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3º Juan 1:2
Introducción
La prosperidad que viene de Dios, no es una coincidencia, puesto que Dios
es fiel a sus promesas “Dios recompensa a los que le honran”. La
prosperidad material en el plan de Dios está en segundo orden (Mt.6:33
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas
cosas os serán añadidas.), lo primero que Dios desea prosperar en
nosotros es el alma, desde el principio, todo el accionar de Dios ha estado
enfocado en el bienestar de la familia (Ge.1:28 Y los bendijo Dios,(E) y les
dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y
señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las
bestias que se mueven sobre la tierra.)
2. Este es el punto de partida por el cual debe iniciar toda familia (Stgo. 4:8
Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las
manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros
corazones.)
b) es posible que estemos creando una familia sin principios ni valores.
1. la prosperidad que Dios nos da, es más que una cuenta bancaria
(Lc. 12:15)
Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del
hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.
2. De qué sirve una buena economía y una frialdad espiritual (Mt. 16:26)
Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y
perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su
alma?
a) Muchos han fracasado por apartarse del camino de Dios (Josué 1:8)
Conclusión: