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I. DEFINICIÓN:
Según las Naciones Unidas, los derechos humanos son derechos que tiene toda
persona en virtud de su dignidad humana. Los derechos humanos son inherentes a todas
las personas. Definen las relaciones entre los individuos y las estructuras de poder,
especialmente el Estado. Delimitan el poder del Estado y, al mismo tiempo, exigen que
el Estado adopte medidas positivas que garanticen condiciones en las que todas las
personas puedan disfrutar de sus derechos humanos. (1)
El maestro Antonio Truyol y Serra nos indica: Decir que Derechos Humanos o
Derechos del Hombre en el contexto histórico-espiritual -que es el nuestro-, equivale a
afirmar que existen derechos fundamentales que el hombre posee por el hecho de ser
hombre, por su propia naturaleza y dignidad; derechos que le son inherentes, y que, lejos
de nacer de una concesión de la sociedad política, han de ser por ésta consagrados y
garantizados (2).
Todos los seres humanos, por su sola condición de tal, gozan de derechos humanos, sin
distinción por razón de raza, sexo, nacionalidad, religión, edad, condición económica,
social o política, orientación sexual, identidad de género o de cualquier otra índole. Están
reconocidos y protegidos por la Constitución Política del Perú y por los tratados
internacionales sobre la materia (3).
Para 1948, la nueva Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas se había
apoderado de la atención del mundo. Bajo la presidencia dinámica de Eleanor Roosevelt
(viuda del presidente Franklin Roosevelt, defensora de los derechos humanos por derecho
propio y delegada de Estados Unidos ante la ONU), la Comisión se dispuso a redactar el
documento que se convirtió en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Roosevelt, a quien se atribuyó la inspiración del documento, se refirió a la Declaración
como la Carta Magna internacional para toda la humanidad. Fue adoptada por las
Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948.
Los países miembros de las Naciones Unidas se comprometieron a trabajar juntos para
promover los 30 Artículos de los derechos humanos que, por primera vez en la historia,
se habían reunido y sistematizado en un solo documento. En consecuencia, muchos de
estos derechos, en diferentes formas, en la actualidad son parte de las leyes
constitucionales de las naciones democráticas. (4)
Con estos derechos se pretende dotar de un apoyo real a los derechos de la Primera
Generación, porque difícilmente se pueden ejercer los derechos civiles y políticos si
no se tiene un mínimo de ingresos económicos, una protección contra la enfermedad
o un nivel cultural mínimo
Segunda Generación constituye un conjunto de exigencias de la igualdad
los derechos de la Tercera Generación son unos derechos muy básicos de los que se ha
empezado a hablar hace poco: se trata del derecho a vivir en una sociedad en paz y a
desenvolverse en un medio ambiente sano (no contaminado
. En este caso no basta con que se tomen medidas en el interior de un Estado, porque el
cumplimiento de estos derechos precisa un esfuerzo de solidaridad entre todas las
naciones y pueblos de la Tierra. Es necesaria la solidaridad internacional para que se
puedan cumplir los derechos de la Tercera Generación
a. FÍSICOS:
El derecho a la integridad personal es aquel derecho humano fundamental y
absoluto que tiene su origen en el respeto debido a la vida y sano desarrollo de
ésta. Es el derecho al resguardo de la persona, en toda su extensión, bien sea en
su aspecto físico como mental. (5)
El ser humano por el hecho de ser tal tiene derecho a mantener y conservar su
integridad física, psíquica y moral. La Integridad física implica la preservación de
todas las partes y tejidos del cuerpo, lo que conlleva al estado de salud de las
personas. La integridad psíquica es la conservación de todas las habilidades
motrices, emocionales e intelectuales. La integridad moral hace referencia al
derecho de cada ser humano a desarrollar su vida de acuerdo a sus convicciones.
El reconocimiento de este derecho implica, que nadie puede ser lesionado o
agredido físicamente, ni ser víctima de daños mentales o morales que le impidan
conservar su estabilidad psicológica. (5)
b. MORALES:
c. CULTURALES:
Establece que “la cultura debe ser considerada el conjunto de los rasgos distintivos
espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad
o a un grupo social y que abarca, además de las artes y las letras, los modos de
vida, las maneras de vivir juntos, los sistemas de valores, las tradiciones y las
creencias”. El derecho a participar en la vida cultural tiene elementos tanto
individuales como colectivos. Pueden ejercerse como un individuo, en asociación
con otros, o dentro de una comunidad o grupo. Los Estados deben prestar especial
atención a los derechos culturales de los grupos minoritarios e indígenas, entre
otros, y proporcionar oportunidades tanto para preservar su cultura como para
formar su desarrollo cultural y social, incluyendo la relación con el lenguaje, la
tierra y los recursos naturales. (6)
Proporcionó orientación detallada a los Estados con respecto a sus obligaciones
de respetar, proteger y garantizar el derecho a participar en la vida cultural. El
Comité también destacó que el derecho incluye las cinco siguientes características
esenciales e interrelacionadas: (7)
Disponibilidad. Los bienes y servicios culturales deben estar disponibles para que
todos puedan disfrutar y beneficiarse de ellos, incluidas las instituciones y los
eventos (como bibliotecas, museos, teatros, cines y estadios deportivos), los
espacios abiertos compartidos y los bienes culturales intangibles (tales como los
idiomas, las costumbres, las creencias y la historia). (7)
o Accesibilidad. El acceso a la cultura consiste en cuatro elementos clave:
la no discriminación, la accesibilidad física, la accesibilidad económica y
la accesibilidad de la información. Los Estados deben asegurar que todas
las personas tengan oportunidades concretas, eficaces y asequibles para
disfrutar de la cultura sin discriminación. Este acceso debe extenderse a
las zonas rurales y urbanas, con especial atención a las personas con
discapacidad, las personas mayores y las personas en situación de pobreza.
Los Estados deben garantizar que toda persona tiene el derecho a buscar,
recibir y difundir información sobre la cultura en el idioma de su elección.
(7)
o Aceptabilidad. En relación con las medidas para hacer realidad los
derechos culturales, los Estados deberían mantener consultas con las
personas y comunidades involucradas para asegurar que estas aceptan las
medidas para proteger la diversidad cultural. (7)
o Adaptabilidad. Los Estados deben adoptar un enfoque flexible a los
derechos culturales y respetar la diversidad cultural de los individuos y las
comunidades. (7)
o Idoneidad. La realización de los derechos culturales debe ser adecuada en
el contexto pertinente, con especial atención por parte de los Estados a los
valores culturales relacionados con, entre otras cosas, los alimentos y su
consumo, el uso del agua, la provisión de servicios de salud y educación,
y el diseño y construcción de viviendas. (7)
d. RELIGIOSOS:
De acuerdo al Artículo 2° de la Constitución de 1993 señala que toda persona
tiene derecho a “la libertad de conciencia y de religión, en forma individual o
asociada. No hay persecución por razón de ideas o creencias. No hay delito de
opinión. El ejercicio público de todas las confesiones es libre, siempre que no
ofenda la moral ni altere el orden público”.
El artículo 50° establece que “en un régimen de independencia y autonomía, el
Estado reconoce a la Iglesia Católica como elemento importante en la formación
histórica, cultural y moral del Perú, y le presta su colaboración. El Estado respeta
otras confesiones y puede establecer formas de colaboración con ellas”.
Derechos colectivos reconocidos: (8)
Gozar de personería jurídica civil, así como de plena autonomía y libertad
en asuntos religiosos. (8)
Crear fundaciones y asociaciones para fines religiosos, educacionales y de
asistencia social conforme a la legislación nacional. (8)
Ejercer libremente su ministerio, practicar su culto, celebrar reuniones
relacionadas con su religión y establecer lugares de culto con fines
religiosos. (8)
Divulgar y propagar su propio credo. (8)
Solicitar, recibir y otorgar todo tipo de contribuciones voluntarias. (8)
Mantener relaciones con sus propias organizaciones o con otras entidades
religiosas, sea en territorio nacional o extranjero”. (8)
e. SOCIALES:
Son los que corresponden a las personas por su rol en un determinado contexto
social, por hallarse desprotegidos frente a una situación desigual con respecto a
otros que podrían abusar de tal circunstancia. Así son derechos sociales
fundamentalmente los referidos al trabajo, ya que la situación de necesidad en que
se halla el trabajador, lo coloca en una posición susceptible de ser objeto de
abusos, tal como había sucedido durante la revolución industrial, que fue una
muestra más que elocuente de lo que pueden hacer los empleadores con sus
empleados si no existen leyes que limiten su accionar. Es por ello que la ley toma
posición para lograr equidad, estableciendo por ejemplo que las condiciones de
trabajo deben ser dignas, que deben respetarse horarios de trabajo, impide o regula
el trabajo de menores, concede vacaciones pagas, un salario mínimo vital, el
derecho de agremiarse, el derecho de los gremios a la huelga, a concertar
convenios colectivos de trabajo, a recurrir a la conciliación y al arbitraje, etcétera.
En otros casos el estado interviene para proteger a aquellos miembros del cuerpo
social que se hallan en situación de inferioridad y necesitan mayor atención por
su estado de salud o por su edad avanzada, concediéndoles seguro social,
pensiones y jubilaciones. (9)
f. POLÍTICOS:
Son los que le corresponden al ciudadano para participar como miembro activo
del poder político en un gobierno democrático, por sí o a través de sus
representantes. El derecho de sufragio, a afiliarse a un partido político, a ser
elegido para un cargo de gobierno, a participar en la presentación de un proyecto
de ley, en un plebiscito, o en una consulta popular. (10)
Universales. Los Derechos Humanos se aplican a todos los seres humanos sin
importar edad, género, raza, religión, ideas, nacionalidad. Cada persona tiene
la misma dignidad y nadie puede estar excluído o discrimado del disfrute de
sus derechos. (15, 16)
Inalienables. No se pueden enajenar, nadie puede ser despojado de ellos.
Excepto en casos especiales como por ejemplo cuando cometemos un delito.
(15, 16)
Irrenunciables. No se puede renunciar a ellos, aunque sea por propia voluntad,
y por lo tanto son también intransferibles, nadie más que el propio titular
puede valerse de ellos. (15)
Imprescriptibles. Son para toda la vida, no tienen fecha de caducidad por
ningún motivo.(15)
Indivisibles. Ningún derecho puede disfrutarse a costa de otro derecho, no
puede prescindirse de ninguno.(16)
BIBLIOGRAFÍA: