DIFERENCIAS ENTRE LA ETICA Y LA MORAL

“No conocemos ni podemos conocer el absoluto puesto que el conocimiento humano

se limita a la experiencia” – Emmanuel Kant

Que gran conflicto llegar a decidir entre lo que se quiere hacer y lo que se debe
hacer…. Si tenemos una base creada en nuestra sociedad de normas y
comportamientos que debemos seguir para poder pertenecer a ella, nos
encontraremos también con el dualismo de si lo que hacemos esta bien hecho o no. Si
nos basamos en la nota del anterior filosofo se podría deducir que: ¿Si no
experimentamos no podríamos dar una razón lógica a nuestras actuaciones, que en
palabras cotidianas sería MORAL = PRÁCTICA? De esta manera como seres
racionales nos deberíamos dejar guiar por la conciencia, por la propia conciencia, que
con el transcurrir de los años va adquiriendo más fundamentos validos para aprobar o
no nuestras actuaciones, conciencia que vamos dándole autoridad para definir si esta
bien o mal.

Para Kant la respuesta del bien o el mal la encontramos en nosotros mismos pero
como lo planteara Nietzsche en su obra “Más allá del bien y del mal”, el bien y el mal
son relativos y se encuentran definidos por el mundo; a mi modo de ver la actual
sociedad en muchas, si no es en todas las ocasiones, los individuos se valen de las
circunstancias para defender sus actos, lo vemos diariamente en el trabajo, en la
universidad en nuestros hogares; cuando nuestros actos se ven tachados por la
sociedad la culpable es ella misma, no importa el cómo se llegan a cumplir las metas,
no importa si se pasa por encima de alguien, lo que es relevante es el resultado; ¿será
que aun vivo en un idealizado donde todo quisiera que fuera paz y amor?; es cierto, la
vida en su diario vivir trae sus afanes pero, ¿Por qué ignorar la calidad humana?

Si seguimos con estos modelos de comportamiento, guiados por la avaricia y la mala

competencia, la ciudad, el país, el mundo entero entraría en decaimiento intelectual
donde cada vez veremos con mayor fuerza la distancia entre ricos y pobre.
Desafortunadamente; la envidia nos acaba cada día, ya no tiene importancia lo de los
demás, sus logros, sus metas, sus anhelos, porque mejor no pensar en un “hagamos”,
“luchemos”, “busquemos”, todo en plural, desarrollando un entorno amable para todos;
pero basta de lamentos… Comencemos por nuestra propia vida, sin llegar a generar
conflictos, es una realidad que debemos regirnos a ciertas normas para poder vivir en
paz y “felices” en una sociedad, aprender a diferenciar entre deberes, obligaciones e
intereses y comenzar a actuar ahora y es en lo que nos debemos centrar; quizá un
cambio de actitud hasta en lo más mínimo puede empezar a marcar diferencias.

Ahora bien, si la moral es la práctica y aplicación de normas ¿cómo definiremos la

ética?, según Jürgen Habermas “La ética es formal, lo que da validez a una norma es
el procedimiento por el que se llega a ella. Se trata de una ética mínima, pues no
establece normas, sino que comprueba su validez.” Entonces yo diría que el punto de
partida de la ética no es la conciencia moral sino la comunicación, la reflexión sobre la
moral, como debo ser y cual es mi principio al actuar.

Pero el filosofo italiano Gianni Vattimo afirma que “La ética no puede hablar en
términos demostrativos, concibe una ética persuasiva, propositiva, que no determine la
acción sino que la posibilite”; es decir que podemos afirmar que la ética es paulatina,
se nos va dando poco a poco y que nos permite girar en un entorno de negociaciones
y aplicaciones tolerantes que permitan desarrollar un entorno favorable para nuestra
vida.

Estando más de acuerdo con Vattimo, concluyo que como animales de costumbres
que somos, la ética profesional y personal se va aprendiendo día a día claro esta que
no se negocia el hacer daño a otra persona, este sería un punto no negociable, no
persuasivo… Mediante nuestro diario vivir vamos aprendiendo, conociendo,
experimentando y aplicando todo lo que desde nuestras raíces nos inculcaron y que
como generadora de nuevas vidas debo inculcar en ella una buena forma de vivir bien,
bien consigo misma, con su entorno, con su familia, dejando de lado los egoísmos que
atacan el mundo.

LINA MUÑOZ REYES

ING. DE MERCADOS
ÉTICA Y CIUDADANÍA