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CHAKANA: UN METODO DE MEDITACION EN LA VERTIENTE

CULTURAL ANDINA.

1. Introducción o advertencia.

Si una poesía te conduce hacia la paz, si la música te eleva sobre


los pesares, si sientes que el dolor ajeno es también parte de tu pan, si
amas a una flor y a una araña tanto como a tu belleza, si sientes que
haces poco por las manos que hacia ti se extienden, si tienes ganas de
subir a la montaña para recordar la pequeñez de tu persona y la
grandeza de la vida entera. Entonces, no me digas que no sabes nada
del espíritu.

Si estas en la búsqueda de ese "algo" que no se alcanza ni aún


luego de saciado el deseo, quizás te interese el camino recorrido por los
hijos del sol y de la nieve eterna, de la tierra y las lagunas, los
hermanos del cóndor, del puma, la serpiente y las alpacas.

Se habla en estas páginas de puertas (punku) hacia mundos de


absoluta luz o angustiante oscuridad; de maestros guías que son
montañas (apu); de una madre (pacha mama) que te ama con su
entraña dulce y refrescante; de fuentes de agua (qocha) que seducen
a los caminantes; de aves misteriosas que traen mensajes del señor de
la montaña; de tormentas de rayos que eligen a futuros sacerdotes
(paq´o); de hombres y mujeres que sólo viven para transmitir a otros
el conocimiento sagrado, "que no debe morir".

Perderás el tiempo juzgando estas páginas con el rigor de la


razón. Nadie te pedirá tampoco un esfuerzo de fé a la manera de un
dogma. Este es un camino modestamente insinuado en símbolos e
imágenes, su sabiduría se oculta "debajo de una piedra". Es para ti, si
asumes el riesgo de "levantar la piedra", pero no lo lograrás con un
esfuerzo mental solitario, será necesario involucrar tu corazón,
maltratar tu vanidad, desconfiar de tu "capacidad de crítica".

2. Pasó por nuestras tierras caminando, de lo alto hacia lo


bajo.

En un amanecer de aquellos en que todo es esmeralda en las


aguas que bordean las terrazas de la isla, recibió la luz. El sol iluminó
las montañas, las tierras planas y las aguas del extenso lago, pero
iluminó además la intimidad de su ser, en una forma nueva. No hubo
más dudas ni dilataciones, supo que era el momento de partir.

Abandonó la isla Titi Qaqa, su trazo fue sencillo, una línea recta
hacia adelante. Partió con sus hermanos y con sus mujeres, cuatro
ayllus en total. Su traje blanco y su cualidad de navegar sobre las olas
de la Hatun Qocha, dieron motivo para que fuese llamado Wiraqocha,
"espuma de la laguna".

Wiraqocha y sus hermanos, espantaban el sufrimiento de las


gentes. Imaymana caminaba por el lado derecho, por las vertientes
orientales de las altas montañas, aliviando enfermedades, explicando
la virtudes de las hierbas. Tokapu, iba por la izquierda, por las tierras
altas pobladas de alpacas y vicuñas, enseñaba a tejer y abrigar los
cuerpos. Por el centro, Wiracocha, hacia crecer la esperanza en los
corazones, disipaba oscuridades y temores, desataba los nudos del
deseo.

Un cuarto hermano, Tunupa, desdeñando el camino de la luz,


decidió viajar en sentido opuesto, volvió hacia arriba, retornó a los
desiertos y salares. Se ocultó en los volcanes y en las galerías
profundas de los roquedales. No sentía que su poder debiera
compartirse con los hombres.

Terminada la planicie de los Qolla, Wiraqocha y sus hermanos


ingresaron a la ancha quebrada del Willkamayu. El primer descanso fue
en Raqchi, territorio habitado por los Kana. No hubo hospitalidad para
los forasteros. Un volcán, el Kimsachata y un fuego que bajó de lo alto,
quemaron esta tierra de gente rebelde y violenta.

Más adelante, la belleza de Urqoqocha, la laguna, los detuvo


nuevamente. Contemplaron solazados sus colores amarillos azules
tornasoles, aspiraron la paz y el cariño que ella acostumbra obsequiar.
Desde la cima de la montaña que está junto a Urqoqocha, saludaron al
sol y su luz les descubrió los valles aún por recorrer.

Continuando por el camino del medio, Wiraqocha decidió


descansar en un montículo orillado de pantanos, cerca de los riachuelos
de una cabecera de valle. En este lugar, equidistante de las poderosas
montañas, Apu Salkantay y Ausangate, supo que se hallaba en el nudo
central (Qosqo) de ese gran tejido de gentes y lugares, que él debería
ensamblar. Tal misión le venía de muy alto, desde el gran espíritu Illa

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Tiqsi, confirmó que su misión era disipar la oscuridad y las nubes
negras del sufrimiento.

El camino de Wiraqocha continuó adelante, descendiendo,


atravesando valles en línea recta, iluminando a las gentes de
Wilcashuamán, Wari, Tunanmarka, Chinchayqocha, Huanukopampa,
Caxas, Moche, Tumbes y la isla
Puná. Esta ruta fue mucho después, en el tiempo de los señores Inka,
llamada Qhapaq Ñan.

Wiraqocha y sus hermanos, culminaron su viaje en las aguas del


actual Ecuador, volvieron a ser espuma de una gran laguna. Antes de
partir prometieron volver y quedarse para siempre, en un ciclo sin final,
aguas arriba aguas abajo y viceversa; de tierras altas a tierras bajas; de
los nevados y la cercanía al sol a las arenas del mar y la selva calurosa.

3. Los tres mundos de Wiraqocha.

La existencia humana según explicó Wiraqocha, transcurre en tres


mundos paralelos: Hanaq Pacha, es un mundo de luz, imperceptible a
los sentidos, es el sol brillando en nuestro espíritu; Kay Pacha, es la
dimensión sensible de nuestra existencia, lo que se ve, se escucha y es
tangible al cuerpo físico, es el mundo del placer y del sufrimiento; Uhu
Pacha, es un mundo de tinieblas, de fuerzas poderosas e
incontrolables, no es un mundo para los humanos, es el mundo de la
fertilidad y del pálpito de la vida del planeta.

Los humanos y otros seres vivientes habitamos en el Kay Pacha.


Sin embargo, en el plano interno o espiritual, estamos expuestos a
influencias que nos llegan desde los otros dos mundos. Tenemos
además la facultad de conducir a propia voluntad el desarrollo de
nuestra interioridad en la manera normal, que es hacia el Hanaq Pacha,
o de lo contrario alejarnos de la luz, mediante al apego a alguna fuerza
del mundo subterráneo.

Existen puertas (punku) que comunican a los tres mundos.


Algunos lugares en las cumbres de ciertas montañas son puertas para
el Hanaq Pacha. De manera semejante, grutas oscuras, quebradas
pedregosas, algunas lagunas y manantiales, o lugares de fuertes
pasiones humanas, pueden ser puertas hacia el Uhu Pacha. Los
transeúntes en el camino de la vida, que por ingenuidad o interés

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material se acercan a estas Punku, han de pagar su imprudencia con la
pérdida de la libertad o de la salud.

4. Los Paq´o.

El espíritu de Wiraqocha y su mensaje para toda la humanidad,


está encarnados en los sacerdotes andinos, denominados de manera
genérica como Paq´o. Ellos guardan una jerarquía entre sí, se reunen
periódicamente en lugares alejados de los centros urbanos, y tienen
como consigna evitar que su conocimiento se extinga. Creen además
que está cerca el tiempo en que volverán a utilizar sus templos de
manera pública y sin persecuciones.

Dos escuelas separan sin antagonismos a los sacerdotes del


espíritu de Wiraqocha. Unos estan dedicados de preferencia a la Pacha
Mama, otros han entregado su vida al servicio de un Apu, quien es a su
vez de ellos, su maestro y guía.

En ambas escuelas los niveles de desarrollo espiritual son


claramente diferenciados y el paso de un nivel a otro se cumple con el
requisito de la examinación y aprobación del aspirante, por un grupo de
maestros. Los peldaños ascienden desde PampaMesayoq, hasta
AltoMesayoq y Kuraq. Existen también especialidades como la del
Hampeq, el herbolario, o la del Kukaq´awaq, quien tiene el arte de
consultar a la hoja de coca.

Tres niveles básicos marcan el camino de estos sacerdotes. El


primero es el conocimiento del poder oculto en las hierbas medicinales
y otras plantas hijas de la Pacha Mama; el segundo es el dominio de las
técnicas de concentración mental; el tercero es el control sobre todas
las formas del miedo.

La iniciación en el camino del Paq´o, tiene siempre como base la


vocación natural. En la mayoría de los casos, el aspirante ha heredado
esta vocación de un pariente cercano y conocido, puede ser de uno de
sus padres o de sus abuelos. Algunas veces un golpe del rayo confirma
o despierta la vocación dormida.

El aspirante es iniciado por un maestro y los conocimientos los


recibe mientras trabaja como su asistente. Culminada su instrucción en
el primer nivel, el maestro le obsequia una tela cuadrada denominada

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Unkuna, y le autoriza para manejar una Mesa, es decir para ser
intermediario entre los hombres y el espíritu de un Apu o de la Pacha
Mama.

Un maestro del grado de Altomesayoq ejerce las funciones de


médico en los planos físico y espiritual, no vende sus servicios de
manera comercial, por ética atiende a quien lo necesita y sólo acepta
retribuciones de acuerdo a la capacidad económica y voluntad del
paciente.

El maestro Altomesayoq mantiene una comunicación estrecha


con su Apu protector. Diversos tipos de aves, generalmente halcones,
águilas y cóndores conducen estos mensajes desde el Apu hasta el
Altomesayoq. Un maestro gana celebridad y respeto de esta manera,
de acuerdo al poder que maneja al conducir su Mesa.

5. Lo espiritual en la cultura andina.

En la cultura andina, la alegría, la salud, la fertilidad, la


generosidad, la capacidad de servicio, son indicadores de un contacto
estrecho con los espíritus de las montañas y de la pacha mama. Si
quisiéramos definir un modelo de "santidad" en esta cultura, lo más
cercano serían las cualidades de Qhapaq (señor) y Qollana (líder en la
producción).

La función que cumplen los Pak´o, es ayudar a los runa (los seres
humanos) a desarrollar en su vida las cualidades antes mencionadas.
Ellos retiran barreras psicológicas, expulsan el miedo, "llaman el
ánimo", recuperan la salud, conducen las ceremonias de
agradecimiento y solicitud que se dedican a las fuerzas espirituales de
Illa Tiqsi, de los Apu, de la Pachamama, de Tayta Inti, de Mama
Killa, de Mama Qocha, y otras entidades.

La presencia del Sol, Tayta Inti, proporciona también una visión


adecuada del sentido de la vida y de la espiritualidad. Se concibe así
que todos los seres vivientes nacen y crecen hacia la luz del sol, en la
forma de un proceso sencillo y natural. El desarrollo espiritual consiste
entonces en facilitar este proceso en uno mismo y si es posible también
en nuestros compañeros de camino.

Para los hijos del Sol, no existe el pecado como mancha


imborrable ni tampoco la enfermedad y muerte como formas de
oscuridad eterna. Estos tres fenómenos son sólo nubes pasajeras que

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engañan a los hombres. Como nubes de ilusión, ocultan la verdad de
que todo ser viviente es un ser de luz.

Wiraqocha y sus hermanos enseñaron también a orar y meditar


como un medio para limpiar la mente y alimentar el espíritu.

6. Chakana, una técnica de meditación con oración.

Chakana, es el nombre que se da a uno de los símbolos más


antiguos de la cultura andina. Este símbolo consiste en un círculo
acompañado de cuatro figuras cuadradas que van colocadas de
manera simétrica en sus bordes derecho, izquierdo, superior e inferior;
simulando el astro solar.

El símbolo Chakana aparece en los grabados Chavín, en las


estelas de piedra Tiawanaku, en la textilería Wari, en los ceramios
Nasca, en los bordados Inka. Hoy día puede verse en las vasijas
medicinales de los Paq´o del sur andino e incluso en los trajes de los
caciques Mapuche, en la región más austral de nuestra América.

En la técnica de meditación con oración que se presenta en estas


páginas, el símbolo Chakana constituye la figura central que permite
otorgar un orden a los pensamientos, en la búsqueda del contacto con
las vibraciones del Hanaq Pacha.

Generalmente se entiende la palabra "meditación" como un


esfuerzo de concentración mental sobre un objeto muy bien definido
que puede ser por ejemplo la resolución de un dilema. En cambio la
palabra "oración" tiene un contenido religioso, en tanto que se trata de
entablar un diálogo con una fuerza espiritual de carácter superior.

En la técnica Chakana proponemos una síntesis de ambas


funciones. Es por una parte, un instrumento para la revisión de nuestra
vida interior y a la vez por otra parte, un esfuerzo de comunicación y
acercamiento hacia una gran fuente de luz espiritual.

La técnica Chakana se puede practicar a cualquier hora del día


pero se conseguirá mejores resultados en horas de la madrugada y en
ayunas. En un nivel más específico, esta técnica consiste en el plano
físico, en una mezcla de respiración, relajamiento, concentración
mental y recitación; en el plano espiritual está conformada por las

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siguientes etapas: limpieza, saludo, agradecimiento, invocación y
oración.

7. Las etapas en la técnica Chakana.

La primera etapa consiste en encontrar un lugar aislado de


ruidos y de posibles interrupciones. Este lugar puede ser una habitación
cerrada mirando hacia una ventana, un lugar solitario en la orilla del
mar, o quizás en el campo frente al horizonte y el cielo abierto.

Elegido el lugar, la persona debe adoptar una posición cómoda,


sentada en el suelo sobre las piernas dobladas, de tal manera de
favorecer el relajamiento muscular y la concentración de la mente. En
esta posición realizará respiraciones lentas y profundas con el fin de
disipar los pensamientos y las preocupaciones del momento.

En la segunda etapa, el practicante saluda a las entidades


espirituales y a los lugares sagrados. Es decir saluda a Illa Tiqsi, a Tayta
Inti, a Pacha Mama, a Mama Killa, a los Apu, a las Qocha, a las Wacas
(lugares sagrados) y Paqarinas (lugares de origen de una familia).

La tercera etapa, la constituye el agradecimiento a todo lo


existente. En primer lugar a las entidades espirituales antes
mencionadas, en segundo lugar a los familiares cercanos, compañeros
de trabajo, y todos los seres vivientes del planeta; en tercer lugar a los
maestros espirituales.

El agradecimiento en estos tres niveles se efectua siguiendo el


orden jerárquico que sintetiza el símbolo de la Chakana. Esto puede
verse en los gráficos 01, 02 y 03.

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Grafico 01

Agradecimiento a entidades espirituales

1
Tayta Inti

3 Illa Tecsi 4
Mama killa Wiracocha Apu Kuna

2
Pacha Mama

Grafico 02

Agradecimiento a familiares y seres

1
Padre y madre

3 4
Hijo/a mayor Esposo/a Hijo/a menor

2
Suegro y suegra

9
Grafico 03

Agradecimiento a maestros espirituales

1
Maestro

3 Maestro 4
Maestro principal Maestro

2
Maestro

En los gráficos anteriores el lugar del centro en la figura Chakana


tiene el lugar principal, le siguen en orden de jerarquía los lugares de
arriba, abajo, izquierda y derecha, marcados con los números de 1 a 4.

La cuarta etapa se dedica a la invocación de la fuerza divina.


Esto puede hacerse con las propias palabras del practicante o
utilizando alguna oración ya establecida para estos efectos. Por
ejemplo dentro del cristianismo lo más adecuado podría ser la oración
del Padre Nuestro.

En la tradición religiosa andina, algunos documentos de la


extirpación de idolatrías mencionan que se utilizaba las siguientes
palabras : Illa Kon Tiqsi Wiraqocha Pachayachachiq, que en
español significarían : Gran Señor de la Luz Creador del Universo.

Debe tenerse muy en cuenta que la fase de la invocación se hace


después del agradecimiento. Este agradecimiento implica
reconciliación con todos los seres vivientes. El agradecimiento sincero,
aún hacia las personas que puedan habernos dañado, permite una
limpieza interior que es requisito para alojar la luz del espíritu superior
que se está invocando.

Finalmente la quinta etapa consiste en la oración personal, es


decir en el diálogo interno con Dios. Aquí presentamos nuestras
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inquietudes, ponemos al descubierto nuestra debilidad y nuestros
temores, pedimos la fuerza necesaria, afirmamos nuestra búsqueda de
la paz, la justicia, la solidaridad y el fin de la miseria.

Estas cinco etapas de la meditación con oración pueden tomar en


total de 15 a 60 minutos. Esto dependerá de la voluntad del
practicante. Al final de la práctica se efectuará un saludo a las
entidades espirituales semejante al realizado en la etapa segunda.

8. Las tres virtudes.

De poco o nada servirá la práctica de la meditación con oración,


si ella no transforma paulatinamente nuestra conducta de manera
positiva. En el mundo cultural andino tres virtudes deben sembrarse en
el huerto de nuestra vida interior. Ellas son las siguientes : Munay,
Yachay, y Llankay.

Munay, es la principal y consiste en la capacidad de dar cariño,


de saber escuchar, de sentir como propios el sufrimiento y la alegría de
otros seres vivientes. Esta virtud es equivalente a las del amor y la
compasión en la tradición cristiana.

Según el cronista Betanzos, uno de los títulos honoríficos del Inka


era el de Waccha kuyaq, que se traduce como "el que ama a los
pobres y débiles".(Citado en Murra, 1983).

Yachay, es la cualidad de sabiduría, pero entendida no como


acumulación de conocimientos, sino como la capacidad de desentrañar
los aspectos positivos de toda experiencia en cualquier circunstancia.
De ésta manera el yachaq, sabio, aprende continuamente y toda
experiencia constituye para él un alimento y motivo de reflexión.

Llankay, es la capacidad de trabajo productivo, la capacidad de


ser fecundo en obras que son útiles para fomentar la vida de todos los
seres vivientes.

En la cultura andina de poco sirve la sabiduría si no se traduce en


obras tangibles. Los agricultores más respetados socialmente son los
que dominan mejor las técnicas productivas, estos son denominados
Qollana. Los Paq´o son también agricultores y producen sus propios
alimentos. La religión está por tanto al servicio de las necesidades de la
vida cotidiana.

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9. Una cuarta virtud: la tolerancia.

Las prácticas religiosas andinas han sobrevivido a la persecución


religiosa colonial gracias al papel que han cumplido los Paq´o y gracias
a la protección de las familias campesinas. Estas prácticas han
asimilado muchos elementos del cristianismo y también quizás de otras
religiones traídas al Perú por asiáticos y africanos.

Una virtud de la religión andina es por tanto su carácter tolerante


y abierto a la influencia de otras religiones. No se concibe en el mundo
cultural andino, acciones de violencia o enemistad por motivos
religiosos.

La religión andina por su alto grado de espiritualidad, por las


virtudes que promueve, por su cualidad de tolerancia y por el hecho de
ser practicada por varios millones de personas; merece un lugar en la
cultura universal de nuestro planeta, en igual categoría que las grandes
tradiciones religiosas como son el Cristianismo, el Induísmo, el
Budismo, el Islam, y el Judaísmo.

**********************

Escrito por Carlos de la Torre.


Asociación Intip Pacha Mamaq Wawankuna.
(Hijos del Sol y de la Madre Tierra).
Sicuani, Cusco, Perú. 2,000
cde_la_torre@hotmail.com

Nota sobre el origen de este ensayo:

La versión original fue escrita en la ciudad del Qosqo, Perú, en


Diciembre de 1994, circulando a nivel de amigos. En 1998, un grupo de
hermanos de la ciudad de Huánuco, cultores de la mística andina, la
convirtieron en documento impreso para una difusión mayor. En
Febrero del 2000 se revisó en la ciudad de Sicuani, sin introducir
modificaciones sustantivas, para ser enviada vía internet.

Este ensayo recoge conocimientos recibidos principalmente de tres


maestros Paq´o. Dos de ellos fueron formados en la tradición Q´ero de
Paucartambo, Cusco: Américo Yábar, poeta místico especialista en
psicología social y maestro Kuraq; y Juan Víctor Nuñez del Prado,

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antropólogo y maestro Kuraq. Ambos fueron ayudantes (Yanapaq) de
Benito Qoriwaman, famoso Maestro de grado Kuraq Akulleq, de la
tradición Q´ero, puerta de entrada (Q`ero Punku) al espacio más
sagrado de la nación Q`ero. El tercero de mis maestros fue una joven
de origen campesino, sin estudios universitarios: María Choque
Mamani, antes empleada doméstica y curandera Hampeq, hoy
dirigente religiosa evangélica. Posee el grado de maestra
Pampamesayoq de la tradición Polobaya, de Arequipa. Ella recibió
conocimientos invalorables como ayudante de su abuela Rosalía,
maestra de grado Altomesayoq, que atendía a familias campesinas de
comunidades de Arequipa y Moquegua.

En los años siguientes a 1994, el contenido de éste ensayo se ha


reconfirmado con las enseñanzas recibidas en conversaciones y
prácticas religiosas que he compartido con otros maestros Paq´o de la
tradición Q´ero de Paucartambo: Martín Quispe, Maestro de grado
Kuraq, y Pascual Apaza y José Quispe, ambos maestros de grado
Pampamesayoq. De manera paralela he recibido enseñanzas de varios
maestros de la tradición K´ana, de la provincia de Canchis, Cusco; entre
los que destaca Asencio Noa Sasari, maestro de grado Pampamesayoq,
eficiente Hampeq y extraordinario Kukaq´awaq (intérprete de la hoja de
coca).

Lo referente a la leyenda de Wiraqocha se ha tomado del libro


Wiraqocha y Ayar: Heroes y Dioses andinos, escrito por H. Urbano
(Centro Bartolomé de las Casas. Cusco) en el cual se compendia las
diversas versiones recogidas por los cronistas europeos de los siglos
XVI y XVII.

Contactos con la Asociación Intip Pachamamaq Wawankuna.


Av. Confederación 364. Sicuani. Provincia de Canchis. Cusco. Perú.
Itdg-sicuani@terra.com.pe

Toribio Quispe Jallo.


Agrónomo. Miembro de la comunidad campesina de Hercca.
Isabel Suyo Medina.
Dirigente de organizaciones de mujeres campesinas. Miembro de la
comunidad campesina de Sunchuchumo.
Asencio Noa Sasari.
Maestro Paq´o. Hampeq. Kukaq´awaq. Miembro de la comunidad
campesina de Cuchuma.
Carlos de la Torre Postigo.
Economista, especializado en desarrollo rural y cultura campesina.

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