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·s1avoj

ZiZek

La
vigencia de
El manifiesto

comunista
nuevos cuadernos anagrama ~
Slavoj Zizek (Liubliana, 1949)
es filósofo, sociólogo, psicoanalista
y teórico cultural. Es uno de los ensayistas
más prestigiosos y leídos de la actualidad,
autor de más de cuarenta libros de
filosofía, cine y psicoanálisis. En Anagrama
ha publicado Mis chistes, mi filosofía,
La nueva lucha de clases, Problemas en
el paraíso y El coraje de la desesperanza.

La vigencia de
El manifiesto comunista
El manifiesto comunista estaba en lo cierto:
el capitalismo está entrando en su crisis
final. Pero de este proceso de colapso
y decadencia, de esta globalización perversa
salpicada de precariedad y corruptelas,
capaz de hacer resurgir las formas de
dominación personal, no parece dispuesta
a salir una sociedad mejorada y nueva.
El comunismo, afirma Zizek, no es hoy una
solución, pero sí el nombre de un problema:
el del patrimonio común amenazado de la
cultura, la naturaleza, el espacio universal
de la humanidad. Para defenderlo, no hay
que repetir a Marx: hay que repetir su
gesto fundacional de una manera nueva.
SJavoj
Zizek
La vigencia de
El manifiesto
comunista
Traducción
Damia Alou

editorial anagrama ~
Título de la edición original:
Die verspatete Aktualitat des Kommunistischen Manifests
© S. Fischer Ve rlag GmbH
El final se acerca ...
Frankfu rt, 2018

solo que no como


lo imaginábamos

Primera edición: septiembre 2018

Hay un delicioso chiste soviético de radio


Ereván: un oyente pregunta: «¿Es cierto que Ra-
binovich ha ganado un coche nuevo en la lote-
ría?», y el locutor le contesta: «En principio sí, es
cierto, solo que no ha sido un coche nuevo sino
una bicicleta vieja, y tampoco la ganó, sino que
Diseño de la colección: lookatcia.com
© De la traducción, Damiá Alou, 2018
se la robaron.» ¿No se podría decir exactamente
© Slavoj Zi:i.ek, 2018 lo mismo de El manifiesto comunista? Si le pre-
© EDITORIAL ANAGRAMA, S. A., 2018 guntáramos a radio Ereván: «¿Este texto todavía
Pedró de la Creu, 58
08034 Barcelona
tiene vigencia?», podríamos imaginar la res-
ISBN: 978-84-339-1623-5 puesta: «En principio sí, describe maravillo-
Depósito Legal: B. 20357-2018
samente la enloquecida danza de la dinámica
Printed in Spain
capitalista, que ha alcanzado su apogeo hoy en
Liberdúplex, s. L. U., ctra. BV 2249, km 7,4 - Polígo no Torrentfo ndo
08791 Sant Lloren9 d'Hortons día, más de un siglo y medio después, solo que ... »

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,..en enumera los cuatro rasgos del trabajador. En cuanto que tales, los traba-
·ene el marxismo clásico de la jadores por definición están explotados; con la
:-....~,..,nora: (1) constituye la mayoría de progresiva expansión del capitalismo, consti-
sx=a:tad; (2) produce la riqueza de la socie- tuyen una mayoría que también produce la
- 3 la forman los miembros explotados de riqueza, etc. ¿Cómo, por tanto, vamos a redefi-
sociedad; (4) sus miembros son la gente ne· nir una perspectiva revolucionaria en las con-
cesitada de la sociedad. Cuando estos cuatro diciones actuales? ¿La manera de salir de esta
rasgos se combinan, generan dos más: (5) la encrucijada consiste en la combinatoria de
clase obrera no tiene nada que perder con la re- múltiples antagonismos, en su solapamiento
volución; (6) puede y ha de participar en una potencial? Pero - por utilizar los términos de La-
transformación revolucionaria de la sociedad. 1 clau-, ¿cómo formar una «cadena de equivalen-
Ninguno de los primeros cuatro rasgos se pue- cias» a partir de los proletarios clásicos, el pre-
de aplicar a la clase trabajadora actual, y por cariado, los desempleados, los refugiados, los
ese motivo las características (5) y (6) no se grupos oprimidos sexual y étnicamente, etc.?
pueden generar. (Aun cuando algunas de esas Un buen punto de partida consiste en seguir
características sigan aplicándose a parte de la el camino marxista de siempre y desplazar el
sociedad actual, ya no están unidas en un solo foco de la política a las señales de poscapitalis-
agente: la gente necesitada de la sociedad ya mo perceptibles dentro del propio capitalismo
no son los trabajadores, etc.) Aunque esta enu- global. Y no tenemos que ir muy lejos, pues
meración es correcta, debería complementar- las figuras públicas que ejemplifican la pri-
se con una sistemática deducción teórica: para vatización de nuestro patrimonio común van
Marx, todos son consecuencia de la situación sobradas de advertencias: Elon Musk, Bill Ga-
tes, Jeff Bezos, Marl< Zucl<erberg, todos ellos
multimillonarios eón «conciencia social». Re-
l. G. A. Cohen, If You're an Egalitarian, How Come You're
So Rich?, Cambridge (Massachusetts): Harvard University presentan el capital global en su aspecto más
Press, 2000. [Ed. esp.: Si eres igualitarista, ¿cómo es que eres tan seductor y «progresista», es decir, en su aspec-
rico? Trad. de Luis Arenas Llopis y óscar Arenas Llopis. Barce·
lona: Paidós, 2001.] to más peligroso. (En un discurso pronuncia-

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do ante los graduados de Harvard en mayo que la estructura básica de dominación siga sien-
de 2017, Zuckerberg manifestó: «¡Nuestro tra- do la misma ...
bajo es crear un mundo en el que todos tengan Más importante es el aumento de lo que Je-
una motivación!» ¡Y eso lo dice un hombre que, remy Rifkin denomina «comunalismo colabo-
con Facebook, ha creado el instrumento más rador» (CC), un nuevo modo de producción e
extendido del mundo para perder el tiempo intercambio que abandona la propiedad priva-
sin motivo alguno!) Todos ellos, desde Zucker- da y el intercambio de mercado: en el ce los
berg a Gates y Musk, nos advierten de que «el individuos ponen sus productos en circula-
capitalismo tal como lo conocemos» está lle- ción de manera gratuita. Esta dimensión
gando a su fin, y defienden contramedidas emancipadora del CC debería, naturalmente,
como la renta mínima. No puedo sino recordar ubicarse en el contexto de la aparición del así
el famoso chiste judío citado por Freud: «¿Por llamado «internet de las cosas» (IoT, por sus
qué me dice que va a ir a Lemberg si en realidad siglas en inglés), combinado con otra conse-
va a ir a Lemberg?», donde la mentira asume la cuencia del desarrollo actual de las fuerzas
forma de una verdad objetiva: los dos amigos productivas, el enorme aumento de los «costes
habían establecido un código según el cual marginales cero» (cada vez hay más produc-
cuando vas a Lemberg dices que irás a Craco- tos, y no solo la información, que se pueden
via, y viceversa, y dentro de ese espacio decir reproducir sin costes adicionales). El internet
la verdad significa mentir. ¿Y no se puede de- de las cosas es la red de dispositivos físicos, ve-
cir justo lo mismo de Zuckerberg, Musk y otros hículos, edificios y otros productos provistos
falsos profetas del fin del capitalismo? Simple- de electrónica, software, sensores, actuadores
mente deberíamos replicarles: «¿Por qué nos y conectividad de la red que permite que estos
decís que el capitalismo está llegando a su fin objetos recojan E'. intercambien datos; permite
cuando el capitalismo realmente está llegando que los objetos se detecten y controlen a dis-
a su fin?» En resumidas cuentas, su versión del tancia a través de la infraestructura de la red
final del capitalismo es la versión capitalista existente, abriendo la posibilidad de una inte-
de su propio final, donde todo cambiará para gración más directa del mundo físico en los

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sistemas informáticos, cuyo resultado es una ayuda de diversas tecnologías y a continua-
mayor eficacia, exactitud y beneficio econó- ción hacen circular los datos de manera autó-
mico. Cuando el IoT incrementa sus sensores noma entre otros dispositivos. En este contex-
y actuadores, la tecnología se convierte en un to, los individuos son también «cosas», cuyos
ejemplo de la clase más general de sistemas estados y actividades se registran y se transmi-
ciber-físicos, que también comprende tecno- ten continuamente sin que ellos lo sepan. Los
logías como las redes eléctricas inteligentes, datos referentes a sus movimientos físicos, a
las casas inteligentes, el transporte inteligente sus transacciones económicas, a su salud, a sus
y las ciudades inteligentes; cada objeto se hábitos alimenticios, lo que compran y ven-
identifica mediante su sistema informático in- den, lo que leen, escuchan y miran, todo ello
serto y es capaz de interactuar con la infraes- se recoge en redes digitales que los conocen
tructura de internet existente. Se espera que la mejor que ellos mismos.
interconexión de estos dispositivos insertos La perspectiva del «internet de las cosas»
(que incluye los objetos inteligentes) intro- nos obliga a convertir ese famoso verso de Frie-
duzca la automatización en casi todos los cam- drich HOlderlin, «Pero donde hay peligro, cre-
pos, permita también aplicaciones avanzadas, ce lo que nos salva», en «Aber wo das Rettende
como la red eléctrica inteligente, y se amplíe a ist, waechst die Gefahr auch» («Donde está lo
zonas como las ciudades inteligentes. El con- que nos salva, también crece el peligro»). El
cepto de las «cosas» también se puede referir a aspecto «salvador» del IoT lo describe en deta-
una amplia variedad de dispositivos: como los lle Jeremy Rifkin, que afirma que, por primera
implantes de monitorización cardíaca, los bio- vez en la historia humana, se intuye el camino
chips transpondedores en granjas de anima- para superar el capitalismo en una tendencia
les, las presas eléctricas en las aguas costeras, real de la produc\ión y el intercambio social
los automóviles con sensores incorporados y los (el crecimiento del comunalismo cooperati-
mecanismos de análisis de ADN para monito- vo), con lo que el fin del capitalismo asoma en
rizar el medio ambiente, la comida o los agen- el horizonte. La hipótesis más burda del marxis-
tes patógenos, que reúnen datos útiles con mo parece reivindicada: el desarrollo de nuevas

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fuerzas productivas hace que las relaciones ca- sociedad), Marx no concibió la posibilidad de la
pitalistas se vuelvan obsoletas. La ironía defini- p rivatización del propio «intelecto general», es
tiva es que, mientras que los comunistas actua- decir, lo que hay en el fondo de la lucha por la
les son los mejores gestores del capitalismo «propiedad intelectual». Aquí tiene razón Ne-
(China, Vietnam), los países capitalistas desa- gri: dentro de este marco, la explotación, en el
rrollados van más en la dirección del comuna- sentido marxista clásico, ya no es posible, y por
lismo cooperativo o colaborador como manera eso hay que imponerla cada vez más mediante
de superar el capitalismo. medidas legales directas, es decir, mediante la
Solo que ello da lugar a nuevos peligros, fuerza no económica. Por eso hoy en día la ex-
aun cuando eliminemos falsas preocupacio- plotación asume cada vez más la forma de la
nes como la idea de que el IoT incrementará el renta: tal como lo expresa Carlo Vercellone, el
desempleo (¿no es esta «amenaza» una buena capitalismo posindustrial se caracteriza por que
razón para reorganizar la producción de ma- «el beneficio se transforma en renta». 2 Y por ello
nera que los obreros trabajen mucho menos? En se precisa una autoridad directa: para imponer
pocas palabras, ¿no es este «problema» su pro- las condiciones legales (arbitrarias) para extraer
pia solución? En el aspecto concreto de la or- la renta, condiciones que ya no son «espontá-
ganización social, la amenaza es la tendencia neamente» generadas por el mercado. Quizá re-
claramente perceptible del Estado y el sector side ahí la «Contradicción» fundamental del
privado a recuperar el control del patrimonio capitalismo «posmoderno» actual: mientras que
común cooperativo: los contactos personales su lógica es desreguladora, «antiestatal», nóma-
los privatizó Facebook, el software, Microsoft, da/desterritorializadora, etc., su tendencia cla-
la búsqueda por internet, Google ... Para com- ve del «beneficio transformado en renta» apun-
prender estas nuevas formas de privatización,
deberíamos transformar de manera crítica el 2. Véase Capitalismo cognitivo, editado por Cario Verce-
ll?~e .Roma: manifestolibri, 2006. [Ed. esp.: Capitalismo cog-
aparato conceptual de Marx: al no haber pres-
nztzvo. Trad. de Emmanuel Rodríguez López, Beñat Balza y
tado atención a la dimensión social del «inte- Antonio García Pérez-Cejuela. Madrid: Traficantes de Sueños,
lecto general» (la inteligencia colectiva de una 2004.]

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ta a un fortalecimiento del papel del Estado, duetos que vende Microsoft (incluso se puede
cuya función (no solo) reguladora es cada vez argumentar que Microsoft paga a sus trabaja-
más omnipresente. La desterritorialización di- dores intelectuales un salario relativamente
námica coexiste con y se basa en intervenciones alto); es decir, que la riqueza de Gates no es el
cada vez más autoritarias del Estado y de sus resultado de su éxito a la hora de producir un
aparatos legales y demás. Lo que se percibe en el buen software a un precio más bajo que sus
horizonte de nuestro devenir histórico es, por competidores, ni a la hora de imponer una «ex-
tanto, una sociedad en la que el libertarisrno plotación» mayor a sus trabajadores intelec-
personal y el hedonismo coexisten con (y se tuales contratados. Si fuera ese el caso, Micro-
mantienen gracias a) una compleja red de me- soft habría quebrado hace mucho tiempo: la
canismos estatales reguladores. Lejos de desa- gente habría escogido de manera masiva pro-
parecer, el Estado actual se refuerza. gramas corno Linux, que son gratis y, según los
Cuando, debido al papel fundamental del expertos, de mejor calidad que los programas
«intelecto general» (el conocimiento y la coo- de Microsoft. ¿Por qué, pues, millones de per-
peración social) en la creación de riqueza, esta sonas siguen comprando Microsoft? Porque
adquiere formas cada vez más «desproporcio- Microsoft se ha impuesto corno un estándar
nadas por lo que se refiere al tiempo de trabajo casi universal, monopolizando (casi) el merca-
directo gastado en su producción», el resulta- do, una especie de encarnación directa del «in-
do no es, tal corno al parecer esperaba Marx, la telecto general». Gates se convirtió en el hom-
autodisolución del capitalismo, sino la trans- bre más rico del mundo hace un par de décadas
formación relativa y gradual del beneficio ge- al apropiarse de la renta que generó al permitir
nerado por la explotación del trabajo en una que millones de trabajadores intelectuales
renta de la que se apropia la privatización del participaran en la nueva forma de «intelecto
«intelecto general». Tornemos el caso de Bill general» que privatizó y controla. ¿Es cierto,
Gates: ¿cómo se convirtió en el hombre más entonces, que los trabajadores intelectuales de
rico del mundo? Su riqueza no tiene nada que hoy en día ya no están separados de las condi-
ver con los costes de producción de los pro- ciones objetivas de su trabajo (poseen su pro-

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pio PC, etc.), que es tal como Marx describe la
«alienación» capitalista? Sí, aunque en esencia ¿Cuáles son los
no: están separados del campo social de su tra-
bajo, de un «intelecto general» en el que no fantasmas que nos
interviene el capital privado.
acechan hoy en día?

Todas estas paradojas del capitalismo global


contemporáneo nos obligan a afrontar de una
manera nueva la antigua cuestión de la espec-
tralidad, de los fantasmas que acechan nuestra
situación histórica única. El fantasma más fa-
moso que estuvo rondando durante los últimos
ciento cincuenta años no fue un fantasma del
pasado, sino el espectro del futuro (revolucio-
nario): naturalmente, el de la primera frase de
El manifiesto comunista. La reacción automáti-
ca del lector liberal ilustrado actual al Manifies-
to es: ¿no se equivocó ese texto en tantos ejem-
plos empíricos, con relación a la imagen que nos
da de la situación social, y también acerca de la

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perspectiva revolucionaria que sostiene y pro- la burguesía se caracteriza y distingue de to-
paga? ¿Ha existido alguna vez un manifiesto das las demás por el constante y agitado des-
político más claramente desmentido por la rea- plazamiento de la producción, por la conmo-
lidad histórica posterior? ¿No es el Manifiesto, ción ininterrumpida de todas las relaciones
en el mejor de los casos, la exagerada extrapo- sociales, por una inquietud y una dinámica
lación de ciertas tendencias perceptibles en el incesantes. Las relaciones inconmovibles y
siglo XIX? Aproximémonos al Manifiesto desde mohosas del pasado, con todo su séquito de
la perspectiva opuesta: ¿dónde vivimos HOY, en ideas y creencias viejas y venerables, se de-
nuestra sociedad global «pos ... » (posmoderna, rrumban, y las nuevas envejecen antes de
posindustrial)? El eslogan que se impone cada echar raíces. Todo lo que se creía permanente
vez más es el de la «globalización»: la imposi- y perenne se esfuma, lo santo es profanado, y,
ción brutal del mercado mundial unificado, al fin, el hombre se ve constreñido, por la
que amenaza todas las tradiciones étnicas y lo- fuerza de las cosas, a contemplar con mirada
cales, entre ellas la mismísima forma del Estado fría su vida y sus relaciones con los demás.
nación. Y por lo que se refiere a esta situación, La necesidad de encontrar mercados espo-
¿no es más vigente que nunca la descripción del lea a la burguesía de una punta a otra del pla-
impacto social de la burguesía que encontra- neta. Por todas partes anida, en todas partes
mos en el Manifiesto? construye, por doquier establece relaciones.
La burguesía, al explotar el mercado mun-
La burguesía no puede existir si no es revo- dial, da a la producción y al consumo de todos
lucionando incesantemente los instrumentos los países un sello cosmopolita. Entre los la-
de producción, que tanto vale decir el sistema mentos de los reaccionarios, destruye los ci-
todo de producción, y con él todo el régimen mientos nacionales de la industria. Las viejas
social. Lo contrario de cuantas clases sociales industrias nacionales se desmoronan, arrolla-
la precedieron, que tenían todas por condi- das por otras nuevas, cuya instauración es un
ción primaria de vida la intangibilidad del problema vital para todas las naciones civili-
régimen de producción vigente. La época de zadas; por industrias que ya no transforman

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como antes las materias primas del país, sino Hollywood invade las partes más remotas del
las traídas de los climas más lejanos, y cuyos globo ... Además, ¿no se puede decir lo mismo
productos encuentran salida no solo dentro de todas las formas de identidad étnica y se-
de las fronteras, sino en todas las partes del xual? ¿No deberíamos complementar la des-
mundo. Brotan necesidades nuevas que ya no cripción de Marx en este sentido, añadiendo
pueden satisfacer, como en otro tiempo, los que también, desde el punto de vista sexual,
frutos del país, sino que ahora se precisan pro- «las limitaciones y peculiaridades del carácter
ductos de tierras remotas. Ya no reina aquel nacional van pasando a segundo plano», que
mercado local y nacional que se bastaba a sí también, cuando hablamos de prácticas se-
mismo y donde no entraba nada de fuera; aho- xuales, «todo lo que se creía permanente y pe-
ra, la red del comercio es universal y en ella renne se esfuma, lo santo es profanado», de
entran, unidas por vínculos de interdependen- manera que el capitalismo tiende a reempla-
cia, todas las naciones. Y lo que acontece con la zar la heterosexualidad normativa estándar
producción material, acontece también con por una proliferación de identidades y orien-
la del espíritu. Los productos espirituales de las taciones inestables y cambiantes? La celebra-
diferentes naciones vienen a formar un acervo ción actual de las «minorías» y los «margina-
común. Las limitaciones y peculiaridades del les» ES la postura mayoritaria predominante, e
carácter nacional van pasando a segundo pla- incluso la derecha alternativa que se queja del
no, y las literaturas locales y nacionales con- terror de la Corrección Política liberal se pre-
fluyen todas en una literatura universal. 3 senta como protectora de una minoría en peli-
gro. O fijémonos en esos críticos del patriarca-
¿No es esto, más que nunca, nuestra reali- do que lo atacan como si fuera todavía una
dad actual? Los coches Toyota se fabrican en posición hegemónica, ignorando lo que Marx
un 60 % en los Estados Unidos, la cultura de y Engels escribieron hace más de ciento cin-
cuenta años en el primer capítulo de El mani-
3. El manifiesto comunista. https://www.marxists.org/es
fiesto comunista: «La burguesía, dondequiera
panol/m-e/1840s/48-manif.htm que se instauró, echó por tierra todas las insti-

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tuciones feudales, patriarcales e idílicas.»4 Algo permitirnos eludir el impasse de la permisivi-
que siguen ignorando los teóricos culturales dad hedonista, que es realmente hegemónica.
izquierdistas que centran su crítica en la ideo- El propio Marx de vez en cuando subesti-
logía Y la práctica patriarcales. ¿No ha llegado maba esa capacidad del universo capitalista
el momento de comenzar a preguntarse por de incorporar la pulsión transgresora que pa-
qué la crítica del «falocentrismo» patriarcal, recía amenazarlo; en su análisis de la Guerra
etc., se convirtió en el objetivo principal en el de Secesión que se libraba en aquel momento,
mismísimo momento histórico -el nuestro- en afirmó que, puesto que la industria textil in-
que el patriarca perdió definitivamente su pa- glesa, la columna vertebral del sistema indus-
pel hegemónico, cuando quedó progresiva- trial, no podía sobrevivir sin el suministro de
mente eliminado por el individualismo de algodón barato del Sur de los Estados Unidos,
mercado de los Derechos? ¿En qué quedan los algo que solo era posible gracias a la esclavi-
valores familiares patriarcales cuando un niño tud, Inglaterra se vería obligada a intervenir
tiene la opción de demandar a sus padres por directamente para impedir la abolición. Así
abandono y abuso, es decir, cuando la propia que, en efecto, este dinamismo global descrito
familia Yla paternidad se ven reducidas de iure por Marx que hace que todas las cosas que se
a un contrato temporal y disoluble entre indi- creían perennes y permanentes se esfumen es
viduos independientes? (Y, por cierto, Freud nuestra realidad, a condición de que no olvi-
no era menos consciente de ello: para él, el de- demos completar esta imagen del Manifiesto
clive del modo edípico de socialización era la con su opuesto dialéctico inherente, la «espiri-
condición histórica de la expansión del psi- tualización» del mismísimo proceso material
coanálisis.) En otras palabras, la afirmación de producción. Mientras que el capitalismo
crítica de que la ideología patriarcal sigue sien- suspende el poder de los viejos fantasmas de la
do la ideología hegemónica actual ES la ideolo- tradición, genera sus propios fantasmas mons-
gía hegemónica actual: su función consiste en truosos. Es decir, que el capitalismo entraña la
secularización radical de la vida social, y de
4. Op. cit. manera implacable arranca toda aureola de lo

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que es auténticamente noble, sagrado, hono- advertencia de que, si queremos cambiarlo (de-
rable, etc.: masiado), lo único que nos espera es un horror
. totalitario. Cualquier idea de otro mundo se re-
Echó el jarro de agua helada de sus cálcu- chaza como ideología. Alain Badiou lo expresa
los egoístas por encima del santo temor de de una manera maravillosa y precisa: la función
Dios, de la devoción mística y piadosa, del ar- principal de la censura ideológica actual no es
dor caballeresco y la tímida melancolía del aplastar la resistencia -pues de eso se ocupan
buen burgués. Enterró la dignidad personal los aparatos represivos del Estado- , sino aplas-
bajo el dinero y redujo todas aquellas innu- tar la esperanza, denunciar de inmediato que el
merables libertades escrituradas y bien ad- final de cualquier proyecto crítico es algo pare-
quiridas a una única libertad: la libertad ili- cido al gulag. Eso es lo que Tony Blair tenía en
mitada de comerciar. Sustituyó, para decirlo mente cuando hace poco preguntó: «¿Es posible
de una vez, un régimen de explotación velado definir una política que sea lo que yo denomi-
por los cendales de las ilusiones políticas y re- no posideológica?» 6 En su modo tradicional, la
ligiosas por un régimen franco, descarado, di- ideología gira en torno a la conocida expresión:
recto, escueto, de explotación. 5 «¡Has de ser tonto para no darte cuenta!» Has de
ser tonto para no darte cuenta ... ¿de qué? Del
En este punto llegamos a la ironía suprema elemento ideológico suplementario que da sen-
de cómo funciona la ideología en la actualidad: tido a una situación confusa. En el antisemi-
se presenta precisamente como su opuesto, tismo, por ejemplo, has de ser tonto para no dar-
como una crítica radical de las utopías ideológi- te cuenta de que «el judío» es el agente secreto
cas. La ideología predominante actual no es una que maneja los hilos entre bambalinas y contro-
visión positiva de algún futuro utópico, sino la la vida social. Hoy en día, sin embargo, en su
una cínica resignación, una aceptación de cómo funcionamiento predominantemente cínico, la
es «el mundo en realidad», acompañada de la
6. Citado de http://www.newyorker.com/culture/per
S. Op. cit. sons-of-interest/the-return-of-tony-blair

26 27
_.

propia ideología imperante TINA (la siglas en Has con que se han encontrado ya hechas, como
inglés de «No hay alternativa») afirma que «has las engendradas por su propia acción. Estas
de ser tonto para no ver» ... ¿qué? Que el cambio premisas pueden comprobarse, consiguiente-
radical no tiene ninguna esperanza. mente, por la vía puramente empírica (. .. ). Po-
Sin embargo, la lección fundamental de la demos distinguir a los hombres de los anima-
«crítica de la economía política» elaborada por les por la conciencia, por la religión o por lo que
el Marx maduro años después del Manifiesto es se quiera. Pero los hombres mismos comienzan
que la reducción de todas las quimeras celestia- a ver la diferencia entre ellos y los animales tan
les a la brutal realidad económica genera su pro- pronto comienzan a producir sus medios de
pio fantasma: ahí reside la «ruptura epistemoló- vida, paso este que se halla condicionado por su
gica» de Marx, que comienza con los manuscritos organización corpórea. Al producir sus medios
Grundrisse y encuentra su expresión definitiva de vida, el hombre produce indirectamente su
en El capital. Comparemos el punto de partida propia vida material. 7
de El capital con la presentación más detallada
que hace Marx de su concepción anterior en la Este enfoque materialista, por tanto, se opo-
primera parte de La ideología alemana (escrita ne de manera agresiva a la mistificación idea-
en el periodo al que pertenece el Manifiesto). En lista:
lo que se presenta como una referencia directa
evidente al «proceso de la vida real» en oposi- Totalmente al contrario de lo que ocurre
ción a las fantasmagorías ideológicas, la ideolo- en la filosofía alemana, que desciende del cie-
gía ahistórica impera en su estado más puro: lo sobre la tierra, aquí se asciende de la tierra
al cielo. Es decir, no se parte de lo que los
Las premisas de que partimos no son arbi- hombres dicen, se representan o se imaginan,
trarias, no son dogmas, sino premisas reales, ni tampoco del hombre predicado, pensado,
de las que solo es posible abstraerse en la ima-
ginación. Son los individuos reales, su acción y
7. http://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/feuerbach/
sus condiciones materiales de vida, tanto aque- 1.htm

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representado o imaginado, para llegar, arran- da con el estudio de la vida real es como la mas-
cando de aquí, al hombre de carne y hueso; se turbación comparada con el acto sexual... Sin
parte del hombre que realmente actúa y, embargo, aquí comienzan los problemas: lo que
arrancando de su proceso de vida real, se ex- Marx descubrió con su problemática del «feti-
pone también el desarrollo de los reflejos chismo de la mercancía» es una fantasmagoría/
ideológicos y de los ecos de este proceso de ilusión que no se puede rechazar simplemente
vida. También las formaciones nebulosas que como una reflexión secundaria, porque resulta
se condensan en el cerebro de los hombres operativa en el mismísimo núcleo del «proce-
son sublimaciones necesarias de su proceso so de producción real». Observemos el inicio
material de vida, proceso empíricamente re- del subcapítulo sobre el fetichismo de la mer-
gistrable y ligado a condiciones materiales. La cancía en El capital:
moral, la religión, la metafísica y cualquier
otra ideología y las formas de conciencia que A primera vista, una mercancía parece ser
a ellos correspondan pierden, así, la aparien- una cosa trivial, de comprensión inmediata.
cia de su propia sustantividad. No tienen su Su análisis demuestra que es un objeto ende-
propia historia ni su propio desarrollo, sino moniado, rico en sutilezas metafísicas y reti-
que los hombres que desarrollan su produc- cencias teológicas. 9
ción material y su trato material cambian
también, al cambiar esta realidad, su pensa- Marx no afirma, a la manera habitual «mar-
miento y los productos de su pensamiento. xista» de La ideología alemana, que el análisis
No es la conciencia la que determina la vida, crítico deba demostrar cómo la mercancía - lo
sino la vida la que determina la conciencia.ª que parece una entidad teológica misteriosa-
surgió del proceso de la vida real «ordinaria»;
Esta actitud culmina en una comparación afirma, por el contrario, que la tarea del análisis
hilarantemente agresiva: la filosofía compara- crítico consiste en desentrañar «las sutilezas

8. Op. cit. 9. http://webs.ucm.es/info/bas/es/marx-eng/capitall/1.htm

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metafísicas y reticencias teológicas» en lo que
a primera vista parece tan solo un objeto co- El capital ficticio
rriente. El fetichismo de la mercancía (nuestra
creencia de que las mercancías son objetos má- y el retorno a
gicos dotados de un poder metafísico inheren-
te) no está en nuestra mente, en la manera en la dominación
que percibimos (erróneamente) la realidad,
sino en nuestra propia realidad social. (Obsér- personal
vese también la estricta analogía con la idea de
Lacan de la fantasía como algo constitutivo
de todo acto sexual «real»: para Lacan, nuestro
acto sexual «normal» ES precisamente un acto
de «masturbación con una pareja real»; es de-
cir, que en él no nos relacionamos con el Otro Es esta dimensión espectral subestimada
real, sino con el Otro reducido a una fanta- por el propio Marx lo que nos permite explicar
sía-objeto: deseamos al Otro en la medida en el impasse histórico del marxismo: su error no
que encaja en las coordenadas de la fantasía que fue solo contar con la perspectiva de la crisis
estructuran nuestro deseo.) Por tanto, aquí se final del capitalismo, sino que tampoco com-
cierra el círculo: si Marx comenzó con la pre- prendió que el capitalismo salía reforzado de
misa de que la crítica de la religión es el princi- cada crisis. En el corpus clásico del marxismo
pio de toda crítica, y luego pasó a la crítica de encontramos un error mucho más trágico, des-
la filosofía, del Estado, etc., para acabar con la crito de manera precisa por Wolfgang Streeck:
crítica de la economía política, esta última le el marxismo tenía razón al hablar de la «crisis
llevó de nuevo al punto de partida, al momento final» del capitalismo, es evidente que hoy en
«religioso»-metafísico que actúa en el mismísi- día estamos entrando en ella, pero esa crisis
mo centro de la actividad económica más «te- no es más que eso, un proceso prolongado de
rrenal». decadencia y desintegración, sin ninguna fácil

32 33
Aujhebung hegeliana: no existe ningún agente Estados Unidos y la Unión Europea es que in-
que vaya a darle a esta decadencia un sesgo po- mensas entradas de dinero no consiguen ge-
sitivo para transformarla en el paso a un nivel nerar producción, pues en su mayor parte de-
superior de organización social: saparecen en las operaciones de capital ficticio.
Por eso deberíamos rechazar la interpretación
Es un prejuicio marxista (o en realidad: liberal estándar de Hayek de la proliferación
moderno) que el capitalismo como época his- de la deuda (los costes del Estado del bienes-
tórica solo terminará cuando una sociedad tar): los datos muestran claramente que el
nueva y mejor esté lista, y un sujeto revolucio- grueso de la deuda sirve para alimentar el ca-
nario preparado para ponerla en marcha en pital financiero y sus beneficios. Siguiendo
pro del progreso de la humanidad. Esta idea este mismo argumento, Rebecca Carson 11 ex-
implica un grado de control político sobre plica cómo la financiarización del capital
nuestro destino común que no podemos ni si- (donde casi todo el beneficio se genera en
quiera soñar tras la destrucción, en la revolu- M-M', sin el desvío a través de la valorización
ción neoliberal global, de la acción colectiva y, de la fuerza de trabajo que produce la plusva-
desde luego, de la esperanza de recuperarla. 10 lía) paradójicamente conduce al retorno de las
relaciones de dominación directas y persona-
Streeck enumera distintos signos de esta les; paradójicamente, puesto que (tal como re-
decadencia: menor tasa de beneficios, aumen- calcó Marx) M-M' es el capital en su idea más
to de la corrupción y la violencia, financiariza- impersonal y abstracta. Resulta fundamental
ción (beneficios procedentes de acuerdos fi- comprender el vínculo entre tres elementos: el
nancieros parásitos de la producción de valor). capital ficticio, la dominación personal y la re-
La paradoja de la política económica de los producción social (de la fuerza de trabajo). Las
especulaciones financieras tienen lugar antes
10. Wolfgang Streeck, ¿Cómo terminará el capitalismo?
Ensayos sobre un sistema en decadencia . Trad. de José Amora-
to, Álvaro García-Hormaechea, Juanmari Madariaga y Ethel 11. Véase Rebecca Carson, «Fictitious Capital, Personal
Odriozola. Madrid: Traficantes de Sueños, 2017. Power and Social Reproduction» (manuscrito, 2017).

34 35
del hecho (de la valorización): en su mayor primer plano mediante la suspensión de la
parte consisten en operaciones de crédito e in- valorización con el capital ficticio no significa
versiones especulativas en las que sin embar- que las formas abstractas de dominación no
go no se invierte ningún dinero en producción; estén presentes.u
el crédito significa deuda, y por tanto el sujeto
o titular de esta operación (no solo individuos, Podría parecer que la dinámica de poder
sino bancos e instituciones que manejan dine- que entraña el capital ficticio no es una dicoto-
ro) no participan en el proceso como someti- mía directa entre agentes: mientras que el do-
dos tan solo a la forma del valor, sino que son minio personal por definición se da al nivel de
acreedores y deudores, con lo que también es- la interacción directa, los deudores no suelen
tán sometidos a otra forma de relación de po- ser individuos, sino bancos o fondos de alto
der que no se basa en la dominación abstracta riesgo que especulan sobre la producción futu-
de la mercantilización: ra. Y, de hecho, ¿acaso las operaciones de capi-
tal ficticio no se hacen cada vez más sin ningu-
De ahí que la especial relación de poder na intervención directa, es decir, a través de
que entrañan las operaciones de crédito po- ordenadores que simplemente siguen su pro-
sea una dimensión personal de dependencia grama? No obstante, estas operaciones de al-
(crédito-deuda) que se diferencia de la domi- guna manera han de retraducirse en relacio-
nación abstracta. Esta relación de poder per- nes personales, y AHÍ es donde la abstracción
sonal, sin embargo, nace del mismísimo pro- surge como dominación personal.
ceso de intercambio que Marx describe de Aquellos que no están sometidos a la mer-
manera abstracta como algo completamente cantilización directa, sino que juegan un papel
impersonal y formal, puesto que las relaciones fundamental en la reproducción de la fuerza
sociales de las operaciones de crédito se cons- de trabajo, también se ven afectados por lacre-
truyen sobre las relaciones sociales de la for- ciente dependencia de la valorización futura
ma del valor. Por tanto, el hecho de que las
formas personales de dependencia pasen a 12. Citado de Carson, op. cit.

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36
que supuestamente tendrá lugar gracias a la de lo opuesto: cuando se nos priva de asistencia
circulación de capital ficticio: el capital ficti- sanitaria universal y se nos dice que eso supone
cio se mantiene gracias a la expectativa de que una nueva libertad de elección (la de elegir
la valorización ocurrirá en el futuro, de mane- quién nos proporciona esa asistencia); cuando
ra que la reproducción de la fuerza de trabajo ya no podemos confiar en tener un empleo a
se ve presionada, por lo que los que no traba- largo plazo y nos vemos obligados a buscar un
jan ahora estarán dispuestos a trabajar en el nuevo trabajo precario cada par de años, se nos
futuro. Por eso el tema de la educación (en su dice que se nos brinda la oportunidad de rein-
versión productivo-tecnócrata: prepararse ventarnos y descubrir nuevos potenciales crea-
para el mercado de trabajo competitivo) es tan tivos inesperados y ocultos en nuestra perso-
importante hoy en día, y está también interre- nalidad; cuando tenemos que pagar por la
lacionado con la deuda (un estudiante se en- educación de nuestros hijos, se nos dice que
deuda para pagar su educación, y se espera nos hemos convertido en «emprendedores del
que pague esa deuda a través de la automer- yo», que actuamos como capitalistas que tie-
cantilización, es decir, cuando el estudiante nen que elegir libremente cómo invertir los re-
endeudado consiga un trabajo). La educación cursos que poseen (o que han pedido presta-
es también uno de los temas principales a la dos) en educación, salud, viajes. Bombardeados
hora de abordar el tema de los refugiados: constantemente por «elecciones libres» impues-
cómo convertirlos en una fuerza laboral útil. tas, obligados a tomar decisiones para las que ni
Puesto que en nuestra sociedad la libre elec- siquiera estamos debidamente cualificados (y
ción se eleva a valor supremo, el control y do- sobre las que tampoco poseemos suficiente in-
minación social ya no pueden aparecer como formación), cada vez más experimentamos
algo que coarta la libertad de cada uno: tienen nuestra libertad como lo que es en realidad:
que presentarse (y preservarse) como la mismí- una carga que nos priva de una auténtica posi-
sima experiencia de los individuos en cuanto bilidad de cambio. La sociedad burguesa por
que seres libres. Existe una multitud de ejem- lo general borra las castas y otras jerarquías, y
plos de cómo la no-libertad aparece disfrazada todos los individuos se convierten en iguales

38 39
en cuanto que sujetos del mercado divididos
solo por la diferencia de clases, aunque el capi-
Los límites de
talismo tardío actual, con su ideología «espontá-
nea», se esfuerza por borrar la propia división de
la verwertung
clases proclamando que todos somos «empren-
dedores de nosotros mismos», y que la diferen-
cia entre nosotros es meramente cuantitativa
(un gran capitalista pide prestados centenares
de millones para invertir, un pobre trabajador
pide prestados un par de miles para mejorar su
educación). Como era de esperar, el resultado
es que surgen otras divisiones y jerarquías: ex-
pertos y no-expertos, ciudadanos de pleno de-
recho y excluidos, minorías religiosas, sexuales Todas estas complicaciones nos obligan a
y de otros tipos. Todos los grupos todavía no in- repensar la así llamada «teoría del valor-traba-
cluidos en el proceso de valorización, contan- jo», que de ninguna manera debería interpre-
do los refugiados y los ciudadanos de «estados tarse como que hay que descartar el intercam-
paria», se ven progresivamente inmersos en for- bio, ni su papel en la formación de valor, como
mas de dominación personal, desde la organi- una mera apariencia que empaña el hecho cla-
zación de campos de refugiados hasta el control ve de que el trabajo es el origen del valor. Más
judicial de los que se consideran delincuentes bien deberíamos concebir la aparición del va-
en potencia: una dominación que suele adoptar lor como un proceso de mediación por el cual
un rostro humano (como los servicios sociales, el valor «se desprende» de su uso: el valor es el
que pretenden facilitar la «integración» de los excedente por encima del valor de uso. El equi-
refugiados en nuestra sociedad). valente general de los valores de uso tenía que
verse privado del valor de uso, tenía que fun-
cionar como una pura potencialidad del valor

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40
de uso. La esencia es la apariencia como apa- valor: conciben el valor como algo inmanente
riencia: el valor es el valor de intercambio en a la mercancía, como una de sus propiedades,
cuanto que valor-de-intercambio, o, tal como con lo que naturalizan su «Objetividad espec-
lo expresó Marx en una versión manuscrita de tral», que es el aspecto f etichizado de su carác-
los cambios a la primera edición de El capital: ter social.
No se trata de meras sutilezas teóricas, pues
La reducción de diferentes trabajos priva- la determinación precisa de la posición del di-
dos concretos a esta abstracción (Abstrak - nero posee consecuencias económico-políticas
tum) del mismo trabajo humano se lleva a cruciales. Si consideramos el dinero una forma
cabo solo a través del intercambio que de he- secundaria de expresión del valor que existe
cho postula los productos de diferentes traba- «en sí mismo» en una mercancía anterior a su
jos como iguales entre sí.13 expresión - es decir, si el dinero es para noso-
tros un mero recurso secundario, un medio
En otras palabras, el «trabajo abstracto» es práctico que facilita el intercambio-, entonces
una relación de valor que se constituye solo en se abre la puerta a la ilusión, a la que sucumbie-
el intercambio; no es la propiedad sustancial ron los seguidores izquierdistas de Ricardo, de
de una mercancía independientemente de sus que sería posible sustituir el dinero por simples
relaciones con otras mercancías. Para los mar- billetes que designasen la cantidad de trabajo
xistas ortodoxos, dicha idea «relacional» del que ha llevado a cabo su portador y le dieran el
valor ya es un compromiso con la economía derecho a la parte correspondiente de produc-
política «burguesa», que rechazan como «teo- to social, como si, por medio de este «dinero
ría monetaria del valor»; no obstante, la para- trabajo» directo, se pudiera evitar todo el «feti-
doja es que estos mismos «marxistas ortodo- chismo» y asegurarse de que cada trabajador
xos» acaban volviendo a la idea «burguesa» del cobrase su «valor completo». Lo que quiere se-
ñalar Marx con su análisis es que este proyecto
ignora las determinaciones formales del dine-
13. MEGA (Marx-Engels-Gesamtausgabe), Abteilung II,
Band 6, Berlín: Dietz Verlag, 1976, p. 41. ro que hacen que el fetichismo sea un efecto

42 43
necesario. En otras palabras, cuando Marx defi- nada con la naturaleza»: en su intento de ser
ne el valor de intercambio como el modo de «justos» y eliminar o al menos limitar la explo-
aparición del valor, deberíamos movilizar todo tación, dichos intentos tan solo refuerzan una
el peso hegeliano de la oposición entre esencia mercantilización general y más intensa. Aun-
y apariencia: la esencia existe solo en la medida que intentan ser «justos» desde la perspectiva
en que aparece, su apariencia no es preexisten- del contenido (lo que cuenta como valor) no
te. Del mismo modo, el valor de una mercancía consiguen problematizar la mismísimaforma
no es una propiedad sustancial intrínseca que de la mercantilización, y tiene razón Harvey al
existe de manera independiente de su aspecto proponer que abordemos el valor en tensión
en el intercambio. dialéctica con el no-valor, es decir, que reivin-
Por eso deberíamos abandonar los inten- diquemos y expandamos esferas que no es-
tos de ampliar el valor a fin de que todos los tén atrapadas en la producción de valor (de
tipos de trabajo se reconozcan como fuente de mercado, como el trabajo doméstico o el tra-
valor: recordemos la gran exigencia feminista bajo científico y cultural «gratuito») en su pa-
de los setenta de legalizar el trabajo doméstico pel fundamental. La producción de valor solo
(desde cocinar y mantener la casa a cuidar de puede prosperar si incorpora su negación in-
los niños) como producción de valor, o algu- manente, el trabajo creativo que no genera va-
nas exigencias ecocapitalistas contemporáneas lor (de mercado) y que por definición es pará-
de integrar los «regalos gratuitos de la natura- sito de ese valor. De manera que en lugar de
leza» en la producción de valor (intentando mercantilizar excepciones e incluirlas en el
determinar los costes del agua, el aire, los bos- proceso de valorización, deberíamos dejarlas
ques y otras propiedades comunes). Todas es- aparte y destruir el marco que hace que su po-
tas propuestas «no son más que un sofisticado sición sea inferior con respecto a la valoriza-
ecoblanqueo y mercantilización de un espacio ción. El problema del capital ficticio no es que
desde el cual se puede llevar a cabo un feroz sea una valorización exterior, sino que sigue
ataque a la hegemonía del modo de produc- siendo parásito de la ficción de una valoriza-
ción capitalista y su (y nuestra) relación alie- ción futura.

44 45
Otro desafío a la economía de mercado pro- gital virtual... Es solo a través de esta «desma-
cede de la generalizada virtualización del di- terialización» que la famosa vieja tesis de Marx
nero, que nos obliga a reformular por comple- de El manifiesto comunista según la cual, en el
to el tema marxista de la «cosificación» y el capitalismo, «todo lo que se creía permanente
«fetichismo de la mercancía», en la medida en y perenne se esfuma» adquiere un sentido mu-
que esta cuestión sigue basándose en la idea cho mas literal que el que Marx tenía en men-
del fetiche como un objeto sólido cuya presen- te, cuando no solo nuestra realidad social y
cia estable enturbia su mediación social. De material se ve dominada por el movimiento
manera paradójica, el fetichismo alcanza su espectral/especulativo del Capital, sino que la
punto culminante justo cuando el propio feti- propia realidad se ve progresivamente «espec-
che se «desmaterializa», se convierte en una tralizada» (el «Yo Proteico» sustituye al viejo
entidad virtual «inmaterial» y fluida; el fetichis- Sujeto idéntico a sí mismo, y la elusiva fluidez
mo del dinero culminará con el paso a su for- de sus experiencias sustituye la estabilidad de
ma electrónica, cuando desaparezcan los últi- los objetos poseídos); en resumidas cuentas,
mos vestigios de su materialidad. El dinero cuando la relación habitual entre los objetos
electrónico es la tercera forma, después del di- materiales y firmes y las ideas fluidas se invier-
nero «real», que encarna directamente su valor te (los objetos se disuelven progresivamente
(oro, plata), y el papel moneda, que a pesar de en experiencias fluidas, mientras que lo único
ser un «mero signo» carente de valor intrínse- estable son las obligaciones simbólicas virtua-
co todavía se aferra a su existencia material. les): solo en este punto cobra plena realidad lo
Y es solo en esta fase, cuando el dinero se con- que Derrida denominó el aspecto espectral del
vierte en un punto de referencia puramente capitalismo.
virtual, cuando al fin asume la forma de una No obstante, como es siempre el caso en un
presencia espectral indestructible: te debo mil proceso dialéctico propiamente dicho, lamen-
dólares, y por muchos billetes materiales que cionada espectralización del fetiche contiene
queme, sigo debiéndote mil dólares, la deuda las semillas de su opuesto, de su autonegación:
queda inscrita en alguna parte del espacio di- el inesperado regreso de las relaciones directas

46 47
de dominación personal. Mientras que el capi- una fábrica textil de propiedad china situada
talismo se legitima como el sistema económi- en una zona industrial de la ciudad italiana de
co que implica y promueve las libertades per- Prato, a diez kilómetros del centro de Floren-
sonales (como condición del intercambio de cia. Murieron siete trabajadores atrapados en
mercado), su propia dinámica provocó un re- su interior, que vivían y trabajaban en condi-
nacimiento de la esclavitud. Aunque esta ciones prácticamente de esclavitud. De mane-
prácticamente se había extinguido al final de ra que no podemos permitirnos el lujo de obser-
la Edad Media, volvió a cobrar un gran auge en var la miserable vida de los nuevos esclavos
las colonias europeas desde el principio de la que habitan los suburbios de Shanghái (o Du-
época moderna hasta la Guerra de Secesión bái o Catar) y criticar de manera hipócrita a los
americana. Podemos aventurar la hipótesis de países que los albergan. La esclavitud puede
que hoy en día, en esta nueva época del capi- estar aquí mismo, dentro de nuestra casa, solo
talismo global, resurge una nueva era de la es- que no la vemos, o, mejor dicho, fingimos no
clavitud. Aunque ya no existe una situación verla. Este nuevo apartheid, esta sistemática
legal de persona esclavizada, la esclavitud ad- proliferación de distintas formas de esclavitud
quiere multitud de formas nuevas: millones de de facto , no es un deplorable accidente, sino
trabajadores inmigrantes que en la península una necesidad estructural del capitalismo glo-
saudí se ven privados de los derechos y liber- bal de hoy en día.
tades civiles más elementales; el control total
sobre millones de trabajadores en los talleres
de trabajo esclavo asiáticos, a menudo organi-
zados directamente como campos de concen-
tración; el extendido uso del trabajo forzado
en la explotación de los recursos naturales de
muchos estados de África Central (Congo,
etc.). Pero, de hecho, no hace falta ir a buscar
tan lejos. El 1 de diciembre de 2013 se incendió

48 49
Falta de libertad
bajo la apariencia
de libertad

El manifiesto comunista alcanza su máxima


vigencia cuando enumera diferentes formas de
falso socialismo: si lo que encontramos en la
China actual se puede caracterizar como «so-
cialismo capitalista», ¿cómo tomarnos, enton-
ces, movimientos fundamentalistas como Boko
Haram? Desde la perspectiva de la vida comu-
nitaria tradicional, la educación de las mujeres
es un momento clave del devastador efecto de
la modernización occidental; «libera» a las mu-
jeres de los lazos familiares y las prepara para
formar parte de la fuerza de trabajo barata del
Tercer Mundo. La lucha contra la educación de
las mujeres se convierte, por tanto, en una nue-

51
va forma de lo que Marx y Engels denominaron
como lo habrían expresado hoy los conservado-
en El manifiesto comunista «socialismo reac-
res culturales, los filósofos deconstruccionis-
cionario (feudal)», el rechazo de la modernidad
tas son mucho más peligrosos que los terroris-
capitalista en nombre de formas tradicionales tas: mientras estos últimos quieren acabar con
de la vida comunitaria. nuestro orden ético-político a fin de imponer su
En El manifiesto comunista también resultan orden ético-religioso, los deconstruccionistas
pertinentes la serie de respuestas que ofrece al quieren socavar el orden en cuanto que tal:
reproche que el burgués espeta a los comunistas
(«¡Queréis abolir la propiedad! ¡Queréis abolir el Afirmamos que el criminal peligroso es el
matrimonio!»), que siguen una lógica hegeliana criminal culto; que hoy por hoy, el más peli-
exacta de inversión dialéctica. El manifiesto co- groso de los criminales es el filósofo moderno,
munista debería leerse en paralelo a la obra de que ha roto con todas las leyes. En compara-
otros dos artistas alemanes del mismo periodo: ción con él, los ladrones y los bígamos casi
Heinrich Heine (de quien Marx y Engels toma- resultan de una moralidad perfecta, y mi co-
ron muchos giros estilísticos) y Richard Wagner razón está con ellos. Por lo menos, aceptan el
(su primer periodo «revolucionario»). La misma ideal humano fundamental, si bien lo procu-
idea ya la había formulado Heinrich Heine en ran por caminos equivocados. Los ladrones
Historia de la religión y lafilosofía en Alemania, creen en la propiedad, y si procuran apropiár-
de 1834, aunque como un hecho positivo y ad- sela solo es por el excesivo amor que les inspi-
mirable: «Atención, orgullosos hombres de ac- ra. Pero, al filósofo, la idea misma de la pro-
ción, no sois más que los esbirros inconscientes piedad le disgusta, y quisiera destruir hasta la
de los intelectuales, los cuales, a menudo en la idea de posesión personal. Los bígamos creen
más humilde reclusión, han planeado meticulo- en el matrimonio: de otro modo, no se some-
samente cada una de vuestras acciones.» 14 Tal terían a la formalidad solemne y ritual de la
bigamia. Pero el filósofo desprecia el matri-
14. Citado de Dan Hind, The Threat to Reason, Harmonds- monio. Los asesinos respetan la vida humana,
worth: Penguin Books, 1986, pp. 45-46. solo que desean alcanzar una plenitud de

52 53
vida propia a expensas de las vidas que consi- piedad COMO TAL, simplemente quiere más
deran inferiores. Pero el filósofo odia la vida, para sí, y por tanto está dispuesto a respetar-
ya en sí mismo o en sus semejantes (...). la. Sin embargo, la conclusión que hay que
El criminal común es un mal hombre, extraer de esto es que EL CRIMEN EN SÍ MISMO
pero, en todo caso, puede asegurarse que es ES «ESENCIALMENTE MORAL», que tan solo
un hombre bueno condicional. Con solo des- quiere una reordenación ilegal concreta del
truir un obstáculo, por ejemplo un tío rico, orden moral global, que no debería desapare-
está dispuesto a aceptar el universo y a dar cer. Y, en un espíritu realmente hegeliano, de-
gracias a Dios. Es un reformador, no un anar- beríamos llevar esta proposición (lo de la «mo-
quista. Pretende limpiar el edificio, no de- ralidad esencial del crimen») a su inversión
rrumbarlo. Pero el filósofo perverso no trata inmanente: no solo el crimen es «esencialmen-
de alterar las cosas, sino de aniquilarlas.
15 te moral» (en jerga hegeliana: un momento in-
herente del despliegue de los antagonismos y
Este provocador análisis demuestra la limi- «contradicciones» internas de la mismísima
tación de Chesterton, que no era lo bastante he- idea de orden moral, no algo que perturba el
geliano: lo que no comprende es que el crimen orden moral desde fuera, como una intrusión
universal(izado) ya no es ningún crimen; se su- accidental), sino que la moralidad misma es
blima (se niega/se supera) como crimen Y pasa esencialmente criminal: de nuevo, no solo en
de ser una transgresión a ser un nuevo orden. el sentido en que el orden moral universal «Se
Acierta al afirmar que, en comparación con los niega a sí mismo» en los crímenes concretos,
filósofos, que «han roto todas las leyes», los la- sino, de manera más radical, en el sentido de
drones, bígamos y asesinos son incluso en que la propia reafirmación de la moralidad (en
esencia seres morales: un ladrón es un hombre el caso del robo, de la propiedad) es en sí misma
«condicionalmente bueno», no niega la pro- un crimen: «la propiedad ES un robo», tal como
solía decirse en el siglo XIX.
15. G. K. Chesterton, El hombre que fue Jueves. Trad. de Es decir, deberíamos pasar del robo en
Alfonso Reyes. http://bdigital.bnjm.cu/docs/libros/PROCE cuanto que infracción criminal concreta de la
17628/El%20%20Hombre%20que%20fue%20jueves.pdf

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54
forma universal de propiedad a esta forma en contra del amor de Dios, y al casarte pecas
sí misma como infracción criminal: lo que contra Dios; y este pecado se venga a sí mismo
Chesterton no acaba de percibir es que el «cri- cuando luego quebrantas la ley del hombre al
men universalizado» que él proyecta a la «fi- romper el voto matrimonial. 16
losofía moderna que ha roto con todas las le-
yes» y su equivalente político, el movimiento La transformación de las palabras reales de
«anarquista» que pretende destruir la totali- Jesús es fundamental: Jesús «interioriza» la
dad de la vida civilizada, YA EXISTE BAJO LA prohibición, y expone de manera mucho más
APARIENCIA DEL IMPERIO DE LA LEY EXISTEN- severa (la ley prohíbe el adulterio, mientras que
TE, de manera que el antagonismo entre ley y yo digo que solo con codiciar en tu mente a la
crimen se revela como algo inherente al cri- mujer de tu prójimo ya has cometido adulterio,
men, el antagonismo entre crimen particular y etc.); Wagner también la interioriza, aunque de
universal. Este punto lo dejó muy claro ni más manera diferente: la dimensión interior que
ni menos que Richard Wagner, que en un bo- evoca no es la de la intención de hacerlo, sino
rrador de su obra Jesús de Nazaret, escrita en- la de que el amor debería acompañar a la ley
tre finales de 1848 y principios de 1849, atribu- (el matrimonio). El auténtico adulterio no con-
ye a Jesús una serie de apéndices alternativos siste en copular fuera del matrimonio, sino en
a los Mandamientos: copular dentro del matrimonio sin amor: el
simple adulterio sencillamente infringe la ley
El mandamiento dice: No cometerás adul- desde fuera, mientras que el matrimonio sin
terio. Pero yo os digo: No te casarás sin amor. amor la destruye desde dentro, pues vuelve la
Un matrimonio sin amor se rompe nada más letra de la ley contra su espíritu. Así que, para-
comenzar, y aquel que ha cortejado sin amor, fraseando una vez más a Brecht: ¡qué es un sim-
ya ha roto el matrimonio. Si sigues mi manda- ple adulterio comparado con el (adulterio que
miento, ¿cómo vas a romperlo, si te pide que
16. Richard Wagner, Jesus of Nazareth and Other Wri-
hagas lo que tu corazón y tu alma desean? tings. Lincoln y Londres: University of Nebraska Press, 1995,
Pero si te casas sin amor, te unes a alguien en p. 303.

56 57
supone un) matrimonio (carente de amor)! No de la negación» debidamente hegeliana, que
es casualidad que la fórmula subyacente de reside en el paso decisivo de la distorsión de
Wagner «el matrimonio es adulterio» recuerde una idea a una distorsión constitutiva de esa
«la propiedad es un robo» de Proudhon. En los idea, es decir, a esa idea como distorsión-en-sí-
tormentosos sucesos de 1848, Wagner no solo misma. Recordemos de nuevo el antiguo lema
era un feuerbachiano que celebraba el amor se- dialéctico de Proudhon «la propiedad es un
xual, sino también un revolucionario proudho- robo»: la «negación de la negación» es aquí el
niano que exigía la abolición de la propiedad desplazamiento del robo en cuanto que dis-
privada; no es de extrañar, por tanto, que en la torsión («negación», violación) de la propie-
misma página Wagner atribuya a Jesús un dad a la dimensión del robo que se inscribe
proudhoniano apéndice a «No robarás»: dentro de la mismísima idea de propiedad
(nadie tiene derecho a poseer totalmente los
Esta es también una buena ley: No roba- medios de producción, su naturaleza es inhe-
rás, no codiciarás los bienes ajenos. El que va rentemente colectiva, con lo que cada afirma-
contra ella peca; pero yo te protejo del pecado ción de «esto es mío» es ilegítima). Como aca-
cuando te enseño: Ama a tu prójimo como a bamos de ver, lo mismo se puede decir de la
ti mismo, cosa que también significa: No aca- ley y el crimen, del paso del crimen como dis-
pares tesoros, pues estás robando a tu próji- torsión («negación») de la ley al crimen como
mo y le haces pasar hambre, pues cuando ley que se mantiene a sí misma, es decir, a la
tienes tus bienes protegidos por la ley de los idea de la ley en sí misma como crimen uni-
hombres, haces que tu prójimo peque contra versalizado. Deberíamos observar que, en esta
la ley.17 idea de la «negación de la negación», la uni-
dad que engloba los dos términos opuestos es
Así es como debería concebirse el «apéndi- la «inferior», la «transgresora»: no es que el
ce» cristiano a la Biblia: como una «negación crimen sea un momento de la automediación
de la ley (ni el robo un momento de la autome-
17. Op. cit., pp. 303-304. diación de la propiedad); la oposición del cri-

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59
men y la ley es inherente al crimen, la ley es a la idea de violencia como tal, no solo un rasgo
una subespecie del crimen, la negación del y un signo de violencia deficiente: la violencia
crimen que se relaciona consigo misma (de la COMO TAL - la necesidad de atacar al adversa-
misma manera que la propiedad es la nega- rio de manera violenta- es un signo de impo-
ción del delito que se relaciona consigo mis- tencia, de que la gente está excluida de aquello
mo) . Y, en definitiva, ¿no se puede decir lo que ataca. Solo abordo de manera violenta las
mismo de la propia naturaleza? Aquí, la «ne- cosas que escapan a mi control, cosas que no
gación de la negación» es el desplazamiento puedo regular ni guiar desde dentro.
de la idea de que estamos rompiendo algún Las líneas citadas de Wagner no pueden
equilibrio natural a la idea de que imponer so- sino evocar los famosos pasajes de El manifies-
bre lo Real una idea de equilibrio es en sí mis- to comunista que responden al reproche bur-
ma la mayor ruptura del equilibrio ... y por eso gués de que los comunistas pretenden abolir
la premisa, incluso el primer axioma, de toda la libertad, la propiedad y la familia: es la pro-
ecología radical es «la naturaleza no existe». pia libertad capitalista la que conlleva en rea-
Chesterton escribió: «Cuando eliminas lo so- lidad la libertad para comprar y vender en el
brenatural, lo que te queda es lo antinatural.» mercado y, por lo tanto, la forma misma de la
Deberíamos compartir esta afirmación, solo no-libertad; es la propiedad capitalista en sí
que en el sentido opuesto, no en el sentido que misma la que implica la «abolición» de la pro-
pretendía Chesterton: deberíamos aceptar piedad para aquellos que no poseen medios de
que la naturaleza es «antinatural», un espec- producción; es el propio matrimonio burgués
táculo de fenómenos de feria de perturbacio- el que supone una prostitución universaliza-
nes contingentes sin rima interna. La misma da ... , en todos estos casos, la oposición exter-
inversión dialéctica caracteriza la idea de vio- na se interioriza, de manera que lo opuesto se
lencia: no es solo que la violencia (los arreba- convierte en la apariencia de lo otro (la liber-
tos violentos) sean a menudo un impotente tad burguesa es la apariencia de la falta de li-
passage a l'acte, un signo de impotencia; se bertad de la mayoría, etc.). ¿Y no se puede decir
podría afirmar que esta inversión es inherente exactamente lo mismo de los precarios «em-

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prendedores de sí mismos»? Su falta de liber- el trabajo precario se presenta (y hasta cierto
tad (su precaria existencia sin Seguridad So- punto también se experimenta) como una
cial) se les presenta como la apariencia de lo nueva forma de libertad: ya no soy un engra-
contrario, como la libertad de renegociar una naje en una compleja empresa, sino un em-
y otra vez los términos de su propia existencia. prendedor del yo, soy mi propio jefe y tengo
Es ya un tópico que la generalización del libertad para gestionar mi trabajo, escoger
trabajo precario afecta profundamente a las nuevas opciones, explorar aspectos distintos
condiciones de la solidaridad colectiva. El tra- de mis potenciales creativos, escoger mis prio-
bajo priva al trabajador de toda una serie de ridades ...
derechos que, hasta hace poco, se creían indis-
cutibles en cualquier país que se considerara
un Estado del bienestar: los trabajadores tie-
nen que encargarse ellos mismos de su cober-
tura médica y de sus opciones de jubilación;
no hay vacaciones pagadas; el futuro se vuelve
más incierto; el trabajo precario genera un an-
tagonismo dentro de la clase obrera entre los
que tienen un empleo permanente y los traba-
jadores precarios (los sindicatos suelen privi-
legiar a los trabajadores permanentes; al tra-
bajador precario le resulta muy difícil incluso
organizarse en un sindicato o establecer otra
forma de autoorganización colectiva). Habría
sido de esperar que este aumento de la explo-
tación reforzara la resistencia de los trabajado-
res, pero en cambio hace que la resistencia sea
más difícil, y la razón principal es ideológica;

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63
El horizonte
comunista

Así que, para concluir, la idea que hay de-


trás de El manifiesto comunista es la de una
sociedad que gradualmente se acerca a su cri-
sis definitiva, la situación en la que la comple-
jidad de la vida social se simplifica en el gran
antagonismo entre los capitalistas y la mayo-
ría proletaria. No obstante, basta con echar un
rápido vistazo a las revoluciones comunistas
del siglo xx para comprobar que esa simplifi-
cación nunca tuvo lugar: los movimientos co-
munistas radicales se vieron siempre limita-
dos a una minoría de vanguardia, y esta, para
alcanzar la hegemonía, tuvo que esperar con
paciencia una crisis (por lo general una guerra)

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que proporcionara un resquicio por el que co- les inconscientes que impiden el ascenso de la
larse. En dichos momentos, una auténtica conciencia de clase que se inscribe dentro de
vanguardia es capaz de aprovechar el momen- la mismísima existencia (situación social) de la
to, movilizar a la gente (aun cuando no sea una clase trabajadora. De este modo, la verdad del
mayoría) y hacerse con el poder. Los comunis- análisis socioeconómico marxista quedaba
tas fueron siempre totalmente «no-dogmáti- salvada, no había razón para ceder ante las
cos», siempre dispuestos a parasitar cualquier teorías revisionistas acerca del ascenso de la
problema: la tierra y la paz (Rusia), la libera- clase media, etc. Por esta misma razón, el mar-
ción nacional y la unidad contra la corrupción xismo occidental buscaba constantemente
(China) ... Siempre fueron muy conscientes de otros agentes sociales que pudieran desempe-
que la movilización acabaría pronto, y prepa- ñar el papel del agente revolucionario, como
raron con toda meticulosidad el aparato de po- suplentes de la indispuesta clase trabajado-
der que les permitiría gobernar en ese momen- ra: los campesinos del Tercer Mundo, los es-
to. (Al contrario que la Revolución de Octubre, tudiantes e intelectuales, los marginales ex-
que de manera explícita trataba a los campesi- cluidos ... La versión más reciente de esta idea
nos como aliados secundarios, la Revolución tiene a los refugiados como protagonistas: solo
china ni siquiera fingió ser proletaria: apeló la entrada de un número realmente importan-
directamente a los granjeros porque estos eran te de refugiados puede revitalizar a la izquierda
su base.) radical europea. Este argumento es completa-
El problema del marxismo occidental (e in- mente obsceno y cínico: a pesar de que un fe-
cluso del marxismo como tal) era la ausencia nómeno como ese sin duda daría un inmenso
del sujeto revolucionario: ¿cómo es que la cla- impulso a la brutalidad antiinmigrante, el as-
se trabajadora no completa el paso del en-sí al pecto más delirante de esta idea es el proyecto
para-sí y se constituye como agente revolu- de llenar el vacío de los proletarios ausentes
cionario? Este problema es la principal razón importándolos del extranjero, de manera que
por la que se acude al psicoanálisis: precisa- podamos tener una revolución subcontratan-
mente para explicar los mecanismos libidina- do suplentes.

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El fracaso de la clase trabajadora como suje- entre múltiples exigencias que son siempre
to revolucionario ya se puede observar en el radicalmente contingentes y que dependen de
mismísimo núcleo de la Revolución bolchevi- una serie específica, incluso única, de circuns-
que: el arte de Lenin consistía en detectar la tancias. Una revolución nunca tiene lugar cuan-
«rabia potencial» (Sloterdijk) de los campesinos do todos los antagonismos convergen en el Gran
decepcionados. La Revolución de Octubre Uno, sino cuando combinan su poder de una
triunfó gracias al eslogan «tierra y paz», dirigi- manera sinérgica ...
do a la inmensa mayoría campesina, aprove- Aquí el problema es más complejo: la cues-
chando la breve coyuntura de su insatisfacción tión no es solo que la revolución ya no viaja en
radical. Hacía ya una década que Lenin tenía el tren de la Historia, siguiendo sus Leyes, sino
esa idea en mente, y por eso se quedó horrori- que ya no hay Historia, pues la historia es un
zado ante la perspectiva del éxito de las refor- proceso abierto contingente; el problema es
mas agrarias de Stolypin, cuyo objetivo era otro: es como si HUBIERA una Ley de la Histo-
crear una nueva y poderosa clase de granjeros ria, una línea principal del desarrollo histórico
independientes. Lenin escribió que si Stolypin más o menos clara, y la revolución solo pudie-
triunfaba, la oportunidad para una revolución ra ocurrir en sus intersticios, «a contracorrien-
sufriría un aplazamiento de décadas. Todas las te». Los revolucionarios tienen que esperar
revoluciones socialistas que triunfaron, desde con paciencia que aparezca el periodo (por lo
Cuba hasta Yugoslavia, siguieron este modelo, general muy breve) en que el sistema se estro-
el de aprovechar el resquicio de una situación pea o se desmorona de manera abierta; han
en extremo crítica, apropiándose de la libera- de aprovechar esa coyuntura favorable, hacer-
ción nacional y de otros «capitales de rabia». se con el poder, que en ese momento es como
Naturalmente, los partidarios de la lógica de la si estuviera en la calle para el primero que lo
hegemonía señalarían aquí que esta es la mismí- coja, y reforzarlo cuando lo tienen, constru-
sima lógica <<normal» de la revolución, el hecho yendo aparatos represivos, etc., de manera
de que la «masa crítica» se alcance precisamen- que, cuando acabe el momento de confusión ,
te y solo a través de una serie de equivalencias cuando la mayoría vuelva a la sensatez y que-

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de decepcionada por el nuevo régimen, ya sea blica Democrática Alemana en 1953, Brecht
demasiado tarde para deshacerse de él, ya es- cita a un funcionario del partido de la época
tén lo bastante consolidados. Los comunistas que dijo que el pueblo había perdido su fe en el
siempre calculaban meticulosamente el mo- gobierno: ¿no sería más fácil, por tanto -pre-
mento oportuno para frenar la movilización gunta astutamente Brecht-, disolver al pueblo
popular. Fijémonos en el caso de la Revolución y hacer que el gobierno eligiera a otro? En lu-
Cultural china, que sin duda contenía elemen- gar de leer el poema como un ejemplo de iro-
tos de una utopía hecha realidad. Ya al final, nía brechtiana, deberíamos tomarlo en serio: sí,
antes de que la agitación quedara bloqueada en una situación de movilización popular, «el
por el propio Mao (pues ya había alcanzado su pueblo» es en cierto modo remplazado, tran-
meta de recuperar todo su poder y librarse de substanciado (la masa inerte de la gente co-
la competencia de la alta nomenklatura), hubo rriente se transubstancia en una fuerza unida
una «Comuna de Shanghái»: un millón de tra- y políticamente comprometida). De nuevo, el
bajadores que simplemente se tomaron en se- problema es que esta transubstanciación no
rio los eslóganes oficiales y exigieron la aboli- puede durar para siempre, pues hay que tener
ción del Estado e incluso del propio partido, y en cuenta que una presencia permanente del
una organización comunal directa de la socie- pueblo equivale a un estado de excepción per-
dad. Resulta significativo que fuera justo en manente. ¿Qué ocurre entonces cuando la gen-
ese momento cuando Mao ordenó la interven- te se cansa, cuando ya no es capaz de mante-
ción del ejército para restaurar el orden. Lapa- ner esa tensión? Los comunistas que tomaron
radoja es la de un líder que pone en marcha una el poder tenían dos soluciones (o mejor dicho,
revuelta incontrolada al tiempo que ejerce todo una solución con dos caras): que el partido im-
su poder personal: el solapamiento de una dic- perara sobre la. población pasiva o una falsa
tadura extrema y de una emancipación extre- movilización popular. El propio Trotski, el
ma de las masas. teórico de la revolución permanente, era muy
En un breve poema escrito a propósito del consciente de que el pueblo «no puede vivir
levantamiento de los trabajadores en la Repú- durante años en un estado ininterrumpido de

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alta tensión e intensa actividad», 18 y convierte mente formal, es decir, determinado objetiva y
este hecho en un argumento a favor de la ne- materialmente, pero sin clase trabajadora
cesidad de un partido de vanguardia: la orga- como base sustancial? La solución es negativa:
nización en asambleas no puede usurpar el es el propio capitalismo el que ofrece una de-
papel del partido, que debería dirigir la situa- terminación sustancial negativa. El sistema
ción cuando la gente se canse ... , y, para diver- capitalista global es la «base» sustancial que
tir a la gente y mantener las apariencias, siem- media y genera los excesos (suburbios, amena-
pre se puede organizar algún gran espectáculo zas ecológicas, etc.) que crean lugares de resis-
de seudomovilización: desde los desfiles esta- tencia. Hoy en día hay muchas concepciones
linistas hasta los de la Corea del Norte actual. izquierdistas que consideran que nuestra ta-
En los países capitalistas existe, naturalmente, rea consiste en unir a los diferentes grupos de
otra manera de aliviar la presión popular: elec- explotados y desfavorecidos del capitalismo
ciones (más o menos) libres; recientemente en global actual (inmigrantes, desempleados, tra-
Egipto y Turquía, aunque también funciona- bajadores precarios, víctimas de la opresión
ron en 1968 en Francia. No deberíamos olvidar sexual, racial y religiosa, estudiantes insatisfe-
que el agente de la presión popular es siempre chos ... ) en un frente unido de lucha emancipa-
una minoría: incluso el movimiento Occupy dora. El problema es que, en claro contraste
Wall Street, por lo que se refiere a sus partici- con el marxismo, ya no podemos concebir el
pantes activos, estuvo más cerca del 1 % que del proceso de esta unificación en una solidaridad
99 % de su gran eslogan. global.
El problema subyacente es el mismo que La cuestión de la permanente relevancia de
vislumbramos al principio de nuestro ensayo: la crítica de la economía política de Marx en
¿cómo considerar la universalidad singular nuestra época de capitalismo global ha de res-
del sujeto emancipador como algo no pura- ponderse de una manera debidamente dialécti-
ca: no solo resulta del todo actual la crítica de la
18. Ernest Mande!, Trotsky as Alternative. Londres: Verso economía política de Marx, su caracterización
Books, 1995, p. 81. de la dinámica capitalista, sino que incluso ha-

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bría que dar un paso más y afirmar que solo del patrimonio común en todas sus dimensio-
hoy, con el capitalismo global, la realidad ha nes: el bien común de la naturaleza como sus-
alcanzado su idea, por expresarlo en jerga he- tancia de nuestra vida, el problema del bien co-
geliana. Sin embargo, interviene aquí una in- mún de la biogenética, el problema del bien
versión debidamente dialéctica: en el momento común cultural (la «propiedad intelectual»), y
de plena vigencia tiene que aparecer su limita- por último, y no por ello menos importante, el
ción, el momento de triunfo es el de la derrota; bien común como espacio universal de la hu-
después de superar los obstáculos externos, la manidad del que nadie debería ser excluido.
nueva amenaza viene de dentro, y señala una Sea cual sea la solución, tendrá que abordar
incoherencia inmanente. Cuando la plena reali- estos problemas.
dad alcanza su idea, hay que transformar esa En las traducciones soviéticas, la conocida
idea. Ahí reside la auténtica paradoja dialécti- respuesta de Marx a Paul Lafargue: «Ce qu'ily
ca: no es que Marx simplemente se equivocara, a de certain, c' est que moi je ne su is pas marxis-
sino que a menudo tenía razón, pero de mane- te» se traducía como: «Si esto es el marxismo,
ra más literal de lo que él mismo creía. entonces yo no soy marxista.» Esta traducción
¿Cuál es, pues, el resultado? ¿Deberíamos errónea transmite perfectamente la transfor-
rechazar El manifiesto comunista como un do- mación del marxismo en un discurso universi-
cumento interesante del pasado y nada más? tario: en el marxismo soviético, incluso el pro-
En una auténtica paradoja dialéctica, los mis- pio Marx era marxista, participaba del mismo
mísimos impasses y fracasos del comunismo conocimiento universal que compone el mar-
del siglo XX, impasses que claramente se origi- xismo; el hecho de que creara la doctrina pos-
naban en las limitaciones del propio Manifies- teriormente conocida como «marxismo» no es
to comunista, al mismo tiempo dan fe de su una excepción, de manera que su rechazo solo
vigencia: la solución marxista clásica fracasó, se refiere a una versión específica errónea que
pero el problema continúa. Hoy en día el co- falsamente se proclama «marxista». Lo que Marx
munismo no es el nombre de una solución, quería dar a entender era algo más radical: el
sino el nombre de un problema, el problema abismo que separa al propio Marx, el creador

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que mantiene una relación fundamental con
su doctrina, de los «marxistas» que siguen esa Índice
doctrina. Ese abismo lo expresa también el co-
nocido chiste de los hermanos Marx: «Te pa-
reces a Emmanuel Ravelli.» «Pero es que soy
Emmanuel Ravelli.» «Entonces no me extraña
que te parezcas a Emmanuel Ravelli.» El indi-
viduo que es Ravelli no se parece a Ravelli, sim-
plemente lo es. Y del mismo modo, el propio
Marx no es marxista (uno más entre otros mar-
xistas), sino que es el punto de referencia que
queda excluido de la serie; es decir, los demás
son marxistas porque lo toman como referen-
cia. Y hoy en día la única manera de seguir fiel El final se acerca ... solo que no
a Marx ya no es ser «marxista», sino repetir el como lo imaginábamos ........... . 7
gesto fundacional de Marx de una manera
nueva. ¿Cuáles son los fantasmas que
nos acechan hoy en día? .......... . 19
El capital ficticio y el retorno
a la dominación personal . . . . . . . . . . 33
Los límites de la verwertung . . . . . . . . . . 41
Falta de libertad bajo la apariencia
de libertad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
El horizonte comunista . . . . . . . . . . . . . . 65

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Títulos de la colección

1. Claudio Magris, El secreto y no


2. Rafael Chirbes, El año que nevó en
Valencia
3. Emmanuel Carrere, Cala is
4. Marina Garcés, Nueva ilustración radical
5. Marina Garcés, Nova il·lustració radical
6. Jordi Amat, La conjura de los
irresponsables
7. Jordi Amat, La confabulació deis
irresponsables
8. Michel Houellebecq, En presencia de
Schopenhauer
9. David Trueba, La tiranía sin tiranos
10. Jordi Gracia, Contra la izquierda. Para seguir
siendo de izquierdas en el siglo XXI
11. Slavoj Zizek, La vigencia de
El manifiesto comunista

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