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PRIMERA PARTE PRESUPOSICION Y SOBRENTENDIDO z LA DESCRIPCION SEMANTICA DE LOS ENUNCIADOS Y LA NOCION DE PRESUPOSICION' Si nos atenemos a la dltima etapa de la teoria de las gramaticas generativas, la descripcion de una lengua debe ser concebida como una especie de maqui- na que deberia ser capaz, entre otras competencias, de hacer corresponder una interpretacion, es decir, una descripcién seméntica, a cada enunciado de la len- gua objeto de descripcién. Si la lingiiistica acepta este programa (y siempre que no se haga muchas ilusiones acerca de los plazos que la realizacién de ese pro- grama exigirfa), debe preguntarse en primer lugar en qué puede consistir una descripcion semantica de enunciado, Sin que sea imprescindible definir prime- ro el lenguaje en que se redactaran estas descripciones (metalenguaje semanti- co), nos parece que es posible indicar algunas condiciones a las que deberan someterse esas descripciones. Nos proponemos aqui justificar las dos exigen- cias siguientes (por lo menos en lo que concieme al estudio de la lengua fran- esa): a) Cualquiera sea el cOdigo que se utilice para levarla a cabo, la descrip- cin semantica de una gran cantidad de enunciados debe yuxtaponer las des- cripciones de otros enunciados més simples. Por ejemplo, la descripcion del enunciado (1) Pedro siguié trabajando el viernes [ “Pierre a continué & travailler ven- dredi” ] debe abarcar, en nuestra opinién, las descripciones de (2) Pedro trabajé antes del viernes y de (3) Pedro trabajé el viernes. b) No todos los contenidos elementales que, desde el punto de vista del sentido, constituyen la significacién de un enunciado complejo, la constituyen del mismo modo, Es preciso distinguir ante todo dos tipos, 0 dos niveles, de componentes. Algunos son afirmados [‘posés”], otros son presupuestos: {“presupposés”] por el enunciado complejo. Asi, (1) presupone el sentido de (2)y afirma el de (3). - 1, Este articulo (“La description sémantique des énoncés frangais et la notion de pré- supposition”) fue publicado en la revista L'Homme, revue frangaise d’anthropologie, Ca- hier 1, Volume VIII, Mouton & Co., Paris, La Haya, 1968 (N. de la T.) 2. La nocién de presuposicién ha sido utilizada por los l6gicos modernos cuando ‘comparaban las lenguas naturales con los lenguajes artificiales. Véase: MW EL DECIR Y LO DICHO Més que una definicién propiamente dicha, vamos a proponer un criterio operacional que nos permita distinguir qué es lo afirmado y qué es lo presu- puesto en los enunciados. Sea A un enunciado. Diremos que el enunciado A presupone la significacin expresada por el enunciado B si, por un lado, A con- tiene todas las afirmaciones transmitidas por B y si, por otro lado, la oracion interrogativa ¢A? [‘Est-ce que A?”] comprende también estas mismas infor- maciones. Para facilitar nuestra exposicién, vamos a convenir en escribir: A pre- supone “B”, Ademis, diremos, por extension, que la pregunta cA? presupone también “B”?, Si aplicamos este criterio al enunciado (1), comprobaremos, por ejemplo, que la pregunta ¢Pedro siguié trabajando el viernes? sigue sosteniendo que Pe- dro trabajé antes del viernes, lo cual nos Ilev6 a considerar que Ia significacion de (2), es decir, “(2)” de acuerdo a la transcripcién convenida, es un presu- puesto de (1). En cambio, la misma pregunta pone en duda que Pedro haya trabajado el viernes. Diremos por consiguiente que “(3)” es afirmado por (1). Podra quiz objetarse a esto que el criterio que proponemos no hace mas que justificar @ posteriori y con un aparejo técnico initilmente complicado ver- dades que pertenecen al sentido comin; es evidente, independientemente de toda lingiiistica, que Pedro no puede continuar el viernes un trabajo que no ha empezado antes del viernes. Para responder a esta objecion, es preciso observar que la aplicacion del criterio interrogativo tiene resultados imprevisibles en mu- chos casos; los presupuestos que determina el criterio interrogativo estén lejos de coincidir con las implicaciones triviales que en cada caso sugeriria por si solo el simple sentido comin. Se puede observar, por ejemplo, que el enunciado (4) Pedro empez6 a trabajar el viernes [Pierre a commencé a travailler vendredi”] G. Frege, “Sinn und Bedeutung”, Zeitschrift fir philosophische Kritik, 1892. ¥ sobre todo: P. F. Strawson, “On referring”, Mind, 1950, pp. 320-344. La misma nocién fue empleada apuntando a fines esencialmente filos6ficos por: R. G. Collingwood, An essay on metaphysics, Oxford, Clarendon Press, 1940. Para el empleo del concepto de presuposicién en el anilisis del lenguaje, pueden encontrarse muchas indicaciones sueltas en la obra del filésofo inglés J. L. Austin. Co- mo investigaciones estrictamente lingliisticas, véanse: C.J Fillmore, Entailment rules in a semantic theory, Ohio State University Research Foundation Project on Linguistic Analysis, 1965, Report n° 10, pp. 60-82. C.J Fillmore, “Deictic categories in the semantic of ‘come’ ”, Foundations of Lan- suage, 1966, 2 (3), pp. 219-227. ©. Ducrot, “Le roi de France est sage”, Etudes de Linguistique appliquée 1966 (4), pp. 39-47. ©. Ducrot, “Logique et linguistique™, Langages, 1966 (2), abr.-jun., pp. 3-30. ©. Ducrot, “Quelques illogismes du langage”, Langages, 1966 (3) julio-set., pp. 132- 136. 3. Este criterio se inspira directamente de R. G. Collingwood, An essay on metaphy- sies, pp. 21-48. 12

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