , n1ientras que. con tinú a
mgentemente, duplicándose entre 1 990 y 2005 · se ha unido a su lado "i�d
los "tres grandes" de los grai1os de trigo, arro�, y maíz para n1ayo�� ta_nto I'ÍO arriba con1o rí<�
en duelas en cuanto a SI
control corporativo cad a vez
completar el "gran cuarteto" de los cultivos ele campo en el - abajo de la producción agrícola. Cal;l inte nto s de regularlo y
mundo (Weis, 2007: 1 7). un tercer RAI, acotnpailaclo por los -ado coherencia y esta­
La historia de la soya constituye una ilustración del acele­ resistirse a él, puede lograr el n1isn1o �, y nodelo es n1enos a la luz
rado crecimiento en poder, influencia y control de las fuentes bilidad relativa de los dos anterioresel agota1niento de las re­
globales de alimentos, de su procesamiento y ventas de parte de las presiones mnbientales cotno nático. Es not abl e que I_a
de las empresas agrícolas transnacionales (agribusiness), tanto de -�ervas de petróleo y el can1bio clilciOs ele los granos a partir
Insumas agrícolas como _ de agroalilnentos, que ahora en1puja­ enonne inflación global en los pre 8, replicara (annque no
ban los límites "mercantiles" del segundo RAI del que se bene­ ele 200 5, y que alcanzó su cima en 200
en 1 947 para reducir las barreras
fi_Ciaron antes. Las corporaciones se convirtieron en "los prin­ al comercio intc�·­
�!1[1 GAT r fue fund ado n Mun dial del Comet·cto
cipales agentes (globales) en intentar. . . organizar condiciones por la Organiz.ació
nacional;.fue reemplazado en 2004
estables de producción y consumo que les permitan planear la (OMC).
1'16
Gt.OBi\liZACJÓN Nl:OI..lf�l:i�r\L \' AGIUCUI.HJRA ,\t;Ui\lOl,�t

por idénticas razones) la de los aii:os setenta, el conüenzo del rial genético de las plantas, bajo las provisiones ele la OMC,
fin del segundo RAI. . en aspectos relacionados con el comercio de derechos de
Tem�s clave en la discusión de ]a globalización )' su impacto la propiedad intelectual (Tracle-related aspects of Intellec­
en la agucultura en décadas recientes, han sido, entre otros: tual Property Rights -TRIPS) , y el tema de la "biopiratería"
c01·porativa.
l . La liberalización del con1ercio, Jas transf 8. La nueva frontera técnica ele la ingeniería genética con
ormaciones en los
trones globales de comercio de las mercancías agrícolas ypa­ las n1aterial de plantas .y anünales (OGM u organis1nos genéti­
batallas asooaclas dentro y entorno a la OMC. cainente Inodificados) que, junto con el n1onoctdtivo espe­
2. Los efectos en los precios del mercado mun cializado, contribuye a la pérdida ele biocliversiclacl.
dial de inter
c��biO ele futuros en Inercancías agrícolas, e� decir, especula­­ 9. La nueva frontera de ganancias e le la producción de bio­
cton, ?esencadenada por la "financiarización". cmnbustible, clonünada por las corporaciones ele la agroin­
3. El r�tn-o de l?s subsidios y otras formas de apoyo a los pe­ dustria, apoyadas por subsidios públicos en Estados Uni­
quenas granJeros en el Sur debido a las medidas de "aw
. _
dos y Europa, y sus efectos para la producción mundial ele
ten'da� requendas por el neoli granos para el consuino htunano.
duccw · � n ele los presupuestos de beral ismo, junto con la re-
gobiernos y de ayuda para 1 O. Las consecu�ncias para la salud, incluyendo los niveles al
(la mayor parte) de la producción agrícola en el Sm: alza de quhnicos tóxicos en ali1nentos creados y procesa­
4. La progrest�a concentración de las corporaciones globales dos "industrialn1ente" y las deficiencias nutricionales de las
tanto �n las Jndustrias de insun1os agrícolas cotno en las de dietas con1puestas por "alin1entos chatarra", la conüda rá­
agroahmentos, mar�ada por las fusiones y adquisiciones, pida y los alimentos procesados; el crecimiento de la obe­
Y por el po �er econ om1c o de un número sidad así como de las enfermedades relacionadas con ella,
cada vez meno
de corporaciOnes que dirigen mayores porciones del mer­r junto con la desnutrición y hmnbre continuados y quizá su
'
cado. aumento.
5. Nuev�s tec�ologías organizaciona!es empleadas por estas cor­ J I . Los costos ambientales de todo lo enlistado antes, incluyen­
poracw�es JUnto a las cadenas de n1ercancías derivadas de Ia do los niveles de uso de energía y sus en1isiones de carbono,
prod�ICción agrkola pm� medio del procesamiento y la manu en la actual "industrialización " del cultivo, procesan1iento y
factm a para la distnbuCión en detalle, es decii; la "revolución­ venta de ali1nentos, por ejen1plo, ·las distancias por las cua­
del s�permercado" en las fiJentes globales de alimentos y en las les el alimento es transportado en camión y embarcado del
porcwnes de los me�cados de las ventas de alime ntos, y productor al consuniidoi� y por algunas n1ercancías hortí­
la ent�·ada recien. te de Importantes colas de alto valor el transporte por aire.
cadenas de superrnercados
en Chma, la India y otras partes del Sm: 1 2 . De ahí que los ten1as de la "sustentabiliclad" o de otra fünna
6. La manera en que Se co1nbinan estas tecnologías con el del actual sisteina alin1entario: su continuado crecin1iento
po�er económico corporativo para configurar y limitar las o reproducción mnpliada a lo Ia_rgo de las trayectorias se­
pr�ct1cas (y "decisiones") de los gra�eros y consumidores. ñaladas.
7. El Impulso, por parte de las corporaciones, a favor de Jos
derechos de propiedad intelectual en patentes en el mate-
n9
•lDiAl
R:l\1... Y /\GI� ICUlTl.l}tA MVr
GlO<SAUZACI{)N NHJtif.H:
118

desde los años setenta. El movimiens to ha­


Estos temas_ de actuaiíclad y suJnan1ente pobrizaclos se cu­ central del periodo alg uno de los
cia la liberalización tan1bién se inicióabldee en parte ele
bl en bast�nte bien en un gran debate público
.
. enrecientes
el. Norte y en la India des de pri n­
el Sur, asi con1o en una serie de pu bl'Icaciones . In 3o -
Inisinos gobiernos, de n1anera notva agenda ele 1a política tna­
e1uso el sólo enttmerarlas, que es todo lo que puedo 11acer aquí,
cipios de los años noventa. La nueperiodo anterior ele desarrollo
muestra re1aCiones
· y l11ayores desarrollos ele lo cub'Ierto ante- o·oeconóinica n1ostró así el fin del o una caída en el financia­
.· .
ummente (sobre todo en el capítulo 5): encabezado por el estado, incluyend para el desarrollo agrícola, en
miento ele los gobiernos y ele ayuda del ueño grarUero.

El ritmo ele cambio técnico extraordinario en el CUlt'lVO y especial para los que seguían la víacisiónpeq acerca de los efectos de
e� 1as. In
· elustnas· río arriba y río abaJo (en especial la " qm. -
Es difícil generalizar con pre
_ la globalización neoliberal para la agr icu ltura en todo el Tercer
m1cahzactón").
. 1\1unclo, por razones sin1i1ares a aquper ellas por las cuales es difícil

La nlanera en que ese cmnb'IO se ve 1mpulsado
. por las es-
generalizar acerca de los efectos del go iodo anterior de "desarro­
�rategias de ganancia y acun1u]ación de las industrias de

pueden seii.alarse cier­


msumos agncolas " y agroalimentarias (y sus poderosos gru­ llisino" (véase capítulo 5). Sin en1bar dencia a profundizar en las
.
pos ele cabildeo en ]� formación ele la política pública). tas tendencias.. En prin1er lugm� la ten o con niveles n1ucho n1ás redu­

Los efectos diferenciales del cultivo y el consun1o de ali­ relaciones n1ercantiles continuó, per
cidos de inversión, dirección y con trol ele parte del estado, ya
n1entos en el Norte y en el Sur, y la. . n1anera en que .
esos
no se diga la reducción o ren1ocueñ ión ele los subsidios directos e
.
efectos son configurados por las diVISiones InternaCionales os grarUeros: "Quizá el as­
deI trabé!J. O y del comercio en tnercancías agrícolas. indirectos, en especial a los peq icultur a �ustaela estructural­
pecto 1nás pernicioso ele la agr is (20 07: 48; enfatizada tan1-
A continuación abordo los efectos �e la globalIZacwn · . . neo- nlente", según Annette Destnara el impacto ele la globalización
libeI·al para 1 a agncultura en el Sur.
. bién por Bello, 2009). Al respecto, la ha tendido a afectar a los
'
neoliberal en la producción agrícores en el Su r ele forma nega­
granjeros má s pequeños y más pobnuevas oleadas de "clesagrari­
E l fin d e l desarro llismo tiva, generando en 111ltchas áreas " (véanse 1nás ade lan te los
Señ�l� antes que un rasg� clave ele la globalización neoliberal zac ión " o "de s-cmnpesinización
capítulos 7 y 8).
en � ur es la agenda ele 'reforma" ele las políticas de liberali- En segundo lugm� la búsqueda deduc l "desarrollo nacional" a
- - del cmnercio, pnvatización ' y ,de "poner en 1 a retaguar-
zaCion pro ción para el n1ercado
. , a u·aves
, ele programas ele través de la industrialización y larta ne s") habría ele aba n­
dia
. al estado" . Esto
. se .
pwmovw int ern o ("s ub stit uci ón ele im po1pecio l
ajuste estructural Impuestos por el Banco
' Mundial
. y el Fondo ·. do nar se cuando la "fa
. lta de con titividad" en térn1innoselede las
Monetano Internacional (FMI) a los gobi'e1.nos SL!]etos a cargas
• ' ·
.
mercado n1undial, era de_tern1in ada po r la liberalizació
ele 1a el euda que de repente se incrementaron -otro aspecto ede ser in1portada a un
in1portaciones: si una mercancícida apuinternan1ente. La orienta­
soBor
,
ejemplo, }' de muy diversa calidad Desmarais (2007), \le>S
·
r. • (2007),
precio 1nás baj o que ser produ sarrollismo" fue reemplazada
Patel (2007), V.on der Ploeg (2008)' Alb��'tt. on (2009), Y Bello (2009}, todos alta·
,
. ción al mercado interno del "cle producción para la ex-
inente críticos de la agricultura co;pm a tiva y a_ favor de la alternativa de un a ahora por una mayor pro1noción de la
"vía " de los pequeños gran:,¡i eros (ve'anse los cap1tu l os 8 y 9).
120

GlOBAUZACIÓN N(OI nJERAJ. V /\G!UCUiTUIV\ MUNDIAL 121

portación segün una ostensible "vent�a con1parativa". Ésta po­ •


Y nonnativan1ente: ¿es necesario el fin del can1pesinaclo
dría incluir: para el desarrollo econón1ico l110derno, y por ende una
• cosa buena, o es una cosa n1ala?
La expansión de los cultivos "tradicionales" de exp
como café, té, azúcar, algodón y aceite de palm ortación
nos casos "rehabil itando" su cultivo). a (en algu­ La "eliminación del campesino" (Kitching, 200 1 ) es consi­
• derada una necesidad por quienes se adhieren a concepciones ele
La promoción de mercancías de alto valor, esp
duct�� hortícolas como frutas y verduras en fres cas
ecial pro­ la n1odernización capitalista y/o socialista, ele ahí que incluya a

tambien flores en tallo, así como productos de acu (FVFs) y n1uchos n1arxistas, para quienes es por ende una cosa buena,
(langostinos) típicamente transportadas por vía aére acultura aunque dolorosa. Las ganancias del progreso hacia la l110cler­
supermercados de Norteamérica y Europa. a a los niclad, creen ellos, sien1pre Ü11plican un levantamiento ele in1-

La expansión de la producción en gran escala de soya portancia. La visión ele que la creación de lo nuevo in1plica b:1
car Y granos, parte de ellos para la producción ele
, azú­ destrucción de lo viejo era central para el análisis de] desarro­
bustibles, y de ganado, de manera señalada en bioc om­ llo del capitalismo de Marx, por todo su sufrimiento, que él
América Latina. par te de describió tan víviclan1ente (y su aversión a ron1antizar lo que
precedió al capitalismo).
En tercer lugmc Como sugieren estos ejemplos, la prof La visión de la "eliininación del can·tpesino" con1o una cosa
. Ción
diza un­ n1ala está asociada con el populistno, entendido en sentido
en la mercantilización y especialización de la producción
. ele ercancías agrícolas
se lleva a cabo por diferentes tipos de amplio. Como tan bien mostró Gavin Kitching ( 1 982), las ideas
. gra� _ rsos lugares:
nJeros en dive populistas son un tipo de respuesta recurrente a los levanta­
desde los "familiares" a los capi­ mientos sociales masivos que n1m·can el desarrollo del cap1tahsn1o
talistas �edianos y grandes, y en algunos caso s por e1npresas
corporativas de producción agl'Ícola. a lo !aro-o de la historia del mundo moderno. La defensa del
b
'
valor intrínseco y los intereses del pequeño productOI; tanto
artesano como cmnpesino, como en1bletnáticos del "pueblo", sur­
ge una y otra vez con1o una ideología y Con1o un n�-�vimient� de
;Y el final del campesinado? oposición a los cmnbios generados por la acun1ulaoon de capital.
Se ha anunciado -y debatido acaloradam - Tal es el caso en- los dos centros originales de acu1nulación
"campesino", o del pequeño granjero o del ente
gran
el fin del
jero
(el noroeste de Europa, y Norteamérica) y en aquellas otras
en diferentes lugares y diversos momentos durante familiar . regiones expuestas a los efectos del desarrollo capitalista a tra­
más. Se ha debatido sobre varios fundamentos: dos siglos 0 vés de su integración en su creciente econmuía n1unclial, desde
la Rusia del siglo XIX hasta el Sur actual. El populismo agrario,
• en particulm; es la defensa del campesino o ele los granjeros
Empíricamente: ¿ha sucedido o no? ¿En dónde? ¿En
medida? qué fmniliares en contra de las a1nenazas a su reproducción de par­
• te del capitalisn1o y sus agentes de clase -desde los tnercade­
Analíticamente: ¿por qué ha sucedido o no? ¿En dife
grados y en diferentes lugares? rentes res y bancos hasta la propiedad capitalista de la tierra, el capi­
tal agrario y las empresas agrícolas� y alguna vez por los
"122 GlOBAUZ;\CIÓN NlOOUBHV\L Y AGfliCI._!l.TVIV\ f;t\UNOIAt

en el rechazo ele las


proyectos encabezados por el estado de "desarrollo nacional" contra del "interés agrícola" británico
tulo 5).
en todas sus variantes capitalistas, nacionalista y socialistas, de leyes ele maíz 14 aüos después (véase capí
las cuales la colectivización soviética de J a agricultura en los o
1832 - 1 9 1 7 : "el régimen alimentario
del capital" que marcó
capitalisn1o indus­
años treinta fue la marca más potente. el surr0rin1iento y luego el don1inio del
aj o q�te generó. La
Harriet Friedmann (2006: 462) se refiere al " actual ataque trial y las divisiones globales del trab
mal -hbe ral ele :' ste
"po lític a agr aria del glob alism o colo
ión, pro1et�nzact?�1 Y
en masa contra las formaciones campesinas restantes en el
mundo" (que se basa en oleadas previas de ataque), y Philip periodo consistió en . . . descmnpesinizac .
y can1 pesu uza oon ,
McMichael (2006: 476) observa que "el 'régimen alimentario cor­ urb aniz ació n en el país dotn inan te
e fuerza de trabajo for­
porativo' . . . despoja a los granjeros de una condición para la ruralización y superexplotación le la
consolidación de la agricultura corporativa" -un ejemplo de zada en las colonias" (ibid., 1 22).
lo que Harvey (2005) denomina "acumulación por despojo" o
1 9 1 7 - 197 5, establecido en sus dos
extremos por la revol;t­
la luch a ele hbe raCi on
(en efecto, una nueva oleada de aqunulación primitiva). Re­ ción bolchev ique y la vict oria de
o con1o un pen ado de
cordando la discusión en los capítulos 3 y 4, la pregunta puede nac iona l en Vietnam, y caracterizad
rali smo clásico" (ibid.),
formularse así: ¿culn1ina la actual e intensificada Inercantiliza­ "retirada reformista global del libe
llo (de l �ual la UR SS
ción de la subsistencia en las actuales condiciones de la globali­ incl uye ndo e l esta do del des arro
ona ncta ).
zación en l a pérdida del acceso a la tierra y en el fin de la pro­ constituyó el primer ejem plo de 1111p
neohberal, durante la
ducción agrícola en pequeña escala, 111ás integrahnente que en o
De ! 970 en dela nte: globalización
plazan1iento relatiVOS
el pasado? ¿Representa la globalización un tipo de clímax de cua l "la clescan1pesinización y el des
lugar a la d':scampe­
un proceso histórico Jnundial de "eliininación del carnpesino", del periodo de la posguerra dej aron
lutos" por tnecho de una
que hasta el momento se ha dado de manera desigual e incom­ sinización y el clesplazanüento abso
" (ibid., 1 33 - 1 34) .
pleta en diferentes tiempos y lugares de la historia del capita-
·
olea da de "de marcaciones globales
' lismo?
que ofrece cmnp�racio­
Sintetizo aquí el n1ar�o de Araghi pm;
Farshad Araghi (2009) propone un marco audaz para con­
siderar esas preguntas dentro de la siguiente periodización: nes y contrastes con el esbozo hist

órico utilizado en est: tbro: y
de que "la clescan1pes�ntzact01�
por su conclusión en el _ sentido
pleto m que se reahce por Sl
.
:' �-
o
1 492-1832: "la época de las demarcaciones coloniales y de global no constituye un proceso com
cmnp�stnado. Las clase� secta­
la acumulación primitiva originaria en Inglaterra", marcada · mistno que derive en Ia _tnuerte del
e; vtven y son transfounadas
en sus dos extremos por la llegada de Colón al Caribe y el les 110 terminan y mueren sitnplen1ent
Decreto en Gran Bretaña denominado Poor Law Amend­ a través de luchas sociales" (ibid., 1 38). .
os regresar al sign1fica�l? de
ment Act, que significó "el comienzo de un intento siste­ . Esto sugiere que ahora deben1
njeros pequeños o f:unthares
mático de la burguesía liberal inglesa por desmantelar el . . . ténninos cotno calnpesinado, o gra
a) si �_nos constituyen o 1�0 un�
rudimentario sistema de bienestar" existente (2009: 1 20). El e inquirir 111ás profundmnente en
de !=hferentes respuestas a esa
propósito era disciplinar a la clase trabajadora, de la misma clase social, y b) las it11plicaciones
as ideas respecto a l� �obr��
manera en que la burguesía industrial afirmó su fuerza en pregunta. El capítulo 7 reton1a tetn �
pesmos o de los gt.arljews fa
vivencia o persistencia de los cam
U4

n1iliares en el �apitalisin
o n1oderno hasta la actu
alidad . El capí­
t�lo 8 pi�ofunchza en los tetn
� l<tse en el campo. y el cap
as e ideas en torno a la fon
nación de Capítulo 7
ítulo 9 explora algunas de
JI dacles d e1 an Ttsts
las comple-
· d e e¡ ase, haciend
·
¿AQricultura capitalista
� o referencia especial al tras
-
��
lado de la so I Iogía eco
nómica de las relaciones
sociOiogia_
po!Itica de la acción de clas
de clase a la y Qranjeros no capitalistas?
e.

Producción. explotación y resistencia

I-Iasta el momento, he tnencionado varias veces el desarro1lo


desigual del capitalismo. En este capítulo esbozo varias expli­
caciones de por qué el desarrollo del capitalismo en la producción
agrícola es especiahnente desigual, con referencia específica a
los tetnas ele la sobrevivencia o persistencia de los can1pesinos
o los granjeros familiares . Tres amplios tipos ele explicaciones
se han sugerido en el pasado respecto a:
'


Los "obstáculos" a la inversión de capital en la producción
agrícola.

Los intereses del capital por permitir o estimular la repro­
: ' ducción ele la producción agrícola en pequeña escala.

La resistencia ele parte ele los pequeños granjeros al despo­
jo y la proletarización (señalada por la referencia de Araghi
a las "luchas sociales" al final del capítulo 6).

Tales explicaciones deben siempre probarse en relación


con condiciones históricas particulares; a n1eclicla que éstas
cmnbian, así puede hacerlo la relevancia.cle la explicación, como
·habré ele ilustrar.

'
1

125
126 127

¿"Obstáculos" a la producción agrícola capitalista? • Tierras (con fertilizantes), hierbas (herbicidas) y parásitos
(pesticidas).
Las condiciones técnicas de la producción:
• Clin1a (riego, mnbientes controlados ele invernadero).
El "problema" del capital con la naturaleza -¿y su solución?
• Características de las plantas (ingeniería genética de las
Una serie de explicaciones sugiere factores que inhiben al capi­ variedades que crecen con mayor rapidez, n1acluración ar­
tal de invertir en forn1a 111ás general y directa en la producción tificial después ele una cosecha temprana).
agrícola. Por ejemplo, aunque la industria de la manufactura • Crecin1iento animal (alünentos concentrados, estinllilantes
transforn1a materiales que ya han sido apropiados de la naturaleza horn1onales del crecinliento, ingeniería genética).
(como hacen las industrias de insumas agrícolas y de agro-ali­
mentos), la producción agrícola sólo transforn1a la naturaleza Para los críticos de la agricultura capitalista n1oderna, esas
por medio de las mismas actividades por las que se apropia de innovaciones representan una cada vez 1nás intensa "industria­
ella, de ahí que enfrente las incertidumbres ele los ambientes lización" de la actividad agrícola con serios costos ecológicos
naturales y los procesos ecológicos y cómo éstos afectan el creci­ cada vez tnayores -'-incluyendo costos en salud con1o resultado
n1iento de los organismos vegetales y animales. de la manera en que se cultivan y procesan los alin1entos, el
Una segunda explicación ele las peculiares condiciones na­ cada vez tnenor valor nutritivo y los niveles cada vez n1ás altos
turales ele la producción agrícola se ceritra en la diferencia en­ ele toxicidad ele muchos alimentos. He aquí dos ejemplos, entre
.
tre el tiempo ele trabajo y el tiempo d e producción (Mann y los muchos posibles. Uno es el del cambio ecológico del cultivo
Dickinson, 1 978). En la producción agrícola, a diferencia ele la en can1po en los últin1os 150 años y que en la actualidad se inten­
industrial, el tiempo de producción es mayor que el tiempo ele tra­ sifica todo el tiempo: ele los ecosistemas agrícolas que históri­
., bajo (en l a preparación ele la tierra, la plantación, desyerbado, camente eran ele "circuito cerrado" (closed-loop) (véase capítulo

' etcétera) porque también se tiene que dar tiempo para los rit­ 5 ), con sus con1plejas interacciones de quítnica de suelo, ele
mos naturales de crecimiento ele las plantas y animales . Esto planta y de Inicro-organisinos, a la silnplificación radical
significa que el capital está "atado" e incapaz ele lograr una d e sisten1as ele "flujo ele paso" basados en cada vez 1nayores
ganancia antes ele que un cultivo se coseche, o de que los ani­ aplicaciones de fertilizantes y ele otros productos quh icos. En

males estén listos para ser sacrificados. estos últin1os, el suelo se convierte en un sin1ple n1ed10 para la
Sin embargo, cmno se apuntó en el capítulo 6, una tendencia absorción de los con1puestos quín1icos que "fluyen" hacia el
característica de la agricultura capitalista moden1a consiste en tratar crecin1iento 1nás rápido de más plantas con rendin1ientos n1ás
·
de alinear a la producción agrícola con la producción industrial: altos. Esto tiene cotno resultado suelOs estériles que requieren
simj;lificaT, estandm-izar, y aceleTar sus procesos naturales tanto aún 1nás productos quín1icos para que crezca cualquier cosa; la
cmno sea posible. La innovación tecnológica en la producción intensidad ele la "quin1icalización", a su \rez, añade toxicidad a los
agrícola, ünpulsada por las industrias de agro-insuinos en par­ suelos (y a los n1antos acuíferos), las plantas que crecen en ellos y,
ticulm; pero también por las industrias agro-alimentarias, se dirige por ende, a los alitnentos qúe ingerin1os.
. . �

a producir rendünientos ele Inaterial proveniente tanto de plantas El otro ejen1plo es el de las "operaciones de ah111entaoon
como de animales que sean más predecibles, así como ele mayor confinada ele animales" (Confined Animal Feecling Operations

magnitud y de maduración más rápida, al operar sobre: -GAFOs), usadas para producir tanta carne de res, puerco )'
!29

i28

den disfrutar una "ventaja


salarios, las granjas fan1 iliares pue
pollo en un espacio tan restringido como sea posible, en un grm-uas capitalistas, un factor
en el precio del trabajo" sobre las
lapso de tiempo tan breve como sea posible. En efecto esto itaiisinO agrario"-o, en caln­
también una especie de sistema de "fltljo de paso" en onde d :� que representa "el fracaso del cap
bio, de la producción agrícol a
capitalista- en Gran Bretaíi.a,
cuerpo del animal es el medio que absorbe los alimentos con­ Unidos desde 1 846 a 1 9 1 9 se­
centrados y los estimulantes hormonales para el crecimiento Alemania, Holanda, y Estados
J �nto con altos niveles de antibióticos para contrarrestar lo � gún Niek Koning ( 1 994).
Las diversas explicaciones esb
ozadas has ta aquí tan1bién
nesgos d e enfermedad entre los animales así confinados. La una per spe ctiv a diferente. Po­
_ de aves es, tal vez, el ejemplo más notable de la agri­ pue den interpretarse des de
produc:wn las cuales la producción de los
. drían verse con1o fon11as según
cultura Industnahzada; debido a que una "fábrica" estandarizada es comjJetitir..! a , en el sentido ele
granjeros en pequeíi.a escala
de pollo, con su ambiente interno cerrado controlado es com­ y los riesgos que los granjeros
que ello s absorben los costos
pletamente movible. Puede establecerse en cualquier lugar que s a soportar. Por end e, según
;
sea ren able y "!Ibera" al capital de las limitaciones de tierra y cap ital ista s no estarían d ispuesto
os pue den ofrecer n1ercancías
las circunstancias, los prilner
ubicacwn en la producción que caracterizaron a toda la historia segundos, 1nientras que sería
agrícolas a n1enor costo que los
de la producción agrícola hasta el mmnento.sJ ertir en actividades agrícolas
n1ás rentable para el capital inv
ad agrícola (véase capítulo 5).
río arriba y río abajo de la activid i­
junto ele explicaciones de la des
Dinámicas sociales de fa producción:
Esto nos lleva al segundo coq a
ista en la producción agrícola,
renta, proceso laboral, costos de la fuerza de trabajo
gualdad del desarrollo capital gra nje ros
por dejar el cultivo a los
Existen otros tipos de explicación en la economía política res­ saber, los beneficios del capital
pecto al desarrollo desigual de la producción agrícola capitalista. " fmn iliares" .
''
'!l ' •
Una de ;'!las sugiere que la carga de la renta del suelo como una
' �
deduccion e la ganancia en la producción agrícola estimula al Explotación: ¡los beneficios del
_ a deJar que los granjeros "familiares" absorban sus costos
ca�Ital "cultivo familiar" para el capital?
­
(DJurfeldt, 1 9 8 1 ), de la �isma manera en que absorben el riesgo s aspect�s los beneficios del cul
1�
y demorada reah�aciOn del valor de las mercancías agrícolas Co mo ya se señ aló , en alguno
pue den , sencillamente, con
sti­
·tivo "familiar" para el capital ción
(al nba). Otra consiste en un argumento del proceso !abo al· de los "obstáculos" a la produc
que es mucho más difícil, y por ende costoso, supervisar y c n: � tuir el otro lado de la moneda
agrícola cap ital ista , aun cua
ndo se trate ele "obstá cul os"
Tm
que

trolar el ntmo y la calidad del trab<Ijo en un campo u hortaliza el cap ital intenta can1biar.
no son inn1utables, pero que ital
de lo que resulta en u� a fábrica, esto da una vent<Ija al trab<Ijo acerca ele los beneficios al cap
� miliar sobre el trab�o asalariado en l a producción agrícola.
_
bié n ind iqu é que las ide as
están asociadas con la propue
sta ele qne la produc ció n agr
Qu
íco
ier
la
o
n tercer argumento sugtere que cuando Ia industrialización titi va con la cap ital ista .
� _ en pequeüa escala es con1pe n­
rapida y su urbanización asociada aumentan las tasas de los ades y complej ida des en cua
aclarar aquí algunas ambigüed ica n, en no
as se fornn1lan y apl
:�lBrasil, "_fa ilandia y China en cot!_junto duplicaron su proporción del co� Í:o a la tnanera en que esas ide
merc10 mundmi en carne de aves de 23 por Ciento en 1 995 a 46 por ciento en el carácter social de la fuerza
de
me nor grado en relación con
·

2003 (Burch, 2003).


130

trabajo emp lead a en la producción


agrícol a "fam iliar ", es de­ ros no son "independientes" en absoluto para ocupm� el lugar
cü; asu nto s de la explotación.
En los años veinte, el gran econon1ista de clase del trab::Uo en relación con el capital: "una fuerza de
agrícola ruso A. V. trabajo que trab>Ua con Jos medios de producción ele otras per­
Chayanov (1 888 -1 937 ), escribió que
sona�" . Es decir, que los grarUeros son explota�os en e� 1nt�n1o
sentido que el trabajo es explotado por el capital en termmos
. . . en Jos países capitalistas 1nás desarrollados, como los de
111ás generales, aunque en una forma diferente -y supuesta­
Norteamérica, se desarrolló ampliamente el crédito hipoteca­
tnente mientras ello beneficie al capital.
rio, el financiamiento del capital que circulaba en las granjas, Chayanov suponía que los granjeros en c�estión eran '�pro­
y la parte dominante que desempeñaba el capital invertido en
ductores de 1nercancías en peque-ñ o", cuyas graruas eran trabaJad�ts
el transporte, el elevador, la irrigación y otras actividades . . .
[representa, HB] nuevas maneras en las cuales e] capitalisn1o con el trab�o üuniliar (u hogareüo) sin el en1pleo ct: trab'\)o
penetra la agricultura. Estas métodos convierten al grm"Uero en asalariado. Esta suposición tan1bién es lin1itante, teónca � hts­
una fuerza de trabajo que trab'\ia con los medios de produc­ tórican1ente, por varias razones, respecto a la escal�, las �10CIOt1es
ele Ia "granja fan1iliar", y las relaciones con el capital no arnba .
ción ele otras personas. Convierten la agricultura, a pesar de
la evidente naturaleza desperdigada e independiente de los y río ab�o de la producción agríc�la.
En primer lugm� la escala de t1en1po ele Chayanov . .

:oda\ 1a
,�

productores de mercancías en pequeña escala en un sistema


económico concentrado en una serie de las mayores empresas y, está 111eclida en buena parte por el tama:il.o de la gran.J�� y, e1�
a través de ellas, entra en la esfera controlada por las fonnas efecto' itnplica con frecuencia que el tmnaüo de la grm1Ja esta
Jin1itado por la extensión de tierra que pued� trab cuarse COI: 1a
.
más avanzadas de capitalisn1o financiero (Chayanov, 1 966: �

202). fuerza de trab�o fan1iliar utilizando los medtos de procluccwn


dis onibles en ese entonces. En el capitalistno n1oderno, u�t::t
' ·-�
j
Este es un enunciado notable para su época. Nótese, pri­ �
me ida más relevante ele la escala es la crtjJitalización ele la gnu!1a:
::::· mero, la poderosa sugerencia ele Chayanov de que el "sistema . las cantidades de_ capital requeridas para establecer d1��rentes
,:,·¡ econótnico" de la agricultura capitalista moderna va más allá tipos de producción agrícola -sus "costo� de e1;trada en un
de las industrias de insun1os agrícolas y agroalünentarias río término de economista- y para reproduCirlos. Esto puede te­
arriba y río ab>Uo del cultivo para controlar "por las formas ner efectos para el tan1mí.o de la grm�ja, por supuesto, cuando
_
la 111ecanización hac� posible que una cantidad relat1van1ente redu­
más avanzadas de capitalismo financiero", lo que puede apli­
carse al financiamiento de los mercados de tierras y al comer­ cida ele trab�adores cultive una extensión I�elativamente n1aym�
cio en mercancías agrícolas, actividades con frecuencia alta­ ·conlo en la producción de granos o ele oleagmosas. Por otro lado,
mente especulativas, así como al crédito para financiar la aiQLmas
� de las rmnas 1nás productivas de la horticultura -FI�VS
producción de los grai'\ieros. En segundo lugm; hace referencia (f¡ utas frescas y verduras), hortalizas y viñedos, flore:- cOI;t_Ie.­
a granjeros (familiares) en apariencia independientes como nen etnpt·esas que podrían ser relati�rm:1ente pequen�s en �� �"�
"productores de mercancías en pequeño" (lo que yo he deno­ de tierras, pero que están n1uy capttahzaclas (y son tntensn, ds
minado productores de mercancías al menudeo) . Tercero, él en 1nano de obra).
implica que en la agricultura capitalista moderna, esos granje- En segundo rugar, la noción de �a :·granj a f"funi lit:��-" �Ol�
_
frecuencia se utiliza para referirse a chst1ntos tipo� ele.. gt atljas.
I-I('NfH' lH:kNS 1 FIN

tivos de la r�producción en �as


de pmpie�ad familiar, de admini.<tmción familiar o de trabajo ¡;1_ su argtunento de que los in1pera
1iliar imphcan que los c�s :os
n11har (chstmoones seüaladas en el capítulo 1), lo que puede granjas con fuerza de trabajo fan
�o se descuentan en c?n �l!oo­
resultar engaíloso. Una grarVa de propiedad f�uníliar puede ser (adicionales) de la fue na de trab
los costos de su propw fuerza
una en1presa plenan1ente capitalista adnlinistrada por un ge­ nes adversas. El hogar no calcula
tierra, de la n1anera en que l_os
rente de la grat�ja y con 1nano de obra asalariada. De igual de trabajo en el cultivo de su
incorporar los costos salana­
manera, una granj a administrada familiarn1ente puede ser granjeros capitalistas tienen que
ganancia esperada. En efecto, los
una en1presa capitalista que e1nplee a trab'tiadores asalariados les en sus cálculos de gastos y de
r con n1ayor inte nsi da _ que �
o que contra :e contratistas especializados para arm� plantat� "ca 1np esin os" tien den a cultiva
eles menores de productiVIdad
_ los cultivos y cosechar (con1o en algunas grm�as de gra­
rociar los capitalistas, aunque con niv
uencia se ven obligados a com­
nos en Estados Unidos). Esto deja la granja en la que trab;Ua la laboral; de igual fonna, con frec
s altos, y a vender :m;'i productos
: �
�a� lia, q�e a el significado más vigon1lso a una granja "fan1i­ prar 0 rentar tierras a precios n1á
ión con lo que estan prepant­
har , y el umco caso en el cual la explotación del gTm�ero, en a precios 1nás b.:üos, en con1parac
istas.
cualquier sentido importante, pude ser posible. Regreso a esto dos a hacer los grat�eros capital
njeros I-�tmiliarcs pueden
n1ás adelante, y por el n1on1ento señalo que las e1npresas deno­ La idea de que J os pequeños gra o
ción y reproducción , incluyend
minadas co1no granjas de 1nano de obra fatniliar con frectten­ cargar con los costos ele produc n pt·e ¡ a­
que los niveles que está ?
cia emplean además fuena de trab;Uo asalariada. niveles 111ás bt�os de consutno ello exp lota n­
ital ista s -y por
En ter�er luga1� las grarUas que tienden a incorporarse más rados a aceptar los grm"Ueros cap .
lusiva ni original de Chayanov
plenmnente en la agricu_Itura capitalista tnoderna, como describe clase a sí 1nis1nos- no es exc te pod er
licaciones del aparen
Chaynaov para Norteamérica -por ejemplo, aquellas que surten Tam bié n aparece en otras exp ­
pequeíía escala -o ''p �rsi�ten
a las corporaciones ele agro-alimentos de contratos que especifi­ de pennanencia del cultivo en
'1 o de la época de] capitalismo
can exactamente sus "insmnos, procesos de producción y produc­ cia del campesinado"- a lo larg
ción del marxista Karl Kautsky
tos" (Albritton, 2009: 82)- por lo general son empresas capitalis­ moderno, incluyendo la explica ele
( 1 988 ) a fines del siglo X I X .
El argumento reza así: el poder
t�s que en1plean 1nano de obra asal�riacla. A este respecto no estm1tdado,
0 "persis
. tencia" es tolerado, .o incluso ¡· ·¡·
difieren de las empresas capitalistas (con frecuencia pequeüas) p ermane . ncia
Cai11_PCS1110 ? ��Ul tar P,�
ICC1':
_ .
q�e se especmhzan en proclucü; digamos, componentes para ve­ por el cap ital ITIÍe ntr as el cul tiVO
ncías ahn1entanas baratas . q:te
hiculos ba¡o contrato con grandes manufactureros de automóvi­ continuar produciendo 1nerca
rza ele trab<�O (salarios) a los
capitahs­
les. Los dueños de esas empresas agrícÜias, los "granjeros", no · b;Uen los costos ele la fue de tr::�b� o
por sí tnisina fuer�a
pueden ser "explotados" por las corporaciones con las que hace tas, 0 que en efecto produzca s
sin os y los pequenos grai�J ero
contratos, o por los bancos a los que solicitan préstatnos (iaun "barata". Es decii� a los can1pe
trabtUo se les pue de pagar
cuando es frecuente que elJ os afin11en que lo son!); en cmnbio, · -qu e tatnbién venden su fuerza de _
e que cubnr los costos cotnple­
ellos explotan a los trabajadores a los que emplean (como se ex­ 1nenos porque su salario no tien cu­
tica, n1isn1os que en parte se
plicó en el capítulo 3 ) . tos de la reproducción don1és c�mo
cultivo -lo que. a veces se ve
Chayanov tenía otro concepto de explotación que es mejor bren por 111edio de su propio t . ­
e1nplean tnigrantes que � dba
conocido y ampliamente utilizado en los "estudios del campe­ -t�n "subsidio" a los capitales que es
atisbos de esto en las condiciOn
sinado", a sabe1; la auto-explotación. Este concepto se deriva de jan en el ámbito rural. Hubo
134
1 0 !-hJ;�y B.f�NST
HN 135

� �
co on iale s el capítulo 4
bre de constderar1as en
sobre la "sen1i-pt:oletariza
�ión ", y ha­ granjeros "m.ientms que ello proporcione beneficios al capital"
[·,
'L"
111ayor det alle en el capítu
Para sin tetizar la breve rev lo 8. (arriba). Pero, ¿es suficiente atribuir el can1bio exclusivan1ente
. isión hec ha has ta aquí: div
ar�n1entacto� es en la eco ersas a los intereses del capital? ¿Qué hay de las "luchas sociales" a
. non1ía po lítica buscan exp
qu e la evol cwn de la agr lica r po r las que se refiere Araghi (arriba)?
� icultura capitalista no ha
de ma nera Integral una gen era do
producción agrícola cap
t:1na cmnú en esa s explica ita list a. Un
,, � ciones es qu e la agricultur ¿ E l papel de la resistencia?
., hsta g:nera for as de sub a capita­
�� sumir o incorporar a los
pequen os o fam ilia res (o "ca granjeros Hay otra forma ele concebir el desarrollo desigual de la produc­

mpesinos") den tro de sus
r�s e mercado y inámic� as de acumulación, n1ientr
as
estructu­
que ello
ción agrícola en el capitalisino, incluyencl� sus penodo� col�nm­
. de H1S!slencw ele
sigmfique benefioos par les en diferentes regiones del Sur: con1o h1stonas
a el capitaL Co n frecue nci
no n cesanan1ente, est o se a, aun que parte de los peque1i.os granjeros y de los can1pe�inos a hl merca� l­
: aso cia con alguna noc ión · � Esa
� resis­
granJeros son "explotados" de que los tilización y a la mnenaza de desp(�jo y proletanzac10n
po r el cap ital , directa o :
Jnente, ya sea en el Sur ("c ind irecta­ tencia se tnanifiesta en las luchas por tierra, renta, tmpuestos,
mn pes ino s"), o en el Norte
ele la' proporción de los grm , en don­ deuda, cultivo forzado, conscripción laboral y las diversas fOrmas ele
1ieros en el valor total del
agrícola ha estado en des pro duc to control que los estados coloniales e independientes buscaban inl­
censo de manera estable,
con las proporciones crecie en relación poner en los pequeños granjeros en nombre del progTeso -ya
ntes de los insumas (y sus
b�neficmn a las corporacio cos tos) que fi.1era la misión del colonialismo ele "civilizar" a los pueblos de color
nes de ins1m1os agrícolas y
m•ento y cmne1 cialización al pro cesa­ (véase capítulo 4), o la "n1odernización" de la agricult;u·� con1 � un
. � correspondientes a las cor
agro-alunentanas (Wcis, 200 por aciones elemento ele las estrategias para el desarrollo economico (vease
7: 82) .
Finalmente, debeJnos rec capítulo 5). Hay 1nuchos ejen1plos ele esa resistencia en escala� ma­
yores y n1enores, heroicas y n1unclanas. La escala n1ayor y herOIG:� se
onocer
'
�:os en algunas regiones del Sur hanque 'los pequeños granje­
ejemplifica en el libro ele Eric Wolf, Peasanl l#n:< of !he 1w�ntwth
. sid o, en gran n1e did a, �
n1a1 gt�ados . ' o "pa sad os
� de ·largo" por la n1anera
"CaJ Itah sino penetra la agr en qu e e1 Centu:ry (1 969) con sus estudios ele caso de México, Rusia, Chma,
� icultura", en la frase de Ch
(arnba) Y a veces po r lar ayanov Vietnan1, Argelia·y Cuba entre inicios del siglo XX y los aüos se­
: gos periodos." O la "persis .
campesmado" podría refl tencia del senta.:�:> En las condiciones actuales, s� expresa en la creencia de que
ejar el hecho de que la acu
pri mitiva es desigual y pro mulación · la globalización neolibe1�al genera un moviiniento de oposición de
longada, incluso si en la act
se está dando en algunos ualidad "resistencia agraria global" (McMichael, 2006).34
lugares por medio de un a
Ción de la "acun1ulación por int ens ifica­
despojo" como argument
nos autores (véase capítulo an algu­
:I:IEJ trab<Uo seminal de Barrington 1!oore Jr. (1 966) compa1·ab�t el pap�l
6).
En pocas alabras, eso s pro
. � cesos son contingentes y está de las luchas ele clase entre los propietanos de uerras y los ca1�1pesmos en Id
SUjeto a �arnbto Esto tmn n �
� : bié n se Inuestra en la visión de que forn�ación del estado en Inglaterra del siglo XVTl, f¡·a�cia del stglo XVITl )' l'.s­
el cap ital ism o dtseña for tados Unidos del siglo XIX. (La guerra civil estado�mJdens� y la �.ubsec�t �nte
abolición de la esclavitud como "la última revoluoón capttahsta ) , Y Chma,
ma s de subsun1ir a los "pe
que íios " .
Japón y la India {el único ejemplo colonial_} �!1 ! os siglo� XIX y XX.. .
.
3�El concepto de "movimiento de oposJclon . (counleH1/0Vement�) d� clesm J o
. 32ESto no significa que fuer
--�· . . . •
an "pasados de largo" por
capítulo S.
las relaciones mer­
llo capitalista 110 regulado pr�:)Viene del famoso trab<Uo de Karl Polany1 (1 957).
cantiles, como explico en el
!!
. :,
1
i
p�,,
� 136
l H:Nf?\' IRRNSTEIN ¡AGRICUlTURA C/\PITAUSTA Y GRANJERO'!.> NO CAPHAUSTAS? 137

'
1
'
.'!"
La escala menor está ejemplifi
Scott, WeajJons ofthe Hi?ak ( 1 985),
cada en la obra de James e por sus propias contradicciones. Por ejernplo, Iviichael Cow� n
un estudio de una villa en Mala­ y Robert Shenton ( 1 99 l a, !99 lb) argumentan que el coloma­
1 �t·: .
sta a fines de los años setenta. Sco
tt argun1entaba de 111anera pro lis1no británico en África se propo:q_ía establecer el progreso
vocadora que los efectos continu ­
'�. ' os y aet1111ulativos de las "formas econón1ico sin alteración social y política. Esto significaba intro­
,
1 ·,¡ cotidianas de resistencia can1pesi
social de las localidades rurales hace
na" dentro de la diferenciación �
ducir de manera gradual a los súbditos africa�10 a la proc u �ión
1:

n más por mejorar las condi­ y consumo de mercancías, l a base 1natenal de la CIvihza­
CIOnes de los granjeros campesinos .
1' que los episodios ocasionales, ción burguesa, a la vez que se mantenía el orden soCial por
r de más amplio reconociiniento,
1
de conflicto y rebelión. 35 1nedios "costumbristas": reforzar la "con1ln1idad" rural, la
¿Resulta útil reemplazar un énb
. sis hacia una de las partes
rL
en cuanto a los mtereses, y sup
con una narrativa tambtén parcial
uesta omnipotencia del capital
identidad "tribal" y la autoridad patriarcal y ele los jefes. En
concordancia con ello, a los africanos no se les pern1itió un gozo
de la resistencia, en diversas inmediato de esos derechos burgueses como los títulos priva­
1
¡ escalas, desde lo heroico a lo mun
En condiciones coloniales -según
dano? dos en tierras y el acceso a créditos bancarios. En la visión d e
.
¡• · los diferentes periodos, Cowen y Shenton, esto retrasó el desarrollo pleno del c api­
i lugares y formas de colonialism
' o- era frecuente que los esta talismo a partir del cual los africanos se habrían benefioado .
dos colomales no estuvieran pre ­
IJ mas ivo de los campesinos, en
parados para asumir el despojo
especial en los cam pos densa­
más.
! mente pob laclos, en todos los leva Finalmen te, algunos cmnpesinos coloniale s por sí n1isn1os
l ·. ntamientos y desórdenes que
iniciaron nuevas vías de producción especializada de nlercan­
1 .:. ello conllevana , . En cambto,
como ya vimos en el capítulo 4,
e1nbarcaron en diversas med idas se cías. El estudio de Polly Hill ele los granjeros migrante s ele
coco a en el Sur ele Ghana (The Niigrant Cocoa Fcmners o(Soulhern
que derivaron, directa e indi­

rectamente, a prop ósito o de manera

acddenta1, a la mercantiliza­
Ghana -1963), citado en el capítulo 4, ofrece tn: bien coJloci­
· ción de la subsistencia campesina.
EstO se facilitó al incorporar '' �
' o adaptar las jera. do ejen1plo de auto-transforn1ación de los gr<:ulJeros el� su ­
rquías aborígenes -las estructuras
"más anti­ sistencia" hacia productores ele n1ercancías. Aden1ás , Hlll deja
. guas [pre- colo nial es] de pod er" (Bagchi, cita do
lo 4)- en SUS SIStemas ele adm
en el capítu- en claro que con el tiempo los ele mayor éxito entre ellos se
inistración rural, incluyendo e] ,
control de la tierra: caciques en convirtieron en granjeros· capitalis tas. De tn�nera n1as �ene­
'
América Latina, zamindars en ., -", ral, en vez de ser silnple1nente víctin1as pasivas u opositores
el N arte de la India, jefes "tribale ..
s" en el África subsahariana
(Mamdani, 1 996 ). En la India y activos de la imposici ón colonial, Jnnchos cainpesinos trataron
en África, en algunas ocasiones

los esta os coloniales buscaron pr0
1nover una "pequeña clase
ele negociar el cambio hacia la producción de mercancías (mer­
cantilización de la subsistencia) a la que se enfrenta ban, en
terratemente", una clase ele granjero
s capitalistas (en pequeño),
de las fila s del campesinado. circunstancias 111ás o tnenos favorables, 1novilizando recursos
En efect , el proyecto colonial y mayores 0 1nenores de tierra y trabajo, con 1na�or o �1�eno1:
. � su impacto en los campe­ éxito. Lo nüs1no se aplica a las respuestas a las In1pOSICIOnes
smados abongenes estuvo con frec
uencia configurado y limitado
del "desarr ollo liaciona l" después de la indepen dencia del
3sne a1�:, qu.e Sco�t (2005). tamb dmnii1io colonial.
ién se muestre escéptico ante las
n es de una res1stencm ag¡·ana afirmado- Con la independencia política y el periodo de "clesarrollismo",
capítulo 9, más delante. ' se e¡
< ' sobre lo cu al vea
global" contemporánea

se dieron estrategias deliberadas por promover el desarrollo


138
1-li:NRV B[R NST
ICIN
_¿AGRICUlTURA CAPHAUSTA. "1 GRANJf:ROS NO CJ\PIT/\USTASr H9

de los pequeños gra1�eros, a lo larg de las


l=i�ación y la subsecuente mercantiloizac ión .
líneas de la moder­ política C<Ullpesina en contra ele la pobreza y �1 han1bre, la irUust�ci�
lltlcas a lograr se señalaron en el capítulo Algunas de las po­ social y la opresión, clesen1peñó una parte 1n1portante. Culn11no
otra política de gran significado (y por end5. Considero aquí con particular intensidad desde aproximadamente 1 900 a los
debatida) que se mencionó en el capítulo 6, e acaloradamente años setenta: en México y Rusia en la década de I 9 1 0, este y sur
la tene�c!� de la ti�1-ra de carácter
a sabe1; la reforma de de Europa y China en el periodo ele entreguen·as (que siguió en
redistributivo. Esto concluye la _
exposicwn anaht1ca de est e capítulo y lo China hasta las décadas ele 1 940 y 1 950), y durante el penado
guiente. conecta con el SI­ de la posguerra en Bolivia en la década de 1 950, Vietnam )'
Argelia en las décadas de 1 950 y 1 960, Perú en la década de
1 960, y Mozambique y Nicaragua en las de 1 970 y 1 980. Las
El caso de las refo rma
s de la tenencia de la
tierra luchas en contra de la gran propiedad y su poder sooal fueron
Las reformas en la tenencia de la tier de especialn1ente intensas cuando se cotnbinaron con las luchas
han marcado algunos de los momentos ra, clave
diferentes tipos, coloniales o anti-itnperialistas.
de
derna desde la revolución francesa en el siglo la historia mo­ En algunos casos, la reforma ele la tenencia de la tierra
La redistribución de los derechos de propieXVIII en adelante. desde arriba en el periodo de la posguerra constituyó una res­
puede asumir formas muy diferentes: dad en la tierra puesta a la "amenaza" de levantmnientos sociales rept�esent�l­
dos por las "guerras catnpesinas" y la revolución soCial, por
• ejemplo en Italia, Japón, Corea, en las décadas ele. 1 940 y 1 950
La confiscación de las gra11ias y las propiedad
tamaño y su subdivisión entre los pequeñ es de mayor bajo la ocupación rnilitar estadounidense y en Ahanza par� el

os grm
Adjudicar la propiedad de la tierra que ya cult �eros. Progreso encabezada por Estados Unidos en Atnénca _ Lattna
queños graJ'Ueros, para liberarlos ele las exa ivan los pe­ en los años sesenta tras la revolución cubana. En otros casos, las
renta y de la autoridad de los terratenientes cciones de la reformas de la tenencia de la tierra desde_ arriba, en diferentes
tenencia más segw·a . y darles una . escalas y por diferentes medios, se iniciara� de part� de I�egí­
• menes modernizadores de diversas con1plexwnes nacwnahstas
La nacionalización o socialización ele las grande
plantaciones comerciales. s grarUas y entre las décadas de 1 950 y de 1 970: en la India independien­
• te gobernada por Nehru y el Egipto de Nasser hasta el Irán del
La descolectivización de las granjas comuna
en el antiguo bloque soviético, China,y Vie s del estado
tnam y Cuba.
último Sha.
La reforma de la tenencia de la tierra (desde arriba) desapare­
Esas refonnas de la tenencia de 1a ra sietnpre ció en gran n1eclicla ele la agenda ele la política agrícola y de de­
procesos políticos, aunque es frecuentetier son actos 0 sarrollo después de los años setenta, pero regresó en la década
que
ficación econó1nica y sietnpre tienen consecuenccon teng an una justi­ de los noventa, ahora reinventada con1o una reforn1a basada en el
micas. Los dos primeros tipos están asociad ias soc ioeconó­ 1nercado con el principio de "vendedor voluntario, con1prador
lema de "la tierra a quien la trabaja", que se os con el potente voluntario". Es así como el Fondo Internacional para el Desarmllo
da
de la tenencia de la tierra tanto "desde abajo" com en las refo rmas AgTÍcola (Internatianal Fund for Agriculntral Developme�1t -IFAD)
o "de sde arriba". lo expresa: "Las anteriores refon11as ele la tenencia de la t�erra h�n
sido indebidamente confiscatorias, est1stas o de arnba hacia
En las reformas de la tenencia de la tierra des
de abajo, la acción
140

para las nllDeres grarUeras y


alariad� s
los trab<:�a clores agrícolas a�
abajo. La ref�rma de 1� tenencia de la tierra de ' nueva oh', que a la t erra n: as
ten ien do los derechos �
es descentr�hzada, mmstosa con el mercado (marhet-frienrlly) e im­ que por Jo general sigu en escnto
jo magistral sobre la Incha,
plica la acción de la sociedad civil o el consenso, a veces es déb iles de tod os. En su traba r Myr­
a, el econotnista sueco Gunna
realizable y consistente con los derechos de propiedad justos y en la década de los ses ent la ti rra cl s­
rmas a la tenencia de � �
duraderos" (IFAD, 200 1 : 7 5 ; el énfasis es nuestro). dal argt1n1entaba que las refo pol ítica , socml
cieron la pos ició n
La justificación económica de la refonna de la tenencia de pués de la independencia "for
tale
mi·ales superiores cie lo,� qt�e

cl p:n de
la tierra desde arriba es que los pequeños granjeros con una y económica de los esu·atos ( 196 8. 138 7).
con un apoyo cru oal
posesión segura de la tierra, y con los adecuados incentivos, el actual gobierno para contar : 25) , qmen
oriador David Low (1 996
aumentarán la productividad, a diferencia de aquellos graneles Myrdal es citado por el hist parte de
Egipto, e incluso hacia buena
tenatenientes que dejan inerte la tierra, la usan para la especulación, o amplía e1 argm11ento a Irán y
se apropian de las rentas que no (re) invierten en la producción Asia y Á!i·ica.
agrícola. De ahí que la reforma de la tenencia de la tierra
desde arriba no se dirija a dividir las grm1_jas capitalistas que co ncl usi one s
son coinercialmente exitosas, que representan la moderniza­
ción agrícola, sino que en cambio puedan buscar su promoción. ¿Qué aña de est a breve y sele

ctiva pan or tnica ele las refo
rm:: s
:
tier ra a los ten 1as con sid erados en este capi-
Esto lo señaló el antiguo n1inistro de la reforn1a de la tenencia a la ten enc ia de la
de la tierra en el gobierno Demócrata-cristiano de Eduardo tulo? pue-
n1ás ele cuán ilnportantes
Frei en Chile en los años sesenta: Primero, ofrece un ejem plo
ele la pro­
íticas en la "persistencia"
den ser las din ám icas pol istn o .
a escala en el capital
... una cierta proporción de los nuevos campesinos beneficiarlos ducción agrícola en pequeñ l par a
la justificación e�onótnic�
[de la reforma de la tenencia de la tierra] probablementefraca­ Seg un do, deja en claro que siste en
de la tierra des de arn ba con
sarcj,n como empresarios . . . será necesario advertir contra un víncu- la refonna de la tenencia es viables
' tor
1jeros com o produc
1� institucional demasiado rígido entre los beneficiarios y Ja est ablecer a los pequeños grm Ch onc hol ,
. ios" según el término de
de mercancías, "en1pr.esar
tierra de modo que podrá darse una selección na/.1tTal más ade­
lante, que permitirá que se elimine a quienes fracasen (Chonchol, qu e son con1petitivos y cap

aces de con st tuiI� sus pro
pio s Inei�­
_ pales ten1as del SI-
uno de los pnnct
1970: 160; el énfasis es nuestro). . cados . Est o se conecta con
guiente capítulo. de la
se ben efic ia de las refonnas
Algunas reformas de la tenencia de l a tierra "nloderniza­ Tercero, el tetna de quién se con ect a con
ere ntes tip os tmnbié n
doras" han acelerado el ritmo del desarrollo capitalista en la tenen�iá de la tierra de dif a la for ma ­
en el capítulo 8 respecto
producción agrícola, cmno recmnendaba Chonchol, tnientras que las pregnntas formuladas
11jeros.
-el otro lado de la misma moneda- en muchos casos las ció n de clase entre los gra
categorías más pobres de la población rural obtendría me­
no� tierra que los "campesinos" 1nás ricos y los granjeros capi­
talistas en embrión. Thl fue el caso en la India, Egipto, Irán, y
buena parte ele América Latina, por ejemplo, y en específico
Capítulo 8
La formación
de clases en el campo

¿constituyen Jos "granjeros familiares" en el Sur ("campesi­


nos") una "clase" social, cmno 1nuchos afinnan o suponen? ¿y una
"clase" que aden1ás incorpora a los granjeros fan1iliares del
Narte, co1no algunos sugieren? El fundamento 1nás general
de esta visión es que ellos representan a en1presas de trab;;" 'Uo
fmniliar dedicadas a la reproducción sünple ("subsistencia"), a
· .'.l, lo que se atribuyen diversos valores y virtudes (seii.alaclas en el
capítulo 1 ). Quienes "se ponen de parte de los granjeros üuni­
liares" por lo coinún enfatizan su deseo ele autonotnía: cultivar
' de maneras que ellos valoran y que son socialn1ente equitativos
y no dañinos al n1eclio ambiental (lo que incluye la reconstruc­
ción de las econon1ías alin1enticias locales), de ahí su resistencia
a ]as constantes presiones actuales a la globalización en la agri­
cultura.36
¿poden1os idE:ntificar una clase, e1� algún sentido útil, por
una aspiración o ün conjunto ele valores? En la econmnía polí­
tica que presentan1os en este libro, la clase se basa en las relaciones
sociales de producción. Cualquier clase puede identificarse
nada tnás por n1edio de sus relaciones con otra clase. Para al­
gunos populistas agrarios (véase capítulo 6) los ' 'grm"tieros fa­
nliliares" son considerados tan1bién una "clase" en virtud de

��;Quienes se ubican en In vanguardia de hacerlo por medio ele peácticas

der Ploeg (2008).


alternativas de consumo son denominados "los nuevos campesinados" por Van

143
144

U\ I'ORM/\CIÓN or. CLASt'S i:N El. CAMPO

sus relaciones con el capital y como


"explotados" por el capital
en algún sentido . El capítulo 7 dev Las dinám icas d e clase
eló varios posibles significa­
dos de la explotación capitalista del de la '"producción agrícola familiar'"
tmbajo farniliaT (distinto del
trabqjo asalariado) en la producción
agrícol a: que el trab;:Uo Mercantllización
fam ilia r es a) explotado por el cap
ital (como "un a fuerza de
trabajo que labora con los medios de La mercantilización (cormnodification) es el proceso por medio del
producción ele otras per­
sonas"), o b) auto-explotado, o e) aut cual se producen los elementos ele la producció�1 y ele la repro­
o-explotado de maneras
que representan un tipo de explotación ducción social, que son obtenidos a parttr del t�lterc�nlbio en
el mercado y están sujetos a sus disciplinas �' e�·agenoa� . �n el
indirecta por el capital,
o al n1enos que benefician al capital
. 37
Algunos ven a los granjeros fam ilia capita1isn1o, este proceso se basa et: ]a pr�n1tsa del surgnniento
clase que alguna vez fue explotada por
res en el Sur como una
histórico y ]a formación de una relacton � socml �undan1ental _ entt_e
e] capital y e] trabajo asalariado . La tendencia central ele� capi­
el capital y el estado, y .
central para la acumulación durant
e el periodo colonial y el
del desarrollismo (véase capítulo 5),
pero que ahora está st!ieta talismo hacia una producción generalizada de tnerca�1c1as 1� 0
a despojo o "descampesinización glo · 'fica que todos los elen1entos de la existencia soctal esten
sigm
· · · fi
necesaria e integrahnente n1ercantilizaclos. En cam1Jto,
bal", según el término de
Araghi (véase capítulo 6). El despoj �1gn1 ca
o o marginación imp lica
que cantidades cada vez menores de la 1nercantilización de la subsistencia: que la n�producczón n� se _
pequeños granjeros están
disponibles para su "explotación", sup da fuera de las ,.elaciones mercantiles y las disciplinas que ellas Im
uestan1ente porque el _ '�
capital (o la agricultura capitalista) ponen (la "constante cOilll)ltlsión de las fuerzas econon1tcas
ya no los necesita.
Ya sea que los granjeros fam iliares de Marx).
constituyan ele for ma . . .,
plausible una (sola) "cla se" explotada, Es evidente que los procesos de la tnercanuhzacwn ele la
producción agrícola en pequeña escala tnuestran un� enonne
o a su vez estén diferen­
ciados en clases, es lo que se explora
'
en este capítulo. Lo hago
primero en términos ele las relacion .· CI·O-Il . Mientras que para Iviarx -y para n1uchos ottos, con1o
vana
es y dinámicas de la rner­
cantilización, la producción al menude Karl Polanyi ( 1 957)� la delimitación ele tierras y su co�verswn .�
o y la diferenciación, y luego
de clases de trabajo en el capitalism
o. Todos estos conceptos se en propiedad privada no constituyó el i� oment� deciSIVO ele la
han rnencionado en diferentes puntos aéunlulación originaria en Ingla.terra (vease cap� tulo 3), puede
en el texto y se combinan
y analizan en mayor detalle aquí, en . haber otras secuencias ele ·mercantilización de los cl1versos elemen­
una secuencia que añade
mayor complej ida d en cada paso. Intr . tos de producción y reproducción. Por ejemplo, un tipO de
secuencia colonial era la nlercantilización de, prn11er?, �os ��1-
oduzco mayores "deter­
minaciones" para explorar teóricam
ente las fuentes y fonnas
de esa complej ida d en el mu ndo rea tivos -típicanlente con1o resultado de una "comeroahzacwn
l.
forzada" para iniciar- luego de algunos tnedios de con�utno,
después las herran1ientas y otros instnnnentos de trabajO, . en
31Una afirm ació n diferent
seguida el trab;:Uo mismo {como la mercancía fuena ele trab'\Jo),
e, aun que por Jo general
"la gente de la tierra", que
incluye a todos los "pequeño
asoc iada , es que y sólo al final la tierra (el objeto del trab'\)o). Los cleiechos ele
s" grarUeros en todas
partes, puede convertirse
en una "clase", o adquirir
cualidades simi lares a las propiedad privada legalmente constituidos y vigilados en la
una "clase" al unirse en de
guiente capítulo.
un proyecto político com
ún. Esto se discute en el si­ tierra todavía no se establecen de tnanera efectiva, se les opone
resistencia y se les cuestiona en algunas zonas rurales del Sur.
146 l47

Esto, si1: embargo, no constituye una barrera para el desarrollo cia" cuyo objetivo prin1orclial es cubrir sus necesidades alinlen­
el :- relaciOnes mercantiles en la producción agrícola, co1110 ]o su­ tarias a partir ele su propio cultivo. Más allá de asegurar ese
gieren los "1nercados vernáculos" en tierra que en la práctica objetivo, cualquier participación en los n1ercados es vista con1o
(de Jacto) es tratada como propiedad privada aunque no en la discrecional, un asunto de decisión -lo que yo llan1o el nlode­
ley (�e;ure ) . De hecho, es típico encontrar vibrantes mercados -. --
lo de "subsistencia plus". La posición alternativa aquí propues­

vernaculos e tierra en áreas de diná1nica producción agrícola ta es que una vez que los hogares que cultivan se integran. en
de mercancms al menudeo (y no tan al menudeo) (Chimhowu las relaciones n1ercantiles capitalistas, quedan sujetos a las cli­
Y Wooclhouse, 2006). náinicas y limitaciones ele la Inen:antilización que son inleJ'IWlizadas
en sus relaciones y prácticas. Si cultivan 1� ada mcis para su pro­
Producción de mercancías al menudeo pio consun1o, entonces esto es porque estün integrados en re­
laciones n1ercant.iles ele otras fon11as, por lo general por medio
La procl cción d � ITiei an ías al n1enudeo en el capita1is1no ele la venta de su fuerza ele trabajo. En este caso, es con1ún que
_ � � � com­
bma los lugares . o ubiCacwnes de clase tanto de la clase como la producción de "subsistencia" esté financiada a partir de los
de
trabajo: en la producción agrícola, el capital en forma de salarios, que son utilizados tmnbién para cubrir las necesidades
. tier ra
herramientas, semillas, fertilizantes y otros químicos, y
en forma ele famili as/hogares. Es una "unida d contradictor
el trabaj � del hogat� ya sea de n1anera regular o en años ele n1alas cose­
ia" chas. En efecto, esto invierte de cabeza a la "subsistencia plus":
de lugares d cla e, or varias razones. Primero, esos espaci el grado al Cual los "pequeños granjeros" pueden satisfhcer sus
� � � . os de
clase no estan dist Ibmclo s de maner a unifor me dentro de los necesidades alimentarias a partir de su propia producción está
;
hoga es que se dedican al cultivo, en especial dadas las configurado por las maneras en que están integrados en las
i r divisiones
!
_
ele genero d la propiedad, el trab'!io,"el ingreso y el gasto, como relaciones n1ercantiles .
., ! ':
'
su Iere la vmeta de
� � nzania del capítulo 1 . En segundo lugm;
e�Iste un contradtccton entre reproducir los medios ele
� produc­ Diferenciación de clase
Cion �
... (capi al) Y el produ
ctor (trab'!io) . .En los términos utilizados
colonial
en el capitulo 2, esto concierne a la distribución del ingres En el capítulo 4 sugerí qúe hacia el final del periodo
. . o antes en
(mclmdo el que proviene de préstamos) entre, por una én Asia y África, a partir de la década de 1 940, y todavía
parte, sinos estaban
el fondo ele reemplazo y el fondo de renta y, por el otro,
los · . Arriérica Latina, los peqlleii.os granjeros o c:unpe
ante
fondos ar el consun1o y para la reproducción generacional "· encerrados" en la producción de n1ercancías por l a "const
� � ción de
-una dtstnb ución que habitu aln1en te tambié n está fuerte Con1pulsión ele las fue1�zas econórnicas": la mercantiliza
­ caso, existió una ten­
Inente sexuada. En tercer lugm� la combinación contradictori · su subsistencia. Una vez que se dio este
a clenmn i-
de lugares ele clase es la fuente ele la diferenciación de las em­ dencia de diferenciación en clases que Lenin ( 1 964a)
presas de tnercancía al 111enudeo, la que considero un poco nó c::m1pesinos ricos, n1edianos y pobres:
111ás
adelante.
y de
Esta api oximación contrasta con la engañosa suposición, •
Aqué llos capaces de anun u]ar recursos productivos
� partic i­
meno s comun n la actualidad que en el pasado, reproducirse cotno capita l en una escala Inayor,
: ele que los ros capita lis-
pequenos _ granjeros en el Sur son cultivadores ele " subsisten- pando en la rejJmducción ampliada, son granje
l49

tas emergentes, y co
rre sp on de n a los "ca
1npesinos ricos"
de Le nin . un tipo de caída de la gracia, cat�sada por fuerzas n1alévolas

Aquéllos capaces de externas a las con1uniclades cmnpesinas .
reproducirse co mo ca
escala de producción, pital en la misma
y con1o trabf!jo en la n1i El esque1na teórico propuesto aquí recon1ienda una vi:ión
consumo (y generacion s1na escala de
ahnente) -lo que Ma diferente: que los granjeros medianos tan1bién son producidos
ba rej;roducción sirnj;le- rx denomina­
son gra�eros media por la diferenciación de clase. Es deci1; que los procesos ele
po nd en a los cmnp esi nos, y corres­
nos "1nedianos". mercantilización:

Aquellos que luchan
po r reproducirse como
capital, y que •
� or ende tratan de reproducirse como ma Elevan los costos de "ingreso" (véase capítulo 7), los costos
tir de su propio cultiv no de obra a par­
o y están sujeto a lo qu ele reproducción del capital en la producción agrícola )'
un a constricción de repmd e yo denomino
ucción simple, son gra�ero los riesgos asociados con esos costos 1nás elevados
s pobres, y :
corresponden tambie •
n a los "campesinos po Atnnentan la con1petencia por la tierra y por la fuerza de
bres" de Len in.
trabajo que labore en ella.
Los gr �eros capitali
stas emergentes tie nd
, trab<y� en a em ple ar
(mas) o asalan.ado además o en De tal modo, incluso los granjeros fa1niliares "tnedianos"
lugar del trabajo familia
gra Jei �s pobres expe 1: Lo s establecen sus etnpresas tnercantiles a costa de sus vecinos tnás
� : rün en tan de manera
_
tradiccion de re roduc
irse, ya sea con1o traba
1ná s ag ud a la con­ �
pobres, los grar:Ueros que no pueden cu rir esos costos, o so;Jortar
Y pueden reduCir su
� jo o como capital,
c nsumo a niveles ex sus riesgos y que p ierden frente a quienes SI� p �t �clen. Es t,o­
p
de conservar la po ses� tremos co n el objet o
bable que se vean obligados a abandonar la acttv1dad a�ncola
ión de un a pe gu eü a
po rci ón de tierra
o una vaca pa ra comp
rar semillas o para pa o, si logran conseguir créditos, que se encl �uden au� �1 n1as y :e
Co mo lo expresa Chay gar sus de ud as.
anov ( 1 9 9 1 : 40 ): "E n deslicen hacia la producción agrícola n1arg1nal (segun se cle b-
' más encarni zada luc ha el transcurso de la
ecOI.1Óinica por la existe ne en el capítulo 1).
_ _
guen o granJ ero] que ncia, el . . . [pe­ .
sabe cómo ayunar es La Revolución Verde de la India ofrece una pista a este as­
adap tado" . el que está mejo r
pecto de la diferenciación._ La prmnesa consistía en que su pa­
Los granjeros mediano quete bioquhnico de insuri1os tnejorados era "neutral respecto
s, en especial aquello
ductores relativamente s que son pro­
a la escala". Esto significa que podría ser adoptada y tener be­
? e especial interés, en
estables de mercancías
al menudeo son
n"eficios en cualquier tamaüo de granja -a diferencia de 1�
mclma el corazón de
no menor medida po

po pu lism o agrario (vé
rgue a ell s se � mecanización, por ejen1plo, que requiere econon1ías de escala n1I­
sm duda el Ide al del ' ase capítulo 7; y
gra�ero labrador" de nirnas. Sin etnbar'go, "neutral con respecto a la esc�la" -un
traciones coloniales). Est algunas ad mi nis ­
o refleja en ocasiones un atributÓ de una detenninada tecnología- no es lo nusn1o q�Le
que la condición del "ca a suposición de
mpesino 1nediano" co "neutral con respecto a los recursos", un atributo social relaciO­
en las comunidades ru
rales antes del capita
nst
lism
ituía la norn1a
o, las que son

nado con la pregunta "¿quién es propietario de qu ?" (vé�se
VIstas, de manera ba capítulo 2) y que requiere preguntarse acerca ele la diferenCia­
sta nte romántica, cm

igual tarias. En conse
cuencia, el surgim ien
no int rínsecamente
:
ción y sus efectos. Como explicara John Harnss ( 1 98 : 3 2 1 )
no s neos y pobres es to ele los campesi­
visto como un a desaf e n relación con la adopción del paquete d e la Revoluc10n Ver­
ortunada desviación,
ele en la India: "el punto crucial aquí es que quienes disponen
CAMPO
151

LA FORMACIÓN DE CLASES I:N EL


150 1-IENnY OERNSTEJN

ctivo para
. ." quejaban de su falt a de efe
los pequeños granjeros se es eran esos
de más recursos están en una poslclon mucho mejor para lidiar ), aunque no dice quién
contratar peones (ibid., 126 de clase.
ían en la estructura rural
·
con los riesgo asociados con esta tecnología qu e requiere de
niayor intensidad de efectivo.!IH peones ni de dónde proven es que
eral, de alcance aún mayor
· . Otro ten1a o hipótesis gen os est án confi­
Los grani:Jeras marginales o quienes son "den1asmdo pobres spectos de los grm ljer
: :� ���:� �
para cultiv ·" o e e
. nt ca�ece� de acceso a la tierra, sino las prácticas, fortunas y pro
sus actividades fuera de sus gTa njas y

que carece d u � �:r. :
o l Ie tes eleme�tos para ser gurados cada vez tnás por
ades les proporcionan los
tnedio para
S
capaces de reproducirse p r 10 e su prop1a actividad
los ingresos de esas activid
sus fondos de consutno (re
pro ducción como trabajo)
y sus fon­
"las fuentes de
agrícola: ducción cotno capital):
dos de inversión (repro que son crucia­
cultivo sin duda alguna

. ingreso no derivado del s agrícolas
Suficiente tierra de cal,·dad sufi ctente. ares de vida de los hogare

. . . les para describir los estánd "diversifica­
La capacidad de comprar otros m edws necesanos de pro- " (Ellis, 199 8: 10) . Esta
· ,
en los países en desarrollo np o se relaciona
duccwn :onJo herramien�aS y semiJlas. ntenitniento" en el cm

' ción de las fonnas de tna podrían in­
La capacidad de manejar fuerza de trabajo adecuada, con erenciación ele clase, que
con las tendencias a la dif
frecuencia un efecto de relaciones cte género que eVI' tan que la, según las circunstanci
as.
· tensificarla u obstaculizar con fre cuencia In­
las mulere
" s gra'!)eras manejen el trabajo de los hombres. as etnergentes
Los granjeros capitalist el cultivo,
e están relacionadas con
. vierten en actividades qu el con1ercio
:¡¡'j;: La diferenciación de clase de lo s grallJe��s cmno producto­ an1iento de las cosechas,
,,;!
res de mercancía al menudeo imP l !Ca tamb!en otros factores y
' como el con1ercio y proces créditos, así
nudeo y los adelantos de
. . y transporte rural al me
¿e01�;�����
es. Bor eJemplo los mercad d o la venta ele
compleiidad
" b les de carga y tractores
� t� : �: como la renta de anima s urbanas, en
:�� :� � :�����::: ién invierten en actividade
a o tic de Ia roducció1: a e u o
, �
gr¡co 1a, por muy común que resu1 te pasar
agua para el riego. 'Hunb a sus hijas,
'
l y buenos n1atrimonios par
educación para sus hijos cesos políti­
por alto el empleo de 1a tnano de obra asalariada, incluso de ios del gobierno y en pro
. las alianzas con funcionar En pocas pala­
parte de los granJeros "pequeüos" . En e1 contexto europeo. as forn1as de influencia.
" cos y, en general, en otr acutnulación"
cantempor�neo, por ejemplo, Toby Shelley (2007: 1 ) ob serva "diversificación para la
. br as, participan en la
que " Francia se enorgullece de s� agncultura cmnpesina auto-
. 1 . (Hart, 19 94 ). sa, po r lo
suficiente' au nque sm os trab<uadores del campo d e ongen de mediana escala se ba
La producción agrícola
.. en dificultades" .39 y en un
. ag ríc olas co n
marroquí' muchos _gJanJeros estanan ón de las actividades
co mú n, en la com bin aci
_

. gració laboral
excelente estudio de la zona rural de Costa RIC: en los años ltivo", entre ell as la tni
n
otras "adicionales al cu

.
���
ochenta, Marc Edelman se refier; a " c pe smos que contra-
como fuente de ingres
os para ayudar a la rep
roducción de la
tan trabajadores o peones (1999: 122 ' ' l 6 7) Y reporta que ecial cuando los costos
de reproduc­
actividad agrícola, en esp señ aló, en la ca­
ién se basa, cotno se
f; .. 7,
ssEra frecuente que estuvieran tamb ; � �. tuados en. mejor posición para ción están a la alza. Tatnb a, ap ortada por
n1ano de obra asalariad
conseguir los paquetes HYV con ma
snLa "agricultura campesina a
� y en térmmos preferenciales.
pacidad de contratar nales (y que con
.,
!t�; ��; � s o por granjeros margi
cion extraña de la actividad a ícola en 1a F•rancm contemporánea. Shelley se re­ trabajadores sin tierra
u en ." puede sonar como una descrip­
iO . ede contra-
s). El trabajo asalariado pu
fiere a un mito particular naci�al� p�pur�st�, según el cual la mano de obra bajo frecue nc ia son mi gra nte
. .i contrato, en especial la ma�o de o ra mmtgt ante, desaparece de la vista..

1. . '.,!¡.1

:1
152
I I ENRY nERNSTEIN
LA FORMACIÓN DE ClASES EN EL CAMPO 153

tarse para reemplazar la fue


rza de traba:.�r;o de 1a r
1am1· ¡·1a' que
· · pa en otras act
partiCi La tabla 5 sugiere que la producción agrícola por cuenta
ividades "fuera del cultivo"
o para aumen-
tar la fuerz a d e trab'UO
.
r iliar en momentos de alta dem
,am propia es la actividad económica primordial para más de la mi­
de mano de obra en el cale anda tad de la población rural en edad adulta nada más en el ÁfTica
ndario agrícola como en el
y l a cosecha. des yerbe subsahariana. Sin embargo, se ha argun1entado que existe una
�os -anjer s pob�:'s o margin
p ? ales participan en activida­
fuerte tendencia hacia la "desagrarización" o "descampesiniza­
des e , sobrevivenoa par ción" (Bryceson, 1 999) en el caso del África subsahariana, mani­
� or medJO d e la venta de su fue
_ , aun
a reproducirse, primordialm
rza de trabajo. Esto es algo
ente
que
festada en la creciente proporción de los ingresos rurales deriva­
an reconocido que de forma tardía, organizac dos de fuentes no agrícolas. Además, la crisis econó1nica integral
. ion es com o que ha atrapado a la mayor parte del África subsahariana en
Internatwnal Fun d for Agricu
1
ltura! Develo¡:iment (IFAD)
Banco Mundial. El Report y e décadas recientes significa una presión adicional a la reproduc­
e Mundial de la r' "obreza d e1' IFAD
(R,ura1 ,-ov
,., erty Report) de 200 1 sena1 a ción por medio de co1nbinaciones de largo aliento entre la acti­
. -que 1 o pobres en el ám-
b"Ito ural "VIV en esencialmente por la ven vidad agrícola y la migración laboral, de "coa y salario" en tér­

trabajo" (IEAD, 200 1 : 230 ), ,
ta de su fu erza d e
mientras que la siguiente tab
minos ele Cordell et al.( 1996). Esto es porque las oporll.miclac\es
adaptada del World Develo la esta' en el empleo urbano (incluyendo el empleo "informal" y el au­
pment Report 200 8 (Banc
dml, 20 07 : 20 5). a Mun- toempleo), que pueden significar fuentes ele mantenimiento
,

para el cultivo en el campo, han decaído al mismo tiempo que


TABLA S
se incrementan las presiones en la mayor parte de los hogares de
PROPORCIÓN DE LA
POB
CON CULTIVO POR SU
LA
CIÓN RURAL ADULT
A
agricultores, en buena medida como resultado ele la globaliza­
ción neoliberal (véase capítulo 6).
PROPIA CUENTA
COMO ACTNIDAD ECO
NÓMICA PRilVIARIA Un factor adicional que complica la formación de clase es
(Porcentaje) que las precarias condiciones de la producción agrícola en peque­
1, , ña escala en el Sur ejercen presiones en la reproducción ele los
Región Hombres Mujeres hogares agrícolas. Los granjeros medianos con frecuencia se ven
desplazados hacia las filas de los granjeros pobres obligados por
'1
Á frica subsahariana
56.6 53.5
sn vulnerabilidad a los "impactos" como la sequía o las inunda­
Sur de Asia
33.1 . ciones y los términos cada vez más deteriorados del intercambio
12.7
Este de Asia y Pacífico (sin China) entre lo que necesitan comprar y lo que pueden vender -una
46.8 38.4
expresión típica de estar si.tuados en la "presión de la reproduc­
Med io oriente y nor te de Á
frica 24.6 38.6 ción shnple". Pueden comprar n1enos "insumas", menos ali­
Europa y Asia Central mento y menos fuerza de trabajo cuando ganan menos como
8.5 6.9
América Latina y el Caribe
pmducto de su actividad agrícola. Pueden ganar menos debido a
38.4 22.8 una reducción en las cosechas -originada por un clüna adverso,
enfermedades de las plantas, plagas, falta de fertilizantes o esca­
sez de mano ele obra- o cuando caen los precios ele las mercan­
cías que ellos venden, o bien, cuando tienen que saldar sus
l�T· '

'
�.pt
(, ' '
.-'. ':>..."

�r;; ��-; "154


•;
Hi-N!�V Bi:Ri'JSTf:: iN
' l.A FORMA(;lól".¡ DE CI.ASf:S t'N U. CAMPO 155

¡1 . :
!i deudas. La precariedad tan1bién se registra en la vulnerabilidad
Ello debido a que 1nedian "1nuchas detenninaciones" (lvlarx)
/
entre la tendencia y las circunstancias particulares y concretas Y
a los "ü11pactos" de los hogares jmrticulares, por ejemplo, la en­

·�¡· r¡j·
fernledad o muerte de un mie1nbro central del hogm�·10 o algiln
animal ele carga valioso, y en cualquiera de ambos casos podría
las dinámicas locales.

ii , .
Ya he apuntado algunas ele esas detenninaciones, que po­
significar atravesar el mnbral entre "irla pasando" y "pasar n1ás
'
drían parecer paradójicas, por ejen1plo, el carácter central de]
' !1 abajo del nivel mínimo".
l
ingreso fuera de la actividad agrícola y la contratación ele :uer­
¡. za de trabajo asalariada para la reproclucci� n ele los gratljeros
Variaciones en la diferenciación .
�''i de escala 111ediana, lo que altera su imagen Icleahzacla con1o el
t
1' Así como los pequeños granjeros de mediados del siglo xx en el
granjero fanliliar "independiente", "can1pesino n1e liano" o
' �
f��
Sur estaban "atrapados" en relaciones Inercantiles, tmnbién
cultivador vigoroso. De igual 111anera, la venta de la fuerza de
trabcUo ele parte ele los pobres puede ayudar a algunos a afern1 ·se
'i '
estaban diferenciados an1plia e inequitativamente en ténninos �
a su pedazo de tierra, por Inás marginal que éste sea. Es f-re­
�j de clase. El grado al cual la diferenciación puede haberse inhi­
bido por la depredación del colonialismo en algunas regiones,
cuente que hagan sacrificios considerables par lograrlo ) ar­
� : :
�·� ' por ejemplo, cmno efecto de "terratenientes parásitos" en la
que esa tierra representa un eletnento de segundad y, qwza de
�' 1 India colonial (véase capítulo 4), o en donde los prestamistas y .- ...,·
esperanza en la "lucha econónlica por la existencia" (Chay­
·
1.,
naov) que eJios confrontan, así con1o una 1narca de valor e
mercaderes ejercían un fuerte control de la economía rural.
'f· Pero la diferenciación en una escala 1nayor o 111enor surgió
identidad culturales.
"
,, Según las circunstancias, puede haber también límites a la
' a partir de los procesos de n1ercantilización, y en ocasiones
expansión de sus actividades agrícolas de parte de los granJe­ .

1 fue promovida por las políticas agrarias coloniales. Low (1 996),
ros 1nás ricos. Harriss ( 1 987) estudió una aldea en el Sur de la
' i:, citado en el capítulo 7, sugirió que las clases locahnente fuertes
India, en donde los mietnbros del hogar cultivaban un prome­
de los granjeros más ricos constituían la fuerza social dominante
1
dio de 1 . 2 hectáreas irrigadas de arroz y cacahuat.es. Entre los
en el can1po en la época de la independencia del don1inio co­
lonial en Asia y África --::v con un alcance que iba n1ás allá del
hogar�s existían desigualdades, pero n_o aumentaba 1 en tér 11Í­
� �
nos ele la distribución de la tierra y la escala del cultivo, debtclo
campo.
a la resistencia de los granjeros 1nás ricos para adquirir 111 �s
Al igual que los patrones de la mercantilización de la pro­
tierras en esta área densamente poblada e intensan1ente cultt­
ducción agrícola en pequeña escala (mencionados antes), los

vada, y por las prácticas de herencia de clivicl r la ierra fatnili r
patrones de diferenciación tatnbién muestran una enonne
variación. La tendencia a la diferenciación que puede identificar­
.
� :
entre los hijos. Los granjeros tnás neos se �versificaban haoa

· el cmnercio del arroz, lo que era 1nás factible y rentable que


se teóricamente a partir de la unidad contradictoria de clase
tratar de mnpliar la escala de su actividad agi Í ola.
que se ubica en la producción ele Illercancías al nienudeo no es ��
En contraste, en las Inuy diferentes conchcwnes del Norte
-y no puede ser- evidente en tendencias, Inecanismos, ritmos o
de Uganda en los años ochenta, un capitalista local (de la aldea)
formas de diferenciación de clase idénticas en todas partes. ·
contó 'l Mahmood Mamdani ( 1 987: 208) que "lo que nos ayu­
"10La pandemia de VlH�SIDA se sumó a los riesgos para la salud en la exis� dó [a �cumular] fue la hambruna de 1980. La gente ten ía han1-
tencia rural en el Sm� sobre todo en Africa. .
bre y nos vendieron cosas a bajo costo [incluyendo tierras y
- se
'·····

"156
!_A FORM/\CIÓ.� rn: Cl.A.SES !:: N El. CAMPO 157

ganado]. Fue entonces cuando reahnente cmnenzamos a cotn­


pueden emplearse de n1anera local en las granjas de los veci­
prar". En efecto, cmno sietnpre en el capitalisn1o, las crisis de nos (capitalistas y productores ele mercancías al menudeo), o
a l gunos presentan oportunidades para otros, una dinámica por temporadas en zonas 1nás distantes ele la producción agrí­
que permea los contornos con frecuencia intricados y fluidos cola capitalista y de la producción ele n1ercancías al n1enudeo
_
de la formaoón de clase en el carr¡po. bien establecida, a veces en otros países o en pueblos y ciuda­
des denti·o de sus países o, de nuevo, en el á1nbito internacio­
Clases de trabajo nal. La "fuerza de trabajo a la deriva" según el ténnino de Jan
Breman ( 1 996), es un hecho de clin1ensiones 1nasivas ele la vida
Teodor Shanin ( 1 986: 1 9), considerando la herencia de Chaya­ social en las zonas rurales del Sur actual, y expresa las n1aneras
nov unos sesenta años después de que se publicaran sus princi­ en que sus tipos de producción agrícola están diferenciados
pales obras, observó que "la sociedad rural y los problemas por las dinámicas ele clase.
rurales ya no se pueden explicar por sí 1nistnos y deben enten­ Lo que yo denomino aquí "clases ele trabqjo" incluye "las
derse en términos de flujos de trabajo y de capital, que son más cantidades cada vez n1ayores . . . que dependen ahora -directa e
amplios que la agricultura". Una dimensión ele esto, respecto indirectamente- de la venta ele su fuerza ele trab�o para su pro­
al capital, es lo que podríamos llamar agricultura rnás allá de la pia reproducción cotidiana" (Panitch y Leys, 200 1 : ix; el éi:fasis
granja .. Fue considerada en el capítulo 5 l a manera en que el es 1nío). Tienen que establecer su reproducción en conclicwnes
capaahsmo tnoderno establece distinciones entre el cultivo y ele creciente inseguridad en el ingreso (y de "pauperización") así
"e1 sector �grícola", tanto en tén11inos económicos corno polí- como ele inseguridad en el empleo y las presiones hacia el descenso
_
ticos. También puede incluir "capital agrario más allá del campo", de parte de la erosión neoliberal de la provisión social a favor de
es dectr, Inversión en tierra y en producción agrícola de parte quienes se encuentran en en1pleo asalariado "estándar", que se
d� empresas urbanas (incluyendo a políticos, funcionarios pú­ reducen como proporción de las clases del trabajo en la mayor
' .
blicos y oficmles del ejército, y profesionales pudientes) así parte ele las regiones del Stu� y en algunas instancias tanl­
como de parte del capital de los agroalimentos. bién en términos abso]utos.41 Las presiones sobre la reproduc­
La visión panorá1nica de la mercantilización, la base de clase ción tienen consecuencias incluso n1ás serias para las cantida­
de la producción ele mercancías al menudeo y la diferenciación ele des crecientes ele lo que Mike Davis (2006: 1 78) llama "la clase
clase de los granjeros "fan1iliares", que se presentó en este ca­ trabajadora inforn1al global'' que "cuenta con aproxilnada­
pítulo, enfatiza la otra dimensión, la del trabqjo. Podemos nlente nlil inillones ele personas, convirtiéndola en una de las
llamar a este trabajo Tural más allá de la granja, que es proporcio­ clases sociales de 1nás rápido creciiniento y con n1enores pre­
I:ado no sólo por los trabqjaclores mrales plenamente "proleta­ cedentes en el planeta".
nzados" que carecen de tierras, y que por ende son incapaces Davis se refiére aquí a su con1ponente urbano, pero tanl­
de cultivar por su propia cuenta, pero también por granjeros bién vale la pena considerar si los graqjeros en el Sur son parte ele
marginales o por aquellos clemasiáclo pobres para cultivar " la clase trabqjadora informal global". Podrían no quedar des­
como un componente de iinportancia de su forma de sosteni­ pojados ele todos los medios ele reproducirse, recordando la
miento y reproducción. Las dos categorías ele li.!erza de trabajo,
� � v cuyos salarios con frecuencia sostienen a redes más amplias d e parenM
que por costumbre han tenido límites sociales muy fluidos,
tesco, urbanas y rurales.

:�
159
""
-- "i�� j,
:'

advertencia de Lenin en contra de ''una concepción clen1asiado


.
lariado. Como graqjeros en pequeña escala, así como trabt ado­ �
estereotipada de la proposición teórica de que el capitalismo re­ res fl.1era de la actividad agrícola, habitan un n1undo sooal de
quiere del trabajador libre, sin tierra" ( 1 964a: 18 1). Pero tampoco "implacable micro-capitalismo" (Davis, 2006: 1 8 1 ) .
la mayoría de ellos posee medios suficie·rttes para reproducirse, lo
que marca los lhnites ele su viabilidad cmno productores de lner­ conclusiones
cancía al menudeo.
Los trabqjadores pobres en el Sur tienen que buscar su re­ Para ciertos propósitos analíticos, resulta útil � �nsar en �1 c�: pi­
producción a través de un etnpleo asalariado inseguro y opresor tal (en general), e incluso en ocasiones yo he utJhzado :l tcrmnw
-y es tí¡::iico que cada vez sea más escaso- o de una gatna de "capital" de esta forn1a abstracta, por ejen1plo, al refern·1 1e a los
_;
actividades igualmente precarias y de pequeña escala en la intereses 0 dinámicas del capital. Sin embargo, tambten se ha
"economía infonnal" (de "sobrevivencia"), incluyendo, en nlu­ señalado que el capital puede distinguirse por:
chos casos, el cultivo marginal. En efecto, se buscan modos de
Activhlades y sectores: agrícola e industria

l, financiero y co­
sosteniiniento por medio de diversas y complejas combinaciones
de en1pleo asalariado y autoempleo:-12 Aden1ás, n1uchos consiguen nlerc ial.
s", inclu yendo
sus Inedias ele reproducción en diferentes espacios de la di­ • Escalas: desde hogares y "pe queflas empresa uc­
n1enucleo en la prod
visión social del trab;Uo: urbano y rural, agrícola y no agrícol a, a los productores ele n1ercancías al
s globales.
así como en el empleo asalariado y el autoempleo (marginal). ción agrícola, hasta las corporacione
los intereses y las esu·a­
Las ubicaciones y las identidades sociales que los trabajadores • Clases de capital: se distinguen por
ores partic_ulares y en
tegias del capital en actividades y sect
onal a lo nacwnal Y a lo
pobres habitan, combinan y entre las que se mueven, hacen ,-
1 -�
escalas que van ele lo local a lo regi
·

que las fronteras sean aún más fluidas, y desafien las suposicio­
.,
nes heredadas de las nociones r-uas y unifonnes de " trab�a­ . transnacional .
·,, .
·,.,...- .,,.._
' dor", "granjero", "cmnerdante" (al tnenudeo), "urbano", "ru­
ral", " empleado" y "autoempleado". � Ú
Esté apítulo ha ustraclo y ha bus
cado expli �ar en m ayor

las clases de cap ttal, asi com o
Adetnás, el éxito o e1 fi·acaso relativos en los mercados de detalle la diversidad concreta de
del Sur, y la n1anera �n q�1e
trab�o, el empleo asalariado y en otras ran1as de la actividad, es las clases de trab�o en Ios catnpos
poi· factores (''deten11Inacw­
esa diversidad está c¿nfigurada
· ele la activicla:l ag�·ícola Y
clave, por lo común, de la viabilidad· (reproducción) de la pro­
nes ") más allá del cam po, n1;;ís allá
apuntado un� diversid :ld de
ducción de mercancía agrícola al menudeo, pero no se distribu­
ye de 1nanera equitativa entre quienes cu1tivan o tienen algún más allá de la a gricu ltura. Se ha
e las corporacwne� a�ncolas
otro interés en la producción agrícola y el acceso a la tierra. A su fon11as y clases de capital, desd
-ricos" o cap1tahsta� en
vez, esto tiene efectos para quienes están en clases ele trab<-Uo, (cmtJomte agrilmsiness) a los "can1pesinos
ra y. el ganado ele _ sus vecmos
que cmnbinan el autoen1pleo en la producción agrícola u otras las aldeas que com pra n la tier
su actividad haCia el comer-
ratnas ele la actividad ("economía informal") con el trab;Uo asa- emp obrecidos, 0 que d iversiflcan
cio de los cultivos. .
dive rsid ad, y las cmú racl icciones y luchas que
·!�Los concep tos de "autoempleo" son muy problemáricos, y con frecuen·
Frerlte a esa
a noc ión alg una de los granje-
2000: 96). la producen, es difícil asociarse
cia se aplican d e forma errónea a quienes son "tralnUadores asalariados con un
ligero disfraz" (Harriss-White y Gooptu,
160

s"' gt�m�. e1,os


ros -ya sea que se les describa como "cmnpesino
familiares", o pequen- os granJer
"
. ,
"

os (o cualquier combinación Capítulo 9


" s)- cmno
de esta una clase única y constitu¡"da, 'aden1a-s cmn
'
un � e1 ase por Inedia de alguna relación social o Las complejidades
capitaL En el último capítulo desarrollo algunas com ún con el
de las id de la clase
discutidas aqm con e¡ ob�eto de considerar otras com
' ·
eas
" onales resp ecto
ac!I:I .·
plejiclacles
. a las prácticas y los procesos de carácter
pohtico -que atañen a la sociología política de clas
e.

Sociología económica y sociología política

Los tipos de cOinplejidades analíticas y las variaciones cono·e­


tas enfatizadas en el capítulo 8 pueden considerarse con1o as­
pectos ele la "sociología econón1ica" de clase. Éstas incluyen, en
diferentes escalas, las forn1as de producción y los regín1enes de
trab;-Uo, las divisiones sociales del trabajo, la migración laboral,
las divisiones y conexiones rurales-urbanas, las forn1as organi­
. .r zacionales del capital y los 1nercados, las políticas y prácticas
'
del estado y sus efectos. Se sugirió que se entrecruzan los pe­
queños granjeros y las clases ele trabajo y que son extremacla­
nlente h_eterogéneos en su composición y características, en bue­
na n1edicla debido a las maneras inn1ensmnente diversas en
que los diferentes tipos ele "auto-empleo" y empleo asalariado
pueden combinarse. Parafraseando a Lenin (1964a: 33): "Son
posibles con1binaciones infinitatnente diversas de elen1entos
de este o aquel tipo ele trabajo".
Subyace a esta heterogeneidad el aspecto más amplio ele
la con1plejidacl, que hasta el 1non1ento apenas se ha insinuado.
Como lo expresa el filósofo Etienne Balibar: en un mundo ca­
pitalista, las relaciones de clase son "una estructura determinante,
que cubre todas las prácticas sociales, sin ser la única" (citado en
Therborn, 2007: 88; énfasis del original). En síntesis, las rela­
ciones. .ele clase constituyen "cleternünaciones" univeTsales pero

161
·r

162 Z ltNft\ HERN:STUN

coherencia y
. . ica s po líti cas . No ha y garantías de unidad,
no exclusivas de las pr-ácticas sociales en el capttahsnlo. Se entre- práct l capital perciben,
ra en que las clases de
ouzan y cotnbina!1 COI1 otl.as el'r nerenoas y ertvtsw.nes
.
. . sociales de efectividad en la n1ane tener las contra­
frontan e intentan con

r.
, el'aunchda
. . .. :
.i anticipan, evalúan, con to ele buscar
las que el género es la mas " y tatnb1C11 pueden Incluir italisinO con el objeto tan
dicciones sociales del cap
· ,

, 1uston
.
, de raza y etnicidad, reli- rar la legititnidad
relaciones opresoras y el e exc
ga na nc ias y la aet nn ulación con1o de asegu
las en la tnanera en
gión y casta. o, al tnenos el acuerdo
Estas no son diferencias sociales qu e por. necestdad se ori-
. para lo que ellas hacen
ginen en el capitalistn o, 111. que a fuerza se exp ¡ ICan que ellas lo hacen. de las clases
·
.
por "los en la sociología política
Segundo, un ten1a clave
<

.: . E<XISte una nnportan te erD


. . ión de 1vlah­
s) lo señala la observac
.

mtereses del capital" I erencta entre


.
agt ne nta da
pensar que cualquier cosa que exista en el mu11do de1 capJtahs-
. . del tra ba jo (fr
ucción" de los
sen tid ? ele que la "trad
mo es así porque .sirve a 1 os .. Intereses del capita
.
· _ !" (lo que se Inood Nlan1dani en el re es contingente
echos politicos" sien1p
" . 1ISta")
. ' y exp]orar ele qué ma- "hechos sociales" en "h te así debido a
llama una explicación "Jlll1Cl0113
e impredecible ( 1 99 6:
2 1 9). Esto es especialmen
' es pwduodo como e¡¡ecto de las dinámicas que el poder fragmen
t[a] las árcnns­
.

,'
nera lo que existe
· _

ras en
ne
contradictorias de las I.e1aoones soCiales captta ¡·Istas -indu-
'! - . . . "la s mu ch as n1a
·� ' .: asis afladiclo).
oprimidos" (ibid., 27 2; énf
tancias y e;�.jJeriencias ele los
e:

} yendo la tnanera en que ¡·econfi1guran práct'teas y creencias · que


circunstancias se enfatizó
en l a discusión
�:��7:��� � La gran variación en las
. e:

" lización y ele for­


antedatan al capitalismo L d ' c ntradictorias de las los patrones de 1nercanti
r�laciones sociales capita ist t i "
::
1C uyen las consecuen- de l cap ítu lo 8
n1ación de clase en el
ace rca de
clnnpo, y ele la heterog
eneid ad ele clases
ctas no buscadas de, pm. una parte vtas económica ele la
' espectficas de aetunu- idades de la sociología
del trabaj o: las complej
"

. . '
lación y las estrategias de e1 onumo político de 1 as. e1ases de ca-
. nte paso cruci al
política de dases, un siguie
clase. Para la sociología
<

j,"
,,

pita! y, por otra parte la busque, da de la rep .oc¡ uccwn · , de parte cmno sugiere
Í'
' <

esa s cir cu nst ancias se exj;erimentan,


de las clases de trab<úo y los d�safws_ de los . contra-n1oviinien­
� de có n1o
1
es el entadas ele n1anera
nente, no son experim
' tos" frente al dmnil1io d e capttal . 1 .:.,.,_.:
Mcunclani. Existenciah
a co1nO explotación y
opresión ele clase

, .
Trasladarse de la sociologi'a econmmca de las t·e¡ aCiones · (auto)evidente y exclusiv s específicas con1o
u-
< y
o en tér n1i no s ele identidade
, de clase a 1 os temas e1e las I'd enti'd ades y concien-
. . sin les/jornaleros
,,.
gen en tl,
s, trabajadores industria
1as dInan1tcas
. en
<
ba no s/r ur ale
cm de clase' y de ai1I' al an ál'ISIS de la pI·a" eti· ca po1 Ittca , .
. an tes ur
"habit esinas, hombres/
banos y mujeres camp

colectiva,
agrícolas, artesanos ur
e

· . .
· iejo, negro/b lan co ,
iinplica una serie de fac tores y detertntnacwnes adiCionales ntal/manual, joven/v
. mujereS, trabaj o me s, y as í sucesiva­
que afecta:n a la agenci· 'a po] ttica.
"
re gio na les , na cio na leS · y étn ica
. : .r dif ere nc ias Peter Gibbon
Prnnero, es itnportante enfatizar • qlIe eI poder económico y de eje 1np los que proporcionan
lis ta
<

" en la
' o en un Sistema de I.e1acwnes n1ente ás, es co mú n que
social del ca¡)ital arraigad · de pro- s ( 1 9 85 : 1 90 ). Ad em
y Mi ch ae l Ne oc os mo
' e:

piedad y mercantil debe asegur t se a tt�avés de su donlinio político ones relaciona­


astnn an cliferelicias/divisi

�� capitales particulares udad y can1p o), y


e ideológico' elei:cido
:.1
tmnb ten unrversal mente, pero no de
de gé ne ro , de ge neración, de lugar (ci
les - n1anera en que
manera exclusiva- por medio del estado. No debemos suponer
a de etnici clacl y nacionalidad- en ·Ia
. sin dud producción y en
que el dominio del capital opere por medio de una uni'd ad SII11- o y la organizan en la
reclutan fuerza de trabaj
p 1e y una instri.unentali'dad de proposltos, nt· que sea necesa-
" . trabc:D o.
' tencia ele las clases del
có1no tratan con la resis
' e:

riamente coherente en 1a manera en que bttsca .. JUSti


· fi1Carse de
1' .
" · con1o un orden moral o en SUS estrategiaS y
tnanera ideal ogiCa e

,;
1(•4

I.AS CO,'\lPi.E¡HJAOE:S 0[ t./\ t"tASE· lbS


Barbara Harris-White y
Nandini Gooptu (200
un tem a central de l 0: 89) !"<'formulan
a sociología p olítica
de clase de este 1no esa "lucha de clase " en 1 a VI"da cotidiana se combina típican1en-
an mg ' también
que la "lucha por la do: .
te y se expenn1enta con1o � preswn

clase " precede y es . '
Al "trazar un 1napa
una condición de la c ·acla • • en otras
1O Una de las críticas al libro de
"lucha entre clases". .
:.�
del mundo de la fu fonnas de Jerarqtucl .
". , por e1en11) e
za de trab �o no or er­ .
manera las luchas "po
ganiz ada de la India ",
exp loran de qué Scott, VVeajJons of t1le )11,ec�.k ',. C�l1sJste en que ei.a "ciego ante el
.
r la clase" de parte
de lo s trabajadores ,. . " ' a1 Ignorar
geneto . las dn1amicas y los efectos ele las relaciones

y e1e
pobres son matizada
s y restringidas por de género desiguales y la agencia . ele las ' nuUeres granJeras .
las diferencias de gé­
. ¡ores agrícolas
nero, casta, religiosa
s y otras divisi ones los trabq]ac ' (Hart' 199!).
sociale s señaladas an­
. e1 e I·esistencia", las luchas
tes. Concluyen que l . .
a abru madora mayo As1, co1no las "fornuts coti d lanas
. .
ría de las clases del
·
trabajo en la India
"tod avía está inm iscuid
a en la primera lu­ Inás abiertas e Intensa . s ' a veces en una esc·lh ' ' regwnal de ma- .
cha" por la clase, mie
J tlyen un rasgo d e 1 o s difundidos conflictos
ntras que las clases del �
yor tatnano, cons t"t
la segun da lucha a tra cap ital lo están e n
. , . . .
vés de sus ofensivas en . . . . La an tro¡)óloga Pauhne
. 1
I)Or la tiei.i.a en Afnca subsahanana
· ' n icas e1e e ase y aqcielhs que no estan
c�:>ntra de la fuer­ <

. sus e1 Ina
za de trab�o -un
argumento que, por Peters stntetiza
,

carse y ponerse a pru supues to, puede apli­ � • '

.
.. .
eba en otros lugares. asociadas a la clase, al 111Ismo tiempo que sugiere ele qué Inane-
.
ra estas últin1as se r�lacionan con las pnmei ... ,ts.
las luch as de
.
clase en el camp
. . . la c�mpeten:w po . h tierra con diferentes propost
o
' "tos se
Sin duda alguna, los
las luchas que mani
campos en· el Sur están
permeado s por .
t
intensifica debido a as l)oblaciones crecientes y a los niovi­

fiestan la agenci a y las mientes ele ersonas que buscan meJOI . ·es )' mayores tierras o
que huyen dPe l0s dtsturbws
confr onta ciones polí­ .
. · .1 es,. los OTU])OS
ticas de diversos actore
s, desde las empresas . ctvt t:� rurales buscan
. la P1.oclucción ele mercancias y h producción de
clases nacion ales y local agríc olas hasta las
.'
es de la prop iedad . .
mLensificai <

'
de l a tierra y del
capital agrario, hasta l
as diferentes clases de
"granjeros (n1ás)
alimentos al mismo . · npo que una población asalanada re-
tiei �

pequ eños " y las clase . . . sus opciones ele alimenta-


s fragm entad as del .
elucida busca tiet i·'as para ' ' meJoren
luchas están configurad trabaj o. Toda s esas .
ción � In�reso; 1 estaclos el e1 mu " "tan ]·¡s ( ¡·eservas de bosques y
�;
as universal, pero no
de otros tipos e IC enu-�IC<ll1
en exclusiva, por "
las dinám icas de clase, las áreas que consideran dignas de
que se combinan en
con las fuentes estruct form as compl ejas
conservacwn " ' (con . frecuenCia baJ. o 1)�·esión de los donantes y
de los gr·upos .mtei.na.cw · nales c1 e cab"l
urales y las experienc
t cl eo) ·, los re¡)resentantes ele

dicciones sociales. Es ias de otras contra ­


to se aplica tanto a las
como a l as. diversas co difere nte s escalas . 1 de las
nfigura cione s existentes las elites es tata l es. y .ro lític-ts se aproptai
e ' tierras por
ilustro brevem ente. y que ahora .
t:�
medio de meel"d 1 _as que van desde lo alesttona b1e a•lo ile<>'a1; y de
En tér mi no s de "esca valiosos recursos, tan to sobre como e1eb aJO de h tierra (madera, .
. 1 es) att·aen
<
la", en el capítulo 7
de las "formas co tid ian se seii.aló la ide a petro' leo, 01.o, otros nunel _ .d ( una intensificación ele
la explotaCI.6 n_ e¡ e parte
as de resistencia" en
co mo el de la ald ea . co ntextos loc ale s ' de agentes que.. O])eran desde las rec1es.
" .
Ben Kerkvli et (20 08 :
tinua da relevancia de 23 3) en fatiza la co n­ mas , locales Góvenes
. clesemp leac . los o " crranieros retirados que
as t·edes transnaoonales (e1 e
la aproxünación de .
J a1nes Scott en e l . . efectivo)
. 1
sentido de que "la vida buscan con segun 11asta 1.
las corporaciOnes 111Ultm·tciOna
. .
1es, os gobiernos extranJeros Y
diaria está plagada de .
que sólo ocasionalmente la lucha de clase ' .
. · ) . . . [Existe] no sólo una
aparece abiertatnente".
Sin embargo, representant�s ele los estados ah.ICanos • ·

.
166 i.AS COM!'U::J IOADL·S Ol lA ClA.Sf
l lf'-NRY llf.W:NST[ IN

las p lanta cwne s Y exten sion es


. ele tierra capi talis tas y sus pa-
competencia que se intensifica por la tierra, sino también una
, nCia la P ropo rciOi
·

. l<:tn . 1.as a .:' re-lS


' del vibrante
.

trenes . Otra Instd


I
profundización de la diferenciación social y, aunque esa dife­ ·.

.
Indi ' . a n ar c <
..ld �ls
· . p or el confliCto .
renciación asume muchas formas -incluyendo la oposición "cap italisn1o cmnpestno" e n la
aranJero s I.ICOS Y rrted . .
_ · iano s, por u n lado ,
entre los jóvenes y los viejos, los hombres contra las mujeres, abte rto ent1 e los o ,
.

. Cia es tan
. . , qute nes con frec uen
las confrontaciones étnicas y religiosas- éstas revelan tam­ y sus tr,¡bapd m.es, � or el otro ·
.
an�_)l . . , l 990) . Amb os upo
.
s ele
bién nuevas divisiones sociales que, en síntesis, pueden verse stue. tos a VIO · 1 eno· a ststeinattc , a ( B
' ln1ente enca rmz . a clos
como formaciones de clases . . La proliferación de tensiones y luch a ele e1 ase I.UI··¡l ' puec1 en se1. esp eci·t
.
cuan do sus e1.tnaintcas. ele clase
. ·
. n . -
luchas entre generaciones y géneros, o entre grupos etiqueta­ se cotu bJ Ilan ' )' hace más com

. . . s. soc·h. l es -di visio


nes de
' S eltfer
.
dos por región, etnia o religión, están ligados íntimamente pleJa S a caus a el e otr'l
encm �


d 1 n dia ' y de etni a en el reclu-
con las dinámicas de la división y la exclusión, Ja alianza y la casta y genei·o en el cam po ele
:::-u. o, con frec uenc ia una estr ateg ia


inclusión que constituyen la formación de clases (Peters, 2004: tann. ento de fuerza de trab
. n.
1·"bor ales ele plan tacw
d e l.1 bera d·c1 ell los re g ,¡ m enes.
279, 291 ' 305 ). �

.
. . . .
Para conclun� voy a110ra ,1 (-1Ig
unos tentas ele los 111ovm11entos
_

.
al te ad -e11 las escalas regional
1 ,
agranos organiza dos de la .actu
Es notable que las más violentas guerras en el área subsa­ •
<
<

nal e incluso transnaoona1-


'r • •

hariana contemporánea -a l a que es típic0 se le represente . ·iend o


l1clC espe cial refer enCia
1lacio
'
'
'

en l o s Inedias de comunicación internacionales cmno casos ' en tenn .


mos d e eJase' )' otros mds .
a su " confim¡¡ o- ·ació n" � •

de ''tribalismo" y "barbarismo" intrínsecos de África- tengan


largas historjas de presión y conflicto por la tierra Estos conflic­
. " E l pueblo de la tierra"
tos están i n flui d os por l o s l egados de l a a d m i n i s tración
-·- . aniz'·¡dos ele la actualidad los
política y de tierras del periodo colonial, matizados p o r los . ¿son los niovin1ientos agranos . . otg
.
-

desc end iente s ele 1 os. grandes


patrones de mercantilización e intensificados de diversas for­
_.
. � . n tos can1 Jesi nos del pa-
moVID1Ie 1
' mas por l a explotación de los recursos naturales, el cambio
saclo (véase capi,tu 1 7) men os en t •1.1n
e inos de su escala e

�: ��
o ' al
:;: '
'" tl1.
climático y la intervención-selectiva de parte de actores polí­ sL 'rcunstancias y Jnét odo s,
in1portancia aunq:t � no se� e� "
· ' gL¡ - s cam pesi nas del siglo xx
qwza en sus p roposttos:"' LdS
ticos internacionales; por ejem pl_o, en Ruanda y en Congo . " ... <

Oriental (Potti e1; 2002), S ierra Leona y Costa de Marfil . tra ele los an.áens régzmes (" VIe
� JOS
de Eric Wol fse dn.igian ;n con
• •

a1" , cmno en Rus ia y Chi


· .

regímenes " ) e1e ongen feud


(Chauveau y Richards, 2008), y Darfur (Mamdani 2009). Son , na, o de

, , . O, Vietnan1, Arg elia y


Cu b a
luchas "entre grupos a los que se ha etiquetado por región,
orig en co1 onia . 1 ' con1o e n M exiC
-los cuales estab m1 swe :.� tos a catnb.lO
. s oo·en eral izacl os aun que
etnia o religión" (Peters, más arriba), pero son luchas
. a1
también
con sus propias dinámicas de clase, aun cuando lo sean d e en u n a , eco notn ía niu nclt
desi gua les a1 sei ·I nco rpo rad os •
. os se
. s can1 ¡ )esm
" m aneras invisibles y desarticuladas" (Peters, 1 994: 21 0). cap itali. sta (vea .
, se cap ,ttu1o 4). Esos m m:imi' eilto
Otras instancias de luchas p o r l o con1ún localizadas tie­ as d e 1 a tierr '
a ' de la renta y los
. . ron en torno a los ten1
movlhza . .
. . .a
nen una "configuración" de clase más evidente, cmno l o es en esto de la pau p e zaCi o n la' opresión extretlla y la n--uusttet
inipu s, n !.
. �

a soci les
d tewnes d e lev .
especial cuando están involucradas las operaciones de reclu­ ntan lien tos a
social, con frecuenoa en con ·
. ( .
genera11zac1 os Y de gue1.1 a
de Inov t-
tamiento, control y pago de la fuerza de trab'\io asalariada. . .. C as1 SI. en1¡Jre eran parte

Inientos tnás ai'np lios de :


. •

Un ejemplo lo constituyen las luchas entre los trab'\iadores en hbe racw n naCIOnal ' y de revolucwn. � ·

. '
i

' -..� .
1
!

168
1-IENRY BfRNSTEIN
LAS COMPLE.IIOADES DE LA CLASE 169

social; todos se expresaron por medio de. la guerrilla y otras.


del "pueblo de la tierra" no puede asumirse, sino que tendría que
expresiones armadas. T.:'lmbién tuvieron sus especificidades
construirse a partir de "movimientos de grarúeros", heterogé­
notables, históricas y locales, y podrían ser heterogéneos en su
neos, de escala local, regional y nacional, con todas sus variaciones
composición de clase; por ejemplo, un elemento distintivo y
de procesos específicos de cambio agrario y las circunsta�cias de
polémico de la interpretación de Wolf fue su énfasis en el papel .
diferentes clases mrales (sociología económica), y de h1stonas,
.. · . estratégico de los "campesinos medios" en esos movimientos .
experiencias y culturas específicas de lucha (sociología política).
En el mundo actual de globalización neoliberal existen
He aquí algunos breves ejemplos.
nuevos tipos de movimientos agrarios que, según quienes los .
En Brasil, con sus enormes áreas ele terrenos pnvados no cul­
promueven, aspiran a incluir a todos los granjeros "en pequeño"
-o todos los "granjeros en pequeña y mediana escala" (Desma­
tivados y que nunca ha tenido una reforma agr�r�a redistributiv�,
.
"la cuestión de la tenencia de la tierra" ha adqu1ndo 1mportancm
rais, 2007, 6; el énfasis es mío)- en el Sur y a veces los gra�e­
política nacional por medio de las acciones del MST. El MST
ros "familiares" también en el Norte, como un incluyente "pueblo
"invade" y ocupa tierras sin uso y establece colomas de pi:odu�­
de la tierra". El proyecto político que se defiende para esta
ción agraria en ellas, con una ideología explícitamente a�ti-capi­
población:
talista de establecer la tierra como una propiedad comun para
quienes la trabajan (véanse capítulos 1 , 3 y 4), a la vez que trabajan
Se opone a '1a corporativización de la agricultura . . . (que) se
muy de cerca con las agencias del estado para apm:tar finan­
ha sincronizado globalmente en detrimento de las poblacio­
ciamiento para infraestructura y nuevas empresas agncolas. Los
nes agrícolas en todas partes" (McMichael, 2006: 473; el énfasis
orígenes, trayectorias y culturas políticas del MST I�cl:tyen la me­
es mío).
moria de "ligas campesinas" anteriores supnm1das por l a
dictadura militar en los mi.os sesenta, una tradición de catoh­ _
Se propone "revalorar la ecología cultura rural co1no un bien
cis1no "social" radical entre algunos sacerdotes y activistas eclesia­
global" a través de la movilización de la "resistencia agraria glo­
les y alianzas locales con el Partido de los Trabajadores (en la ac­
bal", un "contra-movimiento agrario" que lucha por preservar o .
reclamar "la vía campesina" -el norÚbre de uno de los movi­ tualidad el partido del gobierno nacional en Brasil). El MST se basa
mientos más conocidos, La Vía Campesina (ibid., 472, 474, 480). en un discurso de clase que se propone unir a todos sus mtembros,
quienes provienen de diferentes ubicaciones sociales en los car;'­
En este espacio no podemos dar seguimiento a la pregunta de pos de Brasil, por ejemplo, ar1tiguos trabajadores de la plantaoon
si existe en realidad algún "contra-movimiento agrario", en qué en las zonas azucareras del noreste y los pequeños granJeros en el
sentido y cuál es su impacto y demás.43 Me limito a señalar la am­ �
sur. Las experiencias que llevan con ellos configurar� su� iferen­
bición, expresada por Philip McMichael, de fmjar una unidad de tes expectativas y afectan . la relación entre la orgamzacwn de la
todo "el pueblo de la tierra" como, en efecto, una sola clase explo­ comunidad y las formas de vida individuales, mcluyendo la pro­
tada por el capital corporativo. Esta ambición reformula y amplía ducción de mercancías al menudeo, en los asentamientos del MST,
la visión de una larga tradición de populismo agrario en las actua­ �
los que con frecuencia divergen del i e�l colectivo que promue­
les condiciones de la globalización neoliberal. Cualquier unidad ven los líderes y admiradores del movm11ento (Wolford, 2003)
:
Si el caso del MST como movimiento nacional Ilustra las dife­
43Edelman (2003) ofrece una útil reseña de esos movimientos. rencias entre y dentro de grupos específicos de trabajadores y

� ...
171
170
f·IENRY CERNSTEIN
lAS COMPLEJIDADES D[ LA CLASE

pequeños grar0eros, las divisiones de clase son más evidentes en 2008) y que se aplica a todos los "contra-movimientos" que parti­
algunos de los "nuevos movimientos agrarios" de alcance estatal cipan en luchas agrarias.
en la India. La Karnataka Rajya Ryota Sangha, Asociación de
Granjeros del estado de Karnataka (KRRS) ha logrado amplio •
¿Cuáles son las características de las estructuras agrarias de
reconocimiento internacional por su oposición a la semilla de al­ las que surgen los movimientos o de las que no s�rge� ? ,
godón genéticamente modificada Bt y es una organización ¿cu:'!l es la base social de los movimientos agranos? <Que
miembro de la red internacional La Vfa Campesina. Sin embargo,

clases y grupos sociales afirman elfos represent�r? ¿Cómo


es manejada por y para los grm"\ieros ricos y medianos que conti­ puede evaluarse la plausibilidad de esas afirmaoones? .
núan explotando y oprimiendo a la fi.Jerza de trabajo rural y que ¿Qué temas 0 demandas plantean los movimientos? oDe
sooales Y

hace campaña en busca de subsidios para los fertilizantes químicos. dónde provienen esas demandas y qué .fi.lerzas
En pocas palabras, las credenciales sociales y ecológicas de la KRRS .
políticas las ayudan a conseguirlas o l a� l '.mitan.? . .

¿Qué temas unen y dividen los movumentos agJallOS Y


·

constituyen un ejemplo de "resistencia agraria global" (arriba) y •

dificilmente son tan claras como ella y otros afirman. por qué?
Es interesante que la ideología de los "nuevos movimientos . .
agrarios" en la India apunten explícitamente al "pueblo de la

¿Qué tan efectivas son las acciones de esos rnovnn.Ientos
ciudad" como la antítesis del "pueblo de la tierra", al menos en para can1biar las estructuras agrarias que ello� c�Iesuonan,
y a quién benefician? ¿Por qué algunos movnmentos son
el sentido de que existe una fuerte tradición populista que atri­ más efectivos que otros?
buye los problemas ele los granjeros a "la inclinación a favor ele
.
A estas preguntas debo añadir otra respecto a l � " gran In1a-
lo urbano". Esto se refiera a las políticas que se han dado para
favorecer a la industria urbana -y a las poblaciones urbanas gen" con la que comenzó este libro: ¿qué tan �lausibles son las
'
de forma más general, por ejemplo a través de la provisión de '
afin11ac iones de los "contra-n1ovin1ientos" agranos y sus defensa-
"comida barata".,- a expensas de los grar0eros. Las demandas res, en eJ sentido de que un retorno a los cultivo. s. familia res de
de estos movimientos tienden así a centrarse en los términos del ,
.
pequeña escala de "bqjos insumas" ("re-�mnpesinizaoon") pue-
comercio entre los bienes agrícolas e industriales (véanse capí­
tulos 5 y 7 , arriba). Al respecto -su preocupación por los pre­ den alirnentar una población mundial vanas veces �ayor, Y �ant�
más urbana, que aquella : de la época en que los campeS!nos
cios y subsidios que reciben los granjeros-, son similares a las
organizaciones y gmpos de cabildeo de granjeros en la UE y eran los principales pi oductores de los alimentos mundiales.,
Estados Unidos y sus críticos los ven como movimientos domi­
nados por los intereses de los granjeros más ricos. Conclusiones

·Las complejidades osanalíticas del análisis de las dinámicas de


Algunas pregu ntas finales clase en los proces de cambio agrario, que se. �resentan en
" este pequeüo libro, representan un intento por hd1ar con algu­
Concluyo con algunas preguntas finales, que adapto del ensayo nas de las complejidades del mundo real del capitalismo en la
introductorio en una importante colección denominada 'Jhznsna­ actualidad. Ese mundo se. extiende desde el mercado de fut�ros
tional Agrarian Movements Confronting Globalization (Borras et al.,
en Chicago y las sedes de las empresas agrícolas corporativas
172
HENRY BERNSTEIN


pasan o por Ias diferenciaciones de clase de
_ las zonas del diná­
mico capitalismo campesino" a las luch
as de algunos de Jos
gra�_eros Y trabajadores pobres representado
s en el capítulo l . G losario
Los d�safíos d e l a complejida d s e confront
an en las pági­
na� antenores sobre todo en la práctica de
parte de aquellos
acti;�stas compr?metJdos en tratar de construir
y sostener una
poht1ca progresista de cambio agrario en
sus diversas escalas
desde lo más local a lo global. Para este fin,
algunos lemas atractivos y una lista de héro
difícilmente basta �
. es y villanos, "bue
nos Y malos". Los movimientos de los activ
_
, �·

istas necesitan un
aná_lisis efectivo de las comp lejas y contradic
torias realidades
socia les que busc an transformar. En un mun Acumulación en el capitalismo: Acumulación de ganancias
do capi talist a,
comprender las diná mica s de clase debería para invertir en la producción (o comercio, o finanzas) con
ser siempre un
punto de part ida y un elemento central de ese el objeto de obtener más ganancias; véase también njJTO­
análisis.
ducción ampliada.
Acumulación originaria: Para Marx, los procesos históricos por
medio de los cuales se establecen las clases centrales del ca­
pitalismo; para otros, los procesos que continúan dentJ·o del
capitalismo establecido y que se basan con frecuencia en

1
mecanismos coercitivos "extra-económicos", en no 1nenor me­
'
dida en relación con la demarcación de la tierra, el bosque, los
nacimientos de agua, etcétera.
1

1
Biopiratería: Nombre que dan los críticos a las corporaciones de
insumas agrícolas que intentan patentar "derechos de propie­
dad intelectual privados" en material genético de plantas.
Cadenas mercantiles: Todas las actividades que conectan la
producción de mercancías con su consumo final; en el caso
de las mercancías agrícolas, los traslados del campo del
granjero al plato del consumidor, y los actores e institucio­
nes, relaciones y prácticas que estructuran esos traslados.
Campesino: En sentido amplio, y con frecuencia de 1nanera
laxa, se utiliza para describir a los granjeros orientados a la
subsistencia, pequeños o granjeros familiares en diferentes con­
.j diciones y periodos históricos, desde las civilizaciones agrarias

1 Nota: .Las referencias cruzadas en este glosario están en cursivas.

173

¡
174
UENRY BERNSTI.:IN
Gl_GSARIO 175

precapitalistas hasta el capitalismo actual, en


especial en el de pastoreo y forestales, que se conservan en común por
sur.
Capital agrario: Capital invertido en la grupos reconocidos cuyos miembros comparten derechos
actividad agrícola con
el objeto de generar ganancias. de usufructo de esos recursos.
Capitalismo: Sistema socioeconómico distin Derechos de usufructo: Los clerecl1os ele los granjeros pa1·a acceder
tivo, establecido a a la tierra pa1·a su cultivo y a las fiJentes ele pastura, forestales y
escala mundial, que se basa en la relación
de clase entre el ele agua y demás, que se consideran propiedad común.
capital y el trabajo.
Clase: La relación social de producción entre Descampesinización: Proceso por el cual los granjeros ca7npesi­
clases de produc­ nos pierden el acceso a los medios ele reproducirse como
tores (trabajo) y no productores; véase tamb
ién explotación. grai'Ueros: véase tan1bién acumulación originaria, proletanza-
Condiciones sociales de producción: Toda
s aquellas relacio­ ción, ''presión" de reproducción simple.
nes, instituciones y prácticas sociales que influ .
yen en las Diferenciación en términos ele clase: La tendencm ele los produc­
actividades de producción y reproducción, inclu
yendo las con­ tores de mercancías al menudeo a dividirse en clases de capital y
diciones técnicas de producción y las fuerzas produ
ctivas. trabajo; también influida fuertemente por las relaciones ele
Condiciones técnicas de la producción: Con
juntos particula­ género y sus dinámicas.
res de fuerzas productivas organizadas en proce
sos laborales, División social del trabajo: i) Relaciones sociales entre producto­
incluyendo la división técnica del tt;abajo.
Corporaciones agrícolas (agribusiness): Corp res relativamente especializados en producir diferentes cla­
oraciones de di­ ses de bienes y servicios, cuyas actividades son co1nplen1en­
versas escalas, incluida la global, que invierten
en la agri­ tarias; ii) Actividades de diferentes categorías de personas
as agrícolas y
cultura; véase también corporaciones de insum
agroalimentarias. según las posiciones que ocupen en las esnucturas particula­
Corporaciones agro-alimentarias: Corporaci res de relaciones sociales, de 1nanera notable, las relacwnes
' ones de empresas
agrícolas (agribusiness) que invierten en la agric ele clase del capital y el trabajo y las relaciones de géneTO.
ultura río División técnica del trabajo: La combinación de diferentes ta­
abajo de la producción agrícola.
Corporaciones de insumas agrícolas: Corporaci reas 0 procesos laborales realizados por los trabajadores en
ones de em­ una sola unidad ele producción, como una fábrica o una
presa agrícolas (agribusiness) que invierten en
río arriba de la producción agríco la.
la agricultura granp.
Costos de entrada: Los tipos y la escala de costo Explotación: La apropiación del producto excedente ele las clases
s en los que se de productores de parte ele las clases (dommantes) ele no­
incurre para establecer una empresa mercantil,
incluyendo productores.
el cultivo a pequeña escala .
Demarcación: Proceso de privatización de la tierra Feudalismo: "Modo ele producción" en el cual las clases feuda­
y otros re­ les ele propiedad de las tierras se apropian de la j;roducción
cursos que se consideran derechos de propiedad
en común, ya excedente de los productores ca1npesinos en forn1a de renta;
sea que esos procesos sucedan de Jacto (en la práct
ica) o de véase fondo de ��nta.
jure (con un status legal); véase también merca . .
dos vernáculos. Financialización: Proceso a través del cual el capital financiero
Derechos de propiedad en común: Derechos
a la tierra y otros 0 de dinero se torna dominante sobre otras foi·mas de capital
recursos, por ejemplo, los nacimientos de agua
y las tierras (industrial, mercantil, etcétera); co�1siderado por algunos
. ,

1
' 1
·. , .
176
HENRY RFRNSTI:IN GI_QSARIO 177

como la tendencia característica de la globalización contem­


Granjero familiar: Aplicado con mayor justeza a las granjas que
poránea y que se manifiesta en la crisis financiera iniciada
utilizan únicamente fberza ele trabajo fan1iliar; a veces se apli­
a partir de 2008, ca a granjas que son propiedad familiar y/o administradas por
Fondo ceremonial: Parte del producto excedente utilizado para las
la fan1ilia, pero que no operan con fuerza de trab�o fan1ilim:
actividades colectivas en las comunidades rurales para seña­
lar, por ejemplo, las cosechas, los acontecimientos religiosos
:
Granjeros marginales: Granjeros que no consiguen satis acer la
mayor parte de sus necesidades ele reproducczón a part1r de su
o "ritos de paso" como matrin1onios y muertes.
cultivo por "cuenta propia"; un importante con1ponente de
Fondo de consumo: Aquella parte del producto o ingreso que se
las clases del trabajo; véase ta1nbién semi-proletarización.
requiere para satisfacer las necesidades de alimentación y
Huella ecológica: Cantidad de área ele tierra y mm; )' ele ener­
otras necesidades básicas de los productores y sus familias,
gía biológicamente productiva, utilizada por determinados
incluyendo las necesidades de la reproducción generacional. ,
tipos ele tecnología para (i) regenerar los recursos que con­
Fondo de renta: Aquella parte del producto excedente que los cam­
sume una población humana y (ii) absorber y neutrahzar el
pesinos o pequeños granjeros tienen que pagar a otros, como desecho correspondiente.
los terratenientes, prestamistas, mercaderes.
Imperialismo: Convencionahnente un sisten1a de do1ninación
'¡ Fuerza de trabajo: La capacidad de trabajar que poseen los
trabajadores como su principal o única mercancía y que
ele los territorios y pueblos ele otras sociedades/países por
estados ilnperiales; para Lenin, la "etapa más avanzada" del
venden a cambio de salarios con el objeto de comprar sus
¡'
capitalismo, dominado por los países capitalistas más desarro­
' medios de reproducción; es central de una manera única
llados y que no requiere de dominación colonial directa.
"
' para el modo capitalista de producción.
Mecliería: Una práctica por la cual los terratenientes conceden
Fuerzas productivas: Tecnología y cultura técnica, incluyendo
la tierra en renta y a veces proporcionan los instrumentos
'
las capacidades de las personas de organizarse para la toma
de trab<;jo, a cambio ele una porción del c"\ltivo cosechado.
de decisiones en torno a la producción, para realizarlas e MerCados "vernáculos": Mercados en bienes y servicios que en
innovarlas; las cuales están influidas por las condiciones socia­ la práctica (de jácto) son mercancías, ele manera notable la
i•1! les de producción. tierra, en condiciones en donde están ausentes los derechos
1� Género: Las relaciones entre hombres y mujeres; las divisiones
de la propiedad, el trabajo y el ingreso están estructuradas

de propiedad privada legalmente (dejure) esta leciclos están
ausentes son débiles ambiguos y/o están en d1sputa.
típicamente por relaciones de género desiguales, aunque
· �
Metcantilis o: Un sistema de regulación política del cmnercio; el
en distintas formas; véase también trabajo doméstico, repro­ �
adjetivo "mercantil" puede referirse a ese s stema y, más gené­
rlcan1ente, a las actividades del intercambw y el cmnerc10 Y a
ducción generacional, división social del trabajo.
aquellos que se especializan en ellos (capital merc�ntil).
Globalización: Considerada, y muy debatida, como la etapa
actual del capitalismo mundial, en especial a partir de los
Mercantilización de la subsistencia: Proceso a traves del cual
años setenta; marcada por mercados internacionales de los elementos centrales de la subsistencia, y por ende ele la
capital en buena parte no regulados y por lafinancialización rejJmducción, de los pequeños granjeros previan1e�te "inde­
y por el proyecto político del neoliberalismo.
pendientes" quedan sujetos a las dinámicas del ;ntercam­
bio en el mercado y sus coacciones (meTcant'llzzaczon).
178
1-IENilY BERNSTEIN GLOSARIO 179

Mercantilización: Proceso a través del cua


producción y la reproducción se producen l los elementos de la Productividad de la energía: Las unidades de energía (calo­
dos �or el intercambio en el mercado ypara y son obteni­ rías) utilizadas para producir una cantidad de cultivos de
sus disoplmas y compulsiones; el capital quedan sujetos a un determinado valor energético o calórico.
como sistema de producción generalizadaismo es distintivo Productividad de la tierra: Véase 1�ndirniento.
Monocultivo: Cultivo de amplias áreas de mercancías. Productividad del trab'\io: La cantidad de un bien (o servicio)
con
pla nta , en comparación con los sistem un sol o tipo de que alguien puede producir con un determinado gasto de
de cultivo. as diversificados esfuerzo, típicmnente 1nediclo o promediado en términos
Neoliberalismo: Un programa po lítico e de tiempo que se dedica al trabajo o tiempo ele trabajo.
ner a� fon do al estado" en los intereses ideológico para "po­ Producto excedente: Lo que se produce más allá de las necesi­
prmopales actores capitalistas. del mercado y sus dades ele la reproducción sirnple ele los productores, que por
Pequeño granjero: Típicamente se refiere ende representa el producto de su "trabc:Uo excedente";
cual�:s. el tamaño de la granja está determ a los graf!ieros de Jos cuando es apropiado por otras clases, es la base de la explo­
pombihdad del trabajo familiar y a veces inado por la dis­ tación.
tado a la subsistencia o a la reproducción simplese supone orien­ Proletarización: Proceso por el cual las clases del trabajo se
definición el tamaño de la granja vmia en ; dentro de esta forman a partir ele granjeros, artesanos, etcétera, previa­
el tipo de producción agrícola. gran medida con mente "independientes"; véase tmnbién uzeTcantilización de
"Presión" simple sobre la reproducción: Pro la subsistencia, fuerza de tmbajo, acumulación oTigínaTia.
la >�produ�ción de los produ tores de mercancías ceso de presión en Propiedad de la tierra: La clase basada en el control efectivo de
como capital o como trabé!]o o ambos, asociadal rnenudeo ya sea
� la tierra, ya sea en condiciones precapitalistas como elfeuda­
tilización de la subsistencia y que
a con la mercan­ lismo o en el capitalisn1o con los derechos a la propiedad
con frecuencia deriva en des­ privada en una tierra que ha sido mercantilizada.
carnpesinización.
Proceso labor�!: La organización y actividade Recampesinización: El proceso por el cual los antiguos gmnje­
cesos particulares de producción; véansestam del trab'!io en pro­
·
ms marginales, semi-pmletarios o proletarios asumen el cultivo
técni�O: de la producción, condicio
bién condiciones
· como un componente de importancia de su -repmducción.
nes sociales de la producción. . , _

". -Régimen alimentario internacional: Siste1nas de relacion�s,


Produccwn: Proceso por el cual se aplica trab .
. ,: -

la naturaleza para satisfacer las condicionajo es


para cambiar reglas y prácticas que estructuran las divisiones internaCio­
mana. de la vida hu­ nales del trabajo y el comercio en la agricultura en el capi­
Producción/productores al menudeo: Produc talismo mundial desde la década ele 1 870.
cías "al menudeo" en el capitalismo, cmnbición de mercan­ Régimen laboral: Diferentes modos ele reclutar/movilizar el
res de clase.clel capital y el trab'!io, ya sea ennando los luga­ trab'\io y organizarlo en la producción.
un Individuo; st\ieto a difáenciación de clase. un hogar 0 en Rendimiento (tierra): Medida ele la productividad de la tierra:
Productividad: La cantidad que puede pro la cantidad de un cultivo cosechado en una extensión dada
determi�ado ele los recursos; véase contabi ducirse con un uso de tierra.
lidad de la energía, Reproducción ampliada: Otro nombí·e para la acumulación ele
productzv>.dad del trabajo, rendim
iento. . · capital, y su inversión en la ampliación de la escala ele pro-
· . ,,
180 HENil\' BEICNSTEIN Gl-OSARIO

ún para denotar que se satisfa­


ducción con el objeto de lograr más ganancias; contrasta Subsistencia: Usado por lo com
cen las condiciones de la reprod
ucción simple, en el caso de
con la reproducción simple.
o pequeiios ft!�anJeros' �tsual­
Reproducción: Asegurar las condiciones de vida y de produc­ los campesinos' granjeros familiares
a su producci�l� de �hmen-
ción futura a partir de lo que se produce o percibe en la Inente con especial referenc;ia .
· véase men.:antdzzaczon de la
actualidad. tos para su proplo con stun o· •

Reproducción generacional: Las actividades de producir y subsistencia. . ·


ades de cocinar, cuidar a _ l os ni-
criar a la siguiente generación; estructuradas típicamente Trabajo doméstico: Las activid ,.
ales para la rejJToducczon el �
por relaciones de género. ños y denlás, que son esenci
se estructuren por relaciO-
Reproducción simple: Reproducción en el mismo nivel de pro­ hogar y social y que es típico que
ducción y consumo; efectivamente, reproducción sin acumu­ nes de género. . en
or exc ede nte : La forma par ticular del trab::uo excedente
lación. Val
el capitalismo; véase producto
excedente.
"Río abajo": Todas aquellas actividades que conciernen a las
mercancías agrícolas cuando salen de la granja, como
.la comercialización, procesamiento, venta al mayoreo y al
menudeo y defficás.
"Río arriba": Todas aquellas actividades necesarias para asegu­
rar las condiciones de la producción agrícola antes de que
se realice, como el acceso a la tierra, fuerza de trabajo, ins­
trumentos ele trab'\io y, con la mercantilización, usualmen­
te también el crédito.
Sector agrícola/de la agricultura: En el capitalismo moderno, la
' producción agrícola, junto con todos esos intereses econó­
micos y sus instituciones y actividades especializadas, rio arriba
y río abajo de la producción agraria que afectan las actividades y ··
la reproducción de Jos gnuu eros.
Semi-proletariz'!ción: Un proceso de formación de clases ele
trabajo que no están completamente despojadas de tierra
y/u otros medios ele reproducción, pdi· ejemplo, en muchos
sistemas rurales de trab'\io migrante.
Sobreproducción: Una tendencia intrínseca de la co1npetencia
capitalista y de la acumulación en la cual se produce más de lo
que puede venderse para realizar la tasa promedio ele ganan­
cia, resultando así en una "desvalorización" del capital inver­
tido en la producción.
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*Significa lectura recomendada adicional de tipo introductorio.


**Significa lectura recomendada adicional de tipo más avanzado .

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1
1•
•,
1j'

, ·!

Índice

RECONOCIMIENTOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

Capítulo 1
INTRODUCCIÓN. LA ECONOMÍA POLÍTICA
DEL CAMBIO AGRARIO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

El cuadro completo: producción agrícola


y población mundial . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . 9
. 11
1
¿Quiénes son los granjeros en la actualidad? . . . . . . . .

Algunas instantáneas del Sur. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14


' : ·.;.

1. : Capítulo 2
PRODUCCIÓN Y PRODUCTIVIDAD : CONCEPTOS CLAVE . . . . . . 2 3

TI-abajo y naturaleza: producción y productividad . . . . .2 3


Divisiones del trabajo y cooperación
·

28
30
. . . . . . . . . . . . . . .

Reproducción
34
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

:! Excedente, explotación, acuinulación .

: . . . . . . . . 37
. . . . . . . . . . . . . .

Economía política: cuatro preguntas clave . .

Capítulo 3
CAPITALISMO: ORÍGENES Y DESARROLLO INICIAL . . . . . . . . .41

¿De qué manera es diferente el capitalismo? . . . . . . . . .41


Orígenes del capitalisn10 núm. 1 :
ca1ninos de la transición agraria . . . . . . . . . . . . . . . . .44

195
197

196
ÍND ICE
fNDJCE

Capítulo 7
1
"
Orígenes del capitalismo núm. 2: LISTA
¿AGRICULTURA CAPffA . ! 25
la larga marcha del capitalismo comercial. : 51 · · ·

y GRA
. . . . . . . · · · · · · · ·

NO CAPITA LISTAS? . . . . · · . .

.
NJEROS
Teoría e historia: complejidades . . . . . . . . . . . . . . . . . 55 .

y resistencia . . . . . . . . . 125
Capítulo 4
. . .

Producción, explotación ista? . . . 1 26


: :
ción agrícola cap ital
COLONIALISMO Y CAPITALISMO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57 ¿"Obstáculos" a la produc . !35 . . . . . .
. . . . . .

<El papel de la resistencia?


. . . . . . .
. .

ia de la tier ra 138 . . . .
la ten enc
Etapas del colonialismo . . . 57 . El caso de las reformas de . 141
El colonialismo y el cambio agrario
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . · · · · · · · ·
. · . . . · · ·
. . . . .
Conclusiones . . . . .

. .
. . . . . .

. . . . . . . . . . . . . . 63

Capítulo 8
Regímenes laborales en el colonialismo . . . . . . . . . . . . . 76

.
. 1 43
Capítulo 5
· · · · ·
SES EN EL CAMPO
LA FORMACIÓN DE CLA
. . . . · · ·

PRODUCCIÓN AGRÍCOLA
Las dinámicas de clase . 145
Y AGRICULTURA LOCAL Y GLOBAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87 a familiar" . . . . . . . . . . .

de la "producción agrícol
.

1 56
Clases de trabajo .
· · · · · · .
. . · · . · ·
. . . . . . .
. . . . . . .
.

Del cultivo a la agricultura 88 . . 1 59


Conclusiones . .
· ·

Las "metrópolis de la naturaleza" y el primer


· · · · · · ·
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ·
. . . . . . . . . . . . . .

Capítulo 9
régimen alimenta1�io internacional
.161
LAs COMPLEJIDADES DE LA
( 1 8 70-1914) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94 · · · · · · · · · ·
CLASE . . . · · . . . ·

Del libre comercio al proteccionismo


lOO .161
Sociología económica y
( 1 9 1 4 - 1 940) . . . .
sociología política
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . · · · · · · ·
. .

�� segundo régimen alimentario internacional · · · . 1 64


el campo . . . . . · · · ·
. . . .

Las luchas de clase en


.

( 1 940-1970) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 0 1 . . · · · · · · · · · · · · . 1 67
"El pueblo de la tierra"
. . . . . . .
. . .

La modernización agrícola . . . . . . . · · · · · · . 1 70
les . .

. Algunas preguntas fina


. . . . . . .

.171
'
en el periodo del desarrollismo ( 1 950-1 970) . . . . . . 105 . · · · · · · · · · · · · · · · · · · · ·

1 09
.
Conclusiones . . . . . . .

.
. . .

Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

. 1 73
Capítulo 6
· · · · · · ·
· · · ·
. . . . . . . . · · · · · · · · ·

GLOSARIO . . . . . . . . .

· · · · · · · · 183
GLOBALIZACIÓN NEOLIBERAL · . · · · · · · · · · · · · · · · · ·

BIBLIOGRAFÍA . . . . . . ·
.

Y AGRICULTURA MUNDIAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ]]]

·
El colapso del segundo Régimen
Alimentario Internacional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 13
La agricultura global en la época .
del neoliberalismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .115
El fin del desarrol!ismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1 18
¿y el final del campesinado? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120

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