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JUNTAS A TOPE
Los aceros utilizados en la industria tienen rara vez más del 1,5% de C. Cuando el
contenido de este elemento es muy bajo (inferior al 0,10%), estos aceros se designan,
en el lenguaje común, como hierro dulce (sin llegar a ser hierro puro). Las fundiciones
industriales no suelen contener una proporción de carbono superior al 4,5%.
Comparadas con el carbono, el resto de las impurezas, en las proporciones con que
suelen estar presentes en los productos siderúrgicos, influye muy levemente en las
propiedades de la aleación en estado de equilibrio.
En consecuencia, el estudio de lo que pasa en las aleaciones Fe-C nos dará una
representación muy aproximada de lo que sucederá en las aleaciones reales, que
contienen, además, otras impurezas.
Problema 2
Problema:
Se tiene un acero de 0.9 %C, el cual es calentado hasta los 950°C y luego es enfriado lentamente
hasta la temperatura ambiente. Determine cuáles serán las fases presentes en este acero a las
siguientes temperaturas: a) 950°C b) 800°C c) 750°C d) 500°C
Para resolver este problema haga uso del diagrama Fe-C.
Figura 2.5 Esquema que muestra la diferencia entre una transformación reversible y una
irreversible
2.2 El ciclo térmico.
Los metales y aleaciones que son expuestos al calor, sufren cambios o transformaciones
microestructurales en su estado sólido. Estos cambios microestructurales provocan, a su
vez, cambios en las propiedades mecánicas y pueden afectar el comportamiento
mecánico en servicio de una estructura o componente mecánico.
El proceso de soldadura involucra necesariamente aporte de calor para unir dos partes
entre sr.
El aporte de calor es muy importante no sólo porque permite que se lleve a cabo la unión,
sino porque afecta su microestructura y ésta, a su vez, sus propiedades mecánicas.
Además, provoca variaciones dimensionales y puede generar tensiones residuales que
afecten la integridad estructural de los componentes soldados.
La distribución de la
temperatura máxima en la
Zona Afectada por el Calor
(ZAC)
La velocidad de enfriamiento
en el metal fundido y en la
ZAC.
La velocidad de solidificación
del metal fundido
Si el calor aportado por la soldadura no fluyera a través de la pieza a soldar, todo el calor
se concentraría solamente en la zona a fundir. De esta manera, sólo una zona estrecha
en el material alcanzaría la temperatura de fusión, mientras que el resto del metal
permanecería a la temperatura ambiente, como se muestra en la línea continua. Sin
embargo, la realidad es otra; pues los metales son buenos conductores del calor, es
decir, sus átomos transmiten rápidamente el calor a sus vecinos, distribuyéndolo a lo
largo de la pieza.
Entonces, si midiéramos la temperatura con las termocuplas (termopares) en cada punto
del material durante la soldadura, tendríamos una distribución de la temperatura como la
representada por la curva de trazos de la figura 2.6.
Figura 2.7 Distribución de temperaturas de una sección cualquiera a lo largo del eje X. Las curvas
representan momentos diferentes durante la soldadura
La distribución de temperatura representa las temperaturas existentes en un momento
determinado, en varios puntos del metal que ha sido o está siendo soldado. Es como una
foto de toda la promoción de un colegio, que nos permite conocer cómo era la apariencia
física de cada uno de sus miembros en un momento de sus vidas.
El ciclo térmico nos brinda, como información, toda la historia térmica del metal en un
punto o en una región determinada de la unión soldada. A través de él, podemos conocer
la temperatura máxima alcanzada y la velocidad de enfriamiento en todo momento.
Por ejemplo, el aporte de calor generado en una soldadura por arco manual realizada
con 20 volts, 200 Amp. y una velocidad de desplazamiento de 250 mm por minuto es de
960 joules por mm ó 9600 Joules/cm.
Sin embargo, de toda la energía generada en el proceso de soldadura, solamente una
parte es aprovechada para fundir las piezas a unir por soldadura.
Esta energía o aporte de calor neto viene condicionada por la eficiencia del proceso de
soldadura empleado (y, en menor parte, por la posición de soldadura). La figura 2.8
muestra una tabla de las eficiencias térmicas de diferentes procesos de soldadura.
Donde "f' es la eficiencia térmica del proceso de soldadura y puede ser estimada a partir
de la tabla que se muestra en la figura 2.8.
Tomando como referencia el ejemplo anterior, donde se alcanzaba con los parámetros
de soldadura indicados un calor de aporte H = 960 J/mm, podemos calcular el aporte de
calor neto (Hnet) asumiendo una eficiencia térmica de 75% (f = 0,75) para el proceso de
soldadura (SMAW) de la siguiente manera:
Figura 2.9 La Zona Afecta por el Calor (ZAC) o Zona Afectada por la Temperatura (ZAT)
Figura 2.10 Esquema que relaciona la zona afectada por el calor (ZAG) de la soldadura de un
acero de 0.3%C con las temperaturas y los rangos de estabilidad de las fases en el diagrama Fe-
C
Hemos analizado hasta el momento cómo el ciclo térmico puede afectar una región del
metal base conocido como ZAC. El principio básico que hemos empleado es conocer
aquellos puntos del metal base que han sido calentados hasta alcanzar una temperatura
por encima de la cual el acero comienza a sufrir transformaciones microestructurales en
su estado sólido. En los aceros (normalizados o recocidos), esta temperatura suele estar
referida a la A1 (723°C); aunque, como hemos visto, también puede ser otra menor,
como por ejemplo la temperatura de revenido de un acero ¡'bonificado" (templado y
revenido).
En los otros metales y aleaciones, esta temperatura será determinada por las
transformaciones microestructurales particulares de cada aleación. Por ejemplo, en
aleaciones de aluminio endurecibles, el ancho de la ZAC puede extenderse a los puntos
del metal base que han sido calentados por encima de los 150°C o incluso menos.
Sin embargo, se ha deducido una gran cantidad de fórmulas empíricas para el cálculo
del carbono equivalente, orientado a brindar información sobre diversos aspectos como
pueden ser:
La templabilidad.
La sensibilidad de los aceros a la fisuración en frío (a fin de estimar la temperatura
mínima de precalentamiento recomendada o la tolerancia a la fisuración debida al
hidrógeno)
La evaluación de las propiedades durante el servicio (que permita medir a través del CE,
por ejemplo, el agrietamiento a causa de los sulfuros o el agrietamiento por corrosión
bajo tensiones).
Sin embargo, no podemos esperar que todas estas características de un acero o de las
uniones soldadas puedan describirse de manera fiable por medio de un único número o
CE que dependa solamente de su composición química. El uso de todas las fórmulas
debe, pues, limitarse a su objetivo inicial (ya sea alguno de los descritos arriba o algún
otro claramente establecido). Muchas de las fórmulas propuestas que se encuentran en
la bibliografía son, principalmente, fórmulas obtenidas desde el punto de vista de la
templabilidad del acero (tendencia a formar martensita).
Existe un gran número de expresiones diferentes para el CE, pero aquí presentaremos
algunas de las más empleadas en la actualidad:
En cualquier caso, el empleo de una fórmula del carbono equivalente no puede salirse
de los márgenes de las composiciones químicas para los que ha sido estimada ni
aplicarse a alguna evaluación para la que no se destina.
Ejemplo:
Se desea soldar un grupo de aceros cuya composición química se muestra en la
tabla 2.2.
Analizaremos cuál es su nivel de soldabilidad teniendo como criterio el índice del carbono
equivalente (CE).
Método recomendado por el código estructural AWS-D1.1
Lo primero que debemos calcular es el CE del acero a ser soldado a partir de la siguiente
fórmula:
Con el valor del CE y del %C del acero, se localiza un punto en la figura 2.11, donde se
determina en cuál de las tres zonas está ubicado el acero que queremos soldar.
Método de Seferian
Seferian, un prestigioso metalurgista francés, propuso la siguiente expresión
para estimar la temperatura de precalentamiento (Tp):
Método del Instituto Internacional de Soldadura (IIW)
Este método sr considera, a diferencia del método propuesto por Seferian, el aporte de
calor neto (Hnet) en el cálculo de la temperatura mínima de precalentamiento. Este
método trabaja con un ábaco (figura 2.12), donde se puede entrar directamente con la
tasa de deposición por electrodo consumido y con el aporte de calor neto.
Figura 3.7 Determinación de la temperatura de precalentamiento mínima según el método propuesto por
elllW (Internationallnstitute of Welding)
Figura 3.8 Diferentes posibilidades de disipación del calor en una soldadura y su correspondiente IBT