Inteligencia colectiva, y su relación con el progreso del hombre.
A la hora de reflexionar acerca de la inteligencia colectiva y qué papel desempeña en la formación del hombre, en mi concepto debemos remontarnos a los comienzos del hombre. Como bien sabemos, el hombre ha desarrollado y perfeccionado medios para poderse comunicar, desde el uso de dibujos, hasta la invención del alfabeto, los números, entre otros, los cuales han sido de vital importancia para permitirle al hombre comunicar sus ideas a sus semejantes. Pero los esfuerzos del hombre no concluyeron ahí, desde impresiones hasta danzas; todos estos factores permitieron al hombre afianzar su condición de sociedad, creando así una identidad de conjunto. Cuando el hombre es capaz de transmitir sus ideas a sus semejantes, se encuentra en la posibilidad de influir en el pensamiento del otro, y viceversa, generando un ciclo de retroalimentación el cual fue un apoyo enorme en el avance del hombre como especie; así pues, un individuo estaba en la facultad de experimentar, comprender y apropiar vivencias que no eran propias de él, aumentando así el sentido de globalidad del hombre; como se menciona en el texto guía “Las relaciones entre humanos producen, transforman y acondicionan continuamente espacios heterogéneos y entrelazados”. La generación de una serie de vivencias o conocimientos colectivos mediante las interacciones del hombre llevó, en mi opinión, a que el hombre “construyera” espacios diferentes al físico, el ser humano pudo abrir sus ojos a un mundo más extenso, encontrándose frente a una diversidad de espacios o ámbitos, desde un mundo social, afectivo hasta ambientes donde puede retroalimentar conocimientos y pensamientos. De manera que el mundo para el hombre pasó a ser algo más que sólo lo limitado a sus sentidos, mediante su actuar el hombre se encontró inmerso en un mundo vasto y lleno de posibilidades; lo cual, sin duda alguna, es el logro más importante de la humanidad. Nuevamente tomo referencia del texto guía, el cual nos menciona “El ser está constituido por una red de relaciones cósmicas que lo definen y le dan su lugar”, podemos darnos cuenta de que este proceso de integración no se ha detenido. El hombre actual se encuentra envuelto en un mundo complejo dese su nacimiento mismo; de manera que tiene a su completa disposición un conglomerado de conocimientos, ideas, pensamientos, hábitos, culturas, entre otros; esta serie de pautas brinda al ser humano una amplia gama de posibilidades a la hora de definirse a sí mismo, en este momento, el individuo pasa a formar parte de la red antropológica creada por el hombre, siendo así capaz de incluso aportar su propios pensamientos a la colectividad. Hemos llegado a un punto, en el cual el mismo concepto de “humanidad” del hombre se encuentra ligado a la sociedad, que se encuentra formada por todas las relaciones que el hombre ha construido; de modo que, en la actualidad, el hombre es definitivamente un ser social, y es imposible que se presente un ser humano fuera de la sociedad; desde los comportamientos, costumbres y hábitos hasta el aprendizaje y las relaciones, llevan y rigen al hombre actual a una vida que hemos definido como humana. Pensando un momento en qué llevó al hombre a ahondar en este complejo mundo, en mi concepto el papel de la evolución tiene mucho que ver; y que la evolución supone el paso a instancias más complejas, conlleva un proceso de adaptación en conjunto, para aumentar las posibilidades de sobrevivir y multiplicarse; de manera que el deseo de sobrevivir llevó al hombre a socializar con sus semejantes, llegando así al estado de prosperidad (al menos aparente) que el hombre ha alcanzado en la actualidad. Llegando a esta conclusión, y reflexionando con la actividad anterior de “el precio de la moda”, me cuesta trabajo entender el creciente deseo del hombre de prosperar como individuo, buscando únicamente el bien individual, incluso si esto conlleva a la precariedad a los demás integrantes de la sociedad. Un creciente egoísmo que nos hace pensar que se empieza a dar mal uso a la red social que el hombre construyó. El hombre se jacta de ser una especie dominante, puesto a que ha conseguido amoldar el mundo a su voluntad, pero en la actualidad parece haber olvidado que su triunfo se debió precisamente a la inteligencia colectiva, a la unión de esfuerzos y pensamientos; por lo que si queremos seguir progresando debidamente, en mi opinión, debemos dar prioridad a reforzar y ampliar nuestra inteligencia colectiva, que es pues, lo que nos convierte en una sociedad, y a su vez, en humanos.