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OBJETO DE LA PRESENTACION
Para ello deberé definir primeramente la Psicología Social de las Organizaciones y consideraré
sus aspectos epistemológicos, ontológicos, metodológicos, axiológicos y teleológicos.
Posteriormente, abordaré el rol del psicólogo en el campo de las organizaciones desde esta
perspectiva, utilizando el marco teórico de Pierre Bourdieu.
Finalmente, sugeriré un programa de formación de postgrado para los psicólogos que quieran
trabajar en organizaciones utilizando los conceptos del esquema conceptual, referencial y
operativo (ECRO) que aquí presento.
Esta extensa e incompleta enumeración señala la coexistencia de enfoques muy diversos que
reconocen, no obstante, la existencia de una problemática común, la de la interacción. Podría
decirse en efecto, desde esta perspectiva, que la psicología social es la disciplina que se ocupa
del estudio de la interacción humana.
Entre todas estas opciones, elijo para mi desarrollo el marco conceptual de la psicología social
de E. Pichon Riviere. Sustentada tanto en el psicoanálisis de Freud y M. Klein como en el
materialismo dialéctico de K. Marx y F. Engels, puede afirmarse que es, de todos los enfoques,
uno de los que más pone de manifiesto la contradicción dialéctica que la disciplina intenta
resolver: la que existe entre individuo y sociedad. Esto queda expresado en una de las
definiciones que proporciona el autor: "la psicología social como disciplina aborda la relación
entre estructura social y configuración del mundo interno del sujeto, y su indagación se centra
en la interacción" (Pichon Riviere, 1970).
(1) Conferencia dictada en el I Congreso Norte Nordeste de Psicología. Salvador , Bahía Brasil.
1999
la de vínculo: estructura compleja (a cuatro vías) que incluye un sujeto, un objeto, su mutua
interrelación a través de procesos de comunicación y aprendizaje;
la de grupo: conjunto restringido de personas que, ligadas por constantes de tiempo y espacio
y articuladas por su mutua representación interna, se proponen en forma explícita e implícita
una tarea que constituye su finalidad, interactuando a través de complejos mecanismos de
asunción y adjudicación de roles.
Así comprendida, la psicología social es pertinente para abordar las interacciones entre sujetos
en ámbitos grupales, organizacionales y comunitarios. En particular, en el ámbito de las
organizaciones, resulta sumamente útil para comprender y operar sobre la conducta de los
sujetos en el marco de sus organigramas, sus normas y procedimientos, sus sistemas y su
cultura, de sus procesos de adjudicación y asunción de roles, de planificación y de control, de
gestión participativa, de resolución de conflictos en el marco de las relaciones instituidas de
poder y autoridad, de sus cambios y transformaciones. Hacer psicología social en el ámbito de
las organizaciones es pensar en los sujetos producidos por ellas y productores de ellas, en el
marco de sus estructuras y sus procesos.
Recurro nuevamente a otra definición de Pichon Riviere, que dice que "la psicología social es la
ciencia de las interacciones orientada a un cambio social planificado". Siendo esto así, preciso
es reconocer que dicho cambio no puede sino ocurrir en el marco de las organizaciones y las
instituciones de la comunidad. Ello requiere, como lo propone Ana Quiroga "investigar en su
estructura y función las distintas unidades interaccionales que operan como mediaciones entre
las relaciones sociales " (Quiroga, 1986).
Esto significa que debe pensarse en las organizaciones y en sus efectos sobre los sujetos, en
el marco de un criterio de "salud" específico para ellas constituido por el concepto de eficacia.
La psicología social de las organizaciones constituye entonces una metáfora a través de la cual
se expresa la necesidad de caracterizar a las organizaciones como dominios de interacciones
específicas. Supone un ECRO (esquema conceptual, referencial y operativo) que contenga
explícitamente una representación del ámbito organizacional. Debe articular y caracterizar en
sus interacciones a los conceptos de sujeto y de grupo con los de
¿ Qué relación se establece entre las distintas disciplinas que abordan el tema de las
organizaciones y las distintas profesiones que operan en ellas ?
¿ Existen diversas concepciones de lo que una organización es, y, en tal caso, cómo
determinan estas concepciones distintos enfoques de la psicología social de las organizaciones
?
¿ Cómo se opera en las organizaciones desde esta perspectiva ? ¿ Hay alguna metodología
específica ?
¿ Cuál es la finalidad de una psicología social de las organizaciones ? ¿ Varía esta finalidad
con los distintos enfoques teóricos y prácticos de la psicología social en general ?
Cada una de estas preguntas alude a distintos aspectos a los que me referiré a continuación.
Dada la brevedad de esta presentación, me limitaré solamente a enunciar las cuestiones
básicas, remitiendo al lector a la bibliografía indicada para mayores consideraciones.
Siendo la epistemología aquella rama de la filosofía que se ocupa del conocimiento, surgen
desde ella en relación a la psicología social de las organizaciones por lo menos tres cuestiones
básicas.
La inclusión del observador / operador en el fenómeno que observa o sobre el cual opera,
hecho que da lugar al fenómeno de su implicación en el campo (Lourau, 1972) y los efectos
que de tal implicación resultan, entre ellos, la resignación de toda pretensión de objetividad.
El concepto de niveles de recursividad, que implica la presencia del todo en cada parte y la
"repetición de las mismas magnitudes ubicadas a niveles diferentes de una misma jerarquía"
(Greimas y Courtes, 1979). Al considerar a las organizaciones como unidades compuestas (o
sea que se les reconocen partes componentes), es necesario poder identificar el nivel focal de
análisis o intervención, y su relación con el resto de los niveles de la organización. Estas
distinciones tendrán consecuencias en el plano metodológico.
La ética de la organización, entendida desde sus aspectos estructurales (localización del ethos
de la organización) y dinámicos (origen y transformaciones de dicho ethos)
Al mismo tiempo, la base psicoanalítica de este marco conceptual prescribe el trabajo sobre los
aspectos implícitos o latentes que subyacen bajo las estructuras y las configuraciones grupales
manifiestas.
El grupo es, para esta psicología social, el ámbito privilegiado para el abordaje de estas
cuestiones, y la técnica de grupo operativo es la herramienta específica a utilizar, siempre y
cuando estén dadas las condiciones para poder utilizarla.
Los distintos tipos de agrupamientos posibles marcan diferencias entre distintos dispositivos, y
los modos de operar con ellos son también diversos. Una distinción es la que se establece
entre clases institucionales (cortes horizontales de la organización) y familias organizacionales
(agrupamientos verticales por función o división) (Mendel, 1981).
La psicología social de Pichon Riviere está sustentada por postulados axiológicos que deben
regir para la operación en las organizaciones como en cualquier otro ámbito. Esto significa
sostener
la autonomía de los sujetos, cuya entidad como tales, más allá de los roles que desempeñan,
trasciende los límites de la organización;
la necesidad como fundamento motivacional del vínculo, y la cooperación entre todos los
participantes para la satisfacción de sus necesidades;
El sostén de estos valores está en íntima relación con la finalidad de la práctica, y esto es lo
que paso a considerar en el punto que sigue.
La teleología es la rama de la filosofía que estudia las causas finales de las cosas. La finalidad
de una operación construida desde la psicología social de Pichon Riviere no puede
desprenderse del sujeto, y tal como él lo señaló, debe estar
Ya hemos visto que la psicología social de las organizaciones posee un carácter esencialmente
interdisciplinario, lo cual significa que las operaciones estructuradas con este ECRO pondrán
en relación a los psicólogos con sociólogos, ingenieros, administradores, abogados,
trabajadores sociales, abogados, etc. No hay ninguna disciplina que pueda arrogarse una
primacía sobre las otras en términos de intervención sobre organizaciones, y cada una de ellas,
desde su especificidad, contribuye a la comprensión de las otras.
El ingeniero comprende mejor a las organizaciones si entiende el punto de vista del sociólogo,
el sociólogo si escucha al abogado, el abogado al psicólogo y así sucesivamente.
Esto significa a su vez señalar, que en el marco de los modelos institucionales hegemónicos, la
economía reina hoy día sobre las otras disciplinas y, por lo tanto, los administradores detentan
una porción mayor del capital científico (o cultural según se entienda a las ciencias sociales)
distribuible en el campo de las organizaciones. Cualquier tipo de intervención, sobre todo en las
organizaciones con fines de lucro – pero no sólo en ellas - está sometida a la tiranía de la
racionalidad económica, y la consecuencia es la entronización de los masters in business
administration (MBA) en los estratos jerárquicos que poseen mayor poder de decisión.
Esta situación afecta a todo tipo de intervenciones, y en el caso del análisis organizacional tal
como lo he presentado, significa resistir la presión que se ejerce desde el inicio mismo de la
operación para que el concepto de eficacia quede reducido meramente al de eficiencia y
vaciado de todo otro sentido.
La semántica sirve para dar cuenta de esta situación y las palabras hablan por sí mismas: las
personas se transforman en "recursos" (humanos) en el mejor de los casos, "mano de obra" en
el peor, y su conocimiento (expropiado) pasa a ser parte del capital intelectual de la
organización.
Las consecuencias de esta situación se traducen, para quienes tienen trabajo, en grados
crecientes de alienación y en la existencia de patologías sociales tales como el stress o el
burnout, que son una consecuencia directa de trabajar bajo presión y con miedo a quedar
excluido del sistema.
Allí aparecen generalmente los psicólogos, dentro o fuera de las organizaciones, con la misión
social de "reparar" a estos enfermos para reinsertarlos en sus lugares de producción (aunque
cada vez más, producto de la superabundancia de "mano de obra", es menos problemático
descartar simplemente a los caídos e incorporar otros nuevos).
Aun desde una posición dominada, actuando para la "reparación" o para "la incorporación y
desarrollo", el psicólogo obtiene su legitimidad porque posee un capital cultural (o científico ?)
específico que le permite conocer el correlato interno de las vicisitudes externas por las que
pasa el sujeto en la organización y operar en consecuencia.
Mi opinión consiste en que, si el psicólogo adicionara a sus conocimientos sobre los sujetos y
su interacción una representación conceptual de la organización, podría incrementar su capital
cultural y mejorar su posición relativa en el campo. Por más dominantes que sean ciertas
posiciones (en este caso las de los administradores), las posiciones dominadas pueden
siempre luchar por incrementar su poder, y para ello es necesario que aumenten su capital. Si
esto se lograra, o más modestamente, si no se dejara de intentar, el psicólogo estaría en
mejores condiciones de ayudar a los sujetos a marchar en la dirección de su propia salud
mental..
Pienso que la psicología social de las organizaciones, tal como aquí la estoy presentando,
puede contribuir a que esto suceda. Es por ello que, en la sección siguiente, presento una
propuesta de formación de postgrado para psicólogos que quieran trabajar este campo.
El concepto de modelo.
Modelos, paradigmas y disciplinas. Enfoques sociológicos, psicológicos, políticos, simbólicos,
administrativos, tecnológicos y comunicacionales.
Las metáforas de la organización.
Ejemplos útiles: el modelo cibernético de Stafford Beer, el modelo de H. Mintzberg, los
sistemas sociotécnicos, el modelo de Edgar Schein, el coordinador de Fernando Flores.
Teoría de autopoiesis.
Autonomía y heteronomía.
Organización y estructura. Invariancia y cambio.
Dialógica y dialéctica.
Módulo 4. Comunicación.
El concepto de intervención.
Intervención desde distintas disciplinas e intervención interdisciplinaria.
El análisis institucional.
El análisis organizacional.
Rol del analista y rol del "analizado".
Nuevas formas de organización y nuevas formas de intervención.
CONCLUSION.
Muchos son los motivos que están llevando crecientemente a los psicólogos a trabajar en el
ámbito de las organizaciones. Hay quienes se acercan por vocación, quienes llegan en busca
de réditos económicos y quienes acuden por razones ideológicas y humanitarias, procurando
mejorar las condiciones de vida de las personas que allí trabajan.
No se me escapa el grado de contradicción interna de cada una de estas políticas, pero ello es
congruente con el esquema conceptual desde el cual opero.