CAMINANTE NO HAY CAMINO SE HACE CAMINO AL ANDAR

La experiencia que se ha tenido desde ya hace varios años en el espacio de la feria pedagógica, nos
convoca a repensar nuestra practica pedagógica para dar a conocer a la comunidad educativa el
producto de nuestro quehacer y nuestro ser como área.

Este año en la invitación a participar desde la cultura del encuentro, la experiencia nace de una
construcción colectiva en la que se pretende reconstruir uno de los textos bíblicos más pedagógicos
de la palabra, “el camino de Emaús” en el cual, Jesús camina al lado de sus discípulos y en un diálogo
permanente nos deja un hermoso mensaje: debemos fortalecer nuestra fe, caminar al lado de él y
para poder encontrarlo verdaderamente, Jesús nos invita a compartir y dar a los demás de lo mejor
que tenemos, y como mejor no lo pudo decir el papa Francisco, vivir la vida con alegría y esperanza.
Justamente, este fue el mensaje central que quisimos plasmar en la experiencia, recrear el texto a
partir de un ejercicio practico y vivencial, muy característico del quehacer del área de Pastoral, un
caminar en el que a partir de actividades lúdicas como las manualidades, los títeres y el análisis de
realidad convocamos a la comunidad educativa a vivir la espiritualidad Claretiana en el encuentro y
el caminar con el otro, iluminados por el mensaje liberador de Jesús para entendernos y
reconocernos como parte de una comunidad viva que aprende en el interactuar y se alimenta del
ejemplo de Jesús y de Claret quien en su tiempo supo vivir su vida fortalecido en el amor a Dios y en
el servicio a los demás.

Durante el desarrollo de la experiencia los aprendizajes son inmensos. Reconocemos la fuerza del
espíritu de nuestros niños y jóvenes quienes se acercaron a participar con alegría en todo el
recorrido de la experiencia.

Pudimos observar que a pesar de las dificultades que hoy en día aquejan a las familias, los
Claretianos contamos con familias interesadas por participar y acompañar la vida de los niños y
niñas, ya que tuvimos la fortuna de ver muchos padres de familia participando con sus hijos en el
encuentro pedagógico.

Consideramos que cumplimos con el objetivo de recrear y vivenciar el texto del camino de Emaús
en una vivencia y una experiencia cercana, real, participativa y reflexiva que reafirma nuestra
identidad y nuestra espiritualidad.

El trabajo en equipo fraterno y colaborativo siempre da buenos frutos, así fue la puesta en marcha
para organizar, recrear, proponer y materializar lo que se quería plasmar en el encuentro, todos los
integrantes del ´área pusieron su mejor esfuerzo y disposición para lograr consolidar el trabajo
realizado.

El texto bíblico elegido fue muy asertivo porque a partir de su mensaje fue más fácil construir la
propuesta y diseñarla de manera lúdica y totalmente participativa.