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Curso: Antropología
Ciclo: 1
Integrantes:
-Milena Gavino
-Briggite
1.Evolucion Histórica
En Mesopotamia se exigió formalmente responsabilidad al
médico por los errores cometidos en el ejercicio profesional. A través del Código de Hammurabi
(2400 a.C), se castigaba severamente a éstos cuando erraban en el tratamiento realizado a su
paciente. El indicado cuerpo normativo establecía:
Precepto 218: “si un médico ha tratado a un hombre libre de una herida grave con lanceta de
bronce y ha hecho morir al hombre, o si ha abierto la nube del hombre con la lanceta de bronce y
destruye el ojo del hombre, que le corten las manos”.
Precepto 219: “si un médico hace incisión profunda al esclavo de un individuo común y le provoca
la muerte, restituirá esclavo por esclavo”.
Precepto 220: “si el médico ha abierto la nube con la lanceta de bronce y ha destruido el ojo pagará
la mitad del precio del esclavo”.
Hammurabi distinguía dos tipos de responsabilidad según los daños fueran provocados a una
persona libre o a un esclavo. En el primer supuesto, esto es cuando la lesión o muerte se provocaba
a una persona libre -según lo dispuesto por el precepto 218-, existía una responsabilidad de
naturaleza penal, estableciendo castigos físicos gravísimos para el médico infractor (amputación de
las manos). En cambio, cuando se trataba de daños a un esclavo, las consecuencias eran puramente
económicas o patrimoniales.
Ley IX, libro IX, título II: “…en el caso de que una comadrona administrare un medicamento, y de resultas de
ello muriere una mujer; se distingue, que si realmente lo propinó o aplicó con sus manos, se reputará que
ella fue la que mató, mas si lo dio para que la mujer se lo tomase ella misma, deberá darse la acción in
factum, cuyo dictamen es verdadero, pues más bien que matar fue causa de la muerte. Si alguno por medio
de la fuerza o el halago hubiese administrado a otro un medicamento, ya fuere en poción, ya en lavativa, o si
lo ungió con alguna sustancia nociva, queda sujeto a la ley Aquilia, del mismo modo que lo de la comadre
cuando es ella la que hace la aplicación”.
De todas las culturas en el Perú, fue la cultura Paracas la que desarrolló con mayor éxito este tipo de alta y
compleja cirugía. Para operar, se anestesiaba al paciente con coca o alcohol, luego se procedía a cortar el
cuero cabelludo hasta llegar al cráneo y se delimitaba el área a cortar marcando el perímetro. Se han
descrito que para cortar el cráneo utilizaron la obsidiana (piedra volcánica), curetas de dientes de cachalote,
el Tumi, entre otros instrumentos. Se extraía el área afectada, teniendo mucho cuidado, se limpiaba y
tapaba la zona con una placa de oro y por último se colocaban los vendajes con finos algodones propios de la
zona. El Tumi fue uno de los instrumentos quirúrgicos más utilizados para llevar a cabo las trepanaciones
craneanas, lo que ha influido en la simbología médica contemporánea, por eso actualmente en el Perú la
silueta de un tumi se encuentra en los logotipos de instituciones médicas del país, como el Colegio Médico
del Perú, que es la institución representativa de todos los médicos cirujanos que ejercen la profesión médica
en el territorio peruano, y cuyo emblema es un disco circular de fondo color morado que contiene la
representación del "Tumi" dorado, rodeado en la parte inferior de la leyenda "Colegio Médico del Perú" y en
la parte superior, por una línea circular, ambas de color dorado; siendo utilizado como emblema oficial de la
institución, y sirve de base para la confección de las insignias y distintivos para uso de los miembros de la
orden.